“La religión es el opio de los pueblos”, en alemán “Die religión sie istdas opium des volees”. Esta afirmación se registra donde Carlos Marx expone sus ideas.
Los grandes líderes de los más importantes partidos políticos que se encontraban en el exilio, regresan al país y todos en sus intervenciones de retorno se comprometen con la transición a un régimen democrático de libertades y justicia.
Este régimen ejecuta con frecuencia hechos perversos, malignos, espeluznantes y trágicos, que por razones de higiene mental no debemos almacenar, pero son de tal magnitud que muchos de ellos los tenemos presentes.
Adolfo Hitler, en su demoniaca idea de apoderarse de mundo, se rodeó y utilizó las más altas inteligencias científicas de la época, particularmente las dedicadas a la cohetería, física nuclear, armas químicas y de la experimentación médica. Eran gente especializadas que llamaron “Armas maravillosas del Tercer Reich”.
Endilgar es endosar a alguien algo desagradable o impertinente. Quienes están llenos de defectos e imperfecciones generalmente tratan de encajar a los demás sus defectos, tal vez con la alocada pretensión de liberarse de ideas dislocadas y pensando que en la medida que lo hacen masivo se generaliza el mal y pasa a ser consuelo de tontos.
Los índices con los que se miden el grado de desarrollo de los pueblos son considerados universalmente y en nuestro país los de 1958 en nada se parecen a los de 1999, el desarrollo logrado en esos cuarenta años es el más grande y profundo de nuestra historia y así lo registran las cifras y los índices de hoy tampoco se parecen en nada a los de 1999 .....
La mentira es una declaración realizada por alguien que sabe y tiene conciencia que es falsa parcial o total, esperando que quienes lo escuchan le crean y de esa manera enredar a la gente indebidamente y ocultar la realidad o la verdad.
Lo ocurrido en nuestro país, el bestial e inaudito desconocimiento del régimen de la multitudinaria y rotunda voluntad popular expresada en la pasada elección presidencial, no es un incidente político cualquiera, ....
Lo que precisamente hizo nuestro Presidente Electo Edmundo González fue lo que una persona normal, consciente y sensata, ante la disyuntiva fatal de “la vida o la muerte” debe hacer, mantener su presencia, su actividad, vitalidad y vigor para poder atender la inmensa responsabilidad que el pueblo masiva y soberanamente le entregó.
Cuando desparezcan los partidos políticos, cuando no exista ninguno, habrá sucumbido la democracia. El sistema de gobierno que nos hemos dado, el democrático, se sostiene con la presencia vigorosa y actuante de los movimientos políticos organizados, mientras más activos mucho mejor para la buena vida del sistema.