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Opinión

Jesús Elorza G.

Arrechísimo, llego a su oficina el presidente del Comité Olímpico Venezolano (COV). No saludo a nadie solo se le escuchaba decir que no se iba a calar las pretensiones imperialistas que pretendían bloquear al país.
El personal obrero y administrativo, se preguntaba ¿Qué le pasaba al camarada Eduardo?
-Sera que todavía no se ha recuperado de la paliza que nos metió Colombia en los Juegos Olímpicos…dijo la señora encargada de la limpieza.
-Yo creo que sigue afectado por la Toma de Caracas el 1 de septiembre. Él, le había garantizado a su ángel de la guarda Aristóbulo, que los deportistas iban a llenar la avenida bolívar para contrarrestar a los golpistas…..y la cosa no resulto como lo esperaba…..señalo tímidamente una de las secretarias.
- Yo creo que el tipo está preocupado porque el actual Ministro y el presidente del IND, le están serruchando el cargo y el vicepresidente Aristóbulo no ha podido lograr, hasta el momento, que lo vuelvan a nombrar ministro del deporte, explicaba uno de los Tupamaros que cumple funciones de guarda espalda.
Mientras tanto, en la oficina se seguían escuchando los gritos cargados de maledicencias e improperios del presidente. !!!!No me voy a calar que se metan con mi guiso!!!! ….casi echando espuma por la boca, le ordeno a su secretaria que enviara sendas correspondencias al Comité Olímpico Internacional (COI), al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), a la Federación Venezolana de Tenis y al Tribunal Supremo de Justicia denunciando la arbitrariedad que había cometido la Federación Internacional de Tenis (ITF) al quitarnos arbitrariamente la sede de la final contra Perú, correspondiente al Grupo Americano II de la Copa Davis, que debía disputarse del 16 al 18 de este mes en el Club Ítalo de Barcelona del estado Anzoátegui. No podemos aceptar, que se diga que en el país, no existan garantías de seguridad para los participantes. Nuestro gobierno, expresaba Eduardo, es el más seguro y democrático de la región. Así, lo demuestran las estadísticas del Defensor del Pueblo y de la Fiscalía General de la República. Aquí, se respetan los Derechos Humanos de los revolucionarios y solo se reprimen a los opositores.
Ahora, entendemos el motivo de la arrechera del presidente, expresaron al unisonó los empleados del COV. Al cambiar la sede, quedan en el aire las comisiones por las construcciones y reparaciones de instalaciones, alojamiento, traslados y pago de personal. Además, se establece un precedente, que puede dar pie, para que sean retiradas la sede de futuros eventos. No olvidemos, que desde la realización de la Copa América de Futbol 2007, le quedo el gustico por estar solicitando a cada rato eventos internacionales para realizarlos en el país: Panamericanos para el estado Bolívar, Juegos Bolivarianos de Playa en Vargas, Preolímpico de Boxeo Iberoamericano de Atletismo etc., etc., etc.
También, hay que recordar que al ser nombrado director de deportes del estado Anzoátegui, por su ángel protector Aristóbulo, ofreció y gestiono todo tipo de actividades para logar ser sede de eventos deportivos nacionales o internacionales en esa entidad.
El guardaespaldas, volvió a intervenir para explicar, que recientemente en una conversación con dirigentes deportivos, después de un acto electoral, escucho que hablaban muy emocionados con la posibilidad de solicitar la sede del !!!!Mundial de Natación y la de los Juegos Olímpicos 2024!!!!!.,,,que les parece…..
La secretaria, no había terminado de enviar las correspondencias, cuando comenzaron a llegar múltiples correos electrónicos. Esto emociono transitoriamente al presidente, pensando en que eran manifestaciones de apoyo a su denuncia contra le Federación Internacional de Tenis.
Pero, la realidad fue otra. Las Federaciones de Softbol de Australia, Nueva Zelanda, Japón, Canadá, Estados Unidos, China Taipéi, Brasil, Panamá y Colombia notificaban que por razones de inseguridad no asistirían a la Copa Internacional a celebrarse en Puerto La Cruz estado Anzoátegui.
No puede ser, exclamó Eduardo, esto es una conspiración internacional que pretende meter sus manos en mi guiso y no lo voy a tolerar. Reprogramaremos esos eventos y lo haremos con la segura participación revolucionaria de Corea del Norte, Rusia y Cuba….. Patria o Muerte…Guisaremos.

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En más de una oportunidad, hemos oído a dirigentes políticos pidiendo paciencia a los venezolanos y tratando de convertirse en administradores de nuestro tiempo y de nuestro futuro, en negociadores de la voluntad popular y en rectores de las acciones dirigidas a la recuperación de la libertad perdida.
La característica conductual más notoria de esos dirigentes es la audacia. Son capaces de proponer cualquier dislate, si con él logran objetivos provechosos para sus personas o para los grupos a los que pertenecen, importándoles poco alargar la tragedia que sufre la Nación. Así, nos encontramos con la inmensa movilización cívica del 1° de septiembre; poco antes, decidieron ponerle horas de inicio y final, cual verbena de colegio, mientras el régimen, violando preceptos básicos de la Constitución, hacía lo indecible para impedir la Toma de Caracas.
Desde hace bastante tiempo la gente percibe al régimen y a la MUD como un par de expertos bailarines de tango, dando atrevidos pasos al son de la música y de una letra no escrita en el lunfardo rioplatense, sino en el más genuino argot habanero, pues flota en el ambiente del ciudadano común que hay acuerdos escondidos entre quienes gobiernan con actitud cuartelaría y quienes dicen oponerse con palabras, pero no con hechos, con marchas y cacerolazos inocuos, más importantes para los asuntos de la psiquis que de la política.
Pero hay un hecho que pudiera ponerle fin a la mascarada: la fecha del revocatorio; éste en 2017 sería tan ineficaz como los cacerolazos y las marchas sin destino convocadas por la MUD y –peor aún– sería de incalculable beneficio político para la supervivencia del chavismo, al permitirle convertir a Maduro en el chivo expiatorio, en el culpable de todos los males y a Chávez en el padre impoluto de la revolución de los humildes. Entonces, no es difícil percibir la importancia del 2017 para el chavismo y lo que estaría dispuesto a pagar para lograrlo; por ello, no es de extrañar que el tuit de María Corina que encendió las redes sociales «No cuenten conmigo si se acuerda el revocatorio en 2017» fuera acogido como la confirmación de una vieja sospecha fundamentada en la creciente desconfianza que genera la MUD con sus extrañas e inexplicadas actuaciones.
Reforzando la sospecha de los negociados turbios y secretos, el pasado 9, quince partidos de la MUD, parlamentarios y personalidades, entre los que no se cuentan los llamados caciques AD, UNT ni PJ (extrañamente tampoco VP), produjeron un documento que no tiene desperdicio y que, sin decirlo expresamente, permite suponer que hay negociaciones entre la MUD y el régimen para que el revocatorio se efectúe en 2017. En dicho comunicado se lee, entre otras cosas:
- «El Referendo Revocatorio es uno de los vehículos constitucionales para alcanzar la meta: salir de Maduro y su régimen este 2016»;
- «En la Unidad precisamos sin equívocos que la Toma de Caracas, a la que concurrió más de un millón de venezolanos, tuvo un objetivo expreso: Reiterar, en la calle, que una amplia mayoría del pueblo venezolano exige, de conformidad con lo establecido en la Constitución Nacional, la celebración este mismo año, del Referéndum Revocatorio del mandato de Nicolás Maduro Moros»;
- «La Unidad es más que una coalición electoral de partidos políticos. Es urgente y necesario construir una unidad amplia, responsable, serena y audaz, que incluya a los diversos sectores de la sociedad, para plantear una ruta efectiva que nos permita lograr el objetivo este año. Debemos dar prioridad al proyecto de país, antes que al líder llamado a conducirlo. La grave situación política, económica, social y moral, no la va a resolver ni un hombre, ni un partido político; sino la Unidad de todos los venezolanos.»
Es obvia la preocupación de los firmantes del Comunicado por la posibilidad de que el revocatorio se efectúe de acuerdo a los intereses del chavismo, en 2017; a la vez, se reitera la vieja sospecha de que la cacareada «Unidad» es, en verdad, una mampara tras la cual se esconden los pillos de siempre, los que hicieron que el 4 de febrero de 1992, fuera acogido por muchos como el nacimiento de una nueva esperanza. Recordar es vivir.
Nota: todas las negrillas son nuestras
turmero_2009@hotmail.com
@DulceMTostaR
http://www.dulcemariatosta.com

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Del 29 de agosto al 7 de septiembre, según cifras de foro penal, han sido detenidas 168 manifestante en el país. Solo el 1 de este mes hubo 93 detenidos. 117 fueron liberados sin presentación, 34 con cautelares, 8 bajo fianza, 2 quedan pendientes por presentar y 1 recibió libertad plena. La cifra de presos políticos ha aumentado a 94 y desde enero del 2014 al 4 de septiembre del 2016 ha habido 6.494 detenciones en nuestro país. Los nuevos presos políticos son el Alcalde Delson Guárate, Yon Goicochea. Braulio Jatar y Alejandro Piglia.
Antes del primero de septiembre encarcelaron nuevamente a Daniel Ceballos, trasladaron a Alejandro Márquez y Gabriel San Miguel a la cárcel de Tocuyito y a Raúl Baduel y Alexander Tirado a la 26 de Julio de Guárico, de forma imprevista, sin mostrar ordenes de traslado ni notificarlo a sus abogados y familiares.
Muchos venezolanos desconocen los movimientos represivos ejercidos por el régimen venezolano para intimidar y reprimir a quienes líderizan manifestaciones, a quienes documentan y reportan sobre ellas, o a quienes los denuncian. Por eso se hace imprescindible que todos los ciudadanos sepan cómo se estructura un gobierno no democrático para controlar a sus oponentes y una de las formas de hacerlo es usar a líderes, activistas, estudiantes, o alguna persona emblemática como rehén o rehenes, para presionar a su contrincante, someterlo, minimizar sus acciones o neutralizarlo.
Esto lo han aprendido bien los maquiavélicos funcionarios que durante 16 años han permanecido en el poder, rotándose los cargos, unas veces de directores, otros de jefes, otros de ministros, otros de diputados, pero con la misma cara y hasta ahora el mismo nombre. ¿Los maestros? Los cubanos. El guión es el mismo. Al partido de Leopoldo López, Voluntad Popular, se la tienen dedicada. ¿Porque? Porqué en su mayoría está compuesta por la generación de relevo, jóvenes estudiados y preparados, rebeldes contra la tiranía y con un gran activismo social y político en las calles. Ellos no han cesado porque su líder, encarcelado, sometido constantemente a tratos crueles, inhumanos y degradantes y a torturas psicológicas, les da el ejemplo de dignidad, valentía y determinación.
Pero quienes están en el poder, en su mayoría militares acostumbrados a mandar y recibir órdenes, a regirse por una estructura de mando y a usar la fuerza para lograr el control, no entienden la rebelión espontánea, masiva y sin colores ni ideologías políticas, que se está volcando a las calles a exigir respuestas a sus problemas, pero sobre todo respeto a que se les trate con dignidad. Quienes están en el gobierno no comparten los mismos valores, porque ellos llegaron al poder para controlarlo, para apoderarse de las instituciones democráticas y llevar a cabo una invasión masiva que promovió el discurso de odio y la división entre compatriotas y la deplorable adoración de quien con su populismo y el dinero de todos los venezolanos, destruyó la economía y sumergió a Venezuela en una crisis histórica.
Nicolás no tiene ni un ápice de ese control social que ejercía Chávez a través de su verborrea y manipulación. Por eso, necesita a su lado a los organismos de seguridad del Estado controlados por sus hombres de confianza para ejecutar sus órdenes, y al sistema de “justicia” venezolano, que le da la “legalidad” a la represión.
La técnica utilizada los últimos días, es usar a los presos políticos, a los viejos, pero sobre todo a los nuevos, como rehenes de negociación. Sabe que en su mayoría, son jóvenes que están en las cárceles políticas y comunes, en condiciones inhumanas, maltratados, cuyas familias están desesperadas al ver a sus muchachos, la mayoría universitarios y mejor preparados que muchos de los que hoy ocupan altos cargos, detrás de las rejas. Mantener el terrorismo psicológico sobre ellos continuamente es necesario, porque no sólo ellos lo sufren, sino quienes los conocen, y el resto de los ciudadanos, que al ver como los tratan, cogen miedo. Así, el régimen tiene con que negociar. Para esto, trajo a 3 ex presidentes escogidos por Nicolás.
Los organismos de inteligencia siguen inventando pruebas y contando cuentos de desestabilización que ni ellos mismos se creen, sembrando pruebas como “cordones explosivos”, fajos de billetes, cauchos de goma y hasta las escobas que se les atraviesan en los allanamientos son introducidos en esas bolsas plásticas con las que llegan y que nadie puede revisar para saber si tienen algún contenido. Los teléfonos celulares con cámaras son ahora material de desestabilización. Los medios de comunicación que reproducen vídeos tomados por personas en las manifestaciones son ahora promotores de la desestabilización, y hasta las cacerolas que las amas de casa le tocan en la oreja a los jerarcas pueden ser considerados material de guerra, según el efecto que causen.
Es interesante, en este punto de mi artículo, tomar en cuenta cual es el partido político que tiene más presos, perseguidos y exiliados. Creo que no hace falta hacer mucho ejercicio mental, ¿verdad? Así pues, el partido Voluntad Popular se convierte en el partido rehén, porque Nicolás le tiene miedo al intelecto, a la valentía y a la juventud. Utiliza a sus líderes y activistas como rehenes para tratar de imponer condiciones y así aplacar el enorme malestar social que hay en las calles y que se están convirtiendo en manifestaciones masivas a las que les tiene pánico, porque le bajaron los cerros cansados de la mentira. No pasa un día sin que desde el poder se amenace a la directiva de VP, expongan sus rostros al escarnio público, y hasta encuestas hacen por la red social twitter preguntando quien cree el público que será el próximo detenido. ¿Maquiavélico no?

@TAMARA_SUJU
Tamara Sujú Roa
Informe 21

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La posición de la Mesa de la Unidad Democrática es unívoca: el pueblo venezolano tiene el derecho, consagrado en el artículo 72 de la ​Constitución, de activar y celebrar el referendo revocatorio este año 2016 como un mecanismo constitucional que dé paso al cambio político para acabar con el hambre, la escasez y la muerte, y ese derecho lo vamos a defender, en la calle y en los debates o diálogos que sea necesario sostener. En tal sentido la MUD decidió nombrar una comisión de Alto Nivel para explorar a través de un eventual dialogo con el gobierno la implementación de la única salida constitucional, pacífica y democrática a la crisis del país como lo es el RR-2016.
Como ya lo han expresado públicamente el presidente y vicepresidente de la Asamblea Nacional, en los últimos días la Mesa de la Unidad Democrática ha sostenido reuniones con representantes del ​Poder ​Ejecutivo, como lo hemos hecho con representantes de los demás poderes públicos, pues tenemos la obligación y el mandato de defender el derecho de los venezolanos en todos los espacios.
A los dos encuentros, que se celebraron sin mediadores y de forma privada por acuerdo entre las partes (hubo una tercera reunión que no ocurrió porque el gobierno decidió no presentarse sin dar explicaciones) acudimos a fin de defender lo que ha sido un testimonio y una posición pública: Los venezolanos vamos a exigir en todos los espacios el respeto a la decisión de salir de la crisis de forma pacífica y democrática, mediante la celebración del referendo revocatorio este año 2016. Esta posición la hemos defendido en protestas, marchas, concentraciones, foros internacionales y lo haremos en todos los espacios en los que tengamos la oportunidad de expresarnos, incluyendo reuniones con representantes de los poderes públicos.
Por eso, ante el extraño debate suscitado por el tema del diálogo entre grupos enfrentados del oficialismo, la Mesa de la Unidad Democrática fija posición en los siguientes términos:
SIEMPRE hemos manifestado que estamos dispuestos a conversar con quien sea y donde sea para acelerar la construcción de la solución electoral a la crisis humanitaria que azota nuestro país.
LA URGENCIA ES REAL: En Venezuela hay hambre, hay personas muriendo por falta de medicinas o bajo las balas del hampa impune que hoy controla extensas zonas del país. El sufrimiento el pueblo no puede esperar.
NADA DE ESTO SE PUEDE RESOLVER SIN UN CAMBIO PROFUNDO: Cambio de presidente, sí, pero también de gobierno, de modelo y de sistema. Para lograr ese cambio, como es nuestro propósito, por métodos democráticos, electorales, pacíficos y constitucionales, es indispensable implementar una solución electoral necesaria e inmediata como está previsto en el artículo 72 de nuestra Constitución, que establece como un derecho del pueblo la realización del referendo revocatorio.
DESPEJAR EL CAMINO AL RR 2016 DE LOS OBSTÁCULOS ILEGALES QUE EL GOBIERNO HA COLOCADO ES EL OBJETIVO DE LA UNIDAD EN TODO ESCENARIO DE DIÁLOGO QUE HAYA SURGIDO O QUE PUEDA SURGIR: No tiene sentido “dialogar” para dar más tiempo a quien ha derrochado 17 años, ni para darle más dinero a quien ya despilfarró un millón de millones de dólares. Dialogar tiene sentido si y solo ​s​i es para devolverle al pueblo su poder, el ejercicio pleno de su ​soberanía, su capacidad de decidir el camino para resolver la crisis y salir adelante. Por eso hemos acudido a las reuniones del llamado pre-diálogo, esas mismas que hoy las intrigas internas del oficialismo han intentado dinamitar.
EL DIÁLOGO VERDADERO NO ES UN “TRUCO” DEL GOBIERNO, NI UNA ESTRATEGIA DE LA OPOSICIÓN: ¡ES UNA NECESIDAD DEL PAÍS! En Venezuela viene un cambio, al cambio no lo para nadie, y para que ese cambio sea en paz y para bien es necesario que los venezolanos nos pongamos de acuerdo. Quienes hoy son gobierno mañana serán oposición; Quienes hoy somos oposición mañana indudablemente seremos gobierno. TODOS los actores deben tener seguridad de esos roles podrán ser ejercidos con las garantías, derechos y responsabilidades que establece nuestro pacto de convivencia, que es la Constitución de la Rep​ública Bolivariana de Venezuela. Para eso es para lo que vale la pena dialogar.
Es evidente que las declaraciones de los actores del gobierno buscan llenar a los venezolanos de intrigas y desconfianza en su dirigencia con el objeto de parar las movilizaciones de calle y las estrategias de presión que hacen falta para lograr el cambio democrático. La Unidad seguirá en las calles de forma pacífica y contundente ejerciendo presión popular sobre quienes sostienen a este poder represor, injusto e indolente y que solo ha traicionado a los venezolanos.
Llamamos al pueblo este 16 de septiembre para que presionemos de forma pacífica al CNE y cumplan con los venezolanos y con la ley: referendo revocatorio este 2016.
Por la Mesa de la Unidad Democrática,
La Secretaria Ejecutiva

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El Referendo Revocatorio encierra la siguiente paradoja política: la recolección de las manifestaciones de voluntad del 20% de los electores va a ser tan fulminante como su convocatoria final. Es por eso que el debate sobre la fecha del revocatorio —aunque relevante— no será necesariamente el factor definitivo. Y todos los eventos que lo anteceden son tan importantes políticamente como su consumación.
Aunque avance lentamente, el referendo va dejando secuelas que son cada vez más determinantes. Es como una bola de nieve que va creciendo con el tiempo. La marcha del 1 de septiembre pareciera reflejar un punto sin retorno y lo que sucedió en Villa Rosa demuestra un efecto de esa misma bola de nieve que ya alcanza a los estratos más bajos de la población.
Si el chavismo hubiese querido detener el referendo a través del Tribunal Supremo de Justicia ya lo hubiese hecho. Es precisamente lo que el “madurismo” hubiese querido sentenciar hace meses, pero que curiosamente no ha podido materializar. Ha sido mas fácil para el gobierno disolver (en la práctica) a la Asamblea Nacional, a través de la Sala Constitucional, que impedir definitivamente los avances procedimentales para su convocatoria.
Las razones son evidentes: el referendo tiene amplio apoyo entre todos los venezolanos, ha sido bien encauzado políticamente por la oposición y tiene simpatizantes dentro del mismo chavismo y del mundo militar.
En estos momentos tan delicados, el país está unido en torno al Referendo Revocatorio y la inminente necesidad de estabilizar la economía. Mas de 85% de los venezolanos quiere un referendo, según las encuestas más serias del país. La población se aferra a esta esperanza, incluso si implica aguardar con penurias para ver cumplida su materialización. Ese mismo 85% de la población reconoce que el desabastecimiento y la inflación son los principales problemas nacionales, incluso superando el tema de la inseguridad. La gente entiende que el cambio económico implica una transformación política que debe tener un carácter tanto pacífico como electoral. Este fue el principal mensaje detrás de la masiva movilización ciudadana del 1-S.
¿Qué puede pasar después de tener el 20% de las voluntades?
Una vez que se hayan reunido las voluntades, tanto el Presidente como su anillo de poder más cercano van a quedar políticamente aislados. Con una economía en ruinas, es imposible que Maduro gane alguna consulta. Y la verdad es que el debate sobre los tecnicismos que rodean la forma de recoger manifestaciones de voluntad es algo que quedará como material para un buen seminario sobre reglas electorales. Pero lo cierto es que a estas alturas tienen poca relevancia política. Sin importar qué tipo de reglas bizantinas sean seleccionadas (seguramente regulaciones absurdas, como a las que nos tiene acostumbrado el CNE), la meta del 20% va a ser superada y reflejará una mayoría abrumadora.
El “madurismo” anticipa, por lo tanto, que no puede impedir la recolección de las manifestaciones de voluntad y que tampoco puede ganar el referendo. Y por eso reacciona con tanta vehemencia. Su única tabla de salvación es una confrontación violenta que permita justificar la suspensión del proceso. Pero ese evento no lo quiere nadie: ni la oposición, ni el mismo chavismo y mucho menos los militares. Tampoco lo quiere la sociedad en su conjunto.
A estas alturas todos los actores relevantes sospechan un desenlace. Lo que se desconoce es cuál va a ser su modalidad. El Presidente Maduro, una vez que la oposición haya recogido el 20% a finales de octubre, apostará a la abstención. Tratará de convencer a su propia militancia de que, si bien no puede ganar el referendo, puede impedir que la oposición consiga suficientes votos para revocarlo. Pero el chavismo luce agotado después de una resistencia fútil y es muy probable que lo abandonen públicamente. Maduro pasará a ser una apuesta sin sentido alguno para el PSUV y para sus satélites organizacionales.
Y en caso que el chavismo continúe resistiendo incondicionalmente, el PSUV corre un riesgo real de dividirse ante la negativa de encarar la magnitud de un crisis política y económica sin precedentes.
¿Y qué puede pasar con el chavismo y los militares?
El chavismo tratará de contener las aguas crecidas hasta comienzos del próximo año —quizás con algún tipo de apoyo militar— y pretenderá controlar un proceso de cambio de gobierno para impulsar una renovación de su propio liderazgo, preferiblemente sin activar ningún proceso electoral. La fórmula sería la renuncia del Presidente a comienzos del 2017 (antes de la realización del referendo). Y eso tendría como corolario el nombramiento de un vicepresidente que satisfaga los intereses de grupos muy diversos.
Bajo estas circunstancias, el chavismo aceptaría la necesidad de articular un nuevo programa económico, buscaría renovar el liderazgo de su partido e intentaría rescatar simbólicamente un legado revolucionario y un capital político que ha sido dilapidado por la peor gestión que haya experimentado el país en su historia republicana.
Es una apuesta que luce complicada, pero no es una propuesta desquiciada.
Los militares enfrentan una encrucijada similar. Las Fuerzas Armadas han venido, deliberadamente, tomando el control de todas las esferas de gobierno para lograr dos objetivos: el primero, aumentar su poder de negociación con cualquiera de los factores políticos (sean chavistas, maduristas u opositores) para poder garantizar así su continuidad histórica y minimizar los daños colaterales que un proceso de cambio pueda producir; el segundo, los militares (en especial los más institucionales) buscan quedar en una posición de poder que les permita definir la modalidad del proceso de cambio que experimentaremos en los próximos meses.Y esa modalidad no es única, sino más bien múltiple y perfectamente puede mutar en el tiempo.
El país puede desviarse por distintos senderos o incluso cruzarse nuevamente. Y todos estos caminos llevan a resultados muy diferentes.
Estamos entrando en un delta turbulento.
¿Cuáles son esos cambios que pueden venir?
Una de las tantas modalidades de cambio puede implicar un control directo del sistema político y económico por parte de las mismas Fuerzas Armadas, sin ningún tipo de intermediación política una vez que tomen control de la vicepresidencia y, posteriormente, de la presidencia. Todo esto por vía constitucional. Otra modalidad supone una renovación del chavismo con apoyo militar, sin necesariamente permitir una apertura democrática hacia la oposición. Tampoco es descartable que los militares decidan sacrificar al chavismo y precipiten el Referendo Revocatorio, así como unas elecciones presidenciales. Y, finalmente, existe un escenario en el cual los militares pueden convertirse en un factor determinante para impulsar un acuerdo amplio entre el chavismo y la oposición para restaurar tanto la democracia como el estado de derecho.
Es difícil anticipar qué opción prefieren los verdeoliva. Lo cierto es que las Fuerzas Armadas se han convertido en el actor silente que va a mover el país por un sendero u otro. Y es indudable que las condiciones objetivas (tanto políticas como sociales) influirán en su decisión, pues su principal objetivo será preservar la institución, así como todos (sí: todos) sus privilegios.
No en vano, el expresidente Ramón J. Velásquez, quien además era un gran historiador, hablaba del partido histórico: es imposible contabilizar y entender cualitativamente los cambios políticos venezolanos sin tomar en cuenta la influencia de esta institución tan particular.
¿Cómo se percibirían estos escenarios?
La primera modalidad de cambio es internacionalmente inaceptable, pero tampoco es inverosímil: tenemos como muestra a Egipto con Al-Sisi. La segunda supone un relanzamiento de una coalición cívico-militar chavista bajo un presidente interino, quien asumiría después de enero de 2017 pero que continuaría cercando a la oposición y al Parlamento nacional. Y la última consiste en que sean los mismos militares quienes obliguen —bajo la cooperación internacional— a un proceso de negociación entre chavismo y oposición que culmine con un gobierno de cohabitación dirigido por una figura de consenso con perfil chavista. Este gobierno conllevaría a la restauración de la Asamblea Nacional, a la elección de gobernadores y alcaldes y, muy posiblemente también incluiría una profunda reforma constitucional. Esta última modalidad de cambio implica el otorgamiento de garantías mutuas a todos los actores políticos relevantes.
Frente a esta realidad, la oposición tiene una sola posibilidad: continuar ejerciendo presión a través de la movilización social para acelerar la velocidad del referendo e incrementar, simultáneamente, su poder de negociación frente al chavismo y la esfera militar. Después del 1 de septiembre, la oposición logró romper con la idea que era un actor que podía ser manipulado por los factores disidentes chavistas para activar el referendo y que podría ser ignorado posteriormente durante el proceso de cambio al posponer su realización hasta el año entrante. Para el chavismo no madurista, pareciera evidente que la oposición es una fuerza plural que no sólo tiene una gran fuerza electoral —con control de la Asamblea Nacional— sino que también comienza a ser un factor de poder que es fundamental para poder estabilizar el país.
¿Cuáles son los escenarios que abre la oposición?
De modo que la movilización social abre dos escenarios potenciales para la oposición. El primer escenario es uno en el que, gracias a la presión de calle, se logra adelantar el Referendo Revocatorio antes de fin de año y se precipita una nueva elección presidencial que sin duda alguna ganarán cómodamente. El otro escenario conlleva a que esa misma presión social obligue a los militares a forzar al chavismo a aceptar la mediación internacional (bajo otras condiciones) para convenir los nuevos términos políticos y constitucionales de una convivencia democrática que provea garantías mutuas entre las partes.
El primer escenario implica un colapso del chavismo como consecuencia de la movilización popular. El segundo es lo que en ciencia política conocemos como un cambio por “extricación”: implica una negociación para lograr concesiones por parte de quienes tienen un control absoluto sobre el ejercicio del poder a cambio de protecciones institucionales. De hecho, estas concesiones muchas veces implican aceptar mecanismos no democráticos para proteger a quienes ceden espacios de poder a cambio del restablecimiento de derechos políticos y civiles.
Aunque el revocatorio no haya ocurrido aún, sus consecuencias comienzan a ser notorias: el cambio en Venezuela es inevitable pero su direccionalidad es incierta. Existen múltiples modalidades que pueden activarse una vez que se recojan las manifestaciones de voluntad y que son modalidades que pueden ir mutando con el paso de los meses. Uno de esos tantos caminos puede implicar un proceso con las características democráticas que muchos deseamos pero también pueden abrirse otros senderos mucho más sombríos.
Ciertamente, una oposición movilizada y con una gran fuerza electoral aumenta considerablemente los probabilidades de un cambio que precipite un proceso de negociación creíble tanto con el chavismo como con el mundo militar. Un chavismo descontento y dispuesto a abrir un diálogo creíble también ayuda en este mismo sentido. Eso sería lo mejor para Venezuela. Pero lo que sí es cierto es que ya estamos en una coyuntura histórica definitiva y la forma cómo el liderazgo chavista, militar, pero también opositor, afronten políticamente el conflicto actual marcará la vida del país durante las próximas décadas: para bien o para mal.
Artículo extraido del portal de Prodavinci 13/09/16

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Estos son nuevos tiempos para el derecho, de notable avance por lo que respecta a la salvaguarda eficaz de bienes jurídicos que contribuyen a una sociedad más justa. En ella, el derecho penal cumple con su papel de última ratio o último instrumento al que se recurre cuando no queda otro remedio, todo ello con la idea de preservar los principios fundamentales que procuran evitar los riesgos de la arbitrariedad.
Bien podemos decir que vivimos una época de imprevisibles disparates penales, cuyo simple enunciado podría ser el contenido de un curso de ampliación que ilustre los absurdos a los que se puede llegar con evidente riesgo para el bien más preciado después de la vida, como lo es la libertad.
Los profesores de derecho penal tenemos ahora un amplísimo elenco de ejemplos de horrores penales que ameritarían impedir la graduación como abogados de sus perpetradores.
Hay principios básicos o elementales en derecho penal que hoy nadie pone en duda. Se trata del principio de legalidad que exige que solo se puede castigar por hechos precisos descritos en la ley, sin que pueda aplicarse una norma penal a una conducta no prevista y, si estuviera descrita, dejar a un lado la sanción si existe una causa de justificación, de inculpabilidad u otra norma que excluya la responsabilidad penal.
Resulta absurdo, incomprensible, inaudito que se prive de la libertad a un ciudadano por un hecho intranscendente o no contemplado en la ley, como paso primero y elemental para someter a proceso a un ciudadano, lo cual debe ser evaluado por quien tiene el monopolio del ejercicio de la acción penal, esto es, por el Ministerio Público.
El problema no es simplemente académico, ni complejo.
En Venezuela, hace unos días, un ciudadano quedó privado de su libertad por haber hecho volar un “dron” y tal comportamiento ha sido calificado como de “favorecimiento bélico”, lo que supone que se haya incurrido en un delito grave, de traición a la patria, según el artículo 140 del Código Penal, supuesto que implica un atentado contra la soberanía, la independencia, integridad y seguridad exterior de la nación, para no abundar en muchas palabras.
Ahora bien, ese artículo 140, introducido en forma disparatada en la reforma de 2005 para sancionar a SÚMATE, ya no puede llamarse “favorecimiento bélico” porque se eliminó la referencia a favorecer al adversario en tiempo de guerra y, por otra parte, resulta un disparate aceptar que hacer volar un “dron” para captar las imágenes de una manifestación pueda ser calificado como traición a la patria, ya que si ello fuese así, portar una cámara de fotografía, llevar un celular o cualquier otra conducta inocua y legítima podrá ser calificada como un delito de tal naturaleza, considerando que cualesquiera de estas conductas podría, según la interpretación absurda de la norma, ser calificada como de aparato tecnológico o apoyo logístico.
Por lo demás, es tan grueso el error y tan grave y absurda la interpretación que la propia Fiscalía, sin la cual no puede sostenerse la acción penal, no estuvo de acuerdo con tamaño exabrupto según el artículo reformado que, inclusive, fue impugnado por el Fiscal Isaías Rodríguez ante el TSJ, por lo cual ese proceso, con el dictamen de la juez, tendría que contar con un fiscal “ad hoc” que –me imagino– será designado por el Gobierno “traicionado”, como salida para proseguir el proceso.
No hay palabras supuestamente adecuadas para calificar lo ocurrido, pero no se trata de un asunto académico, sino que un ciudadano –Alejandro Puglia–, está preso por el descomunal disparate, siendo así que los presos deberían ser los que ordenaron su encarcelamiento.
Hoy en día, en nuestras cárceles, hay presos incomunicados, aislados, sometidos a tratos crueles por “asociaciones para delinquir” que no son tales, por supuesta legitimación de capitales con siembras de falsas evidencias, por enviar un “tuit” considerado ofensivo a los sentimientos de la colectividad, por “crear zozobra” en una sociedad angustiada por la irresponsabilidad del gobierno, por discursos políticos propios de una sociedad democrática o “lo que sea” bajo indicación del poder, dado que se ofendería la conciencia o la “ética” revolucionaria”. Condenados a estudiar y a reparar las ofensas a las víctimas de tales desmanes deberían ser los autores y partícipes en tan graves horrores penales.
aas@arteagasanchez.com
El Nacional, 12 de septiembre de 2016
http://www.el-nacional.com/opinion/Volar-dron-delito_0_918508259.html

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Las administraciones públicas harían bien en cultivar la tradición cooperativista española
La denominada "economía social" dispone de una importancia relevante en muchas economías avanzadas. Cooperativas o sociedades laborales son dos de las formas que adoptan esas organizaciones (o empresas propiamente dichas) que añaden a los objetivos propios del sector en el que actúan la satisfacción de objetivos de carácter social, distintos a la simple maximización del beneficio de las sociedades mercantiles al uso. El conjunto supera las 42.000 organizaciones en nuestro país, con una facturación agregada considerable, de 52.000 millones de euros, y más de 2,2 millones de puestos de trabajos directos e indirectos.
Dentro de esa diversidad institucional, son las cooperativas de distinta naturaleza las que disponen de una mayor peso económico. También las que han sufrido los rigores de la crisis, pero no más que el resto del sistema empresarial. Y, en todo caso, en las respuestas a la crisis también han prevalecido esos objetivos sociales diferenciales, con reducciones de empleo relativamente menores y con una distribución de los costes del ajuste menos asimétrica que en las empresas convencionales. Quizás porque en esas empresas de la economía social la solidaridad tiene un valor distinto. Quizás también porque sintonizan en mucha mayor medida con esa tendencia en las formas de "economía colaborativa" que están emergiendo de la mano de la extensión de las tecnologías de la información y de la comunicación.
A pesar de la crisis, en sectores importantes de nuestra economía se identifican empresas cooperativas que disponen de una mayor tradición que muchas empresas competidoras. El ejemplo que sigue siendo válido, constituyendo una referencia internacional, es el caso de las cooperativas de Mondragón, un grupo de 113 sociedades que conforman todo un sistema, ampliamente integrado en su funcionamiento, pero con un grado de diversificación sectorial que también garantiza su resistencia a los avatares del ciclo económico o directamente a crisis como la reciente. En 2015 la facturación conjunta del grupo alcanzó los 11.400 millones de euros, algo por encima del año anterior.
Menor dispersión salarial y participación de los empleados en la toma de decisiones son rasgos que caracterizan a ese tipo de empresas de la economía social. Además del sector industrial es en el sector primario donde el censo de cooperativas es mayor, incluidas las de naturaleza financiera. Son estas, las cooperativas de crédito, las que a pesar de la severidad de la crisis han garantizado una cierta defensa de la inclusión financiera. La importancia relativa sobre el conjunto del sistema financiero apenas supera el 3%, pero su vinculación al territorio y a la economía local ha sido compatible con la supervivencia, aun cuando el sector también asiste a un proceso de consolidación similar al de otras entidades. Dentro de ellas, las cooperativas profesionales, en especial las de crédito, satisfacen ampliamente las exigencias de sus asociados, con tecnología equivalente a las de las grandes entidades bancarias. También en el sector de seguros, las mutualidades contribuyen a esa amortiguación de algunas consecuencias de la crisis.
Sintonía con las nuevas formas de economía colaborativa, mayor transparencia y participación en la toma de decisiones, y peso económico menos dañado por la crisis, son algunas de las consideraciones que el Parlamento Europeo ha tenido en cuenta a la hora de conceder mayor protagonismo a ese tipo de instituciones en la formulación de algunas políticas. Las autoridades españolas harían bien en aprovechar la tradición asentada en nuestro país y cuidar la supervivencia exitosa de esos sectores. No tanto protegiéndolos frente a la competencia, sino estimulando su eficiencia y evitando penalizaciones, en particular de naturaleza fiscal. El capitalismo necesita de especies diversas, y las empresas de la economía social, las cooperativas, pueden mejorar el comportamiento del conjunto de la fauna empresarial, con mayores grados de identificación con el propio sistema económico y la generación de prosperidad.
El País
4 de septiembre de 2016

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