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Opinión

El golpe de Estado como operación militar en contra de un gobierno, solo es posible como una acción encubierta, sigilosa que requiere de confidencialidad y hasta el secreto, lo cual es imposible en el cuerpo armado que hoy existe en Venezuela, ya que no hay estamento debido a que desde el año 2002 en lo que se conoce como -Momento Político Militar Revolucionario la organización militar fue penetrada por comisarios políticos, delatores y caporales-. Estos tres grupos de individuos con conductas perversas e inmorales serían los responsables de recomendarle al gobierno, a quienes deberían ascender, a quienes delataría y a quienes se les pagaría para cooptar su adhesión al proyecto político Castrochavista.

Los comisarios políticos, delatores y caporales destruyen así la posibilidad de la operatividad militar, con lo cual se minimiza la subordinación, eficiencia y capacidad de respuesta de las diferentes estructuras del elemento armado. Al destruirse el funcionamiento de la estructura solo van a existir bolsones o grupos de hombres armados que atienden a las diferentes facciones que hoy se conocen dentro del chavismo y postchavismo con lo cual queda claro que lo que mayormente pudiera existir en ese cuerpo adireccionado, son grupos de interés que responden a las múltiples facciones de tipo político administrativa que hoy caracterizan a un Partido Político en Armas.

Los comisarios políticos, delatores y caporales representan al Estado Cuartel, esa vergüenza que se muestra en las múltiples y diversas tareas que se han asignados a supuestas estructuras y organizaciones militares que no lo son y que responden a funciones administrativas de lo cual poco saben y lo que si potencian es la delación , el chisme y el espionaje. Nada conocen pero practican el sin sentido de la militaridad que instrumentan por la vía absurda de la estrategia por la verticalidad y por mandatos donde se reconocen después de 20 años de régimen autocrático militarista una regresión que muestra dos grupos armados: militarismo golpista y ladronismo organizado.

Los comisarios políticos, delatores y caporales, bloquean cualquier acción que no se corresponda a los intereses del régimen, constituyen la expresión grotesca que se observa en el análisis del Entorno Interno Militar ya que su presencia, acción y actuación en el desarrollo de las actividades del cuerpo armado , muestran cuando se pasa de la intranquilidad o irritabilidad a la tensión 1, tensión 2 o tensión 3. Es entonces cuando se reconoce la situación de la Revuelta no obstante la acción mayor o menor de los caporales, delatores y los comisarios políticos. Esas tres denigrantes, inmorales y desgraciadas expresiones a lo interno del cuerpo armado, son las razones para que se pueda afirmar con propiedad que dentro de la grave crisis que azota hoy al país, el compromiso del cuerpo armado no es con el Estado-Nación sino con el proyecto Castrochavista.

El régimen Castrochavista en su expresión de chavismo y del postchavismo mantienen un inestable equilibrio con el empleo cada quien en su espacio de los caporales, comisarios políticos y delatores, con lo cual hacen crecer la perversión del Estado Cuartel. Ese Estado Cuartel se expresa como un proceso de regresión política del Estado- Nación en el cual la polemología es mayor que la ciencia política y por lo tanto, la violencia y la guerra constriñen a la política como ciencia de la conciliación, del acuerdo y del crecimiento de la sociedad venezolana debido a la acción de los comisarios políticos, delatores y caporales

Es el Estado Cuartel amparado o reforzado por los comisarios políticos, delatores o caporales quienes accionan, para lograr mediante el “socialismo a juro” el control del cuerpo social venezolano -pero antes que eso, una vigilancia permanente a la estructura armada- para bloquear o contener cualquier acción posible en contra del régimen por parte de las raíces sanas a lo interno de la organización. El Estado Cuartel se nutre de la estructura inmoral de comisarios políticos, delatores y caporales como perversión organizacional e intentan dar seguridad a un régimen rechazado por importante núcleos como lo demuestra la Revuelta.

El régimen creó, alimenta y fortalece a los comisarios políticos, delatores y caporales que representan al patriota cooperante, es decir, al espía, al chismoso, al soplón, al confidente, al inmoral, al entregado al socialismo a juro con el fin de poder tener un pírrico control a lo interno de una organización que ha revirado al militarismo golpista y al ladronismo organizado, que ya hoy no tiene excusa y está cercado desde el 20M. Cercado por una sociedad civil que respondió con la resistencia civil, que ampara el Contrato Original y una reacción continental y mundial contra la revolución socialista, inhumana , incapaz pero sobretodo… corrupta e inmoral que tienes sus días contados, no obstante los comisarios políticos, delatores y caporales

Es original,

Director de CEPPRO

@JMachillandaP

Caracas, 29 de junio de 2018

 3 min


Jesús Elorza G.

No puede ser, no puede ser repetía a cada rato, Nicolás, mientras caminaba de un lado a otro en su oficina. Que vaina con estos imperialistas que no dejan de jodernos.

-¿Qué te pasa? Mi amor, pregunto Cilia.

Bueno, que esos gringos del carajo, no descansan en sus ataques contra nuestro proceso revolucionario del siglo XXI. No desperdician ninguna oportunidad para atacarnos con toda la mala intención de desprestigiarnos ante el mundo y ni por el carajo reconocen nuestras virtudes.

-¿Cómo así, mi amorcitico? respondió Cilia. ¿Qué hicieron ahora que te tiene tan molesto?

En el último informe de la “Bloomberg Billonaries Index” nos pasaron por bolas. No nos mencionaron para nada.

-¿Que informe es ese?

Ahora si nos jodimos, tú que eres la segunda al mando de la revolución no estás enterada de que ese informe Bloomberg le sigue la pista a las personas más ricas del mundo.

-¿Y eso que tiene que ver con nosotros?, exclamó la Primera Combatiente.

A ver si te pones las pilas, para que entiendas. Ese listado se actualiza todos los días según los resultados de la jornada de Wall Street. El monto de las fortunas varía, pero los principales nombres se mantienen más o menos igual, y son esos que cualquiera que no sea experto en finanzas puede deletrear de memoria sin equivocarse. Y allí, es donde esos imperialistas se burlan de nosotros.

-Sigo sin entender que me quieres decir.

Carajo chica, no ves que solo siguen nombrando a: el presidente de Amazon, Jeff Bezos con una fortuna de $144.000 millones, Bill Gates el creador de Microsoft con $92.700 millones y Warren Buffett con $82.100 millones.

-Bueno, eso no es nada nuevo. Esos son los de más billete y punto. ¿Qué es lo que te preocupa?

Ojala, no se aparezca el pajarito que me habla, porqué si lo hace, seguro te caga. No seas bruta, parece que se te han olvidado los logros de la revolución. Te los voy a recordar para que no se te ocurra hacer el ridículo en público, como lo estás haciendo conmigo en este momento.

-Soy todo oídos, exclamo Cilia medio arrecha….. ¡convénceme!

En primer lugar debo decirte que nuestra gloriosa revolución, desde que estamos en el poder hemos manejado más de $500.000 millones de dólares, oíste. Te lo repito: Qqqqquuuiiinnniiieeennnttttooosss mmmmiiillll mmmiilloonneeessss de ddddooolllaaarrreeesss. Esos billetes verdes que te gustan tanto a ti, a tus sobrinos y a mí, por supuesto.

Superamos en casi cinco veces la fortuna de los primeros de la lista de Bloomberg y esos grandes carajos no se dignan ni siquiera a nombrarnos. Bezos, Gates y Buffett son unos niños de pecho frente a nuestra gloriosa revolución.

Si nos fijamos en el plano latinoamericano, la lista imperialista la encabeza el mexicano Carlos Slim, que ocupa el octavo lugar con una fortuna de $56.500 millones !!!Diez veces menor que la nuestra!!!..... ¡que te parece cholito!

-Mi amorcitico, dijo cariñosamente la Primera Combatiente, que grande eres. Razón tuvo nuestro Líder Único en dejarte encargado del coroto. Ahora, dime algo, ¿en estos 19 años hemos logrado conformar un listado de revolucionarios millonarios para contraponérselo a la de Bloomberg Index?

Claro que sí. Sin señalar tu fortuna o la mía, ocupan un lugar preferencial en la lista revolucionaria: Rafael Ramírez con más de $6.000 millones, Alejandro Andrade con $5.000 millones, Diosdado con $3.500 millones, María Gabriela Chávez con $4.000 millones, Armando Capriles con $2.000 millones por solo nombrarte algunos de ellos.

-Si la lista Bloomberg es respaldad por Wall Street, ¿quién respalda la de la revolución?, pregunto Cilia.

Aunque parezca una contradicción, debo decirte que la Lista de los Ricos Revolucionarios está respaldada nada más y nada menos que por la DEA, el FBI, la OEA, la Unión Europea, la ONU y la Oficina del Tesoro de los Estados Unidos. Además, la fortuna de nuestros dignos representantes es materia de información diariamente en los medios de comunicaciones nacionales e internacionales.

Sé que me arrecha ese listado imperialista pero le digo al mundo que el de la revolución socialista del siglo XXI, es infinitamente superior…..Billete o Muerte…Venceremos.

 3 min


El descontento con el gobierno se expande exponencialmente. La pobreza toma terreno y la desesperanza invade con fuerza los sentimientos y las emociones de los venezolanos. En gruesas capas de la población reinan como león en la selva la queja constante y la impotencia de no poseer dinero para adquirir los alimentos básicos. El lamento y el desconcierto por los precios es la conversación obligada en cada reunión, contacto o conversación. La hiperinflación bestial es tan grande como la crítica contundente al trabajo del gobierno. Hay decepción general y la contrariedad se canaliza de diferentes formas contra el oficialismo. Será difícil ganar una nueva elección para el gobierno sea del nivel que sea. Tengo información digna de todo crédito que en las bases chavistas el disgusto se incrementa cada día. El desorden y el incumplimiento campean en los programas sociales y en las ayudas monetarias que ofrece el presidente Maduro. Poca gente cree en la guerra económica y hay consciencia de una incompetencia brutal en la gestión pública.

La credibilidad en lo más bajo

La credibilidad en el gobierno y especialmente en Maduro, es hoy de los más bajos desde sus inicios. Nunca como ahora la imagen estaba tan denigrada. No hay confianza en quienes gobiernan. La gente está agotada de tanta promesa incumplida. Para las elecciones del 20M prometieron, que si ganaban, terminar con la hiperinflación y hasta ahora no hay nada que lo vislumbre. En verdad, no pueden con la economía. Su modelo define su dinámica y su comportamiento. ¡Generador de pobreza y productor de miserias y hambrunas! Se multiplican los delincuentes y la inseguridad de bienes y personas mantiene en jaque, en forma inhumana, a los venezolanos. Millones han abandonado el país y otros tantos en proceso de hacerlo. Mientras esta diáspora se expande por América, quienes dirigen a la nación desojan la margarita y miran para los lados, en forma irresponsable. Indiferentes ante el dolor de la familia dividida. Insensibles con la separación de hijos, padres y familiares. Despiadados con el trabajo que pasan los venezolanos en otros países.

Control de los poderes públicos

Su prioridad es la permanencia en el poder a costa de lo que sea. Llevándose por delante principios, valores y hasta la cultura histórica de la república. La demagogia y el clientelismo es el signo de una burocracia corrupta y deficiente, que no tiene control ni fiscalización de sus programas y ejecuciones. Autócratas como no se había visto antes en tiempos republicanos gobiernan a su libre albedrío. Controlan, como se conoce, todos los poderes públicos y no le rinden cuenta a nadie que no sean ellos mismos. Cerrados a la observancia pública nacional e internacional imponen la autocensura en los medios de comunicación masivos. Mantienen un sistema oficial de medios para difundir los programas y políticas gubernamentales del partido PSUV y del frente que lo respalda. El sectarismo y el fanatismo duro dominan los premios nacionales y regionales de la cultura, las artes, el periodismo, la ciencia y la tecnología. Su gran fortaleza la constituye el respaldo que tienen de las Fuerzas Armadas Bolivarianas. Formadas a imagen y semejanza de Chávez, de su pensamiento y concepción militar. La crisis se profundiza y la gente no ve salida. No hay capacidad de solventarla en el gobierno. La oposición por ahora no es una alternativa. Carga a cuestas una dramática división entre líderes y las organizaciones partidistas. Fracturados en cuatro partes: MUD, Frente Amplio, María Corina-Ledezma y Concertación para el Cambio. Cuatro líneas políticas. Cuatro estrategias. Por allí no hay camino si no construyen una estrategia política unitaria eligiendo a un líder o conductor central y definiendo un programa de propuestas y soluciones a los grandes problemas socioeconómicos. La gran mayoría de la población es opositora a este régimen, pero habrá que ir a los barrios y caseríos con ofertas claras y viables. La imagen de la oposición se encuentra muy deteriorada… maltrecha.

¡Se hace camino al andar!

Mientras esto pasa, la decepción y la melancolía invade la mente angustiada de la mayoría de los venezolanos. No hay en quién creer y la desesperanza obliga a cada quien a concentrarse en sus propios problemas. ¡Que cada quien enfrente sus problemas como pueda! Parece ser la consigna popular. El lema de la Venezuela de hoy… No hay salida a simple vista y la crisis toma dimensiones alarmantes. La posibilidad de una intervención extranjera ilusiona a mucha gente. Y parte del liderazgo opositor lo aúpa y proclama. ¡Caminante, no hay camino, se hace camino al andar!

fcordero@eluniversal.com

efecepe2010@gmail.com

@efecepe2010

 3 min


Carlos Raúl Hernández

Sotto voce las organizaciones políticas están alarmadas por el presente creado en estos dos años erráticos, de pesadilla. De aquellas fuerzas democráticas que bailaban en las calles después del 6D, hoy estamos en el caos mental, la confusión, el desaliento y la carencia de esperanza. El padre Luis Ugalde, el más importante estratego de la oposición en estos últimos años, el hombre clave en las decisiones tomadas, lo describió recientemente en el Aula Magna de la UCV: “estamos desnudos y descalzos”. No era así a comienzos de 2016, cuando decidieron que Maduro estaba caído y había que salir rápidamente de él por el método del RR (o cualquier otro).

¿Por qué terminamos desnudos y descalzos? El Presidente luce entronizado y que hasta ahora no lo saca nadie, ni siquiera él mismo, que es mucho decir, porque si bien Maduro es su propio peor enemigo, su mejor amigo es la oposición. Ella lo salvó de lo que parecía en enero 2016 su colapso final, condenado a perder masivamente gobernaciones y alcaldías, con ellas todo sustento, y luego lo volvió a salvar con la propuesta de “elecciones generales” inconstitucionales en 2017.

Hay tal hueco negro que el mismo Ugalde en posterior declaración de prensa tan dolorosa y terrible que parece fragmento de Prometeo, pone la única esperanza de salir del gobierno en manos del propio gobierno, bien por una renuncia de Maduro, bien por un golpe militar. Y procede mencionarlo porque es el único de los conductores del proceso opositor comenzado en 2016 que tuvo la bizarría y la entereza de encarar las consecuencias. Este es el cuadro. Estamos clavados por el pecho a una roca con un clavo de acero y un águila nos devora el hígado a diario.

Desnudos y descalzos

Según la descripción no podemos hacer nada por nosotros mismos y solo la decisión del enemigo puede redimirnos. Impotencia aun más gráfica en los que claman por intervención extranjera. En estos veinte años la antipolítica, es decir, la imbecilidad política, machacó que había que abstenerse, que participar en los mecanismos de “la dictadura” era una mancha. Que quien no hablara un lenguaje encendido, o de la “partida de nacimiento”, era “colaboracionista” y quien usara la razón era un traidor. Quien cuestionara las prisas que solo trajeron cansancio era porque le pagaban.

La antipolítica acechaba pero estaba cercada. Los partidos la derrotaban al entrar en campaña y ganar posiciones. El tercer acto de la debacle, 2018, se engendra en aquella reunión inolvidable en Montalbán, donde los sectores que menos entienden la política en Venezuela, dictaron la línea a unos partidos magullados y apocados por las palizas recibidas. El eclipse total de corazón ocurrió cuando los partidos aceptaron que no había que votar por “carencia de condiciones”, permitieron que la estupidez se convirtiera en una invasión de zombies que se llevó por delante cualquier ápice de sentido común. Triunfó la abstención, y ahora la nada.

El apocalipsis zombie. Luego de los dos siniestros actos anteriores, 2016 y 2017, sencillas doñas y caballeros con alguna ilustración e inquietud política que se hacían eco del discurso razonable de sus dirigentes, contagiados por la inundación de estolidez devinieron en las redes sociales guacharacas enloquecidas de odio contra todo lo que habían defendido, contra sí mismas, sin entender ni siquiera por qué. Los llevaron al ridículo existencial, los dejaron ahí y aun chapotean en los charcos como bagres atascados. Difícil conseguir irresponsabilidad mayor que poner decisiones políticas en manos de formaciones de la sociedad civil.

A ellos les encanta la política

Desde quienes forjaron el concepto (Hegel, Marx, Gramsci), se definen como “organizaciones de intereses particulares”, lo contrario de la política. En la sociedad democrática los gremios tienen funciones específicas y fue Mussolini quien se propuso construir un Estado corporativo con las secuelas conocidas. El Premio Nobel Joseph Schumpeter en su ultra clásica obra Capitalismo, socialismo y democracia, señala peligros cuando “figuras de la cultura, el arte, la farándula, la religión o el deporte” deciden la política.

Pese a lo que se cree, ser informado no confiere “competencia cognoscitiva” en política, saber práctico que como cualquier otro, nace de la experiencia del sujeto… “el ciudadano normal (que) entra en la esfera política, desciende a un plano inferior… de actuación mental. Argumenta… de forma infantil… primitiva. Su pensamiento se hace asociativo y afectivo”. Otro gran pensador todavía vivo, Giovanni Sartori, sobre la incompetencia de la sociedad civil para la política dice “un astrónomo discutiendo de filosofía, un químico sobre música, o un poeta que hable de matemáticas no dirá menos tonterías que cualquiera sobre política” (Teoría de la democracia).

Hay que llamar nuevamente a votar en el referéndum constitucional, en las elecciones municipales y ganar la opinión pública para eso. Reconstruir una fuerza para de combate ayudará a recuperar el control sobre los acontecimientos que nos afectan, pues para vivir hay que trabajar y quien se siente en la plaza con la boca abierta a esperar el maná, lo más probable es que se le encalambren los músculos faciales y a la postre muera famélico. No tienen nada malo los milagros pero no se puede vivir de ellos. Después de los traumas de estos tres capítulos de la desventurada novela, no creo que haya de otra que volver a votar.

@CarlosRaulHer

 4 min


Simón García

El régimen logró sembrar la discordia entre los venezolanos, manipular el resentimiento y poner a una parte del país contra la otra. Quebró fundamentos del gentilicio, valores e identidades, llenando de fango ideológico la conciencia social. El escalón unitario superior, el de la reunificación de la nación, exige sanar estas heridas y restablecer una cultura cívica responsable. Para lograrlo, el primer paso, es no seguir dividiendo a la sociedad entre chavismo y antichavismo.

Entre la oposición partidista, de naturaleza fundamentalmente política y la oposición social, la que se expresa en las demandas de sobrevivencia de la población, hay un largo desfase. En general, partidos y políticos, tienen una agenda de los discursos, que pocas veces desciende a la tierra arrasada cotidianamente por las crisis. Situarse en el segundo escalón implica que los partidos y los políticos dejen de flotar como burbujas desvinculadas de la sufriente realidad.

La oposición articulada a los partidos no ha podido mantener una integración estable y frecuentemente revela una división con partes tan incongruentes como las de una esfinge. Por qué no logra unirse efectivamente es un enigma que la estrangula. Ante su inexistencia, toda la oposición ( o de casi toda si se considera que hay fundamentalistas que defienden que la oposición se fortalece depurándose) clama a las élites políticas por acuerdos durables entre ellas, como primer escalón para construir confianza y potenciar la eficacia.

Si no recorremos bien esta ruta interna, no podremos abrir junto al país la ruta mayor que conduzca a una transición negociada del autoritarismo a la democracia. Negociada significa progresiva, con participación de actores pertenecientes a los dos proyectos de país enfrentados y con un desenlace nacional, pacífico y electoral.

Esta ruta se configura como solución alternativa más probable a medida que los factores internacionales, aun combinando distintos planes para lograr el restablecimiento de la democracia en Venezuela, pongan énfasis en el entendimiento interno para introducir liberalizaciones económicas, institucionales y políticas. Una vía que no está predeterminada y en la que la oposición tiene que estar unida si quiere influir en una determinada variante.

Aquellos que no ven salida, lo que descartan es que ella pueda producirse a partir de un proceso electoral. Por eso hay que debatir la pertinencia de la participación y la abstención, como tema a futuro, libre de posiciones tomadas y de pases de factura. Parece claro que la oposición no debe limitarse a alternativas que no dependen de ella, ni pedir un golpe que transfiera más poder de decisión a los militares.

Así que es urgente iniciar esa ruta interna y que las partes fragmentadas de la oposición abandonen la idea de la unidad como un medio para alcanzar la hegemonía de un determinado liderazgo.

La unidad tiene sentido sólo como una herramienta estratégica para despejar una ruta mayor para superar la crisis y realizar los cambios en una nueva convivencia entre los actuales rivales sobre la base de la vigencia de la Constitución.

Hay que renovar el concepto de unidad, dejar atrás su proclamación ritual y superar los obstáculos reales que impiden que las tres o cuatro polos de la oposición definan el alcance, el funcionamiento y la estrategia común para enfrentar un régimen que carece de viabilidad económica y social. Esa es una prioridad.

 2 min


Intérprete: Olga Guillot. Autor: Celio Gonzáles

Pretendiendo humillarme pregonaste/ el haber desdeñado mi pasión/ Y fingiendo honda pena imaginaste/ que moría de desesperación/ Total, si me hubieras querido / ya me hubiera olvidado de tu querer / Ya ves, si no tengo a tus besos/ yo no muero por eso/ yo ya estoy cansada de tanto besar/ Pensar que llegar a quererte/ es creer que la muerte/ se pudiera evitar/ Ya ves, que fue tiempo perdido/ el que tú has meditado/ para ahora decirme/ que no puede ser/ Total, si me hubieras querido/ ya me hubiera olvidado de tu querer/ Ya ves/ si no tengo a tus besos/ yo no muero por eso/ yo ya estoy cansada de tanto besar/ Ya ves, que fue tiempo perdido/ el que tú has meditado/ para después decirme/ que no puede ser/ que no puede ser / que no puede ser/ Vivir sin conocerte/ Ay.... / Puedo vivir sin ti / Puedo vivir sin ti

Total en el contexto del despechado bolero que nos canta la Guillot no quiere decir total, palabra que alude a alguna totalidad. Total quiere decir después de todo, expresión aún más confusa y elusiva que total porque no puede haber nada después de todo ya que el todo es todo o no es todo. Pero quien quiera entender a los idiomas en sentido literal nunca entenderá ningún idioma.

En el caso del bolero, Olga Guillot se está despidiendo no de la persona a la que amaba sino del amor que para ella representaba esa persona. Del texto no podemos inferir si se trata de una despedida que finge un legítimo orgullo -para después, como ocurre en muchos casos, correr a su habitación y sollozar sobre su almohada- o se trata de una decisión, calculadoramente tomada.

Importante es destacar en esta fría despedida que el tiempo verbal que predomina en su discurso es el condicional (si me hubieras querido, si no tengo tus besos, etc.) Eso quiere decir que ella está rompiendo a través del bolero con una relación de amor sujeta a condiciones. Y al afirmar esta frase, puedo imaginar que mi querida amiga Diotima de Cuba diría que el amor para que sea amor debe ser incondicional. De más está decir que ésta es una tesis que cuenta con muchos partidarios en círculos teológicos.

Yo no niego, por supuesto, que en ciertas ocasiones el amor no está sujeto a condiciones. Uno de los filósofos dedicado a este difícil tema, Harry Frankfurt, recurre como ejemplo de un amor sin condiciones a aquel que sentimos hacia nuestros hijos (2005, p.44). No es excluible también que después de una larga relación de amor, el amor basado en el conocimiento mutuo y en múltiples perdones puede volverse incondicional entre dos seres que se unen para vivir.

Los amores de pareja, sin embargo, suelen ser amores condicionales y condicionados, algo que sabían muy bien Los Tres Diamantes cuando cantaban el famoso bolero llamado Condición. Eso significa que entre dos se establece una suerte de pacto no escrito que si es violado puede llevar a su anulación. Existe sobre ese tema un bello bolero que cantaba Leo Marini donde el amante dice a la amada: Nuestro pacto no es con Dios.

En esta separación, Olga Guillot no hace ningún drama e incluso niega el amor sentido convirtiendo con ello a la ruptura del pacto en algo inútil pues para romper una relación de amor se necesita por lo menos algo de amor y Olga afirma que ese amor ella no lo tiene. Luego, no hay nada que romper. En fin, Olga Guillot está demostrando un gran amor a sí misma.

Según Harry Frankfurt (p.87), el tan denostado “amor a sí mismo” -que se confunde muchas veces con el mal narcisista o con el simple y clásico egoísmo- no solamente es una de las condiciones que llevan a amar a alguien, sino, además, es un resultado del amor de alguien a otro. Harry Frankfurt no cita lamentablemente a Nietzsche, quizás el primer filósofo que incluyó al amor hacia uno mismo como una de las condiciones del amor a la vida. Nietzsche planteaba incluso que la vanidad es una de las más altas virtudes humanas. “La vanidad” –escribió el demente filósofo- “es la piel del alma” (1983, p.155). Y efectivamente, si amar es dar amor, el amor hay que tenerlo: nadie puede dar lo que no tiene. A la vez, si lo tenemos es porque lo hemos recibido y el más importante –afirman casi todos los analistas- es el amor primario que comenzamos a recibir desde el día en que nacemos. La vanidad, para decirlo de modo algo burdo, la mamamos. Quien ama, mama.

Recordemos en este punto que no por casualidad hay un bolero clásico sobre el tema de la vanidad, uno cantado por muchos próceres boléricos y cuyo autor es Armando González. En una de sus partes el bolero dice así: “Vanidad/ por tu culpa he perdido/ un amor, vanidad/ que no puedo olvidar/ Vanidad/ con las alas doradas/ yo pensaba reír/ y hoy me pongo a llorar”.

Del texto deducimos que un excedente de vanidad impide la realización del amor. Sin embargo, una ausencia radical de vanidad nos lleva a menospreciarnos hasta tal punto que, como diría Lacan, no podemos dar a nadie lo que no tenemos. Lamentablemente la cifra exacta de la vanidad eróticamente necesaria no ha sido fijada por ningún filósofo.

En cualquier caso la condición del amor no es para Olga la pura vanidad. ¿Cuál es la condición del amor de Olga? Estudiando el texto, he llegado a la conclusión de que la clave se encuentra en esta frase filosóficamente grandiosa: Pensar que llegar a quererte es creer que la muerte se pudiera evitar. Esa frase significa que en el pensamiento de Olga yace implícita la idea metafísica de que el amor total no puede existir puesto que la totalidad traspasa el fin de nuestros días. Y si esa totalidad es imposible para nosotros, significa que el amor de un ser humano a otro es perfectamente prescindible, siempre y claro que no confundamos a quien amamos con el portador del amor infinito. Porque ningún mortal (porque es mortal) es digno de ese amor total. Además, alguna vez tenemos que aceptar que tanto amor no podemos soportar sin perecer aplastados bajo su propio peso. No lo afirmo yo. Lo dicen nada menos que Los Panchos en un famosísimo bolero de Rafael Hernández: Ay, amor ya no me quieras tanto:

Yo siento en el alma / tener que decirte/ que mi amor se extingue como una pavesa/ y poquito a poco te quedas sin luz/ Yo sé que te mueres cual pálido lirio/ y sé que me quieres, que soy tu delirio/ y que en esta vida yo he sido tu cruz/ Ay, amor ya no me quieras tanto/ ay, amor no sufras más por mí/ si no más puedo causarte llanto/ ay, amor olvídate de mí/ Me da pena que sigas sufriendo tu amor desesperado/ Yo quisiera que tú te encontraras/ de nuevo otro querer/ otro ser que te brinde la dicha que yo no te he brindado/ y poder alejarme de ti/ para nunca más volver.

En breve: en este texto se está buscando una salida a la aporía propuesta por Leo Marini en el bolero anteriormente comentado que dice así: “Ni cerca ni distante, podemos ya vivir”. La salida de esa aporía sólo puede ser encontrada, de acuerdo a Los Panchos, bajando la gradación del amor: “no me quieras tanto”, que es precisamente lo que está haciendo Olga Guillot al cantar Total: destotalizar la totalidad

Que el amor humano no puede ser total, lleva a concluir que el amor total es el más alto grado de amor posible. Es quizás en ese sentido que el filósofo H. Frankfurt afirma que todo amor se mide en grados. Luego, con relación al amor total, todos los amores son amores degradados. Eso no excluye que el amor pueda alcanzar grados altísimos para nuestra escala, la humana. A partir de esa premisa es posible afirmar que hay personas que amamos menos y a otras más. Incluso puede que a una misma persona la hayamos amado de más a menos cuando descubrimos en ella partes oscuras que no conocíamos. O a la inversa, de menos a más, cuando descubrimos en ella zonas luminosas que ni siquiera presentíamos.

Precisamente es la incapacidad que tiene el amor para llegar a su totalidad, la razón que lleva a Frankfurt a decir que el amor comporta la posibilidad de la “indecisionalidad” (p.98). Efectivamente: suele ocurrir que a veces se produce una colisión entre dos amores. No sólo entre dos personas que amamos -a cada una de modo diferente, por supuesto- sino entre una persona y nuestros intereses, ideales, deseos. Más aún, puede darse el caso de que esa “indecisionalidad” se presente con respecto a una sola persona cuando amamos una parte de ella y otra no. Si esa “indecisionalidad” es muy grande, el amor lleva a una situación de ambivalencia difícil de soportar. Esa ambivalencia es el mejor medio para echarse a perder la corta vida que nos dieron. Pero, por otro lado, hay que reconocer que sin esa ambivalencia jamás podríamos tomar decisiones y luego jamás podríamos ser libres, libres para amar o para odiar.

De la ambivalencia podemos liberarnos tomando una decisión, cualquiera que sea. En el caso de Olga Guillot es evidente que ella ha tomado una decisión, la más dolorosa quizás, pero desde una perspectiva ética, tal vez la más correcta. Ella ha liberado su alma que estaba enredada en otra, la ha restituido a su propio ser y así ha quedado en condiciones para, si se presenta la ocasión, volver a amar. Total, dice, el amor no es nunca total. Alguna vez, antes o después de mí, ha de morir.

Y si el amor humano no puede ser total, puede deducirse que el título del bolero que es “total” no es nada de casual. Total vendría a significar no sólo después de todo, como interpretamos al comienzo, sino también lleva implícita la afirmación de que un amor que no es total es un amor mortal. Y yo creo que muchos, al llegar a una determinada edad, nos convertimos en portadores de algunos amores muertos. Quien piense lo contrario, puede lanzarme la primera piedra.

Luego, Olga Guillot declara que ella puede vivir sin ese amor. Eso está claro. No obstante, en la formulación que ella ha elegido para anular su relación de amor, aparece un problema que es lógico y gramático a la vez. Olga no sólo afirma que “puedo vivir sin ti”, además, afirma que puedo “vivir sin conocerte”. El problema reside en el hecho de que a quien ella canta ya lo había conocido. Luego, la construcción formal correcta de la frase debería haber sido “puedo vivir sin recordarte”. En este caso, Olga está usando el verbo conocer como sinónimo de recordar. Bien. Este sería un simple error gramático si no fuera, a la vez, una tesis profundamente agustina.

Como es sabido, Aurelio (san) Agustino afirmaba que el conocimiento de las cosas se encuentra en la memoria. La memoria es la capacidad que tenemos para traer el pasado hacia el presente lo que, según San Agustín, es un anuncio de la eternidad en el ser mortal pues la eternidad es la fusión de todos los tiempos en uno. El recuerdo trae al presente aquello que más se quiere recordar que es recordar lo que amamos y, a veces, lo que odiamos. En cualquier caso, nadie recuerda demasiado lo que nos ha sido indiferente. Por lo tanto, es perfectamente admisible que los verbos conocer, recordar y amar, puedan confluir en uno solo, lo que siendo un error gramático es un acierto filosófico puesto que si recordamos lo que amamos, y si conocemos lo que recordamos, lo que amamos es lo que conocemos. En fin, muy suelta de cuerpo y con alta gracia filosófica, Olga afirma: no te recuerdo, luego no te amo, y si no te recuerdo, ya no te conozco mosco.

Sencillamente brillante.

Para escuchar a Olga Guillot cantando TOTAL, pulsar

https://www.youtube.com/watch?reload=9&v=KUz56tafK20

Referencias:

Frankfurt, H. Gründe der Liebe, Frankfurt 2005

Nietzsche, F. Menschlisches, Allzumenschlisches, Obras, tomo 3, Salzburg 1983

San Agustín, Confesiones, Madrid 1983

junio 24, 2018

https://polisfmires.blogspot.com/2018/06/fernando-mires-total.html?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed:+blogspot/xSpmE+(POLIS)

 9 min


Edgar Benarroch

Apreciados amigos integrantes de los equipos de dirección de los partidos políticos que componen la oposición, particularmente los cuadros nacionales de conducción. Me dirijo a ustedes porque sé que sus decisiones y acuerdos tienen inmediata repercusión en el la totalidad del país y producen consecuencias. Lo que acontece en Caracas tiene notoria influencia en el resto de la nación, por ello en ustedes descansa, en buena parte, la grave responsabilidad de dar respuesta adecuada para superar esta gravísima situación que agobia a la familia venezolana y al país en general. Al final de esta nota les hago llegar una proposición que aspiro consideren. La formulo esperanzado que al menos la estudien.

El diagnóstico de nuestro país creo lo tenemos suficientemente claro, no necesito y sería ocioso dedicarme a señalar lo que caracteriza nuestro hoy. Todos sabemos que confrontamos una profunda crisis política, económica, social y cultural, es decir una crisis integral, sumado a ella un peligroso descenso de la moralidad y ética ciudadana. Todos estamos de acuerdo que esta situación es insostenible y que cuanto antes debemos salir de ella, el país no resiste más. Supongo también que todos estamos persuadidos que para cuanto antes ver la luz es necesario la UNIDAD. Muy lamentable y preocupante que esta hora nos tope desunidos producto de diferencias que considero unas estratégicas y otras tácticas, no pienso que nadie en la oposición esté privilegiando su personal interés o el de su sector por encima del de la patria. Si relegamos a un segundo plano el interés nacional estaríamos de espalda a la historia e incurriríamos en un acto de sadismo incomprensible que nuestro pueblo jamás perdonaría.

Si estamos claro que nuestras diferencias son estratégicas y tácticas debemos entonces ir a la raíz del asunto para analizarlas y superarlas.

Es la oposición venezolana la única alternativa democrática, civilizada y válida con que cuenta el país frente a este régimen, cuando dejemos de serla se abrirán caminos heterodoxos cuyas consecuencias son impredecibles. Estamos emplazados, conminados y obligados a ponernos de acuerdo.

Creo se avecina una consulta popular en torno a lo que presentará la espuria e inconstitucional Asamblea Nacional Constituyente sobre la Constitución Nacional. Debemos sospechar lo que de allí va a salir. No podemos permitir, por amor a la Patria y a Dios que ello pase. Estamos en el deber de negar tal proposición y ello supone, sin otro tipo de consideración, de asistir al acto electoral que se convoque para tal fin y expresar un rotundo NO a la propuesta que de seguro será contraria al interés nacional y al Bien Común. Para ello debemos estar organizados y unidos en la seguridad que el pueblo masivamente nos acompañará. Cito el referéndum sobre la reforma constitucional porque parece que lo tenemos cerca y es bueno no nos encuentre desprevenidos.

Pero más allá de las circunstancias del referéndum entiendo que todos queremos lo mejor para el país y por lo tanto debemos cambiar cuanto antes este régimen y para eso es fundamental la UNIDAD. Debemos centrarnos en que nos impide estar unidos para brincar las diferencias y abrazarnos fraternalmente. Sé que con tantas corrientes del pensamiento político, algunas disímiles otras contrapuestas, no es fácil la coincidencia, pero si apreciamos debidamente el sagrado interés patrio se nos hace mucho más fácil el reencuentro. Para tocar en profundidad el tema y ponernos de acuerdo es necesario conversar, discutir, analizar, estudiar y poner claramente las cartas sobre la mesa entre todos los factores de la oposición (organizaciones de todo orden e individualidades), para ello propongo:

UNA ASAMBLEA CON CARACTERÍSTICAS DE CÓNCLAVE Y ESTAR ENCLAUSTRADOS EL TIEMPO NECESARIO HASTA QUE APAREZCA "HUMO BLANCO", QUE ES UNIDAD Y CAMINO CLARO PARA CUANTO ANTES CAMBIAR ESTA SITUACIÓN. Sugiero plantearle a la Conferencia Episcopal venezolana, de la más alta credibilidad del país y de una inmensa autoridad moral y patriótica, la posibilidad de que estudie sea esa instancia que convoque, organice y coordine el "Cónclave". Nuestros Obispos están sumamente claros de la situación del país, los documentos que han hecho público no pueden ser más diáfanos y explícitos. Por desgracia la respuesta del gobierno a la preocupación Episcopal ha sido destemplada, falta de respeto y ofensiva.

Estimados amigos, dejó con la mejor de las intenciones esta inquietud que Dios quiera tenga acogida. De ser así debe implementarse cuanto antes. Ruego a las direcciones regionales de los partidos políticos hacer llegar esta preocupación a sus respectivas instancias nacionales.

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