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Opinión

Pedro Pérez

“El Cerebro político”* es un estudio novedoso del papel de la emoción en la determinación de la vida política de la nación. Durante dos décadas, Drew Westen, profesor de psicología y de psiquiatría de la Universidad de Emory ha explorado una teoría de la mente que difiere sustancialmente de las nociones menos “apasionadas” de los psicólogos cognitivos, los científicos políticos y los economistas – y los estrategas de las campañas demócratas-. La idea de que la mente es una fría calculadora que toma decisiones analizando la evidencia, no tiene ninguna relación con el funcionamiento real del cerebro. Cuando los candidatos políticos asumen que los electores toman decisiones desapasionadamente, basándose en “cuestiones”, pierden. Por ello sólo un demócrata ha sido reelegido a la presidencia desde Franklin Roosevelt – y sólo un republicano ha fracasado en el intento.

En política, cuando la razón y la emoción chocan, la emoción gana siempre. Las elecciones se juegan en un mercado de emociones, un mercado lleno de valores, imágenes, analogías, sentimientos morales y una oratoria conmovedora, en el que la lógica sólo desempeña un papel de apoyo. Westen demuestra, con un recorrido rápido por la evolución del cerebro apasionado y un tour de cincuenta años de elecciones nacionales y presidenciales en América, porqué las campañas fracasan y porqué no. La evidencia de que tres cosas determinan cómo vota la gente es sobrecogedora y va en este orden de importancia: sus sentimientos hacia los partidos y sus principios; sus sentimientos hacia el candidato y si con eso no han decidido: sus sentimientos hacia las políticas del candidato.

Los estrategas republicanos lo “pillan” intuitivamente. Westen sugiere que aunque los demócratas se muevan hacia la derecha o hacia la izquierda, la pregunta real es cómo conseguirán mover a los votantes. Demuestra cómo se puede hacer con ejemplos de lo que los candidatos han dicho – o hubieran podido decir – en debates, discursos y anuncios. Los descubrimientos que hace Westen podrían transformar por completo la aritmética electoral, demostrando cómo una visión distinta del cerebro y de la menta lleva a una manera distinta de hablar a los electores sobre cuestiones que han callado a los demócratas desde hace más de cuarenta años – como el aborto, las armas, los impuestos y la raza. No se puede cambiar la estructura del cerebro. Pero se puede cambiar la manera de interpelarlo. Y he aquí cómo…"

"The political brain. The role of emotion in deciding the fate of the nation", Drew Westen

Observatorio Venezolano de las Autonomía

5 de septiembre de 2018

http://autonomiaspoliticas.blogspot.com/2018/09/el-cerebro-politico.html...ón+y+Autonomías+Políticas%29

 2 min


Gustavo Ocando Alex

"¡Jesucristo! ¡Guao!".

El grito de un turista venezolano rompe el silencio en la bahía de Ologá, pueblo de pescadores y palafitos en el Lago de Maracaibo, Venezuela. Se asombra con el rayo monstruoso que acaba de encender el cielo, dividiéndose en una docena de culebrillas luminosas que desaparecen en apenas dos segundos.

Son las 2:15 de la madrugada. Hasta 150 relámpagos por minuto se visualizan en las tres tormentas eléctricas que convergen en el norte, este y oeste, calcula Alan Highton, excursionista oriundo de Barbados que organiza expediciones al lugar desde hace 30 años.

Hay rayos y centellas por doquier en pleno chubasco. El espectáculo dura 39 minutos.

"¡Lo agarré!", dice, emocionado, uno de los viajeros, tras revisar las ráfagas de imágenes que tomó con su teléfono móvil de última generación. La noche siguiente, bajo la luna llena, el show se repite durante seis horas.

Cazar relámpagos en esta zona del lago de Maracaibo no es difícil: es la región con mayor ocurrencia de relámpagos del mundo.

Un centenar de personas habita hoy el Congo Mirador, cuando hace décadas llegó a superar los 1.000 habitantes.

Esto fue oficializado en 2015 por el libro de los Récords Guinness. En el Lago de Maracaibo -el segundo más grande de América-, las descargas eléctricas ocurren 297 días del año con un promedio de 250 relámpagos por kilómetro cuadrado.

Esto se debe a la topografía de la región de Catatumbo: la cordillera de Los Andes y la Sierra de Perijá encierran al Lago de Maracaibo en una especie de herradura, donde los vientos cálidos del mar chocan de noche con las brisas frías hasta crear condiciones óptimas para la aparición continua de relámpagos.

Por eso, la región es un imán para turistas. Pero paradójicamente, Congo Mirador, la pequeña población lacustre que vivía del turismo de cazadores de relámpagos enfrenta una de las peores crisis económicas de su historia y está a punto de desaparecer.

Pueblo de palafitos

Cinco niños juegan en una piscina de mugre en el Congo Mirador -un pueblo de 140 palafitos - a las 5:36 de la tarde. Otros dos flotan en pimpinas de gasolina que han recortado para convertirlas en microlanchas. Sus torsos, sin franela, lucen delgadísimos.

El agua está estancada, tintada de beige. No supera los 40 centímetros de profundidad.

Antes conocido como un pueblo de agua, el Congo Mirador se sedimentó casi en su totalidad, hasta el punto de que solo tres de sus canales tienen niveles mínimos de agua para el paso de lanchas y botes conocidos como peñeros.

El lugar conoció tiempos mejores. Antes la economía fluía gracias al turismo: vendían gaseosas, comida, cigarros, víveres varios. Había rumba, licor, bullaranga (ruido).

Qué se puede comprar con el nuevo salario mínimo en Venezuela (y cómo se compara con otros países de América Latina)

En ese entonces, el Congo Mirador y el llamado Relámpago del Catatumbo eran uno, ambos resplandecientes y en crecimiento. La pesca y las visitas de viajeros eran sus fortalezas.

Se hacía 'billete'. Ahora, lo que hay es martirio"

Andrés Navarro Villasmil

El pueblo tuvo 930 habitantes a finales de los años 70, de acuerdo con el libro "Congo Mirador, pueblo palafítico del Lago de Maracaibo", del médico y escritor Darío Novoa Montero. Su población superó el millar a principios de este siglo.

Ahora, el 90% de su gente se ha marchado a tierra firme por la crisis económica y la sedimentación, calculan quienes todavía permanecen en el pueblo.

Alguien que está pensando irse es Iván Gotera, un pescador de 76 años cuyo labio inferior está desfigurado por un absceso no tratado.

Su ranchito de latas de zinc es uno de los pocos con acceso a través del agua baja. "No me quiero ir, pero, ¿quién aguanta esto así?", se lamenta. Sus hijas, Ingrid e Indira, viven con sus familias al lado de su palafito.

"Estamos abandonados. Estamos a la buena de Dios", dice, acongojado.

La zanja de Josué

Andrés Navarro Villasmil, pescador veinteañero de hombros y brazos tatuados, ahora solo visita el pueblo por temporadas. El Congo Mirador, para él, era "una mina de oro".

"Se hacía 'billete'. Ahora, lo que hay es martirio", cuenta, mirando de reojo lo que en su infancia fue un canal de agua de tres metros de profundidad. Hoy, allí hay una trilla de barro y follaje por donde los residentes hasta pueden caminar.

No me quiero ir, pero, ¿quién aguanta esto así?"

Iván Gotera

Los congueros culpan de la sequía a un ganadero local, ya fallecido, conocido como Josué, quien empleó en 1991 maquinaria pesada para abrir un caño de tres kilómetros desde el río Bravo para facilitar el paso de embarcaciones repletas de carne, queso y plátanos.

La maniobra favoreció el desplome y avance de escombros y arena hacia el Congo Mirador. La abertura fue bautizada como "Paso o Caño J" en honor a su autor y sigue activa

Miro Navarro, de 63 años, cree que en el Congo Mirador "se acabó todo". "No queda ni una sola bodega. No tengo dónde comprar la comida, sino en los puertos, ¡lejos!, y no tenemos gasolina".

Antes de la reciente reconversión monetaria que suprimió cinco ceros, comerciantes de las regiones de Mérida y Zulia les pagaban únicamente 100 mil bolívares en efectivo (US$ 0,02 dólares) por kilo de mercancía para luego revenderlo en precios 9.000 veces superiores.

La cangreja de tenaza azul se la compran a 1,4 millones de bolívares por kilo (US$ 0,3). Sus ganancias son mínimas.

Abandono

Ahora, la mayoría de sus palafitos están abandonados. Se estropeó el piso y desapareció el pedestal de su plaza central, donde reposaba el busto de Simón Bolívar. La estatua del prócer está recostada contra una pared, al lado de la entrada de la iglesia.

El camino hacia el templo testimonia la sedimentación. Cuatro tablones de madera forman una planchada de 15 metros entre uno de los ranchos y el oratorio. Hay pasto y lodo donde hasta el año pasado hubo agua.

Salud y educación son derechos insatisfechos en Congo Mirador. No hay doctores, ni profesores. La escuela del pueblo colapsó. "Se cayó", cuentan los pobladores.

Yaneli Villasmil, abuela en sus 50 años, repasa las miserias del pueblo mientras retira hábilmente pedazos de pollo de anzuelos de sus familiares pescadores.

Le ha tocado preparar remedios caseros con menta, albahaca o toronjil para atender las diarreas, infecciones oculares, dificultades respiratorias y fiebre elevada de hijos, nietos y vecinos pequeños.

"Se olvidaron del Congo", reclama, seria, sin detener el oficio ni compartir la mirada.

"Solo estábamos 13 personas aquí en enero", dice Alirio Camarillo, pescador de 64 años, sentado en un banco de plástico en el porche de su palafito.

"Hoy somos como 100. Esos no vuelven así como está esto", opina.

Ologá, alternativa en decadencia

Ologá, ubicado a 10 minutos por lancha, se ha convertido en refugio tras el colapso del Congo Mirador.

Para los congueros es la posibilidad más cercana de seguir viviendo de la pesca, en condiciones similares a su pueblo originario. Para los turistas, es la única locación con dos campamentos aptos para contemplar los relámpagos del Catatumbo.

Está radicado en una laguna homónima. Sus partes más hondas tienen, como en los mejores tiempos del Congo, hasta tres metros de profundidad. Sesenta familias de múltiples hijos habitan, hacinadas, sus 46 palafitos a la orilla de la bahía.

Es una parada alejada de la inseguridad que azota al Lago de Maracaibo en las costas norte y occidental. Los relámpagos del récord pueden verse con facilidad desde sus cuatro costados.

El hambre y la necesidad, sin embargo, han tocado sus puertas de latas de zinc. La única bodega del poblado cerró el año pasado por fallas de presupuesto, cuenta su antiguo dueño, Leonel Gotera, tendido sobre una hamaca en su palafito.

Ahora, los lugareños deben viajar hasta tres horas en bote para comprar comida. Miembros del consejo comunal, organización vecinal auspiciada por el chavismo, confiesan su insatisfacción.

"Hace falta de todo un poquito. Todo el tiempo hemos votado por la revolución (oficialista), pero ni así se acuerdan de nosotros", reprocha Francisco Romero, dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), mientras arroja una veintena de kilos de pescado desde su peñero al palafito de su hermano, Rolando.

Las dos plantas eléctricas donadas por gobiernos anteriores están dañadas. Su escuela no ha abierto este año, pues sus únicas dos profesoras se mudaron.

El plantel es casa de arañas, no de letras.

"Nos dejaron solos", apunta, triste, Alenni Bracho, una adolescente de 13 años que apodan "La Catira", apasionada de la champeta y capaz de interpretar canciones urbanas como Happy, de Nacho, o Scooby Doo Pa Pa, de DJ Kass.

Uno de los dos campamentos de turistas es el palafito Puerto Rico. Nerio Ángel Romero, apodado "Tani", es su dueño. Pescador de 56 años y oriundo del Congo, prefirió mudar su rancho a Ologá el año pasado.

"El Congo se me perdió", cuenta, con sonrisa cordial.

"Tani" desea vivir siempre a los pies de la tormenta eterna del Catatumbo.

"Aquí me voy a quedar hasta que muera".

Especial para BBC Mundo

31 agosto 2018

https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-45129956

 7 min


Daniel Eskibel

El 12 de junio de 2005, en la ceremonia de graduación de la Universidad de Stanford, Steve Jobs brindó uno de los discursos más memorables de las últimas décadas. Allí contó 3 historias, la primera de las cuales es conocida como conectar los puntos.

En esa parte del discurso Jobs repasa varios puntos de su recorrido vital:

Madre soltera que lo da en adopción

Padres adoptivos que lo envían a la universidad

Abandono de la universidad por parte del confundido Steve

Asistencia irregular a unas pocas clases que le parecían interesantes

Entusiasmo por la caligrafía

Mientras transitaba por esos puntos de su vida, aquel joven no percibía que esos puntos estuvieran conectados y tampoco imaginaba que lo condujeran hacia alguna parte. Pero 10 años después, mientras diseñaba la primera computadora Macintosh, ahí por fin todos los puntos se conectaron y todo tuvo sentido para él.

No pueden conectar los puntos mirando hacia el futuro -explica Steve Jobs a los flamantes graduados de la Universidad de Stanford. Solamente pueden conectarlos mirando hacia el pasado. Por lo tanto, tienen que confiar en que los puntos de alguna manera se conectarán en su futuro.”

Unir los puntos.

De eso se trata.

La enseñanza es aplicable a la vida profesional, a la vida personal, a la vida política y a todos los terrenos donde te desempeñas.

Piensa por ejemplo en la compleja y enmarañada red de puntos que se van conectando silenciosamente para que un joven activista político se convierta años más tarde en Presidente de su país.

Porque no todo es marketing en el mundo político.

Recuerda siempre que antes, durante y después del marketing está la identidad.

Identidad, sí. Política y humana.

Identidad más allá del marketing político

La identidad de cada político es una compleja red de puntos que van construyendo una trayectoria y un conjunto de significaciones.

Algunos de los puntos más relevantes son:

Sus ideas políticas y su mayor o menor consistencia y sistematicidad

Sus acciones políticas a lo largo de su recorrido por el mundo político

Su gestión pública, si la tuviera

Su desempeño en los diversos ámbitos de la sociedad

Su biografía y los eventos culminantes de la misma

Los rasgos de su personalidad

Su estilo de comunicación

Sus valores y estilo de vida

La leyenda negra del marketing político dice que los expertos en esta disciplina se ocupan de sustituir la identidad del político por un producto superficial de marketing.

Algunos lo hacen, por cierto.

Pero también se puede concebir el marketing político de otra manera. En contacto con la identidad.

Conectando los puntos desde el marketing

¿Marketing político trabajando desde la identidad de los protagonistas de la política?

¿Marketing a favor de la política, los contenidos y las ideas?

¿Marketing con significados políticos más profundos?

Sí.

3 veces sí.

Por 2 razones:

Por ética profesional. En todas las actividades hay buenos y malos profesionales. Quienes actúan por fuera de los marcos éticos lo hacen con independencia de a qué se dedican. Pueden ser políticos, sacerdotes, obreros, carpinteros, médicos, diputados, presidentes, amas de casa o especialistas en marketing. Si se trabaja con conocimiento, seriedad y profesionalismo, por supuesto que se puede hacer un marketing político con la más estricta ética profesional.

Porque es más efectivo. La política es una carrera de largo aliento. Y no se puede engañar a todos todo el tiempo. Tal vez puede hacerse en el corto plazo de una campaña electoral, pero no mucho más allá. Y la identidad rinde dividendos políticos, la identidad genera confianza, la identidad despierta simpatías. Para alcanzar tus objetivos políticos no debes renunciar a ser quien eres sino, por el contrario, ser más tú mismo que nunca.

El consultor descubre y pone en valor la identidad

El trabajo del consultor político no es elegir el color de la corbata del candidato. Tampoco es convertir la política en papeles de colores, música reiterativa, consignas vacías y muchas superficialidades que solo dejan humo.

Más bien es como el trabajo del escultor.

Decía el genial Miguel Ángel que la escultura se encuentra escondida dentro del bloque de piedra y que el trabajo del escultor consiste simplemente en descubrirla y luego quitar lo que sobra.

Así es el trabajo del consultor político.

Tiene que conocer en profundidad al candidato. Y luego ayudarlo a conectar los puntos de su identidad política. Para finalmente poner en valor esa identidad usando las herramientas de marketing disponibles.

Conectar los puntos, diría Steve Jobs.

Maquiavelo&Freud

https://maquiaveloyfreud.com/politico-identidad-marketing/

 3 min


¿Ha aumentado la corrupción en el mundo o es que ahora hay más herramientas para detectar ese flagelo y divulgar los delitos? Hay corruptos entre los políticos, jueces y fiscales, empresarios, militares, policías, dirigentes deportivos, profesores universitarios, sacerdotes y ministros de diferentes credos, escritores y ciudadanos comunes en general.

Hoy nuestro país está entre los más corruptos y en los últimos años la corrupción ha tenido un crecimiento exponencial. Es vergonzosa la putrefacción en Pdvsa, alcahueteada por Alí Rodríguez, Rafael Ramírez y Eulogio Del Pino, así como en el sector eléctrico y en la distribución de alimentos. Nos hemos ido al foso no solo por culpa de quienes usurpan el poder. Asumamos que, por acción u omisión, la mayoría tenemos cierta cuota de responsabilidad.

Para salir del foso es condición necesaria, pero no suficiente, sacudirnos de los llamados revolucionarios. Pero si queremos evitar una recaída tenemos no solo que impedir que se impongan los maleantes, sino cambiar nuestra actitud ante los corruptos y ante la “viveza” criolla, que es igualmente corrupción.

No somos pícaros o “vivos” por descender de Guzmán de Alfarache o del lazarillo de Tormes, aunque sin duda los orígenes de nuestra historia y el ser un país minero tienen su influencia. Esa “viveza” criolla, tratada por Uslar Pietri y muy bien descrita por Axel Capriles en su libro “La picardía del venezolano o el triunfo de Tío Conejo”, nos hace mucho daño. El periodista e investigador Johandry Hernández publicó hace algún tiempo una entrevista a las profesoras Vanessa Casanova y Natalia Sánchez, de La Universidad del Zulia. La primera sostiene que la viveza criolla es producto de una “deficiente formación en el seno de la familia, un problema ético, de civilidad, de reconocimiento del otro y que tarde o temprano el vivo será atropellado por otro vivo”. Sánchez postula que el rentismo inculcó la práctica perniciosa de “caminos cortos para conseguir lo que otros logran con años de trabajo. En una sociedad de vivos nadie confía en nadie”.

También tenemos que rechazar la excusa de que “somos unos simple roba gallinas” en comparación con otros, ni conque “estoy consciente de que roban, pero al menos hacen”. Tan delincuente es quien roba una gallina, como quien se apropia dinero de particulares o del Estado o quien obtiene u otorga contratos con sobreprecios.

Igualmente es corrupción tergiversar hechos para favorecer o hundir a determinadas personas o empresas. Tales son los casos de jueces que dictan sentencias injustas; de inventos de sabotaje para eludir responsabilidades o para encarcelar inocentes; de señalamientos, sin base, de acaparamiento o de remarcar precios para perjudicar negocios; de acusaciones sin sustentación a dirigentes políticos, lo cual practican tanto agentes gubernamentales, como articulistas u opinadores supuestamente opositores.

El ciudadano común puede sancionar moralmente a los corruptos marginándolos. No asistiendo a sus fiestas, ni permitiéndoles inscribirse en clubes sociales y hasta negarles el saludo. Protestar cuando alguien intenta colearse y negarse a sobornar a funcionarios para conseguir un documento, aunque ello ocasione dificultades. Por otra parte, será necesario retirarle al Estado muchas de sus atribuciones, simplificar los trámites, disminuir la burocracia, mejorar los sueldos y garantizar la permanencia de los funcionarios. Obviamente, sancionar severamente a los corruptos. Cero tolerancia.

Somos optimistas de que podemos erradicar la corrupción. Contamos con una mayoría de empresarios y comerciantes honestos. Algo importante es que, contrario a la percepción generalizada, la gran mayoría de nuestros políticos democráticos no son corruptos. Estamos seguros de que una investigación exhaustiva concluiría que la mayor parte de quienes ya fallecieron no dejaron fortunas mal habidas. Seguramente muchos fueron malos presidentes o pésimos ministros, pero no delincuentes.

Con respecto a los actuales políticos democráticos de oposición, en las redes sociales abundan los señalamientos de corrupción, pero generalmente sin fundamento. Se les puede criticar muchas cosas, entre ellas que por egoísmo no presentan un frente único y que se descalifican unos a otros, pero es injusto tildarlos de corruptos o de querer alcanzar el poder para lucrarse, sin descartar que alguno pueda serlo. Es positivo que en los últimos años hayan surgido jóvenes de cierto nivel económico que arriesgan su bienestar en aras de convertirse en servidores públicos, corriendo el elevado riesgo de enfrentarse a un régimen totalitario.

Además, es satisfactorio leer articulistas como Carolina Jaimes, Thaís Peñalver, Rafael Muci, Humberto Seijas, Luis Ugalde o Alejandro Moreno, quienes predican y practican los valores universales y eternos. Ellos y muchos otros nos permiten ser optimistas sobre el futuro.

Como (había) en botica:

No se humilla ,ni degrada quien por necesidad saca el carnet ilegal sino quienes lo exigen.

Nuestros pobres emigrantes tratan de “hacer camino al andar”.

La entrega de campos petroleros a empresas que no tienen experiencia, ni músculo financiero y tampoco recursos humanos hace recordar las concesiones otorgadas por Juan Vicente Gómez.

La refinería de Amuay detuvo la producción de gasolina.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

 3 min


Edgar Benarroch

Creo conocer mucho a algunos y medianamente a otros de los dirigentes opositores de nuestro Estado. Pienso que son gente, muchos probados de un gran coraje, de mucha entrega y con buena voluntad de servicio. Estoy seguro que en el espíritu de cada uno de ellos gravita la urgente necesidad de superar cuanto antes esta horrorosa situación que mantiene al país en ruina, con hambre y desespero en la inmensa mayoría de los venezolanos. Nuestros niños, la generación de relevo, atraviesan el doloroso y espantoso momento de que el 60% de ellos se encuentra en estado de severa desnutrición, con las gravísimas consecuencias que ello produce en su desarrollo.

Se de los esfuerzos que se han realizado y que aún se realizan para reconstruir la UNIDAD de la oposición, en este afán no podemos descansar, debemos seguir por la Patria y la moralidad pública hasta lograrla a plenitud.

Por confianza en nuestros cuadros de dirección apelo a ustedes para formularles e insistir en la urgencia de propiciar una asamblea donde estén presentes todos los factores de la oposición aragüeña y no la abandonemos hasta salir UNIDOS, si es posible monolíticamente.

Entiendo que quienes dirigen organizaciones políticas en la región están sujetos a la llamada disciplina partidista y se está a la espera de que los cuadros nacionales desde Caracas giren instrucciones y dicten "líneas".

No propongo la indisciplina, tengo sesenta años de militancia partidista y se de la disciplina organizacional. Pero no tardemos tanto en la espera de Caracas. En nuestra capital nacional están presentes elementos que pesan mucho en sus decisiones, que al ser transmitidos al resto del país nos hace partícipe de situaciones que no nos son propias y ello influye notoriamente en nuestro comportamiento. Además tengo la convicción que las direcciones nacionales de los movimientos políticos saludaran con regocijo cualquier iniciativa de UNIDAD.

Si concretamos de una manera férrea e indestructible la UNIDAD ARAGÜEÑA estaríamos enviando un mensaje alentador y esperanzador al resto de los Estados y al país en su conjunto. Estaríamos reconquistando el calor y confianza del pueblo aragüeño que en más del 85% esta ansioso de salir de este marasmo en que nos encontramos.

Al hacer valer, como debe ser el interés nacional y regional por encima de los nuestros, sectoriales o individuales, estamos dando un paso de avance importantísimo para la UNIDAD en medio de la diversidad. La Patria vale mucho, pero muchísimo más que nuestras diferencias.

Cuando anunciemos que nos hemos UNIDOS, no solo las organizaciones políticas si no también los distintos sectores económicos, sociales, culturales, etc. etc. de la sociedad intermedia aragüeña, no solamente para salir cuanto antes de este régimen si no también para la reconstrucción de nuestra sociedad, seguro reverdecerá la esperanza y reconquistaremos la confianza del pueblo. Todos somos perjudicados por este desgobierno pero particularmente los sectores menos pudientes - que constituye la inmensa mayoría del,país - son los más afectados, donde sus hijos no tienen comida, ni medicina ni vestido, ni calzado y tampoco escuela, por ellos , por nosotros, por la Patria es esta lucha que como nunca es el cumplimiento de un deber con el pueblo y con la moralidad, que tiene sabor y olor a próxima felicidad y fraternidad.

Maduro dijo: "Militar que visite a su familia que no esté con el proceso, se hace sospechoso"

La incendiaria "revolucionaria" Erika Farías dijo: "Esta Patria es de nosotros o no es de nadie".

Si estas proclamas no enciende nuestro espíritu y subleva nuestra alma, estamos transformados en zombis o las intenciones de dopaje salidas del macabro laboratorio del régimen han dado resultados en nosotros.

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¿Se ha preguntado alguna vez por qué en las escuelas de negocios no se enseña la forma correcta de azotar a un trabajador para lograr el máximo esfuerzo sin dañar el bien? Si las facultades de negocios hubieran existido antes de la Guerra Civil de Estados Unidos, se podría concebir por lo menos una clase, si no todo un curso, sobre la materia. En cambio, lo que se enseña en dichas facultades son la cultura y los valores corporativos, bajo el supuesto de que es posible obtener el máximo esfuerzo por parte de los trabajadores cuando ellos se identifican con la misión y los objetivos de la empresa.

Entonces, ¿por qué han disminuido notablemente la esclavitud y otras formas de trabajo en régimen de servidumbre en tantos lugares del mundo, y qué se puede hacer para abolirlas por completo? Resulta tentador presumir que el declive de la esclavitud obedece al progreso moral del ser humano expresado en las leyes. Pero, en su magistral libro The Other Slavery [La otra esclavitud], Andrés Reséndez revela lo errada que es esta hipótesis. Dicho estudio trata la historia de la esclavitud y otras formas de servidumbre de los pueblos indígenas de las Américas, tema que ha sido objeto de mucho menos atención que la esclavitud afroamericana.

Según lo indica el libro, la esclavitud de los indios en las Américas fue prohibida por Carlos I de España en 1542, y había sido abolida antes en la Península Ibérica. La legislación contra la esclavitud de los indígenas se fortaleció aún más durante la regencia de Mariana de Austria (1665-1675), madre de Carlos II.

Las leyes se basaban en los valores católicos y eran impulsadas por un grupo de activistas que incluía a Bartolomé de las Casas, defensor de los derechos de los indígenas como hijos de Dios y súbditos del Rey. No obstante, pese a la prohibición legislativa, la esclavitud resultó ser extremadamente resiliente, ya que los colonizadores recurrían a subterfugios como la servidumbre por deudas, las "guerras justas" (que sancionaban la esclavitud de los enemigos capturados como algo de mayor moralidad que una matanza justificada), y otros.

Probablemente, el motivo de dicha resiliencia no resida en el incumplimiento de las leyes, sino más bien en la rentabilidad de la esclavitud, la cual generaba incentivos demasiado potentes como para ser moderados por legislación. Esto implica que la disminución de la esclavitud que vemos en la actualidad, y su potencial mayor reducción en el futuro, posiblemente dependa más de los incentivos del mercado que de las leyes.

La esclavitud se encontraba ampliamente difundida, incluso en Europa, cuando se desarrolló en las Américas, donde desde la perspectiva de los colonizadores españoles existía una aguda escasez de trabajadores. La minería y el cultivo de las plantaciones eran muy intensivos en mano de obra, pero el contacto con Europa había diezmado la población, consecuencia de diversos factores como la guerra, las enfermedades, la opresión, y el trastorno de los modos de subsistencia. Aún más, el trabajo en las actividades mencionadas era sucio, peligroso y degradante. La extracción de oro, en particular, era casi una sentencia de muerte: los mineros rara vez sobrevivían más de tres años antes de sucumbir al envenenamiento con mercurio o a los accidentes.

La esclavitud no logró mantener bajos los costos de la mano de obra puesto que los propios esclavos eran caros. En el siglo XVI, los traficantes invadían islas del Caribe para secuestrar trabajadores y venderlos a quienes explotaban el oro en la isla de La Española (hoy la República Dominicana y Haití). En el siglo XVII, la esclavitud era utilizada en Chile para capturar y suplir trabajadores para las minas de plata de Potosí en Bolivia.

En el siglo XVIII, los comanches solían cazar apaches para venderlos a las minas de plata en México. En el siglo XIX, incluso luego de terminada la Guerra Civil de Estados Unidos, los pueblos indígenas de ese país no se beneficiaron de la decimocuarta enmienda de la constitución que había abolido la esclavitud, pues en la década de 1880 la Corte Suprema falló que esta enmienda no los protegía. De hecho solo obtuvieron derechos de ciudadanía en 1924.

Incluso luego de terminada la Guerra Civil de Estados Unidos, los pueblos indígenas de este país seguían careciendo de derechos de ciudadanía: en la década de 1880 la Corte Suprema falló que la decimocuarta enmienda de la constitución que había abolido la esclavitud no los protegía, y solo obtuvieron dichos derechos en 1924.

Luego de que finalizara el comercio internacional de esclavos en la década de 1830, lo que se desarrolló en el Caribe no fue el trabajo libre, sino una servidumbre temporal con personas provenientes del Asia Oriental que viajaban a cambio de lo que podría considerarse esclavitud a plazo fijo, semejante a la servidumbre por deudas. En Estados Unidos, con posterioridad al período llamado Reconstrucción que siguió a la Guerra Civil, los estados del sur aprobaron leyes de vagancia, lo que permitió que las autoridades apresaran a antiguos esclavos desplazados y los condenaran a trabajos forzados si se podía demostrar que estaban ociosos.

¿Cuál es la diferencia entre trabajo bajo régimen de servidumbre y trabajo libre, y por qué este último reemplazó al primero? Puede que ello obedezca en parte a la tecnología: es posible que un trabajo no sea apropiado para el contexto de la esclavitud cuando el esfuerzo es difícil de observar o cuando utiliza equipos caros y frágiles. Por ejemplo, no sería prudente confiar bienes valiosos a esclavos descontentos. Sin embargo, no se debe exagerar esta lógica. Después de todo, los nazis esclavizaron a millones de personas no judías en los países que ocuparon, las transportaron a campos de trabajo, sobre todo en Alemania, y las forzaron a producir, entre otras cosas, material bélico.

Una diferencia fundamental entre el trabajo libre y la esclavitud reside en que los esclavos deben adquirirse, lo que significa que las ganancias generadas al explotarlos no las devenga necesariamente el actual propietario del esclavo, sino que se las anticipa en el precio de compra del mismo. Esto también significa que se debe utilizar capital en la adquisición del esclavo, desembolso que no exige el trabajo libre. En un mundo en que los mercados de capital son imperfectos, dicha compra puede traducirse en un elevado costo de oportunidad en términos de inversiones que se dejaron de hacer en equipo y otros insumos.

La diferencia fundamental entre las dos instituciones es la gama de opciones que se le da al trabajador. La esclavitud significa que el trabajador no puede retirarse si le desagradan las condiciones de trabajo. Pero si la alternativa a la esclavitud es el hambre o la muerte, es muy posible que la gente escoja la esclavitud.

Hoy día, los migrantes por lo general enfrentan opciones limitadas. Si carecen de documentos, como millones de personas en Estados Unidos, no pueden recurrir a las autoridades para proteger sus derechos laborales, lo que los hace vulnerables a la explotación y al abuso. Si su situación es legal, con frecuencia tienen una visa que les permite trabajar solamente en la empresa que los patrocina. Si las condiciones laborales no son de su agrado, no pueden cambiar de empleador sino que deben abandonar el país.

Al limitar las opciones externas de los trabajadores, los empleadores pueden inducirlos a aceptar términos que serían rechazados por individuos con más libertad. Esta podría ser una de las razones por las cuales hay tan poca urgencia por solucionar el problema de los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, y del porqué en muchos países se protege de manera diferente a ciudadanos y a extranjeros. Es posible que también sea la razón por la que muchos países se niegan a otorgar derechos a los refugiados, sean de Siria o de Venezuela. Mientras persistan los incentivos para esclavizar, será necesario continuar el esfuerzo por poner fin a la esclavitud, se la llame como se la llame.

Traducción de Ana María Velasco

31 de agosto de 2018

Project Syndicate

https://www.project-syndicate.org/commentary/slavery-a-matter-of-incenti...

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Al igual que la región de Frigia, Venezuela necesitaba nombrar un nuevo rey, porque lo que gobierna en este país suramericano es una especie de monarquía, y para tomar tan importante decisión consultaron el oráculo. La respuesta del oráculo, el cual no era más que el moribundo rey barinés, fue que se seleccionaría al primer analfabeto que entrara por las puertas del palacio, con denso bigote y bastante alto. Al poco tiempo, entró al palacio un hombre que cumplía con la descripción del oráculo, era un individuo que había ocupado otros cargos de gran importancia en el gobierno, aunque su única y verdadera experiencia era haber sido chofer de autobús. Esto era suficiente credencial para optar a tan alto cargo. La población, la enfebrecida con el carisma del moribundo monarca, obedeció al oráculo y eligió a aquel habitante del país, cuyo nombre es Ni Cholas Más Duras, como su nuevo rey.

En los meses siguientes, el mandatario, que por su poca imaginación era fácil de manejar especialmente por expertos como los gobernantes cubanos actuales, siguiendo instrucciones conformó un equipo de personas, civiles y militares, comprados a costa de las riquezas materiales y morales del país, que le facilitasen la permanencia vitalicia en el poder. Así ha sido, así ha transcurrido el tiempo y este grupo, con el mandatario a la cabeza, ha ido minando, consumiendo poco a poco al pueblo, convirtiéndolo en miserable para que se alegre cuando le dan una migaja de pan o una aspirina, o cuando le dan un vaso de agua o le conectan la electricidad cada veinte días, o cuando lo incitan a saquear y robar instalaciones comerciales o a matar animales en fincas ganaderas, con la impunidad oficial y además protegidos por autoridades militares y policiales. También, en medio de su miseria, se alegran cuando le permiten destruir los recursos naturales del país en actividades mineras o de explotación de las riquezas hídricas y forestales, o cuando le permiten destruir la infraestructura que es de utilidad pública o asaltar y apoderarse de viviendas ajenas.

En fin, este nuevo monarca y su séquito de adulantes y vividores se han convertido en un verdadero obstáculo para el desarrollo y engrandecimiento del país, obstáculo difícil pero no imposible de salvar. Este mandatario viene siendo una especie de Gordias venezolano del siglo XXI, que nos ha colocado en el camino este Nudo Gordiano que es un freno para la felicidad de nuestro pueblo.

Después de varios años, es impostergable eliminar ese complicado nudo, que no es más que el gobierno comunista y arcaico que tenemos. Quien acabe con ese nudo abrirá las puertas para la reconstrucción de Venezuela. Allá en Gordios, Frigia, el Nudo Gordiano fue un reto para Alejandro Magno, dispuesto a conquistar el mundo pero según las leyendas, eso lo lograría quien desatara aquel nudo imposible de eliminar. Por supuesto, Alejandro aceptó el reto y luego de analizar el nudo, sacó su espada y con ella cortó las amarras diciendo: “Tanto monta cortarlo que desatarlo” significando que era lo mismo cortarlo que desatarlo. Nosotros no tenemos un nuevo Alejandro Magno, pero sí tenemos un pueblo cansado de tanta miseria que debe ser reunido, y como un solo hombre, enfrentar el reto de nuestro nudo, nuestro obstáculo, y eliminarlo para que se abran las puertas al desarrollo del país y a la felicidad de nuestra gente. Alejandro somos todos juntos, todo el pueblo de Venezuela agrupado y conducido por los líderes políticos, quienes sin egoísmo y sin apetencias personales trabajarán unidos hasta lograr y consolidar la libertad.

Septiembre de 2018.

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