Pasar al contenido principal

Carlos Raúl Hernández

La victoria de Nicolás

Carlos Raúl Hernández

Lo imagino carcajeándose al enterarse que en cierto país del Nuevo Mundo descubierto por su paisano Cristóbal Colón, un grupo opositor con 70% de apoyo, el gobierno abrumado por 80% de rechazo popular y la hostilidad de “casi 60 países”, decidió que “no había condiciones para votar”. Murió hace veinte días y 494 años (junio 21, 1427 y le debíamos un comentario). Hay por decenas corrientes de amantes y odiantes de Nicolás Maquiavelo. Hegel lo consagró como “uno de los mayores talentos y corajes de la historia” y para Bertrand Russell, El Príncipe era “un manual de pandilleros”. En la literatura victoriana incluido Shakespeare, aparecen más de 400 juicios terribles sobre su “maldad”. Aquél funcionario honorable, trabajador, después de dirigir por 15 años la defensa, relaciones interiores y exteriores de su país, preso y torturado por el gobierno, cortó y vendió leña para vivir exilado y muere de peritonitis en la pobreza en brazos de su mujer, sus siete hijos y sus amigos. Años después de morir se publicaron sus dos obras principales.
El crimen fue describir cómo funciona exactamente el poder autoritario y sacar el debate de la falsificación propagandística. Pese a que lo declaran fundador de la ciencia política, no creo que sea una obra científica, porque los métodos de investigación y exposición de la ciencia inductivo experimental, surgirán en el siglo siguiente con Galilei, pero es empírico, no metafísico y basado en la observación. Habían pasado mil años de horrorosos desafueros de gobernantes laicos y eclesiásticos, retratados a la perfección, paradójicamente por Shakespeare y otros gigantes de la literatura. Aunque está a años luz de promover la inmoralidad, El Príncipe desnuda lo mismo que Macbeth y Ricardo III, que la moralidad del poder es otra distinta a la doméstica, y desató una reacción en cadena.

El advenimiento de la democracia limita la arbitrariedad de quienes mandan porque los somete a la Constitución y con frecuencia terminan en desgracia por violentarla, pero, aunque disminuida, la iniquidad permanece. Stalin, Mao, Castro, Hitler, Videla, Somoza, Franco, demuestran que ayer como hoy se cumple el axioma de Ashley: “el poder corrompe: el poder absoluto corrompe absolutamente”. La absolución de Maquiavelo, aunque Ud. no lo crea, se la dan grandes pensadores eclesiásticos, comenzando por los padres del liberalismo, que no son ingleses ni franceses de la Ilustración, sino curas dominicos y jesuitas de la Escuela de Salamanca en los siglos XVI y XVII. Maquiavelo niega que, en un mundo perverso, los mandatarios deban decir la verdad, ser bondadosos, justos, cristianos, respetuosos de la palabra dada y amados por sus pueblos.
La virtú en política no tiene que ver con la virtud de los griegos. Es la razón de Estado: el arte de conquistar el poder y no dejarse derrocar. Los teólogos jesuitas españoles comprenden el planteamiento y con rodeos terminan por aceptarlo, se maquiavelizan. El primero de ellos en analizarlo, Pedro de Rivadeneira, lo rechaza, pero comienza la evolución. En 1595 publica El príncipe cristiano, y su reacción es convencional: la razón de Estado hace del mandatario, que debe ser moralmente superior, un tirano, un criminal, un mentiroso y no puede ser cristiano. Luego Francisco Suárez da un gran viraje en De las leyes y el Dios legislador.
Dice que Maquiavelo creó una teoría del poder y una nueva moral política, pero que no puede articular las dos repúblicas: temporal y no temporal, la razón de Estado con los valores cristianos, y esa es la tarea. El príncipe debe garantizar el poder porque lo desempeña para proteger la comunidad que lo legitima. Pero Suárez flexibiliza el uso de la verdad: “hay que pasar del Dios engañoso del absolutismo, al Dios indescifrable… El Príncipe debe serlo… y hablar en claves cuando sea necesario”. Juan de Mariana avanza aún más en la maquiavelización jesuita. La justicia y la política nacen de dos reflexiones que no se cruzan. ¿Qué hacer cuando el poder está en juego y con él, el bien común? No hay que mentir, pero si ocultar, disimular, no se puede decir la verdad.
Baltazar Gracián fue confesor de un Virrey y vivió en la corte, no un diletante. Afirma que el hombre tiene que ser misterioso en la política porque Dios lo es: “sin mentir… no decir toda la verdad… hay que saber jugar con la verdad … no todas las verdades se pueden decir porque unas me afectan a mí (el Príncipe) y otras a los demás (la comunidad)”. En El Héroe y en El Criticón sostiene, como Maquiavelo, que “las cosas no pasan por lo que son sino por lo que parecen” y “la plebe carece del arte y no puede descifrar”. Gracián recomienda “hacer uso próximo de la mentira para llevar al pueblo por el buen camino” y defiende de las puyas de Maquiavelo a “Fernando de Aragón por ser el oráculo mayor de la razón de Estado”. Con la aceptación de la razón de Estado, el círculo de la vindicación maquiavélica por los jesuitas se cierra. Diego de Saavedra Fajardo escribe que “las palabras indiferentes y equívocas imitan al gran Creador. Quien no sabe disimular no sabe reinar... Decir la verdad sería de peligrosa sencillez”.

@CarlosRaulHer

La ideología monstruosa

Carlos Raúl Hernández

Conviene conocer las raíces de la simpática ideología poscomunista de Me too (radfem) que rechaza el feminismo de mujeres exitosas reales (realfem). Cuestionan a Obama y Luther King en pro de la violencia de Black panters y Attack y vienen con lo que llama Felix Guatari, “revolución molecular disipada”. Más allá del lenguaje fatuo, buscan romper la cohesión social desde múltiples ángulos, trizarla en sus moléculas, exacerbar diferencias entre los seres humanos y el odio con la elucubración de los micropoderes de Michel Foucault. Desde las religiones, hasta el color de piel o el sexo (al que llaman “género”) son para discordiar. Mujeres vs. hombres, negros vs. blancos y mestizos, jóvenes y mayores, musulmanes y cristianos, en una cadena de victimización, mentiras y errores.

En 1977 aparece en Le Monde y Liberation el pedido de libertad para un grupo de pederastas reos de lascivia con niños, el “caso Versalles”. Aunque te rías, surgió el Frente de Liberación Pedófilo, en jerga revolucionaria de la época. Los redactores estaban inquietos por los procesados “…Corren riesgo de sentencia penal grave…. por los encuentros sexuales con esos menores” (¡jueces abusadores!) Exigían reformar el Código Penal para despenalizar y normalizar tales relaciones entre adultos y niños…cuando fueran consentidas”. Firmaban Sartre, Beauvoir, Althusser, Foucault, Deleuze, Derrida, Gluksmann, Barthes, Robbe-Grillet, padres de la “política de género”, defensores de pederastia, violencia, incesto, bestialismo y hasta necrofilia. Foucault murió de SIDA, luego de dedicarse frenéticamente a contraerlo y esparcirlo en París y San Francisco. A su muerte hallaron en su casa instrumentos de tortura sadomasoquista con residuos de sangre seca.

La dispareja Sartre-Beauvoir, según la biógrafa británica Carole Seymour-Jones, en su libro Una relación peligrosa (2008) hicieron de la pedofilia un sistema de vida, una maquinaria organizada y eficaz. La deslumbrante Simone daba clases en liceos, seducía niñas para hacer tríos con Sartre, pero estallaron los escándalos. La madre de Nathali Sorokine de 13 años denunció, y la despidieron en 1943. Hubo varios otros incidentes, entre ellos los de las niñas Bianca Lamblin y Olga Kosackiewicz. Esta última los obsesionó pasionalmente a ambos, inspiró a Beauvoir La invitada y el ensayo Brigitte Bardot y la emancipación sexual de los menores. Beauvoir es la fundadora del radfem con su obra El segundo sexo y surgen dos ideólogas herederas.

La norteamericana canadiense Sulamith Firestone. Fundadora de los grupos radfem en NY y Chicago, en su libro Dialéctica del sexo, propone “la destrucción de la familia, porque parir es la base de la opresión”, un “acto bárbaro como defecar una calabaza … Pero iremos aún más allá…La libertad de todas las mujeres y niños para hacer cuanto deseen sexualmente…la sociedad podría finalmente regresar a su sexualidad polimorfa natural; todas las formas de sexualidad serían permitidas y consentidas…”. Hace un enérgico elogio del incesto pederasta: “Si el niño escogiera la relación sexual con adultos, incluso con su madre genética, ella no tendría por qué rechazarlo (y debe darle) la cantidad de sexualidad genital de que el niño fuera capaz” (una especie de luna de miel). Esquizofrénica, murió de hambre en NY a los 67 años en 2012.

La norteamericana Kate Millett, paciente bipolar, en su obra Política sexual, desarrolla que “uno de los derechos esenciales de los niños es expresarse sexualmente con cualquiera, incluidos los adultos…La libertad sexual de los niños es parte importante de la revolución”. Habría que preguntarse por qué los más destacados inspiradores metooístas, tienen tal obsesión con los niños y es lamentable que personas normales que no conocen las turbideces de lo que dicen profesar, puedan asumir esas monstruosidades. El australiano Peter Singer es un ensayista influyente y santo misionero de buenas causas. Las ideas de su libro Liberación animal (1975) y varios otros, impactaron el movimiento hippie, el animalismo y el veganismo. Y también da origen a un gap contraproducente a sus fines, el trágico-ridículo, ecoterrorismo, que causó muertes inocentes.

Pero Singer va más lejos. Defiende la idea de aniquilar recién nacidos con síndrome de Down u otros defectos. “…ni un recién nacido ni un pez son personas y no es grave matar uno de ellos como sí lo sería matar una persona”. En 1991 declaró que “no había nada inmoral en sexo con cadáveres”. Singer sacudió al explicar que “sexo con animales no siempre implica crueldad ¿a quién no ha interrumpido el perro que frota vigorosamente su sexo contra la pierna de un visitante? El anfitrión… lo desalienta, pero en la intimidad tal vez no y tengan actividades mutuamente satisfactorias”. Singer dice en el caso de las gallinas que mueren por penetración humana es igual que lo hagan en Kentucky Chicken. Sería útil que los fans de la “cancelación” y tantas atrocidades intelectualmente cómicas, pero de aplicación horrenda, conocieran las ideas que dicen profesar.

@CarlosRaulHer

¿Por dónde corren las lágrimas?

Carlos Raúl Hernández

Europa era un reducto de miseria, chozas, suciedad, hacinamiento y piojos, tejidos toscos para vestir, alimentos rústicos y desabridos, nobles en castillos malolientes. ¿Por qué allí y no en otra parte nació esa planta terca y raquítica de la libertad? Para el economicismo, es producto del mercado entre Italia y Asia a partir del siglo XIII y Marco Polo. La ruta de la seda deslumbró a los europeos con un mundo de refinamientos, telas exquisitas, joyas, teñidos de colores vibrantes, perfumes, bebidas, lujos inimaginables y especias mágicas. Y la riqueza de esa primera etapa del “capitalismo” financió los pensadores y las maravillosas creaciones artísticas de los renacimientos.
Pero como contrasta Alfred Weber, pese a la magnificencia, en ningún imperio, lengua, o cultura asiáticos existe sombra de libertad y sus regímenes semejan al de Chi Chi Wang quien aterrorizaba sus opositores, los “reinos combatientes”, enterrando vivos masas de niños. Talaba, incendiaba y pintaba de premonitorio rojo montañas que “no dejaban pasar” a sus huestes. Así aplastó pueblo por pueblo y creó el imperio chino. Una posterior emperatriz, imponía cunnillingus para acreditar a los diplomáticos. Por el contrario, en occidente las semillas de la libertad y la democracia estaban plantadas en la cultura cristiana porque “bienaventurados los que tienen hambre y sed… porque ellos serán saciados”.

En oriente solo hubo atroces despotismos y religiones intimistas que huían a los abismos del yo porque el mundo real era insoportable. En Europa nace un cisma histórico por el poder político entre la Iglesia y los monarcas, que a su vez peleaban entre sí. Esta perrera vertical y horizontal del poder, impidió teocracias totalitarias estilo asiático. La Iglesia estuvo siempre asediada por herejía y debates teológicos que remata Lutero en el siglo XVI al reclamar libertad de conciencia y secularización del poder. Tres siglos antes, en Florencia 1265 había nacido Dante Alighieri, de los hombres decisivos de todas las épocas. Il popolo hablaba en unos quince dialectos y los poderosos en latín.

Dante decidió escribir la Comedia en uno de aquellos “para que lo pudieran leer las putxs” y la magnitud de la obra hizo del toscano la lengua italiana. Su impacto en la cultura es tal que la imagen del infierno en la cultura es la que él describe. En mayo se conmemoraron 700 años de su muerte exilado, pobre y solitario en Ravena. Su vida y su muerte están marcadas por un amor imposible y de extraña persistencia, Beatrice Portinari, de la que se prenda cuando ambos tenían 9 años, en 1274 (ella murió a los 22 en 1287). No parece “patriarcalismo” que mil años después de la caída de Roma, el ser humano renace con un libro consagrado a una mujer. Sus últimos pensamientos se los dedicó porque en la tercera parte de la Comedia, “El Paraíso”, concluida en 1321, año también de la muerte del poeta, es ella quien lo conduce por el Reino de Dios.


Poeta, novelista, ensayista y perseguido político, durante su vida. Italia no pudo ser una nación sino un pandemonium de ciudades-estado en guerra. Florencia, estaba sacudida por el conflicto entre los dos grandes poderes geopolíticos, el Papado contra el Sacro Imperio Romano Germánico. El partido güelfo aspiraba asociar la ciudad al Papa y los Estados pontificios, y los gibelinos simpatizaban con el Emperador. Dante era güelfo, pero quería mantener Florencia independiente de los grandes poderes geopolíticos, federar las ciudades toscanas, luego las italianas y separar la iglesia del Estado. El plan le adelanta 200 años a su paisano Maquiavelo y 500 al Risorgimento, la unidad italiana.

Con otros moderados creó la fracción de los güelfos blancos para tejer negociaciones y consenso, soluciones políticas a la violencia, contra los negros y la injerencia extranjera, pues temían la caída de la república, como ocurrió. Prior (alcalde) de la ciudad, contra la inestabilidad tuvo que sancionar a algunos blancos y negros. Varios papas fueron sus enemigos por su crítica a la injerencia en la ciudad. El Consejo luego controlado por los gibelinos, exilió a Dante por corrupción, pedofilia (una malvada lectura de La vita nuova basada en Beatrice), colaboracionista, y lo condenó a la hoguera si regresaba. La Comedia, luego llamada por Petrarca “Divina”, es uno de los más grandes libros existentes y también análisis y balance de los errores de los políticos, a los que destina los nueve círculos del infierno.


Tiene el coraje de reivindicar a Paolo y Franchesca, dos jóvenes amantes sorprendidos en medio de la pasión y asesinados por el marido, mientras coloca a varios Papas en el infierno Y estigmatiza a los que perdieron la república, por sucumbir al odio, la miopía y la incapacidad para pensar en el futuro. Dice Dante que en el séptimo círculo: “Vi llegar personas que lloraban en silencio y caminaban… con paso lento… cada uno de ellos retorcido desde la barbilla, con el rostro… hacia atrás, por haber perdido la capacidad de ver hacia adelante… tan torcidos… que las lágrimas les corrían entre las nalgas”.


@CarlosRaulHer

El árbol sangrante

Carlos Raúl Hernández

Dante y su maestro Virgilio llegan al tenebroso séptimo círculo del infierno, una negra jungla de árboles retorcidos, amenazantes, llenos de espinas, en los que se posaban las harpías. Aullidos de dolor de origen no visible hacían más pavoroso el paisaje. Dante trunca una rama y se sobresalta porque el tronco grita desesperado y saltan borbollones de sangre. Virgilio le explica que ese era el bosque de los suicidas, ahora árboles en castigo por destruir sus cuerpos. Difícil imaginarse el dolor que lleva al suicidio, momento de descontrol total, o máximo acto de coraje. Para Borges cualquier animal es superior al hombre porque no tiene conciencia de su final. Y se puede dudar que quienes escarnecen un suicidio u otra muerte, merezcan llamarse humanos. Deben ser especie muy parecida.

La jauría por las de McKey e Isturiz reflejó moral precaria, como el público de pedreas a “adulteras” y homosexuales en Irán o al pie de la guillotina en la Francia del Terror. Estos días siniestros las redes fueron pasarela, y las modelos narraban sus calvarios, algunos tanto como haberles insinuado que se veían sensuales en traje de baño. Desfile de exhibicionismo, narcicismo, masoquismo y otras patologías para “coger cámara” y convencer tontos de que las mujeres viven encadenadas en mazmorras, torturadas por un demonio baboso que les recuerda que son deseadas. Ni la realidad, ni la cultura, ni los estudios confirman tal cosa. Según las grandes empresas de perfumes y cosméticos a 90% de las mujeres le gusta sentirse seductoras. Treinta de cada cien macro empresas globales tienen como CEO una mujer, y en 80% son directivas.

La violencia y el sexo son los componentes esenciales del inconsciente y por descubrirlo Freud es el escándalo. La civilización surge para controlar esas pulsiones y saciarlas de acuerdo con las normas. La represión de los instintos, no poseer los bienes y las personas que deseamos, el principio de realidad, es el origen de la neurosis. Según Freud, sin los sueños que nos sumergen en el extraño mundo donde todo es realizable, no podríamos sobrevivir a miles de frustraciones diarias. En los colegios los niños se acosan incansablemente, “perversos polimorfos” los llama Freud por su desaprehensiva crueldad, los fuertes someten a los más débiles, y los adolescentes son obsesivamente hipersexuales. En la inmensa mayoría de los hogares hay maltrato infantil de padre y madre. Todos hemos sido y somos víctimas de agresión en múltiples formas por otros animales humanos y el oficio de vivir consiste en enfrentar y sobreponerse a eso, no dedicarnos a inspirar lástima y odio. Lo hay en el trabajo, los equipos deportivos, la actividad científica, los partidos políticos, y en cualquier organismo social.

Hay deleznable violencia contra mujeres, hombres, niños, ancianos, animales, pero crean la vaciedad de una masacre femenina. Según la ONU (2019) en el total mundial de homicidios habituales (sin contar guerras) apenas 20% son mujeres y 80% hombres, y del total de asesinos, 90% son varones y escaso 10%, mujeres. No son ni víctimas ni victimarias. Según estudios académicos de referencia en Gran Bretaña, EEUU y Australia, con una muestra de 36 mil parejas, 72% de los hechos de violencia son entre yuntas homosexuales masculinas, 21% entre heterosexuales y 7% entre lesbianas. Callan eso porque hay financiamiento global para mentir.

Según Freud el inconsciente se desdobla en pulsiones de eros y violencia y la civilización judeo-cristiana se edificó para controlarlos. Para el islamismo, por el contrario, las mujeres no son ciudadanos, ni siquiera personas integrales, y la menstruación las hace “sucias”. 95% de ellas son objeto violencia directa. La sharia autoriza al hombre a tener cuatro esposas, además de las concubinas y “esposas de placer” que quiera, pero ellas deben salir a la calle con un representante varón, vestidas con sacos medievales y hasta 65% de los matrimonios se concertan entre hombre adultos y niñas menores de 15 años, y no pueden estudiar ni trabajar. Los ideólogos totalitarios se basan en errores, mentiras y barbaridades para llevar la lucha de clases a la cama.

Desde siempre un segmento la población (entre 1 y 5%) tiene pulsiones sexuales divergentes con su cuerpo biológico y gracias al desarrollo democrático ejercen su sexualidad cada vez más libremente. Muy distinto a ese avance de la libertad individual es lo que plantea un grupo de pacientes clínicos, Simone de Beauvoir, Sartre, Foucault, Derrida, Kate Millet, Judith Butler, Shulamith Firestone, Peter Singer. Con una obra dedicada a argumentar filosóficamente violencia, pederastia, bestialismo, incesto, odio interreligioso e inter racial, bobean que la pulsión sexual de 95% de la humanidad es convencionalismo, “constructo social de los opresores”, y que la penetración (a las mujeres) es “barbárica”, con memeses tales como “heteropatriacalismo” o “todo hombre es un violador”. Cuando estudiaba sociología nos burlábamos de esos retorcidos teóricos, pero hoy me intriga y da risa como el nazismo sexual de me too puede ser también islamófilo.

@CarlosRaulHer

El dulce sabor de la sangre

Carlos Raúl Hernández

Todo comienza con el verbo (el logos, el espíritu), dice el Génesis, vértice de la primera religión monoteísta que cambia la civilización en la Edad de Bronce, doce siglos a.C. Para algunas religiones las Escrituras son revelación, palabra de Dios, pero el cristianismo acepta cierta distancia con la textualidad, aunque la Arqueología con frecuencia confirma aspectos de lo escrito, igual que la Ilíada y la Odisea. Es el mito sobre el origen del Reino Unido de Israel-Judea que once siglos después los romanos llamaron Philistina, tierra de los ya desaparecidos filisteos. A la muerte de Salomón los israelitas se reparten en los dos reinos judíos.

Reciben su nombre de Jacob, hijo de Isaac, quien luchó toda la noche con un ente sobrenatural que no lo venció, y Yavhé le ordena llamarse Israel, “el que lucha con Dios”, territorio de varios pueblos, entre ellos cananeos, filisteos, judíos, samaritanos, y otros, e invadido por los imperios babilonio, asirio, egipcio, romano, otomano y británico. Los romanos querían exterminarlos porque temían a su dios único, innombrable, todopoderoso, feroz, hostil, frente a dioses grecolatinos, borrachos, enamorados, sensuales, humanos, que yacían con los mortales y entre sí.

En las dos guerras Roma aniquiló proporcionalmente tantos judíos como Hitler y le cambió el nombre a Israel por Siria–Palestina y borrar el espíritu nacional de esos santones amenazantes y peligrosos. Pasó a ser una dependencia marginal del Imperio, y llamaron a Jerusalén Aelia Capitolina. Las invasiones promovieron diásporas de los judíos por Europa, Asia y África. Son víctimas de la Inquisición, los deportan, acorralados en ghettos (lo que pasó en Varsovia). Pogromos (linchamientos, incendios) en Rusia, Polonia, Ucrania. Les prohíben producir bienes y se dedican a la banca, igual se enriquecen y viene más odio. El mercader de Venecia muestra que hasta un espíritu tan universal como Shakespeare se contagió de antisemitismo, el racismo con mayor número de crímenes en la historia.


Sobre Francia pesa el martirio de diez años al Capitán Dreyfus en Isla del Diablo, de la que lo libera el coraje de Emilio Zolá, quien se jugó hasta la vida por liberarlo. Tanto horror convenció al escritor húngaro Teodoro Herzl, luego de examinar opciones como Argentina, Siberia y Uganda, de que debían volver a la Tierra Prometida a crear un Estado laico para protegerse: eso es el sionismo. La Primera Guerra Mundial finiquita el califato Otomano, y Palestina, aquel anodino municipio romano, ya no era ni eso, sino un erial de algunos misérrimos judíos y musulmanes criadores de amantísimas cabras. Marc Twain se aventuró en esa geografía olvidada de Dios y relata que recorría horas sin ver un ser humano. En síntesis, pedir el “cese de la usurpación” judía del territorio del Canaan, es un sorprendente y común desconocimiento.

Truman y Stalin acuerdan en 1947 crear dos estados, Israel y Palestina, después del horror nazi y seis millones de muertes. La moción va a la ONU, que solo podía aprobarla con mayoría de 2/3. La votación estaba perdida por 3 ó 4 votos, pero cambia la balanza el apasionado y legendario líder socialista francés León Blum, jefe del gobierno del Frente Popular en 1936. Ben Gurión crea Israel en 1948, que no reconocen los países árabes. La noche de la celebración, como cuenta Shimon Peres, “quienes llegaban en la madrugada a sus casas, conseguían en las calles los primeros cadáveres del ataque musulmán”. Es la primera guerra de cuatro a la fecha, en las que Israel vapulea a los árabes y arranca territorio.


En 1967 el pavorreal tercermundista Gamal Abdel Nasser, bloquea la salida de Israel al Canal de Suez. En el Cairo agitan las masas con la amenaza de quemar, exterminar a los judíos, y en los semáforos ahorcaban muñecos de parodia. Mientras Nasser chillaba en las plazas y la radio, Moshe Dayan, ministro de defensa israelí, envía a los balnearios cientos de soldados y sus familias para engañar al alto mando enemigo. Mientras, sus cazas vuelan a quince metros del suelo hacia Egipto, desbaratan la aviación en tierra, y a Siria y Jordania. La misma alianza intenta ahora tomar por sorpresa a Israel en 1973, en la guerra de Yon Kippur, y se lleva otra paliza y pérdida territorial, pero les cuesta entender que lo único que no deben es atacar militarmente a Israel.

En 73 años dos países que nacen con igual derecho sobre sus territorios y debían convivir como los demás, prefieren matarse-vengarse-matarse-vengarse, la espiral del encono. En Gaza gobierna el terrorismo de Hamas, con el programa cada vez más tonto de destruir a Israel quien, de desarrollo similar a los árabes, escaló a potencia económico tecnológica global. Que Israel mantenga un ghetto en Jerusalén y colonice territorios ocupados, igual cierra las esperanzas. Las potencias democráticas han hecho esfuerzos inútiles por reconciliarlos, como los dos acuerdos de Camp Davies, el primero entre Carter, Beguín y Anwar Al Sadat en 1977 y el segundo en 2000 entre Clinton, Edhud Barack y Yasser Arafat de la OLP. Pero faltan la inteligencia política y las despreciadas vocaciones de libertad y democracia.

@CarloaRaulHer

Sangre, sudor, lágrimas y cinismo

Carlos Raúl Hernández

El mundo se conmueve con razón por la matanza de palestinos, pero conviene saber “que todo está fríamente calculado” por los actores del drama, que no es de buenos contra malos. La nueva entente Rusia, China y Turquía reaviva el conflicto palestino al paso de la crisis con EEUU, para enseñar la cacha de la pistola al Secretario Blinken. Y sale del closet a plomo limpio la nueva geopolítica: tres potencias emergentes, Turquía, Israel e Irán, que chocan por la hegemonía en la región, seguidas por deuteragonistas y cheerleaders árabes. Hamas lanza 4 mil misiles tierra-tierra a Jerusalén, aunque conoce a la perfección los detalles del sistema defensivo Cúpula de hierro y la invencibilidad del ejército israelí, que en cuatro guerras aplastó a los árabes en bloque. La previsible y apabullante reacción de Netanyahu para lucir héroe, corresponde a lo que sus enemigos deseaban: que sus aliados marquen distancia, como hicieron EEUU y la UE.}

La imagen de Israel creció por sus sorprendentes éxitos económicos que desmienten el determinismo geográfico, el pobrecitismo regional, y por su legendaria capacidad militar. Por si faltara, es una democracia funcional entre regímenes retrógrados, la Blancanieves del desierto medieval, y los sucesos lo ayudaron a imponerse. El golpe de Al-Sisi contra Mursi, la Hermandad Musulmana y el plan de convertir Egipto en un régimen islámico (2013), erradica un poderoso adversario. La invasión a Irak y su casi desintegración, igual que Libia y Siria, elimina tres más, pero se fortalecen los ayatolas y Erdogan. La ambición de “cruzar el Jordán”, su resistencia a curar la herida abierta de Palestina, debilitan a Israel, carcomen sus relaciones con los árabes, EEUU y la UE. Todos los presidentes gringos en 40 años, Carter, Reagan, Bush, Clinton, Bush (h) Obama e incluso Trump -y la ONU- le han exigido abandonar la política de asentamientos, lo que borraría el estigma de violación de Derechos Humanos.

Los países árabes estrechan vínculos con Israel por miedo al fundamentalismo revolucionario iraní, que quiere llenar el área de teocracias. Para ello los ayatolas coadyuvan con grupos terroristas y socavan las monarquías. Apuntalan a Catar, a Hamás en Gaza contra OLP, Hezbolá en Líbano, los hutíes en Yemen, los alawitas en Siria. Extienden su influencia en Asia central y el Magreb. La revolución islámica desestabilizó la región por su vocación hegemónica y teocrática, programa nuclear, plan para derrocar las casas reales y problematizar el tráfico de petróleo (sus buzos ponen minas en tanqueros). Las monarquías árabes se refugian en EEUU e Israel, y aunque solo el año pasado inician relaciones diplomáticas con este, se reúnen desde los 90. La muerte del Rey Abdulá de Arabia Saudita pasó el poder al pragmático Mohamed bin Salman.

A través de su cadena Al-Jashira. Catar, aliado de Irán, promovió las primaveras árabes para abrir cancha al fundamentalismo en Arabia Saudita, Bahréin, Emiratos, Egipto, que en respuesta se volvieron sus enemigos y se lanzaron en brazos de Israel. Los cuatro aplican duras sanciones económicas, que redujeron el comercio de 8.200 a 1.200 millones de dólares, y Catar se estrecha a Irán. De comerciar 50 millones de dólares al año, escala a 450 millones, favorable para los dos países. Por lado opuesto, odios históricos y temores favorecen la nueva alianza árabe con Israel. Irán se anexó varias islas de los Emiratos en 1971, y Bahréin, una ex provincia independizada de Irán teme una re-anexión, tensiones similares a las de Taiwán y China. Sudán en África también estableció relaciones con Israel.


A comienzos de año Carnegie Endowment planteó cambiar la política sobre Israel-Palestina, y desplazar la mira de la tesis universalmente aceptada de dos estados, a la defensa de los Derechos Humanos, permitir el libre tránsito, fin de la discriminación política, no más asentamientos en territorios en disputa y recuperar el financiamiento del programa de ONU para refugiados que Trump dejó de pagar. En Palestina no hay elecciones desde 2005 y la población debe votar. El nuevo plan persigue democratizarla y lograr ciudadanía integral en Cisjordania, Gaza, Jerusalén Este, con elecciones regulares y confiables, separación de poderes y que los espacios de Cisjordania (la llamada Zona C) se consideren territorios ocupados y no judíos. El jefe de la Autoridad Palestina, Mamud Abas, suspendió las elecciones previstas para este año, que definirían si la moderada OLP retoma el control o, por el contrario, lo logra Hamás y por lo tanto Irán se haría totalmente de Palestina, una bomba atómica regional. Significa que el terrorismo chiita estaría dentro de las fronteras de Israel, en plena Jerusalén. Netanyahu hizo exactamente lo que buscaban Irán y Hamás, gestar una marea de indignación mundial contra su país. Debe haberse jugado la carta ya que su eventual triunfo está hoy en cuestión en las elecciones planteadas en próximas fechas. Lo salvaría salir de esta guerra cubierto de gloria y eso no está claro.

@CarlosRaulHer

Los gritos del silencio

Carlos Raúl Hernández

La dignidad del pensamiento, encarnada en Sócrates, Giordano Bruno, Voltaire, Solzhenitsin, Sajarov, Havel, consiste en buscar “la verdad” y jugársela por ella. Eso es lo que da moralidad y jerarquía a la práctica teórica. No podemos ser ellos, pero tampoco sus antípodas. Callar, halagar a los que dirigen, acomodarse a pifias suicidas, es su caricatura, o mera incompetencia. Igual salir radiante como Venus del mar entre espuma del semen de Zeus a analizar el error consumado cuando ya es inútil. Después del fracaso ruinoso, el jardín se llenó de girasoles parlantes que nos pasmaron con su brillo dialéctico, precisión expositiva, clarividencia, por desgracia bajo tierra cuando eran necesarios contra el disparate y no vale comprar lotería después del escrutinio. Médicos que solo saben hacer autopsias. La razón práctica se debe imponer sobre la confusión, la crisis y el debate feroz.
Cuando caminabas por alguna plaza y te fijabas bien, descubrías alguno haciéndose pasar por árbol de acacia, o por ardilla y si lo saludabas se ponía el índice sobre los labios (sssssssshhh no digas que me viste) Max Weber pensaba que la función del político es buscar el poder, la del estudioso buscar el conocimiento y no deben confundirse. Los griegos dividen el pensamiento en doxa (opinión común) y episteme (saber sistemático o científico) La doxa es un físico nuclear que habla sobre las vicisitudes en el Medio Oriente y la episteme es un físico nuclear que habla de física nuclear. Los abajo-firmantes o los curiosos pueden decir cualquier simpleza y se entiende, “hablan con el corazón” pero los “doctos” están obligados a argumentar su silencio o su error. Llamar “presidencia provisional” un parapeto era sobre todo ridículo. Dante tenía un círculo del infierno para los malos consejeros.
Falta una antología de canalladas y calumnias contra quienes plantearon transar e ir a elecciones desde el primer momento, entre 2016 y 2019, con la potencia de 80% de apoyo popular. “Fundamentalistas del voto”, “cese de la usurpación”, “ya estamos cerca”, “Maduro vete ya”, “calle, calle y más calle” (muertos, muertos y más muertos), “¿cuánto te pagan tarifado?”, “solo se negocia con Maduro dónde se asilará”, “colaboracionistas”, “intervención militar democrática”, “si o si”, “presidencia interina”. Prohibido olvidar a los asesores estratégicos residuales que embaucaron activistas, gente de buena fe y a la comunidad de países, con demencias quijotescas, “ilegitimidad”, invasión extranjera, explosión social, sanciones que derrocarían al gobierno, aunque lo que derrocaron fue la energía de combate y ahora “se negociará” entre escombros. Moraleja: no hay que hacerse los locos ni adular cuando pulula el desvarío sino cumplir la responsabilidad de la razón.
Gafedades asesinas. Un debate académico es inocuo, nace y muere en su cápsula. Pero en la política real los intelectuales pueden contribuir en grandes tragedias colectivas o en evitarlas. Dicen que viene una proposición novedosa: la “constituyente”, en mentís a que “después de la caída cualquiera ve la piedra” y a favor de que “el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra” y ya lo hicimos muchas veces. La demencia abstencionista de 2005 entregó a la revolución todo el poder para hacer lo que le diera la gana, y se repiten los traspiés en 2017, 2018 y 2020, lo que liquida las fuerzas de cambio en su actual postración. Después del majestuoso triunfo en 2015 contra rayos y centellas, presiones, terror y trampas, era el momento de negociar. Venían las regionales y locales que prometían otro triunfo clamoroso y un horizonte interesante en presidenciales de 2018. Había que dar garantías institucionales al gobierno, posiciones de poder, convencerlo de que la vida seguiría su ritmo y no vendrían vendettas disfrazadas de “justicia”.
No tenía clase. Eso hizo la sensatez en muchos países para que el cambio no se auto desestabilizara con cacerías (solo veamos a Iván Duque). Decidieron no ir a elecciones, derrocar a Maduro en las calles y vino la hecatombe. No sé si a algún historiador del futuro le interesará una “narrativa” (hablemos snob) tan bufa como la de políticos y asesores que en 2018, frente a un gobierno con 80% de rechazo, deciden abstenerse. “No hay condiciones” dijeron, pero la razón subliminal era que a Henri Falcón no lo aprobaba el sanedrín por falta de pedigrí. Hoy los teóricos del silencio, antaño a favor de los despropósitos que mataron al movimiento social, se explayan en hermenéuticas, porque ya no hay peligro de que las víboras muerdan y tutilimundi es alacrán, negociador o colaboracionista. Ojalá la experiencia de ir a tratar de hinojos con el gobierno después de despilfarrar los grandes esfuerzos y sacrificios de nuestra sociedad, abra las cabezas de roca. Incurrieron en los mismos errores de 2005, trece años después y no estamos libres de repetición. Hoy Maduro luce la pechera cuajada de medallas por las palizas que dio a la gafocracia.

@CarlosRaulHer

La revolución vuelve a Colombia

Carlos Raúl Hernández

Toda reforma tributaria es desagradable y los gobiernos sensatos las despliegan solo después de amplia búsqueda de consensos para hacerles ambiente. Con argumentos técnicos a favor y contra aspectos “puntuales”, la colombiana era, es necesaria y estaba bien concebida. Entre otras, establecía un considerable fondo para atender la pobreza y no creamos que el proyecto de reforma es causa el motín popular en Colombia, pero si coartada perfecta.
Lo que determina estallidos colectivos, riots, no son los malestares sociales o económicos, sino su torpe manejo político-policial. Eso lo saben los que deben, e infiltran las marchas con minorías violentas para provocar locura represiva. Pero destreza, jefatura y sentido táctico-estratégico moderan peligros del sistema, como Rómulo Betancourt entre 1959-1964, y asombra el genio de Duque para no sosegarlos sino exacerbarlos y auto desestabilizarse.

Lejos del infierno económico que pinta la izquierda, Colombia más bien, desde las reformas de Álvaro Uribe (2002- 2010) tuvo crecimiento económico estable, baja inflación (apenas 1.6% en 2020) y desempleo no tan alto. Además, expulsó la guerrilla a las fronteras y luego Juan Manuel Santos la incorporó al proceso democrático. Eso contribuye a que Iván Duque gane las elecciones de 2019 con 53% de los votos, pero con él se acaba la sanación.

El paraíso perdido
Era la continuidad del sistema político, porque tanto el nuevo presidente, como el anterior (aunque Santos se emancipó) estaban asociados a Uribe. La izquierda marca record histórico con 43% de Gustavo Petro dentro de la estabilidad democrática. Duque convirtió en dos años ese ambiente en una olla de presión, en guerrilla de nuevo a la izquierda revolucionaria, y polariza a la sociedad entre uribismo y petrismo. “Mano dura” fue su promesa y mano dura recibe.
Se empeña en perseguir a FARC legalizada y deja que los paramilitares asesinen sistemáticamente a los pacificados, conocidos como “dirigentes sociales” (151 muertes en 2019 y 251 en 2020). No impide baños de sangre en las zonas rurales, 36 masacres con 133 muertes en 2019, y 76 con 292 muertes en 2020. El clima sanguinario y de pánico fortalece al ELN, rearma ex pacificados, y proliferan nuevas pandillas narcoterroristas.
La base política de Duque se encoge y un amplio espectro desde demócratas hasta guerrilleros, se desplaza a Petro, eje de una gran alianza de izquierda y no sabemos qué traerá a Colombia. Duque hostiliza al gobierno venezolano, desde su país promueven invasiones y hoy financian disidencias guerrilleras como foco de una eventual Contra en la frontera. Activistas venezolanos en el exilio asumieron su responsabilidad en esto “para crear el caos” junto con factores de poder en Colombia.
El crecimiento económico se derrumbó con la pandemia, el desempleo subió a 16% y no hay como cubrir el déficit fiscal. La Reforma Tributaria era para pagar gastos sanitarios. En su impericia Duque la presenta en el peor momento imaginable, con fallidos esfuerzos para ganar aliados y pone en bandeja de porcelana los argumentos del discurso demagógico para las turbas. Por si no bastara, la represión salvaje al paro produce 45 muertes según NY. El caos interno podría desinflar la contra fronteriza.

Hierro y yerro
Denuncian “la mano el gobierno venezolano” en los conflictos y… ¿después de lo ocurrido en la frontera cabría pensar que este se cruzaría de brazos? Me cuesta creerlo. Es común que en batalla la primera baja sea la verdad, aunque los corresponsales de guerra se juegan la vida para que esto no se cumpla. Por desventura, la polarización en Venezuela ametralló no solo la verdad, sino que formó políticos carentes de raíces nacionales.
Se extinguió el más elemental patriotismo en quienes no distinguen nación de gobierno, ni integridad territorial y vida de la gente, de sus intereses financieros. Frente a un asalto al territorio por irregulares colombianos, desatan una ofensiva de descrédito contra las Fuerzas Armadas, que en última instancia son los muchachos que mueren en la frontera para defendernos. Reaccionan contra su país y la FF. AA, y acusan a estas de que solo terciaban un pleito entre narcotraficantes.
Como eso no funcionó inventaron la violación masiva de derechos humanos y el novelesco asesinato de una familia de nueve miembros a la que nuestros militares supuestamente luego vistieron de guerrilleros, los habituales falsos positivos precisamente del ejército colombiano. Ningún medio de comunicación respetable publicó semejante invento, y languideció porque era simple fake creado en el conocido laboratorio venezolano bogotano.
Luego pasaron a otra etapa descabellada: “que en la frontera usaban a los soldados como carne de cañón”. Los militares existen precisamente para defendernos de agresiones extranjeras. Si un país no moviliza a su ejército… ¿a quién envía? … ¿a las congregaciones religiosas, a los colegios, a los gremios profesionales o a los condominios?
@CarlosRaulHer

Aunque me cueste la vida

Carlos Raúl Hernández

Descuidado busca un libro en el alto de la biblioteca, tropieza, se cuelga de ella y se le viene encima. Tendrá que reconstruir el mueble, recoger los libros, ordenarlos, posponer la lectura y pasar algún moretón. Su torpeza lo alejó del propósito. Siempre insisto en la categoría de efectos perversos, según Maquiavelo propia de quien no tiene lo que hay que tener para ser El Príncipe: todo lo que hace por un objetivo le sale mal, lo aleja de éste y fortalece al adversario.
Por el contrario, cada paso de El Príncipe lo acerca a la meta y descalabra a su oponente. Para el autor la esencia de la política está en ese principio y sus declinaciones: no unifiques, divide a tus enemigos, responde ataques solo cuando ganes al responder, -hay quienes mejoran cuando les respondes-, apoya a tus amigos, habla suave, pero con un bate 42 en la mano y decidido a usarlo. Dispara a las debilidades y no las fortalezas.
Los norteamericanos confunden las acciones desde hace cuatro años ciento quince días, y vigorizan a quienes quieren derrotar. El insulto a Putin, la humillación a delegados chinos invitados a Alaska en febrero y amenazas a Alemania por el Nord stream 2 crearon un sismo geopolítico. Chinos y rusos conforman ahora un bloque hostil, y Europa se alejó de su aliado. No bastaba la montaña de libros y tablas rotas en el suelo y el gobierno norteamericano quita la paja del hombro a Erdogan.
Por si no hubiera problemas en el mundo, denuncia (24/4/21) la masacre perpetrada por el Imperio otomano a los armenios en 1915. Era el Califato, otro sistema político, porque la república de Turquía nace en 1934 con la revolución de Ataturk. No debe haber simpleza mayor que pasar facturas históricas cuando los culpables están muertos, pero ofende el honor de naciones, una provocación.
¡El degenerado Jerjes ocupó Grecia¡
Como si decidieran encarar a Merkel por los seis millones de judíos de la masacre nazi, a Italia por la invasión de Julio César a las Galias y el secuestro de Versingetorix o a Gorbachov por la invasión a Checoslovaquia. No hay territorio en el mundo que no fuera atropellado por potencias extranjeras incluso varias veces, y si los países se dedicaran a sacarse trapos, no habría tiempo para más nada. Agreden a un importante socio de la OTAN que cuenta tal vez con el ejército más poderoso de la entente.
En Turquía tiene EEUU Incirlik, su más importante base aérea para operar en Medio Oriente y otras tres con un total de 5.000 hombres. Más bien tenía, porque les dieron dos semanas para abandonar el territorio, “independientemente de que el Pentágono esté preparado” ¿Por una bravata en el patio del colegio? El academicismo cabe en tesis de licenciatura, no en jefes del mundo.
En la sublime indignación por crimen de hace ciento seis años contra armenios, hay un bemol de negocios. Los turcos debían producir más de mil piezas del supersónico gringo F-35 y adquirir cien aviones, pero se les ocurrió comprar sistemas antiaéreos S400 a Rusia y no misiles Patriot a EEUU. Entonces este canceló el contrato, aplicó sanciones, -quién podía dudarlo-, y flotaron los cadáveres históricos con la ruptura “de principios”.
…sigo buscando tu amor
Un gran favor para Putin, vulnerable ante Erdogan porque la flota del Mar Negro accede al Mediterráneo por el Bósforo-Mármara. Rusia y Turquía han vivido varias rupturas graves, a punto de crisis militar, que pusieron a prueba la sangre de sorbete del Presidente ruso. En 2016 tropas turcas en territorio sirio derribaron un Sukhoi y, por si fuera poco, ametrallaron los dos pilotos en paracaídas y uno de ellos murió.
Apoyada por OTAN, respondió arrogante que no se disculpaban. Ese mismo año, el mundo presenció las tremebundas escenas de un policía de civil que asesina al embajador ruso en Ankara cuando inauguraba una exposición de arte. El año pasado, en plena luna de miel con la OTAN, también abatió absurdamente un Mig-29 ruso sobre Libia.
Pero las sanciones norteamericanas en este trimestre alteran súbitamente el juego, y hay reconciliación, porque Erdogan se involucra en la alianza ruso-china, un dispositivo duro y de cuidado. Putin, pese a su fama de Harry el sucio, y a quien no le importa la Historia, esperó paciente que sus enemigos se enredaran y habla con moderación y acciones peligrosas. Pero Maquiavelo pasó por Washington e invitó a bajar la presión sobre Erdogan.
“Hablarnos con franqueza” planteó en cálido tono Biden a Erdogan, pero… ¿ganará su corazón? El Secretario Blinken (28/4/2021) declara sobre mejorar las relaciones, aunque, extraño, insiste en los conflictivos cohetes S400. Y el General Kenneth Mckenzie, Jefe del Comando Central de EEUU expresa: “Turquía es un socio vital y un ataque contra ella es contra toda la alianza… los dos países deben enfocarse en los acuerdos y no en los desacuerdos”. Wait and see.

@CarlosRaulHer

Vacunas, amores, cochinadas…

Carlos Raúl Hernández

1 Wagner relata en el Anillo del Nibelungo que después de despedazar al dragón, Sigfrido se encharca salvajemente en la sangre para hacerse invulnerable, y arrebata el tesoro Nibelungo que la bestia defendía. Pero una hoja de tilo adherida impidió que parte de su hombro se mojara y recibiera el hechizo. Por ahí lo matan a traición, como a Aquiles por el talón que inspira el mito germánico. Nos enseña que ningún héroe por poderoso, valiente, generoso, es indestructible, y un cobarde puede asesinarlo por la espalda. Tenía pacto de sangre con el rey Gunther, su mejor amigo, pero él trama su muerte con la protegida del dios Odín, la poderosa valkiria Brunilda ciega de celos, quien arrepentida se entierra la espada ante el cadáver. No hay vacuna perfecta.

2 Las vacunas son milagros humanos que eluden la muerte y su origen es apasionante. El médico rural e investigador británico Edward Jenner observó que en las manos de las ordeñadoras nacían aterradoras viruelas, de los males más terribles de la humanidad, pero allí se secaban sin daños, porque el virus atenuado de las vacas inmunizaba a las mujeres. Iluminado por el descubrimiento, decidió dar otro paso e inocular el pus benigno de las lecheras a otros y luego exponerlos a contagio con moribundos, del que salían indemnes. Prohíben el tratamiento en 1840, por miedo a que salieran cuernos o rabos a los variolizados. Pasteur usó el método contra ántrax, cólera y rabia, y en 1881 propone llamar vacuna la inmunización por cepas decaídas, en homenaje a Jenner y la antivariólica.

3 Protección en mano, la Corona española remite a América unos discutibles envases de pus, e imaginamos qué cochinadas llegaron a destino después de la travesía atlántica, y por qué modificaron la forma de enviar la medicina. El nuevo intento, más viable, es expedir vacunas humanas. Embarcaron desde España un grupo de niños y al zarpar variolizaron al primero. Cuando estaba por cumplirse el ciclo de inmunización, con su flujo inocularon al segundo y así una cadena hasta que luego de vicisitudes, llegan a Caracas en 1804. Andrés Bello, el hombre más importante del país, atendió la delegación aunque cometió el error literario, tal vez el único, de escribir una horrible Oda a la vacuna (“Suprema providencia, al fin llegaron a tu morada los llorosos ecos del hombre consternado/ y levantaste de su cerviz el brazo justiciero/ admirable y pasmosa en tus recursos/ tu diste al hombre medicina/ hiriendo de contagiosa plaga los rebaños/ tu nos abriste manantiales nuevos de salud en las llagas/ y estampaste en nuestra carne un milagroso sello/ que las negras viruelas respetaron/ Jenner es quien encuentra bajo el techo de los pastores tan precioso hallazgo”)

4 Ningún guerrero podía derrotar en combate a la esplendorosa valkiria Brunilda, fuerte, bella e invencible guerrera, reina de Islandia. Las runas le anunciaban que su destino sería el único hombre sobre la tierra capaz de vencerla, el valiente Sigfrido y para alejar zopilotes, impuso que se entregaría al que la sometiera en combate (por el estilo, Penélope no aceptaría cortejos hasta que terminara de tejer. Así esperaron al único). Su castillo, construido entre hielo, lo protegía un círculo de fuego y Wilhelm Reich saborea la simbología erótica del mito. Con hechizos, malas artes y trampas, el rey borgoñón la vence, y se casa con él, aunque sospecha la trampa. Estaba vacunada, según versiones con un cinturón de castidad, especie de tanga de leves cadenitas cruzadas, pero no sería fácil quitárselo salvo para Sigfrido, según Reich alusión al orgasmo. Cuando el rey bribón viene por su noche de bodas, ella se mofa: “me dominaste en lucha y te será fácil quitármelo porque tu fuerza puede sobre mí”. El pobre terminó atado simbólicamente a sus pies fuera de la cama (“soy tu esposa, no tu mujer”)

5 Kipling indica “no perder la cabeza cuando otros la pierden a tu alrededor” y hay que entrenarse en pandemia, pues crecen la depresión, violencia doméstica y suicidios que afectan al prójimo. Hacer política con la desgracia es terror sicológico y arrastra gente de buena fe. Difundir miedo, cuestionar datos sin evidencia, desacreditar las vacunas -eficaces y poco peligrosas-, es dañino. Según la OMS, los países de alta mortalidad por millón de habitantes van en este orden: Brasil 1.815, Colombia 1.381, Italia 1.353, Reino Unido 1.334, EEUU 1.200, México 1.111. Con rango bajo de decesos, están Finlandia 163, Noruega 127, Japón 77, Venezuela 69, Australia 36, Surcorea 35, Ruanda 26, Singapur 5, Burkina Fasso 8, Nueva Zelanda 5.11, China 3.5, Eritrea 2, Fiji 2, Bután 1.31, Burundi 0.52, Tailandia 0.58, Taiwán 0.47. Sorprenden las diferencias de letalidad entre países desarrollados, igual que entre atrasados. Que estén globalizados o cerrados tampoco hace el contraste, ni tener buenos o deficientes sistemas de salud. Descubrir por qué, exige estudios especiales. Pero de las grandes pandemias, esta ha sido la más benévola, hasta ahora.

@CarlosRaulHer