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Opinión

El actual Ministro de Producción Agrícola y Tierras, Wilmer Castro Soteldo, es un militar de experiencia y destacada carrera política, desde que acompañó a Hugo Chávez en su aventura golpista. Fue diputado a la Asamblea Nacional Constituyente, luego Ministro de Producción y Comercio; más tarde, también Ministro de Turismo; luego fue gobernador del estado Portuguesa, siendo reelegido para ese cargo. Por eso llama la atención que, con tan dilatada experiencia en cargos institucionales de responsabilidad y mando, haya declarado con mucha seguridad que para el año 2019 se ha fijado como meta incrementar el rebaño de ganado bovino hasta los 21 millones de cabezas de ganado.

El objetivo de Castro Soteldo, según él mismo informa, es nada más y nada menos que de satisfacer la demanda nacional e incentivar la exportación; pues es posible revertir el proceso de las importaciones en Venezuela y convertir al país en una potencia agrícola. Afirma que ya vamos por 16 millones de cabezas de ganado; pero, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Agrícola, aun no se ha alcanzado esa cifra. Es más, la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga) sostiene que, en la actualidad, tendríamos unos 12 millones de reses vacunas.

Un aumento sostenido en el tiempo, durante cuatro años, de prácticamente un millón de cabezas de ganado promedio por año, es difícil de creer. Eso significaría incrementar en 1/3 el rebaño nacional en tan corto tiempo. De acuerdo a los datos ya señalados, el ministro estaría abultando las cifras entre medio millón a cuatro millones, según la fuente de referencia que se escoja, para el año base de sus estimaciones; lo cual tendría una importante repercusión en la cifra final, para el 2019.

No cabe duda que el ministro de agricultura está exagerando sus predicciones. Aun así, solo como escenario para el análisis, si lo dicho fuera cierto, que no lo es, y tomando en cuenta que, también de acuerdo a Fedenaga, la producción actual de carne solo cubre el 31% de la demanda nacional e importamos el 69% de la misma, podríamos hacer la siguiente relación, de manera sencilla y sin tecnicismos. Si los ya abultados 16 millones de cabezas de ganado cubren poco menos de la tercera parte de la demanda actual, harían falta unos 48 millones de cabezas para la demanda total.

Si para el 2019 tuviéramos 21 millones, como espera el ministro, todavía el déficit estaría ubicado más allá del 50%. Si tomamos en cuenta que parece haber exagerado la cantidad actual del rebaño, el déficit esperado para dentro de cuatro años sería aun mayor; más aun, si añadimos el consumo de la población proveniente del crecimiento vegetativo que, con una tasa de crecimiento demográfico de alrededor de 1,5%, significa, en números redondos, un aumento probable de población de 1,5 millones de habitantes, que al parecer el ministro no ha tomado en cuenta. Esto solo para ejemplificar que la solución al déficit de producción de carne en Venezuela no es un asunto de corto plazo, ni debe enfrentarse con un optimismo fuera del contexto de la realidad

En el caso de la leche, Castro Soteldo asegura que el aumento del rebaño permitirá además pasar, en la producción per cápita, de 90 litros a 120 litros. Esto significa un incremento de un 33% solo en cuatro años, lo cual no parece razonable, tomando en consideración que todo el rebaño nacional no esta orientado a la producción de leche. Habría que valorar también las dificultades técnicas que representa aumentar significativamente la producción de leche por vaca, es decir, la productividad, en el lapso señalado. Es también importante recordar que el gremio ganadero asegura que solo se está produciendo algo más del 35% de la demanda nacional de leche, el resto hay que importarlo.

Así las cosas, habría que pedirle al ministro de Producción Agrícola y Tierras que nos explique con mayor detalle como piensa satisfacer la demanda nacional e incentivar la exportación; para convertir al país en una potencia agrícola, particularmente en cuanto a la producción de carne bovina y leche se refiere. Sobre todo considerando que por su paso como gobernador del estado Portuguesa, por más de siete años, nunca logró implementar una política eficiente, en cuanto al área agrícola y pecuaria se refiere. Peor aun, en los últimos años Portuguesa ha disminuido su producción agrícola y hoy se encuentran 11 mil hectáreas “recuperadas” por el gobierno que aportan muy poco a la producción nacional.

Finalmente, pareciera que, de alguna manera, el ministro Castro Soteldo siente que pueda repetir el recordado milagro de la multiplicación de los panes y los peces; pero ahora con las reses.

Edmundo F. Felipe

Profesión Ciudadano

Profesor FAGRO UCV

10 de mayo de 2016

 3 min


La Academia Nacional de Ciencias Económicas (ANCE), en cumplimiento del mandato que le confiere la ley que la rige, se dirige a la Nación preocupada por el agravamiento de la situación económica que hoy padecen los venezolanos. El país se enfrenta al empobrecimiento creciente de su población a causa del aceleramiento de la inflación, el desabastecimiento extendido de alimentos, medicamentos y otros bienes, el deterioro de los servicios públicos y la caída sostenida de la actividad productiva. Ello ha generado un profundo deterioro de la calidad de vida de los ciudadanos, que soportan enormes colas, aguantando horas a la intemperie frente a establecimientos comerciales con la esperanza de poder comprar los productos que necesitan, y sufren secuelas graves cuando no consiguen los remedios requeridos o no pueden operarse por falta de material quirúrgico, sin mencionar los efectos del hambre y de la malnutrición en los sectores más vulnerables de la población: niños, ancianos y madres solteras de escasos recursos.

La ANCE, en uso de sus atribuciones, se siente en el deber de transmitirle a la Nación, incluyendo al Gobierno Nacional, que la situación descrita no se debe a ninguna fatalidad y que puede superarse en un plazo relativamente corto, si se toman las medidas apropiadas.

• Debe abatirse cuanto antes el alza desmedida de los precios. En tal contexto, no hay forma de sostener el poder adquisitivo de los trabajadores decretando recurrentes alzas salariales. Ello, más bien, alimenta una senda hiperinflacionaria que terminará de arruinar al país. La inflación se derrota reduciendo radicalmente el déficit público, que arroja a la circulación ingentes sumas de dinero sin contrapartida alguna en bienes y servicios. Es necesario desprenderse de aquellas empresas ineficientes que constituyen un lamentable desaguadero de dineros para no comprometer el gasto social en salud, educación y asistencia social y poder dedicarle recursos también a la mejora de otros servicios públicos. Adicionalmente, la inflación no se puede derrotar si el Banco Central de Venezuela continúa financiando el gasto público con emisión de dinero sin respaldo, contrariando el artículo 320 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Esta práctica debe cesar perentoriamente.

• Es menester unificar el tipo de cambio y lograr su estabilización en torno a valores que equilibren el poder de compra interno y externo del bolívar, en un régimen de libre concurrencia. Sólo así podrá superarse la severa restricción externa que tiene maniatada a la economía. El racionamiento actual de la divisa a la tasa de cambio protegido (DiPro), sobrevaluada y muy inferior a la demanda que de ella se tiene, ha desatado su alza en el llamado mercado paralelo, superando cien veces esa tasa oficial. Gran parte de las compras externas no tienen más opción que recurrir al dólar “paralelo”, encareciéndolas en forma desmedida.

• La disminución del precio internacional del petróleo hace que los ingresos por exportación no alcancen para cubrir el pago de las importaciones, el servicio de la deuda financiera y lo adeudado a los proveedores extranjeros. Debido a esta estrechez de divisas, muchas empresas no han podido importar los insumos y/o equipos y repuestos que requieren sus actividades productivas. Por tanto, es necesario iniciar negociaciones cuanto antes con organismos financieros internacionales para concertar un importante financiamiento externo que permita cubrir, junto con los ingresos por exportación, los compromisos externos de la nación antes descritos. Sin ello no podrá estabilizarse el precio de la divisa en un nivel que exprese su poder de compra comparativo. Un generoso crédito externo permitirá, a su vez, refinanciar la deuda externa, con lo que podrá aliviarse el pago por este concepto durante los próximos años y evitar que los costos los asuma la población menos favorecida económicamente.

• Es necesario liberar la iniciativa empresarial para que pueda responder a las oportunidades que ofrecerán las medidas antes mencionadas, levantando los excesivos controles que actualmente asfixian las actividades económicas de la nación. La derogación de la Ley Orgánica de Precios Justos y de otras normas punitivas, y la promoción de la competencia, en un escenario de precios estables y de garantías jurídicas, redundará en la reactivación inmediata del aparato productivo, dada la enorme capacidad ociosa con que hoy opera. Esto permitirá proveer muchos de los bienes y servicios hoy desabastecidos, abaratar costos, sustituir importaciones para ahorrar divisas y generar empleos productivos. Un ambiente en el que se restablezcan las garantías y libertades económicas será un gran atractivo para las inversiones extranjeras y nacionales. Constituirá, además, una plataforma favorable para incrementar la producción y para promover exportaciones, dadas las potencialidades del país en numerosos campos. En particular, permitirá fortalecer la competitividad de la Industria Petrolera Nacional.

La posibilidad de reactivar la economía venezolana depende del restablecimiento de la confianza de parte de empresarios, trabajadores, consumidores e inversionistas. El clima de confianza requerido para aprovechar las potencialidades del desarrollo nacional requiere de la observación absoluta del Estado de Derecho que establece nuestra Constitución, con sus derechos económicos, civiles y humanos, y sus garantías jurídicas. Debe entenderse que la economía funciona a base de incentivos. Los responsables de la política económica no deben continuar invocando supuestas guerras para endilgarle la culpa a otros de las carencias que hoy agobian a millones de venezolanos. Es necesario salir al encuentro de soluciones, como las aquí presentadas, que permitan superar las penurias que angustian hoy a la población, y rescatar las perspectivas de creciente prosperidad y bienestar futuro. En procura de que ello pueda fructificar, es vital que el Ejecutivo y el Tribunal Supremo de Justicia cesen su enfrentamiento con la Asamblea Nacional en aras de una mayor cooperación entre los poderes públicos, y de éstos con la economía privada y con la sociedad civil.

La Academia Nacional de Ciencias Económicas reitera, una vez más, su disposición a aportar sus conocimientos para la prosecución de estos propósitos.

Humberto García Larralde Sary Levy-Carciente

Presidente Secretaria

Apoyan plenamente este documento, la Academia Nacional de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales y la Academia de Ciencias Políticas y Sociales, presididas por los Académicos Gioconda-San Blas y Eugenio Hernández-Bretón, respectivamente.

Palacio de las Academias, mayo 2016

 4 min


De acuerdo a las encuestas, la mayoría de los venezolanos percibe como muy grave la situación que atraviesa el país, tanto en el plano político, como en el económico y el social, apreciación en la que coinciden al margen de sus preferencias políticas e ideológicas. Pero más allá de los sondeos, la gente sabe de la crisis por su vida diaria, una vida difícil, compleja y hostil en casi todos sus ámbitos, al tiempo de que cada vez acepta menos las razones que da el gobierno para explicarla, todas referidas a factores ajenos a su responsabilidad (la derecha, la guerra económica y hasta la mala leche), no a sus equivocaciones épicas alimentadas en la izquierda del siglo pasado, al caudillismo, a la incompetencia, a la exacerbación del rentismo y a los niveles de corrupción, entre otras. A la vez, las investigaciones también revelan que los ciudadanos desean solventar la presente crisis de una manera pacífica y democrática.

En este contexto, desde hace unas semanas ha ido tomando cuerpo la iniciativa de plantear la revocatoria del mandato del Presidente de la República. ¿Quieren o no quieren los venezolanos continuar con este gobierno?

Esta es la pregunta asomada para que se conteste de acuerdo a lo que pautan las leyes vigentes.

¿Habrá necesidad de decir (últimamente en Venezuela pareciera que tenemos que recordarnos lo obvio, pues perdimos eso que pudiéramos llamar el sentido común democrático) que el Consejo Nacional Electoral (CNE) debe hacer todo lo posible para que tal pregunta sea respondida, porque ese es su trabajo? ¿De decir que lo debe hacer conforme a las normas, sin contradecir eso que llaman el espíritu del legislador mediante interpretaciones jurídicas ingeniosas, a lo mejor encargadas al TSJ? ¿Qué lo debe llevar a cabo sin ignorar las urgencias políticas y sin ponerle palos a la rueda para alargar los tiempos y retardar el evento, hasta cruzar la frontera del 2016, porque, según los chismes, eso es lo le conviene al gobierno ¿ Que, en fin, debe disipar las dudas respecto a su realización y darle el votante las certezas imprescindibles en estos casos?.

Por otra parte, ¿habrá necesidad de señalar que el CNE debe pronunciarse sobre las recientes declaraciones del Presidente República convocando a sus partidarios, desde ahora, a fin de llevar a cabo protestas y huelgas en el caso de que se lleve a cabo el Referéndum Revocatorio y el resultado le sea adverso? ¿De rechazar, igualmente, el pronunciamiento de algunos líderes del oficialismo, descalificando a los funcionarios públicos que se muestren partidarios de que tenga lugar? ¿Y decir, pues, que eso enrarece el clima político y enreda las cosas?

Finalmente, ¿será necesario recordar, como lo ha hecho el Observatorio Electoral Venezolano (OEV) en su última declaración, que, dada las circunstancias que vive la sociedad, no es bueno para nadie que se cree la sensación de que el juego se puede trancar? ¿Qué no es bueno ignorar el mal humor colectivo? ¿Qué no es bueno abonar las razones de los que, de lado y lado, creen en los caminos verdes, considerándolos más cortos y expeditos, no importa que no se transiten como ordenan los cánones democráticos? ¿Qué lo sensato es que el CNE sea lo que debe ser un árbitro capaz de organizar un evento que sirva para dirimir, civilizadamente, un conflicto que tiene paralizada a la nación?

HARINA DE OTRO COSTAL

Aun en esta época, con la televisión y todas sus sofisticaciones tecnológicas y con la omnipresencia de las redes sociales, es difícil de imaginar el béisbol sin sus narradores y comentaristas. Los aficionados no podemos prescindir de su relato vuelto cuento, como alguna vez escribió Salvador Garmendia, refiriéndose al legendario Pancho Pepe Cróquer.

Digo lo que digo como reconocimiento al recientemente fallecido Beto Perdomo, personaje inteligente y divertido, cuya voz fue emblema del béisbol en los últimos tiempos. Un gentío lo echará de menos cuando empiece la temporada, incluso, me enteré, el propio Diosdado Cabello, quien dijo en su programa que “No lo conocía pero me parecía un ser humano extraordinario, buen narrador. Hasta el año pasado fue narrador del circuito de los gloriosos Tiburones de La Guaira y hablamos con algunos de los peloteros y amigos allí”.

Me enteré, así pues, que tengo dos coincidencias, tal vez las únicas, con el expresidente de la Asamblea Nacional: somos fanáticos del mismo equipo y ambos admiramos y quisimos a Beto Perdomo. Y, además, pude constatar, de paso, que Cabello es capaz, a veces, de hablar sin golpear con el mazo. Es bueno saberlo, creo.

El Nacional, miércoles 11 de mayo de 2016

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El régimen está en pánico y temeroso frente al acto cívico del referendo revocatorio. Está angustiado porque se ha decretado desde el 6D el fin del ejercicio de su poder y gobierno, razón por la cual aumenta su desorganización, espera acontecimientos peligrosos y pierde por completo la orientación sobre la política. El 6D y la tríada que de allí surge –los 112 diputados, la MUD como organismo suprapartido y la voluntad cierta, cívica y civilista de la sociedad organizada- reclaman el cese de la barbarie que representa el régimen autocrático militarista sin límites, que ha decidido una ocupación militar del país.

La ocupación militar es posible ante el desmoronamiento de la ética profesional de la Cúpula Militar Claudicante que de manera absurda se aparta del cumplimiento de la Constitución, desconoce los principios doctrinarios de la Defensa del Estado, ignora lo aprendido en las Academias y Escuelas de Guerra sobre Clausewitz, deniega la existencia de la polemología y estrategia, terminando por convertirse en un vulgar partido político en armas. Partido político en armas que está al servicio de un proyecto fracasado, falso y corrupto instrumentalizando una operación militar para amedrentar y atemorizar a la civilidad venezolana.

El partido político en armas, y quienes lo dirigen, son responsables de la destrucción del profesionalismo militar que señala que los hombres de armas tienen que ser ciudadanos soldados. En consecuencia, en primera instancia, son ciudadanos que devienen de la sociedad y regresan a ella, y son soldados que dan preeminencia a la ética militar que impone el celoso cuido y cumplimiento de lo establecido en la Constitución de la República. El militar no puede ser, entonces, instrumento de un partido político, tiene que comprender lo que significa el Estado de Derecho, responder al funcionamiento del sistema político venezolano como un modelo de pesos y contrapesos entre los poderes del Estado y eso es lo que no está haciendo el cuerpo armado dirigido por Padrino López.

El militar que ejecuta la ocupación militar ordenada por el régimen alienta la confrontación entre la continuidad militarista y el cambio político categórico impuesto por el voto ético del 6D. Ese militar en ocupación de su propio territorio amedrenta, atemoriza y trata de quebrar la conducta cívica del venezolano, además de violentar su razón de ser y existencia como institución por cuanto sirve de instrumento y apoyo a la continuidad militarista del régimen que fue rechazada el 6D.

La ocupación militar está utilizando maniobras militares con movimientos tácticos y supuestos combates para garantizar la seguridad pública. Esto quiere decir que tampoco saben lo que significa la seguridad pública. La seguridad pública es responsabilidad del Poder Ejecutivo, pero no con el ente armado, sino con el empleo inteligente de las policías. La seguridad pública es una tarea específica, doctrinaria, organizacional y polemológicamente de los cuerpos policiales uniformados o de inteligencia dentro del Estado. De allí que la ocupación militar es un acto fallido contrario a las ciencias militares y muestra la perversión del régimen.

Las operaciones militares que hoy afectan al cuerpo social venezolano es una expresión del militarismo como vía de seguridad, creando en Venezuela lo que se conoce como Estado Guarnición. El Estado Guarnición es el predominio del estamento militar en el quehacer político, violando la Constitución democrática del país y la ética del elemento armado en Venezuela -y en cualquier otro Estado que se rija por un cuerpo de leyes civiles-. La ocupación militar mediante las maniobras, combates militares y supuesta misión de seguridad pública constituye una real amenaza para la convicción democrática de los venezolanos.

La ocupación militar es una conducta arbitraria que intenta amainar la protesta pacífica y activa prevista en la Constitución, pero en el transfundo busca impedir el mandato del 6D. La mayoría de los venezolanos está dispuesto acometer la resistencia civil. Resistencia civil que es la figura política propia de un venezolano consciente de su gen democrático, derecho y compromiso a defender la conducta cívica y sus derechos políticos, llegando a desobedecer a un gobierno arbitrario. Desobedecer a quienes empleando la fuerza sin límite tratan de marginar y desconocer el derecho al voto, las consecuencias del voto ético de los 7.700.224 venezolanos que de manera libérrima el 6D demandaron el cambio político categórico.

La ocupación militar que vive Venezuela crea una ambiente político real de consternación que trata de disminuir o contener la variable tiempo y variable participación de los demócratas venezolanos que les toca vivir este momento de antipolítica y cobardía plena de quienes no quieren entender que están revocados. ¡Están revocados desde el 6D y mucho más ahora tras la ocupación militar!. Están revocados porque la sociedad venezolana no perdonará jamás el primitivismo político, el militarismo y la violencia. Están revocados quienes pretenden contener y desplazar la decisión democrática del 6D y la participación contendiente de la sociedad.

La ocupación militar primitiva y salvaje del régimen fracasado, las operaciones militares del ministro Padrino López representante del partido político en armas, las maniobras y movimientos tácticos con ánimo de amedrentar y contener la variable tiempo y variable participación no rendirán a la democracia cívica cargada de valores, como factor transempírico, que generan la energía a la democracia que se aspira. ¡No!, no lograrán contener el proceso de reinstalación de la democracia, ni siquiera aquellos quienes emplean arbitrariamente el elemento armado tratan de impedir el referendo revocatorio y el cambio político categórico impuesto desde el 6D.

Es auténtico,

Director CEPPRO

@JMachillandaP

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Ley de semillas vigente desde el 27 de marzo de 2016. Parte 1

El impacto de las erradas políticas agrícolas del gobierno sobre la seguridad y soberanía alimentaria, ha sido convenientemente neutralizado por la importación de alimentos, semilla de maíz y otros cultivos, mientras que la capacidad nacional para producir semillas, alimentos y materia prima vegetal se ha deteriorado aceleradamente. Este escenario exige nuevas políticas agrícolas y una ley de semillas distinta a la vigente desde marzo de 2016, que apoye el desarrollo de modernos de tecnología agrícola y abastecimiento de semillas, que permitan reactivar nuestra agricultura en los términos del artículo 305 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV). En este articulo, opinamos sobre el uso de la semilla como factor de estrategia agrícola; el origen, desarrollo y declive de los sistemas de investigación y abastecimiento nacional de semillas y su relación con la vulnerabilidad agrícola.

De las tribus ancestrales a un sistema moderno de semillas

El descubrimiento del uso la semilla en la Edad de Piedra influyó en el desarrollo de la civilización. Y es que algunas tribus errantes observaron nuevas plantas donde habían tomado raíces y frutos como alimento, y se organizaron en comunidades sedentarias para producir alimentos y semillas. Las otras tribus continuaron viviendo de la caza y la recolección. El devenir histórico, demostró el poder de la semilla como factor de seguridad y soberanía alimentaria, porque las oportunidades o amenazas agrícolas de los países, dependen de su capacidad para producir, almacenar y comercializar semillas y alimentos para su población. Estos antecedentes destacan la conveniencia estratégica del Estado venezolano de implementar acertadas políticas agrícolas y un robusto sistema de producción, almacenamiento y comercialización de semillas de buena calidad.

Desafortunadamente, el contenido de la Ley de Semillas vigente, confirma que la política agrícola del gobierno, prioriza un modelo comunitario de semillas, tecnológicamente incapaz de sustituir al actual sistema de certificación y, además, garantizar el abastecimiento complementario de semillas requerido.

Origen, desarrollo y declive de la investigación agrícola y abastecimiento de semillas

Las políticas agrícolas aplicadas entre 1940 y 1998 por el Ministerio de Agricultura y Cría (MAC), acertadamente promovieron la implantación, desarrollo y consolidación de los programas de investigación en mejoramiento genético y agronómico, y el sistema de Certificación de Semillas. Así, entre los años 1940 y 1960, se fomentó el abastecimiento con semilla de las primeras variedades de algodón, ajonjolí, arroz, caraota, frijol y maíz, provenientes del mejoramiento genético nacional.

Durante 1961 y 1985, el MAC ejecuto un modesto programa de certificación, para resolver los problemas emergentes de calidad de semillas de estos cultivos, que fue consolidado en el período 1986 – 1998, mediante: la creación del Servicio Nacional de Semillas (SENASEM) como autoridad de aplicación nacional, la incorporaron de productores y técnicos privados a sus órganos de gestión, y la implementación de la protección de los Derechos de Obtentores de Variedades (DOV), apoyado en la Decisión 345 de la Comunidad Andina de Naciones (CAN). En esta etapa, el sistema nacional de semillas se equiparaba con los de Brasil y Argentina, superando notablemente a Colombia, Chile, y otros países de América Latina y el Caribe.

En el periodo 1999 - 2016, la política oficial del Socialismo del Siglo XXI, utiliza las estrategias del Plan de Patria para implantar el desarrollo endógeno y una agricultura comunitaria excluyente del sector agrícola empresarial. Así, en su primer Plan Nacional de Semillas (2004 y 2011), coordinado por el Instituto Nacional de Investigaciones (INIA), fueron desarticulados los programas de investigación en mejoramiento genético y certificación de semillas iniciados en 1940 y 1961, respectivamente. De esta manera, se debilitaron, irreversiblemente, las capacidades del INIA y otras instituciones públicas, para contribuir con la seguridad y soberanía alimentaria en los términos delineados en el artículo 305 de la CRBV.

Debilidad del abastecimiento de semillas y vulnerabilidad agrícola

Los vigentes problemas económicos y sociales, indican que la alarmante escasez de semillas impedirá la ejecución de los programas necesarios para reactivar nuestra agricultura y agravara la vulnerabilidad agrícola del país. En semilla de arroz, solamente existe el 50% de la demanda nacional; el maíz mantendrá su dependencia del 80% de semilla importada, mientras que 68 de los 79 cultivos del sistema agrícola nacional, continuaran utilizando semilla de origen y calidad desconocidos.

Adicionalmente, las metas del actual Plan de la Patria difícilmente podrán cumplirse, porque su Plan Nacional de Semillas 2016 estará dirigido por un INIA que carece de cultivares competitivos, semillas de maíz y otros cultivos, y apoyo del SENASEM porque fue eliminado por la Ley de Semilla 2016. En tal contexto, los productores de semilla, aspiran una Ley de Semillas distinta a la aprobada en marzo de 2016, que corrija las fallas del sistema de certificación de semillas, fortalezca el abastecimiento general de semillas, y promueva su modernización institucional, tecnológica, y operativa.

Semillólogo. Jubilado del INIA y Prof. Titular de FAGRO-UCV

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Mayo y junio nos recuerdan a un insecto: la langosta.

Hace 135 años, "Venezuela se vio azotada por una terrible y destructora plaga de langostas. Ingresó por el Zulia al finalizar el mes de mayo de 1881. En Maracaibo los destrozos fueron de terror: todos los árboles y los jardines de la ciudad quedaron inservibles. Solamente de las orillas del lago se recogieron 300 carretadas de langostas.

Ese mismo año y al siguiente estaban en Villa de Cura. A Caracas llegaron el 26 de junio de 1883 y llenaron el cielo. Mérida tampoco se salvó: en mayo de 1885 la langosta llegó a los Andes. La plaga duró casi una década.

Las pérdidas económicas fueron inmensas y el hambre y la miseria sus secuelas inmediatas...(Pág. 151. Inés Quintero. 2013. No es cuento, es historia. 2da. Ed. Caracas: Melvin. 185p).

Mandaba el general Antonio Guzmán Blanco, otra langosta que ejerció el poder durante 17 años (1870-1887). Cualquier semejanza entre las langostas de los años 1800 y las de los 2000, es pura coincidencia...

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Jesús Elorza G.

Como todos los días, Juan se levantó muy temprano para iniciar su rutina. Pero, al intentar bañarse se consiguió con la desagradable circunstancia de que ¡¡¡el agua había sido cortada!!!.......coño de su madre este gobierno incapaz y corrupto, fue la maldición que se le escuchó decir.

De mal humor, por el percance del agua, se sentó en la mesa con sus dos hijos para tomar el desayuno……¡¡¡No había café!!!......otra mentada de madre. El alimento que sirvieron se redujo a una galleta con un vaso de agua (Previamente hervida, la mineral estaba muy cara)…..Mi amor, dijo su esposa, en la panadería ¡¡¡No había pan!!! y los reales que me diste, no me alcanzaron para comprar jamón y queso……otra maldición contra el régimen. Esta vez lo hizo solo con el pensamiento, para no ser grosero frente a sus hijos.

Rumbo a la escuela, pudo notar que los niños no traían su lunchera y pensó en devolverse a buscarla, pero no lo hizo, porque ya sabía la razón ¡¡¡No alcanzaron los reales para comprar los insumos!!!….otra mentada de madre. Revisando su cartera, logró juntar 800 Bs. para que se compraran por lo menos una empanada en la cantina escolar….agarren aunque sea fallo, les dijo con una mezcla de tristeza y arrechera.

En el recorrido, a su trabajo ¡¡¡Se le espichó un caucho!!!!....verga, que pava tan arrecha me ha caído. Pero, cuando vio que se quedó sin caucho de repuesto, se puso a pensar en el vía crucis que le iba a tocar para conseguirlo…..otra mentada de madre contra el régimen culpable de la escasez.

Al fin, sentado en su oficina, pensaba en tranquilizarse y transitar más calmado el resto del día…..cuando ¡¡¡Se fue la luz!!!....ahora la mentada de madre fue un coro de todos los presentes en la oficina. Dos horas después, al regresar la luz, se dio cuenta que su computadora no funcionaba….¡¡¡Se había dañado!!!....coño de la madre con este gobierno de mierda…fue su dura y justificada expresión.

Cuando se disponía regresar a su casa, porque en la oficina no había nada que hacer, se encontró con una desagradable sorpresa ¡¡¡El carro no prendía, la batería estaba descargada!!!....la mentada de madre se escuchó en todo el estacionamiento y sus alrededores.

No le quedo, otra alternativa sino la de irse en autobús. Falta, que ahora me atraquen en la camionetica, se dijo a sí mismo en voz baja. Pero, la realidad fue otra. Los trabajadores del transporte estaban en paro protestando por la falta de repuestos. En fin, se fue caminando.

En la larga caminata de regreso a su hogar, tuvo tiempo de meditar acerca de los problemas del país y como habían influidos estos en la modificación de su carácter. Ahora, vivo maldiciendo al gobierno. Esta conducta debo superarla. En mi condición de cristiano, asumiré esto en la misa del próximo domingo. Confesaré y comulgaré para estar en paz conmigo mismo.

Ese domingo, la iglesia estaba abarrotada de feligreses y en su mayoría comentaban entre sí, el tema recurrente de la escasez de alimentos, medicinas, cauchos, repuestos y la inseguridad que hoy se vive en el país. Juan, sentía que su molestia era la misma de sus vecinos. En el momento de la confesión, no quedo un alma sin hacerlo y el tema seguía siendo recurrente: Padre, confieso que maldigo a cada instante a este régimen incapaz y corrupto que ha hundido al país en la peor crisis política, económica y social de toda la historia.

El párroco, los consolaba en su malestar y les pedía que rezaran 3 Padre Nuestro y 2 Ave María como una penitencia para volver a la tranquilidad espiritual.

Cuando le tocaba el turno a Juan ¡¡¡¡Se fue la luz!!! y en toda la iglesia se escuchó un grito desgarrador ¡¡¡Et matrem contumelis!!!

Cuando regresó la energía eléctrica, el prelado rezaba al lado de todos los feligreses de la parroquia, su propia penitencia por la mentada en latín.

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