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Opinión

José Ospina-Valencia

Con el inédito cese al fuego pactado con el ELN, Colombia avanza hacia otra paz negociada. No olvidar a las comunidades afectadas y contar con las mujeres y Venezuela serán claves del éxito de un eventual Acuerdo de Paz.

Este 3 de agosto de 2023 se inicia un cese al fuego bilateral entre la guerrilla del ELN y el Gobierno colombiano, "inédito” desde la fundación de este grupo armado bajo principios de la doctrina católica e ideas marxistas en 1964. Una guerrilla que tiene su parte de responsabilidad en la muerte de por lo menos 450.664 personas - el 80% civiles - en el conflicto colombiano entre 1985 y 2018, según la Comisión de la Verdad.

"El cese al fuego se pactó inicialmente por 180 días, y el 14 de agosto se abrirá el cuarto ciclo de negociaciones, que regresan a Caracas, después de haber pasado por México y Cuba”, explica a DW Francisco Daza, coordinador de la Línea de Paz Territorial de la Fundación Paz y Reconciliación (PARES).

Participación de la sociedad civil, factor y condición

Este es el sexto intento de que el ELN se acoja a la Constitución colombiana de 1991. Expertos consideran que esta vez "sí es posible” construir un acuerdo con los 2.500 miembros del ELN, que "gobierna” en por lo menos seis áreas rurales del Bajo Cauca y "cogobiernan” en regiones como el Catatumbo y Chocó.

El proceso de paz con las FARC demostró que sin la sociedad civil no hay acuerdo aceptable en Colombia. "De hecho, este 2 de agosto se instala formalmente el Comité Nacional de Participación, del que saldrá una representación de la sociedad civil en la mesa y tendrá una voz fuerte en las negociaciones”, agrega el antropólogo Francisco Daza, egresado de la Universidad Javeriana de Bogotá. Y en cuanto a la Fuerza Pública, según Daza, "tiene una importante participación en el monitoreo y verificación para que se cumpla el cese al fuego, incluida la suspensión de acciones armadas contra el ELN”. Pero, advierte que "eso no quiere decir que se vayan a detener las actividades operacionales contra objetivos económicos de dicha guerrilla”.

ELN en guerra con otros grupos armados

Por otra parte, uno de los giros del conflicto es que, en la actualidad, "los enfrentamientos armados no están teniendo lugar entre Ejército y ELN, sino entre esta guerrilla y grupos criminales como el Clan del Golfo, con las afectaciones de la sociedad civil que se derivan de esas confrontaciones”, explica a DW Sebastián Guerra Sánchez, investigador del Instituto de Paz de Estados Unidos (USIP), con sede en Washington.

Así, Colombia se vuelve a encontrar ante un reto: pactar el desarme de un grupo que sale de regiones a las que el Estado no llega, por incapacidad o falta de voluntad. Un vacío que luego sí llenan viejas y nuevas mafias en reemplazo del poder estatal.

La apuesta del Gobierno de Gustavo Petro era por ello negociar, en paralelo, el sometimiento a la justcia de organizaciones criminales como el Clan del Golfo y las disidencias. Un proyecto aún estancado. Por esta razón, Sebastián Guerra, asesor en participación ciudadana y política en la oficina del Alto Comisionado para la Paz durante el gobierno de Juan Manuel Santos, destaca aquí "la gran importancia de la participación ciudadana”.

"Tener en cuenta a los demás actores armados tras un eventual Acuerdo de Paz con el ELN es determinante para la seguridad de los mismos excombatientes como para la sociedad civil”, enfatiza en conversación con DW Angela Liliana Olaya Castro, cofundadora e investigadora de la Fundación Conflict Responses (CORE).

¿Cómo debieran aportar las mujeres, víctimas y victimarias del ELN, a la construcción de un Acuerdo de Paz con este grupo? "Empezando por reconocer su rol en el conflicto y el inmenso impacto que este ha tenido sobre las mujeres”, dice a DW, la politóloga de la Universidad de los Andes, resaltando que "hay que reconocer la violencia basada en género y brindarles a las mujeres las condiciones para su participación en las comunidades azotadas por la violencia”.

Paz con el ELN Colombia y ¿el ELN Venezuela?

La participación civil es también clave para la recuperación de la convulsa región fronteriza con Venezuela tras un eventual Acuerdo de Paz. "En la frontera, el ELN se disputa el control territorial con las disidencias de las FARC”, apunta el sociólogo e historiador Sebastián Guerra, y agrega que, "desde el otro lado, el ELN venezolano participa de múltiples actividades de gobernanza criminal en Venezuela, en donde se ha arraigado en la dinámica política, electoral y económica y hay muy pocos incentivos para que ese ELN entre, por ejemplo, en un proceso de desmovilización”.

¿De qué sirve una paz con el ELN en Colombia si un flanco de 2.219 kilómetros sigue tomado por otro ELN tolerado por el Gobierno de Nicolás Maduro y en complicidad con gobernadores regionales? "He ahí la importancia de contar con el apoyo del gobierno venezolano”, replica Guerra Sánchez y concluye que "aquí se está jugando una estrategia en varios frentes: no basta con una negociación exitosa con el ELN, sino que sería necesaria otra con el gobierno venezolano para contar con su apoyo en el control del ELN en su país, con el fin de elaborar una estrategia de seguridad conjunta”.

De lo contrario, concluye Guerra, experto en negociación, paz y seguridad, "podrá haber una negociación exitosa en Colombia, pero permanecerá la condición de gobernanza criminal en la frontera, y al interior del Estado venezolano”. Un desafío para ambas naciones.

1 de agosto 2023

DW

https://www.dw.com/es/paz-con-el-eln-sin-venezuela-no-habrá-acuerdo-que-valga/a-66412210?maca=spa-newsletter_sp_Titulares-2358-xml-newsletter&r=17270622151132185&lid=2621585&pm_ln=213743

 4 min


Fernando Mires

No, no voy a escribir sobre España. Estamos recién en las puertas de lo que serán tanteos, conversaciones, guiños, negociaciones, y todo eso que forma parte del ajetreo gris pero necesario de la política cuando, dejado atrás el momento dramático de las elecciones, lo que viene es crear gobernabilidad. No voy a escribir sobre España, pero sí voy a escribir a propósito de España. Pues si mis conocimientos me alcanzan, España está en Europa y Europa está en el mundo. De modo que algo de lo que pasa por esos otros lares tiene que ver con España, y algo de lo que pasa en España nos toca a todos.

1. Como en toda democracia occidental, en España confluyeron las fuerzas de centro acompañadas cada una de sus respectivo extremos: lo que quedó de Podemos en Sumar, y la que se suponía y no fue, arremetida furiosa de VOX. Pues bien, en España, si sumamos PP y PSOE, ganó el centro y ganó fácil y ganó bien. La decisión está ahora entre los dos grandes “partidos de estado”, como llamó Núñez Feijoo al neo-bipartidismo. A un partido de estado no le alcanzan los votos pactando con su “amigo natural”, VOX. Al otro partido de estado solo le alcanzan pactando con los que deberían ser sus “enemigos naturales”, como los independentistas vascos y catalanes.

Y aquí nos topamos con un tema que nos hace mirar hacia fuera de España. Me refiero a la posibilidad cada vez más creciente de que los partidos de centro se vean obligados a buscar sus posibilidades de acceso al poder, cuando no lo pueden hacer por sí mismos, apelando a la colaboración de los partidos extremos. El dilema lo han vivido los países escandinavos, más Austria, Holanda y pronto comenzará a vivirlo Alemania con el ascenso espectacular de AfD. El presidente de la CDU, Friedrich Merz ya adelantó que una colaboración entre CDU y AfD (Alternativa para Alemania) es viable en niveles comunales. Por cierto, le cayeron todos encima. Pero eso es siempre así al comienzo.

Las posibilidades de reordenamiento político pasan, en la mayoría de los países europeos, aunque también de manera creciente en algunos de América Latina, por la integración de los extremos al orden político tradicional. La particularidad de España es que, mientras los demás países de la región enfrentan a dos extremos, uno llamado de izquierda, otro llamado de derecha, el país enfrenta una triada extremista: el extremismo de izquierda (Podemos o Sumar), el de derecha y el del separatismo nacionalista, cuyas ideologías van más allá de la geometría formada por los tres lados del triángulo clásico: conservador, liberal, socialista.

Lo cierto, lo inevitablemente cierto, es que en los países democráticos estamos viviendo un avance acelerado de los extremos hacia el centro, al que ocupan sin dejar de ser extremos, con lo que de paso se está diciendo que los extremos políticos no coinciden con los extremos geométricos, o lo que es igual: en política, ni el centro está en el medio ni los extremos están siempre en las puntas.

En otras palabras, los extremos en Europa y en América Latina ya no están situados en los márgenes de la política oficial. Por el contrario, forman parte, se quiera o no, del paisaje político. Hecho que nos plantea la necesidad de contar con ellos, e incluso, en determinadas ocasiones, como comienza a ser tendencia en Europa, hacer política no solo en contra de ellos, sino con ellos. En España por ejemplo las acciones concertadas ya son practicadas a nivel comunal y regional: el PP con VOX, el PSOE con la izquierda extrema y en cierta medida con los nacionalismos separatistas.

En el espacio de la política internacional habrá también que contar con países gobernados por extremos y por lo mismo hacer política con ellos. Europa, como ha detectado Timothy Garton Ash, ya no es una comunidad de democracias liberales. Italia, Turquía, Hungría, Polonia, Serbia, ya no lo son. Francia puede dejar de serlo con un triunfo no imposible del lepenismo.

En América Latina, continente de extremismos, los extremos –dícese de izquierda- gobiernan en Venezuela, Nicaragua y Bolivia, y de modo parcial, en Honduras, Colombia, Argentina (cristinismo) y Chile. A su vez, los extremos de derecha han sido gobierno en Brasil con Bolsonaro (cuyas fuerzas se mantienen intactas) y hoy lo son en el Salvador de Bukele. De modo muy perceptible ya se insinúan hacia el futuro con Milei en Argentina, con Kast en Chile e incluso recientemente con Corina María Machado en la Venezuela de Maduro. Y no por último, está aún presente la experiencia ya vivida en los EE UU con Trump, donde la historia no ha terminado. Hoy nuevamente amenaza una reedición de un gobierno de extremos con la posible sucesión de Biden, sea con el mismo Trump, sea con Ron de Santis, o sea con cualquier otra cosa parecida. Demasiados ejemplos para hablar de tendencias aisladas. Por el contrario, hemos de admitir que la instalación de los extremos en la política occidental es parte de una realidad global. Probablemente, más de algún historiador titulará en el futuro los tiempos en que vivimos como el de “la invasión de los extremos”.

2. A primera vista, lo sé, puede parecer discordante hablar de extremos políticos al referirme a fuerzas que en muchos países están convirtiéndose en mayorías o han llegado a ser gobiernos, o a partidos que no están al margen e incluso son mayoritarios en sus respectivas naciones. Conviene entonces precisar qué entendemos aquí cuando usamos el concepto de extremos políticos:

Pues bien, bajo el concepto de extremos políticos me refiero a movimientos, partidos y gobiernos cuyo propósito deliberado es romper con modos y formas de convivencia política largamente establecidas a través de consensos e incluso de leyes.

¿Nos referimos entonces a lo que otros autores llaman neo-populismo? Solo en parte. De los populismos tradicionales, los extremismos políticos han tomado la referencia al pueblo, la relación de comunicación directa entre líder carismático y pueblo, y el estilo épico o heroico de los discursos de sus líderes. Hay, sin embargo, algunos puntos que diferencian al extremismo político de los conocidos momentos populistas. Uno de ellos, quizás el más ostensible, es que, a diferencia del carácter mesiánico de los movimientos populistas del pasado, los movimientos extremistas de nuestra era son reactivos, vale decir, han surgido como rabiosa reacción defensiva no en nombre de un nuevo orden, sino en nombre de la preservación de supuestas tradiciones perdidas. O, lo que es parecido, en nombre de la conservación de valores en vías de desaparecer, supuestamente arrasados por una posmodernidad global que ha escapado al control de los estados nacionales (Trump dixit). Es por eso que los extremismos, sean de izquierda o derecha, son en su mayoría nostálgicos. Otros dicen conservadores. Algunos opinadores los llaman “pasadistas” (en contraposición a los progresistas).

Los extremos de izquierda usando un vocabulario correspondiente al de los movimientos obreros de la sociedad industrial, y los de derecha apelando a supuestos valores conservadores - entre ellos orden, patria y familia- coinciden en disparar hacia el mismo blanco: la democracia liberal. Mientras los primeros ven en la sociedad liberal la dominación del trabajo por el capital (neoliberalismo económico), los segundos ven en el liberalismo político (no así en el económico) la fuente de degradación de los modos tradicionales de vida, declarándose antiliberales (o, con el nombre positivamente asumido por el húngaro Orbán, i- liberales)

3. Estamos hablando de un nuevo conservadurismo, un conservadurismo plebeyo, cuyo lenguaje va dirigido no a una clase elegida sino a las masas. Así se explica por qué el extremismo de nuestro tiempo ha establecido una relación de empatía internacional con gobiernos ultra reaccionarios como es el de la Rusia de Putin.

El dictador ruso, siempre audaz, ha captado esta nueva convergencia y ha procedido a apoyar a movimientos como Agrupación Nacional (AN), AfD y a otros movimientos y partidos reaccionarios europeos a los que ofrece -en las irónicas palabras del citado Garton Ash- "una permanente pensión alimenticia". A Putin, además de la comunidad de valores con estos movimientos (nacionalismo, culto a la religión, patrioterismo y homofobia) lo cautiva el nuevo “antieuropeísmo europeo” -sobre todo anti-UE y anti-OTAN– del que hacen ostentaciones líderes como Marine Le Pen en Francia y Alice Waidel en Alemania, pero también propio a los movimientos de izquierda que comandan Melenchon en Francia, Pablo Iglesias en España, Sahra Wagenknecht en Alemania, y otros. Con ojo avizor, Putin ha entendido que los neo-extremistas -no importa si se llaman de derecha o izquierda - pueden llegar a ser parte de aquel fenómeno que en otros textos hemos llamado “contrarrevolución antidemocrática de nuestro tiempo”. En efecto, tales movimientos, partidos y gobiernos extremistas han logrado ser para Putin similares a los que fueron los movimientos y partidos comunistas para Stalin: caballos de Troya destinados a desestabilizar el orden democrático occidental. Pero esta vez, no en nombre de un futuro luminoso, sino en el de un pasado heroico al que -según la partitura de la derecha extremista- progresistas, liberales y demócratas intentan destruir. Por cierto, al igual que durante la URSS, Putin debe aceptar algunas disidencias.

Así como en el pasado reciente, Ceausescu en Rumania, Tito en Yugoeslavia, Hoxha en Albania, se oponían a la hegemonía de la URSS, también hay partidos extremistas que no se dejan conducir desde la Rusia de Putin, entre ellos el propio VOX de Abascal, Hermanos de Italia de Meloni (no así, Forza Italia de Berlusconi, Liga de Salvini) y Ley y Justicia del gobierno polaco. Pero a Putin eso no parece importar demasiado. Lo importante es que, con o sin su apoyo, cumplan una misión objetiva: horadar los cimientos sobre los cuales están edificadas las democracias occidentales.

4. Los partidos extremistas del presente, a diferencias de tiempos pasados, no se declaran abiertamente antidemocráticos. Más bien se declaran partidarios de un nuevo tipo de democracia. Una democracia donde –de acuerdo con Yasha Mounk- primaría una comunicación directa entre líder y pueblo, más allá de las instituciones. De ahí se entiende por qué, cuando están en el gobierno, sea en Turquía, en Polonia, en Hungría e incluso en Israel, los gobiernos extremistas practican una suerte de inconstitucionalidad desde el propio estado, esto es, en contra de los tribunales de justicia, en contra del parlamento y, por supuesto, en contra de la libertad de opinión y de prensa.

El ideal de gobierno de los extremismos ya no es, como en el pasado, una dictadura, sea fascista o “del proletariado”, sino el de gobiernos fuertes y autoritarios, pero al mismo tiempo, populares. No deja de ser interesante constatar que en Alemania, donde más ha crecido AfD ha sido en los territorios de la ex RDA, a cuya población el comunismo les inculcó un modo de pensar ligado a la obediencia del colectivo frente a una autoridad superior. Como dijo recientemente el cantante Wolf Biermann, quien fuera activo disidente durante la dictadura comunista, “el comunismo les dejo a esa gente la cabeza dañada”. Seguramente no es así, pero el ideal autoritario de la política continúa prevaleciendo ahí con una porfía digna de mejores causas.

No importa a los seguidores de partidos extremistas que el autoritarismo sea de izquierda o de derecha. Lo importante es que exista una autoridad que los libere de los supuestos males que padecen. Una autoridad que ponga coto a dos realidades percibidas como problemas: la “invasión” de los extranjeros y la disolución de la familia patriarcal frente a la “degeneración de las costumbres” provenientes de los movimientos de género como LGBTQ. La agitación de esos dos temas ha bastado a los partidos extremistas, sobre todo a los de “derecha”, para ganar muchas elecciones, sean comunales o regionales.

Naturalmente, los partidos extremistas antes de alcanzar el gobierno actúan de acuerdo con normas establecidas por el derecho constitucional. En la práctica han llegado a ser parte legal de la actual democracia occidental, hecha para quienes piensen y actúen de modo diferente al orden establecido, siempre que no contravengan la constitución y las leyes. El dilema, para las formaciones democráticas es entonces el siguiente: ¿cómo actuar en defensa de la democracia frente a fuerzas emergentes que amenazan sustituir el orden democrático apelando a medios democráticos?

Más difícil es encontrar una respuesta simple a ese complejo problema si se tiene en cuenta que, en su gran mayoría, el nuevo extremismo conservador no proviene desde fuera del paisaje político, sino desde sus patios interiores. La diferencia es que en el pasado existían dentro de los partidos tradicionales y hoy existen fuera de ellos. Muchos de los cuadros y dirigentes de AfD o de VOX, por ejemplo, provienen de las alas de la derecha de partidos como la CDU/CSU o el PP. Eso significa que mantienen vínculos con los partidos conservadores no extremistas. En cierto modo, en el caso del extremismo de derecha europeo, se trataría de un extremismo endógeno y no exógeno con respecto al orden democrático imperante.

Frente al desafío mencionado no hay por cierto una receta única. En Francia, pese a ser un partido mayoritario, el lepenismo ha podido ser bloqueado mediante la formación de agrupaciones democráticas, pero ideológicamente muy heterogéneas entre sí. En Alemania, España y otros países, hay empero comunicaciones entre “los partidos de estado” y los partidos extremistas. En Latinoamérica, en el caso chileno, observamos como las fuerzas extremas del “kastismo” (pinochetismo constitucional) no solo provienen sino, además, convergen con la derecha tradicional sobre la cual ya ejercen cierta conducción hegemónica.

En breve, el extremismo de hoy, más el conservador que el de izquierda, no está desligado del tronco histórico de la política de cada nación. Aislarlo, como ha ocurrido hasta ahora en Francia (nadie sabe hasta cuándo), no será siempre posible. Intentar prohibirlos, significaría negar los propios principios de la democracia liberal. Solo quedan entonces dos alternativas. O integrarlos o competir con y en contra de ellos.

Hay casos, el italiano es uno, en los cuales se demuestra que los partidos extremistas ya no lo son tanto cuando contraen alianzas con partidos no extremistas o cuando se ven obligados a gobernar sobre una ciudadanía que no comparte mayoritariamente todas sus posiciones. Pero también hay casos que demuestran que, en cuanto se hacen del poder, como en Hungría, Polonia y Turquía, tiene lugar –a veces en cámara lenta- un desmontaje de la construcción democrática de esas naciones.

Definitivamente hemos de llegar a la conclusión de que el extremismo político existente en diferentes regiones del mundo occidental, si no es mayoritario, es un factor de poder con el que -más para mal que para bien- hay que contar. Pero también debemos deducir que, si en algunas zonas ha logrado crecer, no es solo porque operen en base a mentiras sino porque seleccionan verdades a las que recanalizan en función de sus objetivos de poder. El crecimiento migratorio, por ejemplo, es innegable, y en diversos países constituye un problema social. Lo peor que se puede hacer sería ocultarlo o, como es usual, minimizarlo. De lo que se trata es de enfrentarlo con decisión, nombrando y no callando la dimensión del fenómeno.

Del mismo modo no es lo mismo agitar las legítimas demandas de género -correspondientes a una verdadera revolución cultural y sexual del siglo XXl- en las grandes urbes, que hacerlo en zonas agrarias y semiagrarias, regidas hasta ahora por normas tradicionales de asociación familiar. Las relaciones patriarcales datan de siglos y los movimientos de género ya están aprendiendo que no pueden ser erradicadas en semanas o meses. A veces se requiere el paso de una generación a otra.

Lo peor en fin, es ocultar los problemas. En el pasado, el fascismo llegó a triunfar no porque hubiera inventado la desocupación laboral, la crisis económica, la inflación, el avance del comunismo estaliniano: Todos esos problemas y peligros existían. Pero los sectores democráticos, en lugar de explicarlos y buscar soluciones, preferían esconderlos debajo de la alfombra.

5. Me propuse no escribir este artículo sobre España. Sin embargo, lo que ha pasado en las elecciones en España tiene un innegable carácter paradigmático. De hecho, nos confronta con una cantidad de preguntas que no solo tienen que ver con España. ¿Deben ser integrados a la estructura política partidos extremistas como VOX? De hecho ya están integrados. De la respuesta adecuada a esa pregunta dependerá el destino inmediato de esa nación. Sánchez, pagando un alto precio político, integró al extremismo de Podemos otorgándole espacios de gobierno que, naturalmente dilapidaron. Pero si no lo hubiera hecho, Podemos habría crecido desde la oposición mucho más de lo que creció en el gobierno. ¿Debe negociarse con autonomías anti-estatales? Probablemente no. Pero no por eso sus demandas van a desaparecer del mapa político y frente a ellas hay que levantar ciertas alternativas.

¿Debe haber en una democracia partidos parias, excluidos de toda posibilidad de asociación? Probablemente sí, pero hay que aceptar que, si no rompen con la Constitución, ellos forman parte legal de la sociedad política. Al fin y al cabo, uno tampoco elige a sus vecinos. ¿Debe haber tabúes cuando llega el momento de estabilizar un determinado gobierno? Quizás: la política no es la gobernabilidad, pero sin gobernabilidad no hay política. En fin, todas estas son preguntas que los actores políticos deberán responder a su debido tiempo. Y no es fácil.

La política es, en primer orden, un espacio de confrontación, pero también lo es de diálogo, de compromiso, de negociación. Cada una de estas prácticas requiere de momentos y de lugares específicos. Lo fundamental es no equivocar el momento ni el lugar. Después de todo en política -creo que en la vida también- nadie obtendrá siempre lo que quiere, solo lo que puede. Los límites del poder son los del no-poder. Pero hay que saber reconocerlos a tiempo.

28 de julio 2023

Polis

https://polisfmires.blogspot.com/2023/07/fernando-mires-la-invasion-de-l...

 14 min


Edgar Benarroch

SENTIMIENTOS

Sentimiento es un estado de ánimo o disposición emocional, ese estado puede ser de tristeza, miedo, amor, alegría o rabia. Básicamente existen dos tipos de sentimientos: de emociones y de fondo. Los primeros son los que se asocian a los resultados de un estado emocional y los de fondo son esencialmente dos: entusiasmo y desánimo.

Nosotros, los humanos, tenemos una especie de depósito, valga el torpe término, donde recibimos y acumulamos los sentimientos; lo sensato es almacenar los buenos y desechar y superar los malos.

Los sentimientos son muy importantes y capitales porque influyen notablemente en nuestras acciones y comportamiento y hasta los determinan. Si guardamos sentimientos negativos y nocivos, es posible, casi seguro, que nuestras acciones y comportamiento sean inadecuados y causante de males mayores, si al contrario son positivos y alentadores reaccionaremos y nos desenvolveremos como buen ciudadano entendiendo que nuestro prójimo es nuestro hermano espiritual.

Como el régimen, que por desgracia aún tenemos y nos produce tanto malestar, nos da muchas razones para que a nuestro “depósito” sentimental lleguen la rabia, disgusto y hasta “arrebravura”, es recomendable que esa indeseada carga negativa la analicemos para hacer conciencia de ella, pero desecharla de inmediato para que no nos perturbe.

Hoy necesitamos de mucho estoicismo que nos da capacidad y fuerza de voluntad para controlar los sentimientos y emociones y de esa manera mantenernos firmes ante la adversidad. Pero el estoicismo no nos debe transformar en estatuas de piedra que no sienten ni padecen, todo debe ser en su justa y necesaria medida.

Albergar dolores, rabia o tristeza afecta negativamente nuestro ánimo y notablemente nuestra disposición emocional. Como el régimen nos motiva angustia y malestar, debemos tomar en cuenta las causas que las originan para tener conciencia de donde y con quien estamos, pero de seguida debemos transformarlas en mayor incentivo para continuar en la lucha con renovados bríos y voluntad férrea, hasta reconquistar la libertad y democracia que nos arrebataron y alcanzar el bienestar colectivo y la felicidad general. Lo que el régimen utiliza para maltratarnos lo debemos transformar en incentivo para profundizar en nuestra tarea que es la lograr, cuanto antes, un cambio radical.

Cuando el régimen fomenta el hambre y profundiza la crisis, está cumpliendo con la conseja de Fidel Castro y del comunismo, que mantienen es la estrategia para afianzar la mal llamada revolución y busca también amilanar nuestro espíritu con el propósito diabólico de que nos entreguemos resignados. Desconocen que nuestra sangre, heredada de los libertadores, hierve cada día ante tanto malestar, inmoralidad y arbitrariedad, pero ese hervor rojo intenso es la sabia que nos llena de voluntad para salir de lo que muy lamentablemente aún tenemos.

1 de agosto 2023

LO BUENO Y LO MALO

Hasta los siete u ocho años de nuestra existencia vital todo es felicidad y vivimos en un mundo cargado de fantasías, dentro de una inmensa inocencia. A partir de los ocho años empezamos a conocer el mundo y la humanidad y nos percatamos que existen cosas buenas y malas, se desarrolla en nosotros la capacidad de discernimiento y como consecuencia de ello nos informamos que existen personas buenas y malas. Afortunadamente y gracias a Dios, los buenos son la inmensa mayoría, pero la minoría mala es más astuta y habilidosa porque carece de normas adecuadas, de formación ciudadana y no tiene límites morales ni éticos.

A nosotros nos ha correspondido vivir y soportar por más de veinticuatro años, casi un cuarto de siglo, una administración pública que es un régimen totalitario que ha destrozado el país transformando en caos todo lo que estaba y marchaba bien y profundizando todo lo que estaba mal llevándolo a peor.

Hemos dicho muchas veces y ahora lo ratificamos, que los malos logran sus fechorías y la maldad, no tanto por la iniciativa diabólica de ellos como por la negación o indiferencia de los buenos. Casi un cuarto de siglo de ver el país caerse a pedazos, de carencia de servicios públicos eficientes, de hiperinflación empobrecedora, de inseguridad general, de hambre y miseria, de persecución, encarcelamiento, tortura y hasta asesinato contra la disidencia democrática y pare de contar, debe ser suficiente para reaccionar con todas las fuerzas posibles y quitarnos de encima este régimen que es la causa de todos los males de nuestro país, zozobra y angustia de todos nosotros y lograr un cambio radical que nos coloque en el camino del desarrollo integral, del bienestar colectivo y nos proporcione la mayor suma de felicidad posible, como bien lo dijo nuestro Libertador Bolívar.

Sabemos que los malos son minoría, pero actúan y los buenos que son mayoría vemos pasar las cosas sin inmutarnos dentro de una negación e indiferencia pasmosas, no reaccionamos y ello nos transforma en cómplices y colaboradores con el mal.

Nuestra reacción debe ser YA, de inmediato, el tiempo transcurre inexorablemente y continúa desarrollándose la maldad. Acordémonos que calificados voceros del régimen han dicho que esta “revolución” está incipiente y es necesario afianzarla y para ello se requiere del nivel de pobreza existente y si es posible profundizarlo. Groseramente han dicho que cuando la gente tiene resuelta sus necesidades básicas y es feliz se transforma en “escuálido”, por ello hay que mantenerla pobre y necesitada. Nos quieren necesitados para dominarnos y someternos a depender de las dádivas del régimen.

No podemos ni mucho menos debemos permitir que esa macabea y deshumanizada estrategia continúe desarrollándose y eso supone la salida inmediata de lo que tenemos y convocar a las mejores inteligencias y talentos, de probada convicción de servicio, para entre todos dedicarnos a la dura y difícil pero apasionante tarea de construir el país que deseamos, donde respiremos aire fresco con progreso, bienestar y felicidad.

31 de julio 2023

DESVERGÜENZA Y CINISMO

Nicolás Maduro tuvo la desvergüenza y cinismo de decir que en tiempos anteriores a ellos solo se graduaban en las universidades los hijos de ricos y adinerados, gente de mucho real y concretamente se refirió a los médicos. Este es un señor que ignora la historia y el pasado reciente del país y con el propósito malsano de descalificar lo realizado durante los años 1958-1998, que es el periodo de más alto desarrollo en la historia del país, lo que nunca podrán lograr, y ensalzar su horrorosa gestión, que es imposible, tiene ocurrencias de gente no normal.

La inmensa mayoría, casi la totalidad, de graduados en nuestras universidades hasta 1998, provinieron de familias de modestos recursos económicos que hacían cualquier sacrificio para costear los estudios de los hijos, familias normales que se desenvolvían con normalidad, además en el pasado funcionó la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho que becó a un inmenso contingente de venezolanos para estudiar en prestigiosas universidades del mundo y especializarse. Por cierto, muchos de ellos han huido angustiosamente del país en busca de adecuadas condiciones de vida y prestan sus calificados servicios y talento en tierras lejanas a la nuestra.

La gente de dinero en el país siempre ha sido una pequeña minoría, ahora más minoría, la gran mayoría nacional es de clase media, ahora la transformaron en media clase y hogares muy humildes que viven el día día.

Esta desafortunada barbaridad dicha por Maduro, agregando que ahora si se tiene acceso a las universidades, está inscrita en la estrategia de descalificar el pasado, lo que no podrán lograr, y vendernos su horrorosa gestión, lo que es imposible porque está podrida de desafueros y ha destrozado el país originando un empobrecimiento general. Más del 80% del país está en estado de pobreza y de ese porcentaje más de la mitad en situación crítica y ahora apareció un nuevo segmento que llaman pobreza atroz y son quienes buscan en los desperdicios algo para comer y recogen latas y cartones en las calles para obtener algún dinero que les permita comprar pan.

El caradurismo del régimen es estrambótico y parece ilimitado, pero con ello no nos van a confundir, ya estamos curados.

28 de julio 2023

NOSOTROS, LOS RESPONSABLES

Fui a un establecimiento comercial en busca de un repuesto cuyo original se dañó. En el local del establecimiento pregunté por el dueño y una señora muy amable me dijo, soy la encargada ¿En qué le puedo servir? Le mostré el repuesto dañado y me dijo, si lo tenemos, ya se lo traigo. Regreso con lo solicitado y me dijo cuesta tanto. Una persona que estaba a mi lado y escuchó el precio, comentó, acabo de venir de Colombia y eso que usted compra allá vale la mitad, la encargada dijo, así son las cosas aquí, todo muy caro y cada día cuesta vivir bien, a lo que pregunté: ¿Sabe usted quien es responsable de esta lamentable situación? y la encargada me respondió, sí, claro que lo sé, NOSOTROS.

La encargada me sorprendió por su firme respuesta y convicción, me dijo ser economista y estaba trabajando allí por no encontrar empleo adecuado a su profesión.

Una verdad del tamaño de la montaña más alta la respuesta de la encargada. Nosotros y solo nosotros somos los responsables de no haber producido en el país el cambio necesario para superar la dramática crisis que destroza el país y tanto daño nos causa, además fuimos nosotros quienes elegimos lo que aún tenemos y ahora parece hacemos muy poco para quitárnoslo de encima.

Rectificar y enmendar errores es propio de gente sabia y buena y creo que estamos arrepentidos, solo falta superar por siempre las consecuencias gravísimas de los errores y en fraterna unión dedicarnos a la dura, difícil, pero apasionante tarea de la construcción del país que deseamos, donde podamos reimpulsar nuestra patria y conquistar el bienestar y la felicidad colectiva en busca del Bien Común.

Creo tenemos conciencia de los errores cometidos, sin intención, pero llevados por la demagogia, cantos de sirenas y pecar de ingenuos unos y mala intención de otros. Somos responsables también de no haber organizado una multitudinaria manifestación pública sin retorno hasta alcanzar superar lo que tenemos, todo ello en función de la desobediencia ciudadana a la que tenemos constitucional derecho. Motivos para la desobediencia existen en miles, dados por este totalitario régimen que aún soportamos. Manos a la responsabilidad ciudadana.

25 de julio 2023

EL TRIGO Y LA CIZAÑA

Jesús de Nazaret, nuestro Señor Enviado, generalmente se expresaba en parábolas, algunas entendidas al momento y otras no; en una ocasión dijo: “El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo, pero en la noche, cuando todos dormían, se apareció alguien que sembró cizaña entre el trigo y se fue”. El sembrador dijo esto fue obra de un enemigo. Dejaré crecer lo uno y lo otro, el trigo y la cizaña, pues se asemejan y solo al final se descubren, hasta la siega y en ese tiempo recogeré la cizaña y la quemaré para luego recoger el trigo que es para el bien de todos.

Cuando le preguntaron a Jesús por esta parábola, dijo: “El que siembre semilla buena es el hijo del Hombre, el campo es el mundo, la buena semilla es los hijos del reino y la cizaña es los hijos del mal y el enemigo que la sembró es el diablo, la siega es el fin del siglo”.

En el mundo cohabitan seres sembradores de trigo, seres buenos, pero también quienes siembran cizaña. Aunque los primeros, los buenos, creo son la inmensa mayoría, pero no todos activos porque no todos siembran trigo, los sembradores de cizaña, siendo una ínfima minoría, son más astutos y habilidosos y actúan permanentemente. Bien se afirma que “Los amigos de las tinieblas son más astutos que los amigos de la luz”.

Conocemos quienes siembran trigo y desde las últimas dos décadas quienes siembran cizaña. La cizaña crece y causa sus males cuando los buenos la ven con indiferencia, no actúan y no la queman y por lo tanto el mal causa sus negativos efectos que ocurren no tanto por la iniciativa funesta de los malos como por la negación de los buenos.

Si ante el mal no actuamos, por indiferencia, por decidía, por falta de voluntad o simplemente porque no nos da la gana, se propaga y origina sus graves consecuencias, a veces catastróficas.

Bastante, en exceso anormal, hemos aguantado este régimen y es el momento, desde hace tiempo, de actuar con firmeza, férrea e indestructible voluntad para salir de lo que causa tanto daño al país y malestar a todos nosotros e iniciar la construcción del país que deseamos donde convivamos en paz, progreso integral y bienestar colectivo, es decir, donde todos seamos felices. No esperemos más, la hora tan dramática que vivimos nos convoca a no dejarla pasar sin entregarnos con inmensa voluntad por lograr el cambio radical ya. La Patria y las familias nos lo reconocerán y agradecerán.

24 de julio 2023

 10 min


Eddie A. Ramírez S.

Todo compromiso es una obligación moral que tiene un costo, mayor o menor, según lo que haya que sacrificar para cumplir. El compromiso más importante es con los principios y valores de nuestra civilización, entre ellos la democracia. En la situación actual, en la que un grupo de violadores de los derechos humanos, de corruptos e ineptos pretende eternizarse en el poder, la oposición enfrenta internamente algunas diferencias de criterio y externamente numerosos obstáculos que el régimen ha colocado y colocará para evitar que se realice exitosamente la Primaria, que posteriormente haya una elección presidencial con las garantías contempladas en la Constitución y que entregue el poder cuando pierda en el 2024.

Los dirigentes democráticos y el resto de los ciudadanos estamos en el deber de conciliar y convivir para tener más probabilidades de vencer. No podemos tildar de colaboracionista a todo aquel que piense diferente de cómo enfrentar al régimen o que cree que es necesario negociar y tender puentes con quienes no son corruptos, ni violadores de derechos humanos. Como hemos comprobado, la lucha por la democracia en un régimen como el de Maduro y sus secuaces es muy dura. Tienen mucho tiempo en el poder y han logrado secuestrar al resto de las instituciones del Estado. No basta con que un 80 por ciento de los venezolanos queramos un cambio.

Lograr que retire las inhabilitaciones ilegales de tres de nuestros candidatos a la Primaria y que esta se realice es una tarea titánica que requiere el concurso activo de todos. Mucho más difícil es que permita elecciones limpias y que Maduro reconozca su derrota. Algunos están convencidos de que es una fantasía y que quien predica que se puede lograr está engañando a la gente. Puede que sea una fantasía, pero recordemos que “quien no está dispuesto a vencer, está vencido”. Guardando las distancias, cabe recordar que hoy 1 de agosto, en 1942, los judíos fueron expulsados de España y tuvieron que vivir en lo que entonces era el imperio Otomano. Siglos después, esos sefarditas, junto con asquenazíes procedentes de Europa central y los mizrajíes del Oriente crearon el estado de Israel, que ha realizado importantes aportes a la ciencia. Eso fue posible por tener un objetivo común y grandes líderes como Ben Gurión y Golda Meir, entre otros, aunque ahora Netanyahu y los fanáticos religiosos intentan dar un paso atrás. Por cierto, que generosamente, España ha otorgado la nacionalidad a los descendientes de los expulsados.

El compromiso con la democracia no admite titubeos, pero en tiempos difíciles se pone a prueba. Aquí no cabe decir “he renunciado a ti, no era posible, eran vapores de la fantasía ..”, del conocido poema del gran Andrés Eloy Blanco. Cuatro distinguidos compatriotas renunciaron a sus compromisos adquiridos con la democracia. Dos de ellos al Consejo Nacional Electoral, Roberto Picón y Enrique Márquez, y otros dos a la Comisión Nacional de Primaria, Rafael Arráiz y Carolina Uzcátegui. Ninguno puede ser señalado de vendido al régimen, como dicen algunos por las redes. Sin embargo, causaron daño al movimiento opositor. Antes de aceptar esas responsabilidades han debido evaluar las dificultades y riesgos de estas. Además, las cartas de renuncia han debido ser en otros términos. La más reprobable es la de la señora Uzcátegui. Afortunadamente, se incorporó Mildred Camero y la Comisión de Primaria sigue cumpliendo su compromiso.

Es necesario descalificar enfáticamente la solicitud de algunos de que los candidatos inhabilitados deben renunciar a participar en la Primaria. Es un golpe bajo que, indirectamente, favorece al régimen. Los candidatos deben seguir recorriendo el país. Si en la cercanía del 22 de octubre alguno percibe que su probabilidad de ganar es muy baja, es aceptable que renuncie y ojalá endose a quien tiene mejores números. Desde luego hay otros escenarios, pero los mismos no deben contemplarse tempranamente. El objetivo es que todo el que desee participe en la Primaria y que apoyemos a quien gane. Ese es el compromiso y nadie debe ser presionado para que renuncie prematuramente.

Como (había) en botica:

Adán Celis (h), presidente de Fedecámaras, defiende los negocios de algunos de sus afiliados. Por ello pide se levanten las sanciones a pesar de que sabe que las mismas no son la causa del hambre y de la deficiencia de servicios que padecen los venezolanos. Que tilde de locos a quienes pedimos que se mantengan como mecanismo de presión para tener elecciones libres y el fin de las inhabilitaciones políticas es una grosería. Debería regular su conocida agresividad.

Ileana Medina solicita se revoque la nacionalidad a algunos dirigentes opositores. Como fanática totalitaria ignora el artículo 35 de la Constitución.

El distinguido veterinario Pedro Piñate y la Asociación de Ganaderos de Cojedes denuncian las invasiones, hurtos y atropellos en los hatos El Milagro y La Batalla

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamires@hotmail.com

1 de julio 2023

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Ismael Pérez Vigil

Como es bien sabido esta semana se produjo la renuncia de un miembro −la vicepresidenta− de la Comisión Nacional de Primaria (CNdP). No voy a emitir ningún juicio ni valoración al respecto, pero es inevitable hacer algunos comentarios.

Las condiciones.

Lo primero es aclarar que no habrá en el país condiciones electorales “adecuadas” mientras haya: ciudadanos “inhabilitados” o privados ilegalmente de sus derechos políticos; partidos políticos igualmente inhabilitados, prohibidos o “judicializados” y despojados de símbolos, recursos, sedes y con autoridades impuestas por tribunales; presos por razones políticas o en el exilio; medios de comunicación cerrados, censurados, páginas web bloqueadas y periodistas perseguidos o presos por informar o ejercer sus derechos políticos; y millones de venezolanos obligados a emigrar para buscar una vida digna. Precisamente de lo que se trata con la Elección Primaria es de escoger un candidato unitario que presente al país, en el 2024, una alternativa para rescatar la democracia y el Estado de Derecho; mientras tanto, simplemente tenemos que decidir si bajo las condiciones descritas vamos o no a un proceso electoral. Hemos decidido que sí vamos.

Centros de votación.

Nos enfrentamos a realizar una Primaria a escala nacional por primera vez en muchos años, sin contar con apoyo técnico del CNE. Esto implica, entre otros factores importantes, no disponer de los establecimientos utilizados por el ente electoral para que en ellos funcionen los centros de votación.

La primera solicitud de la CNdP en el mes de diciembre de 2022, al CNE, fue la de disponer de los centros de votación y actualizar el Registro Electoral. Cuando el 15 de junio anunciamos que iríamos a una Primaria sin la participación técnica del CNE, sabíamos que nos enfrentaríamos a esta dificultad, pues el tema de la ubicación de los centros y su “nucleación” es motivo de natural controversia política, puesto que cada partido quiere maximizar sus posibilidades de obtener votos en los lugares en los que históricamente los ha obtenido. La CNdP, conjugando posibilidades reales con aspiraciones políticas, aclaró que: “Ha habido avances sustanciales y vamos a tener un número de centros que estará dentro de la banda que nos habíamos fijado y que habíamos compartido con los distintos actores políticos de tener entre 2.500 y 3.500 centros de votación» (Jesús María Casal, Presidente de la CNdP, 27 de julio de 2023, ver: https://bit.ly/3Ye1EAH)

En esa tarea están el equipo técnico de la CNdP y los partidos políticos, con base en propuestas elaboradas por las Juntas Regionales (JR) y los partidos políticos a nivel local y el proceso está muy avanzado, porque no es cierto que no tengamos “una lista” de centros de votación por estado; lo que pasa es que en algunos casos hay más de una y hay que compaginarlas, acordarlas, llegar a un consenso y el tiempo se nos acorta. Aún tenemos margen en el cronograma para que el proceso concluya el 22 de octubre, como está previsto; pero, no queremos “consumir” todo ese margen de tiempo en el tema de los centros de votación, porque es necesario tener cierta “holgura” para otros eventos que van a ocurrir; por ejemplo, cuando nos toque definir la designación de los miembros de mesa, que también suele ser un tema de discusión.

Sin embargo, nuestras JR han vivido exitosamente la experiencia de consensuar con los partidos y las organizaciones y factores políticos en su región, para llegar a acuerdos sobre ubicación y número de los centros de votación; lo cual han logrado pese a las dificultades por las razones descritas. La actividad de las JR por superarlas es la mejor demostración de que es posible hacerlo. Sabemos también que elaborar una lista de posibles centros de votación, aun cuando se logre verificar la mayoría de ellos, no garantiza que no se presenten más adelante algunas dificultades; pero, con el mismo espíritu con el que ahora hemos abordado ese trabajo, estoy seguro que las podremos vencer.

El voto de la diáspora.

Con respecto al voto en el exterior, siempre dijimos que la actualización del registro que íbamos a realizar e hicimos no garantizaba que quienes lo hicieran iban a poder votar en el 2024; claramente advertimos que quienes actualizaran su dirección solo podrían votar en la Elección Primaria y que uno de los objetivos de esa actualización era mostrar ante el mundo −y el país− la violación de los derechos políticos de los venezolanos que migraron al exterior.

Nunca alentamos la idea de que habría una actualización “masiva” de los venezolanos en el exterior; entre otras cosas porque no sabemos exactamente cuántos millones de venezolanos, con derecho a voto, hay en el exterior; pero, abrimos la posibilidad para que cualquier venezolano, en cualquier parte del mundo, actualizara sus datos para votar en una de las 81 ciudades que designamos como centros de votación. Hubiéramos deseado poner más ciudades/centros de votación, pero responsablemente no nos podíamos comprometer a eso y sabemos perfectamente que ni siquiera todos los que están en las ciudades que escogimos pudieron o quisieron actualizar sus datos; pero, ahora al menos sabemos que cerca de 400 mil venezolanos en el exterior, al incluir los del RE, podrán votar en la Elección Primaria del 22 de octubre. Antes de eso solo lo podían hacer los escasos 107 mil que están en el RE vigente y solo votan en los consulados o embajadas.

De igual manera, tampoco podemos alentar la idea de que vamos a tener una votación “masiva” en Venezuela, porque en una Primaria todos sabemos, perfectamente, que participa y vota solamente una parte del padrón electoral; la parte que se identifica con ideas de cambio político, con reconocimiento de la vía electoral, y sabemos bien que durante varios años esa vía ha sido obstaculizada por el gobierno y despreciada como alternativa por parte de la oposición venezolana; reconstruir esa confianza en el voto como vía democrática, costará trabajo, pero estamos en esa ruta y en ese proceso.

Conclusión.

Hemos tenido recientemente dos renuncias en la CNdP, por razones más o menos similares, relacionadas con la realización del proceso sin el concurso técnico del CNE; pero, la decisión del resto de los miembros de la Comisión es que, mientras sea posible, seguiremos en el esfuerzo de fortalecer la vía electoral y la Primaria como alternativa para escoger el candidato unitario de la oposición democrática.

La tarea sigue, no se detiene, como hemos dicho en más de una ocasión, este barco sigue navegando hasta llegar a su puerto de destino; solo una fuerza muy superior a las nuestras nos hará desistir de ese propósito.

https://ismaelperezvigil.wordpress.com/

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Benjamín Tripier

En las últimas semanas ha habido una cantidad de opiniones internas pidiendo el cese de las sanciones, y condenando a quienes están de acuerdo con que continúen. También voceros del exterior, indicando que el objetivo de haberlas impuesto no se logró y que –dicen que todos coinciden– hay que eliminarlas.

No cabe duda de que las sanciones afectan la vida económica del país, para las personas y las empresas, pero principalmente para el gobierno y sus funcionarios. Y que eliminarlas nos retrotraería a otros momentos en los que el gobierno gozaba de holgura económica, y eso permeaba a la parte pobre de la sociedad, y en forma limitada a ciertos segmentos empresariales.

Pero esos son los efectos directos… los indirectos tienen que ver con la construcción de una reputación negativa que nos coloca a todos, sin excepción, en el mismo grupo de Corea del Norte, Siria e Irán, que nos convierte en sospechosos por el solo hecho de tener pasaporte venezolano, y, sin tenerlo, por haber estado en Venezuela. En realidad, las sanciones son un incordio.

El origen de las sanciones está vinculado al hecho de que EE UU nos consideran una “amenaza inusual y extraordinaria… para su seguridad interior”, contando para esa apreciación con el apoyo de los dos partidos y, por mayoría del congreso de EE UU. Es una decisión de estado que cada presidente administra con más o menos dureza, según convenga a sus propios intereses, y no a los nuestros. Y este presidente Biden no las ha aflojado prácticamente en nada… porque la GL 41 de Chevrón, por como está estructurada, difícilmente pudiera considerarse una flexibilización.

Para ellos, el objetivo es que nuestro gobierno no disponga de ningún excedente económico que, según ellos, si lo tuvieran lo usarían en dos direcciones: para atacar a EE UU, y para ampliar las oportunidades de corrupción. Si leemos adecuadamente los resultados, realmente, últimamente, Venezuela no ha tenido los excedentes como para utilizarlos en su contra, y si ha habido corrupción, ha estado limitada al manejo restrictivo que tiene, y no con dinero proveniente de EE UU. Para ellos sus objetivos básicos sí se están cumpliendo.

Ahora, los objetivos secundarios como democracia y DD HH, son los que están sujetos a ser argumentados (aunque hasta ahora no han sido cumplidos por ninguna de las dos partes) y utilizados como un posible objetivo, que saben que nunca serían de levantamiento de sanciones, porque eso es algo que va más allá de una decisión ejecutiva.

Porque, inclusive, el ala de izquierda de la Casa Blanca, en la persona de Juan González, tiene sus dudas sobre la futura flexibilización, sin aclarar hasta dónde ellos pueden hacer algo, y siempre con el discurso de “sería muy triste si tuviéramos que endurecer las sanciones”.

O sea que las sanciones son de exclusiva e indivisible responsabilidad del Estado de EE UU, sin que haya habido intervención de ningún venezolano, porque ninguno ha tenido, o tiene, la capacidad de poder e influencia como para ser parte de esas decisiones de estado. Y, más allá de las razones o de la percepción sobre el tema sanciones, ellos las ponen, porque pueden hacerlo…

Entonces, el tema de que un venezolano salga a declarar que quiere que las sanciones se eliminen, y que otro salga a declarar que quiere que las sanciones permanezcan, son solo eso: declaraciones que solo tienen un efecto mediático aquí, internamente, y se convierten en uno más de los argumentos de esta polarización política que nos arropa.

Y, debido a esto, quien pida levantamiento de sanciones será considerado como del bando del chavismo o, a lo sumo, un pseudoopositor, y quien pida que se queden se considerará un opositor de pura cepa. Es importante que quede claro que el deseo o la declaración, en sí mismos, en una u otra dirección, no son factores que tengan ningún poder o influencia en los diferentes componentes del aparato sancionatorio de EE UU.

Ahora, las sanciones europeas, son algo diferente, porque están dirigidas a personas y no a instituciones; o sea que, si en el proceso democrático eleccionario que se viene, ellos consideran que se cumplen los pasos del último informe electoral de la Unión Europea, comenzarán a aliviarlas; mientras que, si se sigue en el camino por el que vamos, de descabezar sorpresivamente al CNE e inhabilitar candidatos, lo más probable es que las mantengan.

El tema es, que las sanciones americanas se aplican a cualquier empresa, en el mundo, que opere con el gobierno de Venezuela, incluyendo a las empresas europeas. Claro que hay empresas en el mundo, incluyendo europeas, a las que no les afectan las sanciones, porque sus sistemas financieros no pasan por el ámbito de influencia de EE UU, y esas son las que se sentirán libres de operar con Venezuela, sabiendo del riesgo de negocios que están corriendo.

Si bien esas empresas, no necesitan permisos de la OFAC, deben cuidarse de no pisar los límites de las sanciones vigentes, pues podrían verse impactadas por el lado de un proveedor, de otro cliente, o por algún banco o fondo de inversión. Como les decía, EE UU coloca las sanciones, porque puede hacerlo… porque tiene el poder, la fuerza y la credibilidad para hacerlo… y porque es estricto en su cumplimiento.

Político

Sigue la oposición manejando en positivo la agenda mediática, porque hasta las cosas negativas, asociadas ahora a las traiciones internas de cara a las primarias, son reprocesadas por la sociedad en forma positiva. Hay una sensación de “limpieza” donde cada vez queda más claro quién es quién, quién se opone, y quién dice oponerse, pero haciendo todo lo contrario.

Porque las declaraciones de cada uno ya no son las que cuentan, porque son reemplazadas por las acciones. Se acabó el tiempo y ahora tienen que comenzar a tomar posición. Los que participaron en las primarias, los que especularon hasta último momento, los que se lanzarán por fuera (o al menos eso dicen), y los que aún no saben qué harán.

También está el rol de los outsiders que, sin participación directa, opinan y se ven obligados a alinearse. Y, como pudimos ver, el sorpresivo rol político que tomaron algunos miembros de la comisión de primarias, quienes supuestamente debían mantenerse independientes… bueno… no lo hicieron y tomaron partido, en este caso intentando “implosionar” el proceso.

Porque el tema de los partidos ya no es tan relevante como el de las personas. Y eso es, porque con las intervenciones y las divisiones, ya no se sabe de qué partido se trata, porque de los tradicionales, hay, al menos dos versiones de cada uno, y en algunos casos, hasta tres versiones. Es un tema de personas, y que cuenten con una plataforma administrativa para las inscripciones y como centros de acumulación de votos.

Habría que hacer una acotación para una mejor lectura de las encuestas que están circulando. Parten de la premisa de que la gente cambia su constitución si simpatiza con un partido político o si se considera “independiente”, y de esa manera los colocan en dos segmentos separados, diluyendo el impacto que causaría si la respuesta se colocara integrada.

Porque la realidad es que nuestra población la que cae en la muestra, está polarizada, y tal vez más que antes, con menos violencia por el cansancio, pero está polarizada. Son solo dos grupos… los que están a favor de que el gobierno continúe, y los que quisieran un cambio.

Y tal vez las preguntas deberían mirar al futuro preguntando sobre el perfil del futuro presidente, de las políticas futuras, y en general, poner el foco en el futuro, y no en el pasado como vienen haciendo. Y ahí, tal vez está la respuesta para los aciertos o los yerros, y para la credibilidad o desconfianza de la encuesta. Tal vez está de más recordarlo, pero las encuestas deben poder leer la realidad y las tendencias, en vez de tratar de influir en esa realidad y en esas tendencias.

Social

Hace años se decía que nuestra sociedad no había sufrido y por eso no valoraba ciertas cosas que tenía, porque no le había costado obtenerlas. Ahora, que ya sufrimos, y seguimos sufriendo, estamos en condiciones de valorar lo que tenemos, y también lo que perdimos. Y es por eso que esta vez, los mensajes de cambio y de oferta de una vida mejor, tienen un peso y una cabida que no habían tenido en el pasado.

Si bien no hay señales que puedan indicar violencia social en las calles, no hay que descartar que el comportamiento de las sociedades se corresponde con ciertos patrones de respuesta emocional, que varían entre la gente, quedándose en su casa, o saliendo a la calle.

Una vez que la gente fue sacada de su zona de estabilidad emocional, donde puede manejar razonablemente los buenos y los malos momentos, y fue sacada por circunstancias extremas externas, como no tener para comer, o para curarse, o para realizar, mínimamente su actividad diaria, entra en una situación de “inmovilización” por no saber qué hacer, aunque en la conciencia de que algo tiene que hacer, y que esto no puede seguir así.

Y el siguiente paso, derivado de la inmovilización, es la “negación”, que se lee como “esto no me puede estar pasando a mí… es injusto”. Y la respuesta, entendiendo que la lectura que hace de la situación es negativa, y que no tiene por delante herramientas institucionales, ni alternativas para mejorar, entonces se mueve hacia un nuevo estatus emocional de actividad o híper actividad de “rabia”, la cual sí pudiera reflejarse en movimientos violentos.

Esa rabia puede ser evaluada en términos de un reducido número de personas en un tiempo corto, o en una gran masa humana en las calles, por tiempo indeterminado. Esas son las opciones que están frente a nosotros; y, dependiendo de su evolución, es que se comportarán los caminos gruesos que se plantean en lo económico… si la calle se radicaliza, la respuesta del chavismo será radicalizarse en lo político represivo y económico… porque en lo social, en la calle, difícilmente pueda contrarrestar una gran masa humana.

Y, dependiendo del resultado de esa situación de rabia, es que se regresa a inmovilización y negación, o se avanza a un nuevo estadio de “negociación”, donde realmente haya algo que negociar, porque se cortaron las asimetrías, y ahora habría más paridad de fuerzas.

Y, si esto resultara así, que se va a una mesa de negociación con paridad de fuerzas, entonces todos deben estar dispuestos a ceder algo, para facilitar el tránsito hacia el futuro… ninguno obtendrá todo lo que le gustaría, pero todos obtendrían todo lo que se podía… en beneficio de una patria que hoy está muy dañada y que se merece un futuro mejor… al que, por el camino que vamos, no se llegará.

Económico

Insisto en que no hay ninguna señal en el horizonte de medidas que corten el estancamiento en la actividad económica. Por lo cual, el escenario inercial es el que se impone, y por la tendencia, las cosas no mejorarán, todo lo contrario, se puede anticipar más inflación, más devaluación y menos actividad económica.

Hay empresas que lo están haciendo muy bien, en sectores deprimidos, y empresas que no se han dado cuenta que tienen que cambiar, en sectores más animados, y que por eso no pueden aprovechar las oportunidades. Los sectores de alimentos y laboratorios y farmacias, mantienen un nivel de demanda con menor elasticidad al precio, lo cual significa que, aunque los precios aumentan mucho, la demanda se contrae menos; sí se contrae, pero menos que otros que son más sensibles al precio y que, ante el menor aumento, dejan de ser consumidos.

Estamos en un punto de decisión, que muestra dos caminos gruesos de salida: 1) radicalización política que arrastre a la economía, y 2) profundización de la liberalidad y el mercado.

Esa salida no va a estar totalmente en uno u otro camino; seguramente tendremos una mezcla de grises, que dependerá del interés político asociado a esa actividad; pero, sí se notará mayor influencia de uno de los dos escenarios. Y debemos encontrarnos con mayor presencia del estado. Ese “repliegue” que se notó en el pasado, ya no está más, y difícilmente se regresará a él.

Si se lee correctamente el entorno, notaremos que toda actividad económica de la cual pueda derivarse poder político para la oposición, será sujeta de todo el peso de las posibilidades que ya conocemos. Por otra parte, toda actividad relacionada con hidrocarburos, de cualquier tipo, tendrá la presión de un seguimiento cercano por parte del Estado.

No olvidar que los dos puntos prioritarios para el gobierno son: 1) conseguir el mayor flujo de caja positivo posible; 2) asegurarse el control social como contrapeso a la pérdida de popularidad. Y a partir de esos dos elementos referenciales, se pueden entender y explicar las medidas que se están tomando, y, también, las que no se están tomando, aunque deberían.

Internacional

Al mismo tiempo que se endurece la situación en el Mar Negro, y que entran en acción las flotas de guerra de Rusia y de la OTAN, se incentiva una campaña de medios indicando que en realidad Rusia está ganando, que Ucrania no recuperó nada, que el responsable por la invasión es Ucrania por no haber cumplido los acuerdos de Minsk, y que, en realidad, Putin es el bueno y que todos los demás son los malos.

El recientemente creado Consejo OTAN-Ucrania, que institucionaliza la relación de Ucrania con la Otan, y se considera el primer paso para su futura integración, se reunió para trabajar en la grave situación de seguridad en el Mar Negro tras la terminación unilateral de Rusia de la Iniciativa de Granos del Mar Negro negociada por las Naciones Unidas y Turquía.

Desde el lado de los países de la OTAN han ampliado la capacidad de producción de equipamiento de guerra, en cuanto a drones, aviones, misiles, tanques, vehículos blindados, y equipos personales, así como en entrenamiento de fuerzas de tierra, mar y aire. Se están preparando para una guerra larga, durante la cual desplegarán esos recursos, tratando de mantener activa el resto de sus economías.

Pero lo que parece claro es que la recuperación económica y el alejamiento de la recesión, el aumento del nivel de empleo (EE UU está en picos históricos), más la estrategia de suba de tasas (también a máximos históricos) para los bonos del tesoro americano, están auspiciando que serán capaces de resistir todo el tiempo que sea necesario, para doblegar el esfuerzo expansionista de Rusia, y ahora de su aliado Bielorrusia. Polonia, Finlandia y los países Bálticos son los que deben estar preparados para la siguiente ola de conflicto promovida por Rusia.

Por otra parte, habrá que ver si Taiwán, se convierte en el detonante de la entrada de China y de EE UU a una guerra, que todo indica que será global. Y si eso es así, nuestra situación en Latinoamérica se verá comprometida, forzándonos a alinearnos en la esfera de EEUU; es como la consecuencia de la alerta temprana que les comentaba, sobre el aumento de la frecuencia de viajes de la general Richardson a la región. Y allí sí puede haber un problema para Venezuela, al estar en el territorio de influencia de EE UU, siendo considerados una amenaza para ellos. Habrá que ver cómo tratan a las amenazas cuando están en guerra. De todos modos, no se ve bien para nosotros.

Recomendación

  • Al gobierno: que trabaje en una reforma económica que impulse el crecimiento económico y la creación de empleos; al mismo tiempo que inicie un proceso de diálogo y negociación con la oposición para encontrar una solución pacífica a la crisis política. Todo en el marco de un plan de desarrollo social que aborde los problemas de pobreza, desigualdad y violencia. También debería trabajar para restaurar la confianza de la comunidad internacional.
  • A la dirigencia opositora: que reconozca que los que quedaron en el campo de las primarias, son los que tienen verdadera vocación opositora, lo cual confirmaron con sus declaraciones en la UCAB, que no dejaron lugar a dudas. Y que refuercen esa trinchera, “limpiando” la institución Comisión Nacional de Primaria, cerrando filas, para evitar la palabra “implosión” que en este caso se asemeja a quinta columna y a traición… gente que tiene intereses propios que se alejan del interés nacional.
  • A la dirigencia empresarial: que establezca una sala situacional defensiva para leer las señales del entorno, e identificar los puntos ciegos para las empresas, los cuales suelen estar en los campos político, social e internacional, y que se manifiestan en lo comunicacional. Cuanto menos se declare, mejor para todos. Como dicen por ahí: ”Calladito te ves más bonito”.

https://www.elnacional.com/venezuela/analisis-de-entorno-sanciones-no-sa...

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Paulina Gamus

Yo no corrompí a nadie, ellos ya eran corruptos

Marcelo Odebrecht al ser liberado tras dos años y medio en prisión.

El escándalo por los multimillonarios sobornos que la empresa brasilera Odebrecht repartió casi urbi et orbi, provocaron destituciones, encarcelamientos, fugas, extradiciones y hasta suicidios. Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, Venezuela es el país que más dinero recibió en sobornos por parte de Odebrecht; entre 2006 y 2015. Once obras públicas fueron contratadas por esta constructora y están paralizadas.

El Departamento de Justicia sostiene que el gobierno de Venezuela recibió al menos 98 millones de dólares en sobornos. Los 98 millones estarán depositados por sus anónimos beneficiarios en paraísos fiscales o en los bancos que se han prestado para blanquear operaciones delictivas. Los delincuentes son como se llama a los ladrones en Italia, Il soliti ignoti (los desconocidos de siempre).

Al hablar del destino o destinos del producto del saqueo a que ha sido sometida Venezuela durante los 24 años de gobiernos de Hugo Chávez y de Nicolás Maduro, me viene a la memoria una presentación que le hizo al Comité Ejecutivo de Acción Democrática (CEN) a principios de 1998, una empresa norteamericana de consultoría sobre cómo mejorar el ejercicio democrático. La consultora había sido contratada por el gobierno de Rafael Caldera II. No recuerdo mucho de lo que dijeron los demás expositores pero se me quedó grabado lo dicho por el más joven del grupo: «los corruptos colombianos invierten en Colombia, los corruptos venezolanos sacan el dinero fuera del país».

El diario El País, de España del 14 de este mes de julio, ha publicado la siguiente noticia: «Corrupto en Colombia, héroe en su pueblo: “El Ñoño Elías es un ladrón, sí, pero robó para nosotros», dice convencida una mesera de un restaurante en Sahagún, Córdoba, ante la pregunta de por qué el domingo ella y cientos de personas más recibieron con devoción a uno de los principales responsables del escándalo de Odebrecht en Colombia. Las imágenes de la multitudinaria caravana de bienvenida del Ñoño en su tierra natal se hicieron virales y generaron el rechazo y la indignación de opinadores y políticos en Bogotá. «¿Cómo es posible que cientos de personas salgan a recibir como a un héroe a un hombre que fue condenado (6 años) por concierto para delinquir, lavado de activos, cohecho propio y tráfico de influencias», se preguntaba Juan Pablo Calvás este lunes en una columna en El País.”

«La respuesta comienza el Día de la Madre de 2007, cuando Bernardo Miguel Elías, hoy con 47 años, reunió en la antigua sede del Club Campestre de Sahagún a miles de mujeres pobres. Les regaló lavadoras, neveras, televisores, planchas, ollas a presión y muchos otros electrodomésticos. El evento se repitió todos los Días de la Madre durante los años en los que Ñoño fue congresista del Partido de la U, liderado por el expresidente Juan Manuel Santos. Primero llegó como representante a la Cámara entre 2006 y 2010, y después fue uno de los senadores más votados de Colombia por dos periodos, 2010 – 2014 y 2014 hasta el 10 de agosto de 2017, cuando la Corte Suprema de Justicia ordenó su captura por recibir sobornos multimillonarios de Odebrecht. «

Además, el Ñoño regalaba balones de fútbol y útiles escolares en el día del Niño, bonos en el día del Maestro y diversos regalos en navidad. Patrocinaba ferias, eventos deportivos y conciertos. Regalaba dinero para comprar medicamentos y para materiales de construcción.
Los habitantes de Sahagún ignoraban que la plata que les regalaba en las navidades venía de las coimas de Odebrecht. Sin embargo, ahora que todo el país lo sabe, a los seguidores del Ñoño parece no importarles mucho que su líder sea un corrupto. A quienes critican por ignorancia a sus adoradores un maestro del pueblo les responde: «No es ignorancia, es hambre. El primer paso para reclamar dignidad es tener el estómago lleno».

Imaginemos por un momento al «Tuerto» Andrade (conste que no me burlo de su discapacidad) utilizando los cientos de millones que le quedaron después de los confiscados por EEUU, para crear una fundación que sufrague trasplantes de córneas en el país cuyo régimen le permitió hacerse billonario. Pensemos a Rafael Ramírez creando una empresa sin fines de lucro para evitar los derrames petroleros que ocurren a cada momento en el Lago de Maracaibo y los permanentes incendios en las semidestruidas refinerías consecuencias de la destrucción de Pdvsa. O a Haiman El Troudi, patrocinando una Fundación que ayude a reparar algunos de los desastres que su ruinosa gestión le ocasionó al Metro de Caracas, por ejemplo una campaña de comportamiento cívico como aquella que desarrollo Renny Ottolina antes de la inauguración del subterráneo.

Los Bolichicos de Derwick: Leopoldo Alejando Betancourt López, Francisco Convit Guruceaga, Domingo Guzmán López y Orlando Alvarado, que viven como reyes entre España y Nueva York, podrían ser recibidos en hombros si regresan a Venezuela, con solo crear una Fundación que reponga lavadoras, secadoras, neveras, televisores, computadoras y todos los electrodomésticos dañados por los incesantes apagones y bajones del servicio eléctrico.

Claro que los antes nombrados no son los únicos ladrones que dejaron al que era su país en la inopia. La lista es larga y lo robado alcanzaría para la reconstrucción total de Venezuela. Pero por algo se empezaría si algunos de ellos quisieran reencarnar el espíritu de Robin Hood «El Príncipe de los Ladrones».

Paulina Gamus es abogada, parlamentaria de la democracia.

Twitter: @Paugamus

https://talcualdigital.com/el-efecto-robin-hood-por-paulina-gamus/

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