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Opinión

Carlos Raúl Hernández

Según expertos, un importante porcentaje de la ciudadanía evidencia síndromes de ansiedad, neurosis, desorientación, actitudes esquizoides y sicóticas. Varias investigaciones como de costumbre descubren lo que ya se sabe. El gobierno desquicia a la población con su incompetencia para enfrentar el proceso hiperinflacionario y la subsecuente descomposición de la sociedad. La propiedad ansiolítica de esta omisión, abulia o como se quiera llamar, se agrava porque se sabe que el padecimiento de la inflación es el equivalente de la bilharzia o la gastroenteritis, dos males erradicados, anacrónicos y hasta penosos para el país donde aparecen.
Los investigadores del futuro no podrán comprender cómo un país tan extraordinariamente dotado, pudo prácticamente autodestruirse como un mensaje de Misión imposible. Tardó solo veinte años, mientras la URSS y las naciones del bloque soviético soportaron más de setenta. El guano atesorado, la calabrina tesórea venida de Sabaneta, y quien tuvo la epifanía del pajarito, pueden pasar a la historia como ejemplo de una probabilidad cero que ocurrió.

Otra fuente de inestabilidad mental se produce así: hubo fuerzas que en una primera etapa se dedicaron a convencer de que toda participación en instancias institucionales y procesos políticos, las elecciones, era espuria. Después de una cadena de pisotones, juanetes maltratados, caídas y uñas enterradas, y terminar bebiendo barro en 2005, comenzó el proceso contrario. Por diez años, el discurso dominante consistió en las maravillas de la vía pacífica, democrática, constitucional, electoral, negociada, primariada, consensuada, amortiguada, respetuosa, etc., etc.

Pepe Grillo

“Los dioses castigan a los hombres al hacer realidad sus sueños”. Como producto de pedirle rapidez al genio de la lámpara, luego de ganar en 2015, sin mediar palabra, quienes tenían una década diciendo lo contrario, comenzaron a desacreditar lo que habían dicho y hecho, la conciencia de gradualidad creada en la ciudadanía que permitió acorralar al gobierno. Todo el mundo andaba apurado por sacar a Maduro lo antes posible y la diferencia estaba en “el método”. Pero apareció el grillo jurídico-tuitero, un sabio abogado mercantil.

Pero también constitucionalista, experto electoral, asesor político, polemista sobre táctica y hasta economista, se autohabilitó a dedicación exclusiva para argumentar por qué trancones, paros, referéndum popular, 350, nos conducirían directamente al poder. De vez en cuando aparece de nuevo con sus consejos y sobre el triunfo estudiantil democrático en la Universidad de Carabobo, ahora abstencionista irredento, trata de demostrar casi que era mejor que perdieran para que él no quedara de nuevo en evidencia.

Así a la gente que venía formándose en defensa de una opinión racional en las redes y otros medios, violentamente le cambiaron todo y la dejaron girando en el mismo sitio, colgados sin capacidad de procesamiento, como mariposas alrededor de un bombillo. Nadie les explicó nada, porque algunos dirigentes guardaron silencio o simplemente enloquecieron, abrazaron lo que odiaban y rechazaron lo que hasta ese momento habían defendido. Era patética la deriva de esos blogueros desorientados, como nos tocó verlos, desmintiendo lo que habían hecho y maldiciéndose a sí mismos al maldecir a quienes hasta ayer defendían junto con ellos la misma causa.

Morrocoy volteado

Pretendían tapar con agresividad su voltereta y su desorientación. Pero apenas año y tanto después, a finales de 2018, desde fuera modifican violentamente la línea de acción y quienes venían explotando el dudoso mérito de ser irreductibles, se vuelven a cambiar, y de repente descubren que no habrá intervención armada, tampoco golpe de Estado democrático previamente mojado en agua bendita ni ninguna otra fantasía, sino negociaciones. Quienes dirigen la política venezolana, los líderes de los grandes centros de poder, determinaron que había que volver al diálogo y vemos como saltaron por el aro hasta los más incoercibles felinos.

Solo despotrican los fuera de juego, la retaguardia de la retaguardia y estarán ahí hasta que alguien tenga la amabilidad de explicarles que la línea es otra, recogerlos y ponerlos sobre las patitas, como se hace con un morrocoy volteado. Hablaron Estados Unidos, el Grupo de Lima, Europa, Rusia y todo el mundo para repetir lo que cualquiera sabía que dirían: que la vía es pacífica, democrática, constitucional, pactada. Ojalá los operadores que sobrevengan no se empeñen en poner condiciones absurdas ni pretender que la negociación sea para instalar la democracia noruega.

Deberíamos tener claro que un eventual y ya desatanizado ciclo de transacciones, daría la posibilidad de comenzar un cambio político (no repetiré la pavosa palabra transición y más bien me agarraré la oreja izquierda). Si se estudian las más importantes experiencias anteriores, sabremos que solo se debe y se puede aspirar a comenzar un proceso y no debe haber condiciones previas porque suelen ser subterfugios para impedir su inicio. Para cualquier arranque suenan problemáticas las mesas de negociación y hay que valerse de asesoría técnica del más alto nivel, como la que ofrecen algunos importantes centros académicos del mundo.

@CarlosRaulHer

 3 min


Stanley Reed

Los precios del petróleo se han desplomado en los últimos días, aunque hace unos meses alcanzaron su punto máximo desde 2014. Tras llegar a 75 dólares por barril a principios de octubre, el precio del West Texas Intermediate, la referencia estadounidense, ha caído aproximadamente una cuarta parte. El Brent crudo, el estándar internacional, ha tenido un descenso similar.

Entre las caídas más drásticas de un solo día sucedidas en los últimos años se encuentra la del martes, que fue casi del siete por ciento, la cual propició que los precios llegaran a su nivel más bajo en 2018.

El abrupto retroceso, que inevitablemente nos trae recuerdos del estruendoso desplome de la industria en 2014, representa una gran preocupación para los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), cuyas economías están vinculadas estrechamente a las ganancias del petróleo. Arabia Saudita, el miembro más poderoso de la OPEP, señaló el 11 de noviembre que, a fin de impulsar los precios, recortaría su producción en un medio millón de barriles por día.

Aparentemente, este anuncio dio lugar a una advertencia por parte del presidente Donald Trump, quien al día siguiente comentó en Twitter: “Espero que Arabia Saudita y la OPEP no recorten la producción de petróleo. ¡Los precios del petróleo deberían ser mucho más bajos en función de la oferta!”. Los analistas afirman que los comentarios de Trump podrían haber acentuado la tendencia del precio, al crear dudas acerca de si la OPEP realizará los recortes.

¿Por qué se han desplomado los precios del petróleo?

En meses recientes la prioridad del mercado petrolero ha cambiado abruptamente. Cuando los grandes productores, que incluyen a la OPEP y Rusia, se reunieron en Viena en junio, las principales inquietudes eran el potencial de repunte de los precios y si las reservas serían adecuadas. La decisión de Trump de volver a imponer sanciones a Irán amenazó con sacar del mercado una gran cantidad de petróleo procedente de uno de los más grandes productores.

Durante el verano, los sauditas y otros productores que habían estado frenando la producción desde 2017 abrieron los grifos con el fin de tranquilizar a los consumidores y calmar a Trump. Quizás fueron demasiado proactivos. Los operadores han dejado de interesarse en Irán y se han centrado en otros factores, por ejemplo, en si las batallas comerciales de Trump con China y el aumento en las tasas de interés pueden perjudicar el crecimiento económico global y la demanda del petróleo.

Al mismo tiempo, la producción en Estados Unidos ha aumentado más rápido de lo esperado. La producción también se ha incrementado en Libia, a pesar de que continúa la guerra, y se ha mantenido mejor de lo esperado en Venezuela, otro país con problemas. Según los analistas, otra vez se están acumulando grandes volúmenes de petróleo en los tanques de almacenamiento de todo el mundo, lo que aumenta el temor de que haya una nueva sobreoferta.

¿Cuál ha sido el impacto de las sanciones a Irán?

Las sanciones han tenido menos efecto en la producción iraní de lo que habían pronosticado algunos analistas, pero quizás las expectativas han sido demasiado alarmantes. Estas medidas, las cuales imponen sanciones a las empresas que compren petróleo iraní, entraron en vigor el 5 de noviembre. Se había esperado que los compradores redujeran la compra del crudo de ese país antes de las sanciones, pero parece que esa acción solo ha frenado moderadamente la producción de Irán. Por ejemplo, la OPEP informó que la producción iraní de octubre bajó a cerca de 3,3 millones de barriles de petróleo al día, el 4,5 por ciento comparado con el mes anterior.

Algunos antecedentes que explican por qué el impacto ha sido débil: el gobierno de Trump otorgó exenciones temporales a los mayores clientes de Irán que incluyen a China, India y Japón. Los operadores de petróleo interpretaron la generosidad del gobierno como que los posibles recortes a las exportaciones iraníes podrían ser menores de lo que se esperaba. “El mercado se sorprendió bastante al ver que se otorgaron exenciones”, comentó Homayoun Falakshahi, analista iraní de Wood Mackenzie, una empresa de investigación en temas de energía.

Falakshahi señaló que el otorgamiento de exenciones a Japón y Corea del Sur, quienes habían dejado de comprar petróleo iraní, fue especialmente sorpresivo. Podría indicar, afirmó, que las prioridades del gobierno se inclinan más hacia mantener los precios bajos para los consumidores estadounidenses que hacia oprimir a Irán. Si es así, parece que la estrategia está funcionando. Según la empresa AAA, el precio de la gasolina normal en Estados Unidos el martes fue de 2,61 dólares, en comparación con los 2,85 dólares del mes anterior.

¿Qué factores decidirán los precios las próximas semanas?

Los analistas señalan que cada vez hay más presión sobre la OPEP para que apuntale los precios cuando la organización se reúna con Rusia y otros productores en Viena a principios de diciembre. Los expertos esperan que se anuncien recortes en la producción de alrededor de un millón de barriles al día, cerca del uno por ciento de las reservas mundiales.

Existen pocas dudas de que los sauditas puedan hacer recortes de esta magnitud. Después de todo, han elevado la producción en casi 700.000 barriles al día en comparación con la producción promedio de 2017.

Los analistas comentaron que tal vez Arabia Saudita, que trata de evitar tener que cargar en soledad con todo el peso, tenga problemas para convencer a los productores como Rusia e Irak de que también hagan recortes. Quizás los sauditas también tengan que transitar por un camino complicado entre las presiones del gobierno de Trump para bajar más los precios y las necesidades de su economía de tener mayores ganancias.

Los analistas añadieron que hay buenas probabilidades de que los productores como Rusia e Irak decidan que aceptar los recortes beneficiará a sus intereses. “Creemos que al final Putin tomará la misma decisión que tomó en noviembre de 2016 y optará por unirse a los productores de la OPEP debido a cuestiones fiscales internas”, escribió Helima Croft, analista de RBC Capital Markets, en una nota para sus clientes el 14 de noviembre.

Hace algunos meses, parecía que los sauditas habían orientado al mercado hacia niveles de precios más cómodos, para sus propios objetivos, al coordinar recortes en la producción con Rusia y otros países. Ahora los sauditas y sus aliados petroleros vuelven a encontrarse en la incómoda posición de ser presionados, principalmente por los productores de esquisto de Estados Unidos.

“Vuelven a tener que evitar la caída del mercado en vez de preocuparse por su ascenso”, comentó James Davis, analista de FGE, una empresa consultora para cuestiones de energía.

Clifford Krauss colaboró en este reportaje.

22 de noviembre 2018

New York Times

https://www.nytimes.com/es/2018/11/22/precio-petroleo-opep/?rref=collect...

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La Organización de Naciones Unidas (ONU) acordó crear, con el voto favorable de 193 países, un Pacto Mundial sobre Migración, que aun cuando no sea vinculante, contribuya a diseñar un proceso de migración ordenado y seguro, en un marco de cooperación internacional y de respeto a la soberanía de cada nación.

Para el secretario general de la ONU, António Guterres, los migrantes son un motor extraordinario de crecimiento. La aprobación llevaría a asumir, formalmente, un primer Pacto Mundial sobre Migraciones en diciembre 2018, en la Conferencia Mundial que se realizará en Marruecos.

Según datos de la ONU, hay unos 250 millones de migrantes en el mundo, lo que representa un 3.4% de la población mundial. Esto lleva a concluir que el tema de la migración debe ser abordado globalmente y este pacto, propuesto en el marco de la ONU, puede servir de elemento cohesionador para abordar de manera adecuada los procesos migratorios irregulares y forzados.

Además del pacto, los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 (ODS 2030) también representan otro elemento cohesionador en el debate global sobre la migración. De los 17 objetivos previstos, con sus metas, 11 de ellos abordan temas que directamente deben ser atendidos en los casos migratorios, a saber:

Fin de la pobreza (ODS 1), Salud y bienestar (ODS 3), Educación de calidad (ODS 4), Igualdad de género (ODS 5), Trabajo decente y crecimiento económico (ODS 8), Reducción de desigualdades (ODS 10), Ciudades y comunidades sostenibles (ODS 11), Acción por el clima (ODS 13), Paz, justicia e instituciones sólidas (ODS 16) y Alianzas para lograr los objetivos (ODS 17).

El debate sobre el Pacto Migratorio Mundial se realiza en el marco de dos significativas crisis migratorias en el continente americano: una que involucra a los países centroamericanos con Estados Unidos, denominada “carnaval migratorio”; y la otra, que vincula a Venezuela con sus países vecinos, alcanzando a España. El continente europeo y el americano comparten el tema migratorio como un problema común para la estabilidad regional.

El hecho que Estados Unidos haya declarado la emergencia nacional e impulsado su operación militar en la frontera con México –llamada operación faithful patriot– y que, además, haya reducido los fondos de cooperación con El Salvador, Guatemala y Honduras –por no haber impedido que la caravana migratoria saliera–, claramente advierte la existencia de una crisis importante, independientemente de si los seres humanos que participan en esa marcha lo hacen con ingenuidad o porque no tienen nada qué perder.

Por su parte, la crisis que ha generado la masiva migración de los venezolanos, como consecuencia de la crisis política, social y económica que vive el país, ha impulsado a la OEA, ONU, e incluso a la Unión Europea, a abordar el caso migratorio venezolano y valorar la capacidad de articular esfuerzos para buscar soluciones de manera conjunta.

La situación venezolana ha llevado al representante de ACNUR a visitar los países vecinos y más afectados por la masiva migración venezolana y, además, se ha conformado en la región latinoamericana un grupo de trabajo denominado Grupo de Lima, que además de monitorear la situación de Venezuela, procura construir una solución de manera coordinada y articulada.

La crisis migratoria venezolana se agudiza y el régimen de Nicolás Maduro no anuncia cambios en atención a las recomendaciones de la comunidad internacional, por lo tanto, el problema no pareciera tener una solución política a corto plazo.

Hasta ahora se han planteado algunas soluciones concretas y especiales, en un marco de cooperación y solidaridad con los venezolanos, entre las cuales se destacan: el reconocimiento de validez a los pasaportes vencidos, el reconocimiento a los títulos universitarios válidamente obtenidos en las universidades venezolanas y el asilo político en Colombia, a las autoridades electas desde 1998, cuando así lo ameriten.

Está muy claro para todos que esas medidas especiales no resuelven el problema de fondo, pero procuran un proceso migratorio más ordenado y caracterizado por brindar condiciones favorables para que los venezolanos puedan lograr una inclusión efectiva, ordenada y rápida a la dinámica social y económica del país receptor.

La “caravana migratoria” y la masiva migración venezolana, sin duda alguna, ponen a prueba la capacidad de la OEA y de la ONU para responder a los desafíos que imponen esas crisis, que claramente afectan la estabilidad política de la región. Por otro lado, ambos fenómenos sociales y políticos también ponen a prueba el compromiso real de los países americanos con los valores y principios de la democracia.

Claudia Escobar[1] reconoce que el caso de la migración hacia Estados Unidos desde los países centroamericanos no es algo nuevo, pero se ha venido agudizando con el paso de los años y como respuesta social a tres importantes problemas: la corrupción, la pobreza y la desconfianza en las instituciones.

Es importante señalar que la Unión Europea, además de brindar apoyo financiero a los países vecinos a Venezuela, principales receptores de la masiva migración, también ha planteado crear un Grupo Contacto para abordar la crisis migratoria venezolana, intentando buscar a través del mismo, sin grandes expectativas, nuevas oportunidades de diálogo, aun cuando reconocen que en estos momentos no hay condiciones políticas para un diálogo y, menos aún, para una mediación.

La Unión Europea expresamente ha rechazado cualquier posibilidad de intervención en Venezuela y ha anunciado que no suavizará sus sanciones hasta que no mejore la situación en el país.

Estas crisis migratorias en América y los actores involucrados en la búsqueda de soluciones, han facilitado al Presidente de Venezuela la oportunidad de buscar espacio en los medios internacionales para denunciar a Estados Unidos, la OTAN y la Unión Europea, de ser los principales responsables de lo que ha calificado como los desastres migratorios en el mundo, particularmente en el Mediterráneo.[2]

En este contexto, y a pocas semanas del mes de diciembre cuando se debe adoptar el Pacto Mundial de Migración, es importante advertir que Estados Unidos y Austria han objetado el pacto y, posiblemente Polonia, se incorpore a ese grupo[3].

Por cierto, la posición de Austria agrega un elemento adicional al debate político sobre la política migratoria de la Unión Europea, tema que en el Consejo Europeo de octubre 2018, demostró no lograr una visión compartida.

¿Qué lecciones se pueden aprender de la crisis venezolana, de la llamada “caravana migratoria hacia USA”, de la migración desde Africa a Europa, de la crisis migratoria con Siria? ¿Logrará la ONU cohesionar a sus países miembros en función de reducir los riesgos que enfrentan los migrantes mediante protección de sus derechos humanos, y abordando las preocupaciones legítimas de los Estados y comunidades de acogida?

El debate está en la agenda y el plazo concluye en diciembre.

@carome31

[1]ESCOBAR, Claudia. Marcha de migrantes. Diario La Hora. 31 de octubre 2018. Online en: https://lahora.gt/marcha-de-migrantes/

[2]Radioprimerisima.com. EEUU y Unión Europea, responsables de ola migratoria dice Presidente Maduro. 1 de noviembre 2018. Online en: http://www.radiolaprimerisima.com/noticias/inmigrantes/252717/eeuu-y-uni...

[3]Burgosconecta.es. Decepción en Bruselas tras retirada de Austria del pacto de migración. 31 de octubre 2018. Onlne en: https://www.burgosconecta.es/internacional/union-europea/decepcion-bruse...

Noviembre 21, 2018

PolitiKa UCAB

https://politikaucab.net/2018/11/21/el-debate-global-sobre-una-migracion-segura-ordenada-y-regular/

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Autor Desconocido

La elegante sala de reuniones de la Presidencia del Banco Central de Venezuela, bullía de excitación: los altos directivos presentes intercambiaban animados comentarios alrededor de la gran mesa de reuniones. Tanto el Presidente del Banco, un joven recién nombrado, como los directivos más experimentados, estaban eufóricos. Parecía que hubiesen logrado una gran gesta financiera.

Desde su lugar en segunda fila, Antonio Tocof, asombrado, sentía un dolor lacerante como economista profesional, con casi treinta años de experiencia en el BCV.

La Directiva del Banco justo había acordado devaluar el Bolívar Fuerte y no moderadamente, sino al cien mil por ciento. Es decir, le quitaban cinco ceros al Bolívar Fuerte y al resultado lo llamaban Bolívar Soberano. !Una devaluación desconocida en los anales económicos no solo en Latinoamérica, sino en el resto del mundo!

Incrédulo, Tocof observaba la alegría de los directivos que habían consumado aquella monstruosidad, celebrándola como si de una gran victoria se tratase.

En una economía con hiperinflación declarada, donde los bienes y servicios subían desmesuradamente todos los días, y empobrecían dramáticamente a la población venezolana, los directivos del BCV celebraban la mega devaluación de la moneda, sin reparar en los graves perjuicios que causarían a los venezolanos. Tampoco parecía importarles, que la hiperinflación continuaría agravándose, mientras el propio Banco Central imprimiese ingentes millones de Bolívares inorgánicos, es decir sin respaldo.

¿Acaso no conocían estos personajes que los dos objetivos fundamentales del BCV eran lograr la estabilidad de precios y preservar el valor interno y externo de la unidad monetaria? Así lo establecía claramente el artículo 318 de la Constitución. Con la híper devaluación el BCV atentaba directamente en contra de ambos objetivos.

En términos de ortodoxia económica, el BCV sufría un fracaso estruendoso en su misión, con ribetes de anomalía histórica para la economía mundial, y allí estaban estos ignaros inconscientes, celebrando alegres su gesta, porque habían cumplido las instrucciones de sus dirigentes políticos, aunque para ello habían traicionado los fines del BCV. El dolor interno de Tocof era casi físico, sentía una opresión en el pecho y una dolorosa pesadez en el cerebro.

Poco a poco se iban calmando las voces y eventualmente el Presidente reparó en el Vice presidente de Operaciones Nacionales, que trataba de llamar su atención.

¡Por favor señores! Levantó su voz al auditorio, el compañero Pérez solicita la palabra.

El aludido se levantó de su silla, para abarcar mejor a los presentes:

“Presidente, hay un asunto colateral que resolver: se trata de los Títulos de Interés y Capital Cubierto. En particular el TICC 032019, que como saben está denominado en dólares, aunque es pagadero en Bolívares. - sabía perfectamente que el Presidente no tenía noción del asunto, por lo que trataba de explicarse con detalle para evitar situaciones embarazosas. Con la nueva tasa de cambio oficial, de 60 Soberanos por dólar que se ha decidido adoptar luego de la reconversión monetaria, deberemos prever al menos seis mil millones Bolívares Soberanos, para pagar a los tenedores del bono en marzo de 2019.

El rostro del presidente demostró desconocimiento y alarma. Lo poco que sabía de la situación del Banco le permitía deducir que cualquier pago sería problemático.

Sin embargo, continuó rápidamente el Vice presidente Pérez, hemos encontrado una manera de evitar pagar esa alta suma a los tenedores de los TICC, que por otra parte son generalmente ricos y además enemigos de la revolución!

-Pérez hizo una pausa teatral, orgulloso de su discurso, que junto a la propuesta que había urdido, esperaba le granjeara el favoritismo del nuevo presidente.

¿Cómo es eso Vicepresidente? indagó ansioso el presidente que no tenía idea de lo que pudiera plantearse, pero a quien le sonaba bien eso de no pagar a los ricos y enemigos de la revolución.

Pérez sonrió complacido y explicó:

La fórmula que hemos encontrado implica adelantar la fecha de vencimiento y rescatar los bonos ahora, al precio actual del Bolívar Fuerte. Luego se ejecuta la reconversión monetaria - evitaba cuidadosamente mencionar la palabra devaluación- y el resultado calculado de esta manera, es que el Banco paga aproximadamente uno con setenta Bolívares Soberanos por dólar, en lugar de los sesenta de la nueva tasa de cambio.

Así el total a pagar por el Banco a los inversionistas, no será de seis mil millones de Soberanos, sino únicamente de ciento setenta millones. Es decir evitaríamos pagar a los enemigos de la revolución cinco mil ochocientos treinta millones de Soberanos concluyó con entusiasmo y gran satisfacción!!

Tocof casi se cayó hacia un lado de la silla. Sintió el impacto de la indignación en el pecho, y un vahído de asco que lo hizo beber agua ansiosamente.

Lo que se proponía era equivalente a una estafa, pero no realizada por un comerciante sin escrúpulos o un timador profesional, que no tendrían las capacidades para hacerlo. La estafa la ejecutaría nada menos que el BCV, la máxima autoridad monetaria del país, que debía regirse por el principio de responsabilidad pública, y apuntar a ser ejemplo y guía del quehacer financiero en Venezuela, y en lugar de ello actuaría con alevosía y ventaja en contra de los ahorristas.

“Pero ese bono se vence en marzo de 2019!” leyó el presidente de una nota que le había pasado un ayudante.

“Si presidente”- replicó rápidamente Pérez - “pero el Banco tiene la potestad legal de adelantar la cancelación de cualquier bono, cuando circunstancias de fuerza mayor lo ameriten”.

Tocof sabía que en efecto el Banco tenía esa potestad legal, pero para situaciones de emergencia y para el logro de los altos fines de la política monetaria, no para castigar indebidamente a los ahorristas en general y menos por considerar que fuesen ricos o enemigos de la revolución.

También sabía que su cuñado, modesto empleado de una compañía ferretera, era uno de los venezolanos que había invertido sus ahorros, trabajosamente acumulados a lo largo de los años, en el TICC 032019. Él no era ni rico ni enemigo de la revolución, al igual que otros miles de ahorristas, muchos agrupados en cajas de ahorros y cooperativas, sólo habían tratado de protegerse de la devaluación del Bolívar, invirtiendo en los bonos del BCV, confiando en la equidad de la máxima autoridad monetaria del país, símbolo de responsabilidad, estabilidad y seguridad monetaria y financiera. ¡Que terrible desengaño esperaba a esos miles de ahorristas! Serían víctimas de una dolorosa felonía perpetrada precisamente por la máxima autoridad monetaria del país, el BCV.

Tocof no pudo contenerse, se incorporó y alzó la mano solicitando la palabra, sintiendo una oleada de calor e indignación en su rostro, y un temblor incontrolable, producto de la tensión, en sus manos.

“Sr presidente”, trató de mantener una voz calmada y hablar pausadamente, cuando el Presidente le indicó con un gesto que tenía la palabra, “es conveniente considerar que la mayoría de los tenedores de bonos del BCV, son pequeños ahorristas que han confiado en nuestro banco, y a través del TICC procuran protegerse de la hiperinflación. Violentar la fecha de vencimiento del TICC y perjudicar a los tenedores, enviaría una señal muy negativa a los ahorristas sobre la actuación del Banco. Se pondría en entredicho la confiabilidad y seguridad de los instrumentos monetarios del Banco, y afectaría negativamente la emisión de futuros instrumentos financieros.

Tocof había hablado de un tirón, condensando sus observaciones lo más que pudo, y al hacer la pausa percibió las miradas hostiles de algunos de los directivos. Sólo los profesionales con reconocida trayectoria en el Banco, que sabían lo acertado de sus observaciones lo miraban con aprobación. Aprovechó el desconcierto que había causado en la Directiva para concluir.

“Por ejemplo señor presidente, los “lingoticos de oro” que han sido anunciados por el sr presidente de la República tendrán aceptación en la medida en que los inversores confíen en el Banco. El tratamiento que se dé al TICC 032019 puede afectar negativamente la confianza de los ahorristas en el Banco y en los lingoticos”.

Algunos murmullos y rostros de incredulidad matizaron en ese momento la reunión. Una posición contestataria viniendo de un funcionario de tercer nivel, no era acostumbrado. Varios directivos querían hablar, pero el Presidente vio la oportunidad de hacerse sentir en el seno de la Junta Directiva. Con voz solemne anunció:

“Al designarme como Presidente del Banco Central, el Sr Presidente de la República me indicó que tenía su plena confianza y que contaba con mi lealtad a la Revolución y a su persona... Yo no pienso defraudarlo”

“Bajo mi dirección, este Banco apoyará irrestrictamente las políticas económicas de nuestro gobierno y los objetivos de La Revolución”.

“En este sentido, considero prioritario para el Banco, defender los intereses del Gobierno Revolucionario, antes que los beneficios y ganancias excesivas de los privilegiados de derecha, y enemigos de la Revolución”.

Obviamente el novel presidente estaba recitando una lección aprendida, y no tomaba en cuenta la responsabilidad institucional que le correspondía, pensaba Tocof conforme escuchaba la perorata política. Era tan absurdo que públicamente estaba violando los lineamientos constitucionales sobre la Autonomía del BCV, al reconocer que lo había designado el Presidente de la República.

En efecto, la razón por la que había accedido a la presidencia del Banco, era ser hijo de un magistrado del Tribunal Supremo de Justicia, destacado cuadro político del partido de gobierno y cercano colaborador del presidente de la República. Ninguna trayectoria profesional lo calificaba para el cargo.

“Así pues acuerdo que se adelante el rescate del bono TICC 032019 y que se pague en bolívares fuertes, según lo propuesto por el Vice Presidente de Operaciones Nacionales” concluyó tajantemente el novel presidente.

¿Alguna observación o pregunta adicional?, añadió desafiante.

Lo abrupto de la intervención hizo caer un pesado e incómodo silencio en la sala de reuniones.

Tocof sintió la indignación en todo su ser. Aquel fanático actuaba con una petulancia comparable a su irresponsabilidad e ignorancia. Sabía que contradecirlo tendría sus consecuencias, pues algunos colegas habían sufrido represalias en oportunidades anteriores, por tratar de actuar con responsabilidad técnica y profesional, por sobre los lineamientos político-partidistas. Pero ya no podía soportar tanta sevicia, no podía aceptar que la ignorancia fanática continuara imponiéndose al profesionalismo y al conocimiento de la teoría económica. En su interior sintió la necesidad imperiosa de rebelarse contra el atropello, la injusticia y la maldad.

Nuevamente levantó la mano y solicitó la palabra.

El presidente y un coro de rostros incrédulos lo escudriñaban cuando comenzó a hablar.

“Sr. presidente”, su voz era firme y trataba de hablar pausadamente a pesar de sentir un volcán interior en erupción.

“Considero que la decisión que aquí se anuncia, resulta injusta y perjudicial para los miles de ciudadanos que han confiado en la seriedad y honorabilidad del Banco Central de Venezuela. Los somete a pérdidas y perjuicios en su patrimonio, sin justificación económica o ética”.

Un silencio tenso había descendido sobre la sala de reuniones. Los rostros asombrados e incrédulos indicaban que nadie esperaba que un funcionario de tercer nivel, como Tocof, tuviese el valor de oponerse públicamente a una decisión tomada por la más alta instancia del Banco.

“Considero igualmente” continuó Tocof “que con las decisiones hoy adoptadas en esta Directiva, el BCV está violando los objetivos fijados por la constitución en su artículo 318, referidos a la estabilidad de precios y la preservación del valor de nuestra unidad monetaria.” La actual política de la Directiva ha ocasionado la destrucción del Bolívar y el auge de la hiperinflación, lo que constituye un colosal fracaso.”

“También opinó que la credibilidad del Banco y su prestigio sufrirán una dolorosa disminución, que será particularmente sentida por quienes hemos dedicado nuestra vida laboral a esta institución. El BCV será percibido como artero y ventajista enemigo de los ciudadanos que confían en el ahorro como sano instrumento para su progreso material. El resultado de esta percepción se comprobará en el fracaso de futuras emisiones de instrumentos financieros, así como en otras instancias.”

El Presidente hizo señas para que dejase de hablar, y Tocof supo que le iban a cortar el micrófono, así que apresuró sus palabras.

“Sr. presidente, señores directores! mi responsabilidad y ética profesional me obligan a distanciarme públicamente de las decisiones erradas de esta Junta Directiva, y me impiden continuar formando parte del personal de empleados de este banco, por considerar que ha perdido el norte institucional y se ha transformado en un apéndice espurio del gobierno de turno. Presento pues mi formal e irrevocable renuncia al cargo de Jefe del Departamento de Deuda Pública que hasta el momento he venido desempeñando”

Tocof terminó de hablar en medio de un murmullo creciente de voces alteradas, como si hubiese alborotado un avispero. Sin embargo, se sintió enormemente aliviado. Percibía como en segundo plano, como en modo silencio, los ademanes, los gestos, las expresiones de los presentes. En su interior sentía una gran tranquilidad, una fuerza poderosa y una satisfacción, casi un regocijo interior. Recogió sus notas con tranquilidad y caminó pausadamente hacia la salida de la sala. A su alrededor como entre niebla fueron quedando las palabras del presidente, que apenas le llegaban como un murmullo, y las figuras difusas, como fantasmas, de los directores y funcionarios que hablaban, gesticulaban y se movían desordenadamente.

Nada de ello lo turbaba, pues ahora sentía físicamente una fuerza interior inconmovible, una fuerza llamada DIGNIDAD.

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No creo que se hubieran puesto de acuerdo pero esos dos escritores y notables articulistas que son Javier Marías y Javier Cercas escribieron en la misma edición de El País Semanal sendos artículos sobre el mismo tema.

El tema es el estado desastroso que ofrece el escenario mundial con el aparecimiento de dictaduras y autoritarismos como los de Orban, Erdogan, Putin, Maduro, Ortega, Le Pen, Duterte, Al Sisi, Salvini, Pudigemont, Torra. A la lista, Cercas agregó los nombres de Trump y Bolsonaro. En suma, los dos javieres se encuentran muy desilusionados frente al giro antidemocrático que se observa en el último decenio. Tanto, que Marías -después de una conversación telefónica con Arturo Pérez-Reverte- dio a su texto el lúgubre título de Cuando conviene marcharse. Para no ser menos, Cercas en su artículo Lecciones no aprendidas de la historia, sugiere la tesis de que el ser humano está condenado a repetir los mismos errores de siempre. Y lo peor de todo es que ambos parecen tener razón. Ellos, personas sensibles, sienten en su innegable desilusión, un Mal du Siècle, el mal del siglo XXl: el descenso de las democracias

Desilusionados significa que alguna vez estuvieron ilusionados. La verdad, después de la caída del Muro muchos lo estuvimos. La derrota final del comunismo al poner fin a la guerra fría parecía abrir un ciclo democrático y de entendimiento entre las diversas naciones. No faltaron quienes abrazaron al título -mas no la teoría- del famoso libro de Francis Fukuyama: El fin de la Historia.

No sé si fueron razones comerciales las que llevaron a Fukuyama a titular su libro de un modo tan abstruso. En realidad debería haberse llamado “el fin de la concepción dialéctica-hegeliana-marxista de la historia”. Claro está, con ese título muy pocos lo habrían comprado. Pero nos habríamos ahorrado el trabajo de explicar que es lo que Fukuyama había querido decir.

Lo que Fukuyama quería decir es que lo que terminó no fue la historia narrativa sino una concepción ideológica según la cual la historia se movía en sentido progresivo de acuerdo a sus contradicciones principales. Con el fin del comunismo desaparecía la contradicción principal entre comunismo y capitalismo y, por lo mismo, emergía un campo de múltiples contradicciones sin que ninguna de ellas pudiera alcanzar el rango de principal. Y precisamente en ese campo estamos situados y, al parecer, muchos se sienten incómodos. Algunos, hasta desilusionados.

Es cierto, a veces extrañamos los tiempos en los que la historia parecía obedecer a una lógica, cuando todo estaba ordenado entre buenos y malos y era fácil tomar posiciones. Por ejemplo, durante el periodo del nazismo y del fin de las repúblicas fascistas, casi todo el mundo tendió a alinearse en torno a la lucha anti-fascista. Poco después de la segunda guerra el mundo fue dividido en dos bloques irreconciliables. Así nació el largo periodo de la guerra fría. Muy mal denominada, porque en algunas zonas fue muy caliente (pregunte usted a un vietnamita, laosiano, coreano, camboyano, húngaro, checo-eslovaco, polaco, o a los que sufrieron bajo las dictaduras de seguridad nacional del cono sur latinoamericano, si solo pasaron frío durante ese periodo)

Al interior de las naciones más desarrolladas, el orden social creó su complementario orden político en donde conservadores alternaban con socialdemócratas en representación de una clase obrera organizada. Las sociedades de los países industrializados eran sociedades de clases, pero de clases muy bien constituidas, tanto social como políticamente. Pues bien, todo ese orden comenzó a cambiar desde la caída del muro de Berlín.

Pero no fue la caída del muro sino su coincidencia con un fenómeno que ya se venía anunciando a pasos acelerados lo que originó el mal del siglo XXl. Nos referimos al periodo de tránsito que lleva de la sociedad industrial a la sociedad digital, consecuencia y causa a la vez de la globalización de los mercados y de las relaciones internacionales.

Como todo proceso de cambio, la digitalización produjo alteraciones irreversibles en el orden social. Una de las más gravitantes fue la desaparición paulatina del llamado “proletariado industrial”, puntal de la economía social de mercado. En su lugar aparecieron nuevos segmentos laborales, algunos con alto grado de especialización, pero también tuvo lugar un descenso de las antiguas clases medias, así como el aparecimiento de una masa social formada por trabajadores independientes no afiliados ni a partidos ni a grandes organizaciones “clasistas”. Más abajo, un ejército de desocupados, temporales la minoría, crónicos la mayoría (en algunos países europeos hay familias que después de dos generaciones continúan viviendo de la ayuda estatal) y en los sótanos sociales, una mano de obra barata cuya oferta no logra ser regulada ni por el estado ni por los empresarios pero que ejerce un magnetismo irresistible hacia “los condenados de la tierra”, los ejércitos migratorios que en largas columnas avanzan hacia las metrópolis de Europa y de Norteamérica, llenando de pánico a algunos de sus habitantes.

Muchos vuelcan sus opciones políticas hacia los demagogos que ofrecen orden y muros, el regreso a la sociedad idílica (que nunca existió) donde todos tenían trabajo, un solo pasaporte y un solo sexo, donde no había drogas, ni prostitución y las calles eran limpias e inmaculadas.

Estamos en fin asistiendo un proceso que lleva a la transformación de la sociedad de clases en sociedad de masas (sociedad, solo en sentido figurado) Proceso que es padre de la inseguridad e inseguridad que es madre de los neo-nacionalismos que asolan al mundo democrático.

Las profundas transformaciones mencionadas no tardarían en repercutir en una crisis de representación política en casi todas las naciones occidentales. El suceso más notable ha sido el colapso de las socialdemocracias tanto en Europa como en América Latina. En algunos países, el gran hueco que dejaron al irse ya ha sido llenado por rabiosos gobernantes neo-nacionalistas cuyo objetivo, después de acceder al poder por vías democráticas, no es otro sino destruir el orden democrático.

La muerte de la democracia comienza con el acceso democrático de gobernantes encargados de asesinar a la democracia. Esa es la idea central del libro de Stefen Levinsky y Daniel Ziblatt, Cuando mueren las democracias (Ariel, Madrid 2018)

Los neo-nacionalismos, al imponer supuestos intereses locales por sobre los regionales, amenazan apagar el fuego con bencina. No solo fascinan a las masas con discursos demagógicos. Además alteran, si no las leyes, las normas de la convivencia ciudadana. Su lucha de clases no está dirigida hacia los de arriba, sino hacia los de abajo, los más débiles y desamparados, sobre todo los emigrantes. El lenguaje procaz de gente como Trump, Salvini, Bolsonaro, y otros, apunta justamente a la realización de esa obra destructiva. Pues ya lo sabemos: la destrucción de la palabra precede siempre a la destrucción de las cosas.

Las relaciones bilaterales proclamadas por Trump las venía por cierto practicando Putin antes de Trump. Está claro que gobiernos como el húngaro, el polaco, el austriaco y el italiano, y tal vez próximamente el francés, se sienten mejor platicando con la autocracia rusa que con los representantes de la UE. Hoy se aprestan a llegar a la UE mediante la vía electoral pero con el propósito de erosionar sus cimientos y volver así a a la geometría de los antiguos bilaterismos internacionales. Antiguos, porque el bilaterismo fue el sistema de relaciones que primó en el pasado reciente.

El retorno de los esquemas bilaterales ha llevado a no pocos historiadores europeos a volver a analizar los hechos que dieron origen a la Primera Guerra Mundial. Pues los orígenes de esa horrible mega masacre (27 millones de muertos) hay que buscarlos en la predominancia de las relaciones bilaterales y por lo mismo, en la precariedad de las organizaciones regionales. Me explico: Si no hubiera sido por el tratado bilateral entre Serbia y Rusia, Rusia jamás habría ido a esa guerra; y si no hubiera sido por el tratado bilateral entre Alemania y Austria, Alemania tampoco habría ido a una guerra que solo podía perder. Las pérdidas, es sabido, jugaron un papel determinante en el ascenso del nazismo y en el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Así que ya lo sabemos: si logra imponerse la tesis del bilateralismo “trumpiano”, lo que pueda suceder ya está programado. De eso han tomado nota, entre otros, los príncipes sauditas: podemos asesinar a quien se nos venga en gana, siempre que esos asesinatos no afecten nuestras relaciones comerciales con los EE UU. Así más o menos lo dijo, entre líneas, Trump.

La historia no se repite, no hay duda. Pero es inevitable pensar que –como dijo un comentarista de la televisión francesa- el mundo avanza rápidamente hacia atrás.

noviembre 22, 2018

Polis

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Edgar Benarroch

Me llamó poderosamente la atención y también sorprendió escuchar al Presidente de la Republica, en sus rutinarias cadenas de medios de comunicación, hablar sobre el tema del déficit fiscal y las graves consecuencias que ello acarrea no sólo en lo económico fiscal sino también en lo social y en el funcionamiento general del país. Es la primera vez que lo escucho abordar el tema, que es bueno recordar no es nada nuevo, la nación viene arrastrando este serio problema desde hace varios años, pero es ahora cuando al parecer se dieron cuenta que es asunto de extrema gravedad y necesario su atención.

El déficit fiscal se produce porque el ingreso nacional no es suficiente para atender el funcionamiento y operatividad del Estado. ¿Qué ha hecho el gobierno es ese tiempo, sin tener dinero como atender la demanda nacional? Pues ha recurrido a la inmensa irresponsabilidad del endeudamiento externo e interno para atender gastos corrientes y a la emisión de dinero inorgánico. Pusieron y ponen la máquina de fabricar billetes a trabajas a todo vapor, con la gravísima consecuencia de introducir en el circulante dinero sin ningún respaldo. Esta irresponsabilidad solo ha servido para potenciar la inflación y llevarla a términos astronómicos como los que estamos padeciendo. El endeudamiento per se no es nocivo, pero a él debe recurrirse siempre para atender inversiones o costear gastos fundamentales para el desarrollo integral del país, siempre estimando la capacidad para honrar el capital y el servicio que ello genera, nunca para gastos corrientes. La emisión de dinero inorgánico es una monstruosa irresponsabilidad que no tiene justificación de ninguna naturaleza. Ahora bien, entiendo que el Presidente sabe que con decreto o enunciado el déficit no se resuelve y que está bien informado de las medidas que hay que tomar en materia de política económica y fiscal. Para llevar el déficit fiscal a "cero", como lo prometió, es necesario un paquete macro y microeconómico muy bien concebido y en él luce de ante ojito el desmontaje del control de cambio y la eliminación del afán de control de precios que se ha prestado para la extorsión, coacción y matraca. ¿Está dispuesto el Presidente a tomar estas medidas? Personajes del gobierno han dicho que el control de cambio no es una medida económica sino un instrumento político y mediante el control de precios, como su nombre lo indica, mantiene controlados a quienes le interesa controlar.

En tiempos de hiperinflacion como los que vivimos donde los precios y costos varían diariamente, el sostenimiento de esta política de controles lo que hace es agregar serios problemas a la industria, al comercio y al aparato productivo en general. Por ello la pregunta anterior. De adoptarse las medidas correctas, lo felicito porque estaríamos al inicio de la sanidad económica y fiscal de la nación, pero como "por sus obras los conoceréis" tengo suficientes razones para dudar que ello ocurra.

Lo económico produce inmediatas consecuencias en lo social. El desastre que vivimos se explica en un modelo fracasado en todas partes del mundo y quienes lo intentaron hoy están en franca revisión. La llamada China comunista trabaja hoy en un programa que ha llamado "Sociedad modestamente acomodada". No es otra cosa que la economía de mercado en marcha. El 90% de la planta industrial y comercial de China está en manos privada y el gobierno se esfuerza en promover y cuidar y por supuesto los controles del Estado también se dejan sentir con el fin de evitar abusos o descarrilamientos. En Cuba se produce hoy una reforma constitucional que abre espacios a la iniciativa y propiedad privada además de abandonar el término comunista y sustituirlo por el de socialismo, amén de limitar el periodo del mandato presidencial a cinco años, permitiendo reelección inmediata por una sola vez.

Por ello, lo fundamental no son las correcciones puntuales o particulares económicas, fiscales o sociales, lo fundamental es el cambio rotundo del modelo y ello solo se logra con un cambio de gobierno.

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​José E. Rodríguez Rojas

A lo largo de las últimas décadas, académicos, comisiones gubernamentales y ONGs venezolanas diseñaron propuestas para una agricultura deseable eficiente y competitiva internacionalmente. Al final estos planteamientos se ampliaron incluyendo al sector agroalimentario en su totalidad, en una plataforma programática que se instrumentó durante la década de 1990, dando pie a un conjunto de reformas que en el sector agroalimentario lograron un relativo éxito, al incrementar las exportaciones hasta un valor cercano a los 600 millones de dólares. Los gremios agropecuarios, que durante este tiempo discreparon de este paradigma, al final, incorporados a la alianza de fuerzas que acompañaron al régimen de Chávez, torpedearon la reforma comercial en el sector agrícola y contribuyeron a su desmantelamiento.

La crisis agrícola y el fuerte incremento de las importaciones agroalimentarias que se dio durante el boom petrolero de la década de 1970, impulsó en los diversos sectores ligados al agro venezolano, una discusión sobre la agricultura deseable en el país y la necesidad de desarrollar planes orientados a incrementar el autoabastecimiento. En un artículo publicado a inicios de la década posterior, que se convertiría en un clásico en el área de la economía agrícola, Gustavo Pinto Cohen planteó la conveniencia de impulsar una agricultura eficiente y competitiva internacionalmente. Planteaba también, la conveniencia de impulsar una agricultura adaptada a las características de nuestros ecosistemas tropicales que predominan en el país, lo que llevaba a replantear el modelo de agricultura que se había realizado, que replica la agricultura llevada a cabo en los países de clima templado.

En el mismo momento que Pinto Cohen formula sus planteamientos, el gobierno socialcristiano de Luis Herrera Campíns crea una comisión para desarrollar un Plan de Desarrollo Agrícola a Largo Plazo (Planagri). Este plan coincide en líneas generales con los planteamientos de Pinto Cohen, de impulsar una agricultura adaptada a los ecosistemas tropicales y apuntalar la competitividad agrícola. A tal fin se propone potenciar los rubros con ventajas comparativas como el arroz y convertirlo en un rubro dominante en la producción de cereales.

Sin embargo las ideas de Planagri y las de Pinto Cohen no son las que llegan a implementarse en la década de 1980. Por el contrario, en la segunda mitad de esa década, con la llegada del partido AD al poder la agenda gubernamental instrumenta un plan de autoabastecimiento elaborado por sectores ligados a los gremios agropecuarios dominados por AD. En consecuencia se impulsa una política de rentabilización de la agricultura en base a fuertes incrementos de precios, que incentiva el crecimiento de una agricultura ineficiente, que dio en llamarse “el milagro agrícola”. Por otro lado, el fuerte incremento de los precios agrícolas se tradujo en una inflación de alimentos que perjudicó a los sectores urbanos de bajos ingresos e incrementó la pobreza.

El impacto de las políticas del “milagro agrícola” sobre los consumidores urbanos de bajos ingresos, dio lugar a una etapa signada por el rechazo o resistencia de diversos sectores del Sector Agroalimentario Venezolano (SAV) a las demandas y propuestas de los gremios agropecuarios. En este contexto surgió una nueva propuesta de políticas agroalimentarias impulsadas por el Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales (ILDIS), más cercana a la posición del sector agroindustrial; los cuales eran partidarios de un proceso de apertura comercial, en el contexto del cual era necesario incrementar la competitividad del SAV y de la agricultura en particular. El tema de una agricultura competitiva, planteado por Pinto Cohen, es retomado de nuevo. El planteamiento del ILDIS es, sin embargo, diferente de las ideas de Pinto Cohen, en el sentido que acepta la existencia de los sectores agroalimentarios importadores como el avícola, como un elemento estructural del SAV. En este sentido no insiste en la necesidad de incrementar el autoabastecimiento y reducir las importaciones, que son en buena medida insumos para los sectores agroindustriales importadores como el avícola. El énfasis se centra en reducir el desequilibrio de la balanza comercial agroalimentaria mediante el incentivo a las exportaciones, tarea en la que el sector avícola puede desempeñar un importante rol. Otro aspecto que se enfatiza es la necesidad de incrementar la ingesta calórica recurriendo a los subsidios al consumo de rubros como el arroz. En esta propuesta, el trigo conjuntamente con el maíz serían el soporte del consumo de cereales, sin dejar de enfatizar la necesidad de incentivar el consumo de arroz.

La propuesta del ILDIS se desarrolla como una plataforma programática que se presentaría al nuevo gobierno que se elegiría a finales de la década de 1980. El nuevo gobierno es encabezado por Carlos Andrés Pérez en una alianza de fuerzas que deja a un lado a los gremios agropecuarios. El nuevo ministro de agricultura proviene de la agroindustria, por lo que es proclive a la visión desarrollada por el ILDIS. La nueva política económica se orienta al replanteo del modelo rentístico petrolero y a implementar un proceso de reforma y apertura comercial, como herramienta para incrementar la competitividad de la economía. Se desmanteló la política de protección y subsidios al sector agrícola. Los gremios agropecuarios quedaron fuera del proceso de negociación de los precios lo cual se planteó como el resultado de negociaciones directas entre compradores y vendedores de las cosechas nacionales. Todo ello tuvo un impacto negativo sobre la producción agrícola relacionada con el “milagro agrícola”. Sin embargo logró incrementar la producción de los sectores potencialmente competitivos como cacao, café, arroz y frutas tropicales. La reforma comercial en el sector agroalimentario se mantuvo con altibajos durante toda la década de 1990; en una visión de largo plazo las medidas instrumentadas tuvieron un relativo éxito al aumentar las exportaciones agroalimentarias hasta un monto cercano a los 600 millones de dólares, al final de la década. Sin embargo esto no satisfizo las aspiraciones de los gremios agropecuarios, que se inscribieron en el rechazo que diversos sectores plantearon al gobierno de CAP y continuaron posteriormente en su labor de torpedeo de la reforma comercial incrementando la conflictividad al interior del sistema agroalimentario venezolano.

Ante la cercanía de un nuevo evento electoral, a finales de la década de 1990, los gremios agropecuarios se organizaron políticamente a fin de realizar una nueva apuesta, apoyando a Hugo Chávez en sus aspiraciones presidenciales. Una vez elegido Chávez las presiones de los gremios agropecuarios lograron desmantelar la reforma comercial en el sector agrícola y la política de precios concebida en la Agenda Venezuela. Ésta última fue sustituida por una política manipulable por los gremios, los cuales logran insertar en la agenda gubernamental una política favorable a los cereales que logra incentivar la producción de maíz hasta el año 2007, propiciando un desarrollo agrícola vulnerable, en base a rubros para los cuales el país no tiene condiciones para su producción óptima y competitiva. Se restauraron de nuevo los aumentos indiscriminados de precios, como los del “milagro agrícola”, sin considerar el impacto de estos aumentos sobre los consumidores de bajos ingresos. Ello fue posible gracias a que los elevados precios del petróleo permitieron la implementación de programas de asistencia alimentaria que amortizaron el impacto de los incrementos de precios sobre los sectores de más bajos ingreso. Sin embargo la alianza del régimen chavista y de los gremios agropecuarios era contra natura ya que el régimen era proclive a los intereses de los grupos de bajos ingresos, que eran su base electoral. Al final esta incompatibilidad de intereses aflora, la influencia de los gremios agropecuarios se desvanece y el control de precios se radicaliza, lo que unido a la inflación dio al traste con los beneficios de los productores, hundiendo a la producción de cereales en una profunda crisis del año 2008 en adelante.

Nota: un mayor detalle de esta análisis, así como los respaldos documentales y estadísticos de este escrito pueden encontrarse en: Rodríguez R., José E. 2018. Buscadores de renta y seguridad alimentaria en Venezuela, 1973-2012. Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura. Vol. XXIV, n°1., pp. 13-35 (Disponible en internet en el repositorio “saber ucv”)

Profesor UCV

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