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Opinión

Jesús Elorza G.

Al igual que ha ocurrido durante todo el periodo transcurrido durante los últimos 17 años, nuevamente los Entrenadores Deportivos al servicio del Instituto Nacional de Deporte, adscritos a la Dirección de Alto Rendimiento, les toca vivir la incertidumbre del pago por la prestación de sus servicios. El “Patrón”, en este caso las autoridades del IND, buscan cualquier tipo de artimañas para negarles un justo pago a los entrenadores por el cumplimiento de su trabajo en la preparación de los atletas que conforman las selecciones nacionales.

En un primer momento, los administradores revolucionarios buscaron implementar un mecanismo de “Tercerización” a través de las Federaciones Deportivas. Los Contratos de Trabajo eran administrados por los entes federativos y los recursos económicos eran aportados por el IND. Posteriormente, comenzaron los recortes de las partidas presupuestarias y la centralización en manos de las autoridades deportivas de todas las funciones administrativas relacionadas con los pagos,.

Las remuneraciones pasaron a ser impuestas unilateralmente por la parte patronal y la puntualidad de los pagos sufrieron retardos injustificados de dos o tres meses en la mayoría de los casos.

En el desarrollo o imposición de las relaciones laborales revolucionarias, se llegó a la sustitución del salario por pagos por “Honorarios Profesionales” con la clara intencionalidad de eliminar los aportes correspondientes por Beneficios Sociales. Es decir, eliminaron de un solo plumazo todos las bonificaciones que le correspondían a los trabajadores y el seguro HCM. En el esquema “esclavista” del régimen, se impuso también la eliminación del concepto de “Antigüedad. El entrenador, era liquidado anualmente para así evitar la acumulación de los derechos correspondientes a sus prestaciones sociales.

En materia económica, en este tipo de relación laboral, donde el patrón decide todo y el trabajador no tiene derecho a nada, se implantó una discriminación entre el entrenador venezolano y el entrenador extranjero. A unos les pagaban en dólares y a otros en bolívares devaluados, negando de esa manera uno de los principios constitucionales que sustentan los derechos de los trabajadores como es el de que “A igual trabajo igual salario.

En su miserable escalada contra los Entrenadores, el salario de hambre asignado durante el año 2016 oscilaba entre 17.000 y 30.000 Bs según las credenciales del trabajador. Pírrica remuneración, que fue absorbida por la hiperinflación que azotaba y continúa azotando al país. Venezuela presenta la inflación más alta del mundo. Cifras del Banco Central evidencian que la inflación real que habría experimentado el país en el año 2016 se ubicó en 830%... con un aumento en los precios de 22% intermensual.

La Canasta Alimentaria en Venezuela desde hace varios años ha sufrido variaciones, afectando el bolsillo de los venezolanos. La inflación en el 2016 ha sido un factor preponderante en la subida del precio de los alimentos, vestir y medicinas; contribuyendo de manera considerable al alza de los precios de los productos básicos. La devaluación de la moneda frente al dólar y poca adquisición de divisas para importar materia prima, afectando al sector productivo del país, es un factor más que sin duda contribuye al alto costo de la vida.

La Canasta Alimentaria Familiar sólo hace referencia a los productos de alimentación, sin tomar en cuenta los productos de higiene personal. Durante el mes de noviembre de 2016 se elevó a 460.381,55 bolívares, este aumento fue de 7,2% con respecto al mes anterior, equivalente a 30.755,47 bolívares, es decir, que en la actualidad se necesitan, 17 salarios mínimos (27.092,10 bolívares) para adquirir la canasta alimentaria para cinco miembros. Entre noviembre de 2015 y 2016 subió 480,9%.

En lo referente a la discriminación económica, es importante señalar que los “entrenadores” cubanos que masivamente fueron importados por el régimen reciben 1.500 dólares mensuales por su “trabajo” mientras que el entrenador criollo, en el mejor de los casos, solo recibe bolívares 30.000 que si hacemos su equivalencia con el valor del dólar paralelo (3.401 Bs) representaría 8,82 $ mensuales. Es decir, 29 centavos de dólar por día.

En su escalada de hambre en contra del entrenador venezolano, las autoridades del IND y el Ministerio del Deporte mantienen su discriminación laboral y económica cuando emplean a entrenadores extranjeros para que atiendan a nuestros atletas de alto rendimiento en centros de preparación ubicados en otros países, a razón de 3.000 dólares mensuales (100$ diarios), como es el caso de Iván Pedroso, mientras que al entrenador criollo lo colocan, a pesar de haber formado al atleta y llevarlo al sitial olímpico, en un segundo plano a razón de 29 centavos de dólar por día.

Frente a este cuadro de esclavitud revolucionaria, es necesario e impostergable un cambio que permita recobrar la dignidad del Entrenador Deportivo y su Derecho Social a tener un salario justo por el desempeño de sus funciones……”Solo tendremos un deporte mejor en una sociedad mejor”

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Lester L. López O.

Apreciación de la situación política # 93

Esta semana, el comando anti golpe justificó su creación deteniendo a presuntos golpistas -previamente seleccionados en algún comité creador de golpes del régimen- quienes, al igual que los sospechosos de los golpes anteriores, terminarán privados de libertad por mucho tiempo sin pruebas algunas. Lo curioso es que los implicados no se conocían entre ellos, ni tenían ningún tipo de relación permanente como para organizar un movimiento golpista. Pareciera que el régimen tiene, en una suerte de biombo, el nombre de todos los dirigentes político, militares disidentes, diputados y concejales de la oposición y cuando deciden montar un show anti golpe sacan los nombres al azar.

Es así como el régimen tiene planificado pasar el año en curso, con golpes al azar y como vaya viniendo vamos viendo. Mientras existan excusas y a quien echarle la culpa de lo que ocurre en nuestro país, todo irá sobre rueda para mantenerse en el poder, sin olvidar la pequeña ayuda que hasta ahora ha obtenido de la dirigencia política opositora por la falta de unidad para enfrentarlo con eficacia. La declaratoria de abandono de cargo lo evidencia.

La decisión de la AN, muy bien sustentada, por cierto, fue recibida fríamente por los factores políticos de la oposición, un partido se abstuvo de votarla y otros evidenciaron poca convicción de su eficacia política. Pero los promotores de la medida también caen en contradicción con sus decisiones posteriores, por ejemplo, ¿Por qué al declararse el abandono se sigue reconociendo a maduro como presidente? ¿Lo propio no sería haber exhortado al vicepresidente para que jurara el cargo de presidente ante la AN por 30 días, como lo contempla la Constitución? y ¿Por qué se le exige al depuesto que presente entonces la memoria y cuenta en la AN si ya no es presidente? En definitiva ¿Está depuesto o no? Pero más importante, ¿Qué piensa la sociedad civil de todas estas acciones?

Mientras tanto, aun la MUD nacional debate su nueva organización y reglamento de funcionamiento, y el tiempo pasa con más detenidos, con más escasez de todos, con más víctimas del hampa. El lunes 23 de enero pareciera la fecha para iniciar el calentamiento de la calle ¿Responderá la sociedad al llamado? ¿Para seguir a quién?

Como mencionó un amigo: “un año sin augurios”

15/01/17

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Carlos Raúl Hernández

Después de las grandes bancarrotas como la que experimentamos con el RR, las organizaciones suelen abrir ciclos de reflexión para aprender de lo ocurrido y redefinir la marcha. Con razón o sin ella eso revive el optimismo y los partisanos se disponen de nuevo al combate. “Ahora si sabemos dónde nos aprieta el zapato ¡Que se cuiden los adversarios!”. Se trata de aprender de los traspiés, las más importantes escuelas. No es la universidad de la vida sino la derrota la que enseña a proseguir y triunfar. San Agustín elaboró una teoría de la Confesión para que los hombres hicieran cuentas con sus conciencias, escrutaran las pifias con un interlocutor de testigo, y el sicoanálisis quiso hacerla terapia universal. Lenin inventa la crítica y la autocrítica y los socialcristianos los retiros espirituales. Las empresas de punta suelen hacer con el mismo fin reuniones corporativas, seminarios con expertos.

Así detectan gazapos y toman medidas de rectificación. Luego del fracaso del proyecto Newton, Steve Jobs estremeció Apple y toma un paquete de medidas para superar el costoso tropiezo. No se quedó inerte, ni quiso hacerse el loco. De las rudas controversias decantaron las equivocaciones y salvan la tecnología que evolucionó a la tablet. Pero del cataclismo que acabamos de vivir no hay síntomas de que se saquen conclusiones, y más bien se insiste en la misma ruta insólita como si tal cosa. El liderazgo anda de lo más ocupado en su línea, como si estuviéramos al final de una partida de bádminton que se pierde con elegancia, buen humor y los contendores van a tomarse un gin tonics. Debería ser innecesario repetir que lo acontecido es una montaña de perros muertos sobre nuestros hombros que puso en vilo el futuro.

Esfuerzos inútiles
Haber perdido alegremente el enorme capital de las elecciones de 2015, colocó en jaque la sobrevivencia de las fuerzas de cambio y las perspectivas mismas del retorno a la democracia. El mundo se nos puso pequeñísimo, aunque no nos hayamos dado cuenta o actuemos como si tal cosa. De El príncipe de las mareas de Barbra Streisand se recuerda la terrible escena en la que los delincuentes entran a un hogar en la ausencia del padre y violan a toda la familia. Pero la madre y los niños deciden actuar ante él como si no hubiera ocurrido nada, la cena esa noche transcurre con normalidad, y de ahí en adelante la vida, ocultos el dolor, la vergüenza, el descalabro emocional, cuya represión produjo trágicos efectos con el tiempo. No se puede disimular lo ocurrido, es necesario enfrentarlo y sobre todo abandonar la ruta suicida.

¿Cómo mentes racionales que conocen al que califican de dictador pudieron creer que adversarios sin escrúpulos aceptarían irse del poder sin negociación, de cuajo, y nada menos que con la firma del TSJ? Se renunció a la gradualidad que dio victorias desde 2006 a 2015 y regresamos al exabrupto para morder barro de derrota sin necesidad. Se le exigieron hazañas a la sociedad en la etapa del RR, luego de sacrificar a la provincia y soslayar la elección de gobernadores. Firmazo, reafirmazo, provocaciones, violencia, dos grandes marchas, y cuando tribunales envenenados invalidaron el sacrificio, no hubo explicación para millones que creyeron y siguieron sin vacilación el camino marcado. Si “declarar la vacante” era el paso necesario, viable, lógico, por qué no le ahorraron a la gente las miríadas de contratiempos y humillaciones del RR, un año perdido y con él las esperanzas.

Guerra de posiciones
Lo que señalaba la inteligencia emocional política era ir a la elección regional en una guerra de posiciones –no de exterminio– que conducía a avances graduales (pero “el hambre no espera”). De seguro el gobierno se resistiría, pero la oposición triunfante, con el aval de las parlamentarias tenía las cartas a su favor, como las tuvo para realizar éstas. Qué negociar ahora vestidos de un fracaso andrajoso. Lejos de la respuesta consistente y dramática que los ciudadanos merecían, vimos insólitos intentos de escurrir el bulto, mirar para otro lado y atravesar la calle para no encontrarse de frente con los deudores. El prestigio de la MUD, necesario porque es lo único conque cuenta el país para defenderse, –la alternativa es el Hospicio de Charenton– se resiente, más aun con ese acto de surrealismo político de declarar abandono del cargo. La comunidad internacional comienza a menospreciarnos y a fastidiarse de nuestras pifias.

Sonó una carcajada general, una burla que nunca había tenido tal carácter masivo. La ceguera para tomar la tabla del diálogo nos tiene a punto de perder la atención del Vaticano a la causa democrática, que nos dejará en manos de Dios. Y ahora surge otra quimera, digno remplazo del RR-16: las elecciones generales. Otra megadosis de irrealidad que sumada a la vacante, crea el peligro de que la oposición se desvanezca mientras el gobierno se afianza. Lo único que luce alguna posibilidad son las elecciones regionales y para ello tendrán que interceder factores globales. La derrota brutal abrió las puertas de la oscuridad hasta que el gobierno se consuma en sus propios ácidos, posiblemente no tendremos ninguna incidencia y alguien decidirá por nosotros nuestro destino. Solo faltaría que la AN designara CNE y TSJ espectrales para que el vaudeville sea completo.

@CarlosRaulHer

http://www.eluniversal.com/noticias/opinion/manos-dios_634804

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Parece que la mejor manera de comenzar este año es hablando bien del mal (no bien a favor, sino bien correctamente). Es que la humanidad, como le suele suceder cada cierto tiempo, pasa por uno de esos bajones –casualmente–de humanidad. Un conocido dicho popular, a modo de consuelo, nos dice: “no hay mal que dure cien años…”. Puede que sea cierto, pero la historia revela que 18 y hasta menos, son más que suficientes para causar las peores catástrofes, que suelen ser las que el ser humano se produce a sí mismo.

A lo largo de la historia, escritores, poetas y filósofos han metido su cuchara en esto del mal y la maldad: Albert Einstein, por ejemplo, dijo: “El mundo no está en peligro por las malas personas sino por aquellas que permiten la maldad”. Bueno, el comentario es bastante relativo, porque muchas veces la maldad es una de las cosas más democráticas que hay, al punto que a veces llega al poder por el voto popular, como sucedió en la Alemania de la cual él hubo de huir. Sin embargo, no deja de ser cierto que la complicidad hace mucho daño. Mucho más precisa es la frase de Edmund Burke, el filosofo irlandés que tanto indagó sobre lo bello: “Para que triunfe el mal, sólo es necesario que los buenos no hagan nada”.

Pero a la hora de definir el mal, el diccionario de la Real Academia poco ayuda: “lo contrario al bien”, vale, como dirían los españoles. Busquemos entonces qué cosa es el bien: “En la teoría de los valores, la realidad que posee un valor positivo y por ello es estimable”. Ajá, pero en los valores de quién. Un terrorista que se abalanza con un camión sobre una multitud inocente, cree fervorosamente que eso le llevará al paraíso. La humanidad parece haber convenido en que la vida es un bien estimable, pero basta que para unos pocos la muerte en nombre de Dios se convierta en un bien estimable, para que se nos tranque el serrucho epistemológico.

Dicho de otra manera, el problema del mal en los tiempos que corren es bastante complicado. Porque aquellos que a mí me parecen malvados piensan exactamente lo mismo de mí (yo veo el canal 8). Solo hay una diferencia y esta es: hasta donde está dispuesto a llegar él y hasta donde estoy dispuesto a llegar yo. Como yo no estoy dispuesto a dañar a nadie por mi noción del bien y del mal y ellos sí, estoy en una profunda desventaja y sin duda seré tarde o temprano derrotado, vencido y quién sabe si hasta exterminado.

En otras palabras, a estas alturas de la evolución del homo sapiens, el año 2017, el ser humano no ha encontrado aun un camino de progreso, paz y convivencia universalmente aceptado. El bueno, el verdadera y auténticamente bueno está condenado a ser exterminado o sometido por el malo que también se cree verdadera y auténticamente bueno, pero cuya “bondad” no conoce límites a la hora de imponerse al otro. Al bueno-bueno no le queda otra opción para sobrevivir al bueno-malo que convertirse también en bueno-malo, con lo cual al final la lucha de la humanidad es entre malos y malos. O.K. creo que me estoy enredando mucho y uno no es que sea Sócrates que decía que el hombre sabio solo puede buscar el bien, ni mucho menos San Agustín que exponía que el mal no existe, que solo es ausencia de bien y a lo que no existe no se le teme.

Yo lo que sé decirles es que comienzo este año 2017, como se dice en criollo “como palo e’ gallinero” (con perdón de las nuevas generaciones que nunca vieron un gallinero) con el mal que percibo en el pedazo de humanidad en la que habito y en el resto de ella. Finalizo con esta reflexión de Friedrich Nietzsche, por lo demás oportuna: “Quien con monstruos lucha cuide de convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti”.

http://www.talcualdigital.com/Nota/136283/el-mal

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Nícmer Evans

De diagnósticos y denuncias estamos saturados. Todos sabemos en el desastre que estamos, pero también estamos seguros que quienes tienen el poder, ya sin proyecto, sin mística, sin épica y sin apoyo popular, igual no van a querer dejarlo democrática o voluntariamente.

Pero también estamos seguros que no hay autoritarismo que resista a un pueblo organizado y en lucha, el problema es que hoy los partidos políticos, todos, han contribuido a la disolución de la capacidad organizativa y dirigencia social de las fuerzas vivas de este, nuestro país.

Diagnosticar y caracterizar a los factores y sectores sociales desmovilizados sería largo y tedioso, sin embargo lo que es importante señalar es que tanto el gobierno del Presidente Chávez, como el uso y abuso de los partidos políticos de la oposición han desgastado, cooptado, divido y debilitado a las fuerzas vivas, léase: trabajadores, estudiantes, profesores y docentes, pensionados, transportistas, campesinos, juventud, mujeres, afrodescendientes, GLBT, ambientalistas, por los derechos humanos y un largo etc.

Los partidos políticos, siempre necesarios, pero que no han podido ser útiles para poder generar los cambios que ofrecen, nuevamente, como en la década de 1990, han perdido credibilidad (insisto: todos). Es por ello que hoy es más imprescindible que nunca que las banderas de la movilización social sean agitadas por quienes viven y padecen los problemas reales y desean más que el resto, que sean resueltos. Los partidos políticos deben pasar a la retaguardia, pero motorizando, acompañando y facilitando que las fuerzas vivas logren su reactivación.

Si los partidos u organizaciones políticas, cualquiera de cualquier bando, incluso los de nuevo tipo como Marea Socialista (MS), pretenden conducir y protagonizar las movilizaciones de calle, sin dar el rol estelar a quienes deben tenerlo: las fuerzas vivas organizadas, estarán destinas al fracaso.

En lo personal confío en organizaciones democráticas como Marea Socialista y otras que surgen del seno del descontento con el PSUV y la MUD, y si logran atinar en una relación entre iguales con los diversos sectores sociales, estoy seguro que se podría activar una poderosa movilización social que agitaría los cimientos del poder en un mediano plazo.

Las condiciones están dadas, ahora sólo depende de la voluntad y la claridad política. @NicmerEvans
Nicmer Evans

Fuente: http://www.aporrea.org/actualidad/a239948.html

http://informe21.com/blog/nicmer-evans/sobre-que-hacer-las-fuerzas-vivas

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Tulio Álvarez

Donald Trump ha sido demonizado, especialmente por los latinos, razones no faltan. Inclusive, algunos han hecho comparaciones de su estilo con cierto mesianismo de izquierda criolla que resultan más que jocosas; sí tomamos en consideración su vocación francamente capitalista, de aquellas que llaman salvajes. Aunque se debe reconocer que los socialistas de aquí, al margen de su bestialidad en el manejo de los asuntos públicos, han resultado adictos al capital no trabajado. La depredación y entrega del país así lo señala.

No se puede negar que el individuo es un “hombre de empresas”, buenas o malas, imán de recursos y dinero, con ambos polos activos. De manera que la primera predicción no es aventurada: Manejará los asuntos públicos como un gran negocio, su perspectiva de la política internacional es comercial; además, se rodeará de “socios” asesores y militares que garanticen la “ejecución” de cualquier compromiso incumplido.

Pero, cabe la interrogante, ¿Se materializará el riesgo global que tanto anuncia su advenimiento? Otra más práctica, ¿Tendrá influjo determinante para Venezuela su asunción como Presidente de El Imperio? Los más encumbrados internacionalistas tienen que aceptar que no conocen al personaje, sus declaraciones han sido asombrosas, pero también contradictorias, al tiempo que adecúa su discurso de acuerdo al auditorio. Por ejemplo, en el área de defensa, por una parte, manifestó voluntad de restaurar el dominio militar de la Potencia del Norte, pero, al mismo tiempo, vinculó la ‘quiebra del país’ al gasto vinculado a la defensa de otras naciones.

También se manifestó contra la proliferación de armas nucleares en forma casi simultánea a su promesa de modernizar el arsenal nuclear de Estados Unidos y a la velada insinuación sobre la conveniencia de lo propio para Japón, con el objetivo de neutralizar a los norcoreanos. Esto sin dejar de mencionar todos los conflictos de poder que se avistan por el singular desastre que, según él, representa el acuerdo con Irán en esta materia, el peor jamás negociado.

Trump no tiene precedente. Rompió todo código de comportamiento durante la campaña, pero se ha leído cierta moderación después de la victoria. Ante tales conductas se hace evidente que él deberá resolver el dilema eterno de los norteamericanos entre intervencionismo o aislacionismo; y, en este aspecto, estoy convencido de que será un buen hibrido de acuerdo a sus propios intereses económicos. Esto podría ser desastroso para los venezolanos.

El perfil de las alianzas internacionales parte del contubernio con su admirado Putin. Resulta pasmoso el contexto en el que ha manifestado esa veneración. La primera señal fue la calificación de “inteligente” a la jugada que se materializó en la intervención ucraniana, ejecutada por Rusia en 2014, en entrevista ante Buzzfeed News del 2 de agosto de 2016. Criterio que ratificó el 16 del mismo mes, en comentario ante la NBC, afirmando que los sucesos de Crimea afectan a los europeos mucho más que a los americanos y que aquellos tienen la carga de la solución. Fue una abierta crítica a los alemanes que, en su opinión, reflejaban una doble moral al negociar petróleo y gas con los rusos mientras criticaban sus acciones.

El clímax del romance se produce precisamente en la coyuntura actual por la intervención de los rusos en la campaña electoral, las sanciones dictadas por la administración Obama en los estertores de su mandato y lo que Trump calificó como brillante jugada de Putin al no dar respuesta con actos de retaliación. Casualmente, el mismo 30 de diciembre de 2016, Washington Post publicó un trabajo de investigación en el que se refiere una “darker suspicions” de la relación entre ambos jerarcas. Un pacto con consecuencias y efectos desconocidos.

La relación existe, los rusos intervinieron en la elección, tal como lo demuestra el estudio del 10 de noviembre de 2016 realizado por Jonathan Eyal, ‘Russia and Donald Trump’ del Royal United Services Institute. La clave es que Putin avanza en el proyecto de dominación mundial de la “Madre Rusia” sin la limitación burguesa que representa para Obama el fin de un mandato. El Duet Putin-Trump comprende que solo tiene que esperar unos días y que cualquier respuesta es retroalimentar la estrategia de los demócratas que presienten un largo recorrido en el desierto de la política norteamericana.

Definitivamente, en los albores de su presidencia, Trump se siente muy bien con el ‘zar ruso’, lo cual no es novedad y había sido adelantado bien temprano en la entrevista que concedió al Daily Telegraph el 31 de julio de 2015, una conversación en la que no dejó pasar que “Putin odia a Obama; y Obama odia a Putin”. El presidente saliente está atado de manos y solo puede ejecutar vendettas como la que le aplicó al Estado de Israel y los intereses económicos que lo representan en Estados Unidos, por sus ‘aportes desinteresados’ a la campaña rival.

Aquí está un detalle que no se debe olvidar. En mis clases de Derecho Constitucional, advierto que el esquema democrático de nuestra civilización es débil, a la par que residual, ya que la mayoría de los estados se inscriben en prácticas autoritarias o totalitarias. De manera que la forma de vida en libertad siempre estará en riesgo y el peligro se acrecienta con novedosas prácticas de terror y renovadas fórmulas de agresión. Esto sin contar la técnica de la izquierda irredenta de utilizar los mecanismos democráticos, tales como el sufragio y el control de la institucionalidad que se deriva de los eventos electorales, para destruir la democracia misma.

En este último punto, cabe resaltar el purulento influjo de Venezuela en América Latina; en especial, Argentina, Bolivia, Ecuador y Nicaragua. Y debemos reconocer que el Régimen de Maduro es un aliado fiel a cualquier potencial socio en la corrupción, inscrito en la internacional de las tiranías, tal como ha demostrado con cubanos, norcoreanos, bielorrusos, fundamentalismos islámicos y, gran descubrimiento, con los más grandes vendedores de chatarra belicista rusa. Precisamente por tal relación estamos en grave peligro como nación.

Prudencia debería ser el parámetro para que Venezuela se relacione con un gobierno dirigido por Trump. Su discurso es flemático y no comparte el mismo estilo de los que dejaron pasar insultos y amenazas de aquellos que solo saben ladrar. Ustedes saben a quienes me refiero. No olvidemos que amenazó con bombardear la infraestructura de producción petrolera que provee de fondos al radicalismo islámico y que tomaría ese petróleo, sin aclarar su destino. Excusa perfecta para cualquier acción contra un país petrolero.

Lo que se puede esperar, en las primeras de cambio, son jugadas desesperadas bajo la mesa utilizando la relación con Putin para propiciar ‘una cumbre Maduro-Trump’. Este es el sueño mojado de los revolucionarios sin revolución ni pueblo desde el año 1999. La verdad es que el pragmatismo de la política internacional norteamericana, carente en general de principios o valores salvo como justificación de sus acciones, puede favorecer un encuentro con cualquier dictadorcillo de quinto patio si el interés económico lo requiere. Pero la única condición es que se vislumbre permanencia en el poder y ese no es el caso en Venezuela. Pero cualquier cosa puede pasar con Trump.

Por lo pronto, no es aventurado predecir grandes cambios en la política internacional de Estados Unidos. La disminución del poder que hasta ahora ha manifestado la OTAN; y, consecuencialmente, la defensa de eso que podemos definir como “Mundo Occidental” tendrá un peso mayor para las potencias europeas. La visión de Trump sobre esta instancia parte de la calcificación de los vetustos acuerdos dirigidos a la intervención automática de los Estados Unidos en el supuesto de agresión de alguno de sus miembros, bajo la calificación de obsolescencia que realizó en entrevista conferida a Business Insider, el 24 de marzo de 2016. Una óptica que transformaría el papel asumido como ‘Policía del Mundo’ luego de la Segunda Guerra Mundial.

También es previsible el atemperamiento de las sanciones americanas a Rusia por su intervención en Ukrania, un efecto similar al que produjo el Brexit con relación al Reino Unido. Ambos socios temporales coinciden en priorizar la estabilidad en el Medio Oriente y es previsible un alineamiento de los americanos en el sostenimiento del régimen de Bashar al-Assad; lo que a su vez tendría incidencias veladas en la relación con los turcos y sauditas. América Latina es un gran enigma. Han sido tan descarnados y desconsiderados los comentarios y opiniones sobre nuestra realidad que cualquier situación se puede presentar; inclusive, un buen escenario.

Porque a diferencia de otras latitudes, la institucionalidad federal de los Estados Unidos, su tradición constitucional y su forma de vida imponen restricciones a cualquier gobernante. Sin embargo, aun con tales precedentes eligieron a Trump. Yo confió más en el elemento humano. La sicología de ambos personajes me hace recordar el acuerdo de Hitler y Stalin para repartirse el mundo. También me hace prever una corta luna de miel y que el nuevo mandatario tendrá que conformarse con sus viejas amantes europeas para lo habitual: “Hacer grande a los Estados Unidos otra vez”, el muy original lema de su campaña. Ojalá que los tarugos criollos no se entrometan en esta pelea de mayores. Aunque sean aliados circunstanciales del enemigo oculto que nos ve como república bananera.

Tulio Álvarez

tulioalvarez17@gmail.com

@tulioalvarez

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Sergio Arancibia

Los diferentes gobiernos norteamericanos a lo largo de los últimos 60 años han ido paulatinamente incrementando la cantidad de mercancías que Estados Unidos compra y vende en el mercado internacional y, consecuentemente, han ido impulsando una creciente liberalización del comercio mundial, como corresponde a quien quiere vender lo más posible al resto de los países del mundo. Algunos gobiernos han avanzado más rápido y otros más lentos, pero todos han seguido más o menos el mismo camino: exportar lo más posible y lograr, por la vía de la imposición, de la presión o de la negociación la mayor apertura posible de los mercados internacionales. Sin embargo, sin perjuicio de esa política - y de todo lo que se pueda decir sobre la potencia y la prepotencia del imperialismo norteamericano - lo cierto es que la presencia comercial de Estados Unidos en el mundo contemporáneo ha ido en continuo descenso en el transcurso de los últimos 60 años.

Cuando termina la Segunda Guerra Mundial y se reestructuran los canales y las normas del comercio internacional, Estados Unidos emerge como el país con mayor poder económico, comercial, financiero y tecnológico en el escenario mundial. Sin embargo, las exportaciones de dicho país representaban en 1948 solo el 21.7 % de las exportaciones mundiales. Cinco años después ese porcentaje había bajado al 18.8 %. En el año 1963, el porcentaje de las exportaciones norteamericanas en el total de las exportaciones mundiales bajó a 14.9%. Diez años después ese nivel se ubicaba en 12.3 %. En 1983 había alcanzado un porcentaje de 11.2%. En 1993 presentó un ligero aumento con respecto a la década anterior y alcanzó un porcentaje de 11.6 %. Pero en el año 2003, ya en el siglo XXI, el peso de Estados Unidos en el comercio internacional se había reducido al 9.8 % de las exportaciones mundiales. Para el 2014 ese porcentaje bajó al 8,8 %.

Podemos decir, por lo tanto, que hoy en día el peso de Estados Unidos en el comercio mundial está en el nivel más bajo de los últimos 60 años. Y por primera vez en las últimas décadas Estados Unidos tiene un presidente que pregona abiertamente que pretende reducir las importaciones norteamericanas y modificar toda la red de acuerdos que han conformado el cuerpo normativo del comercio internacional contemporáneo, de modo de generar no más liberalización comercial, sino más proteccionismo. Si eso lo intentara llevar adelante un país pequeño, de poco peso en el comercio internacional, lo más probable es que no pasaría nada. Pero si lo intenta quien todavía detenta el 8.8 % del comercio internacional, es indudable que el conjunto del sistema se tiene que sentir afectado o trastocado. No tan afectado como cuando Estados Unidos controlaba el 20 % o más del comercio internacional - situación en la cual su poder de imponer, de normar o de influir era extraordinariamente alta – pero lo suficientemente afectado como corresponde ante las acciones de un socio que no es marginal en el comercio mundial. Hay hoy en día otros actores que tienen tanto o más poder comercial que Estados Unidos. La Unión Europea y China, fundamentalmente, y en menor medida, Japón y Rusia, países todos que reaccionarán en defensa de sus intereses. Ellos no tendrán una actitud pasiva o meramente contemplativa de lo que quiera hacer el Sr. Trump, sino que reaccionarán en forma preventiva, defensiva y/o retaliativa. Por lo tanto, estamos a las puertas de una gran modificación de la estructura, de los volúmenes, de las normas, de los canales y de los flujos del comercio internacional contemporáneo.

¿Cómo puede todo eso afectar a Venezuela? Como el comercio exterior venezolano es bastante simple, esa pregunta se responde analizando que puede pasar en el mercado petrolero internacional. Si la política proteccionista del Sr. Trump alcanza también a este mercado - y no hay razones para suponer lo contrario - es dable suponer que Estados Unidos caminará hacia la autosufuciencia petrolera, incentivando la producción interna en desmedro de las importaciones. Eso implica incentivar la producción de los yacimientos petroleros convencionales y potenciar también la producción por la vía del fraking, todo lo cual puede llevar a incrementar la producción mundial de petróleo y a reducir más aún más las exportaciones venezolanas hacia el mercado norteamericano. Eso se suma a la ya consolidada búsqueda internacional de energías no contaminantes y a la difusión de los automóviles eléctricos, todo lo cual puede implicar a mediano plazo un mercado petrolero poco propicio para los intereses de Venezuela.

http://www.talcualdigital.com/Nota/136348/venezuela-y-la-nueva-politica-...

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