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Opinión

Analítica.com

La segunda fase del Foro Social realizado en Caracas del 26 al 29/09 pasado y coordinado por la Organización Internacional del Trabajo, amerita abordar el accionar de los diferentes actores de las relaciones de trabajo en Venezuela y las propuestas anunciadas luego de finalizado el evento.

Como ya conocemos la reunión tripartita de septiembre estuvo precedida de una primera fase realizada del 25 al 29/04 de 2022, cuya realización ha sido la consecuencia de la Comisión de Encuesta aprobada por la OIT (2019) para evaluar la aplicación de los convenios 26, fijación de salarios mínimos, 87, libertad sindical y 144, consulta tripartita.

Luego de transcurridos 5 meses de abril a septiembre 2022 demás está decir que el régimen madurista ha sido aplazado, en todas las asignaturas que los convenios laborales establecen para lograr el trabajo decente, se reconozca la libertad sindical y se consulte debidamente a empresarios y trabajadores en materia de fijación de salarios y de empleo.

Esta situación ha derivado en la protesta laboral acentuada al mantenerse el salario mínimo como el salario promedio del sector público, la afectación del complemento salarial con el Instructivo ONAPRE y el fracaso rotundo de la política económica por su incapacidad de contener la inflación. La muestra evidente es que el salario mínimo de 30 $ mensuales decretado unilateralmente en marzo hoy representan 15 $, cantidad insuficiente ante una canasta alimentaria de 450 $ al mes.

Es oportuno preguntarse ¿vale la pena continuar con estos encuentros a pesar de la evidente posición del régimen de evadir su responsabilidad ante este desmadre laboral?, la respuesta debe ser indudable y del tamaño de una catedral, un rotundo Si.

Mas aun al estar en presencia de una gestión autoritaria que no desea tratar ningún tema del estado ante organismos internacionales que los evidencien, y mucho menos ante la opinión pública nacional, por ser característico de estos gobiernos sórdidos esconder, maquillar sus oscuras intenciones, las cuales adornan con discursos de ser víctima de bloqueos y el fraseo “socialista revolucionario”.

Por tanto, resulta incomprensible los ciruelazos permanentes de corrientes sindicales del país contra la OIT, este organismo no es una central sindical, ni un tribunal, es un espacio creado desde hace un siglo para ordenar civilizadamente las relaciones de trabajo a nivel global.

No por casualidad atiende los requerimientos de los actores laborales de 169 países, donde se incluye a gobiernos, empleadores privados y trabajadores. Este organismo tripartito cuando arriba a un país no selecciona a quienes representan a los trabajadores, por el contrario, estos deben ponerse de acuerdo previamente y acordar quienes son sus representantes, aun cuando los reglamentos de la OIT mencionen de preferencia a la central más representativa.

Me atrevería a afirmar que este organismo tripartito internacional ha sido el más consecuente seguidor de la situación de los trabajadores venezolanos durante el siglo XXI, con el envío de mas de 15 misiones de diferente tenor en procura de llamar al botón a un régimen contumaz violador de los convenios laborales firmados por el estado venezolano desde el siglo pasado.

Tanto ha sido su insistencia y perseverancia que finalmente concretó la Comisión de Encuesta, cuya iniciativa por cierto partió de Fedecámaras no de las centrales sindicales, las cuales luego de acordada la decisión se sumaron correctamente al reclamo de los patronos venezolanos.

Por lo explicado le corresponde al sindicalismo venezolano ordenar sus desencuentros, que han conllevado incluso al congelamiento de numerosas quejas introducidas por sindicatos ante el comité de libertad sindical de la OIT al no actualizarlas adecuadamente, siendo entre otros un caso resaltante el de los 23.000 trabajadores petroleros despedidos en 2003, sin pago de prestaciones sociales, quienes hoy deambulan en procura de defensa de sus derechos laborales sin respuesta alguna.

En resumen, se ha programado una nueva reunión para febrero 2023, es oportuna la ocasión para que el sindicalismo enmiende sus diferencias y pueda presentar una posición sólida frente a un régimen calificado como violador de los DDHH por el reciente informe de las Naciones Unidas, con caso abierto en la Corte Penal Internacional y un expediente laboral de larga data que debe permanecer vigente como espacio de denuncia y seguimiento a las políticas antilaborales que violentan intencionalmente los convenios internacionales.

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Carolina Jaimes Branger

“Nuestras investigaciones y análisis muestran que el Estado venezolano se apoya en los servicios de inteligencia y sus agentes para reprimir la disidencia en el país. Al hacerlo, se están cometiendo graves delitos y violaciones de derechos humanos, incluidos actos de tortura y violencia sexual. Estas prácticas deben cesar de inmediato, y los responsables deben ser investigados y juzgados de conformidad con la ley”, dijo Marta Valiñas, presidente de la Misión Internacional Independiente de determinación de hechos sobre Venezuela de la ONU.

Todos los días, miles de personas son torturadas en comisarías, oficinas de seguridad y prisiones de todo el mundo. Las organizaciones de derechos humanos protestan contra la tortura y abogan por los sobrevivientes, pero ni ellas ni el público saben mucho sobre los torturadores.

Christopher Justin Einolf, profesor asociado del departamento de Sociología de la Universidad de Northern Illinois, a partir de un proyecto de historia oral realizado por el Instituto de Derecho de Derechos Humanos de la Universidad DePaul, que pertenecían al Proyecto de Historia de Irak, analizó las historias de catorce de los ex torturadores estadounidenses en aquel país, después de la caída de Saddam Hussein. Esas personas fueron entrevistadas sobre lo que hicieron y por qué lo hicieron.

No todos los testimonios coinciden con el estereotipo del torturador como un brutal interrogador policial, impulsado por un sadismo retorcido. Más bien se ha encontrado que los torturadores a menudo no son tan sádicos como personas normales que, bajo ciertas circunstancias, se hunden en una rutina de horror íntimo en la que hieren o mutilan a otro ser humano (pienso en particular en el caso de Linda Loaiza), mientras se mantienen al margen de los gritos y la agonía de sus seres humanos víctimas.

La mayoría de los hombres que fueron entrevistados expresaron pesar por lo que habían hecho. Algunos de ellos atribuyeron su elección de carreras a infancias traumáticas en las que soportaron la violencia de padres alcohólicos y abusivos. Uno explicó que odiaba mucho a su padre y “tenía un fuerte deseo de vengarse de él”.

La mayoría de la gente asume que torturar a otro ser humano es algo que solo una minoría es capaz de hacer. Abofetear o golpear a otra persona, exponerla temperaturas extremas, electrocutarla, requiere de otras personas activas que deben lidiar con niveles imponentes de contacto físico que violan todas las normas de interacción interpersonal.

Torturar a alguien no es fácil, y someter a otro ser humano a la tortura es estresante para todos excepto para los psicópatas. ¿Qué se necesitaría para que una persona común torturara a otra persona, quizás la electrocutara, incluso hasta el punto de la (aparente) muerte?…

Posiblemente en los experimentos más famosos de la psicología social, el difunto Stanley Milgram de la Universidad de Yale investigó las condiciones bajo las cuales la gente común estaría dispuesta a obedecer las instrucciones de una figura de autoridad para electrocutar a otra persona. La historia de estos experimentos se ha contado a menudo. Yo misma lo hice en estas páginas en un artículo titulado “Cuando las sociedades se vuelven locas”, publicado el 11 de enero de 2021.

Cuando la tortura se institucionaliza, se convierte en posesión de un grupo alojado en ministerios secretos y fuerzas policiales secretas. Bajo estas condiciones, los apoyos sociales y las recompensas están disponibles para amortiguar los extremos de comportamiento que surgen, y los actos se perpetran fuera de la vista del público.

En “Ninguno de nosotros éramos así antes” (2010), el periodista Joshua Phillips cuenta las historias de algunos de esos soldados estadounidenses en Irak, que recurrieron al abuso, el tormento y la tortura de los prisioneros. Una vez alejados del teatro de guerra y de la camaradería del batallón, lo que les vino a continuación fue una culpa intensa, duradera, muchas veces incapacitante. También padecen del trastorno de estrés postraumático y el abuso de sustancias. El suicidio no resultó raro como consecuencia.

Pienso -y espero- que los torturadores que han actuado en Venezuela, padezcan de todos estos efectos y más. Para los monstruos de sus jefes, que los mandaron a entrenar en los peores antros que hay para ello, y para quienes pudiendo evitarlo no hicieron nada, no espero otra cosa que cárcel de por vida, porque no fue que perdieron la brújula moral interna: también sus condiciones de seres humanos.

@cjaimesb

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Carlos Raúl Hernández

Intelectuales y semi intelectuales, aferrados a sus libros de revelaciones, andan confundidos por este desorden global, esta transición a no se sabe dónde y a la que no se le ve norte. De hecho, solo el embrollo mental mayúsculo de los líderes mundiales les hizo meterse en la actual guerra. La izquierda ojerosa apoya a Putin, pese a que es imposible conseguirle un pelo de izquierdista, y no aludo su calva, sino a que es ídolo de la derecha moderna europea. Por su lado la derecha tradicional ahora apoya a Biden, pese a que en las presidenciales denunciaron que convertiría a EE. UU en un “régimen” comunista y que Kamala practicaba un culto satánico a Stalin que oficiaban Angela Davis, Attack y Black lives matters. No es mentira que grupos del partido demócrata, a falta de programa y líderes, plantean tesis jurásicas-identitarias de los 70. Pero en lucidez estratégica, Biden y Trump están ahí-ahí. Por mucho que critiquemos anteriores presidentes, sabían dónde iban.

El ataque a Rusia y China y el amago de incorporar Ucrania a OTAN no son improvisados ni reactivos. En 2019 uno de los think-tank más importantes de EEUU, Rand Corporation sugería actuar a propósito del avance tecnológico y económico de ambos. En enero o febrero de 2021, luego de una larga conversación telefónica con Xi-Jinping, Biden declaró “si no hacemos algo nos aplastan”. Entre 1945 y 1991 tuvimos un planeta bipolar, regido por EEUU y la URSS, en el que nadie asomaba la cabeza sin anuencia, con las doctrinas de la destrucción mutuamente asegurada y el equilibrio del terror que con maestría y sentido político manejaron. En 1991 vino el final de la guerra fría, del mundo bipolar, la caída del comunismo y pasamos al fin de la historia, el mundo unipolar, que suponía el florecimiento de la democracia y la economía de mercado, multilateralismo, DD. HH, no uso de la fuerza.

En 2001 ese orden mundial, recibió su primer feroz ataque con el simbólico derrocamiento del World Trade Center, y vinieron las invasiones a Irak y Afganistán. Los países con élites inteligentes o simplemente menos estúpidas, habían asumido las reformas de mercado producto de la globalización de los 80, que venían con dólares del FMI. China, India, Asia central, Indonesia, Thailandia, Surcorea, Irán, Rusia, Brasil, México, Nigeria, Suráfrica, Taiwan, Camboya, Myamar, y muchos países de menores dimensiones, Uruguay, Panamá, Chile, Vietnam, Laos. Turquía merece una mención especial. Hoy revela ínfulas neo otomanas, intervino en Siria, se dirige a ser potencia y eso tiene raíces en que Ataturk prohibió durante los veinte las señas de imbecilidad, teocracia, velo, gorro, oraciones cinco veces, y secularizo al país que hoy hace de puente entre Europa y Asia, y es –aun- de la U.E. Gracias al paradigma, “neoliberal” como le dicen las cotorras, China hoy compite por el primer lugar como potencia planetaria, luego que Xi Jinping declarara en 2017 en Davos que “China aspiraba ser líder de la economía de libre mercado en el mundo”.

Los países que aplicaron reformas económicas pasaron a ser potencias globales o regionales mientras gran parte de la intelectualidad, la política y la academia, europeas y latinoamericanas, anacrónicos irredentos, continúan como Quijotes enfrentados al gigante Caraculiambro “neoliberal”. El fin de la unipolaridad anuncia lo que Bauman podría llamar bloques líquidos o tal vez gelatinosos, pragmáticos, no de ideologías sino de intereses, una nueva multipolaridad compleja. Por ejemplo, Latinoamérica, Asia y Africa no aprobaron sanciones contra Rusia, salvo los aliados más estrechos de EE. UU, por meros intereses prácticos. Su condición no le permite al liderazgo europeo ver su salto en la oscuridad y alguien dijo que “Europa se dividía en dos grupos. Los que sabían que eran países pequeños y los que no se habían dado cuenta”. Las crisis en Europa, migratoria, política, populismo, extremismos es el producto de no haber podido realizar las reformas económicas que crearan empleo y riqueza para atender las oleadas migratorias, la ampliación hacia el este, los efectos de 2008. (Por cierto: de esa crisis no forma parte Meloni)

Desde el tratado de Roma 1950, Europa avanzó gracias al acuerdo Francia-Alemania, pero esta saldrá debilitada. Creo que Piqué (no el de Shakira) dijo que “Europa estaba condenada a ser un parque temático. Tiene poco que decir a menos que se haga potencia política”, lo que ya no parece posible, si vemos los aportes al PIB mundial en 2021: China 22.7%, EEUU 22.4 %, Unión Europea 18.3% (venía de 25% y antes de la guerra, especialistas pronosticaban que bajará a 8% en 2030. La globalización era comprar materias primas en cualquier parte para vender productos en cualquier parte, pero vamos al desacoplamiento. La post guerra traería desglobalización y desoccidentalización del mundo, pero la democracia y más la economía de mercado seguirán siendo referencias, especialmente la última porque es la única economía que da de comer. La globalización ha traído un número sin precedentes de favorecidos, nunca en el planeta hubo menos pobres, y quienes no se beneficiaron son los países que apostaron a revoluciones, socialismos, populismos u otra añagaza. Ojalá las cotorras terminen de entender.

@CarlosRaulHer

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Griselda Reyes

Ciertamente, quien funge como presidente de Venezuela no deja de sorprenderme. Ojalá lo hiciera para bien, pero ese nunca es el caso.

La manera como viene despreciando al sector educación es absolutamente inaceptable. Me genera mucha indignación la burla y humillación a la que someten a maestros y profesores universitarios.

El gobierno nacional –por acción u omisión– les ha venido quebrando la cerviz, situación que se traduce en la renuncia de educadores, e incluso abandono de sus puestos de trabajo, para dedicarse a actividades que le reporten algún beneficio económico. O en el caso más extremo, que los obligue a abandonar el país en busca de calidad de vida.

Primero, fue el pago chucuto de salarios y otros beneficios contractuales, calculados sobre la base del instructivo Onapre, el cual fue declarado como «inexistente» por el Tribunal Supremo de Justicia, órgano que además los multó por haber intentado un recurso de nulidad de una normativa que afecta sus derechos laborales fundamentales.

Segundo, la intención de pagar el bono vacacional fraccionado entre 2022 y 2023, que finalmente fue cancelado en su totalidad tras las presiones ejercidas en las calles por profesores y maestros, y por trabajadores de la administración pública que también se vieron afectados con la medida.

Tercero, el fraccionamiento en cuatro partes de los aguinaldos correspondientes a 2022, alegando que de esta manera no impactará en la inflación. O sea, que los causantes y responsables de la inflación que vive el país, ahora se preocupan por el impacto que –inevitablemente– generará sobre la economía el pago de aguinaldos a los empleados públicos.

Y cuarto, el anuncio hecho por el propio Nicolás Maduro, según el cual entregará a los maestros «un bolso de cuero bien cacheroso y zapatos baratos a nueve bolívares».

Uno no puede sino expresar incredulidad, un total atropello a la dignidad humana de nuestros educadores. Los maestros y profesores tendrían que devengar sueldos suficientes para garantizar su calidad de vida y de sus familias, pero también para darles la libertad de escoger los bolsos y zapatos que quieran comprar y no los que el gobierno les quiere imponer.

Cacheroso es una expresión venezolana que significa «condición de lujo o elegancia». Cuando Maduro dice que zapatos y bolsos «serán de un cuero bien cacheroso», uno imaginaría que son similares a los que suelen usar muchos de los funcionarios que lo acompañan, el último grito de la moda, pues.

¡Por el amor de Cristo! ¿Hasta cuándo la burla? Incluso, hasta quienes apoyan a este gobierno, califican de «patético» el anuncio gubernamental. En Twitter, un usuario de nombre Rafael se preguntó «¿en qué momento pasamos de entregarles a los maestros computadoras a ‘venderles’ zapatos de una locha que al primer palo de agua van a botar la suela?».

Y Luis, un profesor universitario, comentó que no quiere zapatos, «quiero un salario que reconozca el valor de lo que hago, condiciones adecuadas para dar clases, investigar, seguridad social que efectivamente me proteja, poder dedicarme a tiempo completo a la universidad».

Los docentes –los que ejercen desde el primer nivel de educación básica hasta los que imparten conocimientos en la educación superior de tercero y cuarto nivel–, son respetados en cualquier sociedad. ¿Por qué tenemos que ser la excepción?

Admiro la gallardía y el valor con el que Elsa Castillo, docente y dirigente sindical, llama las cosas por su nombre y enfrenta a quienes los tienen pasando hambre y necesidad. Los educadores solo quieren que les paguen lo que les deben y lo que han ganado con el sudor de su frente, para que –como dice Elsa– cada educador se compre «el zapato que le dé la gana, del fabricante que le dé la gana y en la tienda que le dé la gana, con el modelo que se le antoje», y no con el que el gobierno decida.

Todas estas razones nos deben llevar a pensar muy bien en quién vamos a depositar nuestra confianza –para regir los destinos del país– en los próximos años. Ya basta de mandatarios ineficientes, negligentes y sin intenciones de servir a los venezolanos, que administran el erario público como si se tratara de patrimonios personales y no de todos los venezolanos.

Y al Gobierno les recuerdo que sin maestros, educadores, profesores, no existiríamos los demás profesionales. No olviden que ellos y la familia, debidamente engranados, son la base fundamental de toda sociedad.

griseldareyes@gmail.com

www.griseldareyes.com

Twitter: @griseldareyesq

Grisela Reyes es empresaria. Miembro verificado de Mujeres Líderes de las Américas.

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Ismael Pérez Vigil

Tomo el término que titula este artículo de la última entrevista al Padre Luis Ugalde, SJ, quien siempre nos hace reflexionar. La entrevista, de la que se pueden extraer varias conclusiones, fue realizada por Macky Arenas, quien la titula: «Estamos viviendo el fin de una época, de una manera de hacer política» y fue publicada en “‎Encuentro Humanista”, el 30 de septiembre de 2022. (Los invito a leerla en: https://bit.ly/3MbZKKZ)

Desde luego Ugalde se pasea por temas, como la dignidad de la persona humana, la solidaridad, la subsidiaridad, la educación, la formación religiosa, la Doctrina Social de la Iglesia y sus diferencias con el marxismo en conceptos claves como el Estado y la creación de “‎cuerpos intermedios”, el humanismo, la política y los partidos políticos, los conceptos de derecha e izquierda, tiranía, populismo y una variedad más de conceptos, que algunos apenas menciona y otros desarrolla más a fondo.

La política.

En lo que a mí respecta, centro su mensaje en el tema de la política y los partidos, al cual me he venido refiriendo en las últimas semanas y sus opiniones me parecen un colofón adecuado, por lo que me permito resumir, de manera libre, desde mi estricto punto de vista, las que creo que son sus ideas más resaltantes con respecto a este tema, sin que sean las únicas y sin que su orden signifique la importancia que él les da.

Con respecto a la política y al concepto que tenemos de izquierda y derecha, el planteamiento de Ugalde lo resumo de esta manera:

- “… se ha agotado una manera de entender la política por lo tanto es indispensable una repolitización una nueva forma de entender y hacer la política… lo que significa nueva conciencia ciudadana… la ciudadanía debe asumir su responsabilidad pública” (subrayado mío)

- Estamos viviendo dos fracasos, el de la izquierda y …el de la ultraderecha neoliberal … (y también el fracaso de los) … que sostienen que el mercado resuelve todo y que las políticas sociales están de más.

- Los términos “…izquierda y derecha son palabras, ya no sirven para nada… porque “… sean de derecha o de izquierda (quien llega al poder) … En América Latina … hace política de cúpulas y de convenios.

Los partidos.

Ugalde es especialmente crudo con los partidos, sobre todo los de izquierda, y su concepto del Estado:

- Cuando en los partidos no hay “formación de cuadros … que significaba prepararse para la política… queda la política convertida en psicología de supermercado… eso implica el fin del país…”

- “…el poder político se debilita y eso entrega a los países en manos del poder económico, que ya no es nacional sino transnacional…. preocupa cuando el capital financiero acumula poder político muy por encima del poder de los Estados y no respeta reglas de juego…”

- “…Los partidos de izquierda cuando llegan al poder, lo único que les interesa es “perpetuarse en el poder”, porque para los partidos inspirados en el marxismo, “… el Estado es un instrumento para dominar… es herramienta para someter y dominar… es un instrumento de un grupo social para oprimir al otro… Nada más llegan (al poder), su propósito es convertir la democracia en una dictadura…” y concluye Ugalde, para los partidos de izquierda, el estado “… no el gestor del Bien Común…”

Y finalizo los planteamientos de Ugalde con un resumen de algunas de sus ideas sobre los valores, los principios, la moral y la ética y su relación con la política y los partidos:

- La moral desaparece de lo público… En otras palabras, no hay deber ser…La ética se va ausentando de todos los órdenes de la vida.

- “… el gran peligro es que la política no sea ejercida como tarea, como esfuerzo, por falta de educación ciudadana… sino… como una mera demanda…entonces se le abre el campo a los mesías y al populismo, que es lo peor que puede pasar…” Y lapidariamente finaliza: “Es lo que nos pasó en Venezuela. Apoyamos a quien promete sin ninguna garantía. Así estamos.”

Dicho de otra manera, en mis palabras, parafraseando las suyas, ante el agotamiento de la política, la crisis de los partidos, además de la pérdida de valores, la ausencia de moral y la falta de ética, que es notoria en Venezuela, se impone esa repolitización de la que él habla, que no es otra cosa que lo que en otras oportunidades hemos dicho: la concreción de un nuevo pacto social; él lo denomina “…una nueva conciencia ciudadana…” en la que el ciudadano vea la política como una responsabilidad pública, como esfuerzo y que “… arrime el hombro a un proyecto común que llamamos nación.”

Crítica a la política y a los partidos.

Las críticas de Ugalde, a la forma de hacer política y a los partidos, por ejemplo, aunque resumidas, son certeras y argumentadas. No puede ser para nadie extraño, ni motivo de escándalo afirmar que hay en Venezuela un “‎ambiente” político, una vez más, de reclamo, crítica, queja, denuncia, con respecto a la actuación de los políticos opositores y los partidos. Es algo que se remonta a los principios de los años setenta, del pasado siglo −y quizás antes de esa fecha− pero algunos lo enfatizan en el desempeño de políticos y partidos durante estos últimos dos años y la evaluación del gobierno interino, a quien algunos hasta acusan de corrupto. Sin evaluar la certeza o no de estas denuncias, francamente, lo sorprendente es lo virulentas de algunas de ellas y sea que se logre probar o no alguna falta, lo que no me cabe duda es el aprovechamiento que hace el régimen de esta circunstancia.

A ese respecto, no pongo en duda la crisis severa en la que están sumidos los partidos y que pareciera que algunos no tienen interés serio en superar; tampoco me cabe duda, por las muestras dadas, que con algunas excepciones hay una notoria mediocridad en gran parte de la dirigencia política, falta de formación, banalidad en afrontar los temas y falta de compromiso real por enfrentar los problemas de la población; pero, a pesar de todo eso y tras leer los argumentos de Ugalde, creo que se impone una reflexión más reposada de este tema de los partidos y la política; que nos conduzca a alguna salida o solución, que en el fondo creo que es lo deseable, y es lo que concluyo al leer lo de la "‎repolitización”. Busquemos que la crítica sea una evaluación que conduzca a una rectificación, a aleccionar, etc.; salgamos de esa práctica que parece que lo que persigue es un simple “‎ajusticiamiento”, un linchamiento.

Porque, seamos sinceros, todos sabemos que nadie va a cometer la insania de salir a hacer algo tan impopular como defender a la política, los políticos o los partidos, pues eso de criticarlos, no solo ha estado siempre de moda −al menos desde inicios de los años setenta del pasado siglo−, sino que además es muy “‎seguro”, da “dividendos electorales”, pues usualmente no hay que probar nada, pues “‎todo el mundo sabe que eso es así”, que la política es algo “intrínsicamente malo”, que quien se dedica “‎a eso” tiene un fin oculto o busca de alguna manera beneficiarse personalmente, probablemente de enriquecerse de manera indebida; y además, como dije, nadie va a responder ni a desmentir nada; y si alguien desmiente, no importa, porque en este país a nadie se le ocurre rectificar o pedir disculpas por dar falsa información o difamar.

Y con esa mentalidad, nos vamos sacando los ojos, desde hace más de 50 años, sin señales evidentes de que hayamos avanzado en ese tema esquivo, del que nadie se atreve a hablar mal, del que nadie reniega, pero que no se termina de concretar: La renovación interna de los partidos y su readaptación a la situación política que vivimos.

Sin compromiso de cambio.

Hay otro aspecto de este problema que tampoco se encarna nunca. Si existiera algún compromiso serio por cambiar el medio político o el ambiente político venezolano ¿No cree usted que muchos de los que critican tan ácidamente se deberían meter a hacerlo, a militar en las organizaciones políticas o crear nuevas? Pero es que una de las terribles características de los venezolanos instruidos es que tenemos la peculiar costumbre de saber que deben hacer los demás, para nosotros hacer lo mínimo o no hacer nada; es más cómodo dedicarse a los negocios, a la actividad profesional y en materia política, disparar desde la cintura cada vez que nos provoque.

Por supuesto, tampoco vamos a negar la realidad, los errores cometidos y que esta actitud, la de rechazar y alejarse de la política y de los partidos, es una circunstancia que sus líderes han aprovechado bien para consolidarse en sus organizaciones y evitar cualquier intento de rectificación o renovación. Cuando vemos los resultados de sus “‎procesos internos” de renovación y las “‎nuevas” direcciones políticas, surgidas de ellos, salta a la vista que lo único que ha ocurrido es una especie de “‎enroque” de “‎cargos” y “‎puestos” en las directivas, pues los nombres y los candidatos son los mismos de siempre, pero en diferente orden. Y hasta en los “‎nuevos” partidos, con frecuencia vemos reproducirse los viejos vicios. No solo el pueblo se decepciona, también sus propios militantes comienzan a hacerlo.

Conclusión, lamentable.

Pero lo grave es que, hasta el momento, el régimen enfrenta una oposición democrática desmoralizada, poco organizada, eventualmente fracturada, que ni siquiera ha decidido aún, de manera cabal y detallada, cuál será el método para seleccionar su candidato; y contará además con un sector opositor radical, listo para desguazar lo que quede en pie de la oposición democrática, una vez concluido cualquiera que sea el método de selección del candidato. Y paremos de contar.

Naturalmente que esta tarea de repolitización no será sencilla, pero al respecto vale recordar a Irene Vallejo, la escritora española, quien sabiamente nos señala en su último artículo, Alas de Cera, 3/10/2022 −https://bit.ly/3SJeMuc−: “La sabiduría antigua, tan ajena al pensamiento positivo, nos recuerda que lo habitual no es el éxito, sino estrellarnos y levantarnos del suelo con rasguños y olor a chamusquina”. Aun de esa manera, vale la pena levantarse y continuar.

https://ismaelperezvigil.wordpress.com/

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Florantonia Singer

En la madrugada y con ayuda de grúas fue sustraída de la Universidad Central de Venezuela María Lionza, una mujer de 6,7 metros de alto, que va desnuda sobre una danta con un hueso de pelvis como ofrenda, esculpida en 1951 por el venezolano Alejandro Colina. La obra era parte del inventario de arte de la Ciudad Universitaria, declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. La pieza recorrió en una gandola más de 300 kilómetros para llegar a Quibayo, en la montaña de Sorte, donde cada 12 de octubre el espiritismo le rinde culto, el mismo día en que América y Europa se dividen entre conquistadores e indígenas en resistencia. Por la fuerza, se ha concretado un viejo anhelo del chavismo, que forcejeó por casi 20 años con la autonomía universitaria para hacerse con la venerada pieza.

María Lionza, como casi todo en Venezuela, ha polarizado al país. Durante las primeras horas se hablaba del robo de la enorme escultura. Las autoridades universitarias notificaron el incidente y la policía lo trató como un hurto. Solo hasta que la Federación Venezolana de Espiritismo confirmó en un comunicado que la imagen no había sido robada sino llevada al estado Yaracuy, donde a principio del siglo XX nació el culto marioloncero, una mezcla rituales indígenas, católicos y de la santería, hubo algo de claridad sobre lo que parecía una hazaña de una red de traficantes de arte. Después, el ministro de Cultura, Ernesto Villegas, escribió en Twitter: “María Lionza estuvo “virtualmente secuestrada” por casi 20 años en un lugar inaccesible para el pueblo”. Ahora, según el Gobierno de Nicolás Maduro, ha sido “liberada”.

Hace 18 años, en junio de 2004, la escultura de María Lionza que hoy está en el altar de Sorte amaneció partida en dos. Años a la intemperie, y una mala manipulación de la obra al intentar hacerle unos moldes para replicarla, ocasionó la fractura. Pero en aquella Venezuela que también comenzaba a fracturarse, lo ocurrido con la escultura de Colina —con una extensa obra en la ciudad dedicada a los caciques indígenas— fue una providencia. La pieza se rompió por la cintura en la víspera del referéndum revocatorio contra Hugo Chávez, que comenzaba a mostrar los dientes de su modelo autoritario. “¡María Lionza, llévatelo!”, gritaban algunos cuando pasaban frente a la imagen que por décadas ha sido un símbolo urbano en la principal autopista de Caracas, antes llamada Francisco Fajardo y hace poco rebautizada Gran Cacique Guaicaipuro, jefe de jefes. La pieza estaba ubicada justo frente a la universidad, que es su propietaria, y los más fervorosos marialonceros cruzaban a riesgo de ser arrollados para llevarle flores y ofrendas.

Con la pieza rota empezó este forcejeo que casi cumple dos décadas. La universidad, con paciencia de restaurador, se ocupó de recuperarla junto a la fundación que administra la obra del escultor Alejandro Colina. El pleito entre la Alcaldía de Caracas y la universidad, que se disputaban el cuidado, llegó al Supremo, que que falló a favor de la UCV. Un año después estuvo restaurada, pero el alcalde de turno —que en ese entonces era Freddy Bernal, el funcionario que selló hace una semana la apertura de la frontera entre Colombia y Venezuela— ya había puesto una réplica de fibra de vidrio y resina plástica en su lugar. La universidad reclamaba su pedestal para colocar la original, pero la llamada “diosa de los ojos de agua”, a la que el salsero panameño Rubén Blades le hizo una canción, tenía una usurpadora. Y otro mito se construía sobre el cotilleo de la política local.

En su guerra de símbolos, el chavismo no solo fue a la ofensiva con la copia sino que hace unos meses levantaron, a unos metros del duplicado de María Lionza, una enorme y criticada escultura de latón dorado que representa al indio Guaicaipuro. La imagen va acompañada de hombres y mujeres diminutos en guayuco y un deforme jaguar de cemento, que sirve para coronar el nuevo nombre de la vía en honor “al jefe de jefes”, el epíteto que la inteligencia artificial de geolocalización de Google ya repite con su tono robot en algunos tramos de la autopista donde se ha actualizado el cambio de nombre.

La Comisión Presidencial de Recuperación de la Ciudad Universitaria intervino hace un año el campus, severamente deteriorado por la falta de mantenimiento a causa de la asfixia presupuestaria a la que el Gobierno ha sometido a las casas de estudios públicas. Lo ocurrido con la escultura ha sido considerado como un nuevo golpe a la autonomía que la Constitución venezolana consagra para estas instituciones.

La intervención ha logrado remozar la universidad, pero no se ha hecho sin roces. Uno de ellos fue protagonizado por la vicepresidenta Delcy Rodríguez, que también de madrugada quiso inspeccionar las obras en el Aula Magna de la universidad y forcejeó para abrir las puertas y mostrársela a Maduro y su esposa Cilia Flores. En un comunicado, la comisión informó de que el Instituto de Patrimonio Cultural dictó “medidas urgentes” para salvaguardar a María Lionza, que llevaba 18 años guardada en un galpón a la espera de poder colocarla donde el Gobierno puso la copia, y “restituir a los venezolanos el derecho a venerar y disfrutar” la imagen.

“Hace un mes vaticinamos que la esfinge de la reina llegaría su tierra. Hoy hacemos historia”, dice insistentemente Richard Pérez, presidente en de la Federación Venezolana de Espiritismo, en un video que graba desde la caravana oficial que escoltó la pieza desde Caracas hasta el Estado de Yaracuy, en el occidente del país. En los mensajes hace arroba a Nicolasito, Nicolás Maduro Guerra (el hijo de Maduro), y a miembros de su gabinete. La codiciada pieza que por años estuvo resguardada en un galpón estará ahora en el húmedo bosque tropical de Sorte al cuidado de los cultores marialonceros, mientras el mito de los vínculos del Gobierno venezolano con las religiones espiritistas se despeja.

7 de octubre 2022

El País

https://elpais.com/internacional/2022-10-07/maria-lionza-la-imagen-del-c...

 4 min


Miodrag Soric

¿Por qué cientos de miles de rusos permiten que se les envíe como carne de cañón a una criminal guerra de agresión? ¿Por qué dejan su destino en manos de un belicista? ¿Por qué no se rebelan?

La mayoría de la gente en el extranjero no puede encontrar respuestas a estas preguntas. Los rusos parecen dejar que se haga cualquier cosa con ellos. Los estereotipos sobre el supuesto carácter nacional están servidos: los rusos son indulgentes, obedecen siempre al respectivo zar en el Kremlin, tienen miedo a la libertad, como ya anotó Fiódor Dostoyevski.

Es cierto que es peligroso rebelarse en este momento. Cualquiera que haga campaña por la paz en Rusia es amenazado con la cárcel y la tortura. Pero quienes se manifiestan en Irán también deben tener en cuenta estas consecuencias. Y, sin embargo, desde hace tres semanas, la gente sale en masa a las calles de todo el país para protestar contra el brutal régimen de los mulás. Docenas de personas ya han pagado por esto con sus vidas. No obstante, los que pueden escapar de las fuerzas policiales iraníes, aparentemente, no se amilanan y siguen manifestándose. Aunque los carniceros de Teherán y de otras ciudades del país no son menos violentos que los antidisturbios de las unidades especiales Omón, en Moscú

El mundo observa con admiración las valientes protestas de los iraníes. Al igual que millones de personas de todo el mundo rindieron homenaje a la valentía de los bielorrusos hace dos años, cuando se rebelaron contra las elecciones amañadas de Lukashenko. O a las manifestaciones de los ucranianos, que ya han luchado repetidamente por la democracia. En Ucrania, el pueblo se impuso, en Bielorrusia, no. Pero los bielorrusos llevarán a Lukashenko a los tribunales cuando Putin ya no pueda protegerlo.

La afirmación de que los rusos no están aptos para la democracia es una tontería. Muchos hacen referencia a las encuestas. Según estas, aproximadamente uno de cada tres rusos cree que "la democracia occidental no es adecuada para Rusia". En todo caso, son las personas mayores las que piensan así. Nunca han pasado mucho tiempo en Occidente. La generación más joven, en cambio, es de mentalidad abierta, como sus compañeros de París o Londres: quieren libertad, democracia real (y no controlada), prosperidad, la oportunidad de poder viajar.

También es un disparate que —como afirmaban los líderes eclesiásticos ortodoxos— la democracia supuestamente socave la moralidad; todo lo contrario. Solo tribunales independientes del Estado pueden impartir justicia para todos, sin importar las buenas o malas relaciones personales de cada quien con los políticos. Sin embargo, en la Rusia actual, el Kremlin decide cuál debe ser el veredicto en los juicios contra los manifestantes. Los jueces rusos son títeres del poder. En las democracias estables, la corrupción y el nepotismo no tienen cabida.

El trauma de los años 90

Los años noventa se citan como otra razón por la que muchos rusos de edad avanzada son escépticos respecto a la democracia. Sin embargo, lo que los rusos tuvieron que soportar entonces no tenía nada que ver con la democracia. Más bien, después de 1991, las viejas élites soviéticas —antiguos funcionarios del partido y agentes de los servicios secretos— se enriquecieron sin freno a costa de la población, controlando la política con montañas de dinero.

Los ucranianos y los georgianos también lo sufrieron en la década de 1990. En Kiev, los oligarcas también tenían gran influencia. Pero los ucranianos lograron elegir y expulsar Gobiernos. Su nivel de vida creció lentamente. El país se convirtió en un modelo para Rusia, demasiado peligroso a los ojos de Putin. De repente, quedó claro que la democracia y la libertad también eran posibles entre los eslavos del Este.

Los ucranianos seguirán luchando por su país. No quieren vivir en un Estado autoritario. Los enormes sacrificios realizados por este pueblo les unen. La guerra defensiva contra Rusia les marcará durante generaciones. Si los ciudadanos de Rusia también quieren una vida digna, en libertad y prosperidad, también tendrán que luchar por ella, como otros pueblos.

7 de octubre 2022

DW

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