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Opinión

La política en las economías occidentales avanzadas está sumida en una reestructuración nunca vista desde la década de 1930. La Gran Deflación que asola ambos lados del Atlántico está reactivando fuerzas políticas latentes desde fines de la Segunda Guerra Mundial. La pasión vuelve a la política, pero no como muchos de nosotros esperábamos que lo hiciera.

La derecha se ha visto animada por un fervor contestatario que hasta hace poco era exclusivo de la izquierda. En Estados Unidos, Donald Trump, el candidato a presidente republicano está reprendiendo a su oponente demócrata Hillary Clinton —de manera bastante creíble— por sus estrechos vínculos con Wall Street, su deseo de invadir territorios extranjeros y su disposición para abrazar acuerdos comerciales que han socavado el nivel de vida de millones de trabajadores. En el Reino Unido, el brexit ha producido ardientes thatcheristas que asumen la forma de entusiastas defensores del servicio nacional de salud.

No es un cambio sin precedentes. La derecha populista tradicionalmente ha adoptado una retórica cuasi izquierdista en épocas de deflación. Quien sea capaz de soportar otra vez los discursos de los fascistas y nazis líderes de las décadas de 1920 y 1930 encontrará en ellos llamamientos —los himnos de Benito Mussolini a la seguridad social o las hirientes críticas de Joseph Goebbels al sector financiero— que resultan, a primera vista, indistinguibles de las metas progresistas.

Lo que estamos experimentando actualmente es la repercusión natural de la implosión de las políticas centristas debido a una crisis del capitalismo global en la cual un crack financiero llevó a una Gran Recesión y a la actual Gran Deflación. La derecha simplemente está repitiendo su viejo truco de aprovechar el enojo justificado y las aspiraciones frustradas de las víctimas para promover su propia agenda repugnante.

Todo comenzó con la muerte del sistema monetario internacional establecido en Bretton Woods en 1944, que había forjado un consenso político de posguerra basado en una economía "mixta", límites a la desigualdad y una fuerte regulación financiera. Esa "época dorada" terminó con el llamado shock de Nixon en 1971, cuando Estados Unidos perdió los superávits que, reciclados en el resto del mundo, mantenían estable al capitalismo mundial.

Sorprendentemente, la hegemonía estadounidense creció en esta fase posterior a la Segunda Guerra Mundial en paralelo con sus déficits comerciales y presupuestarios. Pero para seguir financiando esos déficits, los banqueros debieron liberarse de las restricciones que les imponían el New Deal y Bretton Woods. Sólo entonces fomentarían y gestionarían el ingreso de los capitales necesarios para financiar los déficits gemelos, fiscal y de cuenta corriente, de Estados Unidos.

La financiarización de la economía era la meta y el neoliberalismo, su manto ideológico; las subidas de las tasas de interés de la Reserva Federal en la era de Paul Volker fueron el disparador y el presidente Bill Clinton fue la persona fundamental para cerrar el acuerdo faustiano. El momento elegido no pudo haber sido más oportuno: el colapso del imperio soviético y la apertura de China generaron una oleada de oferta de mano de obra para el capitalismo mundial —1.000 millones de trabajadores adicionales— que impulsó los beneficios y limitó la subida de los salarios en Occidente.

El resultado de la financiarización extrema fue una desigualdad enorme y una profunda vulnerabilidad. Pero al menos la clase trabajadora occidental tuvo acceso a créditos baratos y a un valor inflado de sus viviendas para contrarrestar el impacto de los salarios estancados y las menores transferencias fiscales.

Entonces llegó el crack de 2008, que en EE. UU. y Europa produjo una enorme oferta excedente tanto de dinero como de personas. Mientras muchos perdieron sus empleos, viviendas y esperanzas, billones de dólares en ahorros han estado dando vueltas alrededor de los centros financieros del mundo desde entonces, sumándose a los billones inyectados por bancos centrales desesperados deseosos de reemplazar el dinero tóxico de los financistas. Con las empresas y los actores institucionales demasiado asustados como para invertir en la economía real, los precios de las acciones han florecido; el primer 0,1 % no puede creer su suerte y el resto observa indefenso como las viñas de la ira "[...] crecen y se llenan, preparándose para la cosecha".

Así ocurrió que grandes partes de la humanidad en Estados Unidos y Europa se endeudaron demasiado y se tornaron demasiado caras como para no ser descartadas... y quedaron listas para verse atraídas por la siembra del miedo de Trump, la xenofobia de la líder del Frente Nacional Francés Marine Le Pen, o la reluciente visión de los partidarios del brexit: una Gran Bretaña que vuelve a comandar las olas. A medida que aumenta su número, los partidos políticos tradicionales se disuelven en la irrelevancia y son suplantados por la emergencia de dos nuevos bloques políticos.

Uno de esos bloques representa la antigua troika de la liberalización, la globalización y la financiarización. Aunque aún detente el poder, sus acciones están experimentando una fuerte baja, como pueden señalarlo David Cameron, los socialdemócratas europeos, Hillary Clinton, la Comisión Europea y hasta el gobierno griego de Syriza posterior a la capitulación.

Trump, Le Pen, los británicos de derecha partidarios del brexit, los gobiernos intransigentes de Polonia y Hungría y el presidente ruso Vladimir Putin están formando el segundo bloque. La suya es una Internacional Nacionalista —una criatura clásica del período deflacionario— unida por el desprecio hacia la democracia liberal y la capacidad de movilizar quiénes pueden aplastarla.

El choque entre ambos bloques es tanto real como engañoso. La de Clinton contra Trump, por ejemplo, es una batalla genuina, al igual que la de la Unión Europea contra los partidarios del brexit; pero ambos combatientes son cómplices, no enemigos, para perpetuar un bucle infinito de mutua reafirmación en el que cada una de las partes es definida —y moviliza a sus partidarios sobre la base de— aquello a lo que se opone.

La única forma de salir de esta trampa política es el internacionalismo progresista basado en la solidaridad entre grandes mayorías en todo el mundo, preparadas para reavivar la política democrática a escala planetaria. Si esto suena utópico, vale la pena destacar que las materias primas ya están disponibles.

La "revolución política" de Bernie Sanders en EE. UU., el liderazgo del partido laborista por Jeremy Corbyn en el RU y el DiEM25 (el Movimiento Democracia en Europa 2025) en el continente son heraldos del movimiento internacional progresista que puede definir el terreno intelectual sobre el cual se debe construir la política democrática. Pero estamos en una etapa temprana y enfrentamos una violenta reacción de la troika global: observen el tratamiento que recibió Sanders del Comité Nacional demócrata, el enfrentamiento con Corbyn de un ex activista de grupos de presión farmacéuticos y el intento de levantar cargos en mi contra por haberme atrevido a presentar batalla al plan de la UE para Grecia.

La Gran Deflación plantea una gran pregunta: ¿es capaz la humanidad de diseñar e implementar un nuevo Bretton Woods, tecnológicamente avanzado y "ecológico" —un sistema que provea a nuestro planeta de sostenibilidad ecológica y económica— sin el sufrimiento y la destrucción masivos previos al Bretton Woods original?

Si nosotros —los internacionalistas progresistas— no respondemos esa pregunta, ¿quién lo hará? Ninguno de los dos bloques políticos que compiten por el poder en Occidente están siquiera dispuestos a que alguien la plantee.

Ex ministro de finanzas griego, profesor de economía en la Universidad de Atenas.

Atenas, julio 31 de 2016

project syndicate irg

Traducción al español por Leopoldo Gurman

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Los Juegos Olímpicos han degenerado. Antes no competían atletas que devengaban ingresos por practicar el deporte, no existía el dopaje y durante las Olimpíadas se suspendían las guerras. Hoy hay atletas que ganan millones, un creciente porcentaje se dopa, no existe un armisticio entre quienes están en guerra y un egipcio mahometano se niega a saludar a un judío israelí. Desde luego respetamos a la mayoría de los atletas que juegan limpio. Quizá las olimpíadas reflejan lo que sucede en muchos países, en los cuales personas inescrupulosas utilizan el engaño para imponerse.

Tal es el caso de las cuatro Rectoras del CNE quienes se ¨dopan¨ con patrañas amparadas con el poder que detentan circunstancialmente para actuar con ventajismo con el objeto de avalar a un régimen dictatorial. Olvidan que el pueblo las abuchea y las desprecia, tal como los espectadores en Rio con los atletas que han utilizado sustancias prohibidas.

Ante esta aberrante actuación de las rectoras del CNE y del TSJ, la salida electoral se complica. Abundan razones para recordar la frase de Churchill ¨ A quienes solo entienden el lenguaje de la violencia hay que hablarles en el idioma que puedan entender ¨. De una u otra forma saldremos de este totalitarismo. ¿Será posible lograrlo conjuntamente con aquellos que erraron el rumbo?

Destacados compatriotas encabezados por Maxim Ross, Juan Garrido y Werner Corrales piensan que ello es posible y presentaron el documento ¨Acuerdo Nacional para el Progreso y la Paz ¨, el cual fue avalado por varias organizaciones. Un acuerdo nacional es imprescindible. Por ello aplaudimos cualquier iniciativa en esta dirección. El problema, tal y como reconocen sus autores, es que ¨´Todo lo dicho en este documento luce idílico si no se logra que convivan las distintas doctrinas e ideologías¨.

Las líneas generales del documento son aceptables como guía para la dirigencia democrática. El quid es si es posible incorporar en el Acuerdo a quienes han avalado los atropellos a la Constitución. Esto no es fácil, ya que la lucha no es entre ellos y nosotros, sino entre demócratas y totalitarios.

Quizá para atraer a quienes hasta recientemente han estado del lado del régimen, el documento magnifica errores del pasado y olvida los atropellos actuales. El mismo señala que ¨Esta crisis no es nueva: se origina en el modelo económico, social y político que ha dominado la Venezuela contemporánea … ¨, lo cual compartimos. Sin embargo, añade ¨… y que se ha exacerbado en los últimos años, encontrándonos ahora en un punto de inflexión histórico¨. Esta segunda parte es demasiado condescendiente con los rojos, ya que no es cierto que lo heredado se haya exacerbado, sino que los rojos han incurrido en hechos nunca vistos, como la apropiación indebida de bienes del sector privado y acoso a empresarios, persecución masiva de disidentes y utilización tramposa del sistema electoral. Esto no existió en los 40 años de democracia, ciertamente imperfecta y que en algunos episodios violó derechos humanos en medio de una subversión armada.

Además, no es cierto que, como dice el documento, ¨ La experiencia histórica nos dice que las prácticas de exclusión política que se inician y se mantienen desde el siglo XIX hasta hoy…¨. Realmente, durante los 40 años citados convivieron en el Congreso todas las ideologías y solo cuando un grupo procedió a tomar las armas, robar bancos y secuestrar a ciudadanos fue cuando se produjo la exclusión de los rojos de entonces, los cuales fueron al poco tiempo perdonados.

Con respecto a política petrolera plantea crear otro(s) sistemas de propiedad, control y manejo de la Industria Petrolera. Sobre este punto hay que recordar que la Constitución establece que las acciones de Pdvsa son del Estado, por lo que no cabe otro sistema de propiedad, salvo que se modifique la Carta Magna. Lo que sí procede es recuperar a Pdvsa, la cual no podrá tener la dimensión del pasado, y que el crecimiento sea vía las empresas mixtas en las cuales el Estado sea socio minoritario pero con un mecanismo que asegure que su voto sea decisivo en aspectos importantes.

En síntesis, consideramos que es necesario un Acuerdo Nacional en el que participen algunos de quienes están en el poder. También habrá que olvidar algunos atropellos. Esto último no es fácil de aceptar. Para quienes no están enterados, mi hija fue agredida injustificadamente con 110 perdigones disparados a quemarropa por guardias nacionales, fue despedida de su trabajo, mi yerno fue dado de baja del ejército y me negaron la pensión después de estar jubilado, pero estoy consciente de que en aras de la gobernabilidad y de la paz habrá que olvidar algunos hechos sin dejar de señalarlos. Sobre los culpables recaerá la sanción moral del desprecio popular.

Como (había) en botica:

Felicitaciones a Yulimar Rojas por su medalla de plata. Eulogio Del Pino pretende esconder el descenso de la producción de petróleo. La realidad es que no informó a la Opep la producción actual y esta organización reportó que la misma es de 2.095.000 barriles por día. Para manipular, a Del Pino solo le faltó incluir como barriles producidos el equivalente a la leña y carbón quemado en fogones rurales. Exigimos revocatorio y elecciones regionales este año. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados! eddiearamirez@hotmail.com

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* Documento global que tiene respaldo con mayor detalle en las elaboraciones realizadas por las instituciones y centros de estudios que han participado en las reuniones.

Venezuela en un punto de inflexión histórico

Nuestro país, nuestra Venezuela, tiene hoy día necesidad urgente de un acuerdo nacional, que le permita encontrar un senda de progreso y de paz para enfrentar y superar la crisis que sufre en todos los órdenes de la vida social y que tiende a agravarse aceleradamente a juzgar por las actuales tendencias en el entorno económico y político. Esta crisis no es nueva: se origina en el modelo económico, social y político que ha dominado la Venezuela contemporánea y que se ha exacerbado en los últimos años, encontrándonos ahora en un punto de inflexión histórico.

El fondo del problema radica, más allá de las ideologías y de la coyuntura, en que nuestra estructura político-económico-social se ha asentado, en los últimos cincuenta (50) años, sobre un modelo hiperpresidencialista, centralista, estatista, partidocrático, rentista, fiscalista, monoproductor y socialmente dualista, inequitativo e insolidario, todo lo cual dificulta enormemente la configuración de una sociedad democrática y una economía moderna bien posicionada en el mundo.

Todo ello conforma un triángulo vicioso en el cual la falta de integración política, económica y social incide negativamente en el crecimiento económico, lo cual, a su vez, agrava las tensiones sociales impidiendo el crecimiento económico y el progreso político y social. Por su parte, la ausencia de estabilidad económica impide la reducción de las tensiones sociales y del consenso político necesario para superarlas. Se ha generado así el peor de los efectos: una estructura social de pobreza, incompatible con los recursos de Venezuela y con los inmensos ingresos recibidos. En una palabra, ¡Incompatible con los principios morales de una sociedad moderna y justa!

A ello debe añadirse que en la actual coyuntura se combinan factores y circunstancias de carácter político (conflictividad política, imposición del socialismo), económico (déficit muy agudo de ingresos petroleros y destrucción de la estructura de producción) y social (impacto devastador de la inflación y de la escasez sobre el bienestar de la población), todo unido a una situación de absoluta inseguridad personal.

Ante esta realidad, hace falta entonces un cambio sistémico y un impulso moral, individual y colectivo, que facilite un proyecto integrador porque no se trata politicamente de que el Estado tenga una Sociedad sino de que la Sociedad tenga un Estado que respete sus derechos y en lo económico es al revés, vale decir, no se trata de que la Sociedad tenga un Estado sino de que el Estado tenga una Sociedad que lo mantenga y pueda exigirle el cumplimiento de sus deberes.

Por ello, las soluciones sesgadas y sectarias, que nos dividen en “Dos Venezuela” han demostrado que no resuelven los graves problemas y que, por el contrario, los han agravado.

Atendiendo a este diagnóstico de la realidad venezolana, este documento presenta, en una síntesis, los distintos planteamientos que ha elaborado un sector de la sociedad civil organizada, con relación a lo que podría y debería ser la Venezuela del futuro próximo. Busca encontrar los temas comunes y las coincidencias entre las distintas “Propuestas País”, así como los grandes desafíos que de ellas provienen. Su objetivo es ofrecerlas modestamente a la consideración de la opinión pública, de las fuerzas políticas y de la sociedad en general.

Una imagen objetivo del País en que queremos vivir

Un país progresa y tiene paz cuando toda su población puede desarrollar la plenitud de sus facultades y capacidades; donde el desarrollo humano se logra de manera integral y el individuo cuenta con capacidades y oportunidades para ser agente de su propia vida y nadie ejerce sobre el coerción externa que le impida emplearlas. Al mismo tiempo, el libre desarrollo de la personalidad exige un conjunto de condiciones y circunstancias materiales y morales que permitan lograr tal desarrollo.

Un propósito institucional de estas dimensiones supone alcanzar simultáneamente tres objetivos:

1

La paz y la convivencia política y pacífica como columnas vertebrales de una sociedad moderna y civilizada,

2

Una prosperidad económica sostenible y compartida por todos nivelando las diferencias históricas de propiedad, educación y poder e igualando las condiciones de acceso a estos elementos.

3

Una democracia deliberativa, plural, que ofrezca una auténtica representatividad y participación.

Desde luego, para alcanzar estos objetivos es indispensable un Estado de Derecho que garantice, no solo la igualdad ante la Ley, sino también la existencia de un sistema de Administración de Justicia y de jueces que actúen con probidad, honestidad, competencia profesional y técnica e independencia del poder político.

Los grandes desafíos de la sociedad venezolana en el siglo XXI

Para poder conseguir los objetivos antes mencionados, deben enfrentarse desafíos muy significativos. Entre esos desafíos son fundamentales los siguientes:

1

EL GRAN DESAFÍO: Erradicar una estructura económica que, en lugar de generar riqueza, crea pobreza y desigualdad

El tema de la pobreza y la desigualdad es el tema más relevante de nuestro tiempo, más todavía si, estando ya casi en la tercera década del siglo XXI, permanecen en ella aproximadamente un 50% de venezolanos, ¡y todos los días se agrega un venezolano más!, sin esperanzas en el corto plazo de revertir esta tendencia, pero sí de ser solidarios en el presente con la vista puesta en el futuro queremos crear. Si queremos prosperidad consistente, hacer reversible el “populismo” e irreversible una economía productiva en una democracia pluralista es imperativo erradicar la pobreza. En este sentido sugerimos, que no podemos dejarle su solución solo al Estado. Debe ser asumido por la sociedad en pleno como un Compromiso de Todos. El verdadero pilar de una política integradora en forma sostenida y duradera supone:

Una toma de conciencia por parte de toda la sociedad de que éste es su problema principal.

El convencimiento del mundo político, en especial de los partidos políticos, de que es su responsabilidad crear un entorno de concordia política para coordinar la política económica y la política social.

El diseño de un conjunto de responsabilidades compartidas entre el Estado venezolano y la sociedad.

2

SEGUNDO DESAFÍO: Superar el modelo rentista petrolero y cambiar el rol del petróleo en la economía y la sociedad

Los efectos perjudiciales del rentismo en los últimos cuarenta (40) años están a la vista: devaluación e inflación crónicas y astronómicas; al menos, la mitad de la población en zonas marginales o de barrios que origina un dualismo social injusto; el Estado endeudado por encima de sus capacidades; cuantiosos capitales venezolanos fuera del país; grave falta de inversión nacional e internacional; concentración de la riqueza de forma tal que, cada vez más, menos gente tiene más y más gente tiene menos; pero lo peor del rentismo son las conductas socio-políticas que ha inducido y una pérdida del sentido ético individual y social. Del rentismo hay que salir y poner al petróleo en línea integradora con la actividad productiva y con la Sociedad Civil. Para ello se propone:

Cambios de paradigmas:

De la política de precios a la inversión y producción en campos menores,

Otro(s) sistemas de propiedad, control y manejo de la Industria Petrolera

Crear un mecanismo institucional (o Constitucional) que garantice que el excedente petrolero sea ahorrado y no gastado y sea estrictamente utilizado para fines productivos en la economía no petrolera que genere divisas,

Desligar las contribuciones fiscales petroleras del Fisco venezolano para que éste se sustente, estrictamente, en impuestos internos derivados del crecimiento económico.

3

EL TERCER DESAFÍO: Reformar el Poder político para superar el hiperpresidencialismo, el Centralismo y reforzar los poderes regionales, el rol de los partidos políticos y la participación ciudadana

El sobrepeso del Estado, del Poder Ejecutivo y del Centralismo ahoga las capacidades legislativas y los poderes democráticos que reposan en las regiones, localidades, comunidades y partidos políticos. La Asamblea Legislativa es el órgano por excelencia de representación de la voluntad popular y, por encima de ellas no puede ni debe materializarse poder alguno. La democracia no puede funcionar sin la herramienta de la sociedad para expresarse políticamente y para acceder al poder, como son los partidos políticos. Son necesarios, imprescindibles, pero no suficientes. La experiencia de las democracias modernas dice que la participación ciudadana es también indispensable y debe ser organizada para expresar sus intereses y colaborar real y efectivamente en la solución de los problemas

Se trata, entonces, de encontrar nuevas fórmulas de relación entre el Estado y la sociedad que permitan conciliar los intereses de los partidos políticos y de los grupos económicos y financieros con los intereses concretos de los ciudadanos, a los fines de satisfacer real y efectivamente las necesidades fundamentales de todos y no solo de una parte de la población.

Contexto geopolítico mundial

Antes de seguir adelante, es preciso tener en cuenta que ninguno de los grandes desafíos y medios planteados en esta propuesta para superar el estado de crisis en que ha vivido Venezuela en los últimos años puede lograrse si no se la ubica en los grandes cambios que ha sufrido la sociedad y la economía mundial, por lo que a ellos debe sumarse una estrategia respecto de nuestro rol en una economía internacional caracterizada por un amplio desarrollo de cadenas globales de valor y de progresos sociales y democráticos. Un país como el nuestro, con tan elevadísima dependencia de la venta de un solo producto, tiene que entrar en una agresiva etapa de diversificación económica que no puede realizarse fuera del contexto de la geopolítica internacional.

Medios indispensables para el progreso económico y social

Para poder alcanzar los objetivos planteados y dar los pasos para superar los tres grandes desafíos antes referidos necesitamos acordar medios que se tornan indispensables:

Estabilidad macroeconómica

Uno de los efectos más perversos de nuestra experiencia económica, con graves impactos sociales desintegradores y altamente desestabilizadores en el plano institucional, proviene de la mortal combinación de la devaluación, la inflación, un bajo crecimiento o una recesión, la cual no puede repetirse en el intento de rehacer Venezuela. Es por esa razón que el tema de estabilidad cobra importancia decisiva y que, sin él, el resto de los objetivos corren alto riesgo de no consolidarse. Por ello decimos que es inaplazable diseñar y ejecutar un Programa de Estabilización, cuyo punto de partida sea garantizar una estabilidad política duradera e irreversible, a la vez que debe ejecutarse simultáneamente con un programa amplio de reformas de mayor aliento. En ese sentido proponemos examinar los siguientes aspectos:

Fijar una meta inflacionaria (inflation target) de dos a un digito bajo (10 a 2%) para los 4/5 próximos años, respaldada por la reducción progresiva del déficit fiscal y un Programa Ordenado de Reforma Fiscal y Monetaria,

Unificación del tipo de cambio, mediante el desmantelamiento del sistema de control existente en un plazo a acordar, seguido de un principio de estabilidad cambiaria en el tiempo,

Un Banco Central con plena autonomía y autoridad para imponer estas metas en base a sus atribuciones constitucionales.,

Marco regulatorio para promover y democratizar el capital privado

Diferentes estudios y experiencias internacionales demuestran que sin una vigorosa participación y protagonismo del capital privado el crecimiento sostenido se ve comprometido y que este no puede prosperar sin un entorno que propicie la libertad de empresa y la libertad económica. Por ello, un marco regulatorio que dé pie a un relanzamiento de la actividad económica resulta indispensable. Su objetivo principal ha de ser el desarrollo de la economía no petrolera, cuyo pivote es el rescate de la agricultura, la industria, el comercio y los servicios que conforman un eslabonamiento natural y que permiten un aumento consistente de la productividad. Por ello es necesario:

Acordar un programa de recuperación económica de la capacidad productiva venezolana,

Establecer condiciones institucionales, jurídicas y regulatorias para que el sector privado venezolano asuma un rol protagónico, incluyendo la vigencia y garantía de derechos de propiedad y del cumplimiento de los contratos,

Clausurar definitivamente el esquema proteccionista y mercantilista, instaurando un sistema basado en la competencia, las reglas de mercado y la competitividad internacional,

Establecer un sistema de contratación con el Estado y sus empresas, a partir de reglas de licitaciones públicas transparentes y competitivas,

Rescate de las vocaciones sectoriales y regionales tradicionales

El Acuerdo nacional que estimamos necesario debería darle una alta prioridad a la construcción de una economía descentralizada y más equilibrada local y regionalmente, por lo que se propone una plataforma económica consistente con aquella que implica rescatar las vocaciones ya experimentadas por Venezuela. Entre ellas:

1. El turismo: el litoral central e insular y todo el país.

2. La alimentación: la región andina y del sur del Lago de Maracaibo, la zona aledaña y cercana a Caracas,

3. Los graneros: Portuguesa, Guárico, Barinas...

4. El café y el cacao: Litoral Central, Barlovento, Península de Paria, Zona Andina

5. La pesca: Península de Paria (Carúpano)

6. Energía, la metalurgia y la cadena forestal: Guayana

7. El petróleo: Zulia, Monagas, Anzoátegui

8. La industria ligera: zonas actuales (Centro costera)

Dos elementos pueden contribuir adicionalmente a consolidar la economía regional y local: incentivos fiscales, financieros y de oportunidades para estimular la migración de las empresas y de la población hacia las regiones y localidades con ventajas comparativas y nuevas reglas de potestades tributarias para las Gobernaciones y Alcaldías, promulgando, por ejemplo, una Ley de Autonomías Regionales y Locales.

La Conservación del Ambiente y el tema del Cambio Climático

Estos temas de altísima sensibilidad para la sociedad actual deben ser colocados en la agenda de las grandes tareas que Venezuela debe enfrentar si quiere completar, como hemos defendido, un proceso que integre todos los componentes del desarrollo y la prosperidad pues, sabemos muy bien y ya la sociedad lo ha asimilado que sin cuidar y preservar la naturaleza donde vivimos aquéllos se ven seriamente comprometidos.

Alta prioridad para una Educación de Avanzada a fin de incorporar el país a las nuevas tecnologías y a la Sociedad del Conocimiento

Desde la primaria a la Universidad, con énfasis en la primera, la educación básica, Venezuela debe reencontrarse con la ruta de una sociedad moderna, donde el conocimiento y la tecnología son las verdaderas herramientas estratégicas del desarrollo y la prosperidad. Sobre esta base, el talento venezolano que ahora tiende a acumularse en otras latitudes pondrá seguramente su “grano de arena” en hacer realidad esta tarea.

Acuerdos, pactos y consensos indispensables

Si realmente queremos modernizar a Venezuela y hacerla compatible con el mundo de hoy, con el mundo de avanzada donde la Sociedad Civil tiene un papel preponderante y ha desarrollado capacidades civiles y políticas de participación y representatividad, no se puede eludir revisar y definir con rigurosa honestidad el rol de los diversos componentes de la sociedad, así como sus necesarias interrelaciones. En este sentido, se precisan acuerdos, pactos y convenios políticos, económicos y sociales que le permitan a Venezuela dar un “salto cualitativo” hacia una sociedad moderna, civilizada, pacífica, próspera y verdaderamente democrática. Una sociedad en la que todos sus miembros tengan iguales derechos de acceso a la prosperidad y a la equidad. Una sociedad en donde los millones de personas que todavía viven en condiciones infrahumanas reciban el apoyo de toda la sociedad venezolana para superarlas.

Identificar y suscribir esos acuerdos, pactos, convenios y consensos necesarios para lograr el progreso y la paz de Venezuela es la gran tarea que nos toca a todos en la cual todos somos necesarios pero ninguno suficiente.

A título ilustrativo indicamos a continuación los que pueden considerarse como acuerdos político-económico-sociales básicos de los cuales puedan derivar todos los que sean necesarios para superar los desafíos antes referidos.

Un Gran Acuerdo Socio-Laboral

Las relaciones laborales deben basarse primordialmente en el diálogo Social y el Acuerdo entre trabajadores y empleadores, con el fin de preservar el empleo, las remuneraciones de los trabajadores y el poder adquisitivo, las contrataciones colectivas y la seguridad social, según los convenios que ha firmado el Estado venezolano en el contexto de la OIT. A fin de lograr establecer un sistema de relaciones laborales estable es fundamental el reconocimiento de los sindicatos y organizaciones gremiales, en igual término las organizaciones de empleadores, con la participación fundamental del Estado en el contexto del diálogo tripartito orientado a la promoción del trabajo digno como política pública.

La experiencia internacional dice que un arma fundamental para reducir los niveles de pobreza y desigualdad es la creación de empleos productivos, por lo que un acuerdo laboral en esa dirección es una herramienta indispensable para colocarle un piso a los desafíos indicados. La creación de empleos productivos bien remunerados y el desarrollo de una vigorosa clase media son concordantes.

Un Gran Acuerdo Político: Imperiosa necesidad de la Convivencia Política

Todo lo dicho en este documento luce idílico y superfluo sin plantearse seriamente la necesidad de lograr un acuerdo que sustituya la práctica de la exclusión política por un sistema institucionalizado donde convivan las distintas doctrinas e ideologías. Para ello, es indispensable identificar las causas que generan en el tiempo la falta de acuerdos políticos, económicos y sociales, que impiden lograr objetivos en materias de libertad e igualdad. La experiencia histórica nos dice que las prácticas de exclusión política que se inician y se mantienen desde el siglo XIX hasta hoy no han servido para resolver los grandes problemas de nuestro país y que, por el contrario, los han ido agravando.

La proclama por un acuerdo de este tipo de gran profundidad y gran aliento luce una herramienta indispensable para tomar la senda de la paz, de la prosperidad y de una auténtica democracia. Por todo ello, si es verdad que Venezuela y los venezolanos deben estar por encima de todo entonces ¡todos! debemos asumir la gran tarea de convivencia política, de progreso económico, de nivelación social y de erradicación para siempre de la pobreza en Venezuela.

Suscriben este documento:

Asociación Integral de Políticas Públicas

ASOPRODEM, Alianza para la Defensa de los Derecho Humanos, la Ecología y el Medio Ambiente

Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad. CEDICE Centro de Estudios de la Economía Venezolana. Universidad Monteávila Centro de Orientación en Energía. COENER

Centro Internacional de Formación y Políticas Públicas Arístides Calvani - IFEDEC Confederación Venezolana de Industriales - CONINDUSTRIA

Consejo Nacional del Comercio y los Servicios. CONSECOMERCIO Directivo de SIPUCAB. Secretario Ejecutivo CTV

Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela. FEDECAMARAS Fundación Alberto Adriani

Fundación Venezuela Positiva

FVM. Federación Venezolana de Maestros

Grupo La Colina A.C.

La Venezuela que queremos todos. Iniciativa Democrática

 14 min


Federico del Sagrado Corazón de Jesús García Lorca, el de Granada, el de la España atribulada y cruz gamada. Un día resolvió poetizarla, escribirla y escenificarla como el mejor de sus hijos.

El poeta, enamorado eterno de su Granada, un 26 de octubre de 1926, leyó de su puño y letra: “Granada ama lo diminuto. Y en general toda Andalucía. El lenguaje del pueblo pone los verbos en diminutivo. Nada tan incitante para la confidencia y el amor. Granada, quieta y fina, ceñida por sus sierras y definitivamente anclada, busca a sí misma sus horizontes, se recrea en sus pequeñas joyas…”.

Granada, diminutivo asustado como un pájaro, que abre secretas cámaras de sentimientos y revela el más definido matiz de la ciudad.

Si alguien quisiera saber de Federico, sólo basta preguntárselo a él: “Yo soy español integral y me sería imposible vivir fuera de mis límites geográficos; pero odio al que es español por ser español nada más, yo soy hermano de todos y execro al hombre que se sacrifica por una idea nacionalista, abstracta, por el sólo hecho de que ama a su patria con una venda en los ojos.

Hoy nadie se atrevería a señalar que Lorca presagiaba su fin, pero de su España algo extraño visualizó, al afirmar: “estos campos, inmensa sinfonía en sangre reseca, sin árboles, sin matices de frescura, sin ningún descanso al cerebro, llenos de oraciones supersticiosas, de hierros quebrados, de pueblos enigmáticos, de hombres mustios, productos penosos de la raza colosal y de sombras augustas y crueles... Por todas partes hay angustia, aridez, pobreza y fuerza... y pasar campos y campos, todos rojos, todos amasados con una sangre que tiene de Abel y Caín...”

El Crimen fue en Granada acusó el poeta Antonio Machado.

Se le vio, caminando entre fusiles,

por una calle larga,

salir al campo frío,

aún con estrellas de la madrugada.

Mataron a Federico

cuando la luz asomaba.

El pelotón de verdugos

no osó mirarle la cara.

El crimen fue en Granada, ¡en su Granada!

 1 min


La Encíclica Laudato Si reconoce la necesidad de incorporar a los actores locales en la tarea de enfrentar los desafíos que plantea los problemas comunes del Planeta. El Papa hace un llamado para que la generación presente actúe con responsabilidad pensando en las generaciones futuras y en tal sentido, es oportuno señalar que en Venezuela, el artículo 127 de la Constitución reconoce que esa labor de cuidar el ambiente no sólo es un deber, sino que también es un derecho.

El primer capítulo de Laudato Si, identifica los principales problemas que afectan a la “Casa Común”, que es la forma como el Papa Francisco se refiere al Planeta Tierra; esos problemas son: la contaminación ambiental, producida por el manejo de los residuos; el agua potable y limpia; el crecimiento desmedido y desordenados de las ciudades; los riesgos sobre la biodiversidad y la rapidez con la que se impone el mundo digital y que no necesariamente avanza previendo garantizar el bien común.

El capítulo V de la Encíclica es dedicado al diálogo como línea de acción básica y fundamental, en su contenido se exhorta a que los habitantes tenga un espacio privilegiado en ese diálogo, pues resulta imposible repensar la relación del hombre con el ambiente, sin incluirlo como actor y sin valorar las particularidades de cada cultura, de cada sociedad, pues como bien señala la Encíclica, la calidad de vida no es algo que se pueda imponer, por el contrario, la misma debe ser asumida y entendida desde cada dinámica en particular.

Para que ese diálogo funcione, el Papa Francisco recuerda que es esencial la información, lo que supone, que todos los actores involucrados tengan la oportunidad de valorar los riesgos, las posibilidades, pero es esencial, advierte la Encíclica que la participación de los ciudadanos trascienda a la simple decisión de un proyecto, para llegar a los niveles de seguimiento y monitoreo de esos proyectos. La sinceridad y la verdad en las discusiones científicas y políticas, deben acompañar el contenido de la información y el espíritu del diálogo.

La Encíclica Laudato Si expresa su confianza en la capacidad de las instancias locales de impulsar grandes cambios; principalmente, porque reconoce que en esas instancias es donde mejor se puede orientar algunas acciones concretas como la modificación del consumo, el desarrollo de una economía de residuos y reciclaje, la protección de especies y la programación de una agricultura diversificada con rotación de cultivos.

Una interesante iniciativa que puede representar un importante ejemplo de cómo se concreta el llamado a diálogo y a enfrentar los problemas de la Casa Común expresados en la Laudato Si desde actores locales y mediante un diálogo formal, se ubica en Argentina y es denominada Pacto de San Antonio de Padua.

La iniciativa argentina fue impulsada desde enero 2016 por un grupo de intendentes del partido judicialista de la Provincia de Buenos Aires y a lo largo de estos meses, se han sumado al Pacto Alcaldes de Chile[1] y Gobernadores y Alcaldes del Uruguay[2].

El Pacto de San Antonio de Padua se presenta en su portal web como un compromiso para adoptar políticas y acciones en materia social frente a las necesidades y problemas que requieren atención. Su contenido, señala el material que sirve de fundamento a este Pacto, resulta de las reflexiones del Papa Francisco, que de manera reiterada ha señalado el imperativo moral de atender la crisis de los excluidos del sistema y el daño ambiental que pone en riesgo la convivencia en esa Casa Común[3].

Independientemente de las fuerzas políticas que han impulsado este documento con el apoyo de la Iglesia Católica, el Pacto per sé, representa un esfuerzo importante por acercar la Laudato Si al ciudadano a través de los compromisos políticos de asumir con acciones y decisiones los desafíos que plantean los problemas que afectan a cada ciudadano.

El Pacto de San Antonio de Padua, asume el compromiso de abordar 10 distintos temas, a saber:

  1. Lucha contra el narcotráfico.
  2. Prevención de la drogodependencia.
  3. Lucha contra el Hambre.
  4. Combate contra la violencia de género.
  5. Defensa de la familia y rechazo al aborto.
  6. Impulso de las energías renovable.
  7. Combate de la pobreza.
  8. Acceso universal a la salud, la educación y el agua potable.
  9. Erradicación del abuso infantil y la trata de personas.
  10. Creación de observatorios para cambiar los paradigmas de conductas hacia el cuidado de la causa común.

Estos 10 temas, son coherentes y están directamente conectados por un lado con la Laudato Si y por el otro, con los 17 Objetivos de Desarrollo Sustentable aprobados en septiembre 2015 por la Asamblea General de la ONU.

¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo?, pregunta el Papa en la Encíclica Laudato Si y pareciera que una iniciativa como ésta, se convierte en una fórmula válida para buscar la respuesta a esa inquietud, que será una solución integral y con importante base de legitimidad, en la medida que los habitantes y sus comunidades sean efectivamente involucrados. El tiempo permitirá valorar si esto fue un intento más o un compromiso sólido y sostenible.

15 agosto 2016.

[1]Inforegión.com.ar. Intendentes ratificaron Pacto San Antonio de Padua. 01 de marzo de 2016. Online en: http://www.inforegion.com.ar/noticia/177583/intendentes-ratificaron-el-p...

[2]Diagonales.com. El Pacto de San Antonio de Padua cruza fronteras: adhirieron los 19 Gobernadores y 115 Alcaldes de Uruguay. 21 de julio de 2016. Online en: http://www.diagonales.com/369-El-Pacto-de-San-Antonio-de-Padua-cruza-fro...

[3] Pacto de San Antonio de Padua. Recuperado el 10 de agosto de 2016. Online en: http://www.pactodepadua.com.ar/

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La Mesa de la Unidad Democrática (MUD), ha convocado a la ciudadanía para que el 1° de septiembre se movilice hacia el Consejo Nacional Electoral (CNE), a objeto de solicitarle que fije la fecha en que se recolectarán las firmas para solicitar la convocatoria de un referendo revocatorio que ponga cese al mandato del actual Presidente de la República, Nicolás Maduro Moros. A dicha actividad se le dio el nombre de «Toma de Caracas».

En puridad de derecho, tal evento es innecesario, por cuanto el artículo 51(1) de la Constitución establece el derecho de petición, cuyo ejercicio no amerita autorización o permiso por parte de autoridad administrativa alguna. La fecha en que se ha de realizar la solicitud la fija el peticionario en ejercicio de su derecho constitucional y resulta absurdo, antijurídico e inconstitucional que sea el receptor quien la determine.

Pero aun cuando fuera admisible que la Resolución N° 070906-2770 del CNE(2) sea de aplicación preferente a la normativa constitucional, es menester hacer ciertas consideraciones de orden político para darle al evento su justa dimensión.

Para empezar, llama poderosamente la atención que la convocatoria se haya realizado con 23 días de antelación, cuando lo que está en discusión son los lapsos y los retardos intencionados fijados por el CNE; un País moribundo, como lo llamara la prestigiosa revista TIME, no admite calma ni tardanzas o como dijera alguien «el hambre es ya».

Pero, lo que es más grave, esta Toma de Caracas puede convertirse en un evento catastrófico desde el punto de vista político y producir efectos totalmente contrarios a los señalados en la convocatoria, pues solo un necio dejaría de prever que el régimen hará uso de todo tipo de argucias y violencias para hacerlo fracasar y, sin pretender competir con Reinaldo Dos Santos o con Adriana Azzi, vislumbramos:

- Descarada violación del artículo 50(3) constitucional, mediante la instalación de alcabalas móviles y la activación de inmóviles que retengan los vehículos cargados de tomistas, así como la obstrucción de vías mediante vehículos accidentados en puentes y túneles a objeto de crear caos vehicular;

- Cierre estratégico de gran cantidad de estaciones del Metro, con fines obvios;

- Instalación de mercados populares, convenientemente distribuidos y suficientemente dotados para desviar la atención de las masas famélicas;

- Detención de tomistas «para averiguaciones», en franca contradicción con la garantía de libertad personal establecida en el numeral 1 del artículo 44(4) de la Constitución;

- Tratamiento de desorden público por parte de los organismos de seguridad, colectivos y milicia: gas, perdigones y peinilla;

- Presencia amenazante de colectivos armados en diferentes puntos de la ciudad de Caracas y de otras donde traten de congregarse los viajeros;

- Uso de los medios de comunicación del Estado para esparcir rumores que desincentiven la asistencia al evento;

- Masiva presencia militar en sitios estratégicos para infundir temor y generar desazón.

Ante la masiva violación de los derechos constitucionales y el cada día más evidente sometimiento del CNE a los intereses del régimen y del PSUV, ¿Qué harán los convocantes? Si nos atenemos a la historia reciente, debemos suponer que nada harán, que no sea deshacerse en excusas y explicaciones insulsas, mostrando uno que otro acto de heroicidad cuidadosamente planificado. El día 2, amaneceremos con un régimen victorioso y con una población cada día más convencida de que poco o nada puede hacer para escapar de esta tragedia, de que cada día es más difícil flotar en el mar de la felicidad que construyó Chávez a la usanza cubana.

Es previsible que la convocatoria a tomar Caracas termine en una fenomenal derrota política para la gente, a menos que se establezca y proponga desde ya un «Plan B», que consista en la preparación de un paro nacional y la advertencia al régimen de que si continúa violando la Constitución e impide la celebración de la toma a la que tenemos derecho (Art. 53)(5), a las 6 de la tarde de ese mismo día primero, el País entero se detendrá como un solo hombre, dando cumplimiento al artículo 333(6) de la Constitución, que impone a todos el deber de colaborar para el restablecimiento de su efectiva vigencia.

turmero_2009@hotmail.com

@DulceMTostaR

http://dulcemariatosta.com

1 Artículo 51. Toda persona tiene el derecho de representar o distinguir peticiones ante cualquier autoridad, funcionario público o funcionaria pública sobre los asuntos que sean de la competencia de éstos, y a obtener oportuna y adecuada respuesta. Quienes violen este derecho serán sancionados conforme a la ley, pudiendo ser destituidos del cargo respectivo.

2 Resolución N° 070906-2770 del CNE: http://www.dulcemariatosta.com/index.php/resolucion-n-070906-2770-del-cne

3 Artículo 50 Toda persona puede transitar libremente y por cualquier medio por el territorio nacional, cambiar de domicilio y residencia, ausentarse de la República y volver, trasladar sus bienes y pertenencias en el país, traer sus bienes al país o sacarlos, sin más limitaciones que las establecidas por la ley. En caso de concesión de vías, la ley establecerá los supuestos en los que debe garantizarse el uso de una vía alterna. Los venezolanos y venezolanas pueden ingresar al país sin necesidad de autorización alguna. Ningún acto del Poder Público podrá establecer la pena de extrañamiento del territorio nacional contra venezolanos o venezolanas.

4 Artículo 44 La libertad personal es inviolable; en consecuencia:

1. Ninguna persona puede ser arrestada o detenida sino en virtud de una orden judicial, a menos que sea sorprendida in fraganti. En este caso, será llevada ante una autoridad judicial en un tiempo no mayor de cuarenta y ocho horas a partir del momento de la detención. Será juzgada en libertad, excepto por las razones determinadas por la ley y apreciadas por el juez o jueza en cada caso. La constitución de caución exigida por la ley para conceder la libertad de la persona detenida no causará impuesto alguno.

5 Artículo 53. Toda persona tiene el derecho de reunirse, pública o privadamente, sin permiso previo, con fines lícitos y sin armas. Las reuniones en lugares públicos se regirán por la ley.

6 Artículo 333. Esta Constitución no perderá su vigencia si dejare de observarse por acto de fuerza o porque fuere derogada por cualquier otro medio distinto al previsto en ella.
En tal eventualidad, todo ciudadano investido o ciudadana investida o no de autoridad, tendrá el deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia.

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El pasado primero de mayo interpuse un amparo en nombre de La Causa R denunciando la bonificación del salario y el fraude a las prestaciones y a las pensiones que ha perpetuado Nicolás Maduro, quién pasará a la historia por haber acabado con el salario en Venezuela. Todo lo denunciado en aquel recurso ignorado por el TSJ se ha agravado a partir del nuevo anuncio de supuesto aumento salarial que vamos a analizar aquí.

El bono de alimentación nació como derecho laboral gracias a la lucha parlamentaria de La Causa R luego de que Alfredo Ramos lo incluyera como beneficio en la contratación colectiva de la CANTV. Esta conquista, comúnmente denominada Cestaticket, es un complemento salarial equivalente, por definición legal, a una comida balanceada diaria. La idea era garantizar una sana nutrición del trabajador cubriéndole extra salarialmente el alimento que este requiere durante el cumplimiento de su jornada laboral.

Pero el autodenominado “presidente obrerista” eliminó vía habilitante la proporción legal que debía tener el Cestaticket en comparación con el salario. De esta forma comenzó a aumentar la base de cálculo de dicho beneficio rezagando el salario formal. Es así como en la actualidad el salario es apenas la mitad del bono que dejó ya de ser un complemento para convertirse en un sustituto del salario.

Esto se llama bonificación del salario, porque se trata de ingresos que no computan para la antigüedad, las prestaciones ni las vacaciones del trabajador que queda en una situación de informalidad burlándosele los beneficios de ley. Nada nuevo. La izquierda, parte de la cual gobierna hoy, luchó en los gobiernos de Lusinchi, CAP y Caldera contra esta práctica neoliberal logrando finalmente reivindicar el salario formal. Esa lucha ha sido traicionada por Maduro, violando además el carácter progresivo de los derechos laborales.

El hecho de que dos tercios del ingreso laboral no generen prestaciones es prueba suficiente de la bonificación del salario. Pero además, esto también representa un fraude a las pensiones, ya que cuando un trabajador se jubila deja de percibir el cestaticket y por tanto pierde más de la mitad de su ingreso. Subir el bono de alimentación en vez de ajustar el salario formal, coloca en la indigencia a los adultos mayores pensionados. Pero lo más grave de todo es la conformación de un modelo laboral esclavista en el que el Estado promueve y legaliza que se pague la jornada laboral solo con comida. La cuenta es clara, si el salario es hoy la mitad del cestaticket que equivale según definición legal a una comida diaria, entonces se admite que el salario equivale solo a media comida, mientras que la suma de ambas cosas representa apenas 1.5 comidas diarias. En la Venezuela de Maduro el trabajador solo puede aspirar a comer si acaso dos veces al día sin poder llevar comida a su casa para la familia. Simple matemática.

Nicolás Maduro ha desalarizado e informalizado el trabajo, dejando a la clase trabajadora en una situación de esclavitud en la que se trabaja solo para poder comer ese día. Ninguno de sus aumentos ha sido real ya que han estado muy por debajo de la inflación. Lo que trata de esconder Maduro con estos supuestos aumentos trimestrales es la devaluación más grande que ha sufrido nuestra moneda en toda su historia llevando el valor oficial del dólar contable de Bs. 50,00 a Bs. 640,00 en apenas tres años. Estamos en una espiral inflacionaria de la que no saldremos hasta cambiar el modelo de económico reactivando el aparato productivo nacional. Que la clase trabajadora lidere el cambio. Es cuestión de supervivencia.

Secretario General de La Causa R

Twitter: @chatoguedez

http://www.lapatilla.com/site/2016/08/15/la-gran-traicion-de-maduro-a-la...

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