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Alejandro J. Sucre

Biden, revise políticas hacia Venezuela

Alejandro J. Sucre

EEUU es el país luz de libertades. Soy hijo de profesionales graduados en EEUU. Siempre he tenido propiedades en EEUU. Soy graduado de pregrado y maestría en 4 universidades estadounidense.. Actualmente estoy cursando estudios de inteligencia artificial en una universidad americana. Paso la mayoría de mis vacaciones en EEUU. Me encanta su espíritu emprendedor. Su población es la gente mas generosa del mundo a la hora de aportar ayuda a los pueblos más necesitados. Son gente abierta, que abraza al emigrante. Tiene tanta gente creativa que le dan empleo al mundo. Son una locomotora del desarrollo mundial. Inventores de los fondos de capital de riesgo junto a los ingleses. Un pueblo que se construyó con los valores del trabajo y la generosidad. El “In God we Trust” lo ejecutan y convierte a sus ciudadanos en un pueblo esplendido y creador. Si alguien quiebra en un negocio le dan mas dinero para corregir las acciones y nada de traumas. Me encanta que sea un país tan atractivo para la inversión de todos los ciudadanos del mundo. Todo ciudadano que tiene dinero desea invertir en la bolsa de valores de ese país grandioso lleno de empresas fantásticas y nuevos emprendimientos. Veo que los lideres que oprimen a los ciudadanos de sus países usan a EEUU como chivo expiatorio o como enemigo imaginario para conculcar derechos a los ciudadanos bajo un supuesto falso de guerra fabricada con esa poderosa nación. China y Rusia nunca podrán ser verdaderos polos de atracción de inversiones ni de asentamiento de nuevas familias, como lo es EEUU y Europa, sus mismos ciudadanos invierten en EEUU.

No obstante mi admiración por los EEUU, donde normalmente los ciudadanos del mundo esperamos políticas internacionales que generen el bien común, veo que el gobierno del presidente Biden no representa esos valores en la Venezuela de hoy. La Administracion Biden ha realizado o mantenido contra Venezuela medidas muy crueles contra los ciudadanos venezolanos.

Biden mantiene la política de no permitir viajes directos desde Venezuela a su nación a ningún ciudadano ya por 4 años. En lugar de prohibir la entrada a personas sancionadas únicamente como lo hace Europa, sanciona a toda la nación. Cierra la posibilidad que Venezuela venda su petróleo a los países de occidente y obliga al gobierno de Maduro a vender de forma off récord el petróleo, lo que impide todo tipo de auditoría y hace caer los ingresos de la nación. No permite el pago de deuda externa, ni permite que Europa invierta en reestructurar operaciones y deuda de PDVSA. No permite la defensa legal ante acreedores, y ahora amenaza con repartir CITGO entre unos acreedores falso como Cristalex.

Con la política de sanciones económicas, Biden y sus colaboradores escogen a los dirigentes opositores y los apoltrona con dinero retenido de Venezuela en un exilio dorado y resta recursos al PIB con sanciones, lo que frena recursos de los ciudadanos para financiar a nuevos opositores en el terreno que sí van a elecciones. No permite que el pueblo venezolano elija libremente.

La Administración Biden debe levantar las sanciones económicas unilateralmente y ya sin esperar ningún acuerdo entre el chavismo y los opositores en el exilio dorado. Ni chavismo ni oposición en el exilio llegaran a acuerdos ya que ambas se benefician de la caja negra que generan esas sanciones. Las elecciones en Venezuela se realizan siempre y no necesitan la amenaza de la Administración Biden. Mas bien las sanciones dan excusa de posponer elecciones. La oposición venezolana ha demostrado que puede ganar elecciones aun en desventaja. En Venezuela nunca se han dejado de hacer elecciones bajo el chavismo. Tampoco el chavismo pudo cambiar la constitución del 1999. Así que sí hay fuerza democrática en Venezuela y no dependemos de los opositores exiliados ni del apoyo de la Administración Biden para realizarlas.

Es verdad, la Administración Biden debe cobrar el trabajo de sus fiscales por identificar y retener dinero robado al pueblo de Venezuela por los corruptos, pero no repartir todo entre los mismos corruptos a cambio de nueva información y los fiscales que los atrapan. Se convierte en un negocio que nada beneficia a Venezuela. La Administración Biden debe crear una cuenta custodia con el dinero recuperado para reinvertirse en Venezuela cuando haya elecciones. Biden con cinismo luego de debilitar la economía a un 20 % del PIB con sanciones petroleras, ofrece residencia también a los venezolanos capacitados para que atiendan su economía y manda ayuda humanitaria a los venezolanos arruinados. Así la Administración Biden debilita la economía con sanciones económicas, aumenta la fuga de talentos que genera la corrupción administrativa en Venezuela y se queda con el talento venezolano dejando a Venezuela con menos fuerza ciudadana para recuperarse. Y luego ofrece ayuda humanitaria. Un cinismo.

Pobre ciudadano venezolano: la Administración Maduro tiene grandes corruptos en sus filas, Colombia quiere Monómeros, Biden quiere Citgo, Guyana quiere el Esequibo, Putin le quita la clientela petrolera a Venezuela, China cobra deudas de dinero que nunca entraron al país. Con razón su pueblo pasa hambre. Lo increíble es que bajo la administración Biden, el ciudadano venezolano no se ve con esperanza a los EEUU como país promueve el desarrollo de otros ciudadanos del mundo. La Administración trata de matar ratones asfixiando a todos los ciudadanos con sanciones económicas al petróleo.

Twitter: alejandrojsucre

Gracias Colombia

Alejandro J. Sucre

La Conferencia Internacional sobre Venezuela ha sido un gran paso del Presidente Petro para elevar del debate estéril entre la oposición y el oficialismo y enunciar los pasos para llegar a un acuerdo nacional. Los 20 países asistentes, a quienes como venezolano les agradezco con el corazón que hayan tomado tiempo para reunirse y tratar el tema Venezuela en tan alto nivel, hicieron luego de debatir unos enunciados con los puntos clave para superar las diferencias entre oposición y oficialismo. En esa conferencia no permitieron estar presente ni a la oposición ni al oficialismo para evitar un enfrentamiento estéril que lleva 20 años sin llegar a ninguna parte. 20 años de cacofonía donde cada parte expone caprichosamente sus exigencias a la otra y donde ambas saben de antemano que no van a ceder a ninguna petición de la contraparte y donde ambas se benefician de no llegar a acuerdos y donde no hay ánimos de arreglo aunque la población sufra lo indecible.

En caso que la Conferencia Internacional tenga resultados, hay dos cuellos de botella que subsisten para recuperar la economía.
No hacer licitaciones del gasto fiscal de acuerdo con la Ley es el primer cuello de botella por resolver por parte del gobierno de Maduro. Ha sido impresionantemente descuidado con el manejo de los fondos de pdvsa y demás entes del estado. Un gasto fiscal sin rendición de cuenta y sin licitaciones es clientelar y siempre asegura devaluación e inflación y división social. El presidente Maduro se entero que los $25.000 millones en PDVSA en meses pasados desaparecieron en bitcoins y clientes maulas. Eso paso también en el 2015 y 2016.. Y paso con CADIVI que entre todos han desaparecido mas de $300.000 millones y todavía el gobierno no organiza profesionalmente la tesorería nacional. El gobierno debe enfocarse en desarrollar un plan de licitaciones y debe rescatar la Ley de Licitaciones Públicas del año 2001 para ser aplicada inmediatamente. Las cifras estadísticas quedarán a través de la historia para que se pueda evaluar el aporte o los daños que los gobiernos han causado a la nación.

El segundo cuello de botella es que la economía venezolana está enfrascada en sanciones económicas de los EE.UU. y el gobierno, aunque reconoce que se han dejado de percibir $630.000 millones por las sanciones, se ha distraído infructuosamente buscando apoyarse en China, Rusia, Turquía, Vietnam y algunos países árabes para traer inversiones que no vienen. Medio picó el ojo a EE.UU. y Chevron vino.

Todos los venezolanos estamos sufriendo en esta disyuntiva pérdidas que el presidente de AN calcula en $630.000 millones y que seguirán mientras no se reduzca la batalla entre EEUU y el gobierno venezolano. EEUU no tiene por qué sancionar a la economía, debiera concentrase en sancionar individuos. Pero el gobierno nacional no debe dejar pasar más tiempo ni disimular que Irán, China o Rusia invertirán esas cantidades perdidas.

El gobierno debe enfocarse en aliviar las sanciones a la economía venezolana de EE.UU..

El gobierno del presidente Maduro debe tomar pasos contundentes para cambiar la situación actual de la economía.

En la Conferencia de Colombia esta semana pasada se plantean dos hechos claves que despejan toda la hojarasca de peticiones no importantes para el país y se centra el debate en lo fundamental. Que Maduro no puede ir a elecciones bajo sanciones y que la oposición necesita fecha electoral.

En forma creativa el gobierno del presidente Maduro tiene una gran oportunidad de fijar fecha electoral, que EE.UU levante sanciones y que el presidente Maduro se concentre en rescatar a las empresas del estado con inclusión social en los mercados de valores si se activan, rescatar el aparato productivo privado y negociar levantar las sanciones para crecer sin inflación. La historia premia a los que aman a su pueblo con hechos. La industria de vehículos es una muestra de lo que pudo ser Venezuela y no fue por malas políticas económicas. Venezuela pudo haber sido una de las principales en el ramo automotor en Latinoamérica. Fue centro de desarrollo de Toyota, GM, Ford, Chrysler y muchas otras con plantas manufactureras produciendo cientos de miles de vehículos y un sector de autopartes que generaban 40 % de los insumos y de calidad mundial, empleando cientos de miles de venezolanos. Venezuela se proyectaba como el país desde donde exportar vehículos a Latinoamérica. Hoy la industria automotriz esta desmantelada, las fábricas se mudaron a Brasil y Argentina y solo se importan unos miles de vehículos al año y todo eso por las pérdidas que ocasionaron el no reconocer las cartas de crédito en 1990 y CADIVI 2013. Nunca es tarde para corregir errores. El caso Chevron lo demuestra. Falta el regreso de las grandes petroleras nacionales y mundiales y muchos otras inversiones que regresen. Venezuela lo merece.

Twitter @alejandrojsucre

Cumbre Internacional sobre Venezuela

Alejandro J. Sucre

Al igual que lo hice al presidente Emmanuel Macron de Francia, hoy quiero agradecer al presidente de Colombia, Gustavo Petro, por haber impulsado la búsqueda de soluciones para la economía venezolana estancada en sanciones de Estados Unidos.

Me parece un gigantesco y cruel error que políticos de la oposición venezolana vayan al Congreso de EEUU a afirmar que las sanciones a la economía venezolana deben continuar. Es un crimen contra los empresarios y trabajadores en Venezuela y solo beneficia a un grupito de opositores y al mismo alto gobierno de Venezuela que se beneficia de las sanciones. Es impresionante el espíritu empresarial que hay en Venezuela y que subsiste intacto ante tanta corrupción y ante tan pesadas sanciones. Todas las empresas venezolanas y sus trabajadores estamos siendo afectados y arruinados con ventas bajísimas debido a las sanciones de EEUU sobre la economía venezolana. Todos los negocios en Venezuela facturan aproximadamente 15% de lo que podrían facturar si no hubiera sanciones a la economía y si estas estuvieran canalizadas solo a las personas que violan Derechos Humanos. Los servicios de Internet, las medicinas, los alimentos, todos los servicios públicos y privados son más costosos y escasos debido a las sanciones sobre la economía. El desempleo y los bajísimos sueldos son responsabilidad de las sanciones. Y en nada han ayudado a un cambio de gobierno, sino todo lo contrario. Si las empresas venezolanas estuvieran facturando $400.000 millones de PIB al año, los sueldos estuvieran en un per cápita de $12.000 en lugar de $2.000 por año.

Incluso, aunque Pdvsa ha sido objeto de escándalos de corrupción en las dos últimas décadas, las sanciones recientes a Pdvsa aúpan la corrupción aún más, ya que la hace inauditable ya que sus ventas se hacen hoy por canales irregulares, a compradores ad hoc, improvisados, piratas de todo tipo y los pagos son en depósitos bitcoin, sin plan de cuentas transparentes. Las sanciones a las empresas del Estado venezolano también perjudican a los países del Caribe, a Europa y hasta a países como Japón que necesitan energía.

También las sanciones petroleras de Estados Unidos impiden que Venezuela pague su deuda externa, a proveedores, a que se invierta en infraestructura. La corrupción y violación de DDHH de los gobiernos de Venezuela debe generar sanciones individuales, y al contrario vemos que muchos de los funcionarios públicos corruptos de la era del socialismo del siglo XXI y de los anteriores viven en EEUU y tienen propiedades inmobiliarias extravagantes en ese país y en Europa. Vemos también que si Estados Unidos condena a unos pocos lo hace para negociar parte del botín y no para devolver los recursos a los venezolanos. En EEUU los corruptos venezolanos son condenados por pocos años y de ninguna manera se devuelve el dinero al pueblo de Venezuela ni se coloca en cuentas fideicomiso para cuando llegue una nueva administración en Venezuela.
La Constitución venezolana ya prevé elecciones presidenciales para el año 2024, no es necesario ningún acuerdo entre el gobierno de Maduro y el G4. Como se demostró en las elecciones de gobernadores y alcaldes pasadas, la oposición del G4 puede ganar si va unida y no necesita que Estados Unidos sancione a todo un país de emprendedores y trabajadores de mayoría honesta.
Las sanciones petroleras de EEUU debilitan la economía más que la misma corrupción interna y por lo tanto generan éxodos de emigrantes que debilitan el tejido social necesario para proteger a la democracia. El gobierno del presidente Joe Biden debe levantar las sanciones petroleras sin condicionamientos. Estados Unidos no tiene que comprar petróleo venezolano, puede producir su propio petróleo o comprar a quien lo desee.
Las sanciones al petróleo venezolano fortalecen a todos los enemigos de la democracia, debilitan a la oposición que lucha en el territorio nacional, generan emigración, fortalecen a Vladímir Putin y a los países árabes, y generan mayor opacidad en la Administración de Maduro. Es muy cruel que se use el poder mundial de EEUU para impedir que Venezuela venda petróleo a otras naciones. Ofrecer ayuda humanitaria a Venezuela es un acto cruel si es a costa de mantener las sanciones petroleras que tanta miseria generan.
Son héroes para los venezolanos de a pie la posición de los presidentes Macron y Petro. Ambos, al reconocer los costos de las sanciones, valientemente rompen con los intereses burocráticos para pedirle a la Administración Biden que levante las sanciones petroleras a Venezuela.
EEUU debe y merece, por ser una luz de esperanza para el mundo, redimensionar su enfoque hacia Venezuela y levantar las sanciones petroleras. Mientras tanto, los venezolanos agradecemos tener al presidente Macron, de Francia, y al presidente Petro, de Colombia, defendiendo los intereses del pueblo y buscar alternativas menos punitivas para la población venezolana de resolver sus conflictos.

Twitter: @alejandrojsucre

Las sanciones no corrigen la corrupción

Alejandro J. Sucre

Corregir la corrupción debe ser asunto de los venezolanos, no de Estados Unidos. Y menos imponiendo sanciones a la venta de petróleo, principal fuente de ingresos del país. Las sanciones a la venta de petróleo venezolano son una gran crueldad contra los empresarios y trabajadores del país. Si se utilizan para atacar la corrupción de algunos funcionarios públicos, es como tratar de eliminar roedores en una casa impidiendo que todos sus habitantes, ayudantes e hijos, coman o compren alimentos. Y esto mientras los gobernantes de la casa están tranquilos en una sala aislada y protegida con todas sus necesidades cubiertas. Y es aún más grave, ya que al pedir a EEUU que imponga sanciones a la venta de petróleo para combatir la corrupción, se está poniendo en manos de otros países lo que compete solo a los venezolanos. ¿O es que Estados Unidos va a estar poniendo sanciones al petróleo cada vez que haya corrupción en Venezuela?. Un asunto distinto es pedir a EEUU y a los europeos que impongan sanciones a los individuos y políticos venezolanos que violan derechos humanos y corrompen el sistema financiero e inmobiliario global. Esa ayuda de sancionar individuos sí puede ayudar, como cuando los ratones se van de nuestra casa ya que empezó una fumigación y se alerta a los vecinos para que se protejan y nos ayuden a erradicar a los roedores infecciosos que huyen con nuestros alimentos.

Muchos venezolanos tienen la tendencia de poner en manos extranjeras la solución de nuestros problemas. Es una especie de tara. Unos la ponen en manos de rusos, cubanos, iraníes, chinos y turcos. Otros la ponen en manos de EEUU y Europa. Muy pocos ponen las soluciones de los problemas en manos de los propios venezolanos. Los que piden a Estados Unidos que pongan sanciones al petróleo para frenar la corrupción no se están dando cuenta de varias cosas: que sus mismos agentes federales, encargados de batallar el dinero ilegítimo que llega de Venezuela, se quedan con grandes tajadas y nada regresa al fisco venezolano para resarcir los daños, pagar maestros y médicos. Los agentes federales de EEUU hasta negocian con los capturados y los dejan tranquilos en Estados Unidos con parte del botín que pertenece a los venezolanos.

Mientras tanto, las sanciones al petróleo venezolano hacen un enorme daño al empresariado nacional, ya que les obliga a vivir con menos ingresos petroleros, un bajísimo PIB que afecta a cada trabajador, profesional e industria del país. La infraestructura y la población no puede mantener sus gastos con un PIB de $70.000 millones. Cuando no había sanciones al petróleo y había corrupción el PIB estaba en $400.000 millones. Un PIB tan bajo producto de las sanciones al petróleo implica menos ventas, menos sueldos y menos actividad económica. Si bien hay una corrupción infinita en Pdvsa, esta no se frena matando a la empresa sino eliminando a los roedores. Incluso las sanciones a la venta de petróleo incrementan la corrupción en Pdvsa al obligarla a vender el petróleo a piratas y no a clientes registrados y solventes, a usar proveedores improvisados y a usar cuentas bancarias no reportadas y hasta en criptomonedas difíciles de hacer seguimiento.

Las sanciones individuales sí pueden ayudar a reducir la corrupción en el país. Las sanciones a la economía petrolera no. Debe haber sanciones individuales si los individuos corrompen el sistema financiero internacional. Para eliminar las cucarachas no hay que incendiar la casa. Hay que atacar a los roedores en operaciones que apunten bien. Y no tiros de perdigones dispersos que maten a todos menos a los roedores. Los venezolanos debemos luchar sin esperar que otros países y que EEUU sancionen a toda la nación. EEUU no tiene por qué luchar contra la corrupción en Venezuela y menos matando al pueblo de hambre. Estados Unidos tampoco debe sancionar la venta de petróleo de Venezuela para lograr fortalecer la democracia. El efecto es contrario. En Barinas, en la pasada elección de gobernador, se demostró que la oposición en el terreno, unida, le puede ganar al oficialismo aún cuando las condiciones no sean idóneas.

El impacto económico de las sanciones al petróleo venezolano es de $300.000 millones en PIB. Y el impacto de la corrupción es mayor. Venezuela, aun con corrupción y con los precios del petróleo menores, llegó a producir un PIB en 2014 de casi $500.000 millones. Hoy, después de las sanciones, produce solo $60.000 millones. Ese es el costo de las sanciones de EEUU al petróleo venezolano. Entre la corrupción, el gasto fiscal de Venezuela y las sanciones al petróleo, hoy el país produce 33 veces menos que Texas con la misma población y con más recursos naturales. Es hora de crear un círculo virtuoso de reorientar el gasto fiscal eficaz y levantar las sanciones para levantar el PIB per cápita, dejar atrás la economía del deterioro y lograr una economía de prosperidad.

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El costo de la corrupción en Venezuela

Alejandro J. Sucre

El potencial que Venezuela tiene para crecer y aportar exportaciones al mundo es inmenso. Según el Atlas de Recursos Naturales (https://www.worldatlas.com/articles/countries-with-the-most-natural-reso...), Venezuela es el octavo país en el mundo con mayores recursos naturales comercializables y el octavo en términos per cápita. Venezuela tiene un inventario de USD 14,3 trillones en recursos naturales comercializables como productor y exportador líder de numerosos minerales, incluidos petróleo, mineral de hierro, oro, carbón y bauxita, sin considerar su capacidad gasífera, agrícola, turística, manufacturera, logística, financiera y tecnológica.

Venezuela necesita líderes políticos nacionales e internacionales que permitan a Venezuela atraer de los mercados nacionales e internacionales $3 trillones en inversiones en los próximos 10 años para desarrollar su potencial económico y expandir su PIB anual a USD 1 Trillón por año, basado en recursos naturales, agrarios y demás sectores de la economía. Una economía de $1 trillón de dólares permitiría un PIB per cápita de USD 30,000 en lugar de los $2.000 que hoy obtiene. Esta economía de un trillón de dólares o un billón de dólares se pierde solo por malas políticas de dirigentes o incompetentes o corruptos y un aparato de gobierno que no funciona, junto a un cuerpo militar que se desvió de sus deberes.

Debido a la corrupción y desvíos de recursos del estado para lucro de funcionarios, hoy al contrario, la economía venezolana se redujo de $300,000,000,000 en PIB del año 2012 a $60.000.000.000 en el año 2021. Fallidas políticas de control de precios y de cambio hasta el 2019, mala política monetaria para inyectar dinero a la economía sin productividad y por razones clientelares, ejecutar obras de infraestructura y contrataciones con el estado a sobre costos y sin licitar. Robo del dinero de Cadivi y luego robo de los fiscales que investigan la corrupción de CADIVI que nunca recuperan el dinero para la nación sino que se lo quedan. Todo esto ha arruinado el presente y futuro del país.

Así que podemos enumerar los costos de la corrupción en Venezuela como sigue:
1.- Millones de estudiantes no se educan adecuadamente para participar de la economía mundial ya que tienen infraestructura de escuelas inadecuadas y maestros mal remunerados.
2.- Hospitales que tampoco se construyen y los que existen no se mantienen adecuadamente. Esto hace que la salud del pueblo quede diezmada para que unos vivos tengan millones de dólares y que lo inviertan en paraísos fiscales.
3.- Política monetaria inflacionaria para repartir financiar un gasto fiscal que no se ejecuta sino que se reparte entre privilegiados del partido político de turno via contratos del estado que luego no ejecutan. Esta política monetaria clientelar genera otro costo inmenso en la población que es altísima inflación, devaluación lo que impide el financiamiento bancario a largo plazo para impulsar las actividades productivas de la nación y construir viviendas.
4.- Autopistas que no se ejecutan y se cobran. Esto impide que se desarrollen los pueblos del interior del país. Que veamos tanta gente deambulando por los pueblos de Venezuela sin trabajo, vegetando sin desarrollar sus talentos. Que observemos el potencial desarrollo agrícola, minero e industrial pasmado ya que no hay vialidad, ni electricidad estable ni telefonía, porque a todo se le pone sobreprecios.
5.- Y el peor daño de la corrupción es que distorsiona los incentivos sociales, el trabajo y los estudios no son mecanismos de ascenso social y estimula a todos los venezolanos a ser corruptos y a ver el estado como una piñata. Nada vale en Venezuela más que ser panas de las autoridades del gobierno de turno y excluyen al resto de la sociedad que emigra a otros países y quiebra y traumatiza la unión de la familia.
6.- Fuga de capitales y de talentos para otros países donde hay respeto a la inversión y al trabajo.
7.- Los políticos que practican la corrupción generan pésima calidad de vida y división social, sean los enchufados hoy, los apóstoles y los del guisadores de décadas pasadas.

8.- Los políticos que practican corrupción tienden a querer perpetuarse en el poder y acaba con la democracia.

Los políticos de los países que prosperan luego de ocupar altos cargos, no se quedan allí buscando reelecciones indefinidas para robar indefinidamente a las instituciones del estado junto a sus amigos. Los políticos y militares venezolanos deberían buscar unas formas menos depredadoras de ganarse la vida, ya que la corrupción desde la cabeza de las instituciones se expande a todo nivel y hasta el soldado de la Guardia Nacional de más bajo rango termina asaltando a la población que circula en las deterioradas autopistas del país.

Venezuela tiene un gran futuro si los políticos del gobierno y de la oposición cambian sus aspiraciones y dejan de ofrecer a nuestro país como botín a los rusos, chinos, iranies, cubanos y americanos. Los políticos de oposición y del gobierno deberían ofrecer el país a los venezolanos y crear instituciones de largo plazo que aseguren un gasto fiscal que ese ejecuta con licitaciones, una política monetaria para expandir la producción y no la corrupción, que permita el crédito a largo plazo, y a Venezuela desarrollar sus ventajas comparativas en energía, minería, agricultura, turismo, manufactura, logística, bancaria y tecnología. Venezuela si puede ser una gran potencia si su cuerpo militar y político son menos depredadores y sus dirigentes salen del cinismo y elevan sus cargo como promotores del desarrollo nacional.

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Cuellos de botella: encaje legal, sanciones y licitaciones

Alejandro J. Sucre

La economía de Venezuela como hemos escrito ha sido golpeada muy duro en el pasado por el uso de la liquidez monetaria con el objeto clientelar y para financiar grupos privilegiados en el poder, al derogar gasto fiscal sin licitar y sin rendir cuentas del dinero para construir infraestructura. Esa realidad del uso del dinero inorgánico para financiar gasto clientelar de los partidos políticos viene desde los años sesenta y en la última década fue tan acentuado que ha requerido varias conversiones monetarias. Hablamos de crecimiento de la liquidez monetaria de más de 1 millón por ciento en 5 años. Y siempre muy por encima del PIB desde 1970. La hiperinflación y las caídas del PIB en los últimos años como consecuencia del uso de la liquidez monetaria inorgánica hicieron frenar y tomar consciencia de los daños que causa. Y en los últimos dos años se ha comenzado a tomar acciones correctivas.

Sin embargo, hay tres cuellos de botella que subsisten para recuperar la economía. Uno, es el altísimo encaje legal que impuso el BCV a la banca venezolana le impide hacer prestamos en bolívares y en dólares. Esto quiere decir que para detener la hiperinflación el gobierno decidió impedir que los bancos presten dinero a las empresas privadas y al consumidor por el temor de que esos créditos se vayan a comprar dólares y vuelva a haber fuga de divisas e hiperinflación. Este alto encaje legal junto a la liberación de precios y de cambio también busca obligar traer ahorros privados para autofinanciarse como beneficio del levantamiento de controles. Parece difícil que el sector privado traiga ahorros a Venezuela para financiar sus actividades debido a que ya ha perdido mucho de sus ahorros en los últimos 7 años, y a que el gobierno no ha tomado los pasos profundos de sanear las finanzas públicas presentando información financiera de cada ente del estado, del BCV y tampoco ha comenzado a hacer licitaciones de sus gastos. El encaje legal solo le permite al gobierno acceso a la liquidez monetaria del país y es excluyente del ciudadano.

No hacer licitaciones del gasto fiscal de acuerdo con la Ley es el segundo cuello de botella por resolver por parte del gobierno de Maduro. Un gasto fiscal sin rendición de cuenta y sin licitaciones es clientelar y siempre asegura devaluación e inflación y división social.

El tercer cuello de botella es que la economía venezolana está enfrascada en sanciones económicas de los EE.UU. y el gobierno, aunque reconoce que se han dejado de percibir $630.000 millones por las sanciones, se ha distraído infructuosamente buscando apoyarse en China, Rusia, Turquía, Vietnam y algunos países árabes para traer inversiones que no vienen. Medio picó el ojo a EE.UU. y Chevron vino.

Todos los venezolanos estamos sufriendo en esta disyuntiva pérdidas que el presidente de AN calcula en $630.000 millones y que seguirán mientras no se reduzca la batalla entre EE.UU. y el gobierno venezolano. EE.UU. no tiene por qué sancionar a la economía, debiera concentrase en sancionar individuos. Pero el gobierno nacional no debe dejar pasar más tiempo ni disimular que Irán, China o Rusia invertirán esas cantidades perdidas.

El gobierno debe enfocarse en aliviar las sanciones a la economía venezolana de EE.UU.. También el gobierno debe enfocarse en desarrollar un plan de licitaciones y debe rescatar la Ley de Licitaciones Públicas del año 2001 para ser aplicada inmediatamente. Las cifras estadísticas quedarán a través de la historia para que se pueda evaluar el aporte o los daños que los gobiernos han causado a la nación.

El gobierno del presidente Maduro debe tomar pasos contundentes para cambiar la situación actual de la economía. Los venezolanos no pueden ahorrar para la vejez. Son millones de venezolanos que tienen que sufrir las consecuencias de un gasto fiscal sin licitar que no es transparente, de un sector privado y un consumo que no tienen acceso al crédito debido al encaje legal. También el gobierno del presidente Maduro debe enviar una comitiva para aliviar las sanciones económicas de EE.UU. ya que hemos perdido $630.000 millones y no queremos perder más. En forma creativa el gobierno del presidente Maduro tiene una gran oportunidad de rescatar a las empresas del estado con inclusión social en los mercados de valores si se activan, rescatar el aparato productivo privado y negociar levantar las sanciones para crecer sin inflación. La historia premia a los que aman a su pueblo con hechos. La industria de vehículos es una muestra de lo que pudo ser Venezuela y no fue por malas políticas económicas. Venezuela pudo haber sido una de las principales en el ramo automotor en Latinoamérica. Fue centro de desarrollo de Toyota, GM, Ford, Chrysler y muchas otras con plantas manufactureras produciendo cientos de miles de vehículos y un sector de autopartes que generaban 40 % de los insumos y de calidad mundial, empleando cientos de miles de venezolanos. Venezuela se proyectaba como el país desde donde exportar vehículos a Latinoamérica. Hoy la industria automotriz esta desmantelada, las fábricas se mudaron a Brasil y Argentina y solo se importan unos miles de vehículos al año y todo eso por las pérdidas que ocasionaron el no reconocer las cartas de crédito en 1990 y CADIVI 2013. Nunca es tarde para corregir errores ni para celebrarlo.

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Los empresarios venezolanos sorprenden

Alejandro J. Sucre

Es maravilloso ver el empuje y el altísimo nivel de emprendimiento que hay en nuestro país, a pesar de los inmensos obstáculos que los dirigentes políticos imponen sobre la población para su desarrollo económico. Los empresarios generan beneficios y proveen bienes y servicios indispensables a todos los venezolanos sin distinción de ideología política, sin considerar si es político o no, sin importar raza o generó. Todos los empresarios de Venezuela hoy se han mantenido de pie y han logrado en el presente mantener a los venezolanos surtidos de todos los servicios y bienes disponibles en las economías más modernas del planeta.

Muchos lamentan a tantos venezolanos que se han ido a otras tierras generando una fuga de talento peligrosísima para la nación. Sin embargo, si uno examina y detalla la disposición de bienes y servicios que se encuentran en el país hoy, vemos que hay muchos nuevos empresarios que han surgido o se han mantenido a pesar de que Venezuela ha vivido la peor crisis económica del hemisferio occidental. En Venezuela a los empresarios se le ha venido abajo la economía y el poder adquisitivo de la población como a casi ninguna otra nación en el planeta en los últimos 12 años. Han emigrado 6 millones de venezolanos buscando otras tierras donde prosperar, hemos sufrido la más alta hiperinflación del planeta por los efectos de las expropiaciones, los controles de precios y de cambio, del uso de la liquidez monetaria del Banco Central y de la Tesorería Nacional para para patológicamente privilegiar a la clientela política. Venezuela además ha estado sometida a una guerra política y geopolítica entre sus dirigentes de gobierno y oposición entre Rusia, China y EE.UU. que sometió a los empresarios a a sanciones económicas por los EE.UU. donde ni siquiera se pueden hacer vuelos normales y menos sistemas de pagos expeditos. El empresario venezolano además ha sido desestimulado por un gasto fiscal que carece de total transparencia y lo cuales son de asignados a dedo y sin licitaciones. Esto ha generado fallas de servicios públicos como luz, internet, agua, carreteras, y seguridad personal que aumentan los costos de operar en Venezuela y competir con las empresas de otros países cuyos gobiernos son mas eficientes. La hiperinflación generada por el gasto publico clientelar y patológico además elimino el crédito en Venezuela. Además, los dirigentes políticos en lugar de corregir las fallas administrativas tan profundas en la administración de las empresas del estado y del gasto en infraestructura, buscan aumentar impuestos a las empresas que se quedaron en el país. Han emigrado también miles de empresas de primer orden,

Aun así, hoy los venezolanos todos podemos estar sumamente orgullosos de que gracias al indomable espíritu empresarial que queda en Venezuela no falta casi ningún tipo de alimento, medicina, construcción, tecnología, servicios de todo tipo. Todos los bienes que deben y pueden proveer los empresarios de un país moderno lo proveen los empresarios que se quedaron en Venezuela a nuestra población. Los sueldos solo pueden subir si aumentan las ventas de petróleo a 2 o 3 millones de barriles por día. Para eso el gobierno y los políticos de oposición deben ponerse de acuerdo para que EE.UU. levante las sanciones y se salgan del macabro juego geopolítico en que se metieron como parte de su guerra desmedida del poder. Los sueldos subirán también cuando el gasto fiscal sea utilizado para crear más y mejor infraestructura eléctrica, vial, hospitalaria y educativa que permita el florecimiento de más hoteles ecológicos , fábricas de todos tipo, fincas no para embolillárselos unos pocos y llevárselo a cuentas en Suiza u otras latitudes . Sin sanciones y con un gasto fiscal que se haga vía licitaciones, los emprendedores en Venezuela crearan nuevos servicios que generaran mas divisas en turismo, exportación de todo tipo de productos, mas eficiencia en la industria petrolera, gas y petroquímica, participaran en moda, tecnología, deportes, talentos artísticos, médicos, científicos, desarrollos agrícolas, seremos una nación muy destacada en el mundo gracias al espíritu empresarial que posee el venezolano. El gobierno del presidente Maduro tiene la oportunidad de seguir los cambios que genero desde el año 2020 liberando el cambio y la fijación de precios, profesionalizando parte de la administración publica. Ahora debe ser mucho mas rápido en negociar el levantamiento de sanciones y de organizar un gasto fiscal mas eficiente. No puede hacer perder tiempo a la población creyendo que con sanciones y sin mejorar la administración de recursos fiscales podrá verse un renacer de la economía venezolana. Con sanciones y sin un. Mas eficiente gasto fiscal Venezuela no será el paraíso.

Twitter: @alejandrojsucre

Evaluación de los gobiernos desde 1960

Alejandro J. Sucre

Para evaluar a los gobiernos de Venezuela desde 1960 en forma objetiva, debemos ver el crecimiento de la liquidez monetaria desde 1960 hasta el 2022. Ahí notaremos como los gobiernos han usado la liquidez monetaria para fines clientelares y para privilegiar a sus grupos sin cesar. Las cifras estadísticas quedarán a través de la historia para que se pueda evaluar el aporte o los daños que cada gobierno ha causado a la nación de manera objetiva. Revisando cada quinquenio dese 1960 hasta el 2022, podemos ver gobierno por gobierno el uso clientelar o tribal del gasto fiscal examinando el crecimiento de la liquidez monetaria, el PIB, la inflación, la devaluación y el crecimiento de la deuda externa.

Desde 1959 -1963, el PIB creció 24%, la liquidez monetaria solo 6% y la inflación el 4% acumulada en 5 años. Para el periodo 1964-1968, el PIB creció 18%, la liquidez monetaria 48%, y la inflación el 8 % acumulada. Para el periodo 1969-1973, el PIB creció 40%, la liquidez monetaria 108%, y la inflación el 14 % acumulada. Para el periodo 1974-1979, el PIB creció 21%, la liquidez monetaria 304%, y la inflación 124 % acumulada. Para el periodo 1979-1983, el PIB cayó -19%, la liquidez monetaria 172%, y la inflación 73 % acumulada. Para el periodo 1984-1988, el PIB cayó 5 -%, la liquidez monetaria +52% %, y la inflación 256% acumulada. Para el periodo 1989-1993, vemos que no hubo ningún gran viraje en cuanto a gasto fiscal improductivo: el PIB creció 5%, la liquidez monetaria 256%, y la inflación 244 % acumulada. Para el periodo 1994-1998, el PIB creció 11%, la liquidez monetaria 469%, y la inflación 358 % acumulada. Para el periodo 1999-2003, nada nuevo trajo la revolución en cuanto a efectividad del gasto fiscal: el PIB cayó -11%, la liquidez monetaria 218%, y la inflación 248 % acumulada.

Para el periodo 2013-2020, el PIB cayó -70%, la liquidez monetaria subió 560.200%, y la inflación 600.000 % acumulada. Para el periodo 2021- 2022, el PIB creció 11%, la liquidez monetaria 1.000%, y la inflación 1.000 % aproximada y acumulada.

Vemos ajustes tras ajustes, devaluación tras devaluación es lo que sigue a gobiernos que usan el gasto fiscal para repartirse entre sus privilegiados como botín y no para desarrollar el conjunto de la nación. Gobernantes piden sacrificios al pueblo para continuar un gasto fiscal clientelar, financiado con emisión de dinero inorgánico por el BCV e imponiendo ajustes tras ajustes a la población que no permiten el desarrollo de obras de infraestructura ni los incentivos de inversión privada para el futuro de la nación. Usar del dinero del fisco como premio a repartirse o “botín” del partido de gobierno de turno estimula la división social, creación de tribus, pugnacidad entre ciudadanos (los que guisan y los enchufados y los que no, los empresarios versus los trabajadores). Impide el trabajo en conjunto de loso ciudadanos y genera distorsiones en todos los sectores de la economía.

Una sociedad en pugna y con un gobierno que usa la liquidez monetaria con fines clientelares genera una economía tribal de continua devaluaciones, elimina el crédito por la inflación que genera la emisión de dinero inorgánico, genera especulación y altos precios de bienes y servicios, y no puede desarrollar inversiones de infraestructura de largo plazo para que el país logre desarrollar sus ventajas comparativas y posicionarse entre las naciones del mundo prósperamente. El gasto fiscal clientelar debilita a toda la nación y genera también divisiones geopolíticas innecesarias.

Vemos que los gobiernos desde 1970 al presente aplican ajustes solo a los ciudadanos, pero no a la eficiencia del gasto fiscal. Cuando había ingresos petroleros, los ciudadanos aceptaban el modelo de estado clientelar tribal, aunque el costo fuera alto para la nación, ya que se alternaban los grupos de privilegiados en el poder y había inclusión social en el reparto del botín fiscal. Cuando llegan las sanciones a la venta del petróleo en el 2019 se genera una fuerte caída en el PIB (70%) , altísima inflación y devaluación. Mayor exclusión social y menor inversión privada. Y gran caída en los sueldos. Sale a la luz las ineficiencias de todas empresas del estado que pierden dinero y colapsan los servicios públicos.

El gobierno del presidente Maduro debe acelerar el paso de las reformas si quiere aparecer en la historia con resultados positivos sobre la economía venezolana. Ya el presidente Maduro a mejorado instituciones como el Saime, parques nacionales, La Superintendencia de Valores, ha liberado la economía de muchas amarras burocráticas desde el 2020. Ahora debe acelerar el paso y volver a licitar el gasto fiscal en todos las instituciones centralizadas y no centralizadas. Debe rendir cuentas cada institución. Deben presentar estados financieros y objetivos alcanzados auditados anualmente por institución y empresa del estado. Debe acelerar el rescate de empresas del estado con participación ciudadana y negociar el levantamiento de sanciones. Así la economía crecerá por encima de $500.000 millones /año e irá a compararse con la de Texas que produce $2 trillones de PIB por año con la misma población y recursos naturales.
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La gran debilidad de Venezuela

Alejandro J. Sucre

Imagínese el lector que navega en un barco de los más hermosos del planeta pero que tiene una tronera en su popa por donde se filtra el agua y lo va hundiendo. Imagínese que quienes deben repararlo y deben dirigirlo, llevan ese barco a los territorios donde hay guerras, confrontaciones para debilitar a los pasajeros y mantenerse en el poder, y no donde hay prosperidad y armonía. No quieren sujetarse a ninguna obligación con su tripulación. Imagínese que además los que dirigen ese barco no usan el dinero de los pasajes para reparar, proveer servicios y mejorar el barco sino para embolillárselo. Los pasajeros de ese barco comienzan a pasar hambre, a saltar del barco y navegar en altamar donde deben luchar contra los tiburones. Donde además la tripulación del barco se pelea entre sí y algunos pasajeros se pliegan para tomar partido y beneficiarse de los recursos que todavía quedan en el barco que pudo ser grandioso, pero que no lo fue. Imagínese un barco donde la tripulación es escogida en base a complicidad para robar a los pasajeros y no en base a sus conocimientos y honradez para servir pasajeros. El mundo al revés. Un mundo que va de crisis en crisis sin resolver ninguna.

Esta metáfora la pudiéramos llevar a todos los campos de la acción colectiva. Imaginarnos un equipo de beisbol donde los managers no usan el dinero de los espectadores para pagar jugadores, donde contratan a los cómplices y amigos y no a los verdaderos atletas que se preparan. O un colegio donde los administradores se toman para si las mensualidades de los muchachos y pagan bajos salarios a maestros, no invierten en laboratorios ni en instalaciones deportivas. Imagínese que una junta de condominio se instala y se embolsilla las cuotas mensuales de los propietarios y que además usa a la vigilancia para someterlos y matraquearlos cada vez que entran al edificio. Esas metáforas que describen muy bien las debilidades de Venezuela por varios siglos y que hoy vemos exacerbadas. Vamos de crisis en crisis sin poner un freno al desenfreno de unos funcionarios públicos que no cumplen con sus objetivos, que no licitan obras y que no tienen como objeto servir sino servirse. Unos funcionarios buscando culpar a otros sectores de la sociedad.

Como consecuencia, a diferencia de las sociedades donde combaten la corrupción, en Venezuela las catástrofes naturales no se recuperan rápidamente por que los encargados de reparaciones se embolillan los recursos y no ejecutan las obras. Las obras de infraestructura se presupuestan y no se hacen dejando miles de niños sin escuelas y miles de fábricas y fincas sin posibilidades de prosperar y una población deambulando con bajísimos sueldos. Funcionarios públicos y algunos ciudadanos se asocian como piratas del mar.

A todos nos afecta la corrupción como una mal inmenso. Es una verdadera enfermedad social. No hay suficiente empleos ni inversión. Eso significa bajos sueldos para todos los venezolanos, bajas ventas para todas las empresas y políticos que no saben dónde esconder el dinero ni explicar sus fortunas que viven sin poder explicar sus riquezas.

El potencial que Venezuela tiene para crecer y aportar exportaciones al mundo es inmenso. Según el Atlas de Recursos Naturales (https://www.worldatlas.com/articles/countries-with-the-most-natural-reso...), Venezuela es el octavo país en el mundo con mayores recursos naturales comercializables y el quinto en términos per cápita. Venezuela tiene un inventario de USD 14,3 trillones en recursos naturales comercializables como productor y exportador líder de numerosos minerales, incluidos petróleo, mineral de hierro, oro, carbón y bauxita, sin considerar su capacidad gasífera, agrícola, turística, manufacturera, logística, financiera y tecnológica. Venezuela pudiera ser un centro financiero internacional como lo es Singapur. Una potencia petrolera y gasífera como lo es Qatar o Arabia Saudita. Una maravilla turística como los es Costa Rica, México o Tailandia. Venezuela pudiera tener terminales de pasajeros y logística como los es Texas o Florida. Venezuela pudiera ser un centro médico importante para el mundo occidental.

Si fuéramos honrados con el erario público, Venezuela pudiera atraer de los mercados nacionales e internacionales $3 trillones en inversiones en los próximos 10 años para desarrollar su potencial económico y expandir su PIB anual a USD 2 Trillones por año, basado en recursos naturales, agrarios y demás sectores de la economía. Una economía de $2 trillones de dólares, como la de Texas, permitiría un PIB per cápita de USD 60,000 en lugar de los $2.000 que hoy obtiene. Esta economía de 2 trillones de dólares de producción anual que pudiera ser Venezuela se pierde en filtraciones causadas por sus lideres, que articulan malas políticas o corrupción, de manera patológica y sin correctivos de fondo. Buscando culpables en otros, muy pocas veces rectificando.

La historia de Venezuela ha sido en sus 5 siglos dirigida mayoritariamente por lideres políticos y militares con una visión de embolsillarse los recursos de la nación. Una visión cínica de la sociedad. Muchos dirigentes anhelan para vivir en el primer mundo y gastar como los grandes magnates en esas sociedades con el dinero de los niños que quedan sin escuelas y maestros mal pagados. Esa gran distorsión cognitiva que ha sufrido nuestra sociedad desde siglos atrás nos limita como nación. Comenzar a licitar obras y todo gasto fiscal es el primer paso para salir de esta enfermedad y presentar informes de gestión auditados en cada institución del estado.

Twitter: @alejandrojsucre

El Celac debe revisar su geopolítica

Alejandro J. Sucre

El CELAC debe relanzarse sin el sesgo de insertarse en la política global de un continente acomplejado y acusando a los países más desarrollados como “ Anti-Imperialista”. Si Latinoamérica quiere atraer inversiones de verdad, va a tener que acercarse a la lista de empresas Forbes a nivel mundial como lo hicieron China y Rusia y que las ayudaron a desarrollarse. Es obsoleto hablar de Imperialismo. Hoy, hay que acercarse a las empresas Forbes estén donde estén ya que controlan $47 trillones en ventas, más que el PIB de EE.UU y China juntos. Hoy Rusia y China han comenzado a olvidarse que para competir con EE.UU. deben hacerlo permitiendo que la iniciativa y creatividad de sus ciudadanos sean el impulso para que generen nuevos productos, creen empleo, hagan más investigación y atraigan inversión. China y Rusia deben dejar el camino de la guerra y la confrontación con Europa y EE.UU.. Y Latinoamérica liderizada por el CELAC debe ver las realidades arriba descritas y alejarse de la retórica antiimperialista que reduce la capacidad de crecer a su población.
Los lideres del CELAC deben percibir la gran responsabilidad que tienen en sus manos. Hoy manejan el poder en todos los principales países de Latinoamérica. Latinoamérica hoy tiene uno de los PIB más bajos del planeta $5,6 trillones teniendo unas tierras de mayores recursos naturales del mismo y con 650 millones de habitantes. Europa tiene 760 millones de habitantes y un PIB de $17 trillones. EE.UU. tiene un PIB de $22 trillones y 330 millones de habitantes. África tiene 1,4 billones de personas y solo $2,8 trillones de PIB. China tiene un PIB de $17 trillones, pero una población de 1,4 billones.
Para poder elevar el nivel de vida de la tan empobrecida población Latinoamérica, el CELAC debe evaluar las realidades económicas mundiales con suma objetividad. El CELAC es el más influyente en el futuro del continente Latinoamericano, está muy bien organizado y ha ganado las elecciones en casi todos los países del continente. El continente requiere grandes inversiones para sacar a su población de la pobreza tan asfixiante. Y para ello, los lideres del CELAC deben realinearse no solo con Europa y EEUU sino con las empresas que hacen a esos países grandes, que son al final los que invierten y aseguran un futuro para las naciones receptoras de sus inversiones. China y Rusia con el llamado multilateralismo al final son naciones que también deben gran parte de su desarrollo a las empresas Europeas y de EE.UU.. Y por los vientos que soplan y las cifras que podemos observar mas adelante, EE.UU. gana más impulso, cuando China y Rusia intentan bloquear su liderazgo a nivel mundial, ya que las empresas Forbes les alejan sus capitales y el empleo se desplaza. Mientras Rusia y China toman acciones bélicas o prebélicas para debilitar el poder del occidente, sus poblaciones y sus economías sufren más que la de los países imperialistas y no logran debilitar el liderazgo estadounidense ni el europeo sino todo lo contrario. Los mismos ciudadanos rusos y chinos prefieren invertir y emigrar en las empresas de EE.UU y Europa mas que en las de sus propios países donde sufren inseguridad legal. Y al contrario, el resentimiento que impulsa a China y a Rusia al buscar debilitar el liderazgo económico de los EE.UU. y de Europa por la vía política y voluntarismo, termina haciéndolos tomar medidas de control ciudadano y coercitivas que debilita la iniciativa de sus propios ciudadanos y les resta brillo.

China es el mayor exportador de productos del mundo con un total de $3,6 trillones para el 2021. Y Rusia exporta unos $494 billones para el mismo año. El % de exportaciones de China a EEUU y a Europa es de aproximadamente 45%. China exporta a Rusia apenas el 2.1% de sus exportaciones. Mientras tanto China depende del occidente para sus exportaciones, con EEUU comprando el 18 % y Europa otros 20 %., Japón y Hong Kong otros 18 %. Toda Latinoamérica sumada no llega a representar el 4 % de las exportaciones de China. Rusia igual exporta $68 billones a China (15 % ), 40 % de las exportaciones de ese país son a Europa y EE.UU. y Latinoamérica no llega a 4 %.
Igualmente las importaciones de productos en Rusia proviene principalmente de Europa y EE.UU. en un 50 % , mientras China representa 15 % de sus importaciones. Y China importa 50 % de sus insumos de EE.UU. y Europa y apenas un 10 % de Latinoamérica.

China invierte sus recursos en Estados Unidos principalmente con 183.200 millones de dólares, o el 15 % de las salidas totales de China, entre 2005 y 2019. Sin embargo, China está lejos de ser el mayor inversor de Estados Unidos. La Oficina de Análisis Económico de EE. UU. estima que en 2019 China representó solo el 0,8 por ciento de las entradas de inversión de EE. UU. En comparación, los tres principales inversores en EE. UU. (Japón, Reino Unido y Canadá) y representaron el 13,9 %, el 11,3 % y el 11,1 % de las entradas, respectivamente.
China invierte en Latinoamérica unos $15 mil millones mientras EEUU invierte unos $240 mil millones.
Las inversiones extranjeras en Rusia, antes de la guerra en Ucrania, provienen de Alemania, EE.UU. China y Francia. Y las inversiones Rusas son apenas de $8 mil millones y muy poco para Latinoamérica. El Foro de SaoPaolo debe actualizar su visión y acercarse a empresas mas que a países si desea traer prosperidad a Latinoamérica y cambiar la terrible realidad de los emigrantes.

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