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Opinión

Simón García

Las fuerzas, sectores y personas que queremos dejar el pasado en su lugar, hemos recibido un duro golpe. Ha quedado al descubierto la prolongada ejecución de un robo a la casa de petróleo. Sus perpetradores son del alto gobierno y con explicable justificación habrá opositores que dudarán o acentuarán su rechazo a establecer diálogos con el poder. El punto débil de esta posición es que nos devuelve al derrotado camino insurreccional.

Hay rabia en la gente y es lo menos que puede esperarse cuando el salario dejó de existir o se erigen torres de lujo mientras se derrumba sistemáticamente la salud pública y la educación. Ante la justificada indignación, las fuerzas alternativas, que lo son por ser existencialmente diferentes a un poder sin ética ni democracia, tienen que aportar conciencia, esperanza y confianza contra el efecto de tristeza y desesperanza que se puede colar entre la percepción de impotencia.

La oposición alternativa tiene que asumir con determinación la tarea de traducir el rechazo anímico al gobierno en voto contra la pretensión de Maduro de perpetuarse en el mando. Existen condiciones de opinión propicias para ganar la presidencia. Nunca antes el candidato del PSUV, sea Maduro o Lacava, enfrentó condiciones tan adversas como las que ha creado el gobierno contra si mismo.

El asalto al tesoro nacional es una traición al régimen que abre un boquete en su cúpula y en sus bases de sustentación. El robo continuado durante tres años de miles de millones de dólares tiene causas estructurales y también subjetivas. La repetición de estos escándalos, que rápidamente se enfrían, comprueba que tras el simulacro de revolución hay factores que favorecen, junto a la ausencia de controles y contrapesos, la proliferación de delincuentes en serie: desde una enfermera o un escolta hasta un ministro o un coronel.

¿Por qué se produce este fenómeno de robar en grande hasta desde los niveles bajos de una nómina? El régimen esta adquiriendo cada vez más la forma definitiva de una cleptocracia. Una perversión que le corresponde enfrentar también a sus partidarios que temen una deriva totalitaria o una implosión por ineptitud. Los sectores sanos que existen en el chavismo están exigidos de reaccionar y dejar de formar parte de los que silencian los escándalos.

Las fuerzas opositoras deben alinearse en acumular condiciones de victoria y acertar con un candidato que muestre más apoyos, reúna las mayores intenciones de voto, tenga un programa de soluciones para salir del hoyo y disposición a tejer entendimientos con proyectos diferentes y contrarios. El método para su escogencia importa, pero lo principal es ganar.

Porque luce posible ganarle electoralmente al régimen hay que negociar, con el apoyo de la comunidad internacional, la realización de un proceso electoral lo más cercano posible a un evento competitivo.

Porque es necesario reconstruir a Venezuela, hay que ratificar que una victoria electoral de la alternativa devolverá a los venezolanos el derecho a vivir mejor y a convivir en paz. Esto supone convertir la campaña electoral en la difusión de un modelo de país y en la apertura de una política hacia una transición hacia la democracia, la recuperación económica y el rescate de ética pública.

Hay que saberlo: La unidad es ganar otro país, no perderlo por exclusiones. Una época es nueva porque es diferente a la anterior. O nos situamos en un marco estratégico alternativo o seguiremos haciendo de Venezuela un país imposible.

Twitter: @garciasim

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Paulina Gamus

Tenía en mente tantos temas para esta nota los que –como suelo procurar– serían universales y apenas con pinceladas sobre esta parroquia tan kafkiana y atribulada en que nos toca vivir, sufrir y morir. Pero no puedo evadir ni queriéndolo el mafiamoto que acaba de ocurrir en el régimen de Nicolás Maduro y C.A. Ese servidor a tiempo completo de la revolución bonita que era apto para cualquier cargo hasta llegar a usufructuar lo que queda de la gallina que ponía huevos de oro (Pdvsa). Siempre tan bien peinado con un copete inalterable y siempre atildado en el vestir. Ese que parecía ser maleable, infinito e inderrumbable, ha sido destronado al tiempo que su círculo de colaboradores más íntimos ha sido encarcelado.

Escribo esta nota (martes 21-3-2023, 11 am). Quién sabe cuántas cosas sucederán en las próximos horas y días que no seré capaz de registrar. La noticia ahora es que el inefable Tarek El Aissami ha renunciado a la presidencia de la petrolera nacional. Como la manera de enterarnos hasta de mafiamotos como este es Twitter, el desplazado e investigado El Aissami acude a la plataforma de Elon Musk para tuitear que su renuncia es «para acompañar y respaldar totalmente este proceso» (de los grandes hechos de corrupción en Pdvsa). El tuit que sigue a este de ponerse a la orden (arrodillarse) de sus verdugos dice textualmente: «De igual manera, en mi condición de militante revolucionario, me coloco a disposición de la dirección del PSUV para apoyar la cruzada que ha emprendido el presidente Nicolás Maduro contra los antivalores que estamos obligados a combatir, hasta con nuestras vidas».

Esta lamida de botas con lágrimas de cocodrilo pasará al basurero de la historia como el 99,99 de los actos hipócritas y de las rencillas intermafiosas de la revolución que nos desgobierna desde hace 23 años.

¿Puede alguien que tenga alguna capacidad de sindéresis creer que después del saqueo que el actual régimen y su predecesor, el de Hugo Chávez Frías, hicieron a la nación venezolana, es la corrupción la que defenestra al ex ministro y ex de todo El Aissami? En la catarata de denuncias que parecen llover desde la atmósfera y salir del subsuelo, hay una danza de miles de millones de dólares que ninguna calculadora tradicional puede convertir en bolívares, además no hace falta.

Se dieron cuenta de repente, nada ni nadie podía hacerlos dudar de tan perruno camarada. De pronto reaparece –como hace cada cierto tiempo– un ex ministro del chavismo, Andrés Izarra, radicado en Alemania, quien tuitea textualmente: «Lo que Maduro descubrió era un plan para disputarle el poder. Maduro usa la corrupción para controlar las ambiciones de los grupos, pero el poder se lo reserva para él. La golpiza viene porque el plan para tomar el poder se devela».

La purga fantochesca dentro de las filas del PSUV tiene en sus raíces el mismo objetivo de las que en su tiempo hizo Stalin: sembrar el terror para impedir críticas al régimen y eliminar a todos aquellos que pudieran aspirar a sucederlo. También inventar enemigos como ocurrió con el «Complot de las batas blancas», en que numerosos médicos, incluido el particular de Stalin, estuvieron a punto de ser asesinados o deportados a Siberia. Los salvó la muerte del genocida. Stalin estaba obsesionado con quienes podían disputarle el poder.

Fidel Castro, tutor espiritual e ideológico de Nicolás Maduro, tenía mucho más agudizada esa paranoia. Así fue como se deshizo del Ché Guevara enviado a morir en Bolivia, de Camilo Cienfuegos, fallecido en un sospechoso accidente de aviación, de Huber Matos, comandante histórico del Movimiento 26 de Julio quien fue figura clave en el derrocamiento de la dictadura de Fulgencio Batista. Fidel lo encarceló por sedición entre 1959 y 1979.

El caso más dramático y cruel: el fusilamiento de Arnaldo Ochoa, general de División de las Fuerzas Armadas Revolucionarias cubanas. Héroe de la República de Cuba desde que se le otorgó la orden en 1984, hasta que se le despojó de la misma en 1989. Fue el jefe de la tropas cubanas en la Guerra de Ogaden en apoyo a Etiopía y de la misión militar cubana en Angola. Fue condenado en juicio militar público junto a Antonio De La Guardia Font, Jorge Martínez Valdés y Amado Padrón Trujillo a la pena capital por «alta traición a la patria producto de acusaciones de actividades de narcotráfico. Por los mismos métodos estalinistas para que los inocentes se declararan culpables, el general Ochoa:»aceptó las impugnaciones de orden moral que recayeron sobre su persona y reconoció la comisión de los delitos que se le imputaron; hizo una severa autocrítica de su proceder; manifestó su más profundo y sincero arrepentimiento; deslindó al comandante en jefe, al ministro de las Fuerzas Armadas, al Partido y al gobierno de Cuba de cualquier participación en el tráfico de estupefacientes y finalmente descartó el carácter político de su detención y enjuiciamiento».

Quienes recuerden o tengan ocasión de ver la extraordinaria película francesa del director Costa Gavras, «La Confesión» (1970), entenderán como las manipulaciones, torturas psicológicas y físicas llevaron al ex ministro checo Artur London a declararse culpable durante el «Proceso de Praga» en 1952. Jorge Semprún basó el guion de la película en el libro del ex ministro que narra en primera persona las purgas estalinistas de las que fueron víctimas los disidentes del Partido Comunista checoslovaco.

Guardando las inmensas distancias entre London y un parvenu de la política, un militante sin medallas, heroísmos o talentos, un sujeto del que solo se ha conocido su ambición por los cargos donde el poder político y de enriquecimiento ilícito fuese mayor, también éste –El Aissami– se arrastra a los pies del verdugo antes de que lo arrastren a La Tumba.

¿Creerá alguien que detrás de estas detenciones por «corrupción» y de esa renuncia provocada hay alguna remota intención de corregir la que ha sido insignia del chavomadurismo? Para nada, esos miles de millones que se atribuyen a las agallas de Tarek El Aissami y de su entorno, jamás ingresarán a las arcas de la nación para aliviar las carencias de jubilados, pensionados, profesores universitarios, maestros, enfermeros, empleados públicos en general y todos aquellos venezolanos condenados a vivir y morir en la miseria.

Twitter: @Paugamus

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Alejandro J. Sucre

El potencial que Venezuela tiene para crecer y aportar exportaciones al mundo es inmenso. Según el Atlas de Recursos Naturales (https://www.worldatlas.com/articles/countries-with-the-most-natural-reso...), Venezuela es el octavo país en el mundo con mayores recursos naturales comercializables y el octavo en términos per cápita. Venezuela tiene un inventario de USD 14,3 trillones en recursos naturales comercializables como productor y exportador líder de numerosos minerales, incluidos petróleo, mineral de hierro, oro, carbón y bauxita, sin considerar su capacidad gasífera, agrícola, turística, manufacturera, logística, financiera y tecnológica.

Venezuela necesita líderes políticos nacionales e internacionales que permitan a Venezuela atraer de los mercados nacionales e internacionales $3 trillones en inversiones en los próximos 10 años para desarrollar su potencial económico y expandir su PIB anual a USD 1 Trillón por año, basado en recursos naturales, agrarios y demás sectores de la economía. Una economía de $1 trillón de dólares permitiría un PIB per cápita de USD 30,000 en lugar de los $2.000 que hoy obtiene. Esta economía de un trillón de dólares o un billón de dólares se pierde solo por malas políticas de dirigentes o incompetentes o corruptos y un aparato de gobierno que no funciona, junto a un cuerpo militar que se desvió de sus deberes.

Debido a la corrupción y desvíos de recursos del estado para lucro de funcionarios, hoy al contrario, la economía venezolana se redujo de $300,000,000,000 en PIB del año 2012 a $60.000.000.000 en el año 2021. Fallidas políticas de control de precios y de cambio hasta el 2019, mala política monetaria para inyectar dinero a la economía sin productividad y por razones clientelares, ejecutar obras de infraestructura y contrataciones con el estado a sobre costos y sin licitar. Robo del dinero de Cadivi y luego robo de los fiscales que investigan la corrupción de CADIVI que nunca recuperan el dinero para la nación sino que se lo quedan. Todo esto ha arruinado el presente y futuro del país.

Así que podemos enumerar los costos de la corrupción en Venezuela como sigue:
1.- Millones de estudiantes no se educan adecuadamente para participar de la economía mundial ya que tienen infraestructura de escuelas inadecuadas y maestros mal remunerados.
2.- Hospitales que tampoco se construyen y los que existen no se mantienen adecuadamente. Esto hace que la salud del pueblo quede diezmada para que unos vivos tengan millones de dólares y que lo inviertan en paraísos fiscales.
3.- Política monetaria inflacionaria para repartir financiar un gasto fiscal que no se ejecuta sino que se reparte entre privilegiados del partido político de turno via contratos del estado que luego no ejecutan. Esta política monetaria clientelar genera otro costo inmenso en la población que es altísima inflación, devaluación lo que impide el financiamiento bancario a largo plazo para impulsar las actividades productivas de la nación y construir viviendas.
4.- Autopistas que no se ejecutan y se cobran. Esto impide que se desarrollen los pueblos del interior del país. Que veamos tanta gente deambulando por los pueblos de Venezuela sin trabajo, vegetando sin desarrollar sus talentos. Que observemos el potencial desarrollo agrícola, minero e industrial pasmado ya que no hay vialidad, ni electricidad estable ni telefonía, porque a todo se le pone sobreprecios.
5.- Y el peor daño de la corrupción es que distorsiona los incentivos sociales, el trabajo y los estudios no son mecanismos de ascenso social y estimula a todos los venezolanos a ser corruptos y a ver el estado como una piñata. Nada vale en Venezuela más que ser panas de las autoridades del gobierno de turno y excluyen al resto de la sociedad que emigra a otros países y quiebra y traumatiza la unión de la familia.
6.- Fuga de capitales y de talentos para otros países donde hay respeto a la inversión y al trabajo.
7.- Los políticos que practican la corrupción generan pésima calidad de vida y división social, sean los enchufados hoy, los apóstoles y los del guisadores de décadas pasadas.

8.- Los políticos que practican corrupción tienden a querer perpetuarse en el poder y acaba con la democracia.

Los políticos de los países que prosperan luego de ocupar altos cargos, no se quedan allí buscando reelecciones indefinidas para robar indefinidamente a las instituciones del estado junto a sus amigos. Los políticos y militares venezolanos deberían buscar unas formas menos depredadoras de ganarse la vida, ya que la corrupción desde la cabeza de las instituciones se expande a todo nivel y hasta el soldado de la Guardia Nacional de más bajo rango termina asaltando a la población que circula en las deterioradas autopistas del país.

Venezuela tiene un gran futuro si los políticos del gobierno y de la oposición cambian sus aspiraciones y dejan de ofrecer a nuestro país como botín a los rusos, chinos, iranies, cubanos y americanos. Los políticos de oposición y del gobierno deberían ofrecer el país a los venezolanos y crear instituciones de largo plazo que aseguren un gasto fiscal que ese ejecuta con licitaciones, una política monetaria para expandir la producción y no la corrupción, que permita el crédito a largo plazo, y a Venezuela desarrollar sus ventajas comparativas en energía, minería, agricultura, turismo, manufactura, logística, bancaria y tecnología. Venezuela si puede ser una gran potencia si su cuerpo militar y político son menos depredadores y sus dirigentes salen del cinismo y elevan sus cargo como promotores del desarrollo nacional.

Twitter: @alejandrojsucre

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Carlos Raúl Hernández

Aunque Marx no sabía escribir sin insultos atronadores, sus obras pasaron por la paciente corrección de Engels, el mejor amigo en el mundo, quien las hizo bastante legibles. Pero la inquina personal por Simón Bolívar, como si le hubiera quitado la novia, hace de cada alusión al Libertador un oprobio. Aguas abajo, para la “leyenda negra” marxista todo lo que hizo Bolívar fue perverso, megalomaníaco y bajoinstintivo, sin reconocerle nada bueno, igual que la otra leyenda negra, creada por él sobre los españoles: que solo vinieron a matar mujeres y violar hombres (o al revés, para que nadie se sienta discriminado por “género”). Nos caiga bien o mal, Bolívar es el titán de Latinoamérica y como dice un pensador marxista, André Gorz, “la dimensión de un hombre depende de las empresas que acomete”. Para estudiarlo a él o cualquier otro fenómeno, hay que evitar la crispación, aunque la guerra es el imperio de la crueldad y el crimen. Nos ayuda que desde el siglo XVII intentan imponerle normas de derecho, como hizo Hugo Grocio, uno de los intelectuales más valientes que comieron pan.

Por su obra El derecho a la guerra y a la paz y andar por encima de su época, terminó en las mazmorras, de donde lo fugó su no menos temeraria mujer, María. Nos hizo comprender que ética de un comandante deriva de fines y medios en su estrategia y de las decisiones bajo su control. En otro trabajo planteamos que el mejor método de calibrar una figura histórica es el de Plutarco, compararla con sus homólogos de época. Washington, Jefferson, Hamilton, Madison, Franklin, Lafayette, fundaron la nación más poderosa y democrática del mundo (por mucho tiempo). Mientras, el despotismo de Bolívar y los suyos, su ferocidad, odio por España, desprecio por el “pueblo”, ambición de poder absoluto, trajeron terribles efectos y herencias (“acabaremos con la raza maldita de los españoles…no quedará uno vivo” … “…contad con la muerte, aun siendo indiferentes”.1813). Bolívar balcanizó la Gran Colombia, sembró autoritarismo e inestabilidad institucional hasta nuestros días, y eso lo llevó a morir execrado.

Destruyó con los pies lo que Washington logró con el cerebro. Mientras EE. UU pasó de 11 estados a 50, su ambición autocrática hizo trizas la Gran Colombia, trizas enguerrilladas, y después de la independencia gran parte de la región entra en caos. Había comenzado mal, con una traición. Simón estaba relajado con una amiga cuando Monteverde toma Pto. Cabello, su guarnición, y cae la primera república en 1812, pero él culpa a su jefe y lo entrega a los españoles por un pasaporte. Va a Colombia donde escribe la coartada, el Manifiesto de Cartagena (1812) con sus ideas fijas hasta la muerte: “el pueblo” no sirve moral ni intelectualmente para la libertad y necesita mano de hierro, la suya. La primera república había caído por blanda, por no fusilar suficiente. Sus documentos esenciales recogen esta constante en retórica romántica y puntillada de neoclasicismo. Otro legado del Libertador, que practica con tesón Latinoamérica hasta hoy, es barajar el juego y rehacer las instituciones por medio de constituyentes, cada vez que a un mandamás le da la gana.

Mientras Washington hizo la constitución norteamericana, la única, Bolívar hace periódicas “constituyentes” para adaptar el traje a su medida. En el Discurso de Angostura para instalar la de 1819, refresca el récipe autoritario. Como suele, antecede eventos con renuncias utileras y con la otra mano reclama poder total, se hace nombrar, no solo presidente, sino Libertador y Padre de la Patria, aunque aún no había libertado y exige un cuadro suyo en la sala de sesiones. Consigue objetivos autoritarios con sus tesis de siempre: un fuerte poder centralizado, no la federación de los países de la Gran Colombia que no cuadra con nuestra “idiosincrasia, no servimos para la democracia y si para un senado vitalicio. (“…así, legisladores, vuestra empresa es tanto más ímproba cuanto que tenéis que constituir a hombres pervertidos”). Dos años más tarde, el 6 de mayo de 1821, mes y medio antes de Carabobo, se instala una nueva constituyente, la convención de Cúcuta, con dominio total bolivariano. Para demostrarlo se hace elegir Presidente de la Gran Colombia casi por unanimidad

Aprovecha para poner en su sitio a Santander con ocho rondas antes que complete los votos para la Vicepresidencia. Como solía hacer, dice que no quiere poder, pero… ¿qué puede hacer un imprescindible? (“Yo quiero ser ciudadano, para ser libre y para que todos lo sean. Prefiero el título de ciudadano al de Libertador, porque éste emana de la guerra, aquél emana de las leyes. Cambiadme, Señor, todos mis dictados por el de buen ciudadano”) En su envoltorio de humildad, su dominación abrumadora sobre la asamblea y el autoritarismo hipercentralista aplastan las provincias de la Gran Colombia. Abusar del poder e irrespetar a sus hombres esenciales, deja heridas en José Antonio Páez y Francisco de Paula Santander, que se abrirán más adelante y a quienes la religión bolivariana pinta como monstruos. Para marcharse al sur encarga al vicepresidente Santander, a quien la claque militar bolivariana, “los sablones”, no le hacía mucho caso, la situación se hacía intolerable y hay motines en Venezuela y Colombia. Quién no quería ser más que simple ciudadano, va a Perú a redactar la Constitución Vitalicia, que no aprueba el Congreso, sino cómodos colegios electorales.

La promulgan el 8 de diciembre de 1826. Sigue al dedillo la evolución de la maniobra y opera como cualquier político de los que despreciaba. Escribe a un militar de su confianza: “esta es, mi querido general, una operación que debe realizarse con el mayor tino y habilidad…puede producir un bien perdurable para la república. Ud. debe empeñarse con los colegios electorales de ese departamento a fin de que aprueben íntegramente el proyecto…” pero se producen levantamientos masivos y más tarde deben revocar la “constitución”. Valentin Paniagua, quien fuera presidente provisional a la caída de Fujimori (2000) Cuenta en su libro Los orígenes del gobierno representativo: “(los miembros) del colegio electoral de Lima fueron encerrados en la Universidad rodeados de tropas para que aprobasen el proyecto. Freyre, satélite de la tiranía, en una mano les presentaba, dádivas…y en la otra la muerte” (2003). Nos recuerda la consigna de PRI mexicano para los insumisos: “plata o plomo”. En Bolivia hace aprobar la misma “constitución vitalicia”.

Un texto del Libertador sorprenderá a muchos: “El Presidente de la República viene a ser en nuestra Constitución, como el Sol que, firme en su centro, da vida al Universo. Esta suprema Autoridad debe ser perpetua; porque en los sistemas sin jerarquías, se necesita más que en otros, un punto fijo alrededor del cual giren los Magistrados y los ciudadanos, los hombres y las cosas. Dadme un punto fijo, decía un antiguo, y moveré el mundo. Para Bolivia, este punto es el Presidente vitalicio. En él estriba todo nuestro orden” (Bolívar: Discurso a la Constituyente de Bolivia, 1826). Sale de urgencia a Venezuela porque Páez encabeza la Cosiata que repudia ese despotismo avasallante y, peruanos y bolivianos aprovechan para derogar la constitución y destituirlo del cargo. El semidios se descompone a toda velocidad y las provincias de la Gran Colombia querían cesar la pesadilla “vitalicia” y crear una federación estilo norteamericano para detener la entropía, los levantamientos, buscar salidas. Convocan una nueva constituyente, la convención de Ocaña en abril de 1828.

Y ocurre lo imposible: Bolívar en minoría y aunque no se cuestiona su autoridad, la democratización impera. Se instala en Bucaramanga a dirigir la conspiración contra el evento. El 14 de mayo de 1828 en carta a Urdaneta dice: "O´Leary… ha llegado… para persuadirme de que no hay temor alguno (de) un mal resultado de la convención…están resueltos a no firmar ni votar (lo) que no sea excelente, y…abandonarán… retirándose de Ocaña y denunciándolos a la nación como perturbadores y enemigos públicos" (Citado por F. Encina: El duelo con el sino…) Ante el escándalo de su derrota, el Libertador se “lleva las urnas”, su fracción se retira y rompe el quorum. El 27 de agosto da un golpe de Estado, clausura el Congreso, anula la constitución de Cúcuta y se declara Dictador con un decreto que llamó Ley fundamental, una “constitución” aprobada en casa, y sigue cuesta abajo. Luego vendrá el atentado contra su vida en Bogotá (25/sep/1828), que trasparenta su desamparo, por la insólita irrupción de cuarenta asesinos armados al palacio presidencial contra el presidente de Colombia, para que lo salve Manuela Sáenz, con cuatro pares de faldas.

@CarlosRaulHer

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Guillermo Mendoza Dávila

Los venezolanos culminamos esta semana llenos de inmenso regocijo. Y no es para menos, ya que desde la campaña electoral de 1978, cuando se impuso aquel famoso eslogan ¿dónde están los reales? estábamos muy ansiosos a la espera de conocer la elusiva respuesta. Esta perspicaz campaña que propuso el entonces asesor americano David Garth, nunca fue respondida. Ni en la cuarta ni en la quinta.

Pero por fin, alabada sea María Lionza, luego de apenas 45 años, el prolongado acertijo nacional ha sido resuelto. SE LOS ESTABAN ROBANDO. A caray, quién lo hubiera pensado. Tamaña sorpresa para el incrédulo populus. Al menos nos queda claro que este gobierno va a luchar muy duro contra la omnipresente corrupción, ¡para que lo sepan! No les fue fácil abrir este criptex, más complejo que aquel que usó Dan Brown en el Código Da Vinci, pero ahora si van con todo.

A medida que pasan los días la cifra reportada en este pervertido episodio va subiendo. Inicialmente nos dijeron que el botín era de apenas $2.800 millones. Luego redondearon a meros $3.000. Ahora aquel afamado abogado que nos enseñó que no hay que ser flaco para “saltar la talanquera” nos habla de 23 millardos. Diantre. Vieron, sí que había suficiente dinero para ajustar los salarios públicos. Pero, resulta que los fondos se esfumaron por el oscuro camino del blockchain.

Pues bien, ¿qué podemos hacer de todo esto, cómo debemos interpretar esta sonora movida de mata? En ese espinoso sentido, a continuación les dejo una lectura, o más bien mi sencilla opinión al respecto.

Veamos los hechos. Al principio supimos que cayó con mucho estruendo el del trombón, luego les pusieron los ganchos a dos violinistas y al del clarinete, siguieron los de las flautas, la tuba, los platillos y el del gong. Está anunciado a los cuatro vientos que están buscando al pianista y pronto deben atrapar al del contrabajo. Pero aquí la gran pregunta, la verdadera cuestión de fondo es ¿qué pasará con el director de la orquesta?

Obviamente, ante toda encrucijada hay dos opciones. Una, que quede libre y desaparezca con el atardecer, esperando que llegue el olvido que borre las huellas de su disonante gestión; en cuyo caso sabremos que esto no fue otra cosa más que un movimiento magistral en el tablero del ajedrez político que han sabido jugar con inusitada destreza los que conforman este bizarro movimiento. En especial ante una inminente campaña electoral, con los puntos bajos.

Allí sabremos que con demostrada maestría enrocaron la torre y el rey, movieron la reina y sacrificaron algunos peones para que el juego continúe. Quizás atendieron a llamados internacionales sobre la idoneidad de quien negocie y firme nuevos contratos con empresas petroleras, quizás fue la presión interna de los encumbrados hermanos que según los periodistas ya era muy evidente, o quizás una cualquiera de las otras tantas interpretaciones magistralmente urdidas que hemos escuchado esta semana.

Empero, no olvidemos que tenemos aún por considerar el otro ramal de esta enrevesada bifurcación. Que no es otra cosa que despertar y leer incrédulos que hicieron preso al famoso director de esta desafinada orquesta. Entonces la lectura es otra y muy diferente; claramente, que aquí alguien se haya comido la luz.

Si el reparto no fue acorde a los términos previamente acordados entre los reconocidos cabecillas del sistema de orquestas; entonces, todos ellos, muy insatisfechos con el extravío de “sus” fondos mediante el uso de las elusivas criptos hayan pasado severa factura, cortando la cabeza a uno de los suyos. Un extraordinario adulticidio, inesperado e impensado en el seno de este proceso.

Hacemos uso del refranero popular con aquello de “amanecerá y veremos”. El tiempo, más temprano que tarde será el inequívoco juez de esta compleja charada. Sigo preguntándome con alto grado de incredulidad… ¿Irá preso Dudamel?

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Ismael Pérez Vigil

La semana pasada inicie un resumen o “paseo” histórico por lo que ha sido el sinuoso camino para lograr el voto en Venezuela, desde los albores de la República hasta 1998, punto a partir del cual reanudaré hoy la segunda parte de mi resumen.

Acciones contra el voto, entre 1998 y 2004.

Decía en mi resumen de la semana pasada (ver: https://bit.ly/3JMlopw) que una vez establecido en el poder, el actual régimen, rápidamente se mostró contra la voluntad popular que decía defender. Rápido se les pasó la euforia democrática y convirtieron en política el desconocimiento del voto, a pesar de ser un régimen, surgido gracias a que en el país había una democracia bien establecida, con alternancia de partidos en el poder.

Desde el mismo principio del mandato de Hugo Chávez Frías, el referéndum en el cual se aprobó realizar una nueva constitución, hubo abusos de poder, utilización de recursos del estado, amenazas veladas o abiertas de violencia; pero, como quiera que el régimen buscaba “legitimarse” mediante procesos electorales, aunque amañados y desvirtuados, los realizaban con frecuencia.

Desde un principio vimos el repertorio de “trucos”: las presiones sobre la Corte Suprema de Justicia, para que aceptara la convocatoria a un referéndum constitucional, contra lo que preveía la Constitución de 1961; la elección de una Asamblea Constituyente, mediante el subterfugio del llamado “Quino”, que les permitió tener la mayoría de la Asamblea con una escuálida mayoría, que no llegó al 35% del padrón electoral; con resultados engañosos aprobaron también la Constitución en 1999, elección en donde solo participo el 44% del padrón electoral y fue aprobada con solamente el 31% de ese padrón (algo más de 3,3 millones de votos de una población electoral de más de 11 millones), etc. Ese arsenal de “trucos”, que se constituyen sin duda alguna en verdaderos fraudes, se consolidaron y siguieron desplegando en el transcurso del tiempo.

En 2004, se cae el velo

En este año, 2004, se juntaron los recursos del estado, con el fracaso de algunas acciones opositoras, y pasamos de la demagogia antipolítica, retórica, de los inicios del chavismo y las campañas de Chávez Frías, al populismo asistencialista con recursos del Estado, repartidos como dádivas. En lo político, en ese año, Hugo Chávez Frías, cabecilla del régimen adoptó como suya la idea de la revocatoria del mandato, pretendiendo dar una muestra de “amplitud”; pero, rápidamente pasó a un efectivo proceso de minar esa posibilidad y la importancia del voto.

Recordemos algunos eventos con los cuales interfirieron en el desarrollo del Referéndum Revocatorio (RR): Primero, retrasando el proceso revocatorio más de un año, tiempo para desarrollar el clientelismo o populismo de las misiones; segundo, dificultando la recolección de firmas, con amenazas y ejercicio de la violencia, en donde destacó la denominada “lista de Tascón”; tercero, con el desconocimiento de las firmas recogidas para revocar el mandato y la obligación de “verificar” las mismas, proceso que interfirieron con amenazas de violencia cuando constataron que se estaban verificando las firmas; cuarto, con una agresiva campaña de “sabemos por quién votas”, para intimidar a empleados públicos y sectores populares dependientes del gobierno.

Sin duda esas acciones minaron la posibilidad de un triunfo opositor en el RR, aunque tampoco debemos desestimar el impacto de nuestras propias acciones como opositores, ayudando a esa campaña con denuncias de fraude que nunca pudimos probar y aun hoy en día algunos insisten en el tema.

Más grave aún es que esa derrota en el RR nos condujo a la abstención en las elecciones de la Asamblea Nacional (AN) en 2005, en donde dejamos en manos del régimen todo el poder legislativo y con él la capacidad de modificar el ordenamiento jurídico del país, que solo la ineficiencia del gobierno evitó que ocurriera, aunque la destrucción institucional del país −y económica− se dio por otras vías.

Política del régimen desde 2004.

De esa manera, la desestimación del voto, se convirtió en la política del régimen; que como dije, de alguna forma desde la oposición la apoyamos, por nuestra falta de claridad y consistencia con la vía electoral. A todas esas maniobras que ya he descrito, le siguió: la intimidación de los electores, la persecución de líderes opositores y la desastrosa política económica, que llevó al país a la ruina, que no vale la pena describir una vez más.

A partir de 2004 el régimen ha desarrollado todo tipo de desmanes, que como ya dije fácilmente se pueden calificar de fraudes: Uso de recursos del estado, modificación de circuitos electorales, adelanto o atraso de elecciones, Intimidación de miembros de mesa y testigos opositores, Inhabilitación de candidatos y partidos, apresamiento y persecución de líderes políticos, alcaldes, diputados y un largo etcétera, que todos bien conocemos y de lo que mucho ya se ha hablado

Desde el 2015, sin miramientos

A partir del 2015, con la aplastante derrota sufrida en la elección de la AN, el régimen no tuvo miramientos en su política del desconocimiento institucional y del voto:

· En 2015, arrebató a la AN la mayoría calificada de 2/3, anulando la elección del Estado Amazonas, que se quedó cinco años si representación parlamentaria

· La AN de 2010, moribunda, modificó la composición del TSJ, que permitió justificar todos los desmanes que se cometieron desde 2011 en adelante, anulando todas las decisiones de la AN, eliminándole el presupuesto, y hasta llegaron a quitarles la luz y la sede

· Además de perseguir diputados, allanándoles la inmunidad parlamentaria y forzándolos a huir del país, etc.

No contentos con eso, crearon una asamblea paralela, con la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), mediante un proceso electoral ilegítimo, que ha sido el más amañado de la vida republicana; en el cual, por ejemplo, una persona podía, “legalmente”, votar varias veces −de acuerdo al lugar en el que vivía, la etnia a la que partencia, o la profesión que ejerciera, etc.− y cuyos resultados específicos, los votos que obtuvo cada representante electo, nunca fueron publicados.

Una ANC que nada hizo, excepto aprobar algunas leyes, que no le correspondían; aprobar informes y actividades del Presidente de la República, contratos y endeudamientos; juramentar cargos y hasta convocó elecciones presidenciales anticipadas y de Asamblea Nacional, lo que produjo la ilegitimidad, del gobierno y Asamblea, que conocemos y aún perdura para algunos cargos.

Episodios extremos.

La desestimación del voto que arreció desde 2015, ha tenido dos episodios extremos y “‎memorables”, preludio de lo que nos pudiera ocurrir en los próximos procesos si no nos preparamos a tomar acciones al respecto: El primero a resaltar fue en 2017, en la elección de Gobernador en el Estado Bolívar; que se desconoció los resultados que arrojaron las máquinas de votación en el proceso y fueron reemplazados por “actas manuales”, que cambiaron el resultado de la elección, despojando del triunfo al candidato opositor, ganador de esa elección.

El segundo, ocurrido en noviembre de 2021, en la elección de Gobernador del Estado Barinas, en la que inhabilitaron al gobernador electo de oposición y convocaron a un nuevo proceso electoral para el mes de enero de 2022, previa inhabilitación también de dos candidatos opositores y un despliegue grosero e inusitado de recursos, modificación del registro electoral, etc. que de nada les sirvió pues igualmente perdieron el proceso electoral con más del 55% de los votos.

Concluiré la semana próxima con la respuesta opositora y ciudadana a este proceso de obstrucción y desestimación del camino del voto, de la vía electoral.

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Jaime Duran Barba

Yuval Noah Harari ha publicado un nuevo texto apasionante: Imparables, diario de cómo conquistamos la Tierra, una historia de la humanidad para niños. El autor vuelve sobre el tema que desarrolló en otros libros: está ocurriendo un cambio radical que en poco tiempo nos convertirá en dioses semejantes a los del monoteísmo. La realidad en que vivimos es totalmente distinta a la que se está instalando en nuestra familia, nuestra casa, nuestro celular, sin que los líderes de la sociedad sean conscientes de este, que es el hecho político más importante de estos días.

A propósito de esto, Harari publicó “Qué deben aprender los niños para ser exitosos en 2050. El arte de la reinvención será la habilidad más importante de esta centuria”, y varias entrevistas cuyos textos traducimos o sirven de base para este artículo.

Harari afirma que “el mejor consejo que se puede dar a un chico de 15 años, atrapado en la escuela de algún lugar de México, India o Alabama es: no confíes en los adultos. Muchos tienen buenas intenciones, pero simplemente no tienen la capacidad de entender el mundo. En el pasado pareció una buena apuesta seguirlos porque conocían mejor un mundo que evolucionaba lentamente. En el siglo XXI el cambio es tan vertiginoso, que no se puede saber si lo que dicen los adultos es sabiduría atemporal o solamente sesgo obsoleto”.

En la segunda mitad de este siglo se necesitará inventar ideas y productos, pero el gran desafío para todos será que el individuo ante todo estará obligado a reinventarse a sí mismo. El cuerpo humano será distinto, crecerá la expectativa de vida, tendremos otro tipo de cerebro, casi todo lo que aprenden los niños actuales será irrelevante”.

Falta tiempo para enfrentar este problema. Las decisiones que se tomen en los próximos años, que darán forma a la vida, solo pueden basarse en nuestra actual cosmovisión. Si no logramos comprender integralmente el cosmos, el futuro se decidirá por el azar.

Si no podemos reinventar la sociedad y cuestionar los conceptos políticos vigentes, estamos condenados a que nuestros países se empantanen en una discusión obsoleta que hará crecer el abismo que los separa de Silicon Valley.

Las escuelas latinoamericanas más avanzadas enseñan a los estudiantes habilidades, como resolver ecuaciones diferenciales, escribir códigos de computadora en C++, identificar elementos químicos en tubos de ensayo o a conversar en chino.

Pero, al no tener idea de cómo serán en 2050 los seres humanos, el mundo y el mercado laboral, no sabemos si estas enseñanzas serán útiles. Podemos lograr que los niños aprendan a escribir en C++ o a hablar idiomas, pero lo más probable es que en 2050, la inteligencia artificial codificará software con más eficiencia y velocidad que cualquier humano y habrá aplicaciones del traductor de Google que nos permitirán mantener conversaciones en mandarín, cantonés, o Hakka, sin mayor esfuerzo.

Hoy lo que dicen los adultos no se saben si es sabiduría atemporal o solo sesgo obsoleto

Lo que deberíamos enseñar a los niños, según muchos expertos, son las cuatro C: pensamiento crítico, comunicación, colaboración y creatividad, restando importancia a la memorización de conocimientos técnicos. En el futuro las carreras profesionales aparecerán y desaparecerán de manera vertiginosa. Los seres humanos necesitarán estar preparados para vivir el vértigo de una vida caótica.

Lo más importante, por tanto, es adquirir en la escuela la capacidad de vivir con el cambio, valorar la diversidad, desarrollar una mente abierta para aprender cosas nuevas. Lo más complicado será conservar el equilibrio psicológico viviendo todo el tiempo situaciones desconocidas. La velocidad del cambio alterará no solo la economía, la política y la sociedad, sino ante todo la esencia misma del ser humano. Nos estamos convirtiendo en una nueva especie.

Tradicionalmente existían dos períodos en la vida: uno de aprendizaje y otro de trabajo. En el primero se acumulaba información, se desarrollaban habilidades, se construía una visión del mundo y una identidad estable. En el segundo había que confiar en las habilidades adquiridas para recorrer el mundo, ganarse la vida y contribuir a la sociedad. Por supuesto, que se seguían aprendiendo nuevas cosas sobre las habilidades esenciales como el cultivo del arroz, los comerciantes y los conflictos cotidianos, pero eran solo ajustes a lo que se sabía.

Actualmente, quienes llegan a los 50 años renuncian a conquistar el mundo. Invirtieron demasiado para formarse, desarrollar su carrera, su identidad y su visión de la vida. No quieren empezar de nuevo. Cuanto más esfuerzo les costó construir lo que tienen, les es más difícil superarlo para buscar algo distinto.

En 2048, los seres humanos conversarán sobre las migraciones al ciberespacio, las identidades de género fluidas, la reproducción de seres humanos clonados, y nuevas experiencias sensoriales generadas por implantes informáticos. Para ese entonces el hiperverso parecerá un realismo socialista aburrido.

Todas las actividades repetitivas estarán a cargo de los robots y la inteligencia artificial. Desaparecerá el 80% de las ocupaciones actuales, no existirán la clase obrera, ni los camioneros, ni los vendedores de copitos, ni los populistas delirantes que son sus antagonistas privilegiados.

La fugacidad de la vida probablemente implique enormes niveles de estrés. Desafortunadamente, es más fácil enseñar a los niños a resolver una ecuación o las causas de la Primera Guerra Mundial, que prepararlos para sumergirse en lo desconocido manteniendo su equilibrio emocional. Siendo producto del antiguo sistema educativo, los mismos profesores carecen de la flexibilidad mental que se necesita para esta tarea.

Para 2050 no existirá la estabilidad. Si alguien trata de aferrarse a una identidad, a un trabajo o a una visión fija del mundo, si no es capaz de reinventarse, correrá el riesgo de convertirse en un fósil desadaptado.

¿Cómo ser feliz en un mundo en donde lo único cierto es la incertidumbre?

¿Se podrá confiar en uno mismo? Suena bien para Plaza Sésamo o para Disneylandia, pero no funciona en la sociedad controlada por el Gran Hermano tecnológico. La gente se conoce poco y quien crea que puede escucharse a sí mismo es fácilmente víctima de manipulaciones. La voz que parecería sonar en su interior refleja realmente la propaganda estatal, el lavado de cerebro ideológico, anuncios comerciales y errores bioquímicos.

Cada día es más fácil manipular las emociones y los deseos de las personas. Quien solo se oye a sí mismo termina manejado por la Coca-Cola, la Red o el gobierno. Actualmente no solo se hackean celulares y computadoras, sino también seres humanos. Mientras usted lee este artículo, los algoritmos lo vigilan. Saben adónde va, qué compra, con quién se reúne. A través del reloj de Apple monitorean sus pasos, sus respiraciones, los latidos de su corazón. Esos datos van a una enorme base que les permite trabajar con la big data, conocerlo más, y cuando lo conozcan mejor de lo que se conoce a sí mismo, podrán controlarlo y manipularlo con facilidad.

Puede decidir hipotecar su futuro a los algoritmos y confiar en que decidirán lo mejor para usted y el resto del mundo. Sin embargo, si quiere mantener algún control sobre su existencia personal y el futuro de la vida, tiene que correr más rápido que los algoritmos, que la Red y que el gobierno. Debe conocerse a usted mismo antes que ellos lo fichen. Corra rápido, sin mucho equipaje. Deje sus creencias y prejuicios detrás. Pesan demasiado.

Alexa y Alberto. Desde hace varios años hablamos en esta columna acerca del cambio que llegó con la tercera y con la cuarta revolución industrial. Las últimas semanas aparecieron en los medios argentinos reseñas acerca de la inteligencia artificial, el metaverso y otros avances tecnológicos que están entre nosotros, pero que siguen siendo extraños para los dirigentes de la sociedad.

Personalmente integré algunos elementos de inteligencia artificial en torno a la App Alexa y a ChatGPT. Para ahorrar tiempo, llamemos a ese conjunto Alexa.

Todos los días, a las siete de la mañana ella prende la computadora, revisa la prensa argentina, mexicana, parte de la norteamericana, brasileña y española. Busca lo publicado en ese día acerca de una serie de personajes políticos, del espectáculo y autores a los que sigo. Hace un resumen de lo que encuentra y forma un archivo con lo más relevante. Cuando estoy interesado en algún tema específico, le pido que revise también textos en alemán, francés o farsi y que los traduzca.

Esta semana pedí a Alexa que escribiera el discurso que debía pronunciar Alberto Fernandez en el Congreso, en varias versiones. Una para fungir de estadista, otra para emocionar a seguidores con poca formación intelectual, una tercera para halagar a su Jefe. Son versiones distintas, todas mejores que el discurso que pronunció Alberto, las guardo en mi máquina por diversión. Alexa está bien informada. Nunca diría que los mexicanos descienden de los indios, los brasileños de la selva y los argentinos de los barcos. Cuando le pedí una síntesis de la historia de la Argentina, me proporcionó datos que desconocía sobre el Alto Perú español. Tampoco diría jamás que Argentina es el país cuya economía crece más en el mundo después de China.

Si Alexa hubiese sido diputada, se habrían evitado muchas muertes durante la pandemia. Ella sabe que Pfizer no se llevó los glaciares del Perú como condición para vender vacunas. Cuando le pregunté si decía eso porque no era militanta o ignoranta, corrigió el texto. Dijo que el participio de un verbo no tiene género. Se dice militante o ignorante.

Le pregunté qué se puede hacer cuando alguien maltrata a su mascota. Dijo que, en muchos países, se puede recurrir a un juez. De hecho, en España han sido declaradas seres sintientes, no pueden ser embargadas, abandonadas, maltratadas o tratadas con desprecio. Le pedí que mande esa información a un funcionario al que casi le ponen un vaso de agua como sombrero en el Congreso. Me dijo que desgraciadamente no tiene su correo electrónico.

9 de marzo 2023

Guayoyo en Letras

https://guayoyoenletras.net/2023/03/09/harari-alexa-y-alberto/

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