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Opinión

Ismael Pérez Vigil

La semana pasada inicié una reseña de la actividad de la Comisión Nacional de Primaria (CP), a partir de tres discursos de J.M. Casal, Presidente de la Comisión, en la que me referí a los dos primeros discursos; hoy finalizaré con el tercer discurso, el pronunciado el 15 de febrero de 2023 (Anuncio), al anunciar la fecha y cronograma de la elección; al igual que en el caso anterior, citaré entre comillas y cursivas sus palabras en el discurso; y al final, me referiré también a uno de los comunicados y declaraciones de la CP.

En este tercer discurso se describen los dos componentes fundamentales que la CP considera suyos: “…primero conducir el proceso que lleve a la elección ciudadana de una candidata o candidato unitario a la presidencia de la República y segundo hacerlo de tal modo que generemos una legitimidad reforzada acrecentada por un esfuerzo y una ilusión común de cambio político” (Anuncio)

En ese fuerzo de consulta, de puesta en común, la CP informó ese día que “…sostuvo intercambios con más de 120 organizaciones políticas y sociales… (e)… innumerables reuniones privadas con personas claves para la adecuada preparación de la primaria…” (Anuncio); de allí que la CP plantee que “…hay señales alentadoras sobre las perspectivas de la primaria…(los)… estudios revelan un inmenso apoyo de la sociedad venezolana a la primaria como el mejor mecanismo para la selección del candidato unitario de las fuerzas democráticas y una creciente intención de participar en la primaria.” (Anuncio)

En su discurso la CP desestima como incierto lo que algunos consideran como un peligro, que la división de la oposición se agudizará y resalta que “…Desde el 2010 las primarias han sido un procedimiento exitoso para seleccionar candidaturas en una alianza opositora cohesionada.” (Anuncio) y resume en esta frase todo el sentido de esta propuesta: las primarias “…son pues un símbolo de unidad.” (Anuncio)

La CP apuesta entonces a que “…la primaria contribuye a reunificar a la oposición … en el objetivo compartido del cambio político y con la sociedad democrática como protagonista… (pues)… todos los que exigimos el respeto de los derechos políticos y la libertad ciudadana terminaremos de dar cuerpo y vigor a la Primaria” (Anuncio) pues está, como actividad política al fin, “…debe ofrecer un camino efectivo para la recuperación de la libertad.” (Anuncio)

Con esta declaración, de manera enfática, la CP advierte que “A partir de este momento la primaria requiere mucho más de la cooperación de todos. Con este anuncio colocamos completamente la primaria en manos de la gente… (de)… todos los venezolanos que queremos vivir mejor que queremos vivir en democracia…” (Anuncio)

La Primaria se convierte entonces en una tarea de todos los venezolanos los que estamos adentro y los que están afuera del país, que se vieron “…forzados a salir de su patria, de los presos políticos y sus familiares, de las víctimas de violaciones a derechos humanos”, que remataría más adelante afirmando que “…el éxito de la primaria depende esencialmente de qué cada ciudadano asuma el protagonismo que el momento histórico exige.” (Anuncio)

La CP volvió a enfatizar lo que fue el discurso del primer mensaje del 12 de diciembre: “…la primaria significa un apuntalamiento de la ruta del voto como instrumento de cambio, ciudadanía y soberanía…” y tras hacer referencia al discurso de Bolívar en Angostura −pues coincidencialmente ese día se cumplían 204 años de ese discurso−, el Presidente de la CP anunció que se convocaba a la lección primaria para el 22 de octubre del año 2023.

Seguidamente se explicó el esfuerzo que se está haciendo en dos direcciones, para designar las Junta Regionales −que son los organismos subalternos de la CP− en cada región del país; y también la conformación de los Comités de Apoyo a la Primaria, que son un instrumento fundamental para la incorporación de sectores y de ciudadanos a las actividades de la misma. El discurso resaltó igualmente que hay todavía algunos temas álgidos que están pendientes de una decisión; pero que ya tienen en el cronograma que se anunció ese día, una fecha para ser resueltos, como son el complejo y complicado tema del voto en el exterior y la relación con el Consejo Nacional Electoral, que como se recordará en diciembre se solicitó a este organismo la utilización de los centros electorales y se le instó a la actualización del Registro Electoral. El Presidente de la CP, informó que ya ha sido aprobada la Comisión técnica conjunta con el CNE que fue también solicitada en el mes de diciembre y que el día 8 de marzo fue su instalación.

En el discurso del 15 de febrero que comento, se enfatizó una vez más la importancia y la significación que se le da a la solicitud de los centros de votación; conviene entonces prestar atención a lo que fueron las palabras textuales de J.M. Casal, con respecto a este punto, pues en los centros electorales: “ los ciudadanos podrán ejercer su derecho al voto… de manera más ordenada y segura y podrán hacerlo seguramente más ciudadanos con toda la diversidad social de Venezuela en urbanizaciones y zonas populares en áreas urbanas y rurales con extensa penetración territorial y social.” (Anuncio) y enfatizó de manera precisa que: “… los centros de votación los vamos a exigir. Los estamos exigiendo. Es una cuestión de derechos.” (Anuncio)

Disipando los temores de algunos, el discurso continúa recordando que si no es posible lograr los centros de votación bajo las condiciones que se soliciten, la CP seguirá a una primaria autogestionada y que en cualquier caso la CP será “…órgano rector de la primaria…” (Anuncio) y como tal controlará “…el proceso en todas sus fases.” (Anuncio), resguardando siempre otro de sus principios fundamentales, inderogables, que: “…la identidad de lector siempre estará protegida y resguardada… al igual que la autonomía en nuestro funcionamiento. No respondemos a instrucciones de intereses de ningún factor político…” (Anuncio)

Con el mismo énfasis explicó cuáles son las razones para solicitar las jornadas especiales de actualización del Registro Electoral, las cuales se hacen indispensables debido a la “… enorme brecha de millones de venezolanos en todo el territorio nacional que no están en el registro electoral o no han actualizado su dirección y la correspondiente inscripción.” A partir de este momento y tras reiterar que la CP no impedirá la participación en la Primaria de los ciudadanos inconstitucionalmente inhabilitados por la Contraloría, en su discurso el Presidente Casal pasó a describir los elementos e hitos más importantes del Cronograma.

En mi artículo del 18 de febrero, “’Fecha y Cronograma de la Primaria: Detalles”, me referí en extenso a este punto, por lo que considero innecesario repetirlo; los invito a consultarlo en: https://bit.ly/3ScXEOa ; por lo tanto, me referiré ahora a un aspecto, sobre el cual se ha pronunciado la CP y que no está contenido en los discursos.

Se trata de las declaraciones de algunos voceros de partidos políticos que, por la prensa, han denunciado que no participarán en la Primaria, por no haber sido invitados a la consulta o haber sido excluidos del proceso. La CP al respecto, en una nota de prensa del día 27 de febrero de 2023, difundida a través de su cuenta Twitter (@cnprimariave), aclaro que la CP en realidad no llamó o convoco de manera específica a ningún factor político a la consulta; lo hizo, sí, con la Jerarquía de la Iglesia Católica, por su significación social, cultural y religiosa en un país, mayormente católico; lo hizo también con sectores estudiantiles, que no están convocados específicamente a participar promoviendo candidatos; y con los observadores nacionales, que por la naturaleza de su actividad, tampoco lo están y que la CP considera importante que participen.

Los mencionados fueron los únicos convocados por la CP, que no lo hizo con ninguna organización o personalidad política y que atendió a todos aquellos que lo solicitaron e incluso que “Todas las organizaciones que formalizaron su incorporación como factores políticos que respaldan la Primaria, en los términos del Reglamento, han podido presentar postulaciones a las Juntas Regionales y han designado representantes ante nuestra Comisión Asesora Técnico Electoral.” Y aclaró que el : “… proceso de consulta ha estado y sigue abierto a todos los que solicitan ser recibidos. Nadie ha sido excluido… (pues)… A todo evento, el plazo de postulación de candidaturas para la elección Primaria aún no ha comenzado.” De manera que, las puertas de la Primaria siguen abiertas para todos aquellos que aspiren a un cambio político en el país.

Por último, vale la pena concluir con un par de sentencias del discurso de J.M. Casal en el cual anunció la fecha y cronograma de la elección Primaria:

  • “Si serán nuevos los actores, lo dirá el electorado, pero estoy seguro de que serán nuevos los procedimientos y el tipo de conducción emergente.” (Anuncio)

    “La suerte está echada, en el sentido histórico de esta frase. Avanzaremos con resolución hacia el objetivo trazado, junto a todos los ciudadanos que quieren el cambio político, a quienes corresponde a partir de ahora encabezar con nuestro respaldo este proceso.” (Anuncio)

https://ismaelperezvigil.wordpress.com/

 7 min


Humberto García Larralde

No se me quita de la cabeza la idea de que las peleas y descalificaciones entre miembros de la dirigencia opositora --cuando debería privar un espíritu unitario de cara a las eventuales elecciones de 2024--, obedecen a la convicción compartida de que el régimen de Maduro está acabado. Maduro no tiene razón de ser –lo dicen las encuestas-- y quien logre posicionarse hoy a la cabeza de la oposición será pronto presidente. A pesar de que, hasta ahora, tal supuesto no se ha cumplido, es sólo cuestión de tiempo. Ante tamaña certidumbre, las ansias de ser la persona escogida, quien habrá de bañarse de gloria por conducir –exitosamente—la transición hacia una democracia, parecen haberse salido de madre.

No tengo porqué dudar de la sinceridad de las convicciones democráticas y libertarias de muchos que incurren en tales prácticas. Asimismo, es fácil coincidir con la premisa de que el régimen de Maduro no tiene razón de ser. En fin, es insólito que, en escasos siete años (2014-2020) y sin que mediara una guerra ni otras adversidades sobrevenidas (terremotos, huracanes), la economía venezolana, bajo su mandato, se haya reducido en unas tres cuartas partes. Cuando uno le cuenta eso a quienes, fuera del país, no están familiarizados con la tragedia venezolana, la reacción más común es la de no creer lo que se les dice: es una exageración que le resta veracidad a lo que se intenta explicar. Lamentablemente, es ésta la dimensión real de nuestra tragedia, condenando a la inmensa mayoría de los venezolanos a condiciones de hambre y miseria impensadas previamente en la era petrolera de nuestra historia.

Pero, a pesar de constituir el régimen de Maduro un contrasentido, encontrado con las responsabilidades que uno espera de todo gobierno, no por ello se desprende que, por alguna sobre determinación histórica o del deber ser democrático, su salida está dada. Media, claro está, la acción política necesaria para sacarlo. Y, ésta –hemos debido aprender dolorosamente-- no es “soplar y hacer botellas”. Si hay algo por el cual el liderazgo opositor ha debido haber reflexionado bastante y con profundidad, es acerca de las causas de la inesperada resiliencia exhibida por tan nefasto, incompetente y destructivo poder.

En primer lugar, inescapable, está el apoyo de la cúpula actual de la fuerza armada. Es menester identificar a quienes, con Padrino López a la cabeza, han convertido en traidores a la patria a estamentos de la FAN, es decir, en instrumento de quienes la destruyeron y subordinaron a intereses foráneos. ¿Cómo se conforma la estructura de complicidades sobre la cual descansa? Además de la corrupción, deben denunciarse los constructos ideológicos fascistas que terminan justificando su actuación como ejército de ocupación, sometiendo al pueblo. ¿Aspectos nunca superados del militarismo decimonónico? ¿Cómo neutralizarlos? Hay que contraponer a ello una visión de la FAN en democracia: sometida al poder civil, más reducida, altamente profesionalizada y con remuneración y dotaciones que eviten las tentaciones extorsionistas que hoy la corroen.

Hay que pensar en cómo conciliar el necesario castigo a quienes hayan protagonizado la violación de los derechos humanos de los venezolanos y/o saqueado a la nación, con la imperiosa necesidad de negociar una disminución de los costos que, para ellos, implique su abandono del poder, hasta donde sea políticamente aceptable. Entraría en juego un régimen de justicia transicional y de manejo de las sanciones impuestas a muchos, que faciliten este proceso. ¿Se ha avanzado con los criterios que permitirán avanzar en este propósito, se han identificado potenciales interlocutores que podrían interceder para que ello ocurra?

Luego está la obligada respuesta a la gravísima situación económica por la que atraviesa el país. Se ha puesto en evidencia que la supuesta “normalización” que algunos creyeron se asomaba el año pasado, no condujo a recuperación alguna. Los empleados públicos -maestros, profesores, médicos, enfermeras, policías, administrativos, prestadores de servicio y demás - están tomando las calles en protesta, con frecuencia y participación crecientes, porque el nivel de empobrecimiento a que los condena sus miserables sueldos es invivible. Hay que apoyar estas luchas en demanda de mejores remuneraciones, denunciando la criminal destrucción de los medios de vida del venezolano.

Pero hay que contraponer, necesariamente, un proyecto de país alternativo, capaz de ofrecer opciones de solución creíbles, con las que la gente pueda identificarse. Esto significa, en primer lugar, desistir de soluciones mágicas: ni va a ocurrir un aumento del precio del petróleo que venga milagrosamente al rescate, tampoco la dolarización completa nos sacará del abismo y menos aún levantarles las sanciones a PdVSA. El país, igual, no tiene dólares ni capacidad de generarlos en el corto plazo.

No hay solución que no pase por un programa de ajuste macroeconómico que devuelva la estabilidad de precios y de tipo de cambio al país. Ello difícilmente ocurrirá sin un fuerte financiamiento internacional. Y, como hemos planteado tantas veces, poder contar con este financiamiento lleva a instrumentar las reformas necesarias para que la economía se reactive y pueda reembolsar esos créditos en el tiempo. Entre otras cosas, implica restablecer las garantías a la propiedad y procesales de nuestro ordenamiento constitucional y la observación de los derechos civiles, económicos y humanos en general, base para generar la confianza y las seguridades que respaldan la inversión productiva. Será necesario enfrentar, además, los poderosos intereses que se han apoderado del Estado para expoliar al país.

Sin aumentos sostenidos y ambiciosos en la productividad laboral no habrá mejoras sostenibles en los ingresos de los venezolanos. Ello es factible porque el país cuenta con una brecha enorme de recursos no utilizados o subutilizados, a causa de la gestión chavo-madurista. El ajuste, por tanto, tiene que ser de naturaleza expansiva, liberando a la economía de la asfixia de sueldos y de otros gastos del Estado, así como del crédito bancario, instrumentadas por Maduro en su intento por contener el alza del dólar. Pero esta conexión debe enlazarse con iniciativas y proyectos concretos de la gente, involucrando, donde sea posible, propuestas de solución a nivel local, regional o sectorial, en torno a las cuales pueda verse retratada. Ello deberá poner al descubierto la naturaleza de las trabas que dificultan la superación de las terribles estrecheces que sufre hoy la población, y enfatizar la imperiosidad de cambios.

Lo dicho arriba también es condición para resolver la insufrible carencia de servicios -agua, luz, gas, seguridad, gasolina, etc,- como la imprescindible e importantísima labor de recuperar, fortalecer y desarrollar una educación y una atención de salud universales y de calidad. Se han asomado muchos proyectos concretos en estos campos que, de nuevo, requieren financiamiento internacional y que presuponen el establecimiento de un marco institucional que la haga factible. Contar con la diáspora venezolana será un importante activo en este empeño, como en lo anteriormente señalado. No obstante, dada la naturaleza del actual régimen, la conexión con el necesario cambio político es insoslayable.

En fin, son muchos los elementos que deberían tomarse en cuenta para la construcción de una alternativa de cambio real, creíble y que inspire confianza. Porque no se trata sólo de dirimir el candidato de una pregonada unidad del voto opositor. Es menester aprovechar las primarias, como las movilizaciones y planteamientos que se hagan al calor de los problemas que atormentan a la población, para forjar esa alternativa, de manera que se convierta en un proyecto para el cambio capaz de inspirar a esas mayorías -80% de la población- que claman por la salida de Maduro. En una entrevista reciente por Radio Fe y Alegría, el conocido luchador democrático Chúo Torrealba expresó su frustración con los llamados a votar siempre “en contra de”: era tiempo de convencer a la gente a votar “a favor de”. Obliga a forjar una propuesta convincente, que pueda hacer realidad los cambios.

No sólo hay que escoger el candidato, es necesario forjar el apoyo masivo que garantice su triunfo y que esté dispuesto a defenderlo ante el empeño fascista de trampear las elecciones. Todavía más decisivo, es menester que el proyecto con que se identifique la gente logre consolidar el proceso de transición democrática y de transformaciones, y neutralizar los intentos que puedan producirse para sabotearlo. Evitemos estar frente al triste espectáculo de unos borrachos peleándose por una botella vacía.

Economista, profesor (j), Universidad Central de Venezuela

humgarl@gmail.com

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Jesús Elorza G.

El fair play o juego limpio es un término usado en el ámbito de los deportes, para señalar el comportamiento honesto y correcto, el cual deben mantener los atletas ante sus oponentes, el árbitro, y los asistentes. Éste se distingue por anteponer la satisfacción de competir limpiamente, y priorizar el deporte por encima del deseo de obtener la victoria. Esta expresión demuestra respeto al contrincante, al árbitro y a las normas; por consiguiente, enseña el efectuar el juego limpio, sin trucos o simulaciones que lleven a confundir al rival, o al juez.

Sin embargo, a lo largo de la historia del deporte hemos visto como la norma del juego limpio se ha visto inmersa en hechos contradictorios ocasionados a título personal o por gobiernos sin escrúpulos que buscaron los triunfos en las competencias a través de medios ilícitos. Los ejemplos más resaltantes han sido las políticas de estado para el dopaje de los atletas, empleadas durante muchos años por los regímenes de la República Democrática Alemana y la ya desaparecida Unión Soviética, pero, continuada en Rusia por Putin en la época actual.

Hoy en día, el juego limpio está sometido a un debate universal ocasionado por la participación de personas transexuales que tienen una identidad de género que no coincide con su sexo obtenido al nacer y desean hacer una transición al sexo con el que se identifican.

Cabe recordar situaciones en las que, por ejemplo, en 1977 la Corte Suprema de Nueva York falló a favor de la tenista Renée Richards -antes Richard Raskind-, a la que el Abierto de Estados Unidos había prohibido jugar en categoría femenina. En 2009, ante el triunfo de Caster Semenya en la final del Campeonato Mundial de Atletismo de Berlín, otras corredoras manifestaron dudas acerca de su sexo.​ La Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) publicó que había pedido un test de verificación de sexo, debido a que los resultados de las pruebas realizadas en Sudáfrica, previas al Campeonato del Mundo, habían mostrado una cantidad de testosterona tres veces superior a lo considerado normal en una mujer. Rodrigo Pereira de Abreu tiene 37 años y juega en el Osasco, un club de la máxima división del voleibol en Brasil. Fue elegido dos veces el jugador más valioso en ligas masculinas y en 2015 comenzó su transición de género, para convertirse en Tiffany Abreu.

Pero los últimos casos de la halterófila australiana Laurel Hubbard -que compitió en los Juegos Olímpicos de Tokio- y la nadadora estadounidense Lia Thomas, entre otros, han reavivado la controversia sobre la transexualidad en el deporte y sobre cuál es la frontera entre los derechos individuales de las personas que cambian de sexo y la justicia y equidad deportiva.

El marco legal que debe regular la participación de los deportistas transexuales en las distintas competiciones y disciplinas aún no tiene un desarrollo exhaustivo y en la actualidad depende de cada disciplina o federación internacional. Esa es la última directriz del Comité Olímpico Internacional, que publicó en noviembre unas pautas en las que suprimió criterios anteriores que incluían, por ejemplo, la exigencia de mantener los nivexales de testosterona por debajo de 10 nanomoles por litro de sangre o haber completado la cirugía de reasignación de sexo al menos dos años antes-, para establecer ahora que debe ser competencia de cada federación deportiva designar el marco para la participación de las mujeres trans. El Comité Olímpico Internacional se lava las manos para alejarse del debate sobre la materia y traslada la responsabilidad de las decisiones a las federaciones deportivas.

El deporte necesita abordar la inclusión o no de las mujeres transgénero en las competiciones deportivas femeninas, una cuestión compleja en la que han de conciliarse el derecho a la identidad y a la no discriminación de las deportistas con el juego limpio, entendido como la igualdad de oportunidades de las participantes. No hay soluciones únicas: hay quienes abogan por negar la participación de las deportistas trans en competiciones femeninas al considerar que tienen superioridad física y dejan en desventaja a sus compañeras y quienes solicitan la integración de toda aquella persona que se sienta mujer. En el medio, voces que piden un estudio caso por caso y otras que sugieren superar las categorías sexuales en pro de otras divisiones más afinadas que tengan que ver con la talla o el peso.

En esta dialéctica controversia, por un lado, está el derecho a que las mujeres trans compitan y se integren en la competición con su identidad sentida, como mujeres, y en el otro lado de la balanza estaría la integridad de la competición entendida como la igualdad de las participantes. Parafraseando a Shakespeare, podríamos decir “Juego limpio o sucio esa es la cuestión”.

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​José E. Rodríguez Rojas

Putin, el líder autoritario ruso, aspira restablecer la Unión Soviética. A tal fin ha iniciado una ofensiva contra los países que formaron parte de la Unión Soviética, como Ucrania, a fin de anexarlos de nuevo a su órbita de influencia. Paralelamente a ello ha emprendido iniciativas a fin de enaltecer la imagen de Stalin, el sanguinario sátrapa ruso, tirando un manto de oscuridad sobre sus crímenes. En los últimos años el círculo cercano a Putin denunció una confabulación contra Rusia. Un aspecto central de esta confabulación es el film “The death of Stalin” (la muerte de Stalin) una comedia satírica que pone en evidencia el régimen de terror que existió en la Unión Soviética.

El argumento de la obra se desarrolla inicialmente bajo un formato de historietas en francés bajo el título “La mort de Staline” creadas por el artista Thierre Robin y el escritor Fabien Nury, publicada en dos volúmenes entre el año 2010 y el 2012 por la editorial franco belga Dargaud radicada en Paris. El primer volumen “Agonie” ganó el Historia Prize en el 2011 y el segundo “Funérailles” ganó le Prix Chateau de Cheverny de la bande desinée hitorique en el año 2012.Posteriormente es traducida al inglés y publicada como una novela gráfica en el 2017, creada en este formato por los mismos autores de la versión francesa bajo el título “The death of Stalin”. Fue publicada por la editorial Titan Comics. Finalmente la novela en su versión inglesa es llevada al cine dando lugar a la película “The death of Stalin”. La cinta fue galardonada como la mejor comedia europea en los Premios del Cine Europeo del 2018.

La película muestra en forma magistral la atmosfera de terror vigente durante la era soviética, lo que se observa claramente desde el inicio de la obra. Esta comienza con la transmisión de una obra musical por Radio Moscú, interpretada por una orquesta de música sinfónica, abierta al público. Una vez que la presentación finaliza, el público y la orquesta se retiran como es de esperar. Posterior a ello se recibe una solicitud de Stalin que desea que le envíen una grabación del concierto. El presentador de la radio entra en pánico y comienza a dar carreras a fin de lograr que la orquesta y el público regresen. En forma apresurada se recluta a mendigos callejeros, barrenderos y trabajadores que a esa hora ubican en la calle. La orquesta regresa pero no logran localizar al director de la misma. Recurren a un director retirado y lo sacan de su apartamento en pijamas y en esa facha dirige la orquesta. La pianista, cuya familia ha sido enviada a los campos de concentración del Gulag por el dictador se resiste, pero al final acepta participar por una considerable compensación en rublos. Finalmente se logra concluir la grabación en un disco de vinilo el cual se introduce en un sobre y se remite en forma urgente al dictador.

La pianista logra introducir subrepticiamente en el sobre una nota en la cual le desea la muerte al tirano. Stalin recibe el sobre y cuando retira el disco se da cuenta de la nota, la lee y sonríe. Después de leer la nota sufre un ataque y se desploma. Aparentemente el ataque fue producto de una embolia cerebral. Los guardias ubicados en la puerta de la habitación oyen el cuerpo caer pero no se atreven a entrar porque saben que pueden ser enviados a Siberia por contravenir la orden del tirano de no ser molestado. Cuando llega la mucama y descubre el cuerpo es cuando se llama a los miembros del círculo íntimo de Stalin. Estos se reúnen alrededor del cuerpo del dictador, sin saber qué hacer. Agarrándose la cabeza expresan su desconcierto y su incapacidad de sustituir al jefe y su genio sin par. Continúan con su actitud servil, a pesar de la incapacidad del tirano, pues no está claro si revivirá.

Después del desconcierto inicial deciden llamar a un médico, lo cual no es fácil de llevar a cabo pues la mayoría de los médicos han sido enviados a campos de concentración en Siberia, acusados de haber participado en un complot contra el régimen. Al final logran ubicar a un desprevenido anciano que paseaba con su perro y lo obligan a presentarse en el sitio donde yace el cuerpo de Stalin. El anciano galeno ausculta el cuerpo y llega a la conclusión que no se puede hacer nada y que el dictador no se recuperará del ataque que ha sufrido. Poco después de esto el dictador parece revivir, pero finamente se desploma sin vida.

A continuación se inicia un forcejeo entre los presentes en el cual el jefe del aparato represivo de Stalin, Lavrenti Beria, trata de imponerse como sucesor, amenazando a los demás con revelar sus secretos. Ante esto el resto de los presentes liderados por Nikita Jrushchov deciden actuar y asesinan a Beria. El brazo ejecutor que pone fin a la vida del jefe de seguridad es Georgui Zhúkov el legendario general ruso que lideró la resistencia en Leningrado contra los invasores alemanes, en la segunda guerra mundial. Poco a poco el liderazgo de Jrushchov se impone y es designado presidente del Comité Central del Partido Comunista ruso. Gracias a Jrushchov la sucesión en la Unión Soviética de allí en adelante se llevará a cabo sin las sangrientas purgas que eran características del régimen de Stalin, ese será su legado.

Profesor UCV

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Claudio Bifano

Cuando se tiene el atrevimiento de hacer un llamado a los colegas, ese llamado debe comenzar haciéndoselo uno mismo. En mi larga trayectoria universitaria no había manifestado con tanta insistencia mis opiniones sobre las elecciones de autoridades universitarias como lo estoy habiendo ahora. No porque en otros momentos no me haya interesado en qué manos quedaba el destino de nuestra Universidad, ni porque estuviera conforme con las credenciales académicas de todos los que aspiraban a ser decanos o rectores. Fui uno de los que prefirió guardar para sí, o compartir con un pequeño grupo de amigos, las preocupaciones sobre el futuro que estábamos construyendo para nuestra universidad. No involucrarse en la llamada “política universitaria” y trabajar para construir una hoja de vida presentable dentro y fuera del país fue el objetivo de muchos profesores, algo que pudo lograrse en cierta forma, gracias a unas condiciones de vida y de trabajo muy favorables. Pero la realidad que aplasta al país desde hace ya demasiado tiempo obliga, primero por deber ciudadano y más aún por el respeto al oficio de profesor a actuar de otra forma; con mucho respeto, pero sin filtros ni sesgos

Pudiendo o no compartir el contenido del acuerdo alcanzado entre el gobierno y las autoridades universitarias para las elecciones y la forma como se logró, después de más de dos lustros, la elección de nuevas autoridades es imprescindible. No es necesario volver a describir en qué estado se encuentra la UCV desde el punto de vista académico y administrativo. No hay que abundar en la hostilidad que repetidamente ha mostrado el gobierno hacia las universidades, que un distinguido colega la llamado la “política de destrucción por diseño de la universidad”, ni en seguir lamentando la pérdida de profesionales calificados o el visible decaimiento de la investigación y de los estudios de postgrado. Es vox populi; es tema obligado de conversaciones en los pasillos de la universidad, que cada quien narra e interpreta a su manera.

Ahora bien, aun estando convencido de que la elección de nuevas autoridades no es la receta milagrosa para sanar los problemas de fondo de la universidad, podría esperarse que la comunidad académica viera propicia esta coyuntura para dar comienzo a la muy necesaria y tan cacareada discusión interna sobre las fortalezas y debilidades de nuestra universidad y explorar posibles vías de solución a sus apremiantes necesidades. Pero, por lo menos para mi sorpresa, eso no está pasando. Se están reviviendo los viejos esquemas de proselitismo basados en compromisos grupales para alcanzar cuotas de un supuesto poder y así mantener un statu quo como si nada hubiese pasado en el país y en la universidad. Abundan aspirantes a ocupar cargos de dirección que no proponen un análisis serio del presente y sobre todo del futuro de la institución. Pareciéramos estar empeñados en revivir la “fiesta de la democracia universitaria” de tiempos pasados, cuando los partidos políticos pretendían medir en las universidades su fuerza electoral. ¡Pero no! Estas elecciones ya no son una fiesta democrática, los universitarios estamos frente al compromiso y el deber de levantar a nuestra universidad malherida, y eso requiere iniciativas que rompan con los esquemas del pasado y exige el compromiso de la comunidad académica; será un trabajo muy duro por las dificultades de vida que todos debemos atender.

Para justificar de alguna forma la indiferencia del profesorado ante esta coyuntura, se comenta que no se puede esperar otra cosa, porque la universidad es un reflejo del país en todas sus manifestaciones y que las circunstancias políticas imposibilitan intentar o hasta proponer cambios, y se la compara con las elecciones nacionales de 2024. Discrepo de ese discurso simplista, porque la historia es dinámica y se construye en la medida en la que sus protagonistas orientan sus estrategias. La universidad, a través de su comunidad académica, tiene el deber de señalar rumbos propios y ofrecer alternativas para mejorar su funcionamiento, aun a contrapelo de lo que disponen quienes por infelices circunstancias gobiernan al país. Las posibilidades de lograrlo pueden ser limitadas, pero intentarlo es un deber insoslayable.

Los profesores no podemos seguir disimulando la realidad de nuestra universidad con el trabajo de colegas, que por iniciativa propia hacen esfuerzos puntuales para mantener viva la docencia sin apoyo ni reconocimiento institucional.

Tengamos el valor de, por lo menos, acometer el rescate de la universidad que se acerque a los ideales que proclamamos, pero hagámoslo no solo con palabras o con los recuerdos de un pasado que no volverá, sino comprometiéndonos a interpretar con sentido de futuro que “la Universidad vale lo que valen sus profesores”.

Buscar vías para reforzar la sustentabilidad financiera de la institución, mejorar la producción de conocimiento, mejorar y actualizar la oferta académica de pre y postgrado, explorar posibilidades de trabajo con colegas que han emigrado, resolver asuntos de gerencia interna, entre muchas otros temas, podrían formar parte de un programa de trabajo que los candidatos deberían complementar con propuestas sobre cómo tratar de lograrlo.

Los profesores tenemos el deber de exigir propuestas concretas y posibles vías para ser abordadas a los colegas que se proponen la difícil tarea de dirigir la universidad.

Profesor Titular de la UCV

Individuo de Número de la Academia de Ciencias Físicas Matemáticas y Naturales

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Centro de Estudios de Integración Nacional (CEINA)

Presentación

La Revista de Integración Nacional es un órgano de divulgación del Centro de Estudios de Integración Nacional (CEINA) de la Universidad Monteávila. Su objetivo principal es divulgar los principios, valores, proyectos y acciones relacionados con el concepto de Integración Nacional, en su sentido más amplio y siempre dentro del espíritu académico de la Universidad Monteávila.

Con este fin, el CEINA se propone estudiar, investigar y analizar diversos aspectos políticos, económicos, sociales o de cualquier otra naturaleza, siempre relacionados con la Integración Nacional, enten- dida ésta como la conversión de la pluralidad política, económica y social de Venezuela en una unidad relativa, que sume la conducta y actuación de personas y grupos sociales, sus valores éticos y los sis- temas de poder, para alcanzar los fines de libertad, paz, justicia, cre- cimiento económico, equidad social y progreso.

Su segundo objetivo es constituirse en un medio de debate y de- liberación sobre la Integración Nacional, mediante la publicación de artículos relacionados con el tema que, si bien son de la estricta res- ponsabilidad de los autores, se basen sobre principios de intercambio y respeto a las ideas. En anteriores números hemos invitado especia- listas y amigos a escribir en nuestra Revista. En esta oportunidad re- producimos el artículo del Dr. Luis A. Pacheco, publicado en Bogotá en el 2017, en el que elabora una particular narrativa de cómo hemos enfocado el tema petrolero, con frases como esta:

“Buscar una respuesta a la pregunta de porqué Venezuela, después de más noventa años de explotación petrolera y después de incontables coqueteos con la modernidad, se encuentra aún tan lejos de transitar el camino del desarro- llo, es una tarea titánica, quizás tan titánica y utópica como la construcción de ese huidizo desarrollo”.

O esta: “El atreverse siquiera a intentar explorar por qué el petróleo no nos ha conducido por la vía definitiva del pro- greso es una tarea peligrosa, y llena de medias verdades y de cronistas mal intencionados.”

En un segundo artículo, Maxim Ross discute el problema de apos- tar solamente al “petróleo como único sostén” de la economía y la sociedad venezolanas, tal como ha sido hasta ahora y pareciera de- fenderse en la coyuntura actual. En él se examinan los “Riesgos Eco- nómicos y Políticos de la Venezuela Petrolera” que han sido parte de nuestra historia y que, de continuar por esa vía, tendríamos que vol- ver a enfrentar.

Ver la revista completa en el anexo.

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Froilán Barrios Nieves

Con el disparo de partida anunciando las primarias cuyo objetivo es definir un candidato opositor para las elecciones presidenciales, a realizarse en nuestro país en diciembre 2024, se ha provocado la irrupción de decenas de candidatos aspirantes cuyo norte debiera ser la pretenciosa tarea de recoger los pedacitos de una nación decepcionada y dispersa por el planeta.

Las circunstancias determinan reconocer el estado de una nación que refleja un país disociado, cuyo significado no es otro que la disgregación de las partes componentes de su origen y de su historia, donde sus ciudadanos dejaron de creer no solo en las instituciones públicas, los poderes públicos, como elementos integrantes del estado, también en los partidos políticos tanto el gobernante como los representantes de la oposición.

Esta ruptura de la sociedad en su conjunto frente al poder gobernante y a su posible relevo político, se expresa en múltiples sentimientos adversos, indiferencia, desprecio, desconsuelo, entre otros, acompañado de la actitud resignada de resolver cada uno su propio destino ante la manifiesta incapacidad de ambos: Gobierno y oposición de reconstruir el alma del país extraviado.

En la travesía de este desierto del siglo XXI los venezolanos no andamos solos, en América Latina varios países sufren condiciones similares aun cuando las realidades sociopolíticas sean diferentes, como los casos de Perú, Haití, en el caso del primero han ejercido la presidencia en los últimos 6 años 5 mandatarios y por otra parte el congreso nacional es repudiado por la población, y en el caso del segundo las pandillas criminales han puesto en jaque a lo que queda de Estado.

Por tanto, nos corresponde abordar los caminos de la vida para recuperar a nuestro país. Ese trance pasa por reconocer la magnitud de la tragedia nacional que va más allá de una salida electoral, cuyo principal obstáculo es el "Estado fallido" que padecemos, en su lugar debiera ser llamado “Estado retorcido” por su capacidad infinita de maldad, de practicar la tortura para reprimir la disidencia y postrar a la población en la miseria.

Esta camarilla cívico militar es irrecuperable para recuperar la patria, y en el mismo tenor aquellos colaboracionistas opositores, quienes han contribuido a tender la cama a una dictadura que retrocedió al país política, social y económica a las montoneras del siglo XIX. En realidad, su objetivo es mantener al país disperso y acorralado en el Estado Comunal

Los venezolanos conocimos de liderazgos políticos responsables en el siglo XX, todos independientemente de las toldas políticas que militábamos, en el socialcristianismo, socialdemocracia, marxismo, teníamos nuestros héroes, a quienes seguíamos en sus debates en el congreso nacional, o en los medios de comunicación. Mas allá de las divergencias y de los pescozones teóricos había una característica común, tenían una visión de país, un concepto de nación y de estado, que se contrastaban como signo característico de la democracia.

Hoy el liderazgo que pretende ser el relevo luce superficial y oportunista, y en la mayoría de los casos agobiado por los señalamientos prominentes de corrupción, los más recientes endilgados al Gobierno Interino y al G-4, aderezados con la arrogancia de la impunidad, la falta de transparencia y sin propósito de enmienda.

El pueblo venezolano merece una oferta creíble no solo de epítetos, capaz de esbozar la nueva sociedad que se pretende construir, ya sabemos que Maduro y su pandilla son la fragua continental de las dictaduras del siglo XXI, comparsas de Ortega en Nicaragua, del castrismo en Cuba y del malvado Putín en Rusia.

Ahora es el escenario propicio para presentar el programa que permita a Venezuela ingresar oficialmente al siglo XXI, en cuanto a democracia, derechos humanos, trabajo digno, ciencia y tecnología, educación, salud y desarrollo humano, como elementos integrantes del proyecto de país en cuyo diseño debe participar la academia, los sindicatos, organizaciones de la sociedad civil, los empleadores privados y la Iglesia.

Estas propuestas las he planteado en diferentes oportunidades al ser contrario a la postura de que a Venezuela hay que colocarle una lápida que rece: “aquí yace un país”, por el contrario de su seno hay las reservas morales y éticas para su reconstrucción, solo es necesario un punto de encuentro.

Movimiento Laborista

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