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Opinión

Al terminar 2018 todo parecía marchar sobre ruedas para Viktor Orbán. Las consignas i-liberales (i-liberales, termino de su autoría) han sido hecha suyas por todos los movimientos xenófobos que asolan Europa. El elitista, tecnocrático pero muy democrático Macron, se encuentra acosado por el fuerte movimiento social de los “chalecos amarillos” de Francia, donde, usando los más demagógicos medios, Marine Le Pen intenta poner pie, y al parecer con buenos resultados. La internacional de los ultranacionalistas de la cual Orbán fue su iniciador, se apresta a asaltar electoralmente a los bastiones de la UE y no pocos auguran que la UE puede llegar a ser la unión europea de los anti-europeos.

En la ceremonia brasileña de toma de posesión, Orbán fue recibido por Jair Bolsonaro como un hermano en la lucha por la misma causa. Políticamente lo son: ambos comparten el mismo ideal de “república cristiana” (precursada por el generalísimo español) Ambos son partidarios de un estado confesional. Ambos son “anti progres”, antiliberales, antiparlamentaristas. Ambos son partidarios de una sociedad culturalmente uniforme y económicamente deforme. Ambos son “ultras” (ultra-conservadores en todo lo que tenga que ver con la cultura, con el sexo y con la política y ultraliberales en todo lo que tenga que ver con la economía) Y no por último, ambos son admiradores de Trump y del trumpismo. La leve diferencia es que Orbán mantiene, además, una relación directa con su aliado Putin y Bolsonaro (todavía) no.

Por eso, cuando regresó desde la festiva Brasilia a la bella Budapest, Orbán debe haber dejado de entender el mundo. En su propio país y en sus propias calles había surgido un movimiento nacional popular y democrático en contra de la primera autocracia europea post-guerra fría de nuestro tiempo.

La verdad, el movimiento ya había comenzado en 2018, principalmente en contra de la por los opositores llamada “ley de la esclavitud”. La novedad del 2019 fue que Orbán no solo se encontró con un movimiento social reivindicativo como son los “chalecos amarillos” en la Francia de Macron- sino con uno social y político a la vez, es decir con uno en donde las demandas socioeconómicas se articulan perfectamente con las demandas democráticas. Expliquémonos:

La “ley de la esclavitud” fue el detonante. El gobierno la denomina “ley de flexibilización del trabajo”. La verdad, no es ninguna de las dos cosas. Es simplemente una ley laboral anti-social equivalente a los tiempos originarios del capitalismo. Bajo el eufemismo “flexibilización” la jornada de trabajo extra anual será elevada de 250 a 400 horas. Por cierto, arguyen los orbanistas, se trata de un tiempo de trabajo flexible y voluntario. Pero los dirigentes sindicales (Hungría, desde los tiempos del comunismo es uno de los países europeos con mayor experiencia sindical) entendieron de inmediato el sentido y la lógica de la ley. Su objetivo es aumentar la jornada de trabajo y al mismo tiempo dividir al sector laboral entre los capacitados físicamente para alcanzar las 400 horas extras y los trabajadores más débiles, declarados desde ya como trabajadores discapacitados. A ellos se suman los que están obligados por diversas razones a trabajar menos horas extras, la mayor parte mujeres. En fin, una ley darvinista y sexista a la vez.

¿Cuál es la razón que llevó a Orbán quien fuera durante el periodo comunista un declarado defensor de los derechos de los trabajadores? La razón económica es evidente: al igual que en el resto de los países de Europa, Hungría sufre de una disminución cuantitativa de la masa de trabajo, entre otras razones debido a la baja de la tasa de natalidad, también similar a la mayoría de los países de Europa. Problema grave si se tiene en cuenta que, a diferencia de otros países europeos, Hungría es exportador y no importador de fuerza de trabajo. El 5% de la población húngara en condición de trabajar lo hace fuera de las fronteras del país.

¿Y cuál es la solución al problema? Pues, la misma que tomaron los países occidentales en el periodo de post-guerra: importar fuerza de trabajo extracontinental, sobre todo de Turquía y del mundo árabe. Gracias a esa opción tuvo lugar el llamado “milagro alemán” en los años cincuenta (hecho que los historiadores conservadores atribuyen solo a la disciplina de los alemanes)

El aporte de los trabajadores extranjeros a la productividad europea occidental sigue siendo enorme, razón por la cual el sector empresarial, particularmente el de la construcción, se pronuncia en contra de las leyes anti-migratorias propuestas por los ultra-nacionalistas. Y bien, esa solución tan obvia es la que no puede aceptar Orbán.

¿Y cuáles son las razones de Orbán? No son económicas. Son puramente políticas. Y la razón de las razones es que Orbán ha llegado a constituirse en líder, no solo húngaro sino europeo, de una radical doctrina anti-migratoria. Si abandona esa doctrina, Orbán se desinflaría como un muñeco de plástico. Perdería su elan, su carisma, su identidad política e ideológica. Dejaría, en fin, de ser lo que es o ha llegado a ser: la versión católica del islámico Erdogan y del judío Netanyahu (los tres, deformadores estatistas de las -para el autor de estas líneas- muy valoradas tres religiones abrahámicas) Para conservar esa imagen ha optado incluso por aplicar medidas económicas correspondientes a los periodos originarios del capitalismo. Y, naturalmente, en esa empresa debía chocar, irremediablemente, con el movimiento sindical.

El problema -y eso debe haberlo advertido Orbán- es que desde enero el movimiento ya no es solamente sindical sino, además, político. “Nuestro objetivo es recuperar el Estado de derecho” dijo Bernardett Sziel ex presidente del partido ecologista (LMP) Entre esos derechos se cuentan la libertad de opinión y de prensa, la pluralidad partidaria y sobre todo -como ha declarado Czaba Molnár, presidente del partido liberal (DK)- la invalidación de la reforma judicial que pondría fin a la división de poderes. Así, el primer estado autocrático antiliberal de la Europa post-comunista está siendo social y políticamente confrontado por la mayoría de los partidos democráticos de la nación, incluyendo incluso algunas personalidades del Fidesz (el partido de Orbán)

En el hecho estamos en presencia de un movimiento formado por tres vertientes: la de los sindicatos obreros, la de los partidos y -hecho muy importante- el de las nuevas generaciones estudiantiles agrupadas en un nuevo partido llamado Momentum, todos opuestos radicalmente a la misoginia, homofobia y confesionalismo del régimen. Los jóvenes húngaros quieren ser europeos, pero del siglo XXl y no del siglo XlX.

Interesante es constatar la vocación primeriza de Hungría. Fue en ese país donde comenzaron a aparecer las primeras milicias de resistencia anti-nazi. Ahí mismo, 1956, ocurrió la primera revolución anticomunista del siglo XX, aplastada a sangre y fuego. Fue también el primer país en donde fueron aplicadas medidas modernizadoras anti-socialistas, antes aún de que fuera derribado el muro de Berlín. También -nobody is perfect- fue el primer país en donde fueron construidos muros para detener a los movimientos migratorios. Trump, en ese punto, es solo un imitador de Orbán. Y hoy Hungría es el primer país europeo en donde ha emergido un fuerte movimiento de protesta democrática en contra de una autocracia post-moderna, la primera de Europa.

Será difícil para Orbán enfrentar al nuevo movimiento. La articulación entre lo social, lo político y lo cultural-generacional – lo sabe el mismo desde los días del Solidarnosc polaco- suele ser fatal para los regímenes que la enfrentan. Si Orbán hace concesiones aparecerá como lo que no quiere ser: un gobernante débil. Si no las hace, el movimiento continuará avanzando y sumando. Tanto más dificultoso para Orbán si se considera que 2019 iba a ser para él un año decisivo. En primavera tienen lugar las elecciones europeas a las cuales Orbán ha conferido un carácter nacional. En otoño, diversas elecciones regionales y comunales. Si los rebeldes de “las tres vertientes” continúan su lucha, los proyectos electorales anti-UE del autócrata anti-UE se vendrán al suelo. El dirigente sindical Lázlo Kordán anunció que ya están teniendo lugar los preparativos para una gran huelga general. Esperemos.

La historia de Hungría siempre estará dispuesta a ofrecernos sorpresas.

Polis

10 de enero de 2019

https://polisfmires.blogspot.com/2019/01/fernando-mires-hungria-en-movim...

 6 min


Carlos Raúl Hernández

Algunos se inquietan por la deriva de la libertad en Estados Unidos, aunque es una de las pocas naciones que eludió los peligros del totalitarismo o la dictadura. Esa virtud puede ser efecto de que el fundamento de la sociedad es la autonomía de los estados, y de que la estructura federal impone que el Estado sea más o menos una convención aceptada por todos, pero una convención al fin, cuya fortaleza hacia adentro es casi solo hacer cumplir la ley, y hacia afuera afirmar la seguridad y defensa. Su constitución garantiza escrupulosamente la libertad de las personas, los derechos de los estados y la posibilidad de que cada quien busque la felicidad.

No existe una cultura nacional, nada específicamente norteamericano, y filósofos como Jean Baudrillard y Slavov Zizek ven al país como un ente sin alma que se traga todo, asimila las culturas de todas partes. “Lo que no se consigue en NY es porque no existe”, dicen los newyorkers con razón. Resulta difícil creer que al echar las bases de EEUU, desde los peregrinos del Mayflower, fueron decisivas variadas sectas religiosas fanáticas con marcados elementos comunistas y anarquistas, y otras que practicaban una incipiente economía del mercado. Convivieron además zoaritas, amanitas, luteranos, auroritas, bethelianos, calvinistas, católicos, y otros.

No hubo algo similar en Latinoamérica sino la Inquisición y la Compañía de Jesús. Desde 1620 de la colonización de Massachusets, la iglesia pietista, con el gobernador William Bradford a la cabeza, y un poco después los cuáqueros o amish, proponían lo que hoy se llama economía de competencia. Eso hizo rica la primera colonia británica en norteamérica aunque conflictos en la metrópoli incidieron positivamente. Por ejemplo, el monarca británico Carlos II tenía un grave problema con William Penn, un poderoso aristócrata hereje, cuáquero, al que no podía tocar pero necesitaba quitarse de encima.

Tres males a erradicar

Para ello le otorgó 120 mil kms. de territorio en la colonia, hoy Pennsilvania. Y aquél funda Filadelfia, la primera república democrática del mundo en 1682, le da una constitución llamada Marco de gobierno, que establece el sufragio, los derechos individuales y que, cien años después, inspira la Constitución de Estados Unidos que George Washington hace aprobar ahí mismo. De acuerdo con Historia de las sociedades comunistas norteamericanas de Charles Nordhoff, esas sectas, hermandades e iglesias se lanzaron a la conquista territorial.

A un extremo la cofradía de la Segunda Aparición de Cristo o shakers, cuyos miembros eran desde encratistas, que prohibían las relaciones sexuales e incluso el matrimonio, hasta los Perfeccionistas, que propiciaban el amor libre. El primer experimento comunista moderno ocurre en Estados Unidos durante el siglo XIX y no en Rusia del XX. Robert Owen compra a la secta economita la comunidad de Armonía dedicada a la carpintería, impresión, destilación, fundición y muchas otras actividades en términos altamente productivos.

Después de iniciar con mal paso, decreta una Constitución de Igualdad que se propone el ideal utópico de pasar de la competencia a la cooperación. Declara que “libraré a la Humanidad de sus tres males más monstruosos: la propiedad privada, la religión irracional y el matrimonio…”. Y en poco tiempo una comunidad productiva modelo se convirtió en abandono, decadencia, caos. Entran en conflictos judiciales por pago de deudas y Owen se rinde y regresa vencido a Europa, quebrado después de haber perdido cuatro quintas parte de su fortuna.

Hombre nuevo estafador

En apenas dos años, el socialismo logró convertir aquel emporio de riqueza y productividad en un antro de pleitos y escasez. Otro de los grandes teóricos socialistas, es el francés Etienne Cabet, ya famoso por sus obras Viaje… a Icaria y El verdadero Cristianismo… en las que reivindica los modelos utópicos de Moro y Campanella. Logra que mil quinientos peregrinos se embarquen de Francia a EEUU en 1848, comprometidos a aceptar a Cabet en condición de dictador por una década. Establece Icaria en Navoo-Illinois, una próspera comunidad en aquel entonces más grande y productiva que Chicago.

“Nuestro programa es el comunismo racional democrático: aumento de la producción, reparto equitativo, supresión de la miseria…”. Cabet implanta un régimen autoritario en el que las mujeres carecían de voz y la comunidad entera de voto, con una sentencia apabullante… “el pueblo debe estar protegido de la tentación de buscar la verdad por el contraste de opiniones”. Las familias vivían en casas iguales, con cuartos iguales, el mismo mobiliario y los padres delegaban la educación de sus hijos en la comunidad.

Se repite la historia. Al poco tiempo Icaria está en decadencia y las arbitrariedades del dictador hacen que Ia colectividad se divida y se retire gran parte de los integrantes para fundar una nueva colonia. El hombre nuevo que se proponía alumbrar, termina en reyertas, pleitos judiciales, infidelidades, traiciones y estafas. El colectivismo es estructuralmente perverso y todas sus versiones en el tiempo conducen a lo mismo: pobreza, dictadura, violencia, sufrimiento. La sociedad norteamericana logró tragarlo y asimilarlo, como seguramente hará con cualquier otro peligro.

@CarlosRaulHer

 3 min


A todo lo largo de la avenida Baralt en Caracas, se agruparon los militantes del Psuv, para apoyar a su camarada Nicolás en el show denominado “juramentación”. Los comentarios entre los presentes no se hicieron esperar:

- ¿De qué parroquia caraqueña vienes tú? Le preguntaba un miliciano a otro.

Yo no soy de aquí vale.

-Y de dónde coño eres.

- De San Cristóbal, fue la sorprendente respuesta. Otros milicianos, se incorporaron a la conversación y comenzaron a indicar su punto de origen: venimos de Monagas, Sucre, Trujillo, Zulia, Yaracuy …., los disfrazados de vampiros, no tuvieron necesidad de indicar de dónde venían, ya se suponía que eran de Carabobo…

La conversación fue interrumpida al escucharse por los parlantes que el moderador con la intención de animar el show, comenzó a preguntar ¿Dónde están los caraqueños? Y la respuesta fue un silencio sepulcral ….. repitió la pregunta por varias veces y la respuesta seguía siendo la misma …. silencio. Frente a ello, cambio la seña y preguntó ¿Dónde están los chavistas? y una algarabía se dejó escuchar ….Aquí, aquí, aquí estamos, respondieron las personas que se encontraban agrupadas alrededor de más de 200 autobuses “Yutong” que los habían traído desde todos los estados del país.

En una de las esquinas de la avenida, se encontraba el cabecilla del colectivo “La Piedrita” Valentín Santana. quien rodeado de miembros de su grupo paramilitar gritaban una consigna especial “Con pernil o sin pernil / con Maduro hasta el fin”

-Valentín no seas jalabolas, le respondieron chavistas arrechos que fueron embarcados con esa pieza de cochino.

En los monitores de televisión, colocados a todo lo largo de la avenida, se observaba como el presidente del TSJ, vuelto un culo, con voz temblorosa y confundiendo los términos “verificando y procurando” tomaba el juramento a su camarada Nicolás.

-Los milicianos, ya con varios guarapazos entre pecho y espalda, no perdieron la oportunidad de burlarse del magistrado. Ese lo que está es cagao, dijo uno. Seguro está pensando que con esa raya de juramentar a Maduro no lo van a dejar entrar a los Estados Unidos, a donde pensaba ir a disfrutar de sus vacaciones, expreso otro militante. Cuidao, si estaba nervioso porque estaba pensando en pedir asilo como lo hizo recientemente uno de sus colegas, señaló un abogado revolucionario egresado de la universidad bolivariana.

Camaradas y camarados, comenzó su discurso Nicolás, bla,bla,bla,bla,bla,bla,bla,bla,

- Coño, el camarada no dice nada nuevo. Pura paja antiimperialista, esa cháchara ya la conocemos, fue la expresión de la masa de militantes ubicados en la avenida.

Bla…. bla….quiero hacer del conocimiento de todos que vamos a luchar contra los corruptos que se mueven en camionetas lujosas y con guarda espaldas.

-Al escuchar aquello, uno de los milicianos que sirve de guarda espaldas al comisario político de la parroquia 23 de Enero, le pregunta a su jefe ¿Y entonces? ¿Cómo quedamos nosotros en esa amenaza?

No le pares bolas a esa vaina, aquí solo joden a los pendejos.

- Me llama la atención que ni Putin ni Jinping vinieron para el show.

Tarán locos. Esos bichitos solo vienen cuando les conviene y en estos momentos Nicolás está en el filo de la navaja, indicó un miliciano que trabaja en la cancillería.

- Bla,bla,bla,bla le doy un plazo de 48 horas al Grupo de Lima para que me apoye, si no, los voy a joder.

No había terminado la amenaza, cuando Paraguay anunció la ruptura de relaciones con el régimen de Maduro.

- Bla,bla,bla,bla en la OEA vamos a derrotar al imperialismo y sus colonias latinoamericanas. Un saludo a mi pana López Obrador ….Viva México.

En los monitores de televisión se escucha lo siguiente: Interrumpimos el show para dar paso al proceso de votación que se lleva a efecto en la OEA con relación al apoyo al régimen de Maduro. Resultado final ….. Coño, se fue la luz….

Al reponer la señal, se vio en pantalla, manifestaciones en diferentes ciudades de Venezuela, que el locutor de Venezolana de Televisión se empeñaba en señalar que eran expresiones de apoyo a Nicolás. Pero, cuando se escuchó el audio de la consigna que recorría a todos los rincones del país…. “¡¡¡Se busca presidente/ que sea venezolano / y no sea un delincuente!!!”…. se volvió a ir la luz y por supuesto se cayó la señal.

-Finalmente, los técnicos de la trasmisión televisiva, lograron averiguar que en la Plaza Venezuela había una manifestación de estudiantes de la UCV, que según la información policial estaban a favor del show de Nicolás…… dale paso a eso, dijo el ministro “recomunicaciones” y pónle el volumen que jode pá que todo el mundo la oiga:

…….. ¡U! ¡U! ¡USURPADOR! …..era el grito rebelde de los estudiantes, contra un acto anticonstitucional, que pretende legitimar a un régimen dictatorial….se volvió a ir la luz

- Bla, bla, bla camaradas y camarados, próximamente haré los anuncios de mi nueva política económica para derrotar la hiperinflación imperialista y hacer de Venezuela un paraíso revolucionario al mejor estilo de la Cuba de Fidel….Poder o Muerte…Seguiremos.

En el regreso de los autobuses, los milicianos pensaban en la parte final del discurso bla, bla, bla y la conclusión fue unánime …. Seguiremos …… pero jodidos, pasando el trabajo hereje y dependiendo de las limosnas del régimen.

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Thays Peñalver

Vamos a repetirlo a ver si entienden

Venezuela debe proteger sus intereses fuera de las fronteras pero el liderazgo opositor ignora cuantas divisiones tiene la Fuerza Armada
Esta semana en el programa de radio “Y así nos va” por RCR, mis buenos amigos Daniel Lara y Nehomar Hernández me hicieron la pregunta sobre, si en una hipotética nueva República habría que iniciar la discusión de eliminar o no a los militares, siguiendo el modelo de Costa Rica y de otros 25 países que los suprimieron o nunca los tuvieron, ¿Qué hacer con los militares? Paso a responder con lo siguiente: ¡Nada! Absolutamente nada.
Esa es la respuesta más clara y precisa. Y antes de que ponga el grito en el cielo y corra a Twitter a declarar a los cuatro vientos su indignación y a decirme que está en total desacuerdo, permítame explicarlo hasta el punto final de éste artículo, porque es muy posible que se moleste aún más cuando diga lo segundo: ¡a quienes hay que arreglar, es a los civiles! Porque verán, el problema en Venezuela es y siempre ha sido, civil.
Eliminando el hecho de que Costa Rica es más bien un mito y el resto son pequeñas islas o que Suiza tiene más aviones de combate y tanques que Venezuela, el caso de este país centroamericano es que en realidad no eliminó a los militares, porque estos, se eliminaron solos a partir de 1914 sobre todo desde la vergonzosa derrota de 1921 (Guerra de Coto) hasta su Guerra Civil, en la que lo que quedaba del ejército se enfrentó en superioridad numérica y de armas a maestros y civiles, siendo derrotados por estos últimos con palos y piedras. Vergüenza tras vergüenza y sumadas las crisis económicas, llegado 1948 la verdad es que el ejército había muerto de mengua, en un país pobre en extremo que no tenía alguna manera de reorganizarlo.
Quienes sí fuimos pioneros en eso, resultamos ser nosotros los venezolanos y sus desconocidas historias, porque fue “el gran visir de la política de Medina” Arturo Uslar Pietri, quien convence al “general” de eliminar a las Fuerzas Armadas y convertirlos en una “Guardia Nacional extendida” “y no darles el rango de un ejército normal, al estilo europeo”, por eso aunque pasó a la historia como un (inentendible) complot adeco, la verdad desde el punto de vista de los alzados es que fue “Arturo Uslar el responsable de que nosotros, en las Fuerzas Armadas, insurgiéramos contra Medina” (Pérez Jiménez dixit).
Superado el tema del caso Costa Rica y apelando a los límites geográficos de Venezuela, Pérez Jiménez tenía razón en algo y me refiero a nuestra situación geopolítica. Venezuela al norte delimita con el Mar Caribe y sus peligros por estar sentados sobre las reservas de oro negro más grandes del planeta. Al Sur con un ejército de ocupación de garimpeiros cuyo grito es ¡Oro para el Brasil!, al oeste colindamos con un enorme problema limítrofe que grita ¡El golfo es de Colombia! con tres ejércitos hostiles y en armas con cientos de miles de hombres y al este limitamos con un grito que dice ¡El Esequibo es de Guyana! con un puñado de generales gritándonos como si fuéramos idiotas. Digo que tenía razón Pérez Jiménez, porque si no hubiéramos tenido los camberras para disuadir en su momento a unas fuerzas “que nos superaban en mar y tierra” con la famosa frase: “si sus fuerzas no salen de la zona venezolana (El barco colombiano Almirante Padilla había disparado sus cañones sobre Los Monjes) a primera hora, mis camberras volarán sobre Bogotá” (sic) y si Uslar Pietri se hubiera salido con la suya, hubiéramos sido colonia soviética desde los años sesenta y no un experimento mediocre, a destiempo y moribundo en el siglo XXI.
Pero a veces se nos olvida que los “militares” no solo están para defender nuestro territorio, sino en todo lugar donde ondee nuestra bandera o donde nuestra bandera tenga intereses. Pongo un ejemplo: hasta 1999 Venezuela poseía la tercera flota atunera más grande en el Pacífico y era responsable, junto con la mexicana, del sesenta por ciento de la capacidad instalada, si la flota civil de pesca vuelve a ser lo poderosa que fue, nuestra Armada deberá ser igual de poderosa y estar allí para protegerla en caso de “conflicto de intereses”, así como nuestros buques petroleros y nuestros activos en el exterior.
Así que yo no soy de las que cursimente repite como loro, que nuestras fuerzas están aquí para proteger la integridad de nuestro territorio soberano, ni mucho menos la idiotez del espacio ultraterrestre supra yacente ¡No!, lo digo con propiedad, nuestras fuerzas deben estar allí para disuadir al más pintado y si no, prestas a patearle el trasero a quien sea que amenace nuestros intereses.
Por eso la responsabilidad de los civiles no consiste en hablar tonterías sobre lo militar, sino en garantizar las discusiones necesarias para ver si se cumplen los elementos óptimos de la defensa de estos intereses. Y allí está la gran falla del mundo político y civil venezolano que nunca ha puesto sobre el tapete el tema militar (más allá de los clichés de siempre y socializar con ellos) y no únicamente por cobardía, sino por algo mucho peor, por una supina torpeza civil del mundo militar.
“En el liderazgo opositor” -me explicaba un amigo de la Armada ya retirado- “es imposible encontrar un referente sobre nuestro futuro” porque lo único que se localiza es “anclada la flota de la ignorancia” (sobre el tema), que se manifiesta casi diariamente en los ataques a la institución militar o en los peligrosísimos clichés de siempre sobre como con el costo de un avión militar se podrían construir tantas escuelas, entre otras barbaridades. Otro amigo general (R) y una de las personas más inteligentes que he conocido, me explica que si le hiciéramos un “quiz sorpresa” a los líderes opositores y les preguntáramos por ejemplo: “¿quién podría definir con precisión lo más básico, cuántas divisiones tiene el ejercito de Venezuela o como están estructuradas? “¿Cómo pueden hablar de que algo necesita arreglo, si ni siquiera nos conocen?”.. Otro experto civil, luego de haber sido llamado para hacerle una presentación a un conocido partido político, observó que luego de su esfuerzo para hacerles comprender técnica y objetivamente la evolución del apresto operacional, al día siguiente escuchó “las declaraciones más disparatadas e insultantes”, ¿Para qué llamarlo si preferían estar en su ‘zona de confort’ aún a costa de insultar a los militares y en especial, a su trabajo?
Por eso, si no aderezamos primero a los civiles y el profundo desinterés de buena parte de los políticos civiles, jamás superaremos los problemas atávicos y en especial los que venimos arrastrando desde nuestra independencia y que aquejan a esa obra, que por más que tenga orígenes históricos, es de muy reciente construcción (mediados del siglo XX) llamada Fuerzas Armadas Nacionales o como las llamaron ahora, Fuerza Armada Nacional.

Thays Peñalver

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En estos momentos se impone el respaldo irrestricto a la Asamblea Nacional. Respetamos la posición de varios distinguidos luchadores, que emplazan a su presidente Juan Guaidó a asumir la presidencia de la República para llenar el vacío de poder. En democracia ese sería el procedimiento correcto. En dictadura hay que considerar otros factores.

Maduro usurpó la presidencia y no puede ser reconocido por ningún demócrata, pero con el apoyo de un Alto Mando Militar servil y de los magistrados ilegítimos del Tribunal Supremo de Justicia asumió de facto la presidencia, lo cual fue un golpe de estado. Como cualquier dictador, Maduro ordenará la prisión de Guaidó o de cualquiera que designe la Asamblea Nacional e incluso de los diputados.

¿Están dispuesto los ciudadanos a protestar a las calles y exponerse a que la Guardia Nacional, la Policía Nacional, el Sebin y los paramilitares rojos los acribillen? ¿Hay consenso en una huelga general indefinida, corriendo los riesgos de saqueos por parte de los paramilitares rojos? ¿Son más valiosos nuestros diputados en la cárcel o en la Asamblea?

¿Qué posición asumirá Henry Falcón, Avanzada Progresista y quienes participaron en la farsa electoral de mayo?

Nos permitimos llamar a la sensatez. La lucha debe intensificarse y para ello no debemos insistir en que nuestros diputados se inmolen. Personalmente estaría de acuerdo con la línea dura de muchos compatriotas que arriesgan sus vidas y pertenencias; desde hace muchos años he escrito que los militares deben intervenir y, desde luego, con la rebelión popular. Lamentablemente, actualmente no percibo ambiente, ni recursos suficientes para materializar estas acciones.

Maduro asumió de facto, pero la crisis económica, las protestas a diario por escasez de comida, medicinas, gas, luz, agua e inflación, además de la presión internacional de países democráticos, no le permitirán sostenerse mucho tiempo. Los principales países de la OEA desconocieron el nuevo mandato de Maduro. La posición de México, Uruguay, El Salvador y de algunos países del Caribe de abstenerse en la votación de la OEA, evidencia que se dicen países democráticos, pero que no defienden la democracia. Nicaragua, Bolivia y Surinam no son democracias. Dominica, St. Vincent y Granadinas dependen de las dádivas de la dictadura.

En casi todo el mundo hubo protestas de los venezolanos. En Toronto, a menos 14 grados centígrados, la incansable Rebecca Sarfatti logró convocar un grupo para rechazar la usurpación de Maduro y apoyar a la Asamblea Nacional

Maduro está acorralado. Hoy más que nunca los demócratas debemos estar unidos. No importa que tengamos diferentes estrategias

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

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1. ¿Cómo se mantiene todavía en el poder alguien tan incompetente como Maduro, deslegitimado por quebrar las normas éticas, legales y morales que debía respetar, con un entorno internacional cada vez más adverso y repudiado por la inmensa mayoría de los venezolanos?

Por complicidad del alto mando militar y gracias a la seguridad de estado instrumentada desde Cuba.

Chávez desmanteló el Estado de Derecho para reemplazarlo con un Estado Patrimonial, que confunde el patrimonio público con el de la jerarquía militar y civil en el poder. Afianzó un régimen de expoliación, es decir, un arreglo orquestado con base en relaciones de fuerza derivadas de la estructura de poder para depredar la riqueza social, en desapego a criterios de racionalidad económica. Por ende, no está sujeto a normas sino a transacciones de naturaleza política que truecan obsecuencia y lealtad por el derecho a participar en tal depredación. Favorece la formación de mafias que rivalizan entre sí en el despojo de lo que consideran “cotos de caza”. Condena al país a la mayor miseria y al hambre.

Su apoyo fundamental proviene de elementos hegemónicos de la Fuerza Armada, deliberadamente corrompidos para hacer de ellos cómplices: Vladimir Padrino López, Antonio Benavides Torres, Néstor Luis Reverol, Fabio Zavarce, Gustavo González López y otros, manchados con la sangre de los jóvenes asesinados por la represión desmedida que ordenaron y de las numerosas muertes por hambre o por no conseguir medicamentos, a consecuencia de la desidia del régimen del que se benefician. Junto a altos funcionarios, exmilitares y amigotes, constituyen una nueva oligarquía que controla nodos decisorios sobre buena parte de la economía venezolana, en particular, sobre las oportunidades de extraer rentas. Cuentan con el monopolio de los medios de violencia del Estado que complementan armando a bandas paramilitares delincuentes. En complicidad de un poder judicial viciado, ejercen un terrorismo de Estado en contra de quienes protestan o realizan actividades que amenacen su control sobre la población.

Esta oligarquía se ampara en simbolismos maniqueos de la mitología revolucionaria para erigir una falsa realidad que culpa a otros de sus desmanes y legitima su depredación, en nombre de un “socialismo del siglo XXI”. Su régimen es populista, pero teniendo en cuenta su militarización y afición por la violencia, un término más preciso es neofascista. Un locus de decisión muy importante reside en quienes están al mando del Estado cubano, con gran experiencia en materia represiva, quienes controlan a Maduro. La aquiescencia de la oligarquía con éstos, como con acreedores chinos y rusos, es traición a la patria, pues es a expensas del saqueo de recursos del subsuelo y de renunciar a reclamos territoriales.

2. ¿Cómo un país, otrora entre los más prósperos de la región y ejemplo de democracia en América Latina, pudo llegar a esto?

Chávez capitalizó la naturaleza populista, clientelar, de la democracia venezolana para arribar al poder.

El ingreso petrolero y el sesgo ideológico-político de quienes forjaron el régimen democrático devino en una economía y una sociedad tutelada por el Estado. El manejo de la renta petrolera enraizó un contrato social mediante el cual las mayorías apoyaban al gobierno a cambio de que mejorara en forma palpable sus condiciones de vida. Un modelo proteccionista orientado al mercado interno, con una moneda fuerte para importar insumos y equipos, rentabilizó la inversión privada, generando crecimiento y empleo, sujeto a que la renta siguiese aumentando. Cuando la crisis de este modelo impidió al gobierno cumplir con su parte del contrato, los que tenían poder de negociación con el Estado pudieron defenderse, pero muchos quedaron excluidos. En un país imbuido en el culto al héroe –Bolívar-- fueron presa fácil de alardes mesiánicos prometiendo cumplir. La renta fomentaba la ilusión de que, con voluntad, ello era posible, pero la partidocracia y la corrupción se interponían al disfrute de un mayor bienestar que, por derecho, le correspondía a cada uno. Tal demagogia encontró caldo de cultivo en la carencia de cultura ciudadana, en la cual los derechos no dependen del cumplimiento de los deberes, la tradición clientelar y porque primaba una cultura política de izquierda, estatista, donde nadie reivindicaba ser de derecha.

Los intentos de cambiar el modelo con CAP fueron incomprendidos. Sus costos iniciales, el malestar por el despelote del liderazgo político tradicional y la crisis financiera fueron capitalizados por Hugo Chávez, quien procedió a barrer con la institucionalidad democrática para acaparar de forma excluyente el poder.

3. ¿Cómo puede Venezuela superar la presente tragedia?

Cambiando de gobierno, y de modelo político y económico.

Esta verdad de Perogrullo tiene dos vertientes. El cambio de gobierno requiere de una correlación de fuerzas capaz de provocar la salida de la oligarquía depredadora. Ello implica resquebrajar sus bases de poder y fortalecer una opción democrática unida, plasmada de un proyecto alternativo libertario y de justicia capaz de entusiasmar a la población, bajo un liderazgo tenaz y consecuente. El Plan País, en sus dos versiones –La Venezuela que Viene y el Día Después—constituyen un buen comienzo. A través de su discusión entre amplios sectores de la sociedad, debe traducirse en lineamientos concretos que hagan suyos. Es necesario seguir fortaleciendo los nexos con la comunidad democrática internacional, entre ella el Grupo de Lima, para achicar las posibilidades de despojo de las mafias e impedir su disfrute. Pero sin esa gran fuerza democrática interna capaz de articularlo con otras acciones, no es suficiente.

A los militares hay que confrontarlos con la terrible tragedia de la cual son responsables por ser el sostén principal de Maduro. Los que no sean cómplices del infame crimen que se ha instalado deben pronunciarse contundentemente contra la farsa de su supuesta reelección para que las mafias entiendan que con ellos no cuentan. ¿Qué tienen que sobreponerse a la contrainteligencia cubana, poniendo en peligro su carrera, su libertad y hasta su vida?, ¡Sí! Pero ellos decidieron la carrera de las armas para defender la patria, no a la escoria que la traiciona. Que no mancillen el legado del Ejército Libertador pues, si no, ¿Qué los distingue de los asesinos fascistas que su anuencia perpetúa en el poder?

Una vez desalojados los criminales, debe instrumentarse un programa, con apoyo mayoritario, que eche las bases de una economía competitiva capaz de sostener el crecimiento con equidad. Es imprescindible un programa de estabilización con financiamiento internacional que derrote la hiperinflación y sustente un mercado cambiario único de libre concurrencia, con garantías a la propiedad y procesales para la iniciativa privada. Es menester forjar consciencia de que la defensa de conquistas laborales, de consumidores, ecológicas y de grupos vulnerables, pasa por cumplir deberes ciudadanos en resguardo de la institucionalidad democrática. La economía social de mercado debe reemplazar al PetroEstado. La renta petrolera no será manejada por los gobiernos, si no por fondos blindados en sus reglas de asignación y gasto, que la invertirán en función de objetivos consensuados: infraestructura, servicios, educación y salud, la consolidación de un sistema de seguridad social moderno y sostenible, y en otras externalidades que faciliten la transición hacia una economía competitiva con equidad.

Economista, profesor de la UCV

humgarl@gmail.com

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Nicolás Maduro finaliza el 10E su gobierno y con ello muere el proyecto castrochavista, perverso y totalitario, que se propuso una revolución y destruyó casi por completo por completo la república. Si no fuera por el arraigo y valentía de la mayoría de los venezolanos, que por demócrata están dispuestos a potenciar la Transición Política Concertada. Transición política concertada por tanto el liderazgo con legitimidad de origen, y otros líderes en otros campos, han llamado al ciudadano para que a través de un proceso de socialización demuestren su preferencia por la democracia liberal. Democracia liberal que se fundamenta en la Constitución y en la simbología de la decencia política, coraje venezolanista de los venezolanos del siglo XXI.

Nicolás Maduro y su enjambre –el partido político en armas- culpables de la diáspora y la calamidad político-social, tendrán que entender que la voluntad general del 82% de los ciudadanos rechaza, pero además, desprecian las autocracia militarista responsable de una locura de la una revolución que muestra los más graves y dolorosos hechos de corrupción. Todos serán enjuiciados por la voluntad política general y la creatividad de la política venezolanista, que frente a la antipolítica como línea de pensamiento y acción, cuanto se nutrió en la Venezuela república, fue dolor, sufrimiento y el más grave desprecio por una grotesca tiranía y todos sus tiranos con uniforme.

Nicolás Maduro cierra el ciclo de más de cuarenta años de penetración y veinte años de gobierno catastróficos, que no pudieron detener ni desviar el gentilicio democrático del venezolano. Ustedes, los comunistas, leninistas y marxistas han fracasado y la resistencia civil ejercida por la vía de la transición política se encargará de hacérselos entender. Los demonios del castrochavismo culpable por la sociedad ahuecada, de la calamidad político-social y de la dolorosa diáspora merecen ser enjuiciados a partir del 10E, cuando Nicolás Maduro sea remplaza de acuerdo a la Constitución de la República de Venezuela.

La Constitución a partir del 10E de 2019 orienta sobre la voluntad general y la creatividad de la política en Venezuela para imponer el artículo 333 y el Estatuto que como ordenanza conducirá de nuevo a la república. La república y los repúblicos estimulan a que la ciudadanía se muestre como Participación Política Contendiente para tejer paso a paso, con el empleo de la política, la Transición Política Concertada. No hay espacio para la ideología o doctrina, sino para la política y la libertad con actividad propia, flexible y conciliadora que conduzca a un gobierno para una sociedad libre.

Sociedad libre donde los venezolanos ciudadanos democráticos, seremos los responsables por el consentimiento de la mayoría, de allí brota la importancia de la Transición Política Concertada. Transición como proceso, que conducirá a la sociedad a un rearme moral, que como fuerza política producirá energía, continuidad y crecimiento para que funcione el sistema político venezolano. Por ello, el ciudadano velará por el reconocimiento del otro, practicará encuentros, se preocupará por las instituciones y terminará por mostrar su deseo político para que haya un crecimiento y promoción de la sociedad democrática.

La sociedad redefinida será, entonces, será uno de los objetivos de la Transición Política Concertada. Se trata de un necesario cambio categórico, responsable, pero además muy necesario. Necesario para la nación, necesario para la acción política, es decir, un grande e importante reto. La sociedad redefinida reafirmará el concepto de nación política con leyes, límites y, sobre todo, apropiado funcionamiento de sus instituciones. Son las instituciones las que facilitarán la existencia de leyes justas y con ello la redemocratización de la democracia.

La Transición Política Concertada conducirá a la instauración de la democracia creando confianza desde el inicio de ese complejo proceso de socialización, que se incrementará desde el 10E y culminará cuando se logre el gobierno legítimo. La Transición Política Concertada como proceso inteligente unirá y servirá para vivir en una sociedad plena de virtudes, distantes de la pre-política que ha estado presente en esta barbarie militarista, cruel e ignara, donde la antipolítica y la ignorancia representaron la más bastarda forma de hacer política, el salvajismo del militarismo, el mesianismo de los mentirosos y la demagogia, todas abrazadas por la corrupción y la inmoralidad exponencial.

Es original,

Director de CEPPRO

Caracas, 8 de enero de 2019

@JMachillandaP

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