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G20 respalda propuesta de Brasil para potenciar la bioeconomía como herramienta clave para reducir las desigualdades y la pobreza

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La propuesta brasileña de utilizar de manera sostenible la biodiversidad para impulsar la economía y combatir la pobreza ha ganado un apoyo significativo en el G20, siendo vista como un elemento clave para promover la seguridad climática y alimentaria.

Así es como la madera está revolucionando la construcción de edificios

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Los climas cada vez más extremos, sumado al alza en las tarifas energéticas impulsadas por factores políticos o climáticos, está llevando a que calefaccionar o refrigerar los ambientes sea un problema cada vez más oneroso de resolver. Así, el cambio climático se está transformado en una espiral en donde el calor más agobiante se combate con un mayor uso del aire acondicionado, aumentando el consumo de energía y provocando más emisiones que contribuyen al cambio climático.

El desarrollo de nuevas tecnologías y la creciente demanda de materiales y sistemas de construcción más sostenibles se convertido una tendencia mundial concreta de los últimos años. Diego García Pezzano, responsable de Arquitectura de la Cámara de la Madera de la República Argentina (CADAMA) explica que la madera es definitivamente la alternativa directa al concreto y al acero y los proyectos y obras que la tienen como material principal de construcción se multiplican en todas las latitudes del mundo.

García Pezzano dice que la preferencia, pasión y hasta romance por la madera por parte de la nueva camada de arquitectos tiene que ver con sus múltiples ventajas competitivas: es un recurso renovable, contribuye a mitigar el cambio climático gracias a la absorción y fijación de CO2 atmosférico en su interior, lo que reduce considerablemente las emisiones que impactan en el calentamiento global.

«Todo el proceso constructivo es más rápido y con menor impacto ambiental. Tiene buen comportamiento en el acondicionamiento acústico de una construcción, absorbe las radiaciones electromagnéticas de dispositivos electrónicos y regula la humedad interior. Además, aporta un ambiente de natural calidez, tanto para vivir como para trabajar”, explica el arquitecto.

La cantidad de pisos no parece ser un factor limitante cuando se construye con madera. El edificio “Ascent”, diseñado por Korb + Associates Architects fue levantado en EEUU y tiene 86,6 metros de altura que se distribuyen a lo largo de sus 25 pisos. Ha tardado solo dos años en construirse y es en la actualidad el edificio de madera maciza más alto del mundo.

Cuenta con una base de hormigón, huecos para ascensores y escaleras. El resto de la estructura está hecha de madera contrachapada (CLT) y glulam. El diseño del estudio de arquitectura para la torre se basó en el diseño biofílico. Se ubica en el centro de la ciudad más grande del estado de Wisconsin, tiene un podio de seis pisos en su base que alberga espacios comerciales y de servicios, así como estacionamiento y un vestíbulo. Los 19 pisos de arriba albergan apartamentos y culminan en un último piso con ventanales de vidrio del piso al techo y dos terrazas. El revestimiento del edificio es «casi exclusivamente» de vidrio.

Según sus creadores, además de proporcionar una «estética superior», la madera en Ascent captura una cantidad de CO2 que equivale a retirar más de dos mil automóviles de la carretera durante un año. Junto con ello, se estima que, con la elección de los materiales, también ahorró «de tres a cuatro meses de tiempo de construcción”.

El mismo estudio ya está trabajando en un nuevo edificio de madera de veintinueve pisos en St. Louis que sería aproximadamente diez metros más alto.

Pero del otro lado del océano, más precisamente en Suiza, el estudio Schmidt Hammer Lassen Architects (SHL) está planeando construir un rascacielos de madera de 100 metros de altura para destronar a ‘Ascent’. En la ciudad de Winterthur, el estudio proyecta levantar una torre de 32 pisos en los que se instalará un hotel, espacios comerciales, restaurantes, spa y un mirador panorámico en la ciudad. Se espera que esté inaugurada antes de 2026.

Son pocas las soluciones disponibles y el uso de la madera es una de ellas. La madera tiene la capacidad de absorber la humedad dentro de la casa y devolverla gradualmente. No tiene inercia térmica, por lo cual, en condición de verano se enfría rápidamente con buena ventilación. En invierno, al estar bien asilada, retiene por mayor tiempo la energía térmica. Así se ahorra energía. Y además la madera, es parte de la naturaleza y su utilización es beneficiosa para el medio ambiente.

Madera sostenible

La madera utilizada en la construcción sustentable proviene de plantaciones certificadas internacionalmente (no de bosques nativos) y mientras los árboles están en pie, funcionan como el sistema basado en la naturaleza más eficiente para absorber CO2 de la atmósfera en su proceso de crecimiento.

Luego, la madera utilizada en las estructuras, paredes, muebles, techos, pisos y todo donde se pueda, no solo tiene la capacidad de almacenar el CO2 en sus usos sólidos, sino que, además, ofrece alternativas para sustituir productos de origen fósil (combustibles, plásticos, químicos) y no renovables y de alto consumo de energía (cemento, minerales). Y como si fuera poco, para su disposición final, es reutilizable y reciclable.

Estas características ayudan a la mitigación del cambio climático en toda la cadena productiva y contribuyen a la bioeconomía circular, creando una gran cantidad de empleos aportando al crecimiento y el desarrollo económico de las regiones foresto-industriales.

Argentina cuenta con un patrimonio de alrededor de 50 millones de hectáreas de bosques nativos y 1,3 millones de hectáreas de plantaciones forestales. Alrededor del 50% de ellas se encuentran certificadas con sellos de gestión sostenible reconocidos internacionalmente.

La foresto-industria de Argentina se provee en un 95% de madera proveniente de dichas plantaciones. El agregado de valor incluye la producción de celulosa y papel; madera y tableros para viviendas y muebles; energía eléctrica y térmica y diversos productos químicos. Todos con muy baja huella de carbono y necesarios para la descarbonización de la economía.

Con 13.000 productores forestales y más de 6.000 empresas, la foresto-industria emplea en forma directa y formalmente, a unas 100.000 personas y exporta alrededor de 700 millones de dólares anuales, según las cifras publicadas por el Plan Estratégico 2030, disponible en https://forestoindustria.org.ar/wp-content/uploads/2021/03/PLANESTRATEGI...

Según el documento, el sector tiene amplia capacidad de crecer en forestaciones y duplicar su actividad de agregado de valor.\

31 de agosto 2022

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https://www.bioeconomia.info/2022/08/31/asi-es-como-la-madera-esta-revol...

Las principales asociaciones agroindustriales de EEUU se unieron para crear una Coalición que respalde la bioeconomía agrícola

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Las principales asociaciones agroindustriales de EEUU se unieron para crear Ag Bioeconomy Coalition con el objetivo de promover iniciativas de políticas federales que fomenten el crecimiento de una economía circular basada en productos innovadores derivados de commodities agrícolas.

Abarcando una amplia gama de tecnologías, la bioeconomía agrícola utiliza materiales renovables de base biológica como insumos para elaborar químicos y otros productos como combustibles, materiales de fabricación y bienes de consumo. La bioeconomía se presenta como una oportunidad para aprovechar todo el potencial del sector agrícola estadounidense, respaldar la resiliencia de la cadena de suministro y ayudar a abordar problemas ambientales clave.

Los miembros fundadores de la Coalición incluyen a: Federación Estadounidense de Oficinas Agrícolas (AFBF); Asociación Americana de la Soja (ASA); Asociación de Refinadores de Maíz (CRA); Growth Energy; Asociación Nacional de Departamentos Estatales de Agricultura (NASDA); Asociación Nacional de Cultivadores de Maíz (NCGA); Asociación Nacional de Cáñamo; y el Consejo de Productos a Base de Plantas (PBPC).

El Departamento de Agricultura de EEUU. (USDA) estima que el uso de productos de base biológica reduce las emisiones de gases de efecto invernadero en aproximadamente 12,7 millones de toneladas métricas equivalentes de CO2 por año, lo que equivale a sacar de circulación más de 2,7 millones de automóviles durante un año.

“Avanzar en la bioeconomía es una de las soluciones climáticas más significativas que tenemos hoy sobre la mesa”, dijo Jessica Bowman, directora ejecutiva de PBPC. “La industria de productos derivados de plantas presenta una oportunidad para reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles mediante el uso de insumos renovables para producir una variedad de bienes de consumo, incluidos artículos desechables para el servicio de alimentos, productos de limpieza para el hogar y materiales de construcción. Además, esta industria está satisfaciendo la demanda de los consumidores por soluciones climáticas de una manera que es accesible y no altera nuestra infraestructura actual de la cadena de suministro”.

“Las innovaciones en la agricultura son fundamentales para combatir el cambio climático, ayudar a crear empleos verdes y proporcionar a los estadounidenses alimentos saludables y asequibles y materiales renovables para una variedad de productos de alto valor”, dijo la Senadora Tina Smith (Demócrata por el estado de Minnesota), miembro del Comité de Agricultura, Nutrición y Silvicultura del Senado.

“Invertir en la bioeconomía agrícola aumentará la sustentabilidad y nos ayudará a convertir los recursos renovables como el cáñamo, la soja y el maíz en bienes de valor agregado, como bioenergía, productos químicos y productos de consumo. Esto es bueno para nuestro medio ambiente e impulsará un mayor desarrollo económico rural. Espero trabajar junto con Ag Bioeconomy Coalition para fortalecer la bioeconomía de EEUU.».

“Es bien sabido que la abundante oferta de soja de Estados Unidos ayuda a alimentar a nuestro país y al mundo; menos conocido es que las empresas estadounidenses también ofrecen alrededor de 1.000 productos industriales y de consumo de base biológica derivados de la soja”, dijo Brad Doyle, presidente de la Asociación Estadounidense de la Soja.

“Estos productos sostenibles a base de soja que crean empleos son el resultado de una gran inversión e investigación del sector privado, pero aún se puede hacer más para ayudar a que la economía renovable realmente despegue. Estamos orgullosos de ayudar a lanzar la nueva Ag Bioeconomy Coalition para abogar por la creación de nuevas oportunidades de mercado para los productores de soja que también satisfagan las necesidades económicas y ambientales de la sociedad”.

La industria nacional de productos de base biológica agrega valor por más de U$S 470 mil millones a la economía de los EEUU. y respalda 4,6 millones de puestos de trabajo. Entre 2013 y 2017, la industria se expandió más de 27% en términos de valor agregado; en 2021, casi la mitad de los estadounidenses informan que compran productos de origen vegetal mensualmente.

“Durante la última década, un torrente de innovación en el sector de los biocombustibles nos ha colocado a la vanguardia de la bioeconomía, ofreciendo soluciones transformadoras a los consumidores de todo el mundo”, dijo la directora ejecutiva de Growth Energy, Emily Skor.

“Al aprovechar el poder de las ciencias de la vida, estamos eliminando los combustibles fósiles de la ecuación, tanto para los automóviles como para las industrias. Ese trabajo permite a los productores de biocombustibles respaldar los empleos verdes en las zonas rurales de Estados Unidos, incluida una proporción enorme de empleos para trabajadores sindicalizados y veteranos de guerra.”

“Las inversiones en la bioeconomía agrícola son algo que todos los estadounidenses, líderes empresariales y legisladores pueden respaldar”, dijo el presidente y director ejecutivo de CRA, John Bode. “El crecimiento en esta industria genera oportunidades económicas y empleos STEM de alta calidad en comunidades rurales, ayuda a grandes corporaciones y pequeñas empresas a lograr objetivos climáticos y posiciona a los agricultores estadounidenses como parte de la solución a nuestros desafíos climáticos colectivos”.

Por cada empleo de base biológica creado, se generan 2,79 empleos adicionales en otros sectores de la economía estadounidense. Entre 2013 y 2017, 1,65 millones de empleos apoyaron directamente a la industria de productos de base biológica, lo que resultó en 2,96 millones de empleos indirectos. Los empleos indirectos significan que se crearon en industrias relacionadas para respaldar la compra de bienes y servicios de la industria de productos de base biológica.

“En Iowa, los biocombustibles son un motor económico fundamental para nuestros agricultores, comunidades rurales y nuestros productores de energía locales”, dijo el representante republicano estadounidense Randy Feenstra. “La nueva Coalición de Bioeconomía Agrícola servirá como una voz importante para los productos de base biológica, como los biocombustibles, que crean empleos bien remunerados, protegen nuestro medio ambiente y expanden la producción de energía nacional. Espero trabajar con mis colegas en el Congreso para expandir el desarrollo y el uso de biocombustibles y otros materiales de base biológica para impulsar nuestra economía y hacer que nuestro país vuelva a ser independiente energéticamente”.

“La Asociación Nacional de Departamentos Estatales de Agricultura trabaja para garantizar que la agricultura de EEUU. allane el camino hacia un mundo saludable y resistente. NASDA cree que apoyar la bioeconomía agrícola hace precisamente esto al abrir nuevos mercados para agricultores y ganaderos y preservar los recursos naturales para todos”, dijo el director ejecutivo de NASDA, Ted McKinney. “Esperamos buscar nuevas formas de promover el crecimiento de productos de base biológica”.

De cara al futuro, las prioridades políticas de la Coalición también incluyen el apoyo a la transparencia del mercado y las iniciativas de visibilidad que facilitan la nomenclatura y la medición de la bioeconomía agrícola común. La Coalición también se enfoca en abogar por políticas que promuevan formas en que las entidades gubernamentales pueden apoyar la investigación y el desarrollo de la bioeconomía.

“Los agricultores y ganaderos de Estados Unidos están liderando el camino en lo que respecta a la innovación sostenible, trabajando para reducir nuestros impactos ambientales mientras alimentan a una población en crecimiento. Pero no podemos hacerlo solos”, dijo el presidente de la AFBF, Zippy Duvall. “Se necesitan asociaciones para ayudar a hacer crecer la bioeconomía agrícola, no solo de la agricultura sino de una muestra representativa de la industria, la investigación, el gobierno y más. Esperamos explorar soluciones que ayuden a los agricultores y ganaderos a hacer más con menos, así como a hacer crecer la economía rural”.

«Al invertir en la bioeconomía de EEUU., podemos aprovechar el talento y los recursos de la agricultura estadounidense para producir insumos y productos nuevos y más sostenibles. Podemos posicionar a los productores agrícolas de nuestro país para liderar el cambio hacia una economía circular basada en la agricultura que abarque más productos hechos de biomasa renovable y reduzca los desperdicios», dijo Ag Bioeconomy Coalition en un comunicado.

21 de julio 2022

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https://www.bioeconomia.info/2022/07/21/las-principales-asociaciones-agr...

Kocoatrait: la startup que incorporó la economía circular al chocolate y es un boom en India

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Los «chocolates respetuosos con el medio ambiente», elaborados con procesos de bajo desperdicio y conciencia social, están ganando rápidamente mercado con una base de clientes leales en India, según informó el medio local The Last Minute.

Nitin Chordia, fundador de la fábrica de chocolates sostenibles Kocoatrait, una de las pioneras en este segmento, contó que todo comenzó con un viaje a Bélgica y Francia, donde aprendió a hacer chocolate. De regreso a casa, en 2019, él y su esposa Poonam comenzaron a fabricar comprando los granos directamente a los productores de cacao y haciendo ellos mismos el tostado y molido. Los emprendedores incorporaron al proceso y el envoltorio los principios de la economía circular.

“Nuestra marca se enfoca en la envoltura del producto. Una gran cantidad de desechos plásticos utilizados para envolver chocolates llega a los océanos”, dijo Chordia. Para mantener la envoltura de su chocolate libre de plástico, la pareja usa materiales de tela de algodón desechados, recuperados de las fábricas de ropa en Coimbatore en Tamil Nadu, junto con cáscaras de cacao, que también son productos de desecho después del tostado que terminan en los vertederos.

“Desde el principio, estábamos decididos a estar libres de plástico y recuperar los materiales desechados por otras industrias para hacer la envoltura. Entonces, básicamente, estas dos cosas se utilizan para hacer nuestra envoltura para los chocolates sin adición de pulpa de madera. Después del consumo, el envoltorio se puede utilizar para otros fines, como un marcador o una tarjeta de felicitación, sin que vaya directamente al recipiente de basura, como es el caso de muchas marcas de chocolate convencionales”, dijo. El empaque también es exactamente del tamaño de la barra y no hay nada extra. Aproximadamente el 50% de sus clientes reutilizan el embalaje, dice Chordia.

Cuando estuvo en Europa, Nitin estuvo probando chocolates y comprendió que el cacao tiene su propio sabor y no hay que agregarle nada, narra Poonam. Es por eso que la marca ofrece solo chocolates oscuros con un uso mínimo de azúcar orgánica.

Chordia señaló que desde la pandemia de COVID-19, existe una mayor conciencia sobre el medio ambiente que los ha alentado a expandir su alcance. Durante la pandemia, su capacidad de producción se expandió y, en la actualidad, fabrican 1.500 barras al mes en su fábrica de Chennai.

Como las regulaciones de seguridad alimentaria obligan a envolver el chocolate en una lámina aparte de la envoltura exterior, cada barra de chocolate Kocoatrait está envuelta en una lámina de aluminio puro sin ninguna laminación plástica. La lámina se puede revender y reciclar a nivel industrial. Aparte del transporte, todo lo demás es cero desperdicio, afirma el empresario. No se usa plástico y la caja de cartón utilizada para empacar chocolates y enviarlos a otras ciudades es reutilizable. Las cintas utilizadas también son de papel.

Kocoatrait trabaja con productores de cacao orgánico. Chordia destacó que una de los aspectos negativos del cultivo del cacao es que consume mucha agua. Pero explicó que las granjas orgánicas se basan en el concepto de minimizar los desechos. Las hojas que caen al suelo, por ejemplo, se utilizan como abono y las mazorcas o frutos del cacao también vuelven al suelo.

15 de abril

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https://www.bioeconomia.info/2021/04/15/kocoatrait-la-startup-que-incorp...

Biociudades: lo que se viene en construcción sostenible con madera

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Según una estimación del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (ONU), más de la mitad de la población mundial, que asciende a 7.800 millones de personas, reside hoy en áreas urbanas; y para 2050, se estima que otros 2.500 millones se sumarán.

Incluso, a mediano plazo, las proyecciones indican que para el 2030 habrá 43 megaciudades en regiones en desarrollo que albergarán a más de 10 millones de habitantes. Según los expertos, esta rápida urbanización es una gran amenaza para el equilibrio económico, social y ambiental de los espacios urbanos post pandemia.

“Hoy, la transformación de un mundo más sustentable representa el mayor desafío post pandemia COVID-19, incluso se plantea que la transformación de las grandes ciudades son una buena oportunidad para replantear la economía tras la crisis y para garantizar la creación de un futuro más sostenible” explicó Daniel Lassalle, gerente de la Cámara de la Madera (CADAMDA).

Y destacó que los “Rascacielos de madera hechos de recursos renovables, bosques verticales que se elevan en áreas urbanas, sustitución de materiales no renovables como plásticos, acero u hormigón por materiales de base biológica renovables o la transformación de las infraestructuras grises por verdes, son solo algunas de las ideas innovadoras que trae este cambio de paradigma” agregó.

Según diferentes investigaciones, los tejidos urbanos deberán crecer en 50% para cubrir la demanda de viviendas para el año 2050.

La construcción en acero y concreto representa más del 10% de las emisiones globales de carbono. Los desarrolladores y constructores están considerando a la madera como un recurso eficiente para la transformación social, pues es el único material de construcción con producción a gran escala que es renovable y se puede cultivar de forma sostenible, además, de capturar carbono de la atmósfera.

Por cada metro cuadrado de productos provenientes de la madera, se almacena una tonelada de CO2 y evita producir más de dos toneladas de CO2 en comparación con otros materiales.

“La madera tendrá un rol protagónico en el desafío de transformar las grandes ciudades en lugares más sustentables a través de la bioeconomía. De hecho, las ciudades que utilizan madera en la construcción se convierten en infraestructuras de captura y almacenamiento de carbono. Incluso, los parques y la ubicación estratégica de árboles alrededor de los edificios, disminuyen el consumo de energía en las edificaciones para calefacción y refrigeración. Por eso, la madera, los árboles y los bosques son la columna vertebral de las ciudades climáticamente inteligentes: las biociudades”, destacó Lassalle.

“De hecho, la importancia de la eficiencia de los recursos se hará más pronunciada en el futuro a medida que la población crezca y la competencia por los recursos naturales, la energía y el agua se vuelva más intensa” completó el directivo.

Algunos proyectos destacados de edificación con madera

  • Las Vegas (EEUU): se está desarrollando una “ciudad viva” en la que la mayoría de los edificios estarán construidos en madera y contendrán capacidades de loT (internet de las cosas).
  • Helsinski (Finlandia): se está construyendo un nuevo distrito en uno de los antiguos puertos de contenedores de la ciudad que se está construyendo casi en su totalidad con madera. Cada uno de los edificios principales se eleva a ocho pisos, con marcos y fachadas de madera maciza, todo alrededor de un patio comunitario vibrante y verde.
  • Xiong’an (China): a 100 km de Beijing – el reconocido arquitecto Vicente Guallart lleva adelante “La ciudad autosuficiente”. Se trata de un nuevo modelo de urbe desarrollada totalmente en madera donde mezcla los bloques urbanos tradicionales de Europa con las torres de China.
  • Monte Fuji (Japón): Toyota puso oficialmente en marcha el programa para desarrollar “Woven City” (“Ciudad Entrelazada”), una ciudad totalmente conectada en donde los edificios se construirán a base de madera para reducir al mínimo la huella de carbono.
  • Suecia: Anders Berensson Architects ha diseñado una pequeña ciudad de 31 torres laminadas cruzadas en el paseo marítimo de Estocolmo.
  • Brisbane (Australia): «Urban Forest» se denomina el proyecto de departamentos de Koichi Takada Arquitectos, previsto para estar finalizado en 2024.

18 de marzo 2021

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