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Opinión

Un primer balance de la jornada de hoy, 19 de abril, pone de manifiesto las fuerzas en acción. Por un lado, un pueblo aguerrido, hastiado de tanta mentira, de tanta burla, de tanta opresión, que tomó las calles valientemente en toda Venezuela para manifestar su repudio a un régimen empeñado en someterlo por el hambre y la negación de sus derechos más elementales. Por el otro lado, una Guardia Nacional disfrazada de tortugas ninjas y armada hasta los colmillos con dispositivos sofisticados para reprimir, que ha hipotecado irreparablemente toda posibilidad de ser respetada como digna heredera del Ejército Libertador. El honor, definitivamente, no se les divisa. Y al lado de tan abyecta expresión militar, unos malandros armados, empoderados como colectivos fascistas con patente de corso para asesinar a inocentes manifestantes, como hicieron, lamentablemente, con el jovencito abatido en San Bernardino, José Moreno Barón, quien iniciaba sus estudios de Economía en la UCV y, en el Táchira, con la joven Paola Andreina Ramírez. Ejército, malandros, represión y sangre, contra un pueblo desarmado exigiendo sus derechos. Es el trágico desenlace de una “revolución” que quiso alguna vez auto-designarse “Bolivariana”.

Nos tocó marchar desde Santa Mónica, uno de los 26 puntos desde los cuales partirían distintas movilizaciones para converger en la Defensoría del Pueblo con el fin de exigirle al llamado "Poder Moral" una actitud digna contra los usurpadores del TSJ que habían perpetrado el golpe contra el orden constitucional. Pero, como en la novela 1984 de Orwell, en la neolengua fascista “Moral” significa todo lo contrario. Más de 10.000 personas arrancaron, pasadas las 11 am, para encontrar los diversos accesos al centro bloqueadas por tortugas ninja y por camiones anti-motín con vallas desplegadas a los lados para copar toda la calle. Para eso si gasta Maduro millones de dólares, pero no para importar alimentos, medicinas y/o para dotar a hospitales de los equipos requeridos para salvar vidas. Es la escala de “valores” enfermos de la oligarquía militar-civil que hoy expolia el país.

A la altura de Ciudad Banesco, la penetración del acre olor de gas pimienta en narices y gargantas plantó un muro infranqueable que, luego de varios intentos de vadearlo, terminó dispersando a la multitudinaria marcha. Si de cada uno de los puntos de congregación hubiesen partido igual cantidad de gente, estaríamos hablando de más de 200.000 personas ocupando las calles de Caracas, desde el oeste hasta el este, de norte a sur, sin autobuses y con 19 estaciones de metro cerradas. De regreso a San Antonio, nos tocó observar la movilización fascista: todo el distribuidor de La Bandera y toda la autopista de El Valle hasta Longaray, sirviendo de estacionamiento de autobuses públicos -costeados por el Estado-, uno detrás de otro, en los que se leían procedencias de Carabobo, Lara, Cojedes, Trujillo y otros lugares. Más autobuses que gente, acarreada para jugar el papel de “pueblo”.

Hoy se reveló el pavor que le tiene la oligarquía mafiosa al pueblo en la calle. Con el uso desproporcionado de la fuerza represiva y las armas asesinas de las bandas fascistas, no sólo lograron impedir el acceso a la Defensoría del Pueblo, sino a que se juntaran las distintas marchas en una masiva demostración de repudio. Bajo asesoría cubana, trataron de detener, como fuese, el fortalecimiento del movimiento popular, de su moral, que siguiera envalentonándose en su enfrentamiento a la opresión. Maduro, enclaustrado con su secta, habría bailado y cantado -según cuentan quienes tuvieron estómago para verlo en la tele-, pensando en que hoy, al haber cortado salvajemente las marchas, evitó una nueva derrota. Pero se equivoca. Ahí están numerosísimos testimonios grabados, evidenciados, contados por millares de venezolanos de la determinación, reforzada con la represión y los asesinatos de hoy, de que no hay vuelta atrás, de que o seguimos adelante hasta resquebrajar la plataforma militar que sostiene hoy al gobierno, o le entregamos definitivamente el país a quienes lo están expoliando.

¡Qué triste papel el de la Guardia! ¡Qué falta de vergüenza, de honor, de dignidad! La historia NO los absolverá.

Economista, profesor de la UCV.

humgarl@gmail,com

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Ayer 19 de abril de 2017 la gente, el pueblo, los venezolanos volvimos a asumir el papel de ciudadanos al exigir, con presencia masiva en la calle, el respeto a los derechos que además de constitucionales, son inherentes a nuestra condición humana.

¿Qué exigimos? Libertad, libertad para poder expresar nuestros sentimientos, decidir lo que realmente nos importa en la vida, tener igualdad de oportunidades y responsabilidades ante las alternativas de desarrollo personal y por supuesto, la de todos aquellos presos por defender lo que creen, que lamentablemente hoy son muchos más que ayer.

La represión desmedida, apoyada por una tecnología, un equipamiento y una destreza que deberían emplearse en otras áreas, por ejemplo en la producción de alimentos, ratifican que estamos en lo cierto; este es un gobierno dictatorial que se escuda en sus cuerpos militares y paramilitares para tratar, sin éxito, de acallar a la gente.

En las marchas vimos y vivimos la decisión de un pueblo que armado exclusivamente con su compromiso personal, se nutrió de desbordante sensación de que no estamos solos, que somos muchos los que deseamos algo distinto y que juntos podemos lograrlo tan pronto como recobremos nuestro derecho a decidir libremente.

¿Cuándo será eso? Ojalá tuviésemos la certeza, pero lo que sí sabemos es que cada vez que demos muestras como las ayer, más cerca estaremos del momento deseado.

Ante esta posibilidad cierta debemos ir afinando lo que realmente queremos para el futuro, empezando por exigir de nuestros gobernantes un verdadero talante democrático, alejado de personalismos mesiánicos, convencidos de que son servidores públicos y no dueños de nuestras vidas y que les toca, porque así lo decidió una mayoría, tomar las medidas que nos alejen de la dependencia del Estado, improductiva y subyugante, dándole paso a la creatividad e independencia que nos permita una existencia digna en un mundo cada vez más competitivo y segmentado por el desarrollo de las capacidades locales.

En ese futuro próximo debe prevalecer la transparencia como forma de demostrar que tendremos “tolerancia cero” hacia las distintas formas de corrupción y que a través de políticas austeras, implementadas honestamente y soportadas técnicamente es posible un país distinto y mejor para todos.

Mientras tanto tenemos que resistir dentro de las posibilidades personales, recordando que en la medida de que hallan continuos 19 de abril, aunque no sean necesaria y exclusivamente marchando, más cerca estaremos de ese futuro anhelado.

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Moises Naim

"Me podría parar en medio de la Quinta Avenida en Manhattan y dispararle a alguien y aun así no perdería votos” afirmó el actual presidente de Estados Unidos cuando aún era candidato. Probablemente tenía razón entonces y hoy seguramente aun cuenta con un gran número de incondicionales seguidores.

Esto no quiere decir que Donald Trump sea invulnerable. Su estadía en la Casa Blanca puede verse truncada por una masiva revuelta política o por un proceso judicial que conduzca a su destitución.

Esto último es más probable que el primero. Es sorprendente la frecuencia con la cual, en Estados Unidos, gobernadores y alcaldes, congresistas, miembros del gabinete ejecutivo y otros altos funcionarios públicos pierden su cargo por incumplir alguna ley. Ni siquiera los presidentes han sido inmunes a estos catastróficos accidentes legales.

Estos accidentes suelen ocurrir cuando un político o gobernante trata de encubrir un delito “menor” u ocultar una conducta que daña su reputación. Al intentar ocultarlo miente bajo juramento u obstruye la justicia, cometiendo así un delito más grave que el que intenta esconder. “Lo que te hace caer no es el delito, es su encubrimiento” es una frase que se oye regularmente en los círculos del poder en Estados Unidos (y que es ignorada con sorprendentemente frecuencia).

Esto le pasó a Richard Nixon, quien renunció justo antes de ser destituido por obstruir la justicia cuando intentó esconder su participación en el caso Watergate. Y también le pasó a Bill Clinton, quien fue acusado de mentir cuando fue interrogado bajo juramento sobre su relación con Mónica Lewinski. La cámara de diputados votó a favor de su destitución como presidente, pero el senado lo absolvió, permitiéndole así terminar su periodo presidencial.

Esto mismo le acaba de pasar al gobernador de Alabama, Robert Bentley, quien tuvo que renunciar al ser acusado de mentir y usar recursos públicos para ocultar la relación extramatrimonial que mantuvo con su asesora política. De nuevo, los esfuerzos por esconder su conducta, y no la conducta en sí, fueron la causa de su salida del poder. Lo mismo le pasó al general Michael Flynn, el consejero para la seguridad nacional nombrado por el presidente Trump. Flynn batió un record al solo durar 20 días en el cargo. Tuvo que renunciar al descubrirse que sus conversaciones con el embajador Ruso en Estados Unidos habían incluido la posibilidad de aliviar las sanciones económicas impuestas a Rusia por haber invadido Crimea y agredir a Ucrania. Las conversaciones con el diplomático Ruso no fueron la causa de la salida de Flynn sino el haber mentido sobre el contenido de esas conversaciones.

Los casos del gobernador Bentley y del General Flynn son solo los ejemplos de esta semana y del mes pasado, pero la lista de poderosos que dejan de serlo al tratar de encubrir relaciones sexuales escandalosas, el tráfico de influencias, actos de corrupción, el uso indebido de recursos públicos, o la responsabilidad en decisiones erradas es increíblemente larga. Donald Trump haría bien en aprender la lección que se deriva de esta lista.

La otra lección que debería tener muy presente es que el dinero deja huellas. Es por eso que “seguir el dinero” se ha convertido en otra popular consigna en Washington. Trazar los orígenes y los intermediarios, las contraprestaciones y todos los movimientos de fondos es la mejor manera de encontrar las vulnerabilidades de los poderosos. En Estados Unidos, las relaciones sexuales escandalosas y el manejo indebido del dinero son las dos razones más frecuentes por las cuales se estrellan los lideres políticos..

“Seguir el dinero” fue la consigna que finalmente llevo a Al Capone a la cárcel, por ejemplo. El gángster más famoso del Siglo XX fue acusado de todo tipo de crímenes, incluyendo 33 asesinatos, pero nunca se le pudo comprobar nada. Solo cuando las autoridades pudieron probar que había evadido el pago de impuestos Capone pudo ser condenado a una larga pena en prisión.

La semana pasada, la agencia de noticias Associated Press reveló que Paul Manafort, el jefe de la campaña electoral de Donald Trump entre marzo y agosto del año pasado, recibió 1.2 millones de dólares de un grupo político pro-ruso basado en Ucrania. Manafort, quien inicialmente dijo que el informe era falso, ahora acepta haber recibido el dinero, pero alega que fue el pago de sus honorarios. Se sabe que el FBI está investigando a Manafort por sus posibles contactos con agentes rusos que podrían haber estado apoyando la campaña presidencial de Donald Trump.

También se sabe que Donald Trump se ha negado a mostrar sus impuestos. Es difícil que esos documentos no se hagan públicos y que cuando eso suceda “seguir el dinero” que allí se muestra puede ofrecer interesantes revelaciones.

Trump haría bien en pensar cómo fue que se hundieron Al Capone y Richard Nixon.

@moisesnaim

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Alberto Hernández

¿Cómo reaccionarán Rusia, China, Irán, España, entre otros proveedores que le vendieron a Chávez y Maduro armas, alimentos, ropa, medicinas y todo tipo de baratijas sin pasar por la Asamblea Nacional? ¿Cómo reaccionarán cuando toda esta locura termine? Porque un gobierno serio no reconocerá una deuda que no tiene asidero legal, que no tuvo la votación de debida de los representantes del pueblo.

Los mencionados vendedores de armas, trapos y repuestos de mala calidad, como los elaborados en China, tendrán que quedarse con las ganas de cobrar, porque como dicen por ahí, “la realidad alcanza a todo el mundo” y la realidad del chavo/madurismo encontró su límite.

Lo países chulos, los países cuña, todo ellos, cómplices de lo que nos ocurre también deberán pasar por el estrado.

España le vende armas para controlar manifestaciones. Es decir, el gobierno de España, al lado de los asesores Monedero, Errejón y compañía, son parte de este tinglado criminal. De esa misma manera, Rusia, tan gris como siempre. Tan gris como zarista, tanto como soviética y ahora como repulsivo régimen mafioso de manos de Putin. También la fanática Irán, quien ha introducido elementos terroristas con armas en nuestro país. Vehículos de mala calidad y toda suerte de productos que nunca han sido aprobados por la AN. China, tan cabrona como sus políticas invasivas.

Y por allí anda la arruinada Cuba, quien con dinero venezolano ha revendido y recomprado. La isla chula del Caribe. Y Nicaragua, ese pobre país dirigido por dos delincuentes. Y otros que han vivido a costillas de nuestra economía, hoy totalmente destrozada por las políticas de Chávez y Maduro.

Los negocios de la revolución nos llevaron a la miseria, al hambre, al dolor de ver a nuestros niños morir por falta de medicamentos, así como a todos los pacientes que sufren distintas patologías.

No hay conclusión aún. La justicia tendrá que llegar y atrapar a los delincuentes rojos que acabaron con el país. Todos esos negocios están consignados. De modo que las pruebas están frente a todo el mundo.

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Jesús Elorza G.

Sorprendidos, estaban los lectores de Ultimas Noticias, al leer en la edición del día 8 de abril, que el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) buscaba a los generadores de violencia. Con el fin de garantizar la PAZ de Vzla, si tiene información sobre esta (o este) generadora (o generador) de violencia, notifique de manera anónima a @0800CICPC24

Sentados en los bancos de la Plaza Bolívar, Juan y Pedro intercambiaban opinión sobre esta información:

- Creo que esto representa una nueva forma de transformar en “Patriota Cooperante” a la ciudadanía en general, dijo Pedro.

--Será en “Sapos Cooperantes”, respondió Juan. Buscan que todas las personas sean delatores y que cualquiera de forma anónima haga una denuncia y esto luego se constituye en una prueba para un proceso penal, contradiciendo a nuestra Constitución y leyes. Lo que buscan es consolidar un Estado Policial para perseguir a los manifestantes que salen a protestar contra este régimen.

- Espérate un momento, Yo le brindo el beneficio de la duda a esa solicitud que hace el CICPC. Si lo que buscan es los “Generadores de violencia” creo que es una obligación de los ciudadanos dar un paso al frente y denunciar a los implicados.

-- Coño pana, exclamó Juan, hablas igualito que Diosdado o el Negro Aristóbulo amenazando a todo el mundo.

-No me compares con nadie, te digo lo que siento, respondió Pedro. Te repito, el llamado policial es correcto y voy a sumarme a esa petición. Hoy mismo, voy a llamar a ese número telefónico y señalar a los que según mi criterio han sido los responsables directos de la violencia desatada en los últimos días en todo el país y que ya cobró una víctima en Montaña Alta.

-- ‘Tas loco vale, a quien coño vas a denunciar ¿A los chamos del barrio? ¿A los estudiantes? ¿A los adecos?.....no te olvides que tu papá y tu mamá son militantes de ese partido al igual que tus tíos.

- Vuelvo a repetirte que no te confundas conmigo, le ripostó el amigo. Acto seguido, sacó su celular y marco el numero 0800 cicpc24.

No repicó más de dos veces cuando su llamada fue atendida: Aló, aló se ha comunicado con el sistema “Se busca a los generadores de violencia” de la policía judicial….en que podemos servirle.

Los llamo para denunciar a las siguientes personas como los responsables directos de la violencia desatada en el país en los últimos días.

Somos todos oídos, dijo la secretaria que atendía las llamadas. Señale con nombres y apellidos a los implicados.

Aquí están, estos son los que violentan a la nación: Gladys Gutiérrez, Luis Fernando Damián Bustillos, Juan José Mendoza, Arcadio de Jesús Delgado Rosales, Lourdes Suárez Anderson, Carmen Zulueta de Merchán y Maikel Moreno……Todos ellos miembros de la Sala Constitucional del TSJ.

Estos “magistrados” que hoy se encuentran en la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia no deberían ocupar ese cargo, debido a que la mayoría no cumple con el total de requisitos que exigen las leyes venezolanas y porque su proceso de designación estuvo viciado.

Sin embargo, desde esta Sala emanan todas las sentencias que hasta la fecha han bloqueado al Poder Legislativo venezolano. Esta última semana de marzo, y principio de abril, cuatro decisiones han vulnerado más los valores democráticos: las dos primeras, las sentencias 155 y 156 limitaron la inmunidad parlamentaria, otorgaron poderes al Presidente para legislar en materia penal y lo autorizaron para crear empresas mixtas en el área de hidrocarburos, y la Sala Constitucional asumió las competencias de la Asamblea Nacional.

Organizaciones políticas, constitucionalistas, ONG, gremios, se manifestaron y al menos 20 países mostraron su preocupación por lo que se considera un golpe al parlamento. Además la Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, manifestó que ambas sentencias rompían la constitucionalidad del país.

Luego, vino el teatro de convocar a un Consejo de Defensa de la Nación que terminó en las modificaciones contenidas en las sentencias 157 y 158.

.Gracias por su llamada, de inmediato vamos a procesarla para buscar y detener a los denunciados por usted., dijo la secretaria antes de colgar.

Carajo amigo Pedro, estoy asombrado de su conducta. Usted me ha demostrado que es un palo de hombre defensor de los valores democráticos del país y voy a seguir tu ejemplo. Aló, aló Cicpc, estoy llamando para denunciar…….

A partir de esas dos llamadas, el 0800cicpc24 no respondía a ninguna llamada…..fuera de servicio.

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Al igual que en los años recientes, según el gobierno del socialismo del siglo XXI, este año nuevamente se incrementará la producción de alimentos en el país para contribuir con la soberanía y la seguridad alimentarias. Más o menos la misma arenga de todos los años, pero esta vez más exagerada y en palabras del propio presidente de la república quien dijo: “dentro de poco el gobierno logrará que de 3 millones de hectáreas productivas se alcancen 4,8 millones de hectáreas cultivadas”. Por su parte, José Agustín Campos, presidente de la Confederación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Venezuela (CONFAGAN), señaló que sembrarán 4 millones de hectáreas en rubros de ciclo corto en el año 2017, especialmente maíz para harina precocida.

Tengo que repetir que la agricultura no es decir vamos a sembrar, si no por el contrario, es sembrar. Agricultura no es asignar recursos para el sector, si no que éstos sean suficientes e invertirlos adecuadamente. Para eso no se puede improvisar, al contrario, se requiere una organización, una disciplina, una planificación basada en qué, cuánto, dónde, con qué y con quién vamos a sembrar.

  1. ¿Qué vamos a producir?: se necesita producir alimentos energéticos como azúcar, cereales y semillas oleaginosas; y fuentes de fibra y de proteínas tanto animal como vegetal.
  2. ¿Cuánto vamos a producir?: en función de la seguridad alimentaria esperada, podemos estimar cuánto vamos a producir.
  3. ¿Dónde vamos a producir cada cultivo?: en los sistemas suelo-clima mejor adaptados para cada cultivo.
  4. ¿Con qué produciremos?: durante los años más recientes ha sido notoria la escasez de los insumos básicos para la agricultura, en todos los rubros y en todas las regiones del país. Si se quiere tener éxito con los programas agrícolas, esos insumos deberían llegar a las unidades de producción a tiempo, en las cantidades requeridas, y del tipo y calidad exigidos por los agricultores.
  5. ¿Con quién produciremos?: en el país existe un buen número de productores agrícolas, capacitados, con experiencia, en muchos casos especializados en determinados cultivos y manejando muy específicos sistemas de producción, quienes serán los principales protagonistas de la actividad agrícola nacional. Junto a ellos estarían los pequeños productores, que tienen que ser apoyados y mejorados en cuanto al suministro de recursos incluyendo asistencia técnica.
  6. Otros: se debe satisfacer el área de financiamiento de la producción, incluyendo, además del apoyo para cubrir los costos directos de producción, las inversiones en infraestructura y en equipos y maquinarias agrícolas. También, promover la titularidad de las propiedades de los agricultores, así como brindarles seguridad personal que es un deber constitucional de los gobernantes para con los ciudadanos. Finalmente, comprometer a las industrias receptoras de materia prima para llegar a acuerdos que sean satisfactorios para ellos, pero también para productores y consumidores.

En vista de que ninguno de esos puntos, que son clave para el éxito de los programas agrícolas ha sido tomado en cuenta, con excepción de señalar que se sembrarán 4 millones de hectáreas, hemos considerado que es el mismo cuento de los años recientes. Los agricultores pueden contribuir en lo referente a qué sembrar y dónde y con quién hacerlo, el cuánto sembrar lo ha fijado el gobierno, pero el principal problema es con qué vamos a sembrar, lo cual es la piedra de tranca de todo este cuento.

Hoy es 14 de abril de 2017 y FEDEAGRO señala que apenas se ha movilizado un 5% de los insumos requeridos para sus siembras y, además, en el país no está la semilla de maíz necesaria para cubrir la superficie posible con este cultivo. Ellos mismos destacan que la escasez de fertilizantes será muy grave para este ciclo, cuyas primeras áreas se comienzan a sembrar a partir del 15 de abril, es decir, mañana. Con este insumo insustituible, los fertilizantes, voy a hacer una sencilla explicación, ya que la semana pasada, en una noticia de prensa, se anunció que a Puerto Cabello llegó un barco con 160.000 sacos de fertilizantes

Para el ciudadano común, que desconoce la materia, esa cantidad de sacos parece enorme y viene a solucionar el suministro de este insumo. Sin embargo, no es así y expliquemos la situación:

  1. Esos 160.000 sacos contienen 50 kg cada uno para un total de 8.000 toneladas de fertilizante.
  2. Se desconoce la composición de ese producto, posiblemente sea una fórmula compleja NPK, lo más probable 10-20-20 CP que ha sido la más distribuida en los años recientes.
  3. De esa fórmula, estimemos que se deben aplicar en promedio 400 kg (0,4 toneladas) por hectárea, que equivalen a 8 sacos. Quiere decir que con los 160.000 sacos se puede fertilizar solamente 20.000 hectáreas.
  4. Si se van a sembrar 4 millones de hectáreas, aplicando un promedio de 0,4 toneladas por hectárea, se requieren 1,6 millones de toneladas de fertilizante NPK. Si además se deben aplicar 200 kg de fertilizante nitrogenado adicional, se requieren 800.000 toneladas de nitrogenado que es generalmente urea. Por lo tanto, en total se requieren 2,4 millones de toneladas (2.400.000 toneladas) de fertilizantes para atender 4 millones de hectáreas.
  5. Durante los pasados 5 años se ha distribuido en el país alrededor de 800.000 toneladas anuales de fertilizantes, de las cuales 40% ha correspondido a productos importados y 60% productos provenientes de nuestra industria, principalmente urea. Como esta tendencia no va a variar ya que la industria de fertilizantes no ha mejorado este último año, la producción nacional de fertilizantes seguirá siendo 60% de 800.000 toneladas o 480.000 toneladas. Quiere decir que para 4 millones de hectáreas se debe importar 1.920.000 toneladas.
  6. Como esta semana llegaron las primeras 8.000 toneladas de fertilizantes solo falta por importar 1.912.000 toneladas. Ese producto tiene que negociarse en los mercados internacionales, luego es preciso contratar los barcos para traerlo y después distribuirlo en todo el país.
  7. Para movilizar esa cantidad de fertilizante se necesitan más de 63.700 viajes de gandolas, ya que cada una puede transportar 30 toneladas. Si durante el tiempo que dure la distribución de los fertilizantes por todo el país cada gandola puede realizar 10 viajes, habría que disponer de unas 6.500 gandolas.

Creo que finaliza el ciclo de lluvias de este año y no se ha terminado de negociar ese fertilizante, mucho menos se habrá contratado los fletes para traerlo a puertos venezolanos y menos aún se habrá contratado y organizado las gandolas para toda esa movilización. La situación se hace más crítica si tomamos en cuenta que para esos 4 millones de hectáreas se requiere, como mínimo, disponer de unos 10 millones de unidades (kg o litros) de herbicidas y unos 5 millones de litros de insecticidas, todo eso sin incluir las semillas. Por eso digo que para el ciclo del 2017 estamos ante el mismo cuento de todos estos funestos años para la agricultura venezolana.

Con esta improvisación gubernamental no se puede llegar a ninguna parte. Programas agrícolas serios tienen que ser elaborados en todas sus instancias por personas que conozcan de la materia, no por estos paracaidistas que han estado volando de un ministerio a otro durante estos 18 años, como si estas dependencias oficiales fuesen centros sociales, campos deportivos o cuarteles.

Abril de 2017

pedroraulsolorzano@yahoo.com

www.pedroraulsolorzanoperaza.blogspot.com

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Desde hace un buen rato, la democracia se ha vuelto un estorbo para el Gobierno. La promesa inicial de profundizarla devino en el actual autoritarismo. Sin entrar en causas anteriores, que las hubo y de relativa vieja data, la mayor incomodidad parece haber surgido cuando a los sectores de la oposición se les ocurrió jugar como equipo y ganar la Asamblea Nacional, con una mayoría clara de votos, además. El Gobierno decidió, entonces, desentenderse de ella y gobernar a su aire, cosa que fue posible gracias al irrestricto soporte que le brindó el TSJ, integrado por magistrados que fungen como feligreses del oficialismo, tanto así que en un poco más de un año elaboraron alrededor de cincuenta sentencias de distinto tipo y calibre, todas con la idea de limitar las funciones del parlamento. Por otro lado, y como es sabido, hace una semana el TSJ anunció otras medidas en la misma dirección y que, a juicio de la Fiscala General de la República, significaron una ruptura del hilo constitucional a pesar del remiendo que intentó hacérsele. Fue la gota que derramó el vaso y dejó al Gobierno en cueros.

En esencia, las referidas medidas pretendieron zafar al Presidente Maduro del fastidio propio de la democracias (consultar, cumplir la ley, convenir, admitir la división en los poderes públicos, respetar puntos de vista diferentes, la descentralización y otras cosas parecidas, también incómodas para los que mandan), a fin de dejar al Ejecutivo con las manos libres en varios asuntos, sobre todo en los concernientes a las negociaciones que, en modo de depredación ambiental, se llevan a cabo en el Arco Minero y a los no muy transparentes movimientos relacionados con la explotación de la Faja del Orinoco, tratando en ambos casos de darle oxígeno al modelo rentista que rige la vida nacional desde hace alrededor de un siglo.

Contando con la disponibilidad del TSJ, siempre sacándose de la chistera una interpretación ingeniosa de la Constitución con el fin de patrocinar el interés oficial, el Gobierno terminó quedando sin el necesario ropaje para cubrirse política e ideológicamente. Quedó a la vista como un gobierno autoritario, expresión de un proyecto dominado por una retórica fantasiosa (Venezuela Potencia, es apenas una de sus desmesuras) y de una gestión signada por errores de toda índole, forjada de marchas y contra marchas, y de infinitas leyes y comisiones, siempre en plan de esquivar a la realidad. Un proyecto ejecutado en clave “conforme vaya viniendo vamos viendo”, que cuenta con el Plan de la Patria como reservorio épico y cuya única razón de existencia es el poder por el poder mismo. En pocas palabras, el Socialismo del Siglo XXI quedó claramente evidenciado como un galimatías ideológico que, si bien repartió con amplitud el enrome ingreso petrolero, lo hizo de un modo que no logró construir los fundamentos necesarios para mejorar, de manera permanente, la vida del venezolano. Así, hoy en día, y tan sólo por aludir a un aspecto muy caro al proyecto bolivariano, según la ENCOVI (la encuesta llevada a cabo por la UCV, la USB y la UCAB), en estos días la pobreza es mayor que al final de los años noventa, como también es peor la distribución del ingreso.

Por la vía que lleva, el chavismo, al menos en su versión gubernamental, que es por ahora la dominante, implica una propuesta que carece de destino desde el punto de vista político, social, económico y ético. Habrá que ver, pues, si es capaz de entender su necesidad de reinventarse.

El Nacional, miércoles 12 de abril de 2107

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