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¿Tiranía en la Universidad Central de Venezuela?

Opinión
Artículos de opinión
Tiempo de lectura: 4 min.

“Estamos, ahora, en la última etapa de la toma tiránica”

Naomi Wolf

El trabajo para la elaboración de este artículo ha sido bastante espinoso. Sin embargo, toda dificultad ofrece una oportunidad. En dos entregas anteriores he tratado de sensibilizar a las autoridades universitarias sobre la necesidad de dar explicaciones sobre lo sucedido con la administración de los recursos profesorales del Fondo de Jubilaciones de la Universidad Central de Venezuela (FONJUCV). Hasta ahora, nada.

Por la insistencia, aclaro. Antes de publicar acostumbro hacer consultas a personas confiables en sus juicios y valientes, no osados. Busco con esto, por un lado, evitar expresiones inexactas, de interés personal o de infamias a otras personas. Por otro lado, ir un poco más allá del hecho mismo y explorar acerca de sus posibles motivos y consecuencias para contribuir con la aplicación de justicia y mejora de la situación.

Importa perseverar porque al profesorado de la UCV se les están violando sus derechos humanos, a la vida y al buen vivir. En efecto, la súplica del anterior artículo está vigente “Rectora, está en sus manos y en su conciencia”.

El entendimiento del poder por parte de las autoridades universitarias que, junto con la Rectora, han tomado decisiones inexplicadas, puede ser muy variada. No obstante, su posición privilegiada es producto de la confianza otorgada por los hoy, víctimas. A esto podemos agregar que las formas de pensar, tomar decisiones y actuar están influidas por factores externos y en el mundo soplan vientos de acciones contraculturales destinadas a detener a los tiranos de derechas e izquierdas y de regímenes democráticos y dictaduras, así actuando. Los ejemplos sobran.

Naomi Wolf nos advierte acerca de la llegada del último paso de toma tiránica y de la era del post humanismo. El respeto a la vida misma y los valores dados a ella, por diferentes grupos humanos, son el centro de una operación globalizada de ingeniería social destinada a convencernos de nuestra incapacidad de participar e influir en asuntos que tenemos razones para darles valor y defenderlas. Ya es hora de que comencemos a pensar en nuevas formas de relacionarnos y organizarnos contra los perpetradores de tal despropósito.

A microescala, la Universidad Central de Venezuela (UCV) podría bien ser, uno de estos casos. El Consejo Universitario (CU) elaboró un nuevo lenguaje, incluyendo el legal, para dar sustento a sus decisiones. Así fue como se dispuso del dinero de los profesores. Es posible que siendo expertos en gerencia universitaria (parte del lenguaje de nuestro régimen) creen saber lo que es bueno para nosotros. Saben al dedo lo mal que funciona la mente humana cuando de tomar de decisiones se trata. Profundizando en sus estudios de la conducta humana están enterados de como la pobreza induce estrechez en el pensamiento; todo a causa de la necesidad de focalizarse en la sobrevivencia. Me pregunto ¿Debemos entonces agradecerles?

No, tenemos dignidad y merecemos respeto como seres humanos y como hacedores y transmisores del conocimiento al servicio y florecimiento intelectual de varias generaciones. Y, es no, porque para estos males del ejercicio del poder existen soluciones. Soluciones basadas en la manifestación de sentimientos de empatía y acción solidaria de los agraviados; según Naomi Wolf, la forma más eficiente de combate contra el poder de los nuevos tiranos del siglo XXI.

Antes, de hacer alguna propuesta, es necesario caracterizar el estado de cosas. Imagino al actual Consejo Universitario de la UCV como un “hueco negro”. Los huecos negros y, sus adyacencias, se muestran como los lugares más retorcidos y grotescos del cosmos.

Los huecos negros son las estructuras más oscuras del universo. Son ellos lugares, con una atracción gravitacional grande, capaces de tragarse la luz a pesar de su velocidad, atiborrándose con materia. Alrededor de esa particularidad se encuentra un horizonte esférico llamado de “sucesos” cual lugar de entrada. Todo lo que entra allí está condenado a una futura desintegración. El Consejo Universitario es el hueco negro más cercano a la comunidad universitaria en el cosmos de la UCV.

Silencio, pero uno imagina un látigo, una voz que dice: ¡aquí mando yo y qué! El Y QUÉ es parte del instrumental de la ingeniería social, el mensaje utilizado por los tiranos para transmitir la sensación de aquí no se puede hacer nada, se trata de una proclama autoritaria inhibidora y causante de la inmovilización, de la capacidad de participación. La conclusión de Naomi Wolf es que el poder de los tiranos y de los traidores, a los principios que sustentan la vida verdaderamente humana, no soportan la fuerza de las relaciones entre personas a quienes los unen bienes y valores como la amistad, la cooperación, la participación, el compromiso y el deseo de libertad.

Las contiendas electorales recientes, en algunos países, han resultado en la aparición y éxito electoral relativo de personas, casi desconocidas o acosadas y descalificadas por pensar distinto, por los círculos del poder político y el control de las redes sociales. Y, ante estas tradicionales fuerzas ya corruptas y desgastadas, triunfaron.

En tiempos de estas alucinantes formas de despotismo y destrucción institucional del siglo XXI, es necesario encontrarse, organizarse, comprometerse y reaccionar con fuerza. La fuerza de una novedosa identidad universitaria comprometida con alcanzar un fin justo por patente, por evidente. No obstante, no basta con ocuparnos del poder universitario; debemos tratar de entender las relaciones de este con el Estado. ¿Por ejemplo, por qué están estancadas las denuncias presentadas y no se hacen investigaciones sobre las noticias criminis sobre la situación antes descrita?

En la UCV conviven varios grupos organizados con intereses muy variados, algunos muy nobles y en su mayoría acreditados por su defensa de una autonomía universitaria responsable. Con la iniciativa de ellos, puede darse inicio a la reconquista de la universalidad y pertenencia de la UCV. Por cierto, asuntos como los aquí señalados de profundo contenido ético deberían formar parte del debate en las futuras contiendas electorales en la UCV. Hagámoslo para no arrepentirnos.

Ph.D. Profesor Titular. UCV.

Ex-Decano de La Facultad de Ciencias (1975-1978),

Ex–Vicerrector Académico (1980-1984).

Consultor Internacional en Desarrollo Científico, Humano y Ético.

angelhernandez1@gmail.com

13 de julio 2022

Desde la Presidencia de APUCV Nº 82