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Opinión

Descentralización y Autonomías Políticas

Bien amigos lectores, comienza un nuevo año. Oportunidad apropiada para expresar buenos deseos y militar dentro de una óptica optimista. Sin embargo, entiendo que la realidad conspira contra esta pretensión. Basta asomarse a las predicciones elaboradas por expertos en diversos campos para alimentar sentimientos de naturaleza pesimista

A pesar de esa circunstancia, me voy atrever a formular un vaticinio positivo para este año que se inicia. Esperemos que los distintos actores políticos (oposición y gobierno) abandonen la lógica que tiende a negar humanidad a los contendores en la lucha política. Cuando esto sucede, vale decir, los bandos se niegan la humanidad recíprocamente, tiene lugar lo que la etnóloga francesa Germaine Tillion (1907-208) denominó “enemigos complementarios”. En otras palabras, los actores en pugna promueven una visión que los posiciona, no como adversarios sino como enemigos y, en consecuencia, buscan su mutua destrucción.

Desde luego esta última afirmación requiere una aclaración. Ha sido el chavismo el que inicialmente desarrollo un relato político que escindía la sociedad venezolana en polos irreconciliables: patriotas vs escuálidos. Sin embargo, me voy atrever a señalar que esta lógica dicotómica, a lo largo del tiempo, se impuso con fuerza en la narrativa de los bandos en pugna. En otras palabras, invadió el campo de enunciación de los actores que hacen vida política en el país. Es en este sentido que hacemos uso del concepto de “enemigos complementarios”. Probablemente esta circunstancia ayuda a explicar las dificultades que ha tenido el sector democrático para elaborar una estrategia que le permita sortear con éxito la trampa implícita en definir el ámbito de lo político en términos de enemigo/amigo.

Esta circunstancia, por otra parte, ayuda a explicar la ausencia de confianza de la población en los procedimientos de naturaleza electoral. Los estudiosos de este comportamiento lo han definido como desafección democrática: sentimiento subjetivo de cinismo y de falta de confianza en el proceso político, los políticos y las instituciones democráticas.

Es fundamental apuntar que esta desafección ataca por igual al chavismo-madurismo y a la oposición democrática. Sin embargo hay un aspecto positivo. Se está creando la posibilidad para que el campo de lo político se abra a nuevas opciones que pudieran interpelar a sectores insatisfechos de la población alineados indistintamente en ambos bandos.

Vale la pena, entonces, formular las siguientes interrogantes: ¿Cómo interpretar esta última aseveración? ¿Se encuentran los destinatarios de estas narrativas huérfanos? ¿Aún no ha surgido su reemplazo discursivo´? ¿Opera la oposición democrática con claves narrativas del pasado? ¿Existe la posibilidad de desarrollar una nueva gramática política que dé cuenta de las nuevas circunstancias que están emergiendo?

Recuperemos el optimismo presente en la apertura de este artículo. Después de todo estamos iniciando un año nuevo. Reitero, entonces, la afirmación con la cual iniciamos este breve escrito. El sector democrático de la oposición tiene oportunidad de recuperar y hegemonizar el espacio cultural y político del país. Esta es una tarea, desde luego, que trasciende el ámbito estrictamente electoral. Máxime si se quiere evitar el resurgimiento de apuestas populistas de cualquier signo.

En este sentido, es necesario colocar la atención en la ejecución de dos tareas. Primero, superar la trampa implícita en la idea de “enemigos complementarios• Vale decir, superar los engaños de las narrativas dicotómicas (escuálidos-chavistas; izquierda-derecha; ricos-pobres; etc.) en las cuales ha estado sumida la oposición a lo largo de las últimas décadas. En segundo lugar y, como consecuencia de la primera premisa, habría que elaborar un relato de naturaleza transversal con el propósito de construir una nueva mayoría que ejerza la dirección política e intelectual de la Venezuela por venir.

¿Qué implica asumir un esquema de naturaleza transversal? Veamos. Por un lado, tomar de la totalidad de espectro político (sin complejos) las propuestas más beneficiosas para los ciudadanos y, por el otro, potenciar el alcance de la narrativa democrática sobre una diversidad de actores.

En fin, poner en práctica una apuesta de este signo permitiría ir al encuentro de la gente con independencia de sus distintas identidades ideológicas. De esta manera se abriría el camino hacia la construcción de un nuevo orden de naturaleza democrática. Y se saldría al paso a iniciativas de naturaleza aventurera.

No tengo dudas, la política debería ser así.

06 de enero 2018

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 3 min


Jesús Elorza G.

Al reiniciarse las actividades académicas y administrativas de la universidad, luego del receso de las festividades navideñas, los obreros, empleados, profesores y estudiantes se veían con el rostro entristecido. El Feliz Año, no representaba la alegría de otros tiempos, por el contrario, no habían terminado la frase de salutación cuando inmediatamente la conversación se trasladaba a los problemas generados por la situación de hiperinflación.

- Mi remuneración mensual pasó a ser un “Salario de Hambre” decía molesto uno de los docentes. En septiembre del año pasado, representaba un 17,8% de la canasta básica del CENDAS. Dicha cifra se redujo a 6,58% el 1 de enero de este año a pesar del aumento decretado por el gobierno. Mi salario como profesor agregado (incluyendo el bono alimentario) se mantuvo en un nivel cercano al 20% de la CB hasta septiembre de 2017. En la medida que el proceso de hiperinflación tomó cuerpo esta cifra descendió a 8,46% en noviembre y descendió aún más en diciembre cuando llegó a representar un poco menos del 5% de la CB. Para enero, no quiero ni imaginarme cual va a ser el deterioro, ya que este irresponsable gobierno cree que con sus medidas demagógicas de “aumento salarial” sin tomar medidas para contener la inflación va a solventar la crisis que hoy vivimos. Por el contrario, la crisis se va a agudizar mucho más y creo que vamos a una hambruna generalizada.

- Comparto, lo que dice el colega, dijo otro miembro de la comunidad, cobré mi quincena, algo más de 450.000 bolívares, y fui a comprar alimentos para mi familia (Mujer y una hija)…..y casi me da un infarto cuando ¡¡¡me cobraron 40 mil bolívares por una cebolla!!! 80 mil por un huevo. Prácticamente, con un kilo de cebollas y un cartón de huevos…..¡¡¡Quede limpio!!!! No tengo, la menor posibilidad de adquirir los otros insumos necesarios para la alimentación de mi familia: Carnes, leche, pan, mantequilla, harina, jugos….etc.

- Uno de los obreros, intervino para decir, que en su caso, además de sufrir los altos costos de los alimentos, tenía que agregar el pago del transporte para llegar a su sitio de trabajo en la universidad. Tengo que agarrar dos camioneticas diariamente y a partir del “Feliz Año” me consigo que nuevamente aumentaron el pasaje a 3.000 bolívares. Lo que representa un gasto para mí de 12.000 bolívares por día, 60 mil por semana y mensualmente representa 240.000 bolívares ¡¡¡Un tercio de mi sueldo se va en transporte solamente!!!

- Un grupo de estudiantes, señalaban que uno de los graves problemas que afectaba a sus sector era el de la deserción, cuyas alarmantes cifras ya superaban el 60% de la matrícula. Y los pocos que quedamos en las aulas, nos conseguimos en este “Feliz Año” con el problema del comedor sin resolverse…sigue cerrado y ahora hay que agregar, la falta de transporte por carecer las unidades de piezas de repuestos tales como baterías o cauchos por solo citar dos elementos. Estamos conscientes que nos resultará imposible continuar estudiando con estas precarias condiciones. Los camioneteros ¡¡¡No le paran bolas al medio pasaje estudiantil!!! Y sin comedor, nos tocará pasar todo el día sin ingerir ningún tipo de alimento….una empanada con un refresco ¡¡¡¡resulta inalcanzable para el bolsillo de un estudiante!!!!

- Los costos de las resmas de papel y el tóner de las maquinas, acabaron con mi negocio de fotocopias en la universidad, una copia ahora cuesta el “ojo de la cara”

- Al igual que todos ustedes, a nosotros los empleados también nos afecta el transporte, el comedor y los bajos sueldos, dijo una de las secretarias. Para sobrevivir, acudimos regularmente a los préstamos de la Caja de Ahorros. Pero, cuando comienzan a descontarnos los pagos, solo nos queda una miseria de sueldo neto en nuestras cuentas…..estamos empobreciéndonos aceleradamente.

- El presidente el Instituto de Previsión del Profesorado (IPP) caminaba de un lado a otro, hablando consigo mismo…..No puede ser, no puede ser…hemos sido notificados por las clínicas que nos prestan servicios de atención al seguro HCM que a partir de este “Feliz Año” los seguros a los cuales estamos adscritos solo van a cubrir el pago de honorarios médicos. Todo lo demás: Insumos, exámenes y medicinas serán cubiertos por el afiliado para que después se los cobre al seguro por vía reembolso……¡¡¡fin de mundo!!!

En síntesis, los sueldos y salarios de los miembros de la comunidad universitaria solo alcanzan para cubrir el 7% de la canasta básica. La Asistencia Social a los estudiantes es una quimera…no existe. La atención en materia de salud está prácticamente agotada, los aportes del gobierno en esta materia son pírricos, y pretender trasladar los costos asistenciales a los trabajadores. El mantenimiento de las instalaciones se hace más crítico. No hay recursos para la extensión universitaria, así como tampoco para los trabajos de campo. Las áreas de postgrado y las de pregrado se ven seriamente afectadas por la deserción estudiantil.

El colapso del sector universitario, es manifiesto, corresponde a los miembros de la comunidad obreros, empleados, estudiantes y docentes levantar su voz de manera unida, para reclamar al gobierno nacional un presupuesto justo que permita atender de manera urgente la asistencia social integral, la extensión universitaria, la investigación, el postgrado y el pregrado, sueldos y salarios indexados a la inflación y el fortalecimiento de los IPP.

 4 min


Tzvetan Todorov

Analizar la ideología totalitaria no basta para describir la realidad de los países en los que prospera. Aunque la ideología desempeña un importante papel en la lucha por la conquista del poder, en el seno del Estado comunista asume una función cada vez más decorativa y ritual, porque en esos momentos forma parte de los medios, no de los fines. En este sentido ese Estado no es verdaderamente una teocracia secular, o ideocracia, como se ha podido pensar. El poder ya no tiene más finalidad que sí mismo, aunque sigue siendo necesario mantener el mito comunista.

Encontramos una confirmación de este cambio en un documento publicado recientemente, el diario del dirigente comunista búlgaro Georgi Dimitrov, que mantenía contacto frecuente con Stalin y sus colaboradores más próximos entre 1934 y 1948, y que tomó nota de las palabras que intercambiaban. Las estudio en el capítulo titulado «Stalin de cerca». Tienen que ver sobre todo con la política exterior de la URSS. Ahora bien, Stalin no sólo no hace nunca exposiciones doctrinales, lo que podría explicarse por las circunstancias, sino que además advierte expresamente a sus interlocutores contra la tentación de tomar al pie de la letra los eslóganes ideológicos. Reconocer la supremacía de los principios ideológicos habría creado una forma de legitimidad, a saber, la fidelidad a la doctrina, que sería independiente a la voluntad del jefe. Es tanto como decir que habría abierto una brecha en el monismo totalitario. Stalin no tiene el menor escrúpulo en contradecir los dogmas abstractos e incluso sus propias afirmaciones, y por eso el jefe tiene que reescribir constantemente la historia del partido y rodearse de colaboradores jóvenes en detrimento de los viejos bolcheviques. Los viejos podrían recordar el pasado y reivindicar los principios que se defendieron en otros tiempos, mientras que los jóvenes deben su ascenso exclusivamente a la voluntad de Stalin, por lo que su sumisión es incondicional. Ya Orwell había observado estas características del totalitarismo.

La finalidad es conquistar y conservar el poder, y el medio (eventual), las bonitas construcciones ideológicas. Encontramos ejemplos de cómo se aplica esta máxima a lo largo de todo el período en que Dimitrov toma notas. Durante el pacto germano-soviético (y por lo tanto nazi-comunista), Stalin no siente la menor repugnancia ideológica en colaborar con Hitler. Para él lo único que cuenta es que los países europeos se debiliten mutuamente debido a esa larga guerra. Un año después incluso propone a Hitler unirse al pacto tripartito (Alemania, Italia y Japón) y convertirlo en cuatripartito. En cuanto empieza la invasión alemana, se olvida de toda referencia ideológica y sólo reivindica la guerra patriótica contra Alemania. La ideología hace las funciones de una máscara de la que sólo puede decirse que es útil o dañina. La de Hitler traiciona a su autor. Afirma que los demás pueblos son inferiores, así que ¿cómo pretende que lo apoyen? La de Stalin proclamará las ideas de igualdad y paz, y poco importa que en realidad exija la sumisión y practique la violencia. Después de la guerra reprocha a los dirigentes de la Europa del Este que empleen palabras como «sóviets», «comunismo» y «dictadura», ya que hablar de estas cosas es contraproducente, puede asustar a los indecisos y alertar a los aliados, que se han convertido en hostiles. Basta con actuar. La ideología se ve reducida a una pura forma más o menos cómoda. El fondo es apropiarse del poder.

El comunista medio no es un fanático, sino un arribista cínico que hace lo que hay que hacer para acceder a una posición privilegiada y asegurarse una vida de mejor calidad. El motor de la vida social no es la fe en un ideal, sino la voluntad de poder. Además la Seguridad del Estado nada tiene de hueca. Su actividad es absolutamente indispensable para que funcione el régimen, que sin un aparato de represión se derrumbaría de la noche a la mañana. Su papel, pese a sus supuestas intenciones, no es luchar contra los enemigos ni castigar a los culpables. Si los hubiera (cosa que la cruel represión de los primeros años del régimen ha hecho imposible), la justicia y la policía corrientes bastarían y sobrarían para reprimirlos. El objetivo de la Seguridad no son los culpables, sino los inocentes, a los que es preciso mantener todo el tiempo atemorizados, para que colaboren con ella y la ayuden a alcanzar este otro ideal: una sociedad totalmente transparente, bajo continua vigilancia, en la que el aparato de control pueda disponer de un conocimiento total sobre la población.”

De La experiencia totalitaria (Círculo de Lectores, 2009)

Prodavinci

6 de enero de 2018

http://prodavinci.com/todorov-sobre-el-uso-de-la-ideologia-en-el-comunismo/

 3 min


​José E. Rodríguez Rojas

En los últimos meses se ha agudizado la debacle de la capacidad de compra de los profesores universitarios. El salario de un profesor agregado representaba, en septiembre del año pasado, un 17,8% de la canasta básica del CENDAS. Dicha cifra se redujo a 6,58% el 1 de enero de este año a pesar del aumento decretado por el gobierno. En otras palabras, en los primeros días del año que se inicia, el profesor universitario debe ingeniárselas para obtener de otras fuentes el ingreso necesario para costear el 93% de su gasto familiar. La hiperinflación ha pulverizado la capacidad de compra del salario universitario.

Hemos venido haciéndole seguimiento a la evolución del salario de los profesores universitarios, a fin de determinar como la capacidad de compra de los docentes ha sido afectada por el proceso de inflación que agobia a los venezolanos. En artículos previos hemos detectado una tendencia al deterioro de la capacidad de compra de los profesores que se inició en el año 2001, cuando el salario básico de un profesor con categoría de agregado era superior al valor de la canasta básica (CB). A partir de allí la capacidad de compra de los profesores ha venido cayendo hasta los años recientes cuando el salario de un profesor agregado llegó a representar un monto cercano al 20% de la canasta básica. En otras palabras un profesor universitario activo debía recurrir a otras fuentes de ingreso para poder cubrir el 80% de su gasto familiar (Ver: Rodríguez Rojas José E. El deterioro del salario universitario continúa. Dígalo Ahí, 9-10-2017).

A finales del año pasado la inflación tomó nuevos bríos, lo cual nos ha llevado a recorrer los caminos de la hiperinflación, entendiendo como tal una inflación analizada superior al 1.000%; algunas empresas consultoras como Ecoanalitica la ubican en 2.735%. En los últimos meses del año la inflación dio un salto, cuando anualizamos la inflación de noviembre y diciembre encontramos que la misma se ubicó por encima del 1.000%. Ello fue motivado por un lado por el crecimiento desmedido de la masa de dinero que circula en la economía, que creció por encima del 1.000% entre enero y diciembre del 2017. La producción no creció al mismo ritmo del dinero, trabada por el hostigamiento gubernamental a los empresarios. Una masa de dinero en manos del público que creció sin control frente a una producción rezagada, explica buena parte del crecimiento de los precios. Un segundo factor ha sido la danza imparable del dólar paralelo, al cual los venezolanos recurren desesperados para proteger su dinero de la inflación. También influye que una proporción importante de las importaciones privadas se han hecho con el llamado dólar libre.

En lugar de modificar su política económica el gobierno de Maduro mantiene su huida hacia adelante, empecinado en continuar los aumentos compulsivos del salario mínimo; a pesar de que ya es una percepción popular que dichos aumentos lo que hacen es atizar aun más la presión sobre los precios. El pasado 31 de diciembre decidió aumentar en un 40% el salario mínimo, aumento que hizo extensivo a toda la administración pública incluido los profesores y otros miembros de la comunidad universitaria. A fin de evaluar el impacto de dicho aumento sobre la capacidad adquisitiva de los profesores, hicimos una estimación del comportamiento de la capacidad de compra de un profesor agregado hasta el 1 de enero de este año, la cual presentamos en el cuadro 1. La Federación de Trabajadores Universitarios (FTUV) hizo una estimación reciente de los nuevos salarios de los profesores considerando el último aumento, la cual tomamos como base de nuestros cálculos. La data de la canasta básica (CB) proviene del CENDAS, un organismo de la Federación Venezolana de Maestros; la CB de diciembre que extendimos hasta el 1 de enero de este año, es una estimación del autor de estas líneas.

Como se evidencia en el cuadro 1 el salario de un profesor agregado (incluyendo el bono alimentario) se mantuvo en un nivel cercano al 20% de la CB hasta septiembre de este año. En la medida que el proceso de hiperinflación tomó cuerpo esta cifra descendió a 8,46% en noviembre y descendió aun más en diciembre cuando llegó a representar un poco menos del 5% de la CB. Las bonificaciones y el aguinaldo, que se pagaron en noviembre y diciembre, amortiguaron el impacto de esta debacle de la capacidad de compra del salario en la situación económica de los profesores. Sin embargo la realidad será otra en enero de este año cuando no hay pagos complementarios al salario. Como podemos ver en el cuadro citado el aumento decretado por Maduro incrementó el salario hasta representar un poco menos del 7% de la CB el 1 de enero del presente año. En otras palabras, al inicio del año el profesor debe ingeniárselas para obtener ingresos alternativos que le permitan costear el 93% de su gasto familiar. Es necesario acotar que la situación actual es peor que la descrita, pues no se ha considerado en los cálculos la inflación de enero. Es evidente que la hiperinflación ha destruido la capacidad de compra del salario llevándola a niveles insignificantes.

Cuadro 1. Evolución de la capacidad de compra del salario de un profesor agregado entre septiembre del 2017 y el 1 de enero del 2018.

Septiembre 2017

Noviembre 2017

Diciembre 2017

1 de enero del 2018

Canasta básica CENDAS (CB)

4.225.242,6

13.883.365,9

24.990.057,00

24.990.057,00

Salario profesor agregado (S)

750.979,7

1.174.900,00

1.174.900,00

1.644.860,00

S/CB X 100

17,8

8,46

4,70

6,58

Fuentes: Rodríguez Rojas José E.. El deterioro del salario universitario continúa. Dígalo Ahí, 9-10-2017; FTUV. Tabla con los salarios vigentes (enero 2018); Cendas. Costo de la canasta básica. ( obtenido de información de prensa); Cálculos propios. Nota: Las cifras sobre el salario (S) incluyen el bono alimentario. Las cifras de la canasta básica de diciembre 2017 son el resultado de una estimación asumiendo que la CB de este mes se incrementó en un 80% con respecto al mes de noviembre. Este supuesto se basa en las estimaciones de la empresa Ecoanalitica que estima la inflación de diciembre en 81%.

Hemos venido insistiendo en que el deterioro de la capacidad de compra del profesor no se resuelve en una mesa de negociaciones, donde los sindicatos y el gobierno se sientan a discutir las clausulas de la contratación colectiva que ampara a los trabajadores. Las cifras presentadas son la evidencia de que la III Convención Colectiva, que fue el último intento en este sentido, fue un fracaso en términos de proteger la capacidad de compra de los profesores universitarios y de los trabajadores. La III Convención Colectiva fue una argucia del gobierno y de los sindicatos afectos al mismo, a fin de crear una ilusión de mejora en la situación económica de los trabajadores aprobando extravagancias como “el bono hallaquero” y otras bonificaciones. Mientras el gobierno mantenga su política económica y continúe metiéndole fuego a la inflación, el resultado será un mayor deterioro de la capacidad de compra de los trabajadores, independientemente de los supuestos logros que se alcancen entre el gobierno y los sindicatos alcahuetes que le hacen el juego.

Profesor UCV

josenri2@gmail.com

 5 min


Michael Spence

HONG KONG – Hay una serie de preguntas recurrentes que nos hacen a los economistas, que son importantes para las decisiones de empresas, individuos e instituciones en áreas como la inversión, la educación, el empleo y sus expectativas en cuanto a políticas futuras. En la mayoría de los casos, no tienen una respuesta definitiva. Pero con la suficiente información, uno puede discernir tendencias respecto de las economías, los mercados y la tecnología, y formular predicciones razonables.

En los países desarrollados, es probable que 2017 sea recordado como un período de marcado contraste, en el que muchas economías experimentaron una aceleración del crecimiento acompañada por fragmentación política, polarización y tensión, tanto en el plano interno cuanto en el internacional. Es improbable que el desempeño económico futuro sea inmune a las fuerzas políticas y sociales centrífugas, pero hasta ahora, los mercados y las economías consiguieron restar importancia al desorden político, y el riesgo de retrocesos sustanciales en lo inmediato parece relativamente pequeño.

La única excepción es el Reino Unido, que enfrenta ahora un complicado y divisivo proceso de salida de la Unión Europea. En otro lugar de Europa, a la seriamente debilitada canciller de Alemania, Angela Merkel, le está costando armar un gobierno de coalición. Nada de esto es bueno para el RU o el resto de Europa, que necesita desesperadamente que Francia y Alemania trabajen juntas para reformar la UE.

La posibilidad de que un endurecimiento de la política monetaria provoque alteraciones ha concitado mucha atención. Pero dada la mejora del desempeño económico en los países desarrollados, no parece probable que la reversión gradual de una política monetaria ultraflexible afecte seriamente los valores de los activos. Tal vez esté cerca una muy esperada convergencia ascendente de los fundamentos económicos que valide las valuaciones del mercado.

En Asia, el presidente chino Xi Jinping está en una posición más fuerte que nunca, lo que hace previsible una gestión eficaz de los desequilibrios y un crecimiento más basado en el consumo y la innovación. La India, por su parte, parece capaz de sostener el ímpetu del crecimiento y las reformas. Conforme estas economías crezcan, otras las seguirán en toda la región y fuera de ella.

En cuanto a la tecnología, especialmente la digital, todo indica que China y Estados Unidos dominarán por muchos años, ya que ambos siguen financiando la investigación básica y obtienen grandes beneficios de la comercialización de innovaciones. Ambos países también albergan las principales plataformas para la interacción económica y social, que resultan beneficiadas por efectos de red, anulación de disparidades informativas y, quizá lo más importante, aplicaciones y herramientas de inteligencia artificial que usan y generan conjuntos inmensos de datos valiosos.

Estas plataformas no son sólo lucrativas por sí mismas; también producen una variedad de oportunidades relacionadas para la creación de nuevos modelos de negocios, en ellas y en torno de ellas, por ejemplo, en publicidad, logística y finanzas. Por eso, las economías que carecen de tales plataformas, como la UE, están en desventaja. Incluso América Latina tiene un importante jugador innovador propio en comercio electrónico (Mercado Libre) y un sistema de pago digital (Mercado Pago).

En sistemas de pago móvil, China está en la delantera. Gran parte de la población del país pasó directo del efectivo al pago móvil (saltándose cheques y tarjetas de crédito), y los sistemas son sólidos.

Hace unas semanas, en ocasión del Día del Soltero (una celebración anual orientada al consumo juvenil, que se ha convertido en el mayor acontecimiento de compras del mundo), la principal plataforma de pago electrónico de China, Alipay, llegó a procesar 256 000 pagos por segundo, usando una sólida arquitectura de computación en la nube. Esta plataforma también ofrece un campo enorme para la extensión de servicios financieros (desde evaluaciones crediticias hasta gestión de activos y provisión de seguros), y está muy avanzada su expansión a otros países asiáticos mediante acuerdos de asociación.

En los próximos años, también será necesario que las economías desarrolladas y en desarrollo se esfuercen por lograr modelos de crecimiento más inclusivos. En esto anticipo que los gobiernos nacionales podrán dejar que sean las empresas, los gobiernos subnacionales, los sindicatos y las organizaciones educativas y sin fines de lucro los que tomen la iniciativa para impulsar el progreso, especialmente en lugares afectados por la fragmentación y el rechazo al establishment político.

Fragmentación que probablemente se intensificará. Todo indica que la automatización sostendrá, e incluso acelerará, cambios en la demanda de mano de obra, en áreas que van de la producción fabril y la logística a la medicina y el derecho, mientras que la adaptación de la oferta será mucho más lenta. En consecuencia, incluso si los trabajadores reciben más apoyo para atravesar las transiciones estructurales (mediante ingresos complementarios y posibilidades de capacitación para desempeñar otras tareas), es probable que crezcan los desequilibrios del mercado laboral, lo que agudizará la desigualdad y contribuirá a una mayor polarización política y social.

Sin embargo, hay motivos para un cauto optimismo. Para empezar, subsiste un amplio consenso en todas las economías desarrolladas y emergentes respecto de la conveniencia de mantener una economía global relativamente abierta.

La excepción notable es EE. UU., aunque todavía no está claro si el gobierno del presidente Donald Trump realmente pretende retirarse de la cooperación internacional o simplemente se está posicionando para renegociar condiciones más favorables a su país. Lo que sí parece claro, al menos por ahora, es que no puede esperarse que EE. UU. actúe como principal patrocinador y arquitecto del cambiante sistema global de reglas para la gestión equitativa de la interdependencia.

La situación es similar en relación con la mitigación del cambio climático. EE. UU. es ahora el único país que no está comprometido con el acuerdo de París (que se sostuvo, pese a la retirada del gobierno de Trump). Incluso dentro de EE. UU., numerosas ciudades, estados y empresas, así como una variedad de organizaciones civiles, han dado señales de compromiso creíble con el cumplimiento de las obligaciones del país de cara al clima (con o sin el gobierno federal).

Sin embargo, el mundo todavía tiene mucho camino que recorrer, ya que su dependencia del carbón sigue siendo alta. El Financial Times informa que la India alcanzará su máxima demanda de carbón en unos diez años, con un crecimiento modesto entre ahora y entonces. Existe la posibilidad de que una reducción más veloz del costo de las energías no contaminantes mejore esta realidad, pero el mundo todavía está a años de distancia de un crecimiento negativo de las emisiones de dióxido de carbono.

Todo esto hace pensar que la economía global se enfrentará a serios desafíos en los meses y años venideros. Y acecha la amenaza de un alto endeudamiento que intranquiliza a los mercados y aumenta la vulnerabilidad del sistema a perturbaciones desestabilizantes. Pero el escenario de base en el corto plazo parece ser de continuidad. El poder y la influencia económicos seguirán desplazándose hacia Oriente, sin cambios súbitos en los patrones de empleo, ingresos y polarización política y social, ante todo en los países desarrollados, y sin convulsiones obvias en el horizonte.

Traducción: Esteban Flamini

Nov 28, 2017

https://www.project-syndicate.org/commentary/economic-forecast-2018-cont...

 5 min


No es menester insistir en la tragedia por la que estamos pasando para enfatizar la imperiosa necesidad de cambiar el gobierno en 2018. Las evidencias son demasiado contundentes, tanto de nuestras vidas personales como por informaciones recibidas a diario sobre muertes por hambre y/o por no conseguir medicamentos, del deterioro de los servicios públicos, la hiperinflación y el desabastecimiento, sin mencionar los arrebatos despóticos del presidente contra los venezolanos. Lamentablemente, este calvario habrá de agudizarse el año venidero si no conquistamos un significativo cambio político.

Los que hoy ocupan el poder les importa un bledo la suerte de sus compatriotas, más si esta interfiere con el régimen de expoliación que usufructúan. Y liberar a las fuerzas productivas de los controles que hoy la asfixian, unificar el tipo de cambio y asegurar las garantías de un Estado de Derecho implican, precisamente, desmantelar los mecanismos por medio de los cuales depredan al país. A la oligarquía militar-civil no le interesa, por ende, concertar salidas a la presente situación con fuerzas opositoras. En prosecución de sus intereses reprime y se cae a embustes con la idiotez de una “guerra económica” para echarle la culpa a otros de sus desmanes. Es la naturaleza del fascismo.

Pero el año que viene es electoral. Si bien la oligarquía ha dado muestras fehacientes de que los mandatos constitucionales no la atan –incumplieron el cronograma para la elección de gobernadores, de los consejos legislativos, alcaldes y concejales, desconocen a la Asamblea Nacional, violan los derechos humanos--, su aislamiento en el plano internacional y la agudización de la crisis interna elevan el costo político de suspender una elección presidencial. Su previsible realización constituye, por tanto, una oportunidad decisiva para el cambio deseado, que no debe ser desaprovechada.

Perspectivas electorales

Claudio Fermín, en un artículo que ha circulado profusamente por las redes, tiene razón matemática al argumentar que el voto oficialista, con todas las trampas y marramuncias que han podido aplicar en comicios recientes, alcanzó un techo que no pasa de 6 millones. Si hay 19 millones inscritos en el registro electoral, quedarían más de 13 millones de venezolanos para derrotar a Maduro o a quien lo reemplace. Pero tal análisis deja por fuera aspectos centrales que no pueden menospreciarse:

1. Lograr que buena parte de esos 13 millones voten por el candidato democrático implica reducir sustancialmente la abstención con un candidato (unitario) que entusiasme y acordar condiciones para los comicios que inspiren confianza;

2. Al fascismo puede ocurrírsele nuevas trampas para reducir aún más el voto democrático o, simplemente, no reconocer un resultado adverso.

Condicionantes del voto democrático

Hoy se aprecia desconfianza en el liderazgo de la MUD por no haber podido (o sabido) forjar, a partir de las movilizaciones de calle, una participación exitosa en las elecciones a gobernadores y/o por haberse dejado trampear, quizás por excesiva confianza en el triunfo (no se preparó suficientemente la maquinaria de testigos). No veo pertinente en estos momentos entrar a discutir sobre quiénes recaen las mayores responsabilidades de esta frustración. Pero debe señalarse que, de no superarse este distanciamiento con el liderazgo democrático, será difícil una participación electoral exitosa en 2018. Con ello habríamos desperdiciado quizás la mejor oportunidad para derrotar contundentemente a la oligarquía militar civil. Para recuperar esta confianza, inciden varios elementos:

1) Destaca, en primer lugar, lograr condiciones para la realización de elecciones pulcras, que reflejen fielmente la voluntad popular. Las elecciones para gobernadores revelaron las descaradas trampas cometidas por el fascismo: voto asistido, voto múltiple, mudanza de centros electorales donde la oposición es mayoría, violencia contra votantes, intimidación o expulsión –por la fuerza-- de testigos opositores, control del voto a través del “carrusel” con carnés de la patria, cuando no la manipulación abierta del resultado, negando las auditorías de rigor.

2) Las candidaturas con capacidad de galvanizar en torno suyo al electorado opositor en una contienda presidencial han sido inhabilitadas: Leopoldo López, Enrique Capriles, Antonio Ledezma. Ni Ramos Allup ni Borges reúnen las condiciones para una victoria. Si bien siempre hay la posibilidad de un “outsider” que ocupe ese papel, hay poco tiempo para construir una imagen que garantice el triunfo. ¿Lorenzo Mendoza? Posiblemente, pero no creo que esté dispuesto a correr ese riesgo y, ser un empresario exitoso no es, lamentablemente, una credencial reconocida por todos en este país.

3) El fascismo, a través de su fraudulenta anc está empeñado en ilegalizar a los principales partidos de oposición: Voluntad Popular, Primero Justicia y Acción Democrática, alegando su negativa a participar en las elecciones para alcalde.

La naturaleza del poder al que nos oponemos

“Conócete a ti mismo y conoce a tu enemigo y en cien batallas nunca serás derrotado" -Sun Tzu, circa 500 ac. El mayor desacierto del liderazgo opositor ha sido no entender a cabalidad lo que significa el fascismo maduro-chavista. Más allá de sus clichés comunistoides, no tiene proyecto societario alguno. Lo que persigue es la acumulación incesante de poder para cogerse el país. Tal empeño no reconoce freno moral, legal, político ni idiosincrático: carece absolutamente de escrúpulos para proseguir sus fines. Muchos pensábamos --me incluyo-- que Maduro no desconocería tan groseramente el ordenamiento constitucional al seguir adelante con su farsa de anc, ya que representaría un suicidio político.

Pero la oligarquía militar civil necesitaba de un aldabonazo final para reclamar su propiedad definitiva --exclusiva y excluyente-- sobre el país. Tenía que cortar todo vestigio de soberanía popular eliminando de hecho a la Asamblea Nacional. No bastó que el tsj espurio confiscara sus funciones y aprobara las sentencias 155 y 156, por lo que no quedó más remedio que jugárselas completo con la patraña de la anc. Aunque se echó encima la opinión internacional, con todo y sanciones, le quedó un arma --el embeleco “constituyente”— que legitima, a los ojos de su secta de secuaces, la eliminación del último apego a la soberanía popular que interfería con sus designios. Expropiaron al pueblo de todo derecho constitucional y republicano a decidir sobre los destinos de la nación, sin preocuparse por guardar las formas. La oligarquía de enchufados y militares consolidó, así, su “título de propiedad” sobre Venezuela. Y para disfrutarlo y arrostrárnoslo en la cara, obliga a que todo pase por la constituyente fraudulenta: la convocatoria a elecciones, la juramentación de los electos, la aprobación del presupuesto, la libertad de los presos políticos, la inhabilitación de partidos políticos, “leyes” absurdas y pare usted de contar.

Y uno se pregunta: con este fuero absolutista auto-asignado, ¿Se respetará la voluntad de los venezolanos? ¿Podemos esperar elecciones justas? ¿Podrá arrebátesele el poder a las mafias?

Implicaciones

Para poder “cobrar” el apoyo mayoritario y abrirles a los venezolanos salidas a la presente tragedia, el equipo negociador de la MUD tiene que exigir, como condición sine qua non para participar en la elección presidencial y, por ende, legitimarla, que sea eliminada la anc y se levanten las inhabilitaciones. No es aceptable ninguna fórmula de convivencia con la farsa constituyente. Reconocer la propiedad de la mafia sobre el país a través de tal patraña invita a que no sean respetadas las condiciones para unos comicios pulcros. ¿Y la correlación de fuerza permite que impongamos tal condición? ¿Es realista este reclamo?

Las principales fortalezas con que cuentan las fuerzas democráticas son:

1) El rechazo del régimen por parte de la gran mayoría de los venezolanos;

2) El apego por el ordenamiento constitucional y su defensa; y

3) El apoyo de la comunidad internacional democrática.

Insistir en la condición propuesta capitaliza estas fortalezas. Permitir que nos contrabandeen la anc tramposa las debilita. No hay garantía alguna de poder generar la confianza necesaria para que la gente salga masivamente a votar si permanece la anc. Que se respeten las normas legales que rigen el proceso depende de que sea eliminada. El apoyo internacional, hasta ahora (aceptablemente) militante –piénsese en el Grupo de Lima—seguramente se enfriaría si nos transamos por menos.

¿Y qué hacer si el fascismo rechaza entregar su “título de propiedad”? Simple. Gritar a los cuatro vientos que el régimen no quiere comprometerse con unas elecciones pulcras y anunciar que, bajo tales condiciones, no participaremos. Es decir, hay que jugárselas completa, sustrayéndole toda legitimidad a unos comicios diseñados para que Maduro gane. El país y la opinión internacional nos apoyarán si sabemos transmitir con claridad y firmeza esta decisión. Esta negativa a participar puede desatar mayores persecuciones, riesgo que debemos correr para fortalecer las opciones democráticas. Si bien los militares fascistas no tienen escrúpulos para reprimir, intuyo que, en estos momentos, no es para ellos lo más aconsejable, dado el escrutinio a que están sometidos por observadores internacionales. La liberación parcial de presos políticos sería un intento de “suavizar” su mala imagen.

No se trata de una postura inflexible por “principista”. Obviamente, en toda negociación es menester ceder algo. Pero hay que estar claro en qué y en qué no. Con la anc, el fascismo cruzó el Rubicón. Con ello no se puede convivir, porque es enterrar a la República y a la soberanía popular que la sustenta. Se puede acordar la aprobación del presupuesto y de operaciones de crédito público del gobierno, siempre y cuando sea reconocida y respetada en sus atribuciones la Asamblea Nacional; se puede interceder ante gobiernos amigos para que se levanten las sanciones si el régimen termina por liberar todos los presos políticos y acuerda la inspección, in situ, de organizaciones defensoras de derechos humanos; se puede ofrecer garantías de que, en un eventual gobierno de transición, no habrá persecución de chavo-maduristas por razones políticas e, incluso, acordar la participación de personeros oficialistas para asegurar que ello sea así. Pero no se puede entregar el país a una banda de mafiosos que asegurarán su destrucción y, con ello, la esclavización progresiva de los venezolanos.

Negociar desde una posición de fuerza

Negociemos desde una posición de fuerza. Los resultados electorales recientes han producido una alegría de tísico en Maduro y su combo, pero en nada han aliviado la precariedad de su situación. Ya comienzan a estallar protestas y saqueos por la situación de hambre e hiperinflación, PdVSA colapsa y escasea el combustible, no hay cómo mantener las prácticas populistas, las sanciones asfixian los negocios turbios de las mafias, facciones de ésta se pelean entre sí por un botín que decrece. No son señales de fortaleza. No le demos el respiro de un mecanismo fraudulento que confisca al país para su usufructo y compromete toda posibilidad de superar el presente desastre, para bien de los venezolanos.

Por supuesto que el liderazgo opositor tampoco se encuentra en sus mejores momentos. Pero debemos confiar en que, con una conducción certera, firme y consecuente, éste puede elevarse por encima de estas dificultades y conquistar de nuevo la confianza y apoyo que antes tuvo. Falta incluir, en esta argumentación, la necesidad de un proyecto alternativo claro y creíble al de la oligarquía militarista, que movilice a la gente, pero ello tendrá que esperar por otra entrega.

No queda más que transmitir mis deseos para que, unidos, labremos en 2018 esa Venezuela mejor que todos nos merecemos. ¡Si se puede! ¡Que sea de verdad un Feliz Año!

Economista, profesor de la UCV.

humgarl@gmail.com

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I.

Cerramos el año con las vicisitudes del pernil decembrino, muestra de un país atascado, buena metáfora, ciertamente, de lo que es hoy en día. Representación de un país que no produce casi nada, incluso casi nada de lo que alguna vez produjo. Que importa casi todo de manera ineficiente y corrupta a través del Estado y que lo distribuye supeditándolo, carnet mediante, a la adhesión política, bajo el manto de ciertas políticas públicas que vulneran la dignidad de las personas. Es, así mismo, la metáfora del chavismo convertido en rémora luego de haber sido una gran esperanza, regentado por una élite sin otra idea entre ceja y ceja que no sea la de preservarse en el poder, usufructuándolo.

II.

Comenzando el año, el nuevo calendario trae consigo el rito de pensar en los tiempos que nos vendrán. Puestos en la faena, asusta pensar el futuro venezolano desde el episodio del pernil. El país se encuentra asfixiado por el corto plazo, con dificultades hasta para llevar a cabo lo que en el béisbol llaman las jugadas de rutina, esas jugadas cuya posibilidad de realización debe darse por descontada. Somos un país que no tiene cómo mirar más allá del lunes que viene, Que carece, así pues, de un libreto viable y acordado acerca de su destino deseable.

El Gobierno llena este vacío asomando un futuro basado en un relato épico, redactado a su manera, extraído de nuestra historia del Siglo XIX, a la que le suma un menú de ideas inspiradas en el socialismo del Siglo XX, el que se hizo trizas con la caída del muro de Berlín, fuertemente cuestionado sobre todo desde el propio campo de la izquierda. A partir de estas dos fuentes, cada una evocación a su manera del pasado, el país deriva la imagen oficial del futuro. Es un futuro obsoleto, dice uno, constatando que Venezuela no lleva el paso que marcan los tiempos que corren.

III.

Mientras tanto, el Siglo XXI sigue obrando, hasta casi cumplir sus primeras dos décadas, asomando los códigos que explican y orientan su evolución y dejando ver transformaciones muy gruesas que aluden a los cimientos mismos sobre los que se asienta la vida, tanto social como personal, de los seres humanos, asociadas a enormes desafíos desde el punto de vista político, económico, social, ético. Frente a ello Venezuela no encara otra opción, reitero, que represente algo distinto a desenvolverse en clave urgencia y como si el control de la inflación representara nuestro mejor destino posible, dejando para quien sabe cuándo la tarea de construir una mirada compartida de la sociedad, en donde todos encuentren su sitio y todos piensen que pueden llegar.

No sé si exagero, pero a través de su gobierno, el país se planta ante el futuro mirando hacia atrás. Quino, el padre de Mafalda diría que, así, seguimos construyendo la destrucción del futuro. La propia Mafalda se vería en la necesidad de recordarnos que el futuro queda hacia adelante.

El Nacional, miércoles 3 de enero de 2018

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