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Opinión

Acceso a la Justicia

«Venezuela no está investigando o no ha investigado hechos delictivos que pueda constituir delitos (de lesa humanidad)». La declaración la hizo la Sala de Cuestiones Preliminares de la Corte Penal Internacional, que aceptó la petición que le hiciera el fiscal del juzgado con sede en La Haya (Países Bajos), Karim Khan, para retomar sus pesquisas sobre lo ocurrido en el país, «al menos desde 2017».

El pronunciamiento de la Sala figura en un auto de 45 páginas de extensión publicado el pasado 27 de junio de 2023 y que supone otro revés para el Gobierno de Nicolás Maduro, el cual ha pasado los últimos ocho meses intentando distintos recursos para cerrarle las puertas a la posibilidad de que el despacho de Khan comience a buscar a los responsables de las detenciones arbitrarias, torturas, ajusticiamientos y persecuciones ocurridas en el país.

En su dictamen, los magistrados Péter Kovacs, Reine Adélaïde Sophie Alapini y María del Socorro Flores Liera dieron cinco razones para considerar justificada la investigación de la Fiscalía de la CPI.

1. Sin voluntad

«Venezuela no está investigando (y no expresa ninguna intención de investigar) las alegaciones de hecho que subyacen a los elementos contextuales de los crímenes de lesa humanidad». Este fue el primer motivo que dio la Sala para autorizar a Khan a retomar sus averiguaciones.

La instancia reconoció que las autoridades han tomado «algunas medidas de investigación»; es decir, que han abierto algunos procesos por las graves violaciones a los derechos humanos registrados en el país. Sin embargo, consideró que son insuficientes, pues «no reflejan suficientemente» la gravedad de lo ocurrido.

El hecho de que las autoridades en los escritos que han enviado en los últimos meses al juzgado internacional hayan insistido en su tesis de que en el país «no se cometieron crímenes de lesa humanidad […], ni siquiera superficialmente» parece habérsele devuelto como un búmeran.

2. Sin llegar hasta las últimas consecuencias

La Sala también criticó contra quién están dirigidas las investigaciones en curso. En el auto se lee que «el enfoque de las investigaciones internas parece estar generalmente en los perpetradores directos (o funcionarios) de bajo nivel».

Los casos del concejal Fernando Albán, del capitán Rafael Acosta Arévalo y del estudiante David Vallenilla corroboran esto último. Los casos antes mencionados tienen algo en común, el Ministerio Público se limitó a investigar a los funcionarios que les quitaron la vida a las víctimas y no indagaron en la posible responsabilidad de sus superiores jerárquicos y mucho menos se pasearon por la posibilidad de que dichos sucesos formaran parte de una política de Estado.

El artículo 28 del Estatuto de Roma deja en claro que se debe investigar la responsabilidad por acción u omisión de las cadenas de mando.

3. Investigaciones limitadas

Otro motivo esgrimido por la Sala de Cuestiones Preliminares para permitirle a Khan proseguir sus averiguaciones sobre Venezuela es que consideró que las investigaciones internas han sido «limitadas».

Hasta el momento, el Ministerio Público ha informado que tiene abiertas 893 averiguaciones por abusos y violaciones a los derechos humanos ocurridos desde 2017. Sin embargo, casi 9.000 venezolanos que se consideran víctimas aportaron sus opiniones al juzgado, lo que pone en evidencia que el número real de casos es muchísimo mayor.

4. Lentitud inentendible

El cuarto argumento fue el tiempo que se toman las autoridades para investigar los casos denunciados. «Parece haber períodos de inactividad investigativa inexplicable», denunció la Sala.

En los extensos informes que el Ministerio Público y la Cancillería le han enviado a la CPI hay datos que, por lo visto, han terminado jugando en su contra, y uno de ellos es que el grueso de las investigaciones por violaciones a los derechos humanos se encuentra en fase preliminar, pese a que en algunos casos han transcurrido más de seis años de ocurridos los hechos.

El despacho dirigido por Tarek William Saab admitió el año pasado que apenas 23 casos (2,58%) han terminado con una condena por parte de un juez, mientras que 606 (67,86%) se hallan en fase de investigación y en 764 (85,55%) ni siquiera han logrado determinar a los autores de los crímenes.

El caso del estudiante Juan Pablo Pernalete es emblemático en este sentido. Tras sostener durante varios años que era errada la tesis de que la Guardia Nacional fue la responsable de la muerte del bachiller en 2017, cuando participaba en una manifestación en Altamira, en 2021 Saab admitió que finalmente que esta hipótesis era la correcta, de acuerdo con las evidencias.

5. Minimizando los hechos

Por último, a la Sala de Cuestiones Preliminares le alarmó el criterio sostenido por las autoridades judiciales en algunos casos, por considerar que «parecen no reflejar suficientemente las formas de criminalidad que la Fiscalía pretende investigar, destacando en particular la intencionalidad discriminatoria subyacente a los delitos alegados y la insuficiente investigación de los delitos de naturaleza sexual».

El Gobierno venezolano, en sus informes, niega que lo ocurrido en el país formara parte de una campaña sistemática de su parte contra la disidencia, una opinión que la Sala no comparte. Asimismo, ha descartado investigar los crímenes de persecución, por cuanto ellos no están previstos en la legislación nacional, lo que pone de manifiesto la falta de interés en cumplir con las obligaciones del Estatuto de Roma, que establece que los países que son partes del mismo deben incluir los delitos allí tipificados en su legislación interna, por lo que el hecho de que en Venezuela la persecución no sea delito evidencia que la razón última de los crímenes de lesa humanidad no es objeto de investigación en el país, simplemente porque no se le considera como un delito.

Y a ti venezolano, ¿cómo te afecta?

El pronunciamiento de la Sala de Cuestiones Preliminares de la CPI es histórico y una buena noticia para las víctimas, quienes ven cómo se acercan las posibilidades de que sus casos sean conocidos por una instancia independiente. El fallo también revela que el juzgado actúa diligente cuando se le permite y representa una derrota más para las autoridades y su estrategia de obstaculización de la justicia internacional.

Es una pequeña victoria dentro de largo camino que todavía queda por recorrer, pero también es un acto de justicia para las víctimas que ven cómo en La Haya encuentran lo que en Venezuela se les niega.

julio 3, 2023

https://accesoalajusticia.org/cinco-razones-cpi-autorizar-fiscal-reanuda...

 4 min


Rafael Rojas

Debo haber conocido a Carlos Alberto Montaner hace más de treinta años, en Miami, a través de nuestra común amiga, la escritora Uva de Aragón. Yo acababa de llegar a México, desde Cuba, a realizar estudios doctorales en historia, por lo que conocía de primera mano la agresividad con que los medios oficiales de la isla perfilaban su persona y sus ideas.

Poco antes de mi salida se había producido uno de esos habituales capítulos de represión y escarnio contra intelectuales críticos. Me refiero a la campaña de descrédito contra la poeta María Elena Cruz Varela y los escritores que firmaron la Carta de los Diez, dirigida a Fidel Castro. En el documento se pedían cosas tan razonables como la elección directa de los diputados a la Asamblea Nacional, la liberación de todos los presos políticos, la apertura de los mercados campesinos y el reconocimiento del derecho de retorno al país para los emigrantes cubanos.

Como siempre sucede en esas reyertas entre los intelectuales y el poder en Cuba, algunas de las demandas serían adoptadas muy pronto por el propio gobierno. Pero haberlas dado a conocer a la opinión pública, de manera autónoma, era pecado de lesa ideología. Entre los firmantes se encontraban los novelistas Manuel Granados y José Lorenzo Fuentes y los poetas Manuel Díaz Martínez y Raúl Rivero. Quien haya conocido a cualquiera de los cuatro sabe que decían lo que pensaban.

Aún así, en Granma, Juventud Rebelde y la documentación inculpatoria del Partido Comunista, la Unión de Escritores y Artistas y el Ministerio de Cultura, se acusó a aquellos intelectuales de ser parte de una “maniobra de la CIA”, coordinada por Carlos Alberto Montaner. Los escritores y periodistas que firmaron la carta, y muchos jóvenes de mi generación, que simpatizamos con esas demandas y rechazamos el encarcelamiento de Cruz Varela, fuimos, desde entonces, catalogados como ventrílocuos o marionetas de Montaner.

Cuando lo conocí personalmente, este periodista, escritor y político, que rozaba los 50 años, me pareció lo contrario de lo que trasmitía la caricatura oficial cubana. No proyectaba Montaner la personalidad de un conspirador o un activista, ni siquiera la de un político profesional. Su talante correspondía más al del intelectual o, a lo sumo, el tertuliano. Cultura amplia, humor chispeante, trato afable, gran capacidad de interlocución.

Para entonces había vivido su exilio en San Juan, Puerto Rico, y el Madrid del tardofranquismo, Adolfo Suárez y Felipe González. A diferencia de la mayoría de los líderes cubanoamericanos de Miami y Washington, poseía una formación hispánica y había sido marcado por las transiciones democráticas en España, Portugal y América Latina entre fines de los años 70 y toda la década de los 80. Como tantos liberales españoles y latinoamericanos, se dejó arrastrar por el oleaje triunfalista de la caída del Muro de Berlín, el avance de la democracia y el mercado en Europa del Este y la descomposición de la URSS.

Era autor de dos novelas, Perromundo (1972) y 1898: la trama (1987), y dos ensayos pioneros en la búsqueda de un relato alternativo a la historia oficial cubana: Informe secreto sobre la Revolución Cubana (1976) y Fidel Castro y la Revolución Cubana (1983). Pero lo que más me impresionó del trabajo de Montaner, especialmente en sus décadas en Madrid, fue su proyecto editorial Playor, tal vez el primer intento serio de publicar en español estudios académicos sobre Cuba, producidos en el exilio.

Se dice fácil, pero en Playor aparecieron, en español, los primeros libros de académicos como el economista Carmelo Mesa-Lago, el sociólogo Irving Louis Horowitz o la monumental serie ilustrada, en catorce volúmenes, Cuba: economía y sociedad, del historiador cubano, exiliado en Puerto Rico, Leví Marrero. Cuando en 1998, con Víctor Batista, fundamos la editorial Colibrí, también en Madrid, se hizo reconocible el antecedente de Playor en aquel esfuerzo por formar un catálogo de ensayo cubano fuera de la isla.

Repasando la biografía de Montaner en estos días, salta a la vista que su inmersión en la política activa cubana fue breve y limitada a la experiencia, en los años 90, de la Plataforma Democrática, un intento de concertación entre liberales, socialdemócratas y demócratas cristianos del exilio cubano. Tanto la Plataforma Democrática como la Unión Liberal, en términos de política cubana, fueron proyectos no solo breves sino de impacto limitado por dos razones conectadas: la poca capacidad del exilio, de cualquier exilio, para decidir el cambio político en el país de origen, y la hegemonía de la clase política cubanoamericana en los asuntos públicos de la diáspora.

Fuera de ese paréntesis de acción política, la obra fundamental de Montaner fue periodística y ensayista. Así lo atestiguan sus columnas en El Nuevo Herald, reproducidas en decenas de medios iberoamericanos, y su colaboración final en CNN. Como muchos intelectuales cubanos, volcados a la esfera pública y el ejercicio periodístico, desde la época republicana (Mañach, Ichaso, Pardo Llada, Tamargo…), su liderazgo fue más cívico que partidista.

Como novelista, Montaner reimpulsó su carrera literaria en los últimos años, con obras como La hija del coronel (2012), Otra vez adiós (2013) y Tiempo de canallas (2014). Como ensayista, desde los años 90 abrió un flanco de temática latinoamericana que cultivó, sobre todo, en el contexto del cambio de siglo, con títulos muy vendidos como Manual del perfecto idiota latinoamericano (1996), con Álvaro Vargas Llosa y Plinio Apuleyo Mendoza, Fabricantes de miseria (1998) y Las raíces torcidas de América Latina (2001).

Tuve la fortuna de discutir con Carlos Alberto Montaner mis diferencias con su enfoque de América Latina y el Caribe, y de constatar siempre su inagotable disposición al diálogo respetuoso sobre temas históricos y políticos. De todos aquellos libros sobre América Latina, el más logrado o el menos atrapado por estereotipos ideológicos de la Guerra Fría, fue, a mi juicio, Los latinoamericanos y la cultura occidental (2003). Preservo y vuelvo a visitar, cada cierto tiempo, un intercambio electrónico sobre este libro, que continuamos verbalmente en nuestros últimos encuentros en Miami y Madrid.

Es inevitable, en estos días, aborrecer la forma en que el Estado cubano ha distorsionado y distorsiona sistemáticamente la vida y la obra de este intelectual exiliado, que a lo que más tiempo dedicó fue a escribir sobre su país. Para la enciclopedia oficial cubana, Ecured, Montaner fue un “connotado terrorista cubano” y un “mercenario financiado por la CIA”. Las miles de páginas que escribió, en el empeño de recuperar un país perdido, pretenden ser anuladas, pulverizadas en las cenizas del archivo nacional, por esas dos consignas. Por suerte hay vida y hay historia más allá de la máquina del olvido cubano.

30 de junio 2023

Letras Libres

https://letraslibres.com/ideas/rafael-rojas-in-memoriam-carlos-alberto-m...

 5 min


Humberto García Larralde

La situación de Venezuela luce terriblemente comprometida en todos los frentes, incapaz de generar condiciones para una vida digna de sus habitantes. De no introducirse cambios drásticos en su manejo, habrá de convertirse en un país fallido. La responsabilidad de tal fracaso recae en la gestión del chavo-madurismo frente al Estado. Redujo la actividad económica en más del 75%; destruyó la moneda nacional –el bolívar—y la capacidad adquisitiva de los venezolanos, perpetuando, durante años, la inflación más alta del mundo; incrementó, aún más, la descomunal deuda externa que dejó Chávez, precipitando una situación de default que aisló al Estado de los mercados financieros internacionales; acabó con las capacidades del Estado por responder a las necesidades de la sociedad, tanto en materia de salud y educación, como con los servicios públicos de agua, luz y seguridad y la infraestructura física; achicó la banca y, con ello, su capacidad crediticia; acentuó las desigualdades sociales, haciendo de Venezuela el país más inequitativo de América Latina; logró el milagro de arruinar a PdVSA, nuestra “gallina de los huevos de oro”; y colocó la explotación de ricos recursos minerales, como de importantes decisiones estratégicas, en manos de cubanos, rusos, chinos, iraníes y de bandas criminales. Nos impuso esta tragedia haciendo un uso extensivo de la represión, disolviendo las garantías ciudadanas y los derechos humanos consagrados en la Constitución. Tal proceder sólo fue posible por la connivencia de un sector descompuesto de la FAN, traidor a la patria, y de jueces y policías corruptos. La Corte Penal Internacional investiga a Maduro y sus cómplices por crímenes de lesa humanidad contra la población.

Elemento central de esta tragedia --pero lejos de ser el único-- es el colapso de la economía. Aunque el régimen levantó los controles de precio y liberó la tenencia de dólares, al haber arruinado la economía doméstica y destruido PdVSA, se quedó sin ingresos para financiar su gestión. Como tampoco tenía acceso a los mercados financieros internacionales, acudió a la emisión de dinero por parte del BCV, perpetuando las presiones inflacionarias que tanto han empobrecido a la gente. Y su respuesta para aplacar este flagelo ha sido la peor: 1) redujo el gasto público, aumentando la inoperancia del Estado, agravando la prestación de servicios públicos y comprimiendo los sueldos reales de los empleados del Estado; 2) elevó el encaje bancario hasta eliminar, prácticamente, su capacidad crediticia; y 3) intentó estabilizar el precio del dólar como ancla del sistema de precios, “quemando” las escasas divisas que entran al país. O sea, el chavo-madurismo cometió la barbaridad de reducir, aún más, la demanda como fórmula antiinflacionaria, en momentos en que la economía exhibe un descomunal desempleo de sus recursos productivos. Se acentuó, así, el impacto devastador de su gestión sobre la oferta de bienes y servicios, contrayendo aún más el ingreso, ya bajísimo, de los venezolanos. Se perpetúa la situación de postración en que se encuentra la economía, impidiendo la recuperación de los niveles de vida de la población. Un círculo vicioso que revela que, sin cambios significativos, Venezuela continuará entrampada en este estado de pobreza extendida, sin mayor perspectiva de alivio.

Superar esta trampa requiere de una inyección sustancial de recursos externos para sanear al Estado, rescatar los servicios públicos, atender la emergencia humanitaria y liberar a las fuerzas productivas del conjunto de trabas que las aplastan. Pero el acceso a tales recursos está condicionado a reformas que restablezcan el ordenamiento constitucional, ofrezcan garantías a los mercados internacionales, como condiciones que aseguren el reembolso eventual de tales empréstitos. Ello no coincide con el interés del chavo-madurismo de perpetuar el estado de anomia que resultó de desmantelar las instituciones y de la destrucción del Estado de derecho para continuar expoliando, sin restricciones, las riquezas del país. ¿Podrá cambiar de actitud? Se evidencia, entonces, que el entrampamiento es político.

La salida es también, obviamente, política. Del lado de muchos jerarcas del oficialismo, admitir las reformas antes mencionadas implica ceder privilegios y exponerse a ver confiscadas sus fortunas mal habidas y/o a pesar largos años en prisión por sus atropellos. Intentan blindarse erigiendo una falsa realidad a base de clichés, en la cual refugiarse. ¿Habrá otros dispuestos a negociar su salida y/o a permitir los cambios? ¿En qué condiciones? La inhabilitación política de María Corina Machado y la intervención del CNE atestiguan la intención de cerrar la vía electoral para materializar tales cambios. La represión de la protesta sindical en Guayana, como otras violaciones de derechos civiles, indican, asimismo, la continuidad de prácticas dictatoriales. ¿Qué haría falta para aumentar las posibilidades de que emergieran interlocutores oficialistas interesados en liberar al país de la actual tragedia?

La respuesta a la pregunta anterior depende mucho de lo que puedan hacer las fuerzas democráticas. Debilitadas, divididas y sin una vinculación estrecha con los diversos sectores que luchan contra la dictadura, será muy poco. Seguiríamos entrampados. El desafío crucial es, por ende, forjar la unidad requerida para construir una fuerza capaz de labrar espacios de lucha conducentes al cambio. Fundamental, en ello es saber asumir las aspiraciones de las mayorías en un proyecto claro y viable que les inspire confianza en las posibilidades de conquistar el cambio. Las movilizaciones con miras a participar en las primarias opositoras del 22 de octubre son un buen comienzo. Asimismo, la respuesta contundente de todos los candidatos ante la inhabilitación política de María Corina Machado que, junto a la impuesta a Enrique Capriles y a Freddy Superlano, violan la constitución, es también alentadora. Pero debe perpetuarse en una plataforma unitaria que conecte con las luchas sociales como imperativo para conquistar condiciones electorales confiables que abran las puertas a las posibilidades de cambio político. Persistir en la lucha por unas primarias que aúnan voluntades mayoritarias en torno a un propósito común de transformación democrática e inclusiva del país –o cualquier otro mecanismo consensuado que cumpla con tales requisitos--, por más obstáculos que interpongan los personeros del fascismo chavo-madurista, debe ser la estrategia a seguir. Tanto las inhabilitaciones, como la intervención, también inconstitucional, del CNE, revelan la vulnerabilidad de Maduro ante la perspectiva de que se concreten elecciones mínimamente confiables. Perdería de calle ante quien emergiese como candidato/a de unas primarias que cumpliesen con los propósitos arriba mencionados. Ahora es cuando las fuerzas democráticas deben afincarse en esa estrategia, sin ceder ante las vilezas que, como es su naturaleza, llegue a instrumentar el (des)gobierno para evitar medirse de verdad.

Podría objetarse que se corre el peligro de alimentar la polarización con posturas extremistas, de confrontación, que tanto han favorecido al chavo-madurismo en el pasado. Se asoma, como amenaza una respuesta similar a la instrumentada por el gánster Daniel Ortega en Nicaragua. ¿Se podrá evitar que ello ocurra a través de negociaciones? Lamentablemente, no hay razones para pensar que Maduro y los suyos vayan a acordar con la oposición condiciones para un “fair play” político. No está en su naturaleza.

Ante las últimas acciones del fascismo es menester la denuncia frontal y la movilización continua de la gente por hacer valer sus derechos a manifestar abiertamente su voluntad de cambio. Sólo desde una posición de fuerza podrá eventualmente negociarse acuerdos con los que han destruido al país que abran posibilidades de una salida electoral que inspire confianza como solución. Esto implica mantenerse firme ante los atropellos con que el chavo-madurismo pretende acallar la voz popular en estos momentos.

Una vez consolidada una posición de fuerza, en concierto con los aliados democráticos a nivel internacional, podrá pensarse en concesiones que ayuden a aquellos oficialistas que se han dado cuenta de que su proyecto no tiene salida a asumir un mayor protagonismo en la concreción de acuerdos prometedores con la oposición. Llegará el momento en que, con el pañuelo en la nariz, puedan discutirse condiciones de un régimen de justicia provisional que facilite el abandono del poder por parte de los criminales que hoy lo ocupan. Con la división de las fuerzas de oposición, seguiremos entrampados.

Economista, profesor (j), Universidad Central de Venezuela

humgarl@gmail.com

 6 min


Eddie A. Ramírez S.

¡Expropiar es robar!, le espetó la entonces joven diputada al presidente Chávez, quien había violado reiteradamente la Constitución y las leyes. Esos robos afectaron negativamente no solo el patrimonio de empresarios y dueños de pequeños negocios, sino también el patrimonio público. Chávez no tuvo necesidad de inhabilitar políticamente a sus oponentes, ya que tenía popularidad. Solo le bastaba hacer algunas marramucias. En cambio, Maduro está consciente de su falta de carisma y de adeptos. Está desesperado. Erróneamente, piensa que inhabilitando a María Corina Machado puede sobrevivir. Le va a salir el tiro por la culata, ya que es una luchadora. Inhabilitarla a ella y a Capriles es intentar robarles la posibilidad de competir y de cercenar nuestro derecho a elegir para recuperar el país. No podemos permitirlo.

Curiosamente, no fue Elvis Amoroso, quien usurpa la Contraloría, el que dio la información, sino un político de segunda y brinca talanquera. Quizá Amoroso quiere mantener un perfil bajo, pero le recordamos que el artículo 23 de la Convención Americana sobre los Derechos Humanos establece que “ todo ciudadano debe tener acceso, en condiciones generales de igualdad, a las funciones públicas de su país y que la ley puede reglamentar el ejercicio de los derechos y oportunidades exclusivamente por razones de edad, nacionalidad, residencia, idioma, instrucción, capacidad civil o mental, o condena por juez competente, en proceso penal”.

El distinguido abogado Román Duque Corredor, nos dice que “María Corina fue inhabilitada sin procedimiento alguno y sin audiencia. Tal decisión es nula absolutamente según artículo 19.4 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos. Si Amoroso no la revoca, según el artículo 83 de la misma Ley, es corresponsable de crimen de lesa humanidad de persecución”. Debería tener presente que la Corte Penal Internacional está actuando. ¿ Está dispuesto a inmolarse para favorecer a alguien que no tiene posibilidad de eludir el chaparrón de votos que se le viene encima? En Colombia funcionaron las instituciones cuando intentaron inhabilitar a Petro, por ello su rechazo a la arbitraria medida. .

En abril del 2017, también fue inhabilitado ilegalmente Henrique Capriles, quien había sido un exitoso gobernador de Miranda y actual competidor en la Primaria. Más recientemente, inhabilitaron a Freddy Superlano quien ganó la gobernación de Barinas, así como a su esposa quien no había ocupado un cargo público. Estos atropellos no tuvieron una respuesta adecuada por los demócratas, ni por la comunidad internacional. Hoy, las condiciones son diferentes.

Hay una elección presidencial ad portas, Maduro tiene un plomo en el ala por la decisión de la Sala de Asuntos Preliminares de la Corte Penal Internacional, cuyos tres jueces sentenciaron que “ Venezuela no está investigando las alegaciones de hecho que subyacen a los elementos contextuales de los crímenes de lesa humanidad”, y que el enfoque de las investigaciones a nivel nacional “parecen estar generalmente en los perpetradores directos y/o de bajo nivel”. La Sala también observó que “estas pesquisas aparentemente no abordan suficientemente los delitos que la Fiscalía pretende investigar, en particular en el presunto delito de persecución y la insuficiente investigación de los crímenes de naturaleza sexual”(Noticias ONU).

La Secretaría General de la OEA expresó que “ es una decisión arbitraria y contraria al estado de derecho que vulnera derechos políticos. El régimen recurre a las inhabilitaciones y proscripciones para aferrarse al poder y liquidar cualquier semejanza con la democracia mientras profundiza la crisis política, social, humanitaria y económica…”. También, un grupo de Euro diputados condenaron la inhabilitación, así como veintiocho exjefes de Estado y de Gobierno que integran el grupo IDEA.

La Corte Penal Internacional está haciendo su trabajo. También nuestros candidatos a la Primaria, que recorren el país despertando entusiasmo. Así mismo, la Comisión Nacional de Primaria realiza el trabajo encomendado. Corresponde a los ciudadanos en el exterior inscribirse para votar por la candidatura con la que simpatizan. Como era de esperar, a la fecha, la inscripción ha sido extremadamente baja. Eso es típico de una elección Primaria, pero desde luego influyen otros factores que no es el momento de comentar.

Instamos a los residentes en el extranjero a registrarse. Se lo debemos a Venezuela, a los asesinados, torturados, encarcelados y refugiados. Se lo debemos a quienes padecen por no poder adquirir alimentos, ni medicinas. Abstenerse es eludir una responsabilidad como ciudadano. Tenemos la oportunidad de recuperar al país. No será fácil. Convirtamos las inhabilitaciones de María Corina y de Capriles en nuestra bandera de lucha. Nadie debe desmayar.

Como (había) en botica:

Ayer 3 de julio, la Asociación Civil Gente del Petróleo cumplió 21 años. Fue una iniciativa de Juan Fernández y de un grupo de compañeros activos en Pdvsa, con el objetivo de lograr una relación estrecha entre la actividad petrolera y sus trabajadores con el resto de la sociedad. Amablemente me invitaron a formar parte del grupo fundador a pesar de que en tres meses me correspondía la jubilación. En estos años hemos realizado denuncias de corrupción, de violaciones a los derechos humanos, apoyado procesos electorales formando testigos y participando en dichos eventos, así como elaborando propuestas para la recuperación de nuestra principal industria. José Manuel Vilas, uno de nuestros miembros, fue vilmente asesinado y ocho compañeros debieron exiliarse. Tuve el honor de ser el Coordinador Nacional durante casi diez años. Actualmente la Coordinadora es Beatriz García. Cuenta con Delegados en 14 regiones petroleras y en el área metropolitana de Caracas. En esa misma fecha, se fundó el sindicato Unapetrol por iniciativa de Horacio Medina. Esta organización ha denunciado las persecuciones ante la Organización Internacional del Trabajo. ¡Seguimos presentes y comprometidos!

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

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Diversas Individualidades

Después de casi un cuarto de siglo de autoritarismo y tiranía, se están gestando en Venezuela las condiciones y las bases para una activación ciudadana, producto de diversos factores, entre los cuales destacamos el papel que está jugando la elección primaria en los sectores democráticos. Ella está contribuyendo a varios objetivos adicionales a la escogencia de un candidato unitario; está contribuyendo a la legitimación de un nuevo liderazgo político democrático y está haciendo vibrar de nuevo el cuerpo social, que estaba aletargado por largos años de despotismo.

Tan pronto fue designada la Comisión Nacional de Primaria (CNP) le ofrecimos nuestro respaldo, invitamos a la sociedad civil y las agrupaciones políticas a brindarle también su apoyo pleno, hemos hecho el seguimiento de sus actuaciones y hemos formulado recomendaciones, reclamos y reconocimientos cuando ha sido el caso.

Considerando lo anterior, reiteramos hoy nuestro respaldo a las decisiones que ha tomado la CNP, de continuar con la organización de la Primaria por parte de la sociedad civil y de que su realización progrese, no obstante la inhabilitación írrita que pretende el régimen de algunos de sus candidatos. El reglamento de la Primaria no consideró, ni tenía que considerar tal exabrupto, ni existe ninguna base en la Constitución que obligue a ello. En el mismo sentido, exhortamos a los candidatos a mantenerse en la contienda democrática, a que ninguno de ellos se retire y a que todos sigan cumpliendo sus campañas electorales para orientar y entusiasmar a sus simpatizantes.

Pero la realización de la Primaria requiere de esfuerzos y estrategias que eleven considerablemente la activación ciudadana y la probabilidad de su éxito, y por eso exhortamos hoy a la CNP a implementar prontamente acciones que agilicen el proceso y lo alineen firmemente con los objetivos de máxima participación, entre ellas las siguientes:

  • Actuar con mayor diligencia en la organización de la Primaria para la diáspora, proceso que no marcha hasta ahora con la necesaria celeridad;
  • Establecer mecanismos ad-hoc para el ejercicio del voto de los jóvenes que han sido impedidos de inscribirse en el Registro Electoral;
  • Redoblar los esfuerzos en seleccionar los centros de votación y adquirir el equipamiento correspondiente; y
  • Modificar el cronograma de trabajo inicialmente establecido, para subsanar los atrasos que el proceso presenta en la actualidad y realizar finalmente una Primaria exitosa.

La Primaria pertenece a la gente y estamos viendo cómo se convierte en un mecanismo activador de la sociedad. Efectuarla en forma transparente, efectiva y alineada con los objetivos de máxima participación será una contribución más a la recuperación de la democracia perdida en Venezuela. Las esperanzas de todos los venezolanos y los ojos de muchas naciones están pendientes de lo que ocurra con ella.

En favor de que la Primaria se realice convirtiéndose cada día más en un instrumento eficaz del cambio, y de que la sociedad civil venezolana se active para impulsarlo, suscribimos este documento,

Carmen Teresa Albanes

Arnoldo José Gabaldón

Alberto Ray

Laszlo Beke

Sary Levy Carciente

Asdrúbal Romero

Claudio Bifano

Vladimiro Mujica

Benjamín Scharifker

Werner Corrales Leal

Juan Pablo Olalquiaga

Caracas:03-07-2023

 2 min


Julio Castillo Sagarzazu

Todos conocemos la afirmación que algunos atribuyen a Talleyrand y otros a Fouché, a propósito del fusilamiento del Conde de Enghien. “Es peor que un crimen, es un error”.

Esa clase de errores son los que cometen los gobiernos asediados, sin apoyo social. Comienzan a desconfiar de su propia sombra, cualquier gesto inusual de un allegado lo convierte en sospechoso y terminan viviendo en un mundo irreal en el que solo caben los acólitos más cercanos.

El propio Napoleón, terminó en Santa Helena dando órdenes a ejércitos que no existían y Hitler, organizando en su bunker el contraataque para expulsar de Alemania a los aliados que ya estaban a tres cuadras de su refugio.

La “inhabilitación” a María Corina Machado, se inscribe en el repertorio de estos actos desesperados y erráticos de un gobierno aislado y que tiene a casi el 80% de los ciudadanos en contra.

La medida tiene todo el tufo de una provocación para sacar a Machado del camino de las primarias. Ayer nada más, un portal chavista se preguntaba (y animaba la gente a responder) qué debería hacer María Corina frente a este hecho cumplido. Fue interesante ver como todos los robots oficialistas, contestaron al unísono: “Calle, calle y más calle”.

Se trata de una nueva tentativa, luego de la fallida de sugerir que el CNE asumiría el control de las primarias. Por varios días esperaron la reacción de Machado, mandando las primarias al diablo. Como no funciono, dinamitaron al CNE para enviar el mensaje que el próximo será peor (como lo será, sin duda) Tampoco funciono. María Corina mantuvo la cabeza fría y más bien redobló su esfuerzo en la calle, creciendo exponencialmente el apoyo a su candidatura.

Esta “inhabilitación” in extremis, tratando de que sea una atrapada de “cordón de zapato” será inútil también. Se quedarán con los crespos hechos. María Corina no tiene ninguna razón para abandonar la vía de las primarias y de trancar una partida que tiene virtualmente ganada.

Queda más de un año por delante. Sera un año de aumento de capacidades, de crecimiento de su fuerza; de articulación con demócratas dentro y fuera de Venezuela.

Dicen que cuando tu adversario se está equivocando, no es bueno distraerlo. Esta demostración de desesperación, este bodrio de decisión de la Contraloría solo aumentara sus posibilidades de legitimar su liderazgo con una contundente victoria en las primarias. Que se sigan equivocando.

HASTA EL FINAL, es algo más que una etiqueta, hoy, más que nunca, encierra la voluntad de millones de venezolanos para producir un cambio.

El 22 de octubre comienza una nueva partida. Todos tendremos una mano nueva.

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Benjamín Tripier

Con lo de las primarias de oposición, y la expectativa de unas elecciones en 2024, ha renacido el espíritu democrático en el ánimo de la gente. Lo cual no significa ni que la gente esté contenta con la democracia que tenemos, ni que necesariamente piensen en salir a votar; y menos que menos, que ese tema sea una prioridad, especialmente para aquellos que lo están pasando mal. Simplemente quiere decir que el tema democracia, está nuevamente sobre la mesa: y eso es bueno.

Ahora, ese renacer del tema, no necesariamente alcanza a los venezolanos que están afuera. A ellos les dura la sensación de las razones que los forzaron a irse, y el temor a “retratarse” … viven en otra dimensión, en la cual la pertenencia venezolana está orgullosamente atesorada, en algún espacio de su cotidianeidad, y allí se quedará. Porque la coraza emocional que tuvieron que construirse para abandonar su vida en el país y arrancar en otra parte, requiere de atender lo que es inmediato para sobrevivir y desarrollarse, ah… y en muchísimos casos, eso incluye juntar dinero para enviar a sus familias, que quedaron “atrapadas” aquí en casa.

Por primera vez en la historia, tenemos más de siete millones de venezolanos en el exterior, cuatro millones de los cuales están inscriptos en el padrón electoral, pero sin haber cambiado domicilio. Y pudiera pensarse que, entre los que están afuera, al menos hay dos millones más, que, por diversas razones, no están aún inscritos en el CNE.

Hay quienes critican al expatriado que no se inscribe para las primarias, como si no hacerlo fuera una manifestación de voluntad o de no estar interesados. Bueno… es posible que a estas alturas estén más interesados en la política del lugar donde viven que en la del lugar donde supieron vivir. Y tal vez, también les venga el recuerdo de las veces que se les crearon expectativas, se anotaron, se “retrataron”, y nada pasó.

La sensación de riesgo que puede significar para ellos, que los puedan perseguir, que no les den el pasaporte, o no les certifiquen algo, estando en la situación de vulnerabilidad en la que están, es muy grande, y es motivo suficiente como para que no sea reprochable su actitud. Más bien, los que quedaron, deberían asumir que “esto es lo que hay”, porque tienen la ventaja de monitorear de cerca, de tomar la decisión de militar en un partido, de salir a protestar, o de salir a votar masivamente o de, por el contrario, abstenerse y considerar que esto está perdido… que el chavismo se quedará a como dé lugar, y que no merece la pena el intento de cambio –una vez más- porque no nos llevará a nada.

Lo que sí también hay que tener en cuenta es que los tiempos cambian, que las sociedades se desgastan, y que hasta los poderes hegemónicos dejan de serlo. Y que los únicos capaces de “leer” esos cambios, son los que viven aquí dentro, de un bando y del otro. Porque la terrible situación de destrucción que vivimos, la viven todos, chavistas y opositores. Y que, en la cúpula de los “enchufados”, no existe esa diferencia, que se mezclan los bandos, y que lo único que importa, es mantenerse en el poder, y acumular lo más que puedan, para después, cuando las cosas cambien. Porque seguro habrá un después, y seguro las cosas cambiarán: porque esto no puede seguir así.

Político

La diatriba interna en el chavismo ha vuelto a quedar oculta, y ahora están tratando de resolver las cosas internamente. El velo de silencio volvió a caer y, por el momento, solo nos quedará la fotografía de cómo estaban las cosas hace un par de meses… porque seguramente su crisis interna ha ido evolucionando, pero volvieron a manejarla puertas adentro… como siempre fue, y como está volviendo a ser.

A menos, claro, que las cosas se vuelvan a salir de control, y tengan la necesidad de volver a ventilarlo puertas afuera. Les decía que las cosas cambian, y que la hegemonía se debilita en sus estructuras.

El cambio generacional les está ocurriendo también a ellos, y, por lo que se aprecia, la organización del chavismo no ha ido evolucionando en consecuencia; los discursos son los mismos de siempre, al igual que las medidas en lo económico, lo político y lo social. Y cada vez más se alejan de las expectativas de la gente. Para su propia gente pierden credibilidad (y seguidores), y para los opositores, se muestran más vulnerables… porque están más vulnerables… el país se les está escapando de las manos.

Y eso que están solos sin nadie que se les oponga, porque los empresarios, en calma, siguen su juego, los militares en sus cuarteles, la justicia casi imperceptible, y la oposición… bueno, la oposición, parece que se acostumbró a no oponerse… y se dedicó a convivir. Claro que hay excepciones, una o dos excepciones, que intentan mover el amperímetro, y aun tímidamente, lo están logrando… pero tomará tiempo… para el 2024, no es.

Social

En una charla, en estos días, alguien reaccionó a mis comentarios como que presentaba un panorama desolador. Y es posible que esa persona tuviera razón, porque estamos caminando sobre los escombros de una sociedad, cuyos pobres no comían de la basura, y ahora es frecuente y generalizado, ver familias enteras buscando ahí su sustento.

En las redes de las urbanizaciones de clase media, se quejan de que abren las bolsas de basura, buscando algo rescatable, y dejan todo “regado”, y queda la sensación de que las víctimas son los que cerraron las bolsas, y no los que las abren. Porque la realidad, es que los que pudiéramos tener algún excedente rescatable, en vez de deshacernos de eso junto con el resto de la basura, tal vez pudiéramos colocarlo aparte y salir a ofrecérselos.

Y si, como pasa cada vez más, se consume todo, y se descarta poco, tal vez deberíamos salir a ofrecerles comida –lo que más buscan para ellos y para sus hijos– alguna ropa, y hasta medicinas básicas; no olvidar que a los que están en esa situación de pobreza también les sube la presión, tienen acidez o tienen asma… la diferencia es que no tienen cómo adquirir esas medicinas. Ellos se atienden, solo cuando el tema es realmente grave… y, aun así, sabemos que la salud pública está muy deteriorada, y en algunos lugares, inexistente.

Y de ese grupo es la gente que elige irse del país, “a pie”, y a la que le pedimos que se inscriba para votar, en el país cuya seguridad social está asumiendo el papel que la nuestra no puede darles, y que tiene que comenzar a retribuir la gentileza trabajando más tiempo y más duro que los locales. No es por nada, que diferentes países comienzan a reconocer la contribución positiva del inmigrante venezolano en sus sociedades, y son tomados como ejemplo de lo que debe ser “un buen ciudadano”.

Económico

Hay que estar claro que la inflación no ha subido más por la política de restricción monetaria que, mal que mal, viene aplicando el gobierno a través del súper encaje, de la restricción del crédito y de las intervenciones en el mercado cambiario.

Hay un reconocimiento tácito de que la sensibilidad inflacionaria de la demanda está asociada al déficit de oferta de bienes y servicios. Si no se puede aumentar la producción, hay que restringir la demanda. Pero se trata de un equilibrio precario, que no funciona como freno de la inflación, sino como un retardador desfasado.

Todos los días los precios suben, y si no fuera por las medidas mencionadas, pues subirían mucho más; estamos todos los días en el límite del disparo de la inflación… de que el resorte que mantienen presionado, se les suelte y llegue a lugares en los que ya hemos estado, y de los cuales, ya sabemos, resulta muy difícil y doloroso regresar.

El otro tema es que la inflación, indicador crítico de un sistema económico con problemas estructurales, está altamente influida por las expectativas, las cuales a su vez están afectadas por el entorno político, social, económico e internacional. En nuestro caso lo social está “debajo de la alfombra”, lo económico se puede explicar como una “recesión crónica creciente”, lo internacional se caracteriza por una dependencia real y efectiva muy grande de EE UU, mientras el gobierno insiste en resistirla (en 25 años no lo ha logrado, sino todo lo contrario), mientras insiste en asociaciones tóxicas con Cuba, Rusia y China, y saco a Irán del paquete, porque son los que realmente aportan valor en la relación… porque los otros tres, son solo fuente de problemas.

Y finalmente, el tema político que es el de mayor influencia en las expectativas, porque tenemos una democracia seriamente comprometida y cuestionada por los países democráticos. Porque habíamos emprendido un camino de liberalidad, explicitado políticamente como necesario, y que de repente comenzó a ser auto cuestionado, no solo en lo comunicacional, sino con medidas prácticas, como la desdolarización y el IGTF, respectivamente; hasta llegar, a inundar de bolívares el mercado, con incidencia en el aumento de los precios y la dramática caída del consumo.

Lo anterior coronado por la “purga” política al interior del chavismo con epicentro en Pdvsa y el negocio petrolero, que le terminó de dar el golpe final a las expectativas y a las posibilidades de recuperación económica.

Pero no todo está perdido… aún están a tiempo de rectificar, de permitir que el dólar sea una moneda de curso legal y pueda ser operada por los sistemas de compensación bancaria y de operación bursátil, y que el sistema de precios de referencia sea determinado por el mercado, incluyendo al precio del dólar.

Internacional

La noticia del encuentro (ahora no tan) secreto entre Venezuela y EE UU, representado por Jorge Rodríguez y Juan Gonzales, respectivamente, en Qatar, incorpora al reino como un nuevo actor, sumándose a los casos de República Dominicana, Noruega, Barbados, México, Colombia y, últimamente, Brasil… que finalmente chocaron contra la pared de la necesidad del chavismo de mantenerse en el poder; porque en eso, a los jefes, les va la libertad, el patrimonio y hasta la vida.

Hay demasiadas demandas multidimensionales que pesan sobre ellos, desde los pedidos de captura con recompensa, hasta la Corte Penal Internacional… más todo lo nuevo que pueda surgir cuando se investigue el pasado, porque en la mayoría de los casos se tratará de temas que no prescriben.

Porque si bien cualquier alternativa colocaría en el futuro a la oposición en el gobierno, el poder opositor real, en este momento, lo tiene EE UU. Hoy, dependemos de ellos en casi todo. Nos tienen rodeados, sancionados, nos administran con cuentagotas los ingresos, y en general continuando con la estrategia de máxima presión, que ellos llamaron de “la fruta madura”, esperan a que, en algún momento, caiga suavemente en sus manos.

Pero para que eso les funciones, lo más probable es que aumenten la presión, y no que la debiliten. Claro que es posible que a veces aflojen algo aquí y allá, pero siempre con la premisa de que el chavismo debe abandonar el poder; y con alguna concesión, que el chavismo gane unas elecciones en fair play, pero sin Maduro como candidato.

Todas las iniciativas están detenidas, desde la flexibilización económica, hasta las mesas de negociación política. Uno podría pensar que están desconcertados… eso es posible… pero también es posible que consideren que ninguna decisión, en sí mismo, ya es una decisión, y la consideren una buena decisión. Esperar y ver qué pasa.

El problema es que el país va deteriorándose, y que las bases chavistas están reemplazando ideología por pragmatismo, generando con eso una brecha entre la dirigencia y las bases que será difícil de cerrar, si no hay acciones concretas; que hoy pasan por lo político internacional, para que haya algún efecto sobre lo económico; lo cual, como les decía más arriba, es el problema principal de nuestra sociedad.

El chavismo está consciente de que seguir así, en forma reactiva y defensiva, puede durar mucho tiempo más en el poder, pero que no habrá posibilidades reales de frenar la caída económica, que, a veces es más lenta como en el 2021 y 2022, y a veces más acelerada, como la estamos viviendo en este 2023. Por lo que es de imaginarse que las reuniones secretas bilaterales, deben incluir el tema del cambio en el poder, y las consecuencias concretas y tangibles que sobre ellos podrían tener.

El representante del lado venezolano tiene capacidad para tomar decisiones y comprometer, mientras que Juan Gonzales, no solo no tiene poder ejecutivo, sino que hay instancias institucionales que finalmente tendrán que proponer algo al Congreso, porque no hay que olvidar que el tema Venezuela surge de una decisión bipartidista, que permanece sólida y sin fisuras. Y las decisiones ejecutivas deben ser consensuadas con ellos.

Y electoralmente hablando, a ninguno de los dos partidos que están en campaña, le interesa ser el que flexibilizó, porque su oponente, en este caso los republicanos (y el grueso de los demócratas) les caerán encima incrementado los costos electorales que están enfrentado los dos bandos.

Recomendación

  • Al gobierno: que habilite el traspaso al sector privado de toda actividad empresarial en manos del Estado, y que lo haga a través del Mercado de Valores. La estrategia del emprendimiento (bottom up) tiene sentido económico solo cuando hay un mercado para adquirir sus productos y servicios; porque de otra manera se queda solo en un proyecto social. La clientela natural del emprendedor está en el sistema empresarial, y gran parte de ese sistema está cerrado o subutilizado por estar en manos del Estado. Ah… y no olvidemos comenzar por el sector eléctrico, porque sin electricidad no hay actividad económica y el PIB no puede crecer.
  • A la dirigencia opositora: que no se preocupen tanto por las inhabilitaciones actuales y venideras, porque en realidad, con o sin ellas, no iban llegar a la presidencia. Lo importante es que reconozcan al resultado de las primarias como la construcción de un liderazgo suprapartidario que esté apoyado en las gigantescas bases populares que quieren un cambio. Y que, desde ese liderazgo, genuino y legalmente construido, recién entonces emprender el camino hacia el cambio. Al final del cual estarán las elecciones presidenciales, y no al revés.
  • A la dirigencia empresarial: que hay que tomar conciencia del cambio de perfil de nuestra sociedad, y del nuevo rol del Estado; ninguno de los dos es como era antes… ambos son nuevos y no los conocemos muy bien. Hay que planificar en forma privada, sin financiamiento del Estado, con la mínima intervención posible, rebaja en las exacciones de todos los niveles del Estado. Financiamiento por accionistas al principio, hasta que alcancemos las posibilidades de financiarnos por los ingresos, y recién cuando las cosas cambien, buscar la inversión extranjera, y cuando paguemos lo que debemos, buscar el financiamiento internacional.

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