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Opinión

Con voz propia

Dos temas para reflexión en jornada de protestas contra la dictadura militar que padecemos y que en el mes de vigencia contabiliza 30 muertes y más de 100 heridos: pronunciamiento de Papa Francisco, quien reitero apoyo al diálogo con exigencia de garantías; y convocatoria presidencial a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). Sin menosprecio a voz del Vaticano la cual suscribimos, dedicamos comentario a este último punto.

De 26 Cartas Magnas, sólo 7 se aprobaron en ANC.

Convención Nacional fue denominada la primera, reunida en Valencia a partir del 5 de julio 1858. El 24 de diciembre de ese año aprobó Constitución de los Estados Unidos de Venezuela, que promulgó en la misma Ciudad el 31 de diciembre el General Julián Castro.

Primera Constitución Federal (séptima de la Nación) fue aprobada en Caracas el 28 de marzo 1864 y promulgada el 13 de abril por el Mariscal Juan Crisóstomo Falcón, en el Despacho del Gobierno General en Coro.

Undécima Ley Suprema, sancionada el 12 de junio 1893 en Caracas por ANC la promulgó el 21 de ese mes el General Joaquín Crespo.

Cuarta ANC instalada en Caracas el 20 de febrero 1901 aprobó la décima segunda Ley Suprema y primera del siglo XX, promulgada el 29 de marzo por el General Cipriano Castro, primer andino llegado al Poder.

La Junta Revolucionaria de Gobierno surgida del golpe del 18 de octubre de 1945, que derrocó al democrático gobierno del General Isaías Medina Angarita, instaló la quinta ANC el 17 de septiembre de 1946 bajo presidencia del poeta político Andrés Eloy Blanco. El 5 de julio de 1947 Rómulo Betancourt promulgó la vigésima segunda Constitución.

Además de significar legitimación de un golpe de estado, la ANC se caracterizó por la aplastante mayoría del partido de Gobierno, Acción Democrática. Obtuvo 137 constituyentes, Copei, 19; Urd, 2 y 1 el Partido Comunista. Excluido quedó el medinista Partido Democrático Venezolano.

Una ANC usurpada se celebró en 1953. Fue promovida desde la Oposición liderada por Jóvito Villalba con la consigna “unidad nacional”, triunfaba abrumadoramente. Pero a la dictadura militar presidida por el ilustrado civil Germán Suárez Flamerich, intervino el proceso, acomodó las estadísticas de votación y las puso a su favor.

La última ANC planteó en la campaña electoral del Comandante Hugo Chávez en 1998, pero la propuso cuando llegó al Poder.

Formalizada la Propuesta, el 2 de febrero de 1999 fue designada Comisión Presidencial Constituyente integrada por: Ricardo Combellas, Oswaldo Alvarez Paz, Jorge Olavaria, Tarek William Saab, Tulio Alvárez, Angel Lombardi, Angela Zago, Hermán Escarrá, Alfredo Peña, Ernesto Mays Vallenilla, Manuel Quijada y Javier Elechiguerra.

Se aprobó en referéndum efectuado el 25 de abril 1999. Se postularon 1171 y el 25 de Julio se eligieron 120 de 128 miembros de la ANC que representaron al Polo Patriótico. Completaban los 131 constituyentes 3 de comunidades indígenas identificados con el Presidente.

Resultaron electos 8 fuera del llamado Kino: Antonia Muñoz, quien se sumó al oficialismo; Claudio Fermín y Virgilio Ávila Vivas, Acción Democrática; Alberto Franceschi, Proyecto Venezuela; Allan Brewer-Carías, Jorge Olavarría y Antonio Di Giampaolo independientes.

Hace 10 años el Movimiento Independiente Democrático (MID-Táchira), promueve una ANC. En agosto 2013 NM declaró: “Si lograran activar mecanismos, no dudo que revolución ganaría". Ahora toma la iniciativa de convocarla. ¿Por qué no tomarle la palabra?

Al MARGEN. Venezuela donó medio millón de dólares para la toma de posesión del Presidente del Imperio Yanky Donald Trump, según reveló la Comisión Federal Electoral estadounidense.

jordanalberto18@yahoo.com.

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Luisa Pernalete

Difícil escribir con serenidad en estos días. Hay un dolor profundo mezclado con rabia. Las semanas se vuelven largas. Hay que buscar fuerzas, a veces escondidas, a veces escasas. Se siente rabia cuando recuerda lo que dijo una compañera de trabajo: “Los del consejo comunal nos dijeron que a los que caceroleábamos no nos vendería bolsas del clap. Yo he caceroleado y voy a seguir haciéndolo”. Ella vive en El Valle, tiene motivos para protestar. Da rabia porque ella no es la única que cuenta historias similares. Da rabia.

Siente uno rabia y dolor cuando te llama una compañera de Barquisimeto, muy tarde en la noche, y te cuenta que el asedio por parte de la GN a la urbanización Sucre –del oeste- no cesa. “Los muchachos, muy jóvenes, dicen que no se entregan, que prefieren tirarse de la azotea. Los disparos no cesan. Conozco gente que vive en esos edificios. Hay compañeros de trabajo, hay alumnos”. Te cuesta dormir de la rabia. Hay rabia para repartir.

A los estudiantes les da dolor y rabia enterrar a compañeros caídos por ejercer el derecho a la protesta. También a los profesores. Lo entiendo, he enterrado niños por causa de la violencia. “Quien tiene un alumno…” Todos son mis alumnos. Da rabia y una tristeza honda, que traspasa ojos y mirada, corazón…

Rabia y dolor también me da recordar la llamada de una “comadre” de Maracaibo: “Son las 2 de la tarde y hoy no he podido darle nada de comer a mis hijas”. No es una indigente. Ella trabaja su esposo también, pero las cuentas no dan. Los problemas no se resuelven: se agravan. Rabia con llanto. Confieso que da rabia que en este país que se anuncie un aumento de sueldo, debe ser el único del mundo que cuando se habla de posibles aumentos de sueldo, eso no genera alegría sino rabia y preocupación. Rabia laboral y empresarial.

Da rabia no saber a veces qué está pasando porque hay medios que no informan, por omisión también se peca. Da rabia que haya gente armada en la calle atacando a otros, con la aparente y a veces explicita anuencia de autoridades… Da rabia como se prostituye la palabra “paz”...

Podríamos seguir, pero hay que administrar esa rabia. Recuerdo lo que nos dijo el bisnieto de Gandhi en su visita a Venezuela en octubre: “La rabia es como la electricidad. Esta te sirve para tener tu nevera, el teléfono… pero cuando está desordenada, cuando hay un corto circuito, la electricidad generará tragedias” Así es. La rabia y el dolor hay que administrarla para que sirvan de punto de apoyo para la acción que construya para la solidaridad y no para la destrucción.

Administrar la rabia supone, por ejemplo, recordar que los hijos, los alumnos, no son los culpables de lo que pasa y no podemos pagarlo con ellos. Supone recordar que los soldados rasos, los guardias, no se mandan solos, son responsables de sus actos pero hay “autores intelectuales” que dan las órdenes, pagar nuestra rabia con ellos no es la solución. Administrar la rabia supone evitar dañar servicios públicos –que nos hacen falta -; supone evitar descalificar al otro por lo que hacen sus familiares; supone pensar antes de actuar, medir las consecuencias de nuestros actos.Administrar la rabia y el dolor supone afinar nuestros sentidos y ver, en medio de tanto drama, gente admirable que se sobrepone a la rabia y al dolor y atiende a sus alumnos, aunque vayan pocos a las escuelas; admirar a los periodistas que arriesgan su vida en cada cobertura; a líderes que se caen por golpes y se paran al día siguiente. Si usted sonríe a un niño que está llorando, probablemente genere una sonrisa en el pequeño. La paz puede traer más paz. Si usted responde a la violencia con más violencia, no hay duda, generará más violencia. Esa espiral hay que pararla.

Fe y Alegría

30/04/17

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Recientemente hice un comentario en relación al arribo a Puerto Cabello de 160.000 sacos de fertilizantes NPK para el ciclo agrícola de este año 2017. Señalaba que eso, que parece una enorme cantidad de fertilizantes, solamente equivalía a 8.000 toneladas, y si se aplican 400 kg de ese fertilizante NPK por cada hectárea sembrada (kg/ha), alcanzaría para abonar 20.000 hectáreas. Esta cantidad de fertilizantes, para las ilusiones de los voceros oficiales de sembrar este año 4.000.000 de hectáreas, que requerirían 1.600.000 toneladas de fertilizantes, representa solo el 0,5% del total.

Nuevamente, el 27 de abril de 2017, salió otra información anunciando la llegada de 150.000 sacos de fertilizantes a Puerto Cabello, que equivalen a 7.500 toneladas, suficientes para abonar solamente 18.750 hectáreas. Quiere decir, que para finales de abril ya teníamos disponibles en el país 15.500 toneladas de fertilizantes que servirían para fertilizar 38.750 hectáreas, lo cual representa solo el 0,97% de los 4.000.000 de hectáreas que el gobierno anunció que sembrarían este año. Por eso digo que esos 4.000.000 de hectáreas son solamente una ilusión del gobierno para el ciclo agrícola 2017, cuando ya ha comenzado la temporada de lluvias en muchas regiones del país y para traer el resto del fertilizante requerido no alcanzan los restantes meses del año.

Recordemos que la industria nacional ha aportado en los últimos años un 60% de 800.000 toneladas de los fertilizantes comercializados en el país anualmente. En números redondos esto representa unas 480.000 toneladas hechas en Venezuela, de las cuales alrededor de 70% corresponden a nitrogenados distribuidos en urea 94% o 316.000 toneladas y sulfato de amonio 6% o 20.000 toneladas. El otro 30%, que es alrededor de 144.000 toneladas, se distribuye en unas 100.000 toneladas de NPK y 44.000 toneladas de fertilizantes fosfatados, básicamente fosfato diamónico.

Para 4.000.000 de hectáreas, aplicando 400 kg de NPK/ha, se requieren 1.600.000 toneladas de este tipo de fertilizante, como ya tenemos en el país 100.000 toneladas producidas por la industria nacional y 15.500 toneladas importadas, aún están faltando 1.484.500 toneladas, que para traerlas a puerto venezolano y distribuirlas en el territorio nacional se necesitarían cientos de barcos y miles de gandolas que no existen a nuestra disposición.

En relación a los fertilizantes nitrogenados, para 4.000.000 de hectáreas aplicando 200 kg de urea/ha, se requieren 800.000 toneladas, la industria nacional aporta cerca de 340.000 toneladas por lo que aún faltarían 460.000 toneladas de urea que deben ser importadas. Lo triste de esto es que Venezuela, para el año 2004 por ejemplo, llegó a tener una capacidad potencial para la producción de abonos nitrogenados de 2.510.000 toneladas anuales, lo cual representó en ese momento el 32% de la capacidad de producción de toda Latinoamérica, pero ese año solo se produjeron 370.000 toneladas que es aproximadamente 15% del potencial de producción. En los años noventa se llegó a producir cerca de 1.000.000 de toneladas de urea, buena parte de la cual era para exportación y hoy, unos 20 años después, para cubrir la ilusión de los 4.000.000. de hectáreas nos tendríamos que convertir en importadores de urea, un producto que entre los agricultores es tan criollo como la arepa, que dicho sea de paso, también la estamos importando.

En esta oportunidad, además, quiero referirme a otro aspecto interesante en la importación de fertilizantes ya que se está importando producto ensacado debido a la premura de la situación, por la improvisación que caracteriza al gobierno en todas sus acciones. En los momentos cuando en Venezuela las empresas privadas como Hydro Agri y Agroisleña podían intervenir en la libre importación de fertilizantes, e incluso en la distribución de los fertilizantes producidos en la industria nacional por Pequiven, las negociaciones se realizaban generalmente con productos a granel.

La importancia de esto es que cuando se importan los fertilizantes a granel, para descargar los barcos se tiene que organizar una logística que incluye disponer de ensacadoras al lado de los buques, ocupando mano de obra para el ensacado y sellado de los sacos, así como de la caleta para la carga de las gandolas. Todo ello significa actividades remuneradas para nuestros trabajadores y la utilización de materiales como sacos, hilos, equipos mecánicos y otros, producidos por industrias nacionales. Pero para aprovechar el valor agregado de esta actividad se necesita una buena organización y eficiente gerencia, cualidades que no existen en los entes gubernamentales actuales.

Por supuesto, no solamente los fertilizantes participan en esta crisis de nuestra agricultura, ya que situaciones similares de carestía y falta de oportunidad ocurren con los demás insumos para la producción, como son semillas de calidad, agroquímicos y otros.

Mayo 2017.

pedroraulsolorzano@yahoo.com

www.pedroraulsolorzanoperaza.blogspot.com

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​José E. Rodríguez Rojas

La casi totalidad de las divisas que ingresan a Venezuela son aportadas por las exportaciones de petróleo. El descalabro de PDVSA ha disminuido el ingreso de divisas y limitado la capacidad de pago de la nación. La deuda externa, a los precios del petróleo vigentes, es impagable. El gobierno ha optado por pagar la deuda recurriendo a las divisas requeridas para la importación de alimentos y medicinas, lo que ha generado una crisis humanitaria sin precedentes. La superación de la crisis humanitaria pasa por encontrar una solución al pago de la deuda, sin afectar las divisas requeridas para las importaciones esenciales. Debido a ello, el tema se ha convertido en uno de los elementos claves de la discusión reciente sobre una política económica alternativa, a la implementada por régimen.

El régimen chavista ha profundizado la dependencia del petróleo. Según Prodavinci, en un trabajo sobre la deuda titulado “Entre la iliquidez y la insolvencia”, alrededor del 96% de los ingresos por exportación de Venezuela provienen del petróleo. Las exportaciones por concepto de petróleo han venido descendiendo debido a la sostenida caída de la producción de PDVSA. Este declive en la producción es un reflejo del descalabro de la empresa, debido a que no se han realizado las inversiones necesarias para el mantenimiento y expansión de su capacidad productiva. A los precios actuales del petróleo, la empresa carece del flujo de caja (flujo de efectivo) necesario para realizar tales inversiones y la producción continuará declinando, reduciendo la disponibilidad de divisas para pagar los compromisos de deuda de la empresa y de la nación (Ver: Rodríguez R., José E. La agonía de PDVSA, Digalo Ahí Digital, n° 11, abril 29, 2017 ).

Otra herencia que el régimen chavista le dejará a un futuro gobierno, será la pesada carga de la deuda externa. Parte de esta deuda ha sido contraída en condiciones poco transparentes, durante el ciclo de elevados precios del petróleo. Los bonos emitidos han sido concedidos a amiguetes del gobierno que se han beneficiado de los elevados intereses que se han pagado por los mismos. El crecimiento de la deuda ha elevado ésta a montos superlativos, dificultando su manejo. La deuda de los gobiernos latinoamericano se ubica en promedio en un 37, 6% del PIB, según la CEPAL, incluyendo tanto la interna como la externa. La deuda venezolana es equivalente a un 97% del PIB, según estimaciones recientes de la firma Torino Capital, una cifra estrambótica que revela las irregularidades que subyacen detrás de la misma. La gran mayoría de esa deuda es externa.

En la medida que la crisis humanitaria pasa por encontrar una solución viable al pago de la deuda externa, este último tema se ha posicionado como uno de los elementos claves en la discusión reciente sobre política económica. Ello se ha traducido en la realización de foros, entrevistas y artículos, en las páginas web de diversa orientación política, como las de Prodavinci y Aporrea. En la página de Prodavinci, en el contexto del trabajo mencionado sobre la deuda, Victor Salmerón entrevistó a varios economistas a fin de escuchar sus opiniones. También el tema ha sido abordado en varias ediciones recientes del programa CNN Dinero, donde se ha entrevistado a economistas especializados en el área, a fin de poner en cuestión la capacidad de pago de Venezuela y las alternativas que se pueden manejar.

En el marco de esta discusión el diputado José Guerra ha venido insistiendo en que, a los precios del petróleo vigentes, la deuda es impagable. Así lo expresó en una entrevista realizada en una edición reciente del programa CNN Dinero. Según el diputado, ante esta situación el gobierno de Maduro ha optado por pagar la deuda utilizando las divisas requeridas para importar alimentos y medicinas, lo cual implica una solución que ha conllevado un costo social muy elevado. A juicio del economista es necesario encontrar una alternativa al pago de la deuda, que involucre un menor costo social. El diputado ha planteado, que una vez que la oposición llegue al gobierno, debe solicitar un refinanciamiento de la deuda.

Uno de los temas más neurálgicos, expuestos por los economistas entrevistados por Victor Salmerón en la página de Prodavinci, se relaciona con la necesidad de revisar las políticas económicas de controles que limitan la generación de divisas en las actividades diferentes al petróleo, lo cual permitiría compensar la alicaída oferta de moneda extranjera que provee PDVSA. Otro de los temas abordados se vincula con la necesidad de involucrar a los organismos multilaterales, como el Banco Mundial y el FMI, en la búsqueda de una solución al problema de la deuda venezolana. Este es un tema polémico dada la resistencia del régimen chavista a vincularse con estos organismos.

En la página de Aporrea Carlos Carcione, plantea el tema de la legitimidad de la deuda externa y de las opacas condiciones en las cuales la misma fue contraída y sugiere la necesidad de auditar la legitimidad y legalidad de la misma.

En síntesis el debate sobre la deuda externa ha implicado varios aspectos: el precario estado de PDVSA, la legalidad y legitimidad de la deuda, la capacidad de pago del gobierno, el elevado costo social de la estrategia de pago de la deuda por parte del régimen de Maduro, las políticas requeridas para impulsar la generación de divisas en áreas diferentes a las petroleras y la conveniencia de renegociar y refinanciar la misma en un eventual gobierno de la oposición.

Profesor UCV

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Benigno Alarcón

Carta del Director

Si bien es cierto que las protestas por sí solas rara vez generan un cambio de gobierno, en el caso de Venezuela, al igual que ha sucedido en la mayoría de las transiciones, el cambio político no será posible sin protestas. Es un hecho evidente, aunque algunos parecieran pretender desconocerlo, que las protestas de las últimas semanas han tenido una incidencia significativa en la evolución del escenario político venezolano. Hoy los partidos y movimientos que se oponen al gobierno de Maduro han logrado trasladar la batalla del campo institucional, en donde solo se cuenta con el control del Legislativo, desde hace tiempo neutralizado por el resto de las instituciones estatales bajo el control hegemónico del oficialismo, a las calles del país, con un nivel de respuesta inesperado para muchos, que ha colocado el conflicto en niveles de mayor simetría con el gobierno.

Y esta simetría, que significa un careo de tú a tú entre el gobierno y la oposición, que hoy se enfrentan en condiciones de mayor igualdad, ha tenido su expresión en una serie de consecuencias que pueden considerarse como las ganancias de la protesta. Entre ellas vale la pena destacar:

  • El derrumbe de los muros territoriales entre oficialismo y oposición. Hoy las manifestaciones de descontento con el gobierno no se centran en el este de Caracas, ni en las zonas de clase media y alta de las diferentes ciudades del país. Las manifestaciones se han generalizado en todos los espacios geográficos y hoy se encuentran con un objetivo: Producir el cambio.
  • La toma de la iniciativa por la oposición. Hoy la ofensiva está en manos de los sectores pro-democráticos, mientras el gobierno se mantiene a la defensiva.
  • El afianzamiento de la solidaridad internacional con la causa democrática en Venezuela, lo que tuvo su expresión más significativa en la evolución de la votación en la OEA, que hoy ha logrado sumar diecinueve de sus países miembros a la convocatoria de una reunión de cancilleres que colocará al gobierno venezolano en una situación muy difícil.
  • Los medios nacionales e internacionales están más centrados que nunca en el proceso venezolano, con una matriz de opinión favorable a los sectores democráticos, mientras la mayoría de la gente percibe que sin cambio de gobierno no hay futuro y parecieran estar dispuestos a hacer lo que sea por lógralo.
  • Se han elevado de manera exponencial los costos de represión, tanto para el gobierno nacional como para la Fuerza Armada y cuerpos policiales.
  • La generación de fisuras en el oficialismo entre quienes, por miedo a pagar sus crímenes, parecieran estar dispuestos a lo que sea para no salir del poder, aunque ello implique la fantasía de crear una especie de Alepo tropical, y aquellos, más realistas, que comprenden que la mayoría de la tropa nos les seguiría en semejante aventura y preferirán negociar sus condiciones de salida y tener una transición pacífica, con costos menores para todos y con posibilidades de convivencia, como se logró en los casos de España, Sudáfrica o Brasil, entre muchos otros.

Al dejar atrás el falso dilema entre conflicto y diálogo, o entre protesta y elecciones, y comenzar a comprenderse que las estrategias blandas y duras no son excluyentes sino complementarias, la oposición aparece hoy más coordinada, al asumir cada partido y liderazgo el papel con el que se siente más cómodo y un mínimo de coherencia, que ha permitido la masificación y el sostenimiento de la protesta a los niveles que hemos vivido durante las últimas semanas.

En conclusión, retomamos la calle, y ¿ahora qué?

Los procesos de transición, como hemos dicho muchas veces, dependen principalmente del balance entre costos de represión y costos de tolerancia. En otras palabras, las transiciones políticas se producen cuando los costos de tolerar un cambio político se perciben menores que los costos de usar la represión para mantenerse por la fuerza.

Si bien es cierto que los costos de represión vienen escalando de manera exponencial durante las últimas semanas tanto para el gobierno como para las fuerzas armadas y policiales, la protesta tampoco está libre de costos para la oposición y al momento se han registrado, hasta donde conocemos, unas 29 víctimas fatales, a las que deben sumarse innumerables personas heridas o detenidas.

En base a ello podría discutirse, con argumentos circulares que no nos llevarían a ninguna parte, quién gana y quién pierde la actual batalla, para terminar en la conclusión de que gana quien se mantenga firme por más tiempo, lo cual puede ser cierto, pero con costos inmensos para ambas partes.

La respuesta racional al ¿ahora qué? no debe circunscribirse a someter a la gente a una guerra de resistencia con un final incierto, sino en desarrollar la habilidad para, simultáneamente mientras se continuar elevando los costos de represión, reducir los costos de salida de quienes prefieren soluciones negociadas.

Ello requiere el desarrollo de una estrategia inteligente de parte de la oposición que aproveche el elevamiento de los costos de represión, y las fisuras que ello genera en el bloque de gobierno y la fuerza armada, para reducir los costos de tolerancia a un cambio político de quienes estén más interesados en tener un futuro tras un proceso de transición que en evitarlo por la fuerza.

Para ello es necesario permitir la cooperación, o su salida, a ciertos de actores clave, sin los cuales el sistema es insostenible. Esta, aunque puede resultar justificadamente cuestionable por algunos, es la estrategia que ha hecho la diferencia entre países que han logrado transiciones pacíficas y los que se han sumido en una espiral de violencia muy costosa para la población. Este es el precio que países como España, Sudáfrica, Ghana, Brasil y Túnez pagaron por la democracia, la paz y un mejor futuro para todos.

Director Centro de Estudios Políticos Universidad Católica Andrés Bello

(https://politikaucab.files.wordpress.com/2017/04/editado-carta-del-direc...)

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La historia narra muchos ejemplos de personas, aparentemente comunes, que tenían una relación amable con vecinos, eran solidarios con los amigos y amorosos con sus hijos, pero que no les temblaba la mano para asesinar y torturar a sus enemigos directamente, a través de terceros o bien haciéndose los desentendidos. Algo así como la doble personalidad del Dr. Jekyll y Mr. Hyde. El nazi Himler es un ejemplo muy conocido.

En Venezuela dos Tarek están sobre el tapete público. Ambos son responsables de las violaciones a los derechos humanos que ocurren diariamente. En esta oportunidad no nos referiremos a El Aissami, actual vicepresidente, y presunto otorgante de pasaportes a terroristas árabes. El otro Tarek funge de Defensor del Pueblo, aunque su proceder indica que solo defiende los intereses del régimen, incumpliendo con el mandato constitucional de los artículos 274, 275 y 280. Este último establece que ¨La Defensoría del Pueblo tiene a su cargo la promoción, defensa y vigilancia de los derechos y garantías establecidos en esta Constitución y los tratados internacionales sobre derechos humanos, además de los intereses legítimos, colectivos o difusos, de los ciudadanos y ciudadanas¨ y el 281 especifica las atribuciones del Defensor del Pueblo, las cuales Tarek obvia, actuando como Mr. Hyde.

En 1996, Tarek Saab Williams se decía defensor de derechos humanos y en ese rol acompañó a Luis Roberto Escobar Ugas a la embajada de Costa Rica para que solicitara asilo en razón de ser perseguido político y haber sufrido supuestas torturas. Todo país democrático tiene la obligación moral de abrir las puertas de su representación diplomática a quien solicite asilo, para después estudiar el caso y determinar su procedencia. Tarek visitaba frecuentemente a Escobar Ugas hasta que salió hacia ese país centroamericano. En esa época Tarek era conocido por defender a los perseguidos y por aficionado a la poesía. Actuaba como el Dr. Jekyll.

No conocemos a Escobar, pero Google informa que ya en este período rojo creó la Fundación para las Garantías, Prevención y Defensa de los Derechos Humanos( Fungapdehca), con sede en Anzoátegui. Realizó varias denuncias de asesinatos, extorsiones y de abusos por parte de las autoridades rojas, tanto civiles como militares. En diciembre del 2012 realizó un video en el que declaró que ¨Hemos luchado a capa y espada por la revolución y solo recibimos palos¨. En el 2013, uno de sus compañeros de la Fundación informó que Escobar estaba detenido arbitrariamente y había sido torturado. Ese mismo año, Amnistía Internacional también denunció que fue torturado. Después no hemos logrado información sobre sus actividades.

Por desconocerlas, no podemos avalar las actuaciones de Escobar Ugas, pero pareciera que es un luchador social que creyó en las prédicas de los rojos y, supongo, ya no comulga con ellas. La intención de este artículo es recalcar el cambio de conducta de Tarek Saab. Ayer defendía a personas perseguidas. Hoy permanece impasible ante la brutalidad de elementos de la Guardia Nacional, de la Policía Nacional, de Policarabobo, de Poliaragua y de los paramilitares rojos amparados por los organismos citados, que asesinan a manifestantes desarmados. También Tarek se hace el desentendido de las denuncias de torturas en la sede del Sebin y, desde luego, avala la ruptura del hilo constitucional. Quizá es un buen padre, pero es un mal ciudadano que tiene en sus manos el poder de detener los atropellos del régimen, pero ha optado por alcahuetearlos.

El caso de Tarek tiene la característica poco usual de que un hijo, con gran altura y respeto, intentó abrirle los ojos para que con los instrumentos que le otorga la Constitución contribuya a poner fin a los abusos de Maduro. Tiene la suerte de que sus hijos tengan principios y valores, así como coraje ¡Bravo por ellos! Hay muchos otros casos de funcionarios civiles, generales, guardias nacionales y policías, que también son padres, y a quienes tampoco les importa asesinar o permitir que asesinen, torturen, y encarcelen a jóvenes que podrían ser sus hijos. Ojalá consideren que el mensaje del hijo de Tarek Saab también está dirigido a ellos. Entre otros, a los generales Reverol, Padrino López, Edgar Valentín Cruz Arteaga, Antonio Benavides Torres, Gustavo González López y Fabio Zavarce, almirante Orlando Maneiro, Contralor General Manuel Galindo, Carmen Zuleta de Merchán, Calixto Ortega y demás magistrados del TSJ, Tibisay Lucena y demás rectoras del CNE ¡Honor a los caídos y rogamos consuelo para sus padres! ¡Vergüenza y castigo para los culpables directos e intelectuales, así como para los alcahuetas!

Como (había) en botica: Excelente la carta de la MUD al Papa. Pompeyo Márquez, infatigable luchador llegó a los 95 años con su continuo llamado a la unidad y a seguir la lucha en contra de esta dictadura. Le hacemos llegar nuestra felicitación y admiración. Las acusaciones en contra del excelente escritor Tulio Hernández son otra canallada del régimen. Felicitamos a Leopoldo en su cumpleaños y exigimos su libertad. Lamentamos el fallecimiento de Javier Perera, distinguido comunicador social y demócrata ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

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Asdrúbal Aguiar

Si pudiese argumentarse sobre el porqué del fracaso de la resurrección marxista a manos de la satrapía cubana en Hispanoamérica – que golpea otra vez con la misma piedra – de nada servirán las explicaciones hijas de la experiencia u obra de la racionalidad empírica o teórica; como las que nutren a la literatura política en vísperas y después del derrumbe de la Cortina de Hierro. Esta vez aquella se entierra bajo el excremento de la corrupción, el peculado, el narcotráfico, los crímenes de terrorismo y lesa humanidad en sus modalidades sistemáticas de secuestro, asesinatos, torturas, represiones, diluidas tras la profanación del nombre Bolívar.

¡Y es que, al paso y por lo visto, la claque de filibusteros que se posa sobre Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua, en la Argentina de ayer y el Brasil que desnuda Lava Jato, lo hace para capturar sus gobiernos y disponerlos como maquinarias al servicio del delito! No les basta a aquéllos el robo de los dineros públicos ni la expoliación de los bienes privados, sino que, al término, descubren, como antes lo hicieran los hermanos Castro, las ganancias jugosas y siderales del tráfico y comercio de las drogas.

Hace casi 28 años, ante el ruido pionero que ello hace internacionalmente, Fidel ordena el fusilamiento de la camarilla de sus socios: el general y “héroe de la república” Arnaldo Ochoa junto a otros 19 generales inculpados de narcotráfico, en la llamada Causa 1, para limpiarse aquél su rostro con la sangre de sus subalternos y ponerle distancia a la cuestión.

Desde entonces, sin embargo, en el mismo 1989 el mismo cocina su vuelta al ruedo como cabeza de la mafia narco-política y prepara como territorio para sus operaciones a Venezuela. No por azar, al encumbrarse Hugo Chávez – su segundo Ochoa – en el poder, le encomienda arreglarse con la vecina guerrilla colombiana. Se forja, así, un “modus vivendi” que a todos les deja dividendos en la empresa de muerte que los ata, purificada para lo sucesivo bajo una nueva e inédita modalidad: Se delinque con los votos de la democracia; se incrementan los socios en los gobiernos para ganar sus silencios; y, al cabo, se controla a los jueces para que, con sus sentencias, legalicen las violaciones de la legalidad requeridas para la prosperidad de la empresa de narcóticos cuya holding y mesa de diálogos reside en La Habana, ahora la Ginebra del Caribe.

Tengo a mano el papel que recoge las instrucciones del fallecido Comandante Eterno, quien a partir de 1999 ordena a los suyos suministrarle a las FARC “medicamentos especiales”, venderle “petróleo”, registrar sus “empresas en el área bancaria” con el nombre de Banco de los Pobres, apoyarlos con “asilo y tránsito”, garantizarles sus contactos con el “Alto Mando”, y obligándose ella, eso sí, a “no entrenar militantes venezolanos sin consentimiento del gobierno” ni realizar “en territorio venezolano” actividades ilícitas.

El saldo de esa mudanza atrabiliaria de Venezuela en un patio de criminales explica nuestra quiebra actual como nación anegada por la violencia. Que sus poderes inhabiliten a la disidente Asamblea Nacional que los observa y es disidente, era de esperarse. Revela el travestismo oficial por qué urge Chávez de la OEA, bajo el secretariado de Insulza y el concurso de muchos gobiernos cómplices, la aplicación de la Carta Democrática en el caso de la Honduras de Zelaya. Urgía salvarlo, salvando junto a él un territorio privilegiado para el negocio y tránsito obligado hacia el norte del continente. Indica lo que es vergüenza para quienes somos parte de la Venezuela decente, a saber, la colusión de los altos cargos para sostener el ferrocarril de la cocaína y demás basuras conexas, pues eso vale si se trata con ello de intoxicar al Imperio.

He allí la razón o sin razón de los costos que como víctimas ahora pagan, con luto y heridas, las muchedumbres que han decidido abandonar sus casas y no regresar a ellas hasta que renuncie la satrapía que mancha el honor patrio. He allí porqué ésta no tiene como pagar su precio de salida, que no sea inmolándose o tomando pasaje hacia las penitenciarías más cercanas.

¡Que el narcotráfico instalado en el gobierno de Venezuela anuncie su retiro de la OEA, su separación del club de los demócratas que conduce un hombre esclavo de los principios, Luis Almagro, es una nimiedad, causa hilaridad! Lo que no la causa es que aún queden gobernantes dentro de esta que se declaren neutrales al respecto, o todavía apoyen al dictador Nicolás Maduro, procónsul del Castro que sobrevive y de su cartel socialista del siglo XXI

correoaustral@gmail.com

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