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Benjamín Tripier

Análisis de Entorno: ¿Es el “dehechismo” la nueva manera de transformar?

Benjamín Tripier

Entre la libre circulación del dólar, el cierre de la brecha cambiaria, la liberación del sistema de precios de referencia, la inclinación hacia el mercado de capitales, la disminución en los controles de la economía, y el estímulo al cestaticket por encima del salario, son señales transformacionales que muestran un sentido de dirección económica, por parte de la revolución, que va hacia más hacia el mercado, y sostiene menos los postulados del Plan de la Patria.

Si bien es entendible que lo de permitir la circulación del dólar fue una estrategia reactiva y defensiva, en un momento crítico, también es cierto que la eliminación de la Ley de Ilícitos Cambiarios fue una decisión consciente de que se iba a cambiar el sentido que se llevaba, atacando las bases en las que se había sustentado la revolución: estaban comenzando una nueva etapa que he dado en llamar el neochavismo y que nos iba a llevar, al menos, hasta donde hemos llegado, al día de hoy.

Si la idea inicial era mantenerse en el tiempo con la espada de Damocles de la inseguridad de si esto continuaba o si se retrocedía al Plan de la Patria, entonces sí se trató de un error de cálculo. Porque lo que ocurrió hasta ahora, desde la eliminación de la Ley de Ilícitos Cambiarios, fue una suma de cortos plazos, siempre esperando una señal de fondo, que confirmara que el camino andado era también el que venía por delante.

Pero no ocurrió. Y vino el primer golpe de realidad con el IGTF (Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras), que en realidad era un impuesto al dólar, que mostraba la fuerte intención de sostener al bolívar como moneda, cuando estaba (y está) claro que ya había perdido los atributos básicos de servir para transar, de ser referencia de precios, y de ser reserva de valor… lo cual quiere decir, que se pueda ahorrar en bolívares. Porque una moneda es tal, no solo porque las leyes de la República así lo indiquen, sino, principalmente, porque es la preferida a la hora de transar, de invertir y de ahorrar. Y eso no pasa, ni pasará.

No hay que olvidar que el costo de mantener al bolívar como moneda forzosa, se refleja en los tipos de cambio diferenciados (aunque hay que reconocer que con una brecha baja y manejable), en la inflación y en el costo transaccional al tener que pasar desde la moneda real, hasta la moneda nominal, y viceversa, cada vez que se hace una transacción en bolívares basados en las cuentas convenio, y cada vez que se quiere obtener bolívares desde la tenencia de dólares en efectivo.

En definitiva, el costo de mantener esta situación “de hecho” es uno de los contribuyentes más duros a la inflación, y es esencialmente monetario / operacional.

Cuando el gobierno se refirió a la desdolarización la semana pasada, si bien lo hizo en un contexto internacional y teniendo como referencia las iniciativas monetarias de los Brics y lo del Banco del Sur, al hacerlo en una Venezuela estancada y en busca de señales para volver a la actividad, extendió, implícitamente, el concepto a nuestra economía interna, la cual está dolarizada de hecho, aunque aún no de derecho. Y generó confusión, que aumentó la desconfianza.

El camino a la dolarización formal es largo y complejo, y estamos muy, pero muy lejos de lograrlo, más que nada porque tenemos rotas las relaciones con el dueño de la moneda, para quien, además, somos una amenaza, tenemos una deuda externa muy grande (de casi tres veces nuestro magro PBI que está entre 50 mil y 70 mil millones de dólares, según la fuente y el momento que se tome), no tenemos acceso al crédito, ni comercial ni multilateral, y nuestro comercio, base de cualquier proyecto de dolarización formal, está estancado, y, nuevamente dependiendo del petróleo.

Pero, mientras tanto, aquí, dentro de nuestra burbuja, el dólar en efectivo en billetes usados de baja denominación, sin preguntar mucho sobre su procedencia, se ha convertido en la moneda de preferencia para transar desde un caramelo hasta una maquinaria o un apartamento; es la referencia de todos, absolutamente todos, los precios de la economía. Le llamo el “dólar venezolano” porque tiene valor y alcance aquí adentro, entre nosotros; y tal es así, que ha sufrido el impacto de la inflación interna, de tener en la actualidad la capacidad de poder comprar con 800 dólares, lo que, en 2019, se compraba con 100 dólares.

La reacción de permitir solo la libre circulación, nos trajo hasta el tercer trimestre de 2022, momento en el que la misma economía ya requería de pasos más profundos de descompresión, porque, desde 2018 se había comenzado a notar una cierta normalización de las variables económicas, con una incipiente generación de confianza, principalmente sustentada en la zanahoria de flexibilización de controles y circulación del dólar.

Pero no pasó… y se comenzó a crear una sensación de incertidumbre que afectó la confianza. Y el circuito de importación-consumo se afectó; con la formación de inventarios primero, con la interrupción de las importaciones, después; y con el cierre de los locales y la gente sin empleo, como conclusión. Lo cual impactó negativamente sobre la oferta de bienes y servicios; y, a partir de allí, cualquier nivel de demanda, por pequeña en que se haya convertido, volvió a superar, y cada vez más, a los niveles de oferta, despertando los aires dormidos de una espiral inflacionaria, al borde de la cual nos encontramos hoy en día.

Para salir de este estancamiento es necesario confirmar formalmente los pasos dados hasta ahora, y legalizar el uso de otras monedas (entre las que debería estar el dólar), de forma tal que el sistema financiero, banca y mercado de valores, puedan compensar en dólares y así, bancarizar los flujos en efectivo, y bajar sustancialmente los costos de transacción.

El “dehechismo” (permitir las cosas solo “de hecho”) se sustenta principalmente en la confianza de los actores económicos; la cual, a su vez, se pierde en la medida en que las señales se vuelven confusas y ya no están seguros de para dónde es que va la economía.

Político

Si bien el escenario inercial es el que se impone en todos los análisis político electorales, no hay que perder de vista que existen fuerzas que están actuando para producir un cambio. Están las fuerzas de la oposición, que están haciendo un esfuerzo importante para organizarse, y también están las fuerzas del chavismo que buscan un cambio en la dirigencia.

Pero los actores mencionados, no tienen la fuerza necesaria que sí tiene del Departamento de Estado de EE UU, que entiende que no es aceptable que repitan las mismas figuras, pero que sí podrían aceptar una victoria del chavismo, pero con una figura diferente como candidato. Claro que siempre y cuando el proceso electoral, antes, durante y después, cumpla con los requisitos básicos de transparencia, y de procedimientos, siguiendo el informe de la UE, como resultado de la última elección.

Informalmente, en EE UU dicen que, si no cambiaran las cosas, hay una alta probabilidad de que las sanciones se incrementen con el consiguiente impacto sobre la sociedad, la cual cada vez entiende menos por qué es que hay que pagar un precio tan alto por mantener una ideología que cada vez tiene menos seguidores.

Por eso la presión desde la oposición, y desde áreas del chavismo, de buscar una renovación democrática. Y que, si esto no fuera posible, y ante el descontento resultante, al gobierno no le quedaría otra opción que radicalizarse para poder sostener esa posición.

También es muy fácil entender que, si el actual gobierno dejara de serlo, se encontraría en un estado de vulnerabilidad que podría poner en riesgo su patrimonio, su libertad y hasta su vida. Lo cual es una razón suficientemente fuerte como para sostener el escenario inercial, de continuidad.

El anunciado adelanto de elecciones presidenciales para este año 2023 entraría en ese campo de sostener la continuidad, porque les pondría un freno a las pretensiones internas, y agarraría fuera de base a los opositores aun tratando de construir su esquema de primarias. Claro que esa opción, casi aseguraría la continuidad de las sanciones y el endurecimiento de la posición de EE UU frente a Venezuela.

Más que nada porque al entrar EE UU en campaña, ninguno de los dos partidos ofrecería el flanco débil que pudiera significar alivianar la dureza bipartidista que tienen las sanciones. De hecho, imponer más sanciones les pagaría electoralmente más a los demócratas que quedarse callados e ignorar el tema Venezuela.

El actor más importante en Venezuela, además del gobierno del chavismo, es el gobierno de EE UU… el resto, puede ser mucho movimiento, pero incapaz de “mover el amperímetro” político y de toma de decisiones. Esos son los dos actores que hay que mirar con atención y detenimiento… lo que dicen y lo que callan… lo que se ve y lo que no se ve.

Social

Una de las condiciones económicas estructurales que deberían ser revisadas en Venezuela es el paquete de leyes laborales que no reconocen la productividad y el esfuerzo individual como mecanismo de remuneración.

Parecido a las mediciones en las notas en los sistemas públicos de educación, que tienden a proteger al “flojo”, o al que no estudia ni trabaja, según se trate. Y más en el caso de la administración pública que se convierte en un empleo vitalicio.

Pero, así como la dolarización en Venezuela se ha ido dando “de hecho”, en el campo laboral está ocurriendo algo similar, con las últimas medidas de privilegiar los pagos extra salario, y dejar casi congelados los salarios.

Porque los salarios terminan siendo tan bajos que se convierten en una oportunidad de salida para aquellos que no pueden demostrar actividad productiva, que es la que se remunera fuera de la nómina. Si no se trabaja bien, y con sueldo congelado, entonces la retribución complementaria, no será atractiva.

Tenemos que estar atentos, porque la transformación que está ocurriendo silenciosamente, se vuelve vulnerable frente a los defensores de beneficios laborales así no haya negocios y la empresa esté trabajando a muy baja capacidad, y así la persona no trabaje bien y su rendimiento sea muy bajo.

Por lo anterior es que el “dehechismo” en los diferentes ámbitos donde está ocurriendo, no puede seguir extendiéndose, y en algún momento, más pronto que tarde, el gobierno deberá tomar una posición formal sobre el sentido de dirección de la economía.

No olvidar que la economía se conoce como la ciencia de las expectativas… y cuando estas no son buenas o creíbles, pasa lo que nos está pasando, que volvimos a estancarnos y estamos al borde de retornar a niveles altos de inflación con recesión… y eso, ya sabemos que no nos gusta, porque la pasamos mal.

Económico

La deuda externa de Venezuela, representada por bonos soberanos y de Pdvsa, más algunas promissory notes de Pdvsa, alcanza un monto de 60 mil millones de dólares. El default de esa deuda en agosto de 2017, suspendió los pagos de capital e intereses (cupones) desde entonces, entrando en una categoría que los excluye de los mercados formales de deuda.

Aquí consideramos solo el componente de bonos, y no estamos contando otros componentes de deuda externa producto de juicios en contra, del Ciadi u otras demandas independientes, así como tampoco aquellas contraídas con organismos multilaterales.

Y comienza a correr el llamado statute of limitatios que, en las cortes de Nueva York, es a los 6 años del último impago, de principal o de intereses. Por lo que, entre octubre y noviembre comienzan a vencerse los plazos, para perder el derecho a demandar por la cobranza. Y pese a la voluntad manifestada por el gobierno de Venezuela y por Pdvsa de extender unilateralmente el período de prescripción (tolling agreement), al no ser reconocidos por las cortes de Nueva York, cuya circunscripción fue la elegida para la emisión de los bonos, en realidad no tuvieron efecto, y los plazos continúan inalterados.

Lo anterior significa que, una vez prescripto el derecho a demandar, ya resultará difícil pensar en la recuperación del valor del bono. No porque se piense que se pueda cobrar alguna vez, sino porque podría ser parte de un proceso de negociación vía la figura del debt for equity swap que permita ser accionista o adquirir participación en algunos bienes y empresas del estado que se decida pasar a manos privadas. Pagando la participación con los bonos a una tasa superior que la del mercado; que hoy, dependiendo de cada bono y del emisor del que se trate, va desde 3% a 9% del valor nominal del bono. En un proceso de debt for equity se podría llegar hasta 50% de recuperación.

Un ejemplo interesante es el de la privatización de Entel en Argentina en los años 90, donde los socios fueron Telefónica de España como socio tecnológico/ operador, y Citi Bank aportando los bonos de deuda que tenía en cartera. En ese caso, luego de varios años de operación de la empresa ya privatizada, arrojando ganancias y pagando dividendos, los bonos fueron recuperados a 100% y se recuperaron hasta los intereses caídos. La cual, hasta el momento de su privatización había generado pérdidas en forma continua.

Internacional

La guerra aún no declarada formalmente entre Rusia y Ucrania, debe ser apreciada en términos del corto y del largo plazo. Para así poder medir con mayor claridad el impacto que ya está teniendo, y que podrá tener en el futuro sobre nuestro caso venezolano.

A corto plazo, nuestra inserción política en el ámbito de influencia de Rusia, nos coloca en una situación compleja, pues estamos, indiscutiblemente, y geográficamente hablando, en el ámbito geopolítico de EE UU. El elemento energético, como uno de los valores fuertes de Venezuela, pierde fuerza en el corto plazo, pues el mundo se la está arreglando muy bien sin nosotros; y lo poco que estamos produciendo, va hacia EEUU como generador de flujo de caja, y China que recibe sus embarques a cuenta de pagos de deuda.

Ya estamos notando que la relación con Rusia fue perdiendo fluidez, la de China, ya hace tiempo quedó circunscripta a temas específicos, y la de Irán, la tercera pata de nuestros apoyos, también se ha visto disminuida. Es de recordar que con una cierta frecuencia llegaban tanqueros iraníes trayendo combustible para suplir a nuestras estaciones de servicio, y trayendo componentes tanto para la producción petrolera como para las refinerías. Bueno… eso está disminuyendo rápidamente.

De allí la preeminencia del escenario político inercial, debido a la baja en la relevancia internacional que estamos teniendo, especialmente en tiempos de campaña presidencial en EE UU.

Pero cuando hablamos del largo plazo, ya el tema cambia, y el escenario político inercial, ya no se sostiene. Porque para ese momento, cuando sea que el escenario mundial así lo indique, y pueda colocarse en un calendario, ya debe estar clara la división mundial que coloca a Irán, China y Rusia como enemigos (según la última reunión del G7 el enemigo estratégico es China), y la necesidad de combustible, petróleo y gas no asociado, van a ponernos nuevamente en el centro de importancia, porque se repetirá el tema de los ejércitos en operación, que van consumiendo recursos a medida que avanzan. Y nuestros recursos están en la línea de avance en el conflicto global que todo indica será el devenir que se está formando desde ahora. Para la región hay que tener en cuenta la frecuencia de viajes y visitas de la general laura Richardson, jefe del comando sur de EE UU, comom preparando ahora, el campo de acción del futuro.

Las brisas y vientos del corto plazo, son las tormentas y los huracanes del largo plazo.

Recomendación

  • Al gobierno: que legalice el uso del dólar y traspase al sector privado las empresas del Estado. Poniendo énfasis y prioridades, y buscando masa crítica. Lo primero debería ser el sector eléctrico y lanzar una estrategia de “desintoxicación” de las empresas de cara a las sanciones de EE UU, y considerando el ya mencionado debt equity swap por la deuda de bonos soberanos y de Pdvsa. Debería explicitar una estrategia, elaborar los pliegos y preparar un data room, de forma tal de presentar la arquitectura financiera y de resultados que se pretende lograr. Y todo esto, hacerlo a través del Mercado de Valores.
  • A la dirigencia opositora: que se prepare para un adelanto de elecciones, y que abra algún tipo de alternativa a las primarias que hoy se ven seriamente comprometidas. No solo por los plazos generosos que se dieron, sino por la no participación de los candidatos que las encuestas muestran como relevantes. Tal vez, la posibilidad del adelanto de elecciones, pueda inducir a una mayor carga de requisitos para las primarias, así como una opción de adelanto para que ocurran en los siguientes dos meses. De forma tal que, para el momento de votar, se presente el resultante de la primaria (que todo indica que no será muy representativo) más los que se lancen por su cuenta; y la base opositora, que es muy grande y que tiene claro por quien no votar, pues le asigne todo el peso del voto a ese o esa candidata por quien sí quiere votar. Por el momento, el voto más claro se lo llevará la abstención.
  • A la dirigencia empresarial: que promuevan facilidades de negociación entre empresas, buscando esquemas de cooperación, con el propósito de optimizar costos en la cadena logística y de suministros, así como optimizar el perfil de ataque al mercado, considerando cada vez más, estrategias hacia la base de la pirámide. Para cualquier mecanismo de fusiones o adquisiciones, el mercado de capitales es el mecanismo más idóneo, transparente, directo y de menor costo. Lo peor que podemos hacer, es no hacer nada al respecto.
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Análisis de entorno: El riesgo de la opción de “desdolarizar”

Benjamín Tripier

El mercado por sí solo podría arreglar y ordenar la economía, solo si estuviéramos en una situación ideal de reglas de juego claras y estables. Que no es nuestro caso en Venezuela, que no terminó siendo ni una economía de mercado propiamente dicha, ni una economía totalmente estatizada… también propiamente dicha.

Se usó como referencia el modelo chino, de “un país, dos sistemas” perdiendo de vista que no somos chinos. No solo por la abismal diferencia cultural, sino porque nuestra infraestructura económica está muy deteriorada, y solo nos queda la capa comercial/ transaccional que es la que hemos explotado el año pasado, y que se agotó, como era de esperarse. Todo fue muy superficial y con muy baja sustentabilidad.

Pese a la prédica (que personalmente sostuve) de usar ese impulso para profundizar esa actividad y llevarla a niveles de mayor utilización de capacidad instalada de planta (que también, por cierto, algo se logró), no se hizo y, así como creció como la espuma, también se desinfló como la espuma.

Porque lo que realmente ocurrió fue una estrategia defensiva de dejar que las cosas ocurran, liberando las opciones (aunque no totalmente) y ver un poco qué pasaba. Y, como era natural, como la moneda de hecho era el dólar, pues se dolarizó la economía y se produjo una mezcla de situaciones donde el cliente pagaba con un billete de dólar y el comerciante le daba el vuelto en bolívares con pago móvil. Todas soluciones ad hoc, resultantes de pruebas y error que comenzaron sin vueltos en dinero sino en chicles y chocolates. Como ya era costumbre aplicamos la de “como vaya viniendo, vamos viendo” … y así nos va.

Y claro… la cantidad de dólares en la economía no eran tantos, y los bolívares tampoco, por lo que llegamos a un punto en el que, sin crédito, la economía comenzó a frenarse, trayéndonos a dónde estamos ahora, con un deslizamiento fuerte hacia la recesión… con inflación… porque, pese a la falta de medios para pagar y consumir, esa demanda, por pequeña y limitada que fuera, siempre superaba a la oferta, construyendo la inflación estructural, por falta de oferta.

Que también se disimuló con la apertura de las importaciones produciendo una sensación de bienestar; porque la falta de oferta producida nacionalmente, fue sustituida por oferta importada de bienes y servicios, tratando de ponerse a la altura de la capacidad de demanda. Es lo que yo llamaba la capa superficial de la economía, comercial, transaccional de última milla, que hacía que se importara, se vendiera y se volviera a importar. Pero, como la capacidad de demanda era limitada, cada vuelta del ciclo de importación y venta, era menor; hasta que llegamos a acumular inventarios primero, importar menos después, achicar o cerrar locales, y regresar finalmente a nuestro estado natural.

Entonces el tema es si vamos a terminar de desregular o no vamos a hacerlo. Porque el interregno en el que nos encontramos es realmente perjudicial. Hoy, a diferencia del pasado donde mal que mal podíamos saber qué estaba pasado y cuáles podían ser los futuros posibles, realmente, hay incertidumbre.Político

El gobierno, desde las gradas, observa como la oposición va desplegando su juego de cara a unas primarias primero, y unas presidenciales después. Mira el juego e interviene con un toque aquí y otro allá, como factores de corrección, de forma tal de mantener las expectativas dentro de un rango que no sea amenazante para el esquema de poder imperante, total y absolutamente en manos del chavismo. Sin un solo resquicio fuera de su ámbito de control.

Adicionalmente, desde la tribuna, también puede decidir –y de hecho lo hace- los tiempos, y el tamaño de la cancha. Así como puede cambiar las reglas, eliminando algunas y colocando otras nuevas, y definiendo quién juega y quién no, así como generando referencias duras y comprobables, para desalentar al votante opositor. Porque dentro del control absoluto, hay que contar al CNE, poder del Estado, árbitro electoral y proveedor de los sistemas de votación electrónica, también bajo su control.

Entonces, la estrategia opositora, tiene un primer propósito que es el de ordenarse internamente, y un segundo que es intentar buscar un cambio en el poder jugando en la cancha que les mencionaba más arriba.

Para lograr el primer propósito, tendrán que tener mayor sensibilidad política y social, porque, tal como van las cosas, parece un juego de tronos (que aún no tienen) sin contar con las bases y creyendo que con solo las primarias todo estará resuelto. Y resulta que hay tanta disparidad de criterios entre los dirigentes, y tanta desconfianza en las bases, que difícilmente lograrán un resultado representativo y que cuente con apoyo popular. Todo anticipa tanta o más abstención que en el pasado… para beneficio del gobierno que cuenta con un núcleo duro del orden de los 3 millones de votos; mientras que en el registro electoral hay más de 4 millones de inscritos que hoy están fuera del país… y que son mayormente opositores.

Escucho a analistas y politólogos, principalmente opositores, hablar de rescatar la institución del voto, como si allí estuviera el problema. Y no está allí, porque para el venezolano, la dinámica y el hecho de votar son características que lo definen, y que no se pierden… es como “andar en bicicleta” … rápidamente pueden volver a hacerlo sin tanto análisis ni presión.

Porque el verdadero problema está en la desconfianza que tienen las bases sobre sus dirigentes, los consideran oportunistas y acomodaticios, que no se solidarizan con la tragedia social que viven 21 millones de venezolanos y que solo se preocupan por sus relaciones con el poder… con el actual para sobrellevar lo que vivimos, y con el futuro, que, a este paso, difícilmente recuperen.

Si hubiera algún dirigente opositor que hiciera la diferencia, no le quepa a nadie la menor duda de que la gente tomaría el riesgo de salir a votar… porque creen en el voto y saben cómo se hace… lo que falta es: por quién votar.

No olviden que siempre podemos estar “Guatepeor”.

Social

No debemos perder de vista que la pobreza no puede ni debe ser ocultada. Debería ser parte del discurso diario del gobierno, y una parte importante de la inversión social de las empresas. Estamos hablando de al menos 21 millones de personas que están fuera de la actividad económica y que solo subsisten por las ayudas que aun proporciona el estado, las ONG que trabajan en forma incansable, los limitados programas de responsabilidad social de las empresas, y lo poco que puedan conseguir en la calle, ya sea caridad ya sea limosna. Ya sea algún trabajo eventual y puntual que puedan conseguir, y, en extremo, pero más frecuente y visible cada vez, la búsqueda en la basura de aquellos que pueden desechar algo.

Según estadísticas recientes, la pobreza en Venezuela sigue siendo un problema crítico en 2023, donde la mayoría de la población aún vive en la pobreza, con más de 53% viviendo por debajo de la línea de pobreza extrema, siendo la inflación alta y persistente la razón principal de la alta clasificación del país en el índice de miseria. Si no hay cambios significativos en las políticas públicas y programas sociales, muchos venezolanos seguirán careciendo de las herramientas necesarias para acceder al crecimiento económico cuando este sea posible. Para ayudar a aliviar la crisis de pobreza en Venezuela, el gobierno debe priorizar la implementación de políticas públicas y programas sociales efectivos que aborden las causas profundas de la pobreza.

Lo que sí está claro es que las estrategias de atención a la pobreza, desde lo público y desde lo privado, no pueden aplicarse con el criterio de perpetuar la pobreza. No puede ser un enfoque de que se mejoren algunos ángulos, pero que el pobre siga siendo pobre.

Por el contrario, la única manera de sacar efectivamente gente de la pobreza en con un aumento en la actividad económica siguiendo una ecuación que vengo impulsando desde hace varios años, que es que, por cada punto del PIB que se recupere, debe bajarse, al menos, un cuarto de punto de pobreza.

Entonces, la mejor estrategia contra la pobreza, es buscar la reactivación económica en términos reales y concretos, no con manejos en el velo monetario, sino dirigiéndonos a la economía real, capaz de generar empleos sólidos que sirvan para la planificación del futuro de las familias, como base de nuestra sociedad.

Porque ya tuvimos la oportunidad de ver cómo, si el aumento de la actividad se da solo en la capa transaccional, absorbe rápidamente parqueros, mesoneros, cocineros, dependientes de atención al público, y en general todo los relacionado con esa capa; los cuales, al explotar la burbuja, cierran de un día para otro, y toda esa gente queda en la calle. Gracias a Dios por ese pequeño espacio de oportunidad que pudieron aprovechar algunos… pero que tristeza que haya durado tan poco, y que solo haya ocurrido en la superficie, casi sin anclaje en la economía permanente.

Económico

El tema de la semana parece ser la “desdolarización”… o sea, me imagino, desandar el camino andado. Yo les comentaba sobre la pulseada entre el mercado, supuestamente impulsado por el neo chavismo, y el regreso al Plan de la Patria del chavismo clásico, si es que algo así existe.

El uso de una moneda local, que se apoya en otra moneda de reserva, requiere de un manejo técnico de la economía monetaria muy especializado, y, principalmente desideologizado. Algo que en los últimos años ha estado ausente, no solo por la cantidad de “inventos” fantasiosos que no funcionaron, sino por la ausencia de profesionales formados en esa materia; no me refiero a las bases de las instituciones, sino a los tomadores de decisiones quienes, no solo no tienen los estudios requeridos para tomar las decisiones que toman, sino que se basaron en la gigantesca red de protección que significó el inmenso ingreso petrolero, que iba absorbiendo los costos de los errores de política, tal como el famoso uso de las “reservas excedentarias”.

Jugando con el dinero de los demás, porque si hubiera sido el propio, hace tiempo que hubieran quebrado… o peor, porque el abuso de endeudamiento, hubiera llevado a los accionistas a la cárcel.

La introducción anterior es para poner en contexto la necesidad de hacer un corte y evaluar la situación monetaria tal como está, sin preguntarnos mucho cómo es que llegamos hasta aquí, que podríamos decir que fue en forma reactiva y como resultado de la homeostasis que hace que los seres vivos vayan buscando adaptarse y mimetizarse a las condiciones que el entorno les va presentado.

Porque la preocupación es la lectura ideológica de abandonar el dólar, por ser imperialista, como un salto al vacío; porque saliendo del dólar, no tenemos a dónde aterrizar… no tenemos una moneda de llegada. Porque a la nuestra ya la perdimos hace tiempo, y solo sería “recuperable” si nuestra economía volviera a remontar la cuesta que descendimos desde el 2014, y que todo indica que, después de una meseta de más o menos un año, pareciera que seguiremos descendiéndola un poco más.

Y logramos salir del problema inclinándonos al mercado y permitiendo que el dólar circulara, y los precios se formaran razonablemente bien… claro… era sencillo: costo de importación + ganancia = precio. Y, aún así, volvimos a caer en una situación borderliner a la que supimos tener. Entonces, si ya agotamos las opciones anteriores, cuáles opciones nos quedan para evitar caer en lo mismo de antes.

Necesariamente deberían formalizar el uso del dólar, declarándolo (tal vez junto con otras monedas para que no se note tanto) de curso legal, conviviendo con el bolívar, y evitando el juego macabro del arbitraje cambiario y la especulación tributaria. Y como nuestro problema estructural sigue siendo la falta de oferta de bienes y servicios, traspasar al sector privado toda entidad empresarial que hoy esté en manos del Estado, para que sea mejor gerenciada.

Una estrategia de privatización que permita el rescate de las empresas rescatables, y el cierre y liquidación de las que no sean viables… y terminar con el tema de las empresas “eternas sobrevivientes” que tanto daño nos están haciendo.

Porque la red de seguridad de los ingresos petroleros que nos “protegía” de los errores, ya no está más, y no volverá en muchos, pero muchos años.

Si “desdolarizamos” (cualquier cosa que eso signifique) el golpe será tan fuerte que la escasez de 2017 será un recuerdo agradable.

Internacional

La interrelación de Venezuela con el exterior está asociada al ángulo de análisis que se tome en cada caso. Cuando se habla de la crisis política y económica, tiene impacto directo sobre el resto de la región, especialmente sobre nuestros vecinos directos, así como sobre la cadena de proveedores y clientes que supimos tener; principalmente clientes, y proveedores de gobierno a través del petróleo. Y la deuda externa, bonos, Ciadi, recadi y otros.

En cuanto a lo político, la época de oro exportando la revolución, ya pasó, pues era una exportación de un intangible impulsada por los tangibles de préstamos a fondo perdido, de regalos y de acuerdos en los que siempre Venezuela quedaba mal parada. Pero eso ya pasó, y solo unos pocos reaccionarios locales en cada país se aferran al tema, pues los resultados negativos, que están a la vista para cualquiera que viva en Venezuela o que sepa lo que ocurre, hablan por sí solos, y más bien buscan desvincularse; porque no somos un buen ejemplo.

Lo anterior lleva a otro de los elementos a través de los cuales se nos percibe desde afuera, que es la polarización política, que supo ser muy fuerte en las épocas en las que el chavismo superaba el 60% de las preferencias, y que en la actualidad se encuentra entre el 15 y el 20%, según la pregunta que se haga, y la encuestadora que la haga. Y esa diferencia de pesos, se compensó con un poder interno muy fuerte que hace que ya no se nos perciba como el “empate catastrófico” del pasado, sino por un desbalance que, en algún momento, tenderá a enderezarse.

Pero tal vez el tema que ha ido adquiriendo mayor relevancia internacional es el de la migración masiva de venezolanos a otros países de la región y más allá, ha sido un tema importante en la percepción externa de Venezuela. Muchos venezolanos han buscado refugio y mejores oportunidades en países vecinos y más lejanos, lo que ha llevado a desafíos humanitarios y ha generado preocupación en algunos países receptores.

Y cuando desde afuera se preguntan las causas de esa estampida de gente, la respuesta está en lo que desde afuera se reconoce como una crisis humanitaria, con informes de escasez de alimentos, medicinas y servicios básicos. Esto ha llevado a que la comunidad internacional esté involucrada en la prestación de asistencia humanitaria y ha generado debates sobre cómo abordar esta situación.

Siempre es bueno mantener presente la perspectiva externa, pues, para los que vivimos adentro, a veces, la realidad se analiza y explica en razones de nuestro natural instinto de supervivencia, que tiende a distorsionarla y acomodarla.

Entre las cosas que ocurren ”afuera”, está la disolución del Congreso de Ecuador por parte del presidente Lasso, los rumores de choque político del presidente Petro, el aislamiento casi irreversible del presidente Fernández en Argentina, la pérdida de espacio político del presidente Boric en Chile, y la insistencia del presidente de México AMLO, de no reconocer a la presidente del Perú.

El otro tema, es la mediación del Vaticano para la paz entre Rusia y Ucrania. Es difícil lograr algo grande sin la devolución previa de los territorios invadidos. Pero lo que sí, seguro pueden lograr en conjunto con la Iglesia Ortodoxa Rusa, es alivianar las condiciones de trato a civiles y a prisioneros, y considerar en forma especial el trato a los niños. Aun en plena guerra, hay espacios para la humanidad que pueden aportar las iglesias… ojalá logren algo.

Recomendación

  • Al gobierno: que presente un plan económico de alto nivel estableciendo un sentido de dirección que permita a los actores económicos comenzar a trabajar para hacer que las cosas ocurran. No solo a los actores locales, sino también a aquellos extranjeros (non US person) que identifiquen oportunidades. Para que lo anterior funcione, como mínimo, debería legalizarse el uso del dólar y traspasar al sector privado las empresas del Wstado. Y esto último, hacerlo a través del Mercado de Valores.
  • A la dirigencia opositora: que trabaje en la forma de llevar a cabo las elecciones de 2024, restaurando la confianza en el CNE (con los ajustes que de común acuerdo puedan manejar), y asegurando la posibilidad de que los venezolanos en el exterior puedan votar. El resto no es tan relevante, pues todo venezolano sabe votar, y tiene claro a quien le gustaría votar. El tema es si ese(a) candidato(a) llegará a participar en las verdaderas elecciones, si no hay reglas claras y transparentes, que incluyan los dos elementos mencionados, repetiremos la profecía auto cumplida, no habrá reconocimiento internacional, y las sanciones no se levantarán.
  • A la dirigencia empresarial: que se prepare para una nueva etapa recesiva, la cual podrá durar mucho o poco, dependiendo de la claridad de las reglas de juego que marque el gobierno, si será mercado o si serán controles. En todo caso, hay que buscar optimizar la cadena logística y de suministros, para llevar los costos a un nivel tecnológicamente aceptable. Y mirar al mercado con detenimiento para tratar de alinearse con las verdaderas posibilidades del consumo. Siempre teniendo en cuenta que tenemos 21 millones de pobres, y que el mercado consumidor no supera los 5 millones de personas.

Análisis de entorno: Hay que leer las señales

Benjamín Tripier

La salida del embajador James Story de la oficina de Venezuela que operaba desde Colombia dio pie a que ahora Venezuela sea una localidad concurrente para la embajada de Estados Unidos en Colombia. Se podría decir que nos bajaron el rango… pasamos a ser subsidiarios de Colombia. Lo cual no es de extrañar pues el tema Venezuela bajó drásticamente de importancia para la política exterior de Estados Unidos , y consecuentemente para los 60 países que apoyaban el interinato.

Si se compara con el período del 2017, 2018, y 2019, cuando Venezuela estaba diariamente en la primera plana de los periódicos más importantes del mundo, ahora prácticamente no existimos, y cuando aparecemos, ocurre esporádicamente en alguna página interior. Noticias que no despiertan emoción, planas, y como si ya todo estuviera dicho, casi sin alternativas de cambio.

Más allá de las razones por las que terminamos en este estatus secundario, es importante contrastar la lectura que de nosotros tienen en el exterior, que ven el bosque, con la que tenemos nosotros aquí adentro, que solo vemos árboles. Desde afuera, solo ven dos nombres: Maduro, que está en el gobierno, y Guaidó, que ahora está en el exilio. El resto de los nombres, actores casi todos secundarios y terciarios, del chavismo y de la oposición, no son ni siquiera analizados, porque ninguno es capaz de “mover el amperímetro” de la política o de la economía.

Y solo los iniciados en los temas venezolanos sabrán lo de la corrupción auto confesada, o lo de las primarias, y qué significado estratégico podrían tener. Porque los iniciados conocen solo un par de nombres más de opositores, como María Corina por plantarse públicamente y cara a cara ante Chávez y por haberse reunido con Bush II en la Casa Blanca, y de Capriles por no defender su votación cuando compitió contra Maduro.

Y del lado del gobierno, los iniciados saben también de Diosdado (“el segundo hombre fuerte del país”), y de los incluidos en las listas de buscados del FBI. Nada más. Lo que declara Maduro o lo que dice Guaidó, es lo que se convierte en noticia relevante, y lo que entiende el público interesado.

Ya Estados Unidos entró en campaña presidencial, y Biden es la carta fuerte de los demócratas, mientras que, del otro lado, habrá que esperar a ver las nominaciones, y luego quién resulta el candidato republicano. Y para cualquiera de ellos, la única manera de que Venezuela tenga un peso electoral favorable, es imponiendo más sanciones o promoviendo críticas fuertes por la falta de democracia, la corrupción, los DD HH, y el desastre económico.

Los demócratas, especialmente, tratan de tomar distancia de todo lo que signifique socialismo, porque los republicanos son todo lo contrario, y Estados Unidos es un país capitalista por excelencia, y los Bernie Sanders de este mundo, allí, siempre corren desde atrás. Por lo que, no hay manera de que flexibilización a Venezuela (o a Cuba) pueda sumarle puntos a ninguno.

Por eso es que hay que poner en contexto la señal más reciente de la política exterior norteamericana, que es haber rebajado el nivel en el que nos tiene su servicio exterior.

Político

La inhabilitación de un alcalde opositor en ejercicio, con ínfulas presidenciales, es el inesperado precedente, y primer paso, hacia otros alcaldes opositores que han presentado ángulos de vulnerabilidad, y que, cada uno a su tiempo, serán parte de la extensión hacia la oposición de los casos de corrupción que el gobierno confesó sobre su propia gente, y que necesitan salpicar a opositores. Claro que los montos y las causas son extremadamente diferentes y graves, pero todos entrarían en un mismo paquete que los nivelaría con el mensaje subliminal de: todos son lo mismo.

Por otra parte, del lado de la oposición están enfrascados en las primarias, donde cada uno comienza a mostrar su verdadero compromiso (o su falta de) con el cambio en Venezuela. Porque cada vez se hace más evidente la diferencia entre oponerse o convivir; el primer caso es incómodo, mientras que el segundo, la convivencia, significa permanencia.

El síntoma más claro de la debilidad en la presión por parte de la oposición, es la tranquilidad que tiene el gobierno; no tiene una amenaza real de perder el poder a manos de la oposición, más bien lo de la corrupción confesada, y la purga resultante, muestra que la batalla está en otro lado; se cuida de su propia gente, que es donde pareciera tener las verdaderas amenazas.

Social

La pobreza se mantiene como el problema más importante que tiene el país. De acuerdo con Encovi, de la UCAB, el estudio sobre pobreza más respetado en Venezuela para medir las condiciones sociales y económicas, la tasa de pobreza en el país ha disminuido levemente en el último año, pero, aún así, 53% de la población vive en pobreza extrema.

La encuesta Encovi también destaca que casi la totalidad de la población en Venezuela es pobre, con 94,5% de la población viviendo en algún nivel de pobreza en 2021. La reducción de los índices de pobreza en el último año puede deberse a la incipiente recuperación de la actividad económica del país, pero el estudio también señala que la desigualdad en Venezuela es brutal.

De hecho, ha aumentado en el último año convirtiendo a Venezuela en el país más desigual del mundo en términos de distribución del ingreso. Por lo tanto, si bien ha habido alguna mejora en las tasas de pobreza, la desigualdad en el país sigue siendo un problema importante que debe abordarse.

Cuando se habla de erradicar la miseria para 2025, o alinearse con la ONU que pone como objetivo global lograrlo para 2030, lo menos que puede hacerse, al menos para nuestras autoridades en Venezuela, es dar una pista creíble sobre el cómo se va a lograr. Porque el 2025, en términos coloquiales, está la vuelta de la esquina, y se trata de variables estructurales que, cuando se mueven, lo hacen muy lentamente y respondiendo a estímulos de carácter duro… estructural… casi permanentes.

Lo que sí es seguro es que, con subsidios, misiones y bonos, eso no se va a lograr. Solo con expansión y crecimiento económico, con un nivel de actividad sostenible, que incluya mejoras en la educación y capacitación, en la salud y la alimentación y en las condiciones de vida de al menos dos generaciones, sabemos por dolorosa experiencia, que no se va a lograr.

Porque disminución de la pobreza está asociada con el crecimiento del PIB y eliminación de la miseria, se logra mejorando la calidad de ese PIB. Y el PIB de un país, en definitiva, es la electricidad que tiene (o no tiene) ese país. Por eso… para prometer la eliminación de la miseria para el 2025, hay que tener un poco más que buenas intenciones… hay que tener un plan concreto y viable… y eso… eso no lo tenemos.Económico

Es importante establecer un conjunto conservador de premisas para anticipar el comportamiento económico del resto del año y más aún después de un primer cuatrimestre que ha ido generando su propia inercia negativa, la cual se trasladará, al menos, a los meses de mayo y junio. O sea que para estos dos meses no deben esperarse mayores cambios en la tendencia.

El elemento crítico que debemos considerar es el mercado petrolero, la cantidad de barriles que en promedio podemos exportar, y el precio al que los podemos vender y cobrar. Sujeto a las restricciones de los sedimentos en el canal del lago, y a los ajustes por corrupción, porque el hecho de haber denunciado lo que ya ocurrió, no garantiza que no vaya a seguir ocurriendo, ahora con nuevos actores, y con el aprendizaje de lo que no deben hacer para evitar ser descubiertos.

Otras premisas tienen que ver con la permanencia de las sanciones, y los efectos colaterales que estas tienen sobre la actividad privada, la cual, si bien no está directamente sancionada, es víctima del llamado over compliance, que nace de lo reputacional negativo, que, con solo estar relacionado con Venezuela, hace que tengan que revisar más parámetros para, según ellos, “curarse en salud”.

A partir de allí, todo el peso de la estrategia económica está puesto en la política monetaria y cambiaria, la cual, para optimizar su relación con la economía real, se vuelve restrictiva por las intervenciones cambiarias para ralentizar la devaluación, y drenando el mercado con encajes y falta de crédito. Pese a que la verdadera solución está en concentrarse en la parte dura, la de aumentar la producción y la oferta nacional de bienes y servicios. Porque compensar con oferta importada, no solo no les dio anclaje a los destellos de actividad del año pasado, sino que, a la menor amenaza, se derrumbó, y ahora estamos pagando las consecuencias.

Cuando un empresario tiene una inversión dura, por ejemplo, en una planta, se ve inhibido de cerrar al menor contratiempo, y busca las maneras de sostenerse y pasar las vacas flacas, protegiendo su inversión. Mientras que lo que pasó fue tan, pero tan superficial, que, al menor estímulo negativo, todos salieron corriendo y dejaron los locales vacíos… como si allí nunca hubiera habido nada… y tal vez no lo había, y nosotros creíamos que sí.

Internacional

Hay que estar atentos a “la transformación de la OTAN para una nueva era de defensa colectiva”, todo motivado por la invasión de Rusia a Ucrania. Allí dicen que Rusia se encuentra ahora en el decimoquinto mes de lo que esperaban sería una guerra de tres días: “Goliat está vacilando. Y eso se debe a que David ha demostrado una inmensa resiliencia y brillantez táctica, con el apoyo de 50 naciones de todo el mundo”.

La OTAN activó todos sus planes de defensa, puso 40.000 soldados bajo su mando, respaldados por un importante poder aéreo y marítimo, y reforzó sus defensas avanzadas. Ellos dicen que “estas acciones reducen el riesgo de errores de cálculo y escalada. Al dejar en claro que defenderemos cada centímetro del territorio de la OTAN”. Cabe mencionar que el día 10 de mayo, Ucrania comenzó los trámites para entrar en la Unión Europea, como paso previo a su asociación a la OTAN.

El concepto estratégico de la OTAN y la estrategia militar de la OTAN, esencialmente defensivos, identifican dos amenazas: Rusia y los grupos terroristas. Y como ya dejó de ser teoría y se está experimentando en la práctica, el nuevo modelo de fuerza de la OTAN para producir una nueva estructura de fuerza que incluya más tropas en alta preparación, y la cantidad y tipo de equipos y organizaciones necesarios para llevar a cabo las operaciones de la OTAN.

En estos días se está trabajando para incluir al grupo Wagner, los contratistas privados rusos que están en el frente de Ucrania, en la lista de terroristas. Por lo que en Rusia se concentrarían los dos objetivos estratégicos: Rusia, y el terrorismo.

Por su parte, Japón está en conversaciones con la OTAN para abrir una oficina de enlace en su territorio, que sería la primera de la OTAN en Asia y se utilizaría para consultas con Japón y otros países de la zona sobre asuntos de seguridad, retos geopolíticos, nuevas tecnologías y ciberamenazas. Los japoneses señalan a la guerra en Ucrania y la agresión rusa como una de las razones por las que la cooperación entre Asia Oriental y la OTAN es cada vez más importante y que la creciente inestabilidad en todo el mundo ha hecho que esto sea necesario.

Las principales amenazas que enfrenta Japón son China y la intensificación del programa de misiles de Corea del Norte. Las conversaciones entre Japón y la OTAN sugieren que la OTAN y Japón tienen una cooperación de larga data, y la apertura de una oficina de enlace de la OTAN en Japón sería un hito significativo para la organización en su expansión en Asia. Sin embargo, la apertura de una oficina de enlace de la OTAN en Asia también podría ser vista como una escalada de la tensión en la región, especialmente en relación con China y Corea del Norte.

La OTAN está expandiendo sus sucursales en América Latina, enfocándose en Brasil, Colombia y Argentina. Según el Celag, Brasil, Colombia y Argentina aportarían más activos a la OTAN que los miembros europeos anexados en la década de 1990. Colombia es un «socio global», mientras que Argentina y Brasil son «principales aliados extra-OTAN».

Ser un socio global no significa que un país sea miembro de la OTAN, solo significa que tienen un acuerdo de cooperación con la organización, con el estatus de socio global y principal aliado, complementario a una amplia gama de programas de asistencia y entrenamiento militar de Estados Unidos.

Lo cierto es que la OTAN, anticipando el futuro, posiblemente agregue a su propósito defensivo, el de poder también atacar, y se convierta en el frente armado de todos los países que buscan masa crítica para enfrentar a esa otra parte del mundo donde descollan China, Rusia, Irán y Corea del Norte, por nombrar a los más relevantes.

Recomendación

  • Al gobierno: que revise el aumento de la unidad tributaria porque se convierte en un peso más a las posibilidades de reacomodo de nuestra economía. Así como el IGTF se convirtió en el hito que frenó el discreto crecimiento del 2022, esto se convertirá en el lastre que terminará dejándonos nuevamente en el fondo, ahora con menos capacidad de recuperación.
  • A la dirigencia opositora: que le dé más importancia a restaurar la confianza de las bases (que son gigantescas) que a la selección de precandidatos. Porque si la gente saliera a votar, sabría a quién elegir, porque ya los conocen a todos. Pero para eso hay que mostrar con acciones concretas que realmente se oponen; y con todo lo que vemos diariamente, hay como una cierta pasividad y falta se sentido del riesgo y de la urgencia. Los dos temas críticos, no lo para las primarias, sino, principalmente, para la elección, son el CNE y los votos en el exterior.
  • A la dirigencia empresarial: que revise alternativas de refugio, porque el dólar, por sí solo, también está perdiendo esa característica aquí, en nuestro país, que todo lo distorsiona. Posiblemente el enfoque tenga que parecerse más al trueque, pero integrado en alguna plataforma que mantenga la representatividad del bien subyacente; unos certificados asociados a inventarios concretos que eviten el deterioro de los activos líquidos.
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Análisis de entorno: Tanto nadar para morir en la orilla

Benjamín Tripier

La GL 42, si bien en su estructura se refiere a los bonos de Pdvsa, la realidad es que, por un lado se refiere al bono Pdvsa 2020, que es el que tiene la garantía de Citgo, y por otro, le da un mensaje contundente al gobierno del chavismo, reiterando que no los reconocen, ni a ellos, ni a la Asamblea Nacional del 2020, pues ambos caen en el mismo paquete que ellos consideran ilegítimo, pues no reconocen los resultados de esas dos elecciones.

La realidad es que la Cumbre de Bogotá sirvió para poner en blanco y negro la distancia que hay entre los gobiernos de EE UU y Venezuela, pues, ya desde antes de convocarla, los corrillos en Washington hablaban de la molestia que los americanos tenían con las reacciones, comentarios y declaraciones, todas explícitas, de los tres declarantes principales, Nicolás Maduro, Jorge Rodríguez y Diosdado Cabello, siempre maltratando y agrediéndolos.

Mientras que, por el lado del gobierno de EE UU, las pocas declaraciones, arrancadas a presión por los medios, siempre eran esquivas en palabras y en pronunciamientos. Ellos siempre mantuvieron la posición de que querían ver resultados electorales primero, y recién luego, si ellos juzgaban que eran genuinos y transparentes, podían avanzar en flexibilización de sanciones.

Hace unos años, en una conversación, los americanos comentaron que colocar sanciones era expedito y entraban en vigencia inmediatamente. Mientras que levantarlas, podía tomar mucho tiempo, y hasta llegar a que alguna de ellas fuera casi permanente, y hubiera que andar aclarando cada vez que se cayera en la situación. Y, desde que se impusieron a Venezuela, hasta ahora, ninguna ha sido levantada.

Lo que sí ha ocurrido, y sigue ocurriendo, es la liberación de licencias, especiales y generales, para ciertos casos específicos porque de una manera o de otra responden a necesidades o situaciones concretas evaluadas en detalle y profundidad. Las GL41 y GL42, son una prueba del tiempo que toman y el detalle al que llegan… y los períodos cortos de duración que habilitan.

De todos modos, cada vez que corre un rumor de que se levantó esto o aquello, invito a los interesados a ingresar en la página web de la OFAC, y comprobarlo: todo debe estar reflejado ahí… y si no está es porque no existe.

Mientras sigan jugando todos, americanos y UE incluidos, al juego fantasioso de elecciones y cambio de poder en Venezuela, y no aterricen en el tema concreto que es el de la creación de condiciones objetivas que favorezcan una transición, todo será como una obra de teatro con una coreografía en la cual los diferentes actores se mueven en el escenario, tratando de no tocarse mucho, cambiando de posiciones y de situación, pero al final de la obra, siempre, hasta ahora, Maduro está en el poder y los opositores, con el actor principal que corresponda a cada caso, oponiéndose… más o menos… poco o nada.

Tanto los países que participaron en la cumbre como cualquier ciudadano común aquí, internamente en Venezuela, asume que el chavismo no entregará el poder. Y que cuando se fantaseó sobre el tema en el 2019, no fue relacionado con que lo entregue, sino con quitárselo… pero eso tampoco les funcionó.

Por lo que, la seguidilla que se viene con reuniones en Bogotá, y la expectativa de regresar a México, podrá contar con todas las opiniones favorables del mundo, pero mientras los americanos sigan considerando a Venezuela bajo gobierno chavista una “amenaza inusual y extraordinaria”, será difícil que algo más pase.

Desde que comenzó el esfuerzo revolucionario de enemistarse con EE UU a principios del siglo, fue destruyendo todos los puentes y las estructuras que los comunicaban; lo hicieron los dos, uno de cada lado. Lo cierto es que un altísimo porcentaje de nuestros ingresos petroleros dependían de EE UU en el año 2.000, y hoy, 23 años después, ocurre lo mismo: con los ingresos de Chevron el país se mueve, y sin ellos, se paraliza.

Por eso, la frase “tanto nadar para morir en la orilla” se refiere al esfuerzo gigantesco, aún a costa de la vida y el bienestar de millones de venezolanos y de destrucción de la infraestructura del país, para alejarse y pelearse con ellos, y finalmente quedar solos y aislados, dependiendo mucho más que antes de los americanos.

La gran diferencia es que ellos nos consideran un enemigo… y así nos tratan. No a los ciudadanos que son acogidos y bien recibidos, sino al gobierno y sus funcionarios que están afectados por sanciones y órdenes de captura que van desde los 5 millones de dólares, hasta los 15 millones de dólares por información que lleve a la captura de alguno de los de las listas que ellos manejan.

Otro mensaje que viene encriptado en la GL42, está dirigido a la oposición representada por la Asamblea Nacional del 2015, que es la única que ellos reconocen. Y en esa GL le asignan roles especiales que será difícil que puedan llevar a cabo. Porque ellos, los americanos, diseñaron el interinato para contar con una figura ejecutiva que pudiera gerenciar situaciones, que es algo que un órgano como esa AN está impedido de hacer… por su propia esencia, que es ser un ente legislativo, y no ejecutivo.

Por lo que puede leerse más como un gesto político que uno que vaya a tener efectos reales. Aunque hay que estar claros que, si el objetivo de EE UU es proteger Citgo, lo van a hacer buscando algún camino… que tal vez termine dejando por fuera a los venezolanos.

No hay que perder de vista que, entre los egos, la soberbia, y la incompetencia de la clase política de los dos lados, están las explicaciones de cómo es que llegamos a esta triste situación.

Político

Lo más relevante de la semana sigue siendo el tema de la corrupción confesada por el gobierno, esta vez por algunas nuevas detenciones, y por la gaceta de la Ley de Extinción de Dominio. La nueva perspectiva que estos eventos le están dando al tema de la corrupción administrativa, pone presión en el descenso dramático del perfil de ostentación que era casi una marca, que mostraba el éxito del sujeto.

Viajes, barcos, aviones, camionetas, escoltas, casas, nivel de vida y consumo, que, no más de tres años atrás, en muchos casos, eran imposibles de imaginar en esa persona. Posiblemente era un funcionario con un nivel aceptable de vida, quien, de la noche a la mañana comenzó a vivir de otra forma… lo que sí está claro, es que, para ese perfil de gente, que de lo poco pasó a lo muchísimo, el dinero no se puede ocultar. Eso es válido para parientes, amigos y relacionados de ese funcionario.

Estamos entrando en una etapa de bajo perfil y eso se va a notar. Hasta en la baja de asistencia a restaurantes y tiendas caras, algunos de los cuales, habían sido diseñados específicamente para ese público… algunos de ellos, van a tener que cerrar.

La Ley de Extinción de Dominio es un instrumento que, cuando entre en vigencia, se convertirá en una herramienta de redistribución… una capa de funcionarios será reemplazada por otra nueva que, si aprendieron algo, descubrirán nuevas maneras de hacer las cosas, y se cuidarán más. Difícilmente se suspenda la corrupción, porque en realidad, no ha habido ningún movimiento para evitar que siga ocurriendo.

Lo policial y el castigo y persecución de lo que ya pasó, demostró que no funciona en nuestra región. Porque muchos de los trajes naranjas saldrán de su detención habiendo conservado una parte importante de su patrimonio mal habido, y solo verán afectada, transitoriamente su reputación… que como decía alguien que conozco, “con el dinero que tengo, me compraré una reputación nueva”.

Cuando se vea que las instituciones de control funcionan, las auditorías internas, la separación entre el ministro y el presidente de la empresa de adscripción, las firmas cruzadas, las licitaciones públicas y abiertas, y en general evitar la discrecionalidad en la disposición de activos y bienes del Estado, así como de toma de decisiones para comprar o no comprar.

Todo lo anterior está relacionado con el gobierno, pues es el que, desde hace 23 años, maneja la economía del país.

Desde el lado de la oposición, con la salida de Juan Guaidó, del interinato primero y del país después, se acabaron los referentes formales. Hoy solo quedan dirigentes diciendo esto o aquello, pero no haciendo nada concreto como se había afianzado en la época del interinato.

La fantasía de las primarias pronto llegará a su llegadero y allí comprobaremos si sirvió para algo… porque es cierto que para la oposición, el CNE no es confiable, y ese argumento también debería ser válido para las elecciones presidenciales. No puede ser malo para las primarias, que no son vinculantes, y bueno para la verdadera elección. En fin… esa falta de coherencia mezclada con “los egos, la soberbia, y la incompetencia de la clase política” nos tienen como estamos, y como, casi seguro, seguiremos estando.

Social

Es posible que la reducción de la pobreza por la reactivación del año pasado se retrotraiga a anteriores niveles más bajos, porque la caída en la actividad de este primer trimestre que pasó, y lo que estamos viendo en este segundo trimestre que está transcurriendo, está liberando puestos de trabajo, formales e informales, porque los beneficiarios del boom en lo comercial transaccional de última milla que experimentamos, se está desvaneciendo.

Porque tenemos que estar claros en que las variaciones sobre más o menos pobres, en general tienen un perfil estadístico referencial, pero no llevan alivio a 81% de los pobres por ingreso, ni a aquellos que se van a dormir sin haber comido durante el día.

En cuanto a los ajustes de bonos y cesta ticket, no debemos perder de vista que solo cubren a una parte de la población que es la que tiene un empleo, una jubilación o una pensión. También es cierto que una gran masa de pobreza es alcanzada por los programas sociales del Sistema Patria, y aún así, hay una franja importante que queda por fuera.

Sería buenísimo contar con información dura como para poder plantear estrategias… pero no la hay, y a este paso no la habrá por mucho tiempo… eso es por diseño. Por lo que si, desde el sector privado se quisiera desarrollar un programa masivo de RSE, habría que armar números a partir de cada empresa o unidad de producción, levantando información desde sus zonas de influencia.

Y en cuanto al financiamiento, en el mundo hay fondos sociales suficientes, sin sanciones, como para que los organismos gremiales empresarios puedan trabajar sobre eso.

Lo anterior, debería ser tarea del Estado, como en cualquier país. Pero no somos cualquier país, y el Estado ya no puede asumir ese rol sin contar con ayuda. De hecho, con la emigración y la diáspora, estamos traspasando nuestras responsabilidades como Estado, a otros estados para que, por caridad, les presten a nuestros compatriotas, los servicios sociales –alimentos, salud, educación- que aquí no podemos prestarles.

Económico

La solución que encontró el gobierno para transferir poder de compra a los trabajadores, jubilados y pensionados, fue la de los bonos indexados que tienen un nivel de compromiso diferente al del salario. No solo por la exigibilidad, sino por todo el engranaje de acumulaciones y prestaciones que se derivan de allí.

Asociados a esta decisión están los contratos colectivos de las empresas básicas que son leoninos y no ajustados a la producción o a la productividad. Son los vestigios de una Venezuela que se extingue, pero sin darse cuenta. En algún momento habrá que cambiar en profundidad las leyes laborales y ponerlas en la perspectiva de que la gente tiene que ganarse lo que cobra; versus la “beca vitalicia” de cobrar así no se trabaje.

Entonces hay que entender como positiva esa solución de pago, alineándola a las restricciones de encaje y crédito, con una alimentación “por goteo” de las mesas de cambio. También hay que reconocer como un logro el cierre de la brecha entre el dólar oficial y el paralelo, permitiendo una cierta tranquilidad en el mercado.

Claro que se trata de un mercado tranquilo que se está achicando mas todos los días, arrastrado por el mismo driver de actividad, que fue el comercio, y ahora, al retrotraerse, nos cambia la dirección y se lleva el impulso y la inercia que se deriva, pero esta vez hacia atrás, y hacia abajo.

La manera de frenar la caída es entender el nuevo perfil del mercado y del consumidor; hay que lograr eficiencias tanto en la cadena de suministros como en la escala de operación, y en la aproximación al bolsillo del consumidor pobre, colocando a su alcance los productos en tamaños y presentaciones que ayuden a que pueda alinear su consumo con su flujo de ingresos, sin que tenga necesidad de tener que financiar envases grandes en vez de poder comprar lo que necesita para ese día.

Esta es una nueva Venezuela que tenemos que aprender a conocer y a entender. Mientras tanto, seguiremos enfrentando los desajustes y desbalances de un modelo político económico que ya perdió vigencia y pertinencia. Esto así no puede continuar, esto tiene que cambiar.

Internacional

Nuevamente China… Ya hacía tiempo que había salido del radar informativo de la propaganda del gobierno, que le supo sacar partido a la relación, hasta recibir 60 mil millones de dólares de préstamos pagaderos en petróleo (cuyo saldo pendiente hoy es de aproximadamente 12 mil millones de dólares) y un sinnúmero de proyectos que no llegaron a nada; también quedó Sinovensa en la Faja con una producción de 90.000 bdp.

Si bien nunca se fue del todo, se mantuvo por la cobranza, y tal vez esa sea ahora la razón principal de su reaparición.

Justo cuando EE UU arrecia su campaña para sacar a China de la región, China se atrinchera donde sabe que EE UU no puede alcanzarla… aquí, donde los americanos no pueden entrar porque fueron expulsados. En esta división del mundo en bloques, China y Rusia son enemigos de EE UU, y curiosamente amigos de Venezuela. Rusia no tanto por nacionalizar los fondos de Pdvsa, y China… bueno…aún hay que ver hasta dónde llegan.

Porque, así como Venezuela tendrá que tomar posición en este nuevo agrupamiento de buenos y malos, China también tendrá que hacerlo. Pero primero tiene que terminar de cobrar, y luego vemos.

Recomendación

  • Al gobierno: que comience formalmente un proyecto de modificación y cambio de las leyes laborales para que reconozcan las nuevas realidades que llegaron para quedarse. Flexibilizar el mercado y permitir las negociaciones directas entre trabajadores y patronos. Y que el tema sindical sea optativo de cada trabajador. Hoy en día, aquí en Venezuela, un trabajador es capaz de defenderse a sí mismo, mucho mejor que lo que podría hacerlo un sindicato. Para el primero el interés está puesto en su propio trabajo, y para el segundo, el interés es la permanencia del sindicato.
  • A la dirigencia opositora: que comience a trabajar en un plan B con la UE para asegurar que el sistema de votación que se use, tenga el consenso de todos. Ya no se trata de auditorías, sino de credibilidad y confianza, y eso hoy se ha perdido. Por lo que seguro, si no se presenta ese plan B, la abstención será la más grande, y el chavismo ganará por default.
  • A la dirigencia empresarial: que diseñe un proyecto de levantamiento de información nacional sobre pobreza, a partir de las zonas de influencia de las miles de unidades de producción que hay en el país. Y que consiga el financiamiento tanto desde las ONG como de organismos multilaterales. No olviden que los empresarios no están sancionados.

Análisis de entorno: qué viene después de la cumbre

Benjamín Tripier

La importancia que tuvo la cumbre de Bogotá es haber puesto el tema de Venezuela nuevamente sobre la mesa. Que el mundo refresque información sobre lo que está pasando y pueda llegar a conclusiones sobre lo que el futuro nos depara si no se producen cambios importantes. Qué se puede esperar.

Hay toda una línea de pensamiento que dice que el gobierno nunca entregará el poder porque el costo de su salida es muy elevado hasta el punto de riesgo personal, patrimonial, de libertad, y hasta de vida. Según esa línea, todo lo que se haga de negociación y diálogo es como una actividad que no llegará a ningún lado. Es lo que defienden los duros del senado norteamericano, y principalmente los republicanos.

Hay otra línea de pensamiento que sí cree en la democracia, y que cree que, en una elección, se le pudiera ganar al gobierno. Es la línea que impulsa los diálogos de México y en la que se apoya el esfuerzo de Petro. Es también la línea en la que se apoya toda la oposición, desde la light afecta al gobierno, hasta la dura que verdaderamente se opone. Todo ese abanico que cree que armando unas primarias y luego yendo a unas elecciones, pudieran cambiar el gobierno.

Bueno… ya la cumbre de Bogotá terminó, y no se puede decir si dejó buen o mal sabor, porque pareciera que no dejó ningún sabor. Ninguno de los presentes dijo nada nuevo, ni Petro aportó algún argumento diferenciador. Cada uno fue a repetir lo que siempre dicen sin necesidad de asistir a una cumbre.

Pero hubo dos hechos concretos que, desde Venezuela, conspiraron para que la cumbre perdiera importancia:

  • Uno fue el gobierno de Venezuela exigiendo no solo levantamiento de todas las sanciones, la libertad de Saab, la liberación de todos los fondos y activos congelados, y adicionalmente, como novedoso, que se levanten las sanciones personales de la justicia de EE UU y de la CPI.
  • El otro fue la escapada de Juan Guaidó rumbo a EE UU, pasando por Colombia, que fue pésimamente manejada por el gobierno colombiano, diciendo por un lado que Guaidó entró sin permiso, y admitiendo por el otro que todo se hizo acompañado de funcionarios de EE UU; y estos, a su vez, diciendo que todo lo habían hecho acompañados por funcionarios colombianos.

Eso por no mencionar que la cumbre se lleva a cabo dentro del alcance de la onda expansiva de la confesión voluntaria de Maduro, de que en su gobierno se habían robado las cuentas por cobrar y la caja de PDVSA. Mal timing de Petro… pero lo importante es que se hizo.

Los dos eventos mencionados conspiraron por enviar mensajes a los delegados, el primero infiriendo que no están dispuestos a negociar, sino que es un proceso de “todo o nada” … y con los antecedentes que hay, prácticamente quiere decir nada. El segundo porque si Guaidó, el paradigma internacional de la resistencia opositora, tiene que escaparse por los caminos verdes por la detención inminente, le pone difícil a los gobiernos de la región, principalmente de izquierda, defender al gobierno venezolano.

Todo indica que hoy, después de la cumbre, estamos más lejos que antes de una solución negociada. Porque si Maduro regresa a México sin que se cumpla su lista de condiciones, pues su posición sería de mayor debilidad. Porque para los americanos (con o sin cumbre) siempre estuvo claro que Saab debería seguir su proceso, que Venezuela sigue siendo una “amenaza inusual y extraordinaria”, entre otras cosas, por las relaciones muy cercanas de Venezuela con los enemigos de EE UU, Irán y Siria; claro que no habría que dejar de lado el tema del apoyo a Rusia, y la permisividad con China. Y todo lo relacionado con la corrupción, el lavado de dinero, el narcotráfico y el financiamiento al terrorismo. En definitiva, tenemos el paquete completo de razones como para que no quieran levantar sanciones.

Porque hay que estar claros en que para EE UU su seguridad interior es lo más importante, y luego viene lo de la democracia y los DD HH. De hecho, las sanciones tienen más que ver con lo primero que con lo segundo.

Una semana antes de la cumbre, cuando aún no se sabía a ciencia cierta si iba y en qué fecha, ya en Washington, Juan González comentaba informalmente que no estaban contentos con el gobierno de Venezuela, porque no estaba respondiendo positivamente a las flexibilizaciones y que no estaba mostrando compromiso con la democracia. Que ahora estaban exportando petróleo a EE UU y que no estaban valorando eso en su justa medida.

La posición de los países que mandaron canciller, Argentina, Bolivia y Chile, fue la tradicional de que los venezolanos resuelvan entre ellos sus diferencias; mientras que los otros 15 enviaron representantes de diferente nivel, ninguno de los cuales era vinculante en sus declaraciones. En definitiva, no se dijo nada nuevo, y la sensación neta fue que Maduro endurecía su lista de peticiones, y que Guaidó había tenido que salir de urgencia por riesgo inminente.

La actitud de Petro y su canciller frente al caso Guaidó también influyó en dejar en evidencia el sesgo pro Maduro que tuvo todo el esfuerzo de convocatoria de la cumbre.

Les decía la semana pasada que, en definitiva, la cumbre podía resumirse en Petro llevándoles a los americanos un mensaje de Maduro, frente a testigos que ya no miran con la simpatía de antes al gobierno venezolano. Y el resultado fue una declaración que le dio un peso importante al proceso electoral, y dejó en forma subsidiaria el tema de las sanciones. Para la cumbre las elecciones son primero, y lo de las sanciones vendrá después… eso si lo de las elecciones va bien según las recomendaciones del informe de la UE.

Como les había anticipado el Departamento de Estado, no participó en la misión, sino que estuvo a cargo de la Casa Blanca. No obstante, el DoS sacó un comunicado donde “dejó claro que Estados Unidos sigue firmemente comprometido con el pueblo venezolano y continuará trabajando con la comunidad internacional en apoyo de la restauración de la democracia y del Estado de Derecho en el país”. Jon Finer, jefe de la misión, y viceasesor principal de Seguridad Nacional de Estados Unidos, estableció que es un tema frente al cual su país tiene “un enfoque paso a paso”. El mencionado Juan González fue uno de los integrantes de la misión.

Político

Si bien el tema de la corrupción y los trajes naranja ya bajó su presencia en los medios, sigue siendo el tema político más importante del país porque dejó en evidencia lo que ya les venía anticipando desde hace meses, que puertas adentro, había problemas graves dentro del gobierno.

Aún no está clara la razón por la cual el presidente Maduro lo sacó a la luz pública. Tal vez porque había que mandarle un mensaje público al resto de los jefes de la revolución, de que no es bueno sorprender al jefe, y que él tenga que enterarse por información externa que están armando unas fuerzas conspirativas contra su continuidad en el cargo. Como les había anticipado, lo de la corrupción y el petróleo, fue la máscara. Según ha trascendido, la realidad es mucho más compleja y comprometida y tiene más que ver con traicionar expectativas y armar un juego paralelo con extensiones externas.

En el proceso de hacer extensiva también fuera del chavismo lo de la corrupción, es que se avanzó sobre la alcaldía de Baruta por las torres de Las Mercedes, y se está armando algo similar sobre Monómeros que involucraba a Guaidó, lo cual dio pie a su salida intempestiva del país, apoyado por los norteamericanos, y vía Colombia. El hecho de que hubiera coincidido con la Cumbre es una casualidad… porque si no se iba en esa fecha, con o sin cumbre, ha trascendido que lo iban a detener.

Posiblemente la huida no hubiera tenido tanto impacto, si no fuera por la infortunada participación de Petro y su canciller expulsándolo de Colombia y convirtiendo ese hecho en un acontecimiento internacional que logró las simpatías de todas las fuerzas políticas en EE UU, y logró, internamente, que gente como Capriles se solidarice con él… y que María Corina también lo haga. El peso de Guaidó, que ya era grande internacionalmente, aumentó con esto de la expulsión de Colombia. Y dejó mal parado a Petro que mostró el sesgo que siempre se supo que tenía a favor de Maduro y en contra de la oposición.

Lo cierto es que el tema Venezuela volvió al escenario internacional, pero no tuvo el impacto de “cumbre”; el concepto le quedó grande. No fue importante en las noticias internacionales, y al día siguiente ya había desaparecido.

En cuanto a la oposición, están ocupados con lo de las primarias, y están contando con que haya elecciones en 2024, o antes si Maduro y Cabello así lo deciden. La pieza clave es que los únicos votos que se pueden concretar sin presión, son los del exterior, por lo que se convierten en la pieza clave. Si la diáspora no vota, entonces no habrá cambios, porque como mínimo se trata de más de cuatro millones de votos.

Y siguiendo lo de la línea de pensamiento que dice que “el gobierno nunca entregará el poder porque el costo de su salida es muy elevado hasta el punto de riesgo personal, patrimonial, de libertad, y hasta de vida”, y considerando el poder casi absoluto que tiene el gobierno fronteras adentro, es muy difícil que “accedan” a perder las elecciones. Eso no pasará. Por ahí, no es…

Social

Sigue siendo visiblemente dramático ver familias completas recorriendo los depósitos de basura del este de Caracas para ver si encuentran elementos rescatables. Ya sea de alimentos, ya sea de cualquier otro uso que crean de utilidad.

Es gente que vive en el oeste y en los barrios de Caracas, que se trasladan a aquellos lugares donde los desechos pueden tener algún valor porque en sus zonas, todo se aprovecha y muy poco se desecha. Pero ese fenómeno ya está alcanzando zonas de clase media, que tampoco pueden darse el lujo de los desechos; allí también se aprovecha todo. En fin… entre la pirámide socioeconómica de nuestra sociedad y la de la jerarquía de las necesidades de Maslow, en ambas, las bases tienen un peso cada vez mayor.

En lo social tenemos un largo camino que recorrer.

En cuanto a los ajustes salariales, se viene encima el primero de mayo, y una vez más, no significará nada para los trabajadores. Ese día, o bien pasará desapercibido, o bien el gobierno presentará algún argumento; lo que sí parece difícil es que haya aumentos significativos, y que, si los hay, sean sostenibles en el tiempo.

Los últimos comentarios que se escuchan indican que se llegaría a 30 dólares mensuales, en bolívares, y que allí se llegaría en varias etapas. Si bien “algo es algo”, con una cesta alimentaria superior a 400 dólares, los trabajadores se quedarán cortos igual. Y, debido a ese aumento, la presión de la demanda impulsará la inflación, regresándonos a los 6 dólares por mes, que es el estándar referencial. Triste, pero cierto.Económico

El tema de la deuda externa soberana y de Pdvsa, por sus características, funciona como una referencia básica de los valores nominales de los bonos, pero, en general, para quien tiene bonos en cantidades menores, se ha perdido la pista de cupones e intereses, pues desde que se entró en default en 2017, no hay un informe de estatus. Cada quien, se está procurando una manera de obtener información y conocer a qué se estará enfrentando en el futuro.

Ese tema es diferente para los grandes tenedores que tienen una contabilidad muy clara y precisa. Por eso es que este emprendimiento que está realizando mi firma NTN Consultores de asociarse al Fondo Copérnico (Copérnico Recovery Fund) apunta a integrar al fondo, a los tenedores individuales y extenderles la capacidad de negociación y de prescripción, así como integrarse a los esfuerzos de cobranza y recuperación según sea el caso.

La deuda externa es un plomo en el ala que limitará o ralentizará cualquier esfuerzo de recuperación, porque, institucionalmente hablando, debemos dejar de ser malos pagadores a ser unos deudores responsables y creíbles, que hoy no lo somos. Por eso, el rol de los fondos tipo Copérnico, al organizar a los tenedores, facilitan los procesos de negociación en términos realistas; y lo más importante, en términos pragmáticos, para intervenir en procesos de privatización y de sustitución de deuda vieja vencida, por deuda nueva y fresca con posibilidades sustentables de cumplimiento.

El futuro económico de Venezuela pasa por solucionar el tema de la deuda externa.

Internacional

Mientras Petro era el anfitrión de la cumbre, en su flanco interno, rompió las alianzas de la coalición de gobierno, y les pidió la renuncia a todos sus ministros, con la idea de aceptárselas a los representantes de las fuerzas que lo ayudaron a ganar, pero que, según él, no lo están ayudando a gobernar, con un apoyo que le niegan desde el Congreso.

Petro ganó con el rechazo homogéneo de la mitad de los colombianos, que no están acostumbrados a gobiernos de izquierda. Y su discurso de cara al exterior no es para hacer amigos, ni en las petroleras, ni en los gobiernos vecinos. Cuando arrancó no tenía amigos, y ahora unos meses después, tampoco los tiene. Tal vez por eso es que está cultivando la relación con Maduro, porque tal vez sea el último de los amigos que le vayan quedando.

Es difícil que logre su objetivo declarado de ser el líder de la región, porque si la muestra es la organización de la cumbre, pues no parece que esté bien encaminado. Hay un abismo entre ser un gobernante y ser un estadista.

Siguen las voces agoreras aquí en Venezuela preconizando el fin del dólar y del liderazgo de EE UU, indicando que el sustituto será China. Claro… son voces desde adentro de un microcosmos que ha perdido de vista, por ejemplo, el rol de Australia, de la India y de Nueva Zelanda, por solo nombrar tres de los países cuyas monedas van ganando espacio como monedas de reserva en el comercio mundial; mientras el yuan no logra despegar y solo se usa para acuerdos bilaterales… porque teniendo yuanes, solo puedes comprar bienes chinos o pagar deuda con China.

Y el rol de las tesorerías y de las reservas de los países, tienen que tener la capacidad de operar en todos los mercados posibles, y que no haya necesidad de estar forzando el uso de la moneda. Porque hay que estar claros: el liderazgo mundial lo da el uso de la moneda. Y detrás de eso, es que se alinea la cultura, la moda, la educación y el desarrollo de patentes propias… ah… y también está la fuerza militar y su presencia global.

Cualquier visitante de Shanghái se dará cuenta de la influencia de EE UU en los patrones de diseño, vestimenta, música y cultura. En fin… parece un objetivo difícil, porque la cultura occidental –influida por EE UU- está penetrando China, mientras que la cultura China no logra traspasar sus propias fronteras.

China es un gran país con una presencia e influencia internacional importante… pero hasta ahí.

Recomendación

  • Al gobierno: que cree un equipo mixto (público y privado) para integrar el listado de empresas en manos del Estado, cualquiera sea su estatus, con el mandato de, en un tiempo perentorio, identificar interesados potenciales en adquirirlas, y pasarlas por el mercado de valores para sacar sus acciones al mercado. Que un porcentaje lo compren los trabajadores, otro el público en general, y el porcentaje de control, algún grupo económico asociado con un operador tecnológico. O sea, encarar un proceso de desestatización, con la diferencia que todo se haría en forma transparente en el Mercado de valores.
  • A la dirigencia opositora: que aproveche la sensación de unidad que creó la expulsión de Guaidó de Colombia, para realizar un extramuro entre dirigentes con opción presidencial, los que están aquí y los que no, hacerlo por zoom. Deben buscar puntos de acuerdo, excluyendo a los que realmente no se oponen (así se llamen a sí mismos opositores), y que ya están plenamente identificados. Ninguna encuestadora le preguntó a la gente sobre la mesita, los alacranes y los escorpiones. La gente sabe quiénes son los verdaderos opositores. Y solo ellos deberían ir en la plancha opositora. Los demás deberían tener su propia plancha para no confundir a la gente… aunque eso sería lo que ellos quisieran.
  • A la dirigencia empresarial: que tienen que, desde el más alto nivel empresario, impulsar abierta y públicamente, planes concretos y masivos de Responsabilidad e Inclusión Social Empresarial (RISE), de forma tal que la base de la pirámide sienta el apoyo de los empresarios. Eso como un primer paso que desemboque en planes de crecimiento económico para absorber mano de obra. Hay que aclarar que ya hay muchas empresas con programas exitosos; ahora hay que masificarlo… tenemos 21 millones de pobres…

Análisis de entorno: sanciones versus elecciones

Benjamín Tripier

Con el tema de la Cumbre de Bogotá se abre un capítulo más con iniciativas que les dan más peso a las sanciones que a la democracia. Porque tenemos sanciones, entre otras cosas, por las dudas que presenta nuestra democracia. Y siempre está el tema de si se levantan primero, o si, primero hay elecciones. Y pareciera una selección dicotómica donde las dos opciones tuvieran el mismo peso.

Es importante deconstruir el problema para poner en perspectiva esta nueva corriente de negociación que tiene como promotor principal al presidente Gustavo Petro de Colombia, luego de cuatro visitas en cuatro meses para reunirse con Nicolás Maduro, de varias visitas del canciller de Colombia, de la primera dama colombiana, y de la presencia continua del embajador de Colombia en Venezuela.

Una de las piezas que surge de la deconstrucción es la intencionalidad manifiesta de Petro por asumir un liderazgo regional que hasta ahora le había sido negado, y resultó ser que intervenir en el caso Venezuela le daba esa oportunidad, porque había suficientes argumentos que lo apoyaban como para que realmente tuviera sentido.

Entre esos argumentos estaban los 8 departamentos con los que Colombia tiene frontera con Venezuela, donde se disparó la pobreza, los aproximadamente 2,5 millones de venezolanos viviendo en Colombia, la brutal caída del comercio bilateral que siempre había sido favorable a Colombia con exportaciones colombianas desde 2.200 millones de dólares en 2013 a 630 millones de dólares en 2022, y exportaciones de Venezuela desde 400 millones de dólares a 96 millones de dólares, en el mismo período de tiempo. El santuario para la guerrilla colombiana, el tema del narcotráfico, y, tal vez el iniciador de este emprendimiento, que es la afinidad ideológica entre ambos personajes, Petro y Maduro.

El otro tema es el caso Monómeros que Colombia insiste en que ya tiene información oficial del gobierno de Venezuela de que será 100% colombiana… que se la venderán. Claro que no hay que perder de vista que para vender un activo de Venezuela deben cumplirse algunos pasos, que, si no se dan correctamente, un futuro gobierno de Venezuela, podría reclamar la nulidad del negocio y entrar en otro problema más entre los dos países.

Porque hay que estar claros en que no hay una simpatía histórica entre los dos países, y, por lo menos hasta que Petro llegó a la presidencia, tampoco la había entre él y Maduro. Bueno… pero es política y nada es firme ni final, y ya tenemos a un “nuevo mejor amigo” en Colombia… y ya de esto sabemos, porque lo hemos pasado antes.

Lo anterior es lo que fácilmente se explica y lo que está a la vista; pero todo indica que faltan piezas.

Siguiendo la deconstrucción, hay que entender que para EE UU no se trata solo de democracia y DD HH, sino que, principalmente, nos ven como “una amenaza inusual y extraordinaria” para su seguridad interior, por lo que es difícil que eso cambie con Maduro al frente del país, y con los militares declarándose todos los días al toque de Diana como antimperialistas, que es un eufemismo para decir anti EE UU.

Una pieza es importante porque está presente o porque no lo está. En este caso, la pieza faltante en la argumentación de los colombianos ante Joe Biden, es el tema petróleo, que siempre supo ser el pivote sobre el que descansaba cualquier aproximación al caso Venezuela; pero esta vez brilló por su ausencia. Tal vez por el tema de la auto confesada corrupción en Pdvsa, que podría haber desviado el sentido de la conversación de Petro con Biden.

Otra pieza pasa por el tema interno de Colombia que no está fácil para Petro, quien no tiene fuerza en el Congreso, y económicamente cada vez despierta más desconfianza en el empresariado, estimulando la salida de capitales de país. Y estos coqueteos con Maduro no lo ayudan.

No obstante, llama la atención el costo de oportunidad de hablar de Venezuela y de que le levanten las sanciones, gastando una reunión con Biden, que siempre es importante para tratar los temas de los colombianos, temas importantes para los colombianos se dejaron de tratar en esa reunión para reemplazarlos por el pedido a favor de Maduro. Porque, casualmente, coincide, casi palabra por palabra, con el insistente pedido del gobierno de Venezuela y de todos aquellos que los apoyan.

Según el mandatario, quedó planteado sobre la mesa que las sanciones se levanten una vez se realicen elecciones en Venezuela o se vayan retirando paulatinamente a medida que avance un cronograma y una agenda electoral en el país vecino. «Que el pueblo (de Venezuela) decida sin sanciones, sin presiones, su propio destino social y político», concluyó Petro al explicar que se ofreció a la ciudad de Bogotá para destrabar la situación entre la oposición y el oficialismo en Venezuela.

Todos los escenarios donde se discuta la situación política de Venezuela son buenos, porque ayudan a que los argumentos sólidos y genuinos se impongan y que las construcciones de relato y mediáticas se desmonten. Porque esto que está intentando Petro ya se había hecho antes; la gran diferencia es que esta vez la convoca un gobierno de izquierda, invita como testigos regionales a tres gobiernos de izquierda (Chile, Brasil y Argentina) y por la UE envían a un dirigente de izquierda. Digamos, lo menos, que el centro y la derecha estarán subrepresentados.

La delegación de EE UU en esa cumbre estará encabezada por Juan González, un colombiano que es hombre de la Casa Blanca y no del Departamento de Estado. Es alguien que conoce muy bien el caso venezolano, y que pudiera ubicarse del lado de la izquierda del gobierno de Biden, lo cual no significa que simpatice con el proceso revolucionario de Venezuela. En comentarios suyos recientes manifestó incomodidad con las respuestas del gobierno de Maduro con respecto a las propuestas de EE UU, que sin duda serán las que llevará a esa reunión de Bogotá. Porque hay que estar claros en que no hay nuevas piezas de información (por lo menos no que hayan trascendido y que sean oficiales) que lleven a que EE UU cambie su postura. Y como corolario comentó que no había planes para flexibilizar sanciones, y que, si no había progresos medibles y tangibles en el campo de elecciones libres, pues hasta podrían endurecerse aún más.

En definitiva, será una cumbre de Petro pidiendo cosas en nombre del gobierno de Venezuela, en presencia de testigos, frente a representantes de EE UU (no el DoS), que será el que decida si otorga algo, qué es lo que vaya a otorgar, y en qué condiciones lo haría. En esta cumbre no hay éxito garantizado.

Político

Lo primero que habría que decir es que el hecho de tener siempre que “lavar nuestros trapos políticos” en el exterior ya habla muy mal de nuestra situación interna. República Dominicana, Barbados, Noruega, México y ahora Colombia nos ponen en el peor de los perfiles, “más aún cuando hace menos de 15 días, la Corte Penal Internacional concluyó que el mandatario (venezolano) es responsable de un ataque sistemático contra la población civil”; y “la justicia estadounidense mantiene la recompensa de 15 millones de dólares por la captura de Maduro por narcoterrorismo”.

La aparición de Petro en la escena política venezolana pareciera querer hacer desaparecer del contexto el tema del párrafo anterior, y concentrar todo el peso en “sanciones versus elecciones”. Lo cual tampoco habla muy bien de nuestra política interna, porque deja el sabor a que, las elecciones sí, elecciones no, elecciones cuándo, dependen solo de la voluntad del gobierno.

Y la anticipada reunión de Petro con la oposición se nota que es meramente protocolar, porque el diseño de la cumbre se hizo en conjunto con Maduro en las reuniones mencionadas más arriba, y se le presentarán como un hecho consumado que fue discutido con todo el mundo menos con ellos… en fin… el sesgo es innegable.

La dinámica de chavismo versus gobierno americano que se impuso este año con la disolución del interinato, difícilmente cambie; y también difícilmente se presenten argumentos nuevos.

Es difícil que esa cumbre reactive el diálogo entre gobierno y oposición cuando todo el peso se puso en el gobierno y en las sanciones de EE UU, que no tienen nada que ver con la oposición. Porque EE UU no las puso a pedido de la oposición, sino, como todo lo que hace y no hace, las impuso por motivos y voluntad propios. Más allá de que los opositores puedan simpatizar con las sanciones, eso no los convierten en vinculantes.

La distorsión del concepto de democracia ha ido tomando cuerpo en toda la sociedad venezolana que no cree en los métodos y mecanismos, y que desconfía de todos. Ya ni siquiera creen que las primarias vayan a generar un personaje representativo, pues luego de 24 años de chavismo, sienten que gran parte de las instancias de oposición ya fueron penetradas y colonizadas. El opositor promedio sabe con claridad quienes son los verdaderos opositores, y si hubiera que votar, y finalmente lo hicieran, votarían por ellos. Pero creen que el resultado terminará siendo el que el G3 indique, y hasta allí llegó la democracia.

Social

El tema social fuerte se concentra en el salario básico y en las posibilidades de que sea formalmente incrementado. Cualquier aumento dejará un mal sabor para alguien; si se hace y es muy bajo la población se resentirá; y si es muy alto, difícilmente pueda cumplirse sin una emisión masiva de bolívares que lo licuará en muy poco tiempo.

La estrategia de los bonos pudiera funcionar, si los bonos fueran relevantes, pero la realidad es que no dejan contento a nadie… por el contrario, generan irritación y malestar.

Lo anterior se trata, en cualquier caso, de cirugía cosmética, y eso ya no es más posible. Hacen falta algunos cambios de fondo. Que lo ideal es que fueran amplios e integrales; pero sabemos que, en la situación de estancamiento económico, con la toma de decisiones limitada, no será posible.

Habría que permitir la libre negociación entre patronos y empleados para la empresa privada, para poder encontrar soluciones caso a caso, y evitar las decisiones lineales que pudieran ser muy fáciles de implementar para algunas empresas, pero que podrían quebrar a otras.

En cuanto al Estado, como patrono único del sector público, debería sincerar la nómina y dejar activos solo aquellos que agregan valor, y a ellos hacerles ajustes importantes. Para el resto, al sacarlos de la nómina, incorporarlos a los sistemas de asistencia social.

Y en el tema de las empresas del Estado, alinear la negociación de salarios a la productividad de cada empresa, permitiendo el cierre de aquellas que dan pérdidas sostenidas desde hace años sin justificación o explicación; y dejar que cada una de las que queden activas, se provea de los fondos para sueldos y salarios de su propio flujo de operaciones.

Como se notará, se trata de cirugía importante, aunque aún no de corazón abierto, pese a que a esa debería llegarse si queremos reinventarnos como nación. Al menos lograríamos segmentar el problema e ir solucionándolo por partes. Porque así como vamos, hemos creado un problema para el cual no tenemos la solución… vamos a transformarlo en un problema para el cual, en algún momento, podamos encontrar una solución.

Económico

Estamos estancados. Pero al menos, con la dinámica de intervención, nuevamente semanal, del BCV en el mercado cambiario, se genera un cierto espacio de tranquilidad, esperando a que se arranque para algún lado. Ni el gobierno muestra para dónde, ni el empresariado presenta alternativas.

Estamos en un punto en el cual nos mueven las esperanzas de que todo salga bien y nos encaminemos hacia un mayor nivel de bienestar y estabilidad. Porque el tema de la corrupción auto confesada en el gobierno, ha sacado a la luz las diferencias internas entre el chavismo clásico del Plan de la patria, y el neochavismo del dólar y el mercado. Y no se sabe quién la ganará. Porque el choque interno entre las dos facciones del neochavismo, los ha dejado vulnerables, y los tradicionalistas volvieron a la carga para ocupar espacios.

Mercado versus Estado. Ese es el tema; sabiendo que el estado no cuenta con recursos, pero no sabe cómo manejarse en una economía de mercado. El gobierno le tiene miedo al mercado… mejor dicho, le tiene miedo a perder el control económico según la conseja del fallecido Aristóbulo de que «si nosotros quitamos el control de cambio, ustedes (oposición) sacan los dólares y nos tumban».

Bueno… hoy no hay muchos dólares, y los pocos que hay, entran en el riesgo de la corrupción. Y quedó claro que no hay que cuidarlos de que la oposición se los lleve, sino de que su propia gente se los apropie.

Estamos en un momento crítico, porque el estancamiento puede arrastrarnos nuevamente a un ciclo híperinflacionario (bueno… ya estamos ahí, pero menos que cuando superaba 3.000%), porque no hay que olvidar que nuestra inflación es de oferta (o de su falta), haciendo que cualquier mínimo desequilibrio en la demanda produzca un exceso que se vuelva inmanejable. Nuestra inflación no es causada por exceso de demanda, sino por déficit de oferta. Por eso luce razonable mantener controladas las variables monetarias.

Aquí cabe aclarar que la manera más orgánica de inyectar recursos financieros en la economía productiva, desde los actores superavitarios a los deficitarios, es a través del mercado de valores que mantiene el contacto entre el origen de los recursos, a través de diferentes instrumentos bursátiles, con el destino de esos fondos, que difícilmente se dirijan a la especulación.

La propia necesidad ha ido generando que las empresas, especialmente las pymes del tejido industrial vayan, poco a poco, acercándose al mercado, y desde el mercado, los diferentes actores, casas de bolsa, sociedades de corretaje, bolsas de valores y Sunaval, han ido promoviendo la información y las normativas como para facilitar el acceso. Y el gobierno, a través de sus personeros, ha ido demostrando interés en el desarrollo del mercado de capitales y generando y facilitando las condiciones.

Son procesos de cambio cultural, donde el empresario mediano y pequeño se acostumbre a la idea de ser observado, que mantenga su institucionalidad transparente, y que los estados financieros sean un reflejo real de su situación de negocios, vía los auditores y los calificadores de riesgo. Entre las cosas positivas de esta terrible situación que nos toca vivir ya desde hace años, está una nueva cultura empresarial, poco dependiente del estado, y acostumbrándose a que el mercado es el que decide que es lo que debe producirse.

Hoy, cada producto que se encuentra en el anaquel de un supermercado fue pagado, por adelantado, y de su propio bolsillo, por un empresario venezolano… y eso, es realmente nuevo.

Internacional

Los acercamientos de Lula con China y Rusia en medio del choque frontal de estos con EE UU y la UE, dejaron en evidencia una debilidad antes nunca vista en la famosa Itamaratí, una de las cancillerías más prestigiosas del mundo. Allí siempre estuvo claro lo que imponían como ejemplo en el mundo diplomático, que era la política de Estado por encima de la política de un gobierno.

Lula tuvo que desdecirse y mencionar que, cuando dijo lo que dijo, no quiso decir lo que dijo. Bueno… ya pasó… pero queda y no se olvida. La pregunta es si es un nuevo enfoque con cancilleres paralelos impulsando políticas de izquierda y sin que la verdadera cancillería pueda administrarlo.

Siempre se pensó que Brasil estaba llamado a asumir el liderazgo en nuestra región, y nunca, por una razón o por otra llegó a concretarse. Ni siquiera ahora, que hay un vacío importante, está pudiendo lograrlo. Esa es una de las razones por las que Petro, desde agosto del año pasado, comenzó a promoverse como el nuevo líder de la región. Querer hacerlo, es muy distinto de poder hacerlo.

Pero hay que reconocerle que este tema de la Cumbre de Bogotá es un esfuerzo genuino, que alinea sus objetivos personales, con los de Colombia y con los de la región. Porque Venezuela, con millones de emigrados concentrados en Colombia y en Perú, ya es un problema de la región, y Petro está intentando ayudar.

Ya tuvimos el Grupo de Lima, el de Montevideo, y ahora el de Bogotá. Veremos adonde nos lleva, y si le sirve a Petro de impulsor, o si no lo hace. Porque Lula, parece que, otra vez más, perdió su oportunidad.

Recomendación

  • Al gobierno: que busque una solución no tradicional al tema de los aumentos de salario. Dejar que el tiempo pase sin tomar decisiones, ya es una decisión… una mala decisión. Seguir manejando a la gran masa de trabajadores como un solo bloque ya no responde ni a al nuevo perfil de país ni a las necesidades que de él se desprenden. Deben pensar y actuar en forma disruptiva, solucionado lo que se pueda y dejando el resto para después. Pero dejar todo para después no es una buena idea.
  • A la dirigencia opositora: que se plantee, y se prepare para, la posibilidad de tener que hacer unas primarias privadas con el solo propósito de identificar una persona que aglutine la voluntad de la mayoría de los participantes. Utilizar alguna plataforma ad hoc que permita un proceso bottom up, que surja de cada rincón del país y de cada rincón de la tierra donde haya un venezolano (el 16 de julio de 2017 hubo 1.600 centros en todo el país y 108 más en varias ciudades del mundo). Lo importante no es que el gobierno crea en el resultado, sino que los participantes crean en él como ya ocurrió en el pasado.
  • A la dirigencia empresarial: que hay que desarrollar un plan estratégico para el país donde se identifiquen posibilidades reales y no se apoye en fantasías y en supuestos que dependen de otros. Cada empresario sabe que su estrategia de negocios debe estar apoyada en decisiones que pueda tomar él, y no que todo esté sujeto al humor de otros actores. Necesitamos una hoja de ruta donde, en forma realista, se establezcan roles para las empresas, los consumidores, las cadenas de suministro y, especialmente al estado/gobierno, en sus diferentes facetas, de generador de políticas públicas, de regulaciones y de impuestos y tasas. Mercado dónde sea posible, Estado dónde sea necesario.

Análisis de Entorno: Reputación y alter ego

Benjamín Tripier

Pdvsa sigue siendo el alter ego del gobierno de Venezuela y sus activos e intereses están sujetos al control generalizado de los líderes políticos del país. Con esa premisa en mente, es difícil simular una compañía con objetivos empresariales, pues sabemos que no se comportará en esa dirección, sino atendiendo a la política y la ideología como rectora de sus movimientos.

Aún en medio del escándalo de corrupción en Pdvsa confesado por el gobierno, esta nueva etapa gerencial en Pdvsa, a diferencia de las anteriores, está generando expectativas positivas, que habrá que esperar para ver si se concretan o si se quedan solo en eso… en expectativas.

Porque el impacto de las denuncias de corrupción confesadas por el gobierno, si bien afectan principalmente a Pdvsa, están mostrando que son extensivas al resto del gobierno y de las organizaciones, que, si bien son empresas, en realidad actúan como si fueran gobierno, y responden a las líneas políticas del gobierno.

Y solo para dar una idea de base, habría que despolitizar y desideologizar a esas empresas, para regresarlas a una organización profesional y técnica orientada al mercado, y considerando a las sanciones como una restricción de negocios. Y Pdvsa debería seguir ese criterio, porque pareciera que ninguna tiene objetivos empresariales que sean superiores al mando político de la revolución.

Una recomendación para Pdvsa, es que debería pasar del modo queja al modo acción proactiva.

Habría que desarrollar un proyecto de transformación de la empresa que incluya refrescar la estrategia de Pdvsa y generar una cartera de proyectos para articularla; desarrollando un mapa de procesos y actores para revisar la relación entre y con los stakeholders, y establecer una hoja de ruta para la transformación; la cual debe incluir una dosis grande de gerencia del cambio, porque, en definitiva, quienes producen los cambios son las personas.

Uno de los indicadores de acción más importantes, está en la restructuración interna de la empresa para llevarla a un tamaño que sea menos de un tercio del que tenía en el año 2.000, si tomamos el indicador de personas por bdp. El otro indicador será la preparación de un proyecto de modificación de la ley de hidrocarburos, o al menos, producir una restructuración de fondo del modelo de negocios bajo el paraguas de la Ley Antibloqueo, que, como tiene solo alcance nacional sin impacto frente a terceros del exterior, como resultado del aislamiento causado por las sanciones, puede realmente funcionar como un sustituto transitorio de una modificación a la mencionada ley, que en algún momento tendrá que ocurrir.

Porque en realidad, la redimensión del modelo de negocios, que debería reflejarse en la organización y los procesos de Pdvsa, debe orientarse hacia tener una empresa más liviana, apoyada desde adentro solo en los procesos críticos y orientada a lo que se llama strategic outsourcing que incluye no solo a las actividades de apoyo, sino también a las actividades core.

Y dentro de la reestructuración/redimensión, está el cambio estratégico que debe incluir la posibilidad de pasar a la actividad privada segmentos completos del ciclo de negocios, buscando crear por esa vía un distanciamiento entre las figuras jurídicas sancionadas, y las privadas libres de sanciones.

Y es posible que el Mercado de Valores sea una de esas vías ofreciendo paquetes de acciones en el mercado para que diferentes actores tomen posición patrimonial; la cual, tenemos que estar claros, son relaciones jurídicas institucionales, diferentes a las relaciones técnicas o de mercado. Debe producirse un efecto desintoxicación del capital para que puedan participar empresas internacionales sin el temor a ser sancionadas, ya sean US persons o no.

La reputación es la percepción que los demás tienen sobre alguna persona, marca o institución y es el resultado de una construcción orgánica que incluye experiencias, consistencia, valores y principios. Casi siempre está vinculada con algún tema o ámbito específico y está cimentada en unas bases más amplias, cualquiera de las cuales, podría hacer que la reputación total, se derrumbe.

Si una empresa petrolera deja de pagar sus deudas, no solo se derrumba su reputación financiera, sino que arrastra al resto de las dimensiones. Es un tema muy delicado, porque en su esencia no depende de uno mismo, sino de la percepción que tenga el entorno relevante. Y una reputación (o prestigio) construida consistentemente a lo largo de los años, puede destruirse en muy poco tiempo, si la combinación de razones objetivas (p.ej. no paga sus deudas), con la percepción del entorno (p. ej. está mal administrada o hay corrupción), resultan en lo que se llama una mala reputación.

Lo cual pudiera significar pérdida de clientes, que no le den crédito, que no firmen acuerdos ni contratos, y que no consiga personal calificado. En definitiva, hay negocios en los cuales la reputación “es el negocio”. Lo anterior es extensivo a los países que cuando entran en la lista de los que hay que cuidarse, les puede tomar décadas recuperarse, y es posible que nunca lo logren totalmente.

No hay una Venezuela chavista y otra opositora. Venezuela es una sola, independientemente de quien esté en el gobierno, parlamento o gobernaciones y alcaldías. El daño reputacional que estamos sufriendo es de todos y para todos, más allá de que haya uno o más responsables por esa situación, a los que la historia castigará. No son solo las sanciones… es principalmente la reputación.

La reflexión anterior, que vengo haciéndola desde hace ya un tiempo, tiene la intención de llamar la atención sobre esta nueva etapa de gerencia de Pdvsa, que ha generado expectativas positivas sobre la posibilidad de su redimensión y puesta a punto en términos de una nueva morfología organizacional y de negocios, ya más apoyada en recursos de terceros, porque con los propios ya se vio que está muy limitada.

En esta nueva etapa donde se está intentando una vez más la reestructuración de Pdvsa, aún no se ha tomado consciencia de que tratarla como una empresa que debe cumplir objetivos empresariales, es incompatible con tratarla como un gobierno que responde a decisiones políticas del liderazgo político.

El peor problema que tiene hoy la empresa es ser el alter ego del estado venezolano, y eso es algo que no se arregla comunicacionalmente, sino con hechos concretos, traspasando la mayor cantidad de piezas del negocio a la actividad privada, haciéndolo en forma transparente, a través del Mercado de Valores, en un proceso de desintoxicación del capital teniendo en cuenta las sanciones y la OFAC.

Político

Tal vez el tema político más relevante es el anuncio de Maduro sobre la posibilidad de que las elecciones se adelanten para este año; ya hace un tiempo, tanto él como Diosdado lo habían mencionado; nada es final, pero pudiera ocurrir, está en el menú de opciones que pueden desplegarse.

Lo que no es una opción de menú, sino una realidad, es el tema de la corrupción en el chavismo, que fue puesto sobre la mesa por el mismo gobierno un par de semanas atrás. Más allá del daño reputacional que la confesión le hizo al mismo gobierno (porque se devolvió como un bumerang contra los mismos denunciantes) ya quedó como una nueva herramienta política para ser utilizada en términos de la campaña hacia el 2024 (junto con la posibilidad del adelanto de elecciones).

Porque para ganar esa elección estando en minoría, debían alinearse y compactarse todas las fuerzas internas, respondiendo a la verticalidad y disciplina tradicional de la revolución, que en el último tiempo estaba puesta en duda. Habían aparecido competidores en la carrera presidencial, y debían ser puestos en su sitio. La revolución tiene un solo candidato, y eso no se discute… y si lo hacen, pues ahí tienen las consecuencias. Las bardas del vecino ardiendo…

Toda la energía que liberó la explosión… mejor dicho, la implosión, se había quedado encapsulada dentro del chavismo, produciendo más daño del que se anticipaba cuando se lanzó públicamente el tema. Y la única manera de descomprimir y distribuir la presión (que se creó, que sigue creciendo, y que no está claro cómo ni cuándo terminará) era incorporando a la oposición, para que allí también se sintiera el impacto.

Primero se intentó considerar una “corrupción equivalente” a los pedidos de sanciones que hicieron en su momento dirigentes opositores; y, si bien esa línea de acción no se ha abandonado, mostró no ser tan efectiva, porque ya lo venían atacando al tema, aunque no como corrupción, sino bajo diferentes paraguas temáticos.

Por lo que se buscó –mundo pequeño- alguna línea de conexión entre la corrupción auto confesada, y algunos miembros de la oposición. Tema difícil porque ellos no tienen disposición de activos ni de presupuestos, porque están, ya desde hace mucho tiempo, fuera del poder. Entonces quedó el camino de la toma de decisiones en lugares fácilmente vinculables con el origen y aplicación de algunos de los fondos robados en Pdvsa, y terminó recayendo sobre la Alcaldía de Baruta, quienes, si bien son opositores light, son opositores al fin.

Entonces se comenzó a tirar del hilo a ver a dónde los llevaba, y desde las torres con altura excesiva en Las Mercedes, terminaron en los permisos municipales, y llegarán hasta donde ellos decidan. Porque al igual que se demoró mucho tiempo en acusar a los que hoy están presos, pese a que desde hace tiempo se contaba con toda la información, con el caso Baruta, también cuentan con toda la información y la utilizarán de la forma que mejor cumpla con los objetivos: desalentar a propios y opositores de presentar candidatos a las elecciones del 2024.

Social

Lo que debe estar claro es que la única manera de sacar a alguien de la pobreza es incorporándolo al mercado de trabajo, ya sea trabajo formal o informal, todo consiste en que esa persona reciba un ingreso periódico y constante que le permita acceder a condiciones de vida razonables.

Por lo que, cuando el producto cae, se pierden empleos y la pobreza crece… además de perderse oportunidades de sacar gente de la pobreza. Por eso, cada vez que vemos que el consumo cae, significa que la actividad disminuye y que se pierden empleos… o sea que la pobreza aumenta.

Otra conclusión es que la empresa privada, por sí sola, ha demostrado que no tiene la capacidad suficiente como para hacerse cargo de la economía del país. Lo notamos con claridad en octubre del año pasado cuando se redujeron los ingresos petroleros, y lo notamos este mes de marzo pasado, cuando comenzaron a restablecerse. El país caía o se levantaba al ritmo del negocio petrolero.

Lo que ocurre es que, a través de ese método, se reimpulsa poco a poco la economía comercial y transaccional, y desde allí recién comienzan a abrirse oportunidades de empleo y de rebaja de la pobreza. Mientras que un empleo privado, en cuanto recibe ingresos y se estabiliza la empresa, comienza inmediatamente a contratar gente.

Necesitamos que el sector privado se haga cargo de la actividad, directamente, con la menor dependencia posible del petróleo del Estado. Pero para eso hace falta un proceso de confianza que atraiga a las inversiones.

Esta sociedad disminuida sigue dependiendo del Estado para su capacidad de consumo y de demanda. Y mientras eso sea así, el factor político ideológico seguirá presente y no podremos salir del pozo en el que nos encontramos.

Económico

Cuando se habla de la moneda común del sur, o la creación de una mezcla entre el rublo y el yuan para operar en su zona de influencia, y cuando se habla de la moneda de los Brics, se pierde de vista que, más allá de los arreglos internos en los países o en las zonas aduaneras comunes, las monedas que realmente se usan son las que están relacionadas con los flujos de comercio y de inversión.

Cualquiera de los arreglos monetarios mencionados tiene su equivalente en la moneda interna de un país; el bolívar en Venezuela tiene curso forzoso dentro de las fronteras, y, aún así, internamente, la gente no lo quiere y prefiere tener dólares. Pero cuando Venezuela tiene que hacer algún pago al exterior para comprar algo, se ve obligada a comprar dólares, porque nadie le aceptaría los bolívares. Y cuando quiere vender algo, creo que ninguna empresa, ni el gobierno, aceptará bolívares como pago, no solo porque les constaría conseguirlos, sino porque la empresa local tampoco los querría.

Lo anterior es para señalar que cuando cualquiera de las uniones aduaneras o monetarias mencionadas más arriba quiera hacer operaciones extra zona, tendrá que necesariamente acudir al dólar americano. Y si se deciden a crear esos arreglos, bueno, se encontrarán con los costos transaccionales del cambio entre las monedas internas y el dólar. 59% de las reservas mundiales están en dólares, seguido por el euro que tiene 21%, el yen con 6%, la libra esterlina con 5%, y en 10% restante es posible que se encuentren monedas como el dólar australiano, el dólar canadiense, el yuan, el rublo, el real brasilero.

Cabe mencionar que en 1.999 el dólar representaba 72% de las reservas internacionales, el euro 18%, y el “otros” que hoy es 10%, en ese momento era 2% de las reservas mundiales (toda la información anterior provista por el FMI). Hay una readecuación en los pesos relativos resultante de la globalización imparable, pero el reciente anuncio de la integración de monedas entre China y Rusia, se debe principalmente a que, a finales del año pasado, un solo país —Rusia— mantenía casi una tercera parte de las reservas mundiales en renmimbis (yuan).

Por el momento, a nosotros en Venezuela nos costará más hacer una alianza monetaria con China o Rusia, que intentar los cambios internos que hacen falta para que permitamos al dólar circular legalmente, o (fantaseando un poco) que nos levanten las sanciones.

Cualquier opción distinta del dólar, ya lo hemos experimentado, nos cuesta más y salimos siempre perdiendo. El tema de los 3 mil millones robados más los 21 mil millones que no se sabe, están en esa situación, porque nos dedicamos a explorar con otras monedas, en este caso las cripto, de las cuales pocos en el gobierno entendían cómo funcionaba, ni sabían dónde, en definitiva, estaban los reales. Y el único que sabía… pues la policía dice que es el que se los robó.

Internacional

Sigue sonando, aunque en forma forzada y sin confirmaciones, lo de la reunión internacional en Bogotá para ocuparse de lo que pasa en Venezuela. Petro está interviniendo para incorporar a los que se dicen opositores, sin serlo (mesita, alacranes y escorpiones), y así lograr que la negociación sea lo más suave posible para el gobierno. Que si EE UU dio un medio sí, que si Biden, cuando se reúna con Petro, le pedirá que se ocupe de Venezuela, que si esto, que si lo otro. Sigue llamando la atención cómo es que Colombia apareció en ese radar… no es normal, ni es natural. A todas luces se ve forzado, y se ve la mano del chavismo.

Con la entrada de Finlandia en la OTAN se termina de construir un cerco del cual los rusos no podrán pasar. Podrán intentarlo, pero no podrán pasar. Ellos entraron a Europa por el único lugar no OTAN que quedaba, pero de allí no podrán pasar. Si en 14 meses no pudieron cumplir el objetivo de 72 horas de la OME, teniendo por delante un ejército pequeño y mal organizado, imagínense si tuvieran que enfrentarse a la OTAN en directo. Claro que el ejército de Ucrania hoy, es muy superior al que tenían hace 14 meses.

Y el otro descubrimiento es que, por encima del armamento y equipo, está la motivación y el patriotismo del pueblo ucraniano, que los rusos no tienen, porque muchos de los soldados no creen en esa guerra, y no tienen voluntad de lucha… mientras que los ucranianos, sí la tienen. Rusia va a terminar mal.

La general Richardson, jefe del Comando Sur de EE UU, emprendió un nuevo viaje por la región, el segundo en menos de un año, como preparando el ambiente para lo que se viene, que es posiblemente la entrada de EE UU en guerra, ya sea contra Rusia, ya sea contra China… ya sea en los dos frentes simultáneos.

Nuevamente la preocupación de cómo quedamos nosotros en ese caso, que somos amigos de los dos, y casi socios de los rusos, y muy poco amigos de los chinos… porque a esa relación la perdimos por la corrupción. Se fueron y solo quieren que les paguemos lo que les debemos. Por cierto, que Lula también quiere lo mismo: que le paguemos.

Recomendación

  • Al gobierno: que desacople las empresas del Estado y las pase al sector privado para que cada una busque por su cuenta la manera de mantenerse abierta o, si fuera el caso, quebrar y cerrar. Porque ya no hay dinero para seguir financiándolas con tantas necesidades reales que hay. Es mejor tener a alguien con un subsidio directo, que simular el subsidio vía un empleo que no produce resultados. Hay que sincerarse para darle la oportunidad a esas empresas de ser recuperadas y aportar al PBI con la actividad, y al fisco con los impuestos.
  • A la dirigencia opositora: que se prepare para el adelanto de elecciones, así finalmente no ocurra. Lo cual significaría que las primarias no aportarían soluciones, y que los precandidatos irían, ya como candidatos directamente a la elección. Y allí quedaría claro que, con o sin encuesta de por medio, los dos potenciales candidatos opositores serían María Corina o Guaidó. Y es posible que los demás, inflados por las encuestas, terminen casi sin votos. La ventaja es que tal vez la abstención bajaría y los votos irían hacia las preferencias reales de la gente.
  • A la dirigencia empresarial: que hay que apoyar al mercado de valores como una provisión de financiamiento directo a las actividades comerciales, a partir de los nuevos instrumentos como el factoring del mercado de otros bienes. La incursión de la BVC en el ámbito comercial la devuelve a sus orígenes, pues comenzó, como en otras partes del mundo, siendo una bolsa de comercio.

Análisis de Entorno: el costo de mantenernos en revolución

Benjamín Tripier

El tema de la corrupción confesada por el gobierno no ha logrado cambiar la matriz de preocupaciones de la sociedad venezolana, que asiste a esta secuencia progresiva de eventos como si se tratara de algo ajeno, y que les pasa a otros, sobre lo cual se ven obligados a opinar, no porque lo consideren importante, sino como un cotilleo para hablar “de política”.

Lo anterior es porque la prioridad de la sociedad, en forma masiva, está puesta en la economía personal y familiar, y la incapacidad de acceder a mayores ingresos, más que nada porque la economía del país continúa achicándose y con eso las posibilidades de crecimiento personal. Y todo indica que, con este frenazo del primer trimestre de 2023, se achicará aún más.

Porque además de la corrupción confesada, están pasando cosas importantes como un nuevo hito con el diferendo con Guyana, la restructuración de Pdvsa, el inminente vencimiento de los plazos de prescripción de los bonos de la deuda externa soberana, Pdvsa y Elecar, al comenzar a cumplirse en octubre, bono por bono, los plazos de seis años desde el último impago que fue en 2017. Eso sin mencionar el revés en la Corte Penal Internacional por lo de los presos políticos y las torturas.

Pero nada de eso parece trascendente frente a la realidad de familias que se van a dormir sin haber comido. Y la consecuencia de la caída de la economía es directa y más que proporcional, con el aumento de la pobreza.

Lo cual se refleja en la matriz mediática que muestra todos esos temas mencionados, como proporcionalmente más importantes que lo de la crisis en la economía de la gente. Porque lo de la economía del país, como todos sabemos, no tiene opciones de solución mientras continuemos con el modelo político que hoy tenemos. Podremos manejar algunas flexibilidades como lo del dólar y los mercados, pero no podemos cambiar la esencia del aislamiento y el rechazo de casi todos los países con los que tradicionalmente hemos mantenido relaciones sociales, económicas, culturales y políticas.

Hoy nuestros “amigos” no tienen mucho que ver con nosotros ni en lo social, económico, ni cultural, y en lo político, tienen afinidad con el gobierno, pero no con el pueblo venezolano. Y eso que se intentó… pero no funcionó… no tenemos nada que ver con ellos. No encontraremos en la calle ni rusos (tal vez, a veces, solo en Margarita), ni iraníes, ni chinos, ni cubanos.

Hay que poner el foco en la optimización de la cadena de valor para, por lo menos desde el lado de la oferta y de los costos, llegar a precios y presentaciones orientadas a la gran masa de la sociedad, y no solo al grupo minoritario y privilegiado que compra en un supermercado. La gran masa de gente y, entre ellos, los pocos que pueden hacerlo, compra en los mercados populares o recibe ayudas del gobierno o de ONG.

Porque este tema de la economía familiar está derivando en problemas sociales, los cuales, por el hecho de que no se conviertan en protestas masivas, no desaparece los problemas, sino que los acumula y los posterga. Y puede llegar el momento en el que se salgan de control, porque las fuerzas “del orden” también sufren los mismos problemas de los que protestan… de hecho, ellos también deberían protestar. Y si no lo están haciendo ahora, es probable que en el futuro lo hagan.

El costo de mantener a Venezuela en revolución, tal como esta fue diseñada, es cada vez más alto, y cuenta cada vez con menos apoyo interno (y casi ninguno internacional). Por eso es que, internamente en el chavismo, se están dando estos choques para viabilizar la revolución cambiando las referencias (como el Plan de la Patria) y orientándonos en otra dirección.

Ya algunos pasos se dieron con la derogación de la Ley de Ilícitos Cambiarios, el repliegue de los controles a la economía y el impulso al Mercado de Valores, pero es evidente que no son suficientes, porque no se hicieron completos y faltaron muchas piezas por implementar.

El sufrimiento de la sociedad por seguir manteniendo como enemigo estratégico a EE UU es cada vez menos sostenible o explicable, y la gente, especialmente dentro del chavismo, así lo entiende. Más que nada porque esta triste experiencia no resultó en nada bueno ni positivo, y porque estamos viviendo cada vez peor.

Político

De cara adentro del chavismo, que ostenta ampliamente el poder, la disposición de los recursos y las decisiones, en Venezuela se están presentando situaciones novedosas, muy diferentes al pasado. Algo está cambiando. Porque al faltar recursos para mantener en marcha la revolución, internamente comienzan a buscar responsabilidades y responsables, algunos de los cuales ya fueron identificados y van cayendo.

Los ataques y la purga van, por el momento, en una sola dirección, y provienen de unas ciertas fuentes de poder. Ahora debe venir el contra ataque primero, y luego, como un contagio masivo, debería extenderse al resto de las dimensiones, donde también pasan cosas malas; tal vez no tan grandes como lo relacionado con el petróleo y la CVG (que en conjunto supieron representar el 97% de los ingresos por exportaciones), pero sí se mueven montos importantes con una dinámica como la que el gobierno mostró para estos dos casos, de Pdvsa y CVG.

Pero eso no es suficiente, porque ese dinero (ni el de Cadivi, ni el de la Pdvsa anterior, ni los cientos de miles de millones de bolívares que se “perdieron”) no se va a recuperar, y deben buscar responsables más arriba, y hasta sustituir a la cúpula de la revolución.

Porque hay que estar claros de que lo anterior no es por la corrupción/anti corrupción, sino por un reacomodo de piezas del poder político dentro de la revolución.

Porque ante la imposibilidad práctica de que los cambios necesarios para el país provengan desde la oposición, casi por homeostasis, parece que tendrán que provenir desde el chavismo. Y, si bien en lo económico se estaban promoviendo cambios hacia el dólar y el mercado, cuando el cuadro se amplía, resultan ser casi cosméticos o superficiales, porque seguimos aislados en nuestra burbuja.

Porque el verdadero cambio político, con o sin chavismo, vendrá cuando podamos insertarnos en el resto del mundo occidental, sin despertar las desconfianzas que despertamos en casi todos los mercados relevantes. Y eso solo podría ocurrir si los cambios en 2024 nos sacan del pantano donde estamos estancados.

El actual discurso político se agotó, y resulta incómodo hasta para los gobiernos más cercanos y afines.

Social

Con la poca información formal con la que contamos podemos construir una pirámide socio económica referencial que indica que, de los 26 millones de habitantes que somos / quedamos, solo 400.000 tienen la capacidad económica como para mover esta economía, combinando fondos logrados internamente con fondos en el exterior (sin cuestionar la fuente de esos fondos) que entran y salen, según las circunstancias.

Luego viene lo que podríamos llamar la clase media alta y privilegiada, de no más de 2 millones de personas que son los que articulan aguas abajo los fondos que proveen los 400.000 mencionados, y se constituyen en la correa de transmisión de consumos a lo largo y ancho de la sociedad.

Luego, una capa más abajo. Hay alrededor de 2,6 millones de habitantes que pueden considerarse la verdadera y tradicional clase media, sobre la cual se apoya toda nuestra economía. Ellos son los que consumen. Y, cuando sus ingresos merman, pues el consumo cae. En nuestro caso, ese consumo cayó entre 30 y 35%, según la fuente que se consulte, y dio lugar al corte de la cadena de pagos y a la acumulación de inventarios, que se está reflejando en el freno de la actividad económica y en su natural compensación por el lado de los precios, que tienen que aumentar para mantener los balances con una razonable buena salud en el corto plazo.

Y así como les digo que toda nuestra economía está orientada / diseñada para los 5 millones de personas mencionadas más arriba, también les digo que hay 21 millones de personas abajo, en la base de la pirámide, que reciben solo el derrame de lo de arriba (que incluye al gobierno); no solo en cuanto a los fondos de los que pueden disponer para consumir, sino en cuanto a la especificidad de los diseños y objetivos.

Por ejemplo, la venta al detal de productos que antes se vendían empaquetados, o la presentación en tamaños muy pequeños en productos que antes solo venían en envases medianos o grandes, son una toma de consciencia de que, para poder crecer, hay que incorporar formalmente a los pobres a la arquitectura de negocios de nuestra sociedad.

Hay que considerar que, con este frenazo a los ingresos y congelación del salario mínimo, mientras los precios suben, hay una parte de los 2,6 millones de clase media que está pasando a formar parte de la pobreza, y que deben ser atendidos.

Económico

La semana pasada hubo un anuncio del Ejecutivo Nacional extendiendo los plazos que tienen que ver con la condición de los bonos emitidos por la República por Petróleos de Venezuela y por Elecar, en lo referente al período de prescripción (estatute of limitations) que ocurre seis años después del último impago que fue en 2017.

O sea que los bonos comienzan a prescribir en octubre de este año, y no dejan de tener validez para cobrar, sino que, si no se extiende la prescripción, pierden las cualidades de poder demandar para cobrar. Entonces lo que hizo el gobierno con su comunicado —que en realidad es una repetición del que ya hizo en el año 2020— fue declarar unilateralmente su disposición a reconocer cinco años más, antes de que prescriba.

Pero como el gobierno de Venezuela no es reconocido ante EE UU, específicamente en Nueva York, que es la circunscripción aceptada por las partes, su declaración no tiene el valor que en otras condiciones tendría de estirar automáticamente los plazos.

Por lo que es de esperar que, pese al anuncio del gobierno de extender los plazos cinco años más, los tenedores de bonos inicien, de todas formas, sus juicios de cobro, antes de que se venzan las prescripciones.

Si se considera que los fallos no son de acción colectiva, sino que son a la medida de cada demanda, y si se considera el costo importante de llevar a cabo ese juicio, lo más probable es que los tenedores tiendan a agruparse en fondos de recuperación de deuda de forma tal de diluir los costos legales, y tener una masa crítica para negociar en cualquiera de los escenarios que se presenten, especialmente el que luce más probable de debtforequity, en el caso de la venta de empresas del Estado, lo cual pareciera ser una necesidad de supervivencia del presupuesto de la nación.

Lo anterior es válido solo para non US persons, y fuera del ámbito jurisdiccional de EE UU, por aquello de las sanciones de la OFAC.

Qué es un fondo y por qué se hace esto. Normalmente es porque un bonista individual tiene poca capacidad de maniobra y porque siempre, en el tema de la extensión de los plazos, el costo de extender la prescripción suele ser alto, mientras que para el fondo este tipo de costos es un tema más de su funcionamiento. Transfiere al fondo la propiedad y la custodia de los bonos, y el fondo le entrega, a cambio, una participación.

Nuestra firma de consultores NTN Consultores ha hecho un acuerdo con el Copérnico Recovery Fund que acumula bonos de la deuda soberana y de Pdvsa a cambio de participaciones en el fondo, para apoyar en la acumulación de bonos para ordenar los procesos de negociación, de forma tal que le resulte más fácil al gobierno cumplir con sus obligaciones, y a los bonistas recuperar el máximo posible de su inversión. De hecho, la estrategia de CRF es recuperar al menos 50% del valor nominal de la deuda.

Ahora, el hecho de haber hecho el anuncio unilateral de extensión de plazos, si bien no tiene efectos reales, es en sí mismo una declaración política de reconocimiento de la importancia de la deuda, y abrir una puerta para negociaciones fuera del ámbito de EE UU.

Si se restablecieran las relaciones formales entre EE UU y Venezuela, esa declaración tendría todo el peso del mundo, el statute of Limitation estaría extendido y mejoraría la percepción del Ejecutivo con los tenedores de bonos.

Internacional

Los párrafos a continuación fueron generados por una aplicación de Inteligencia Artificial y no tardó más de 3 segundos en presentar el resultado:

“Las relaciones internacionales de Venezuela han sido tumultuosas en los últimos años, marcadas por una serie de controversias y tensiones con otros países, especialmente con los Estados Unidos. La administración del presidente venezolano Nicolás Maduro ha sido objeto de sanciones por parte de los Estados Unidos, la Unión Europea y otros países debido a las preocupaciones sobre la democracia, los derechos humanos y la corrupción.

En particular, el gobierno de los Estados Unidos ha impuesto sanciones económicas contra Venezuela a través de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), una agencia del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. Estas sanciones prohíben a las empresas y ciudadanos estadounidenses realizar transacciones financieras con individuos y entidades específicas en Venezuela, incluyendo a la empresa petrolera estatal, Pdvsa.

Las sanciones de OFAC han tenido un impacto significativo en la economía de Venezuela, lo que ha llevado a una grave crisis humanitaria y a la migración masiva de venezolanos a otros países. El gobierno de Maduro ha criticado estas sanciones como una violación de la soberanía de Venezuela y ha acusado a los Estados Unidos de intentar un cambio de régimen.

En resumen, las relaciones internacionales de Venezuela están marcadas por una serie de tensiones, incluyendo sanciones económicas por parte de los Estados Unidos a través de la OFAC. Estas sanciones han tenido un impacto significativo en la economía y la sociedad venezolanas, y han sido objeto de controversia tanto en Venezuela como en la comunidad internacional”.

Otra respuesta de la IA sobre la mención a Simón Bolívar en el comunicado del gobierno de Venezuela rechazando el pronunciamiento de la CIJ sobre el tema Esequibo:

“Simón Bolívar no tuvo una relación directa con el diferendo territorial entre Venezuela y Guyana, ya que este conflicto surgió después de su muerte en 1830.

Sin embargo, durante su vida, Bolívar defendió la idea de que los países de América Latina debían unirse para enfrentar los desafíos comunes y proteger su soberanía. En este sentido, la disputa territorial entre Venezuela y Guyana se considera un tema de importancia para la región y un reto para la unidad latinoamericana que Bolívar promovió.

El conflicto territorial entre Venezuela y Guyana se refiere a la disputa sobre la región de la Guayana Esequiba, que es rica en recursos naturales como petróleo, oro y diamantes. Venezuela afirma que esta región le pertenece desde la época colonial, mientras que Guyana argumenta que es parte de su territorio desde su independencia en 1966.

La disputa ha sido objeto de negociaciones y arbitrajes internacionales, incluyendo la intervención de la ONU, pero aún no se ha llegado a una resolución definitiva. La situación sigue siendo tensa en la actualidad y continúa siendo un tema importante en la política exterior de Venezuela y Guyana, así como en la región en general”.

Nuestra relación internacional más importante, casi vital, es con EE UU, y todo indica que seguirá deteriorándose, y que, cuando volvamos a ser parte relevante de su agenda exterior, hasta podría empeorar. El tema petrolero pasó a ser secundario y se ha vuelto a poner la prioridad sobre la “amenaza inusual y extraordinaria”, por lo que el cambio de gobierno vuelve a ser el centro del conflicto.

Si bien en la etapa Trump ese objetivo se intentaba conseguir por la fuerza, en esta etapa de Biden se mantiene pero esta vez en forma de elecciones libres. Para la oposición, el concepto de elecciones libres significa un proceso transparente, mientras que para el gobierno significa “libre de sanciones”. Y como eso no va a pasar, entonces, el juego seguirá trancado hasta que el juego cambie. Y como les decía más arriba, ese cambio no necesariamente significa un cambio hacia la oposición, sino que cada vez más se parece a un cambio y rotación de actores, dentro del chavismo.

Lo que sí parece que todos, de lado y lado, entienden es que esto no puede seguir así, y que las cosas tienen que cambiar.

Recomendación

  • Al gobierno: que incentive la inversión privada como única fuente de crecimiento y desarrollo económico. Alivianar los costos transaccionales, bajar los impuestos, simplificar los trámites, y liberalizar la economía, permitiendo al dólar circular como moneda legal y pasando al sector privado toda actividad empresarial en manos del Estado. Y hacerlo en forma transparente a través del Mercado de Valores. Porque sí hay interesados genuinos en invertir en Venezuela
  • A la dirigencia opositora: que tome como referencia el efecto cardumen o la formación en V del vuelo de los patos, para que se convierta en el objetivo estratégico de la oposición verdadera. Los infiltrados, que son muchos y trabajan para el otro bando, nunca accederán a esto, pues su objetivo de “convivencia y permanencia” se caería. Solo los verdaderos opositores entenderán las implicaciones de la recomendación, porque solo uno debe ir adelante, y eso no se logrará por primarias que congreguen del 10 al 16% del electorado opositor. La opinión aleatoria de la calle tiene hoy más peso que cualquiera de las encuestas. Aunque en general coinciden en los nombres, no lo hacen en las preferencias: todos saben quiénes son los verdaderos opositores y quiénes no lo son
  • A la dirigencia empresarial: que debe apoyar que las empresas sigan esta guía resumida: manténgase informado, diversifique su negocio, invierta en tecnología, fomente la innovación, mantenga una buena relación con sus empleados y clientes. Recuerde que cada empresa y cada situación es única, por lo que siempre es recomendable buscar asesoramiento profesional para tomar decisiones informadas y estratégicas

Mail: btripier@ntn-consultores.com Instagram: @benjamintripier Twitter: @btripier

Análisis de entorno: ¿Estamos a la deriva?

Benjamín Tripier

El tema de la corrupción confesada por el gobierno, asumiendo la responsabilidad por miles de millones de dólares perdidos, aunque se trató de presentar como que se descubrió a una banda de delincuentes enquistados en el gobierno, no logró su objetivo, y terminó afectando a todo el estamento de funcionarios y exfuncionarios del estado.

La desconfianza y la credibilidad quedaron fuertemente dañadas, no solo para los que no quieren al gobierno, que ya lo sabían o al menos lo sospechaban desde el principio sino principalmente para el chavista que ahora ve como esposan y visten de naranja a aquellos que decían luchar contra la corrupción. Y con eso, cada vez que un dirigente se rasga las vestiduras, haciendo leña del árbol caído (en realidad del árbol volteado), el pueblo llano se pregunta si ese, unos días después, no aparecerá también esposado y vestido de naranja.

Porque lo razonable hubiera sido mostrar mecanismos que evidencien que la situación ya no volverá a repetirse y que las cosas han cambiado porque lo de la comisión reestructuradora ya, para estos, casos, no satisface… no es suficiente.

Esta confesión pública, marca un antes y un después… y solo demostrando buena gerencia, con gerentes profesionales, preferiblemente que provengan del sector privado, podría comenzar a revertirse este golpe reputacional que ya no resiste relatos ni re significaciones.

Y tratar de diluir el impacto involucrando a la oposición política, no solo no cambiará la percepción, sino que se entenderá como una excusa más para inhabilitar candidatos. En fin…

Porque ya no importa si alguna de las tantas versiones y explicaciones que andan dando vuelta son ciertas o no lo son. Lo único concreto es que la onda expansiva de la bomba que hizo explotar el chavismo, los alcanzó a todos… a acusados y a acusadores.

Lo cierto es que haber jugado esta carta fuerte de la purga interna por corrupción, lejos de mostrar fortaleza y gobernabilidad, reveló una vulnerabilidad muy grande, porque dejó en evidencia que pasan cosas muy graves y que no pueden ni evitarse, ni detenerse. A lo sumo, muestra que unos tienen más fuerza que otros, pero que el país está estancado y que no están pudiendo reaccionar.

El otro tema, es la presencia cada vez más fuerte del gobierno de Petro interviniendo en temas locales. Lo de las visitas presidenciales frecuentes (las dos primeras sin aviso previo), lo del gas, lo de Monómeros, lo de la guerrilla y ahora lo de la mesa paralela con la oposición, lo han convertido, casi de un momento para otro, en un actor noticioso casi diario.

Hay que ver si realmente logran pasar de los dichos (noticias y declaraciones) a los hechos. Porque hasta ahora, sin que el gobierno de Venezuela le hubiera dicho algo, anunció que compraría gas, y luego que no lo necesitaban; y después Monómeros, y que vamos a ver, y ahora, por la corrupción, en Pdvsa, mejor que no.

Lo de las negociaciones con la oposición en Bogotá, desplazando a México de la escena (o al menos posponiéndolo) es una incursión en un tema novedoso para ellos, al menos en el rol de anfitriones. Si eso se vincula con las declaraciones de la cancillería colombiana de que Petro estaba llamado a asumir el liderazgo en la región, y a las declaraciones del embajador sobre que todo lo que hacían con Venezuela era consultado con EE UU, entonces habría que pensar que el juego es más amplio y más profundo, y que, por lo que parece hasta ahora, les está quedando grande.

Mientras seguimos en el día a día pragmático del comercio bilateral, que está tratando de deslastrarse de lo político y concentrarse en una relación de mercado entre empresarios de los dos países. Esa vía sí está clara, y, aunque también tiene sus aristas, las reglas esenciales del mercado, se mantienen.

Político

Para que el escándalo dentro del chavismo, como les decía en entregas anteriores, haya roto las paredes de silencio, verticalidad y disciplina que los caracterizaba es porque el problema interno es muy grave y aún no está controlado.

Porque una cosa es que con esta purga se mande un mensaje ejemplificador que calme o postergue apetencias de poder y otra muy distinta es que tengan el resultado esperado y las aguas se asienten.

De los 3 a 5 aspirantes del chavismo a hacerse con el poder en Venezuela, ninguno pareciera que se llamó a la calma con las medidas tomadas hasta ahora. Porque en la medida que no se declaren vencidos se seguirá ampliando el círculo de impacto y seguirán encarcelando más funcionarios de esos que, hasta hace poco, eran patria o muerte con el núcleo actual de poder.

Pero en la medida que se siga encarcelando gente habrá más razones para luchar por ese poder, para poder sacarlos de la cárcel si logran imponerse. En pocas palabras, todo indica que todo esto está recién comenzando, y que los aspirantes no se llamarán a la calma y contraatacarán.

Lo que sí está claro es que lo de la corrupción fue el ángulo que se utilizó para la limpieza interna, lo que no quiere decir que no sea cierto sino que no es el centro del problema. Porque en realidad, en este caso, no hay una declaración formal de los montos involucrados, ni los 3 mil millones, ni los 21 mil millones. Aún no se sabe –creo que ni ellos lo saben– qué cifras están involucradas.

Del otro lado de la zanja, se encuentra la oposición (“las oposiciones” me decía un chavista fuerte) que no encuentra un espacio propio desde las alturas de la dirigencia, mientras que la gran base, que casi llega a 90% de la gente, tiene en común que quieren que esto cambie porque así ya no se puede vivir. Pero esa base, cuando mira hacia arriba, mira con desconfianza lo que tiene a la vista. Porque muchos se hacen llamar opositores, y en realidad no lo son.

La prueba rápida de pureza opositora se manifiesta en si el personaje ataca más fuerte a otros opositores que al gobierno, si quiere mantener el estatismo de siempre, y si se preocupa por sacar gente de la pobreza, versus atenderlos, pero que sigan siendo pobres.

Habrá que ver el alcance de gente que logren las primarias, porque será un anticipo de lo que podría pasar en las verdaderas elecciones. El verdadero opositor, tal vez, no debería inmolarse ahora, y hacer un trabajo en las bases (bottom up) hasta el 2024, y allí, casi sobre la hora, para minimizar las posibilidades del contraataque, salir a la superficie, con la seguridad de que su trabajo en las bases le traerá los votos que pudieran dar vuelta el resultado, que, visto desde este momento, ya está cantado, y es que el chavismo retiene el poder. Ya sea con Maduro si resiste este ataque interno brutal, o algún otro de los 3 o 4 aspirantes que hoy están en pugna.

Social

La pobreza en Venezuela ha aumentado significativamente en las últimas décadas, especialmente durante la última década. La crisis económica, política y social que ha afectado al país ha sido uno de los principales factores que ha contribuido a este aumento.

Según datos de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) de 2020, 64,8% de la población vive en situación de pobreza, mientras que 79,3% de los hogares tienen dificultades para acceder a alimentos de manera regular.

Además, la pobreza extrema ha aumentado considerablemente, con 26,4% de la población viviendo en condiciones de extrema pobreza en 2020, según la Encovi.

La situación de pobreza en Venezuela ha tenido un impacto negativo en la salud, la educación y la seguridad alimentaria de la población, y ha llevado a un aumento de la migración y la dependencia de la asistencia humanitaria internacional.

En resumen, la pobreza en Venezuela es una situación grave que ha afectado a gran parte de la población y ha sido exacerbada por la crisis económica, política y social que atraviesa el país.

Los párrafos anteriores fueron desplegados por una aplicación de inteligencia artificial ante el requerimiento de “Pobreza en Venezuela”.

Nuestra situación estará más comprometida este 2023, porque a las privaciones de aquellos que no tienen trabajo deben sumarse para este año, las de los que sí tienen empleo, pero no les alcanza para vivir. Con un salario mínimo inferior a 10 dólares, que, complementado por tareas adicionales puede llegar a los 30 dólares, frente a una cesta básica superior a los 200 dólares, podemos anticipar aumento en la pobreza.

Lo cual está impactando con fuerza, desde finales del 2022, en la demanda, que ha caído en 35% según cifras confiables.

La posibilidad de un aumento del salario mínimo sigue postergándose, pero no puede durar mucho tiempo más porque la cantidad que está sobre la mesa es de 400 dólares por mes, casi duplicando lo que cobran algunos niveles bajos en el sector privado.

Económico

Si bien es importante impulsar el consumo, no hay que olvidar que este tipo de fenómenos, como el que estamos viviendo en Venezuela, requiere de aproximaciones integrales a las soluciones. Tenemos que contribuir, como empresarios, a mejorar la estructura de costos y gastos de nuestras empresas, y solicitarle al estado que contribuya con la baja de impuestos y tasas, y ayude a contrarrestar las externalidades negativas que afectan a toda la cadena de agregación de valor.

Y con eso me refiero no solo a la oferta existente, sino a la posibilidad de aumentar la utilización de planta, por un lado, y a la posibilidad de aumentar la capacidad instalada. Necesitamos más oferta de bienes y servicios, de buena calidad y de precios accesibles.

Porque en realidad, el mercado, al ser un mecanismo natural de ajuste, a veces se concentra en la inmediatez, y pierde de vista que la reducción del consumo no es un fenómeno de coyuntura, sino que se va solidificando y volviéndose estructural. Por lo que, si desde el lado de la oferta no optimizamos los precios, pues veremos cómo el mercado se achica aún más; y de eso, algo sabemos, y hemos aprendido con la caída sistemática del PIB durante casi 10 años, la diferencia es que ahora los tiempos se están acelerando, y ya el tiempo para solo-pensar se está agotando y ha llegado el momento de solo-actuar.

Hay que reconocer que una de las plataformas que pudieran utilizarse para el necesario proceso de optimización y reacomodo, es el mercado de capitales, donde, con instrumentos creativos, diseñados a la medida de las necesidades, pudiera servir para esa expansión orgánica que solo el mercado puede ofrecer. Cuidando que la demanda no crezca más allá del rango que pueda reinvertirse en el aumento de la oferta.

Como les decía, el nuestro es un fenómeno multidimensional, y como tal debe ser tratado.

El otro tema es la oferta del gobierno de suspender por cinco años los períodos de prescripción de los bonos en default, que comienzan a vencerse en octubre próximo al cumplirse los seis años desde el último impago de cada bono. Como dicen los abogados del gobierno, es un primer paso importante aunque en realidad no tiene impacto real, pues ante las cortes de Nueva York, esta declaración no puede ser procesada, pues en esa jurisdicción, que es la de los bonos, el gobierno del chavismo no está reconocido. Mientras que el de Guaidó, sí estaba reconocido, pero al haberlo disuelto, eso quedó en un limbo que solo podrá ser compensado con las demandas que seguramente se comenzarán a presentar en los próximos meses, para extender los plazos de prescripción.

Siempre existe la posibilidad de arreglos directos entre el gobierno y los bonistas que estén fuera de la jurisdicción americana (que no sean US persons) extendiendo garantías o buscando acuerdos que beneficien a las partes. El debt-equity-swap es una opción que tiene el gobierno al momento de decidir pasar a manos privadas alguna de las actividades que hoy están en manos del estado, pero que son de corte estrictamente empresarial.

No olvidar que esto ya se había intentado en el pasado (el límite entonces fue el 13 de octubre de 2020), pero no tuvo efectos, no solo por las mismas razones que ahora, sino por un conjunto de razones de representatividad que en su estructura eran clásicas, pero que, aplicadas a nuestro caso, no tenían mucha fuerza. Nuestro caso es especial, y hay que tratarlo en forma especial… el librito con nosotros no aplica.

El otro tema, es que los aires aperturistas con Venezuela que había al inicio de gobierno de Biden, han ido perdiendo posiciones, debido a lo cual, por más presiones que hagan los lobistas de mercado, será difícil que logren cambiar el movimiento tectónico, que, si no se logró al principio del gobierno, pues ya no se logrará. Lo cual para nosotros significa que ya sea que Biden repita o que ganen DeSantis o Trump, nosotros seguiremos en la lista negra mientras el chavismo continúe en el poder.

Internacional

Pese a que Colombia está tratando de ocupar espacios en el frente internacional de Venezuela, la realidad es que solo EE UU es el país con más poder e influencia sobre nosotros. Derivado no solo de la trayectoria histórica de las inversiones y del comercio bilateral, y la influencia cultural profunda, sino que, ahora, también por las sanciones que nos impusieron por considerarnos una “amenaza inusual y extraordinaria” para su seguridad interior.

Si el rol que busca Colombia es el de interlocutor entre el gobierno venezolano y el de la Casa Blanca, pues debe estar claro que ese camino ya se recorrió y requiere de mucha más mano izquierda y filigrana política. Se está moviendo como elefante en cristalería, y por ese camino no habrá efectividad. De todos modos, como hay que explorar todos los caminos, hasta los que no parecen buenos, pues ojalá que se concrete lo de Bogotá, y se abra un espacio más donde se escuchen también las voces opositoras… así a un gobierno de izquierda como el de Petro, no le guste lo que escuche… pero mesa es mesa… me imagino.

En Europa no ha habido cambios de posición y siguen apoyando a Ucrania con todo el peso político de la UE, y con el peso militar de la OTAN, que incluye a EE UU. Tal como ocurrió en otros conflictos, todo indica que EE UU no entrará en esa guerra como nación, sino a través de la estructura de la OTAN, siguiendo el criterio de mantener los conflictos lo más lejos posible de sus fronteras. Por eso es que la situación de una Venezuela chavista cerca de sus fronteras es un incordio que, si la “paciencia infinita” se les agota, la vía militar puede ser una opción. Porque lo que llama la atención es la frecuencia de la participación de la general Richardson en temas relacionados con Venezuela y con la región; y la precisión de los diagnósticos, afirmaciones y principios, que deja ver en sus intervenciones.

Recomendación

  • Al gobierno: que debe mostrar que el sistema de control interno se fortaleció, que se designó un halcón independiente al frente de la Sunai (si es que aún existe…), que se convocó a una reunión masiva de auditores internos y se les dio tareas de prevención y de fortalecimiento de los mecanismos internos de control; especialmente en el área de compras y adquisiciones de todas las dependencias del estado. Y que se haga un seguimiento al estilo de vida de cada funcionario, y que, ante la sospecha, se lo separe de las funciones mientras se lo investiga. Claro que puede convertirse en una cacería de brujas, pero que sería sanador y curativo para las instituciones que quedaron tan cuestionadas después de esta confesión…
  • A la dirigencia opositora: que la Comisión de Primarias proponga la realización de unas sesiones extramuros de reflexión estratégica que incorpore a los precandidatos, e invite a los que piensan lanzarse por fuera, para identificar temas en común. No solo para poder defenderse en bloque frente a las amenazas que se les vienen, sino para encontrar la esencia de ser opositores, y de ser opositores a qué o a quién.
  • A la dirigencia empresarial: que, si bien el espíritu empresario ha sido capaz de echarse al hombro la economía del país, lo ha hecho lo mejor que pudo, considerando que cada empresa trabajó en forma aislada tratando de optimizar el uso de sus propios recursos. Pero ante la falta de un plan, es importante que la dirigencia empresarial asuma el rol del planificador integral; no para sustituir al estado, sino para presentarle una hoja de ruta que identifique vías de acción.

Análisis de entorno: ¿Qué es lo que no estamos viendo?

Benjamín Tripier

Toda la situación que está desplegada con lo del petróleo, Pdvsa, los funcionarios, y los fantasmas; extensivo a los edificios de Las Mercedes, es como de “librito”. Si eso se hubiera planteado hace tres años, hace dos años o hace seis meses, el efecto hubiera sido exactamente el mismo. Entonces la pregunta es: Por qué ahora.

Mirando más allá de lo aparente, que es la lucha interna entre dos facciones de poder en la cúpula del chavismo, hay que entender que, para que haya trascendido fuera de las paredes de la revolución, realmente debe tratarse de una situación de mucha gravedad que hasta podría considerarse cismática.

Porque parece hasta natural que, en el proceso de evolución y crecimiento interno de los cuadros del chavismo, algunos crean que es su momento de seguir creciendo, y encuentran que la situación actual les pone un techo con el que no están contentos. No hay que perder de vista que entre los componentes culturales que caracterizan al chavismo, se encuentra la verticalidad, la jerarquía, y la rotación/ enroque.

Y el ejemplo más claro es el techo del Ministerio de la Defensa, que, con poquísimas excepciones, era ejercido por un militar en actividad, como continuación de su carrera. Bueno, eso era así hasta el caso actual donde para los grandes jefes, la carrera se termina antes, y deben salir del ámbito militar para poder crecer. Y eso no los pone contentos.

Porque esa misma situación de frustración, trasladada al ámbito político, pero con expectativas militares, hace que cuando dos o tres cuadros llegan a un punto donde solo puede haber uno, y si ese uno está convencido de que lo suyo es vitalicio, entonces comienzan a manifestarse las molestias, y no están dispuestos a dejarlas escondidas.

Entonces se hacen evidentes puertas afuera, y obligan al establishment chavista a tener que resignificarlas y ponerlas en una perspectiva que sea potable, aceptable y convincente tanto para el gran público, como para las filas del chavismo.

Si bien la corrupción es un tema real, en este caso, además, es una buena explicación que cubre varios flancos, y arrastra a todos aquellos que pudieran significar una amenaza para el mencionado establishment.

Es una competencia horizontal de muy alto nivel que reduce, en al menos un contendiente, al grupo de tres… claro que lo del número tres es una adivinanza… porque podrían ser hasta cinco postulantes, hilando fino.

Y lo importante no es el ataque en sí mismo a uno de los aspirantes, sino que principalmente es un aviso para todos los demás, de que ni se les ocurra operar por su cuenta. Porque, en definitiva, ni siquiera el atacado inicial, está fuera de juego; porque en un tiempo lo veremos volver al frente político, pero ya con menos ínfulas y casi domesticado.

Pero no hay que perder de vista que, en este ataque, hubo bajas reales y concretas y hubo (y hay) daños patrimoniales y pérdidas de privilegios; y en algunos casos, ya se podría anticipar una muerte política. Y que parece claro que alguien que aparece como el atacante, es de imaginarse, será el blanco del atacado, cuando comience a contraatacar.

Porque si bien el mensaje está claro para todos, no significa ni que renuncien a sus expectativas, ni que se aparten de la contienda… porque si no es ahora, en 2024, es mejor ser una opción en el futuro, que no ser ninguna opción.

Otra cosa que debe quedar clara es que esta lucha no ha terminado y que vamos a ver más casos públicos, como un espejo, pero ahora en el bando considerado el atacante. Porque el otro tema es que hay una medición de fuerzas entre ellos, y eso se demuestra con los hechos y no con encuestas… porque ninguno mide lo suficiente como para que eso signifique algo.

La fuerza se demuestra en la toma de decisiones y en la movilización de gente, y de recursos financieros. Cada uno de los tres a cinco aspirantes tenía esos atributos, hasta ahora, cuando uno de ellos se quedó sin ninguno. Aunque no hay que olvidar que las relaciones internacionales, especialmente las que ya están sembradas en el país, son un activo que pudiera tener tanto más fuerza que los otros atributos juntos.

Y es posible que lo que no estamos viendo sean las consecuencias del desgaste interno de una fuerza que tiene muchos años gobernando, en un país que, a medida que fue pasando el tiempo, fue desmoronándose hasta llegar a una situación insostenible. Hoy dependemos de los norteamericanos tal vez más que nunca antes en la historia… y tal vez la gran diferencia con el pasado es que para nuestro gobierno ellos son el enemigo, y para ellos somos una molestia que, más pronto que tarde tendrán que acomodar a su manera.

Político

Hoy la política en Venezuela se juega entre los diferentes frentes chavistas entre sí, y entre el chavismo y Estados Unidos, aunque solo vía interpósitas personas y declaraciones en medios y redes. La desventaja de esta situación es que lo que se dice, termina siendo lo que es… porque en otras circunstancias, había que estar más atentos a los hechos que a los dichos.

Estados Unidos dejó claro que el petróleo venezolano no es una prioridad para ellos, y que no le darán holgura financiera al gobierno chavista, porque asumen que la usarían para atacarlos. Por lo que seguirán presionando por negociación política de buena calidad, hasta que la paciencia se les acabe porque, según ellos, “no es infinita”.

Si bien se ve al chavismo con Maduro al frente por muchos años más, no se pueden perder de vista situaciones emergentes que pudieran cambiar el curso de los acontecimientos, así como la línea del tiempo.

Una situación que pudiera cambiar las cosas es la lucha interna dentro del chavismo, que ha perdido flexibilidad y capacidad para maniobrar en situaciones extremas como las que se están viviendo, con un descontento social muy fuerte en un momento donde ya no cuentan con soporte popular.

La revolución, o bien se transforma, o bien está condenada a desaparecer y ser reemplazada por algo mejor… y también diferente… en casi todos los aspectos. Claro que, a este ritmo, desaparecerá lenta y dolorosamente, conservando el poder, mientras tanto, a un costo cada vez más alto.

Otra situación que pudiera cambiar las cosas sería la entrada de Estados Unidos en guerra, momento en el que ya no sería razonable –para ellos- mantener un país díscolo tan cercano a sus fronteras, y harían lo necesario para cambiar el estado de las cosas. Discretamente, pero cada vez más, las relaciones bilaterales pasan también por el ámbito militar, más específicamente por el Comando Sur, y por la general Richardson.

Como se habrá notado, hablar de la oposición en esto de la política venezolana, en realidad no aporta ninguna expectativa de cambio para el país. Las únicas dos fuentes potenciales de cambio, en este momento, provienen, una del seno del chavismo, y la otra, de Estados Unidos.

Social

Tenemos por delante el desafío de atacar la pobreza dentro de las posibilidades del sector privado de la economía pues ya está más que claro que si el Estado, con la inmensa cantidad de recursos de que dispuso en el pasado no lo logró, ahora, con nuestra pobre realidad, menos que menos lo logrará. De hecho, el de la pobreza, es un tema del que no hablan.

Pero tristemente, en el mundo de los negocios, son pocos los actores, personas y empresas, que abordan este tema con asiduidad y consistencia.

Hay que volver a poner sobre la mesa la Responsabilidad Social Empresarial, que para nuestra firma de consultoría NTN Consultores, toma el nombre de RISE, incorporando la palabra inclusión, porque las metodologías tienden a ser asertivas, y orientarse a la medición y a los resultados.

Los recursos humanos que serán necesarios para el crecimiento de nuestras empresas, al que alguna vez llegaremos, podrá venir importado desde el exterior, o formado internamente tomando las bases de pobreza, sacándolas de allí y apoyándose educación, alimentación y salud.

Y el Estado, por más que lo intente, no lo hará. El aparato del Estado tiene una carga burocrática tan grande para emprender este tipo de proyectos (por no mencionar la corrupción enquistada en el sistema) que de cada 100 dólares dedicados a paliar la pobreza, terminan cumpliendo su objetivo, menos de 20 dólares porque el resto es el costo de operar… y algo más.

Por eso es que es tan importante que cada empresa “adopte” grupos de personas que pudieran ser incorporadas al mercado laboral, y las acompañe en el tránsito hacia salir de la pobreza. Está claro que nuestra economía deprimida no podrá logralo todo… pero para aquellas personas/ familias que pudieran ser impactadas, para ellos será la diferencia entre tener un futuro, o no tenerlo.

Económico

En estos días se ha ido frenando la caída del tipo de cambio, aunque no así la inflación. Y esto es así, pues ambas tienen orígenes diferentes y se explican a través de variables críticas diferentes. Tan es así, que los precios en dólares se inflacionan y no tienen relación con el tipo de cambio. Siempre les recuerdo que nuestra inflación tiene un fuerte componente estructural de costos, por falta de oferta de bienes y servicios; haciendo que siempre la demanda, en cualquier moneda, sea más alta que la oferta.

Lo anterior transmite una cierta tranquilidad, porque si bien el aumento de precios impacta directamente al bolsillo del ciudadano, el efecto real es menos fuerte que el efecto psicológico de la devaluación de la moneda. La gente se afecta más con el valor referenciado en dólares de sus ingresos, que con el precio alto que con esos ingresos ya no pueden pagar. Por eso, tranquilizando el tipo de cambio, queda la sensación de tranquilidad… así los precios sigan subiendo.

Porque en paralelo a lo anterior, vamos aterrizando en que la sensación de economía postpetrolera que teníamos, se estrelló en octubre pasado, contra la falta de ingresos petroleros que llevaron casi a una parálisis de la economía, se cortó el circuito de pagos, los inventarios se elevaron, la gente se quedó sin recursos para comprar, y el consumo cayó 35% (Consecomercio), arrastrando a toda la economía a un estancamiento del cual aún estamos tratando de salir.

Y la salida no es otra que la inyección de parte de los ingresos petroleros de Chevron, a través de las mesas de cambio de algunos bancos, que poco a poco van transmitiendo esa tranquilidad que les mencionaba más arriba.

El mensaje es corto y claro: con ingresos petroleros el país funciona, y sin ellos el país se para. Y eso que nos referimos a magros ingresos petroleros del orden de los cien mil barriles diarios… por eso es que seguimos siendo el país pequeño y pobre, resultante de la caída en barrena del producto a partir del 2014.

Y con los sucesos de corrupción en Pdvsa, no solo queda claro que el problema es causado por nosotros mismos sino que se pierde la confianza en la gerencia pública que aspira a revertir esta situación. Y si hasta la semana pasada teníamos un problema de falta de confianza, a partir de esta semana el problema es ya mucho mayor.

Internacional

El viaje del presidente chino a Rusia marcó un antes y un después en la conformación de los bloques internacionales que anticipó Biden hace un par de años. Trazó una línea detrás de la cual colocaba a Rusia, Irán y a China, como cabezas regionales de una zona de enemigos. Los incitó a agruparse, y es lo que están haciendo ahora; no porque Biden se los haya dicho, sino porque era la inercia que llevaban y que fue anticipada por Biden.

Luego de ese viaje donde consolidaron la alianza energética, se cierran los canales de suministro a Europa y occidente, y se comprometen a construir infraestructura nueva entre ellos. Lo cual no es nuevo, porque en la época de Mao, las plantas chinas se alimentaban de Rusia y se localizaban al norte pegados a su frontera. Luego esto cambió, China se abrió al mundo, y mudó sus plantas hacia la costa y se comenzó a alimentar de energías primarias desde el resto del mundo, por barco. Unos años después, retornan al viejo proveedor, y habrá que ver si vuelven a mover las plantas al norte, o si estiran los poliductos hasta la costa.

Es bueno considerar que, aparte de las exportaciones de bienes hechos en China al mundo, el comercio es principalmente en dólares, así como las reservas están apalancadas en los dólares con los que occidente les paga por sus productos. El yuan (remimbi) constituye 2% de las reservas internacionales del mundo, las cuales mantienen los países por cortesía diplomática; por lo cual el liderazgo económico de China es específicamente a nivel comercial, y de manufactura de diseños occidentales.

Lo cual me lleva al tema militar, el cual, si bien está fortaleciéndose permanentemente, aún está lejos de contar con un poder de invasión, como no sea alrededor de sus fronteras; no pueden salir a combatir en otras regiones, sino solo en su zona de influencia con los vecinos cercanos. Por cierto, algo parecido al caso de Rusia que puede combatir, y no siempre con éxito, solo alrededor de sus fronteras.

Recomendación

  • Al gobierno: que luego de los lamentables casos de corrupción e incompetencia en Pdvsa revisen nuevamente los planes de reestructuración de la empresa y del negocio petrolero en Venezuela. Cualquier plan que hubiera habido hasta la semana pasada, hoy requiere ser revisado en profundidad. El daño de la noticia y de la manera como se manejó, y cómo se está manejando, afectó cualquier expectativa positiva. Ideología y política siguen primando sobre el negocio petrolero… y así no se va a llegar a nada bueno.
  • A la dirigencia opositora: que trate de integrarse más a las necesidades del pueblo y a reconstruir el entramado político basado en la persecución del bienestar de la gente. Últimamente solo hablan de candidatos y primarias, perdiendo la esencia del porqué es que se quieren hacer esas cosas. Tal es la desconexión, que las primarias auguran niveles muy altos de abstención. Claro… solo hay un par de potenciales candidatos que son realmente opositores y a los que les interesa la gente, no solo ahora cuando todos salen a “recorrer” el país… en el interior sí saben quiénes son, porque los vienen viendo desde hace años, y no solo en campaña.
  • A la dirigencia empresarial: que, ante la falta de un plan económico, trabaje en el desarrollo de acciones estratégicas dejando en claro dónde se ve necesaria la participación del estado, y hasta donde es posible extender el mercado. Hay que encontrar los canales no sancionados para que la inversión extranjera pueda participar en nuestra economía, identificando los puntos que habría que “desintoxicar”.