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Opinión

Fernando Mires

Artículo escrito en torno al libro de la periodista británica Helena Merriman, Túnel 29 (2021)

La historia comienza un día de 1961 cuando el joven estudiante de electrónica, Joachim Rudolph, pasa con sus amigos unas alegres vacaciones en Rügen, balneario de la costa norte en la República Democrática Alemana, RDA, o mejor dicho, Alemania Comunista. Al regreso de esos felices días él y sus amigos se encuentran con un improvisado muro que ha separado a la parte de Berlín que pertenecía a la URSS de la que administraban EE UU, Inglaterra y Francia.

Escribí “la historia comienza”. Efectivamente, la escrita por la periodista Helena Merriman es una historia en los tres sentidos de la palabra historia: un relato o narración, una historia real y un texto historiográfico. La autora, en cambio, lo llama en el subtítulo, “crónica de una extraordinaria fuga bajo el muro de Berlín”. ¿Que es una crónica? El nombre lo dice, crónica es un relato crono-lógico: un relato ajustado a una sucesión lineal del tiempo. Por lo tanto en sentido estricto Túnel 29 no sería solo una crónica. Por una parte, la narración no está centrada en sucesos, sino en un personaje central: Joachim Rudolph. Por otra, la sucesión de hechos no está configurada de modo lineal. Después del regreso de Joachim desde Rügen, la autora retrocede en el tiempo para contarnos la conmovedora infancia de Joachim.

Me quedaría con la palabra historia, tanto en su sentido literario, como en el historiográfico. Pero en una versión flexible. Túnel 29 es una historia documental escrita con maestría literaria, en cierto modo, novelada, en la que, sin embargo, nada es imaginario. Por el contrario: todo es absoluta y despiadadamente real. Más todavía: cada acontecimiento revelado es el producto de una acuciosa investigación de Merriman quien se ha servido de las fuentes más fidedignas: los testimonios directos de personas involucradas y los archivos secretos de la Stasi.

Como en muchos casos la historia personal de Joachim ha sido formada por los acontecimientos de su tiempo. Comienza en 1945, en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial. Un niño de una familia campesina donde ha regresado su padre fugitivo, un soldado del derrotado ejército alemán. El recuerdo de ese padre no abandonará nunca a Joachim, sobre todo la última imagen que para él será siempre la primera. A los seis años de edad es abrazado por su padre y de pronto aparecen violentamente los soldados rusos, apartan al padre de su hijo y lo llevan a empellones. Nunca más lo volvió a ver. Un destino normal en esos tiempos, diríamos. Como miles de alemanes, Joachim caminará el resto de su vida sobre la base de una infancia trizada.

Después de la separación del padre, la casa será ocupada por soldados rusos. Luego su madre, su abuela y él, huyen en dirección a Berlín atravesando caminos por donde transitan como fantasmas los despojos humanos que ha dejado la guerra. Ya no hay tiempo para llorar tristezas, el único objetivo de las dos mujeres será sobrevivir. Y como sea: o durmiendo en las acequias, o en galpones, bajo los árboles, o alimentándose con los frutos de casas ajenas, en dirección al infierno que aún no conocen: hacia ese Berlín destrozado por las tropas rusas, ocupado por un Ejército Rojo lleno de odio y en gran medida con legítimos deseos de venganza. Escribo legítimos: Nada menos que 20 millones de soldados rusos fueron liquidados por las tropas de Hitler.

Dos millones de soldados rusos enardecidos, librados a su arbitrio, asolan Berlín. Saqueos, disparos a mansalva, ejecuciones sumarias y sobre todo violaciones de mujeres, son hechos cotidianos. El falo usado como instrumento de guerra, aparecido en todas las guerras, sembraba más terror en las familias que las bayonetas, los balazos y las bombas. Más de cien mil mujeres fueron violadas, algunas varias veces. Los suicidios estaban a la orden del día. La abuela y la madre de Joachim tuvieron algo de suerte: encontraron refugio en lo que quedaba de la casa de un pariente. Así comienza la infancia de Joachim.

Una infancia que, aunque parezca increíble, tuvo para Joachim algunos momentos felices, sobre todo cuando jugaba con otros niños, entre los escombros de las murallas derrumbadas, mientras la abuela y la madre salían a buscar algo para comer, mendigando primero, comerciando con cigarrillos, después (eso al menos es lo que contaban a Joachim). Joachim recordará después los “petardazos”, un juego que consistía en buscar restos de explosivos y luego ponerlos en los rieles de los trenes para que ¡bang!, explotaran, y los niños, reían y aplaudían. Hoy también, al ver en la pantalla a niños ucranianos jugando entre las ruinas de sus propia casas, no puedo sino pensar en que los niños saben protegerse mejor que los mayores. Toman la vida, por más terrible que sea, como si fuera un juego.

Después de la orgía de sangre, la llegada lenta de una nueva normalidad. Con el tiempo Joachim se convertiría en un hijo de la sociedad comunista. Stalin instaló como gobernantes del Este a un grupo de comunistas alemanes que vivían en Moscú, quienes habían sido formados cuidadosamente para ejercer esas funciones. A la cabeza de ellos, un hombrecillo autoritario y de chillona voz: Walter Ubricht, dirigente comunista de confianza de Stalin.

En ese Berlín derrotado creció Joachim, quien pronto destacaría por sus talentos en los dominios de la técnica. Ya muy joven, se convertiría en un experto electricista, fabricando y reparando aparatos de radio. Gracias a la radio topó una vez con la emisora norteamericana RIAS donde se sintió fascinado al escuchar por primera vez a Bill Haley con su guitarra eléctrica, cantando con sus “cometas”, rock around the clock.

Como muchos, Joachim estudiaba y trabajaba en Berlín Oriental e iba a divertirse a Berlín Occidental. Hasta que un día, regresando de sus lindas vacaciones en Rügen, encontró que Berlín, su Berlín, había sido reducido por el muro a solo una mitad. Cuando con sus amigos vio el muro, su primera frase fue: ¿Y qué tal si nos escapamos? A ese objetivo dedicaría muchas horas de talento y esfuerzo.

Quien primero saltó el muro fue un policía llamado Hans Conrad Schumann. Otros lograron escapar saltando desde las ventanas de las casas adyacentes. Para la clase comunista en el poder, algo incomprensible. ¿No había plena ocupación? ¿No tenían todos los habitantes derecho a enseñanza y a medicina gratuita? Cierto, Berlín Occidental atraía por sus luces, sus fiestas, y sobre todo por sus supermercados. Pero la RDA era el país comunista europeo económicamente más desarrollado. Lo que esa clase no entendería nunca es que, por su sola existencia, ella era la principal causa de las fugas. Cierto también, había alguna elecciones, pero todas estaban arregladas, lo sabía cualquier ciudadano de Berlín Oriental. Estaban hechas, como todo en ese país, para imitar a Alemania Occidental. Como los trajes, las modas, la música, la TV, la técnica, los autos trabis procedentes de la URSS y, sobre todo los objetos de plástico, de los que la RDA se convirtió en exportador. Esa clase dominante parecía ser tan inamovible como el muro.

Quiero creer que Ulbricht, Mielke, el matrimonio Honnecker, fueron en su juventud personas de buenas intenciones, luchadores antifascistas, soñadores de un futuro luminoso. A veces quiero también creer que ellos decidieron construir el comunismo en su país guiados por las mejores intenciones. Pero, por algunas razones, nunca pudieron darse cuenta de que ahí estaba precisamente el gran error: no saber o no querer saber que una sociedad nueva no se construye como quien arma un rompecabezas. Una sociedad nueva aparece de modo imperceptible, como consecuencia de cambios, ya sea en la ciencia, en la técnica, en las artes, en los modos de pensar, en los estilos de vida. Nadie dijo en la prehistoria, “hoy termina el paleolítico y mañana comienza el neolítico”. Como tampoco nadie dijo en el siglo XV, “ayer terminó la Edad Media y hoy comienza el Renacimiento”.

Las épocas las marcan los historiadores, a veces muy arbitrariamente. Algunos nos han convencido incluso de que ya no vivimos en tiempos modernos sino en post-modernos y que cada uno entienda por ello lo que le dé la real gana. Pero los comunistas querían hacer, construir, edificar el comunismo. Y como en toda construcción, necesitaban materiales. El problema es que esos materiales eran seres humanos, convertidos por decisión estatal en arcilla moldeable, en objetos a disposición de los que desde arriba han decidido en nombre de la felicidad suprema: fabricar lo que ellos, en sus limitadas mentes ideológicas, imaginaban debían ser los seres humanos perfectos. Ulbrich estatizó todo y los ciudadanos fueron convertidos en conejillos de indias de un laboratorio donde sería diseñada la sociedad comunista. Quienes no pensaban como ellos, debían ser obligados a hacerlo y, si aún no lo lograban, eliminados.

Un ejemplo: Joachim, así como muchos niños y jóvenes que habitaban Berlín Este, no pudieron borrar nunca de sus mentes las masacres de 1953, cuando cientos de obreros salieron de las fábricas a reclamar aumento de salarios y mejores condiciones de vida, enarbolando pancartas socialistas y cantando himnos revolucionarios. Los huelguistas fueron literalmente aplastados por los tanques rusos y las principales calles de Berlín se convertirían en regueros de sangre humana. Lo mismo sucedería en Hungría y en Polonia en 1956, hasta que en Varsovia, en un verano de 1980, dirigidos por un obrero electricista, los obreros polacos del sindicato Solidarnosc dieron vuelta la historia e hicieron temblar al régimen de su país y con ello a todo el llamado mundo comunista.

Que me perdonen algunos historiadores, pero todavía sigo convencido de que el derrumbe del comunismo comenzó en la Polonia de los ochenta, cuando los obreros primero, y la ciudadanía después, no quisieron más ser regidos por una clase dominante dependiente de la URSS. La Perestroika y la Glasnot de Gorbachov, visto así, serían las consecuencias y no las causas del desmoronamiento de un imperio que comenzó, como suele ocurrir, en su periferia. Quien sabe si el derrumbamiento del imperio de Putin también se anunció en las protestas civiles de Bielorrusia o en la muchedumbres rebeldes de la plaza Maidan de Kiev, y hoy, en la resistencia heroica del pueblo ucraniano en contra de la ocupación imperial de su país. Ningún muro pude eliminar el deseo de ser libre, y si esos muros no pueden ser saltados por arriba, pueden ser, eso lo comprendió rápidamente el joven Joachim y sus amigos - entre ellos dos italianos- traspasados desde abajo. Como sea, mirando en retrospectiva, hay que reconocer que la primera rebelión obrera, popular y democrática del mundo comunista ocurrió en la RDA en 1953. Y ese acontecimiento dejó marcadas sus huellas: impotencia, miedo, rabia.

Después de los sangrientos sucesos de 1953 la nomenklatura comunista entendió que para controlar los cuerpos de sus súbditos debía controlar sus almas. Y como no podía nunca lograrlo mediante argumentos y razones, hubo de hacerlo aplicando otros instrumentos. Fue así como nació la policía secreta más monstruosa de la modernidad, dirigido por el Ministerio de Seguridad del Estado, conocida como la Stasi, o “la casa de los mil ojos”, o por sus subalternos como La Firma, a cuya cabeza se encontraba un siniestro personaje con cara de bulldog llamado Erich Mielke, al igual que Walter Ulbrich, educado y formado en la URSS. La fiel maldad de Mielke ya había sido probada ante Stalin. Durante la guerra civil en España mandó asesinar a muchos republicanos que disentían de la línea de los comunistas, cualquiera hubiera sido la línea de las tantas que aplicó Stalin en el masacrado país.

Mielke y Ulbricht fueron los autores intelectuales del muro de Berlín. Su objetivo –tal vez creían en eso- era proteger a Alemania del fascismo. Lo mismo que hoy dice y hace Putin montado sobre el poder ruso, al fin un discípulo de la KGB. Todo quien difiere de sus conceptos de futuro, será un fascista. Mielke, seguramente pensaba, como Putin hoy de la criminal guerra que hoy perpetra en Ucrania, que ese siniestro muro no era más que un instrumento puesto al servicio de la “desnazificación de Alemania”.

A Mielke cabe el dudoso mérito de haber sido el padre fundador de una sociedad dividida en dos clases: la de los delatores y la de los delatados. A sabiendas de que del control de la información dependía la suerte del comunismo, convirtió a gran parte del país en informantes. Los números hablan por sí solos. Mientras durante la Gestapo de Hitler había un espía por cada 1.000 habitantes, en la URSS de la KGB hubo uno por 5.890, en la RDA de Honnecker uno por 73. Ese dato se refiere solo a los espías calificados, pero si contamos a los contratados por tiempo parcial y a los ocasionales, obtenemos la cifra de ¡un delator por cada 6 habitantes!

Mielke conocía los lugares estratégicos para obtener información, entre otros las reuniones familiares, los cumpleaños de los niños y por supuesto, las prácticas religiosas. Un 75% de los cargos eclesiásticos se encontraba al servicio de la Stasi. El mismo Mielke, después de la caída del muro, ya en prisión, al solicitar ver los archivos de la Stasi, se encontró con la menuda sorpresa de que su propia persona estaba siendo vigilada por el aparato que el mismo había creado. Pues bien, de esa sociedad sociedad sin asociados, de ese lugar sin solidaridad, donde cualquiera podía delatarte -incluso como en muchos casos, tus padres, tus hijos, tus hermanos, tu cónyuge- de todo eso quería escapar mucha gente, aún a riesgo de perder sus propias vidas. No pocos la perdieron, baleados por los fusiles de los vigilantes. Otros murieron en prisión. En un país donde no existía la pena de muerte, más de cien mil personas murieron asesinados a cuenta del estado. El de la RDA, como en otros países socialistas, el estado llegó a ser una institución criminal gobernado por criminales. La fuga, por el medio que fuera, se convirtió en una institución del pueblo.

No me voy a referir a los detalles de la fuga del grupo de veinticinco personas a las que Joachim y sus amigos ayudaron a pasar hacia el otro lado a través de un túnel construido con inteligencia, precisión y pericia, ni a los problemas ocasionados por los desniveles del terreno, ni a las filtraciones de agua, ni a los desmoronamientos ocasionales, ni al cerco de informantes que sospechaban algo, merodeando cerca del lugar de la excavación.

El de Helena Merriman es un relato cruel y apasionante, donde cada minuto cuenta en un largo y angustioso tránsito hacia la libertad. No hablo de la libertad política, sino de otra libertad, a esa que yace, a veces muy escondida, en la intimidad de cada ser: a esa que viene del profundo deseo de ser de uno mismo y no de otros. Pues esos veinticinco fugitivos no arriesgaron la vida por una ideología o por un programa político, sino porque ya no podían vivir sin ese mínimo de libertad que es, en breves palabras, nuestra propia dignidad de ser.

Nadie, y lo digo porque lo sé, quiere abandonar de buen grado el lugar de donde uno es. Los millones de africanos que hoy huyen hacia Europa, o los centroamericanos que huyen a EE UU, solo lo hacen porque quieren vivir y no morir de hambre. Los miles de sirios, cubanos y venezolanos que hoy migran por doquier, lo hacen sabiendo que su país ya no es el de ellos, aunque ellos sean de ese país. La cantidad de profesionales que en estos momentos están abandonando a la Rusia de Putin, es impresionante. ¿Construirá Putin otros muros? En el hecho, ya los ha construido. Ha terminado por separar a su país de un Occidente al que en parte, al menos culturalmente, pertenecía. Después del muro ideológico vendrán las alambradas, el cemento, el hormigón armado.

El muro de Berlín fue real pero también fue una metáfora. En cierto modo ese muro era representante de los muchísimos muros que hoy existen entre y dentro de diferentes países. Un muro simbólico y por eso mismo real (no existen símbolos de la nada) El túnel oscuro fue la otra metáfora. Representaba a seres humanos que como reptiles arrastraban sus cuerpos de acuerdo a “la lógica del subsuelo” con la esperanza de ver alguna vez la luz del día. Imposible entonces no pensar en la figura de la caverna de Platon. Un túnel largo y oscuro que no parecía terminar nunca. Igualmente es imposible, al leer la crónica de la fuga, magistralmente descrita por Helena Merriman, no pensar en el éxodo bíblico, solo que ese mini-éxodo hacia “la tierra prometida” era conducido por un Moisés alemán llamado Joachim Rudolph.

No por último, al leer el libro de Helena Meriman, me ha sido imposible no pensar en que los grandes acontecimientos de la historia, como ese que ocurrió en el Berlín de octubre de 1989 al grito de “nosotros somos el pueblo”, son solo el resultado de una larga erosión de muchos muros. Ese muro que era día a día deteriorado en reuniones clandestinas, en improvisadas demostraciones callejeras, en protestas por elecciones libres, y en túneles cavados con paciencia. Pero ¿no es una fuga un signo de cobardía?, preguntarán algunos. No, en este caso, no: la fuga, sobre todo esa fuga bajo tierra, fue un signo de valentía. Joachim Rudolph junto con sus amigos, fueron héroes de una fuga libertaria, quizás la más espectacular entre muchas que hubo en el Berlín de la ignominia. Dirigiendo la construcción de ese túnel, Rudolph dio un sentido a la muerte de su padre, a los sufrimientos indecibles de su madre y de su abuela, a la memoria de los obreros de 1953 y a los que todavía no habían logrado huir.

Y para decirlo de paso, en esa fuga Joachim Rudolph conoció a su actual esposa, Eva. El amor aparece donde y cuando menos se piensa. Incluso en un túnel muy oscuro, tan oscuro como a veces es la vida.

PS 1: Helena Merriman es periodista y locutora. Es la creadora del galardonado podcast Tunnel 29 de BBC Radio 4 y autora del libro del mismo título.

PS 2: Los dirigentes de la operación Túnel 29 vendieron los derechos de filmación de la fuga al promotor canadiense Reuven Frank. El objetivo era doble: obtener financiamiento y dar publicidad al hecho a fin de demostrar al mundo que muchos habitantes de Berlín estaban dispuestos a arriesgar sus vidas para librarse de la realidad del comunismo.

PS 3: En el 2002 fue estrenado el laureado film alemán, El Túnel. Su argumento está basado en la historia de Túnel 29. La película es magnífica, pero no supera a la intensidad narrativa del libro de Merrimer.

PS 4: En repetidas ocasiones los Vopos (policías del pueblo) acribillaron a quienes intentaban huir, delante de los ojos de los guardias norteamericanos apostados al otro lado del muro. Grupos numerosos pedían a gritos a los guardias norteamericanos que intervinieran. No podían. El presidente Kennedy quería evitar que cualquier conflicto con la RDA derivara en un enfrentamiento atómico. Los comunistas de ayer, como los putinistas de hoy, sabían hacer uso del chantaje atómico.

PS 5: Quien primero saltó el muro fue el policía Hans Conrad Schumann (conocido como “el salto de la libertad”) Muchos años más tarde Schumann volvió a Berlín a visitar a sus familiares. Estos, ante su asombro, lo recibieron con desprecio. Todavía lo consideraban un traidor a la patria. Schumann, tiempo después, se suicidó. Así se demuestra una vez más que el poder de los grandes dictadores reposa sobre una base formada por muchos pequeños dictadores cuyos sentimientos han sido borrados por una ideología.

Hay personas-muros y hay personas-túneles.

16 de julio 2022

Polis

https://polisfmires.blogspot.com/2022/07/fernando-mires-sobre-heroes-y-t...

 15 min


Eddie A. Ramírez S.

La Pdvsa meritocrática logró establecer un adecuado sistema de refinación en Venezuela y en el exterior. El chavismo-madurismo lo descalabró. A partir de 1976 la industria petrolera estatizada realizó cuantiosas inversiones para hacer más eficiente nuestras refinerías en Venezuela. En la década de los 80 inició la estrategia de comprar mercados en el exterior. Es decir, adquirir refinerías para garantizar la colocación de nuestro petróleo pesado a medida que aumentara nuestra producción. El chavismo-madurismo, cual barbarazo de la canción, acabó con todo.

En su Memoria y Cuenta del 2011, el entonces ministro y presidente de Pdvsa Rafael Ramírez, reconoció problemas en las refinerías en Venezuela, tales como escasez de personal especializado, problemas mecánicos, incumplimiento de las paradas de mantenimiento, excesivas paradas no programadas, recortes presupuestarios, atrasos en órdenes de compra de repuestos en el exterior, demora en el pago a los proveedores. Ello explica por qué nuestras refinerías, que tenían excelentes índices de seguridad y operacionales, pasaron a tener innumerables accidentes con pérdida de vidas, no pueden abastecer el mercado local de combustibles y lubricantes y dejaron de exportarlos. Tenían una capacidad de procesar 1.300.000 barriles de petróleo por día. Hoy están en la carraplana. La responsabilidad principal recae en Hugo Chávez, Maduro, Rafael Ramírez, Jesús Luongo, Argenis Chávez, Alejandro Granados, Eulogio Del Pino y Nelson Martínez.

La adquisición de refinerías en el exterior siempre tuvo la animadversión de los extremistas de izquierda. Paradójicamente, cada vez que Hugo Chávez viajaba ofrecía una refinería a gobiernos que consideraba amigos, pero ordenó vender las adquiridas total o parcialmente en Estados Unidos y Europa, en algunas de las cuales hubo que hacer inversiones para adaptarlas a nuestros crudos. Un caso emblemático fue la refinería Cienfuegos, en Cuba. La misma estaba paralizada desde 1989. Chávez se empeñó en ayudar a Fidel. Las misiones que envió Ciavaldini, entonces presidente de Pdvsa, para evaluar su reactivación concluyeron que eso no era negocio para Venezuela, ni para Cuba. Ese hecho y el posterior incumplimiento de pagos por el envío de petróleo fueron el inicio del conflicto entre la gerencia meritocrática y Chávez, así como la de él con Guaicaipuro Lameda. En el 2007 Chávez anunció que invertiría en su reactivación y regaló petróleo para que operara. Ahora, la dictadura de Díaz Canel se apropió de nuestra participación del 49 por ciento “por deudas de Pdvsa”.

En Alemania, en Ruhr Oel tuvimos participación en cuatro refinerías, con una capacidad de procesar 1.042.000 barriles por día, correspondiendo 230.000 a Pdvsa. En el 2010, Chávez ordenó vender nuestra participación, alegando que “allí no trabaja ningún venezolano y no procesan nuestro petróleo”; esto último se debía a una triangulación con Rusia, ellos suministraban a Alemania y Pdvsa a Cuba, lo cual era negocio para todos. En Nynas, empresa sueca, tuvimos participación en cuatro refinerías, con capacidad de procesar 67.000 barriles por día, correspondiendo 29.000 a Pdvsa; En el 2020 se realizó una negociación, cuyos detalles desconocemos. Pdvsa redujo su participación del 50 por ciento a solo el 15 por ciento, con el objeto de que la empresa no fuese objeto de las sanciones del gobierno de Estados Unidos a Pdvsa.

En Estados Unidos, la Pdvsa meritocracia tuvo ocho refinerías, con capacidad de procesar 1.700.000 barriles por día, correspondiendo 1.205.000 a Pdvsa. Unas las vendió, otras las perdió por deudas. Hoy solo nos quedan las de Citgo : Lake Charles, Corpus Christi y Lemont , con capacidad de procesar 769.000 barriles por día. Las mismas están en riesgo de perderse. Es necesario defenderlas en los tribunales, ya que la protección del gobierno de Estados Unidos no es garantía permanente. Es inaudito que la Comisión Delegada de la Asamblea Nacional 2015 no haya aprobado el presupuesto para defender nuestro principal activo en el exterior. También extraña el silencio del presidente interino Juan Guaidó.

En Europa y en los Estados Unidos, tuvimos una capacidad de procesamiento con nuestros socios de 2.809.000 barriles por día, de los cuales 1.464.000 correspondían a Pdvsa; hoy solo nos queda una capacidad de procesamiento propia de 647.000 en Estados Unido y de 8.700 en Europa.

En República Dominicana tuvimos una participación del 49,5 por ciento en una refinería con capacidad de procesar 34.000 barriles por día; en el 2021 vendimos a pérdida. En Jamaica tuvimos otra con capacidad de procesar 35.000 barriles por día, correspondiendo 17.000 a Pdvsa; nuestra participación fue confiscada en el 2019 por incumplimiento de la Pdvsa roja. En total, en esos tres países perdimos una capacidad de procesamiento con nuestros socios de 134.000 barriles por día, de los cuales 66.000 barriles correspondían a Pdvsa.

En Bonaire teníamos BOPEC, un terminal con capacidad de almacenar diez millones de barriles; en el 2018 se declaró en quiebra. En el 2008 se vendió el terminal BORCO de Bahamas, con capacidad de almacenar 21,6 millones de barriles. En Curazao teníamos arrendada una refinería con capacidad de procesar 335.000 barriles por día, pero por incumplimiento de Pdvsa el gobierno de esa isla no renovó el contrato.

En cuando a ofertas de Hugo Chávez de construir refinerías, todavía están pendientes la Batalla de Santa Inés, en Barinas, en la que se iniciaron movimiento de tierras y al parecer algunas oficinas. Asdrúbal Chávez declaró que estaría lista en noviembre del 2012. ¿Cuánto se dilapidó antes de aceptar la realidad de que no era viable económicamente? También ofreció una en Caripito, otra en Cabruta y una tercera en el Zulia. Solo fueron ofertas populistas. En el exterior casi ofreció una en cada viaje.

Solo nos queda defender las tres refinerías de Citgo para que no caigan en manos de los acreedores por deudas de Maduro y por las irresponsables expropiaciones ordenadas por Hugo Chávez.

Como (había) en botica:

Solidaridad con el Colegio Nacional de Periodismo ante el intento del madurismo de introducir la piratería en el ejercicio de la profesión.

Lamentamos el fallecimiento de nuestro compañero de Gente ddel Petróleo y de Unapetrol, Luis Guerra Rondón, quien trabajó como mecánico en Punta de Mata.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

19/07/22

 4 min


Luis Ugalde

El Estado está arruinado, las universidades de financiamiento público amarradas a él agonizan, pues reciben menos del 10% de lo que necesitan.

Alarma el aparente desinterés de Venezuela ante el trágico derrumbe de su sistema educativo. Parece que no interesa al gobierno, también está ausente en las propuestas de los opositores y la población en las encuestas lo relega al cuarto o quinto lugar. Pero nada tiene efectos tan nefastos y duraderos como los fallos en salud y educación básica. El estado de las escuelas y universidades públicas hace llorar sobre sus ruinas la miseria del futuro de la mayoría de los venezolanos. Como nos enseñaron que la educación es responsabilidad (¿exclusiva?) del Estado y que este lo tiene que costear en todos sus niveles, en el silencio educativo solo se escucha la débil protesta de algunos docentes reclamando al Estado el pago que les permita vivir.

¿Quién financia qué?

La constitución afirma que solo la educación “impartida en las instituciones del estado es gratuita hasta el pregrado universitario” (art. 103). Sin embargo la supuesta “gratuidad” total vendó los ojos del financiamiento universitario. De tal manera, que al comienzo de este siglo en Venezuela, más de 40% del presupuesto educativo nacional era para la “gratuidad” de la universidad pública. Con la lamentable debilidad de los niveles educativos básicos.

Ahora que el Estado está arruinado, las universidades de financiamiento público amarradas a él agonizan, pues reciben menos del 10% de lo que necesitan. Es lógico que protesten y pidan financiamiento al Estado, pero este ya no tiene para mantener la universidad “gratuita”; ni con este gobierno arruinado, ni con el siguiente empobrecido y está obligado a establecer prioridades y buscar otras formas de contribución para el costoso presupuesto universitario.

La “gratuidad” educativa debe concentrar su artillería en la batalla por lograr que todos los niños y jóvenes desde el preescolar hasta final de la secundaria estén inmersos en una educación de calidad; con millones de familias comprometidas en la defensa y mantenimiento de la escuela de sus hijos. Sin ese bien precioso y escaso, dos tercios de la población quedarían excluidos de la calidad escolar y alimentarán la futura pobreza del país.

Para salvar la universidad pública

Aferrarse a la “gratuidad” integral de la universidad pública es renunciar a su recuperación como universidad y excluir sobre todo a los jóvenes que carecen de recursos familiares para costearla. Considero imprescindible la contribución de los beneficiarios directos y el logro de financiamientos complementarios al presupuesto estatal. Si queremos una Venezuela democrática, y sin pobreza ni exclusión, la universidad debe seguir siendo económicamente accesible a quienes no tienen recursos. Al mirar las buenas décadas de la democracia floreciente, vemos un río humano de cientos de miles de estudiantes universitarios de familias de escasos recursos subiendo la escalera más eficaz para salir de la pobreza, poniendo a valer su talento y respondiendo así a Venezuela en su salto de rural, dispersa y atrasada, a urbana con naciente democracia y responsabilidad ciudadana de pacto social para el bien común.

La educación es costosa y si no superamos la palabra “gratuita” en el nivel superior no podremos concentrar recursos y empeño en la calidad y plena cobertura en las etapas preuniversitarias, ni rescataremos la universidad pública, combinando de manera inteligente y diferenciada la contribución (actual o diferida) a su financiamiento de quienes más se benefician: el estudiante futuro graduado, las empresas que reciben al universitario preparado, el Estado, las fundaciones nacionales e internacionales, la sociedad…

Por otro lado, tenemos que desterrar la mentalidad del pozo sin fondo en el gasto universitario a cuenta del Estado. La necesidad nos obliga a reducir repitientes sin prisa y con conciencia de mantenidos, las jubilaciones prematuras del personal antes de los 65 años, el exceso de empleados, el descuido de la productividad universitaria y de la venta de sus servicios con buen nivel competitivo. La universidad gratuita no existe y necesitamos que la cubran aquellos que más se benefician. Una buena parte del abono tendrá que ser diferido, con una parte menor de lo que ganará ya graduado. Por ello es necesario crear un cuantioso fondo de crédito educativo público, manejado con eficiencia y transparencia privada.

Las carreras cortas no pueden ser consideradas refugio sin prestigio para los que no lograron entrar en las largas. Hoy en el mundo (y en la crisis venezolana) la tendencia es más a carreras cortas de calidad que permitan entrar pronto en el mercado de trabajo y poder financiar en adelante (combinando trabajo y estudio) la formación continua abierta y sin límite hasta los niveles más altos y exigentes. Necesitamos un país libre de complejo de doctor, con millones de jóvenes que se entusiasmen con lo que hace dos siglos la sociedad colonial despreciaba como “trabajos bajos y serviles”. Naturalmente hoy esos trabajos deben ser entendidos y cultivados dentro de la gran revolución productiva y cultural que estamos viviendo en el mundo de la Sociedad del Conocimiento, de la Transformación Digital y de la Transición Energética. Todo ello con una universidad que día a día se pregunta ¿Qué universidad somos y hacemos y para qué sociedad?

15 de julio 2022

Diario de las Américas

https://www.diariolasamericas.com/opinion/para-salvar-la-universidad-pub...

 4 min


​José E. Rodríguez Rojas

Uno de los logros que el régimen cubano exhibe como parte del éxito de su modelo socialista son las “misiones medicas” que envía a otros países y que se multiplicaron durante la pandemia. Las misiones encubren un subsidio de los gobierno de izquierda al régimen cubano. Han sido cuestionadas debido a que las condiciones de trabajo del personal sanitario representan una forma contemporánea de esclavitud, que ha llevado a dos relatoras de la ONU a iniciar una investigación sobre ellas.

Uno de los éxitos que el régimen cubano ha difundido como parte de su modelo socialista ha sido los avances en el sistema sanitario y la formación de personal sanitario en cantidades tales que le ha permitido, en particular durante la pandemia, auxiliar a otros países que así lo han requerido, bajo la etiqueta de “misiones”. Estas misiones se han extendido a cerca de 67 países a lo largo del planeta. Incluye algunos países europeos como Italia y Andorra, africanos como Sudáfrica y países del Oriente Medio.

Al margen de la propaganda cubana la realidad es que el envío de las misiones de personal médico cubano encubre un subsidio disfrazado de los gobiernos de izquierda al régimen cubano, que oscila entre 6 mil y 8.500 millones de dólares, convirtiéndose en el segundo ingreso del régimen después del turismo. Representa el 46% de los ingresos de exportación y 6% del PIB.

Las misiones cubanas han sido expulsadas de algunos países latinoamericanos, como Brasil, Ecuador y Bolivia, por el abuso a que el régimen cubano somete a los profesionales de las misiones y por representar un peligro para la estabilidad del país por el proselitismo político que realizan algunos miembros de las mismas. También ha influido las presiones de los gremios locales que agrupan al personal médico, que han demandado la expulsión de los cubanos por considerar que constituyen una competencia desleal con sus agremiados.

ONGs europeas como Cuban Prisioners Defenders (PD) han cuestionado las misiones cubanas por las precarias condiciones de trabajo en que labora el personal médico. Según la ONG las médicos reciben un ingreso miserable que en muchos casos no alcanza para costear sus gastos de vida, entre el 75 y el 90% del dinero que pagan los países beneficiarios a los médicos, éstos deben entregarlo al Estado cubano para financiar los gastos del mismo y de la casta burocrática que lo dirige, y solo una pequeña parte se orienta a sufragar los gastos del personal sanitario.

Adicionalmente a lo señalado PD cuestiona las condiciones de trabajo de los médicos que define como trabajo forzoso pues además de un salario insuficiente las jornadas laborales son excesivas y carecen de la libertad para rechazar el mismo, si lo hacen los médicos o sus familiares son sancionados. La condición de trabajo forzoso la define la ONU como una forma contemporánea de esclavitud. Las denuncias de la ONG mencionada llevó a la Relatora Especial sobre Formas Contemporáneas de Esclavitud y a la Relatora Especial sobre Trata de Personas de la ONU a dirigirse a las autoridades cubanas, a fin de indagar sobre las condiciones de trabajo de los médicos cubanos. La ONG Human Rigths Watch también ha cuestionado las condiciones de trabajo del personal sanitario cubano calificándolo de explotación y ha hecho suyos los planteamientos de la ONG Cuban Prisioners Defenders (PD).

Fuentes:

ABC. 2020. Alerta sobre la explotación a que Cuba somete a sus médicos en misiones exteriores. Julio 31.

ABC. 2020. Human Rights Watch también acusa al régimen cubano de explotar a los médicos (video). Enero 15.

ABC. 2020. La ONU califica de trabajo forzoso las misiones de médicos cubanos en el exterior. Enero 10.

ABC. Marinos cubanos, los otros esclavos del régimen. Enero 26.

Profesor UCV

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Diversas Individualidades

Caracas, 9 de Julio de 2022

Señores:

Sergio Díaz Granados, Presidente Ejecutivo de la CAF

Gianluca Rampolla del Tindaro, Coordinador Residente de las Naciones Unidas en Venezuela y Coordinador Humanitario.

Distinguidos señores:

A través de los medios de comunicación, hemos sido informados que el pasado miércoles 6 de julio, la CAF y la ONU han suscrito un acuerdo para invertir recursos en la recuperación y restablecimiento de los servicios públicos en Venezuela.

Este anuncio genera esperanzas en que finalmente pueda iniciarse un proceso sostenido para la recuperación de la calidad de vida de la población venezolana la cual ha sufrido un deterioro progresivo y profundo durante los últimos veinte años. Por nuestra parte, lo hemos esperado desde hace varios años y queremos agradecer el esfuerzo que están haciendo por restituir derechos humanos fundamentales a través de la recuperación de los servicios públicos.

Es con el fin de contribuir en este proceso de recuperación que un grupo de profesionales, especialistas en diversas áreas asociadas a la prestación de los servicios públicos en Venezuela, nos dirigimos a ustedes. Nuestro interés fundamental es llamar su atención sobre algunas conclusiones obtenidas de las investigaciones que se han llevado a cabo durante los últimos años y las cuales creemos que pueden contribuir a orientar de manera más efectiva las necesarias inversiones a realizar.

Servicios públicos en Venezuela: un caso de estudio

Venezuela sufre la más profunda crisis de servicios públicos en toda su historia, especialmente en los servicios de agua potable y energía eléctrica. Ello a pesar de haber logrado, al final del siglo XX, los mejores niveles de calidad de Latinoamérica, comparables con los de los países desarrollados.

En efecto, durante los cuarenta años de la democracia civil, se desarrolló una excelente y robusta infraestructura en todos los rincones del país. Esta infraestructura hoy se encuentra en condiciones lamentables debido al abandono de prácticas adecuadas de operación, mantenimiento y reparación y a la pérdida de las capacidades técnicas y gerenciales necesarias para su efectivo manejo.

Esta situación de deterioro de los servicios públicos, durante los últimos veinte años, se produjo en un entorno de abundancia de recursos financieros. Según cálculos realizados por diversos expertos en el tema, durante los últimos veinte años, se han contabilizado inversiones por más de cien mil millones de dólares americanos en el desarrollo del servicio eléctrico y de más de diez mil millones en el de agua potable. Para poner estas cifras en contexto, se estima que, durante los últimos veinte años, Venezuela ha contabilizado inversiones en ambos servicios superiores a las requeridas para desarrollar toda la infraestructura productiva de agua potable y electricidad con la que contó el país a inicios del presente siglo.

El dinero es necesario, pero no suficiente

La experiencia reciente ha demostrado que, si los recursos para la inversión son administrados con escaso criterio técnico y sin la transparencia administrativa necesaria pueden transformarse en instrumento de destrucción de la calidad de vida de la población, además de ser generadores de una enorme deuda pública que condena a la pobreza en nuestro país. Al respecto, los estudios técnicos que hemos realizado concluyen que:

1.- La contratación de obras sin el concurso de métodos transparentes para la selección de sus ejecutores aumenta los costos y no garantiza la capacidad técnica en la ejecución de estas.

El costo de las obras construidas en Venezuela como resultado de las contrataciones por asignación directa ha sido entre dos y cinco veces superior al de estándares internacionales en obras similares. El mayor ejemplo de esta mala práctica lo tenemos en las obras asociadas al aprovechamiento hidroeléctrico del río Caroní en la central Tocoma, el cual aún no ha sido concluido a pesar de que ha consumido más de 10 mil millones de dólares. Este monto es ampliamente superior al costo estimado cuando se proyectó y decidió la obra. En contraposición, el aprovechamiento de la central Caruachi, de dimensiones y condiciones técnicas similares, le costó al país solo 2.5 mil millones de dólares.

Otro ejemplo son los parques eólicos de Paraguaná y la Goajira para instalar una capacidad total de 176 MW. El costo aportado por CORPOELEC ascendió al equivalente a 2645 US$/KW, un precio que a esa fecha duplicaba el de construcción de un parque eólico similar en China (1300 US$/KW). Ninguno de estos parques produjo electricidad y se encuentran fuera de servicio por problemas de calidad.

2.- Errores técnicos conceptuales de las obras a realizar han conducido a infraestructuras inservibles y hasta provocar serios daños al ambiente y a las personas por inexistencia de estudios de impacto ambiental.

Al respecto, vale la pena referir el caso del trasvase de aguas servidas crudas desde la cuenca del Lago de Valencia hacia el embalse de Camatagua. Dicho trasvase produjo la proliferación incontrolada de algas microscópicas en el embalse, principal fuente de agua potable del país, la muerte de la biota de ese extraordinario lago y provocó la presencia de materia orgánica en la red de agua potable que alimenta la ciudad de Caracas. Hoy en día, este costoso trasvase se encuentra fuera de servicio, afortunadamente, por averías en los equipos de bombeo. El embalse de Camatagua ha iniciado un lento proceso de recuperación natural.

Dentro de este mismo orden de ideas, otro ejemplo es el del denominado Acueducto Bolivariano. Dicho acueducto es el más extenso del país y consiste en 180 km de tubería de acero desde el embalse de Matícora hasta la península de Paraguaná. El acueducto se construyó a pesar de que el embalse de Matícora se encuentra totalmente lleno de sedimentos, situación conocida mucho antes del inicio de las obras. El Acueducto Bolivariano costó 500 millones de dólares que hoy se acumulan como deuda de la República y jamás ha servido para resolver el crónico problema de falta de agua en la península.

3.- Las fallas en la programación de las obras conduce a obras inconclusas donde lo que no se hizo fue lo primero que debía de hacerse, dando como resultado la inutilidad de estas.

Al respecto, dos ejemplos: Para abastecer de agua a la isla de Margarita se construyó el Acueducto Luisa Cáceres de Arismendi correspondiente a 50 kilómetros de tubería en tierra firme. Sin embargo, se dejaron sin sustituir los 25 km de tubería submarina que permitirían traer el agua de tierra firme a la Isla. Dicha conexión submarina se encuentra en muy mal estado ya que cuenta con más de 60 años en servicio y no permite, por lo tanto, la llegada de suficiente agua a la isla.

El proyecto del Tuy IV de la Gran Caracas, ejecutó mas de mil millones de dólares en la construcción de la presa sobre el rio Cuira, la cual fue paralizada antes de concluir, pero no construyó la estación de bombeo de Taguaza ni los 70 km de aducción hacia Caujarito que eran precedentes para aprovechar 6 m3/s adicionales del embalse Taguaza, puesto en servicio durante 1998.

4.- La falta de análisis costo-beneficio apropiados ha permitido I preferencia por implementar infraestructuras poco útiles antes que aquellas que podrían garantizar un mayor beneficio a la población. Algunos ejemplos de esta práctica son:

Venezuela adquirió tres satélites de comunicación, con ningún impacto en el servicio de telecomunicaciones del país, antes de extender y mejorar su red de fibra óptica.

Para abastecer agua a la población se dio preferencia a la compra de 150 plantas desalinizadoras de mediano tamaño, la mayoría de ellas hoy en día fuera de servicio, en lugar de rehabilitar los sistemas de agua potable existentes.

Igualmente, se adquirieron 300 camiones cisterna de gran tamaño para abastecer la ciudad de Caracas en vez de iniciar la reparación del Sistema Tuy ll que permitiría aumentar el flujo de agua para abastecer a la ciudad por tubería.

Se adquirieron 94 km de tubería de acero de 2 m de diámetro, para la aducción Dos Bocas-Barquisimeto sin haber iniciado aún la construcción del embalse, la tubería se encuentra a la intemperie sin ningún uso.

Todas estas malas prácticas no han sido responsabilidad exclusiva de los venezolanos: los principales bancos multilaterales y las agencias de cooperación de distintos países han participado en cada una de ellas.

Un caso preocupante por sus efectos nocivos sobre la población más vulnerable, son las obras asociadas a la llamada ayuda humanitaria, en tiempos de mayor necesidad y muy escasa disponibilidad de recursos de inversión.

Durante los últimos tres años, varios organismos internacionales, entre ellos UNICEF, han venido invirtiendo recursos bajo el concepto de ayuda humanitaria. Estos proyectos se han desarrollado bajo las malas prácticas anteriores y, en consecuencia, sus resultados hasta ahora son desalentadores. A diferencia de otros países en el mundo, las inversiones de UNICEF en Venezuela no han sido transparentes y no permiten el control ciudadano de estas donaciones. Sus contratos son tan secretos como los grandes proyectos antes mencionados.

Corregir es de sabios, el fracaso no es una opción

En tan corto tiempo que ustedes viven en nuestro país será necesario que comprendan la terrible condición que condujo a una situación tan lamentable. Ustedes pueden ser parte de la solución, se lo exige todo el país: la salud y calidad de vida de nuestras familias lo espera con ilusión. Pero el resultado dependerá no sólo de las cosas que hagan sino principalmente del cómo se h gan: es urgente adoptar las mejores prácticas administrativas reconocidas mundialmente y así ser eficaces y eficientes en el manejo de los ingentes recursos públicos que les tocará administrar.

El futuro les pertenece: tienen ustedes el privilegio de hacer tanto por este sufrido país, no pierdan esta maravillosa oportunidad.

José María de Viana

Maria Elena Corrales

Germán Uzcátegui Briceño

Elena Vega Ribas

Cesar Aguirre Urbaneja

Norberto Baussón Garcia

Manuel Guevara Baro

Miguel Nucete Hubner

En su nombre:

José María de Viana

CIV 3.978.284

+584126088542

josedeviana@gmail.com

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Edgard Benarroch

EL COMUNISMO

El comunismo es una doctrina política, económica y social en la que no se contempla la propiedad privada y propugna una igualdad de clases, los medios de producción están todos controlados por el Estado que distribuye los bienes a su antojo. Plantea el llamado "determinismo histórico" que consiste en que la sociedad fatalmente llegará al comunismo por la dinámica social.

Estratégicamente empiezan por localizar la crisis y profundizarla; donde no existe la crean. En medio del desastre te ofrecen soluciones de igualdad, soberanía y lucha contra quienes son culpables de tu malestar. Más adelante cuando se instalan en el poder, recurriendo a cualquier medio: la mentira, la guerra de guerrillas, la insurrección, la demagogia, el populismo, la negación de lo que son etc. etc, dividen la sociedad en explotadores y explotados.

Los primeros son los dueños o clase gerencial de las industrias y comercios -altos, medianos o modestos-, los segundos son el pueblo trabajador que recibe una remuneración por su prestación de servicio. Luego desde el Estado se realiza una campaña para convencerte de la necesidad de revelarte contra tu explotador que te tiene vilmente como esclavo y así nace lo que ellos llaman "la lucha de clases": oprimidos contra opresores. Siempre triunfan los oprimidos e instalan la "dictadura del proletariado". A todas estas el Estado a expropia por la vía de la confiscación sin contraprestación alguna a todos de todo, nadie es dueño de nada y todo está en manos del Estado. Quien tenía algún bien en propiedad le fue confiscado y quien no tenía algo no podrá tenerlo.

No existe ningún país en el mundo donde este sistema se traduzca en felicidad, prosperidad y bienestar del pueblo, al contrario, se agudizan los sufrimientos y se agrava toda la economía y sociedad con el drama que también te arrebatan la libertad y solo importas en la medida que estés en condiciones de producir lo que el Estado te ordena. Evidentemente un desconocimiento bestial de tu dignidad como persona humana.

Al desconocer tu dignidad pasas a ser una masa ósea cubierta de carne apta para asumir la tarea que el Estado te indique. No existen valores ni principios más allá de lo terrenal. Eres una pieza más del engranaje que mueve la maquinaria del Estado. Los limitados derechos que tienes son los que el régimen te reconoce y siempre todo en función de los dictámenes de la "Nomemklatura", que es la clase privilegiada y dominante que maneja todos los hilos del poder.

Para ellos hay de todo, hasta para satisfacer los gustos más exquisitos y disfrutar de los mejores manjares y mansiones como vivienda, mientras al pueblo solo le corresponde atender su alimentación de acuerdo a lo previsto en la boleta de racionamiento. Expandir la pobreza que llega al estado de miseria para manejar al ciudadano por el estómago y por sus necesidades fundamentales, es práctica diaria del comunismo. El Estado es quien te da alimentación, educación y atención a tu salud. No eres dueño ni siquiera de ti, tu amo y propietario es el Estado.

Ante la irrebatible historia y los hechos, los comunistas se han visto obligados a algunas revisiones en lo material (Eurocomunismo, nacido a inicios de la década de los setenta del siglo pasado en Italia, Francia, Portugal y España), el reconocimiento a lo sobrenatural sigue proscrito y perseguido. Como para el comunismo no existe alma ni espíritu, el ser humano solo es materia y por lo tanto quienes abordan el tema más allá de lo orgánico y físico son calificados de farsantes y como tal perseguidos, encarcelamos y hasta asesinados en nombre de la revolución. Bien lo dijo Carlos Marx : "La religión es el opio de los pueblos" .

Para bien de la humanidad son muy pocos los pueblos sojuzgados por este siniestro régimen que se sostiene con un fuerte y criminal control que el gobernante mantiene sobre la totalidad de la ciudadanía, cada manzana, cada cuadra tiene un caporal que vigila día y noche a quienes tiene en su zona y da cuenta al Estado de todos los movimientos. Tú no sabes si tu amigo lo es de verdad o es quien te vigila. Ello va sembrando desconfianza generalizada y crea una sociedad donde no se puede coexistir con armonía, donde hasta la posibilidad de soñar la pierdes y menos aún si logras soñar ver realizado tu sueño.

Contra esta deshumanización es nuestra lucha que nunca termina, la tarea por la libertad, la justicia, La Paz y la dignidad de la persona humana es de atención diaria y para y por siempre. El gran escudo para proteger los principios y valores humanos es la formación y la información. Estemos siempre atentos porque todos los días hay acechanzas.

A quienes se definen como comunistas o creen en esos principios, es bueno recomendarles, como dice Mario Vargas Llosa, que " disfruten" de la abundancia de bienes y del salario venezolanos y cubanos, de la justicia China y de la libertad de Corea del Norte.

18 de julio 2022

INCONGRUENCIA

La congruencia es la relación coherente entre varias ideas, acciones o cosas. Es la correspondencia de los hechos con las palabras. Este régimen, además de ser inmensamente malo, ineficaz, inexperto, indolente, destructor de lo bueno y maltratador, es también absolutamente incongruente y como tal desleal y traicionero.

Cito un solo ejemplo, el uso y abuso que hacen del nombre y memoria de nuestro Libertador Simón Bolívar. Se dicen bolivariano y todos pensamos que era por adhesión a los ideales y principios del Libertador, pero nos equivocamos, es por el amor desmedido a nuestro signo monetario que buscan por las buenas y por las malas, corrupción mediante. Bolívar, entre tantas cosas, dijo: No es bueno que un hombre o sector se mantenga por tanto tiempo en el poder, pues se acostumbra a siempre mandar y el pueblo a obedecerle. También dijo, “Los militares son para defender la Patria, no para gobernarla”, “Moral y luces son nuestras primeras necesidades”, “El mejor gobierno es aquel que le da al pueblo la mayor suma de felicidad posible”, y podemos seguir citando su pensamiento e ideas.

¿Cuál de los señalados cumple el régimen?, pues ninguno, son exactamente lo contrario al pensamiento de Bolívar. Además han abusado y ofendido su memoria sacando sus huesos del sarcófago que los guarda, con fines absolutamente inconfesables, muchos afirman que lo hicieron para realizar un ritual macabro. Han entregado la réplica de la espada del Libertador a los más inmundos dictadores y negadores de la dignidad de la persona humana. Acá, hace algunos meses, le fue entregada a Diosdado Cabello por Freddy Bernal ¿Qué cualidad tiene quien la entregó y cuál quien inmerecidamente la recibe?

Así juegan con el nombre del Libertador y elementos que él usó. Eso es otra manera de burlarse del nombre y memoria de quien nos dio la independencia y soberanía. Pero además también se llaman marxistas, siendo Carlos Mark quien peor ofendió a Bolívar, lo trató de “Campeón de las derrotas” y lo llamó “Vil y cobarde que victorean como a un Napoleón” y estos señores se dicen con orgullo amantes del marxismo. Sé es una cosa o la otra (bolivariano o marxista) pero las dos a la vez no, sería propio de ignorantes, es creer en Dios y rasgarse las vestiduras por Él y simultáneamente adorar a Lucifer.

La memoria de nuestro Libertador no debe ser tratada por gente indolente e irrespetuosa que la usan como consigna populista para atraer a incautos y halagar a la Fuerza Armada que debe ser de corazón y convicción efectivamente bolivariana.

Simón Bolívar es un paradigma no solo para nosotros y para los pueblos que libertó, lo es para el mundo entero que lo incluye en los hombres más importantes de la humanidad. Estamos en el deber de exigirle al régimen respeto al nombre y memoria de nuestro prócer que ocupa las principales páginas de nuestra historia y de América. Ojalá puedan comportarse como él lo dijo, como se comportó él y se aparten de la incongruencia, deslealtad e inconsecuencia rayana en la deshonestidad.

18 de julio 2022

MÁS SOBRE LA MUSICA

Hemos dicho que la música es el arte de organizar una combinación coherente de sonidos (vocalizado o instrumental o la coordinación de ambos) respetando los postulados de la melodía, la armonía y el ritmo.

La música es muy amplia, diría casi ilimitada, va desde lo sublime hasta lo detestable, desde la alegría hasta la tristeza. Ella nos abraza, nos obnubila y transporta; nos retrotrae y nos hace llegar mentalmente a un tiempo o época pasada; nos ubica en el presente y nos proyecta hacia el porvenir como por arte de magia. Nos sustrae y coloca en otra dimensión donde la mente y el pensamiento empiezan a volar con inmenso empeño, bien por recordar el pasado, por disfrutar el presente o para proyectarnos hacia el futuro algunas veces cargado de fantasías y buenos deseos.

En la música cabe lo bueno y lo malo, lo agradable y desagradable, lo dulce y lo amargo, el amor y el odio, no tiene límites, se lo ponemos nosotros. Claro a todos nos gusta la melodía por lo menos agradable al oído y que nos despierte gratos recuerdos. La música hace a los feos bonitos, Agustín Lara, de rostro asimétrico, lo llamaban el flaco feo de oro, conquistó a mujeres de las más bellas de su época y cuando le preguntaron cómo lo había logrado, respondió, con la lengua y con la música.

La música nos carga de melancolía o nos provoca sobresaltos que nos pone en movimiento cortos y lentos o largos y rápidos. La música tiene la virtud de sacarnos del sitio y llevarnos a otra dimensión donde el pensamiento vuela. Disfrutar de un buen chinchorro, un buen libro, un buen vino, un buen tabaco, teniendo como fondo musical una agradable melodía, es un placer infinito, todo se combina para hacerlo especial. La música con instrumentos, con voces o con la participación organizada de ambos es algo excepcional que toca las fibras más íntimas del ser humano, hasta algunos animales son amaestrados con música.

Cada uno de nosotros lleva una música por dentro y se identifica con una en particular o con varias, entonces decimos: en esa canción estoy yo, esa canción es mía, bien porque nos trae recuerdos o porque nos llega a los oídos sus encantadoras notas rítmicas agradables y placenteras.

A la vida sin música le falta algo, le falta melodía y ritmo, le falta notas armoniosas, le falta una canción, en fin, le falta música.

17 de julio 2022

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Benjamín Tripier

En política todo es posible; incluso que alguien que cree firmemente en algo, de un momento para otro piense algo diferente. Claro, esa práctica es más frecuente en algunos países de Latinoamérica que en otras partes del mundo con un poquito más de fortaleza institucional y de seriedad personal. Y a veces tendemos a juzgar a las decisiones de esos países serios con la misma vara con que nos manejamos nosotros. Porque no en todas partes pasas, de un solo golpe, de la extrema izquierda al extremo liberalismo sin que se te mueva una pestaña, ni se lo expliques a nadie.

Lo anterior es para poner en perspectiva lo del alivio de sanciones por necesidad del petróleo venezolano. Si un gobierno como el de Venezuela y algunas instituciones están sancionados por Estados Unidos; y algunos de sus máximos funcionarios, además de estar sancionados, tienen recompensa por su captura por parte del sistema de justicia norteamericano; y si algunos de ellos ya están presos, ya sea que aún estén en juicio o ya condenados; es difícil pensar que llegarían a desandar esas medidas, y negociar con esas personas, a cambio de petróleo; ya sea mucho o poco petróleo. Es un tema de valores y jerarquías.

Las dos visitas del gobierno norteamericano –la de marzo pasado y la de la semana anterior- estuvieron encabezadas por Carstens, que es el negociador de rehenes de la Casa Blanca. En la primera se sumó Juan Gonzáles y estuvo presente el embajador Story; mientras que en la segunda lo acompañó solo Jimmy Story. La carta fuerte que tiene Estados Unidos para negociar por sus rehenes son las sanciones; y si bien en general no suelen prestarse al chantaje, sí pueden negociar; y negociar requiere gestos de buena voluntad, como la liberación de un par de presos en Venezuela, y el levantamiento de sanciones a Malpica Flores.

Y así, es de imaginarse que se explorarán otras vías de negociación e intercambio, en esta operación de rescate de rehenes que fue el foco principal de las dos visitas, lo cual también podría incluir el petróleo. Pero darles un carácter de negocio petrolero es perder de vista el conjunto de sucesos que llevaron a considerar a Venezuela una “amenaza inusual y extraordinaria” para la seguridad de Estados Unidos; y que llevaron posteriormente a incrementar la caracterización negativa y someternos a las sanciones que ya son parte de nuestra vida diaria. Porque en realidad, debido a las sanciones para un grupo, terminamos todos afectados.

Por supuesto que un alivio a las sanciones, cualquiera sea el origen del alivio, pondrá en movimiento un conjunto de procesos en el campo jurídico, empresarial y de negocios; entrarán los mercados objetivos, y, principalmente la verdadera capacidad de producir petróleo, en qué cantidad, en cuánto tiempo, con qué costo de inversión… y quiénes serían los inversionistas.

Si queremos realmente entrar en una nueva era no rentista, debemos mirar hacia otros productos y mercados; y, cuando miremos al petróleo, verlo desde ángulos y marcos diferentes a los que hemos sostenido hasta ahora. Seguimos aplicándole al petróleo las mismas estructuras y referencias de cuando producíamos 3,3 millones de bpd. Hoy estamos en una producción estable de 550.000 mil bpd (los picos son excepcionales), y es como una megaestructura para manejar lo que tenemos o podemos.

Profundizando un poco, cuando le damos preeminencia a lo petrolero, a las sanciones y a lo político electoral, estamos descuidando que todo lo anterior está apoyando en un colchón de pobreza que deja lo anterior para una minoría de personas. Reconocer el 94% de pobreza, con 76% de pobreza extrema, de Encovi debe llevarnos a coincidir que hay que tomar medidas urgentes y simultáneas desde los otros ámbitos mencionados.

Cada vez hay más gente pidiendo en la calle; cada vez son más jóvenes los que piden; cada vez hay más desnutridos y mostrándonos en forma descarnada que tuvieron que salir de las zonas donde viven para escarbar en la basura de lugares donde la basura tenga algún contenido que les sirva para alimentarse, porque es sus zonas casi no hay basura. Es un drama, pero que se esconde debajo de la alfombra.

El tema importante es la pobreza, y en él deberíamos poner todo el foco…lo cual no quiere decir descuidar lo otro, sino ponerlo en esa perspectiva.

Por cada punto del PBI que recuperemos, bajemos la pobreza un cuarto de punto. Y eso no es abstracto, porque, un poco más o un poco menos, todos intentamos contribuir al crecimiento del producto, porque en eso nos va la supervivencia propia y de nuestras familias.

Vamos a mirar a los costados, y ayudemos a todo aquel que lo necesita; y si tiene esas terribles características de ser adolescente, malnutrido, que pide en un semáforo, pues hagámoslo más aún.

En lo económico, el deslizamiento acelerado del valor del dólar es la consecuencia natural de haberlo tenido retrasado a presión, durante mucho tiempo, desde octubre de 2021. Esa presión era como mantener presionado un resorte que, cuando se soltó, saltó a los valores en que está hoy; no obstante, no saltó tanto como se suponía, y todo indica que aún se mantiene retrasado, y distintas estimaciones colocan el valor de equilibrio por encima de los 10 bolívares por dólar; dándole a la economía un perfil importador; y desalentando las exportaciones.

El mercado de valores aún sigue representando una oportunidad de futuro que en cualquier momento puede convertirse en presente. Las emisiones de renta fija -compitiendo, en los grandes tomadores que son los bancos, con los títulos de resguardo emitidos por el BCV- esperan por la modificación de la Ley del Mercado de Valores para que la opción dolarizada los coloque en una dimensión que sea más atractiva para el inversor común.

Mientras que la renta variable, que forma parte de varios portafolios y carteras, espera su momento para ser el lugar de las finanzas corporativas, de fusiones y adquisiciones, , y sean el campo a través del cual se logre la optimización de la capacidad instalada existente, y donde puedan hacerse las inversiones de aporte de tecnología y capital que tanto nos hace falta.

Estamos en los albores de una guerra mundial que pudiera escalar hasta límites inconmensurables, porque de un lado, hay gobiernos democráticos que consultan sus decisiones en forma colegiada; mientras del otro hay gobiernos tiránicos y con el poder concentrado en Putin y en Lukashenko…o más bien, solo en Putin. O sea que está prácticamente en sus manos la decisión de cuándo transforma su “operación especial”, en una declaración de guerra, y a quién se la declarará primero; y si lo atacará primero y declarará la guerra después.

El flujo de comercio cambiará, habrá ajustes en las rutas, y los países proveedores de materias primas volverán a tener un rol relevante que puede hacer que sus economías se fortalezcan, si ya estaban bien administradas; mientras que los que lo estaban haciendo mal, empeorarán; porque la guerra no solo no será un colchón de flotación, sino que se convertirá en un lastre que los hundirá más.

Y también habrá una dicotomía de amigo-enemigo, sin espacio para puntos intermedios. Y dependiendo del nivel de amenaza que cada país represente, es que será tratado como tal. En Venezuela tenemos que elegir de qué lado estaremos, porque la consecuencia será grave.

No hay que olvidar que nosotros estamos jugando en los límites de la democracia, y apelando a las reglas de tiempos de paz. Bueno, eso va a cambiar; en términos prácticos la OTAN sustituirá a la ONU, y la ley será la ley de tiempos de guerra, donde las ambigüedades son muy riesgosas, pues pueden ser mal entendidas (o bien entendidas en algunos casos) y costarnos caro en términos concretos.

Cada país de Latinoamérica ha ido buscando su inserción en este nuevo contexto; hasta Argentina que tiene un gobierno pro chavista fue alineada con los aliados, y lo manifiesta en cada foro donde puede; de hecho, el presidente Alberto Fernández se reunirá con Biden en Washington, el próximo 26 de julio. Mientras, nosotros seguimos jugando con los “chicos malos”. Juegos militares con rusos e iraníes, avión iraní acusado de terrorismo volando bajo bandera venezolana por la región, visita del canciller a Moscú en el momento de mayor crueldad de los rusos contra Ucrania, y ahora Bielorrusia.

En cuanto a Colombia, nuestro vecino para siempre, tendremos que buscar la mejor manera de relacionarnos en esta nueva etapa. El Petro que hemos escuchado declarar es el Petrocandidato en campaña, y también al Petro presidente electo; habrá que esperar a escuchar -y ver qué hace- al Petro presidente en ejercicio, donde tendrá que manejarse en un entorno donde los miembros de su gobierno, que se parece mucho a una coalición, comenzarán a tomar decisiones que pueden afectarnos…como país, y como gobierno chavista.

Lo que sí podemos anticipar es que, a menos que el gobierno de Venezuela se oponga, el comercio y la movilidad de gente será más flexible, y podría significar una bocanada de aire fresco para un país aislado como el nuestro; podría ser una válvula de descompresión para nuestro acceso al resto del mundo.

Recomendación

Al gobierno:

Que renueve los mensajes masivos para la prevención de esta nueva ola de contagios covid y que advierta sobre el tema dengue, que pareciera también estar presente. Este es un momento en que la salud pública debería recuperar la preeminencia que tuvo en 2020 y 2021, al menos hasta que podamos ver que los números de contagios vuelven a retroceder. Es cierto que los números no son tan altos, las internaciones son menores y que la letalidad es muy baja, pero la gente falta al trabajo y la actividad económica incipiente se debilita.

A la dirigencia de la oposición:

Que no dejen sola a Bandera Roja justo en un momento donde son -junto con Guaidó- los únicos opositores que están “poniendo el pecho” en la calle, en la necesaria (en cualquier país) tarea de oponerse. El resto de los dirigentes no pasa de declaraciones altisonantes que no afectan al gobierno “ni con el pétalo de una rosa”; todo lo contrario: atacan más a Guaidó que a Maduro.

A los dirigentes empresarios:

Que pongan énfasis en la cadena de suministros y la logística para fortalecer y consolidar los niveles de actividad que se van logrando. Muy buen trabajo de los dirigentes empresarios recorriendo el país; hay que contar con un diagnóstico in situ de nuestras capacidades y posibilidades reales; porque la voluntad y las ganas de trabajar siempre estuvieron en el ADN del empresario venezolano.

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