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Opinión

José Rosario Delgado

En Venezuela existe la manida costumbre de decir que tenemos una “sociedad de cómplices” cuando la realidad nos muestra que vivimos en una “sociedad alcahueta”, para no decir una palabrona fea, muy fea y altisonante, aunque provoque pronunciarla con cada una de sus sílabas para que no quede duda de lo que intentamos decir. Cómplices son quienes se asocian para delinquir y repartirse el provento de sus fechorías, “partir la cochina” de sus triquiñuelas, mientras alcahuetas son aquellos que consienten todo lo que pasa por sus narices y/u oídos y les resbala de su boca.

Por supuesto, lo grave es que unos de los sordos, ciegos y mudos están revestidos de la autoridad que les impone el imperio de la ley y otros con la autoridad moral que pudiere otorgarle su ubicación social, profesional o académica y de quienes se espera una acción más contundente en la preservación de la salud ética y cívica de la ciudadanía y de la república antes de que todo el cuerpo de la nación se corrompa por la negligencia y la desidia por donde nos conduce este arbitrario y autoritario gobierno que algunos se dieron y, como se dice, “se pasó ‘e maraca”.

El gobierno montó un grotesco espectáculo cuya ridiculez, valga la redundancia, alcanza los límites de la comedia en medio del drama alimentario que vivimos y salen por allí grupos de “empresarios” y medios de comunicación a hacerle el juego en su afán de exponer productos agropecuarios o agroindustriales que no existen y mostrar servicios o insumos industriales que no se ven. “Venezuela potencia” (¡¡¡Venezuela, paciencia!!!) sirve para el estrafalario espectáculo del despilfarro económico dentro de la parafernalia que busca distraer a los incautos y seducir a los que no están aquí padeciendo las calamidades que nosotros sufrimos día a día y que lleva años y años y no se vislumbra en el mediano ni largo plazo una solución, cualquiera, que nos saque de esta perenne angustia que nos mata aceleradamente.

Eso es lo que está pasando, tenemos una sociedad alcahueta con una serie de espectadores complacidos y complacientes con los cómplices del desastre que se nos viene encima, mientras una clase política que dice luchar por cambiar el rumbo de las cosas, pero que si no se detiene a entender a la gente que pasa hambre pudiera estar como los borrachitos de carretera peleándose por una botella vacía o como los zamuros esperando su turno para entrarle a los despojos que aquellos dejarán a su salida, porque de que salen, salen… ¿Pero cuándo?

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Rafael S. Mujica Castillo

El Muro Debajo de la Mano, se constituye en una interpretación, que tiene como propósito develar algunos signos que están en el núcleo del Excelente relato de Guillermo Meneses: “La Mano Junto al Muro”. Signos y señales que fueron en su momento, formalmente objetivados por el autor, quién los legó a la posteridad a la espera de la circunstancia precisa en que dicha interpretación viera luz y así lograr que de esa manera, se ampliara el margen interpretativo de su obra.

Para acometer dicha labor, nos proponemos ir más allá de una visión sensible y psicológica, adentrándonos en el ámbito de la inteligibilidad y lo lógico, y ello necesariamente ha de ser así, porque la construcción de una obra del tenor de: “La Mano Junto al Muro” así lo requiere, en atención a la maestría puesta de manifiesto en su composición, con grandes logros que se sustentan en una poética impregnada de ultraísmo, una poética digna de caza vivos, así como de una narración desarrollada en primera y tercera persona, figuras narrativas ya anteriormente utilizadas por el autor, lo cual coloca a Guillermo Meneses en el sitial que ocupa dentro del canon de la cuentística venezolana.

No podemos dejar de mencionar, la reiterada presencia del tono especular en el relato, tono éste. Que acompaña al autor a lo largo de su proceso creador de ésta y de otras obras, ante lo cual el lector, termina sin tener certeza acerca de sí es Meneses; quien cultiva la figura del espejo o si es el espejo quien no le da sosiego, en un afán de persecución a éste.

Nuevamente, Meneses nos sitúa en la porteña Guaira de sus predilecciones. Un relato donde el autor se metamorfosea por décadas en victimario de sus lectores, en medio de su más completo regocijo, ya que conoce exactamente lo que compuso y con ello logra colmarse de gloria en la posteridad.

Justa ha de ser la consideración que hemos de presentar acerca del relato, en el cual “simula la existencia operatoria de una mujer” en el desarrollo del acontecer narrado, siendo lo más notorio la casi completa ausencia de ésta, dado que la participación de la mujer en el relato, sin que caigamos en cuenta de ello, se ve desplazada por el protagonismo de la mano.

(“La mano de ella resbaló a lo largo del muro; su cuerpo se desprendió;” sus dedos rozaron las antiguas piedras hasta caer en el pozo de su sangre; allí, junto al muro, en la sangre que comenzaba a enfriarse,…) Acompañada a su vez de reiteradas figuras retóricas y metafóricas, puestas de manifiesto por el narrador con situaciones tales como la reiterada comparación de situaciones con la alusión al enrollado acontecer de la trama, con la metáfora de la culebra que enrollada tiende a morderse la cola. O la reiterada alusión acerca de que “la vida de ella podría pescarse en el espejo… O su muerte…”

La mención a la mujer, sin la más mínima descripción acerca de sus atributos a no ser, el denominarla como tal; mujer. En abierta contraposición a lo copioso de la descripción tanto de la mano así como del muro, a saber: “Ahora, su mano se apoyaba sobre el muro. Una mano chata, gruesa, con los groseros pétalos roídos de las uñas sobre la piedra antigua, hecha de historias desmoronadas, piedra en regreso a su rota insignificancia, por haber perdido la intención de castillo en mediocre empresa de mercaderes”.

La situación anterior le brinda al narrador la posibilidad de disponer de un soporte para realizar una serie de inconfesables afirmaciones acerca de lo que fue el modus vivendi de Bull Shit. Mención que el narrador realiza a partir de una pretendida inexistencia estructural y obviamente operatoria de la mujer, con lo cual logra una absoluta libertad; moral, sensorial y psicológica a los fines de objetivar y formalizar una serie señalamientos bastante altisonantes para la sociedad de la época en que dichos materiales fueron publicados.

En la obra nos encontramos como ya hemos señalado con expresiones narrativas desarrolladas tanto en primera persona, así como también en tercera persona. Formas narrativas conjuntas utilizadas con anterioridad por Meneses, en “El duque de 1946.

Así como también hallamos, la caracterización que el autor les da a personajes tales como: la Mujer y Dutch, caracterizaciones que ya había utilizado con anterioridad en la obra “La balandra Isabel llegó esta tarde” de 1934. Dado que en ella, Esperanza personifica a una prostituta y el otro personaje llamado Segundo se corresponde con un marinero. Es así, como lo reiterativo de diversas situaciones tratadas en el relato alcanza incluso a los personajes de la narración

También ubicamos una serie de situaciones lúdicas a propósito de las reiteradas imprecisiones que se relacionan con la cantidad de personajes presentes en la misma, tal es el caso de la duda sembrada al respecto (en éste caso de la duda, el autor juega nuevamente con un recurso ya anteriormente por él utilizado) en cuanto a la cantidad de marineros, donde por una parte no se precisa si eran dos o eran tres y por la otra en determinado momento se afirma que eran dos, e indistintamente también se afirma que eran tres y ante lo cual el lector cae en el juego del narrador, en su afán lúdico por entretener a éste, sin aportar mayor ritmo narrativo a no ser la particularidad de la obra de causar embeleso, ante la pronunciada ininteligibilidad que propicia una enorme fascinación/confusión del lector ante lo incomprensible, porque esta es una característica propia de los seres humanos.

Característica ésta, la cual les permite a muchos presumir de su altísima capacidad cognitiva-interpretativa de este tipo de propuestas, por más que en muchas ocasiones terminan entendiendo muy poco o casi nada de dichos materiales.

Tal es el caso, y aquí va la demostración de lo antes dicho, que durante décadas el protagonista del relato es la mano que articulada por la mujer se posa en el muro, sin caer en cuenta de la inexistencia operatoria de la mujer en la narración, lo cual se da gracias a la asociación que realiza el cerebro humano, el cual al percibir la existencia de una mano inmediatamente la asocia con la existencia conjunta de una persona, en este caso de una mujer, tan es así que nótese que la denominación de las extremidades superiores de muchos otros mamíferos no cuenta con la denominación de “mano”. Logro indiscutible del autor, aparte del poético desarrollo narrativo puesto de manifiesto en la obra, ante una audiencia de mediados del Siglo XX, sorprendida en su buen entender, por los recursos utilizados por Guillermo Meneses en el relato en estudio.

Tras la utilización de la figura narrativa circularista, necesario es referir que a lo largo del relato no percibimos la existencia operatoria de la mujer, porque desde nuestro punto de vista interpretativo el momento de la muerte de la mujer en ningún momento se precisa cuando ocurre, -sí, ese momento queda en el limbo, por así decirlo,- ya que lo que se relata acerca de la mujer ocurre desde el comienzo de la narración en tiempo pasado.

La mujer y sus desempeños sólo son un recuerdo en la narración, de allí que el protagonismo del relato le corresponde a la mano, que se presenta de manera autónoma: “Un chillido (“¡naciste hoy!”) tembló en el aire caliente mientras la mano de la mujer se sostuvo sobre el muro.” Mano en cuestión, con cuerpo propio respecto a la mujer, así tenemos que “La mano de ella resbaló a lo largo del muro; su cuerpo se desprendió” No es el cuerpo de la mujer el que se desprendió, es el cuerpo de la mano, el que se desprendió. Porque para ese momento allí, no hay cuerpo de mujer. Indicios de que la mujer es parte del pasado, en el relato de tiempo presente, los presentamos a continuación:

“La vida de ella podría pescarse en ese espejo… O su muerte…” He allí el primer indicio lúdico del espacio/tiempo, del cronotopo, utilizado por el autor al conjugar vida o muerte en ese presente, es decir, se presenta la posibilidad de que su muerte en ese presente ya haya ocurrido.

“El hombre hablaba muchas cosas. Antes —cuando entraron en el cuarto, cuando encontró en el espejo los blancos redondeles que eran las gorras de los marineros— murmuró: “En ese espejo se podía pescar tu vida. O tu muerte”.

“(—Tú ahora. Ya. Adiós. Tú ahora. Ya. Adiós. Tú ahora. Ya. Adiós)”

“…Durante muchos años vivió dentro de aquel monstruo que fue fortaleza, almacén, prostíbulo…”

“…y dice cómo el castillo sobre el mar se convirtió en barrio de coitos y cómo la mano de una mujer angustiada puede caer sobre el muro (lo mismo que una flor o una mariposa) y decir en su movimiento “aquí, aquí”, o “adiós, adiós, adiós”.

“Ella nada sabía. Cuando llegó ya existía el presente y lo anterior sólo podía estar en las palabras de un hombre que mirase la pared y decidiese hablar. Ya existía esto. Y ella estuvo en esto. Los hombres jadeaban un poco; echaban dentro de ella su inmundicia. (O su amor)…”

“Dentro del túnel, moviéndose entre las sombras de la existencia, fabricó muchas veces la pantomima sin palabras de la moza que invita al marinero: la sonrisa sobre el hombro, la falda alzada lentamente hasta el muslo y mirar cómo se forma el roce entre los dedos del marino”.

”La noche del encuentro con los tres marinos (si es que fueron tres los marineros) apareció el que decía discursos. Era un hombre raro”.

“Ella nunca recuerda nada. Nada sabe.”.

“Ella miraba todo, como desde el fondo del espejo del cielo…”.

“…Verdad es que ella siempre tuvo un espejo en su cuarto: un espejo tembloroso de vida como una mariposa, movido por la vibración de las sirenas de los barcos o por los pasos de alguien que se acercaba a la cama…”.

“…Todo ello sucedió como si hubiese ascendido hacia la muerte. Por eso, una voz chilló: “¡naciste hoy!” y el hombre dijo: “En ese espejo se podría pescar tu vida”. ¿…………?” -Ojo, en ésta ocasión, la usual y reiterada frase aparece truncada, mutilada. Por primera vez en este párrafo. Obviándose entonces: (O tu muerte)-

“…Las voces de los dos (¿o tres?) marineros ordenaron: “Sube con él”.

“Ante el espejo se miraron. Ella diría que no pisó la escalera, que no caminó frente al bar, que caminaron —todos— las rampas del misterio y atravesaron las puertas que hay siempre entre los espejos”.

“La mujer lo miraba desde el espejo del cielo, alta entre las estrellas su cabeza…”.

(Ontológicamente, desde otra dimensión del espacio, un espacio de materialidad cero, donde no hay posibilidad de operatividad corpórea).

Al referir anteriormente que la mujer ha muerto mucho antes del final del relato, sí es que podemos asumir que el relato en cuestión, por ser circular, tiene final.

Diremos que el marinero, muy a pesar de tener empuñada esa “dualidad que se debate entre cigarrillo-puñal”; y tras de ser presa de un profundo enlunadamiento, por una parte, en ningún momento se plantea que embista con su filosa hoja, contra la mujer y en razón de ello no pudo asesinarla, y por la otra, igual sucede con el caso del personaje del sombrerito ladeado, éste, con todo y que lanzaba chispazos con su revólver, en ningún instante se señala que haya tenido intenciones de apuntar su armamento contra la humanidad de la mujer, incluso no se indica ni se señala, hacia donde apuntaba con su arma y por ello, se torna imposible sostener una afirmación que luciría por demás irresponsable, respecto a que haya disparado contra la mujer, entre otras cosas, porque como ya dijimos anteriormente, la mujer ya estaba muerta, mucho antes de éste párrafo, el cual es uno de los últimos del relato.

Es por todo lo anterior que: “El Muro Debajo de la Mano”, se constituye en una interpretación, que tiene como propósito develar algunos signos que están en el núcleo del excelente relato de Guillermo Meneses: “La Mano Junto al Muro”.

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Con voz Propia

El secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, se pronunció por la ejecución de la Carta Democrática Interamericana (CDI) a Venezuela, un proceso que podría llevar a su suspensión del ente. Los argumentos están contenidos en un contundente informe de 132 páginas en el cual se detalla la existencia de una “alteración del orden constitucional que afecta gravemente al orden democrático”.

Total apoyo a esos planteamientos manifestó el Senado de EEUU que urge al presidente Donald Trump “a que se pronuncie a favor de soluciones democráticas y constitucionales para el callejón sin salida política en el que se encuentra Venezuela”. Dicha Cámara alta pidió al régimen militarista de Nicolás Maduro (NM) la liberación de los presos políticos y proclamó a “respetar los resultados de unas elecciones libres y justas”.

Nos es la primera vez el pronunciamiento de tal naturaleza de congresistas de EEUU. El 5 de marzo de 2003, diputados republicanos de Florida, entregaron al secretario de Estado Collin Powell, una carta en la cual solicitan invocar aplicación de la CDI.

Trump exigió ahora libertad del líder opositor Leopoldo López tras reunirse con su esposa, Lilian Tintori, en la Casa Blanca, a dos días de que su Gobierno impusiera sanciones económicas al vicepresidente ejecutivo venezolano, Tareck Zaidan El AissamiMaddah. Lo acusa de haber facilitado envío de cargamentos de drogas desde Venezuela, además de proporcionar protección a otros traficantes. Por ello se anunció la congelación todos los bienes que posee allá y un veto para su entrada a ese país.

Las mismas decisiones le fueron aplicadas a Samark López Bello, a quien las autoridades estadounidenses consideran testaferro del considerado segundo al mando del régimen militar.

Desde que llegó a la Casa Blanca, Trump ha hablado de la situación de Venezuela, por separado, con los presidentes de Perú, Colombia, Panamá, Argentina y más recientemente con la Presidenta socialista de Chile.

“Un gran problema con Venezuela es un Gobierno que lo está haciendo muy mal”, le manifestó el Presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski, el primer mandatario latinoamericano recibido por Trump en la Casa Blanca.

Nada novedoso en Venezuela, que ahora soporta la hambruna general de su pueblo empobrecido, la aplicación de la CDI. Fue ejecutada a comienzos del siglo XXI, cuando en Caracas se instaló el entonces Secretario General de la OEA, César Gaviria, ex presidente de Colombia.

A un acuerdo llegaron las comisiones de la Oposición y del régimen, en la cual figuraban el diputado de la época NM y el ahora ministro comunal Aristóbulo Isturiz, quien fue desplazado de la vice presidencia por el cuestionado Tareck Zaidan El Aissami Maddah.

“Declaramos que Venezuela necesita el concurso de todos para continuar su camino en paz y en democracia, de modo que cada quien exprese sus ideas, asuma sus posiciones y tome decisión entre distintas opciones que políticamente se le ofrece” fue una de los acuerdos.

Recuérdese que además propició aplicación de la CDI en Honduras.

Para fortuna de venezolanos víctimas de inseguridad física y social del corrupto narco tráfico que comercia con hambre de la población y niega hasta suministro de medicamentos vitales, la Oposición se dejó de vacilaciones y aprobó en el Parlamento respaldo a la aplicación de la CDI.

OEA Chao contigo se ha convertido en consigna del programa televisivo que Isturiz mantiene en canales oficialistas con la lideresa Tania Díaz.

Al MARGEN. Una fecha para el análisis, tanto del Régimen militarista como de la Oposición plural, es la del 11 de abril, de la cual se cumplen 15 años del vacío de Poder con la renuncia de quien nos delegó la situación que hoy padecemos.

jordanalberto18@yahoo.com

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Las plantas, como todos los seres vivos, necesitan alimentarse. Para ello requieren agua, aire y nutrientes minerales; y dentro de estos últimos están los nutrientes esenciales que se agrupan en macro y micronutrientes. La razón para esta separación es que los macronutrientes (nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio y azufre) son requeridos en cantidades relativamente grandes, por ejemplo: pudiéramos decir que en promedio se deben aplicar 120 kg de nitrógeno (N) por hectárea cultivada (excepto en especies leguminosas), lo que para 1.000.000 de hectáreas significa aplicar 120.000 toneladas de N, equivalentes a más de 260.000 toneladas de urea. Por otro lado, los micronutrientes (hierro, cobre, manganeso, zinc, boro, molibdeno y cloro) son requeridos en cantidades relativamente pequeñas, por ejemplo: pudiéramos decir que en promedio se deben aplicar 150 gramos de zinc (Zn) por hectárea cultivada, lo que para 1.000.000 de hectáreas significa aplicar 150 toneladas de Zn, equivalentes a unas 370 toneladas de sulfato de zinc. Es decir, se necesita aplicar 703 veces más urea que sulfato de zinc para cubrir, en promedio, los requerimientos de un cultivo en esos dos nutrientes.

Por supuesto, todos esos nutrientes tienen la misma importancia para las plantas, ya que la insuficiencia de cualquiera de ellos puede causar anormalidades en el crecimiento y rendimiento de las diferentes especies vegetales. Sin embargo, por la magnitud de sus necesidades, los macronutrientes son más importantes que los micronutrientes desde el punto de vista comercial, por lo que generalmente cuando nos referimos a los fertilizantes se habla de aquellos que contienen macronutrientes. Venezuela tiene inmensos recursos para producir fertilizantes a base de nitrógeno, fósforo (P), calcio (Ca) y azufre (S); pero una ausencia total de potasio (K), ya que parece ser que todos los yacimientos importantes de silvita y silvinita están localizados en el hemisferio norte del planeta, con excepción de algo de silvinita en Brasil. Así mismo, hasta ahora no se han localizado depósitos importantes de magnesio en el país, más allá de las minas de roca caliza dolomítica que tienen un tenor relativamente bajo en este elemento.

Sobre la base de los recursos disponibles en el país, en 1953 se crea la industria petroquímica nacional que pasa a Instituto Venezolano de Petroquímica (IVP) en 1956, para comenzar la producción interna de fertilizantes utilizando gas natural y roca fosfórica, elementos fundamentales para la producción de fertilizantes nitrogenados y fosfatados respectivamente y además, muy abundantes en el país. Los fertilizantes a base de potasio y de micronutrientes se importaban desde que comenzó la industria nacional.

A pesar de que Venezuela tiene una capacidad potencial de producción de fertilizantes nitrogenados y fosfatados bastante grande, es muy desalentador ver como la producción real ha venido disminuyendo progresivamente por problemas en las plantas productoras, especialmente falta de mantenimiento oportuno y escasez de materia prima, como es el caso del suministro insuficiente de gas natural a las plantas que sintetizan amoníaco y las limitaciones que se están originando en el suministro de roca fosfórica a la planta de Morón, desde las minas de Riecito en Falcón.

Así, para el año 2004, Venezuela llega a tener una capacidad potencial de producción de abonos nitrogenados de 2.510.000 toneladas, que representa el 32% de la capacidad de producción de toda Latinoamérica, pero ese año solamente se produjeron unas 370.000 toneladas, lo que representó aproximadamente el 15% del potencial de producción. Ese mismo año, solamente se llegó a procesar 350.000 toneladas de roca fosfórica micronizada para producir ácido fosfórico, fosfato diamónico especial (conocido en el mercado como DAPITO), y roca fosfórica parcialmente acidulada (conocida en el mercado como Superphosfertil), cifras que están muy por debajo de la capacidad potencial de producción de fertilizantes fosfatados. Esto ha motivado a que en la actualidad más del 40% de los fertilizantes comercializados en el país sean importados.

Es absurdo que esa capacidad instalada y esos recursos: aire (con más de 70% de nitrógeno) y gas natural para la síntesis de amoníaco (NH3) que es el precursor de todos los fertilizantes nitrogenados; y roca fosfórica, en cuyos yacimientos tenemos recursos inferidos por más de 2.600 millones de toneladas, que cubrirían nuestra demanda actual por P2O5 durante más de 1.600 años; no se estén utilizando para producir más fertilizantes N-P-K y podamos dejar la dependencia de costosas importaciones que solo quedarían limitadas a fuentes de potasio.

A partir del año 2006, todas las funciones de producción, importación y distribución de los fertilizantes en el territorio nacional pasan a la responsabilidad de PEQUIVEN, empresa que conjuntamente con el Ministerio de Agricultura y Tierras y otros organismos del sector oficial, estiman las necesidades anuales de fertilizantes según las áreas a sembrar programadas para cada cultivo.

Quizás una de las causas de las ventas limitadas de fertilizantes en el país, que últimamente se han estabilizado en unas 800.000 toneladas por año, y de la mala práctica de la fertilización de los cultivos, sea la forma en que esos organismos oficiales estiman las necesidades de estos productos para los programas agrícolas. En mi opinión, el criterio básico que priva en este caso es que se utilice la menor cantidad posible de fertilizantes en la agricultura. En los años recientes, para cereales (arroz, maíz y sorgo) que son los mayores consumidores de estos insumos, se ha establecido la dosis única e insuficiente de 200 kg de fórmula 10-20-20 CP para ser aplicada en todos los sistemas suelo-planta-clima del país, que son tan diferentes. Esto obedece a que siendo un insumo muy subsidiado y ser importado en más de un 40%, se convierte en una carga para el estado, por lo tanto, se debe ahorrar. Pero lo insólito por irracional, lo absurdo, es que se quiera ahorrar en función de un pésimo uso de los fertilizantes. Esto desvirtúa cualquier recomendación que quiera hacerse para mejorar la práctica de fertilización de cultivos en el país.

Por supuesto, lo anterior anula todos los esfuerzos que puedan realizarse para hacer de la fertilización una práctica ajustada a los avances tecnológicos actuales. Con esas condiciones de distribución y oferta de los fertilizantes a los agricultores no tiene sentido realizar análisis de suelos, ni de tejidos, ni se requieren programas de fertilización específicos para sistemas suelo-planta-clima específicos. Además, es absurdo que con tantos recursos naturales e industriales, nuestros agricultores aún no dispongan en sus fincas de los fertilizantes requeridos para el ciclo de secano de este año 2017.

Marzo de 2017.

pedroraulsolorzano@yahoo.com

www.pedroraulsolorzanoperaza.blogspot.com

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Sin duda alguna, una de las expresiones que ha cobrado su más claro, contundente, evidente y trágico significado es el que califica como “hijos de la calle” a niños desamparados, productos de la violencia, del abandono familiar, de la indiferencia de las instituciones y de la anomia agresiva que se ha posesionado de Venezuela y cuyos hechos conocidos “antisociales” ocupan la página de sucesos de algunos medios de comunicación.

No produce alivio alguno conocer que los protagonistas del infausto suceso que encontró como víctimas a efectivos militares, fuera de servicio, serán sometidos a medidas de protección o –peor aún- a privación de libertad hasta por 10 años. Pero de inmediato, ¿qué ocurrirá?; ¿tendrán asistencia psicológica y ayuda social?; ¿habrá alguna institución que vele por la recuperación y reinserción social de los niños y adolescentes que han incurrido en graves transgresiones y actos calificados como punibles?; ¿se han determinado las causas de las acciones violentas?

El trágico suceso de Sabana Grande no solo debe ser investigado y analizado por especialistas en la materia, sino debe constituirse en momento de arranque de un verdadero plan de rescate de las bandas infantiles o juveniles que operan en Caracas, fuera de los objetivos concretos de instituciones del Estado y solo motivo de preocupación por parte de grupos de acción social de la Iglesia.

Sobre el caso de las muertes ocasionadas con aparente lujo de violencia es necesario, de una parte, determinar cómo ocurrieron en realidad los hechos y el comportamiento de víctimas y victimarios y, de otra parte, dejar en claro que una tragedia como esta señala con su índice acusador a una sociedad indiferente y a unos órganos del Estado que solo se han ocupado en inventar nombres de operativos y despachos oficiales con misiones imposibles.

No se puede ocultar la existencia de bandas infantiles y juveniles que operan con absoluta impunidad, al igual que las bandas adultas constituidas para traficar con drogas, secuestrar y, llegado el caso, matar como afirmación del poder que se adquiere de facto entre los miembros del grupo. Pero esta es solo una cara del problema.

Los niños de la calle no están en la nómina del “Vice-ministerio de la Suprema Felicidad del Pueblo”, que debe contar con no pocos burócratas. Están incorporados -eso sí- a la lista que nadie quiere leer de los seres más débiles y sensibles que han sido abandonados por la conciencia colectiva y por la indolencia de un Estado que nada ha hecho por ellos, salvo propiciar una ley que nadie lee y que solo se aplica con efectividad para manipular amparos escolares o para utilizar a los niños y adolescentes como instrumentos de cambio o trofeos de disputas familiares.

Los niños que deambulan por nuestras ciudades constituyen, sin más, el crudo testimonio de una sociedad sumida en el caos moral que simplemente demanda instituciones fortalecidas como la familia, siendo una de sus consecuencias la nota común de los seres más desprotegidos que han hecho de la calle su razón de vida y cursan, a marcha forzada, la carrera de la delincuencia.

aas@arteagasanchez.com

El Nacional

27 de marzo de 2017

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Lester L. López O.

Apreciación de la situación política # 101

Más frecuentemente de lo necesario, nos preguntamos la mayoría de los venezolanos a que juega la sociedad política de nuestro país. Tanto el gobierno como la oposición actúan de manera incomprensible, o al menos, difícil de entender, frente a las angustias que agobian a la mayoría de la población quien solo aspira a una vía de solución a sus problemas sentidos que cada día se profundizan un poco más, ante lo que parece la mirada indiferente de ambos factores políticos.

La Asamblea Nacional ya está por convertirse en una tribuna de oradores con poca eficacia política en sus acciones. Un grupo de partidos políticos de la oposición busca apoyo internacional, incluyendo la aplicación de la Carta Democrática en nuestro país por parte de la OEA, pero cuya aplicación no está completamente clara en su alcance o hasta donde debe aplicarse, lo que crea una mayor incertidumbre en sus posibles resultados. Otros partidos decidieron asumir “el reto” de legitimarse con las condiciones inconstitucionales impuestas por las rectoras del CNE, algunos lo lograron y otros quedaron en la picota. Mientras tanto, la nueva MUD nacional reestructurada, aún no ha realizado un pronunciamiento oficial de cuál será su rumbo político para salir del gobierno, aunque no es difícil deducir que es exigir las elecciones pendientes para este año y las presidenciales el próximo diciembre del 2018. El asunto es que no lo dicen.

La actuación del gobierno es más clara en teoría: mantenerse en el poder como sea, dividir y distraer a la oposición y “candelita que se prende, candelita que se apaga”, y no se puede negar que han tenido éxito. Pero si llama la atención que el propio régimen con sus actuaciones propicia las candelitas y hasta se balancea en la cuerda floja.

A la nueva guerra de la escasez del pan, ahora atribuida a los panaderos que no importan la harina, sino que la obtienen del propio gobierno, le suman la escasez de gasolina en las principales ciudades del país, siendo la excusa que existía mar de leva y los tanqueros no podían aproximarse de manera segura a los puertos de distribución, obviando el hecho de que es gasolina importada pagada en dólares cuando, antes de esta tragedia de revolución, se exportaba. Por supuesto que las candelitas se prendieron en diferentes partes del país, pero la propaganda oficial, la autocensura de los medios y la oportuna intervención de algunos colectivos impidieron que se quemara la pradera, pero ¿Hasta cuándo podrán controlar estas situaciones?

No contento con esto, el régimen ordena una extraña operación de acampamento de 60 militares del ejército en territorio colombiano alegando que era territorio venezolano, cuando los entendidos de la materia sabían que no era así. La reacción del gobierno colombiano no se hizo esperar y al final las tropas venezolanas tuvieron que regresar por órdenes del propio comandante en jefe sin explicación alguna ¿Qué pretendía el régimen con este tipo de acciones de provocación internacional?

La aplicación de la Carta Democrática por parte de la OEA, al régimen, lo tiene incómodo y ya anunciaron medidas en su contra, pero deben saber, o percibir, que la opinión internacional le es desfavorable y ejerce más presión de lo que suponían, a tal punto, que tuvieron que solicitar ayuda a la ONU para el abastecimiento de insumos médicos y medicinas para el país, lo que no es más que un reconocimiento a que efectivamente existe una crisis en el país y que la guerra económica la están perdiendo.

Mientras tanto el pueblo, como mirones de palo, seguirá viendo el juego de la candelita o el de la cuerda floja, hasta que decida que con ninguno de los dos gana.

@lesterllopezo 26/03/17

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Carlos Raúl Hernández

Los pronosticadores y adivinos tienen material para los siguientes 21 meses, a ver qué descubren en esta política congelada. Incertidumbre. No hubo elección de gobernadores en 2016, y después de una ristra de triunfos electorales, se apagaron los faroles y se encendieron los lirios. En un mundo normal, este año debieran hacerse, el próximo las presidenciales, pero el gobierno camina hacia atrás con la cabeza torcida hacia adelante. ¿Decidirá no contarse en elecciones burguesas porque su poder es una emanación revolucionaria irrevocable y trascendente? ¿Es posible que Venezuela sea Cuba dos? ¿Al contrario, irá con mega-elecciones en 2018? ¿Será Maduro u otro candidato, Cabello o Istúriz? ¿Se lanzará Lorenzo Mendoza en este momento de juegos abiertos y vacío político? ¿Cuáles son los alcances de una eventual sanción de la Carta ¿Democrática Interamericana?

El socialismo desestima el dolor humano requerido para conquistar el paraíso. Para el brillante psicótico Maurice Merleau-Ponty en su libro Humanismo y terror de 1946, no importaban los millones de muertes en el estalinismo. Ni la miseria infernal, los gulags y el encierro de la revolución en una cortina de hierro, su aislamiento feroz. Todo lo justificaría el sueño esplendoroso de la sociedad justa, el socialismo futuro. Al final de la Historia, los sufrimientos habrían sido los ladrillos para construir la Justicia, lo que Lacan denomina “ética del juicio final”. ¿Vale eso hoy cuando las promesas revolucionarias terminaron en amasijos de escombros y fracasos retorcidos, narraciones siniestras, derrelictos cubiertos de azules cucarachas de mar? Como Stalin, Castro mantuvo el poder con la excusa de “la agresión imperialista”, “el bloqueo” y la expulsión de la OEA que le permitieron encerrarse y aislarse.

Aplicación que nunca se aplicó
El año pasado con motivo del debate en la OEA, el Secretario General Almagro anunció iniciada la aplicación (como una pomada) en Venezuela de la Carta Democrática Interamericana, cosa que no fue cierta. Según afirma ahora Almagro, en esta segunda vez sí será verdad y por doquier la ingenuidad se frota las manos. Pero la Carta no autoriza a la comunidad americana –que tampoco cuenta con fuerzas disuasivas– para intervenir ningún país, aunque dos tercios de la Asamblea de Cancilleres pueden expulsarlo de su seno y aislarlo como favorece al totalitarismo. A la polémica y confusa salida de Hugo Chávez de la Presidencia de la República en abril 2002, una cómoda mayoría bolivariana del organismo interamericano, en uso de la Carta exigió restablecer el esquema constitucional de inmediato, al tiempo que el poder disidente por su cuenta se desmoronaba por conflictos internos. La experiencia duró poco más de 48 horas.

Nada tuvo que ver la Carta pero apareció asociada al regreso de Chávez sobre los hombros del general Baduel. No hubo tiempo de sanciones. En Honduras (2009) el Tribunal Supremo y el Congreso destituyen a Manuel Zelaya conforme dictaba el mandato constitucional, lo que la mayoría bolivariana de la OEA llamó golpe de Estado y expulsó al país. Y el resultado fue inane, a pesar de que se aplicó a fondo. Los poderes legítimos de Honduras mantuvieron su decisión por bastante tiempo sin atender al dictamen, hasta que completaron el proceso electoral y escogieron un nuevo Presidente. En Paraguay (2012) los poderes también eyectaron constitucionalmente al Presidente Fernando Lugo. De nuevo quisieron forzar su restitución en el cargo, pero como en Honduras el intento no tuvo resultado.

País castigado gobierno impune
Los pequeños Honduras y Paraguay ignoraron a la OEA que tiene pegada de niña, porque carece de cuerpos coactivos, como Cascos Azules. Solo recurre a declaraciones políticas, expulsiones, que en casi todo el mundo han sido contraproducentes. Cuba, Irak, Corea, Irán, Siria, demostraron la inutilidad incluso de sanciones económicas ¿Aislar a Venezuela de la comunidad regional impediría o estimularía un riego totalitario y posiblemente una situación social como la de Haití? Al Assad recibió amenazas rudas y plomo enviado por EEUU, Alemania, Francia, Gran Bretaña y otros países, y hoy paradójicamente recuperó control sobre casi todo el territorio nacional, al costo de haberlo convertido en un reino espectral de ciudades derruidas. Conduce Siria a la Edad de Piedra sin que nadie se lo pueda impedir.

Almagro vuelve a trastabillar al proponer elecciones presidenciales en treinta días, un favor para el gobierno que le permite desarmarlo fácilmente por inconstitucional. Dos tercios podrían expulsar al país, de acuerdo con el artículo 21 del reglamento, una terrible noticia para la sociedad, no tanto para el gobierno. Si rechazan la propuesta del secretario general, lo dejan mal colocado para el desempeño de sus funciones y sería un triunfo de Maduro. Si se aprueba la primera fase, lo contenido en el artículo 20, que requiere dieciocho votos, se impone el avenimiento, conversaciones y negociaciones de las partes, –cosa que hasta ahora factores del gobierno y de la parte de la oposición con mal de rabia no se cansaron de maldecir– en vías de volver orden. A tragarse de nuevo las boberías, hacerse amigos del diálogo y emprenderlo esta vez con seriedad y ayuda de expertos internacionales.

@CarlosRaulHer

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