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Opinión

El país se nos está yendo por los rincones. Noticias, experiencias cotidianas, anécdotas y vivencias sorprendentes, llenan de ejemplos esto que los venezolanos dan en llamar “tiempos que nunca habíamos vivido, o cosas que nunca nos habían pasado”.
Ante la magnitud del deslave social, del derrumbe de la economía, del autoritarismo ramplón y cínico con el cual el gobierno responde a una realidad que se le ha vuelto adversaria, todos necesitamos respuestas, urgentes salidas. Por ello, cuando no las escuchamos, o nos parecen que no son suficientes para dar al traste con todo esto, algunos se lanzan a la desesperanza, insultan por las redes sociales o por donde puedan expresarse, y se quejan como el pasivo de la pareja que espera que el otro resuelva.
En materia de alternativas o respuestas ante la crisis, el gobierno, obviamente, no las tiene. Su discurso divorciado del país es cada vez más para sus audiencias internas. Es un diálogo de sobreviviente, de una cúpula a la que le importa un rábano lo que puedan estar pensado de ellos el resto del país. Solo están pendientes de los poderes fácticos, esos de los que dependen, a los que están aferrados para no tener que pasar por el doble trámite de rendirle cuentas al país y pagar políticamente por ellas. Ellos llegaron a un punto de no retorno, por lo tanto el futuro está en nuestras manos.
Cuando se escriba con sosiego la historia de esta tragedia, seguramente asistamos a un ejemplo fascinante del clásico de la teoría del caos. Movimientos imperceptibles, casi irrelevantes, van acumulando consecuencias que nadie logró prever. ¿Recuerdan el aleteo de la mariposa? Resultado, una intrincada madeja que cada actor percibe desde un ángulo tan distinto que es incapaz de coordinarse con su aliado actual, o antiguo, haciendo del gobierno esa Torre de Babel que primero paraliza sus acciones y después se precipita al suelo.
Pero, mientras el gobierno se ocupa de su irresoluble acertijo, el país continúa cuesta abajo y sin freno. Difícil no prever algún tipo de choque o colapso. Acto extracotidiano donde parecerse o no a lo que dicen los especialistas (estallido, revuelta, golpe, etc.) es un detalle que solo conoceremos cuando ocurra. ¿Qué hacer mientras tanto?
Ante semejante incertidumbre quizás lo mejor sea comenzar definiendo lo que no se debe hacer, como primer paso para saber lo que habrá de hacerse. Para orientar los “no es” digamos que hay que evitar aquello que está esperando el gobierno, lo que les conviene de nuestras acciones, lo que los fortalece. Teniendo ellos la fuerza, pues todo lo que sea confrontación y enfrentamiento puro y simple, violencia o su amenaza, para ser exactos, es lo que les conviene. Adicionalmente, a la oposición le perjudica aquello que mella sus activos, es decir, el favor del pueblo.
Dicho así, en este momento, porque todo en política como en la vida puede cambiar, las salidas que apuesten por la fuerza, la insubordinación, la rebeldía en cualquiera de sus formas prácticas parece inconveniente para la oposición y por una sola razón: ellos tienen el poder de la violencia y obviarlo o desconocerlo es simplemente suicida.
Por su parte, lo único que tiene la alternativa democrática, la oposición, es la voluntad del pueblo, su apoyo. Cuidar el activo que se tiene es la pieza más importante del rompecabezas.
Lo segundo que el gobierno no tiene son ideas, o peor aún, no tiene forma de tomar las decisiones que hacen falta. Las ideas, como algunas otras cosas, se pueden comprar. Los brutos pueden gobernar y hacer un buen gobierno, si tienen tino para escoger las ideas de otros. Pero esta más que visto que este gobierno está inhabilitado para hacer lo que corresponde, lo mínimo que dice el manual. Y aunque el país entero le adjudica a la idiotez la ausencia de respuestas del gobierno, no hay que perder de vista la parálisis de la que son víctimas, por culpa de los intereses que lo atraviesan de arriba abajo (en el sentido de estatus) y de izquierda a derecha (en el sentido ideológico).
El gobierno está atrapado y no va a soltarse, no va a enmendar justo después de tres largos años en los que no pudo hacer lo que pudo haber hecho si el gobernante hubiese tenido valor de explicarles a sus partidarios, a los poderes que lo rodean y a todos en general que el legado ya no servía, que eso medio funcionó para alimentar una ilusión mientras el barril de petróleo estaba por la estratosfera, pero que en el mundo que a él le tocaba administrar, el legado del “comandante” no servía para nada. Pero está visto, el dicho siempre se cumple ¿con qué se sienta la cucaracha, si no tiene?
Imposibilitado de levantar la más mínima esperanza, el desastre y su fin están a la vuelta de la esquina. Pero, para que ello sea cierto, la oposición tiene que ser una opción, no solo porque sabe cómo solucionar el inmenso problema en el que estamos metidos, sino que debe ser una posibilidad política para los que adversamos al régimen y, lo más importante (que nunca van a entender nuestros radicalosos), también tiene que serlo para los de la acera de enfrente.
Igual como el chavismo cavó la tumba de su inviabilidad tratando de desconocer a 30% o 40% de venezolanos atorrantes y contrarios a sus fantasías del siglo XXI, hoy tampoco será posible lograr una transición, un cambio de gobierno y un desenlace de nuestros problemas económicos y sociales, si el 30% que aún es chavista, o que “odia a la oposición” no puede ver un futuro donde ellos sobreviven y caben en el país, pensando tal y como piensan.
¿Qué significa eso? ¿Sentarnos en la acera hasta ver pasar el cadáver del gobierno? No. ¿Salir a la calle a protestar y generar un caos, hasta que alguien (que suponemos no está en la calle) le dice al gobierno que se vaya? Tampoco.
Hace falta un poco de todo, un sabaneado, un paso atrás y dos adelante, mantenerse en la senda de que las cosas cambien por el diálogo y la convocatoria a elecciones, para entonces definir el juego. Aquí nadie tiene la fuerza para imponérsele al otro. Si es cierto la terrible conseja que el señor Norberto Ceresole le metió en la cabeza al gobierno en su momento y que constituía la dupla indivisible para la gobernabilidad sin instituciones (pueblo y Fuerza Armada), pues hoy unos tienen una parte y otros la restante.
Se espera que en las próximas horas el Tribunal Supremo de Justicia dicte una sentencia que puede hacer que el juego se redefina. Puede que incluso para cuando se lean estas líneas haya tenido lugar lo que los radicales de allá creen que será su salvación. Si se les ocurre inhabilitar el referéndum revocatorio, darle un palo a la lámpara, solo se acelerarán las cosas, el gobierno habrá cometido su principal error, pero cruzando los dedos y ligando que nosotros lo emulemos, que también le demos una patada al tablero y dejemos entonces de ser la esperanza y la opción para reconstruir el país.
Vienen tiempos aún más difíciles que los que hemos vivido. Si la cordura y la sensatez democrática se mantienen de nuestro lado, como hasta ahora, ténganlo por seguro, llegaremos a buen puerto.
Fuente: http://www.el-nacional.com/luis_pedro_espana/patea-primero-tablero_0_938...

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El descubrimiento de América y el del paso hacia las Indias Orientales a través del Cabo de Buena Esperanza son los dos acontecimientos más grandes y más importantes registrados en la historia del género humano.
Adam Smith (1723-1790)
Nuestros maestros y maestras de aula viven cada año el desconcierto de una fecha histórica bajo el signo de la polémica. Que si fue un “descubrimiento”, o el “día de la raza”, o más bien un “encuentro entre mundos”, o el “día de la resistencia indígena”, o la posición más radical, de quienes pregonan la tesis de los “no descubiertos”. En realidad estas categorías y términos lo que han hecho es encubrir, bajo el manto de la ideología y la propaganda política, un proceso histórico fundamental en el devenir de la historia del mundo.
1492 representa el reconocimiento mutuo de un mundo escindido hasta ese entonces. Y como bien dice Paolo Emilio Taviani (1912-2001), uno de los principales estudiosos de la gesta colombina: “el mundo sufrió un alargamiento positivo, no sólo geográfico, sino también, científico y cultural”. El mundo, la historia, sufrieron una aceleración nunca antes vista que permitió que pueblos y culturas de geografías tan diversas pudieran interactuar. Esa es la grandeza de 1492 más allá de la exaltación o demonización de un hombre como Cristóbal Colón.
Otra tentación persistente, es la de reducir el año de 1492 a una celebración interesada por parte de algunos conglomerados nacionales. Los desfiles en torno al triunfo de la “civilización” sobre la “barbarie”, o de la cultura sobre la ignorancia. La gran Europa civilizando a una América en condición de nimiedad. Cuando en realidad, como dice J. H. Elliot (1930), ambos continentes se influyeron, aunque esto no haya significado una relación fundada en el entendimiento y la complementariedad. Para un botón hay que señalar que toda la plata y el oro americano que fue extraído violentamente hacía Europa, permitió financiar el capitalismo europeo y la aparición de las grandes potencias mundiales como Holanda, Francia, España, Portugal e Inglaterra.
También representa una media verdad los intentos por reducir 1492 a una fecha oprobiosa bajo los condicionantes de la conquista, saqueo, genocidio y colonización. Lamentablemente la historia humana, en su vertiente negativa, representa tanto al horror como a la infamia, y en el “descubrimiento” de América, todas estas anomalías se padecieron. Algo que de paso lamentamos por las víctimas pero que es recurrente entre todos los pueblos y culturas. El sólo pensar que los autóctonos de América, antes de la llegada del europeo, vivían ausentes de conflictos, guerras, esclavitudes y actos inhumanos, es un acto de ingenuidad e ignorancia.
Este tratamiento maniqueo e interesado, acerca de 1492, ha puesto sobre tan crucial fecha histórica, un manto de incomprensión que ya es necesario atajar, sin que ello implique dejar de ventilar sus más diversas consecuencias e implicaciones.
Director del Centro de Estudios Históricos de LUZ
@lombardiboscan
Fuente: http://www.talcualdigital.com/Nota/133616/la-grandeza-de-1492

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Hay a mi juicio dos errores que he venido señalando en recientes publicaciones con respecto a las posiciones asumidas por algunos miembros de la oposición en Venezuela. El primero dice que la acción política depende de la definición del régimen. El segundo afirma que la MUD está obligada a tener un plan B en el caso de que fracase el RR16.
Comencemos, como es natural, por el primero. Si definimos al régimen como dictadura, afirman no pocos, será necesario pasar a la resistencia y a la desobediencia civil. Solo si no es dictadura hay que asumir una línea institucional y democrática. Desde el punto de vista de la lógica formal, un razonamiento correcto. El problema es que la lógica de la política no es formal.
El curso de la política depende no tanto de definiciones “duras” sino de caracterizaciones periódicas (otros las llaman, análisis de coyuntura). La diferencia entre una definición y una caracterización es en este caso importante. Una definición, determina. Una caracterización, describe.
Y bien, a diferencia de la física mecánica, la política depende más de descripciones que de determinaciones. Más todavía si se tiene en cuenta que en todo el mundo han aparecido regímenes autoritarios que no son dictaduras totales (como fueron las militares sudamericanas del siglo XX) ni totalitarias (como eran las dictaduras comunistas o como son hoy las de Cuba y Corea del Norte). El régimen chavista o madurista está lejos, como creen muchos venezolanos, de ser un fenómeno demasiado original.
Ahora bien, en dictaduras totales y totalitarias no hay espacios democráticos. Tampoco es posible la existencia de una oposición políticamente organizada, como sucede en Venezuela. Espacios y oposiciones que por supuesto no son un regalo del régimen. Dichos espacios han sido conquistados por la oposición. En la realidad venezolana, negar esos espacios sería lo mismo que negar las conquistas alcanzadas por la oposición.
Habría que ser muy obtuso para negar que la oposición ha arrebatado espacios al régimen. La oposición, cada vez más grande, ha impedido que Venezuela sea, como es el propósito del régimen chavista, otra Cuba.
En Venezuela, además de poseer alcaldías, gobernaciones, la AN y otros reductos, la oposición es mayoría hegemónica. Esa hegemonía si bien no es ejercida (todavía) en el Estado, sí lo es dentro del marco que los sociólogos llaman “sociedad civil”, es decir, en esa suma de múltiples organizaciones no gubernamentales, partidos políticos, sectores religiosos y representantes del mundo de la cultura.
No por último, así lo demostró el 1-S, las calles de las grandes ciudades pertenecen a la oposición. Y por si fuera poco, gracias al nombramiento de Baltazar Porras como Cardenal (la deuda política de los demócratas con el Papa Francisco es grande en ese punto) el cristianismo opositor ejerce su hegemonía dentro del pueblo cristiano, rasgo que acerca aún más a Venezuela a la experiencia vivida durante la Polonia de Solidarnosc.
Las tareas que ahora corresponden a la oposición tienen que ver, evidentemente, con la extensión de su hegemonía desde la sociedad civil hacia el aparato del Estado, incluyendo al estamento militar. Y bien, ese es justamente el sentido del RR16: desarrollar un movimiento político y social cuya culminación debe ser la conquista de un orden político plenamente democrático. Pero a la vez -así lo han formulado los principales dirigentes de la MUD- es imposible alcanzar ese nuevo orden utilizando formas de luchas no democráticas. Por eso la ruta ya ha sido trazada: es constitucional, es democrática, es pacífica y es electoral. Podría agregarse también: es social y es popular.
¿Y si mediante el uso los aparatos judiciales y militares que controla, el régimen logra de todas maneras obstruir (o destruir) el camino hacia el RR16? ¿Tiene la MUD un plan B?
El famoso Plan B. Ese es el segundo error. Un error que como muchos, parte de una premisa errada. Esa premisa es la siguiente: la de que el RR16 corresponde a un plan. Lo que no siempre se tiene en cuenta es que la acción política no está sujeta a planes diseñados por arquitectos encerrados en sus oficinas. La realidad ha mostrado permanentemente lo contrario. Nunca los grandes acontecimientos históricos han ocurrido de acuerdo a un plan.
El RR16 no solo no es un plan. El RR16 es un movimiento social y político configurado alrededor de un medio y un objetivo de lucha surgido desde el interior de la MUD como resultado de largas (quizás demasiado largas) discusiones.
El RR16 es un movimiento en cuyo interior coexisten muchos planes los que se van haciendo y deshaciendo –cometiendo errores y rectificando, como debe ser- en la medida en que los acontecimientos se van desencadenando.
¿Quiere decir entonces que si el régimen logra destruir la alternativa revocatoria destruiría al movimiento revocatorio? Así sucedería si las luchas democráticas terminaran en el RR. Por eso no está de más repetir que el RR16 surgió no solo como un fin sino también como un medio: un medio para alcanzar la democracia. Eso supone que, aún sin el RR16, la lucha asumiría otras fases y otras formas que solo pueden ser entendidas y continuadas a partir del éxito o “asesinato” del RR16. Tal vez hay que explicar ese último punto; es fundamental.
Cualquier medio, cualquiera maniobra o trampa que use el régimen para impedir el RR16 es inconstitucional. Visto así, la lucha por el RR16, en caso de que el régimen rompa definitivamente de modo explícito, abierto y público con la Constitución, se transformaría de inmediato en una lucha por la defensa, no solo del RR, sino de toda la Constitución. A partir de ese momento las luchas democráticas alcanzarían una nueva cualidad: además de democráticas, serían constitucionalistas. No se trata de un simple detalle.
Cualquier historiador puede demostrar sin esfuerzo que los grandes movimientos de transformación política habidos en América Latina, desde la Revolución Mexicana, pasando por la Revolución Cubana –antes de que los Castros entregaran el país al imperio soviético- hasta llegar al plebiscito chileno, han sido en sus orígenes movimientos constitucionales y/o constitucionalistas.
En cierto sentido el RR16 es para el régimen un puñal de doble filo: si acepta el RR16 “puede perder” acatando el mandato constitucional (salida honrosa). Si no acepta el RR16 “debe perder” (salida deshonrosa), pues así se habrá convertido, no frente a la oposición sino que ante sí mismo, en una dictadura total.
¿Habrá llegado entonces la hora de la desobediencia civil? Depende de lo que entendamos por ese término.
Cuando la ciudadanía lucha por el restablecimiento de la Constitución frente a un régimen que la viola, la lucha ciudadana asume una nivel que puede ser calificado como de desobediencia. En ese sentido, toda la lucha que viene librando la MUD junto a amplios sectores de la ciudadanía a favor del RR16, es y ha sido desde el comienzo, desobediente y civil. Hablar de desobediencia civil como otra fase diferente de lucha sería en este caso una simple redundancia. El RR16 es desobediencia civil.
Ahora, con respecto al tema de las formas concretas que deberán asumir en el futuro inmediato las luchas democráticas venezolanas, nadie puede predecirlas de antemano. Mucho menos desde la distancia. Es por eso que en este artículo solo me he limitado a precisar algunos términos de uso corriente en la teoría y en la práctica política, aplicadas al ejemplo venezolano. Es solo una forma modesta de colaborar con una causa legítima, legal y justa.
Fernando Mires
Fuente: http://polisfmires.blogspot.com/2016/10/fernando-mires-venezuela-dos-err...

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Es sumamente preocupante la situación por la que viene atravesando la economía venezolana durante los últimos tres años. Numerosos economistas han venido alertando sobre las consecuencias adversas de las políticas vigentes, planteando la necesidad de modificarlas. El cúmulo de desaciertos ha acarreado un aumento abrupto de la pobreza, una caída del producto, mayor desempleo, desabastecimiento, malnutrición y muertes que podrían evitarse si se dispusiera de medicamentos y equipos médicos apropiados. Lamentablemente, el Gobierno Nacional no ha tomado en cuenta las observaciones de los profesionales de la economía y se niega a rectificar sus políticas.
Concernidos por el deterioro en las condiciones de vida de los venezolanos, la Academia Nacional de Ciencias Económicas (ANCE), en unión de calificados economistas provenientes de otras instituciones y áreas de trabajo profesional, ha propiciado un interesante intercambio de ideas sobre cómo superar esta situación y generar condiciones que redunden en un crecimiento sostenido con equidad. Esta discusión ha forjado consensos básicos en torno a la naturaleza de los problemas a afrontar y respecto a los lineamientos principales de un programa para la reconstrucción de la economía venezolana. En particular, hay coincidencia en la necesidad de derrotar cuanto antes la inflación y reactivar el aparato productivo para poder abastecer al mercado doméstico, sustituir importaciones y generar empleos bien remunerados. Los objetivos generales de política para ello son bastante claras al respecto:

  1. Sanear las cuentas fiscales, reduciendo drásticamente los déficits y, con ello, su financiamiento monetario, para abatir la inflación;
  2. Unificar el tipo de cambio en torno a sus valores de equilibrio real y en condiciones que permitan la libre transacción de divisas con el fin de superar la severa restricción externa que tiene ahogada la economía doméstica;
  3. Contratar importantes magnitudes de financiamiento externo para solventar la insuficiencia de divisas por la caída en los precios internacionales del petróleo, y poder cubrir la brecha de importaciones y cumplir con los compromisos externos de la nación;
  4. Desmantelar el cúmulo de controles y regulaciones que han asfixiado a la actividad económica interna, posibilitando la liberación y aprovechamiento cabal de sus capacidades productivas, fuertemente menoscabadas actualmente;
  5. Consolidar un marco institucional que afiance los derechos de propiedad, permita la oportuna y eficaz resolución de controversias, promueva la competencia interna, asegure los derechos laborales y de los consumidores e instaure un clima de confianza que haga a la economía venezolana un ámbito favorable al emprendimiento y la inversión.

Pero al abordar tales lineamientos, quedan interrogantes en torno a una variada gama de aspectos por no contar con información oficial al día, en virtud de la irresponsable decisión del Banco Central de Venezuela y de otros organismos estatales proveedores de datos estadísticos de no publicarla. Ello mantiene a la población en ascuas respecto a qué pueden esperar hacia el futuro, dificulta el análisis profesional de estas perspectivas y enturbia las posibilidades del cálculo económico acertado para la toma correcta de decisiones por parte de actores públicos y privados.
En lo atinente a la rectificación del conjunto actual de políticas, la falta de información oficial dificulta conocer la magnitud de las brechas y de los problemas a superar, la capacidad de respuesta que pueda tener la industria petrolera y otros sectores productivos ante un programa coherente para la transición económica, y los problemas específicos que confronta la gestión pública, que son menester aclarar para recomendar los instrumentos de política adecuados y entender la naturaleza de sus encadenamientos y secuencias, la estrategia para liberar y estabilizar el tipo de cambio, y los mecanismos de compensación social más eficaces, entre muchos otros aspectos.
En atención a lo señalado, el grupo de economistas que nos hemos estado reuniendo se ha abocado a recabar la mejor información disponible, evaluarla en términos de la consistencia de los datos y con la trayectoria reciente de la economía, y realizar los ejercicios de rigor para que puedan sustentar propuestas de política. Dado el deterioro acelerado de la situación, tanto en lo económico como en lo político, es imperativo tener preparados los aspectos fundamentales de un programa de transición, una vez se viabilice políticamente su instrumentación. Un nuevo gobierno no puede darse el lujo de improvisar medidas para recuperar la economía: debe tener lista una visión lo más clara posible de las políticas a aplicar y sobre cómo mejor aplicarlas. En particular, la necesidad de recurrir al financiamiento internacional para aliviar la restricción externa que hoy asfixia a la actividad económica y estabilizar un tipo de cambio que refleje su productividad relativa, hace obligatorio disponer de un plan creíble, basado en información precisa, que respalde tal solicitud. La confianza de los inversionistas en las perspectivas de mejora futura del país depende de ello, junto a la aplicación de reglas de juego claras y atractivas. Estamos trabajando, precisamente, para contribuir con la elaboración de un plan que cumpla con tales objetivos.
Un elemento central a la viabilidad de un programa de transición está en la capacidad de incorporar la participación de los actores principales en su puesta en acción. En atención a ello, nos interesa dar a conocer a los sectores protagónicos del acontecer económico y político nacional nuestras ideas, para someterlas a sus opiniones, vivencias y expectativas. En particular, queremos evaluar nuestras propuestas a la luz de las observaciones que puedan hacer las universidades, otras academias nacionales, los gremios empresariales y sindicales, la prensa especializada, dirigentes políticos y sociales y, progresivamente, el público en general.
En este orden de ideas estamos comenzando a publicar en la página web de la Academia Nacional de Ciencias Económicas (ANCE –www.ance.org.ve) –actualmente en reconstrucción- documentos que recogen nuestras discusiones y a remitirlos a distintas instituciones a través del correo electrónico. En nuestra agenda también está la realización de distintos tipos de eventos, conjuntamente con otras instituciones y actores, para la discusión de propuestas de política. Esta interacción no sólo permitirá una mayor precisión de muchas de nuestras propuestas sino que arrojará información referente a la economía política del proceso de transición, es decir, a la manera como habrán de expresarse los diferentes intereses en juego y sus posibles impactos en la instrumentación de las políticas en cuestión. Esto es particularmente importante si se toma en cuenta la renuencia del Ejecutivo de atender las numerosas observaciones hechas por economistas y otros profesionales respecto a la inviabilidad y consecuencias negativas de sus políticas, y que hacen imperativo su rectificación perentoria. Cómo superar los poderosos intereses coaligados en torno al sistema de controles y regulaciones que viene destruyendo la economía, requiere sumar el compromiso de todos.
Por último, es menester conectar las políticas para la transición con las reformas estructurales necesarias para impulsar un modelo económico que supere las limitaciones del rentismo petrolero. Debe entenderse que la mejora sostenida del bienestar de los venezolanos no puede descansar en la perspectiva de un aumento continuado de los ingresos externos provenientes de la exportación de petróleo. El mercado petrolero internacional está experimentando una transformación estructural con la aparición de nuevas tecnologías de extracción y con los compromisos asumidos para reducir hacia futuro el consumo de combustibles fósiles por razones ambientales, lo cual hace poco previsible precios del crudo como los evidenciados entre 2004 y 2014 para los próximos años. Una economía pujante solo será posible desarrollando capacidades competitivas en otras áreas que permitan reemplazar progresivamente al petróleo como fuente principal de ingresos externos. Cómo utilizar la renta petrolera para facilitar esa transición, cuáles son los instrumentos de política más apropiados, las reformas estructurales que se deben adelantar y cómo se entrelazan con las medidas para la transición, forman obligatoriamente parte de nuestras reflexiones. Vislumbrar hacia dónde queremos que se desarrolle la economía, el proyecto de país al que aspiramos y el marco institucional que lo hará factible, y lograr los consensos necesarios para su viabilidad política, social y económica, es un desiderátum de las generaciones presentes de venezolanos para con el futuro del país.
Presidente Academia Nacional de Ciencias Económicas
humgarl@gmail.com

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Nosotros, los productores agropecuarios venezolanos, sumamente preocupados por el auge que han cobrado lo hechos delictivos en el país, y muy especialmente en el medio rural; hemos decidido manifestarnos a una sola voz, ante todo el país, sobre este grave problema que nos agobia día a día, y que perturba significativamente la realización de nuestras actividades de producción de alimentos.
Los hechos delictivos que se producen en toda la geografía de nuestro país, afectan directamente la seguridad personal y patrimonial de los agroproductores, repercutiendo proporcionalmente sobre los niveles de producción de alimentos para el pueblo venezolano.
En relación a las cifras que hoy afectan al sector ganadero Venezolano debemos destacar: El abigeato que cobra aproximadamente unas 13.000 reses por mes, lo que proyectado viene a significar el robo de 156.000 reses durante el año 2016, esto significa que se han perdido aproximadamente unas 87.360 hembras y unos 68.640 machos.
La producción de leche perdida por el abigeato, proyectada al año es de 119.407.000 litros aproximadamente (equivalente a un mes de la producción nacional), una realidad que afecta a 1.990.117 personas, de manera directa, quienes no podrán consumir la bebida láctea. Porla misma causa, se produce una pérdida de 8.408.400 kgs de carne despostada, un hecho que evita que este indispensable alimento sea consumido por 1.051.050 venezolanos. El delito de abigeato afecta más directamente a las hembras, por cuanto se trata de los rebaños más vulnerables por su mansedumbre, por ello es más sensible el daño a la producción de leche.
Hoy el 77% de los Venezolanos reconocen el correcto abastecimiento de carne y por el contrario solo el 21% reconocen el abastecimiento de Leche, esto pese a que nuestro rebaño en un 86% se encuentra apto para la producción de ambos rubros en el corto plazo, pero al verse afectada la reproducción por el índice de robo y matanza de hembras, las perspectivas del crecimiento natural del rebaño son menores, y por ello a futuro se verá comprometida la oferta de ganado.
Las cuencas ganaderas más importantes del país, son cuatro, porque que en ellas se concentra el 95% del rebaño nacional, y la gravedad del delito de abigeato es más o menos relativa a sus inventarios ganaderos. Lo podemos explicar de la siguiente manera:
1) Cuenca del sur del lago de Maracaibo, 35 %del rebaño nacional, afectada por 54.600 reses.
2) Llanos Occidentales, 28% del rebaño nacional, con una afectación también de unas 46.800 cabezas de ganado.
3) Llanos centrales y oriente, 22% del rebaño nacional, con un robo de unas 39.000 reses aprox.
4) Centro-Occidente, 10% del inventario ganadero, con una pérdida de unas 15.600 cabezas de ganado aprox.
El otro 5% del rebaño nacional, se ubica de la siguiente manera:
-3% ganadería especializada de altura, afectado en 4.680 reses aproximadamente.
-2% resto del país, con robos de unas3.120 reses aprox.
En relación a la extorsión y secuestro, debemos decir que se han incrementado más notoriamente en los estados Aragua, Guárico, Táchira y Zulia, y para hacer más clara la idea, en los estados Aragua y Guárico, entre los años 2.014 y 2.015, se incrementaron en un 170%, los casos denunciados de acuerdo a cifras oficiales.
En el caso de la afectación de tierras, las cifras oficiales hablan de más de 8.500.000 hectáreas, (expropiadas o afectadas con títulos precarios) y se siguen generando invasiones en todo el territorio nacional, lo que sin duda alguna seguirá generando mermas en la producción de alimentos.
Otro delito que está cobrando mucha importancia es el robo de maquinaria y equipos, en este punto debemos aclarar que sin tractores no es posible mantener y mucho menos mejorar las unidades de producción.
Por último, comentamos el auge del robo de vehículos de trabajo, para luego extorsionar a los productores con cifras importantes, para la devolución de los mismos, se trata de herramientas de trabajo, porque sin esos vehículos no es posible la gestión y supervisión de nuestras unidades de producción, todo esto se traduce en menor productividad y en consecuencia menor oferta de alimentos.
El panorama es verdaderamente desalentador y advertimos que si no se toman las acciones pertinentes de protección a los productores agropecuarios y a sus actividades, las perspectivas para el futuro cercano serán aún peores.
En virtud de lo ya expuesto, queremos llamar la atención del ciudadano Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás maduro y exhortarle a que gire instrucciones a las autoridades competentes entre ellos: El Ministro del Poder Popular para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Néstor Reverol, al Ministro del Poder Popular para la Defensa, Vladimir padrino López y a la Fiscal General de la Nación, Luisa Ortega Díaz, para que tomen acciones concretas a fin de enfrentar y solucionar, con urgencia y carácter de Estado, el grave problema de la inseguridad en el medio rural.

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Muy apreciada Delcy:
Pensaba, sencillamente, una vez más, escribir un artículo sobre temas penales del momento, como lo vengo haciendo desde 1984, ahora con la referencia a la denuncia interpuesta por ti ante la Fiscalía General de la República contra el diputado Henry Ramos Allup.
Sin embargo, ante lo fastidioso que resultan estos escritos, opté por hacerte unas líneas personales, por mi condición de profesor de Derecho Penal en la UCV, en tu época de estudiante, hace ya unos cuantos años.
Conservo en mi escritorio algunos testimonios de la querida Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas y, entre ellos, una placa de 1990, de alumnos de segundo año, sección C, en la que aparece tu nombre junto a otros muy queridos compañeros, en la que se resalta mi labor docente y se expresan conceptos elogiosos, que no creo merecer.
Tengo el mejor recuerdo de tu paso por la facultad y cada vez que se plantea el tema, ahora con motivo de tu actuación como canciller, me siento en el deber de señalar que te conocí siendo yo profesor de la cátedra de Derecho Penal General, y tú alumna de excelente rendimiento en la materia y con un promedio cum laude en todos estudios, en un régimen experimental de suma exigencia, todo lo cual –si mal no recuerdo– te hizo acreedora de una beca honorífica por parte del Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico, justo reconocimiento académico de tu Alma Máter, hoy acorralada, marginada y sin recursos por la acción del gobierno, revolucionario y socialista.
En tu posgrado en Francia, en materia laboral –he logrado conocer– obtuviste, igualmente, los mejores resultados, desempeñando a tu regreso actividades docentes en la Universidad Central.
Pero estos reconocimientos contrastan con lo que he oído en estos días en la materia penal, a la cual soy aficionado, al acudir a la Fiscalía a solicitar una investigación contra el presidente de la Asamblea por vilipendio y traición a la patria, en razón de expresiones atribuidas a un diputado.
Delcy, es necesario recordar las lecciones de Derecho Penal de aquellos tiempos, ya que bastante insistí y ello consta en mi libro de Derecho Penal Venezolano, al tratar el tema de la Validez Personal de la Ley Penal, al recalcar que los diputados gozan no solo de inmunidad, sino de inviolabilidad, privilegios o prerrogativas que solo les corresponden a estos y no a ningún otro funcionario, y ello, por cuanto ejercen la representación del pueblo, la cual no puede estar sometida a persecuciones injustas y acciones temerarias que pretenden enervar la voluntad ciudadana. Privilegios que antes correspondían al rey, ahora son propias de los parlamentarios, no por ellos, ya que no son personales ni renunciables, sino que se consagran en función del pueblo, en quien reside la soberanía.
Por la inviolabilidad, un diputado puede incurrir en hechos cometidos por medio de la palabra oral o escrita, calificables como de difamación, injuria, instigación a la desobediencia de la ley o de la autoridad, incitación a la rebelión, vilipendio u ofensas a funcionarios y ello, sencillamente, no es delito, porque por esas conductas de los diputados, que se concretan en expresiones u opiniones, se encuentran exentas de la aplicación de la ley penal. Son inviolables. Diversa es la inmunidad, relativa y temporal, por la cual los parlamentarios no pueden ser coartados en el ejercicio de sus funciones; no pueden ser apresados, salvo en caso de flagrancia que no excluye el antejuicio, ni levanta el privilegio; no pueden ser objeto de registro o de requisas; no pueden ser sometidos a proceso penal, si antes no declara el Tribunal Supremo que hay mérito para ello; y –esto es fundamental– la Asamblea, aun en el caso de la declaratoria de mérito, debe autorizar, por mayoría simple, el procesamiento, lo que puede no hacer por razones políticas. Esta es, Delcy, la doctrina que profeso en esta materia, compartida por quienes enseñan el derecho penal de un sistema democrático y no autoritario.
Por lo tanto, no se puede pretender enjuiciar a Ramos Allup por expresiones proferidas como diputado, en Venezuela o en el exterior, por pretendidas ofensas a la dignidad de altos funcionarios público u otros delitos de expresión.
Los delitos de vilipendio y todos los llamados “delitos de desacato”, están proscritos de la legislación internacional humanitaria, aunque nosotros los conservamos en nuestra vieja legislación penal; y, sin respeto a los derechos humanos, como insistí en la Cátedra, no hay Derecho. Quien asume una función pública, debe tener plena conciencia de que está expuesto a las más severas críticas de la ciudadanía y no cabe alegar una pretendida dignidad, honor y majestad de quien ejerce el poder, alegando supuestos delitos delesa majestad, propios del absolutismo.
Pero hay otra cosa. No cabe tampoco argumentar sobre la base de ofensas castigadas por la Ley sobre el Derecho de la Mujer a una Vida Libre de Violencia, por el simple hecho de que el cargo público sea desempeñado por una representante del sexo femenino. Una mujer que tenga un cargo público lo acepta, no como mujer, sino como ciudadana y su condición no puede constituirse en amenaza de ofensa de género cuando se la critica en el ejercicio de la función pública, que puede ser desempeñada por un hombre o una mujer. Hay que recordar lo que dijo Soublette: lo grave no es que el pueblo se burle de su presidente, sino que su presidente se burle del pueblo.
Delcy, estas consideraciones y criterios jurídicos fueron el contenido de mis lecciones en la Cátedra de Derecho Penal y estimo que serán compartidas también por tus asesores, que han escrito sobre la preeminencia de los derechos humanos y las exigencias del derecho penal garantista.
No pretendo imponer criterios jurídicos, sino recordar la esencia de los requerimientos de un Estado de Derecho, ajenos de un todo a la utilización de la justicia penal como instrumento para neutralizar a los adversarios políticos.
Perdona lo largo de estas consideraciones, oportunidad para repasar aquellas viejas, pero permanentes y mínimas condiciones del derecho penal que se impone restaurar en esta sufrida Venezuela.
Recibe un afectuoso y cordial saludo.
Abogado y Profesor de Derecho penal
aas@arteagasanchez.com
10 de octubre 2016

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El pollo bravo es conocido. También el pollo loco. En los corrillos empresariales, en los familiares y últimamente en los políticos el pollo es muy mentado. También en el exterior. Hay pollos buenos y otros que no lo son. El pollo tiene sus adeptos, pero también quienes lo rechazan. Hay pollos de gratos recuerdos y algunos no tanto.
Uno de esos pollos, admirados por todos, fue el pollo Malpica, quien picaba muy bien. Fue jugador de beisbol, manager y médico. Como jugador lo único malo es que fue magallanero. Como mánager logró la hazaña de que el equipo venezolano ganara la Serie Mundial de Beisbol en 1941 en la Habana, venciendo en el partido final a la selección cubana, en tiempos en que Venezuela no se sometía a los dictámenes de los dirigentes de esa isla. Fue un médico de gran sensibilidad social. Tenía su consultorio en Catia. En mis años de estudiante trabajé de fiscal de espectáculos públicos y frecuentemente tenía el honor de saludar al doctor Malpica y a su distinguida esposa, asiduos asistentes al cine Artigas.
El pollo Sifontes es otro gran venezolano. Cantante y destacado compositor. ¿Quién no se ha emocionado al escuchar o al cantar su Anhelante? Hoy muchos compatriotas de la diáspora esperan anhelantes el poder regresar al país para estrechar a sus seres queridos. Tanto los de adentro, como los de afuera, esperan anhelantes que los rojos salgan del poder para que Venezuela pueda recuperar sus hijos que tuvieron que emigrar y que el país emprenda la senda del progreso y cesen los odios. Al pollo Sifontes lo conocí en un gimnasio en Santa Paula, al cual acudía con Raquelita Castaño, su bella esposa y excelente cantante.
El pollo Brito es otro venezolano distinguido. Cuatrista, cantante y compositor, ha llevado nuestra música a muchos países y nos deleita con sus intervenciones. No lo conozco, pero lo admiro como músico.
Hay otro pollo que es general retirado y diputado rojo. No es el pollo loco de la cadena mexicana de comida. Tampoco es el pollo bravo de la franquicia peruana, pero sin duda está bravo. El gobierno norteamericano lo ha señalado de tener vínculos con la guerrilla terrorista de la FARC y con el narcotráfico. Algunos periodistas se han hecho eco de esa información y en respuesta el pollo Carvajal los está demandando por difamación. En la lista de demandados están Miguel Henrique Otero, Gustavo Azócar, Patricia Poleo, Sofía Nederr, Javier Mayorca, Hernán Lugo, Ibsen Martínez y los dueños de Globovisión.
Desde luego que no tenemos ninguna simpatía por este pollo verde oliva, pero por principio hay que considerarlo inocente mientras no se demuestre lo contrario. Sin embargo, el pollo Carvajal escogió el peor camino para defenderse. Demandar a periodistas cuando tiene toda la influencia de quienes están en el poder no solo es un gran error, sino un intento de aprovechar las ventajas que brinda pertenecer a un régimen totalitario. Debe entender que una sentencia condenatoria en contra de los periodistas no limpiará su nombre y, más bien, despertará apoyo moral hacia nuestros comunicadores sociales.
A pesar de lo que afirman los ñángaras, la justicia de Estados Unidos no se somete a los dictámenes del Departamento de Estado, por lo que no debería temer presentarse ante esos tribunales para mostrar pruebas en su defensa, si las tiene, o para exigir que el fiscal aporte elementos que demuestren que es culpable. Por su familia debería tomar esta acción.
Hay otros pollos que aparecen y desaparecen. No son aves voladoras, pero para conseguirlas hay que subir hasta las nubes. En el pasado Venezuela tuvo una industria avícola muy desarrollada. Es cierto que siempre ha sido una industria de ¨ensamblaje¨, en la que casi todos los insumos para producir vienen del exterior, pero nuestros avicultores y empresas avícolas son muy eficientes manejando un negocio de márgenes estrechos. Empresas como Protinal y La Caridad realizaron grandes aportes al consumidor en tiempos en que nadie pensaba en gallineros verticales, sino en un sistema de producción eficiente.
En el sector agropecuario la falta de transparencia oficial hace poco confiables las estadísticas. Según información publicada en El Sitio Avícola (5M Publishing, UK), durante los últimos meses del 2015 hubo una caída de la producción avícola de aproximadamente un 45% y la escasez de divisas está afectando la adquisición de vacunas, materias primas para alimentos balanceados, repuestos para maquinaria industrial y transporte. En artículo del 8 de este mes, el diario 2001 informa que ¨la crisis aviar pica y se extiende¨. Si se consigue, el kilo de pollo está alrededor de 1.800 bolívares, es decir 1.800.000 de los de antes.
Como en botica:
Los demócratas estamos de pláceme con la próxima investidura de monseñor Baltasar Porras como Cardenal. Felicitaciones al distinguido prelado. El presidente de facto instruyó al presidente de Pdvsa a que demande a El Nuevo País por mencionar el colapso de la empresa ¿Acaso es mentira que, según cifras oficiales de Pdvsa a la OPEP, en el año 2000 nuestra producción de crudo era de 2.891.000 barriles por día y en agosto de este año fue de solo 2.328.000 barriles por día; que las refinerías están destartaladas; que en el 2001 Pdvsa contaba con 69.284 trabajadores y que en el 2015 ese número ascendió a 166.337; que no le paga a sus proveedores, tiene una gran deuda externa e interna, que obliga a sus trabajadores a asistir a concentraciones oficiales en horas de trabajo, que ha perdido todos los juicios en el exterior y que hay graves denuncias de corrupción? Felicitamos a nuestro compañero ingeniero Javier Larrañaga, recientemente designado Miembro de la Academia de la Ingeniería y el Hábitat. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
eddiearamirez@hotmail.com

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