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Opinión

Alberto Hernández

Hay gente que vive para vengarse de algo. Es más, de ella misma, como si el universo girara en torno de sus debilidades. Hay gente que se mira en el espejo y se busca la bilis bajo el párpado, previa zanja de ojo, en un remedo de fascinación por el odio. Hay –sí que los hay- sujetos que pregonan la muerte del otro y se hacen los locos cuando ésta toca a su puerta. Los hay también quienes dicen no temerle al vacío y secuestran sin pudor la alegría de los que se dicen los más felices, aun cuando la utopía siga siendo un árbol infértil.

Tema recurrente, el Conde Montecristo rebosa las calles. El pasado, ese garfio que desangra el cuello del rencor, se pasea en los ojos y en los desmanes anónimos y nominados por una atmósfera de resentimientos. Los hay de todos los colores. Los hay de todas las estaturas y pesos.

La venganza fastidia, pero cómo hace daño, cómo enferma, cómo insatisface, porque a la larga el vengador termina vengado por él mismo. Los vengadores sueñan con espadas y manoplas. Puños cerrados y maldiciones son las herramientas más visibles. Suelen pavonearse en un permanente carnaval de máscaras inútiles, nomenclaturas de una farándula arribista, desencantada. La filosofía del vengador remite a sombras que se arrastran frente al poder.

II

Los vengadores se preparan a diario, como quien estudia para un examen. Elaboran esquemas, maquetas y programas para llevar adelante su propósito. Una indelicada receta para acabar con la tranquilidad del otro o de los otros. Los hay de muchos precios. Los que cuentan las monedas tras la puerta, los que fisgonean a través de las paredes y etiquetan con franquezas a veces creíbles. La venganza –velluda y soporífera- repta sobre el descuido de la víctima, aun cuando ésta intente prepararse para eludir el zarpazo.

La venganza hincha, sobre todo si el vengador no termina su trabajo. Muchas veces muere en el intento. Otras, logra su cometido, pero la muerte, la espiritual, se aposenta tan cerca que no lo deja en paz, así crea que el olvido o la desmesura de la indolencia fabrique justificaciones. La venganza es la hija bastarda de la retórica de la arrogancia. Todo poder, por más pequeño que sea, anima esta carga. Por supuesto, la hipocresía combina muy bien con ella.

Por estos tiempos ocurre la venganza. La practican los que se creen los iluminados de la historia. Esos, hincan el diente en la carne del enemigo. Los que se proclaman reveladores del futuro. Los que pellizcan la torpeza y hasta se creen parte de los objetivos de la divinidad. Para todos hay, el mercado es variado.

III

Sucede la venganza a la vuelta de la esquina. Pasa en un diálogo de sobremesa. Acontece durante un funeral. Por supuesto, el difunto, producto del deslave emocional del vengador. Se mece como un chiste a flor de boca. La baba gozosa del rencor confirma su fuerza sobre la vergüenza de quien recibe el golpe. Los vengadores son suicidas frustrados. Único plato que se come frío, como afirma la croniquilla de ocasión, la venganza le añade a la inteligencia la probidad que nunca se ha tenido. Un vengador es la síntesis del miedo. La cobardía se suma a esta definición.

Métodos sesudos dan cuenta de venganzas preparadas con mucho tiempo. Como quien elabora una máquina para contar estrellas. Nunca termina: los astros se multiplican en la medida de su descubrimiento. Dios es parte de ese infinito. En nombre de Él, el vengador configura el edificio de su esguince anímico.

Quien mata por venganza, sabe que la daga o el disparo también lo alcanzarán a él. La vida del vengador pende de un hilo: habrá quien vengue el crimen. Eslabones de venganza sustituyen la paz. El maniqueísmo de una tal solvencia moral anida en quienes reciben los elogios de la promiscuidad social. En los asuntos públicos, como en la cotidianidad urbana o rural, la venganza se desnuda, brilla en los ojos del demente, del psicoanalizado, del engendro clínico.

Como el cinismo es producto de la inteligencia más aguda, el vengador termina esquizofrénico: su talento se limita –Diógenes a la vista- a buscar bajo la luz del sol una verdad que ningún hombre puede sostener.

24 de abril de 2018

 3 min


Lester L. López O.

Apreciación de la situación política # 104

Indudablemente, las últimas manifestaciones de calle convocadas por la dirigencia opositora han sido exitosa por tres razones:

a) ha habido unas respuestas favorables y quizás, hasta inesperadas, por parte de la ciudadanía que se ha activado con nuevos bríos con gran presencia de jóvenes y estudiantes quienes han asumido un rol protagónico en el enfrentamiento a las fuerzas represivas del régimen. También las presencias masivas de sectores populares del oeste de la capital acabaron con el mito y mandaron al traste la teoría del alcalde psiquiatra de que la oposición democrática no manifestaría en su municipio, esto, sin duda, es un gran avance para los factores democráticos de la oposición;

b) el nivel de represión con que el gobierno ordenó detener las manifestaciones sirvió para que la comunidad internacional se terminara de convencer de la situación venezolana y del talante dictatorial del mandamás del régimen;

c) Los diputados de la AN asumieron la dirección de las diferentes marchas y sitios de concentración haciéndose visibles para sus electores, esto ha servido de motivación a los participantes y para ellos mismos.

Sin embargo, y aun cuando la dirigencia opositora ha sido enfática en que las convocatorias son para exigir un cronograma electoral, la renuncia de los magistrados golpistas y el respeto a las funciones de la AN, la liberación de los presos políticos y la apertura de un canal humanitario con la idea de no crear falsas expectativas, la percepción y exigencia final de los convocados es el llamado a elecciones generales (incluyendo presidenciales) o más explícitamente la renuncia del mandamás o el cambio del gobierno. Y no les falta razón.

La gente sabe que unas elecciones de gobernadores y alcaldes, la renuncia de los magistrados, la liberación de los presos políticos y la apertura de canales humanitarios no resuelven el problema principal que es salir de esta oprobiosa crisis. La solución pasa, necesariamente, por el cambio de gobierno y en eso hay claridad meridiana.

Así que el reto inmediato para la dirigencia opositora es irse enfocando en darle respuesta a esta expectativa creciente antes de que decaigan los ánimos.

@lesterllopezo

 1 min


Carlos Raúl Hernández

En 1999 cuando gana las elecciones venezolanas, hacía ya largos diez años que el proyecto socialista había naufragado históricamente, y sin embargo cabezas llenas de aserrín decidieron resucitarlo. Producto de su desmesura, su exagerada valoración de sí mismo, monumentales ingresos petroleros y falta de sentido de la realidad, el caudillo se sintió el nuevo Lenin, destinado a recuperar la esperanza en los deprimidos comunistas y afines, para el momento perdidos después de la debacle de Berlín, que lo apoyaron, o más bien se colgaron de sus perneras. Creó Alba, una especie de Internacional de menesterosos con la boca aguada por el deseo petrolero (el deseo definido como “sumisión provocada por la presencia de una ausencia”) para influir en los movimientos políticos regionales. Esa corte de los milagros le permitía hacer, pero sobre todo deshacer en la OEA.

Desde allí se hicieron demasiadas operaciones oscuras que deberían ser estudiadas e historiadas como testimonio de cuando la región se retrocedió del siglo XXI. La huella del “cambio de era” es terrible y desencaminó a un grupo de países -y en general a la región- que se habían librado de los atavismos mentales creadas por Perón y Fidel y los volvió a contaminar de sombras. La democracia parecía consolidada y las economías se abrían y funcionaban cada vez mejor, pero llegó el comandante y mandó a parar. Su sombría influencia inspiró/contribuyó a las derivas de Morales, Correa, Ortega, Lula, Kirchner, Zelaya, Lugo, Bachelet y desenterró el zombie de la autocracia. Y efectivamente logró convertirse en Lenin por quince minutos, al decir de Warhol. Un afiche con su fotografía podía encontrarse en los recovecos de cualquier grupo hermano espiritual del mundo. Lo tenían los militantes de Hezbollá en sus oficinas.

Volver del pasado
También los activistas antiglobalización en París, los melenudos de Podemos, y las Farc, el PSC, –retrotraído casi al pre allendismo con Bachelet y Vallejo– el kirchnerismo y el PP de Brasil. Muchos creyeron que la oleada roja venía para quedarse, pero a diferencia de la izquierda comunista clásica, que duró más de 150 años y 70 en el poder, esta Internacional de sedientos bebedores de aceite se mantuvo hasta que duró el chorro y mientras las democracias latinoamericanas –y la española por ahora– decidían librarse de ellos. Para la fecha, la opinión pública global solo se pregunta cómo será el final de la obra, porque ya se vendieron todas las entradas. A principio y por varios años, cuando la ola de prestigio bañaba a los bolivarianos, la expectativa en vilo era la posibilidad por primera vez de que se hiciera una revolución por la vía democrática.

Tal como lo quería Rosa Luxemburgo, un régimen popular que no necesitara ni siquiera armas porque se sostendría en hombros del pueblo. Hoy las preocupaciones son contrarias y van por la vía de si será posible que Venezuela se safe de un proyecto totalitario por las buenas, sin matanzas ni intervención del Tribunal Penal Internacional. Hungría, Polonia, Rusia y tantas otras lo hicieron, pero muchos dudan que aquí podamos, por la tradición de 25 años de equivocaciones que lleva el país. Sobreviven gracias a nigromancia en Venezuela y en tres pequeños países, para sus respectivas pesadillas: Ecuador, Nicaragua y Bolivia. Luce cuesta arriba que los grupos de poder se quiten las gríngolas, tuerzan el pescuezo y vean para los lados donde está la realidad. Un cuarto de siglo de equivocaciones necesitan una enmienda profunda, pero tropiezan incansablemente la misma piedra.

Cuernos y palos
La experiencia, tal como la cubana en los años 60, ha servido para vacunar nuevamente a la opinión pública internacional sobre el siniestro mal entretenimiento que significa el proceso revolucionario. Cuernos y además palos, miseria y caudillos arrogantes. Hoy en Venezuela hace mucho que se acabó el proceso, aquélla expectativa agónica sobre cuál sería la nueva “medida” que lanzarían por TV para perjudicarnos a todos, –particularmente a los menos favorecidos– qué nueva flecha envenenada saldría de aquél arco caótico que lanzaba disparate tras disparate. Por su terquedad fatal y desconocimiento de la experiencia histórica repitió lo que ya había fracasado de manera aplastante y dolorosa. En la siguiente etapa se limitaron a administrar el desorden, la ingobernabilidad económica y social, la inflación galopante, el desempleo la delincuencia. Y hoy día simplemente sobreviven como pueden.

Solo se ocupan de conspirar, reprimir el malestar que crearon y se sostienen únicamente en el aparato de fuerza, cuyo propósito debiera ser que se cumplieran los plazos constitucionales. Equivocados al pretender repetir la entronización cubana de los 60, hecha contra viento y marea, gracias a un acuerdo entre Kennedy y Kruschev. La diferencia es que aquella era una época gloriosa y los guerrilleros verdeoliva ídolos en el planeta entero, a pesar de que desde su comienzo dejaron claro que encarnaban la barbarie, cosa que parecía no importarle al mundo de las ideas y la comunicación. Para la fecha de hoy, Cuba es un enfermo que tiene miedo a las medicinas, mientras por aquí la tragedia se desenlaza y las fuerzas internas y la comunidad internacional tienen la preocupación de propiciar que no haya un accidente aparatoso y se logre un aterrizaje de emergencia con asistencia de bomberos y personal especializado.

@CarlosRaulHer

 4 min


Jesús Elorza G.

Emocionadísimo, subió el camarada Nicolás a la tarima para saludar a los asistentes a la manifestación realizada frente a Miraflores para conmemorar el 7º Aniversario de la Milicia Nacional Bolivariana. El General miliciano Aristóbulo Isturiz fue el encargado de presentar el acto y solicitar el permiso correspondiente para dar inicio al programa establecido.

-Proceda general, fue la orden de Nicolás.

Mi presi, se encuentran presentes 500.000 milicianos dispuestos a defender la Revolución Socialista del Siglo XXI.

-La euforia no lo dejaba ver con claridad el panorama de los acontecimientos: Realmente el número de los presentes no superaba a las 2.000 personas. Sin embargo, él seguía viendo a medio millón.

Cilia, el negrito Aristóbulo le ha echado un camión, vamos a condecorarlo con la Orden “Difunto Eterno” en su primera clase.

Se lo merece mi amor, fue la respuesta de la Primera Combatiente.

Camaradas milicianos, expresó al inicio de su discurso, la patria socialista en este momento se encuentra amenazada por el imperialismo y los traidores de la oposición quienes pretenden darnos un Golpe de Estado para adueñarse del poder. Con este acto, le estamos enviando un mensaje al mundo entero: “Somos una revolución armada” los golpistas y los responsables de la guerra económica no pasaran. A cada uno de ustedes, camaradas milicianos, le entregamos un fusil AK-47 para la defensa del país y aspiro que en las próximas horas logremos alcanzar la meta de Un Millón de Armas para el pueblo.

Mientras, Nicolás continuaba con su arenga guerrerista, los comentarios no se hicieron esperar a nivel de los mili-ancianos (¡¡¡el promedio de edad de la supuesta fuerza militar superaba los 70 años!!!):

* Dos miembros del escuadrón geriátrico preguntaban insistentemente por los cachitos y los jugos que les habían prometido…..Al sargento encargado de esa unidad, no le quedo más remedio que decirles que las panaderías expropiadas solo estaban produciendo canillas para los CLAP…. Así que olvídense de esos cachitos.

* Uno de los presentes, que a cada rato manipulaba sus armamento, le preocupaba que sus camaradas se alejaban de él y lo dejaban solo…. ¿Qué les pasa? ¿Estoy hediondo?

No vale, fue la inmediata respuesta., recuerda que tú sufres del Mal de Parkinson y tienes el dedo en el gatillo de tu arma….hay que estar loco para estar a tu lado.

* Un grupo de mili-ancianos que se encontraba descansando sobre la grama, comentaban que el acto más que una Parada Militar por el contrario se asemejaba a una “Sentada milianciana”….más del 90% de los efectivos estaban en posición de descanso.

* Lo más sorprendente era un grupo que deambulaba por la avenida sin sentido de ubicación, preguntándole a todo el que se les atravesaba ¿A qué hora llega ¡¡¡Henrique Capriles Radonsky!!!?.......como vieron que las respuestas que les daban eran muy agresivas solo les quedo comentar…Coño, que vaina con este Alzheimer, como que nos equivocamos de concentración.

* Otro milianciano, no dejaba de quejarse. Mi mujer y mis hijos se arrecharon conmigo y se fueron para La Mamá de las Marchas….y voy a seguir su ejemplo, esto aquí es pura coba, ni agua nos dan:

* Otro, no dejaba tranquilo a su compañero de al lado cada vez que el jefe de escuadra daba una orden… ¿Qué dijo? ¿Qué dijo?.....disculpa pana es que estoy sordo.

* Sargento, sargento, ¿dónde podemos mear? preguntaban a cada rato los que sufrían de incontinencia.

* El escuadrón de los “Gallineros Verticales” mostraban orgullosos sus “Huevos Revolucionarios” que iban a lanzarles a la oposición.

* Arrinconados bajo una matica y tomándose un roncito, dos miliancianos con caras de pocos amigos comentaban entre si el gran negocio que se les presentaba con esto de armar al pueblo: Ya entré en contacto con uno de los pranes del barrio para alquilarle en 50 Lucas mi fusil y venderle por 10.000 BF cada proyectil 7.65 ó 9 mm.

Mientras tanto, Nicolás seguía, repetitivo, en su cháchara contra el imperio…..y en ese momento ocurrió algo imprevisto:

- El grupo que custodiaba los alrededores de la avenida donde estaba la concentración, vieron llegar un autobús, de donde se bajaron un grupo de turistas con su cámaras en la mano……y los milicianos guardianes gritaron a todo pulmón….¡¡¡Camaradas, ahí vienen los gringos, sálvese quien pueda!!!....el despelote y la desbandada fueron descomunales. En cuestión de segundos no quedo nadie en el sitio….dejaron el pelero. Nicolás y sus ministros corrieron a refugiarse en la embajada cubana.

Al día siguiente, después del cómico espectáculo, a Nicolás se le ocurrió inventar lo del Plan Zamora…..pero los miliancianos, no atendieron el Toque de Diana, por encontrarse agotados y adoloridos por el corri-corri, del día anterior; provocado por la “Invasión de los gringos”.

 3 min


Marcos Requena

En la lucha de los venezolanos por restituir la democracia en el país hay varios aspectos que me parecen vitales. Señalaré tres.

En primer lugar, con la salida masiva a la calle es imprescindible no alimentar expectativas que conduzcan a la frustración: cada día de esperanza frustrada incrementa la desesperanza aprendida. Por ello, consignas como “hoy es el día” resultan por completo contraproducentes. Es necesario concebir la manifestación ciudadana como una estrategia sostenida, a ser mantenida día a día, con perseverancia, hasta que se logre un confiable inicio de la transición a la democracia. Esta concepción no inmediatista de la lucha es lo que encierra la palabra “resistencia”.

Por otra parte, por varias razones, es esencial mantener la lucha dentro de una propuesta de resistencia activamente civil y pacífica. Aunque el punto de inflexión política llegue a darse gracias a la futura intervención de factores de fuerza armada, la lucha por la democracia debe continuar dándose con orientación civil. Esto implica que a su cabeza deben continuar estando civiles con un discurso firme, valiente, pero de paz. La posiblemente necesaria incorporación de una fuerza armada en el cuerpo de lucha debe adquirir la función de un brazo, no de una cabeza; ésta, reitero, debe ser civil y con claro talante democrático. Una razón para que esto sea así es el interés en asegurar que la transición sea a una vuelta a la democracia y no a otro gobierno dictatorial.

Finalmente, pero lo más importante, debemos hacer -para el logro de la futura reconciliación de los venezolanos- un explícito esfuerzo porque la paz sea algo más que una característica objetiva de la lucha, esto es, que no tenga lugar solo en el hecho de que los demócratas no empleamos armas. La paz ha ser también un estado interior: los venezolanos debemos sembrar desde ya el perdón en nuestros corazones, en cuyo terreno se ha cultivado por años el resentimiento. Esto es imprescindible y por completo posible: para luchar por Venezuela no necesitamos la ira ni el resentimiento. Podemos presentar una firme lucha por la democracia a la vez que perdonamos a aquellos contra quien luchamos. Para sentir este perdón a quienes tanto daño nos han hecho podemos recurrir a una o más de las siguientes fuentes: a) religiosa: todos los textos sagrados proponen el perdón y el amor incondicionales como parte de un contacto con un Ser Superior; b) espiritual: sólo podemos cuidar de nuestro ser interior y vivir en armonía y plenitud si conscientemente nos conectamos con el otro –todo otro- desde la empatía y la aceptación; c) psicológica: nadie es culpable de ser como es: los modos de ser personal son resultado de un tejido de múltiples factores que constituyen su estructura psíquica, por lo que toda mirada psicológica es una mirada de comprensión. Esta propuesta puede sonarle a alguien como de “come flor”, pero no lo es: la futura y difícil reconciliación de los venezolanos debe cultivarse desde ya.

En síntesis, la lucha por la democracia en Venezuela debe ser de resistencia, civilmente activa y doblemente pacífica: hoy, mañana y pasado, no será de un día; civiles de marcada vocación democrática deben estar siempre a la cabeza; la paz debe estar en las manos, pero también en los corazones.

20 de abril de 2017

@marcosrequena1

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 2 min


Vivo pensando para buscar alguna explicación racional del fenómeno chavista y de más reciente data, madurista. Históricamente hablando, el discurso político de lo que ahora damos en llamar chavismo/madurismo tiene bastantes antecedentes, en el siglo XIX hubo un coronel español que asoló todo el país, mató a mansalva, quemó todo a su paso y en algunas ciudades venezolanas acabó con toda la población blanca por el puro gusto de la maldad, lo curioso es que manejaba un ejército irregular lleno de negros, zambos y mestizos cuyo resentimiento les hacía ser más malvados que esos otros que llamamos libertadores.

José Tomás Boves, al grito de mueran los blancos y los que sepan leer y escribir, acababa con todo, la cosa curiosa es que el hombre era rubio de ojos azules, el mismo prototipo de los que tenían la costumbre de matar sin remordimiento alguno. La cosa más sorprendente del asunto es que una vez muerto el español, la mayoría de aquellos hombres que colgaban a la gente de todas las ceibas que encontraban a su paso, sin hablar de las mil barbaridades que cometieron al masacrar humanos sin que importase mucho la edad, el sexo o la condición de gravidez de sus víctimas, ese mismo ejercito barbárico terminó en el ejército libertador de la mano del general Páez, el otro Taita del llano.

Fue quizás la primera expresión política donde se ejerce la manipulación social a partir del resentimiento colectivo para lograr un objetivo como lo es ganar una guerra, además decía que no peleaba para el Rey, que de él luego se ocuparía, lo que nos hace entrever que si no lo hubiesen matado en la batalla quizás hubiese destrozado tempranamente la republica solo por el gusto de mantenerse en el poder de manera omnímoda. Del lado patriota no hay mucho que defender tampoco, la recluta no era muy selectiva que digamos , los soldados no tenían paga y se les daba en pago todas las ventajas de ser vencedor , desde el petateo (violaciones masivas para luego matar a las mujeres) hasta el robo o el asesinato por cualquier razón, cuentan algunas historias que hubo varios intentos de secesión que fueron acallados a sangre por mantener el poder como hizo con el general José Manuel Piar quien se presentó confiado a una corte marcial y nunca salió con vida por una condena gracias a sus intenciones de levantar una república del lado de Guayana con el añadido de ser un hombre que se hizo pasar por pardo cuando en realidad era rubio de ojos azules (otro) cuyo ejército estaba constituido por negros y pardos que se hacían la idea de que ese general seria su salvación a lo que Bolívar lo manda fusilar luego de un juicio sumario y sin defensa.

Así hay muchos otros ejemplos que pueden ser citados como antecedente de este desastre, antes de pasar a explicar (para los que no viven en Venezuela) las similitudes actuales quiero detenerme en un último “procer” del siglo XIX que dicho sea de paso fue un icono fallido de este gobierno. El general Zamora se copió las peroratas románticas que ya para su tiempo estaban agónicas sin embargo cuando una población era tan ignorante como la de los campos pues se hizo fácil eco de sus discursos levantándose en armas contra el gobierno de turno, ya en Venezuela era costumbre la guerra, no en balde hay historiadores muy serios que afirman que la guerra de independencia duró cien año pues luego de vencido el enemigo externo quedaron demasiados rencores sueltos como para evitar que los nacionales se mataran entre si. Este general hizo del resentimiento parte de su credo revolucionario pues no solo atacaba a los latifundistas, también le dio orden a sus tropas de matar a todo aquel sospechoso de ser godo y otra vez los blancos y los que supieran leer y escribir fueron objetivo de los vándalos revolucionarios.

Hacer levantamientos “populares” invocando el resentimiento es el asunto más fácil del mundo, además si como gobierno haces que tu gestión se ocupe precisamente de eliminar paulatinamente los beneficios de estudiar, hacer carrera y ser productivo para convertir a la gran masa pobre en dependientes del estado, como si eso no fuese suficiente culpar siempre a terceros de la miseria nacional acusando a los “ricos” de sabotear todo el proceso revolucionario. La pobreza idiota se transforma así en presa simple de los politicuchos de medio pelo que con un discurso medio aprendido de cualquier manera se alza en las barriadas disfrazando su brutalidad con el verbo vernáculo de las calles, haciendo el trabajo de los jerarcas que se enriquecen mientras el resto del “pueblo” muere de mengua por diversas razones. Lo más grave es que cuando hay protestas, ellos reprimen, matan, golpean, encarcelan y cualquier otra tropelía , entonces es culpa de la derecha, ellos no pretenden ser así pero es que los obligan a defender la revolución ya que los “ricos” odian que el “pueblo” disfrute progreso, yo me pregunto ¿Cuál progreso?, la respuesta viene en forma de axioma de pobres “no importa que yo esté pasando hambre, los “ricos” también tienen lo suyo por no compartir con nosotros los pobres”.

Nadie entiende aún que no hay que compartir nada, que las cosas se ganan con trabajo, mantener dedicación, estudio y esfuerzo, que el estado solo tiene la obligación de administrar los impuestos (que tampoco sabemos cómo se invierten), mantener las reglas del juego para asegurar justicia y ejecutar políticas que aseguren el bienestar ciudadano, esto que vivimos no cumple el requisito mínimo para hablar de futuro.

No me extrañaría nada que en algún momento cualquiera de los multiministros también multisolicitados a nivel internacional por tráfico de cualquier cosa ilegal diga en cadena nacional “mueran los blancos y los que tengan estudios universitarios” pues el resentimiento es un bien por explotar y acá en Venezuela el hambre trae idiotez, insumo básico para que las izquierdas pervivan.

Abril 2017

@jbdiwancomeback

 4 min


Son cuatro las solicitudes de la oposición democrática que han animado las protestas de las últimas semanas: Fijación de un cronograma electoral, devolución de las atribuciones de la Asamblea Nacional (AN), libertad de los presos políticos y apertura de un canal humanitario para socorrer a la población venezolana; no obstante todos los que hemos venido marchando –y los que no lo hacen, pero que sabemos que igualmente se oponen al régimen– en lo más profundo de nuestra alma y corazón lo que queremos es que este oprobioso Gobierno se acabe, desaloje cuanto antes.

Aunque a algunos no les parezca, los objetivos de la oposición apuntan en la dirección de ese deseo que tenemos el 75% o más de los venezolanos, según dicen las encuestas. Veamos el porqué, al comentar dos de las solicitudes u objetivos de la oposición.

La fijación de un cronograma electoral no se reduce al tema de las elecciones regionales, como algunos voceros del Gobierno y de la propia oposición han estado planteando. Fijar un cronograma electoral en efecto se refiere a restablecer las elecciones regionales de Gobernadores y Consejos Legislativos, ilegal e inconstitucionalmente suspendidas en el 2016. También se refiere a fijar la fecha en la que se van a realizar las elecciones locales, de alcaldías y concejos municipales, correspondientes a este año y la fecha de las elecciones presidenciales correspondientes a 2018. Pero un proceso electoral va mucho más allá del acto de votación mismo.

Hablemos claro, la fijación de un cronograma electoral se refiere principalmente a rescatar o y restituir el valor y el derecho al voto y la soberanía y voluntad del pueblo en Venezuela, base de la democracia, que ha sido secuestrado por el régimen a través del CNE desde el momento que entorpeció, bloqueó y negó el derecho constitucional del Referéndum Revocatorio a Nicolás Maduro. Los procesos electorales son actos de profundo significado, movilización y participación política, que van mucho más allá de lo que algunos están dispuestos a aceptar, debido a la mentalidad “electorera”, que no es exclusiva de los políticos y de los partidos, sino también de muchos ciudadanos, miembros de la llamada sociedad civil; dicho de una manera más directa para el momento político en que vivimos, hoy, abril de 2017, no tengo la menor duda de que es preciso mantener la presión que ahora el pueblo está ejerciendo en la calle y en el terreno internacional, pero es en un proceso electoral en donde se da la oportunidad de organizar y de que participe políticamente todo el pueblo, sin ninguna excepción y se garantice el ejercicio de la soberanía popular y rescate del orden constitucional.

En las manifestaciones actuales una buena parte de la población no está participando. Unos por temor a la represión por parte del gobierno o por temor a los grupos paramilitares que actúan en la zona donde viven y controlan con el miedo y la violencia a la población, otros porque son empleados públicos o tienen dependencia económica del Gobierno y temen perder sus empleos y fuentes de ingreso. Pero en un proceso electoral que concluye en un acto comicial, el pueblo sabe por experiencia propia, porque así lo ha experimentado, que puede votar contra el Gobierno, a favor de la oposición, sin que nadie sepa por quien votó. De allí también la importancia de defender el derecho al voto y de luchar porque este proceso de movilización y protesta cívica concluya en un proceso electoral, que es la manera de erradicar definitivamente y de forma sustentable, pacífica, democrática y constitucional la tiranía a la que estamos sometidos. Cualquier atajo llevará a situaciones de mayor incertidumbre e inestabilidad.

En resumen además, todas las tiranías que han caído con movilización de la gente, terminan en procesos electorales, y las que no, terminan en dictaduras peores, que es lo que a toda costa debemos evitar. Por eso concluir en un proceso electoral es la forma de coronar con éxito todo el inmenso esfuerzo de movilización cívica que estamos realizando.

Por último, hay que recordar que lo que se solicita no es solo la fecha del acto comicial, se refiere un cronograma electoral, es decir, se refiere también a la fecha y condiciones en que se realizarán todos los actos correspondientes al proceso de elección: fecha y lapso para postular candidatos, lapso de campaña electoral, fecha en que se cerrará el correspondiente registro electoral, fechas para las auditorias técnicas, selección de miembros de mesa, invitación a observadores nacionales e internacionales, etc.

Devolución de las atribuciones de la Asamblea Nacional, otro de los objetivo de las movilizaciones cívicas actuales, es también luchar por la raíz y la esencia de la democracia misma. Es, en primer término, devolver al pueblo, a todo el pueblo, opositor y oficialista, la eficacia y valor del voto que depositamos el 6 de diciembre de 2015 y que también ha sido desconocido por el régimen a través del TSJ, con la pantomima del “desacato”, con el cual le han venido quitando atribuciones a la AN, en un golpe de estado continuado, que con las últimas sentencias del TSJ en el mes de marzo, terminaron conculcando y asumiendo atribuciones y funciones que solo corresponden a la AN, y otorgando algunas de ellas al Presidente de la Republica, violando de manera reiterada la Constitución y rompiendo el orden constitucional como fuese denunciado por la propia Fiscal General de la Republica, Luisa Ortega Díaz.

Es también restituir el vulnerado estado de derecho y la división de poderes en Venezuela, que en este momento están todos sometidos a los designios y directrices del Poder Ejecutivo. Restituir los poderes de la AN pasa por acabar con la pantomima del “desacato” y restituir al pueblo del Estado Amazonas su derecho a tener representación en la AN, que actualmente esta negado por el TSJ y rescatar la mayoría calificada de los 2/3 de la AN.

Rescatar la autonomía de la AN es lo que permitirá la remoción y designación de magistrados del TSJ y culminar la selección de nuevos rectores del CNE, así como designación y nombramiento del Fiscal General, Contralor y Defensor del Pueblo. Esto no es poca cosa para la renovación del gobierno y sus instituciones. Esto es clave para la transición y el desmantelamiento del actual aparato de gobierno en el poder, de la actual tiranía y si a esto le sumamos el triunfo de la oposición en al menos 20 gobernaciones y 300 alcaldías del país, le estaremos dando un certero golpe al régimen totalitario que oprime al país desde hace 18 años.

Debemos estar conscientes que tan solo estos dos objetivos, sin mencionar la libertad de los presos políticos y la apertura de un canal humanitario, significan que el régimen actual llega a su fin. Que los que ahora ejercen de forma totalitaria el poder y el control del Estado lo pierdan, lo dejen de tener; otra vez hablemos claro, esa no será una decisión fácil de tomar, pues para ellos significa perderlo todo, además de que para muchos podría significar cárcel y exilio y tenemos que estar preparados para ofrecer una salida que nos permita alcanzar el objetivo que nos proponemos a un costo razonable y en el menor plazo posible.

Vienen situaciones y eventos complejos, que día a día irán dando curso a los acontecimientos y que los debemos enfrentar con mente amplia, para evitar errores cometidos en el pasado y delinear el mejor futuro para el país.

@Ismael_Perez

 5 min