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Alejandro J. Sucre

Una falacia: ¡Petróleo por libertad!

Alejandro J. Sucre

El senador por Florida al Congreso de EEUU ha criticado severamente a la Administración Biden por haber realizado conversaciones públicas y notorias con la Administración Maduro. Incluso el mencionado Senador junto a su colega del parlamento Bob Menéndez se han opuesto a un posible levantamiento de las sanciones que EEUU tiene sobre la industria petrolera venezolana y otros sectores. Los senadores exponen un argumento falaz como lo es que EEUU al negociar con la Administración Maduro estaría sacrificando la libertad de los venezolanos para obtener petróleo y bajar los precios de la gasolina en EEUU. Y además argumenta que estaría negociando con dictadores. Ambos argumentos no tienen ningún sentido.

La realidad es lo opuesto, no levantar las sanciones a la industria petrolera venezolana por parte del gobierno de EEUU sería seguir asfixiando la libertad de los ciudadanos venezolanos, y a esto hay que agregarle, luego de la guerra rusa contra Ucrania, la libertad de elegir al ciudadano estadounidense y europeo. En este momento donde gran parte de mundo occidental se ve amenazado por el suministro ruso de energía, tener mayores alternativas para la compra de petróleo es positivo y en todo caso le quita poder a Rusia. Crearía sana competencia entre los países petroleros menos democráticos. Adicionalmente, los senadores Menéndez y Rubio debieran entender y explicar a sus electores que la libertad de los venezolanos no debe ser sacrificada para lograr votos de algunos senadores. Tampoco la libertad en Venezuela puede ser defendida sólo por los dirigentes políticos de EEUU, sino por los mismos políticos venezolanos.

Las sanciones de EEUU terminan apoyando a “algunos” políticos de oposición en Venezuela y perjudican al sistema democrático en su conjunto. Los políticos del G4 que los líderes de EEUU apoyan en Venezuela no se presentan en las elecciones Presidenciales, de Gobernadores, de Alcaldes ni de Diputados y tampoco se someten a elecciones internas en sus partidos, ni presentan cuentas de los fondos que administran. Hay algunos dirigentes de la oposición emergente muy dignos que sí participan en esas contiendas electorales y no solo lo hacen en condiciones electorales desventajosas sin además recursos debido a que acuden a electores empobrecidos gracias a las sanciones de EEUU. Más elecciones ganaría la oposición si todos los dirigentes de oposición participaran unidos y sin esperar acciones externas que les ayuden como los Marines y las sanciones. Lo que hoy sanciona EEUU es a toda una nación, y a todos los políticos de la oposición que no estén dentro del presupuesto asignado por el Departamento de Estado al G4. Con sanciones EEUU podría crear una casta de políticos de oposición subsidiados que ni siquiera están presentes en el terreno electoral de Venezuela y engordan en oficinas haciendo lobby.
Las instituciones políticas estadounidense sí deben proteger que la legendaria corrupción de los políticos venezolanos no llegue a contaminar el sistema financiero de EEUU. También deben velar las instituciones estadounidenses porque los políticos venezolanos que atentan contra la libertad de los venezolanos, que cometen crímenes de lesa humanidad y que permiten el tráfico de drogas sean sancionados, pero siempre individualmente incluyendo a sus familiares beneficiados y testaferros. Ahí es donde los senadores Marco Rubio y Menéndez deben enfocarse y esto no ocurre. En EEUU hay muchísimos venezolanos gozando de propiedades suntuosas en EEUU que han logrado vía estafas al fisco venezolano. EEUU puede y debe exigir a Pdvsa y otras empresas del estado venezolano crear un Comité de Cumplimiento de las Normas de Buen Gobierno Corporativo y vigilar las transacciones de estos organismos como lo hace con cualquier transferencia bancaria privada.
En Venezuela levantar las sanciones sí aumentaría los sueldos del venezolano de a pie ya que miles de empresas privadas decidirían invertir y contratar personal. Es cierto que Pdvsa quebró por el mal manejo y la corrupción de los funcionarios públicos del gobierno de turno. Sin embargo, esta insolvencia de flujo de caja es corregible sin las sanciones. Todavía puede haber una reestructuración de deuda y una mayor participación del sector privado en el sector petrolero pero las sanciones lo impiden. Esto generaría poder adquisitivo en el venezolano y le da más capacidad de financiar el partido político de su preferencia. El mismo gobierno oficialista debe competir más por el voto, generando correctivos en su gestión.
La salida democrática y pacífica es ir elecciones, convencer a la población venezolana de que acuda a votar masivamente, presentar mas unidad si es necesario, estar presentes en las mesas de votación, presentar programas de gobierno, presentar candidatos electos desde las bases de sus partidos políticos, etc. Si el gobierno de EEUU sigue con las sanciones, sería quien decide quienes deben ser los líderes venezolanos y no el pueblo. Los senadores Rubio y Menéndez deben presentar otros beneficios a sus electores cubanos para obtener votos y no usar al pueblo venezolano como carnada imponiendo sanciones que se suman a gobierno y oposición con grandes disfuncionalidades.
Twitter @Alejandrojsucre

Felicitaciones, presidente Biden

Alejandro J. Sucre

El presidente Biden ha tomado el paso correcto de enviar una comisión de funcionarios públicos de su administración para tantear a la Administración Maduro en cuanto a varios temas: retorno de los presos estadounidenses, reducción de las sanciones petroleras para reactivar la venta de ese producto y animarla a una vuelta a la mesa de negociación con la oposición para retomar el camino electoral.

Aunque nuestro país hipotéticamente representa riesgos a la seguridad de los EEUU en cuanto a la triangulación de drogas hacia su territorio, y también a que la corrupción de nuestros funcionarios públicos contaminan el sistema financiero norteamericano, no es correcto comparar a Venezuela con Irán o Rusia como amenaza a la seguridad de los EEUU. Primero Venezuela no tiene armas nucleares ni tampoco bases militares de Rusia. Segundo, durante la administración actual Venezuela ha emprendido reforma al Consejo Nacional Electoral y se ha avanzado en los procesos electorales democráticos, como lo aseveró la Unión Europea y se demostró en el terreno durante las elecciones de noviembre del 2021. Tercero, la misma oposición venezolana que pide democracia antes que se levanten las sanciones, no participa en las contiendas electorales que establecen en la constitución nacional, tampoco hacen elecciones internas en sus propios partidos políticos y no presentan ni rinden cuenta de los recursos que administran en el exterior desde que el expresidente Trump les asignó partidas de gastos. Cuarto, el gobierno del Presidente Biden debe reconocer que hay otra oposición que si esta de acuerdo con que levanten las sanciones y que participó en las elecciones de noviembre del 2021 y que activaron a la población a votar. De levantarse las sanciones, el menos beneficiado sería la Administración Maduro y la oposición G4, y los más beneficiados serían la población venezolana y la oposición que sí participa en elecciones que tendrían más fuerza para pagar campañas electorales.

El planteamiento de algunos senadores del congreso de los EEUU de no negociar con dictadores, violadores de los derechos humanos no aplica. El sistema americano consiste en promover acciones correctivas más que en acorralar a las personas que se desvían en las conductas sociales y políticas. En Venezuela ha habido acciones correctivas por parte de la Administración Maduro. En Venezuela ha habido progreso en las medidas económicas que ofrecen hoy una participación amplia del sector privado en la totalidad de la economía. Por lo tanto, el beneficio del levantamiento de sanciones económicas es para el pueblo de Venezuela. En Cuba levantar sanciones beneficia solo al gobierno ya que el gobierno de ese país establece los salarios a pagar. En Venezuela, los sueldos los fija la oferta y la demanda y si hay inversiones los sueldos van a subir. Segundo, está demostrado que más democracia en Venezuela no se va a lograr a través de sanciones ni amenazas verbales, sino con una más decidida y firme oposición que se renueve como ejemplo de democracia y que participe unida y masivamente en las elecciones que establece la Constitución nacional. Eliminar las sanciones económicas, obligaría a la oposición a salir a la calle a hacer una oposición democrática y unida en lugar de apoltronarse en las grandes ciudades occidentales para pedir sanciones, victimizarse y recibir cuotas de dinero asignadas desde Washington.

Igualmente, sí EEUU concede levantar las sanciones económicas entonces crearía una competencia entre aspirantes a dictadores en el mundo. Mientras más sea el numero de productores de petróleo, menos poder van a tener para fijar precios individualmente esos dictadores. La competencia es la verdadera forma de regular a los que tratan de acumular poder. Europa colocó sanciones a personas y no a la economía para frenar actuaciones de personas que violan leyes y no perjudicar al pueblo. EEUU debe hacer lo mismo, no sancionar a todo un país sino a las personas o individuos que violan derechos humanos y son un riesgo al sistema financiero norteamericano. Por eso me extraña que los senadores de Florida se opongan a que Venezuela vuelva a producir petróleo, cuando eso debilitaría a los regímenes de Irán y Rusia. Abrir las inversiones petroleras en Venezuela haría que las empresas estadounidense controlen mas mercado y paguen impuestos al fisco americano. No veo en los senadores de Florida una propuesta para tratar a la Administración Maduro. El expresidente Trump puso las sanciones probablemente para debilitar a la Administración Maduro en caso de una incursión militar, para un cambio de gobierno. Pero esa política no se ejecutó.

Es mucho lo que ha aprendido la Administración de Maduro y el gobierno de Biden debe tomarlo en cuenta. Creo que luego de la guerra de Ucrania, la Administración Maduro debe tomar en cuenta quienes son sus aliados; Rusia tomó en EEUU el sancionado mercado de Venezuela, y cuando le declara una guerra a Ucrania, le congela los fondos de Pdvsa que administraba para canalizar las pocas ventas de petróleo sancionado venezolano. También la Administración Maduro sabe que la economía venezolana no funciona sin inversión de los ciudadanos de Venezuela, de EEUU y de Europa. Probablemente las inversiones chinas y rusas también esperan que EEUU levante sus sanciones a la economía.

Twitter @alejandrojsucre

Sosteniendo el bolívar a US$ 4,3

Alejandro J. Sucre

Es realmente un avance en el respeto a la población que el equipo de gobierno haya mantenido el tipo de cambio del bolívar estable en los últimos tres meses. Esta política de mantener el tipo de cambio, aún cuando Venezuela tiene pocas reservas internacionales y poco acceso al crédito internacional es un verdadero logro. Es un verdadero reconocimiento al manejo con parámetros de gerencia profesional de la política monetaria, no para satisfacer capricho de los políticos tipo Caligula. Ahora que hay estabilidad cambiaria, y reconociendo que hay mucha improductividad en el gasto fiscal, algunos proponen la política del crawling peg de devaluaciones suaves mensuales. El crawling peg es igualmente desastrosa. Saber y anticipar devaluaciones constantes, aunque pequeñas genera una incertidumbre que impide a los empresarios concentrase en mejoras de su productividad y los obliga a concentrarse no en invertir para crecer sino usar el flujo de caja para comprar dólares.

La estabilidad cambiaria acaba con el atropello que viene ocurriendo desde el año 1983 del "viernes negro" donde los gobiernos venían usando la emisión de dinero inorgánico para financiar el gasto fiscal y convertirlo en un gasto clientelar y sin productividad. Carreteras que no se hacían, represas y desarrollos eléctricos con sobre precios, aeropuertos, escuelas, hospitales que se hacían a medias y además con sobreprecios. Todo eso generó dinero inorgánico y pasmó al país que crecía poblacionalmente y no con educación, infraestructura, urbanismo ni medicina suficiente. Pero sí con inflación. Y también las emisiones de dinero inorgánico fue la que ocasionó los desbastadores controles de cambio y precio que aniquilaron al sector productivo de la nación. Con la inyección incesante de dinero inorgánico desde los años ochenta, noventa, y luego del 2000, los gobiernos han mantenido un sistema de gasto fiscal gigantesco y les ha servido para disimular la hiper corrupción, hasta que llegó el colapso de Pdvsa. Este cinismo monetario arrasó con el poder de compra de los venezolanos. Incluso los programas fondomonetaristas en Venezuela fracasaron por que las devaluaciones del Bolívar que se usaron como gasto fiscal, quisieron frenar la liquidez monetaria ocasionada subiendo hasta el 90% las tasas de interés.

Por corrupción y por emitir dinero inorgánico, y por perseguir a los empresarios, Venezuela terminó perdiendo 4/5 de su producción al 2020.

Manteniendo el tipo de cambio en los últimos meses por la vía de una mejor administración de la liquidez monetaria es cambio económico realmente alentador. Eso quiere decir que el gobierno ya no tiene a quien echarle la culpa por la inflación. También sabe que las hiperinflaciones no son del gusto de los ciudadanos. También hay un reconocimiento implícito que las devaluaciones deben hacerse solo para mejorar la productividad del país, no por excesos monetarios. Tener dos monedas circulando en el país además es algo muy superior a dolarizar 100 % o a bolivarizar 100%. Esta competencia de monedas y libertad para elegir entre los ciudadanos es una exigencia más para el gobierno y que beneficia a la nación. Teniendo dos tipos de moneda, el país sigue teniendo un Banco Central que es clave para poder desarrollar y financiar sectores incipientes, y con ventajas comparativas para que no dependan del petroleo. Y por otra parte, teniendo el US dólar corriendo en la misma pista cabeza a cabeza con el bolívar obliga al Estado a controlar la liquidez monetaria y el gasto fiscal con productividad.

La única opción que le queda a la Administración Maduro es mejorar la productividad del gasto fiscal. Los centenares de empresas del Estado quebradas y la caída de Pdvsa solo puede ser recuperada con trabajo, buena gerencia, inversión real y estrategia que aumenten las ventas y la producción. Ya no hay los paliativos de inyectar dinero constantemente sin que suba la producción. Venezuela fue una de las economías más prosperas del siglo XX justamente porque había conciencia por parte de Juan Vicente Gómez hasta Rómulo Betancourt de la importancia de una política monetaria fijada en la productividad y en un gasto fiscal que aumentara la misma. Luego de los años 70 comenzó a usarse el gasto fiscal y la política monetaria en forma clientelar como si fuese una piñata para los amigotes del BCV y del fisco.

En el 2022, Venezuela no está para seguir perdiendo tiempo. La única opción que le queda a la Administración Maduro es mejorar la productividad del gasto fiscal. Ya esta más que demostrado Rusia, aliado de Venezuela, se benefició de vender más petróleo a EEUU luego de las sanciones a Pdvsa. También Rusia muestra que mas le importan sus propios intereses cuando entra en una guerra y pone un corralito a los fondos de los bancos donde Pdvsa guarda dinero luego de las sanciones. México, Argentina, Irán y otros supuestos aliados de Venezuela también se pelean el nuevo mercado de petróleo que deja Rusia al ser sancionada. También la Administración de Biden también demuestra que su supervivencia es mas importantes que los temas humanitarios. La Administración Maduro para mantener el tipo de cambio a $4,3 debe poner los intereses de Venezuela primero, negociar para aumentar la producción, el levantamiento de sanciones, y recuperar las empresas del Estado con inversión privada.

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Las burocracias también compiten

Alejandro J. Sucre

En conversaciones con varias empresas que operan en EEUU. he podido observar que un simple restaurant en Miami recibió $200,000 de subsidio para pasar el chaparrón que les genero el covid-19, como susidio y no debe ser rembolsable al fisco. Igualmente, una agencia de viajes para superar las dificultades del sector turístico recibió un préstamo reembolsable por $400,000 pagadero en 30 años y a tasas de interés muy bajas. Mientras tanto, el gobierno de los EEUU intenta mantener el costo de la gasolina barato, para hacer eficiente el costo de movilización de las cargas y ciudadanos, intenta traer mano de obra de otros países para que no suba el precio de los productos, incentivan la tecnología para no haya falta de eficiencia. Analizan qué productos son mas baratos producir en EEUU versus otras naciones para concentrar sus gastos de infraestructura y ser mas eficiente. Todo el sistema y la burocracia estadounidense están enfocada a buscar cuellos de botella para que haya más inversión, más empleo y más prosperidad. Se trabaja como equipo entre los distintos sectores de la economía. Aunque batallan sindicatos y empresarios, entre partidos políticos, y entre los medios de comunicación, todos tienen claro que la batalla entre ellos es para posicionar las mejores ideas y prácticas comerciales para que EEUU. sea productiva en su conjunto.

En otras naciones, las burocracias son menos enfocadas en la prosperidad de la nación como conjunto y se enfocan más en concentrar el poder e intentan controlar más que servir a la sociedad en su conjunto. Hay burocracias en Europa y en otras naciones cuyos dirigentes gubernamentales se montan en el poder usando ideologías como los ambientalistas o los socialistas pretendiendo con falsas informaciones crear un temor en sectores de la población para que voten por ellos. Otros crean amenazas externas muchas veces falsas para justificar su permanencia en el poder. Logran el poder y usan el presupuesto nacional para fines distorsionados y distanciados a las verdaderas necesidades de las naciones que gobiernan. Por ejemplo, en los países donde los ambientalistas gobiernan, colocan impuestos a la gasolina bajo el pretexto de ayudar al ambiente. Mientras tanto hacen el costo de transporte más alto. Luego usan esos impuestos para subsidiar energías verdes, cuyos plazos y tiempos de obtención de resultados son muy poco transparentes. En esos procesos ideológicos, las burocracias obedecen a los líderes políticos que las representan y colocan trabas y regulaciones que muchas veces alejan a las sociedades de sus fortalezas competitivas y pierden poder adquisitivo en favor de las economías cuyas burocracias fueron más objetivas y no se afanaron de ninguna ideología cognitivamente errada para llegar al poder.

Europa y muchas naciones han perdido competitividad, y ni se diga la venezolana, debido a que sus políticos y burocracias han pensado más en perpetuarse en el poder usando ideologías, complaciendo y mal informando al voto del ciudadano menos educado. Si a estas burocracias que obedecen a batallas ideológicas le agregamos el tema de la corrupción como en el caso venezolano y muchas en África, entonces esas sociedades no tienen casi chance de prosperar. Venezuela y muchas naciones pobres en el mundo son producto de las propias fallas de sus clases políticas que no estudian las realidades y requerimientos que deben cumplir las sociedades que dirigen para hacer sus naciones competitivas ni tampoco hablan claro a sus habitantes para prepararlos para esa carrera del desarrollo. Es imposible saber si son los políticos culpables de manipulación y falta de entendimiento de su papel en la sociedad o si son los ciudadanos enceguecidos los que escogen políticos sin visión. Podría ser que los políticos no actúen de mala fe sino por ignorancia propia. Pero si fuera la ignorancia y no la mala fe los políticos del tercer mundo, entonces deberían permitir más debate de ideas y más democracia.

El político no ejerce en su profesión algo muy diferente a la de un entrenador de un equipo de futbol. La diferencia entre un entrenador deportivo y un político es que el segundo no solo debe saber cómo hacer a sus jugadores más competentes con buenos entrenamientos, sino también ayudarlos a los a definir que deportes jugar y concentrar sus talentos para producir resultados destacados en un mundo globalizado. El subdesarrollo se pudiera entender como falta de visión de las oportunidades que tienen los ciudadanos y esta falta de visión los hace elegir o aceptar dirigentes que salen de las mismas filas de los ciudadanos. Si los ciudadanos eligen líderes que contratan burocracia que no desarrollan las ventajas comparativas de esas sociedades, sino que les restan valor y flujo de ideas, los ciudadanos se van perpetuando en la pobreza. Los ciudadanos menos conformes viendo que son reprimidos se van a otras naciones a desarrollar sus talentos. Y los líderes de las naciones subdesarrolladas terminan con mucho poder local pero siendo dirigentes de un barco que no se mueve o de un equipo vacío que no mete goles en sus propias naciones sino que trabajan para fortalecer el equipo de las naciones que los reciben.

Es sumamente importante que los lideres de Venezuela y de las naciones subdesarrolladas logren desarrollar estrategias para lograr estimular a sus ciudadanos a ser productivos y que sus aspiraciones de riqueza personal no obstruya ese potencial y futuro que merecen tantos niños y ancianos a una vida activa y decorosa desarrollando sus talentos naturales.

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La viveza: ¡Suicidio colectivo!

Alejandro J. Sucre

"La viveza del venezolano es un suicidio colectivo". Así se titula el ensayo de dos investigadoras de la Universidad del Zulia (LUZ) y ofrecen explicaciones de nuestro grave problema cultural. Vanessa Casanova, investigadora del Laboratorio de Antropología Social y Cultural de la Facultad Experimental de Ciencias (FEC), dice que para entender el problema de la viveza se debe, ante todo, intentar definirlo: “Es la disposición a hacer trampa, picardía, a burlar normas, a desobedecer reglas de convivencia, pautas morales y jurídicas, siempre en beneficio propio y en detrimento del otro. El vivo busca tomar ventaja de algo en el momento o lugar que no le corresponde”.

En meses pasados oí a un amigo comentar que los ciudadanos de muchos países subdesarrollados no se dan cuenta que, si los ciudadanos se hacen trampas entre sí, ellos mismos envenenarían el pozo donde beben su agua. Y yo pensé: Venezuela. Nuestra agua no es tan potable. Cadivi fue asaltado como rapiñas por $300 mil millones. Los empresarios son secuestrados o chantajeados en cada esquina; los alimentos son adulterados al igual que las medicinas que no cumplen con los altos estándares requeridos; las carreteras e infraestructura no están bien mantenidas y la corrupción impide el desarrollo de nuevos negocios y empleos si no se ordeña la vaca antes de nacer. Si vemos la ciudad de Cúa (estado Miranda), como muchas otras en Venezuela, donde el tren no terminó de desarrollarse, o la autopista no se ejecutó, como la de Caracas Oriente, las fallas de luz e internet, si vemos a sus niños en la calle sin hacer nada, plazas abarrotadas de gente sin trabajo, apenas sobreviviendo, nos damos cuenta de los daños que ocasionan la viveza y la corrupción. Vemos que en la zona Caracas-Cumaná y el resto del país, si se hubiesen ejecutado las obras previstas y presupuestadas pudo haber sido un emporio de desarrollo agrícola y turístico. Si prosperaran esas zonas, el pueblo estaría bien alimentado, el Estado tuviera más fuentes de ingresos y los funcionarios públicos serían mejor pagados. Venezuela en el siglo XX, estaba llena de viveza, pero no tanto como la del siglo XXI, ya que prosperó una cultura musical, artes, edificaciones e infraestructura y una clase media creativa y pujante. El problema de la viveza es mucho más profundo que burlar normas y leyes, ya que hasta los que nos gobiernan y hacen las leyes también recurren a realizarlas para el beneficio propio y para oprimir derechos de los ciudadanos. E incluso la oposición a los que nos gobiernan incumple con los parámetros básicos de las reglas democráticas de hacer elecciones internas entre sus miembros.

Uslar Pietri decía, Venezuela sería conocida como un país de vivos. El que busca "colearse", el que "trampea" para conseguir su propósito, el que pone su fe en la “maraña”. Un tema que se calla, pero está arraigado en nuestra práctica cotidiana.

Desde la advertencia de Úslar hasta hoy, la viveza se ha transformado en un acto de supervivencia, a juzgar por la apreciación de esta investigadora: “Hay que ser vivo porque las instituciones –públicas o privadas– no funcionan bien. Hay que ser vivo porque una ley implícita se ha impuesto por encima de las normas de civilidad vigentes: la ley del más vivo”, refiere.
Para Casanova, es un problema fundamentalmente ético, de civilidad, de no reconocimiento del otro. “Actuar con viveza no nos hace mejores, sino que nos aísla, porque implica la negación del nosotros. Pienso de manera individualista, o pienso únicamente en mis allegados, pero me olvido de que formo parte de una sociedad”. “La viveza del venezolano ha terminado por convertirse en un suicidio colectivo”. La viveza nos desarticula.
Treinta millones de venezolanos andamos ahogados debido a las vivezas propias de cada uno de nosotros, por la de nuestros políticos (tanto de la oposición como del oficialismo) y ahora debemos sumar la “viveza” de los líderes rusos, chinos, y estadounidenses que meten sus garras para pescar en el río revuelto de una Venezuela que se volvió en una sociedad tribal y deshilachada. Lo bueno del estudio de los profesores de LUZ es que va directo a comenzar con plantear soluciones y no se queda en la queja. El estudio de la LUZ hace un diagnostico acertado y no culpa a los demás sino a nosotros mismos los ciudadanos de haber contaminado el agua de donde bebemos todos que es Venezuela. El ensayo nos indica que la solución no está en culpar a los demás sino en corregir nuestras propias conductas. Con una toma de conciencia sobre el veneno que portan nuestras propias vivezas, reduciremos el maltrato que nos hacemos entre nosotros mismos. Informando y con creatividad buscar soluciones entre todos los ciudadanos que signifiquen ganar nosotros– ganar ellos y ganar Venezuela florecerá la confianza, la cohesión social y la inversión. Felicito a los profesores de la Universidad de Zulia por articular el tema de la “Viveza” tan claramente en beneficio de una reflexión colectiva para comenzar a regenerar el tejido social.

Twitter: @alejandrojsucre

Restablecer la soberanía nacional

Alejandro J. Sucre

La edición de esta semana de The Economist tiene un artículo de portada precisamente sobre este tema: “Bienvenidos a la era del gobierno autoritario”. Subtítulo: “Los países de todo el mundo quieren someter a las empresas a su voluntad”. La ilustración adjunta es de un gran dedo doblando una torre de oficinas como si fuera de goma. Una oferta especial para suscriptores los invita a un webinar sobre el “nuevo intervencionismo”.

Gran parte del atractivo de este nuevo intervencionismo es que es (supuestamente) nuevo. Las ideas viejas y cansadas de la década de 1990 (mercados más libres, impuestos más bajos, gobierno más pequeño, fronteras más abiertas) al no haber entregado el Cielo en la Tierra, debemos intentar algo completamente diferente: los gobiernos se alzan como los nuevos dirigentes de las empresas.

No se han puesto en práctica

De hecho, se puede argumentar que estas políticas de gobiernos pequeños nunca se han puesto en practica realmente. Los gobiernos de los países desarrollados no son notablemente más pequeños de lo que eran, ni sus impuestos más bajos, ni sus mercados más libres: el gobierno federal acaba de investigar varios países que se inmiscuyen en hasta en lo más mínimo como prohibir las bolsas de plástico, o subsidiar vehículos eléctricos. Todavía no es posible importar y exportar libremente en muchos países como uno quisiera.
Peter Foster, c. 1993, describe cómo, hace tres décadas, los mejores y más brillantes miembros de la Administración Clinton vendían su nuevo intervencionismo como antídoto contra el Reaganismo, que predicaba la primacía de los mercados. Así, Robert Reich, el primer Secretario de Trabajo de Bill Clinton, argumentó que la "justicia social" (que desde entonces se ha convertido en una frase muy familiar) requería que el gobierno controlara los ingresos de las clases altas. Lester Thurow explicaba que "el papel del gobierno es representar el futuro para el presente”. Thurow argumentó en varios libros que lo que más necesitaba Estados Unidos era un dirigismo económico al estilo europeo.
En resumen, el nuevo intervencionismo del siglo XXI en las grandes potencias económicas no es nuevo. Su nuevo intento luego del Covid-19 es al menos la cuarta o quinta vez. Pero su presunción y arrogancia sigue siendo la misma. Sí, tienen esas potencias inteligencia artificial, una fuerza laboral altamente educada, tienen supercomputadoras, tienen modelos sofisticados, y todo tipo de métodos analíticos mejorados. Pero las cosas fundamentales siguen siendo válidas: ¿cómo saben los nuevos intervencionistas en qué dirección deben guiar la historia? ¿Qué visión especial tienen de las incógnitas conocidas, por no hablar de las incógnitas desconocidas que seguramente encontraremos? ¿Y cómo, habiendo decidido apostar la economía a sus corazonadas, se aseguran de que su plan no sea secuestrado por la política? ¿O no extender la generosidad de la política industrial a todas las provincias y territorios?
Un Estado más activista

A pesar de los fracasos del pasado, la nueva brigada de políticos intervencionista recurre a una mezcla de viejos argumentos y supuestamente nuevas circunstancias para justificar una ronda renovada de “dirección estratégica”. En Estados Unidos, la elección de Bill Clinton significa la creciente influencia de un grupo de asesores políticos -como los profesores Robert Reich y Lester Thurow- que creen ideológicamente en un Estado más activista basado en las supuestas deficiencias de la libre empresa. Reich predica la justicia social y afirma que, a menos que se haga algo, la riqueza se acumulará cada vez más en un grupo sin Estado de talentosos... Thurow afirma que la libre empresa es una máquina finamente afinada que sigue descomponiéndose y necesita retoques constantes, y que Estados Unidos tiene que respaldar “campeones” industriales porque Japón y la Unión Europea lo están haciendo.
Por un proceso de ósmosis de políticas, hay llamados paralelos en muchos países no solo para una acción promotora en general, sino también para políticas que aumenten la competitividad, induzcan la innovación (en particular, las “tecnologías del futuro”), promuevan la productividad o mejoren la calidad. En todas partes, los gobiernos que han demostrado repetidamente su propia incompetencia están siendo llamados a ayudar al sector privado a hacer mejor su trabajo. Ahora el ambientalismo esta siendo una gran excusa para usar recursos del estado para escoger ganadores y perdedores.
En Venezuela

Paradójicamente en Venezuela estamos de regreso auspiciando desde el mismísimo gobierno un proceso de menos intervención del estado. Sin embargo, la invitación al sector privado de invertir en Venezuela se ve infructuoso debido a que los lideres venezolanos para preservar sus beneficios y su poder personal y sin necesidad entubaron a Venezuela aun conflicto geopolítico mundial que impide la inversión privada.
Es el papel de cada venezolano ayudar a que en Venezuela se restablezca la soberanía nacional para poder presentarnos ante el mundo como un territorio libre de conflictos y propicio para la inversión y el desarrollo de nuestra población.

Twitter @alejandrojsucre

A ponerse la pilas Venezuela

Alejandro J. Sucre

Hubo una vez que los inversionistas operaban bajo el modo de altos riesgos altos rendimientos. Y bajo esa concepción invertían en países emergentes. Pues ya eso no se cumple. Ahora economías como la estadounidense ofrece altísimos rendimientos y bajos riesgos y se convierte en una aspiradora de inversiones. Venezuela para atraer inversiones debe competir con países desarrollados. Para eso debe hacer mas atractiva la inversión extranjera. Esto quiere decir que los políticos venezolanos deben reducir el riesgo de invertir en Venezuela y abaratar los precios de los activos a privatizar para que sea atractiva. Sin inversiones para reactivar la economía, Venezuela no va a ningún sitio. El trabajo de los políticos venezolanos es atraer inversiones. No es robar el dinero de los venezolanos para ellos invertirlos a titulo personal en las grandes bolsas de las potencias del mundo. No es perpetuarse en el poder, ni pelear como malcriados contra ningún imperio como excusa para permanecer en el poder. El trabajo de los políticos es crear puentes con todos los imperios y empresas del mundo, con los ciudadanos venezolanos y atraer visitas de todos los talentos del mundo que nos ayuden a reposicionar y desarrollar nuestro potencial económico del futuro. Es hacer leyes, invertir en infraestructura sin corrupción, reducir tramites, cambiar actitudes culturales y estimular la educación en tecnología de manera que venga mucha inversión de todas partes. Si uno tiene una fabrica de caramelos no escoge si vende a los chinos o a los rusos o a los americanos. Los caramelos se los vende a todos. Así debe ser Venezuela, atractiva para todos. Los rusos, los chinos y los americanos invierten entre sus países. Los políticos venezolanos que tanto les gusta sentirse como libertadores y en los medios de comunicación deben llevar un registro de cuanta inversión atraen como parte de su campaña política. Deben destacarse no por su indolencia al hablar de otros políticos, sino por comunicar las bondades de invertir en Venezuela. Ningún dirigente venezolano debe pelear con el imperio ni con ningún otro país. Todo lo contrario. Debe atraer inversionistas de todos los países.

Venezuela tiene mucha posibilidad de inversión en áreas de la economía, pero nuestros políticos espantan a las inversionistas en sus peleas sin fin y en su competencia de quien roba mas o tiene mas fondos mal habidos en el extranjero. Esta polémica tan cruel e infantil entre la oposición G4 y el oficialismo termina llevando a los venezolanos al raquitismo, y a emigrar, mientras los ciudadanos de los países desarrollados viven en abundancia, alegría y trabajo. Venezuela no es el ombligo del mundo ni los países emergentes. Todo lo contrario, ya países como EEUU ofrecen rendimientos anuales de 25 % anual o más a quienes invierten en sus miles de empresas que listan en la bolsa de valores de ese país. Los inversionistas sin ningún esfuerzo, sin calarse la corrupción ni los discursos primitivos y egocentrista de ningún político o sus disparates ponen su dinero en un índice en la bolsa de valores de NY y se ganan un 25%, y si compran acciones de alto rendimiento hasta 200% o mas. Ya los países emergentes no ofrecen mejores rendimientos a más riesgo. Esa cultura marxista de que los países desarrollados explotan a los subdesarrollados es una falacia. Ya los países desarrollados buscan hasta sus propias fuentes de energía y materia primas. La Bolsa de valores de EEUU rompió ese mito. Ya la ecuación alto riesgo alto rendimiento se hizo obsoleta. Ningún país del mundo ofrece los rendimientos de Google, Amazon, Microsoft , Facebook etc.. Y los países emergentes que proveen materia primas también pasan a ser menos importantes. Con las nuevas tecnologías EEUU es una aspiradora de inversiones del mundo y crece más rápido que China. La Bolsa de Moscú creo que fue la única en el mundo que cayó de valor en el 2021.

Así que a dejar la confrontación tan tonta contra EEUU y a negociar entre políticos venezolanos para que el pueblo pueda crecer y ser feliz y participar del desarrollo mundial que solo llega con inversiones.

Existen 60 bolsas principales en el mundo que varían en tamaño, volumen de operativa y capitalización bursátil, la medida empleada más relevante. Todas esas bolsas ofrecen títulos valores interesantes a los fondos mundiales. Venezuela debe aprestarse para atraer inversiones en lugar de convertirse en paria y evitar enemistarse con otros países. Existen múltiples opciones para aprovechar los movimientos de estas bolsas, no solo como en las acciones en las decenas de miles de empresas que las conforman, sino también en los diferentes índices que existen dentro de su ámbito. Puede utilizarse, por ejemplo, las opciones para operar en índices como el NASDAQ, el FTSE 100 o Wall Street, así como para diversificar inversión en otros mercados y países en divisas o materias primas. Rendimientos a los inversionistas que ofrecen otras bolsas.

Bolsa de Nueva York (New York Stock Exchange) 27%
MSCI World Index 17 % recoge los cambios de las grandes bolsas del mundo en 23 países desarrollados.
Bolsa de Londres (London Stock Exchange) 14 .3%
Euronext 22%
Bolsa de Shangai: 3.7 % (Shenzhen Stock Exchange)
Bolsa de Moscu -3.76 %

Twitter: @alejandrojsucre

Turismo regenerativo en Venezuela

Alejandro J. Sucre

El año pasado, The New York Times elogió los viajes regenerativos como el futuro del turismo. Los viajes regenerativos se tratan de trabajar para mejorar activamente un lugar. Da prioridad a la regeneración y protección de áreas sobre el turismo de masas, y garantiza que dejemos un destino intacto durante los próximos años.

No se trata simplemente de no ensuciar el lugar, el turismo regenerativo dice: "Hagámoslo mejor para las generaciones futuras'".

Una verdadera regeneración, según The Forward Lab, “. . . debe haber un enfoque en las comunidades, las personas reales y también en los beneficios económicos directos del turismo ".

La documentación de los viajes regenerativos podría visualizarse como un turista que participa en una limpieza del océano, mientras que los viajes sostenibles solo pueden mostrar a un turista en la playa con una botella de agua reutilizable.

Según la coalición Future of Tourism, que tiene como objetivo "construir un mañana mejor", hay trece principios de viajes regenerativos. Van desde el uso de estándares de sostenibilidad líderes hasta exigir ingresos justos para los trabajadores y empleados del turismo, hasta mitigar el impacto climático o desarrollar temas. Los viajes regenerativos se han convertido en una tendencia y en Venezuela sería muy bueno desarrollarlo como proyecto social. En los primeros días de la pandemia, los viajes globales se detuvieron hasta el punto en que vimos un cambio climático en lugares como Italia, California e India. Disminuyeron las emisiones de gases de efecto invernadero y los niveles de contaminación. El tráfico se redujo significativamente en las principales áreas metropolitanas como la ciudad de Nueva York, mientras que en Los Ángeles y Delhi, la calidad del aire mejoró significativamente. Esas primeras imágenes -un testimonio del poder de las imágenes- de la reversión del clima sirvieron como un duro recordatorio del impacto que los viajes han causado en la Tierra. A medida que los viajes se vuelven a abrir después de la pandemia, comenzaremos a ver que más personas alinean sus planes y comportamientos de viaje con sus valores. Y, por supuesto, necesitaremos elementos visuales para mostrar cómo podemos hacer esto. Han surgido algunos temas que nos ayudarán a visualizar esta importante tendencia de viajes.
Viajes con poca huella de dióxido de carbono
Los viajes aéreos producen enormes emisiones de carbono y son responsables del 12% de todas las emisiones del transporte. La propia industria del turismo es responsable del 8% de todas las emisiones globales, ¡más que la industria de la construcción! Las imágenes deben mostrar el rango de cómo las personas pueden viajar de manera más regenerativa en estos días: en bicicleta, tren, a pie, en velero y (preferiblemente) en autos eléctricos.
Orientado a la comunidad
Los viajes regenerativos sitúan el bienestar de los lugareños en un lugar tan importante como la conservación del medio ambiente y resaltan lo más posible que son las personas detrás del lugar. Esto podría verse como dueños de negocios, residentes que interactúan con turistas, pueblos indígenas y lugares de reunión: centros comunitarios, mercados, monumentos públicos o iglesias, entre otros.
Apoyando a las empresas locales
Comprar productos locales es importante cuando viaja fuera de su comunidad de origen. En lugar de buscar comprar esa camiseta de recuerdo producida en masa, se alienta a los viajeros regenerativos a comprar hiperlocal. Compra un artículo hecho a mano a un artesano local, experiencias artísticas interactivas en vivo, pequeñas empresas o mercados públicos en lugar de centros comerciales, tiendas de marca y proveedores de aeropuertos, y bienes, materiales o fibras nativas de los lugares.
Perspectivas indígenas
En muchos destinos de todo el mundo, los pueblos indígenas son los administradores de sus tierras y mares, y ayudan a proteger y preservar sus territorios para las generaciones venideras. Al capturar o compartir imágenes que hablan de viajes regenerativos, es fundamental incluir y reconocer el trabajo de los administradores indígenas aquí.
Empleados e industria del turismo
En los viajes regenerativos se enfocan mucho en el viajero, pero también hay un fuerte énfasis en las personas que impulsan la industria del turismo: conductores de autobuses, guías turísticos, personal de hoteles, conserjes, chefs, meseros, etc.
Grupos pequeños y sin multitudes
Los viajes regenerativos fomentan experiencias menos aglomeradas y fomentan la dispersión dentro de una comunidad o destino. En lugar de clamar por ver la Mona Lisa, y esto no es nada en contra de la obra maestra de Leonardo, el viaje regenerativo le pide que busque con su visita respaldar una nueva experiencia creadora. Venezuela necesita muchos proyectos que nos ayuden a unirnos en una misión como nación y como sociedad. El turismo regenerativo puede ser uno de tantos grandes proyectos de Venezuela para el mundo. Visualizando nuestras posibilidades como nación, en energía, agricultura, industria, tecnología, y muchas otras industrias, los venezolanos podemos tomar conciencia del futuro que nos espera si actuamos con visión, en equipo y lo mucho que podemos aportar al mundo. Tenemos muchos motivos para cohesionarnos.

Twitter: @alejandrojsucre

Redefinir las sanciones de EEUU

Alejandro J. Sucre

Estados Unidos debe ajustar su política de sanciones que tanto deteriora e impide la reactivación de la economía venezolana. Sabemos que EEUU está en una situación difícil que le impide tomar decisiones acertadas y productivas en una sociedad venezolana y un liderazgo político tan disfuncional. Por un lado, EEUU enfrenta en Venezuela una burocracia oficialista que ha usado el dinero del Estado venezolano, cientos de miles de millones de dólares, para contaminar con corrupción el sistema financiero y político internacional. Y por el otro, el gobierno de EEUU ha puesto en manos de la oposición liderada por el G4 muchos recursos externos de Venezuela cuyos líderes también se han convertido en una burocracia internacional y dejaron de ser un movimiento social, expresión de Geoff Ramsey.

También la oposición muestra grandes divisiones, unos participan en elecciones, otros no y esto ha hecho que surjan nuevos actores políticos con nuevas propuestas democráticas que están fuera de la mesa de negociación de México y también merecen atención. Tenemos una población poco participativa e instituciones del Estado muy desviadas del cumplimiento de las leyes. La oposición llamada G4 no rinde cuentas ni es transparente en el manejo de recursos, no se relegitima en elecciones internas ni participa en actividades políticas en el país.

Dirimir diablos

EEUU debe observar que hay una nueva oposición interna, no burocratizada dixit G4, que fue a elecciones en 21-N y ha levantado una batalla democrática y un movimiento social por el rescate del voto. Aunque ha habido grandes desviaciones de poder por parte del TSJ y del CNE el 21-N, también la nueva oposición es más efectiva en la batalla electoral. La oposición que va a elecciones es menos estridente, criminaliza menos al oficialismo, se victimiza menos a sí misma, actúa mas y declara menos, no depende de otros y se defiende así misma dentro de las mismas leyes y genera movimientos sociales pacíficos que despiertan una vibrante contienda democrática y electoral, lo que Venezuela tanto necesita. La nueva oposición que cree en elecciones, el 21-N ha movilizado al mismo G4 burocratizado y al oficialismo también adormecidos ambos y lo ha hecho dentro de los parámetros de las leyes fortaleciendo la democracia interna.

El mismo oficialismo, siendo menos criminalizado por la nueva oposición que va a elecciones, comienza a tener un discurso y una actuación menos violenta y se sale de sus poltronas para fajarse a lograr ganar elecciones en Barinas y sabe que depende de una mejor gestión para su futuro. Celebramos que la Unión Europea haya participado como observadores en las elecciones de 21-N y que aguantan el chaparrón. Ellos demostraron que, aunque hay actividades no democráticas dentro de las instituciones oficialistas, a la hora de hacer elecciones, estas trampas no son suficientes para impedir el resurgimiento del voto. Gracias a la creatividad y tenacidad de los nuevos enfoques de la oposición que va a elecciones, Venezuela se abre a la vía electoral para dirimir sus diablos. Esta tenacidad de la oposición que participa en la política a través del voto es una fuerza que el mismo oficialismo respeta y que definirá a largo plazo los destinos políticos de los venezolanos.

Luego de las rectificaciones en política económica del oficialismo que permiten mayor inversión privada, y luego del 21-N, las sanciones de la era Trump deben ser redimensionadas por la Administración Biden, para permitir que la economía nacional crezca. La Administración de Biden no debe darle un cheque en blanco al G4, ni mantener per secula las sanciones Trump que ahora sí impiden la tan necesaria reactivación de nuestra economía.

La Administración de Biden no puede hacer depender el levantamiento de las sanciones que afectan a toda la economía de unas negociaciones en México entre una oposición G4 que se desvanece y un oficialismo que se abre en la medida que se le criminaliza menos. Ni oposición ni oficialismo han cumplido a cabalidad con los procesos democráticos que establece la Constitución. La Administración de Biden no debe escoger ganadores ni tomar parte activa en la política venezolana.

Sanciones

Biden debe unilateralmente exigir a las instituciones venezolanas políticas de cumplimiento (Compliance) con el Sistema financiero internacional en lugar de imponer sanciones que impidan la recuperación de la economía nacional. Pdvsa y otras instituciones financieras deben estar sometidas a escrutinios de Comités de Cumplimientos (Compliance) y permitir la inversión privada. El presidente Biden debe dejar que la oposición y el oficialismo tomen su tiempo en las negociaciones en México sin interferir en favor de uno u otro sino defender valores democráticos. Si Estados Unidos quiere impedir que la corrupción en Venezuela siga contaminando su sistema financiero, lo que debe hacer es exigir la creación de un comité de supervisión y sancionar solo a personas responsables directamente y no al país entero. El presidente Biden no debe tratar de paliar la situación económica de Venezuela con ayuda humanitaria, que nunca es suficiente y es insultante.

Twitter @alejandrojsucre

Invertir en países en conflicto

Alejandro J. Sucre

El sector privado puede ayudar a romper el ciclo de recesión en sociedades plagadas de conflictos, fragilidad y la pobreza que se deriva del aislamiento que causan estas diatribas. En Colombia, por ejemplo, la subsidiaria local de General Motors, GM Colmotores, se asoció con una organización no gubernamental para capacitar y emplear a excombatientes paramilitares.

En la región de Mindanao de Filipinas, que ha sufrido conflictos violentos durante generaciones, Plagas Corporation y La Frutera, Inc. establecieron una plantación bananera en la década de 1990 que ha creado puestos de trabajo tanto para cristianos como para musulmanes, incluidos excombatientes. Las oportunidades económicas creadas por esta empresa conjunta han ayudado a promover la reconciliación entre las dos comunidades religiosas.

Para que los países tengan estabilidad y la prosperidad, los gobiernos deben proporcionar una amplia gama de funciones estabilizadoras: presupuesto fiscal transparente y ejecutado por licitaciones, política monetaria estable para que haya prestamos a largo plazo y las personas puedan comprar viviendas y construir fábricas con el crédito, seguridad jurídica y personal, educación de calidad y medicina al alcance de todos. Las sociedades donde sus dirigentes se dedican a la eliminación de unos a otros, a menudo carecen de capacidad suficiente para servir a los ciudadanos y se hacen disfuncionales. El sector privado puede ayudar a cerrar algunas de estas brechas críticas, mediante la construcción de infraestructura básica, la restauración de la conectividad y el pago de impuestos para que el gobierno los utilice en la prestación de servicios de salud, educación y otros servicios.

La infraestructura crítica, como carreteras, electricidad, telecomunicaciones y saneamiento, puede ser financiada por el sector privado a través de asociaciones público-privadas. Un ejemplo de esto es Liberia Electricity Corporation. En coordinación con otros socios para el desarrollo, IFC estructuró una asociación entre el gobierno de Liberia y un socio privado, que amplió el alcance de la electricidad asequible de 500 conexiones para, en última instancia, servir a 165.000 liberianos. Como ya se señaló, además de brindar los servicios necesarios, las empresas formales también proporcionan al gobierno los ingresos fiscales necesarios para financiar los servicios sociales y las necesidades de reconstrucción. En 2015, en Afganistán, los ingresos provenientes de los impuestos sobre bienes y servicios pagados por empresas privadas correspondieron a cuatro veces la asistencia neta total proporcionada por las agencias de desarrollo.

Las economías frágiles y afectadas por conflictos a menudo exhiben varias características comunes, como conflictos sociales y grupos excluidos, instituciones parcializadas y servicios deficientes, infraestructura y capacidades gubernamentales inadecuadas, problemas ambientales y sociales, sectores privados limitados y no diversificados, y bajos niveles de el comercio y la renta per cápita.

Si bien generar confianza, seguridad e instituciones sólidas es fundamental para ayudar a estos países a avanzar y ganar estabilidad, el papel del sector privado a lo largo del proceso de desarrollo se considera cada vez más esencial. Las empresas privadas pueden proporcionar los puestos de trabajo y los servicios necesarios para aumentar los niveles de ingresos y satisfacer las necesidades de la sociedad. También pueden contribuir a la confianza y la estabilidad mediante la construcción de mercados que funcionen y relaciones comerciales que incluyan a los diferentes grupos de la sociedad, sean sostenibles y operen con integridad. Además, las empresas a menudo contribuyen directamente a los programas sociales locales y trabajan con los gobiernos para mejorar el clima de inversión.

En consecuencia, los inversores en economías afectadas por conflictos deben realizar esfuerzos deliberados para identificar cómo sus inversiones pueden operar con una intención positiva y comprender los beneficios comerciales de operar de manera que beneficien a todos los grupos de la sociedad. Estas economías tienden a tener una clasificación baja en los indicadores del clima de inversión, especialmente la calidad de la infraestructura, el tamaño del mercado y la confianza institucional. Como resultado, el nivel de inversión privada en sociedades frágiles y en conflicto sigue siendo bajo.

Según la Corporación Internacional de Financiamiento del Banco Mundial, el proceso de inversión en zonas de conflicto debe incluir: 1. Participación temprana en cuestiones críticas de fragilidad, análisis de conflictos; 2. Llevar a cabo un extenso trabajo de preparación de proyectos, que incluya abordar cuestiones de política y mejorar la capacidad del sector privado y del gobierno; 3. Identificar patrocinadores viables y potencialmente atraer nuevos; 4. Comprometer más que dinero; 5. Cumplir con los estándares pero siendo flexible en los plazos. 6. Incorporar nuevos jugadores e innovar.

Mantener abiertos los mercados para el comercio y la inversión internacional. En mercados frágiles, la búsqueda de oportunidades en el extranjero a menudo puede llenar el vacío en la actividad económica nacional.

Twitter: @alejandrojsucre