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Opinión

Lester L. López O.

Apreciación de la situación política # 99

En cierta forma parece que tanto el régimen como la oposición aceptaron mantener el statu quo imperante dentro del caos que vive el país generado por la crisis que nos agobia. El gobierno, convencido de que no tiene una solución factible para salir de la crisis que ellos mismos crearon, pero convencidos, también, de la necesidad de mantenerse en el poder como sea, alarga los tiempos electorales a su conveniencia y se aferra a los claps como propuesta económica para mantener el poco apoyo electoral que le queda, esperando, en un golpe del destino, que los precios del petróleo suban apreciablemente y mediante la repartición de la renta elevar sus posibilidades electorales al igual que hizo el difunto eterno con las misiones que a la larga, y con el elevado precio del petróleo, le permitió salir con éxito del revocatorio del 2004. Pero eso está lejos de que ocurra en los próximos dos años.

También están en un proceso de recomposición interna para asegurarse lealtades partidistas al jefe del régimen, ya que existen muchos chavistas “puros” haciendo ruido dentro de las filas revolucionarias.

En las cúpulas militares, incluyendo a las que controlan el sistema económico nacional, deben estar percibiendo el descontento de los de más baja jerarquías que están igualmente sufriendo los embates del desabastecimiento, la inflación, carencia de medicinas y la inseguridad personal en torno a sus grupos familiares. Los claps, el carnet de la patria y las más variadas promesas de otorgar vehículos, viviendas y decretar territorios libres de enfermedades, no son suficientes para distraer a la gente de la dura realidad que enfrentan cada día.

Pero mientras las masas no se revelen, hay que mantener las cosas así.

La mayoría de los partidos de la oposición, jugando a la ruleta rusa, asisten a los procesos de relegitimarse, especialmente los que tienen musculo financiero, para cumplir con la primera fase de inscribir simpatizantes, algunos, como hasta ahora ha sucedido, lo han logrado y sin dudas otros más lo lograran en las próximas semanas. Pero igualmente deberán esperar el escrutinio final de las rectoras del CNE y del sistema judicial imperante.

Centrados en esta actividad, parecen olvidar y descuidar el creciente apoyo internacional que se está obteniendo y, al menos públicamente, no se observa que la MUD nacional haya designado un equipo autorizado para canalizar estos apoyos para utilizarlos en su debido momento y que llevará a la instalación de una nueva mesa de negociación para la habrá que estar preparado. Pero para eso aún falta tiempo.

En tanto unos se reorganizan y otros se revalidan, el caos avanza en el país, pero mientras sea en paz no hay problema.

@lesterllopezo

 2 min


Moisés Naím

Hace seis años escribí esto: “La principal fuente de los conflictos venideros no van a ser los choques entre civilizaciones, sino las expectativas frustradas de las clases medias que declinan en los países ricos y crecen en los países pobres”.

Mi argumento en ese entonces —y que ahora se ha confirmado— es que las clases medias en Estados Unidos, Europa y otros países de mayores ingresos verían empeorar su estándar de vida, mientras que en China, Turquía, Colombia y otros países emergentes la situación económica de los más pobres mejoraba. En ese mismo artículo señalé que tanto el aumento como la disminución de los ingresos generan expectativas que alimentan la inestabilidad social y política. La sorpresa, por supuesto, es que el aumento de los ingresos de la gente en los países pobres sea una fuente de inestabilidad. Más abajo vuelvo sobre esta paradoja. En ese artículo de 2011 también alerté de que “inevitablemente, algunos políticos en los países avanzados aprovecharán este descontento para culpar del deterioro económico al auge de otras naciones”. Y finalicé pronosticando que las consecuencias internacionales de este choque de clases, que entonces no eran obvias, acabarían siéndolo.

Bueno… lamentablemente, ya lo son.

En estos tiempos de Brexit, Donald Trump, Marine Le Pen, Geert Wilders, Podemos y otras sorpresas políticas proliferan los análisis que intentan descifrar las fuerzas que nutren “La Gran Furia”, ese profundo descontento que lleva a los votantes a escoger a quien sea con tal de que no se parezca “a los de antes”. La globalización, la inmigración, la automatización, la desigualdad, el nacionalismo y el racismo son solo algunas de las causas que más comúnmente se mencionan para explicar “La Gran Furia”. Pero me ha llamado la atención que los análisis no incluyen en su explicación lo que está sucediendo en Asia, América Latina o África. Una vez más, la narrativa dominante trata como si fuera mundial un fenómeno regional que ocurre principalmente en Norteamérica y en el Viejo Continente.

Los análisis ignoran que la clase media, esa que en Europa y EE UU está luchando para no perder su preeminencia económica, social y política está en pleno apogeo en el resto del mundo. Para una familia en India que, por primera vez, tiene ingresos que le permiten tener medicinas, casa, coche, televisión, teléfonos inteligentes y algo de ahorros, la defensa de la supremacía blanca que en EE UU motivó a muchos a votar por Donald Trump resulta ininteligible.

El apogeo de la clase media en países pobres es la principal revelación de un importante estudio que acaba de ser publicado por Homi Kharas, uno de los más respetados estudiosos de la cuestión. Sus cálculos indican que hoy 3.200 millones de personas forman parte de la clase media en el mundo, es decir el 42% de la población total. Para estos cálculos, los investigadores e instituciones como el Banco Mundial definen como clase media a las personas con ingresos diarios de entre 11 y 110 dólares al día. Este segmento ha venido creciendo rápidamente, pero a diferentes ritmos. Mientras que en Estados Unidos, Europa y Japón crece anualmente al 0,5%, en China e India suma un 6% cada año.

Globalmente, la clase media aumenta 160 millones de personas al año y de seguir a este ritmo, en pocos años, la mayoría de la humanidad vivirá, por primera vez en la historia, en hogares de esta categoría. Si bien las clases medias son hoy más numerosas que nunca en países como Nigeria, Senegal, Perú o Chile, su expansión es un fenómeno primordialmente asiático. Según Kharas, la abrumadora mayoría (¡el 88%!) de los 1.000 millones de personas que formarán parte de este estrato en los próximos años vivirá en Asia.

El impacto económico de todo esto es enorme. El consumo de la clase media en países de menores ingresos crece al 4% anual y ya equivale a un tercio del total de la economía global.

Naturalmente, los cambios que está experimentando la clase media tiene importantes consecuencias políticas. En Europa y EE UU estas consecuencias ya las vemos en los resultados de las elecciones, los referendos y en la proliferación de improbables candidatos que promueven agendas inéditas. En los países de menores ingresos, en los cuales la clase media crece a gran velocidad, también crecen rápidamente las expectativas y exigencias. Estos nuevos protagonistas sociales más tecnológicamente conectados, con más poder adquisitivo, más educación, más información y más conciencia de sus derechos son una fuente de inmensas presiones sobre gobiernos que no tienen la capacidad de satisfacer esas expectativas.

La clase media de los países ricos se siente amenazada y va a exigir a sus gobiernos acciones y resultados que mantengan sus estándares de vida históricos. Al mismo tiempo, la clase media de los países emergentes está más esperanzada que nunca y luchará para que su progreso continúe.

Como ya lo estamos viendo, estas agendas políticas divergentes son el origen de importantes fricciones internacionales. Y lo seguirán siendo.

@moisesnaim

https://www.lapatilla.com/site/2017/03/12/moises-naim-a-que-clase-media-...

 4 min


Carlos Raúl Hernández

Sabe mejor que nadie el maestro Elías Pino que la historia es una buena excusa para hablar del presente. Un complejo de culpa tejió la leyenda de “el día que bajen los cerros” en castigo al egoísmo de la próspera gente del Valle, indiferente a las penurias “de La Charneca”. El 27 de febrero de 1989 la profecía se cumplió, de los cerros bajó la avalancha y se unió el populacho de clases medias. Para políticos, sacerdotes, sindicalistas, empresarios e intelectuales, los saqueadores eran virtuosas víctimas de la sociedad y por eso persiguieron al ministro de Defensa, general Ítalo Alliegro, símbolo del orden y semiológicamente hicieron del héroe el criminal. La otra parte del mito, creada por Chávez e ingenuamente seguida por otros, fue usar la teoría de la conspiración, una todopoderosa y genial maniobra izquierdista: fue una operación revolucionaria, nuestra propia Ofensiva Teth. La “explosión social”. Y bastantes se lo creyeron.

La muchedumbre silenciosa y decente de los cerros, se quedó aterrada y asqueada en sus casas, pero el mea culpa de los poderosos hirió a la democracia y dejó una cicatriz mucho peor que las depredaciones mismas. La democracia no sirve y los ricos, la corrupción, los políticos, el neoliberalismo, el FMI, los especuladores, eran los malvados. Pequeños comerciantes, dueños de abastos, panaderías, carpinterías, talleres, quedaron en la ruina. Algunos mintieron que eran miles de muertos, contra lo que reportaron funerarias y hospitales, y como el número de urnas y fosas no daba, la falta de escrúpulos politiquera inventó un tenebroso barco de la muerte que arrojó en altamar montones cadáveres, y otros tantos fueron a prolijas fosas comunes. Quiebran una sociedad con problemas pero en progreso, como la describe Manuel Carrillo de León en su libro El fusilamiento de la decencia (2017).

Teoría de la conspiración
Salvo en la guerra de masas de Vietnam, nunca, never, jamás, en ninguna parte del planeta nadie demostró semejante capacidad insurreccional. Tal vez la tendrían Hitler, Mussolini o Perón y consta en sus movimientos, pero no una pequeña izquierda ocupada en construir microespacios electorales. Y los grupos pretendidamente insurrectos, ñángaras, células, aisladas con nula capacidad operativa, eran extraterrestres, por no decir que odiados por la gente normal de los tres o cuatro barrios donde “hacían trabajo” (favor no contar cuentos...). En 2011, Londres, Birmingham, Liverpool y Manchester se sacudieron con idénticos riots cuya diferencia con nuestros 27 y 28 de febrero fue una cosa: empresarios, eclesiásticos, políticos, sindicales e intelectuales, los enfrentaron enérgicamente. Los entonces jefes del gobierno y la oposición, David Cameron y Ed Milliband, propusieron rápido castigo judicial (hubo más de tres mil procesados).

Inefables sociólogos hablaron de las “causas profundas”, de la “injusticia social”, como si se tratara de Somalia, Etiopía o Cuba. ¿Será Birmingham un infierno de masas hambrientas y oprimidas que devoran una sopa comunal? ¿Habrá que hacer un mundo en el que nadie tenga siquiera que pagar un recibo que lo saque de la felicidad absoluta, cada quien con sus sesenta y cuatro doncellas huríes y ríos de leche y miel? Pero… ¿por qué no armaron turbas a Mao, Stalin, Franco, Ceausescu, Chapita, Pol Pot, Lukashenko, Mugabe, Pinochet, Castro o Kim Jong-il? ¿Será porque la gente ahí era (es) muy feliz? ¿Por qué ocurren en sociedades prósperas y democráticas? En la sesión del Congreso de Venezuela aquel día, mientras más brillaba la luminaria en la tribuna, más lamentable su testimonio para la (ridícula) historia. Igual intelectuales o empresarios.

Bajan los cerros en Montreal
Besaban los pies de la barbarie (como algunos hicieron el 4F). ¿Qué mecanismo falla para que en una sociedad estalle el pillaje? En el estudio de veinte casos de este síndrome hooligans se repite una variable constante, sin folclóricas teorías de la conspiración. La violencia en cadena se produce cuando y solo cuando el Estado no responde contundentemente al inicio de una alteración del orden público. Es un problema policial. Lo dijo el entonces primer ministro Cameron: la pifia de la policía, atolondrada por la turbia muerte en sus manos de un delincuente (Mark Duggan), la inhibió ante el primer motín con vidrieras rotas. Eso estimuló las pandillas hiperconectadas a actuar (sin que se pretenda culpar la tecnología). En Nueva York del siglo XIX las pandillas los Conejos Muertos, los Pendencieros y los Nativos del “Carnicero” Cutting, y en el XX Al Capone y Dillinger, funcionaban bien sin Blackberry ni iPhone).

En 1863 tuvo la marina que terminar a cañonazos desde el Hudson el levantamiento de los gangs en Five Points en vez de la policía arrollada. El 17 de octubre de 1969 en Montreal (¿un infierno social inhumano?) la policía se declara en huelga: hubo saqueos, destrucción y asaltos a bancos hasta que intervinieron el ejército y la Policía Montada. En Nueva York el apagón de 1977 tomó desprevenidos a los gendarmes y hubo mil seiscientos dieciséis saqueos, y mil treinta y siete incendios. En 1992 el bandolerismo incendia Los Ángeles. Había aparecido en TV el video aficionado de la paliza que la policía le dio a un negro, Rodney King, e intimidada, se acuarteló y no detuvo el arranque. En los saqueos de Caracas estaba en huelga la Policía Metropolitana. El gobierno sabe y por eso no habrá “explosión social”.

@CarlosRaulHer

http://www.eluniversal.com/noticias/opinion/hay-fuego-27f_642973

 4 min


The Economist

HUGO CHÁVEZ le debe mucho a Raúl Baduel. Cuando en 2002 Chávez fue obligado a dimitir como presidente de Venezuela tras una masacre de manifestantes en Caracas, fue el general Baduel, un antiguo aliado político, quien lo restableció al poder después de que una junta de oposición había suspendido ilegalmente la Constitución.

En agradecimiento, Chávez hizo ministro de defensa al general Baduel. Pero al jubilarse, el general se atrevió a oponerse a la campaña de Chávez para abolir los límites de los mandatos. Fue acusado de robar 10 millones de dólares y encarcelado. Dos días antes de completar su sentencia, este mes, el General Baduel fue acusado de traición a la Patria.

Su trato muestra que tan acorralado se siente el gobierno de Nicolás Maduro, el sucesor elegido por Chávez. El Sr. Maduro tiene una calificación de aprobación de sólo el 18% de acuerdo con Datanálisis, una encuestadora. La economía está en caída libre debido a la mala gestión y los precios bajos del petróleo. Para atender su deuda externa, el gobierno redujo las importaciones a un tercio de su nivel del año 2012.

Los venezolanos están sufriendo privaciones inéditas en lo que fue el país más rico de Sudamérica. Según un estudio realizado por tres universidades, el 82% de los hogares vive ahora en la pobreza. Eso se compara con el 48% en 1998, cuando Chávez llegó al poder. El aumento de la pobreza se da luego de la mayor recaudación de ingresos petróleros jamás registrada en Venezuela. De los 1 millón de millón de dólares que el régimen recibió de ingresos petroleros, tal vez un cuarto de ello (250 mil millones de dólares) fue robado por agentes internos, según un grupo de expertos del International Crisis Group. La mortalidad infantil está aumentando y los venezolanos mueren innecesariamente por la escasez de medicamentos. Los que pueden, se van; quizás 2 millones de venezolanos ahora viven en el extranjero.

Para permanecer en el poder, el régimen socialista de Maduro está extinguiendo la democracia. La oposición ganó una gran mayoría en la elección legislativa de 2015. Desde entonces, el gobierno ha utilizado su corte suprema, elegida a mano, para anular al parlamento. De manera similar, la autoridad electoral, bloqueó la campaña de la oposición por un referendo revocatorio. No pudo convocar elecciones para alcaldes y gobernadores regionales, el año pasado. La autoridad electoral exige ahora el nuevo registro de los partidos de oposición, un proceso cuyas reglas son tan poco prácticas que parece destinada a abolir muchos de ellos.

Las conversaciones entre la oposición y el gobierno, negociadas por el Vaticano y la Unión Sudamericana de Naciones, se derrumbaron en enero debido a que el señor Maduro mostró poco interés en liberar a los presos políticos o en restaurar el gobierno constitucional. En cambio, se está volviendo más represivo. Su nuevo vicepresidente, Tareck El Aissami, encabeza un “comando nacional anti-golpe”. Esto ha mantenido al general Baduel en la cárcel y encarcelado a varios otros oficiales del ejército junto con miembros de Voluntad Popular, un partido de oposición cuyo líder, Leopoldo López, ha estado prisionero desde 2014. Una de las fantasías del régimen es que enfrenta constantes intentos de golpe. La otra es el culto oficial casi religioso de esta semana a Chávez, quien murió de cáncer hace cuatro años

¿Qué se puede hacer para detener la implosión de Venezuela, organizar un rescate humanitario y lograr su retorno a la democracia? Radicales de la oposición confiaron en un levantamiento popular. Pero la represión ha funcionado: la gente parece demasiado asustada y preocupada por su supervivencia para sostener protestas masivas. Una solución negociada sigue siendo la opción más plausible. Pero demanda presión de adentro y de afuera.

Estados Unidos ha apretado un poco los tornillos. Donald Trump recibió a Lilian Tintori, la esposa de López, en la Casa Blanca el mes pasado, y pidió su liberación. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha incluido en la lista negra al Sr. El Aissami, acusándolo de narcotráfico (lo que niega). Pero las sanciones tienen un efecto dudoso y probablemente harán que los funcionarios estén aún menos dispuestos a ceder el poder. Algunos republicanos quisieran que Estados Unidos dejara de comprar petróleo venezolano; que causaría molestias pero proporcionaría un pretexto para la represión.

La mejor opción es que los Estados Unidos se unan a otros países latinoamericanos para presionar al régimen para que acepte conversaciones. El año pasado Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos, invocó la cláusula democrática del grupo para pedir la suspensión de Venezuela. No consiguió suficiente respaldo. Ahora puede intentarlo de nuevo. El cambio político en América del Sur, combinado con la decisión de Venezuela de abrir la dictadura, ha dejado al señor Maduro más aislado que en el pasado.

La presión diplomática por sí sola no será suficiente para cambiarlo. Pero ayudará. También es necesaria una oposición más eficaz: ya es hora de que sus grupos de disputas se unan en un solo partido con un líder. Las alternativas son duras: la consolidación de una dictadura latinoamericana, o la posibilidad de derramamiento de sangre a gran escala. La región debe hacer todo lo posible para evitar ambos.

https://www.lapatilla.com/site/2017/03/11/the-economist-sobrevivira-la-d...

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Lester L. López O.

Comentario de la semana

La semana que finaliza, traía dos efemérides para celebrar o al menos destacar, el miércoles 8 fue el día internacional de la mujer y el viernes 10 el día del médico. En ambas fechas, los presuntos agasajados coincidieron en que nada o poco había que celebrar, conmemorar sería una palabra más apropiada en vista de las precarias situaciones que tanto las mujeres como los médicos están sometidos por la crisis generalizada que se vive en el país.

Las mujeres, y especialmente las madres y amas de casa, hicieron relucir que, con el alto costo de la vida, la escasez imperante y la inseguridad, cumplir con sus funciones es casi un calvario no importa el nivel socio económico al que se pertenezca, todas están sometidas a los mismo avatares o vicisitudes todos los días por lo que celebrar por los derechos conquistados, al menos aquí en Venezuela, sería burlarse de ellas mismas. Parece que la única que si celebró fue la ministra de prisiones, elevada a santa por el jefe del régimen.

En el gremio de médicos, la situación es más desalentadora. La tragedia de los galenos de tener que ver con impotencia pacientes que fallecen o padecen por las faltas de medicinas e insumos esenciales para preservar la vida o mejorar su salud ya les está acarreando problemas psicológicos propios, ante la mirada impasibles de las autoridades sanitarias que celebran, presidido por el exgobernador un acto público anunciando a Aragua como territorio 100% Barrio Adentro, es decir, territorio libre de enfermedades. Mayor cinismo imposible.

Pero entre nuevas santas y territorios libres de enfermedades, llevamos más de 10 días sin pan en las panaderías y nadie dice nada, ni el pueblo ni el gobierno. Tampoco se ha acusado al imperio de la falta de pan, entonces ¿De quién es la culpa?

Al margen: Deseamos la mejor de las suertes a los partidos que decidieron relegitimarse este fin de semana.

Lester L López O

 1 min


Cuando la Asamblea Nacional declaró el 13 de diciembre de 2016 la responsabilidad política del Presidente y luego el 9 de enero de 2017 el abandono de las funciones del Presidente Nicolás Maduro, entre sus argumentos estuvo la suspensión de la recolección de firmas para el 20% necesario para activar el referendo revocatorio y la omisión del Consejo Nacional Electoral (CNE) en convocar oportunamente a las elecciones para gobernadores y legisladores estadales.

Durante el año 2016 la Asamblea Nacional ha aprobado cuatro acuerdos institucionales a los fines de exhortar al Poder Electoral a convocar a las elecciones regionales y a respetar la Constitución en el proceso de solicitud del referendo revocatorio al mandato del Presidente Maduro.

Un primer acuerdo fue público el 11 de agosto de 2016 y le siguió otro el 4 de octubre, en el cual la Asamblea Nacional recordó al CNE que por ser un actor clave en materia electoral era el principal responsable de la paz y de la estabilidad política del país y agregó, como alerta, que la paciencia del pueblo se estaba agotando.

Luego, el 15 de diciembre, denunció en otro acuerdo la violación de los derechos políticos y expresamente declaró en crisis al sistema electoral venezolano. En ese acuerdo la Asamblea Nacional también cuestionó la participación del Tribunal Supremo de Justicia en la designación de los dos rectores del CNE. Finalmente, una vez suspendido el referendo revocatorio, la Asamblea Nacional elevó su reclamo formal a través de otro acuerdo aprobado con fecha 19 de enero de 2017.

En cada uno de los acuerdos, la Asamblea exhortó a la Fiscalía General de la República y a la Defensoría del Pueblo para que, en el uso de sus atribuciones constitucionales, velaran por el respeto a la constitución y al ejercicio efectivo de la soberanía popular. Los llamados del Poder Legislativo al CNE a través de los diversos acuerdos señalados previamente, no fueron atendidos ni por el Poder Ciudadano y menos aún por el Poder Electoral.

El contenido de esos acuerdos registran la realidad jurídica, política e institucional de estos tiempos. Tampoco lograron conectar con los electores, para convertirse en instrumento de debate, insumos para la narrativa política y menos aún fueron útiles como referencia para el encuentro entre distintos sectores del país en la búsqueda por conformar ese movimiento nacional en defensa de la democracia, del voto y de la constitución.

Era obvio que ante la ausencia de un respaldo efectivo, público y organizado de ese llamado “pueblo” o de esa llamada “calle” a los acuerdos de la Asamblea Nacional, el CNE no tendría ningún problema en mantener como indefinida la situación del revocatorio y no le generaría ningún costo significativo el omitir la convocatoria a las elecciones regionales.

La prioridad del gobierno no es lo electoral y así lo hicieron saber el propio Presidente Maduro y otros actores del oficialismo en distintos momentos a lo largo del año 2016; por lo tanto, la omisión del CNE a convocar a las elecciones regionales está en sintonía con las prioridades del gobierno y ello pone en duda el cumplimiento del principio de imparcialidad y de despartidización a que está obligado constitucionalmente el CNE.

Las dudas se hacen mucho más fuertes cuando, desde el punto de vista constitucional y legal, no hay impedimento alguno para que el CNE convoque a las elecciones vencidas de gobernadores y legisladores estadales. Un procedimiento administrativo como es el de la legalización de los partidos, que la dinámica lo ha convertido en una especie de evento electoral, no puede justificar la suspensión de los derechos políticos reconocidos en la Constitución.

La actuación del CNE valida la declaración que hizo la Asamblea Nacional al calificar en crisis al sistema electoral venezolano. En este sentido, es oportuno destacar que el estudio sobre la confianza en América Latina 1995-2015 de Latinobarómetro, destaca que Honduras, El Salvador y Venezuela son los 3 países con menos confianza en sus organismos electorales.

El modelo venezolano es calificado como muy negativo y al respecto señala que el Consejo Nacional Electoral está excesivamente partidizado y controlado por el Poder Ejecutivo. No tiene autonomía, ni independencia y no controla debidamente. Y que ello es por la fuerte tendencia autoritaria del gobierno[1].

Resulta oportuno destacar que 20 años atrás, el profesor José Enrique Molina, de la Universidad del Zulia, en un evento sobre el Rediseño de los Partidos Políticos, calificó la experiencia de Venezuela para aquél momento como una “fallida despartidización” del organismo electoral que era el Consejo Supremo Electoral (CSE)[2].

En esa oportunidad, en 1997, presentó los resultados de Latinobarómetro, alertando que era necesario revisar los problemas del sistema electoral, pues el 72% de los electores expresaban desconfianza con el proceso electoral. Otro estudio posterior, firmado por la también profesora de la Universidad del Zulia, Janet Hernández, destacaba que la sustitución del CSE por el CNE en el año 1997 y la actuación de aquél directorio en el proceso electoral de 1998, sumado a la campaña que le presentaba como un Consejo despartidizado y autónomo, permitió que un 63% de los electores expresaran confianza frente a un 37% de desconfianza en aquél organismo electoral que recién se había aprobado[3].

Pero, según un estudio de la profesora Hernández, a partir de la Constituyente y de las Megaelecciones del año 2000 nuevamente la desconfianza en el sistema electoral recupera espacio significativo entre la población venezolana.

El estudio de Percepciones sobre el Sistema Electoral Venezolano y Situación del País 2016, advierte que esa desconfianza en el CNE y en consecuencia en el Sistema Electoral sigue presente entre nuestros electores, en tal sentido destaca el estudio que el 60,1% de los venezolanos sienten muy poca o ninguna confianza en el actual Consejo Nacional Electoral[4].

A la fallida despartidización del organismo electoral se debe agregar entonces el fallido intento por consolidar al Poder Electoral como garante de los derechos políticos de los ciudadanos.

Pese a la declaración de crisis del sistema electoral, los partidos políticos asumieron el reto de legalizarse en los términos indicados por el CNE y por el Tribunal Supremo de Justicia, las razones para hacerlo son válidas, pero nuevamente, en esa decisión de los partidos de legalizarse, cuyas consecuencias las viviremos todos para bien o para mal, la voz del elector, que es el propio ciudadano no tuvo espacio alguno.

Eso sí, no hay duda alguna que el derecho político de los ciudadanos está suspendido hasta nuevo aviso, y que el CNE se convirtió para los partidos políticos en lo que es FUNDACOMUNAL para los Consejos Comunales.

[1]Infobae.com Los 10 países de América Latina con instituciones electorales más confiables. 22 de noviembre 2011. Online en: http://www.infobae.com/2015/11/22/1771395-los-10-paises-america-latina-l...

[2]Fundación Konrad Adenauer Venezuela. Transparencia Electoral. Rediseño de Partidos Políticos. P. 105-117. 1997

[3] HERNANDEZ, Janeth. Organización electoral y credibilidad: Caso Venezuela (1989-2005). Cuestiones Políticas, Maracaibo, v. 22, n. 37, dez. 2006 . Online en: http://www2.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-140620...

[4]Efecto Cocuyo. 62% de los evenezolanos quiere cambiar rectores del CNE. 14 de abril de 2016. Online en: http://efectococuyo.com/efecto-cocuyo/62-de-los-venezolanos-quiere-cambi...

Artículo escrito para Politika Ucab. 10 de marzo de 2017

https://politikaucab.net/2017/03/10/la-crisis-del-sistema-electoral-vene...

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A este gobierno nada le gusta más que la mediocridad de un sainete. Ponerle un disfraz a la gente para así disfrazar la realidad. “Matea e Hipólita de nuevo junto a Simón”, leo en 2001. ¡Vaya cursilería! Dice la leyenda que acompaña a la foto, donde se ve a una señora afro descendiente vestida a la usanza de las esclavas -dice uno- de principios del siglo XIX, acompañada de niñas disfrazadas como si fuesen oficiales del ejército de la misma época: “Los restos simbólicos de las esclavas que participaron en la crianza del Libertador, las populares“negras” Matea e Hipólita, y la líder indígena Apacuana, están desde ayer en el templo de los grandes servidores de la República. El Ejecutivo nacional organizó este acto con el objeto de reivindicar la contribución de estas “heroínas históricas” con la gesta emancipadora de Venezuela.

Nadie repara en el hecho de que son las esclavas de Bolívar, el héroe mantuano que nunca renunció a sus esclavos. Esas mujeres, pues, eran de su propiedad y ahora se las exalta como heroínas conscientes y protagónicas de una gesta bélica cuando no eran más que unas esclavas que cumplieron con criar al hijo del amo. Pero qué importa una mentira más, una inexactitud más, todo sirva para alimentar un ideario populista, falso y demagogo.

El sainete de ayer lo organizó Maduro para celebrar el Día Internacional de la Mujer, asumiendo que si lleva simbólicamente a dos esclavas al Panteón Nacional le está rindiéndo tributo a la mujer venezolana. ¿Esa es la concepción que tiene el presidente de la mujer? ¿Esa es la manera de honrarla?

En ese acto habló de una de una de sus ministras, de Iris Varela. Y a ella la bautizó nada menos que -¡agárrese!- como “Santa Iris Varela de los desposeídos”. Leo en Contrapunto: “El presidente Nicolás Maduro aseguró este miércoles que casi la totalidad de las cárceles del país se encuentra bajo el nuevo régimen de control penitenciario, responsabilidad de la gestión de la ministra de Servicio Penitenciario, Iris Varela.

“Santa Iris Varela de los desposeídos”, la llamó el presidente, durante el acto de exaltación de los restos simbólicos de las negras Matea e Hipólita y la líder indígena Apacuana al Panteón Nacional (…) “Me perdonan quienes me tengan que perdonar”, dijo sobre su reconocimiento a la ministra que, señaló, esperaba no afectara el ego de ningún otro funcionario”.

Resulta que la señora Varela viene de escándalo en escándalo. El más reciente, recordemos, el caso de “Wilmito”, pran que terminó involucrado en una balacera en Playa Parguito, Margarita, cuando se suponía que estaba preso en una cárcel. Cuando fue revelado el escándalo, a la ministra ahora santa no se le ocurrió otra que afirmar que el que estaba en la playa no era Wilmito sino su hermano. Hoy se reseña la noticia de que el pran Wilmito regresa a la cárcel de Tocoron, “tras la revocatoria del beneficio irregular”; el mismo que le otorgara la ministra santificada por el presidente.

Y mientras éste se divierte con su mediocre sainete y otras ocurrencias, ¿qué pasa en realidad con las mujeres venezolanas? Veamos un par de noticias publicadas hoy.

Cronica.uno: “La Maternidad Concepción Palacios sigue preñada de los problemas del año pasado. Se conoció que de 8459 niños que nacieron en 2016 17 % pesaba menos de 2500 gramos. Solo hay cuatro camas de terapia intensiva para las madres que se complican y en la sala de parto cuentan con seis incubadoras de las 17 existentes en el área para tratar a los niños prematuros, con oxígeno y bombas de infusión. La capacidad es de 570 camas, pero solo 269 están operativas. No hay antihipertensivos ni anticonvulsionantes y la dotación de antibióticos es intermitente. La ambulancia es prestada y en las noches y fines de semana no está disponible”.

Elpitazo.com: “Madres con niños hacen cola para sacar frutas de camión de basura en Guarenas. Madres con sus niños se sientan en un escalón cada tarde a esperar que llegue el camión de la basura a sacar los desechos de los dos locales de El Mundo de las Frutas en el centro de Guarenas. Uno queda cerca del bulevar La Paz y otro en la calle Ricaurte. Hacen una cola organizada para sacar de las bolsas lo que sea “salvable” y así llevar algo de frutas y verduras a sus hogares. Las mujeres con sus niños esperan en un escalón al lado del establecimiento. No son indigentes, son habitantes de los barrios Las Clavellinas, La Guairita y El Tamarindo, entre otras zonas populosas de Guarenas. No quieren hablar con el equipo de El Pitazo; apenas murmuran entre dientes que no cuentan con el respaldo de un padre que colabore con la manutención de sus hijos y que antes les rendía más la plata, pero como ahora todo está tan caro, revisan los desechos. Juran que lo que sacan de allí no está malo sino “aporreado”. Si estuviera malo no se lo darían a sus hijos.”

Maduro, aquí no hay disfraz, son dos datos duros de la realidad: el de la maternidad donde el 17% de los niños que nacen pesan menos de 2 kilos 500, y el de estas madres que con sus hijos buscan qué es rescatable de las bolsas de basura. Usted puede explicar, frente a estas mujeres que sufren hoy, ¿qué representa la payasada, el sainete de ayer? ¿O es que su capacidad de burla es tal que está esperando un milagro de esta inaceptable Santa Iris Varela de los desposeídos?

http://www.talcualdigital.com/Nota/138317/maduro-y-su-homenaje-a-la-muje...

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