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Alejandro J. Sucre

Sin vacuna pero con sanciones...

Alejandro J. Sucre

Una economía como la venezolana no puede desarrollarse en medio de una pandemia si no se vacuna a la población para que pueda tener actividad económica, si permanecen las sanciones que impiden el despegue del sector petrolero y si lo poco que queda de actividad económica se diluye en corrupción y sobregastos fiscales.

Los dirigentes de la oposición deberían tener claro que las cifras de apoyo por parte de la población han mermado en más de 60 % y hoy no superan el 10 % electoralmente hablando. Esto es, la oposición sin ir a elecciones, apoyando las sanciones a la actividad petrolera venezolana han caído electoralmente hablando más que el mismo PIB venezolano. Aunque muchos líderes en la oposición están cómodos en el exterior y algunos perciben ingresos, la población venezolana espera todo lo contrario de sus dirigentes. La población necesita todo lo contrario a lo que ofrecen algunos líderes de la oposición. Espera lucha electoral pacífica que derrote las condiciones leoninas del oficialismo acrecentando una avalancha de votos y no tratando de debilitar a la economía vía sanciones. La actividad económica que fortalezca a la población. Viendo el ejemplo de Nicaragua donde el Sr. Ortega pone preso a cuantos asoman la cabeza para ser candidatos, la oposición en ningún momento ha solicitado sanciones ni ha dejado de participar electoralmente. Tampoco han solicitado intervención militar. La oposición nicaragüense se ha comido un cable sin lloriquearle al mundo que vengan a salvarlos. Ellos saben que deben ser estoicos y ganarse el corazón del pueblo con sacrificio propio y si estridencia. Igual ocurre con la oposición en Rusia y en Bierlorusia. No buscan el sacrificio de otros sino el propio, ni están haciendo desfiles en el exterior para que los rescaten.

Venezuela vive un momento estelar en que el oficialismo y oposición coinciden en la necesidad de inversión privada, y en el que todo el espectro de dirigentes políticos se aleja del estatismo y se adhieren a más libertad económica y ciudadana para impulsar hacia más prosperidad. Tampoco es sano mentir sobre la monstruosidad o criminalizar a los dirigentes del oficialismo que en nada se parecen a los de Corea del Norte, ni a los de Cuba. Los dirigentes del oficialismo tenían ideas muy equivocadas sobre la economía, la estatizaron y asfixiaron con controles y burocracia es verdad. Pero antes en los momentos que había recursos los entregaron a manos llenas a parte del sector privado vía Cavidi y juntos parte del oficialismo y del sector privado arruinaron al país. Luego, es verdad, el oficialismo tardó mucho en levantar los controles que asfixiaron al país. Pero hay que reconocer que lo hizo. También es verdad que el oficialismo violó derechos humanos para defender el poder. Sin embargo, algunos en la AN con mayoría de la oposición pretendió sacar al oficialismo del poder con marchas que iban con actitud de arrasar y ridiculizar, usando la buena fe de jóvenes inocentes.

Así que tampoco debemos santificar a todos los dirigentes de la oposición. Algunos que manejan recursos del Estado tampoco presentan cuentas claras a la población ni participan políticamente y se atienen a micrófonos y diplomacia geopolítica. Todo esto es para exponer la importancia de que la oposición debe tener claro que las batallas políticas deben quedarse en el terreno político y en el ámbito local. Debemos todos evitar formar parte o ser peones de las batallas geopolíticas y debemos todos evitar que la economía se vea afectada por las disputas de poder político. Incluso los chinos y los rusos y sus oposiciones separan la política de la economía con una visión de servicio y de largo plazo por parte de sus dirigentes. Las batallas políticas en el mundo desarrollado democrático no son tampoco un lecho de flores y menos en EEUU donde existe el juego sucio y la polarización. Pero tampoco estos dirigentes de oficialismo ni de oposición ponen a la economía como ficha de negociación. El electorado no les permitiría jugar con su patrimonio ni poner en riesgo su estabilidad económica como se puso en Venezuela.

Estoy seguro que la oposición venezolana y el oficialismo llegarán a un acuerdo imperfecto en los próximos meses. El acuerdo será imperfecto pero permitirá levantar las sanciones económicas y aumentar el ritmo de vacunación de la población. Al oficialismo le conviene más actividad económica y crecimiento y a la oposición le quitaron la alfombra en EEUU y en Europa para obligarlos a participar electoralmente y servir con visión de largo plazo. También considero que parte de las negociaciones para levantar las sanciones de Pdvsa debe incluir un mayor control de la corrupción en Pdvsa bien sea privatizando más la producción o creando una contraloría externa que permita que los fondos de esa empresa sean monitoreados por la banca internacional y que no sean utilizados para fines diferentes a los propios de su objeto comercial. Ahora que el precio del petróleo está repuntando, es el momento de negociar.

Twitter: @alejandrojsucre

El catastrofismo en la política venezolana

Alejandro J. Sucre

El pensamiento catastrófico se puede definir como rumiar sobre los resultados irracionales de que va a ocurrir el peor de los casos.

Este resultado imaginario puede aumentar la ansiedad, paralizar o bloquear la visualización de las acciones correctivas que podemos realizar y evitar que las personas tomen iniciativas en una situación en la que sea necesario. A las personas les suceden cosas malas, incluso cosas horribles, que causan un dolor real en la vida de algunos.

Catastrofizar es cuando alguien asume que sucederá lo peor sin importar lo que haga. A menudo, implica creer en una situación peor de la que realmente se está o exagerar las dificultades que se enfrentan.

Por ejemplo, a alguien le puede preocupar que no apruebe un examen. A partir de ahí, pueden asumir que reprobar un examen significa que son malos estudiantes y que seguramente nunca aprobarán, obtendrán un título o encontrarán un trabajo. Podrían concluir que esto significa que nunca serán financieramente estables. Muchas personas exitosas han reprobado exámenes y el reprobar un examen no es prueba de que no podrá encontrar un trabajo. Es posible que una persona catastrófica no pueda reconocer eso.

En Venezuela en muchos líderes de nuestra oposición se ha presentado esta percepción catastrófica de que nada puede hacerse para lograr victorias políticas y que se necesita una intervención extranjera. Por eso el abstencionismo se presenta como una alternativa en los procesos electorales y eso a su vez inmoviliza y genera una profecía autocumplida. No hay movilización para ganar, no se genera el mensaje para movilizar a la sociedad, ya que habrá trampa, tampoco se presentan los testigos en los centros electorales, igual si se gana la elección el oficialismo va a torcer el espíritu de la victoria electoral y así se produce el resultado de perder. Por lo tanto se llama a países extranjeros para que presionen al oficialismo, vienen las sanciones, se debilita la sociedad mas que el oficialismo y se autocumple la profecía.

Otras maneras del pensamiento catastrófico es criminalizar a todo el oficialismo o a cualquier opositor que intente caminos diferentes a los que surgen de los pensamientos catastróficos. Los catastrofistas se aprovechan de que existe un claro riesgo en distorsionar la realidad bien sea por crearse falsas expectativas o por confiar en alguien más allá de uno mismo.

Por eso la persona que denuncia y es catastrófica gana tanto eco que se siente más inteligente o de mayor peso moral que el resto de los opositores y del oficialismo. No se da cuenta las personas que sufren de catastrofismo que sus denuncias está saboteando acciones que pueden conducir a soluciones aunque no parezcan así al principio.

Algunas catástrofes son ciertas y muchas veces están fuera de nuestro control. Otras catástrofes son superables pero casi todas requieren del trabajo en equipo para sobreponerse a ellas. Descalificándose entre opositores o imponiendo un visión propia sobre los demás no funciona.

No está claro qué causa exactamente la catástrofe. Podría ser un mecanismo de afrontamiento aprendido de la familia u otras personas importantes en la vida de una persona. Podría ser el resultado de una cultura social.

Investigaciones indican posibles traumas del pasado que se proyectan y que involucra a personas que sufren catástrofes pueden tener alteraciones en las respuestas del hipotálamo y la pituitaria, así como una mayor actividad en las partes del cerebro que registran las emociones asociadas con el dolor.

Las personas que tienen otras afecciones, como depresión y ansiedad, y las personas que a menudo están fatigadas también pueden tener más probabilidades de sufrir una catástrofe.

Debido a que alguien con dolor crónico está acostumbrado a tener dolor constantemente, puede llegar a la conclusión de que nunca mejorará y siempre sentirá malestar. Este miedo puede llevarlos a comportarse de cierta manera, como evitar la actividad física, que en lugar de protegerlos, en última instancia, puede empeorar sus síntomas.

También una revisión de estudios de 2012, una fuente confiable, mostró que existe un vínculo entre la fatiga y la catástrofe. La revisión concluyó que catastrofizar podría ser un predictor de cuán cansadas se sienten las personas. En otras palabras, puede empeorar la fatiga. Hay muchas formas de tratar las catástrofes y la mejor es escuchándonos y respetándonos entre los venezolanos para formarnos una verdadera dimensión de los retos y lograr las mejores soluciones; no juzgarnos ni criminalizarnos lapidariamente ya que nadie está libre de culpa y los mismos violadores de derechos tienen derechos; y proponer más acciones colectivas que generen pequeñas victorias y discutir menos. Mejorar la economía, reducir algunas sanciones a cambio de crear comisiones que mejoren el manejo de fondos públicos, triunfar en el reclamo del Esequibo entre otras acciones unificadas entre los líderes políticos oficialistas y de oposición podrían proporcionar victorias tempranas que nos acerquen más a todos los venezolanos a procesos electorales más festivos y concurridos.

Twitter@alejandrojsucre