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Opinión

​José E. Rodríguez Rojas

Hace 50 años se publicó la primera edición del libro “Persona non grata” escrito por el intelectual chileno Jorge Edwards, fallecido recientemente. El éxito del libro opacó el resto de la obra literaria de Edwards por la cual fue galardonado con varios reconocimientos, entre los cuales destaca el Premio Nacional de Literatura de Chile (1994) y el prestigioso premio Cervantes en 1999.

En el libro citado Edwards vuelca su experiencia como representante diplomático del gobierno de Salvador Allende, en los primeros años de la década de 1970, ante el régimen de Cuba dirigido por Fidel Castro. El diplomático chileno debía preparar el terreno para restaurar las relaciones entre los dos gobiernos y abrir la embajada de Chile en la isla. Durante su estadía en Cuba el escritor se reunió con todos los sectores, en particular los relacionados con la cultura, muchos de los cuales eran críticos del régimen de Castro. En su condición de diplomático tenía acceso a las tiendas oficiales en las cuales expendían licores y delicateses vedados a la mayoría de los cubanos. Con ellos organizaba reuniones a las cuales asistían poetas y escritores cubanos que podían por unos momentos escapar de las penurias que implicaba vivir en la isla.

Después se enteraría, por boca del propio Fidel Castro, que estas reuniones eran espiadas por los agentes secretos del régimen el cual se enteraba en detalle de lo tratado en las mismas. Como era de esperar los poetas y escritores que asistían se desahogaban quejándose de las carencias diarias que sufrían y de sus limitaciones para escribir y publicar con libertad. Un hito importante en relación a este tema, fue el caso del poeta Heberto Padilla quien fue detenido por los cuestionamientos expuestos en una de sus obras, torturado y obligado a realizar una autocrítica pública en la cual confesó su supuesta conducta contrarevolucionaria y denunciaba a otros poetas y escritores. Edwards fue un testigo de primera línea de la tragedia del poeta Padilla; en este sentido su obra da voz a los intelectuales cubanos perseguidos por el régimen de Castro.

Al final el mismo Castro se reunió con el escritor chileno y le hizo saber la posición del gobierno y su desagrado en relación a los contactos de Edwards con los creadores cubanos, declarándolo persona non grata y exigiéndole que en un plazo prudencial abandonara la isla. Edwards abandona Cuba y se dirige a París donde Pablo Neruda había sido designado como embajador de Chile. Una vez en la capital francesa hace del conocimiento de Neruda los detalles de su desencuentro con Castro y su régimen. Neruda le da su apoyo e informa de ello al gobierno de Allende. Igualmente lo hacen algunos intelectuales que hasta ese momento habían apoyado al régimen de Castro, como Jean Paul Sartre, Simone de Beauvoir y Mario Vargas Llosa, iniciándose un progresivo distanciamiento de éstos con el régimen. Vargas Llosa en particular ha sido un acérrimo crítico de la dictadura desde ese momento.

Si bien en una primera instancia la reacción de los círculos intelectuales es desfavorable y Edwards es condenado al ostracismo; en la medida que el tiempo avanza se profundiza en éstos la fractura sobre el tema cubano, alentada por los creadores perseguidos por los Castros y su régimen. A finales de la década de 1980 Reinaldo Arenas y Jorge Camacho, dos disidentes cubanos exiliados, dirigen una carta a Fidel Castro emplazándolo a convocar un plebiscito luego de treinta años de ejercer un poder omnímodo sobre la isla. La Carta de Paris como se le conoce halló muchísimo eco en el mundo intelectual y concitó la firma de cien personalidades del mundo de la cultura como Octavio Paz, Juan Goytisolo, Yves Montand, Federico Fellini, Gerard Depardieu.

El régimen de Castro hizo cabildeos a nivel internacional que lograron amortiguar el impacto de los cuestionamientos de los intelectuales cubanos y del libro de Edwards; una vez que la Unión Soviética le retira su apoyo el líder cubano comienza desesperadamente a buscar una nueva inserción internacional y un nuevo mecenas. En este contexto se adscribe al Movimiento de los Países No Alineados que en un momento dado fue presidido por Carlos Andrés Pérez (CAP) lo cual le granjeó el apoyo de Venezuela y otros países.

En su nueva condición fue invitado a la investidura de CAP en su segundo gobierno. En esa oportunidad cerca de 900 intelectuales venezolanos firmaron una carta que buscaba servir de contrapeso a la Carta de Paris. En su comunicación los venezolanos le manifiestan “su respeto a lo que él como conductor de la revolución cubana ha logrado en favor de la dignidad de su pueblo y de América Latina” afirmando a continuación “que solo la ceguera ideológica puede negar el lugar que ocupa el proceso que usted representa en la historia de la liberación de nuestros pueblos”. Esto le saldría caro a algunos de los firmantes una vez que el chavismo llega al poder e inicia su política represiva, siguiendo el guion elaborado por Castro y su régimen. Varios de los firmantes se vieron obligados a huir hacia países vecinos a fin de poner su humanidad en resguardo de la ira de régimen chavista descontento con sus críticas.

Una evaluación de largo plazo nos evidencia que la obra de Edwards hizo una contribución importante al dar voz a los intelectuales perseguidos por los Castros, que dentro y fuera de Cuba han presionado por un cambio. Ello ha puesto en evidencia la naturaleza del gobierno cubano como un Estado policiaco, que ha tendido a reproducir en los más mínimos detalles los rasgos represivos del régimen estalinista. Debido a ello el libro todavía mantiene su vigencia al punto que continua siendo una obra prohibida en Cuba.

Fuentes:

Edwards, J. 2006. Persona non grata. Alfaguara Editores. Santiago de Chile.

El Mundo. 2014. Jorge Edwards “Persona Non Grata” 40 años después. 23 de julio.

Martínez, Ibsen. 2014. Los de entonces ya no somos los mismos. El País. 5 de junio.

Profesor UCV

 4 min


Ignacio Avalos Gutiérrez

Alrededor de mil expertos acaban de firmar una carta publicada por el Future of Life Institute con el objetivo de llamar la atención sobre el inmenso riesgo que suponen los últimos descubrimientos y creaciones en el ámbito de la denominada Inteligencia Artificial General Ampliada (AIG por sus iniciales en inglés).

Dicho en pocas palabras, en ella muestran sus posibles riesgos y la apremiante necesidad de establecer ciertos criterios que la encaminen y regulen, argumentando que compite con la inteligencia humana y constituye una “potencial amenaza para la humanidad”. Se trata, añaden, de una carrera fuera de control para desarrollar e implementar mentes digitales cada vez más poderosas, dejando ver en un horizonte no tan lejano, transformaciones que modelen la vida humana en todos los espacios sociales, estableciendo parámetros muy distintos a los vigentes en el siglo XX, a una velocidad que rebasa la capacidad de responder oportunamente a sus consecuencias.

Afirma el filósofo Yuval Harari, uno de los que respalda el documento, que a medida que la inteligencia artificial domine el lenguaje natural, crece el peligro, porque eso significa que se puede “piratear y manipular el sistema operativo de la civilización”; además de que, a través de la generación de imágenes, se hace menos distinguible la línea que separa la realidad de la manipulación.

Se pide una “taima”

El texto al que me refiero se pregunta si “…debemos desarrollar mentes no humanas que con el tiempo nos superen en número, inteligencia, obsolescencia y reemplazo, arriesgándonos a perder el control de nuestra civilización” Y llama, por tanto, a encarar urgentemente la cuestión, solicitando a todos los laboratorios que suspendan de inmediato, durante al menos seis meses, “el entrenamiento de sistemas de IA más potentes que GPT-4”, subrayando que el cumplimiento de la medida pueda ser verificado por parte de los gobiernos. Se solicita, así pues, una “taima”, como se decía antes para pedir tiempo por algún motivo, y suspender la acción en un evento, por ejemplo, un partido de futbol o de beisbol.

Con esta propuesta se espera que los laboratorios trabajen durante ese lapso en el diseño de protocolos de seguridad que puedan ser auditados por expertos independientes. Se trata, en fin, de que se pueda llegar a precisar reglas a nivel universal que fijen la dirección y la utilización de la AIG, a partir de los valores humanos.

La interrupción de las actividades durante un semestre ha generado dudas. El mismo Elon Musk, cuyo apoyo a la carta ha generado cierto asombro, ha expresado que “…solo serviría que algunas empresas, estatales o privadas realicen avances en la oscuridad a la vez que restringiría la posibilidad de hacerlo a todos los demás”. Propone, en su lugar, “la creación de laboratorios de IA de código abierto con recursos informáticos financiados con fondos públicos, que actúen de acuerdo con las normativas dictadas por las instituciones democráticas”. Entiende uno, entonces, que las grandes empresas se opondrían a cualquier intento de crear protocolos de seguridad oficiales y no es pecar de suspicaz creer que en varias partes del mundo aprovechen la ocasión para sacar ventajas económicas de la “taima”.

Principios éticos

Por otra parte, cabe señalar que en parecida dirección a la sugerida en la declaración divulgada, hay iniciativas importantes, entre las que cabe citar, a título de ejemplo, las que se llevan a cabo la Unión Europea, y la reciente decisión del Presidente Biden de establecer políticas y normas públicas que fijen el desenvolvimiento de la AIGA.

Igualmente, tras la opinión de los mil expertos, la UNESCO a solicitado a los países que apliquen sin demora su Recomendación sobre la Ética de la Inteligencia Artificial, adoptada por unanimidad por los 193 Estados miembros de la Organización, y que proporciona las garantías necesarias para reconocer el control humano sobre ella, como un nuevo derecho.

Has subido el tono de las alarmas, sobre todo a partir de la aparición del ChatGPT-4, por lo que ha significado en el avance del lenguaje natural automatizado. Se sostiene, entonces, la necesidad de adoptar de manera apremiante, principios éticos que orienten el diseño, la fabricación, la prueba y el uso de robots y de la inteligencia artificial, haciéndolos compatibles con el respeto a la dignidad y valores humanos en todas sus dimensiones.

Todavía estamos a tiempo me dice un amigo que sabe mucho de estas cuestiones. Ojalá, dice uno, que no sabe tanto.

El Nacional, miércoles 12 abril 2023

 3 min


Jimena Canales

La pregunta ¿qué nos hace humanos? irrita a los filósofos más sofisticados tanto como a la gente común. ¿Nos distingue el uso de nuestro lenguaje, nuestra capacidad de crear arte, el amor que sentimos hacia el prójimo, nuestra conciencia del universo, o nuestras aptitudes técnicas, de raciocinio o de imaginación? Ya que todas las respuestas admiten excepciones y objeciones, podríamos argumentar que esta es una de las más grandes preguntas de todas. Está conectada con temas tan importantes como qué hace que valga la pena vivir o cuál es la importancia y el deber de conservar una vida. También está relacionada con los problemas que nos llevan a actuar inhumanamente y a olvidar lo mejor de nuestra especie.

Apenas hay escritor o filósofo que no haya intentado responder la cuestión. Muchos han dedicado su vida y obra entera a tal enigma. Podría agregar a muchos grandes pensadores a la lista de aquellos que han pensado en este tema, pero me limito a anotar algo que ha eludido a todos: indagar qué son los humanos desde la perspectiva de los humanos es ya una estrategia comprometida. Si verdaderamente quieres saber quién eres, tienes que averiguar qué dicen de ti.

Empecemos por preguntarnos cómo las computadoras aprendieron a distinguir entre un humano y un no humano. Pongámonos en su lugar. Según ellas, ¿cuáles son las cualidades únicas de los seres supuestamente “humanos”?

LAS ELECCIONES DE 1996

Los primeros retos alrededor de la distinción de los humanos remontan a octubre de 1996. Durante las campañas electorales a la presidencia de Estados Unidos, la compañía Digital Equipment Corporation (DEC), luego adquirida por Compaq y fusionada con Hewlett-Packard, lanzó un nuevo servicio en internet. Era un concepto muy novedoso: una página web recopilaba y mostraba datos de encuestas sobre los candidatos presidenciales. El entonces presidente y candidato demócrata Bill Clinton se perfilaba de nuevo como ganador. Su competidor era el senador Bob Dole del Partido Republicano. Como parte de su estrategia, Clinton prometía invertir en el desarrollo de la internet y, junto con su vicepresidente Al Gore, anunció su estrecho compromiso con la Next Generation Internet (NGI). El gobierno estadounidense vislumbraba transformaciones importantes para la economía y la sociedad que llegarían en un futuro próximo. De acuerdo con sus previsiones, las computadoras conectadas en red cambiarían la manera en que las personas se relacionarían entre ellas y con su entorno: “La internet proporcionará un espacio poderoso y versátil para los negocios, la educación, la cultura y el entretenimiento, [donde] la vista, el sonido e incluso el tacto se integrarán a través de potentes computadoras, pantallas y redes […] La gente usará este ambiente para trabajar, realizar operaciones bancarias, estudiar, comprar, entretenerse y visitarse unos a otros.”

Ese otoño los votantes escuchaban atentos las promesas dadas por los candidatos, incluyendo entre ellas la “Next Generation Internet”, que afectaban su popularidad. Algunos de ellos consultaban la página de Digital Equipment Corporation que mostraba, minuto a minuto, cómo subían o bajaban en las encuestas. Pronto se notó un problema con los datos que mostraba la página: había personas que ingresaban repetidas veces a su candidato preferido en la encuesta. En vez de mostrar quién era realmente el candidato más popular, la encuesta mostraba cuál de todos tenía más simpatizantes cibernautas tramposos.

Pronto el problema en las encuestas de internet incrementó: los programadores aprendieron cómo crear bots –una abreviación de robot aplicada a un software–. Los bots podían ingresar datos automáticamente manipulando los resultados. En esos casos, la encuesta no solo no mostraba la preferencia de la población votante, sino que ni siquiera mostraba la preferencia de los seres humanos, ya que las respuestas provenían de los bots. Como precaución, el servicio de encuestas ideó una traba en contra de estos nuevos actores y comenzó a mostrar una imagen de la “bandera estadounidense en una posición aleatoria en la pantalla y luego solicitó al usuario que hiciera clic en la bandera antes de ingresar una opinión”. La solución, aunque de pinta muy patriótica, era defectuosa. Rápido, los programadores crearon bots que podían perseguir las banderas en la pantalla, de manera automatizada, y hacer clic en ellas para ingresar aún más entradas en la encuesta. Críticos del nuevo sistema, entre ellos un ingeniero llamado Mark D. Lillibridge, pronto notaron cómo era “fácil escribir un programa que reconociera la bandera estadounidense y simulara un clic; por lo tanto, este método no sirve para restringir de manera efectiva el acceso de los agentes electrónicos”.

En casos como este fue claro que la manipulación y el fraude en el control de la información chocaban contra los ideales de quienes defendían la internet. En agosto de 1998, en la cumbre anual sobre “Ciberespacio y el sueño americano” en Aspen, Colorado, Ira C. Magaziner –encargado del proyecto durante la administración Clinton– afirmó que en la nueva era de la revolución digital “la censura y el control de contenido no solo son indeseables, sino imposibles en la práctica”. Su predicción probó ser optimista y equivocada. Regular a los cibernautas humanos era casi imposible, pero controlar a los bots resultó aún más difícil. Empresas como Digital Equipment Corporation batallaban en distinguir a los usuarios individuales de los duplicados, y a los seres humanos de los seres automáticos, ya que algunos usuarios se dedicaban a crear programas computacionales que podían imitar a los humanos, a los cuales podrían suplantar sin problemas y sin poder ser identificados.

Los bots pronto comenzaron a desempeñar roles más activos en la web. Durante el otoño de 1998, otra encuesta vía internet hizo historia. Un sitio web pidió a los usuarios que votaran por el mejor departamento de informática en las universidades del país. Los estudiantes de la Universidad Carnegie Mellon encontraron una manera de enviar miles de votos mediante programas automatizados. Al día siguiente, los estudiantes del mit desarrollaron un programa rival. Este resultó ser más eficaz. mit ganó con 21,156 votos, en comparación con los 21,032 de Carnegie Mellon, mientras que otras escuelas recibieron menos de mil. En este caso, la encuesta manipulada por bots había funcionado mejor de lo que se pensaba, aunque sin reflejar la opinión de los votantes humanos. El resultado indicaba qué universidades tenían los mejores programadores de bots, los mejores manipuladores de encuestas por internet y, por ende, los mejores departamentos de informática.

Durante estos años, a pesar de los desafíos que mostraba la regulación de internet, los retos se consideraron, en su mayoría, de una manera positiva. A menudo, se continuaba asociando al nuevo medio con la libertad de expresión, el libre flujo de información, la democracia y el antitotalitarismo. En buena medida se ignoraban los retos de la desinformación, las fake news, las teorías conspiratorias que creaban burbujas y cámaras de eco donde la información quedaba atrapada, y la perniciosa y sutil difusión de propaganda política. Cuando en el 2000 el presidente Bill Clinton discutió la posibilidad de que China se uniera a la Organización Mundial del Comercio, minimizó la capacidad de censura de ese país gracias a la nueva tecnología que prometía cambiar el orden global. De acuerdo con el presidente, los intentos de los chinos de “tomar medidas enérgicas contra internet” serían inútiles, ya que censurar internet era “como tratar de clavar gelatina en la pared”. Se equivocó: censurar a los humanos que usan internet no era difícil, incluso fue mucho más fácil que controlar a los bots.

Si bien los pioneros del mundo de internet como Alan Turing y Joseph Weizenbaum intentaron crear programas que imitaran a los humanos, el desafío para el próximo milenio dio un giro de ciento ochenta grados: ahora sería distinguir los unos de los otros. Una de las primeras solicitudes de patentes presentadas con este fin buscaba evitar que los usuarios crearan cuentas de manera automática a fin de tener múltiples accesos a los servicios de suscripción en línea. Su idea era novedosa: solicitaba que los usuarios identificaran un “patrón de validación gráfica”. Según sus creadores, entre ellos Lillibridge, el nuevo invento “evita o dificulta la creación automática de múltiples cuentas de usuarios mediante el uso de scripts de programación o técnicas similares”. No cualquier patrón funcionaba, sino solo aquellos “diseñados de tal manera que se dificulte la identificación usando las técnicas de reconocimiento óptico de caracteres”. Por primera vez en la historia de internet, se había encontrado una barrera efectiva entre los usuarios humanos y los no humanos que poblaban el universo cibernético. Pero la barrera pronto probó ser muy porosa y la distinción entre los actores demasiado burda.

LOS CAPTCHA

Los avances en la programación de bots llegaron a tal punto que alrededor de 2003 se acuñaron las siglas CAPTCHA de “Completely Automated Public Turing test to tell Computers and Humans Apart”, a raíz del trabajo del guatemalteco Luis von Ahn y del venezolano Manuel Blum, entre otros. Su presentación en la conferencia internacional de criptografía Eurocrypt, que tuvo lugar en Varsovia en 2003, y el artículo titulado “CAPTCHA: Using hard ai problems for security”, publicado en las actas del evento, ayudaron a popularizar el nuevo término. Sus creadores se mostraron poco optimistas de poder encontrar una solución totalmente eficaz. “No hay forma de demostrar que un programa no puede pasar una prueba que un ser humano sí pudiera pasar, ya que hay un programa, el cerebro humano, que sí lo hace”, escribieron. Al equiparar las habilidades de procesamiento de los cerebros humanos con los programas de computadora, ponían en primer plano una situación muy novedosa que empezaba a marcar la época. Los antagonistas en esta guerra ya no se definían únicamente como computadoras versus humanos, sino como una serie de “adversarios”, algunos con intenciones “maliciosas” y otros no, que pelaban por un lugar en el universo cibernético. A partir de entonces, el problema se vería menos como una lucha entre partes ontológicamente distinguibles que como uno de “apalancamiento” de dos lados, uno contra el otro.

Al año siguiente, Compaq ganó una patente para “restringir selectivamente el acceso a los sistemas informáticos”. La compañía insistió en que “la integridad es particularmente importante si el proveedor está organizando una lotería, o realizando un concurso de popularidad o una encuesta que permita a un usuario registrar múltiples entradas”. También señalaba las necesidades de la industria de la publicidad en línea ya que “los ingresos publicitarios generalmente se basan en la cantidad de veces que se muestran anuncios cuando se realizan solicitudes de servicio”. Los motores de búsqueda (uno de los más populares en esos años era AltaVista de DEC) eran particularmente vulnerables al “page boosting” o promoción de la página. Para entonces, el desafío se consideraba una lucha entre “usuarios humanos reales” y “agentes automatizados […] que operan en nombre de los usuarios”, este último definido como “un programa de software o generador de scripts que puede imitar los accesos de los usuarios”. La tarea de controlarlos era urgente ya que “es bien sabido que muchos agentes en la internet están diseñados intencionalmente para comportarse de manera maliciosa, destructiva o ‘antisocial’”.

Los expertos en estas tecnologías se encontraban en una situación en la que todos ganaban: si un acertijo en forma de CAPTCHA funcionaba, eso probaba que se había encontrado una manera de diferenciar a los humanos de las computadoras. Si, de lo contrario, el captcha fallaba, quería decir que se había sobrepasado un obstáculo más en el gran reto de desarrollar la inteligencia artificial. Yahoo, Hotmail y PayPal se apresuraron a adoptar las nuevas tecnologías. La compañía Microsoft patrocinaba las investigaciones, sabiendo que se beneficiaría de ellas.

A pesar de los logros técnicos, la tarea que la industria CAPTCHA tenía por delante se volvía cada vez más compleja. Un número creciente de practicantes empezaban a entender su desafío como el de “probar la humanidad” lo que los obligaba a desarrollar “pruebas de humanidad”. Según crecía el número de usuarios en internet, los riesgos de confundir los actores involucrados, o peor aún, de favorecer a uno sobre el otro, se volvían cada vez más ominosos. ¿Qué pasaría si algún bot entraba al sistema y lo cerraba por dentro empleando algún CAPTCHA o sistema novedoso que previniera la entrada a los humanos? Durante la segunda conferencia internacional de Human Interactive Proofs (HIP) de 2005, el editor y ponente Daniel P. Lopresti se preguntó: “¿Sería posible que los usuarios reales (es decir, humanos) queden bloqueados si el sistema se convence de que las respuestas erróneas proporcionadas por cierto algoritmo son correctas?”

ENTRA GOOGLE

En 2009, Google adquirió una nueva prueba diseñada para mejorar el CAPTCHA tradicional, llamada reCAPTCHA y desarrollada en la Universidad Carnegie Mellon. Durante las primeras semanas de marzo de 2012, solo unos años después de que Google entrara en la competencia, la empresa implementó un nuevo sistema. De repente, las pruebas de texto distorsionado que habían caracterizado los antiguos CAPTCHA desaparecieron y ahora se pedía a los usuarios que identificaran fotografías de “números de casas extraídos de Google Street View”. Un usuario que intentó hacer la nueva prueba describió su asombro al ver el cambio. “Lo que acabo de ver se parece mucho a los números de dirección dorados atornillados sobre un revestimiento de vinilo” comunes en las casas de los suburbios americanos. Tales imágenes llevaron a sospechar a este perspicaz observador que probablemente Google tenía otra intención detrás de sus nuevas consultas. “Creo que es muy probable que Google esté decodificando los números que se encuentran en las imágenes de sus cámaras de Street View. Tal vez están intentando crear alguna característica nueva dentro de los mapas de Google”, se preguntó. Después de averiguar si otros usuarios tenían experiencias similares, concluyó: “Tengo curiosidad por saber qué está pasando ahora y qué es lo que el viejo G tiene bajo la manga esta vez.” Poco tiempo después, quedó claro que, en efecto, al forzar a los usuarios a identificar imágenes para entrar a ciertas páginas, Google utilizaba estas respuestas como datos valiosos obtenidos sin el conocimiento ni el consentimiento del usuario.

El uso de estas tecnologías había evolucionado tanto que la investigación ahora formaba parte del proyecto para mejorar el software de reconocimiento de imágenes. Desde 2005 los expertos reunidos en la segunda conferencia internacional de HIPya habían llegado a una idea similar para crear CAPTCHA con el fin de “beneficiar tanto la seguridad en línea como la investigación de reconocimiento de patrones”. Pocos años más tarde, Google implementaba ese proyecto en una escala masiva sin precedentes. Cuando un periodista del sitio especializado TechCrunch le preguntó a la empresa sobre sus intenciones reales, Google confirmó que “actualmente estaba ejecutando un experimento donde los caracteres de Street View aparecen en CAPTCHA”. Y elaboraron: “frecuentemente extraemos datos como los nombres de las calles y señales de tráfico de las imágenes de Street View para mejorar Google Maps incorporando datos tales como la ubicación y localización de negocios”. Los usuarios humanos, la mayoría sin saberlo, estaban ayudando a las computadoras a mejorar su capacidad de reconocer y clasificar imágenes. Cuando las verdaderas intenciones de la empresa salieron a luz, Google admitió haber usado los resultados de reCAPTCHA en su labor para digitalizar contenido para Google Books y los archivos de Google News. Si bien “el sistema está diseñado para reducir el spam y el fraude” también contribuye a la digitalización de un texto que provenga de materiales impresos, como libros y periódicos.

El propósito original de diferenciar a los humanos de los bots pasó a un segundo plano. Vinay Shet, gerente de productos de Google para reCAPTCHA, explicó en el blog de seguridad de la compañía las razones detrás del cambio: “Los avances en inteligencia artificial han reducido la brecha entre las capacidades humanas y mecánicas para descifrar texto distorsionado.” La agresividad de la pelea era tan clara como lo había sido en años anteriores, con bots considerados por sus oponentes como “atacadores”.

Los programadores conocían desde hace mucho tiempo la posibilidad de utilizar los datos de los humanos para ayudar a las computadoras a volverse más humanas y más inteligentes. ImageNet, un proyecto de inteligencia artificial lanzado en la Universidad de Stanford, se basó en gran medida en el “crowdsourcing” para desarrollar métodos de clasificación y categorización de imágenes. Al usar miles de voluntarios para clasificar conjuntos de imágenes ampliamente disponibles en la red, estos “datos” se convertían en “alimento” para las inteligencias artificiales. Inicialmente, ImageNet reunió a cincuenta mil personas dispuestas y capacitadas para clasificar alrededor de mil millones de imágenes, que luego sirvieron para alimentar a las computadoras. En su plática TED, Fei-Fei Li, la líder del proyecto de Stanford, explicó cómo se podría lograr un progreso enorme en la inteligencia artificial ahora que “tenemos los datos para nutrir el cerebro de nuestra computadora”.

¿Qué pasaría si más personas comenzaban a proporcionar alimentos para las inteligencias artificiales de forma gratuita, sin ni siquiera saberlo? ¿Cuál será el poder de quien se adueñe de esta inteligencia integrada con el cerebro de millones de incautos usuarios? ¿Qué propósitos tendría y contra quién estará dirigida?

Otro avance llegó el 25 de octubre de 2013, con el anuncio de que “reCAPTCHA ahora es más fácil (pero solo si eres humano)”. Los psicólogos conocían desde hacía mucho tiempo un ingenioso truco para diagnosticar trastornos mentales. Al administrar una prueba de Rorschach basada en preguntarle a un paciente qué le sugería una imagen hecha con varias manchas de tinta, los analistas podían ignorar la respuesta si se fijaban detalladamente en el comportamiento del sujeto antes y después de la prueba. Si este comportamiento les parecía extraño, el diagnóstico se hacía con base en él. Google probó una estrategia similar. Justo al momento en que un usuario intentara acceder a alguna página web protegida, la compañía empezaba a recopilar datos sobre el comportamiento de los usuarios que se confrontarían con un CAPTCHA antes de que se dieran cuenta de que estaban siendo investigados. Así, la respuesta dada al CAPTCHA dejó de ser la parte central de la prueba. De hecho, se volvió poco más que una distracción para ver cómo reaccionaban los usuarios poco antes y poco después de aplicar la prueba. Google comenzó a enfocarse en la participación total del usuario con su computadora. Los límites de la “prueba” se habían borrado y los CAPTCHA se transformaron en un desafío más dentro de una gran bolsa de trucos de observación que crecía rápidamente y en donde la privacidad del usuario desaparecía a pasos agigantados. “Eso significa que hoy en día las letras distorsionadas sirven menos como una prueba de humanidad y más como un medio para obtener una amplia gama de pistas que caracterizan a los humanos y a los bots”, explicó la compañía. Llegado el año 2014, el software desarrollado por Google para reconocer imágenes y caracteres ejecutando algoritmos de aprendizaje automático ya podía acertar en reconocer el texto distorsionado de los CAPTCHA tradicionales un 99.8 por ciento de las veces. Los humanos acertaban solo un 33 por ciento. Tal discrepancia entre las habilidades de los humanos comparados con los bots hizo que los ingenieros informáticos entraran en pánico. “Por lo tanto, el texto distorsionado por sí solo ya no es una prueba confiable”, concluyeron.

Cuando Google lanzó los nuevos reCAPTCHA, las secciones de comentarios de miles de páginas de internet explotaron con quejas de usuarios que estaban siendo bloqueados. Un empleador del nuevo sistema escribió furioso:

La distinción humanos/bots de reCAPTCHA es atrozmente mala. A partir de mis horribles experiencias con este sistema, y asumiendo que muchos otros usuarios legítimos tendrán que lidiar con lo mismo, no tuve más remedio que deshacerme de reCAPTCHA por completo. No puedo someter a mis usuarios a esta tortura y asustarlos para siempre. Esto ha ido demasiado lejos. Especialmente porque escuché que hay bots, programados para solucionar CAPTCHA, que tienen una tasa de acierto mucho mayor que la mía en este momento.

Había llegado la hora de probar otro método más eficaz. Al acercarse las fiestas decembrinas de 2014, Google y otras compañías temían perder millones de clientes que se quedaran bloqueados al intentar hacer sus compras. Para prevenir tal desgracia, en diciembre de aquel año, las pruebas de CAPTCHA cambiaron a un sistema basado en confesiones forzadas. Simplemente se les pedía a los usuarios hacer clic en un cuadro con el mensaje “No soy un robot”. Si tal clic se estudiaba en combinación con los datos de comportamiento del usuario recopilados antes y después de dar la respuesta, la nueva prueba funcionaba de maravilla. Vinay Shet lo llamó “No CAPTCHA, reCAPTCHA”. Orgulloso, contó cómo su equipo llegó a una idea tan sencilla como brillante: “Pensamos que sería más fácil preguntarles directamente a nuestros usuarios si son o no robots, ¡así que lo hicimos!” El nuevo sistema pronto fue adoptado por Snapchat, WordPress, Humble Bundle y varios otros. Gracias a ese upgrade y a partir del 3 de diciembre de 2014, el día de su lanzamiento, el acceso a usuarios humanos estuvo garantizado durante esas fechas cruciales, lo que les permitió a varios de ellos realizar “algunas compras navideñas de última hora” sin problemas.

UN LLAMADO

Un rápido recorrido por la historia de CAPTCHA muestra cómo, durante el cambio de milenio, los científicos informáticos ya no se dedicaban solamente a crear máquinas y software con habilidades o capacidades humanas; para entonces, estas tecnologías ya podían imitarnos a la perfección. El desafío para las ciencias de la computación del nuevo milenio residía en encontrar la manera más eficaz de distinguir a los humanos de las computadoras dirigidas por bots.

Millones de usuarios han visto y respondido a los CAPTCHA sin saber casi nada sobre estos, ni sobre su funcionamiento, su propósito verdadero o su historia. ¿Qué tan importantes son los cambios sutiles que estos sistemas experimentan regularmente? ¿Qué más vemos habitualmente de lo que no sabemos mucho o nada y usamos seguido sin darnos cuenta de su impacto y sus consecuencias?

La era de CAPTCHA es un llamado a un tipo diferente de acción intelectual creativa, una dirigida a amplificar el eco casi silencioso de las transformaciones tecnológicas que nos interpelan de manera codificada, abstracta y enrarecida. Debido a que no tienen límites, estos cambios desafían la categorización en términos de disciplinas. Derriban las explicaciones tradicionales basadas en las convenciones del discurso racional donde se les considera demasiado menores para ser tomadas en serio. Por ende, escapan a la atención tanto de los humanistas como de los científicos. Sin embargo, es a través de estos cambios casi invisibles que podemos ver cómo se crean y se sostienen los pilares metafísicos más importantes de nuestra era, como los que separan a los humanos de las máquinas y la ciencia del arte.

¿Qué más está ocurriendo bajo nuestros párpados que no estamos notando? Es difícil dar con una respuesta –ya que ser humano ahora no es tan sencillo como antes.

1 de abril 2023

Letras Libres

https://letraslibres.com/revista/jimena-canales-que-nos-hace-humanos/

 18 min


Edgar Benarroch

UN JOVEN Y TRES VELAS

Hace algún tiempo escribí una nota sobre una imaginada historia que hoy considero prudente recordar, dado que nos deja un mensaje que en este tiempo es bueno recibir y meditar: Se trata de un joven estudiante del último año de secundaria, residenciado en el Estado Apure de nuestro país, que acostumbra a estudiar en el corral de su casa y un día, en el año 2000, vio en un rincón del corral una luz incandescente, corrió y se percató de tres velas encendidas, se impresionó y alarmó, pero su asombro fue mayor cuando las velas le hablaron, una le dijo, yo soy la del progreso; otra le dijo, yo la felicidad y la tercera dijo yo soy la esperanza, tú eres el escogido para vernos y hablarnos y debemos hacerlo porque la situación del país se torna difícil y delicada, nosotras estaremos siempre encendidas.

El joven iba con frecuencia a ver y hablar con las velas hasta que se graduó de bachiller y logró una beca para seguir estudios superiores en el exterior, entonces fue a despedirse de las velas al menos por cinco años, con la promesa de volver. A su regreso en 2006, el joven regresó graduado y después de la bienvenida familiar y de amigos fue a visitar a las velas. Para su sorpresa dos de las tres velas estaban apagadas y le comentó a la tercera cuya llama era menguada, que se sentía defraudado porque lo habían engañado, le habían afirmado que siempre estarían encendidas y dos están apagadas y tú con muy poca luz. La de poca luz le habló y le dijo, la primera del progreso se apagó porque el país lejos de prosperar ha involucionado; la segunda, la de la felicidad, también se apagó porque sin progreso y bienestar hay mucha precariedad y estado de necesidad y yo que soy la de la esperanza aún estoy encendida, aunque con poca luz, pero no te preocupes mientras esté encendida podemos encender las otras dos que se apagaron y en conjunto y UNIÓN crear una situación muy distinta y mucho mejor. Ahora te pido un favor, haz todo lo posible y más para que nunca me apague y que mi llama vuelva a ser flamante porque con optimismo y fe podemos llegar a la tierra prometida y construir un presente y futuro muy distinto y mucho mejor.

14 de abril 2023

TRES VELAS

Recuerdo una imaginada historia, que por su mensaje y actualidad deseo transcribir: Se trata de un joven estudiante de secundaria que vivía con su familia en un alejado pueblo de nuestro país en una vieja casona con inmenso corral. Esto se desarrolla en el año 2000. El joven iba con mucha frecuencia al corral a estudiar y distraerse, un día notó que en un rincón escondido había algo que brillaba intensamente y se acercó para cerciorarse que era, su asombro fue total al ver tres velas encendidas que le provocaron inmensa curiosidad e inquietud. Se quedó buen tiempo observándolas y cuando con su incertidumbre se disponía a marcharse, para mayor asombro las velas le hablaron, le dijeron: “No te preocupes ni perturbes, eres tú el elegido, nosotras hemos resuelto estar aquí para conversar contigo y solo tú podrás vernos, escucharnos y hablarnos. Una de ellas le dijo yo soy la llama de la prosperidad y el desarrollo, la segunda yo la de la felicidad y el amor y la tercera yo soy la de la esperanza, estaremos encendidas y flamantes por todos los tiempos en búsqueda del Bien Común”.

Así pasó el tiempo y el joven diariamente iba a ver y hablar con las velas hasta que se graduó de bachiller y como era excelente estudiante se ganó una beca para continuar estudios superiores en el exterior. Fue y con mucha pena se despidió de ellas y les prometió que las llevaría en su pensamiento y regresaría graduado, para continuar con el intercambio.

Efectivamente se graduó y retornó al país a su vieja casona, ya se iniciaba la segunda mitad de la primera década de este siglo. Después de ser recibido con alegría y recibir felicitaciones de familiares y amigos se trasladó al rincón del corral para ver las velas. Con profunda consternación observó que dos de ellas estaban apagadas y la tercera mantenía poca llama, habló con esta última y le dijo: Me siento defraudado, ustedes me mintieron. Me dijeron que se mantendrían encendida por los tiempos y ahora encuentro dos apagadas y tú con muy poca llama. Ésta le respondió, supera tu malestar y tristeza, me explico: Te diré qué ocurrió y te pediré un favor: La primera de las apagadas, la del progreso y desarrollo, vio que el país iba en involución y además avizoró tiempos más difíciles y entendió que su existencia no era posible. La segunda, la de la felicidad y el amor, al ver que se apagó la primera también se extinguió, le era muy difícil mantenerse sin progreso, con la desaparición del bien y profundización del mal. Esta explicación espero la consideres. Ahora te pido un favor, haz todo lo posible para que nunca me apague yo y que mi llama vuelva a ser la flamante de ayer y acuérdate yo soy la de la esperanza, mientras esté encendida podemos encender las que se apagaron y procurar optimismo y fe en un futuro mejor. Ayúdame y trata de que tus familiares y amigos también lo hagan. El joven se retiró con preocupación, pero con optimismo a predicar la esperanza.

Afortunadamente la mayoría popular conserva esperanza, aunque algunas veces decae porque tal vez espera más de la oposición, esa mayoría deposita confianza en que la ruta trazada nos conduzca al inicio de la reconstrucción nacional que necesariamente empieza por la salida de este oprobioso régimen que nos ha hundido en la miseria y desesperación, pero desea el cambio ya.

Nuestra esperanza no puede ser cruzarnos de brazos a la espera que otros hagan lo que todos tenemos el deber de hacer. Que nunca se extinga la llama de la esperanza que con nuestra decidida y férrea voluntad de cambio lograremos en muy corto tiempo entonar las estrofas de nuestro Himno Nacional "Gloria al Bravo Pueblo" como anuncio de una Venezuela distinta y mejor.

La esperanza razonable, fundamentada y posible, como este tiempo nos la transmite, tiene mucho de fe y si continuamos haciendo política grande, que todo indica que vamos por buena ruta, también estamos practicando la caridad. Bien definió el Papa Francisco la política como una forma hermosa de practicar la caridad. De ello ser así , gracias a Dios están en nosotros las tres excelsas virtudes teologales que son alimento primordial para nuestra alma y espíritu y nos coloca en el camino que el Señor nos ha trazado que es el del Bien Común.

Esperanza en que todo va a cambiar para bien, fe en el porvenir inmediato y práctica de la caridad que se concreta en nuestra diaria lucha por superar esta horrenda situación. Caridad para con Venezuela, caridad para con el pueblo, especialmente para con los más débiles, sufridos y vulnerables, caridad para con nuestra familia y para con nosotros mismos.

Avancemos UNIDOS con indoblegable firmeza y férrea voluntad, el Señor Todopoderoso nos ayudará en esta hora menguada de la Republica que afrontamos con entusiasmo y alegría porque está cerca, muy cerca superarla e iniciar la difícil pero apasionante tarea de la reconstrucción nacional.

Tenemos el ineludible e irrenunciable deber con la historia de estar a la altura del inmenso compromiso que este tiempo nos presenta. Tenemos el deber de entregarle a las generaciones de mañana un país en democracia plena con justicia social y libertad donde no existan los niveles de pobreza y exclusión de hoy que son latigazos a la consciencia de todos. Un país en franca vía de desarrollo integral. La divina Providencia no ha podido ser más generosa con la tierra venezolana, nos otorgó una inmensa riqueza material que posibilita superar la honda crisis en que nos encontramos, solo falta voluntad, inteligencia, eficacia y moralidad en su administración. Estas cuatro últimas cualidades las debemos poner nosotros, el resto lo tiene el país.

1958 está en la historia como el año que se fue el dictador de entonces, éste será registrado como el del quiebre y salida de un gobierno inconstitucional, despótico, arbitrario y usurpador.

13 de abril 2023

SANCIÓN SOCIAL

El pueblo es el soberano, su voz es “voz de Dios”, su veredicto debe ser respetado y acatado. Cuando el pueblo, mayoritariamente, elige a un gobernante o representante, le está entregando su representación para que cumpla con fidelidad la encomienda de siempre luchar por el logro del Bien Común, especialmente de los más pobres y desprovistos y por la Justicia Social. Entre los atributos que tiene ese soberano está su capacidad y deber de practicar la sanción social que se traduce en despreciar y marginar al delincuente, al sátrapa, al prevaricador, a quien abusa de su poder público, máxime a quien se roba el dinero que es de todos, a quien nos roba dinero que debe emplearse en el mejoramiento del país y de su gente. Pero qué ocurre en este tiempo, con frecuencia sabemos que fulano es un ladrón, que su fortuna la ha logrado con comisiones, coimas y negociados fraudulentos, pero es atendido con felicitaciones e invitado a las mejores reuniones sociales, por el solo hecho de tener dinero, no importa si es robado.

Cuando el pueblo o sus dirigentes no practican la sanción social que es un altísimo deber, se está abonando un terreno para que crezca lo peor. Gonzalo Barrios, destacado dirigente de Acción Democrática, dijo en una oportunidad que en Venezuela no existen razones para no robar. Creo que con ello quiso decir que existía una total ausencia de valores, de ética y de moral.

El no robar no es porque no pueda, no tenga oportunidad o porque me puedan descubrir, no mil veces no, es una convicción muy íntima de conciencia sustentada en sólidos valores y principios éticos. Como nadie me ve o quienes me observan están metidos en el negocio y así hacemos un sindicato de delincuentes, me permito robar para disfrutar a mis anchas del dinero sucio y asqueroso, así piensan y actúan los delincuentes, estafadores, truhanes y ladrones. Lo que ocurre con el pueblo que se olvida de su sanción social, también ocurre en familias donde el padre, con un modesto sueldo, se mueve en la opulencia, la exquisitez y grandes lujos y compra bienes aquí y allá y la esposa y los hijos no le preguntan de dónde sacas tanto como destacas, sino que se dedican a gozar de los reales sucios, viven viajando, disfrutando la dulce vida y dándose los mejores antojos.

Esa abismal distancia con lo ético y moral, tenemos que acabarla ya porque se nos puede perder el país por un largo tiempo.

Quizás cuando el ladrón esté convencido que será sancionado por la sociedad, aborrecido y apartado y que los familiares y amigos lo cuestionaran con severidad, a lo mejor estamos empezando a crear barreras contra la aberrante corrupción, el latrocinio y la delincuencia. Olvidemos, por este tiempo, las sanciones de las autoridades y jueces que en este régimen son manejados por los peores intereses y ejerzamos con mucha voluntad y coraje la sanción social que es soberana y pesa mucho.

12 de abril 2023

¿QUIÉN ES EL?

¿Quién es El? que nació en Belén hace más de dos mil años, fue fruto del vientre de María por intercepción del Espíritu Santo y por tanto concebido sin pecado original y José lo hizo su hijo casándose con su madre María porque un ángel se lo indicó y le dijo que era el único de Dios Padre. Que fue visitado recién nacido en su rancho donde estaban además de José y María un buey y una mula, por los reyes que, guiados por la estrella de Belén, le llevaron oro, incienso y mirra que representaba a Dios como hombre.

¿Quién es El? de cuya juventud conocemos poco, pero sabemos que transcurrió estudiando religión y aprendiendo el trabajo de carpintería que su padre putativo José le enseñó. De joven se les perdió a sus padres y lo encontraron en el templo rezando y hablando con los sabios ancianos de religión. De adulto se dedicó íntegramente y con desbordante pasión a llevar la palabra de su Padre Dios. Recorrió caminos polvorientos y escogió a doce discípulos, apóstoles, para que lo acompañaran en su encomienda.

¿Quién es El? que logró que el ciego viera, que el paralítico caminara, como también que el leproso se curara de ese mal. Estos milagros sorprendieron mucho a sus acompañantes y a quienes los presenciaron, entonces se inicia la creencia que se trata de un hombre excepcional que más que materia es espíritu dotado de atributos extraterrestres. Con la resurrección de Lázaro, después de cuatro días de muerto, quien era su amigo y estuvo tres días en su casa, se consagra definitivamente como Enviado del Padre Eterno, como el Mesías esperado. Quienes presenciaron este extraordinario acontecimiento quedaron atónitos y profundamente impresionados y se dedicaron a decir que el Mesías había llegado.

¿Quién es El? que vino al mundo enviado por el Padre para salvar a la humanidad y vencer la muerte resucitando al tercer día de su fallecimiento en la cruz, para traer esperanza y optimismo en un mundo mejor y en una vida después de ésta, para transmitir solidaridad y serlo, profundamente, especialmente con los más pobres y necesitados, para decir que además de carne y hueso éramos también fundamentalmente espíritu y alma que nunca muere y asciende cuando morimos a niveles superiores.

¿Quién es El? que desde la luz luchó contra las tinieblas y las venció, aunque aún la lucha continúa. Que predicó y dio amor y nos dijo que nos amáramos unos a otros por ser hermanos todos hijos del mismo padre Eterno. Que multiplicó el pan y los peces para que todos comieran y transformó el agua en vino. Que desde la Cruz moribundo le pidió a su Padre que perdonara a quienes lo crucificaron porque no sabían lo que hacían y volteando la cabeza a su lado derecho exclamó: “Consumatum est”, todo está cumplido.

El Sanedrín, en contubernio con las autoridades del Imperio Romano, lo persiguió, apresó, torturó y crucificó, pero, como había dicho, al tercer día resucitó y sus apóstoles como su madre Maria lo tocaron y hablaron con El. Santo Tomas metió su mano en la herida de su costado y vio las heridas de los clavos en sus manos y pies. Después de su resurrección sus discípulos se dedicaron con mayor énfasis y entusiasmo a llevar su palabra y sus enseñanzas en conciencia que arriesgaban sus vidas, todos, absolutamente todos fueron perseguidos y asesinados. Ello constituye una prueba buena de su Resurrección, puesto que nadie seguiría a un farsante que les dijo que al tercer día resucitaría y no ocurrió así.

¿Quién es El? que partió la humanidad en dos: antes y después de El. El es el Enviado del Padre Eterno nuestro Dios, el resucitado que está entre nosotros, El Mesías. El es JESÚS que entregó su vida por la nuestra.

11 de abril 2023

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Jesús Elorza G.

Nuevamente Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI) sorprende al mundo por sus ambiguas y contradictorias declaraciones sobre la participación de los atletas rusos y bielorusos en las competiciones internacionales. Recordemos que el año pasado, el propio COI recomendó a las Federaciones Deportivas Internacionales excluir a esos atletas a causa de la invasión rusa a Ucrania. Once meses después, en enero de este año, Bach, en su ambiguo estilo, dijo que había que buscar una fórmula para que, los atletas rusos y bielorusos volvieran bajo unas condiciones “estrictas” de neutralidad. En el mes de marzo ha insistido en ello y ha recomendado su regreso como “atletas neutrales e independientes”, sin himno, uniforme o bandera que identifique su país. No serán admitidos deportistas en competiciones por equipos. Tampoco los que apoyen activamente la guerra, ni los atletas que estén contratados por el ejército o agencia de seguridad nacional. Asimismo, tendrán que acreditar haber pasado controles antidopaje.

Pero en donde si muestra las garras el presidente del COI es al señalar que la decisión sobre los Juegos Olímpicos de París 2024 y Milán-Cortina 2026 será tomada “en el momento apropiado” independientemente de que los procesos de clasificación estén ya en marcha. Algo así como que las federaciones decidan si participan o no en sus eventos, pero en relación a los Juegos Olímpicos, Yo decido en el momento apropiado.

Sostiene Thomas Bach que, cualquier otra cosa que no sea readmitir a rusos y bielorrusos con esas condiciones, sería politizar el deporte. “Si los gobiernos eligieran qué atletas pueden competir o dejar de competir, el deporte tal y como lo conocemos ahora, dejaría de existir”. Dijo que el mundo olímpico condena la invasión rusa a Ucrania y en seguida agrega que, ¡¡¡no se puede politizar el deporte!!! Cualquier otra cosa que no sea readmitir a rusos y bielorrusos con esas condiciones, sería politizar el deporte. Hace un año, dijo lo contrario y ahora sale con esa posición al servicio de los invasores rusos. En esos 365 días que han pasado entre una declaración y otra, la guerra en Ucrania se ha transformado en un genocidio perpetrado por Putin en su política imperial de regresar los territorios de la antigua Unión Soviética al dominio de Rusia.

En pleno proceso clasificatorio para los Juegos de París 2024, las Federaciones Deportivas Internacionales le han estado reclamando al Comité Olímpico Internacional que aclare cómo se define un deportista “neutral”: ¿Sin uniforme de su país? ¿Sin himno? ¿Sin bandera? ¿Con una manifestación explicita o una declaración escrita que está en contra de la guerra? ¿Y cómo hacer eso en un país donde está penado con la cárcel manifestarte en contra de la guerra de Putin y donde el servicio militar es obligatorio y donde la mayoría de los deportistas pertenecen a las Fuerzas Armadas?

También, las federaciones internacionales le recuerdan a Thomas Bach que en febrero del año pasado, cuando Rusia invadió Ucrania, el comité ejecutivo del COI recomendó que las federaciones internacionales no invitaran ni permitieran la participación de atletas y funcionarios rusos y bielorrusos en competiciones internacionales. Eso fue primero porque los deportistas ucranianos no podían siquiera entrenar bajo las bombas, segundo porque no se podía garantizar la seguridad y la integridad de competiciones y participantes. Once meses después, el pasado mes de enero, el comité ejecutivo aseguró que, en aras del respeto de la carta olímpica -los Juegos Olímpicos son competiciones entre atletas, en pruebas individuales o por equipos, y no entre países- que había que encontrar una fórmula para que los atletas rusos y bielorrusos volvieran a la competición. Cabe preguntarse entonces si la guerra en Ucrania ha cambiado, si se retiró el invasor ruso, si se han restituido las fronteras ucranianas, si los genocidas han sido sometidos a juicios o si por el contrario la invasión rusa se incrementa con la grave consecuencia de la masacre del pueblo ucraniano.

En el seno de las federaciones internacionales el problema se hace mas complejo a medida que transcurre el tiempo. Por ejemplo, la Federación Internacional de Esgrima (FIE) aprobó en un congreso extraordinario celebrado el 10 de marzo la vuelta a la competición de los deportistas rusos y bielorrusos. El congreso se organizó únicamente para debatir y votar esa espinosa cuestión. La decisión fue aprobada por 91 votos a favor y 46 en contra. Pero ahora, varios países se niegan a competir contra los rusos y bielorrusos y se han negado a organizar las competiciones. Por otro lado, se presenta la negativa de los países a organizar las competiciones viene también de sus autoridades, entre otras cosas porque hay una normativa de la Unión Europea (UE) que impide, desde septiembre del año pasado, expedir visados a ciudadanos rusos. Mientras tanto, el Comité Olímpico de Ucrania ha enviado una carta a federaciones y comités olímpicos para pedirles que sigan suspendiendo la participación de rusos y bielorrusos.

La actual guerra en Ucrania pone al Movimiento Olímpico en un dilema. Si bien los atletas de Rusia y Bielorrusia podrían continuar participando en eventos deportivos de acuerdo a lo planteado por Thomas Bach, muchos atletas de Ucrania no pueden hacerlo debido al ataque a su país.

El cisma no ha hecho más que asomar. En el Mundial de boxeo femenino que se ha celebrado en la India estos días, por boicot a la presencia de atletas rusos y bielorrusos, no han acudido Estados Unidos, Reino Unido, Polonia, Noruega, Holanda, Suecia, República Checa y Canadá. Refugiados ucranianos protestan contra la participación de rusos y bielorrusos en los Juegos de París 2024 en una visita de Thomas Bach a Alemania el pasado día 22 de marzo. Alemania iba a organizar la Copa del Mundo de florete femenino por equipos en Tauberbischofsheim del 5 al 7 de mayo y ha dicho que no.

La ambigüedad de Thomas Bach presidente del COI, al decir un día estar en contra de la participación de los rusos y bielorusos en competencias internacionales por la invasión a Ucrania y verlo al día siguiente decir que no permitir la participación de esos atletas sería politizar el deporte, lo hace ver a los ojos del mundo como “El Cantinflas olímpico” dado que sus planteamientos son como una copia perfecta de aquella expresión conocida por todos “ Ahí está el detalle, no es ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario”.

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Guillermo Mendoza Dávila

En el convulsionado mundo en el cual vivimos actualmente presenciamos al populista de Trump continuar enlodando la figura de la primera magistratura americana, ahora formalmente imputado con 34 cargos criminales de muy baja ralea y al truhan de Putin perseverar en su deleznable campaña militar, destruyendo atrozmente y sin razón alguna un país militarmente débil pero con mucho coraje y sobrada resolución. Por esto mismo, ahora Finlandia se une a la OTAN, alargando la frontera oriental de la alianza.

Desde China Xi Jinping no descansa en su empeño por coronarse como el nuevo campeón del imperialismo universal, pactando con “todo aquel” y usando su poderío económico para poner un pie firme en todos los continentes. Rusia por aquí, Arabia Saudita e Irán por acá, toda África más allá y, Venezuela, Argentina y Brasil por aquel otro lado, con México en la mira. Un nuevo orden mundial, a cualquier costo.

Mientras tanto en la pequeña Venecia, que podría salir potencialmente muy beneficiada por la variopinta actividad geopolítica antes descrita, ante eventos que probablemente no sabremos aprovechar, se nos avecina un proceso electoral primario para escoger un único candidato opositor que habrá de enfrentar, quizás y si se dan las cosas según lo actualmente previsto, al candidato oficialista en las elecciones presidenciales del 2024.

Múltiples actores de variados ámbitos han aceptado el reto, con muy poca capacidad de contención, lanzado con desparpajo su nombre en la contienda candidatural. Posiblemente muchos lleguen hasta el final, para vergüenza de todos, y otros, más prudentes entenderán a tiempo que deben tomar las de Villadiego. Esperemos que Er Conde y Bernabé estén entre los prudentes.

Ahora bien, no podemos menos que preguntarnos si en esta ocasión se aprovechará por fin la oportunidad para montar un frente debidamente unido y fortalecido para ofrecer al país una verdadera opción de salida a la triste realidad en la cual nos encontramos inmersos. Por lo cual me atrevo a lanzar una propuesta muy democrática y perdonen todos ustedes mi inusitada osadía. En realidad, ¿qué sabré yo de política?

Aquí va. Asumiendo que en los escasos seis meses que quedan para las votaciones de oposición no entre al ruedo un outsider con arrastre popular, por ahora sólo se nos han ofrecido dos personas que realmente reúnen las condiciones necesarias para salir triunfantes de este proceso. Podemos estar más o menos de acuerdo con sus posturas individuales, más extremas o más moderadas, pero yo creo que solo tenemos esas dos opciones, no más.

Dejemos sus nombres de lado por un momento y vamos al fondo de mi planteamiento. Propongo a ellos dos promover y celebrar un masivo acto público conjunto, para anunciarle al país una alianza entre dos candidatos hasta ahora bastante enfrentados y que no coinciden mucho en el fondo de sus planteamientos. En dicho acto anuncian un formal acuerdo por el cual cualquiera que resulte ganador en las primarias contará con el respaldo absoluto del otro, quien fungirá como su jefe de campaña y será desde ya su eventual vicepresidente y jefe del gabinete ejecutivo.

Esta improbable alianza enviaría un mensaje clarísimo al país. Más allá de lo que cada uno particularmente cree y quiere, de cómo se deben hacer las cosas, para ambos el país va primero. Unen sus esfuerzos para mejorar las opciones de triunfo en unas eventuales elecciones libres y después de cambiar a quienes gobiernan, entonces podrán dirimir las diferencias entre ellos.

Esto por cierto acabaría con el circo de las primarias y pondría el foco en lo que realmente cuenta Entonces, ahora sí, en concreto, sugiero que salgan juntos en la foto, con las manos agarradas y muy en alto, María Corina Machado y Henrique Capriles. Una fórmula ganadora de dos personas ciertamente consistentes. Esto es sólo una opinión, ya les dije que no soy experto en política, capero yo creo que para ganar las elecciones lo que hace falta es de fijo, un pacto. Y punto.

guillermomendozad@gmdconsultor.com

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Eddie A. Ramírez S.

“Yo no sé muchas cosas, es verdad. Digo tan solo lo que he visto”, escribió el poeta León Felipe. En estos años, muchos hemos visto, vivido y escrito sobre los atropellos y la corrupción de los gobiernos de Chávez y de Maduro. “No me contéis más cuentos”, como dijo el citado bardo. El 11 de abril del 2002 perdimos la oportunidad de cambiar el rumbo equivocado que llevaba el país. Ahora, ya en caída libre, quienes vivimos esos días estamos en la obligación de recordar, corregir errores y no perder la nueva oportunidad del 2024. Requerimos unir voluntades para salir de Maduro.

Chávez llegó a la presidencia porque engañó a muchos y los partidos políticos estaban de capa caída. Ante el incumplimiento de sus promesas, perdió popularidad. En esos días solo tenía una aceptación de un 30 por ciento. La Asamblea de Educación levantó la bandera de “Con mis hijos no te metas”, la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) resistía los embates del oficialismo para apoderarse de esa central sindical, los empresarios protestaban por los 49 Decretos Leyes, varios de ellos inconstitucionales. La decisión de Chávez de violar la meritocracia para tomar a Pdvsa y poner sus recursos a disposición de su proyecto político desató el paro petrolero de abril 2002, iniciado con la paralización de la refinería de El Palito.

El día 9 de abril se unieron al paro la CTV y Fedecámaras. Agradecemos el respaldo de Carlos Ortega y Pedro Carmona, presidentes de esas organizaciones, respectivamente. Cuando cesen las pasiones se deberá hacer una evaluación justa de la actuación de los citados. Además, hubo apoyo de organizaciones de la sociedad civil y de algunas personalidades, entre ellas del entonces gobernador de Miranda, Enrique Mendoza, lamentablemente fallecido.

El 11 de abril, la CTV y Fedecámaras convocaron una gran marcha en apoyo a los petroleros. La misma salió del Parque del Este hacia el edificio de Exploración y Producción de Pdvsa, en Chuao. Ante la magnitud de la marcha, era inevitable que decidiéramos ir a Miraflores a solicitar la renuncia del presidente. Este convocó a Bernal y a sus paramilitares rojos a “defender la revolución”. Nos esperaron disparando a ciudadanos que marchábamos pacíficamente. El libro Las balas de abril, de Francisco Olivares y el documental Radiografía de una mentira, de Thaelman Urguellez y Wolfang Shalk, , así como otros testimonios, detallan la masacre. Diecinueve ciudadanos fueron asesinados y unos doscientos heridos. Continúan presos, injustamente, los miembros de la Policía Metropolitana Erasmo Bolívar, Héctor Rovaín y Luis Molina.

Ante estos hechos, la Fuerza Armada le solicitó la renuncia al presidente, la cual aceptó. Sin embargo, Carmona, los dirigentes de los partidos y los militares no se pusieron de acuerdo, ni calibraron el apoyo que tenía Chávez entre un grupo de militares y en parte de la población. Mucho menos se percataron del peligro de mantenerlo en el poder, así como de la influencia de Fidel Castro. Como consecuencia, la Fuerza Armada decidió, equivocadamente, regresarlo a Miraflores. Chávez pidió perdón, prometió enmendarse, pero volvió a las andadas, lo cual determinó el paro cívico de diciembre 2002. El despido ilegal de casi 23.000 trabajadores petroleros, incluidos ejecutivos, gerentes, profesionales, técnicos, operadores, artesanos y mantenedores, hundió a Pdvsa y al país.

Algunos piensan que hemos debido permanecer en nuestros puestos en Pdvsa. Eso nos hubiese obligado a obedecer órdenes de otorgar contratos sin licitación, enviar petróleo a Cuba sin exigir el pago correspondiente y que ingresaran a la empresa activistas políticos sin méritos profesionales. Es decir, avalar la corrupción. Es iluso pensar que Chávez hubiese procedido diferente. Los principios y valores hay que practicarlos, predicarlos y defenderlos. Extraña que alguien como Blanca Vera Azaf diga que “ustedes se lo pusieron en bandeja de plata. La soberbia de creerse superiores le hizo muy fácil la tarea a Chávez de comenzar la destrucción del país y de la democracia”. Con todo respeto a la señora Vera, no podíamos ser cómplices y los venezolanos demócratas no nos hubiesen perdonado que no apoyáramos el paro cívico de diciembre 2002, convocado por todos los partidos políticos, la CTV y Fedecámaras.

Después del fallecimiento de Chávez, varios subterfugios y trampas permitieron que Maduro usurpara Miraflores. En esta etapa hubo episodios en que la dirigencia opositora logró unirse. Paradójicamente, ahora que Venezuela está devastada y que Maduro tiene un gran rechazo, esa unidad está resquebrajada y, según las encuestas, nuestra dirigencia tiene poca aceptación. Lo procedente hubiese sido lograr un consenso para presentar al electorado a una personalidad independiente y con prestigio. Como eso no fue posible, estamos en la obligación de apoyar las primarias para elegir nuestro candidato o candidata.

Afortunadamente, la selección de los integrantes de la Comisión que las organiza fue acertada. Ojalá le den los medios para que tenga éxito, tanto en Venezuela, como en el exterior. Los venezolanos que estamos en nuestra patria tenemos el derecho a votar tanto en las primarias, como en las presidenciales. El Movimiento Ciudadano de Venezolanos en el Mundo está instando a la citada Comisión a que designe a la Junta Electoral de primarias en el exterior. Ojalá algunos precandidatos sin mayor opción se integren a otros, para ir a primarias con solo dos o tres candidatos. Es necesario que la participación en esta elección sea relevante y que el candidato electo tenga gran respaldo.

No perdamos otra oportunidad. No podemos volver a equivocarnos. Tenemos un compromiso con los compatriotas asesinados, torturados, encarcelados, exiliados o refugiados. También con quienes padecen hambre o mueren por falta de atención médica.

Como (había) en botica:

¿Quién le otorgó a Fernando Blasi el mandato de solicitar a Estados Unidos el cese de las sanciones? ¿Por qué no ha sido despedido como representante ante el gobierno de Biden?

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

11 de abril 2023

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