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Opinión

Edgar Benarroch

EL CASO BENJAMÍN RAUSSEO

Benjamín Rausseo, mejor conocido como “El conde del guácharo”, anunció hace algo más de un mes, su deseo de participar en las elecciones primarias que organiza la oposición para seleccionar nuestro candidato a la presidencia de la Republica. Ahora nos dice que retira su participación en las primarias, pero anuncia que será candidato a la primera magistratura nacional, cuya elección ocurrirá el inmediato año 2024.

Leí un comunicado, que autorizado por Rausseo, firma mi amigo de muchos años y talentoso dirigente político que fue secretario nacional juvenil de COPEI, Agustín Berrios, que no sabía, me entero ahora, respalda esa candidatura. Sorpresa te da la vida y ésta me causó inmensa sorpresa y alarma.

Creo que la motivación principal o única que tuvo Rausseo para retirar su participación en las primarias es sentirse sin ningún chance de triunfo y además debería firmar un documento de acatamiento del resultado de esa consulta y respaldar con mucho entusiasmo y voluntad a quien resulte victorioso y él no se siente en condiciones de ello.

Desde un principio, cuando Rausseo informó su deseo de participar en el evento de oposición, se especuló que esa candidatura era propiciada por el régimen con el objeto de fracturar la votación opositora. Ahora cuando retira su nombre de las primarias, pero anuncia que será candidato a la presidencia del país en las elecciones que se celebrarán el inmediato año 2024, concluyo que esa especulación se transformó en verdad. Ese será su rol, el dividir la oposición, si ahora se vio sin chance, mañana será peor porque el pueblo está advertido.

Soy muy respetuoso del que presente su nombre para la presidencia de la República, al fin sólo se exige ser venezolano por nacimiento y no tener otra nacionalidad, ser mayor de 30 años de edad y no estar sometido a condena mediante sentencia definitivamente firme. No existe otro requisito; a veces pienso que se deben exigir otros requisitos.

Pretender brincar del humor grotesco a la presidencia de la República, sin haber tenido en ningún momento inquietud política y ser indiferente ante la suerte del país y estar dedicado exclusivamente, con la grosería y vulgaridad, a ganar dinero, me parece por lo menos una temeridad. Pienso que la popularidad que le da su actividad lo indujo a buscar la primera magistratura nacional, pero tenemos el legítimo y sagrado derecho a exigir más, mucho más.

El inmediato año 2024 se aclararán las aguas, que hoy lucen turbias, y veremos donde estamos parados.

24 de junio 2023

EL DESALIENTO

Desaliento es decaimiento de ánimo, desfallecimientos de fuerzas. Es la pérdida de nuestras facultades emocionales espirituales y físicas. Con desaliento la gente sufre un bloqueo que les impide actuar como debe ser, es una herramienta perversa y muy peligrosa de Lucifer.

El decaimiento del ánimo y de la energía para hacer o continuar haciendo algo es un sentimiento de alta peligrosidad y de consecuencias terribles, crea falta de visión de la vida, inseguridad, sentirse subestimado, se cree que no hay posibilidad de crecimiento y desarrollo, se vive en conflictos y en trabajo poco realista .

Para superar el desaliento es necesario tener consciencia de los pensamientos no apropiados e inconvenientes que nos influyen sin darnos cuentas, pero ocurre.

Belfegor, es el nombre en hebreo de un demonio de la tradición judía y cristiana, que induce a la corrupción y al decaimiento y que en compañía de Lucifer, Mammón, Leviatán, Belcebú, Satanás y Asmodeo integra los denominados siete demonios.

Lo cierto es que el desaliento nos paraliza, nos marchita el espíritu y nos afecta negativamente hasta las ganas y deseos de vivir, por ello debemos enfrentarlo y superarlo con mucha voluntad y esmero.

El laboratorio macabro que tiene montado el régimen y que opera todos los días y todo el día, para llenarnos de desaliento, es una instancia concebida para lo peor con pretensiones de dominarnos y manejarnos. Cuando emisarios del régimen dicen “No salimos por las buenas ni por las malas” o “no nos vamos con votos ni con balas”, lo que están es sembrando desaliento. Los ingenuos se preguntan ¿para qué votar sino van a salir? Cuando afirman que saben por quién se vota, es una mentira gigantesca que busca ahuyentar al elector. El desaliento ha llegado hasta gente más o menos informadas que sostienen que este régimen no sale en democracia con votos.

Van a designar un nuevo Consejo Nacional Electoral que será el más radical y duro de todos, lo integrarán con gente totalmente incondicionales “rodillas en tierra” con el régimen ¿Para qué?, para desconcertarnos y pensar que con ese CNE no se puede ganar elecciones. Cuando torturan y asesinan lo hacen enviando un mensaje a quienes pretendan combatirlo y estén advertidos de lo que viene. Tengamos presente que una gigantesca montaña de votos no se puede desconocer y si lo hacen, la conmoción social será de consecuencias imprevistas, generalmente muy lamentables y en, penosamente, algunos casos insuperables.

Que el desaliento nunca esté presente en nuestro ánimo porque la esperanza y optimismo no lo dejan entrar. Adelante que el futuro inmediato pertenece a la nueva Venezuela del progreso, desarrollo, bienestar y felicidad, donde todos viviremos solidariamente siempre con privilegio por los más pobres y vulnerables.

23 de junio 2023

¿POR QUÉ LA FACILIDAD?

Este es un régimen que nos niega el pan y el agua, que nos pretende manejar por el estómago haciéndonos pasar hambre, que persigue, encarcela, tortura y hasta asesina a la disidencia, además de destruir el país dañando lo bueno y empeorando lo malo. A nosotros, como oposición, nos corresponde cumplir con el ineludible e inaplazable deber de enfrentar con todos los hierros civilizados este lamentable y penoso estado de cosas y hacerlo en concordancia con la grosera e irrespetuosa de todo, actitud del régimen. No planteo “Ojo por ojo y diente por diente”, somos distintos a ellos, pero alguna reacción debemos tener que se corresponda con el despotismo, totalitarismo y autoritarismo con que procede el régimen. Un viejo adagio nos indica que “el que mata con hierro no puede pretender morir a sombrerazos” y también “el que lanza piedras no puede esperar flores”.

Si tenemos un régimen despótico que no se para en ninguna consideración por mantenerse en el poder ¿Por qué nosotros tenemos que despejarle el camino y facilitar sus fechorías? Considero que la renuncia de Picón y Márquez a la condición de rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE) es una ayuda que le facilita al régimen hacer lo que desde el principio se propuso: nombrar un íntegramente nuevo CNE, a todos sus rectores principales y suplentes. Hasta este momento lo que he leído de Picón y Márquez no justifica colaborar con este régimen y además la estatura de los hombres se mide en la adversidad y en los inconvenientes y ellos han podido resistir hasta el final, hasta que se produzcan sus destituciones, que serían inmensamente inconstitucionales y arbitrarias y luego recurrir por ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) para apelar la violación constitucional, denunciar la arbitrariedad y la negación del derecho y la razón, aunque se sospeche que la decisión del TSJ será darle la razón al régimen en concordancia con su incondicionalidad rastrera. La pelea se debe dar hasta el final y no en las primeras de cambio rendirse y entregarse colaborando, porque las circunstancias sean adversas. El camino ahora está expedito para que el régimen haga lo que le da la gana con la integración del CNE y ver que se colaboró con ello, nos da pena ajena.

22 de junio 2023

 5 min


Francisco Suniaga

Dos escritores venezolanos del siglo XX, Arturo Uslar Pietri y Miguel Otero Silva, coincidieron en narrar, desde ángulos opuestos, uno de los episodios más trascendentales del proceso de conformación de nuestra sociedad: la búsqueda de El Dorado. Comienza con una expedición auspiciada por el virrey del Perú, de trescientos curtidos soldados-conquistadores españoles, cientos de indígenas y de esclavos, bajo el mando de Don Pedro de Ursúa. La misión, fundada en un mito nacido décadas antes, era encontrar y conquistar para la Corona esa fabulosa ciudad de oro; una auténtica cruzada contra el sentido común que terminó muy mal, como tenía que ser.

Ambos autores enfocaron sus novelas en esa aventura que comenzó como una gran empresa real y terminó en un desastre de enormes proporciones, considerando la escala de la época. Entre los expedicionarios estaba un aventurero, ya maduro para el oficio, que terminó siendo el personaje central de la historia: Lope de Aguirre. Un sargento psicópata que se amotinó contra la autoridad del Rey (representada en Ursúa), y se convirtió en el amo y señor del destino de la expedición, de las vidas de quienes lo acompañaban y de aquellas de los desdichados que tuvieron el infortunio de cruzarse en su camino.

La primera consecuencia de ese golpe militar de la época fue la pérdida del rumbo. Ya no se trataba de una empresa de la Corona, de expedicionarios oficiales con un comando jerarquizado y un objetivo definido sino de una pandilla de forajidos dirigida por un loco. Bajo el mando de Lope de Aguirre, como era de esperarse, la misión devino en un frenesí destructivo que se agudizaba, en la medida en que se hacía evidente su fracaso. La idea dejó de ser encontrar El Dorado para derivar en una marcha sin otro propósito que la violencia contra personas y bienes. En un plan desquiciado, pretendieron regresar a Lima desde el Caribe (lo juzgaron más fácil). Eso los llevó desde el Orinoco a la isla de Margarita donde arribaron en julio de 1561. Se despidieron de ella el 29 de agosto, después de haberla saqueado y asesinado al gobernador y decenas de pacíficos vecinos. La aventura terminó trágicamente en Barquisimeto, donde Aguirre y sus bandoleros fueron dados de baja, como aplica ahora decir en esos casos.

A modo de ejercicio literario, a veces incluso como un pasatiempo ocioso, algunos escritores han jugado con la idea de narrar lo qué habría sucedido a posteriori, si un acontecimiento conocido, de esos que marcaron un rumbo determinado en la historia, hubiera resultado al revés. Quim Monzó, el escritor español, escribió un cuento que ejemplifica la situación, El caballo de Troya. En su twist narrativo, los troyanos dejan fuera de la ciudad al engañoso equino y, atrapados en su interior, los aqueos enloquecen y se aniquilan entre sí, algo muy apartado del cuento de Homero.

¿Qué habría pasado si El Dorado no hubiera sido un mito y Ursúa y los suyos en efecto lo hubiesen encontrado? Nadie se ha atrevido a recrearlo, pero cualquier ficción literaria cabe. El problema reside en que no es mentira que la nuestra es una realidad mágica y que uno de sus rasgos característicos es su empeño en superar la ficción. Si los escritores no se dan prisa con sus narraciones, se adelanta y las escribe ella.

Y eso fue precisamente lo que ocurrió en este caso. Nuestra realidad escribió otra historia alegórica a aquella del siglo XVI. Otra pandilla tras otro mito, el del Socialismo Bolivariano del Siglo XXI, fue la que buscó El Dorado y, lo peor, lo encontró, en Venezuela, por supuesto. En una analogía con la marcha trágica de Lope de Aguirre, reprodujo la misma locura, codicia y afán destructivo. Del hallazgo nada se ha salvado. Sus restos reposan ahora en bancos suizos, árabes, chinos e incluso de Estados Unidos. Los nuevos “marañones” han engordado y han acumulado riquezas inimaginables y ya nadie los quiere. El guion de esta tragedia todavía se está escribiendo. La realidad no ha encontrado aún cómo terminar esta historia de horror.

Fuera de cualquier ficción, percibo al chavismo como una mutación de los “marañones” de Lope de Aguirre, como una élite política sin ideología ni programas, que perdió la cordura y el sentido común. La gente ha huido despavorida del país (siete millones y contando) y la codicia y ambición son el norte de su conducta. Lo he dicho antes, se encuentran en un estado de debilidad extrema e irreversible. Son veinte o treinta marañones, carecen de principios políticos y de institucionalidad que los sostenga. La falla es estructural.

21 de junio 2023

La Gran Aldea

https://lagranaldea.com/2023/06/21/y-encontraron-el-dorado/

 3 min


Dambisa Moyo

En abril, el CEO de Alphabet, Sundar Pichai, predijo que la inteligencia artificial tendría un impacto “más profundo” que cualquier otra innovación humana, desde el fuego hasta la electricidad. Si bien es imposible saber con precisión cuál será el impacto, dos cambios parecen particularmente factibles: la demanda de mano de obra caerá y la productividad aumentará. En otras palabras, pareciera que estamos avanzando hacia un modelo económico sin mano de obra, en el que harán falta menos trabajadores humanos para sustentar el crecimiento.

Los empleos en apoyo administrativo, servicios legales y contabilidad parecen enfrentar el riesgo más inmediato como consecuencia de las nuevas tecnologías de IA generativa, entre ellas los grandes modelos de lenguaje como ChatGPT-4. Pero es probable que cada sector de la economía se vea afectado. Como las tareas de lenguaje representan el 62% del tiempo de los empleados, según observa un informe reciente de Accenture, los grandes modelos de lenguaje podrían afectar al 40% de todas las horas de trabajo.

Accenture estima que el 65% del tiempo que se dedica a estas tareas de lenguaje se puede “transformar en una actividad más productiva a través de la aumentación y la automatización”. Y un nuevo informe de McKinsey predice que el impulso de la productividad generado por IA podría sumar el equivalente a 2,6-4,4 billones de dólares en valor a la economía global anualmente.

Sin embargo, aunque una mayor productividad impulse el crecimiento económico, la disminución de la mano de obra lo minaría. Esto significa que, en definitiva, el crecimiento podría, perfectamente, estancarse. Una demanda reducida de trabajadores humanos implica un aumento marcado del desempleo, especialmente si se considera que la población mundial va a seguir creciendo.

El desempleo ya es un problema persistente. Según la Organización Internacional del Trabajo, la cantidad total de jóvenes desempleados (de 15-24 años) se ha mantenido en unos 70 millones durante más de dos décadas. Y la tasa de desempleo global de los jóvenes ha venido subiendo, del 12,2% en 1995, a ligeramente menos del 13% después de la crisis financiera global, a 15,6% en 2021.

La IA exacerbará estas tendencias. Y como el impacto de la IA en los mercados laborales probablemente sea estructural, el alza del desempleo representaría una desarticulación permanente. El desempleo estructural podría regresar a los niveles registrados en la desindustrialización de los años 1980, cuando el desempleo en el Reino Unido, por ejemplo, se mantuvo por encima del 10% durante gran parte de los años 1980.

¿De qué manera los gobiernos pueden respaldar el crecimiento del PIB en una nueva era de desempleo estructural persistente? La respuesta probablemente más obvia sea un giro a una mayor redistribución: los gobiernos aumentarían los impuestos sobre las ganancias generadas por las alzas de la productividad impulsadas por IA y usarían esos ingresos para respaldar a la población en general, implementando, inclusive, alguna versión de un ingreso básico universal.

Para garantizar un ingreso adecuado que sustente las redes de seguridad social expandidas, los gobiernos podrían ir más allá de gravar los beneficios extraordinarios generados por alzas de la productividad impulsadas por IA y pasar a gravar los ingresos de las empresas que obtengan los mayores beneficios. De esa manera, el estado -y, a su vez, la población general- obtendría un mayor porcentaje de los beneficios excepcionales de la IA.

Por supuesto, la revolución de la IA también tiene implicancias profundas para las empresas. Por empezar, las compañías tendrán que ajustar sus estrategias y operaciones para reflejar la combinación de una mayor productividad y una menor fuerza laboral, lo que les permitirá generar más producción con menos capital. Las empresas que hagan los ajustes necesarios, y ofrezcan ratios de eficiencia bajos, atraerán a los inversores; las que se demoren en cambiar sus modelos operativos perderán competitividad y podrían quebrar.

Los efectos de estos ajustes corporativos resonarán en toda la economía. Una demanda reducida de capital por parte de las empresas ejercerá una presión a la baja sobre el costo del capital, y las empresas tendrán menos necesidad de pedir dinero prestado a los bancos, provocando así también una caída de la actividad general en los mercados de capital.

Mayores impuestos a los beneficios (o ingresos) corporativos generarían desafíos adicionales. Si bien el estado necesitará aumentar los ingresos para financiar la creciente cantidad de desempleados, esto podría dejar a las corporaciones con menos utilidades retenidas para reinvertir, a pesar de las ganancias adicionales generadas por las alzas de la productividad impulsadas por IA.

Esto es malo no solo para las empresas. Una menor inversión en la economía minaría el crecimiento, achicaría la torta económica y perjudicaría los estándares de vida. También reduciría la base impositiva, erosionaría a la clase media y ampliaría la desigualdad entre los dueños del capital y la fuerza laboral tradicional.

De modo que, si bien los gobiernos podrían querer aumentar los impuestos y redistribuir las ganancias para aliviar la disrupción de corto plazo causada por la IA, en el largo plazo, tendrán que pensar en grande. De hecho, los responsables de las políticas van a tener que repensar los modelos económicos y los principios prevalecientes -empezando por la presunción de que la mano de obra es un motor de crecimiento clave-. En la era de la IA, los trabajadores pueden hacer poco para impulsar el crecimiento, pero deben beneficiarse de él.

22 de junio 2023

Project Syndicate

https://www.project-syndicate.org/commentary/ai-implications-for-unemplo...

 4 min


Berna González Harbour

Es muy posible que solo el fin de Putin pueda poner término a la absurda guerra que lanzó para devorar a Ucrania y recuperarla dentro de una esfera de influencia rusa que venía menguando desde la implosión de la Unión Soviética, en 1991. La ambición que desplegó el presidente de Rusia en la destrucción de Chechenia, en las escaramuzas en Georgia, en la anexión de Crimea y en la guerra soterrada que libró contra Ucrania en el Donbás desde 2014 veían su culminación con esta invasión en toda regla de una potencia europea que nos devolvió a los escenarios más cruentos de la II Guerra Mundial.

Pero los planes de Putin se truncaron y lo que pretendía ser una ocupación y conquista relámpago encalló en el territorio ucranio. El coraje inesperado que demostraron su presidente, Volodímir Zelenski, y su Ejército, con el apoyo incondicional y medido de Occidente, unido a las calvas de su propia estrategia militar, sumieron el conflicto en una guerra de largo aliento que amenaza con convertirse en un nuevo foco de conflicto armado duradero como los que hacen temblar Oriente Próximo. Pero, un año y medio después de intentar reescribir la historia patriótica rusa, ahora se enfrenta al mayor desafío que le ha procurado su aventura. Y es que, por primera vez, el enemigo está dentro.

Desde el inicio fue claro que Ucrania sola no podía parar la guerra, ni siquiera con todo el armamento y la ayuda recibida de Europa y de Estados Unidos. Suficiente ha sido el esfuerzo patriótico de los soldados ucranios y enorme el apoyo internacional, que no puede ir más lejos ante una potencia nuclear amenazante como es Rusia. Solo si surgía un elemento interno de disensión podía peligrar el consenso artificioso creado en Rusia en torno a Putin y su guerra.

Muchísimos rusos valientes lo intentaron. Pero muchos fueron encarcelados, millares huyeron y todos vieron el castigo enorme a los disidentes en prisión. Por ello el desafío solo podía venir desde el régimen. La guerra es de Putin y su continuación ha dependido siempre de su poder interno. Por ello el estallido de esta rebelión del líder del grupo de mercenarios Wagner es el primer indicio de disenso interno y tiene el potencial para desatar el interrogante más esperado: ¿es el principio del fin?

Las tropas de Prigozhin, arrancadas de las cárceles rusas más depauperadas y en contra muchas veces de poblaciones locales que veían a sus delincuentes, asesinos o violadores ir como héroes al frente a cambio de indulto, han llegado al límite. Utilizadas de punta de lanza, en primerísima línea del frente allí donde no llegaban las tropas regulares, los hombres de Wagner han sufrido en carne propia la muerte y las mutilaciones que ellos mismos también han infligido al invadido ucranio. Son criminales y como tales se han comportado en el frente. Rusia no podrá separar su imagen de la de estos mercenarios. Y por ello es más paradójico aún que el eslabón más crítico de la cadena es el que se ha roto. Pero así es.

El desafío de Prigozhin, que promete llegar a Moscú para terminar con el alto mando militar ruso y el ministro de Defensa, terminará seguramente en desastre. Él y el establishment militar ruso son dos caras opuestas de una misma moneda que difícilmente se encontrarán. Pero sus mensajes llegan a los rusos, que no están ni plena ni objetivamente informados, y minarán a cierta opinión pública que percibe el sinsabor de la traición interna. Hará mella. Y es hora de medir fuerzas.

Los golpes y revoluciones no suelen tener una única fecha. Pero mientras miden sus fuerzas, mientras se desprotege el frente y mientras Zelenski y Occidente solo pueden celebrar nuevos signos de debilidad, podemos decir que hoy se ha escrito una nueva página, un nuevo capítulo, en esta guerra atroz. El principio del fin, con suerte y sin que ello signifique que se vayan a ahorrar vidas, puede estar más cerca.

24 de junio 2023

https://elpais.com/internacional/2023-06-24/el-principio-del-fin.html

 3 min


Gerver Torres

Recientemente, un amigo comentó que “la oposición venezolana no sirve para nada”. Es una expresión que oímos con cierta frecuencia dentro de la propia oposición. A veces, se trata simplemente de una reacción inocua y puntual, que nos sale del alma a propósito de desaciertos y errores que cometemos. Sin embargo, en muchos otros casos, es el reflejo de un sentimiento mucho más denso y profundo que se ha arraigado en nuestra conciencia colectiva, la de la militancia de la oposición, y que ha irradiado hacia una buena parte del país, incluyendo aquella que no se identifica claramente con ningún sector político y cuya relevancia no puede subestimarse. Es un serio problema.

Hemos interiorizado y nos hemos hecho difusores de una narrativa que nos deshabilita política y moralmente: la idea de que no servimos para nada. No es la primera vez que nos ocurre algo así. En sus inicios, le abrimos las puertas de par en par al chavismo al consentir su narrativa de que la Cuarta República había sido un absoluto fracaso y tampoco había servido para nada. Muchos adoptaron esa narrativa y la propagaron. Nos faltó mesura y objetividad para defender, entre los muchos errores y desaciertos, lo que era valioso y defendible en ella, y había mucho. Muchísimo. Ahora nos damos cuenta de cuán equivocados estábamos. La Cuarta República, a pesar de sus defectos, era una versión del país mucho más prospera, inclusiva y democrática, que la actual. ¡Cuántos venezolanos desearían volver a ella!

Ese es el error que estamos cometiendo nuevamente hoy en día. Tirar al bebé junto con el agua sucia. Nadie puede negar que haya habido muchas fallas y equivocaciones en la conducción de la lucha democrática, pero al menos hay dos consideraciones que debemos tener en cuenta para conseguir un juicio más equilibrado sobre lo que somos y lo que hemos realizado:

La excepcionalidad histórica de la situación que nos ha tocado enfrentar. A menudo se compara el liderazgo actual de la oposición con el que tuvimos en otros momentos de nuestra historia, como el de la Generación del 58 que derrocó la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Con todo lo extraordinario y valioso que fue ese liderazgo, no podemos equiparar la complejidad de los desafíos de ambos momentos. Las dictaduras del siglo pasado, como las de Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez, eran dictaduras nacionales, sin articulaciones internacionales de importancia.

En cambio, la oposición venezolana y el país en su conjunto se enfrentan hoy a una coalición fenomenal de fuerzas que incluye, entre otros, a algunas de las autocracias más poderosas del mundo y a movimientos irregulares y delictivos que tal vez sean los más activos de la región. Nos referimos a la alianza conformada por Rusia, China, Cuba, Irán, las FARC, el ELN y quién sabe qué otras organizaciones criminales. ¡Nada más y nada menos que eso! Frente a estos actores, no es la oposición venezolana la que no ha sabido cómo actuar, sino que son los líderes y las democracias más avanzadas del mundo los que no han encontrado una manera efectiva de enfrentarlos. En este sentido, el problema de la oposición venezolana no es solo nuestro, es un problema que enfrentan todos los demócratas del mundo en la actualidad.

Los logros políticos de la oposición. El hecho de que las fuerzas democráticas aún no hayan logrado restablecer la democracia no significa que no tengan en su haber logros importantes. Por ejemplo, la atención y consecuente presión de la comunidad internacional, que contribuye a limitar las arremetidas represivas del régimen, se logra gracias a las acciones de la oposición. La creación de un gobierno interino, que obtuvo el reconocimiento de más de 50 países, incluyendo las democracias más fuertes del mundo, fue una jugada extraordinariamente audaz y novedosa. Aunque no logró su objetivo principal, desde el punto de vista político fue un movimiento destacable. ¿En cuántos países con regímenes autoritarios se ha llegado a establecer un gobierno paralelo?, ¿cuál sería la situación política en Venezuela si la oposición no hubiera resistido y hecho todo lo que ha hecho hasta ahora?, ¿no nos encontraríamos en una situación similar a la de Nicaragua o Cuba?

Es cierto que hay mucho que criticar y corregir dentro de la oposición venezolana. Es cierto que hay mucho que reclamarle a nuestros dirigentes. Sin embargo, la narrativa de que no servimos para nada no solo es falsa, sino que, más grave aún, nos condena de antemano a la derrota.

13 de junio 2023

La Gran Aldea

https://lagranaldea.com/2023/06/13/la-oposicion-no-sirve-para-nada-otra-...

 3 min


Gero Rueter

La energía solar ya cubre el cinco por ciento de la demanda mundial de electricidad. Además, los costos bajan, y la expansión y la demanda aumentan.

"Estamos viendo un crecimiento récord en la energía fotovoltaica en Alemania y, de nuevo, un enorme interés en la energía solaren Europa y en todo el mundo. La guerra en Ucrania y la crisis energética también han contribuido a que la demanda se dispare aquí", dijo Carsten Körnig, de la Asociación Alemana de la Industria Solar.

"Ahora tenemos mucho viento a favor, muchas cosas se están simplificando, hay un espíritu de optimismo hacia el futuro", explicó el catedrático Hans-Martin Henning, director del Instituto para Sistemas de Energía Solar, el Fraunhofer ISE, líder en Europa. Él hizo incapié en que el cambio positivo en la industria se debe a la actual política del gobierno alemán.

Según el banco de inversión estadounidense Lazard, la electricidad procedente de energía eólica y fotovoltaica en EE. UU. cuesta ahora solo la mitad que la del carbón y solo un tercio de la energía nuclear. Además, los módulos se producen cada vez más de manera eficiente y en mayores cantidades, por lo que los precios de la energía solar son cada vez más baratos.

La producción de electricidad con grandes plantas de energía solar en regiones soleadas cuesta actualmente entre 2 y 3 céntimos de euro por kilovatio hora, y pronto será aún más barata, "menos de un céntimo de euro por kilovatio hora", estima el catedrático Christian Breyerde, de la Universidad Politécnica de Lappeenranta (LUT) en Finlandia.

La energía solar desplaza cada vez más a la electricidad del carbón, del uranio y hace que la producción de hidrógeno verde sea atractiva, enfatizó Breyer a DW.

Energía solar, gana velocidad en todo el mundo

La Perspectiva del Mercado Global para la Energía Solar, presentada en IntersolarEurope, una especie de inventario sobre el desarrollo solar global, muestra la creciente expansión de la energía fotovoltaica en todo el mundo. En 2022, se construyeron nuevas plantas con una capacidad de 239 gigavatios (el año anterior 186 GW). A modo de comparación: la producción de una gran central eléctrica de carbón es de alrededor de 0,7 GW y una central nuclear produce alrededor de 1 GW.

Para los próximos cinco años, Solar Outlook predice un fuerte aumento: la capacidad instalada a nivel mundial se triplicará para 2027 a alrededor de 3.531 GW. Breyer y otros expertos asumen que la capacidad fotovoltaica instalada global aumentará a alrededor de 7.500 GW para 2030. La energía solar en la generación de electricidad global será entonces "probablemente del 30 por ciento", pronostica.

China, líder mundial solar

China lidera actualmente la expansión solar y la producción de módulos y células (80%) mundial. Allí ya están instalados 402 GW y, según Solar Outlook, 873 GW en los próximos cinco años. Según Outlook, se agregarán alrededor de 253 GW en los próximos cinco años en EE. UU., 145 GW en India y 88 GW en Alemania.

En Europa se abrirán nuevas fábricas para la producción de células y módulos solares. Políticos de la UE y fabricantes europeos firmaron la Alianza de la Industria Fotovoltaica en diciembre de 2022. A partir de 2025, los módulos fotovoltaicos con una capacidad anual de 30 GW se fabricarán en Europa. Se crearán más de 100.000 puestos de trabajo, solo en la fabricación.

Energía solar, fuente de energía más importante

Según la investigación del LUT, la combinación más favorable para el suministro global de electricidad, calor y energía es alrededor del 70 por ciento de energía solar, seguida por la energía eólica (18%), la biomasa (5%) y la energía hidroeléctrica. (3%).

En un reciente pódcast sobre el futuro de la energía solar, el catedrático Eicke Weber enfatizó que queda por ver si el cambio global será tan rápido como para cumplir también con el límite de 1,5 grados según el Acuerdo de París.

19 de junio 2023

DW

https://www.dw.com/es/el-auge-solar-acelera-la-transición-energética-global/a-65962482?maca=spa-newsletter_sp_Titulares-2358-xml-newsletter&r=17270582051132171&lid=2580571&pm_ln=206953

 3 min


Jesús Elorza G.

Una de las más importantes características de los veinticuatro años del gobierno “Revolucionario del Siglo XXI” es, sin lugar a duda, el elevado nivel de corrupción. Esa grave desviación de la ética pública tuvo su origen en el inmenso desorden administrativo que se impuso en dicho gobierno, por expresa voluntad del presidente de la República y líder fundamental de la mal llamada revolución bolivariana. Desde su propio inicio, se observó que existía un marcado interés en destruir todos los elementos de control que exige obligatoriamente el manejo de las finanzas públicas, para de esa manera lograr comprometer a los funcionarios, por encima de la lealtad normal que debe existir con un gobierno, y al mismo tiempo, permitir que los dineros públicos se manejaran sin ninguna supervisión, para poder ser utilizados con absoluta libertad por el régimen en sus objetivos políticos.

En el sector deportivo, quienes han pasado por los cargos administrativos superiores del Ministerio del Deporte, Instituto Nacional de Deporte y Comité Olímpico Venezolano han implantado y desarrollado una política que bien podemos caracterizarla como de “el saqueo de los recursos presupuestarios y el control totalitario del sector deportivo”.

A manera de síntesis, pudiera decirse que los 24 años del régimen chavista (1999-2023), se han caracterizado por una constante violación de la autonomía de las Federaciones Deportivas y del Comité Olímpico, el encubrimiento de los ilícitos ocurridos con todo lo relacionado con el transporte, alimentación y viáticos de las delegaciones que representan al país en eventos internacionales, la "naturalización express" de atletas extranjeros, la falta de transparencia en el manejo de los cuantiosos recursos económicos del Fondo Nacional del Deporte, la estafa continuada con la solicitud de divisas a Cadivi, el encubrimiento de los ilícitos ocurridos con la construcción de las instalaciones deportivas para los Juegos Nacionales o para eventos internacionales como lo fue el caso del Estadio Iberoamericano de Atletismo en Maracay y el grave y progresivo deterioro, y abandono, en que se encuentra más del 80% de nuestras instalaciones deportivas, lo cual ha generado el alejamiento de las comunidades y población en general de las mismas, consolidándose además, serias restricciones para el desarrollo del deporte de rendimiento por carecerse de instalaciones adecuadas.

La seguridad social de los trabajadores del sector deportivo obreros, empleados y entrenadores activos y jubilados ha empeorado progresivamente, los contratos colectivos están congelados desde el año 2000, salarios de hambre, no se les reconoce la homologación de las pensiones y jubilaciones, se mantiene cerrada la Escuela de Entrenadores, los seguros HCM que por sus pírricas coberturas, prácticamente los mantienen en condiciones de "condenados a muerte", los manuales clasificadores de cargos no son aplicados y los pasivos laborales duermen el sueño del burócrata, en la larga espera de su cancelación y salarialmente son discriminados frente a los chulos entrenadores cubanos. Apropiación indebida de los descuentos mensuales del 11% a los entrenadores como aporte a la Caja de Ahorros del IND, así como el 11% del aporte patronal. Esos aportes son retenidos ilegalmente, desde hace más de dos años, por las autoridades del IND y hasta el momento se desconoce el destino de estos.

La solicitud irresponsable de sedes de eventos deportivos internacionales con el solo propósito de continuar con la apropiación indebida de los recursos económicos destinados para tal fin; ejemplos de ello lo ocurrido con la Copa América de Futbol, Juegos Bolivarianos de Playa, Iberoamericano de Atletismo, Mundial de Softbol femenino entre otros. La inasistencia a eventos internacionales programados, por incapacidad gerencial que pretenden esconderlas con señalamientos contra el imperio norteamericano y la guerra económica. La entrega de divisas a la dictadura cubana a través de leoninos convenios de contratación de “entrenadores” y los juegos del “Alba”. La permanente suspensión de los Juegos Nacionales.

En el marco de este trágico y perverso cuadro, destaca la perdida de nuestra hegemonía deportiva en los Juegos Deportivos Bolivarianos frente a Colombia.

Esta situación de regresión institucional solo busca imponer un régimen totalitario que acabe con la descentralización, con los derechos a la libre asociación, la libertad de empresa, la autonomía de las entidades deportivas y genera una situación de incertidumbre e inseguridad laboral para miles de venezolanos que trabajan como obreros, empleados, entrenadores activos y jubilados en las diferentes instituciones nacionales, regionales o municipales encargadas de desarrollar las actividades deportivas en todo el territorio nacional.

En fin, el tiempo presente es duro y difícil. Nada que celebrar en este nuevo aniversario del Día Nacional del Deporte y sí mucho porque luchar.

 3 min