Pasar al contenido principal

Opinión

Luis Ugalde

La frustración y la agonía del dominante régimen dictatorial son irreversibles. Cuanto más se prolongue, más doloroso será el final para todos, incluso para el propio partido de gobierno. Lo mejor que puede hacer Maduro es renunciar y abrir la puerta a la reconstrucción democrática con una transición pacífica y negociada.

Pero no solo el régimen está en agonía terminal, sino que una forma de hacer política durante décadas requiere de inmediata sepultura. No nos referimos al chavismo, sino al país entero que desde el siglo XIX ha hecho y tolerado (con honrosas excepciones) una “cultura política” muy negativa. Por ejemplo, en las recientes primarias de los demócratas podemos decir que 90% del comportamiento fue excelente, pero hubo un 10% que indignó al país y nos recordó lo peor del pasado prechavista. Hace falta un nuevo comportamiento político en los partidos, en la sociedad civil, en sus empresarios, organizaciones, universidades…

Erradicar la tolerancia con el cáncer de la corrupción. El desastre es tal que hay que arrancar de raíz la monstruosa corrupción de la cúpula chavista (la mitad del millón de millones de dólares se lo robaron entre la corrupción e ineptitud, con beneplácito de sus seguidores). Desde hace siglos prevalece la idea de que al llegar al poder es de inteligentes y vivos repartirse el botín, sin escrúpulos morales. Corrupción aceptada por los simpatizantes con tal de que repartan y dejen robar. El poder es para disfrutarlo; lo del poder como servicio queda para los mítines y los discursos patrios. Es absurdo –piensan– que el poder se deba someter a la Constitución y a la voluntad de los ciudadanos. Si además se tiene la fuerza de las armas, se rechaza toda forma de control institucional.

Combatir la ilusión de la riqueza rentista. Ha hecho un inmenso daño la falsa idea de que somos un país riquísimo y que nuestro problema no es producir más, sino que el gobierno reparta la abundancia existente. Ese fue el éxito inicial y la ruina del chavismo. Solo hay riqueza consistente cuando sale de la producción y talento de los venezolanos porque se dan la mano la educación formadora y la empresa productiva.

Eliminar el clientelismo que coloca en cargos a sus seguidores sin exigir capacidad; como lo vemos en incompetentes fracasados que en dos años han ocupado cuatro ministerios.

Los nuevos (y renovados) líderes políticos no se pueden quedar en protestar como opositores y repartir el botín al llegar al poder, poniendo los intereses del partido por encima del bien del conjunto del país.

Diálogo, negociación y democracia. Venezuela no puede rescatar la democracia sin diálogo entre todos los ciudadanos y sin negociar los puntos estratégicos imprescindibles para salir de la actual dictadura. Por eso los demócratas no pueden ir a la negociación como vergonzantes, de noche y a escondidas. El problema no está en participar, sino en saber qué exigir y qué defender como absolutamente irrenunciable. Sería una verdadera vergüenza que el diálogo para restablecer la democracia y la Constitución empezara reconociendo la constituyente creada por esta dictadura para matar la democracia y la Constitución vigente.

Evidentes y previas a toda negociación son algunas exigencias constitucionales:1) Pleno reconocimiento de la AN elegida y de sus responsabilidades constitucionales, la separación de los poderes públicos y su renovación constitucional. 2) Libertad de presos y exiliados políticos. 3) Estricto cumplimiento de la agenda electoral conforme a la Constitución. 4) Apertura a la ayuda humanitaria internacional en medicinas y alimentos por la grave emergencia nacional.

En estos puntos básicos tenemos pleno apoyo de medio centenar de países democráticos del mundo; y, si los difundimos y defendemos con claridad y coraje público, los convertiremos en la bandera movilizadora de todos los venezolanos demócratas.

Formación humana, dinámica empresarial y producción económica. Para que Venezuela sea reconstruida hay que cambiar el modelo económico y promover la iniciativa emprendedora, libre y ciudadana con cuantiosas inversiones nacionales e internacionales, con todas las garantías jurídicas. Pero el comportamiento empresarial no ha de ser lo que fue (y es) en muchos casos de seudoempresarios recostados en el rentismo estatal incompetente. Necesitamos un empresariado convencido de su responsabilidad e importancia estratégica en el combate de la pobreza, que es imposible sin generar oportunidades de buen trabajo productivo para 14 millones de venezolanos. Ello exige, por otro lado, una profunda transformación de todo el sistema educativo orientándolo hacia la creación de la riqueza con el talento y la formación humana honesta. La empresa no puede seguir entendiéndose como el campo de batalla que enfrenta como enemigos al capital y al trabajo, sino donde ambos se complementan y benefician en la lucha contra la pobreza, el atraso y la improductividad parasitaria.

¿Y los militares? Deben sacar las consecuencias de algo que está a la vista y repudiar esa política de reparto del botín que ha hundido a Venezuela y en la que algunos de ellos han sido los principales actores y beneficiarios. Eso sin mencionar el narcotráfico que ha envilecido todo.

La masiva votación del 15 de octubre será un paso adelante para obligar a la salida democrática del gobierno dictatorial.

05 de octubre de 2017

 4 min


Nunca he dejado de votar. Ni siquiera en los eventos electorales donde sé que mi candidato será derrotado. Ni siquiera cuando el régimen ha diseñado todas las estrategias posibles para neutralizar el voto opositor. Ni siquiera con Tibisay Lucena presidiendo el CNE, aviesa e irreversible. Ni siquiera sabiendo que Jorge Rodríguez es su verdadero jefe. No acepto renunciar a mi derecho ciudadano. No me da la gana. No pienso darles el gusto. No me voy a quedar rezongando mi ira solo por las redes sociales. No tolero resignarme. Ni convertirme en silencio. Porque eso es abstenerse. Abstenerse es callarse. Desaparecer. No expresar tu parecer. Es dejar que la dictadura juegue sola y fácil. Es allanarles el camino, dejarles la puerta franca para prolongar el saqueo. No hay mejor guarimba contra el avance de la dictadura que millones de ciudadanos plantados en los centros de votación. Digo, por los que estuvieron en tantos plantones y hoy se sienten decepcionados por el resultado. No hay mejor trancazo que millones de boletas electorales rechazando esa tragedia que ha sido el chavismo en nuestras vidas.

Yo, como tantos, también me siento defraudado por el desenlace que tuvo la mayor protesta ciudadana que ha habido en contra del régimen durante cuatro meses de este año 2017, con un muy doloroso costo en vidas humanas, gente encarcelada, herida, arruinada o fugitiva. Yo también le critico actitudes, errores y veleidades a la MUD. Yo también exijo mayor temple y menos improvisación. Más estrategia y menos candor. Pero oposición somos todos. Oposición no solo es el cogollo político opositor, no solo es el líder pusilánime o el carismático, no solo es el analista radical o el conservador. Oposición es también el venezolano que este año ya no le alcanza el dinero para inscribir a sus hijos en el colegio y ni siquiera para que en la nevera de su casa haya cierta dignidad. Oposición son las mujeres que deben parir a sus hijos en la sala de espera de un hospital público. Oposición es todo aquel que ha tenido que enterrar a un familiar por culpa del reinado del hampa. Oposición es todo venezolano sumido en la perplejidad y la depresión al ver en lo que nos hemos convertido. Oposición es el país en ruinas.

Por eso no creo que hayamos perdido la calle definitivamente, porque salir a votar es también un acto de calle, el más masivo, el más contundente, y quizás el de mayor eficacia que podamos realizar. Se ha comprobado hasta el hartazgo que en los eventos electorales somos millones, mientras en las marchas somos miles y miles, y en los trancazos, apenas cientos. No hay mayor acto de resistencia pacífica que el voto. Pero vale el punto: aquí ya todos perdimos la ingenuidad. El argumento abstencionista tiene su razón de ser. ¿Para qué votar si luego inhabilitarán a los gobernadores, o les dictarán auto de detención, o los privarán de recursos? Cierto, todo eso puede pasar. Y todo eso solo servirá para remarcar más aún el carácter delictivo del régimen. Prefiero obligarlos a seguir delinquiendo que quedarme inerte en la ventana de mi casa. Muchos dicen que asistir a las regionales es traicionar a los que dejaron su vida en el asfalto de las protestas. Con todo respeto, creo lo contrario: dejar de votar es olvidar a nuestros muertos, a los estudiantes asesinados a quemarropa, a los adolescentes caídos, a tanta historia mínima y terrible que ha ocurrido. Dejar de votar es dejar de seguir luchando. Es claudicar.

Por eso elijo seguir protestando. Y votar es un acto de protesta. Quizás no se trata -en Miranda, por ejemplo- de votar a favor de Carlos Ocariz, sino en contra de Héctor Rodríguez. ¿Alguien se imagina a semejante personaje, que se jacta de la talla y peso de los niños desnutridos del país, gobernando uno de los mayores bastiones de la oposición? Los cuentos sobre su campaña son sintomáticos. A cada zona rural de Miranda donde aparece, lo acompañan decenas de cajas de CLAP. La clásica estrategia del populismo. Dame tu voto, toma tu CLAP. Si no hay voto, no hay más CLAP. Chantaje, ventajismo, extorsión, manipulación de la pobreza del venezolano. Todo muy bajo, muy vil, muy chavista.

¿Se imaginan a ese extraño ente llamado Rafael Lacava, desaforado hasta la ridiculez, gobernando a Carabobo? Verlo alardeando de los recursos que ya tiene para “resolver” los problemas del estado es asombroso, indignante. Y él sentencia su satisfacción concluyendo, con aires de innegable estadista, que está “más contento que niño comiendo moco”. Me cuesta creer que los habitantes del Táchira permitan que Vielma Mora repita como gobernador, luego de haber demostrado su voracidad represiva y su talento para los negocios turbios de frontera. O que en Anzoátegui sus ciudadanos consientan que la abstención le tienda una alfombra roja nuevamente a Aristóbulo Istúriz, cuya nulidad como gobernante es proverbial.

No caigamos en una nueva trampa del régimen. No olvidemos que la dictadura hubiera preferido no ir a ninguna elección. Ni regional, ni municipal, y mucho menos nacional. Toda dictadura, por definición, evita las elecciones. Las masivas protestas de calle y la enorme presión internacional desembocaron, por ahora, en al menos un logro a nuestro favor. El régimen tuvo que mostrarle al mundo algún gesto de talante democrático. Y he allí las elecciones regionales. Muy a su pesar. Las adelantaron para intentar rentabilizar la resaca opositora, la inmensa frustración, las ganas de ya no más. Así, a pesar de ellos mismos, ahí están las elecciones de gobernadores. Uno de los tantos derechos que hemos reclamado en estos tiempos. Y por eso el CNE elimina centros de votación, por eso no acepta las sustituciones que reclama la Unidad en el tarjetón electoral, por eso vuelven a hablar de conspiraciones. No quieren elecciones. Azuzan nuestra rabia, procuran nuestra confusión, alientan la epidemia de la abstención.

Yo, como millones de venezolanos, he madrugado en colas infinitas, he marchado incontables veces, he tragado humo, he corrido esquivando perdigones, he firmado cuanta planilla se me atravesaba, he escrito artículos, crónicas y tuits denunciando los atropellos, las vejaciones, los asesinatos. He colaborado en campañas por el voto, por la democracia, por un nuevo gobierno, por una nueva oportunidad para el país. Y seguiré insistiendo. Votar es una nueva posibilidad de expresar mi rechazo a la dictadura. Algunos leerán estas líneas y me llamarán colaboracionista. Ya lo han hecho decenas de veces. Un insulto extraño, la verdad. Porque, en rigor, si yo no voto, con quien colaboro, y mucho, es con Nicolás Maduro. ¿Y vamos a colaborar con el ser humano que más daño le ha hecho al país, después de Hugo Chávez?

Dicen que si voto legitimo al régimen. ¿De verdad? ¿No lo legitima más la ausencia nuestra y el triunfo de sus partidarios? Si el 15 de octubre los demócratas no expresamos nuestro hartazgo y solo votan los chavistas, los enchufados, los que serán intimidados o chantajeados con quitarles su casa de la Misión Vivienda o su bolsa de comida, entonces el inmenso concierto de países que hoy condena a Nicolás Maduro recibirá un mensaje equivocado. Si el chavismo gana la mayoría de las gobernaciones el domingo 15 de octubre del 2017, le estaremos diciendo al resto del planeta que eso es lo que queremos: más dictadura. Hasta el fin de los tiempos.

¿Razones para votar? Todas. Para rechazar la hambruna que estremece a nuestro país. Para insistir en que somos estructuralmente demócratas. Votar por la libertad de nuestros presos políticos. Por los miles de venezolanos asesinados a manos del régimen. Por la repulsión natural que producen las dictaduras criminales. Para repetirles que cada vez son menos. Para que el mundo siga entendiendo el pedimento del país mayoritario. Para condenar el saqueo, la estafa y la monumental corrupción. Porque hay que hacerlo mientras exista la posibilidad. Porque el voto es la voz de todos. Porque el silencio es darle la espalda al país. Porque luego entonces vendrá la elección definitiva. La de un nuevo presidente. La que los termine de expulsar del poder. Votar para volver a existir como país. Es un paso más. No podemos renunciar a darlo. El voto, axiomáticamente, es nuestro derecho democrático y nuestro deber ciudadano.

No votar sería un error trágico para nosotros. Y una fiesta para la dictadura.

Caraota Digital

http://www.caraotadigital.net/columnistas/la-ventana-46/

 6 min


Jesús Elorza G.

Alegres y emocionados, se encontraban los 148 jóvenes atletas que conformaban la delegación del país que asistiría a los Juegos Suramericanos de la Juventud Chile 2017. La ilusión de su primer compromiso internacional generaba un ambiente festivo entre ellos y sus familiares que los acompañaban para hacer más placentera su despedida en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía.

A eso de las 10 a.m., los atletas, entrenadores y delegados ingresaron a los pasillos de tránsito internacional, luego de haber cumplido con los trámites de inmigración. Afuera, quedaron los familiares esperanzados por ver a sus muchachos partir rumbo al evento deportivo.

El festivo ambiente, fue interrumpido cuando se anunció en las pizarras electrónicas del aeropuerto, que los vuelos 5500, 5501 y 5502 de la línea aérea Conviasa no saldrían a la hora prevista.

Los miembros de la delegación con experiencia en vuelos internacionales, mostraron su preocupación por lo ocurrido. Esos cambios de horario eran un mal presagio, de allí que comenzaron a solicitar información sobre cuál sería el nuevo horario de salida…..pero el tiempo pasaba y nadie daba información al respecto. En el mostrador de la línea, los encargados se limitaban a decir que no tenían información al respecto.

Con el paso de las horas, la incertidumbre fue creciendo. Ahora los padres, representantes y amigos que esperaban en los pasillos del aeropuerto, se incorporaron a la búsqueda de información sobre el retardo de la salida de los vuelos……pero, sus esfuerzos fueron en vano….los funcionarios del Instituto Nacional de Deporte y el Ministerio del Deporte no aparecían por ningún lado…..Esos burócratas, se escabulleron para no dar la cara, manifestaba uno de los representantes.

A todas estas, las horas seguían pasando y el hambre hizo acto de presencia…..no había quien respondiera por la alimentación de la delegación…..En ese despelote se le escucho decir a un funcionario ¡¡¡Que cada quien pague lo suyo!!! y salió huyendo del sitio, alegando que el ministro lo había llamado para que se presentara con urgencia en la sede del IND en Caracas.

- Incapaz, mentiroso, demagogo, embustero fueron entre otros los calificativos que se escucharon en todo el aeropuerto.

Al fin, después de ¡¡¡12 horas de espera!!! Se hizo presente un funcionario de la Dirección de Alto Rendimiento del Instituto Nacional de Deporte para comunicar con su cara muy lavada, que los vuelos charter que debían trasladar a la delegación no saldrían.

- La reacción de todos los allí presentes: Atletas, entrenadores, delegados y familiares no se hizo esperar y con fuerza le reclamaron la situación planteada y le exigieron una explicación más detallada y convincente por lo ocurrido.

-Con voz temblorosa, el burócrata funcionario señaló, que la ruta de los vuelos implicaba una escala en el aeropuerto internacional de Viru Viru en Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, para reabastecerse de combustible

-¿Y.?

Bueno, ese es el problema que originó todo esto, debido a que las autoridades de ese aeropuerto boliviano exigía que el pago de combustible debería hacerse de inmediato…y los ¡¡¡Dólares que teníamos no alcanzaban para cubrir el total!!! Hicimos un esfuerzo, apelando a la solidaridad de los camaradas bolivianos para que nos dieran el combustible fiao…..pero ellos no aceptaron.

-Después de digerir tan alucinante explicación, las acusaciones de ineptos e incapaces salieron a relucir. Nadie entendía, como el problema del reabastecimiento de combustible no había sido tomado en cuenta por las autoridades deportivas al momento de contratar los vuelos charter…..esos tipos del Ministerio del Deporte no tienen la más mínima idea de cómo gerenciar el envío de una delegación deportiva, manifestaba muy molesto uno de los entrenadores.

- Solo les faltó, a estos incapaces, pedirnos que hiciéramos “una vaca” entre todos para pagar la gasolina de los aviones, manifestaban a sotto voce los familiares de los atletas.

El triste y bochornoso espectáculo, alcanzó su punto máximo cuando la delegación tuvo que retirar su equipaje, sus materiales de competencia y ser sellados sus pasaportes con el “Reingreso” al país del que nunca salieron.

Un grupo de representantes, decidió no quedarse de brazos cruzados y denunciaron en la Fiscalía General de la Republica el atropello al que fueron sometidos. En su denuncia exigían que las autoridades deportivas responsables de la situación fuesen sancionadas y responsabilizadas por los daños psicológicos, morales y materiales generados por su incapacidad gerencial.

Mientras tanto, el ministro en su despacho, abrumado por los problemas que de manera continua se le han presentado con el envío de delegaciones a competir internacionalmente y que no ha podido resolver, por no saber cómo hacerlo, se limitó a emular a su tocayo Pedro Infante y agarrando la guitarra que tiene en su oficina, se puso a cantar su despecho:

Ando volando bajo / mi gestión está por el suelo

Y el deporte de alto rendimiento / mirando mis desconsuelos.

El forfeit y los vuelos me tienen loco

Conviasa y los charter me van a matar.

Mientras tanto, los viceministros enchufaos, con sus vasos de tequila en las manos, le hacían el coro:

No nacimos pa pobres / nos gusta todo lo bueno

Y el deporte tendrá que querernos / porque pa eso somos gobiernos.

 4 min


Con voz propia

Dar la cara al nefasto Consejo Nacional Electoral (CNE) es el reto planteado en elecciones de gobernadores de los 23 estados. El proceso debía haberse realizado en diciembre del 2016, pero el temor a la derrota pronosticada por encuestas, incluidas las oficiales, lo llevó a programarlo para este 15 de octubre. Grande es el desafío ante el militarista narco régimen empeñado en imponer sus candidaturas. Además de las trampas, viola con insolencia la legalidad, dispone de inmensos recursos y se vale de hegemonía comunicacional.

Eleazar Díaz Rangel (EDR), director del oficialista diario Ultimas Noticias lo demuestra en su columna dominical. Señala entre factores adversos al triunfo opositor el apoyo mediático y su consecuencia ideológica le lleva a simplificar las adversidades. Vaticina que la “abstención puede ser alta”. Es la línea política trazada.

Califica de “ilusiones desapegadas de la realidad”, favorables a los adversarios “que ganarán todos sus candidatos”. No podía faltar el burdo embuste: apunta que en Aragua “el candidato no fue electo en primarias, sino impuesto”. Y de votos afirma: “no suma, debe restar”.

Democráticamente fueron seleccionados en primarias 19 candidatos a gobernadores, entre ellos el de Aragua, EDR. Los restante 4, por consenso. Nicolás Maduro (NM) escogió a dedo los suyos. Por desconfianza de sus bases estadales removió de su fraudulenta constituyente a varios, ordenó el retorno de algunos destituidos y otros sacados del Gabinete, como el postulado para Aragua, el guariqueño general Rodolfo Marco Torres. Viene de ejercer con cuestionamiento titularidad altos cargos públicos. Como Ministro para las Finanzas, fue destituido por la Asamblea Nacional (AN).

Dicho parlamento aprobó voto de censura en su contra como ministro de Alimentación, lo cual implica que debe ser removido de su cargo. Se le acusó de irregularidades en 4 compras por más de 160 millones de dólares.

El inmundo CNE viola descaradamente el Registro Electoral al eliminar 76 centros de votación en todo el país y la legislación aprobada por su mismo régimen con la sustitución de candidaturas renunciadas después de las primarias.

En cualquier momento por renuncia, muerte o imposibilidad y debe incluirse en el instrumento de votación. Los votos del candidato sustituido se le sumarán a la tarjeta del candidato unitario. El plazo legal vence este 5 de octubre.

Recurren NM y sus lacayos a la artimaña, convencidos de la derrota, más cuando el 44,7% del que 80% de quienes según Datanálisis están dispuesto a sufragar, lo harán por la oposición.

Por eso se intensifica el llamado a votar a los decepcionados de las primarias porque no resultó victorioso su candidato. Allí votaron por quien consideraban mejor. Sin embargo, la mayoría se pronunció por el otro.

Cuesta creer que no acaten la decisión mayoritaria y más que desobedezcan la obligación democrática y les dé lo mismo que gane el oficialista.

Lo que no hicieron en elecciones primarias intentan practicarlo el domingo 15 de octubre en la elección de gobernadores: abstención. En muy francas palabras: colgar los guantes; aligerar trampas, facilitar triunfo del régimen cuando encuestas de opinión colocan a la Oposición victoriosa.

Razón le sobra a Henrique Capriles, al afirmar que en democracia abstenerse es una opción, pero el país está enfrentando una dictadura y en dictadura hay que ir votar.

NM cree que se debe rectificar lo que para él fue paso en falso del pueblo en 2015 al entregar la AN. En su opinión en el proceso de elegir gobernadores tiene la “oportunidad de oro de arrepentirse y asegurar que la revolución gane las 23 gobernaciones”

Sí amigos lectores la abstención es un derecho, pero ejercerlo en este proceso es votar por Maduro.

 2 min


No es monopolio de los gobernantes. Cuando una sociedad está enferma, la mayoría de sus integrantes también lo está. La cúpula es siempre la más enajenada. Pero las víctimas suelen ser también presas de patologías extremas.

Perturbado, por ejemplo, estaba el pueblo mejor educado de Europa, el alemán. Terminó seducido, como una adolescente ilusa, por Adolfo Hitler. Un sargento neurótico con derecho de exterminar con el apoyo popular a humanos considerados pecaminosos. Judíos. Comunistas. Homosexuales.

Perturbadas también estaban sus víctimas. Las del Holocausto. Que como lo cuenta Primo Levi en Si esto es un hombre, llegaban a situaciones de confusión mental, desesperación irracional o pérdida de la dignidad con tal de sobrevivir en medio de tanta privación.

II

Eso, intuyo, nos está ocurriendo a buena parte de los venezolanos en medio de la debacle terminal que padecemos desde hace por lo menos 24 años. Desde que Rafael Caldera, en su rol de Saturno devorando a sus hijos, llegó al poder asesinando al partido que fundó. El disparo en el pecho a la democracia bipartidista. Es mi hipótesis delirante: “La tentación del suicidio político se ha convertido en Venezuela en una tradición moderna”.

Suicidas fueron los liderazgos de AD y Copei negándose a emprender los cambios urgentes que las alarmas encendidas –Caracazo, golpes militares, estudios académicos– reclamaban. Aprendices de suicidas fueron los protagonistas del Carbonazo, que convirtieron una rebelión popular de masas en onanista opereta bufa. Atornillaron en el poder a Hugo Chávez. Le dieron el oxígeno que la realidad política le negaba.

Suicida la dirigencia política opositora que, en 2005, ordenando abstención, le regaló a la tiranía roja bananera el poder absoluto en la Asamblea Nacional. Y suicida, más suicida pero con más suerte que los anteriores, la terquedad de la dirigencia chavista empeñada en seguir las fórmulas de un modelo, los estatismos comunistas, fracasado en todos los lugares donde triunfó.

Cada cierto tempo algún venezolano actualiza aquella frase cruel: “Estábamos al borde del abismo, pero hoy hemos dado un paso al frente”.

III

Ahora nos enfrentamos a un nuevo círculo suicida: la obsesiva élite parapolítica que, desde su templo mayor en Miami, predica la abstención para las próximas elecciones de gobernadores.

¿Quiénes son? Lo podemos inferir por sus rostros más visibles. Como el de Diego Arria. Una claque de políticos menores, eternos derrotados, que nunca ha obtenido un cargo importante de elección popular. Un club de corazones solitarios.

¿Qué argumentan? Que ir a elecciones es legitimar el poder de lo chavomaduristas y traicionar las luchas de calle que tantos muertos dejaron

¿En qué se equivocan? En que el chavomadurismo no necesita legitimarse porque ejerce su poder al margen de la ley y la Constitución. Es un gobierno de fuerza. Así convoque a elecciones, luego de las sanciones de Estados Unidos y Canadá, en el escenario internacional, es un Estado forajido. Pero si se les deja, si logran, gracias a la abstención, hacerse de todas las gobernaciones en elecciones democráticas, les estaremos regalando otra bombona de oxígeno.

¿Y los muertos? ¿Los estamos traicionando? Por supuesto que no. Lamentablemente toda lucha contra un gobierno de terror se lleva, siempre, muchas vidas. 30.000 se cargaron los gobiernos militares de la Argentina. Y, al final, hubo que negociar una salida. Porque, entre otros que manejan el sentido común, Sun Tzu nos ha enseñado que una de las artes mayores de la guerra es saber cuándo replegarse. No vale la pena seguir llevando muertos, que honramos, al molino de los rojos si sabemos que no podemos derrotarlos con palos y piedras. Dos pasos adelante, uno atrás, decían en Vietnam. Y derrotaron a los gringos.

IV

Entonces solo nos queda la lucha política. Que los abstencionistas de Miami, allá ellos, aguarden pacientemente la llegada de los Marines vía Los Roques. Que se bronceen a la espera de que los militares rebeldes salgan del clóset. O que terminen de armar el Frente de Liberación Nacional Comandante Urdaneta. Mientras tanto a nosotros, a los mortales, a los de a pie, solo nos queda ir a elecciones porque en democracia menguada quien abandona un espacio de lucha no tiene perdón de Dios.

 3 min


VA (R) Jesús Enrique Briceño García

Apreciados amigos y compañeros de armas

Reciban un cordial saludo y los mejores deseos de bienestar para ustedes y sus distinguidas familias. La presente es para invitar a la reflexión sobre nuestra lucha diaria por la libertad, a pesar que las condiciones actuales han requerido ajustes en las diferentes estrategias por quienes han dirigido la oposición democrática en este período tan complejo de nuestra vida republicana. La estrategia “calle”, ha sido desplazada por una de nueva esperanza, la de “participación electoral” y esto sin duda, requiere nuestra comprensión y a la vez redoblar nuestra presencia en las comunidades donde usualmente nos desempeñamos, para que en abierta actitud, apoyemos los candidatos electos por quienes ejercimos nuestro derecho a seleccionarlos en primarias para representarnos en esta contienda regional del próximo 15-O, contra un régimen abusador, perverso y criminal.

Esta presencia también será una demostración de la unión de nuestra oposición en todo este esfuerzo por luchas, ya no solo por nuestra libertad, sino por nuestras vidas. Desearía agregar en este mensaje, la trascendencia de llevar este esfuerzo al ámbito de nuestro desempeño profesional, para que en esos espacios nos convirtamos en ejemplos en el marco de nuestros valores, conocimiento y actuación personal para contrastarlos con esos dirigentes del castrocomunismo que han destruido toda sustentación de institucionalidad, violando leyes, desechando lo que fueron nuestras tradiciones e incumpliendo procedimientos operacionales.

Hoy más que nunca debemos unirnos en nuestro diario esfuerzo por formar líderes, activamente o con el ejemplo y desechar las formas de actuación de los caudillos o autócratas que han saturado los espacios de las organizaciones del Estado. Necesitamos líderes, equilibrados, preparados, justos, fieles cumplidores de las leyes, con lo cual coadyuvaremos a rescatar la República de Venezuela. Este charco pestilente de infamia en el que han convertido nuestra Venezuela, hay que limpiarlo y para ello no basta la lucha por la libertad, sino la lucha por la decencia, por la formación de excelentes profesionales y buenos ciudadanos que entiendan el Estado no para una sola visión política y menos para abusar, sino para contribuir con el desarrollo del País.

El profundo deterioro en sus actuaciones al que han llegado estos criminales que han dirigido el país durante 18 años de obscurantismo, no tienen parangón en nuestra historia y su consecuencia es la miseria en la cual vivimos a diario, pero lo más grave es contemplar con tristeza como todavía hay venezolanos, que se comportan como sumisos esclavos ante el abuso del poder continuado, de quienes han dirigido la economía en forma inconsciente de las penurias de millones de familias, de dirigentes ineptos que roban sin límites, de profesores en aulas que inducen formas de vida ajenas al venezolano común, más parecido al cubano subempleado y sin ánimos de superación. En la salud, ni pensar los trabajos que aquejan a los niños y las personas de la tercera edad para subsistir ante la escasez de medicinas y los pésimos servicios médicos en todos los ámbitos.

Amigos, la lucha por la libertad es una alternativa de subsistencia y por eso, es necesario seguir apoyando las salidas que nos presenta la Unidad Democrática, y cualquier otra que estemos seguros podamos materializar, unido a nuestro esfuerzo personal por influir en la educación de personas con potencial de liderazgo para que motiven el progreso y el cambio de conducta para dirigir y no para imponer como caudillos los procesos de administración de cualquier organización, incluyendo el hogar.

Capitulo muy especial, debo mencionar el de nuestra FAN, que ha perdido su rumbo organizacional y requiere urgente intervención para reinstitucionarla y quienes estamos empeñados en hacerlo, brindar las vías democráticas para contar con fieles garantes de la Constitución y no unos políticos más del concierto castrocomunista. Amigos es hora de dar nuestro máximo esfuerzo por la unión, y luchar proactivamente por la libertad, no solo con hechos, sino con nuestro ejemplo personal y profesional que demuestre que será posible esa otra Venezuela.

Atentamente

VA (R) Jesús Enrique Briceño García

ExComandante General de la Armada

 3 min


El pueblo venezolano necesita urgentemente recobrar su libertad, su democracia, su calidad de vida que ha sido tan golpeada durante estos años recientes, pero para ello, tiene que actuar en unidad. Es preocupante ver, cómo algunos individuos pertenecientes a la oposición, tratan de desacreditar las decisiones y actividades de las personas que actualmente lideran los movimientos de unificación de esfuerzos en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y otras organizaciones, o se hacen eco de jugarretas de los cizañeros miembros del gobierno para angustiar a las personas, en lugar de tratar de aportar nuevas ideas que ayuden a derrotar al enemigo y a consolidar la unidad de la población. La MUD tiene su esencia en la unidad, por lo que al tratar de dividirla, de separarla en sus componentes, pierde toda su intención.

Simón Bolívar, el gran estratega de la época independentista venezolana, comprendió la necesidad de la unidad para poder enfrentar en la batalla decisiva, Carabobo, con elevadas probabilidades de éxito, a un ejército que lo aventajaba en número de soldados y en calidad de armamentos. En su intención de unificación de un ejército sólido para la lucha, El Libertador logra reunir en las cercanías de la ciudad de San Carlos ejércitos tan disímiles como el suyo, el de Páez y el de Urdaneta.

No fue tarea fácil reunir y convencer a aquellos personajes tan diferentes. Páez era un hombre indómito cuya escuela fueron los llanos apureños, su cotidianidad fue lidiar con bestias y aprender todas las labores del llano para lo cual tuvo que convertirse en un espectacular jinete, destreza que lo ayudó en las batallas libertarias que libró y le valió el mote de “Centauro de los llanos”. Urdaneta, tenía una sólida formación académica en lo político y en lo militar, y desde muy joven estuvo incorporado a los ejércitos patriotas. Ahora, estaba movilizando su división desde Maracaibo hacia la concentración dispuesta por Bolívar para la ofensiva final contra los ejércitos realistas. Y Bolívar, caraqueño de clase noble y distinguida, se formó con las lecturas de los grandes pensadores y viajando con frecuencia por Europa. Sin formación militar, con su espada llegó a ser líder de los ejércitos emancipadores de Hispanoamérica y, con su pluma, líder en el establecimiento de la base ideológica del movimiento independentista por medio de innumerables documentos escritos y discursos. Esos esfuerzos de unidad, de unificación, condujeron ineluctablemente a la victoria en Carabobo y a la huida y desmembramiento del ejército realista.

Durante estos años del siglo XXI, el gobierno venezolano, sembrando la desunión en los ciudadanos y aplicando otros efugios, ha logrado muchas victorias políticas que lo han conducido a consolidarse en el poder. Esas victorias le han permitido al régimen burlarse permanentemente de la Constitución desde los Poderes Legislativo, Electoral, Judicial y Moral; y especialmente desde el Poder Ejecutivo, cuya cabeza es una persona que ha sido incapaz de mostrar su partida de nacimiento y, además, no posee ninguna cualidad de ascendencia para gobernar a nuestro pueblo.

Por su lado, los movimientos opositores al gobierno han logrado algunas victorias políticas, pero la gran victoria ocurrió el 6 de diciembre del año 2015 cuando se eligió un Poder Legislativo con dos terceras partes de sus diputados perteneciendo a la MUD. Esta fue una victoria de una unidad, en aquel momento indestructible, que contó además con el apoyo de un pueblo cansado de tanta miseria y que luego de ese triunfo, se recreó con las expectativas de un futuro promisorio.

Pero casi dos años después de aquella maravillosa y esperanzadora victoria, el apoyo popular a esa unidad ha comenzado a enfriarse y a perderse la confianza en los dirigentes políticos de la oposición, debido a lo que se percibe como falta de resultados satisfactorios de su gestión. No se aprovechó ese apoyo popular para evitar tantas disposiciones arbitrarias del TSJ que han evitado que hasta ahora, aquella AN opositora pueda cumplir con sus responsabilidades constitucionales. Sin embargo, parece ser que esas actitudes, aparentemente pasivas de nuestros dirigentes, son en buena medida justificables por las consecuencias dramáticas y dolorosas que para el pueblo venezolano pueden causar acciones más precipitadas y agresivas, como ocurrió de abril a julio de este año durante las acciones de calle. En su favor, se puede anotar, que en los meses recientes, esos mismos dirigentes y otros venezolanos responsables han intensificado una amplia actividad con organismos internacionales, que están dando excelentes resultados a favor de la democracia en el país.

A los líderes opositores se le debe otorgar un voto de confianza pero al mismo tiempo pedirles evitar confrontaciones internas, no ocultar los logros o derrotas resultantes de sus acciones, apartar a aquellos voceros cuestionados por acciones contrarias al espíritu del movimiento opositor, compartir y consultar con las organizaciones que hacen vida en el país de los nuevos derroteros que están dispuestos a seguir, renovar algunos cuadros de la organización si lo considerasen conveniente.

Paralelamente, los ciudadanos que queremos un cambio en la conducción del país debemos reunificarnos, que no es más que unir de nuevo una colectividad que en algún momento constituyó una unidad. Pero más necesario aún es que los movimientos políticos de oposición se mantengan como un solo bloque, sólido, sin fisuras, que sea capaz de aglutinar a la población para enfrentar este régimen que cada día incrementa la ruina de Venezuela. Unir a Primero Justicia, Voluntad Popular, Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo, Vente Venezuela y los demás partidos y movimientos políticos que hacen vida en la oposición venezolana, no puede ser más difícil que lo logrado por nuestros héroes libertadores del siglo XIX cuando se unieron los ejércitos de líderes tan diferentes como Páez, Urdaneta y Bolívar, para enfrentar al poderoso ejército español y lograr nuestra independencia de ese yugo secular.

En pocos días tendremos una nueva oportunidad de demostrar nuestra disposición a cambiar este régimen actual por un gobierno democrático, al celebrarse las elecciones regionales. Esto es algo constitucional que hemos pedido con vehemencia, por lo que es nuestro deber cumplir esta cita, a la cual pueden asistir todos los venezolanos que no han podido salir a manifestaciones de calle por razones de edad, exigencias laborales, controles gubernamentales y otros. Hagamos que esta nueva oportunidad electoral sea la movilización popular más multitudinaria de nuestra historia.

Así como esa gran luchadora por la democracia que es María Corina Machado, con gran coincidencia con la MUD ha planteado desde Soy Venezuela la “necesidad de retomar las movilizaciones, hacer visible el enorme descontento que prevalece en el país, hacerle saber a la comunidad internacional que no deseamos que las negociaciones del régimen con la MUD terminen facilitándole el acceso a fuentes de financiamiento y dejar claro que no reconocemos a la ANC de Maduro”, además de señalar que “no discriminan a quienes deseen votar en estas elecciones regionales”; los demás grupos organizados o no, que mantengan actitud discordante con la MUD y deseos abstencionistas, deberían meditar muy bien su decisión que solo beneficia al gobierno y su intención de permanencia infinita en el poder.

La unidad nos dio ayer la victoria en Carabobo, esperamos que los venezolanos de hoy, liderados por los que representan a la MUD y a otros movimientos, nos mantengamos unidos, tolerantes, sin fisuras, ante un adversario que se está desmembrando pero que tiene que ser enfrentado con todas las fuerzas de nuestra unión para lograr una nueva victoria. Estamos a las puertas de la palingenesia de nuestra independencia y libertad. No desperdiciemos esta oportunidad. Unidos venceremos el 15 de octubre de 2017.

Octubre de 2017

pedroraulsolorzano@yahoo.com

www.pedroraulsolorzanoperaza.blogspot.com

 6 min