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Opinión

Edgar Benarroch

ENTREVISTA IMAGINARIA A LUIS HERRERA CAMPINS

Leyendo la entrevista imaginaria que nuestro amigo Pedro Mosqueda le hizo a Teodoro Petkoff, por cierto muy histórica y conceptual y por demás interesante, por lo que felicito su imaginación, se me vino a la mente formularle una entrevista, por supuesto también imaginaria, a Luis Herrera Campins.

Estas fueron sus respuestas:

Hola Presidente ¿cómo está, cómo se siente? Hola Edgárd (así me llamaba, agregando una “d” a mi nombre y acentuando la “a”), acá me siento inmensamente mejor que allá abajo, me realizo espiritualmente y el intercambio con las demás personas es de mucha altura y elevación.

¿Cómo ve usted la actual situación de Venezuela? Les alerté que compraran alpargatas nuevas porque lo que venía era joropo cerrado y el país está en ese pleno joropo. Todo está peor que antes, dañaron lo bueno y empeoraron lo malo.

¿Qué piensa usted debemos hacer? Durante mi gobierno toda la oposición se unió para caerme a batazos, la promoción y participación popular que fueron ofertas puntuales durante mi campaña fue sacada del presupuesto y como algo insólito y sin precedente introdujeron un artículo en la ley de presupuesto anual que prohibía transferir fondos a lo que tuviera que ver con promoción y participación del pueblo. Si para caerme a garrotazos se unieron entonces, creo que hoy existen más razones para la UNIÓN. Es con la unión cómo podemos salir cuanto antes de este totalitario y populista régimen.

¿Qué opina de la persecución ideológica y de apreciación que tiene este régimen? En mi gobierno abracé a quien debía y combatí a quien debía hacerlo, por eso dije con Alberto Arvelo Torrealba, “Soy como el espinito, que en el llano florea, doy aroma al que pasa y espino al que me menea”. En mi gobierno no hubo un preso por razones de conciencia y siempre estimulé las discusiones. Ahora se persigue a la disidencia como conejos para matarlos. Ante este desconocimiento de la libertad de expresión todos tenemos el ineludible deber de actuar de inmediato para que no se haga costumbre.

¿Qué piensa de los que ayer apoyaron y trabajaron para Chávez y hoy están en la oposición? Aunque son pajaritos que piaron tarde, siempre el pío pío de los pájaros es agradable y como cristiano practicante que soy, pido perdón y se perdonar. La oposición debe recibirlos sin reservas y sumar que tanta falta nos hace.

¿Qué piensa del manejo económico del régimen? Un estruendoso fracaso, ellos no saben que la economía es como cuero seco que si lo tocas por un lado se para por otro. No saben de cuero ni de curtiembre y por ello el lamentable horror que conmueve al país.

¿Qué piensa del Presidente Electo de Colombia? Perro que no conozco, no le jurungo el rabo, pero por nuestras obras nos conoceremos, debemos esperar sus ejecuciones.

¿Cree usted que hace falta un liderazgo que una al país nacional? Por supuesto que sí, yo fui candidato y luego Presidente por tres razones: La primera, Rafael no podía ser candidato porque la Constitución no se lo permitía, la segunda, me gané la confianza del país que ejerció presión en COPEI y la tercera, las dos metras, como también ustedes, las pusimos en el asador y le echamos pichón hasta más no poder. Prometí “arreglar esto”, el país, pero no lo pude cumplir a cabalidad porque la oposición se unió para que no lo hiciera y por tanta negación, hoy estamos como estamos. Tengo confianza que vendrán tiempos mejores, pero nada es gratis, hay que ganarlos para poderlos disfrutar y la manera más rápida de ganarlo es con UNIÓN como yunta de buey, para donde va el uno va el otro.

Tengo que irme porque tengo una reunión con Rómulo, Leoni, Rafael, Carlos Andrés y Lusinchi, a Chávez no lo invitamos porque no conoce de los temas que tratamos, porque habla mucho y se pone fastidioso y porque es el primer responsable de la debacle del país y además debo comer antes, me esperan unas refritas, carne mechada, tajadas, aguacate, queso blanco rayado y arepas de budare, les pedí agregaran chicharrón. Al final no se olviden que el que nace para triste, ni que le canten canciones y que no es lo mismo con guitarra que con bandola.

Saludos solidarios estimado Edgárd y a través de ti a todos los aragüeños y particularmente a los social cristianos que fueron fundamentales en nuestro triunfo. Hablo con frecuencia sobre Aragua con Casanova y aquí coincidimos mucho. Un abrazo caluroso y apretao.

5 de agosto 2022

LAS ENCUESTAS

Una encuesta es un procedimiento dentro de una investigación en el que el investigador recopila datos mediante un cuestionario previamente diseñado, cuyos resultados son presentados como escritos, gráficos o tablas.

Para que una encuesta sea bien diseñada es necesario establecer objetivos, delimitar el “universo” al que se dirige, concebir el cuestionario adecuado, recolectar la información y analizar los datos con un equipo multidisciplinario.

Podemos decir que una encuesta bien realizada es una fotografía bastante aproximada de un momento determinado. Una fotografía nos muestra el momento, una secuencia de fotografías nos muestra la tendencia.

Una encuesta es un instrumento de vital importancia para auscultar el pensamiento de un conjunto y desde allí tomar decisiones y decidir caminos. Los inversionistas la utilizan con frecuencia, estudio de mercado, para resolver sobre su inversión y de qué manera. En política es frecuente y común el uso de las encuestas para conocer o aproximarnos al conocimiento de lo que el pueblo piensa y siente en un momento determinado y sobre algo en concreto.

Este régimen sin escrúpulos y sin decencia tira a la calle el resultado de algo que ellos llaman encuestas, donde aparece el régimen con una aceptación de un 30% o más de aceptación popular. Esas son encuestas que nunca se realizaron y que solamente están en las mentes atrofiadas de quienes las inventan y lo hacen con el propósito de confundir y distraer a la gente con esa grasera desinformación. Se valen de la mentira y la falsedad para pretender cambiar la realidad, pero ésta, la realidad, es objetiva, dura e inclemente que con palabras no se puede cambiar. Con encuestas inventadas no solucionan el hambre popular y el estado de pobreza generalizado del país. Ellos saben que están por debajo del 10% de aceptación del pueblo y en medio de sus locuras piensan que con la falsedad pueden cambiar la situación.

Además de mal informar al país nos ofenden presentándonos como masoquistas en extremo grado, que sentimos placer con el dolor y el malestar, que nos contentamos con la humillación, la dominación brutal y el sometimiento.

El país está bastante curtido y no se traga esa píldora venenosa que el régimen lanza a la calle. No existe un lugar de nuestro territorio donde alguien diga que él y su familia la pasan con bienestar y felicidad, todo el mundo está hasta la coronilla por el horror de gobierno que tenemos y queremos salir cuanto antes de él.

Tal vez los sondeos de opinión que realiza el régimen los hace en las secciónales del PSUV, donde se acobijan incondicionales y tarifados suyos. Salgan a la calle y encuéntrense con el pueblo para que sepan cuan hondo es el malestar y de qué tamaño es el rechazo que tienen.

El próximo año, si antes no cambia todo, habrá una encuesta total del país, las elecciones, que aspiramos sea seria y aceptable sus resultados. Ella dirá con toda claridad lo que el pueblo desea y ese deseo estamos obligados a respetar y aceptar: Si queremos seguir con este martirio en este infierno, creo mil veces que NO o disfrutar de bienestar y felicidad. Acuérdense que no somos masoquistas y estamos muy lejos de serlo.

CONFIANZA Y OPTIMISMO EN EL FUTURO PRÓXIMO

Este espectacular, por lo horrendo, mal régimen totalitario y populista que por desgracia aún tenemos y que gigantesco daño ha causado al país y a nosotros, pasará y seguramente será antes de lo imaginado. El siguiente gobierno tendrá la inmensa tarea de reconstruir el país y buscar con denodado afán el bienestar y la felicidad nuestra.

Necesariamente la reconstrucción, que debe ser integral, empieza con reactivar la economía: actualizar y modernizar a PDVSA; reactivar el gran emporio que tenemos en el complejo siderúrgico de Guayana; reindustrializar el país; rescatar nuestras tierras fértiles, fecundas y cultivables; estimular cuanto más la producción y productividad como elementos fundamentales de parar y vencer la inflación que corroe nuestra economía; hacer que los servicios públicos (luz, agua y gas doméstico) sean eficientes y continuos; incentivar la industria de la construcción, como principal empleadora de mano de obra; y de esa forma superar el terrible ogro del hambre que afecta a la inmensa mayoría de nuestra población.

Por supuesto hay que reinstitucionalizar nuestra Fuerza Armada y depurar todos los órganos policiales y de inteligencia de la Nación. Independizar las ramas del Poder Público nacional y rescatar su majestad y autonomía, recolocar nuestras universidades en el sitial magister que le corresponde y del que nunca han debido salir y reacondicionar los centros públicos prestadores de salud que se encuentran en el peor de los abandonos, sin equipos y sin los medicamentos más elementales.

De recursos económicos y humanos disponemos y dispondremos. Venezuela aún tiene la reserva probada de petróleo más importante del mundo y nuestra tierra es rica en metales preciosos y estratégicos de primer orden, además los organismos financieros internacionales abrirán sus puertas, que este régimen tiene herméticamente cerradas, al nuevo gobierno y recibiremos dinero fresco y a intereses solidarios. Podremos también celebrar convenios estratégicos con inversionistas nacionales y extranjeros garantizándoles beneficios y seguridad jurídica. Es decir, lo material lo tenemos y tendremos, lo que hay que agregarles es voluntad de servicio, buena gerencia, inteligencia moralidad y muchas ganas de sacar el país hacia adelante y colocarnos en el camino de nuestro franco desarrollo.

Muchos venezolanos, muy lamentablemente, han huido despavoridos a otras tierras en busca de adecuadas condiciones de vida, creo que en una buena parte, cuando esto cambie, regresarán para sumar sus esfuerzos a la reconstrucción.

Tengo inmensa confianza y optimismo en el futuro inmediato. Creo que esta barbarie en la que estamos será superada pronto, más temprano de lo imaginado, y empezaremos a atender la intensa tarea de colocar el país en vías de desarrollo con prosperidad. Repito, recursos tenemos y los vamos a tener, lo demás lo aportamos nosotros. La siguiente gestión además de eficiente y eficaz debe ser profundamente moral, sacar la corrupción de raíz para que más nunca prospere y sancionar a los prevaricadores y ladrones que se robaron el dinero de todos nosotros y lo colocaron en jugosas cuentas en el exterior.

El día que iniciemos la recuperación del país, que será el momento feliz de la salida de lo que tenemos, será de fiesta nacional que celebraremos con ilimitada alegría y entusiasmo.

3 de agosto 2022

 8 min


Ignacio Avalos Gutiérrez

Edulcorando el relato político mantenido durante casi dos décadas, el Gobierno asoma hoy en día medidas económicas sorpresivas, que dejan la impresión de que el país se recupera y sale de la larga crisis, esa suerte de “hueco negro”, en el que se encontraba desde hace tiempo.

Que diría Chávez

Se han generado, ciertamente, algunos cambios que surgen como consecuencia del aflojamiento de los controles aplicados a la actividad privada, de la apertura de las aduanas para la importación de bienes terminados, de la creación de zonas económicas especiales y de la conversión en la práctica del dólar en moneda nacional, incompatible, le parece a uno, con la lucha contra el imperialismo. Estas y otras decisiones oficiales, como la insólita concesión de unas cuantas hectáreas a Irán para que se ensayen algunos cultivos, apuntan al fortalecimiento de las actividades de comercio y servicios orientados al consumo final. La sensación de bonanza se extiende hacia ciertos sectores de nuestra sociedad y llega, incluso, más allá de nuestras fronteras. Como dicen los analistas, los efectos de rebote que se producen lucen gigantes, comparados con la crisis que se venía padeciendo.

Lo escrito en el párrafo de arriba ocurre dentro del marco de lo que el Presidente Nicolás Maduro describe como “nuestro propio modelo de socialismo”, como si el anterior no fuese tan de nosotros y mientras la realidad nos deja ver el surgimiento de un capitalismo de bodegones, según se le suele calificar, diseñado en burbujas que levantan barreras estructurales e impiden el acceso de un porcentaje muy alto de venezolanos, tal como lo explican varios estudios, cuyas cifras reflejan una gran precariedad en la nutrición, la salud, la educación y otros muchos aspectos, sin que de las transformaciones propuestas se desprendan, por ahora, señales que anticipen un descenso significativo de los indicadores de pobreza y desigualdad.

La conclusión pareciera ser, así pues, que hay una puerta abierta, que para mayoría de la población semeja tan sólo una pequeña rendija a través de la que los beneficios se cuelan en gotas.Imposible no pasearse por lo que pensaría Chávez de este nuevo modelo, construido bajo la invocación de su legado y, por otro lado, sin caer en la tentación de imaginar que probablemente habría hecho lo mismo.

Los bodegones artísticos

En medio de este contexto, y bajo la pancarta de que “Venezuela se arregló”, Maduro se ha dado a la tarea de aupar algunos espectáculos artísticos con el propósito de recuperar “la alegría del pueblo libertador y maravilloso que ha enfrentado dificultades impuestas desde el extranjero, siempre con resistencia heroica y amor por la Patria. Nos tiraron todos los misiles y no pudieron con nosotros”.

Así, con motivo de la celebración del Dia Internacional de la Salsa, desde el propio Palacio de Miraflores, se concibió un acto en el Poliedro de Caracas, realizado recientemente, y hace poco se informó que en octubre habría una segunda edición en el mismo sitio. Por su parte, diversos empresarios han llevado a cabo o tienen previstos numerosos espectáculos en diversos escenarios en Caracas y en menor grado en el interior, contratando entre otros artistas a Ricardo Arjona, Nathalia Jiménez, Emannuel, Olga Tañón, Chayanne, El Puma José Luis Rodríguez, Oscar D’León y Fito Páez, éste último para escucharle cómo es “El amor 30 años después del amor”. Un productor de eventos musicales declaró en una entrevista que en Venezuela se avizoraba una "orilla interesante", gracias a la dolarización de su economía.

Como cabe sospechar, estos eventos buscan maquillar al gobierno, a pesar de que también ocurren bajo el formato burbujas y de que los precios de las entradas los vuelven inasequibles para la mayor parte de la población, dado que sus ingresos giran alrededor de la cesta básica.

Despacito

Pasito a pasito, como dice reiteradamente la famosa canción, obra de dos compositores puertorriqueños, surge entre nosotros el capitalismo autoritario, conforme a una fórmula que se viene empleando en otros lugares del planeta y que, como es sabido, combina el funcionamiento de las fuerzas del mercado, con severas restricciones políticas.

En el caso venezolano se advierte con nitidez un variado menú de medidas clientelares, mezclado con una sofisticada vigilancia que aumenta con el continuo avance de las nuevas tecnologías. Hemos topado, así pues, con la biopolítica de esta época, un concepto que refiere a los mecanismos que se originan desde el poder con el objetivo de gobernar la vida individual, haciendo de la libertad un espejismo y proyectando un escenario que le reduce el espacio a la política, circunscribiéndola a pequeños gestos que tratan de guardar las apariencias y alimentan la creencia de que el todo de la cuestión reside, permítaseme explicarlo de manera obviamente simple, en el crecimiento del PIB.

Por tanto, aún si el modelo adoptado permite mejorar la situación social del país, resulta imposible soslayar el hecho de que subvaloran y arrinconan a los derechos humanos, civiles y políticos. Como escribió el filósofo Miguel de Unamuno, a quien he citado en algunos de mis artículos, lo que define una nación es un proyecto sugestivo de vida en común; los grupos nacionales, añade, «no conviven por estar juntos, sino para hacer juntos algo».

La sumisión y la falta de consensos que encauzan al capitalismo autoritario no riman con esta concepción

El Nacional, jueves 4 de agosto 202

 4 min


Acceso a la Justicia

«Las elecciones, a veces, son la venganza del ciudadano. La papeleta es un puñal de papel». El chavismo ha decidido que en Venezuela sea prácticamente imposible que se materialice esta frase del exprimer ministro británico David Lloyd George (1863-1945) y para ello ha ampliado el repertorio de artimañas y estratagemas que venía utilizando en tiempos electorales, pero ya no solo para ampliar su ventaja en los comicios, sino también para ganarlos de manera aplastante, pese a no contar con el respaldo mayoritario de la población.

Esta denuncia la formuló Acceso a la Justicia en su informe titulado Elecciones en autocracia: el caso venezolano 2017-2021, en el cual se enumeran todas las medidas y acciones que la administración de Nicolás Maduro ha puesto en marcha con el concurso de poderes del Estado como el Consejo Nacional Electoral (CNE), el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y la Contraloría General de la República (CGR) para ganar todos y cada uno de los seis procesos eleccionarios celebrados desde el año 2017.

Algunas de las prácticas no son novedosas y se producían en los tiempos del fallecido Hugo Chávez. Entre ellas destacan el control del árbitro y del máximo juzgado por parte del Gobierno, el uso de la cuestionada figura de las inhabilitaciones políticas impuestas por la CGR contra candidatos opositores, la poca confiabilidad en el Registro Electoral o el uso de los recursos y medios del Estado para favorecer a los candidatos del oficialismo. Estas acciones perseguían ampliar la ventaja que el desaparecido mandatario obtenía frente a sus rivales en las urnas en la mayoría de los casos.

Debut y despedida

No obstante, en el informe se considera que la aplastante derrota que sufrió el oficialismo en las elecciones parlamentarias de 2015 supuso un punto de inflexión y «representa, indudablemente, la semilla que empujó al Gobierno de Maduro a diseñar un conjunto de pautas sin precedentes, condicionadas a sus intereses partidistas».

La modificación del sistema electoral venezolano para que respondiera a los intereses gubernamentales, al tiempo que facilitara la neutralización de sus «oponentes o adversarios en las contiendas electorales» e impidiera de esta manera que «el Gobierno se arriesgara a perder el ejercicio del poder», fue una de esas nuevas medidas.

En el informe se recuerda que la Sala Constitucional del TSJ, a través de su sentencia n.º 68 del 5 de junio de 2020, facultó al CNE para que reformara la Ley Orgánica de Procesos Electorales en lo relativo a las elecciones parlamentarias. El árbitro acató la instrucción y mediante las Normas Especiales para las Elecciones Parlamentarias período 2021-2026 aumentó en 66% el número de escaños del Parlamento, el cual pasó de 167 a 277. Adicionalmente, redujo la proporción de diputados a ser electos nominalmente del 70% a 48% (133), al tiempo que incrementó el número de aquellos parlamentarios escogidos proporcionalmente hasta el 52% (144).

Por último, creó la «lista nacional», una figura que no estaba contemplada hasta ese momento en instrumento legal venezolano alguno, por medio de la cual se eligieron cuarenta y ocho diputados y se modificaron las normas para la elección de la representación indígena, quienes perdieron la posibilidad de ejercer el sufragio directo y secreto.

Como si lo anterior no fuera suficiente, el TSJ, el CNE y la extinta Asamblea Nacional Constituyente pusieron en marcha una estrategia para confeccionar una «oposición a la medida» del chavismo; para ello el máximo juzgado intervino a siete partidos (cinco de ellos opositores y dos disidentes del oficialismo) y puso al frente de ellos a directivos dispuestos a participar en los comicios convocados por el CNE en lugar de los legítimos representantes de esas organizaciones.

De la compra de votos a la coacción

La compra de votos mediante la entrega o promesa de entrega de un beneficio social (beca, vivienda o crédito) es de vieja data en Venezuela. Sin embargo, en el reporte se denuncia que bajo la administración de Maduro se ha perfeccionado y ha terminado mutando en un mecanismo de control social muy eficaz, gracias a figuras como el Carnet de la Patria y los «puntos rojos».

«El Carnet de la Patria fue creado en enero de 2017; con un código QR el Gobierno puede identificar a sus simpatizantes, quienes reciben directamente alguna ayuda económica o social. Desde entonces el partido gobernante se vale de esta herramienta para coaccionar la voluntad de los electores».

El informe recuerda además que días antes de las elecciones legislativas de 2020 el ahora diputado Diosdado Cabello afirmó lo siguiente: «El que no vota, no come. Para el que no vote, no hay comida».

Desde las elecciones regionales y municipales de 2017 el oficialismo viene colocando puntos de control en las cercanías de los centros de votación, los llamados «puntos rojos», donde los electores muestran sus Carnet de la Patria como prueba de que sufragaron y, por lo tanto, pueden recibir algunas de las asignaciones ofrecidas por el Gobierno.

«Este mecanismo obviamente representa una situación irregular que no garantiza la igualdad de condiciones en el ejercicio del voto, y, en consecuencia, afecta la participación libre y transparente de la ciudadanía en el proceso electoral, en especial vulnera el carácter secreto del voto, pues como se indicó, los “puntos rojos” son un medio para presionar a los votantes a revelar sus votos».

Cambiando las reglas del juego

Los cambios en los lapsos y plazos estipulados en los distintos cronogramas comiciales es otra medida presente en los seis procesos celebrados entre 2017 y 2021. «La implementación de estos cambios responde a los intereses del Gobierno, una situación que no promueve transparencia alguna ni fortalece la confianza en el sistema electoral», se denuncia en la investigación.

En el reporte también se alerta que se han vuelto rutinarios durante las jornadas electorales «los bloqueos de páginas web o reducciones de velocidad a internet como mecanismos para controlar la información disponible».

La decisión del CNE de prescindir de la tinta indeleble, una medida que se tomó durante las cuestionadas elecciones para elegir a la Asamblea Nacional Constituyente de 2017, es rechazada, por considerar que es una de las medidas que han menoscabado «la transparencia, seguridad y confiabilidad en las contiendas».

Y a ti venezolano, ¿cómo te afecta?

El informe Elecciones en autocracia: el caso venezolano 2017-2021 expone que en el país se ha producido un importante deterioro en las condiciones y garantías electorales, sobre todo desde el año 2017, lo que se traduce en que el ejercicio de los derechos políticos de los venezolanos se ha visto obstaculizado, e inclusive neutralizado, en especial los derechos a la asociación, participación y sufragio, que son el centro de todo sistema democrático. De esta forma se ha consolidado un círculo vicioso en materia electoral que permite que los actuales gobernantes tiendan a perpetuarse en el poder.

La investigación pone de manifiesto que las autoridades venezolanas han logrado diseñar un sistema que les permite ganar elecciones, aún sin tener el respaldo mayoritario de la población.

1 de agosto 2022

https://accesoalajusticia.org/acceso-a-la-justicia-analiza-practicas-fra...

 5 min


Henkel García U.

Un cambio de actores políticos es necesario, pero insuficiente. Esta es una verdad que debemos asimilar y debatir. No importa la fortaleza moral, no importa si tienen un pasado prístino, no tienen peso las buenas intenciones del aspirante a puestos de poder, si llega a tomarlo el sistema lo devorará, lo triturará. Sí, estamos entrampados y pareciera no haber consciencia sobre ello. Venezuela es un país con claro sesgo presidencialista, en el que el Estado es dueño de las principales riquezas del país y con una profunda influencia del rentismo que gira alrededor del petróleo como actividad económica. Estas características no llegaron con el chavismo, pero sí se profundizaron al extremo en estos 23 años.

Voy a nombrar solo dos ejemplos. El presidente de PDVSA, la principal empresa del Estado, la que controla la mayor parte de la industria petrolera, es designado, no por la Asamblea Nacional, sino por el mismísimo Presidente de la República. Un caso similar pasa con el Presidente y directorio del Banco Central. En Venezuela no hay contrapeso, ni balance en el poder. Hoy las instituciones obedecen a una sola parcialidad política. El diseño institucional que crearon los favorece abiertamente y hay pocas, o ninguna “rendija” por la cual meterse para impulsar cambios, para modificar ese arreglo extractivo.

Cuando la oposición ganó la Asamblea Nacional en 2015, la AN saliente del momento, el Ejecutivo y el Tribunal Supremo de Justicia se movieron para anular cualquier iniciativa que proviniera de esa instancia. No en vano calificaron esa pérdida electoral como una “mayoría circunstancial”. Un esquema político como el nuestro, lleva a pensar a quienes ocupan el poder que el país entero es de ellos, y que tiene que ser así por el “bien del pueblo”. Los “recursos” son de ellos y se los “reparten” con magnificencia al pueblo. Insisto, no es nuevo, Juan Vicente Gómez pensaba de manera similar, solo que ese presidente andino dejó una institucionalidad algo más funcional que la que hoy tenemos.

Al un grupo manejar tal poder, acercarse a él, colaborar con su mantenimiento en el tiempo puede ser una decisión de gran beneficio cortoplacista. Es decir, tal sistema de incentivos perversos, puede tentar a las élites y ponerlas a trabajar en favor del statu quo. Ello le sirve a esos grupos, al poder, pero va en detrimento del bienestar de millones de ciudadanos que quedan resignados a vivir bajo un sistema que coarta, que controla, que domina, que anula.

Son muchos los cambios institucionales que necesitamos. El espíritu que debe dominar tal proceso es el de la desconcentración del poder, tanto político como económico. Hay que debatir de manera profunda sobre ello. ¿El camino es más federalismo?, ¿un régimen con mayor sesgo parlamentario?, ¿hace falta una cámara alta en la Asamblea?, ¿cómo logramos incorporar el principio de subsidiariedad en el funcionamiento del Estado?

Muchas inquietudes, pero por algún lado debemos comenzar. Para mí el punto de partida debe estar en la eliminación de la reelección indefinida para todos los cargos. Como sociedad debemos enfocarnos en lograr la temporalidad en el ejercicio del poder. Sería un gran paso que seguramente abrirá las puertas para muchos otros. A quienes elijamos deben estar conscientes que les otorgamos ese poder de manera finita, y con unas funciones específicas, que además estarán controlados y supervisados por los demás poderes, y también por una sociedad fortalecida y organizada.

Piénsenlo bien. ¿Cuál era el destino final de un país en el que el Presidente tiene discrecionalidad absoluta, maneja a placer los recursos de un Estado patrimonialista, que puede utilizar la renta del petróleo a su antojo y que además puede hacerlo de manera permanente? Estábamos condenados, no por los actores, sino por la obra de teatro.

Si llegaron hasta este párrafo, mi solicitud es que discutamos abiertamente el tema institucional, pero este (la reelección indefinida) de manera específica para concentrar esfuerzos. Seguramente una propuesta de este tipo tendrá sus oponentes desde el poder, desde el mundo político y otros actores a los que les conviene el statu quo. Nuestro rol como ciudadanos que quieren un país distinto es organizarnos, no solo para ideas como las que hoy comparto, sino para enfrentar cualquier intento de control y dominación por parte del Estado.

¿Se animan?

27 de julio 2022

La Gran Aldea

https://www.lagranaldea.com/2022/07/27/un-sistema-de-incentivos-perversos/

 3 min


Eddie A. Ramírez S.

Una de las características de nuestra oposición es la fluctuación de su conducta. A veces ha sido coherente, pero la percepción, equivocada o no, es que la mayoría de las veces ha sido errante. Como se dice popularmente, va del timbo al tambo, de la Ceca a la Meca o del tingo al tango. A veces hay que alterar el rumbo, por aquello de que todo cambia, nada es, que predicaba Heráclito varias centurias antes de Cristo. Sin embargo, hay ciertos parámetros de consistencia que es necesario acatar. Caso contrario se pierde credibilidad.

Al respecto hay mucha tela que cortar, pero la crítica más acerva es por el afán de autodestruirse. Quizá ello se deba a que cuando el gato no está presente, los ratones hacen fiesta. Es decir que, cuando no hay un liderazgo respetado, cualquiera que logre aglutinar a unos pocos se rebela para intentar sobresalir. Lamentablemente, no lo hace con ofertas diferentes, sino descalificando a presuntos rivales.

En tiempos normales esa conducta podría pasar sin mayores censuras. Sin embargo, estamos en tiempo de penurias para millones de venezolanos. Evidencias abundan. El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social reportó que en este primer semestre del 2022 hubo 3.892 protestas, lo que equivale a 22 diarias, un 15 por ciento más que en el mismo período del año pasado. Como se sabe, más de seis millones de compatriotas han buscado refugio en otros países. La gran mayoría a pie, atravesando ríos, montañas, selvas y desiertos. Muchos han fallecido en el trayecto. Otros han sido asesinados, robados, encarcelados y hasta violados.

Reciente está el caso de los 13 compatriotas fallecidos en Nicaragua por accidente de un autobús hacinado de pasajeros. También el de la señora Luisa Martínez y de su hijo de 15 años, que después de dos años presos en Trinidad, la juez sentenció que la detención había sido injusta y les había afectado la salud física y mental.

Mientras suceden estos hechos, un grupo de militares canta cumpleaños feliz en la tumba de Chávez, y algunos dirigentes de la oposición se descalifican para intentar subir una milésima de punto en las encuestas ¡Qué vergüenza! Por si fuese poco, los partidos Primero Justicia, AD y UNT intentan desprestigiar al Procurador ad hoc, el distinguido jurista Enrique Sánchez Falcón, a pesar de su excelente trabajo para defender nuestros activos en el exterior. Por cierto, PJ salvó su voto en el año 2020 en la aprobación del Fondo de Litigios, y no aprobó los recursos para el 2021 y 2022. Con respecto a Monómeros Colombo Venezolanos es imprescindible una investigación independiente que no deje dudas.

Realizar elecciones primarias en la oposición podría ser un mecanismo para dar cierta legitimidad a algunos dirigentes. ¿Con o sin CNE? ¿Con participación o no de quienes están en el exterior? ¿Con o sin “alacranes”? ¿Para elegir candidato presidencial? El que sean con el CNE no debería ser excusa para no participar. Nos guste o no, la elección presidencial será con este CNE; quien se niegue es porque no tiene intención de presentarse en el 2024, lo cual se respeta, aunque no se comparta. Quienes están en el exterior deben participar, no solo por tener derecho, sino para evidenciar que también es posible votar en la presidencial, tal como demostraron los expertos Andrés Caleca, Ildemaro Martínez y Celis Mendoza en Foro de Analítica. No debe asustar que participen los “alacranes”, ello evidenciará la poca aceptación que tienen.

Esa elección primaria debería ser para elegir al coordinador de las acciones, así como una dirección política. Esta decidirá en su momento si el seleccionado debe ser el candidato presidencial. Caso contrario, por detectar que no tiene suficiente respaldo popular, la dirección política podría designar otro candidato, siempre y cuando no sea uno de los que participaron en las primarias.

Mientras parte de la oposición pierde tiempo por no ponerse de acuerdo, un grupo de ONG (Aragua en Red, Ciudadanía Activa, Compromiso Ciudadano, Espacio Abierto, Grupo La Colina, La Tertulia de los Martes, Manifiesta, Médicos Unidos de Venezuela, Red Organizaciones Baruta y Gente del Petróleo) iniciaron el Ciclo de Tertulias por Venezuela, con el objeto de contribuir a rescatar la esperanza.

No perdamos la esperanza. Los ciudadanos de a pie siguen protestando en las calles por la falta de electricidad, de agua y de gas, alto costo de la vida y por sus derechos civiles, políticos y económicos. Además, también hay un grupo de dirigentes y de ciudadanos independientes que siguen trabajando para lograr el cambio en Miraflores y construir una nueva Venezuela.

Como (había) en botica:

Muchas gracias presidente Duque.

El artículo de Almagro, nuestro principal aliado en la lucha por la democracia, requiere ser digerido y que él explique sus razones.

El 31 de julio pasado se cumplieron 108 años del inicio de producción del pozo petrolero Zumaque I, perforado por la transnacional Shell. Lo que no hay que olvidar es que, en 1883, 31 años antes, un grupo de empresarios tachirenses encabezados por Manuel Antonio Pulido y Pedro Rafael Rincones, iniciaron la producción de crudo con su empresa Petrolia del Táchira.

Tampoco hay que olvidar que nuestra industria petrolera estuvo bien manejada por las transnacionales hasta 1975 y por Pdvsa hasta fines del 2002, fecha en que se inició su destrucción. Hoy Pdvsa produce, básicamente a través de sus socios privados, una cantidad similar a la de hace 78 años.

En el Delta ocurrió un derrame de petróleo y, por descuido en el mantenimiento del muro de contención del rio, podría también ocurrir un desbordamiento del Orinoco, con grave perjuicio a los habitantes.

Lamentamos el fallecimiento de Enrique Viloria, destacado escritor que trabajó en la Pdvsa meritocrática. También de Arístides Gil, compañero de Gente del Petróleo y de Unapetrol.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

 4 min


Julio Castillo Sagarzazu

¿Qué tienen en común las elecciones de gobernador en Barinas y la de los egresados de la UCV?

En primer lugar, en que en ambos sitios se “venció a las sombras”

En segundo lugar, en que en ambas ocasiones hubo una operación política del régimen para “dividir” a la oposición.

En tercer lugar, que se realizó un esfuerzo colosal en movilización y empleo de recursos del Estado para tratar de ganar el desafío electoral

En cuarto lugar, que hubo una opción unitaria (que no única) que, con el discurso adecuado, logro movilizar espontáneamente el sentimiento opositor y que polarizo las fuerzas, haciendo fracasar la operación oficialista de división de la oposición.

La vida real suele darnos mejores lecciones que las teorías sociológicas y las disquisiciones de los analistas. En ambos acontecimientos, están retratadas las guías que deberían orientar a las fuerzas democráticas para hacer frente al eventual desafío electoral que podría convocarse para el año que viene. En realidad, no habría que andar buscando a Dios por los rincones.

En ambos eventos ocurrió también un hecho singular, la escogencia de los candidatos unitarios no fue el producto de ninguna operación de prestidigitación: tampoco la precedieron acuciosos procesos de discusión de plataformas, de programas que siempre suelen sugerirse como “previos” para la designación de los candidatos.

En el caso de Barinas hubo una negociación (si, una negociación) de los factores políticos que estaban representados en la tarjeta de la Unidad (la de la manito) para escoger al candidato. Como todos sabemos, de esa negociación surgió el nombre de Freddy Superlano quien ganó la elección democráticamente. El cuento ya lo conocemos, al fraude, siguió su inhabilitación y la de su esposa. En pocas horas, hubo que tomar la decisión y, sin grandes consultas, la dirección política IN SITU, tomo la decisión de postular a Sergio Garrido. Los resultados también los conocemos: sin recursos, en medio de la sorpresa del fraude, frente al más abusivo uso de recursos del estado, los factores democráticos convirtieron, aquella elección regional, en un tema nacional y en el mismísimo feudo de Chávez, se les propino una estruendosa derrota.

De la UCV y sus elecciones de egresados, se sabe un poco menos. Allí, una mayoría opositora silenciosa, seguramente liderada por dirigentes con experiencia en las lides, logro, casi que espontáneamente, montar una opción unitaria (que no única) que también derroto a una movilización y empleo de recursos desde los más altos niveles del estado.

Como se dice arriba, y queremos recalcarlo, en ninguno de los dos casos, precedió un debate sobre si las candidaturas deberían escogerse por consenso o por primarias o si antes de escoger al candidato, debería preceder un proceso de elaboración de una plataforma o de la definición de un modelo de país.

En ambas situaciones operó una misteriosa inercia que suele funcionar en los procesos políticos, de acuerdo con la cual, la lógica de los acontecimientos y el sentido común (el menos común de los sentidos) van dejando sin argumentos a los partidarios de ciertas exquisiteces.

Leyendo así las cosas, lo importante es crear las condiciones para que los próximos eventos políticos, se parezcan lo más posible a estas dos ricas experiencias y hagamos un esfuerzo para que el árbol de la creatividad no nos oculte el bosque de la necesidad.

Para salir airosos, también hay que admitir que los intereses de los grupos y personalidades en pugna existen y que existirán siempre. Que no son los llamados a “deponer esos intereses en nombre de la patria” los mensajes que serán eficaces. Lo que hay que hacer es crear el terreno en el que esos intereses (muchos de ellos legítimos y otros, no tanto) puedan convivir por el espacio de tiempo que nos interesa.

Todas las propuestas y los razonamientos que vemos y oímos, en favor y en contra de las primarias; sobre si se deben hacer una o dos vueltas de las mismas; sobre acuerdos y plataformas previas, están regularmente referidos a esos distintos intereses. Lo repetimos, no hay en ello ningún escándalo y ninguna insania. Esto hay que aceptarlo y metabolizarlo.

Afortunadamente, con todas las limitaciones y todas las carencias, las fuerzas democráticas avanzan, más homogéneamente que en otros momentos, hacia el desafío político electoral del año que viene o el 2024.

Falta mucho, pero falta menos.

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Luis Almagro

Hace más de seis años denunciamos en la OEA que Venezuela padecía una crisis humanitaria, denunciamos violaciones sistemáticas de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad, el comienzo de una crisis migratoria incipiente, ejecuciones extrajudiciales, tortura, presos políticos, inhabilitación arbitraria de candidatos. Fuimos acusados de mentirosos, de radicales, de servir a espurios intereses, de actuar en contra de la unión de los pueblos latinoamericanos y un largo etcétera.

El tiempo fue poniendo las cosas en su lugar. Todas las denuncias fueron refrendadas por informes posteriores de otros organismos especializados y también por el sufrimiento de las personas que debieron emigrar llevando la verdad sobre esa cruel realidad a prácticamente cada país de este hemisferio. A esta altura, en todos los países de la región hay alguien que conoce una persona venezolana que tuvo que emigrar debido a aquellas condiciones denunciadas.

Por supuesto que quienes toman la realidad como parte de una guerra de relatos quiere meter a la crisis venezolana en la misma bolsa que otras crisis, problemas o dificultades que puedan enfrentar los otros países de la región. Pero esto no es una guerra de relatos, y negar el sufrimiento de millones de personas a su vez adolece de una prácticamente absurda ignorancia o una profunda hipocresía.

No existen parámetros para querer meter en esa bolsa la mayor crisis migratoria de la historia hemisférica, de dimensión global con números semejantes a las crisis migratorias de Siria luego de años de conflicto o comparable con Ucrania, víctima de una guerra de agresión. Imposible asimilar otras situaciones regionales con una crisis humanitaria que ha sido el origen de esa crisis migratoria prácticamente incomprensible para un país de los más ricos en recursos en este hemisferio y cuyo pueblo sufre desnutrición y mortalidad infantil en números exponenciales, imposibilidad de acceder a medicamentos, a alimentación, lo cual llevó, de acuerdo con agencias especializadas, a tener 9 millones de personas con hambre o riesgo de hambre.

Imposible comparar con otras esta crisis de violaciones sistemáticas de derechos humanos y de crímenes de lesa humanidad que comete el régimen y que ha llevado a que por primera vez se abriera una investigación por parte de la Corte Penal internacional para un país latinoamericano.

Definitivamente todas estas variables llevan a decir que es ridículo comparar la crisis venezolana con cualquier otra crisis hemisférica ya sea en una dimensión cuantitativa como cualitativa.

No ha sido exactamente la falta de procesos de diálogo lo que ha afectado la situación política del país sumergiéndola en una crisis tan profunda, de desinstitucionalización, de falta de garantías y de libertades individuales, de ineficiencia administrativa y de capacidades productivas. Por supuesto que la acumulación de todas estas crisis puede subsumirse en una sola crisis: la superlativa crisis política en la que se impuso un régimen dictatorial en el que vive el país.

Los procesos de diálogo han sido más de 10; obviamente, ya sea la OEA o personalmente, hemos participado en algunos.

Hemos buscado soluciones desde momentos tempranos tratando de evitar llegar a este desbarrancamiento.

Los hechos no ocurren por causa de aquellos que denunciamos que eso iba a pasar y que advertimos que ese no era el camino. Siempre advertimos que no puede resolverse ninguna situación política del país con continuidad de violaciones de derechos humanos, debilitamiento extremo de las instituciones políticas y económicas que llevan además a la ineficiencia productiva.

El problema ha estado en aquellos que cobijaron ese régimen en esas diversas fases de deterioro o de crisis o de colapso o de quebrantamiento del orden constitucional que hoy el país vive.

Venezuela continúa por el sendero de destrucción, de falta garantías, de falta de opciones de vida para la gente. Todavía contamos presos políticos, torturados, ejecuciones extrajudiciales, actividades criminales como narcotráfico, minería ilegal, contrabando, corrupción.

La desinstitucionalización ha llegado a extremos completamente absurdos, como por ejemplo que la institucionalidad pública de la salud es incapaz o insuficiente para resolver necesidades básicas de derecho de la salud de la población. La institucionalidad de alimentación del país es incapaz absolutamente de resolver esos problemas que todavía afligen a la población y que obligan al pueblo a seguir saliendo del país desesperadamente. La institucionalidad de seguridad pública definitivamente está muy lejos de resolver los temas de violencia y criminalidad que afectan al país, y llegamos a extremos tales como que su Ministerio de Defensa Nacional es incapaz de atender el control territorial del país y la protección de la integridad territorial del mismo, tanto que cuando se enfrentan a disidentes FARC en Apure, el Ejército bolivariano se come una paliza.

Cuando llegamos a ese punto de desinstitucionalización podemos esgrimir el argumento de la falta de capacidades existentes en la República Bolivariana de Venezuela para resolver los problemas de la población. Es claro que algo sí funciona, y eso es el aparato represivo que funciona horríficamente bien.

Debemos agregar que se ha destruido prácticamente en forma absoluta su aparato productivo, aun a pesar de la burbuja económico-financiera influida directamente por el dinero que debió regresar al país para estar (más) seguro cuando comenzaron las sanciones. Este regreso de activos del exterior donde probablemente se sintieran inseguros ha traído una lógica de exacerbación de las desigualdades entre el que no tiene qué comer y los concesionarios de autos de lujo; entre el que no tiene medicinas y los clientes de las marcas de lujo que están en Caracas hoy; entre el que sufre la violación de sus derechos humanos por parte de aquellos que en el marco de la minería ilegal explotan los recursos de su país y los clientes de los restaurantes de lujo.

Los sufrimientos del pueblo duelen mucho. La destrucción del aparato productivo llega al extremo de que aun cuando el mundo más necesita del petróleo venezolano por la guerra de agresión a Ucrania, no tienen las capacidades de producirlo. ¡Cuán necesario es ese petróleo en la región, especialmente para los países del Caricom!

Es un pueblo que vive en un infierno con un sendero que no se bifurca nunca. Es natural concluir que el diálogo sigue siendo la única esperanza de que se bifurque el sendero. El diálogo, y no cometer los errores del pasado. El tema es que, en cada proceso de diálogo, ya sean las fuerzas opuestas al régimen como en muchos casos los propios mediadores, tenían como objetivo sacar a Maduro, lo cual como objetivo estratégico probablemente no fuera el más viable, ni realizable, ni realista. Esto, sumado a la intransigencia del negociador rodriguista y a otras condiciones de cada negociación.

Definitivamente, Maduro fue subestimado en muchos casos respecto a sus capacidades de supervivencia, de manejo político y de habilidades diplomáticas, y fue consolidando su fuerza aun desde un origen con muy poca legitimidad, la que se terminó de perder en los años siguientes. El objetivo de la salida de Maduro transformó a cada negociación en un juego de suma cero que terminaba siendo imposible: ni la salida de Maduro en una negociación ni una elección que pudiera significar su salida.

Como todavía parece ser irrealista ese objetivo de algunos, entonces una negociación en ese contexto obviamente no puede ser cómo se saca a Maduro, sino cómo sigue.

Esto implica cohabitación. La cohabitación es un ejercicio para el cual no he visto prácticamente a nadie preparado en Venezuela. Pero eso lo hace aún más necesario, en el sentido de que implica un ejercicio de diálogo político real, de institucionalidad compartida, de poderes del Estado compartidos. Compartir el Ejecutivo es complejo y muy difícil. En un esquema de tensión permanente, tiene que estar tan detalladamente regulado que la mejor fórmula sigue siendo la fórmula suiza de sistema colegiado. El ejemplo regional es la Constitución uruguaya del 52.

Compartir es contrapesar. La cohabitación sin contrapesos puede transformarse en complicidad. El esquema de cohabitación a discutir en un proceso de diálogo debe dar garantías de contrapesos para quienes cohabitan. En caso contrario será una frustración más.

Sin un esquema de compartir el poder desde su base, en el que se asegure una participación efectiva del chavismo y del madurismo, de la gente de Guaidó y otros actores, la acción conjunta y coordinada de objetivos comunes hacia el futuro, es esencialmente imposible. El oficialismo debe asumir que sin la oposición la sociedad venezolana seguirá resquebrajada, dividida, desintegrada social y geográficamente, y la oposición debe asumir que sin el chavismo y el madurismo sucedería lo mismo.

Es muy difícil ir a un proceso electoral dudoso que simplemente asegure la continuidad de lo que tenemos ahora con legitimidad inexistente o dudosa (pero que obviamente espera contar con la complacencia de muchos —el azúcar pica los dientes—).

Entre todo o nada, el régimen dice “todo”; entre mayoría o minoría, generalmente se elige mayoría, pero eso significa que hay espacios en los cuales puede normalizarse la vida institucional del país y otros en los que puede comenzar ese proceso.

De la legitimidad inexistente o dudosa se pasaría a una legitimidad posible. Eso abriría un nuevo sendero, abriría la esperanza para que el sendero se bifurque. En caso contrario, se continuará haciendo marchar a todo un pueblo por un sendero que no se bifurca nunca en el infierno de un país empobrecido, ineficiente, con violaciones de derechos humanos, con crisis migratoria, con crisis humanitaria, con crímenes de lesa humanidad, con crimen organizado.

(*) Secretario general de la OEA.

@Almagro_OEA2015

Nota: El título parafrasea negativamente el cuento de Borges “El Jardín de los senderos que se bifurcan”.

29 de julio 2022

crónicas

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