Pasar al contenido principal

Opinión

Ignacio Avalos Gutiérrez

Al poco rato de pisar diciembre, últimos días del año, uno sucumbe a la tentación de ensimismarse. Es una suerte de costumbre emocional que opera como reflejo condicionado y dispara la necesidad de reflexionar para ver cómo nos ubicamos en el marco de esta actualidad tan complicada, tan incierta.

Desde el murciélago hasta Bill Gates

Resulta imposible, así ´pues, discurrir por estos días sin aludir a ese animalito microscópico (el SARS-COV-2, como lo llaman los científicos), que ha bordado nuestra vida con una pandemia que poco a poco se nos va haciendo eterna. Inevitable, igualmente, hablar, de la confusión respecto a su origen, puesta en evidencia dentro un menú de explicaciones que van desde los cambios ecológicos hasta el castigo divino, pasando por un fulano murciélago, un ataque terrorista, la creación en un laboratorio, el nacimiento en un mercado chino y hasta la intervención, con quien sabe cuáles intenciones, de Bill Gates, el “filántropo perverso”, como algunos lo identifican. Todo ello ocurre a pesar de que diversos organismos internacionales (también el Gobierno de Biden), aseguran que no cejarán en su esfuerzo hasta identificar cómo y donde surgió el patógeno letal, pregonando a cada rato a que están a punto de hallar la respuesta.

En medio del panorama anterior, las dudas se extienden hasta los medios de protección recomendados, bien sean las vacunas (en sus distintas versiones), otros tipos de medicamentos (la cloroquina, por ejemplo), la mascarilla o incluso hasta la propia estrategia del confinamiento

La sociedad de la información muestra, así, algunas de sus ¿paradojas?, generando un exceso de datos, opiniones y noticias que a la postre deja muchas preguntas en el aire y alimentan nuestro enredo respecto a lo que ocurre y a lo que va a ocurrir. A propósito de ello, ante el surgimiento de la última versión del virus, algunos psicólogos indican que las alarmas han dejado de asustarnos, que la gente se está descuidando. Es, señalan, como si estuviéramos desarrollando “anticuerpos contra el miedo”, justo en el momento en que el Informe de Riesgos Globales, publicado este año por el Foro Económico Mundial (FEM), advierte que las enfermedades infecciosas a escala mundial ocupan ahora el primer puesto.

El síndrome del estadio vacío

La pandemia nos ha cambiado el rostro del tiempo. Los relojes apenas sirven, casi no importa que sean las dos o las cuatro de la tarde. Nuestra existencia es ahora digital y transcurre principalmente en las redes sociales, conforme a nuevos y muy distintos patrones, generando, por supuesto, perfiles diferentes de inequidad social que traslucen las disparidades de la “realidad real”.

La vida es “una locuacidad permanente”, como escribió Javier Marías. Uno echa de menos la época analógica, a la par que eleva el susto por el metaverso de Zuckerberg y otras ideas parecidas que asoman en el horizonte una suerte de realidad paralela, en donde, según los expertos, va a deslizarse la mayor parte de nuestras vidas, ojalá sea esto una exageración, ruega uno.

Afirma Menotti, gran entrenador argentino, que el mundo del fútbol gira alrededor de la relación del futbolista con la gente. Si no hay gente en un estadio, el futbolista no es futbolista. Algo parecido, creo, ocurre con nuestra vida en medio de la pandemia. Experimentamos, digámoslo así, el síndrome del estadio vacío.

La Casa ¿Común?

Desde principios del año 2020, cuando surgió la pandemia, el discurso dominante sobre su gravedad subrayaba la aparición de un problema cuya solución comprometía a toda la humanidad, que nos curábamos todos o que no se curaba nadie, dado que habitamos en una “Casa Común”, conforme a la expresión que popularizo el Papa Francisco. Pero, tal como lo predijeron algunos escépticos, las palabras no brincaron a los hechos, a pesar de que han cobrado forma algunas iniciativas importantes, representando sin duda una señal de esperanza.

En este planeta vertebrado por la desigualdad social, en el que el 10% de la población mundial con mayores ingresos concentra el 52% de la renta global y la mitad de la gente apenas recibe el 8%. Adicionalmente, las reglas que pautan el comportamiento de la economía han permitido que el minúsculo patógeno haya vuelto más ricos a los ricos y más pobres a los pobres.

No debe extrañar, entonces, que diez países concentren el 80% de las vacunas y que en África escasamente el 3% de la población haya recibido su dosis Cada país ha ido, entonces, resolviendo las cosas según va pudiendo, visto que los terrícolas no acabamos de entender la solidaridad, más que como una virtud, como una necesidad. Su “convivencia” se encuentra signada por el tribalismo, el sectarismo, la polarización, prueba de que no todos vamos en la misma lancha, remando en la misma dirección. En muchos lugares, demasiados, la política ha dejado de entenderse como un medio que hace posible que vivamos juntos. Se ha debilitado cada vez más el compromiso con lo común y la falta de los consensos básicos nos enfrenta unos a otros. El mundo continúa dibujado, en trazos muy fuertes, por conflictos que, a estas alturas, en este contexto, son un absurdo histórico.

Protección a cambio de vigilancia

Distintos estudios muestran que alrededor de dos tercios de la humanidad vive en países cuyo gobierno actúa en formato autoritario, el cual empieza a observarse también, en grado variable, en naciones que venían siendo identificadas como democráticas. En efecto, bajo el comprensible propósito de proteger a la población mediante las medidas requeridas para prevenir y curar, éstas han servido adicionalmente para reforzar un sistema de vigilancia social orientado controlar y manipular la vida de los ciudadanos, recogiendo y almacenando datos que permiten saber no solo adónde va y con quién se encuentra una persona, sino también para observar qué pasa en el interior de su cuerpo (su presión sanguínea, pulso del corazón, actividad cerebral). En esta dirección, el dictamen de Naciones Unidas y de otros organismos es muy claro respecto a la violación de los derechos humanos mediante el uso indebido de los dispositivos biométricos.

Conclusión: un jalón de orejas

La vida en el planeta azul venia revelando sus costuras desde tiempo. Numerosas advertencias que en algún momento sonaron alarmistas, son hoy en día difíciles de negar, salvo por algunos grupos de empecinados que sostiene que en lo del cambio climático, por ejemplo, hay mucha alharaca.

La pandemia ha colmado el vaso, aunque algunos añoran el regreso a la “normalidad”, ignorando que esta fue la que nos trajo hasta donde nos encontramos ahora. En efecto, el crecimiento eterno, en contextos sociales inequitativos, ha orientado el paso del desarrollo durante un tramo largo de nuestra historia en todas las sociedades, se califiquen de derecha, de izquierda o de centro. La pandemia es un jalón de orejas para los terrícolas, un llamado a que reinventen sus modos de vida como especie, conciliando lo local con lo global (“glocalización”, según los entendidos). La reinvención debe tener lugar en medio de los cambios tecnológicos que empiezan a moldear la sociedad desde otras posibilidades que aún no desciframos del todo.

Ante todo lo anterior, y como lo leí en Nexos, una revista mexicana, “Sólo hay una pregunta: ¿Cambiará la humanidad debido a los destrozos provocados por Covid-19?. Sólo debería haber una respuesta.”

El Nacional, miércoles 22 de diciembre de 2021

 5 min


Comité Editorial de Dígalo ahí Digital

No queda otra alternativa que recurrir al lugar común y decir que está terminando un año terrible, que desearíamos que nunca hubiese transcurrido y que esperamos no vuelva a repetirse nunca.

Describir lo que lo hace merecedor al calificativo sería redundar sobre temas que aquí, en Dígalo ahí Digital, han sido tratados reiterativamente, desde distintas visiones, todas democráticas.

El 2022 que se aproxima viene cargado de incertidumbres y signado, desde ya, por un conjunto de eventos que nuevamente probarán el talante de los venezolanos y nuestra capacidad para encontrar una salida que nos satisfaga.

Es propicio este momento para desear en los próximos días, a los consecuentes lectores y colaboradores de esta publicación, unas fiestas familiares alegres, recordando a los que ya no están, pero que siempre tendremos presente, valorando lo verdaderamente importante en nuestras vidas y reflexionando sobre lo que tendremos que seguir haciendo si queremos un futuro distinto para los más cercanos y para la sociedad venezolana en su conjunto.

Un país distinto y mejor es posible si y solo si nos empeñamos en un esfuerzo de TODOS que beneficie a TODOS.

 1 min


Eddie A. Ramírez S.

Tres fantasmas nos acosan. No es solo en esta Navidad. Están presentes desde que iniciamos nuestra vida republicana y, probablemente, desde antes. Desearíamos tuviesen la misma influencia de los tres espíritus del más allá que hicieron cambiar la vida al infeliz Scrooge, descritos por Charles Dickens en su Cuento de Navidad. Los fantasmas del pasado y del presente nos revelan una triste realidad. Ojalá recapacitemos y cambiemos nuestras actitudes para lograr un mejor futuro.

El fantasma del pasado: evidencia que no es cierto aquello de que cualquier tiempo pasado fue mejor, como creen algunos. Militares, incluyendo a nuestro Libertador, que pensaron que sus hazañas para lograr nuestra independencia eran aval suficiente para manejar al país a su antojo. Caudillos regionales que se creían señores feudales. Abogados y otros profesionales que se plegaron a la cachucha de turno en el poder. Mientras tanto, un pueblo analfabeto, sumido en la miseria, seguía al primer hombre a caballo que les prometiera una vida mejor o al menos el beneficio fugaz de un saqueo.

Cesaron las montoneras, pero los hombres de a pie no mejoraron. El oro negro sirvió para que un grupo reducido de venezolanos progresaran. La mayoría por su trabajo perseverante. Unos pocos por apoderarse de bienes públicos. Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez, los “gendarmes necesarios”, según Vallenilla Lanz, impulsaron el crecimiento de nuestra economía, pero no el desarrollo. Perduró la pobreza y la desigualdad.

El período democrático iniciado en 1958 despertó muchas esperanzas. Lamentablemente, una generación de jóvenes idealistas creyó, equivocadamente, que ellos eran los llamados a enderezar entuertos por la vía de las armas. Un proceso que se inició bien, se fue deteriorando gradualmente. El presidencialismo, con sus abusos, nunca nos abandonó. Nos engañaron y nos engañamos al creer que éramos un país rico y que los venezolanos teníamos cualidades superiores a los de otras nacionalidades. Evaluamos a los presidentes de esa época por las obras construidas, por su apoyo relativo a la educación y a la cultura, y por su mayor o menor apego a la Constitución. Tuvimos períodos presidentes buenos, unos no tan buenos y otros pésimos.

El fantasma del presente: Nos recuerda que llegamos a 1999 pensando que los pocos que nos habíamos beneficiado éramos la mayoría. Cuando nos cayó el chaparrón chavista, que no fue de agua, sino más bien de un fuego destructor, le achacamos la culpa a factores secundarios. El más socorrido, y también el más superficial, es que Chávez fue consecuencia de la destitución del presidente Carlos Andrés Pérez, a quien le faltaban solo unos meses para terminar su mandato. El pasado no fue lo positivo que debió ser, pero lo seguimos añorando porque el presente es lo peor que hemos tenido en nuestra historia.

En esta etapa hemos tenido muchas acciones que pueden tildarse de heroicas. Jóvenes y no tan jóvenes han sido asesinados por oponerse a la dictadura de Chávez-Maduro, o víctimas del hampa alcahueteada por el régimen; hay presos políticos, pasan de los seis millones los compatriotas que se han visto obligados a huir del país, el sector privado está ahogado, nuestra agricultura y ganadería retrocedieron varios años, innumerables industrias y comercios han cerrado sus puertas. Más grave aún, se han deteriorado nuestros principios y valores, y la corrupción alcanzó límites nunca vistos.

Mientras millones de venezolanos se encuentran en una situación crítica, el usurpador Maduro y sus palafreneros se ríen de las penurias ajenas, lo cual no es de extrañar considerando su mentalidad criminal. Lo que extraña es la indolencia de parte de nuestra dirigencia opositora, la cual se muestra renuente a lograr acuerdos entre los demócratas. También, el afán destructor de algunos que opinan por los diferentes medios, considerándose dueños de la verdad.

Acciones a emprender: No hay una llave mágica para abrir la puerta de la libertad y de la democracia. No desperdiciemos la oportunidad de probar varias vías por haber fracasado en el pasado. El 9 de enero hay una elección impuesta por un TSJ cómplice de la dictadura, que desconoció el resultado anterior porque no le fue favorable. El candidato de Maduro viene de ocupar varios cargos en el gobierno. Ello evidencia que lo rojos harán todas las trácalas para imponer a su candidato. Hay que votar contra viento y marea. Después puede haber dos eventos que dependen de los ciudadanos. Uno es activar el referendo revocatorio presidencial. El otro, es convocar una Asamblea Constituyente. Al frente de estas iniciativas están respetables compatriotas. Ambos tienen serios obstáculos colocados por el régimen. No son incompatibles, ninguno se debe descalificar, sino evaluar serenamente su viabilidad. No se debe descartar dos opciones poco probables, pero posibles, la intervención de nuestra Fuerza Armada en defensa de la Constitución, y una insurrección popular.

Que esta Navidad transforme a los malvados Scrooge en buenos ciudadanos.

Como (había) en botica:

Ya está en Amazon el libro Indignidad: Génesis e historia de una afrenta a la patria y sus instituciones, del vicealmirante Rafael Huizi Clavier, distinguido luchador por la democracia quien está exiliado. Lo empecé a leer y lo recomiendo.

Con la publicación de la plaquette La hallaca, María Gabriela Lovera nos ofrece libremente, en coedición de Petalurgia y de Helen Chocolate, el texto y receta del distinguido gastrónomo e historiador José Rafael Lovera sobre la historia y receta de nuestra multisápida hallaca.

Lamentamos el fallecimiento de Iván Rodríguez, compañero de Gente del Petróleo y de Unapetrol.

Un saludo muy especial para todos los presos políticos, en especial para Roland Carreño, uno de los casos más injustos.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

 4 min


UNESCO

El primer marco internacional sobre la ciencia abierta fue adoptado por los 193 países que asistieron a la Conferencia General de la UNESCO. Al hacer la ciencia más transparente y accesible, la Recomendación de la UNESCO sobre la ciencia abierta hará que la ciencia sea más equitativa e inclusiva.

A través de la ciencia abierta, los científicos e ingenieros utilizan licencias abiertas para compartir más ampliamente sus publicaciones y datos, programas informáticos e incluso hardware. La ciencia abierta debería, por tanto, potenciar la cooperación científica internacional.

Alrededor del 70% de las publicaciones científicas están encerradas tras muros de pago. Sin embargo, en los últimos dos años, esta proporción ha descendido a cerca del 30% en el caso de las publicaciones sobre la COVID-19 específicamente. Esto demuestra que la ciencia puede ser más abierta.

Por primera vez, una definición universal

Además, hasta hoy no existía una definición universal de ciencia abierta y la normativa existía únicamente a nivel regional, nacional o institucional. Al adoptar la Recomendación, 193 países han acordado atenerse a unas normas comunes para la ciencia abierta. Y, uniéndose a un conjunto de valores y principios rectores compartidos, han adoptado una hoja de ruta común.

Gracias a su mandato en el ámbito de las ciencias, la UNESCO impulsa a nivel mundial el cambio hacia la ciencia abierta y se asegura de que ésta contribuya realmente a colmar las lagunas de conocimiento y tecnología entre los países y dentro de ellos.

La ciencia abierta puede ser una poderosa herramienta para reducir las desigualdades entre los países y dentro de ellos, así como para promover el derecho humano a disfrutar y beneficiarse del progreso científico, tal y como se estipula en el artículo 27 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Con esta Recomendación, los Estados Miembros han adoptado la cultura y la práctica de la ciencia abierta y han acordado informar cada cuatro años sobre sus progresos.

La Recomendación pide a los Estados Miembros que establezcan mecanismos de financiación regionales e internacionales para la ciencia abierta y que garanticen que toda la investigación financiada con fondos públicos respete los principios y valores fundamentales de la ciencia abierta.

La Recomendación pide también a los Estados Miembros que inviertan en infraestructuras para la ciencia abierta y que desarrollen un marco que defina las habilidades y competencias necesarias para quienes deseen participar en la ciencia abierta. Entre estos interesados se encuentran investigadores de diferentes disciplinas y en diferentes etapas de su carrera.

Se anima a los Estados Miembros a dar prioridad a siete áreas en su aplicación de la Recomendación:

  • Promover un entendimiento común de la ciencia abierta y sus beneficios y desafíos asociados, así como los diversos caminos hacia la ciencia abierta;
  • Desarrollar un entorno político propicio para la ciencia abierta;
  • Invertir en infraestructuras y servicios que contribuyan a la ciencia abierta;
  • Invertir en formación, educación, alfabetización digital y creación de capacidades, para que los investigadores y otras partes interesadas puedan participar en la ciencia abierta;
  • Fomentar una cultura de ciencia abierta y alinear los incentivos para la ciencia abierta;
  • Promover enfoques innovadores de la ciencia abierta en las diferentes etapas del proceso científico;
  • Promover la cooperación internacional y entre las distintas partes interesadas en el contexto de la ciencia abierta con el fin de reducir las brechas digitales, tecnológicas y de conocimiento.

https://es.unesco.org/news/unesco-establece-ambiciosas-normas-internacio...

Ver en archivo anexo el PROYECTO DE RECOMENDACIÓN SOBRE LA CIENCIA ABIERTA

 2 min


Jesús Elorza G.

De manera jocosa, en todas las instalaciones deportivas del país, se escuchaba el coro de una de las famosas canciones navideñas …Yo tenía una luz, que a mí me alumbraba, y venia la brisa y me la apagaba…todo esto era para referirse a la decisión de la Sala Electoral del TSJ relacionada con el recurso contencioso electoral que hicieron las federaciones, por las violaciones cometidas en el desarrollo de la Asamblea del Comité Olímpico Venezolano para elegir a los miembros de la Comisión Electoral, que regiría las elecciones pautadas para el próximo 5 de enero 2022.

Atletas, entrenadores y dirigentes deportivos recordaban como fueron atropellados y violentados los derechos constitucionales de participación electoral de legítimos representantes a los cuales no se le permitió la entrada a la referida asamblea, mientras que otros de manera ilegítima ejercieron el derecho a votar. Igualmente, se elaboró un Padrón Electoral írrito para favorecer a entidades deportivas fantasmas y se estableció un cerco paramilitar a la sede del COV.

En su arrogancia monárquica, el presidente del COV y su consorte, se sentían seguros de que sus acciones ilegales no serían cuestionadas por ninguna autoridad porque estaban amparados y alumbrados por la luz de la “Supranacionalidad”. El Comité Olímpico, señalaban los abogados del organismo, y lo repetían como loros amaestrados los miembros de la junta directiva… “se rige, según dispuesto en el artículo 5 de su propio Estatuto, por este instrumento, el Código Mundial Antidopaje, los Reglamentos aprobados por el Comité Olímpico Internacional, con base en lo establecido e Carta Olímpica y su Texto Normativo de Aplicación”.

Además, referían los iluminados “el artículo 49 numeral 8 del Estatuto del Comité Olímpico Venezolano dispone “Agotada la vía administrativa, y después de haber agotado todos los medios internos y apelaciones que haya lugar a lo dispuesto en el presente Estatuto, cualquier impugnación a los Procesos Electorales del Comité Olímpico Venezolano podrán ser presentadas exclusivamente por medio d apelación ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) en Lausanne, Suiza, que resolverá controversia definitivamente, de conformidad con el Código de Arbitraje, cuyas decisiones son definitivas e inapelables”. Esos dirigentes federativos opositores, decían entre risas y tragos de whisky, no tienen real para ir a Europa a denunciarnos.

Pero, llegó la brisa y apagó la luz. La Sala Electoral del TSJ declara NO HA LUGAR la excepción de Falta de Jurisdicción opuesta por la representación judicial del Comité Olímpico Venezolano de conformidad con el artículo 346 ordinal 1 del Código Procedimiento Civil; en consecuencia, se declara COMPETENTE la Sala Electoral para conocer y decidir recurso contencioso electoral conjuntamente con amparo cautelar, y subsidiariamente medida cautelar de suspensión de efectos.

El apagón que produjo la sentencia provocó una estampida en los consortes olímpicos y los abogados tratando de calmarlos, decían de manera incongruente, que el presente asunto “debe ser conocido por la Sala Constitucional, pues debe advertirse que lo planteado, excede el ámbito de la materia para la cual es competente la Sala Electoral” y vamos a solicitar que sea designada una Sala Accidental para el conocimiento y pronunciamiento sobre Cuestiones Previas”. Pasaron de supranacionales a infrallorones nacionales.

Al terminar de conocer, las decisiones de la Sala Electoral:

- Se declara PROCEDENTE la solicitud de amparo cautelar, y se ORDENA de forma inmediata SUSPENSIÓN DE EFECTOS de la Asamblea General Extraordinaria realizada el 07 de diciembre 2021.

- . Se ORDENA la conformación e instalación de una Comisión Electoral Ad-hoc, en el plazo de (02) días continuos siguientes a la publicación del presente fallo, en la sede del Comité Olímpico Venezolano.

-Se INSTA al Comité Olímpico Venezolano y al Instituto Nacional de Deportes, a consignar ante Comisión Electoral Ad Hoc, la certificación de los registros de las Federaciones Deportivas Nacionales que se encuentren habilitadas para participar en el proceso electoral de las autoridades del Comité Olímpico Venezolano, a los fines respectivos.

- Se ORDENA a la Comisión Electoral Ad Hoc, dentro de los dos (02) días continuos siguiente su instalación, cumplir con el mandato de levantar el Padrón Electoral que servirá de base para el proceso electoral de autoridades del Comité Olímpico Venezolano.

-Se ORDENA a la Comisión Electoral Ad Hoc, proceda a apertura del lapso de inscripción de las postulaciones respectivas, para las elecciones de autoridades del Comité Olímpico Venezolano a celebrarse el venidero 05 de enero de 2022.

La brisa, transformada en huracán, apagó la luz de los iluminados olímpicos causantes de este desastre deportivo electoral, por su arrogante conducta de mantenerse en el poder a costa de lo que sea. Por otro lado, queda sobre el tapete la discusión en el sector deportivo, sobre el nombramiento de Comisiones Electorales Ad Hoc fuera del marco de una Asamblea General. En todo caso, es importante que el sector federativo haga valer el principio de la autonomía y que el mismo quede consagrado en el ordenamiento jurídico del país.

 3 min


Américo Martín

Fue en esa época, para bien y para mal, cuando ser o dárselas de popular se convirtió en arma para zaherir a los rivales, un hábito del cual no nos hemos librado, y probablemente nunca lo haremos.

Los políticos y sus imitadores se vestirán en momentos propicios «como el pueblo» o como imaginaban que era el pueblo. Se arrancarán la corbata, incorporarán giros populares y hasta esquineros, con el fin de demostrar su simpatía por los excluidos y, de paso, conseguir votos.

El odio izquierdoso contra las humildes corbatas arranca, creo, de aquellas inclinaciones. La fobia se ha incrementado con el tiempo a medida que movimientos autoidentificados con la causa del pueblo alcanzan posiciones de poder.

No fui nunca, ni lo soy ahora, un devoto de ese artículo de vestir, pero no por razones «ideológicas». Restringía su uso a situaciones convencionales: fiestas formales, velorios, matrimonios. Pero la pandemia contra la inocente corbata ha seguido invadiendo el territorio. Parece que no ponérsela en el parlamento sería algo así como una prenda de firmeza revolucionaria. Cuando, siendo diputado, no se me daba llevarla, juro que lo hacía por pura comodidad sin creerme una suerte de conjurado en plan de romper soterrados privilegios burocráticos. Digamos, algo parecido a un fuerte acto de liberación en lucha abierta contra el formalismo encorbatado.

La vindicación popular se extenderá al pelo largo, por influencia del extraordinario movimiento hippie de EE. UU., Inglaterra y progresivamente el mundo, incluyendo países del área socialista. Se dejaban largas cabelleras y agresivas barbas para deslindarse del estilo lampiño de los profesionales triunfadores y los hijos de los ricos, aunque muchos de ellos lo fueran. El punto era cuestionar sin mayor riesgo. La protesta consistía en «no colaborar». Entre las cosas más revolucionarias: pisar la hierba donde un cartelito lo prohibía. Las muchachas mostrarían sus senos, se popularizaría la transgresión de las drogas. Algo pueril, sin duda, en el fondo contra ellos mismos, pero de atractivos perfiles sicodélicos y culturalmente liberador, lo reconozco.

Sin embargo la moda fue permeando hacia los jóvenes profesionalmente exitosos. Comenzaron a aparecer los yuppies, empresarios informales, emprendedores de cabello largo y barbas retadoras. Si inicialmente todo tenía un contenido de inofensiva protesta, la asimilación de la moda por las «clases protestadas» la hizo más indiscernible.

¿El movimiento fue entonces inútil? No, para nada: de alguna manera había triunfado. El mundo siguió adelante. Probablemente sin percatarse mucho llevaba su marca.

Me parece que en esto de las corbatas se urde secretamente otra vuelta de la manivela. Dada la victoria definitiva de los enemigos de ese símbolo prendario, podría preverse un vuelco inesperado.

Usar retadoramente la corbata pasaría a ser la nueva manera de protestar.

¿Cómo valorar esos cambios? ¿Son malos o buenos?

Simplemente son cambios en la forma de vestir, pasos adicionales desde los ceñidos corsés a los pantalones femeninos y del peinado engominado al revuelto y libre. Y en ese sentido proporcionan una prueba viviente de que la moda y la cultura están en permanente cambio, en constante transformación. Envolver tales cambios en la dialéctica de la revolución y contrarrevolución ha sido una de las más suaves e inútiles tonterías. Pero en los años 40 y aún 50 todavía estábamos lejos de la erupción del fenómeno, cuya plena expresión se manifestará durante las dos décadas siguientes.

Yves Saint Laurent

Cuando en 1969 salí en libertad, hasta ahora por última vez, mis pasos me llevaron hacia mi antigua querencia universitaria. Al llegar se me encima un muchacho peludo y barbado.

—¿Y por qué siendo tan revolucionario no te dejas crecer la barba?

Era un joven agradable y de aspecto sincero.

—¿Y para qué? —le respondo.

—Para protestar.

No estaba bien que me burlara un poco y no lo hice en respeto a su rebeldía e inconformidad. Pero le dije:

—¿Protestar contra los barberos? ¿Ha hecho algo el gremio que yo ignore?

Pero en verdad, ¿para qué diablos —por ejemplo— puede servir ese pedazo de trapo amarrado y colgando del cuello?

Bueno, será para lo mismo que les sirve el lápiz labial a las mujeres o los bigotes a los hombres. Los motivos no son pragmáticos o éticos sino estéticos y la gente es tan libre de dejarse crecer la barba como de recortársela, de pintarse los labios como de no hacerlo, de encorbatarse o no. Nadie debe ser colgado o colgada de una cuerda por escoger una o la otra opción.

Curiosamente opinó sobre este asunto Yves Saint Laurent, un artista de la alta costura, un visionario de la estética.

—¿Para qué puede servir la corbata?

—La corbata debe ser un alarido sobre la camisa, exclamó.

Soy obtuso en estos delicados matices, por eso no cometería el exceso de decir que lo sigo, pero sin duda lo comprendo. Entreveo un fondo de razón en sus palabras. Para un esteta como él, si vas a habituarte a esa prenda debe ser para disparar una centella de colorido múltiple desde tu blanca camisa. Saint Laurent debió ser un surrealista, un sicodélico de la moda. Sin embargo, afortunadamente tampoco aquí hay verdades únicas. También en este dominio reina el pluralismo. Otros creadores de su gremio pensarán distinto y de allí el juego cambiante de la moda y la proliferación de los artistas de la alta costura.

Twitter: @AmericoMartin

Américo Martín es abogado y escritor.

 4 min


Alejandro J. Sucre

El año pasado, The New York Times elogió los viajes regenerativos como el futuro del turismo. Los viajes regenerativos se tratan de trabajar para mejorar activamente un lugar. Da prioridad a la regeneración y protección de áreas sobre el turismo de masas, y garantiza que dejemos un destino intacto durante los próximos años.

No se trata simplemente de no ensuciar el lugar, el turismo regenerativo dice: "Hagámoslo mejor para las generaciones futuras'".

Una verdadera regeneración, según The Forward Lab, “. . . debe haber un enfoque en las comunidades, las personas reales y también en los beneficios económicos directos del turismo ".

La documentación de los viajes regenerativos podría visualizarse como un turista que participa en una limpieza del océano, mientras que los viajes sostenibles solo pueden mostrar a un turista en la playa con una botella de agua reutilizable.

Según la coalición Future of Tourism, que tiene como objetivo "construir un mañana mejor", hay trece principios de viajes regenerativos. Van desde el uso de estándares de sostenibilidad líderes hasta exigir ingresos justos para los trabajadores y empleados del turismo, hasta mitigar el impacto climático o desarrollar temas. Los viajes regenerativos se han convertido en una tendencia y en Venezuela sería muy bueno desarrollarlo como proyecto social. En los primeros días de la pandemia, los viajes globales se detuvieron hasta el punto en que vimos un cambio climático en lugares como Italia, California e India. Disminuyeron las emisiones de gases de efecto invernadero y los niveles de contaminación. El tráfico se redujo significativamente en las principales áreas metropolitanas como la ciudad de Nueva York, mientras que en Los Ángeles y Delhi, la calidad del aire mejoró significativamente. Esas primeras imágenes -un testimonio del poder de las imágenes- de la reversión del clima sirvieron como un duro recordatorio del impacto que los viajes han causado en la Tierra. A medida que los viajes se vuelven a abrir después de la pandemia, comenzaremos a ver que más personas alinean sus planes y comportamientos de viaje con sus valores. Y, por supuesto, necesitaremos elementos visuales para mostrar cómo podemos hacer esto. Han surgido algunos temas que nos ayudarán a visualizar esta importante tendencia de viajes.
Viajes con poca huella de dióxido de carbono
Los viajes aéreos producen enormes emisiones de carbono y son responsables del 12% de todas las emisiones del transporte. La propia industria del turismo es responsable del 8% de todas las emisiones globales, ¡más que la industria de la construcción! Las imágenes deben mostrar el rango de cómo las personas pueden viajar de manera más regenerativa en estos días: en bicicleta, tren, a pie, en velero y (preferiblemente) en autos eléctricos.
Orientado a la comunidad
Los viajes regenerativos sitúan el bienestar de los lugareños en un lugar tan importante como la conservación del medio ambiente y resaltan lo más posible que son las personas detrás del lugar. Esto podría verse como dueños de negocios, residentes que interactúan con turistas, pueblos indígenas y lugares de reunión: centros comunitarios, mercados, monumentos públicos o iglesias, entre otros.
Apoyando a las empresas locales
Comprar productos locales es importante cuando viaja fuera de su comunidad de origen. En lugar de buscar comprar esa camiseta de recuerdo producida en masa, se alienta a los viajeros regenerativos a comprar hiperlocal. Compra un artículo hecho a mano a un artesano local, experiencias artísticas interactivas en vivo, pequeñas empresas o mercados públicos en lugar de centros comerciales, tiendas de marca y proveedores de aeropuertos, y bienes, materiales o fibras nativas de los lugares.
Perspectivas indígenas
En muchos destinos de todo el mundo, los pueblos indígenas son los administradores de sus tierras y mares, y ayudan a proteger y preservar sus territorios para las generaciones venideras. Al capturar o compartir imágenes que hablan de viajes regenerativos, es fundamental incluir y reconocer el trabajo de los administradores indígenas aquí.
Empleados e industria del turismo
En los viajes regenerativos se enfocan mucho en el viajero, pero también hay un fuerte énfasis en las personas que impulsan la industria del turismo: conductores de autobuses, guías turísticos, personal de hoteles, conserjes, chefs, meseros, etc.
Grupos pequeños y sin multitudes
Los viajes regenerativos fomentan experiencias menos aglomeradas y fomentan la dispersión dentro de una comunidad o destino. En lugar de clamar por ver la Mona Lisa, y esto no es nada en contra de la obra maestra de Leonardo, el viaje regenerativo le pide que busque con su visita respaldar una nueva experiencia creadora. Venezuela necesita muchos proyectos que nos ayuden a unirnos en una misión como nación y como sociedad. El turismo regenerativo puede ser uno de tantos grandes proyectos de Venezuela para el mundo. Visualizando nuestras posibilidades como nación, en energía, agricultura, industria, tecnología, y muchas otras industrias, los venezolanos podemos tomar conciencia del futuro que nos espera si actuamos con visión, en equipo y lo mucho que podemos aportar al mundo. Tenemos muchos motivos para cohesionarnos.

Twitter: @alejandrojsucre

 3 min