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Opinión

​José E. Rodríguez Rojas

En el marco de las medidas económicas anunciadas recientemente se aprobó un nuevo tabulador salarial para la Administración Pública, que implicó un achatamiento de la tabla salarial que viola las convenciones colectivas vigentes. El tabulador y la idea del achatamiento de la tabla salarial se hizo extensiva a las universidades, echando por tierra acuerdos alcanzados en la última convención colectiva, desmejorando sensiblemente las remuneraciones a percibir por los miembros de la comunidad universitaria. El achatamiento de la tabla salarial busca igualarnos por debajo, sumergirnos en un estado de precariedad donde sea necesario acudir a los beneficios del carnet de la patria con la subordinación que ello implica a las directrices gubernamentales.

El salario mínimo había descendido en julio pasado hasta un valor equivalente al de un dólar del mercado paralelo. Ciertamente era necesario incrementar su valor como un acto de justicia social. Entre las medidas que se decretaron en el contexto del programa de recuperación económica decretado por Nicolás Maduro se produjo un fuerte incremento del salario mínimo de 3.000 por ciento.

En las contrataciones colectivas vigentes el salario mínimo opera como un piso, en consecuencia era de esperar que los salarios de la Administración Pública, que se encontraban rezagados frente a los del sector privado, se incrementaran en una magnitud similar a la del salario mínimo. Sin embargo a inicios del mes de septiembre el Ministro de Comunicaciones del régimen lanzo un balde de agua fría sobre las expectativas de los trabajadores del Estado, anunciando que ninguna remuneración percibida por ellos superaría la del salario mínimo. De acuerdo a las palabras del todopoderoso ministro el salario mínimo no actuaría como un piso, sino como techo de las remuneraciones de los empleados del Estado.

Cuando se publicó la tabla salarial de los empleados públicos en la gaceta oficial se pudo concretar los alcances de las palabras del ministro. En dicha tabla se puede observar que en efecto el salario base de los trabajadores del Estado es el salario mínimo, pero al mismo tiempo se hace evidente que el mayor salario al que puede aspirar un profesional universitario en la Administración Pública es de 1,5 salarios mínimos. Se ha producido en el tabulador salarial lo que la economista Tamara Herrera llama un achatamiento del tabulador salarial, donde el salario mínimo opera como ancla halando hacia abajo los salarios de las diversas categorías.

Según los sindicatos esto viola las convenciones colectivas firmadas por todos los sectores organizados que laboran para el Estado Venezolano. Según estas organizaciones y los especialistas en cuestiones laborales que los asesoran, no se pueden eliminar derechos adquiridos en las contrataciones colectivas, pues ello va en contra de la idea de progresividad de estos derechos, contemplados en la constitución nacional y en las convenciones internacionales que Venezuela ha suscrito.

El tabulador salarial de los empleados públicos y la idea subyacente en el mismo de achatamiento de la tabla salarial, se ha trasladado a las universidades. El tabulador salarial de las universidades ya fue aprobado y se nos pagará en septiembre de acuerdo a éste. En la tabla salarial universitaria aprobada, el salario mínimo opera como un punto de partida del tabulador, mientras en la tabla de la última convención colectiva el menor salario a devengar por un obrero era de 4,75 salarios mínimos. Además de alterar esta parte de la convención colectiva también se redujeron las interescalas, es decir el margen salarial que existe entre las diversas categorías. Al igual que en la tabla salarial de la Administración pública, se ha producido un achatamiento del tabulador donde el salario mínimo opera como un ancla arrastrando los salarios de las diversas categoría hacia abajo. Llama la atención que el gobierno ya no respeta ni siquiera los acuerdos firmados con su propia gente. Como todos sabemos, la última convención colectiva fue firmada con un sindicato afín al gobierno, dejando por fuera al resto de las organizaciones sindicales universitarias.

En consecuencia cuando comparamos las remuneraciones de las diversas categorías de los profesores universitarios encontramos que, producto del achatamiento de la tabla, las remuneraciones vigentes equivalen a un poco más de un diez por ciento de la que nos corresponderían de aplicarse las normas de la última convención colectiva (ver cuadro 1). Un profesor con categoría de Instructor, por ejemplo, devengará un salario básico de 2.510 bolívares soberanos, mientras, de aplicarse las normas de la última convención colectiva, el salario debería ascender a 19.685 bolívares soberanos. Esto sin considerar las primas, ya que este es otro asunto que no está claro si ha sido modificado también.

Cuadro 1. Sueldos de profesores universitarios. Última Convención Colectiva vs aprobados.

Categorías

Instructor

Asistente

Agregado

Asociado

Titular

Convención Colectiva

19.685

22.244

25.136

28.403

32.096

Aprobados

2.510

2.661

2.822

2.992

3.171

Fuente: APUCV-Maracay

El achatamiento de la tabla salarial tiende a igualarnos a todos por debajo, en una zona cercana al salario mínimo donde nuestra capacidad de compra linde con la precariedad; debiendo acudir necesariamente a los beneficios que brinda el carnet de la patria, con la subordinación a las directrices gubernamentales que ello implica.

Profesor UCV

josenri2@gmail.com

 3 min


En Venezuela, en los últimos años, la aplicación de los proyectos políticos del actual gobierno y sus erradas decisiones han deteriorado profundamente la actividad agrícola, produciendo un descalabro en la producción. Las causas para esta ruinosa situación, que han provocado la mayor escasez de alimentos y materias primas para la agroindustria en la historia de Venezuela, son variadas; pero, entre ellas, destacan las que se mencionan a continuación.

1) La expropiación de un enorme número de unidades de producción (millones de hectáreas) que a la postre no tuvieron el efecto positivo con el que supuestamente se justificaba este tipo de expoliación.

2) Aumento desmedido en los costos de producción, impulsado por la crisis económica generalizada y la presión inflacionaria.

3) Control de precios no acorde con las condiciones reales de producción y comercialización.

4) El dominio que sobre las cadenas de producción, transporte y comercialización orquestó el gobierno; contaminándolas con la corrupción y administrándolas con ineficiencia notoria y manifiesta.

5) La relativa baja productividad (kg/ha) de muchos de los rubros agrícolas del país, agravada por las crecientes dificultades para realizar la producción agrícola.

6) La creciente inseguridad personal y jurídica en las zonas de producción.

7) La falta de insumos necesarios para la agricultura, o no disponer de ellos oportunamente, por la mala gestión de las instancias de gobierno relacionadas con la producción y suministro de estos recursos.

8) No se ha realizado la inversión necesaria y el mantenimiento de la infraestructura de apoyo a la producción.

9) La obsolescencia de la maquinaria agrícola y la escasez de repuestos.

10) Competencia generada por los programas de importación masiva de alimentos ̶ con base en las divisas generadas por la exportación petrolera ̶ que ha perjudicado a la agricultura nacional.

11) Inadecuadas políticas de financiamiento y estímulo a la actividad agrícola.

12) La casi inexistente labor de extensión agrícola; con graves fallas en cuanto a la transmisión de conocimientos, capacidad técnica y transferencia de tecnología.

Para ejemplificar la grave situación planteada, se presenta el cuadro 1, en el que se incluyen siete de los más importantes rubros agrícolas alimenticios anuales que se producen en Venezuela; se comparan las producciones de los años 1999 y 2016, y las diferencias entre ellas.

Cuadro 1. Comparación de la producción (ton/ha) de algunos de los principales cultivos anuales alimenticios, durante los años 1999 (Primer año de gobierno de Hugo Chávez) y 2016 (Tercer año de gobierno de Nicolás Maduro).

Rubros:

Hortalizas frescas

Tomates frescos

Cebollas secas

Papas

Yuca

Maíz

Arroz (cáscara)

Año 1999

156.920

220.805

199.816

384.050

593.996

1.149.450

720.193

Año 2016

94.151

162.140

157.851

391.433

306.395

1.465.379

276.663

Diferencia

( % )

̶ 62.769

( ̶ 40 %)

̶ 58.665

( ̶ 27 %)

̶ 41.965

( ̶ 21 %)

+7.383

(+2 %)

̶ 287.601

( - 48 %)

+315.929

( +27 %)

̶ 443.530

( ̶ 62 %)

Fuente: FAOSTAT (http://www.fao.org/faostat/es/#data/QC); cálculos propios.

Nota: Los datos en la página web de la FAO aparecen reflejados hasta el año 2016.

De los cultivos considerados, en cinco de ellos se observa una caída drástica de la producción, desde un mínimo de 21% hasta un máximo de 62%, ̶ en el año 2016 con respecto a 1999 ̶ que, en promedio, es de un 40 %. Sólo en uno de los otros cultivos, el maíz, hubo un incremento considerable. Sin embargo, en años anteriores al 2016 los rendimientos fueron superiores a este año; con respecto al promedio de la década anterior, hubo una disminución en la producción del 28%, de acuerdo a las estadísticas de la FAO. En el caso de la papa, la producción se mantuvo prácticamente igual, en relación con 1999; aunque los rendimientos de la década anterior fueron todos superiores al de 2016; en promedio, un 17% por encima.

La disminución de la producción está relacionada directamente con la superficie que se ha dejado de sembrar, lo que es de esperar en cultivos anuales, aunque ésta por sí sola no es la única razón explicativa. Del análisis de los hechos, y tomando en cuenta las causas señaladas al principio, se desprende que esta situación ha sido producida por la errada política agrícola y las malas decisiones tomadas por el gobierno. Es de notar que cultivos, en los que alguna vez llegamos a ser autosuficientes, como el maíz y el arroz, en el caso de los cereales, en la actualidad pasaron a ser deficitarios, pues se está muy lejos de cubrir la demanda interna.

Hay que considerar, como lo indica la página web de FAOSTAT, que los datos que se presentan son oficiales; es decir, que son proporcionados por las instancias de gobierno de los respectivos países. En el caso de Venezuela, hay fundadas dudas acerca de la veracidad de las cifras que publica el gobierno pues, no pocas veces, organismos de representación de los productores han denunciado que están abultadas. Para los años 2017 y 2018, es difícil acceder a información actualizada confiable, pero se tiene la certeza de que la situación ha seguido empeorando.

Las acciones destinadas a sacar a la agricultura de la crisis en que se encuentra deben tomar en consideración las causas de la misma, ya mencionadas, para formular estrategias políticas y económicas impulsoras del desarrollo integral del proceso agrícola. Es imprescindible cambiar el equivocado modelo de desarrollo que ha insistido en imponer el gobierno, de lo contrario será muy difícil lograr avances significativos y seguirá desvirtuándose el cumplimiento de la función social de la agricultura, y desmejorando aun más las condiciones para el logro de la seguridad alimentaria y el ejercicio pleno de la soberanía nacional.

Edmundo F. Felipe
Profesor, Facultad de Agronomía, UCV
felipeedmundo@gmail.com

 4 min


​José E. Rodríguez Rojas

En el marco de las medidas económicas anunciadas recientemente se aprobó un nuevo tabulador salarial para la Administración Pública, que implicó un achatamiento de la tabla salarial, que viola las convenciones colectivas vigentes. El tabulador y la idea del achatamiento de la tabla salarial se hizo extensiva a las universidades, echando por tierra acuerdos alcanzados en la última convención colectiva, desmejorando sensiblemente las remuneraciones a percibir por los miembros de la comunidad universitaria. El achatamiento de la tabla salarial busca igualarnos por debajo, sumergirnos en un estado de precariedad donde sea necesario acudir a los beneficios del carnet de la patria con la subordinación que ello implica a las directrices gubernamentales.

El salario mínimo había descendido en julio pasado hasta un valor equivalente al de un dólar del mercado paralelo. Ciertamente era necesario incrementar su valor como un acto de justicia social. Entre las medidas que se decretaron en el contexto del programa de recuperación económica decretado por Nicolás Maduro se produjo un fuerte incremento del salario mínimo de 3.000 por ciento.

En las contrataciones colectivas vigentes el salario mínimo opera como un piso, en consecuencia era de esperar que los salarios de la Administración Pública, que se encontraban rezagados frente a los del sector privado, se incrementaran en una magnitud similar a la del salario mínimo. Sin embargo a inicios del mes de septiembre el Ministro de Comunicaciones del régimen lanzo un balde de agua fría sobre las expectativas de los trabajadores del Estado, anunciando que ninguna remuneración percibida por ellos superaría la del salario mínimo. De acuerdo a las palabras del todopoderoso ministro el salario mínimo no actuaría como un piso, sino como techo de las remuneraciones de los empleados del Estado.

Cuando se publicó la tabla salarial de los empleados públicos en la gaceta oficial se pudo concretar los alcances de las palabras del ministro. En dicha tabla se puede observar que en efecto el salario base de los trabajadores del Estado es el salario mínimo, pero al mismo tiempo se hace evidente que el mayor salario al que puede aspirar un profesional universitario en la Administración Pública es de 1,5 salarios mínimos. Se ha producido en el tabulador salarial lo que la economista Tamara Herrera llama un achatamiento del tabulador salarial, donde el salario mínimo opera como ancla halando hacia abajo los salarios de las diversas categorías.

Según los sindicatos esto viola las convenciones colectivas firmadas por todos los sectores organizados que laboran para el Estado Venezolano. Según estas organizaciones y los especialistas en cuestiones laborales que los asesoran, no se pueden eliminar derechos adquiridos en las contrataciones colectivas, pues ello va en contra de la idea de progresividad de estos derechos, contemplados en la constitución nacional y en las convenciones internacionales que Venezuela ha suscrito.

El tabulador salarial de los empleados públicos y la idea subyacente en el mismo de achatamiento de la tabla salarial, se ha trasladado a las universidades. El tabulador salarial de las universidades ya fue aprobado y se nos pagará en septiembre de acuerdo a éste. En la tabla salarial universitaria aprobada, el salario mínimo opera como un punto de partida del tabulador, mientras en la tabla de la última convención colectiva el menor salario a devengar por un obrero era de 4,75 salarios mínimos. Además de alterar esta parte de la convención colectiva también se redujeron las interescalas, es decir el margen salarial que existe entre las diversas categorías. Al igual que en la tabla salarial de la Administración pública, se ha producido un achatamiento del tabulador donde el salario mínimo opera como un ancla arrastrando los salarios de las diversas categoría hacia abajo. Llama la atención que el gobierno ya no respeta ni siquiera los acuerdos firmados con su propia gente. Como todos sabemos, la última convención colectiva fue firmada con un sindicato afín al gobierno, dejando por fuera al resto de las organizaciones sindicales universitarias.

En consecuencia cuando comparamos las remuneraciones de las diversas categorías de los profesores universitarios encontramos que, producto del achatamiento de la tabla, las remuneraciones vigentes equivalen a un poco más de un diez por ciento de la que nos corresponderían de aplicarse las normas de la última convención colectiva (ver cuadro 1). Un profesor con categoría de Instructor, por ejemplo, devengará un salario básico de 2510 bolívares soberanos, mientras, de aplicarse las normas de la última convención colectiva, el salario debería ascender a 19.685 bolívares soberanos. Esto sin considerar las primas, ya que este es otro asunto que no está claro si ha sido modificado también.

Cuadro 1. Sueldos de profesores universitarios. Última Convención Colectiva vs aprobados.

Categorías

Instructor

Asistente

Agregado

Asociado

Titular

Convención Colectiva

19.685

22.244

25.136

28.403

32.096

Aprobados

2.510

2.661

2.822

2.992

3.171

Fuente: APUCV-Maracay

El achatamiento de la tabla salarial tiende a igualarnos a todos por debajo, en una zona cercana al salario mínimo donde nuestra capacidad de compra linde con la precariedad; debiendo acudir necesariamente a los beneficios que brinda el carnet de la patria, con la subordinación a las directrices gubernamentales que ello implica.

Profesor UCV

Josenri2@gmail.com

 3 min


En las primeras seis décadas de producción petrolera, ( 1914- 1975) Venezuela logró un gran crecimiento económico y, con sus fallas, un mejoramiento de la calidad de vida de parte de sus habitantes, así como ser polo de atracción de una inmigración positiva. Esta evolución sufrió un desaceleramiento en el período siguiente (1976- 1999) y colapsó de allí en adelante. Hoy ríos humanos huyen del país ¿Cuál es la responsabilidad de la política petrolera en ese auge y caída de esta otrora tierra de Gracia?

1914- 1975: El petróleo hizo su aparición comercial bajo la dictadura de Juan Vicente Gómez, en un ambiente de escasez de recursos financieros, humanos y de tecnología. El hombre de la Mulera distribuyó concesiones de tierras entre sus amigos para que exploraran y extrajeran el crudo. Estos las vendieron a empresas extranjeras, con grandes ganancias, compartidas con el dictador. Estas empresas hicieron lo que les vino en gana, hasta la Ley de Hidrocarburos de 1943.

Gradualmente nuestros gobiernos aumentaron los impuestos. Dicha Ley estableció que los ingresos del fisco debían ser iguales a las ganancias de las petroleras (50% y 50%) , lo cual quedó más claro en 1946, con el Decreto de la Junta presidida por Betancourt. Esta Junta decidió no otorgar más concesiones, lo cual fue un error ya que se detuvieron las exploraciones. El dictador Pérez Jiménez (1952-1958) regresó a la política de concesiones. En 1959, Edgar Sanabria, presidente de la Junta Provisional de gobierno incrementó la participación nacional al 65% .

Con el regreso de Betancourt al poder en 1959, se suspendió nuevamente la política de concesiones. En ese tiempo la información disponible indicaba que nuestras reservas petroleras eran bajas, por lo que la política fue de restricción de la producción, lo cual es entendible, pero fue otro error. En 1960 Venezuela fue factor importante en crear la OPEP, con sus más y sus menos. Las concesiones otorgadas vencían en 1983, por lo que las empresas dejaron de invertir. Esto obligó a aprobar en 1971 la Ley de Reversión y a adelantar la nacionalización en 1975. En ese momento casi toda Venezuela la apoyó. Hoy cabe preguntar si fue un error, ya que a partir de esa fecha Venezuela ha tenido que dedicarle al petróleo recursos financieros, a costa de la educación, salud e infraestructura. Además, era de prever que la política partidista terminaría por inmiscuirse en la nueva empresa. En 1975 la producción de petróleo fue de 2.350.000 barriles por día (b/d) y la participación del Estado en las ganancias llegó a un 98%, según Allan Brewer-Carías.

1976- 2001: Se realizaron cambios positivos en refinación, se reanudó la exploración, se crearon el Intevep y el Cied. Para garantizar mercados, se adquirieron refinerías en el exterior. Por necesidad de recursos para aumentar la producción, se realizó una apertura a empresas extranjeras para ayudar a extraer un petróleo que de otro modo quedaría en el subsuelo. La producción de crudo al final de este período fue de 2.862.000 barriles por día.

2002-2018: Chávez requería apoderarse de Pdvsa para implantar su proyecto político. La política petrolera ha estado orientada a ordeñar a esta empresa para financiar programas sociales no sustentables, dar cargos a militantes del Psuv, beneficiar a rojos corruptos y comprar cómplices. Fueron despedidos casi 23.000 trabajadores calificados. Los Convenios Operativos pasaron a empresas mixtas, así como las Asociaciones Estratégicas de la Faja del Orinoco, con la obligación de Pdvsa de aportar el 60% de los recursos. Se descuidó el mantenimiento, disminuyó la exploración y se privilegió la producción de crudos pesados,en vez de los livianos y medianos. Se encargó a Pdvsa de actividades no relacionadas con los hidrocarburos. Como consecuencia, la empresa tiene una deuda que ronda los 150.000 millones de dólares, la producción de crudo al mes de agosto de este año fue de solo 1.278.000 b/d, y las refinerías están en el suelo.

En reciente estudio ( El petróleo será insuficiente. Debates IESA, abril-junio 2018), los investigadores Ramón Key y Claudina Villarroel concluyen que en el período de la Apertura petrolera 1989-1998, la variación anual del Producto Interno Bruto fue de 1,5%. La incidencia de la variable petrolera total fue de 1,1%, correspondiendo 1,6% a la actividad petrolera productiva (inversiones y exportaciones) y -0,5% a la de la petrolera rentística ( aporte fiscal y parafiscal). En el período 1999-2008, la variación del PIB al año fue de 3,4%, contribuyendo el petróleo con 2,1%, correspondiendo a la petrolera productiva -0,4% y a la rentística 2, 5 % . Los autores señalan que ese crecimiento atribuible a variables rentísticas fue posible por las inversiones realizadas en petróleo durante la Apertura. “El modelo adoptado era vulnerable a la caída de los precios y se volvió insostenible por falta de inversión y caída del volumen exportado”.

En el período 2009- 2018,la variación del PIB fue de -5,2% anual, correspondiendo a la variable petrolera total -4,1% , de los cuales la productiva fue -0,9% y la rentística -3,3%. Key y Villarroel afirman que “A partir de 2009 se exacerba la presión fiscal y parafiscal en un ambiente de precios menores. Se produce el colapso de la producción por rezago de las inversiones, impago a proveedores y merma de la productividad. El Socialismo Siglo XXI incentivó la demanda de los sectores económicos y sociales por un lado y por el otro debilitó la industria petrolera, que a la larga se traduce en menos ingresos petroleros para atender las necesidades sociales y de la misma industria de los hidrocarburos”.

En resumen, las políticas petrolera erráticas no han servido para desarrollar al país, ni a la industria petrolera y la mala gestión de los rojos obligará, nos guste o no, a privatizar todas las industrias.

Como (había) en botica: El decomiso del pasaporte a Nelson Bocaranda y el bloqueo a medios digitales son otros atropellos del régimen ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

 4 min


Edgar Benarroch

La educación tiene como objetivo equipar a la ciudadanía para atender con éxito los retos del desarrollo y capacitarla intelectual, moral y afectivamente de acuerdo a la cultura y normas convencionales de la sociedad a la que se pertenece. La educación es transmisión de conocimientos para una adecuada formación integral.

La formación integral es la base fundamental del desarrollo de los pueblos, a mayor educación corresponde mayor prosperidad y mayor sentido de desenvolvimiento social, cuando ella es mediocre o interesada, apartada de lo que debe ser, el declive de los países en todos los órdenes se presenta hasta llevarlos a niveles de primitivismo.

En todos los pueblos desarrollados o en vías de desarrollo además de la educación que ofrece el Estado existen instituciones privadas que también lo hacen, por supuesto ajustadas a la convención nacional, son relativamente autónomas y de muy buena calidad. Mundialmente parece ser común que la educación privada es de mayor calidad que la pública, aunque existen excepciones donde el Estado está a la altura del inmenso reto de servicio con eficiencia a los altos intereses de la comunidad nacional. En estos Estados donde el desarrollo de la educación privada existe con la oficial, el gobierno se esmera en promoverla y en muchos casos subsidiarla.

Muy lamentablemente en nuestro país el régimen cada día asfixia más la iniciativa privada no sólo en la educación si no en todas las áreas. Le niega el presupuesto adecuado, regula las tarifas que necesariamente deben establecer para subsistir y unilateral y compulsivamente aumenta sus costos de manera exorbitante para llevarla a una situación totalmente inviable. A esto se le suma la aterradora decisión oficial de modificar la temática que se corresponde con nuestra cultura y normas convencionales con la pretensión de adoctrinar al estudiantado y por supuesto desfigurar la historia. Ahora lo ocurrido el 4F no fue un desleal alzamiento militar contra el régimen democrático si no un acto "heroico" y sus protagonistas, personalmente el comandante de la felonía son comparados con nuestros líderes independentistas.

Todas estas insólitas medidas pretenden acabar de raíz con la educación privada. Al no permitir el ajuste de la cuota escolar y aumentar exponencialmente sus costos lo que claramente busca es el cierre de la institución. La actual situación algunos la han calificado de "incierta", yo creo que no. No debemos tener ninguna duda de los fines que persigue este gobierno totalitario, las muestras son muchas y creo suficientes para tener conciencia acerca de quienes están en el poder y los objetivos que persiguen.

Los organismos que agrupan los institutos de educación privada estiman que cerca de 500 instituciones no abrirán sus puertas para el próximo año escolar, con la grave consecuencia de menos cupos para nuestra juventud y mayor desempleo. El gobierno quiere que nuestra niñez escuche solamente su torcida opinión sobre la historia con la intención también de sembrar valores contrarios a nuestra civilización y fracasados en todos los países donde se ha pretendido instaurar.

Definitivamente este régimen desprecia la educación integral y de altura en un marco de grave crisis que obliga al Estado a jerarquizar sus gastos. Un Estado decente y consciente le otorga a la educación el presupuesto adecuado como primera prioridad. Para este régimen la prioridad son los cuarteles y sus adquisiciones, por ello el presupuesto asignado a defensa es superior y bastante al de educación.

Estamos al borde si no hemos llegado, a lo vivido en los años cuarenta donde una familia con tres hijos solo estudiaba uno, cuando era posible con mucho sacrificio. Los otros dos debían trabajar para colaborar con los gastos del hogar y de quién estudiaba.

Todo ello, en medio de la desastrosa situación que confrontamos ha provocado una preocupante fuga de talento que priva al país de sabiduría. No se atreven por decreto estatizar la educación pero en la práctica todo apunta a ello. Cada vez más dan muestras de hacia dónde vamos o adónde nos quieren llevar. Si no reaccionamos YA llegaremos al llegadero y tendremos un pueblo de robots al incondicional servicio de la NOMENKLATURA so pena de paredón por traición a la Patria, con juicios amañados, falsas pruebas y dopaje. La ejecución la practican fuerzas "regulares" o extrajudiciales con el malandraje que mantiene el régimen.

Nosotros decidimos si seguimos esperando que todo se consuma o nos rebelamos con fortaleza indoblegable para reconquistar la Venezuela que nos arrebataron. En nosotros y solo en nosotros está la solución, pensar en salidas propiciadas por extra nacionales es ilusorio, la comunidad internacional bastante ha aportado hasta donde puede hacerlo, su intervención directa, persona a persona, solo sería porque al gobierno se le ocurra la diabólica idea de declararle e iniciar la guerra a los EEUU u a otro país que lo cuestione. Como de ellos debemos esperar cualquier irracionalidad no descartemos lo que sería catastrófico para todos. La otra salida sería que voluntariamente el gobierno tome la decisión de abrir caminos para el cambio, pero como ello no va a suceder es necesario empujarlo y con toda la fuerza que podamos

 4 min


Kenneth Rogoff

La implosión del gran experimento de Venezuela con el socialismo “bolivariano” está creando una crisis humanitaria y de refugiados comparable a la de Europa en 2015. En autobús, en barco e incluso a pie por caminos peligrosos, cerca de un millón de venezolanos han huido sólo a Colombia, y se calcula que hay otros dos millones en otros países (en su mayoría, vecinos).

Allí muchos terminan viviendo en condiciones desesperadamente inseguras, con poco alimento y ninguna medicina, y durmiendo donde puedan. Hasta ahora, no hay campos de refugiados de Naciones Unidas, sólo una modesta ayuda de organizaciones religiosas y otras ONG. Cunden el hambre y la enfermedad.

En general, Colombia está haciendo lo mejor que puede por ayudar; da atención a los que acuden a los hospitales, y su voluminosa economía informal está absorbiendo a muchos refugiados como trabajadores. Pero con un PIB per cápita que sólo llega a unos 6000 dólares (contra los 60 000 de Estados Unidos), los recursos de Colombia son limitados. Y el gobierno también debe reintegrar urgentemente a unos 25 000 guerrilleros de las FARC y a sus familias, según lo estipulado por el acuerdo de paz firmado en 2016 que puso fin a medio siglo de cruenta guerra civil.

Los colombianos han sido comprensivos con sus vecinos, en parte porque muchos recuerdan que durante la insurgencia de las FARC y las narcoguerras relacionadas, Venezuela absorbió a cientos de miles de refugiados colombianos. Además, durante los años de bonanza en Venezuela, cuando el precio del petróleo era elevado y el régimen socialista todavía no había destruido la producción, varios millones de colombianos consiguieron trabajo en Venezuela.

Pero el reciente tsunami de refugiados venezolanos está creándole a Colombia problemas enormes, que trascienden los costos directos del mantenimiento del orden y la provisión de atención médica urgente y otros servicios. En particular, el ingreso de trabajadores venezolanos generó una importante presión a la baja sobre los salarios en el sector informal de Colombia (que incluye agricultura, servicios y pequeñas fábricas) justo cuando el gobierno tenía esperanzas de subir el salario mínimo.

Con las primeras oleadas de venezolanos vinieron muchos trabajadores cualificados (por ejemplo, cocineros y conductores de limusina) con expectativas razonables de hallar empleo remunerado en poco tiempo. Pero los refugiados más recientes carecen en su mayoría de instrucción y capacitación, lo que complica los esfuerzos del gobierno para mejorar la suerte de la propia población desfavorecida de Colombia.

Los problemas a largo plazo pueden ser incluso peores, ya que enfermedades que otrora estaban bajo control, como el sarampión y el SIDA, hacen estragos en la población de refugiados, que por la semejanza cultural se mezclan fácilmente con los colombianos. Los dirigentes colombianos más previsores, incluido el nuevo presidente, Iván Duque, sostienen en privado que dispensar a los refugiados venezolanos un trato humano y digno beneficiará a Colombia en el largo plazo, cuando el régimen caiga y Venezuela vuelva a ser uno de los principales socios comerciales de Colombia. Pero nadie sabe cuándo ocurrirá eso.

Lo que sí se sabe es que en muchos años de política económica desastrosa, iniciada bajo el difunto expresidente Hugo Chávez y continuada con su sucesor, Nicolás Maduro, el régimen venezolano dilapidó una herencia que incluye algunas de las reservas comprobadas de petróleo más grandes del mundo. El ingreso del país se redujo en un tercio, la inflación va camino de llegar a un millón por ciento, y millones de personas padecen hambre en un país que debería ser razonablemente rico.

Aunque podría pensarse en una revolución, hasta ahora Maduro ha podido mantener al ejército del lado del régimen, en parte dándole licencia para manejar un inmenso negocio de tráfico de drogas que exporta cocaína a todo el mundo, y en particular a Europa y Medio Oriente. Y a diferencia del petróleo (sobre cuya exportación pesan inmensas deudas con China y otros acreedores), las drogas ilegales reportan a sus vendedores ganancias irrestrictas (salvo en los pocos casos de decomiso).

Por desgracia, muchos miembros de la izquierda en todo el mundo (por ejemplo, el líder de la oposición británica, Jeremy Corbyn) hicieron la vista gorda ante el desastre en gestación, tal vez por un impulso automático a defender a sus hermanos socialistas. O peor aún, tal vez creyeron realmente en el modelo económico chavista.

Demasiados economistas de izquierda (incluidos algunos que terminaron trabajando para la campaña presidencial de 2016 del senador Bernie Sanders en Estados Unidos) fueron partidarios incondicionales del régimen venezolano. También hubo cómplices oportunistas, incluido Goldman Sachs (que con su desacertada compra de bonos venezolanos sostuvo sus precios) y algunos de la derecha, por ejemplo el comité a cargo de la ceremonia de asunción del presidente estadounidense Donald Trump, que aceptó una gran donación de Citgo, la filial estadounidense de Petróleos de Venezuela.

Hace poco, Maduro puso en marcha un plan absurdo para estabilizar la moneda, mediante la emisión de nuevos billetes supuestamente respaldados por la criptomoneda del gobierno (que es como levantar un castillo de naipes sobre arenas movedizas). Sea que la nueva moneda funcione o no, es seguro que el ejército venezolano seguirá usando billetes de cien dólares para sus operaciones.

En respuesta a las crisis interna y regional generadas por el régimen de Maduro, Estados Unidos implementó graves sanciones comerciales y financieras, y se dice que Trump propuso la idea de invadir Venezuela. Por supuesto, una intervención militar estadounidense sería una locura, e incluso los muchos gobiernos latinoamericanos que ansían la caída del régimen jamás la apoyarían.

Pero Estados Unidos puede y debe enviar mucha más asistencia financiera y logística a los países vecinos para ayudarlos a hacer frente al enorme problema de los refugiados. Y no es demasiado pronto para empezar a planear la reconstrucción y la repatriación de los refugiados, para cuando la variedad venezolana del socialismo –o más precisamente, del clientelismo basado en el petróleo y la cocaína– finalmente se termine.

Traducción: Esteban Flamini

Septiembre 5, 2018

Project Syndicate

https://www.project-syndicate.org/commentary/venezuela-collapse-regional...

 4 min


Daniel Gros

La tasa de llegada de migrantes ha disminuido considerablemente en casi toda Europa desde los gigantescos volúmenes vistos en 2015. Sin embargo, la migración sigue dominando el debate político en toda la Unión Europea. Esto sugiere que, en verdad, el sentimiento populista y anti-inmigración no está siendo motivado por reclamos de que los políticos de los partidos tradicionales no pueden defender las fronteras de Europa.

La caída en las nuevas llegadas a Europa empezó mucho antes de que los líderes políticos anti-inmigrantes asumieran el poder en Italia o que la presión de la inmigración prácticamente derribara a la coalición gobernante de Alemania. Es, en gran medida, el resultado de esfuerzos de parte de la UE, como el acuerdo con Turquía para impedir que los sirios cruzaran el territorio para ingresar a Grecia, su cooperación con las milicias libias y la enorme presión que ha ejercido sobre los estados de tránsito en el Sahara para que cerraran sus fronteras. Gracias a estas medidas, Europa se ha convertido en una fortaleza de facto contra la migración.

¿Por qué entonces la inmigración sigue ocupando un lugar preponderante en la cabeza de muchos europeos? La respuesta podría ser económica: quienes llegaron en 2015-2016 ya han creado desequilibrios en el mercado laboral, donde los inmigrantes poco calificados cada vez más compiten con los ciudadanos poco calificados por empleos. Y es verdad que, en gran parte de Europa, la hostilidad hacia los extranjeros es mucho más profunda entre los trabajadores menos calificados.

Pero hay motivos para creer que lo que está en juego es algo más que cuestiones económicas. Por empezar, el sentimiento anti-inmigración (más precisamente, anti-extranjeros) está empezando a expresarse de manera violenta, no sólo en Italia, donde se han producido varios casos de disparos contra migrantes, sino también en Alemania, un país por lo general muy ordenado.

En la ciudad de Chemnitz, al este de Alemania, recientemente se produjeron choques violentos entre manifestantes de derecha y la policía y contra-manifestantes, seguidos del asesinato de un alemán a manos de dos jóvenes de Irak y Siria. El respaldo por el partido Alternativa para Alemania (AfD) es fuerte en Chemnitz y sus alrededores. La mayoría de los ataques a los extranjeros han ocurrido en el nuevo Länder de la ex Alemania del este.

El delito y el desempleo no explican esta erupción. En Chemnitz viven menos extranjeros que en muchas ciudades alemanas de tamaño similar, y el delito por lo general allí está bajo control. Es más, el desempleo –que está cayendo en toda Alemania- no es particularmente alto en Chemnitz: se ubica en el 7%.

Pero existe otra posible explicación, arraigada en la psicología evolutiva. Una tendencia que pocas veces se menciona en las discusiones sobre migración es el aumento en el porcentaje de hombres entre los refugiados y quienes buscan asilo. En los últimos tres años, los hombres –muchos de los cuales tenían entre 18 y 35 años- representaban más de las dos terceras partes de toda la gente que buscaba protección en Alemania. Mientras que la cantidad total de refugiados como porcentaje de la población total de Alemania es pequeña (2,5%), los refugiados conforman un porcentaje mucho mayor de la población masculina joven de Alemania.

El impacto es particularmente notable en el este de Alemania, que ya sufría un desequilibrio de género –el ratio de hombres y mujeres entre los grupos más jóvenes se acerca a 115:100 en la mayoría de las zonas de la región– porque las mujeres instruidas tienen una tendencia mucho mayor que los hombres a mudarse a Alemania occidental en busca de trabajos mejor pagos. Como consecuencia de ello, un porcentaje significativo de la población masculina joven del este de Alemania tiene pocas posibilidades de encontrar una pareja e iniciar una familia.

La investigación demuestra que cuando existen significativamente más hombres que mujeres, la mayor competencia por parejas femeninas puede derivar en violencia. Un estudio vincula la poligamia, que deja a los hombres de baja condición sin esposas, con las guerras civiles.

La implicancia es que la hostilidad hacia los extranjeros en el este de Alemania –y quizás en toda Europa- puede estar arraigada en parte en una respuesta defensiva primordial de los hombres locales, que quieren proteger su territorio, incluidas “sus” mujeres”, de otros hombres. Probablemente no sea una coincidencia que Chemnitz, que ha mostrado una disposición a votar por partidos extremistas, tenga el ratio masculino-femenino más alto entre quienes tienen entre 20 y 40 años en toda Alemania.

No todos los hombres están afectados de igual manera por la situación actual. Como las mujeres tienden a “casarse” o encontrar parejas con una condición socioeconómica más alta, las perspectivas románticas de los hombres menos instruidos y más pobres son las más afectadas por la llegada de solicitantes de asilo de género masculino. Y, por cierto, los grupos menos instruidos y más pobres tienden a ser quienes más se oponen a la migración.

Cabe mencionar que los problemas creados por los desequilibrios de género no se pueden resolver sin una mejor educación o una mayor redistribución del ingreso, porque las preferencias a la hora de formar pareja son relativas, no absolutas. Las personas de la población nativa con los ingresos y los niveles educativos más bajos siempre estarán en peores condiciones si tienen que competir con una cantidad mayor de inmigrantes jóvenes de sexo masculino.

Sin duda, los desequilibrios de género no son sólo el único motor detrás del sentimiento anti-inmigrantes, mucho menos del populismo en términos más amplios. Pero la psicología evolutiva, que destaca la competencia por las mujeres, puede agregar otra dimensión a la manera en que entendemos estos fenómenos, ayudándonos al mismo tiempo a predecir cuándo y dónde podría surgir una lucha civil.

Es poco lo que se puede hacer para cambiar los desequilibrios de género en un lugar determinado. Pero, inclusive si el problema no pudiera “resolverse”, entenderlo podría ayudar a limitar el daño, entre otras razones porque les permitiría a los líderes evitar políticas que no sean útiles o exacerben las tensiones. Por ejemplo, restringir la reunión familiar (para limitar la cantidad de extranjeros) podría empeorar las cosas, porque sería más factible que los solicitantes de asilo de sexo masculino fueran solteros y buscaran parejas en la población local.

Países como Alemania que recientemente han admitido una cantidad importante de refugiados masculinos jóvenes tendrán que manejar las consecuencias de los cambios sociales resultantes. Hacerlo de manera efectiva exige que sus líderes reconozcan que estos cambios no son sólo una cuestión vinculada a la economía.

5 de septiembre 2018

Project Syndicate

https://www.project-syndicate.org/commentary/migration-fuels-sexual-comp...

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