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Opinión

Fernando Mires

Fuera de Argentina existe la creencia de que todo lo que sucede en ese país es exclusivamente argentino, y que lo que ahí pasa en política nada tiene que ver con los que pasa en otros países no solo latinoamericanos, sino del mundo entero. Sucede así desde los tiempos de Perón y Eva, como si los peruanos no hubiesen tenido a su Fujimori y al suicida Alan García; los brasileños al suicida Getulio o los italianos a su Mussolini a quien Perón admiraba (e imitaba) con cierta devoción, todos diferentes pero todos demagógicos y estrambóticos a rabiar. Hoy pasa lo mismo con el estrambótico Milei, como si hubiera sido el primer estrambótico aparecido sobre el planeta. Pero no es así.

Milei surge poco después (entre otros) de Bolsonaro, Trump, Chávez, y estos fueron precedidos en su estrambotismo (anoten el término) por el no menos estrambótico (ni menos ultraderechista) Berlusconi en Italia y por el fachoso Jean Marie, padre de Marine Le Pen en Francia.

En fin, lo que parece ser muy nuevo no deja de ser muchas veces –podría haber escrito Clausevitz– la continuación de lo viejo bajo otras formas.

¿Qué es lo que quiero señalar con estas comparaciones? Algo simple: que los resultados de las primarias argentinas del 13 de agosto del 2023 cuadran –por cierto en formato argentino, no va a ser japonés– con tendencias políticas que predominan en la mayoría de los países en donde tienen lugar elecciones periódicas y libres (o sea, en Occidente). Para que se entienda mejor: intento señalar que los electores argentinos –incluyo naturalmente a los que votaron por Milei– no son anormales, sino ciudadanos que más o menos se ajustan a la media del barómetro político occidental.

Siendo escuetos, las primarias argentinas mostraron lo siguiente:

*Avance de la ultraderecha hacia el centro, sin dejar de ser extrema (lo que en la geometría es imposible pero en política, cada vez más frecuente)

*Crisis hegemónica al interior de las derechas, en donde será debatida la primacía entre la derecha clásica o tradicional y la derecha populista.

*El declive de un populismo al que se llamaba de izquierda y el aparecimiento de un populismo al que hoy se llama de derecha.

*La aparición de un líder carismático, desde el punto de vista económico ultraliberal; desde el punto de vista político, anárquico; desde el punto de vista cultural, ultraconservador.

Veamos al fenómeno antes de pensarlo

Los extremos, como todas las formaciones políticas, pueden ser minoritarios o mayoritarios. En las primarias argentinas, un extremo, el de Javier Milei y su La Libertad Avanza (LA) llegó a ser mayoritario (30%), relegando a un tercer lugar al extremo de izquierda o peronismo o kirchcherismo (27%), y dejando en el medio a la derecha formal, Juntos por el Cambio (JxC), de la ex peronista y hoy derechista Patricia Bullrich (28.7%). De este modo, después de la segunda vuelta (en Argentina a la primera vuelta la llaman primarias, las PASO) el partido de la derecha tradicional se convertirá en el factor determinante.

Una posición que no sabemos si llamar incómoda o privilegiada, pues sea cual sea la decisión de Bullrich, concordar con Sergio Massa o con Javier Milei, tendrá que aceptar una cierta –puede ser más que una cierta– entrega de sus propias fuerzas, hacia uno u otro lado de «la grieta» (así la llaman). De modo que, lo que más puede intentar Bullrich, será ganar para sí el apoyo de algunos sectores liberales del partido de gobierno para que la apoyen como abanderada de un bloque centro-izquierda (algo muy improbable y por eso mismo posible), o como abanderada de una derecha surgida de la alianza entre la derecha-derecha y la derecha extrema del mal llamado «libertario» Milei.

¿Estamos insinuando que en estos momentos en Argentina podría darse una situación relativamente parecida a la que está viviendo hoy España? Sí.

En España lo más lógico habría sido que después de una situación de empate hubiera tenido lugar una coalición entre el PSOE de Sánchez y el PP de Feijoo, es decir, una alianza entre «los dos partidos de Estado» (Feijoo, dixit) semejante a la que se dio en Alemania bajo los gobiernos de Angela Merkel, dejando en las afueras a los extremos de izquierda y de derecha.

Pero ni en España hay alguien parecido a Angela Merkel, ni los tiempos de hoy son los de Angela Merkel. De modo que en la madrastra patria solo quedan dos posibilidades: o Sánchez logra una victoria pírrica al convertir al separatista prófugo Puigdemont en voz decisiva de la nación (es lo que está ocurriendo), o Sánchez cede el paso a un gobierno nacional dirigido por el PP y apoyado, a nivel comunal y regional, por el VOX del descentrado Santiago Abascal. Para el PSOE, un drama: o gobiernas sin principios, o te vas a la oposición a juntarte con la ultraizquierda en un frente amplio contra «el neofranquismo». La semejanza con Argentina podría ser aún mayor en el tiempo. Pero aquí también debemos anotar una diferencia importante.

La diferencia es que en Argentina el extremo de la derecha es primera mayoría, pero las cartas sobre la mesa las tiene la segunda mayoría, la que liderará desde ahora Bullrich, muy bien secundada por su ex rival interno, el alcalde de Buenos Aires Horacio Rodríguez Larreta. El problema electoral de la nación argentina entonces, se da entre dos derechas. Un problema que será más o menos complicado para Milei que para Bulrich, quien deberá calcular de dónde puede recibir más votos, si del peronismo o del mileísmo.

Si se da el primer caso, Bulrich puede pasar a la historia como la mujer que salvó a la Argentina de la extrema derecha. Si se da el segundo, podrá posar en la foto como la candidata de las dos derechas en contra del regreso del extremismo de izquierda. O gana o gana. Pero todo eso dependerá de los «cuántos» que aparecerán en octubre. Y esos «cuántos» pueden variar mucho de aquí a cuando llegue la hora de tomar las grandes decisiones.

En esa encrucijada, Argentina empata no con España, y sí, de modo asombroso, con su país vecino, Chile, donde ya se dio una situación muy parecida a la que comienza a vivir Argentina.

En Chile no hay primarias al estilo de las PASO pero sí hubo el 7 de mayo de 2023 elecciones para designar a los representantes de partidos que dictarán la nueva constitución. De rebote, y sin que nadie se lo propusiera, las elecciones constitucionales jugaron el papel que en Argentina jugaron las primarias del 13 de agosto: el de mostrar de modo evidente las correlaciones de fuerzas que se dan en la política nacional.

Pues bien, en esas elecciones, al igual que en Argentina, la derecha extrema a través del Partido Republicano liderado por José Antonio Kast (una persona totalmente diferente a Milei pero con un proyecto político muy similar) obtuvo la primera mayoría (35,42%). Entre las dos derechas, la republicana y la derecha-centro, suman un 58, 5% (un poco más que la suma de las dos derechas argentinas). El triunfo de ambas derechas chilenas convirtió al gobierno de Boric en un postgobierno mucho antes del fin de su mandato. De modo que, al igual que en Argentina, el problema de la nación chilena debe ser resuelto entre dos derechas. Como habiéndolo advertido antes de la elección, poco antes de que tuvieran lugar las primarias argentinas, Kast invitó a Milei a visitar Chile. Parece que los dos extremistas se entendieron bien.

Entonces habrá que repetirlo: lo que sucedió en las primarias argentinas no fue una excepción. Por el contrario, ya es tendencia. Y esa tendencia, así como van las cosas, está a punto de transformarse en regla, sobre todo si tenemos en cuenta los avances del lepenismo en Francia, del trumpismo en los EE UU, y no por último de AfD en Alemania, donde al igual que entre el PP y VOX en España, comienzan a tomar forma alianzas comunales entre la derecha extrema y la derecha conservadora cristiana (CDU/CSU).

Quién lo diría; gracias al excéntrico Melei, Argentina se está poniendo al día con el resto del mundo. Argentina, siempre tan argentina en su formación política, ha entrado en un perverso proceso de «normalización».

¿Todos somos Argentina? Todavía no, pero cada vez más, sí.

Un extremo del espectro político argentino ha conquistado el centro, arrinconando al extremo izquierdo de la gobernancia y abriendo la posibilidad para la concertación de un pacto de dos derechas. ¿Cuál de las dos dictará las condiciones a la otra? Ese es exactamente el tema: el tema de la hegemonía. Y ese también es el tema que se está debatiendo en diversas latitudes.

Para abordar el tema de la lucha hegemónica al interior de las dos derechas, parece ser conveniente intentar una mínima caracterización. La tónica general es que hay una derecha intersistemica y otra antisistémica. En Argentina, la intersistémica, reconocida también como oposición oficial, es la liderada por «la dama de hierro# Patricia Bullrich y la derecha anti (o extra) sistémica, es la liderada por Milei.

De acuerdo a una tipología en rigor, en Argentina existía –de un modo muy particular– una triada formada por los conservadores, acogidos en JxC; los liberales, repartidos entre JxC y el peronismo no izquierdista; y los socialistas (izquierda nostálgica, izquierda woke, izquierda marxista, izquierda kirchnerista, izquierda …. ).

La derecha de Milei, llamada también nacional-populista, ultra neoliberal, y por no pocos -más bien a modo de insulto- fascista, es por definición, antisistema. O lo que es parecido: no formaba parte de ninguna alianza ni de ninguna convivencia pública. Y si se impuso no fue pese, sino gracias a ser antisistema. Y como tal se asumió.

Para referirse al conjunto de la clase política Milei no vaciló en robar al Podemos español el término «la casta» y al peronismo de 2001 el lema «que se vayan todos». Dos consignas antisistémicas por excelencia.

De tal modo, se quiera o no, el movimiento de Milei ostenta un carácter subversivo cuyos alcances sociales sobrepasan lejos el tono más bien pacato de las derechas tradicionales. De acuerdo a Schuster y Stefanoni: «Como suele ocurrir con otras derechas radicales de la actualidad, Milei terminó funcionando como el nombre de una rebelión. De hecho, muchos de sus militantes no quieren abolir el Estado, comprar o vender órganos o niños, dinamitar el Banco Central ni acabar con la educación o la salud pública. Pero, como se vio en las encuestas callejeras del canal sensacionalista Crónica TV, decir «Milei», en boca de jóvenes y trabajadores precarizados, al igual que trabajadores de plataformas, terminó siendo una especie de «significante vacío» de un momento de policrisis nacional”.

Dicho en forma corta: Milei capitalizó la bronca

No obstante –y esto es lo que ha ocurrido con todos los partidos antisistémicos, sobre todo con los europeos, sean de izquierda o de derecha– nos encontramos con una notable paradoja. Y es la siguiente: Gracias a su política antisistémica han sido abiertas las puertas para que Milei pueda ingresar al sistema y con ello, sistematizarse. Pero eso, a la vez –este es el problema grave– llevaría a un proceso de re-sistematización de todo el orden político vigente.

No deja de ser importante que la primera persona que felicitó a Milei por su exitosa votación haya sido el ex presidente Mauricio Macri. Muchos, y con razón, entendieron la felicitación como una invitación a un diálogo que puede llevar a la búsqueda de una vía común de acceso al poder, dependiendo sí, claro está, de los resultados de las elecciones de octubre. Milei, tal vez loco, pero no tonto, entendió de inmediato el mensaje.

Eso quiere decir que desde aquí a octubre va a haber un diálogo intenso, cabildeos, negociaciones, amenazas, chantajes, y fiestas de encuestas que mostrarán como los votantes del partido de la derecha tradicional, entusiasmados por el triunfo de Milei, cambiarán de lado y pasarán a apoyarlo. O al revés, como sectores que apoyaban al gobierno, decidirán apoyar a JxC bajo la condición de que Patricia Bullrich no contraiga una relación de noviazgo político con Milei. Este, a su vez, debe haber advertido que, aunque su opción aumente de modo descomunal –lo que no es imposible después del empujón recibido en las PASO– caminando solo no llegará a ninguna parte. Si quiere alcanzar el gobierno deberá convertirse de anti, en intersistémico, dejando de lado algunas locuras y payasadas a las que parece ser tan adicto. Como se ve, en todas partes se cuecen habas y parece que en Argentina se cocerán más habas que en otras partes.

Puede ser que los ciudadanos argentinos ya están entendiendo que lo sucedido forma parte de una constelación global. Como en muchos países, tanto a nivel regional como a nivel global, las dos derechas argentinas deberán decidir cuál de ellas timoneará el buque político. ¿Cómo será entonces la nueva alianza de poder? Nadie lo sabe todavía. Todo está abierto, todo es incierto.

Hay un abanico de posibilidades.

Una posibilidad podría ser «a la italiana», donde Georgia Meloni, luego de aparecer como candidata con un pie dentro y otro fuera del sistema, decidió continuar la tradición política, imprimiendo a su gobierno un aire conservador y católico, pero sin llevar a cabo el proyecto putinista de Salvini y del finado Berlusconi. También está abierta la posibilidad que se da (todavía) en Francia y Alemania, a saber, que los partidos tradicionales declaren a la derecha de Milei como un partido «paria» (al estilo del Frente Nacional y de Alternativa para Alemania).

Podría darse incluso la posibilidad de que grupos de poca monta aparezcan en condiciones de inclinar la balanza hacia un lado u otro, como está a punto de suceder en España. O podría aparecer un gobierno de coalición con un conciliador Milei a la cabeza, pero que llevará, gracias al apoyo inicial de la derecha tradicional, a un desmontaje de la constitucionalidad democrática liberal, como ya intentó hacerlo Trump en los Estados Unidos, y como ya lo hicieron Erdogan en Turquía, Orban en Hungría, Duda en Polonia y Netanyahu en Israel. En fin, las posibilidades son múltiples. Los designios del dios de la política son inescrutables.

Lo que sí ha quedado muy claro, es que como en muchos países –habría que incluir a la mayoría de los de Europa del Este– ha irrumpido en Argentina una nueva fuerza ultraderechista que podría colaborar en la conformación de un también nuevo orden político más allá de Argentina.

Hay nombres latinoamericanos como Bolsonaro, Bukele, Kast, incluso la venezolana Machado, que muestran que Milei no está solo. Las similitudes con otras derechas regionales son más que ostensibles. El trumpismo latinoamericano avanza a paso de vencedores.

Por eso mismo, el peligro de un Milei convertido en presidente, si bien afectará a la economía y a la sociedad, puede afectar aún de modo más decisivo a la convivencia democrática, a la paz social y así llevar a la degradación de la vida cívica e incluso a la anomia política, antesala de todo gobierno autoritario. Nadie dice que eso va a pasar, pero el peligro existe.

¿Cómo pudo haber ocurrido esto? Puede que esa sea la pregunta que formularán los historiadores en el futuro. Por ahora sabemos que el sistema político «ideal» formado por las tres vertientes de la modernidad: la conservadora, la liberal, y la socialista, ya es demasiado estrecho para contener las demandas de diversos sectores sociales y culturales, excluidos o disconformes con el orden político vigente.

Lentamente comenzamos a comprender que la similitud de forma y contenido que se da entre diversos movimientos y partidos occidentales, no es casual. La que ha llegado a Argentina es una ola antidemocrática global. Así nos la describe Carlos Pagni: «En diciembre de 2001 los argentinos protagonizaron un estallido social que envolvió a todas las capas sociales. Kirchnerismo y macrismo fueron los dos instrumentos que se dio la democracia para ensayar una reconciliación entre la libertad y la política. Al cabo de veintidós años, esas dos novedades que cubrieron todo el espacio de representación disponible, emiten señales alarmantes de agotamiento».

Hemos de aceptar al fin que estamos atravesando por una crisis de representación hegemónica.

Observamos al mismo tiempo que quienes nos dedicamos a poner orden conceptual al caos de la gramática política, carecemos de los conceptos necesarios para entender mejor lo que está pasando. Hablamos por ejemplo de una nueva derecha usando el comodín llamado «populista», pero solo para diferenciarlo de las derechas que conocíamos, tanto en sus formas conservadora como liberal. Tachamos con facilidad a Milei, o a Bolsonaro, o a Trump, o a Bukele, de locos, sin preguntarnos por qué grandes masas no solo votan por ellos sino, además, por qué los siguen con un fervor rayano en lo religioso. Algunos creen que enfrentamos a un nuevo fascismo, pero al mismo tiempo observan que a estas nuevas apariciones les falta esa razón que daba vitalidad al fascismo (y al comunismo): la promesa de un orden histórico superior.

En verdad, casi ninguno de los nuevos irracionales líderes de nuestro tiempo se enreda con temas del futuro. Si tienen algo en común es el negacionismo del presente. Representan un «no» muy fuerte y un «sí» muy débil.

«No» a la clase política (incluyendo a la derecha tradicional), «no» a las instituciones, «no» a los que prueban que hay cambio climático inducido, «no» a las libertades sexuales y de género, «no» a la legalización del aborto, «no» al feminismo, «no2 al estado social, «no» a la UE, «no» a la ONU, «no» a enviar armas a Ucrania, «no» a la globalización, «no» a las instituciones judiciales, «no» a la democracia política. Incluso la lucha en contra de la delincuencia, de por sí legítima, va acompañada de llamados a los ciudadanos «buenos, justos y morales» (y en los EE UU, blancos) a portar armas, para defender el honor de sus familias y de la patria amenazada por asociales y emigrantes.

Reducir la aparición de personajes excéntricos como Bolsonaro, Milei o Trump a una consecuencia de cambios experimentados en la estructura económica del capitalismo global, como suelen hacer los analistas profesionales, es demasiado fácil. Puede ser cierto. Pero para que esos cambios se traduzcan de modo político, deben estar cruzados con otros, entre ellos los demográficos, los culturales y, por cierto, los sociales.

«La sociedad argentina está astillada» -escribe José Natanson en un artículo publicado en las vísperas de las PASO – “No explota como en 2001 porque las organizaciones sociales contienen los reclamos y porque los gobiernos (todos los gobiernos) aprendieron a sostener una asistencia estatal mínima pero masiva. Pero revienta hacia adentro, todos los días: hay una epidemia de suicidio entre varones jóvenes de los sectores populares, aumenta el consumo de drogas, alcohol y psicofármacos, el «nihilismo político crece», «los servicios públicos se deterioran».

Crisis orgánica, diría Gramsci.

En acuerdo indirecto con otros autores, he venido sosteniendo que los deterioros que se observan en los órdenes políticos tradicionales, son reacciones a un proceso de democratización que comenzó siendo político a finales del siglo pasado, pero que también –no exentos de excesos– ha penetrado en las esferas de las relaciones personales, incluyendo las más íntimas, como son las de género, las sexuales, las familiares.

Contra eso y mucho más aparecen los movimientos negacionistas. No solo en Argentina. Si usted los combina con una inflación desatada, con el aumento de la delincuencia, con el consumo desenfrenado de drogas, con una guerra cada día más mundial, y mucho más, tendremos el mundo ideal para que aparezcan trumps y trumpitos por todas partes.

La nueva extrema derecha de masas –la vamos a llamar por ahora así– es hija del miedo. Un miedo que como todos los miedos solo puede desaparecer si conocemos sus razones. No podemos pedir a los políticos que las descubran; su tarea es otra: hacer política con lo que hay, y si lo que hay es miedo, hacer política con el miedo; a lo Milei.

Descubrir y revelar las razones del miedo social (también llamado, inseguridad) es tarea para los pensadores, sean de oficio o no. Pero ¿y si ellos también capitulan frente al miedo? Y al hacer esta última pregunta, mi teléfono suena ocupado.

Referencias:

Mariano Schuster, Pablo Stefanoni – LA DERECHA DURA CAUTIVA AL ELECTORADO ARGENTINO (polisfmires.blogspot.com)

Jose Natanson – ARGENTINA EN EL ATARDECER DE LOS LIDERAZGOS (polisfmires.blogspot.com)

Carlos Pagni – Los argentinos y la democracia, o Apolo y Dafne | EL PAÍS Argentina (elpais.com)

Fernando Mires – LA INVASIÓN DE LOS EXTREMOS (polisfmires.blogspot.com)

Twitter: @FernandoMiresOl

Fernando Mires es (Prof. Dr.), Historiador y Cientista Político, Escritor, con incursiones en literatura, filosofía y fútbol. Fundador de la revista POLIS.

https://talcualdigital.com/todos-somos-argentina-por-fernando-mires/

 16 min


Alejandro J. Sucre

Habiendo reducido la hiperinflación que venia produciendo estragos por más de 6 años, regulando la liquidez monetaria y abriendo la economía a los ciudadanos, el gobierno del presidente Maduro generó una estabilidad económica en el 2022. Esta mejora económica fue baja comparada con el potencial que tiene la economía venezolana de volver a los $400.000 millones en PIB del 2013, pero hubo un repunte en el 2022 gracias a las medidas de liberar el tipo de cambio y frenar privatizaciones. Debido a las sanciones petroleras de EE.UU. y a la corrupción interna, la economía venezolana nunca iba a llegar a los niveles de producción del 2013, pero en el 2023 se pasmó. Las sanciones petroleras de EE.UU. y la corrupción interna de PDVSA y del gasto fiscal impiden una economía con crédito, con altos niveles de inversión, con mas empleo y mejores sueldos. Las iniciativas del gobierno de superar la corrupción vía participación del sector privado en las empresas del estado no han avanzado debido a las sanciones de EE.UU.. Las estrategias de inyectar inversión a la economía por la vía de monedas criptos como el Petro no funcionaron; las visitas a Qatar, Arabia Saudita, China, Turquía, India, el BRICS, tampoco han funcionado ni funcionaran. Hoy todos los inversionistas se concentran en los EE.UU. y Europa. Solo el alivio de las sanciones de EE.UU. y la capacidad negociadora del gobierno de Maduro han logrado que Chevron reinicie la actividad petrolera y esta es la que h tenido un impacto positivo que sostiene el tipo de cambio en el año 2023.

Ya la globalización se terminó. Ya los EE.UU. y Europa no van a comprar más al país que provea mejores producto, ni los más baratos. Volvimos a una guerra fría con Rusia invadiendo a Ucrania y China amenazando a Taiwán. Ahora EE.UU. y Europa van a crear una capsula con políticas industriales de autosuficiencia y van comprar solo a sus aliados geopolíticos. Solo comprará e invertirá en los países que no se alineen con China y Rusia. Paradójicamente, Rusia, China, la India y los BRICS creen en el multilateralismo, pero sus ingresos dependen de los EE.UU. y Europa. Los países BRICS tienen alto grado de pobreza y corrupción, y sus economías compiten entre si y no disponen de fondos excedentarios para invertir. Ni los Países BRICS ni los árabes van a invertir en Venezuela. Es más los ciudadanos de los países BRICS y los árabes invierten en EE.UU. y Europa donde hay más rendimientos a sus ahorros. Así que Venezuela y el gobierno del presidente Maduro deben entender que no alinearse en el bloque EE.UU - Europa es poner a pasar hambre a toda la población venezolana y arrastrarnos a la pobreza crónica. Sería un mal alineamiento geopolítico.

Es verdad que EE.UU. no tiene por qué sancionar la venta de petróleo ni inmiscuirse en la política venezolana seleccionando opositores “consentidos” que ni siquiera se presentan a elecciones, ni practican la democracia dentro de sus partidos políticos. Pero esos errores de los EE.UU. no justifican que el presidente Maduro se equivoque de quien es el que invierte y genera progreso en la economía venezolana. EE.UU. y Europa son los grandes clientes e inversionistas tradicionales que han impulsado el desarrollo. Histórico en Venezuela. El gobierno de Maduro no debe enfrentarse a ese bloque y si hacer negocios con China y Rusia pero de forma neutral en el juego geopolítico como lo hace la India. Estoy seguro que si el presidente Maduro juega un papel neutro dentro del conflicto Ruso-Chino contra EE.UU., este podrá suavizar las sanciones que afectan al pueblo venezolano.

Todos los países que no se sumen a Estados Unidos y Europa en capturar los nuevos créditos fiscales para la fabricación de tecnologías se van a quedar sin inversiones. EE.UU está atrayendo una avalancha de capital. La Unión Europea está tratando de responder con su propio paquete de apoyo a la energía ecológica. Japón ha anunciado planes de préstamos por $150.000 millones para financiar inversiones en esa tecnología. Todos ellos están trabajando para volverse menos dependientes de China. EE.UU ha bajado la importación de productos chinos en 20% en los últimos tres años y ha bajado su exportación a ese país en 12%.

La única manera de traer inversiones a Venezuela es con una buena alineación con EE.UU. y Europa, con productividad en las empresas del estado y con un buen manejo del gasto fiscal y de la política monetaria. Asî el PIB venezolano llegará a $1 trillón pronto y los venezolanos lo agradeceremos.

El impacto de la corrupción en Venezuela también es otro frente que atender. Afecta más de $1,5 trillones en el PIB anual. Este número lo sacamos al comparar la economía venezolana a la de Texas que produce $2 trillones de PIB anual con el de Venezuela que producía $500 mil millones antes de las sanciones. Ambas naciones tienen una población de casi 30 millones de habitantes, un territorio casi del mismo tamaño y recursos petroleros significativos. Hace unos cuarenta años Venezuela tenía la sexta o séptima economía más grande del mundo. Venezuela está toda dentro de los trópicos, sin desierto o semidesierto como el tercio occidental de Texas. En consecuencia, Venezuela cuenta con vastos recursos hídricos, enormes ríos importantes, bosques y riquezas minerales además del petróleo.

X: @alejandrojsucre

https://www.eluniversal.com/el-universal/162855/solo-chevron-puede

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Carlos Raúl Hernández

1. Pedro Sánchez ha perdido tres elecciones, pero “eppur si muove”. España vive efectos de un sistema político sinuoso, confundido, que denuncia el peligro de “fascismo” en Vox, un partido estrictamente constitucional, pese a tener el fascismo gobernando en Podemos. Una sociedad que permite eso, puede permitir cualquier cosa. Pero es la norma que eso ocurra con una frecuencia que podría impresionar si existiera el sentido común. Cada vez que mencionamos a Pound, Heidegger, Celine, Pessoa, Cioran, Blanchot, Eliade, escoliastas de fuerzas oscuras del fascismo, se nos exige recitar antes el anatema, “pese a ser un miserable, es un gran creador…”. Muy distinto si mencionamos a Lukács, Merleau-Ponty, Sartre, Brecht, Kojeve, Neruda, Louis Aragón, Marcuse, Picasso, hagiógrafos de tiranías igualmente terribles, pero no requieren letanías parecidas. Han gozado de bastante simpatía, son incluso referencias y a nadie se le ocurrió que a alguno de ellos hubiera que recluirlo en el manicomio de St. Elizabeth, como a Pound. Se arrancaron las barbas por Stalin, Mao, Pol Pot y Castro, entre otros. vampiros. Y cuando Sartre no manifestaba en favor de Pol Pot o Mao, hacía tríos de cama con su mujer Simone de Beauvoir y niñas estudiantes. Como premio recibió nada menos que el Nobel, máximo galardón de Occidente. Lo paradójico es que tanto los creadores fascistas o criptofascistas como los comunistas o criptocomunistas pertenecen matrices ideológicas idénticas: el odio por la sociedad abierta, “capitalista”, laica, pluralista, democrática, liberal, a la que se quiere someter a patrones monstruosos.

2. Nadie enterado deja de reconocer que el siglo XX el único pintor libre de la oceánica influencia de Picasso es Jackson Pollock. Que de la impronta de Neruda estuvo exento un solo poeta latinoamericano, Nicanor Parra. Y que no hay ninguno en lengua inglesa sin la marca del norteamericano Ezra Pound. Así es la arrolladora, insondable profundidad de este titán, capaz de escribir Cantares, un libro casi impenetrable, de extensión gigantesca, con pasajes tan sublimes que no parecen humanos, miembro de la llamada generación perdida norteamericana, nada perdida, por cierto. Recuerdan de él su generosidad e inusual bonhomía. Durante su vida en Europa, estimula, protege, financia y promueve muchos escritores y artistas de la época. Lo mismo a Joyce consigue editor para Ulises, a T. S. Eliot, John Doss Passos, D. H. Lawrence, Robert Frost, Hemingway y muchos otros. Pound los acompañaba en sus depresiones, les impide suicidarse, vende cuadros de pintores amigos, paga hospitales, consigue editoriales, -y hasta novias-, y organiza conciertos. Llega a Italia en 1924 y viene la metamorfosis. Se hace propagandista del fascismo con un programa en Radio Roma dedicado a desmoralizar las tropas norteamericanas y enaltecer la ola totalitaria. Hay una antinomia moral entre Ezra Pound, norteamericano que milita en el fascismo contra su país, y su némesis, Thomas Mann, el alemán que por el contrario, se nacionaliza norteamericano en disidencia de Hitler.

3. La defensa de la democracia y la vida civilizada por Mann es transparente y no lloveré sobre el agua, para ocuparme más bien de Pound, la oveja negra. Más allá de la tesis de Kristeva, que recomienda separar los hombres de sus creaciones artísticas, me acosaron varias ideas fijas. Asaltan las liebres del pensamiento y hay que asarlas. Pound, poeta-economista, como lo llamaban, quería que los hombres fueran igualados por la mano del Duce, a quien llamó “macho de la especie”, constante de algunos intelectuales ante los “hombrones” autoritarios. Como Mussolini, Pound se desplaza desde el el totalitarismo de izquierda al de derecha, cuyas únicas diferencias son los colores rojo, pardo o negro de las camisas de los aporreadores en las calles. Entre 1910 y 1921 en Gran Bretaña Pound escribe en publicaciones de izquierda para devastar los “valores burgueses” que resumían la vida convencional, la Iglesia, el sentido del humor británico, el comercio, los negocios, “el teatro de la conformidad”, la poesía tradicional, el elitismo cultural de los movimientos vanguardistas y también, paradójicamente, la cultura popular adocenada. Vive fanatizado conque la suya es la mejor vía para acabar con el orden establecido igual que los marxistas por su lado. Intenta formular ideas políticas o económicas en artículos y conferencias sorprendentes por rupestres, que no se compadecen con las dimensiones del poeta y traductor, lo mismo que sus atropelladas alocuciones radiofónicas.

4. La furia autoritaria esclavizó por milenios gente pacífica. Parecía salirse con la suya, pero los seres de un día controlaron la hostilidad de la naturaleza, de sus congéneres y la que llevamos en la sangre. El hombre es “el animal blando”, como lo definió el sociólogo Arnold Gehlen, pero tiene voluntad, razón y pasión. Error de las ciencias sociales creer que somos paja en el viento, juguetes de la fatalidad, las circunstancias, la sociedad o la historia y no hay excusa para justificar quienes se afilian a movimientos monstruosos. Si fuera simples instrumentos, viviríamos aún aterrados en cuevas con herramientas de piedra. Aislados en una habitación un humano desnudo y una rata rabiosa, la pelea es pareja. Pero la criatura de físico vulnerable y espíritu poderoso, el homo sapiens sapiens, desarrolló la inteligencia y mecanismos, tecnologías e instituciones para defenderse de fieras, de otras catervas y de sí mismo. El hombre es la voluntad, “la fuerza para sobreponerse… a toda costa”, dice otro pensador. Para convivir instauraron tótem y tabú: esto se puede hacer, esto no. Matar, robar, pederastia, incesto, están prohibidos ¿Cómo vencieron “históricamente” los sapiens a los vigorosos neandertales, animales duros, acorpados, hirsutos, agresivos, salvajes, con nariz chata de largo alcance? Pese al absurdo vegano, las proteínas rojas desenvolvieron cerebro y manos del sapiens. Y según la antropología, el perro está entre los factores aleatorios que aceleraron la humanización. Este animalito eliminaba las víboras que ponían en peligro las crías y sus madres lo amaron.

5. Gracias a sus protectoras el perro se hizo amigo de los varones, cazadores a los que suplió las deficiencias de olfato para atrapar presas, y así aumentaron la ingesta de carne. Pero según Ernst Gombrich, cumbre de la sociología del arte, un acontecimiento determinante y básico por encima de todos los demás, impulsó el salto definitivo del animal al hombre. Fue el día que descubrió el sexo cara a cara, y de verse a los ojos, nació el sentimiento, que individualizó a la hembra y la liberó de ser el receptáculo que saciaba a cualquiera en la manada: “si la tocas te mato” se pronunció por primera vez. Para ella transformó un acto violento, efímero e impersonal, tributo a los machos que la protegían y no podía evitar, en un momento de intimidad profunda y reparadora. Con ese nuevo vínculo recóndito, él enfrentaba las fieras con más fuerza, porque lo esperaba alguien que sentía parte de sí mismo y cuyo fantasma lo acompañaba. Pasa a ser la mujer y deja de ser hembra de la especie. Según Gombrich el milagro del sentimiento estalla en el arte rupestre. Eso se lo perdieron los pobres neandertales en su anacrónica bestialidad.

6. Avanza el conocimiento porque hasta entonces el embarazo era un suceso mágico, inexplicable, pero ahora comienza a entenderse el vínculo entre sexo y procreación. Algunos antropólogos heterodoxos piensan que, derrotados por los brillantes homo sapiens, los neandertales se unieron a ellos, y hoy parecieran andar en el metro, los aviones y también en el poder. Sus eventuales nietos, en vez de rugir insultan, el mismo rugido ahora articulado por el lenguaje, su herencia genética violenta y miope, desgracia la vida de las naciones. Instalan guerras, cárceles, torturas, allanamientos. Las instituciones “ponen bozal a las bestias de rapiña…con eso no mejoran moralmente, pero se hacen inofensivas como los herbívoros…La máquina social doma los egoísmos…en interés de la supervivencia”. Conciliar, discutir, tolerar, son hijos del avance humano. Pero si la máquina social cae en manos de fieras match políticas, se voltea contra la gente y la vida cruje a tal extremo que las sociedades donde ocurre, recuperan la normalidad a un alto costo. Una vez cierta diputada ucraniana, Natalia Korolévskaya, presentó un proyecto de ley para prohibir el cara a cara en la cama porque “dificulta la concepción” y en su país “existe un déficit poblacional”. Lo dice basada en un “informe técnico”. La ley irrumpiría en las habitaciones a exigir el “a tergo” o “pecorina”.

@CarlosRaulHer

https://www.eluniversal.com/el-universal/162852/juguetes-de-la-fatalidad

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Ismael Pérez Vigil

El 21 de agosto, en acto público, se presentó el Informe del Segundo Balance de Consultas y Actividades de la Comisión Nacional de Primaria (CNdP); se recordará que el primero se presentó el 12 de diciembre de 2022, en el cual se anunció que se solicitaría la asistencia técnica del CNE y que se votaría en el exterior, sin la asistencia de este organismo; pero, en estos ocho meses es mucho lo que se ha alcanzado.

No se dio, en el evento, una descripción pormenorizada de actividades, el énfasis fundamental estuvo en el resumen de información sobre la situación actual de los Centros de Votación −en Venezuela y en el mundo− pero sobre todo en el discurso de Jesús María Casal, Presidente de la Comisión, quien resaltó ideas y mensajes, que son los mismos que yo les quiero transmitir. No obstante, haré un pequeño recuento de estos ocho meses.

El recuento de ocho meses.

Los eventos o hitos de estos ocho meses se pueden resumir de esta manera:

- La designación de las Juntas Regionales, sin duda el acierto y logro más importante de la CNdP; tras evaluar más de 800 postulados, se seleccionaron 240, que conforman hoy en día las 24 Juntas Regionales, totalmente integradas con la CNdP y trabajando denodadamente y sin descanso para lograr el éxito de la Primaria del 22 de octubre.

- El anuncio en febrero de la fecha de realización de la Primaria, para el 22 de octubre de 2023, y la publicación del respectivo Cronograma.

- La continuación del proceso de consultas con movimientos sociales, partidos políticos (32 partidos), organizaciones no gubernamentales, dirigentes estudiantiles, lideres gremiales y sindicales y diversas personalidades del mundo social, político y económico del país.

- Conformación de la Comisión Asesora Técnico Electoral, que junto con las Juntas Regionales y los partidos políticos a nivel local, han logrado determinar más de tres mil Centros de Votación.

- El intento de lograr la asistencia técnica del CNE, que definitivamente se descartó el 15 de junio, y se optó por la realización de la Primaria de manera autogestionada, una vez que se confirmó la renuncia y destitución de los Rectores, la designación del Comité de Postulaciones, por parte de la Asamblea Nacional, que finalmente esta semana designo un nuevo CNE.

- La consulta, elaboración y publicación de los Reglamentos de la Primaria, que pueden ser consultados en la Página Web, https://comisiondeprimariave.org/, en la siguiente dirección electrónica: https://comisiondeprimariave.org/reglamentos/.

- Cierre del proceso de postulaciones, con trece (13) candidatos que disputarán el 22 de octubre el derecho y privilegio de representar a la oposición democrática en los próximos comicios presidenciales, cuando quiera que estos tengan lugar.

- Acto público con todos los candidatos, en el cual firmaron tres importantes documentos denominados: Programa Mínimo de Gobierno, Acta de Compromiso y Principios Democráticos.

- Conformación de los Centros de Votación, que se concretaron en 3.008 Centros, que contendrán 5.133 mesas electorales, en 331 municipios de los 335 existentes, el 98,8%, y en 1.113 parroquias de las 1.141 que tenemos, el 97,5%, en donde podrán ejercer el derecho al voto más de 20 millones de venezolanos, si así lo desean.

- Actualización del Registro Electoral de venezolanos en el exterior, que concluyo en la conformación de 87 Centros de Votación, en 80 ciudades y 30 países, en los cuales se han conformado ya 85 Comités Locales, que organizarán el proceso para que puedan concurrir a votar 397.168 venezolanos en la Primaria del 22 de Octubre.

- Se inició la tarea de buscar el Personal Electoral −miembros de mesa, coordinadores de centros y monitores− que el 22 de octubre se encargarán de mantener funcionando los centros de votación y las mesas electorales por todo el país y en el exterior. Se desplegarán más de 60 mil ciudadanos y activistas, aparte de los que desplieguen partidos y candidatos; algunos estarán dedicados a las tareas electorales, otros a la logística, apoyo a los centros, movilización de votantes y tareas de seguridad.

- Continuación de las actividades de finanzas, para recoger los fondos necesarios para la realización de la Primaria, en la cual se destaca, en este mes, el inicio de la campaña con el sorteo internacional, virtual, Venezuela Gana, organizado por los venezolanos en el exterior (ver: https://venezuelagana.dojiggy.io/22oct23) y el anuncio de la campaña “5K por la Libertad”, una carrera/maratón, que se realizará simultáneamente en ciudades de Venezuela y el mundo, con el propósito de recoger fondos y promover la Primaria.

El discurso.

Como dije, lo más importante, del evento fue el discurso de J.M. Casal, quien destacó como idea central que “…ya la Primaria está completamente en las manos y en la mente de la gente, de la ciudadanía…”; y al respecto señaló tres aspectos fundamentales:

- Primero, la Primaria como generación de espacios para la construcción de ciudadanía y de cultura democrática; destacó que la CNdP ha creado varios espacios de relación y discusión con los diversos factores políticos que respaldan el proceso, como experiencia retadora que ha enriquecido nuestra visión sobre los problemas que hemos tenido que abordar.

- Segundo, destacó la Primaria como ejercicio de derechos, sobre todo el derecho constitucional de participación política, en su vertiente de derecho de las organizaciones y de los ciudadanos concurrentes a elegir mediante Primaria una candidatura común para participar en los comicios presidenciales del 2024. La necesidad de recorrer todos los senderos de una sociedad que anhela ser democrática, porque quien invoca un derecho debe respetar el de los demás y sabe que otros también están facultados para disfrutarlo, aunque lo hagan con una inspiración y una finalidad distintas a la nuestra. Recordó, que el fin de la Primaria es lograr mediante el voto ciudadano una candidatura unitaria que compita y pueda ganar en las elecciones presidenciales, pero también es objetivo de la Primaria el cambio político, finalidad que reúne a muchos venezolanos y la Primaria es una vía para canalizar electoralmente esa voluntad de transformación. Por tanto, la Primaria es democrática y constitucional en sus medios y en sus propósitos.

- El tercer aspecto fundamental que destacó es la Primaria como oportunidad para la competencia democrática y para la construcción de unidad en donde convergen varias candidaturas, con diversas ofertas políticas, distintas concepciones ideológicas de fondo.

En ese sentido, Casal recordó que para la CNdP ha sido motivo de gran satisfacción que todos los candidatos y candidatas hayan suscrito el Programa Mínimo de Gobierno de Cambio, Unidad y Reconstrucción −al que ya me he referido, https://bit.ly/47qaqQl− y en tal sentido, Casal destacó tres ejes importantes:

1. Orientar la tarea futura de la democratización, el cambio político mediante y para la democracia;

2. Unidad como espíritu de articulación en medio de la diversidad; y

3. Reconstrucción nacional como llamado a pensar, primero, en la gente y a dejar de lado todo lo que ofenda su dignidad y cercene sus oportunidades de realización.

Finalizó su discurso destacando tres desafíos inmediatos, de los que hablaremos en los próximos artículos:

1. El clima de respeto que hay que favorecer.

2. El desarrollo en paz de las actividades políticas

3. La formación y selección de personal electoral

Por supuesto, en el discurso agradeció una vez más a muchos de los actores anónimos de este proceso, altamente comprometidos y activos en su realización, como lo son:

- las Juntas Regionales

- las organizaciones políticas

- las organizaciones sociales

- los venezolanos, aquí y en el exterior

También agradeció a quienes, desde diferentes posiciones, sin estar involucrados de manera directa en las actividades de la Primaria, han manifestado su interés y apoyo:

- los representantes del cuerpo diplomático que se interesan en esta actividad

- los medios de comunicación

- a quienes desde otras posiciones políticas o institucionales han sido receptivos a nuestros planteamientos y han estado abiertos a escucharlos, aunque tengan una opinión distinta sobre la ruta que ha de transitarse para la democratización del país

Conclusión.

Con este segundo balance se pone en perspectiva la situación actual de la Primaria y da la nota de entusiasmo para continuar la tarea, a pesar de las amenazas veladas o abiertas de los enemigos de esta actividad, que son de muy variada índole, pero que no lograrán desmotivar a un pueblo, como el venezolano, dispuesto al cambio político del país por la vía electoral y transitar en paz el camino de la democracia.

https://ismaelperezvigil.wordpress.com/

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Naiara Galarraga Gortazár

Si los BRICS llegaron a debatir en la cumbre de Johannesburgo cómo se llamará el club cuando el año próximo se amplíe de cinco a 11 miembros, no ha trascendido. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, opina que lo mejor es mantener el nombre actual. “Es bonito”, dijo en la ciudad sudafricana. El acrónimo se lo inventó hace casi 20 años un analista de Goldman Sachs para etiquetar a un grupo informal de países que crecían a un ritmo de vértigo, convirtiéndose en motores del PIB mundial, y ofrecían prometedoras oportunidades al inversor global. Brasil, Rusia, India y China formalizaron su relación como polo geopolítico en 2009, cuando la crisis financiera en EE UU y Europa aumentaba el atractivo de la periferia. En 2010, con la adhesión de Sudáfrica, añadieron la S final. El bloque emprende una nueva fase con el anuncio de que el 1 de enero entrarán seis nuevos socios (Arabia Saudí, Argentina, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán).

El club acelera su carrera hacia un orden mundial más justo y equilibrado. “La gobernanza global debe representar el poder y las relaciones económicas actuales, no las de 1945”, proclamó en la cumbre el secretario general de la ONU, António Guterres. Los miembros actuales y futuros quieren más voz, más protagonismo, más poder; acabar con la hegemonía occidental, pero eso no significa lo mismo para todos. Brasil defiende su neutralidad, siempre ha trabajado para llevarse bien con todos; Irán no quiere saber nada del Gran Satán, o sea, EE UU. Y para China y Rusia, este es un salto adelante en su deseo de forjar una alianza amplia que ejerza de contrapeso al G-7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido), el club de los países ricos.

Países BRIC

Miembros actuales

Brasil
Sudáfrica
China
India
Rusia
Etiopía
Irán
Argentina
Egipto
Arabia Saudí
EAU
Economía y población de los BRICS

Los cinco miembros actuales y los seis nuevos socios a partir del 1 de enero de 2024. Datos de 2022

PIB (millones de dólares) Población (millones de habitantes)
China
17.963.171
1.412
India
3.385.090
1.417
Rusia
2.240.422
144
Brasil
1.920.096
215
Sudáfrica
405.870
60
Arabia Saudí
1.108.149
36
Argentina
632.770
46
EAU
507.535
9
Egipto
476.748
111
Irán
388.544
89
Etiopía
126.783
123
Fuente: Banco Mundial / EL PAÍS
La brasileña Maiara Folly, especialista en relaciones internacionales y directora ejecutiva de CIPO (un centro de investigación sobre relaciones internacionales, gobernanza y clima), explica desde Londres que “la ampliación es algo muy natural para los BRICS, un grupo muy crítico con el G-7 porque lo considera un club exclusivista que no refleja el reparto de poder político y económico del mundo actual”. Con el adjetivo de las grandes ocasiones, saludó la decisión el presidente chino, Xi Jinping: “Esta ampliación es histórica”. Otro empujón a sus ambiciones globales.

Dar entrada a nuevos socios “es una victoria para China, que buscaba una ampliación hace años”, explica desde EE UU Moritz Rudolf, analista del Chai China Center de la Universidad de Yale. Sostiene que los BRICS ampliados “serán más sinocéntricos”. Durante mucho tiempo, la India y Brasil fueron reticentes a abrir la puerta porque diluye su presencia.

El especialista Moritz recalca que el asunto es “cuán eficaz van a ser los BRICS para servir de fuerza coordinadora de estos países, algunos de los cuales están hartos de la dominación de EE UU y occidental. Si van a lograr defender posturas comunes y, por ejemplo, trasladar esas ideas a la agenda del G-20”, el club de los más desarrollados. Esa es la gran incógnita: en qué se traducirá a medio plazo el potente mensaje político que envía a Occidente este golpe en la mesa de los BRICS, que busca consolidarse como líder de los países no occidentales y del llamado sur global. Sostiene este sinólogo de Yale que “existen muchos obstáculos, principalmente los recelos geopolíticos entre China e India”, esos que cada tanto derivan en una escaramuza fronteriza.

Con la ampliación, los BRICS sumarán a partir 2024 el 46% de la población mundial y el 37% del PIB en cifras de poder de compra, según recalcó Lula. Y otro dato que no mencionó el mandatario brasileño, pero también clave en la actual coyuntura de crisis energética en Europa por la guerra de Ucrania: la entrada de Arabia Saudí, primer productor de crudo del mundo, y de otras potencias petroleras como Emiratos e Irán aumenta considerablemente su poder sobre el suministro mundial de petróleo.

Ya avisó el anfitrión, el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, de que la ampliación a 11 es el principio: “Hemos consensuado la primera fase de este proceso de expansión y seguirán otras fases”. Unos 40 países habían solicitado unirse a este bloque amorfo que desde su creación ha alumbrado como resultado más tangible el Nuevo Banco de Desarrollo, con sede en Shanghái, una entidad alternativa al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional que ha financiado proyectos de desarrollo en cuatro continentes por 33.000 millones de dólares (30.500 millones de euros), dos tercios de ellos en la divisa estadounidense. Ahora, las sanciones contra Rusia le complican el trabajo. Y reducir la dependencia del dólar es un objetivo de primera hora, pero ahí los resultados son por ahora modestos, aunque las iniciativas para usar el yuan se multiplican.

Gracias a los BRICS, las relaciones entre los países miembros se estrecharon a todos los niveles, pero el crecimiento económico fue impulsado por los mercados internos, no por una incorporación masiva a las cadenas de valor globales. Ganaron visibilidad como polo alternativo a Occidente —en los años más dulces acogieron Mundiales y Juegos Olímpicos— pero en ningún momento alcanzaron una cohesión compacta. Y con 11 será aún más arduo.

Los BRICS —con China a la cabeza porque solo su economía es mayor que la del resto juntos— continuarán el cortejo para atraer nuevos aliados. La creciente rivalidad entre Washington y Pekín le ha dado nuevos bríos a este grupo porque los que viven en lugares alejados de los centros de poder de las últimas siete décadas tienen múltiples reproches hacia Occidente en general, y EE UU en particular. Y la guerra de Ucrania no toca la fibra a los africanos y latinoamericanos, que afrontan múltiples crisis también graves en sus propios vecindarios.

Además, los intereses nacionales de los BRICS son divergentes y, en ocasiones, incluso antagónicos. La principal demanda común es la reforma de las instituciones creadas por los ganadores de la II Guerra Mundial: la ONU, el FMI y el Banco Mundial. Hace años que la India, Brasil y Sudáfrica reclaman la reforma de Naciones Unidas. Consideran de justicia sentarse en el Consejo de Seguridad. La mayoría de los observadores está de acuerdo en que Naciones Unidas tiene un problema de representatividad. La cuestión es presionar desde fuera a través de entidades paralelas sin reglas ni propósito claro o emprender la reforma desde las propias Naciones Unidas.

El escritor y embajador de España en la India, José María Ridao, defiende la segunda opción porque la primera contribuye a vaciar de contenido la ONU, con los peligros que eso conlleva: “El problema que plantea esta proliferación de iniciativas multilaterales es cuál es su relación con un sistema universal como la ONU, que es el único que genera reglas universales”.

La brasileña Folly considera que tanto los nuevos BRICS como el G-20 son foros que “pueden ser espacios útiles de coordinación para una reforma del sistema de la ONU que es urgente” porque, insiste, “el actual orden mundial, además de ser injusto, es disfuncional para abordar urgencias como las crisis de seguridad, el cambio climático o la pobreza”.

Lula y Narendra Modi, el primer ministro indio, consiguieron en esta cumbre el compromiso de Xi de apoyarles a conseguir un puesto fijo en el Consejo de Seguridad. Pero el sinólogo Rudolf advierte de que es un respaldo más retórico que real. Nadie entre el quinteto con derecho a veto tiene ninguna intención en una reforma de calado que altere el actual reparto de poder en la ONU.

El ruso Vladímir Putin participó en la cumbre de los BRICS, pero tuvo que hacerlo desde la distancia, por videoconferencia. Porque de pisar Sudáfrica, país signatario del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, el presidente ruso se arriesgaba a ser arrestado por la orden de detención internacional emitida contra él el pasado marzo como supuesto responsable del traslado ilegal de niños ucranios desde territorios ocupados en Ucrania a Rusia. Es probable que esgrima la ampliación de los BRICS como muestra de que, pese a las sanciones occidentales y el aislamiento diplomático, tiene bastantes amigos.

El elenco final de los próximos socios ha sorprendido a muchos observadores. Indonesia se cayó a petición propia en el último minuto. Argelia y Nigeria están fuera… Entra Etiopía y, con ella, cuatro países de Oriente Próximo, una región en la que Pekín está ocupando veloz el vacío dejado por EE UU tras las guerras de Afganistán e Irak.

El padre del acrónimo BRICS, Jim O’Neill, que cuando lo acuñó era economista jefe de Goldman Sachs, habló tras el anuncio de la ampliación con el diario brasileño Estadão. Está convencido de que la expansión no es beneficiosa porque dificultará los acuerdos. También se pregunta por los criterios usados para invitar a esos seis países.

Para el analista Oliver Stuenkel, de la Fundación Getulio Vargas, en São Paulo, “la inclusión de Teherán, un régimen que suministra a Rusia drones para la invasión de Ucrania y está sometido a amplias sanciones económicas, corre el riesgo de consolidar la percepción de que el bloque BRICS es, de hecho, una alianza antioccidental liderada por Pekín y Moscú”, según escribe en la revista Americas Quarterly.

Unirse a los BRICS da un impulso en la escena global a los saudíes, emiratíes y egipcios, “pero eso no significa que abandonen su relación estratégica de seguridad con Estados Unidos. Están construyendo coaliciones tema por tema en función de sus intereses nacionales”, advierte el analista Hasan Alhasan, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Baréin, en un artículo publicado por Bloomberg.

Maria Figueiredo, que fue embajadora de Brasil en Costa de Marfil y Malasia, es de las que opina que “cuantos más miembros tengan los BRICS, mejor, más fuerza tendrá el grupo”. Añade, en una conversación en São Paulo, que “el interés mayor es conseguir la multipolaridad, no depender de una sola potencia o de dos”.

Llama también la atención que dos petromonarquías y una economía hecha trizas hayan sido elegidas para lo que nació como un club de economías emergentes. Argentina —sumida en dolorosas negociaciones con el FMI para paliar la gravísima crisis económica— era un empeño de Lula, pero el resultado de las elecciones de octubre puede impedir el anunciado desembarco en los BRICS. El actual presidente, Alberto Fernández, recibió con entusiasmo el sí, pero lo cierto es que los dos candidatos mejor colocados para sucederlo no quieren ni oír hablar del tema. El libertario de ultraderecha Javier Milei, ganador de las recientes primarias, fue claro y contundente, fiel a su estilo: “No voy a promover negocios con comunistas que no respetan los parámetros básicos de libre comercio, libertad y democracia”. La candidata de la derecha clásica, Patricia Bullrich, también rechaza el ingreso.

Cuando los BRICS nacieron, el denominador común era el desempeño de sus economías y las excelentes perspectivas gracias a la descomunal demanda china por materias primas. En esta quincena de años, la evolución de los socios ha sido dispar. China se ha convertido en una superpotencia, la segunda economía del globo, pero su extraordinaria trayectoria de las últimas décadas se ha frenado. Rusia ha pasado del reset con Washington a ser un paria para Occidente. Ni Brasil ni Sudáfrica han alcanzado las cotas pronosticadas. La India crece a buen ritmo, ha superado a China en población y esta semana ha llegado a la Luna, a su zona más hostil, justo días después de que Rusia fracasara en el intento de adelantarse en esa misma misión; su sonda se estrelló.

27 de agosto 2023

El País

https://elpais.com/internacional/2023-08-27/los-brics-aceleran-la-carrer...

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Fernando Mires

Desde que tuvieron lugar las guerras médicas (Atenas contra los persas) - y las del Peloponeso (las tres guerras entre Atenas y Esparta), pasando por las invasiones bárbaras que terminaron derribando a gran parte del imperio romano (cuyo espíritu continuó existiendo en los reinos y conventos de Europa) - hasta llegar a nuestros días, cuando las antidemocracias (en sus más diversas formas), erigen a partir de la guerra de invasión a Ucrania un muro en contra de las naciones democráticas, la brecha parece ser la misma: la que separa a las naciones políticamente organizadas de los regímenes autocráticos y dictatoriales de la tierra.

Leyendo las guerras del Pelopenoso según Tucídides es posible llegar a la conclusión de que la derrota final sufrida por Atenas se debió en gran parte a que Esparta estableció un sistema de alianzas con naciones anti-democráticas (o bárbaras) formando la Liga del Pelopeneso, algo que no intentó hacer la elitista Atenas en su bloque político-militar organizado en la Liga de Delos. La deducción general es que Atenas, como sucedería en versión ampliada con Roma después, fue derrotada por el avance de la barbarie en contra de la civilización política. Atenas fue odiada por las naciones antidemocráticas del mundo antiguo, como hoy lo son los EE UU y los países europeos por los gobiernos de las naciones más antidemocráticas del mundo moderno.

LOS TRES NIVELES DEL DESARROLLO GEO-ESTRATÉGICO

Escribo estas líneas en los momentos en que las dos principales dictaduras del siglo XXl, la rusa y la china, secundadas por un bloque de dictaduras y autocracias de diversos matices ideológicos (Irán, Corea del Norte, Arabia Saudita) y uno que otro gobierno tecnocrático de ese semi-Occidente llamado América Latina, señalan al Occidente político como enemigo fundamental al que será necesario doblegar en tres niveles: el económico, el ideológico y el militar.

En el nivel económico, los países dominantes del bloque anti-occidental (en estricto sentido, anti-democrático) han sacado del baúl de los recuerdos las alianzas tercermundistas de las que se sirvieron en el pasado reciente la Rusia estalinista y la China maoísta. El objetivo de ambas potencias apunta -tanto hoy como ayer– a movilizar a diversas naciones económica y políticamente subsedarrolladas en contra de EE UU y sus aliados, ocultos esta vez en nuevos disfraces, como “el sur global” en lo geopolítico y BRICS en lo económico. La meta del socialismo mundial que nunca iba a existir ha sido sustituida por la multipolaridad en contra de una uni-polaridad que nunca existió.

Cabe recordar que durante la guerra fría el mundo fue bi-polar (en su expresión norteamericana, “mundo libre versus comunismo”, y en su expresión ruso-china- “socialismo versus capitalismo”). Después del cisma chino, fue tri-polar. Las revoluciones anticomunistas de 1989-1990 devolvieron al mundo a una bi-polaridad expresada en dos economías capitalistas: la del capitalismo liberal euro-norteamericano y sus ramificaciones sudasiáticas, y la del capitalismo estatal, encabezado por China.

Actualmente el proyecto chino apunta a reconstruir una bi-polaridad donde naturalmente China ocuparía un lugar dominante, partiendo desde su poderosa economía, hasta llegar a influir en los países más pobres de la tierra (casi todos gobernados por dictaduras) a fin de controlar las instituciones mundiales, no solo económicas (Banco Mundial) sino también políticas, incluyendo dentro de estas a la propia ONU. No deja de llamar la atención que gran parte de los gobiernos que buscan cobijo económico bajo China, en instituciones aparentemente tecnocráticas como BRICS, han sido sancionados por la ONU por sus constantes violaciones a los derechos humanos.

En el nivel ideológico, las dos naciones hegemónicas en la actual guerra caliente y fría en contra del Occidente político, China y Rusia, encabezan una contraofensiva cultural de carácter global, disfrazada de anti- norteamericanismo, pero dirigida en contra de valores que hoy dan vida al occidente político. Apelando a antiguas teorías occidentales (Spengler y Toymbee, reactualizadas por filósofos neofascistas como el ruso Alexander Dogin) las megadictaduras presentan la lucha en contra de las democracias bajo la forma de anti-occidentalismo cultural. En gran medida se trata de anteponer los supuestos valores sacros del no-Occidente (nunca se definen como Oriente) en contra de lo que ellos llaman decadencia de las formas occidentales de vida, expresadas en el “libertinaje sexual”, en la degradación de las costumbres, y en todo lo que sea producto de las libertades conquistadas durante el periodo de la modernidad euro-americana.

Según Xi Jinping, el ser humano no debe buscar la libertad sino la felicidad, entendiendo por ella lo que decida el PCCH como felicidad. Putin reivindica la ortodoxia cristiana, Orban el catolicismo fundamentalista. Los monjes iraníes y los príncipes petroleros saudíes, la pureza machista de un Islam ideológico. Y así sucesivamente. De una manera u otra, y no es casualidad, las principales potencias anti-occidentales apelan a los fundamentos pre-políticos de las antiguas teocracias en contra de las por ellas vista como perversa democracia occidental. Para el siniestro monje Xiril por ejemplo, el genocidio cometido por el régimen de Putin en Ucrania es un castigo a los infieles, o en sus propias palabras: una cruzada.

En el nivel militar, todos los poderes autocráticos del mundo han definido a la OTAN como el brazo armado del imperialismo norteamericano. En esa definición coinciden los sectores más reaccionarios con los harapientos restos de la izquierda “revolucionaria” occidental que sobrevivió a la gran revolución democrática y antisoviética de Europa del Este de los años 1989-1990.

Para Putin y los putinistas la guerra en contra de Occidente es una respuesta a la expansión de la OTAN, sin mencionar por supuesto que esa expansión fue la consecuencia de otra expansión: la de las democracias, en dos grandes olas europeas: la de Europa del Sur, que arrasó con las dictaduras militares española, portuguesa y griega, y la de Europa del Este, que todavía continúa en países como Ucrania y Georgia. Efectivamente, la expansión de la OTAN no comenzó, venía de antes, y con el fin de las dictaduras comunistas, solo continuó avanzando.

O de otro modo: La OTAN, desde los tiempos de Stalin frente a cuyo imperio surgió, ha vivido en permanente proceso de expansión, pero siempre a la zaga de la expansión de la democracia europea. Si no hubiera sido por la OTAN, Turquía y Grercia habrían sido partes del imperio soviético. Gracias a la protección de la OTAN, la democracia pudo renacer en los países anexados por la URSS. Pero, a la vez, los EE UU no han forzado a ninguna nación a ingresar a la OTAN, aceptando incluso la no incorporación de Ucrania a pedido de la condescendiente UE, contraviniendo las aspiraciones de tres gobiernos ucranianos.

Si Ucrania hubiese ingresado a la OTAN desde los momentos de su independencia (1991) Putin no se habría atrevido a invadirla. Los hechos hablan por sí solos: así como la OTAN nunca ha atacado a una nación europea, Putin no se ha atrevido hasta ahora a atacar directamente a ningún país miembro de la OTAN

Frente al nacimiento de la OTAN, como es sabido, surgió el llamado Pacto de Varsovia, destinado a defender al “socialismo” de las agresiones norteamericanas y europeas, aunque solo sirvió para aplastar revoluciones democráticas nacionales como en Alemania (1954) Hungría (1956) y Checoeslovaquia (1968) o, en su defecto, para amenazar a las disidencias de Europa del este, como ocurrió en Polonia.

LA GRAN COALICIÓN ANTI-DEMOCRÁTICA MUNDIAL

Hoy las naciones anti-democráticas del mundo no se han dotado de un pacto “a la Varsovia”, pero es evidente que existe una intensa cooperación militar entre cuatro dictaduras atómicas: China, Corea del Norte, Rusia e Irán. En estos mismos momentos, Rusia y China buscan, bajo el pretexto de la ampliación comercial, y contando con el visto bueno de gobiernos irresponsables (y económicamente dependientes de China, como el del brasileño Lula), una mayor relación militar con las dictaduras africanas. Rusia e Irán mantienen además, no solo relaciones económicas sino también militares con regímenes anti-democráticos de América Latina, entre ellos Cuba, Nicaragua y Venezuela.

En términos directos: Occidente enfrenta no tanto a una expansión económica de Rusia y China sino -diríamos, antes que nada- una expansión militar proveniente en estos momentos de la Rusia de Putin y apoyada con poca discreción por la China de Xi Jinping. Todo eso significa que la OTAN, nacida como alianza atlántica, se verá obligada, más temprano que tarde, a asumir nuevas configuraciones geoestratégicas, más allá del espacio originario, construido para detener la expansión soviética. En palabras simples: frente a una amenaza militar global se requiere de una nueva alianza democrática militar global, la que de hecho existe, aunque de modo extremadamente informal. No está claro cómo y cuáles serán las formas de esa nueva alianza, pero, siguiendo una lógica geográfica, podríamos decir que, si bien la OTAN puede ser el punto originario, servir como modelo, y actuar como base de coordinación, no se trata en ningún caso de una expansión de la OTAN euroamericana, sino de formaciones políticas militarmente defensivas organizadas en espacios geoestratégicos diferentes.

MÁS ALLÁ DE LA OTAN

La OTAN debe seguir cumpliendo sus tareas en el espacio atlántico, de eso no cabe duda. Pero hay otros espacios donde la OTAN no puede ni debe actuar porque simplemente no le corresponde. De eso son conscientes los gobiernos de países democráticos no afiliados a la OTAN. En esa dirección, el acuerdo trilateral de agosto del 2023 firmado por el presidente Joe Biden, el primer ministro japonés Fumio Kishida y el presidente surcoreano Yoon Suk-yeol, adquiere un carácter paradigmático. Hay y habrá más acuerdos similares, entre los EE UU, Australia y Nueva Zelandia. Incluso, si Cuba, Nicaragua, e incluso Venezuela continúan recibiendo apoyo y asesoría militar de las dictaduras rusa, china, e iraní, no está descartada la posibilidad de que los EE UU intensifiquen sus relaciones militares con los gobiernos más democráticos del subcontinente.

Naturalmente, para los representantes de la lumpen-izquierda-global, la presencia de los EE UU en las diferentes configuraciones militares defensivas, constituyen una prueba de la expansión del imperialismo norteamericano. Sin embargo, hay un hecho objetivo: así como China hegemoniza en este momento al bloque antidemocrático mundial en un sentido económico que quiere ser político y militar, el bloque democrático no puede renunciar a la hegemonía militar norteamericana, aunque sea por una simple razón: EE UU es la primera potencia económica y militar del mundo y, por el momento, una nación democrática con la que la mayoría de las naciones democráticas, no solo occidentales, mantienen vínculos históricos de larga data. Por esa razón hay que tener en cuenta otro hecho objetivo: no todas las naciones democráticas tienen los mismos intereses y luego, no todas tienen los mismos enemigos inmediatos. En ese punto no se equivoca Emmanuel Macron. Europa no puede ni debe seguir todos los pasos geoestratégicos que emprendan los gobiernos de los EE UU, más todavía si, como ya sucedió con Bush Jr., esa nación puede llegar a ser gobernada por gobiernos erráticos, como podría ser el de un impredecible Trump o el de un fanático fundamentalista cristiano como De Santis.

Hegemonía, dicho en términos gramscianos, no significa dominación sino primacía. Pero a la vez, si como piensa Macron, Europa requiere de una mayor autonomía geoestratégica de los EE UU, debe al menos cumplir con sus tareas en el plano militar. Probablemente una Europa Unida nunca será una enorme potencia militar, pero debe, por lo menos, llegar a la altura suficiente como para emprender tareas defensivas frente a amenazas como son las que provienen de la Rusia de Putin, sin requerir siempre de la ayuda norteamericana, posibilidad que han comprendido perfectamente los países bálticos, los países escandinavos, Holanda, e incluso la tímida Alemania, al aumentar notablemente los presupuestos destinados a la defensa militar.

Es lamentable decirlo: la paz es un valor supremo, pero precisamente porque lo es, debe ser también, se quiera o no, una paz armada. Eso al menos lo sabían los atenienses, maestros en el arte del pensar, pero también en el de la guerra. Nunca –es un ejemplo- hubo un ser más pacífico que Sócrates. Pero cuando llegó el momento, no vaciló en alistarse en los ejércitos de su amada polis.

Vivimos un instante de la historia muy parecido al que se dio en el mundo griego antiguo, el de la contradicción entre democracias y autocracias –en ese punto Joe Biden tiene razón– lo que no significa por supuesto que las naciones democráticas deben declarar hostilidad a todos los gobiernos no democráticos de la tierra. El desarrollo político de la humanidad es extremadamente desigual y en ese desarrollo las democracias siguen siendo minoría.

Como señaló Alexis de Tockeville en De la Democracia en América, las luchas por las necesidades no llevan necesariamente a la democracia sino, muchas veces –hay tantísimos ejemplos– a regímenes más dictatoriales que los anteriores. Las luchas por las libertades -como ocurrió en Europa del este- son las que pueden llevar a la democracia. El gobierno chino lo ha entendido perfectamente. Después de asegurar un núcleo de semipotencias regionales organizadas económicamente en el BRICS, China se apresta a integrar en ese bloque a naciones pobrísimas a cuyos gobiernos otorgará créditos a bajo interés a cambio de apoyo político en las instituciones mundiales (además de asegurar posesión sobre una enorme cantidad de materias primas). En el área de la política internacional –como la Esparta de ayer– China está demostrando poseer más habilidad que las Atenas de hoy, privilegiando alianzas con naciones en bancarrota, o con democracias muy precarias, a las que los griegos y después los romanos llamaban “pueblos bárbaros”.

La política internacional también es política, y la política hay que hacerla no solo con los que más nos gustan sino –sobre todo– con los que menos nos gustan. Más todavía si se piensa que el sector democrático global tiene muchos más recursos que China o Rusia para atraer hacia sí el apoyo de los habitantes de las naciones rezagadas. Las grandes migraciones de nuestro tiempo, es un ejemplo muy claro, enfilan hacia los centros democráticos, nunca lo harán hacia Moscú o Peking. Muchos solo quieren sobrevivir, y nadie puede criticarlos por eso. Pero también hay quienes se sienten atraídos por la libertad de un mundo donde todas las culturas y religiones pueden convivir; donde existe la posibilidad de decir lo que se piensa; donde el sexo, tanto el biológico como el electivo, no es monopolio de fanáticos entronizados en el poder; donde la vida es un bien y no una maldición.

La libertad de ser lo que se es o se quiere ser, nacida en occidente, es una pandemia muy contaminante. Por lo mismo, la democracia es un enorme capital político. La democracia (o sea la libertad políticamente organizada) es una forma de gobierno, pero es también un modo de vida. Eso lo saben las potencias antidemocráticas. Por eso buscan suprimirla, tanto dentro como fuera de sus naciones.

La paz deberá ser una paz política, así lo pensó Kant en Paz Perpetua. Pero también, mientras la libertad política no sea universal, deberá ser una paz armada. Hay veces en las que los tiranos -Putin es hoy uno de ellos- no entienden ningún otro idioma que no sea el de las balas.

25 de agosto 2023

Polis

https://polisfmires.blogspot.com/2023/08/fernando-mires-paz-armada.html

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Marcos Hernández López

Desde sus comienzos, la revolución bolivariana generó controversias, alineamientos enfrentados y nuevos entusiasmos continentales. El gobierno del comandante Chávez y Maduro transfiguraron la vida normal de la gente, modificando los modos de vida, poniendo a muchos venezolanos en niveles vulnerables.

Hugo Chávez emergió en la escena política venezolana una madrugada del 4 febrero de 1992 con un fallido alzamiento militar. Con ese antecedente histórico / político, con el devenir del tiempo no sorprende que su gobierno haya sido cuestionado desde el comienzo por su falta de apego a las reglas de la democracia. Su voracidad por el poder y su desprecio por las opiniones disidentes lo convirtieron en un líder con fuertes rasgos autoritarios. Pero el comandante eterno murió en 2013. Su delfín, Nicolás Maduro, heredó un gobierno que se viene cerrando cada vez más. Sin el carisma ni el liderazgo de su extinto jefe político ganó sus primeras elecciones presidenciales por una pequeña brecha, resultados muy cuestionados por la oposición, que denunció una larga lista de irregularidades ante el CNE y el mundo democrático.

Años más tarde hizo todo lo posible por torcer las reglas a su favor, no tuvo forma de evitar una segura derrota en los comicios parlamentarios de diciembre 2015. En uno de sus últimos gestos democrático de su gobierno, reconoció la victoria de sus adversarios. Sin embargo, no soportó que la oposición controlara con una mayoría calificada la Asamblea Nacional (AN). Su ofensiva para terminar con la democracia en Venezuela comenzó marzo 2016, con decisiones puntuales de control político por parte del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

Nicolas Maduro para avanzar en su ajedrez político construyó una ANC, todo un traje a su medida para legitimar lo inconstitucional. Además, activa sigilosamente amenazas políticas, estas germinan en un tipo de violencias visibles e invisibles, algunas prácticas difíciles de ver a simple vista, ya que son las propias estructuras psíquicas de las personas las que las hacen frágiles.

Ahora bien, lo que no razona o no quiere razonar Maduro, que lo graves está en que la mayoría de venezolanos tienen serias dudas de sus cotidianas narrativas; en nuestros estudios de opinión publica se revela 85,5% de los venezolanos culpa directamente a Nicolas como responsable de la aguda crisis económica que transita el país.

Ante tanta ineficiencia la gente muchas veces sale a las calles; no obstante, protestar en Venezuela hoy día, es considerado traición a la patria, la histórica consigna gubernamental aún mantiene una vigencia en su práctica “no importa que se pase hambre, lo significativo es mantener la revolución cueste lo que cueste”. La amenaza, la violencia y el miedo gravitan sobre la conciencia y la conducta de todos los venezolanos.

En nuestro país, existe una violencia estratégica, el régimen es supra, amenaza, por encima del derecho y de las leyes, siempre apuntalado en la violencia estratégica. La agresión al adversario ya es práctica gubernamental común: los vejámenes a los dirigentes políticos detenidos en varios estados del país por protestar contra de Maduro, la tortura psicológica hacia los presos político, las diversas violaciones a los derechos humanos, las continuas amenazas hacia el pueblo de “infidelidad” electoral hacia el Socialismo Siglo XXI, la negación – juegos de hambre – de los CLAP a los que no apoyan el proyecto revolucionario, el carnet de la patria y los bonos, son todos un verdadero chantaje.

Nicolás perdió la calle, la popularidad, de acuerdo a nuestros números, está un poco por encima de 13,1% puntos, se perdió la magia revolucionaria que los atornillo durante 23 años en el poder central, emergió el desamor hacia un proyecto político que ilusiono pero no concreto los sueños de los que aspiraban un mejor país, es casi imposible llegar al final de una gestión con una opinión nacional en contra, el tiempo se le agotó a la Socialismo del siglo XXI, la revolución sufre un desgaste sistemático, sólo queda el delirio de mantener una revolución a la fuerza… insisten en continuar ganando en minoría, cueste lo que cueste… El futuro de Venezuela es incierto, pero el rechazo masivo del pueblo de Venezuela al Socialismo del Siglo XXI, es contundente; el 85% de los venezolanos quieren cambio.

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25 de agosto 2023

La Patilla

https://www.lapatilla.com/2023/08/25/marcos-hernandez-lopez-se-acabo-la-...

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