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Opinión

Volker Türk

Hola y gracias por venir.

En primer lugar, quiero agradecer al Gobierno por su invitación. Durante mi visita de los últimos días, me reuní con el Presidente Nicolás Maduro, la Vicepresidenta Delcy Rodríguez, el Ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, y el Ministro de Defensa. También me reuní con el Presidente de la Asamblea Nacional y Jefe de la Delegación del Gobierno en el Diálogo de México- las conversaciones estuvieron orientadas a abordar las crisis política y económica del país.

También mantuve reuniones con la Presidenta del Tribunal Supremo, el Fiscal General y el Defensor del Pueblo. Además, me reuní con miembros de la Delegación de la Plataforma Unitaria en el Diálogo de México. Estas reuniones me proporcionaron una perspectiva amplia y variada sobre los retos que enfrenta este país.

Durante mis misiones a los países de manera general, para mí es de fundamental importancia poder hablar con el mayor número de personas posible. Aquí en Caracas, me reuní con más de 125 miembros de la sociedad civil, personas defensoras de derechos humanos, víctimas de violaciones de derechos humanos y representantes de organizaciones de víctimas provenientes de todo el país. Les agradezco las reuniones abiertas y francas que mantuve. También aprecio profundamente la información que obtuve al reunirme con representantes de la Iglesia Católica Romana.

Permítanme compartir con ustedes algunas impresiones que me llevo de mi visita:

La situación de fragmentación y división en la sociedad venezolana y la pérdida de confianza, tanto entre sus miembros como entre diferentes grupos.

La necesidad imperiosa y urgente, expresada por muchas de las personas que conocí, de tender puentes para intentar sanar estas divisiones.

Los retos en materia de derechos humanos a los que enfrenta este país en los ámbitos civiles, político, económico y social.

La necesidad de que los actores nacionales e internacionales y la ONU ayuden a Venezuela a superar su crisis.

Y también, y de gran importancia, la oportunidad de empezar a superar las profundas divisiones y reconstruir el contrato social entre los venezolanos y las venezolanas.

En todas mis interacciones, destaqué la importancia del 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos este año. No se trata de una mera fecha en la agenda, o de un texto de milagros, sino de una oportunidad real para abordar y avanzar en muchas cuestiones de larga data, promover el diálogo y fomentar la sanación tras décadas de ruptura.

En conversaciones francas con las autoridades, planteé cuestiones relacionadas con el espacio cívico, las condiciones de detención y los retrasos judiciales, entre otras, animándolas a dar pasos significativos hacia la reforma de los sectores de la justicia y la seguridad, y a tomar la iniciativa en el fomento de la confianza con las víctimas y las organizaciones de la sociedad civil, escucharlas, incluirlas de forma significativa en el diálogo y responder a su difícil situación, en particular de las víctimas.

Tras mi reunión con el presidente Maduro, expresó públicamente su disposición a trabajar para mejorar el sistema de justicia. Esta es un área clave para la reforma y ofrezco el apoyo y la experiencia de mi Oficina para llevarla a cabo.

Basándome en mis conversaciones, percibo que existe un reconocimiento general en todo el espectro político y social de la necesidad de reforma.

He escuchado relatos de personas detenidas arbitrariamente y torturadas, y de familiares asesinados en operaciones de seguridad y manifestaciones. Una mujer superada por las emociones al relatar cómo dos años atrás su hermana había sido detenida, violada y torturada. En mis reuniones con el Presidente y los ministros, pedí que se pusiera en libertad a todas las personas detenidas arbitrariamente. Esto forma parte de mi llamamiento global a los gobiernos para que amnistíen, indulten o simplemente pongan en libertad a todas las personas detenidas arbitrariamente por ejercer sus derechos humanos fundamentales.

Entre otras cuestiones que planteé estaba el amplio y prolongado uso de la prisión preventiva y la necesidad de reformas relacionadas con las personas privadas de libertad.

Se me prometió que las denuncias de tortura se abordarían con decisión, se investigarían a fondo y los responsables serían llevados ante la justicia. Animé a las autoridades a tomar medidas decisivas para poner fin a la tortura de una vez por todas, y a ratificar el Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura, que busca tanto prevenir la tortura como mejorar las condiciones de detención. Esto estaría también en consonancia con el compromiso voluntario asumido por Venezuela durante el proceso del Examen Periódico Universal basado en Ginebra, que va hacia emprender una revisión exhaustiva del marco jurídico vigente sobre prevención de la tortura y reforzar la Comisión Nacional para la Prevención de la Tortura.

También les insté a ratificar la Convención contra las Desapariciones Forzadas y el Acuerdo Regional Latinoamericano y del Caribe sobre medio ambiente, Acuerdo de Escazú.

La sociedad civil ha compartido información sobre la situación, a menudo calamitosa, de las prisiones y la falta de alimentación, medicinas adecuadas y de acceso a asistencia sanitaria oportuna. Equipo acá realiza visitas periódicas a los centros de detención, pero, como señalé a las autoridades, esto debe incluir a todos los centros de detención, incluidos los gestionados por el ejército. De mis conversaciones con las autoridades, confío en que pronto tendremos acceso sin restricciones a todos los centros de detención dentro del país.

En cuanto a otras cuestiones concretas, me ha complacido escuchar que las autoridades se han comprometido a derogar el artículo 565 del Código Orgánico de Justicia Militar, que criminaliza las relaciones entre personas del mismo sexo y que las autoridades la han calificado como obsoleta. Tal medida estaría en consonancia con una de las principales demandas que escuché, de una representante de la comunidad LGBTIQ+.

Pude compartir nuestras observaciones -y preocupaciones- desde la perspectiva de los derechos humanos en relación con la propuesta de ley la cual regula las ONG. Insté encarecidamente a las autoridades a que tuvieran en cuenta nuestros comentarios.

También insté a las autoridades a revisar las muy restrictivas disposiciones legales que penalizan el aborto, que provocan la muerte de mujeres que se ven obligadas a recurrir a arriesgados procedimientos clandestinos.

Mi equipo aquí ha tenido cierto acceso a algunos expedientes judiciales y a las audiencias para poder hacer recomendaciones sobre el desarrollo de las investigaciones y los procedimientos judiciales desde la perspectiva de los derechos humanos. Esto es importante y animé a las autoridades a convertirlo en práctica habitual.

En las reuniones que mantuve con la sociedad civil, sindicalistas y jubilados, entre otras, me transmitieron con fuerza los problemas económicos a los que se enfrenta Venezuela, incluidos los relacionados con el salario mínimo y las pensiones, y el impacto que esto tiene en la vida cotidiana de las personas, al restringir el disfrute de sus derechos a la alimentación, el agua, la atención sanitaria, la educación y otros derechos económicos y sociales.

Describieron cortes regulares de electricidad, falta de agua corriente, renuncian a sus puestos de trabajo, incapaces de sobrevivir con su paga mensual. Los representantes de la Iglesia me dijeron que no necesitan ver informes para saber lo que está ocurriendo; ven el sufrimiento cuando salen a la calle para ayudar a algunas de las comunidades más vulnerables. Según las estadísticas de la ONU, hay más de siete millones de personas que necesitan ayuda humanitaria en el país.

Diferentes grupos de personas con los que hablé, incluidos los agentes humanitarios y las agencias de la ONU, me hablaron del impacto de las sanciones sectoriales en los segmentos más vulnerables de la población y de los obstáculos que las sanciones crean para la recuperación y el desarrollo del país, especialmente tras la pandemia de Covid-19. Las personas que conocí describieron su lucha por conseguir productos básicos y esenciales para mantener sus medios de vida, la imposibilidad de encontrar medicinas que sus seres queridos tanto necesitan y el impacto mental, la ansiedad y la depresión en que caen al tener que endeudarse cada vez más para sobrevivir.

Si bien las raíces de la crisis económica de Venezuela son anteriores a la imposición de sanciones económicas, como destaqué en mis interacciones, es evidente que las sanciones sectoriales impuestas desde agosto de 2017 han exacerbado la crisis económica y obstaculizado el disfrute de los derechos humanos.

Mi Oficina ha recomendado en repetidas ocasiones a los Estados miembros que suspendan o levanten las medidas que tienen un efecto perjudicial sobre los derechos humanos y que están agravando la situación humanitaria, un llamamiento que hacemos también con respecto a las medidas coercitivas unilaterales impuestas a otros países.

Los pueblos indígenas también expresaron sus legítimas reclamos y temores por sus comunidades, que ven amenazados sus medios de vida, su cultura e incluso su propia existencia debido a las operaciones mineras, las organizaciones dedicadas al narcotráfico y los grupos armados ilegales. Es vital que cualquier decisión que les afecte se base en su consentimiento previo e informado.

Pude escuchar a las delegaciones tanto del Gobierno como de la Plataforma Unitaria en el Diálogo de México. Reiteré nuestro apoyo a los diálogos en curso y subrayé la necesidad de escuchar a las víctimas en el proceso político. Aunque no subestimo en absoluto los retos a futuro, les insté a escucharse mutuamente y a entablar un diálogo significativo para encontrar una visión común para el futuro. Habrá obstáculos en el camino, pero al igual que un río sigue fluyendo a pesar de las piedras en su camino, el compromiso y el diálogo constructivo pueden forjar una vía para sortear los obstáculos.

Todas las partes deben reflexionar sobre el futuro que desean para Venezuela, y mi Oficina está dispuesta a tender puentes entre las instituciones del Estado y las personas, a ofrecer nuestra perspectiva y experiencia en materia de derechos humanos, también en relación con el proceso electoral y a contribuir a garantizar que el discurso en torno a los derechos humanos no sea manipulado con fines políticos.

Uno de los testimonios más elocuentes que escuché fue el de un hombre al que miembros de mi equipo visitaron mientras estaba detenido y por cuya liberación trabajaron. Le dio tranquilidad saber que no había sido olvidado. De hecho, todas las personas con las que hablé apreciaron la presencia de nuestra pequeña oficina aquí en Venezuela.

En cuanto a las venezolanas y los venezolanos fuera del país, animé a las autoridades venezolanas a que continúen e intensifiquen su cooperación con los organismos de la ONU para garantizar un retorno voluntario, seguro y digno a todos aquellos que lo soliciten.

En todas mis interacciones, escuché un fuerte aprecio por el trabajo de mi Oficina a través del país, que comenzó sus activades tras la visita de mi predecesora, Michelle Bachelet. Me alienta la decisión del Gobierno de prorrogar la presencia del equipo en Venezuela por otros dos años, para que puedan continuar, y hasta fortalecer su labor en ayudar a avanzar la agenda de derechos humanos en el país.

Me comprometo a seguir involucrado en Venezuela, no sólo porque así me lo ha encomendado la Asamblea General de la ONU y el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, sino por mi firme convicción de que es esencial para un futuro mejor. Ofrezco mi propio apoyo y el de mi equipo a todas las partes interesadas.

Muchas gracias.

28 enero 2023

Para mayor información y requerimientos de medios, por favor contactar:

Liz Throssell (quien viaja con el Alto Comisionado) – elizabeth.throssell@un.org

En Caracas:

Elena Ruiz Labrador - +58 424 2088 609 / elena.ruizlabrador@un.org

En Ginebra:

Marta Hurtado - + 41 22 917 9466 / marta.hurtadogomez@un.org

Ravina Shamdasani - + 41 22 917 9169 / ravina.shamdasani@un.org

Jeremy Laurence - + 41 22 917 9383 / jeremy.laurence@un.org

En Nueva York:

Laura Gelbert - + 1 917 208 6656 / gelbert@un.org

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 9 min


Pedro Raúl Solórzano Peraza

Venezuela necesita un nuevo gobernante, porque lo contempla la constitución una vez que finaliza un período presidencial, lo cual ocurrirá con el actual período, en el año 2024. Como consecuencia del desacuerdo existente en la oposición venezolana, para tomar tan importante decisión los líderes opositores, al igual que los habitantes de la región de Frigia por allá por los años 300 a.C., consultaron el oráculo. La respuesta del oráculo, el cual no era más que el pueblo desesperado por tantas carencias, fue que para tal responsabilidad se debe seleccionar una persona por medio de elecciones primarias, y que se respeten los resultados sin que ocurran fisuras en el bloque opositor que puedan debilitar la fuerza arrolladora de esa gran mayoría de venezolanos que anhelamos un nuevo rumbo en el futuro, para mejorar, entre otras, las condiciones sociales y económicas de los ciudadanos.

Al poco tiempo, después de las primarias, apareció una persona que cumplía con la descripción del oráculo, había sido seleccionado por abrumadora mayoría y trasmitía la seguridad de tener la capacidad de emprender tan ardua tarea, con la colaboración de los venezolanos más destacados en las diferentes áreas del quehacer nacional. Esto era suficiente credencial para optar a tan alto cargo. La población, la enfebrecida con el carisma del candidato seleccionado, obedeció al oráculo y eligió a aquel ciudadano como su nuevo presidente.

En los meses siguientes a la toma de posesión, el mandatario ya había liberado a Venezuela del colonialismo que imponían Cuba, Rusia, China, Irán y otros países, explotadores de nuestro territorio y sus riquezas. Ya había tomado y encaminado las medidas para mejorar los servicios públicos que como la electricidad y el suministro de agua potable eran irregulares y escasos. Para mejorar la educación desde los primeros niveles hasta la universidad con la revisión de los programas, especialmente en primaria e inicio de secundaria, y con la dotación de una infraestructura adecuada y justas mejoras sociales y económicas para los docentes. Para mejorar la salud con el rescate de hospitales y otros centros de atención primaria, recuperando su infraestructura y dotándolos con suficientes equipos y productos médicos que aseguren una atención adecuada a los pacientes, y con la justa mejora de las condiciones sociales y económicas de médicos, enfermeros y de todo el personal que labora en estos centros de salud. Para mejorar la agricultura recuperando la infraestructura de apoyo a esta actividad que sea responsabilidad de los entes oficiales, retomando programas de financiamiento suficiente y oportuno, y tomar las medidas para que el productor cuente con su seguridad personal y jurídica, al combatirse eficientemente los delitos que se cometen contra las personas y sus bienes. Para hacer respetar el ordenamiento territorial y la conservación de nuestros recursos naturales, tan afectados últimamente con las explotaciones mineras especialmente en la región de Guayana que promueve la destrucción de la mayor riqueza acuífera del país, que además es fundamental para la generación de energía eléctrica limpia. Para recuperar el prestigio y la honorabilidad de la Fuerza Armada Nacional y de todos los organismos que tienen responsabilidad en la defensa y protección del territorio y de sus ciudadanos. Para mejorar la economía, la industria, el comercio, en fin, para mejorar todo lo que afecte las condiciones de vida de los venezolanos y nos lleve a un ambiente de paz y bienestar.

En fin, este nuevo mandatario tiene que luchar contra todos esos obstáculos que frenan el desarrollo y engrandecimiento del país, que han ido apareciendo y estableciéndose progresivamente, los cuales son difíciles pero no imposibles de salvar. Esos obstáculos son un Nudo Gordiano que nos han colocado en el camino y representa un freno para la felicidad de nuestro pueblo.

Es impostergable eliminar ese complicado nudo, quien acabe con él abrirá las puertas para la reconstrucción de Venezuela. Allá en Gordios, Frigia, el Nudo Gordiano fue un reto para Alejandro Magno, dispuesto a conquistar el mundo pero según las leyendas, eso lo lograría quien desatara aquel nudo imposible de eliminar. Por supuesto, Alejandro aceptó el reto y luego de analizar el nudo, sacó su espada y con ella cortó las amarras diciendo: “Tanto monta cortarlo que desatarlo” significando que era lo mismo cortarlo que desatarlo. Nosotros no tenemos un nuevo Alejandro Magno, pero sí tenemos un pueblo cansado de tanta miseria que debe ser reunido, y como un solo hombre, enfrentar el reto de nuestro nudo, nuestro obstáculo, y eliminarlo para que se abran las puertas al desarrollo del país y a la felicidad de nuestra gente. Alejandro somos todos juntos, todo el pueblo de Venezuela agrupado y conducido por nuevos gobernantes, quienes sin egoísmo y sin apetencias personales trabajaremos unidos hasta lograr y consolidar un amplio camino hacia el desarrollo integral del país.

Enero de 2023

 3 min


Edgar Benarroch

EL TERRENO PARA EL COMUNISMO

Hace algo más de sesenta años, Nikita Khrushchev, primer ministro ruso para la época, dijo: “Los hijos de tus hijos vivirán bajo el comunismo. Ustedes los occidentales son tan crédulos que no aceparán el comunismo directamente, pero seguiremos alimentándoles con pequeñas dosis de socialismo hasta que finalmente despertarán y descubrirán que ya tienen comunismo para siempre. No tendremos que pelear con ustedes. Debilitaremos tanto su economía hasta que caigan como fruta madura en nuestras manos. La democracia dejará de existir cuando les quiten a los que están dispuestos a trabajar y se lo den a aquellos que no”.

Pues bien, enterado de lo dicho por Khrushchev, debemos preguntarnos si este régimen que aun desgraciadamente tenemos tiene esa estrategia planteada y lo que hace y deshace lo ejecuta en su cumplimiento. Este catastrófico régimen ha destrozado el sistema de salud público, ha incrementado la pobreza al extremo que el 90% de la población está por debajo de la línea de no tener nada, más que hambre, controlan la producción de alimentos para hacernos cada vez más dependientes de sus miserablemente dádivas, controlan la educación para asegurarse que nuestros niños solo reciban lo que a ellos les interesa, pretenden sacar a Dios y la espiritualidad de nuestras vidas, para solo creer en el socialismo, afirmando que “la religión es el opio del pueblo”, y groseramente promueven la lucha de clases, dividiéndonos en ricos y pobres, eliminando así la clase media que hoy es media clase por el desastre de esta maléfica gestión .

Es necesario y muy urgente hacer consciencia de este camino donde nos tienen y enfrentarlo y salirle al paso ya, después puede ser muy tarde. Una vez que el comunismo se establece, elimina la democracia y la libertad y establece un riguroso y criminal chequeo y vigilancia de todos los seres humanos y quien discrepa es encarcelando, torturado y hasta desaparecido.

Los problemas crecen a mayor velocidad que las soluciones, puesto que las necesidades son muchas y crecientes y los recursos escasos y el papel de los comunistas es ahondar la crisis hasta que estalle y como ellos están convencidos del “determinismo histórico “ que conduce fatalmente a la humanidad al comunismo, esperan que al estallar la crisis aparezca la lucha de clases y como final se imponga la dictadura del proletariado que no es otra cosa que la dictadura férrea de la “Nomemklatura” malvada que se impone a la fuerza al resto de la población, haciéndola sumisa, resignada y hasta complaciente.

Es de nuestro más alto deber evitarle al país esta monstruosa tragedia y para ello debemos salir cuanto antes de este totalitario régimen y volver a la democracia y a la libertad y empezar la reconstrucción nacional para vivir en paz, bienestar, progreso y felicidad.

29 de enero de 2023

IGLESIA Y TEMPLO

Comúnmente usamos el término iglesia para referirnos al templo. Así decimos voy a la iglesia cuando vamos al templo. Es una costumbre muy antigua que se ha mantenido hasta nuestros días, ha sido tan general y a menudo su uso que creo hoy está admitido y así iglesia y templo se confunden. Iglesia realmente es el conjunto de fieles que se unen por la misma fe y que celebran la misma doctrina religiosa y su misión es predicar el evangelio del reino de Dios. El gobierno de la Iglesia Católica reside en los Obispos que se encargan de cada Diócesis y son ayudados por los presbíteros y diáconos y dependen directamente del Papa. Entre tanto, templo es un lugar físico construido para oficiar los servicios religiosos. En todas las religiones el templo es un lugar sagrado, de oraciones y recogimiento, en el que se supone se hace presente a los hombres la divinidad. Lo mismo ocurre con los términos casa y hogar. El hogar es el lugar donde una persona vive y convive, donde siente seguridad, calma y paz, mientras que casa se refiere sencillamente al lugar físico habitado. En el hogar un grupo de individuos viven juntos compartiendo los recursos de una manera que se aspira estable. En la mayoría de las casas los integrantes de un hogar están unidos por lazos de consanguinidad o de matrimonio, lo que constituye una familia. Las casas se construyen con cemento, bloques y madera, el hogar con amor, solidaridad e inmensa fraternidad y esa construcción hay que lograrla y preservarla por el bien común.

La iglesia transmite a cada creyente la fe común y articula en cada uno, a modo personal y comunitario, el espacio de encuentro con el Dios revelado por Jesucristo. Esto significa que la iglesia es sacramento, es decir, signo e instrumento de comunión con Dios y los hombres.

En la Biblia, el término “Iglesia” nunca se refiere a un edificio, siempre se refiere a las personas que siguen a Jesucristo. Por ello decimos que la iglesia es “una, santa, católica y apostólica” y cuya misión es preparar el camino para el establecimiento final del reino de Dios en la tierra.

Su objeto es cultivar los atributos de Cristo en el hombre y transformar a la sociedad de manera que el mundo sea un lugar mejor y pacifico para habitarlo y desenvolverse en él.

28 de enero 2023

EL LÍDER

El líder es una persona que encabeza y dirige un grupo o movimiento de humanos de distintas y variadas emociones e ideales. Ser líder significa señalar el camino y debe tener una serie de cualidades y virtudes que lo hagan admirado y reconocido por los demás por su conocimiento y manera de relacionarse, así como su capacidad para tomar decisiones, para gestionar crisis y apoyar y entender a los integrantes del conjunto. Por ello el líder debe desarrollar aptitudes, alentar a los demás, enseñar y escuchar. Un buen líder es consciente de sí mismo, se comunica con eficacia, tiene capacidad para delegar, fomenta el pensamiento y la participación del equipo. Los verdaderos líderes no controlan a su gente, sino que la inspiran a grandes cosas, les dan valores y reglas para el buen comportamiento y animan a tomar decisiones por cuenta propia .

La mejor lección de liderazgo la dio el Señor, Padre Eterno: “El que quiere ser el primero, hágase el último y el servidor de todos”.

En nuestro país, por la desaparición de la formación ideológica, sobreviene el pragmatismo que lleva a posiciones al precio que sea, aunque ese precio sea la dignidad propia o la de los demás

La Doctrina Social de la Iglesia Católica plantea la solidaridad, la participación y la subsidiaridad y el liderazgo debe ir en esa dirección. El líder debe animar y acompañar en sus acciones al equipo. El líder debe entender la política no solamente como una actuación táctica o de captación, sino de formación de gente, de personas, con vista a una convivencia sana y libre.

El cambio que debe producirse en el país no es solo político, debe ser en profundidad ético y cultural y así aparecerán líderes íntegros y auténticos con inmensa capacidad de servicio, suficientemente equipados intelectualmente para conducir por el mejor camino a la gente. Queremos líderes, buenos líderes, líderes auténticos y de férrea voluntad de servicio a la comunidad.

27 de enero 2023

 5 min


Benjamín Tripier

Hay que reconocer que estamos terminando un enero con señales confusas que tienden a contradecir la sensación de que las cosas pueden mejorar. Y esto es así porque la conflictividad social está rompiendo las barreras de la abulia que había caracterizado a la sociedad en los últimos años, y porque, además, el control sobre los medios ya no es suficiente para evitar que se sepa.

 12 min


​José E. Rodríguez Rojas

Los salarios de los empleados públicos mejoraron a inicios del 2022 impulsados por la recuperación económica y el incremento del salario mínimo. Sin embargo estos logros no fueron sostenibles en el tiempo debido a la incapacidad del gobierno de estabilizar el dólar, el cual duplicó su valor a finales del año, agudizando el deterioro del salario y de la situación alimentaria de los empleados públicos y de los docentes, obligando a muchos de ellos a restringir su ingesta.

El salario de los empleados públicos mejoró en los primeros meses del 2022 en relación al año previo. En marzo se produjo un decreto que incrementó el salario mínimo y repercutió en una modificación de las tablas que rigen los salarios de los docentes. La remuneración promedio en julio ascendió a 113,3 dólares según la ENCOVI. La mejora fue un incremento sustantivo con respecto al 2021.

Sin embargo los efectos del aumento de salario se esfumaron al final del 2022, debido a la incapacidad del gobierno de estabilizar el dólar, el cual duplicó su valor. Ello implicó que el salario promedio que devengaba un empleado público se redujo a 34 dólares en los días finales del 2022, lo cual representó un 7% de la Canasta Alimentaria (Cuadro 1).

Cuadro 1. Salario promedio de los empleados públicos como porcentaje de la canasta alimentaria diciembre del 2022.

Salario promedio en $ (mensual)

34

Canasta alimentaria en $ (CA)

474

S/CA X100

7,2

Fuentes: CENDAS.FVM; ENCOVI. 2022. UCAB; Cálculos propios.

Carlos Meléndez del Observatorio de Universidades (OBU) aporta cifras similares para diciembre del año pasado. Según él un profesor del máximo escalafón recibía 45 dólares mensuales mientras que los de menor escalafón obtenían 27 dólares, lo que implica que podían adquirir entre 9,5 y 5,7% de la canasta alimentaria. Ello ha obligado a los profesores y empleados universitarios a desempeñar varios trabajos para poder sobrevivir o dedicarse a tareas propias de la informalidad como elaboración y venta de tortas, venta de ropa, lo cual ha provocado un ausentismo generalizado en las instituciones de educación superior.

El deterioro del salario y la reducida fracción de la canasta alimentaria que cubre ha agudizado las carencias alimentarias de los docentes lo cual ha afectado su salud. En el servicio médico del Instituto de Previsión (IPP) de los profesores de la UCV, un docente que esperaba su turno para ser atendido por los especialistas que allí laboran se desmayó. Cuando los médicos acudieron en su ayuda se dieron cuenta que el docente sufría de hambre en forma crónica lo cual lo había debilitado a tal punto de provocarle un colapso. A partir de esta experiencia el IPP decidió realizar un estudio para identificar a los docentes en esta situación e instrumentar un programa de asistencia alimentaria focalizado en los mismos.

Esta situación no es exclusiva de la UCV, de las declaraciones de Carlos Meléndez del OBU, se concluye que una fracción importante de los docentes universitarios se ve obligado a restringir su ingesta: “Un 33% de los académicos come menos de tres veces al día, en el caso de los adultos mayores, un 35% y en la región nororiental un 48%”.

En conclusión para que un aumento de salarios cumpla con su propósito de incrementar la capacidad adquisitiva debe instrumentarse como parte de una agenda orientada a la estabilización del dólar y el control de la inflación, de no ser así ocurrirá lo que sucedió con el aumento de salario mínimo de marzo de 2022 que se esfumó en el tiempo.

Fuentes

Aporrea. 2022. Aporrea. 2022. Docentes universitarios celebran su día siendo los peores pagados en el mundo. 5 de diciembre .

Instituto de Investigaciones económicas. UCAB. Encuesta de Condiciones de Vida 2022 (ENCOVI).

Profesor UCV

 2 min


Tulio Ramírez

Cuando se viaja a un país serio, es decir, esos donde la gente se preocupa más por crear y producir que por hacer enormes colas para echar gasolina, agarrar una bolsa CLAP, sacar el pasaporte o hacer trámites en un registro público, nos damos cuenta de que las cosas si pueden funcionar normalmente sin estar mojándole la mano a alguien.

Pareciera que, en esos países, no hubiera gobierno a quien mentarle la madre. El día a día transcurre tan normalmente que si nos descuidamos nos puede dar un ataque de depresión por falta de experiencias límites que alboroten nuestra adrenalina. Por ejemplo, hacer una cola para asistir a un espectáculo sin que nadie se colee es frustrante o ir a una oficina pública sin que el pana del escritorio 6 te intente convencer sobre cómo hacer que salga más rápido tu solicitud, realmente es escalofriante.

Cuando tenemos un paisano cerca, así no lo conozcamos, utilizamos expresiones como estas, “igualito que en Venezuela ¿verdad compadre?, allá no te ponen multa, sino que te matraquean directo”, o “igualito que en Venezuela paisano, allá si dejan un paquete en la puerta de tu casa, dura lo que dura una cerveza fría en un campo de softball”.

Lo cierto es que cuando estamos fuera, buena parte del tiempo nos la pasamos comparando. Es como una suerte de catarsis con flagelación. Nos desahogamos, cosa que según los psicólogos es buena, pero recordando siempre lo mal que estamos. Del “Ta’ barato dame dos”, pasamos al “qué te parece, igualito que allá”, seguido de lo malo que estamos en la comparación.

En esos viajes también nos damos cuenta de tantas cosas que son útiles y valiosas en esos países, pero que en Venezuela son totalmente inútiles a pesar de que existen desde hace muchos años. Veamos.

Las tarjetas de crédito. No hay venezolano de más de 50 años que no conserve en su cartera 3 o 4 tarjetas de crédito. Ocupan un buen espacio en la billetera y no son sacadas desde hace aproximadamente 15 años. Pero allí están, inclusive vencidas, nos da miedo deshacernos de ellas. ¿Por qué?, es un misterio.

El Seguro de Responsabilidad Civil de Vehículos. Para lo único que sirve es para que los policías no te matraqueen por no tenerlo. Esas pólizas no cubren ni un rayoncito de uña de gato, mucho menos un incidente mayor. Desde hace rato tampoco el servicio de grúa, que es lo menos que deberían ofrecer.

Los Seguros de Hospitalización Cirugía y Maternidad de los funcionarios públicos. Si te apareces en la clínica con una espina de pescado atragantada, tendrás que tragártela. La clave para la admisión nunca llegará.

Las garantías. Cuando compras te dicen que tu equipo o artefacto tiene una garantía por 10 años. Cuando a la semana regresas con el aparato dañado, te dicen: “la garantía por la tienda es de 12 horas, después de eso corre por cuenta de la fábrica que está en Xuzhou, Shanghái, comuníquese con ellos”. Nada, agarras tu aparato y te lo llevas. Hay que pagarle a un técnico.

El Derecho de Propiedad. Un pilar sobre el que se construyeron los países desarrollados, en el nuestro es más débil que una platabanda de cazabe. El inquilino moroso que se niega a abandonar el inmueble, está más protegido que Putin presidiendo un desfile en Ucrania. No hay manera de sacarlo a menos que se aplique el aforismo jurídico “Bajatum mulatum est”, y hay que bajarse duro.

Los semáforos. Si no están dañados, igual nadie les para. “Comerse la luz” es un deporte nacional y los campeones indiscutibles son las autoridades y lo enchufados. Perdonen la redundancia.

Las pensiones. En un país serio un pensionado tiene asegurada su vejez. Lo que recibe alcanza hasta para mantener al vago del nieto. En nuestro país, lo que asegura es la desnutrición.

Por último, sin que la lista se agote, debemos referirnos a quienes dirigen la economía en Venezuela, pero sobre eso hablo después, no vaya a ser.

Twitter: @tulioramirezc

 3 min


Ángel Lombardi Lombardi

Lo primero es entender que ambos conceptos forman parte de la evolución civilizatoria de la humanidad y cuyos orígenes son occidentales pero que hoy son expectativas universales. Como la realidad siempre está en evolución y cambiando así van cambiado el sentido y alcance de muchos conceptos, lo que obliga a una actualización permanente teórica.

Hoy la palabra democracia trasciende lo político igual que el desarrollo trasciende lo económico.

La democracia no es sólo sufragio y división de poderes sino un sistema de convivencia y derechos universales. Igual que el desarrollo es mucho más que el PIB, aunque el desarrollo exige una economía sana pero que se proyecte sobre la totalidad social, es decir todos los sectores de la sociedad, de manera solidaria y apuntando no sólo al bienestar material sino a la calidad de vida, en todo sentido. Ambos conceptos están en revisión y actualización progresiva y de acuerdo a experiencias de carácter mundial.

Los sistemas políticos tienen que responder de manera práctica y eficiente, no sólo a las necesidades del presente sino también a las expectativas racionales con respecto al futuro. En Venezuela la democracia fue el proyecto político del siglo XX y debe serlo del siglo XXI, así como en el siglo XIX el proyecto político fue la Emancipación y la República.

En estas últimas dos décadas nos ha tocado la terrible experiencia de otra vez la autocracia y la dictadura y la destrucción de la economía y sus perversas consecuencias sobre la sociedad. Emigración masiva, empobrecimiento mayoritario, y dislocación del tejido social. Un enorme retroceso en sentido histórico, que colocó al país y su gente en la postración y el desaliento.

Pero las sociedades no se suicidan y siempre hay un grupo de personas que no se rinden y luchan más allá de la mera sobrevivencia. Entramos en una fase política, 2023-2024, con posibilidades objetivas de cambio igual que a nivel geo-político global, el petróleo vuelve a convertirse en una oportunidad como palanca dinamizadora de nuestra economía.
No es un regreso al rentismo, sino una posibilidad real de retomar el camino al desarrollo y la democracia, interrumpido en las últimas décadas.

Twitter: @angellombardi

Ángel Lombardi Lombardi es licenciado en Educación, mención Ciencias Sociales, con especialización en la Universidad Complutense y la Universidad de La Sorbona. Fue rector de la Universidad del Zulia y rector de la Universidad Católica Cecilio Acosta.

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