A Venezuela le llegó la hora de sacudirse la maldad. Por eso hay que ser particularmente asertivos en este tiempo, porque no hay otro y tener claro el rumbo tanto como el destino
A Venezuela le llegó la hora de sacudirse la maldad. Por eso hay que ser particularmente asertivos en este tiempo, porque no hay otro y tener claro el rumbo tanto como el destino
“El mundo no es sino un gran Bedlam, donde aquellos que están más locos encierran a quienes no lo están tanto”
Lo que todo ello implica es que tanto por el lado de Venezuela y por el lado de Estados Unidos por igual, estos temas se han convertido en estratégicos y, por definición, en temas de interés nacional.
La supremacía constitucional no cede ante el autoritarismo del Poder Ejecutivo, ni ante la tergiversada interpretación de sus normas por parte de la Sala Constitucional.
Venezuela está pasando por un proceso de destrucción nunca antes visto, semejante al de una guerra, con muertos incluidos