Pasar al contenido principal

Opinión

El mes pasado, escribí un comentario preguntando por qué los votantes en el Reino Unido estaban a favor de abandonar la Unión Europea, desafiando el peso abrumador de la opinión de los expertos que advertían sobre los enormes costos económicos del Brexit. Observé que muchos votantes en el Reino Unido y en otras partes están furiosos con los expertos económicos. Dicen que los expertos no supieron prever la crisis financiera de 2008, antepusieron la eficiencia en su consejo sobre políticas y asumieron ciegamente que los perdedores por culpa de sus prescripciones políticas podían ser compensados de alguna manera no especificada. Expuse que los expertos deberían ser más humildes y prestar más atención a las cuestiones distributivas.

El artículo provocó muchos más comentarios de lectores que de mis colegas. Sus reacciones esencialmente confirman el enojo que yo ya había percibido. Consideran que los economistas y otros expertos están aislados de las preocupaciones de la gente común -preocupaciones que les resultan indiferentes-; que están movilizados por una agenda que no coincide con la de los ciudadanos; que muchas veces están francamente equivocados y, por ende, resultan incompetentes; que manifiestan un sesgo a favor de las grandes empresas y la industria financiera, o responden a ellas; y que son ingenuos -al no ver que los políticos eligen análisis que se adecuan a sus objetivos y no consideran el resto-. Los expertos, dijeron algunos, también son culpables de la fractura de la sociedad al segmentar el debate en infinidad de discusiones estrechas y especializadas.

Notablemente, también recibí comentarios de profesionales en el campo de las ciencias naturales que decían que la creciente desconfianza que sentían los ciudadanos por los expertos también era generalizada en sus disciplinas. Las opiniones científicas en campos como la energía, el clima, la genética y la medicina enfrentan un rechazo popular generalizado. En Estados Unidos, por ejemplo, una encuesta de Pew Research determinó que el 67% de los adultos piensa que los científicos no entienden con claridad los efectos en la salud de los organismos modificados genéticamente. La desconfianza de los OMG es mucho mayor en Europa. Mientras que el respaldo general por la ciencia sigue siendo fuerte, muchos ciudadanos creen que es manipulada por intereses especiales y que, en algunas cuestiones, la visión común se desvía de la evidencia establecida.

Esta división entre expertos y ciudadanos es un motivo serio de preocupación. La democracia representativa está basada no sólo en el sufragio universal, sino también en la razón. En términos ideales, las deliberaciones y los votos resultan en decisiones racionales que utilizan el estado actual del conocimiento para ofrecer políticas que mejoran el bienestar de los ciudadanos. Esto exige un proceso en el cual los expertos -cuya competencia y honestidad sean confiables- informan a quienes toman las decisiones sobre las opciones disponibles para satisfacer las preferencias manifiestas de los votantes. Es poco probable que los ciudadanos se sientan satisfechos si creen que los expertos están imponiendo su propia agenda, o se dejan llevar por intereses especiales. La desconfianza hacia los expertos alimenta la desconfianza hacia los gobiernos elegidos democráticamente, si no hacia la democracia misma.

¿Por qué existe una división de estas características entre los expertos y la sociedad? Cada país ha tenido su propia serie de escándalos de alto perfil vinculados a la salud o la seguridad. Los expertos han sido acusados de irresponsabilidad y conflictos de intereses. Reputaciones ganadas con mucho esfuerzo se perdieron en un segundo.

Pero los críticos muchas veces no reconocen que la ciencia implica un escrutinio mayor -y más estricto- que, digamos, las empresas o el gobierno. En verdad, es el adalid de las buenas prácticas en relación a la validación de análisis y la discusión de propuestas de políticas. Con frecuencia se producen errores en la academia, pero se corrigen de manera más rápida y sistemática que en otros campos. La naturaleza colectiva de la validación científica siempre ofrece garantías contra la influencia de intereses especiales.

El problema, en efecto, puede ser más profundo de lo que sugieren las quejas comunes contra los expertos. Hace unas décadas, en general se suponía que el progreso de la educación masiva gradualmente achicaría la brecha entre el conocimiento científico y la creencia popular, contribuyendo así a una democracia más serena y más racional.

La evidencia es que esto no sucedió. Como demostró convincentemente el sociólogo francés Gerald Bronner, la educación ni aumenta la confianza en la ciencia ni reduce la atracción de las creencias o las teorías que los científicos consideran una absoluta tontería. Por el contrario, a los ciudadanos más educados les suele molestar que los expertos les digan qué es lo que la ciencia considera como una verdad. Habiendo tenido acceso al conocimiento, se sienten con la suficiente autoridad como para criticar a los expertos y desarrollar opiniones propias.

El cambio climático -que la comunidad científica considera de manera casi unánime una amenaza importante- es un buen ejemplo. Según una encuesta de Pew Research de 2015, los tres países donde la preocupación es menor son Estados Unidos, Australia y Canadá, mientras que los tres países donde es más fuerte son Brasil, Perú y Burkina-Faso. Sin embargo, el promedio de años de escolaridad es de 12,5 años para el primer grupo y de seis para el segundo. Evidentemente, la educación en sí misma no es la razón para esta diferencia de percepción.

Si el problema ha venido para quedarse, mejor que hagamos algo más para resolverlo. Primero, necesitamos más disciplina de parte de la comunidad de expertos. La disciplina intelectual que caracteriza a la investigación suele carecer de discusiones sobre políticas. Se necesitan humildad, procedimientos rigurosos, la prevención de conflictos de intereses, una capacidad para reconocer los errores y, sí, el castigo del comportamiento fraudulento para recuperar la confianza de los ciudadanos.

Segundo, es necesario revisar los programas de estudio a fin de equipar a los futuros ciudadanos con las herramientas intelectuales que precisarán para distinguir entre realidad y ficción. La sociedad tiene todo para ganar con ciudadanos cuya mentalidad sea menos sospechosa y más crítica.

Finalmente, necesitamos mejores escenarios para el diálogo y el debate informado. Las revistas, las publicaciones de interés general y los periódicos serios tradicionalmente ocuparon el espacio entre el éter de las publicaciones revisadas por pares y el mar profundo de los engaños; sin embargo, todos luchan por sobrevivir a la revolución digital. Se necesita que otros escenarios, quizás instituciones nuevas, ocupen ese espacio. Lo que resulta claro es que la democracia no puede prosperar si se la deja vacía.

Agosto 1, 2016

París

 5 min


Jesús Elorza G.

Dos esgrimistas, conversaban en la Sala de Armas del Instituto Nacional de Deporte, sobre la actuación del equipo de Venezuela en los Juegos de Rio 2016. Ambos coincidían en que los resultados no habían sido favorables hasta el momento. Eliminaron a nuestro principal competidor en las primeras de cambio.

Y luego, tuvimos que calarnos el bochornoso papel de la declaración de Alejandra Benítez, quien quiso tapar su pobre actuación (eliminada en la primera ronda) con su politiquera verborragia, señalando que no saludaba al presidente de Brasil por ser este un golpista que busca derrocar a su amiga revolucionaria Dilma Roussef.

No olvides, que después de ser derrotada en su primer combate, salió con la ridiculez de usar una franela con los ojos del Difunto Eterno y decir que su espíritu guiaba a los atletas venezolanos en esta competencia, dijo uno de los esgrimistas.

-A mí no me sorprende la conducta de ella. Desde que la conozco, su vida ha estado marcada por el sentido de la vista.

¿Explícate?, no entiendo lo que me quieres decir.

-No te olvides, que yo he sido compañero de armas de Alejandra, desde que se inició en esta disciplina deportiva. Hemos compartidos muchos momentos y experiencias de nuestras vidas. Como decimos en el barrio ¨Nos conocemos desde atrás¨.

¿Y?

-Bueno, déjame decirte que su canción de cuna durante toda su niñez fue ¨Ojitos Chinos¨ del Gran Combo y creo que eso la marco para el resto de su vida.

¿Sigo sin entender?

-No te apresures, déjame echarte el cuento completo para qué me entiendas. Resulta ser, que cuando comenzamos a practicar, aquí en la capital, observó que en Carabobo estaban otorgando becas a los atletas de Alto Rendimiento y de inmediato fijó su mirada amorosa y tierna en Salas Rommer para obtener su beca. Posteriormente, dirigió su mirada al Estado Miranda y nuevamente con sus ojitos de yo no fui, logró su beca.

Ahora si entiendo, la importancia del sentido visual en la compañera, dijo asombrado el esgrimista. Siempre había creído que era una atleta creada y formada en la revolución como ella a cada rato nos enrostra en la cara. Ahora, me doy cuenta que donde pone el ojo pone la cartera.

-No vale, sus inicios son cuarto republicanos. Pero, en ese camino de miradas, torció sus ojos hacia el oriente del país.

¿Por las playas?

-Que va, te volviste a pelar, por la beca que le ofreció Tareck William Saab. Quiero hacer un paréntesis, para indicarte algo muy personal que ella misma me contó.

Soy todo oídos……sorpréndeme, dijo el esgrimista que seguía sin salir de su asombro.

-Resulta ser que el 27 de mayo 2005, ella le pidió, con una mirada romántica, un carro a su papá y este no pudo complacerla por no tener los medios económicos en ese momento. Allí, la mirada cambio totalmente y con fuegos en los ojos le grito ¨Ojala te mueras, viejo del coño¨ y a partir de ese momento la relación paternal quedo fracturada.

El salto definitivo de talanquera, de las becas cuarto republicanas a la revolución socialista, se da cuando al regreso de los Juegos de Bijing 2004, se produce una reunión de Chávez con los atletas y la vocera fue Alejandra.

¿Y cómo operó allí, el sentido visual?

-Bueno, a Chávez se le pusieron los ojos puyuos, y de inmediato la mandó al servicio y protección de Tareck el Aissami, ministro del interior para ese entonces. A partir de allí, su mirada se perdió en el horizonte, en el sentido que no tenía límites: Figura emblemática del deporte revolucionario, diputada suplente a la Asamblea Nacional y Ministra del Deporte.

Podría decir, que sus ojos se transformaron en dos toma corriente para ser enchufada, dijo jocosamente el esgrimista

-Claro que sí, tienes toda la razón. En el cargo ministerial, desvió su mirada con los actos de corrupción. Frente al despilfarro del Fondo Nacional del Deporte en manos de Héctor Rodríguez, opto por mirar a otro lado. Con el caso de la estafa a Cadivi, donde su firma fue falsificada, si bien formulo la denuncia no menos cierto es que se quedó clara y sin vista cuando le preguntaron sobre el nombre de los atletas y funcionarios implicados en el caso…..no dijo nada.

Si fuera Súper Niña, pensaría que tiene visión de rayos X, porque esa mirada quema.

-Volviendo al principio, por eso te dije que no me sorprende su franela con los ojos del difunto, nuevamente hace uso del sentido visual para justificarse ante sus jefes y seguir disfrutando de las mieles del poder.

Frente al repudio nacional que causaron sus declaraciones en Rio, solo se limita a decir ¨Ojos que no ven, corazón que no siente¨ y como si nada hubiese pasado, sigue paseándose sin ninguna vergüenza……afortunadamente, la justicia es ciega y en algún momento tendrá que entregar cuentas a los ojos del mundo.

 3 min


Lester L. López O.

La nota de prensa semanal

El martes pasado, la inefable rectora del CNE Tibisay Lucena intentó explicar de la manera más pedagógica posible, para ella, como funciona y como han resuelto con éxitos los diferentes retos electorales que han tenido que enfrentar durante su gestión, como si eso no fuera su trabajo y no tuviera los medios para hacerlo. Entre esos retos describió los pasados revocatorios presidenciales del 2004 y algunos municipales del año 2007, todos realizados con éxitos, sin mencionar el número de requisitos exigidos en ese momento, que presumimos fueron muy pocos porque no los mencionó y porque en definitiva no hubo un abuso de poder en esa ocasión, ya que sabían que esos revocatorios no los perderían o no afectaban al régimen.

Seguidamente, pasó a informar el estado actual de la presente solicitud del RR y el cronograma de las etapas que faltan, donde la palabra que más sonaba eran los requisitos cumplidos, los que faltaban por cumplir y los que aún pueden inventar; la segunda palabra más utilizada fue los lapsos que debían cumplirse para cada tarea sin mencionar que muchos de ellos se pueden realizar simultáneamente y no en secuencia, como intentó convencernos. Así que, entre requisitos y lapsos que deben cumplir los solicitantes, que a fin de cuentas, somos la sociedad venezolana, solo logró insinuar alguna fecha para la recolección del 20% de las firmas a finales del mes de octubre y luego de revisado los requisitos y los lapsos respectivo, ella tendría 90 días para hacer el RR.

Señora Lucena, Aragua en Red y la mayoría de la sociedad venezolana, para facilitarle su trabajo, hemos convenido en solicitarles tres requisitos para que cumpla con su trabajo de acuerdo a lo que dice la Constitución Nacional: 1) fijar la fecha del referendo revocatorio; 2) fijar la fecha de la elecciones regionales y 3) mostrar la partida de nacimiento del presidente Maduro que compruebe que no tiene doble nacionalidad, todo eso, en un solo lapso de tiempo: antes de que finalice el presente año 2016 como lo establece la Constitución Nacional. Si no puede cumplir con eso, le sugerimos que piense en renunciar, así no tiene que aceptar presiones de nadie.

Viernes 12 de agosto, 2016

 1 min


Cuenta una fábula popular que en una fiesta en el llano se le aproxima a un convidado un personaje sombrío que lo conmina a que se vaya con él. Aterrorizado, reconoce que está en presencia de la muerte y sale huyendo a todo galope en su caballo por la noche oscura, tan sólo para estrellar su cabeza contra una rama y caer mortalmente herido. En su último aliento divisa a su tenebroso interlocutor de hace poco quien le increpa: “¿por qué te fuiste tan lejos si sabías que te tocaba?”

Viene al caso este cuento por el empeño criminal del Madurismo de aferrarse al poder cuando ya está cantado que su gobierno no tiene vida, que todo se acabó para ese experimento funesto que llamaron “socialismo del siglo XXI”. Su manejo de lo económico ha fracasado estrepitosamente. No solo son –somos- los economistas venezolanos y los analistas internacionales los que le han señalado la necesidad de rectificar sus políticas, así como las medidas para aliviar los graves padecimientos de la población, sino hasta Unasur se lo ha sugerido. Pero el gobierno impertérrito. No sólo se niega a cambiar las políticas que metieron al país en el agujero negro en que se encuentra, sino que saca al ministro Pérez Abad, quien había iniciado un proceso muy tímido de sinceración de precios y de ajuste en el tipo de cambio, para atrincherarse aún más en su afán de controlar todo y doblegar al quehacer económico. Las colas cada vez mayores, las protestas cada vez más extendidas, los testimonios cada vez más numerosos de fatalidades por desabastecimiento de medicamentos y por malnutrición, le tienen sin cuidado. Aunque no hay forma de revertir esta tragedia sin rectificar el rumbo perverso a que nos han condenado, Maduro sigue en sus trece.

Frente a esta negligencia criminal, a las fuerzas democráticas no les quedó más remedio que apelar al procedimiento constitucional del referendo revocatorio para relevar al actual gobierno. Ello ha encontrado amplio respaldo en un pueblo desesperado por la situación a que se ha visto sometido, como lo atestiguan todas las encuestas. Ya sólo el puñado de fanáticos y enchufados defienden a este desgobierno. El Madurismo tiene los días contados. Todo se derrumbó.

Pero nada, insisten en poner todo los obstáculos imaginables a la expresión de la voluntad popular, tratando de sabotear la realización del referendo revocatorio este año, a pesar de que ello irremediablemente acentúa el repudio popular al régimen. La afirmación hoy de Tibisay Lucena de que la recolección de firmas “podría” realizarse en octubre y el referendo en 2017 es un nuevo ultraje a la democracia y al sentir de la gente. ¿Por qué ese empeño en enterrar de una vez por todas su legitimidad, en achicar aún más su ya disminuida base de apoyo? ¿Creen que los venezolanos nos vamos a quedar con los brazos cruzados? Pero aun suponiendo que saboteen el referendo este año, ¿qué les espera? ¿Que, por arte de magia, se revierta el rechazo en su contra y vuelvan a ganarse el favor de los venezolanos? ¿Por qué seguir cavando la tumba del chavismo, cuyo futuro político está ya tan comprometido?

Fiel a su naturaleza fascista, la política no la conciben en términos de un juego democrático para disputarse la confianza de la gente. La política para ellos es la extensión de la guerra por otros medios –revirtiendo a Clausewitz- y el ejército está bajo su control. ¿Cuánta represión, cuántos muertos costará este empeño, destinado irreversiblemente al fracaso, de permanecer en el poder? ¿Hasta cuándo van a aguantar los militares ser los malos de la película sosteniendo a un gobierno que no tiene sustento alguno y que la gente aborrece cada vez más? ¿Creen realmente Maduro y los suyos que su verborrea comunistoide los absolverá, que podrán pasar como “revolucionarios” campeones del pueblo? ¿Por qué esa negativa a negociar una salida mínimamente honrosa que le ahorre a los venezolanos mayores penurias? Pero no, ofrecen sólo sangre y miseria.

Como han insistido tantos analistas, el costo de salida para la oligarquía militar civil que controla el poder es excesivamente alto. No es solo desprenderse de las oportunidades de lucrarse sin miramientos con los sistemas de controles, la extorsión a empresas y comerciantes, con el usufructo discrecional de un dólar subsidiado, de los contratos, compras y demás negocios hechos a la sombra, sin transparencia ni rendición de cuentas. No. Es que muchos saben que serán imputados por los numerosos delitos cometidos. ¿A dónde podrán ir para disfrutar de sus fortunas mal habidas? ¿Se conciben llevando una vida de simples ciudadanos sin las deliciosas prebendas del poder que los ha convertido en una oligarquía tan despreciable? Sabiendo que tienen todo que perder, prefieren quemar sus naves antes de tender puentes a ese pueblo que dejó de creer en ellos. La conflagración final antes de reconocerse perdidos.

Pero no tienen escapatoria. ¿Por qué someter cruelmente al país a tanto sufrimiento, si saben que de todas formas se les acabó el festín? Lamentablemente, el fascismo es así. La dirigencia democrática no puede dejar que atropellen de esta manera al pueblo. Se acerca su hora estelar.

Economista, profesor de la UCV

humgarl@gmail.com

 4 min


En los diccionarios el concepto de hito aparece como “Poste o señal que sirve para marcar el límite de un territorio o para indicar las distancias”, también como “Acontecimiento puntual y significativo que marca un momento importante en el desarrollo de un proceso o en la vida de una persona.”. Nosotros tomaremos la segunda acepción, la de acontecimiento. Este proceso que se inició en 1992 y hoy 9 de agosto de 2016, se marcó otro hito que las generaciones futuras analizarán cuando estudien el proceso de devastación de nuestro país.

El primero es sin duda el 4 de febrero de 1992, cuando un grupo de oficiales renegó de su juramento de defender la constitución y las leyes y se alzó en armas contra un gobierno legítimamente constituido, dejando, con el 27N un saldo de más de 400 víctimas; por cierto, ¿Dónde está el Comité de Victimas del 4F y del 27N?

Otro hito fue la declaración de Chávez como socialista; gracias a los convenios entre Caldera, el rey Fahd y el presidente Zedillo en 1998, seguidos por el resto de la OPEP, y posteriormente por los ataques de septiembre de 2001, los precios del petróleo se dispararon por encima de los 100 dólares. Esto marca el inicio de las expropiaciones, los subsidios directos, tanto dentro como fuera del país, la destrucción del sector privado, que “ya no hacía falta, porque el petróleo da para todo”, que llevó a robar y despilfarrar un millón de millones de dólares de ingresos y otros 300 mil millones que pidió prestados, usados para cualquier cosa menos para crear una industria nacional, una educación de calidad, un futuro. Dejó al país con un déficit fiscal del 18,68%; para tener una idea, el de Grecia es del 7,21%, el de España el 4,55%; la deuda pasó de US$ 27,8 miles de millones (1998) a US$. 300 miles de millones (2015). Esta es la verdadera causa de la crisis, eso se le suma la baja de los precios del petróleo.

Pero luego se murió Chávez, otro hito, me hubiera gustado verlo haciendo frente a esta crisis; dejándonos en la presidencia a Nicolás Maduro, incapaz de tomar decisiones por sí mismo decidió seguir el “Plan de Chávez”, que cada vez nos lleva a mayor crisis, que es respondida cada vez con medidas que agravan la crisis (represión, militarización, regulación, importación, déficit, desorden fiscal, tasas de cambio subsidiadas). El resonante triunfo de la Mesa de la Unidad en las elecciones para la Asamblea Nacional desembocó en el definitivo abandono de la Constitución Nacional por parte del chavismo; que ha bloqueado a la Asamblea, desconociendo la voluntad del pueblo.

En esta situación nos quedaba una esperanza: el Referéndum Revocatorio, pero hoy Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral, dio el hito final de esta historia de destrucción, indicando, con gran cinismo, que no se realizará este año, gracias a las tácticas dilatorias del CNE.

A nadie escapa que la crisis es tan grave que resulta inimaginable pensar que Maduro pueda culminar su mandato en paz, y al bloquear la única solución pacífica a la vista, Tibisay Lucena y las demás rectoras del CNE acaban de abrir la Caja de Pandora, dejando libres los fantasmas del miedo, la inestabilidad, la posible violencia; dando pie a cualquier aventura de uno u otro lado, y ellas serán responsables de lo que ocurra en nuestro país a partir de ahora. No importa Maduro, no Importa Jorge Rodríguez, no importa Vladimir Padrino, serán Tibisay Lucena, Sandra Oblitas, Socorro Hernández y Tania de Amelio (Luis Emilio Rondón se salva porque salvó su voto), las responsables de cualquier situación dolorosa, irregular, militarista, rebelión, barricadas o de cualquier otro evento que afecte la gobernabilidad de nuestro país y enlute a la familia venezolana por cerrar la oportunidad de salir de esta crisis con votos y no con balas.

Visión y Análisis

http://www.visionyanalisis.blogspot.com

 3 min


La característica fundamental del régimen democrático es el respeto a la voluntad popular y al principio constitucional de que la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo (Art. 5). Por tanto, cuando un gobierno, llámese de izquierda o de derecha, apela a las argucias para aparentar un respeto que no profesa pierde, simultáneamente, tanto el derecho a gobernar como a ser llamado democrático.

La informática y la telemática están cambiando la participación popular en las decisiones políticas; cualquier evento acaecido en las antípodas se conoce en cuestión de minutos; la inserción de cámaras y filmadoras en los llamados teléfonos inteligentes ha reducido el espacio a la irresponsabilidad y a la mentira; la promesa falaz aumentó su costo y los otrora todopoderosos editores vieron evaporarse su influencia ante el avance imparable de las redes sociales que juntan lo que está lejos y hermanan a seres desconocidos entre sí.

En contraposición a los beneficios de estos productos del ingenio humano, se encuentra la ignorancia de los pueblos que hace posible la intromisión de la política en asuntos que no son de su incumbencia. Es menester diferenciar la política como la ciencia relativa a la organización de la sociedad y del Estado, de la política como medio de hacerse del poder para satisfacer ambiciones y resolver problemas personales.

La ignorancia hace a los pueblos desidiosos y manipulables. ¿Conoce usted a alguien que haya leído un programa de gobierno antes de votar? Ciertamente, tales programas se han convertido en una larga lista de promesas incumplibles y que nadie tiene interés en cumplir, dirigidos a captar el voto de electores más proclives a leer la Gaceta Hípica que un material referente a los asuntos sociales. Así, nos hemos convertido en malos votantes y sobre todo hemos permitido que sean grupos penumbrosos quienes tomen las grandes decisiones, quienes elijan a los que han de ejercer la intermediación para el ejercicio de la democracia indirecta que, en definitiva, termina siendo muy poco democrática.

En la generalidad de los casos, hemos votado para castigar al gobierno de turno y no para elegir el futuro gobierno; de allí que le demos gran importancia a las posibilidades de triunfo de cada candidato y convirtamos la más importante justa política del País en una suerte de confrontación hípica donde todos desean adivinar el ganador. Eso hace que la primera preocupación de los candidatos presidenciales sea la de presentarse victoriosos antes que acertados en sus planteamientos sobre la conducción del Estado; para ello contratan asesores y hacen todo tipo de piruetas, como la absurda de la economía del voto como contrapartida del voto consciente.

Década tras década hemos votado economizando el voto y castigando al gobierno de turno; de esta forma, hemos votado mirando hacia atrás, castigando el presente y renunciando al futuro. No es de extrañar, entonces, que cada gobierno resulte peor que el anterior y que hayamos caído en un pingpong electoral (AD-Copei) que tuvo su culminación en el limpio triunfo de Chávez en 1998 y los sucesivos triunfos de quienes estaban dispuestos a todo menos a dejar el poder, máximo ahora cuando saben que muchas son las cuentas que les ha de pedir la justicia nacional e internacional.

El venezolano no debe seguir votando a ganador ni como verdugo cobrador de pasadas ofensas. Estos diecisiete años de barbarie y antidemocracia pueden revertirse en lo mejor que le haya pasado al País, si resultan útiles para que todos tomemos conciencia de nuestros deberes como unidades del colectivo nacional, si son buenos para que vaciemos nuestras ciudades de pobladores y las llenemos de ciudadanos, para erradicar el patrioterismo y suplirlo con patriotismo que responda positivamente el planteamiento que una vez hiciera John Kennedy: «No te preguntes que puede hacer tu país por ti, pregúntate que puedes hacer tú por tu país.»

La patética situación del País nos exige a todos por igual grandes esfuerzos y sacrificios mayúsculos. En su gran mayoría, nuestros políticos se muestran renuentes a la democratización de la manera de elegir la cúpula del Estado; de la firmeza que mostremos en la exigencia de elecciones primarias para todos los cargos de elección popular, puede depender buena parte de nuestro futuro y, sobre todo, el de los niños, víctimas inocentes de nuestros errores.

turmero_2009@hotmail.com

@DulceMTostaR

http://www.dulcemariatosta.com

 3 min


El CNE como agencia del régimen autocrático militarista emplea la subpolítica e infrapolítica en un intento por desarticular los casi ocho millones de ciudadanos venezolanos que desde el 6D sentenciaron la necesidad de un cambio político categórico. La rectora Tibisay da la espalda a la historia, confunde la política con la táctica y, creyéndose un Puesto Avanzado de Combate del militarismo gobernante, intenta retardar el referendo revocatorio en una operación de engaño a la cual no está dispuesta para nada la ciudadanía venezolana.

El CNE en el show mediático del 09/08/2016 se muestra como obstáculo para desalentar y confundir a más de ocho millones de venezolanos que reclaman la ejecución del artículo 72 de la Constitución vigente. El reclamo es, en realidad, ante el régimen que ha sido incapaz de cumplir con su legitimidad de gestión después de 17 años de rotundo fracaso de una llamada revolución. Revolución que ha condenado al país a una “regresión política” de la cual son responsables civiles y militares ineptos, incapaces e ignaros de la política, al tratar de imponer un proyecto anacrónico y absurdo en el siglo XXI. Y… se olvidaron de la ciudadanía.

La ciudadanía que desde el mismo momento del anuncio del obstáculo-tibisay reaccionó para mostrar su capacidad de decisión nacida el 6D, su disposición para ejercer sus derechos a reclamar sus garantías y ejecutar sus deberes como ciudadanos demócratas y civilizados logrando el RR. La ciudadanía, es decir, el venezolano que votó el 6D y sabe que decidió, que conoce las reglas de juego democrático, y desde ya desestima el show mediático del obstáculo-tibisay y sus mentores comunistoides. Esa ciudadanía que conoce los bárbaros corruptos e inmorales que, impulsando la declaración del obstáculo-tibisay intentan contener la decisión ciudadana y democrática del RR.

La ciudadanía en uso máximo de su libertad y derecho a decidir está dispuesta a mostrarle al mundo –como lo es consustancial hoy a los demócratas venezolanos- que Venezuela es una nación espoleada, vejada, engaña y militarizada que está urgida de un referendo revocatorio. El referendo revocatorio es la respuesta al bochorno y ofensa por parte de un régimen que desconoce la democracia como sistema. La ciudadanía sabe de su derecho a la protesta y de su capacidad para la desobediencia civil, pero más que eso, a la forma y modo de accionar para evitar una explosión social que parece ser a lo que juega el obstáculo-tibisay frente a la creciente ingobernabilidad.

La ciudadanía clama por líderes políticos emergentes democráticos, mujeres y hombres que con conocimiento de la epísteme y de la doxa, respondan con sabia dirección para insuflar a los ciudadanos guías con el objeto de defender el Estado de derecho. Estado de derecho para impedir que la Tiranía autocrática militarista asuma el obstáculo-tibisay con su conducta forajida y pretenda desviar y contener al ciudadano y la realización en el 2016 del referendo revocatorio. El RR es una demanda del ciudadano soberano que con soberanía está dispuesto a que el cambio político categórico se realice en el 2016.

El liderazgo político emergente que clama la ciudadanía organizada debe estar dispuesto y convencido para enfrentar y vencer la Tiranía autocrática militarista. En consecuencia, sin prisa pero sin pausa, ¡Señores Líderes!, construirán basados en la concordia ciudadana y las acciones políticas, una suma de voluntades electorales como signo relevante de la participación contendiente hasta llegar al referendo revocatorio en 2016. Referendo revocatorio que es posible en 2016 y los ciudadanos repetiremos hasta el cansancio -para que se nos crea y no haya duda- que estamos dispuestos a construir una fuerza política inmodificable que haga posible el referendo revocatorio.

El RR, ¡Obstáculo Tibisay, régimen autocrático militarista!, no es un problema entre oposición y revolución fracasada, es mucho más que eso, está por encima del esquema de la subpolítica. El RR es un derecho que sirve a una realidad en el tanto y cuando quienes hoy ejercen funciones públicas y de gobierno tendrán, que entender que somos los demócratas quienes mandamos como ciudadanos, a quienes ejercen funciones públicas. Por lo tanto, quienes están ejerciendo funciones de gobierno, como Tibisay, NM y todos los ministros, son nuestros mandados. La ciudadanía ha decidido y continuará decidiendo que haya revocatorio y no existe excusa ni raciocinio, como el obstáculo-tibisay, para que no se efectúe el referendo revocatorio el año 2016.

Es auténtico,

Director de CEPPRO

Caracas, 10/08/2016

 3 min