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Antonio Di Giampaolo

Luis Eduard Martínez: Si Maduro continúa, seis años más, la tragedia del país se prolongaría

El reconocido periodista aragüeño, Antonio Di Giampaolo, persistiendo en su obligación de informar desde  una perspectiva democrática, ha iniciado un nuevo ciclo de su espacio En el Aire, que ha titulado Hacia el 28 de julio, utilizando youtube y las redes sociales, dedicando su primera emisión a entrevistar a uno de de los candidatos presidenciales, Luis Eduardo Martínez. 

A continuación, la entrevista:

Diputado Aníbal Sánchez: casi la mitad de votantes están en centros de 1 y 2 mesas

Hay 9 millones de electores en centros de 1 y 2 mesas de votación alertó el analista político y consultor Aníbal Sánchez. El parlamentario a la Asamblea Nacional por El Cambio e integrante de la Asociación Venezolana de Consultores Políticos (AVENCOPOL) señaló que el número creciente de centros nuevos, en particular de aquellos tipificados como pequeños, obedece en principio a una política de desconcentración del CNE con la finalidad de acercar a los centros de votación a los electores.

Crónicas de cuarentena

Antonio Di Giampaolo

LA CRISIS PLURIDIMENSIONAL (115)

En Venezuela las cifras oficiales en torno a la pandemia señalan que más de setenta y cinco mil personas han resultado contagiadas de la COVID-19 y el número de fallecidos supera el medio millar. Hay una polémica en torno a los datos sobre la pandemia en nuestro país que da cuenta de un rezago en torno a la cantidad real de casos en virtud de las limitaciones en las pruebas de laboratorio lo cual explica el eventual subregistro que sitúa los contagios y los decesos en niveles muy superiores a juicio de los voceros de la Asamblea Nacional.

La emergencia sanitaria global ha impactado la situación venezolana de manera dramática, pero la realidad del país se manifiesta en una crisis de naturaleza multisistémica y de carácter pluridimensional cuyas connotaciones trascienden a la pandemia y que abarca la confrontación política, el caos institucional y que tiene repercusiones en el ámbito de los servicios públicos, la atención sanitaria en general y la calidad de vida de los ciudadanos. Aunque ahora la atención está centrada en la COVID-19 la verdad es que la gente sigue muriendo por patologías crónicas o el resurgimiento las enfermedades endémicas.

El argumento gubernamental es que la crisis es la resultante de la llamada guerra económica agravada por un conjunto de acciones administrativas calificadas como “medidas coercitivas unilaterales” que limitan el margen de maniobra y operatividad financiera de la nación. Lo cierto es que el deterioro y el caos son la consecuencia de sobreponer la tesis ideológica al sentido común. Las culpas terminan siendo siempre de otros. La visión hegemónica en lo político y dogmática en lo económico han generado un clima de conflictividad de pronóstico reservado.

La Comisión de Derechos Humanos de la ONU encomendó una investigación sobre la violación de Derechos Humanos en Venezuela cuyo reporte deja en evidencia no solo al gobierno sino a los Tribunales, la Fiscalía y la Defensoría del Pueblo. En reciente informe actualizado de la Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU se abordaron diversos aspectos relacionados con criminalidad y la violencia institucional, además de la crisis social y el drama económico que el país confronta. El documento denuncia la ejecución de 2000 muertes extrajudiciales en lo que va de año, de las cuales 711 han tenido lugar solo entre julio y agosto. A propósito de la COVID-19 al hacer público el informe la doctora Michelle Bachelet señaló: “El 33% de las muertes por la pandemia en Venezuela han sido del personal de salud, principalmente por la falta de equipos de protección y agua.” Es evidente –añadimos- público, notorio y comunicacional que nuestra enfermedad es otra.

¡Amanecerá y veremos!

@ADIGIAMPAOLO .

Crónicas de cuarentena

Antonio Di Giampaolo

Las víctimas de la pandemia (114)

La expresión numérica de las víctimas asociadas a la pandemia desatada por la Covid-19 a lo largo de lo que va de año asciende a la cantidad de un millón de personas fallecidas y supera cifra de treinta y tres millones las que han resultado contagiadas. Hay preocupantes indicadores relacionados a las cifras del desempleo y de la paralización de un conjunto de actividades que se encuentran restringidas o suspendidas desde el comienzo de la emergencia sanitaria global. La evaluación de las variables económicas constituye una manera de analizar la delicada situación en materia de recesión.

Hay también un saldo preocupante entre la gente de los equipos de salud y servicios sanitarios, así como el personal de seguridad y protección ciudadana, entre quienes se cuentan proporcionalmente lamentables víctimas pues están expuestos en la primera línea de batalla contra la pandemia. Es motivo de angustia y preocupación los llamados rebrotes o segundas oleadas de la enfermedad que se están registrando en países en los cuales parecía que la emergencia había sido controlada.

La covid-19 trastocó la cotidianidad de la gente. Hay localidades en las cuales la cuarentena se ha prolongado por meses. Hay personas que no han vuelto a su trabajo y sus actividades habituales. La administración del tiempo libre se convirtió en un gran problema. Muchos niños y jóvenes tampoco han regresado a sus escuelas y centros de estudio. En muchas naciones la educación a distancia se fue imponiendo como mecanismo de aprendizaje. En innumerables empresas la modalidad del teletrabajo se convirtió en la alternativa laboral para mantener el funcionamiento y asegurar la operatividad de diversos servicios y sistemas.

La humanidad sigue a la expectativa ante la eventualidad de una vacuna que finalmente garantice la inmunidad. Aunque hay posibilidades de aplicar una decena de vacunas que están en la fase de culminación y autorización la masificación de los miles de millones de dosis y la administración a lo largo y ancho de la geografía mundial requerirá de una logística mancomunada de producción y distribución a nivel global. Como lo ha indicado Carissa Etienne, directora de la Oficina Panamericana de la Salud; “este virus continuará propagándose incluso cuando se distribuya una vacuna” ¡Amanecerá y veremos!

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#CronicasDeCuarentena (114)

Crónicas de cuarentena

Antonio Di Giampaolo

BIOTERRORISMO Y DIÁSPORA (113)

Los flujos migratorios más activos corresponden a los desplazamientos en el mar mediterráneo y a la diáspora venezolana. Aunque hay otros movimientos de menor intensidad sin duda uno de los que la pandemia no ha logrado contener es el relativo a Venezuela. En torno a los ciudadanos que han vuelto al país, en especial en el marco de la pandemia, inicialmente el gobierno argumentó que la vuelta a la patria se explicaba como el retorno de connacionales que huían de la xenofobia y la discriminación y que volvían al país en búsqueda de cobijo y atención.

Ya a finales del año pasado el Banco Mundial calificaba el éxodo venezolano como “ el desplazamiento de personas vulnerables más numeroso y más rápido del mundo después de la crisis siria y sin precedentes en la historia de la región”. La plataforma de coordinación interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela integrada a instancias de la ONU por ACNUR y la OIM además de la Cruz Roja Internacional y un conjunto de ONG y agencias y dependencias gubernamentales de países de la región documenta que más de cinco millones ciento ochenta mil venezolanos están radicados en diversos países del mundo aunque aproximadamente la mitad se encuentra concentrada en Latinoamérica y en particular en Colombia, Perú, Ecuador, Brasil, Chile y Argentina.

El desarrollo de la pandemia y el efecto de la Covid-19 sobre las economías de la región ha provocado el regreso de unas cien mil personas a través de los pasos fronterizos del Zulia, Táchira y Apure con Colombia y en menor grado con Brasil a través de Santa Elena de Uairén. Solo a través del Puente Simón Bolívar entre Cúcuta y San Antonio se habilita el transito interdiario de 300 personas que son retenidas en refugio o albergues sanitarios para el cumplimiento de la cuarentena. También han sido autorizados varios vuelos humanitarios, pero siguen pendientes grupos de ciudadanos en Estados Unidos, Panamá y España, entre otros países.

Las estadísticas oficiales registran más de cincuenta mil personas contagiadas y medio millar de fallecidas, aunque las cifras podrían ser superiores debido a las limitaciones en cuanto a la cantidad, centralización y rezago en los diagnósticos de las pruebas de PCR. En el país la discordia surgió también a propósito de la diáspora. Inicialmente el reporte de la Covid-19 asociaba el incremento diario de casos a la llegada de personas a través de la frontera. Ciertamente hay un número indeterminado de venezolanos que han regresado al país atravesando senderos y trochas en el área fronteriza con la finalidad de evadir los controles migratorios y epidemiológicos, muchos de ellos alentados por la victimización de la que han sido objeto los migrantes señalados como una suerte de “bioterroristas”. Hay quienes desgraciadamente terminan padeciendo no solo la enfermedad sino la estigmatización. Con el correr del tiempo los contagios comunitarios son la causa de la expansión de la pandemia. En todo caso el saldo del flujo migratorio sigue siendo deficitario para Venezuela.

¡Amanecerá y veremos!

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Crónicas de cuarentena

Antonio Di Giampaolo

LA FALSA NORMALIDAD (112)

“Maduro pretende establecer una falsa normalidad” ha señalado desde el exilio el diputado José Manuel Olivares. Nicolás manipula la data de los contagios -añadió el galeno de La Guaira- No hay descenso de casos en Venezuela, por el contrario, hay más casos en los hospitales. El Doctor Julio Castro asesor de la Comisión de Expertos de la Asamblea Nacional va más allá, y agrega que no solo duda del régimen sino de las cifras que ofrece en materia de contagios por coronavirus. Explica el médico, quien acaba de confirmar que se infectó de Covid-19, que según los datos oficiales hay una disminución de casos, pero las cifras se explican por las limitaciones en la realización de pruebas.

Para dilucidar el asunto Ciro Ugarte director de Emergencias de la Organización Panamericana de la Salud, organismo que suscribió el acuerdo de cooperación entre el Gobierno y la Asamblea Nacional admitió que la realización de los test de diagnóstico sigue siendo limitada y habló de la necesidad de la compra masiva de pruebas de antígeno que son rápidas de realizar y son económicas, todo ello con la finalidad de “tener un mejor análisis de la situación” en torno al curso de la pandemia. "Los resultados tardan mucho tiempo en ser entregados, lo que aumenta las probabilidades de contagio" –agregó- "No aclare que oscurece" podría añadir cualquiera a fin de zanjar la revelación del alto funcionario del organismo multilateral.

Las estadísticas oficiales se enrumban a los cincuenta mil casos acumulados de Covid-19, y aunque los datos apuntan a cerca de cuatrocientas personas fallecidas, diversos conteos sitúan las muertes por encima del medio millar de personas. Solo en el caso del personal de salud la cifra da cuenta de más de un centenar de médicos, enfermeras, funcionarios y empleados, lo cual es una proporción elevada y pone en evidencia la falta de equipos de protección y material de bioseguridad para el cumplimiento de las labores sanitarias.

El esquema de cuarentena intermitente debe ser revisado para favorecer la ampliación y flexibilización de actividades que permita la reincorporación de más personas a las labores cotidianas atendiendo las medidas se higiene personal y protección ciudadana, incluido el distanciamiento social.

Para alcanzar el éxito en la vigilancia y el control de la pandemia el abordaje debe ser epidemiológico, en lugar de policial o militar.

¡Amanecerá y veremos!

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Crónicas de cuarentena

Antonio Di Giampaolo

SISTEMAS DE SALUD EN JAQUE (111)

Es público, notorio y comunicacional que las repercusiones de la emergencia humanitaria global en cuanto al sistema sanitario en Venezuela muestran particularidades específicas. Las cifras oficiales reportadas a la Organización Mundial de la Salud indican más de veinticinco mil contagios y unas doscientas veintidós personas fallecidas en nuestro país. Entre los contagiados y fallecidos el sector de la sociedad que ha resultado proporcionalmente más afectado es el correspondiente al gremio de la salud y en segunda instancia a efectivos militares. funcionarios policiales y a personal de los servicios de protección ciudadana.

En todo el mundo ciertamente el personal de los servicios de salud está expuesto al riesgo de enfermarse de manera más elevada que el resto de la población. La Federación Médica de Venezuela señaló que 25% de los fallecidos pertenecen al sector de la Salud. La razón de las infecciones y de las bajas puede estar asociada, en la inmensa mayoría de los casos, lamentablemente a las precarias condiciones laborales. Tanto los servicios públicos como los privados de salud han destinado áreas y espacios reservados para la atención creciente de pacientes de Covid-19. La habilitación de albergues sanitarios para contagiados asintomáticos permite inferir que los casos van en ascenso y el rezago de las pruebas moleculares debido a las limitaciones de centralización para el diagnóstico incide en el monitoreo en tiempo real sobre la pandemia.

La Comisión Presidencial de la Covid-19 y el Comité de Expertos de la AN suscribieron un acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud para el abordaje de la pandemia. Se ha reportado el arribo de cargamentos de suministros a través de la OMS, y también implementos, equipos y tratamientos provenientes de China, Rusia, Turquía y Cuba. La Asamblea Nacional declaró la existencia de una situación de emergencia humanitaria compleja y anunció la transferencia de fondos, a través del Programa de Recuperación de Activos, a la Cruz Roja Internacional para apoyar al sector salud en el país.

Las estadísticas no reseñan la totalidad de los registros pues hay reportes de personas fallecidas, cuya acta de defunción acusa el deceso a patologías distintas a la pandemia, y finalmente trasciende el informe tardío de la prueba de PCR resultando positiva para Covid-19. En los centros asistenciales hay deficiencias en materia de insumos y materiales de bioseguridad. También hay hospitales que registran problemas en el suministro de energía eléctrica o de escasez de agua, y hasta de productos de limpieza e higiene. La dotación que lucía suficiente para la etapa incipiente de la pandemia ahora no basta para el incremento progresivo de casos.

¡Amanecerá y veremos!

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CELEBRACIONES, FIESTAS Y REUNIONES EN PANDEMIA(110)

La pandemia de la Covid-19 ha trastocado la cotidianidad de la mayoría de la gente. Una de las normas preventivas de mayor eficacia para evitar el contagio es el distanciamiento social por lo que la eventual asistencia a fiestas, agasajos y reuniones, supone un nivel de riesgo que no debe ser desestimado.

En el cronograma de la vida hay fechas y acontecimientos importantes que a juicio de algunos resulta imposible posponer. Las autoridades sanitarias han insistido en la necesidad de no realizar eventos y actividades de cualquier naturaleza en las cuales resulte imposible cumplir el distanciamiento social y atender las normas de higiene y protección personal. Desde galas y conciertos, competencias deportivas, manifestaciones públicas, asambleas políticas o empresariales, fiestas populares tradicionales y hasta impactantes bodas, esperados cumpleaños, la anhelada celebración de las 15 primaveras, y hasta bautizos han sido suspendidos para mejores momentos.

En cualquier reunión de carácter social el contacto entre las personas resulta inevitable. Los afectuosos saludos, la posibilidad de compartir tragos y bebidas y hasta cigarrillos, la ingesta de bocadillos y pasapalos en las bandejas, o soplar las velitas de una torta, por ejemplo en un cumpleaños, constituyen verdaderos desafíos contra el nuevo coronavirus. Además, como la inmensa mayoría de las personas son asintomáticas ante la enfermedad, la gente desarrolla una falsa sensación de seguridad que a los pocos días puede terminar teniendo graves consecuencias.

La verdad sea dicha no hay nada más reñido con el distanciamiento social que los bailes y las parradas. Siempre es factible posponer una celebración o festejo por motivos de causa mayor. La emergencia sanitaria es sin duda una poderosa razón, incluso cuando se trata de reuniones en la estricta intimidad familiar, para evaluar las consecuencias de una posible exposición a la enfermedad. La Covid-19 ha impuesto limitaciones no solo al disfrute de momentos de satisfacción y alegría, sino también en funerales y sepelios, en los que la gente comparte la tristeza y el dolor por la pérdida de familiares y amigos. En una y otra situación, de ambas facetas de la vida, se impone el cumplimiento de las normas de prevención y salud en el marco de la pandemia.

¡Amanecerá y veremos!

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EL MILLAR DE CASOS DIARIOS (109)

Tal como lo pronosticó la Academia Nacional de Ciencias, Físicas, Matemáticas y Naturales Venezuela alcanzó el ritmo de incremento del millar de casos diarios de contagios de Covid-19. Más allá de la precisión de las cifras y de la confiabilidad sobre las mismas, se impone una evaluación en torno a algunos aspectos críticos de la situación de la pandemia en nuestro país.

El abordaje militar y policial, y obviamente político, de la contingencia en varios aspectos resulta contrario al manejo eminentemente epidemiológico de la coyuntura. Se ha insistido en la necesidad de descentralizar y ampliar la factibilidad de realizar las pruebas moleculares para desarrollar un monitoreo consistente sobre la pandemia. También se ha alertado que la proporción de infectados, y también de fallecidos es proporcionalmente alta entre el personal de los servicios de salud, lo cual es revelador de las condiciones en las cuales a los equipos sanitarios les corresponde batallar contra la enfermedad. Adicionalmente, son notorias las deficiencias en materia de suministro de insumos, dotación de equipos y disponibilidad de material en los centros asistenciales.

Por si fuera poco la población padece un conjunto de calamidades como la escasez de combustible que incide en la movilidad para las actividades esenciales, ausencia de gas doméstico que obliga a recurrir a los fogones de leña, en los casos en donde es factible, o a improvisados mecheros y hornos a carbón, interrupciones del servicio eléctrico que no siempre pueden compensarse con auto generadores por la falta de gasolina y gasoil, y lo más grave, falta de agua con lo cual es imposible satisfacer los requerimientos de cuidado e higiene personal que la Covid-19 exige.

El país sufre, en medio de la pandemia, un conflicto institucional marcado por la confrontación política, el caos económico y la crisis social. Las autoridades tratan de justificar la delicada situación atribuyendo las carencias, las limitaciones y las dificultades a la llamada “guerra económica” y “el bloqueo internacional” por lo que el escenario moderado previsto por los académicos ocurrió anticipadamente, y entonces, lamentablemente, cabría esperar que el pronóstico crítico de millares de registros diarios esté más próximo en el almanaque.

¡Amanecerá y veremos!

@ADIGIAMPAOLO

Tal como lo pronosticó la Academia Nacional de Ciencias, Físicas, Matemáticas y Naturales Venezuela alcanzó el ritmo de incremento del millar de casos diarios de contagios de Covid-19. Más allá de la precisión de las cifras y de la confiabilidad sobre las mismas, se impone una evaluación en torno a algunos aspectos críticos de la situación de la pandemia en nuestro país.

El abordaje militar y policial, y obviamente político, de la contingencia en varios aspectos resulta contrario al manejo eminentemente epidemiológico de la coyuntura. Se ha insistido en la necesidad de descentralizar y ampliar la factibilidad de realizar las pruebas moleculares para desarrollar un monitoreo consistente sobre la pandemia. También se ha alertado que la proporción de infectados, y también de fallecidos es proporcionalmente alta entre el personal de los servicios de salud, lo cual es revelador de las condiciones en las cuales a los equipos sanitarios les corresponde batallar contra la enfermedad. Adicionalmente, son notorias las deficiencias en materia de suministro de insumos, dotación de equipos y disponibilidad de material en los centros asistenciales.

Por si fuera poco la población padece un conjunto de calamidades como la escasez de combustible que incide en la movilidad para las actividades esenciales, ausencia de gas doméstico que obliga a recurrir a los fogones de leña, en los casos en donde es factible, o a improvisados mecheros y hornos a carbón, interrupciones del servicio eléctrico que no siempre pueden compensarse con auto generadores por la falta de gasolina y gasoil, y lo más grave, falta de agua con lo cual es imposible satisfacer los requerimientos de cuidado e higiene personal que la Covid-19 exige.

El país sufre, en medio de la pandemia, un conflicto institucional marcado por la confrontación política, el caos económico y la crisis social. Las autoridades tratan de justificar la delicada situación atribuyendo las carencias, las limitaciones y las dificultades a la llamada “guerra económica” y “el bloqueo internacional” por lo que el escenario moderado previsto por los académicos ocurrió anticipadamente, y entonces, lamentablemente, cabría esperar que el pronóstico crítico de millares de registros diarios esté más próximo en el almanaque.

¡Amanecerá y veremos!

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