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Opinión

Estimados amigos@ a modo de SOS les hago llegar la programación del Museo Mateo Manaure de Maturín... Comparen al Museo de Maturín y al Museo de Arte de Maracay " Mario Abreu " ... el nuestro en lo que va del año ha realizado una sola actividad... Se nos está muriendo y los aragüeños somos tan indolentes que no nos damos cuenta...El Museo de Maracay : Perdió el Penetrable de Soto, las 19 piezas que el artista Guinovart donó de su autoría, la escultura de Juan Loyola, las piezas que están en su supuesta "bóveda" y su estructura arquitectónica deja mucho que desear.... Hagamos algo o la historia nos juzgará... Propongo un foro en el museo y de manera pacífica defendamos lo que es nuestro... Amanecerá y veremos...

Aquiles Ortiz Bravo

0243-2459816

0414-5981757

 1 min


A casi un mes de haber circulado la reseña noticiosa del “cucutazo le diera la vuelta al mundo y que este ayudara a visibilizar la crisis humanitaria venezolana al ver a miles de personas desesperadas corriendo hacia Colombia para comprar comida.

Merece la pena recordar que los mismos que cerraron la frontera hace casi un año para, según ellos resolver la escasez, hoy se ven forzados a abrirla para eso mismo. Y es que definitivamente la lista de acciones irresponsables contra nuestro pueblo, y de las que luego se retractan como si nada hubiera pasado, bastaría para construir un Museo del Caradurismo.

Hoy lamentablemente en esta Venezuela humillada, en la que vemos a los ciudadanos de rodillas llorando por comida gracias al modelo fracasado de un gobierno irresponsable, pudimos ver igual en esos días a los militares y policías colombianos ayudando a mujeres venezolanas a regresar, imágenes que contrastan con las que hace poco más de 11 meses vimos de guardias venezolanos expulsando de nuestro país a familias colombianas completas, incluyendo niños, ancianos y mascotas.

Sin lugar a dudas una de las tareas que nos tacará hacer en el próximo gobierno, será la de recuperar el orgullo de ser venezolano, el honor hoy mancillado de nuestra República y de las Fuerzas Armadas, así como la capacidad productiva y nuestra autoestima.

Bien sea socialismo del siglo XX o del siglo XXI, lo cierto es que sigue y seguirá siendo un fracaso. En el pasado se pudo ver cuando los cubanos escapaban de Cuba a Miami, de Corea del Norte a Corea del Sur, de Alemania Oriental a la Alemania Occidental y ahora está ocurriendo de Venezuela a Colombia o a cualquier otro destino.

Una frontera y dos modelos con realidades totalmente opuestas, en la que tenemos de un lado controles en la economía, desabastecimiento, expropiaciones, escasez, recesión, crisis y hambre, del otro lado una economía de mercado, respeto a la propiedad privada, producción y abastecimiento.

¿Cómo es posible que a ambos lados de la frontera, que no es más que una raya imaginaria, haya realidades tan distintas? Obviamente que esto no se debe a la raza, religión, al nivel educativo de la población, ni al clima, ni mucho menos a la capacidad de trabajo, ni a los empresarios; sino al modelo fracasado de controles en la economía y restricciones a la libertad, mejor conocido como socialismo del siglo XXI.

Vamos por un camino sumamente peligroso, en el cual de seguir así dentro de muy poco, veremos a Maduro aparte de los inservibles decretos de emergencia económica y estado de excepción, declarando ilegal a la inflación como lo hizo Mugabe en Zimbawe, justo antes de provocar la hiperinflación más brutal que se haya conocido “por ahora” en el mundo.

En fin, este gobierno imita los pasos que hicieron que estas naciones colapsaran, producto de un modelo de restricciones a la libertad y de controles en la economía, que incluye estos aumentos de salarios financiados con dinero inorgánico que se diluyen en la inflación que él mismo produce.

Un gobierno que no sabe qué hacer, y que en vez de dejarse ayudar, de guiar y rectificar, continua radicalizándose, agravando cada vez más crisis y profundizando con sus errores el poder adquisitivo de los venezolanos.

Por todo esto y más, y ante la falta de apoyo popular, es que este régimen no quiere ni revocatorio, ni elecciones regionales este año, ni el otro, en fin, decidieron no contarse y así lo han hecho saber sus principales voceros, incluyendo el CNE que quedó para bloquear y evitar cualquier evento electoral.

El pueblo en la calle, incluyendo cada vez a más chavistas, clama mayoritariamente por la salida de Nicolás Maduro y de todos estos gobernadores oficialistas para lograr el cambio constitucional, pacífico y democrático.

Diputado a la Asamblea Nacional

http://visionvzla.blogspot.com/

oavila1973@gmail.com

@omaravila2010

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La Academia Nacional de Ciencias Económicas (ANCE), alarmada por el sostenido deterioro en las condiciones de vida de los venezolanos, se siente en la obligación de dirigirse al país para reiterar preceptos básicos de la ciencia económica que ofrecen pautas para la superación de tan grave trance.

La actividad económica obedece a incentivos. Las empresas producen y/o comercializan bienes y servicios con la expectativa de obtener un beneficio que remunere adecuadamente su inversión y sus esfuerzos. Un obrero valora ser remunerado dignamente al cumplir con sus labores. El consumidor busca que el dinero que entrega en pago de bienes y servicios sea compensado con la calidad de éstos. El amparo de tales incentivos impulsa la economía hacia niveles crecientes de bienestar, como lo muestra la experiencia de numerosos países de desarrollo exitoso. Ello debe plasmarse en un marco institucional adecuado que genere un ambiente de abierta competencia, libre movilidad de los recursos productivos, transparencia y bajos costos en las transacciones a efectuarse, garantías jurídicas y estabilidad macroeconómica, en el que los precios y las remuneraciones premian el esfuerzo y la capacidad de innovar. Debe velarse, igualmente, porque la actividad económica redunde en objetivos deseados de justicia social y de protección ambiental.

Asegurar un marco institucional idóneo para superar la grave crisis económica debería ser la principal responsabilidad del actual gobierno. Lamentablemente, ha preferido continuar con las políticas económicas de su predecesor, Hugo Chávez, quien desmanteló las instituciones favorables a la economía de mercado y a las libertades individuales, confiscó empresas e instrumentó mecanismos de control y regulación, generando un ambiente de gran incertidumbre y de acoso al sector privado, que desincentivó sus actividades. Bajo la creencia de que el ingreso petrolero bastaba para alcanzar los propósitos del gobierno, se intervino el sistema de precios, sometiéndolo a consideraciones políticas. El reparto de la renta y otros recursos centralizados en manos del Ejecutivo liquidó los estímulos para aumentar la productividad, para el uso racional de los recursos como sostén de mayores niveles de consumo en el tiempo y para la adecuada remuneración al esfuerzo productivo. Se exacerbó así el intervencionismo y el tutelaje estatal que habían minado la estrategia de “sembrar el petróleo” de gobiernos anteriores.

El reforzamiento de reglas de juego no mercantiles, en un ambiente opaco en el que no se rinden cuentas sobre la aplicación de los recursos públicos, premia la discrecionalidad en la toma de decisiones a favor de intereses partidarios. Los precios regulados, divorciados de sus costos de producción y comercialización – incluyendo el incentivo de una ganancia adecuada-, la obligatoriedad de sacar permisos de todo tipo para distribuir productos y la amenaza de sanciones severas para las empresas que no cumpliesen, incentivó la búsqueda del lucro fácil para todo aquél que tuviera cómo intervenir en la aplicación de tales medidas. La brecha entre los precios de los bienes regulados y los de reventa que están dispuestos a pagar los consumidores, el aprovechamiento del diferencial cambiario para vender tales bienes en países vecinos y convertir los proventos al tipo de cambio paralelo, las increíbles fortunas que posibilitan tales prácticas en el caso de la gasolina, las oportunidades para extorsionar a productores y comerciantes que ofrecen las regulaciones punitivas a sus actividades, y la opacidad con que se efectúan muchas transacciones públicas, al margen del escrutinio de la Asamblea Nacional y de los medios de comunicación, han terminado por arrollar los baluartes morales que pudiesen evitar tales prácticas en distintas esferas del poder. Como era de esperar, se han creado poderosos intereses en torno a la permanencia de estos mecanismos de intervencióny control. Constituyen la principal explicación de la resistencia del Ejecutivo a la rectificación de políticas para poder superar las terribles penurias que sufren los venezolanos.

Los excesivos controles de precio en Venezuela se asocian a la inflación más alta del mundo, un desabastecimiento extendido, desempleo, un empobrecimiento acelerado y un aparato productivo en el suelo. Pero el gobierno pretende ocultar tan notoria evidencia inventando una supuesta “guerra económica” de factores internos y externos contra el pueblo para explicar sus carencias. Ello es recogido en el Decreto de Estado de Excepción y de Emergencia Económica que el Presidente se hizo aprobar contra la voluntad de la Asamblea Nacional. Entre otras cosas, crea los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) para distribuir productos alimenticios regulados directamente a los hogares. En manos de organizaciones oficialistas, ha generado numerosas denuncias de discriminación política y de corrupción. Más allá este marco ha servido para entregarle poderes extraordinarios al Ministro de la Defensa, General Padrino López, como Jefe del Órgano Superior del Comando para el Abastecimiento Soberano y Seguro, mediante Decreto N° 2367. Enumera entre sus objetivos, el perseguir y neutralizar las “acciones desestabilizadoras” que se vienen ejecutando contra “el sistema agroproductivo e industrial”. Dispondrá de equipos técnicos de carácter cívico- militares que, entre sus atribuciones, podrán obligar a “sujetos de las cadenas productivas y de distribución” a vender a “determinadas empresas u otros entes estatales el porcentaje de su producción que sea necesario“, de conformidad con la Ley de Precios Justos (Art. 7). En este orden de ideas, la Resolución 9855 del Ministerio del Trabajo crea un “régimen laboral transitorio” que permitirá la conscripción de trabajadores de empresas públicas o privadas para “el reimpulso productivo del sector agroalimentario”, en violación de libertades individuales y garantías económicas básicas.

La Academia Nacional de Ciencias Económicas se siente obligada a manifestar que la economía no es un escenario de guerra que puede ser conducido con base en órdenes y controles, ni el grave desabastecimiento agroalimentario se reduce a un problema de logística militar. Políticas intervencionistas de este tipo han producido la deplorable situación que hoy padecemos, reiterando los desaciertos que han empobrecido a la población. Como afirmara una prominente figura política internacional, “cuando se está metido en un hueco, la salida no es cavando”.

Es perentorio generar condiciones que estimulen la iniciativa privada y, con ello, reactive el aparato productivo doméstico, que en muchos casos opera con apenas un 30 o un 35% de su capacidad. Ello requiere unificar y liberar el tipo de cambio, estabilizándolo en torno a sus valores de equilibrio, para que las empresas puedan importar los insumos, piezas y equipos que requieren para abastecer al país, sustituir importaciones (y con ello ahorrar divisas) y crear empleo productivo. Levantar los controles que hoy asfixian la economía y procurar el financiamiento externo tiene que ser una de las prioridades actuales del gobierno para avanzar con estos propósitos, así como sanear las cuentas fiscales para abatir la inflación y generar la confianza requerida para el cálculo económico de inversionistas, empresarios y consumidores. La adecuada instrumentación de estas medidas y la activa promoción de la competencia, de las seguridades jurídicas y de la transparencia en las transacciones, permitirán rebajar el precio –en algunos casos, sustancialmente- de muchos bienes que se importan con el dólar paralelo o que son revendidos a varias veces su precio regulado. Ello es imprescindible para que los salarios, en un ambiente que promueva la productividad, mejoren su poder adquisitivo.

Ante la severa crisis que afecta la vida de la inmensa mayoría de los venezolanos, no hay excusa para que un gobierno que alega defender los intereses del pueblo no promueva las reformas que incentiven la reactivación pronta de la economía. Venezuela cuenta con enormes potencialidades para solventar las penurias actuales. Como siempre ha reiterado en sus pronunciamientos públicos, la Academia Nacional de Ciencias Económicas se pone a la orden, conforme al artículo 2 de su Ley de creación, para contribuir a que estos cambios puedan producir los resultados deseados.

Humberto García Larralde Sary Levy Carciente

Presidente Secretaria

Caracas, 3 de agosto de 2016

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Si en algún punto de su narrativa Gallegos, plasmó con hermosura el lecho de la vida y el eterno fluir de nuestra venezolanidad, ha sido en su novela Canaima. De un solo tirón al hablar de nuestro majestuoso Orinoco nos describe: “aún no se sabe precisamente dónde empezó, el río niño de los alegres regatos al pie de la Parima, el río joven de los alardosos escarceos de los pequeños raudales, el río macho de los iracundos bramidos de Maipures y Atures, ya viejo y majestuoso sobre el vértice del Delta, reparte sus caudales y despide sus hijos hacia la gran aventura del mar”.

En su constante fluir Rómulo Gallegos, comenzó su carrera política en los días cuando Juan Vicente Gómez, gobernaba la Venezuela rural con cepo y grillete.

En 1936 al desaparecer el Dictador, el Presidente Eleazar López Contreras, lo nombra Ministro de Educación. Cartera en la cual tuvo poco tiempo, porque sus esfuerzos por promover reformas, fueron torpedeados por el viejo régimen que aún permanecía intacto. En 1945 participa junto a Rómulo Betancourt, en un golpe militar, conocido como la Revolución de Octubre. En 1947 resulta electo Presidente de la República, ejerciendo dicha Magistratura por escasos 8 meses.

Gallegos es derrocado en 1948 por una Junta Militar, encabezada por el General Carlos Delgado Chalbaud, dando pie a unas de las peores dictaduras del Siglo XX, liderada por Marcos Pérez Jiménez. Este hecho y su destierro hacia la ciudad de México lo apartaría para siempre del trajinar político.

Su obra literaria lo consagró como novelista, ensayista, cuentista y por supuesto como educador. Los Aventureros; Doña Bárbara; Reinaldo Solar; La trepadora; La Doncella y El Último Patriota; Cantaclaro y Canaima, constituyen la mejor herencia dejada a las generaciones futuras.

El Maestro Gallegos, nos sigue invitando al paseo maravilloso del espléndido mundo, donde el venezolano como el mismo Orinoco siempre será: ¡Agua de monte a monte! ¡Agua para la sed insaciable de las bocas ardidas por el yodo y la sal! ¡Agua de mil y tantos ríos y caños por donde una inmensa tierra se exprime para que sea grande!

Hoy en esta Venezuela urbana, deseosa de volver a la rural, habrá que decir como Santos Luzardo, en Doña Bárbara: "Algún día será verdad. El progreso penetrará en la llanura y la barbarie retrocederá vencida".

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RECUPERACIÓN DE LA AGRICULTURA VENEZOLANA POST SOCIALISMO DEL SIGLO XXI

Dos de los recursos naturales renovables de mayor importancia en la agricultura son, indudablemente, el suelo que es asiento para el crecimiento y desarrollo de las plantas y el agua que es el componente principal de los vegetales.

El suelo es un cuerpo natural y por lo tanto, de una gran variabilidad espacial, es por eso que en pocos metros de distancia sobre un terreno pueden existir suelos de muy diferentes características. Esto quiere decir que existen suelos muy diferentes entre sí, cada uno de los cuales tiene especiales condiciones para determinado uso, por lo que para utilizarlos lo mejor posible deben ser estudiados y clasificados.

Muchas personas, especialmente los políticos, algunas veces dicen que en Venezuela tenemos millones de hectáreas para la agricultura porque creen que por poseer un vasto territorio ocupado por solo treinta millones de personas, es suficiente la superficie que corresponde per cápita para que se pueda producir excesos de alimentos. Pero el suelo va mucho más allá de lo que vemos sobre la superficie terrestre

Para ejemplo de lo anterior, tomemos la información de Comerma, J. y R. Paredes. 1978. Principales limitaciones y potencial agrícola de las tierras en Venezuela. Agron. Trop. 28:71-85, quienes señalan que solo un 2% del territorio nacional puede ser considerado sin limitantes para la producción agrícola. Quiere decir que de 91,2 millones de hectáreas que aproximadamente tiene el país, solamente un poco más de 1,8 millones de hectáreas se pueden utilizar en agricultura sin ninguna limitación. Sin embargo, buena parte de esa superficie ha sido inutilizada al ser ocupada por desarrollos viales, urbanísticos e industriales; y otra parte se ha degradado por erosión, salinidad, alcalinidad, compactación, acidez y otros factores, como consecuencia de un mal uso de esos suelos. Por lo tanto, actualmente disponemos de mucho menos que esas 1,8 millones de hectáreas.

Los mismos autores hicieron una prospección del uso de la tierra, y aplicando tecnologías ya probadas por investigadores y productores avanzados en 1978, la situación es que dispondríamos de 4% de áreas con amplia gama de uso agrícola, 14% con una limitada gama, 30% para uso ganadero, 41% para bosques, recreación y reservas hidráulicas y 11% que posee una asociación de áreas con limitada gama de uso agrícola y zonas limitadas a bosques y recreación.

Es decir, tendríamos 3,6 millones de hectáreas con amplia gama de uso agrícola y 14% para uso con cultivos específicos, como por ejemplo los suelos con mal drenaje, anegadizos, para producir arroz y algunas forrajeras, y suelos de elevadas pendientes para producir café, pero siempre aplicando prácticas agronómicas específicas para evitar el deterioro de esos suelos.

Como corolario a lo anterior es obvio que se deben aplicar una serie de conocimientos científicos y tecnológicos para manejar los suelos, para recuperar aquellos que tienen algunas limitaciones para su uso agrícola y para conservarlos en el tiempo, ya que se pueden deteriorar con facilidad. Quiere decir que los suelos deben ser estudiados, para conocerlos y poder utilizarlos adecuadamente.

Durante la primera mitad el siglo XX, en Venezuela se realizaron algunos estudios de suelos, sin embargo, a partir de la década de 1960 y quizás hasta los años ochenta, estos estudios se intensificaron tratando de cubrir la mayor parte del territorio nacional. Posteriormente, poco a poco fue disminuyendo la intensidad de estos estudios, hasta llegar el momento actual cuando prácticamente no se han continuado. Paralelo a esto, toda esa información generada por años no ha estado a buen resguardo y se han perdido algunos estudios total o parcialmente, especialmente lo correspondiente a los mapas que complementan los estudios de suelos.

En relación al agua, no se han realizado más obras para su almacenamiento, control de cauces, utilización en riego, generación de electricidad, saneamiento de cuerpos de agua; por el contrario, se han realizado muchas actividades destructivas de algunas cuencas hidrográficas importantes, para lo cual basta con señalar lo que ocurre en amplios sectores de Guayana, región que recoge nuestra mayor riqueza hidrológica, donde se permite la devastadora minería ilegal sin ningún control oficial y se destruyen las márgenes de los grandes ríos, sus nacimientos, se contamina el agua, en fin, se está destruyendo este importante recurso natural.

Sumado a la destrucción de la gran cuenca hidrográfica guayanesa como un todo, que pudiera afectar en el mediano plazo el suministro de agua de calidad a las industrias de hierro y aluminio tan importantes de la región, a los desarrollos urbanos que tanto han crecido en los últimos cincuenta años y a la agricultura; se puede destruir y casualmente en este año 2016 lo estamos viendo, la generación de la electricidad que ilumina a la mayor parte del territorio nacional.

Además de la necesidad de estudiar suelos y agua, se requiere disponer de información de algunas variables meteorológicas. Los registros de clima en Venezuela han disminuido enormemente, parte de las estaciones meteorológicas están abandonadas y no se generan suficientes datos de apoyo a la planificación del uso de los recursos suelo y agua. Los planes de ordenamiento del territorio no se han continuado y cuando existen, es frecuente que no se tomen en consideración al momento de decidir el uso de los recursos naturales.

Otro aspecto lamentable, ligado al uso de los recursos naturales, ha sido eliminar el ministerio que debe manejar todo lo relacionado con dichos recursos y convertirlo en una oficina dentro de otro ente del Poder Ejecutivo, demostrando la poca importancia que este régimen dedica al uso y conservación de suelos, agua, flora y fauna. Paradójicamente, se ha creado un Ministerio de Agricultura Urbana, lo cual no pasa de ser otra burla en la organización del Poder Ejecutivo, ya que ésa si es una materia que no debería ir más allá de una oficina dentro del Ministerio de Agricultura y Tierras.

ALGUNAS SOLUCIONES

Un punto de partida para una agricultura exitosa, en cualquier parte y circunstancia, es conocer cabalmente los recursos naturales renovables suelos y agua, y disponer de una información meteorológica confiable, para darle el mejor uso posible a esos recursos. Esto conllevaría a rendimientos elevados de los cultivos y a que a pesar de utilizar los suelos y el agua en agricultura, se conserven en buenas condiciones en el tiempo infinito y puedan rendir frutos a generación tras generación.

Hay un arduo trabajo con los estudios de suelos:

Recuperar los estudios realizados cuyos informes no se encuentren en las oficinas públicas y que pudieran estar en manos de particulares (personas naturales y jurídicas).

Al recuperarlos reproducir textos y mapas de suelos, disponerlos en las oficinas gubernamentales correspondientes y controlar su consulta por parte de los usuarios interesados.

Los estudios recuperados se reunen con los que existen en las organizaciones oficiales autorizadas, se hace inventario y se decide por los estudios faltantes para programar continuarlos hasta tener un mapa de suelos de todo el país, con el grado de detalle que amerite cada región en particular.

Con el recurso agua es fundamental establecer manejos adecuados de las cuencas hidrográficas del país, destacando obras y prácticas necesarias para su protección y su recuperación.

Emprender programas de descontaminación de cuerpos de agua que posteriormente puedan ser utilizados no solo en agricultura, si no con fines recreativos, urbanos e industriales.

Retomar las mediciones de los cauces de ríos de cierta magnitud, que ayuden en programas de almacenamiento o derivación de esos ríos según sus caudales máximos para preparar programas tendientes a evitar posibles desastres naturales causados por el agua, o según su caudal de estiaje para su posible uso en riego.

En lo que respecta a la información climatológica, es preciso recuperar las estaciones meteorológicas existentes en el país, construir las que sean necesarias, utilizar todos los recursos incluyendo los satelitales, hasta disponer de una información completa, actualizada, permanente y confiable.

Conocer suelos, recursos hídricos y clima de las regiones potencialmente agrícolas del país, es fundamental para el éxito de cualquier programa agrícola que se quiera adelantar, ya que permite establecer los sistemas suelo-planta-clima-manejo más adecuados a cada espacio en cada región agrícola.

Es fundamental disponer nuevamente de un ministerio que se encargue del estudio y planificación del uso de los suelos, del agua y demás recursos, que dicte las políticas necesarias para el mejor conocimiento, utilización, recuperación y conservación de los recursos naturales renovables en todo el territorio nacional.

pedroraulsolorzano@yahoo.com

pedroraulsolorzanoperaza.blogspot.com

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El deporte ha llegado a ser, sin lugar a dudas, un fenómeno social distintivo de los tiempos que corren. Su importancia social, económica, política y cultural es difícil de exagerar y tiene, seguramente, muy pocos equivalentes en otros ámbitos de la existencia humana. Así las cosas, se ha dicho que la actual es una Sociedad Deportivizada en la que, entre otros aspectos que no cabe mencionar aquí, ha cambiado de manera radical la práctica misma del deporte.

En este contexto, la búsqueda de medios para lograr elevar el desempeño del atleta, si bien es ciertamente muy antigua, hoy en día tiene una relevancia mayor y abre posibilidades insospechadas. En efecto, en la actividad deportiva, actualmente tejida en torno a la competencia, el negocio y el espectáculo, el apoyo de la ciencia y la tecnología se ha vuelto un factor crucial. De acuerdo a algunos estudios, cuyas conclusiones, sin embargo, aún son debatidas, se estima que a estas alturas resulta difícil mejorar de “manera natural” las marcas y para conseguirlo se echa mano de un extenso repertorio tecnológico. Es que la Sociedad Deportivizada es también la Sociedad del Conocimiento.

Así las cosas, las aplicaciones de la tecno ciencia se abren a todos los aspectos involucrados en el deporte, vale decir, la vestimenta, la elaboración de instrumentos y materiales, el entrenamiento, la nutrición y la salud del atleta, las estrategias para competir, el arbitraje de los eventos, el mejoramiento de estadios y canchas, la evaluación del desempeño de los jugadores o la intervención sobre el propio cuerpo humano. En suma, el deporte se ha vuelto una intensa lucha que se libra cada vez más en el terreno de las innovaciones. No hay aspecto suyo que no sea tocado por la varita tecnológica.

Dicho lo dicho, muchos se preguntan, entonces, si en las pistas y canchas también compiten los laboratorios.

II.

El dopaje ha sido siempre un dato del paisaje deportivo, presente desde cuando, en tiempos de la Antigua Grecia, se usaban unas yerbitas, cuyo consumo surtía efectos casi ridículos, hasta el sofisticado menú del que recientemente dispuso, por ejemplo, Lance Armstrong, señal, entre otras muchas, de que la actividad deportiva no ha transcurrido nunca bajo la inspiración de los valores predicados en el evangelio olímpico, expresados en torno a la máxima ¿moral? según la cual lo importante no es ganar sino competir.

Al contrario, tiene lugar bajo la despiadada obligación de conseguir la victoria, más o menos a como dé lugar, sobre todo en el escenario de la alta competencia y allí esta, como penúltimo botón, el caso de la delegación rusa preparada para la cita en Brasil.

III.

En este marco, el dopaje genético significa un brinco notable y ha quedado definido como el uso no terapéutico de genes, elementos genéticos y/o células que tienen la capacidad de mejorar el rendimiento aumentando la fuerza, la resistencia y la rapidez de los atletas.

Dice Mr. Google que en el año 2007, mientras investigaba las posibles formas de restaurar el crecimiento muscular en pacientes con distrofia muscular, Lee Sweeney, profesor de la Universidad de Pennsylvania, logró crear ratones que contaban con músculos muy poderosos, apodados “ratones Schwarzenegger”, asomando, así, como factible la modificación genética para mejorar el rendimiento deportivo. Informada de los resultados obtenidos por ésta y otras cuantas investigaciones, la World Anti-Doping Agency (WADA) se ha venido preparando desde hace algún tiempo para encontrar el modo de detectar la intervención en la condición genética de los deportistas. Como cabe esperar, ésta es ya una preocupación relevante en los Juegos Olímpicos que se efectúan en Brasil.

A propósito de lo señalado anteriormente, han empezado a surgir diversos problemas científicos pero, igualmente, éticos y legales, que navegan, por ahora, en medio de la incertidumbre y la confusión. Y, asociados a ellos, interrogantes que indagan acerca de la propia naturaleza y el significado del deporte del futuro, llegándose a hablar de una nueva época, la del post atleta, resultado de una revolución del conocimiento que está impactando nuestras vidas en modos que, como se ha señalado, probablemente contribuyan en alto grado a determinar la manera misma en que nos percibimos como humanos, no sólo, desde luego, en el ámbito deportivo.

El Nacional, 9 de agosto de 2016

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Después de las convenciones demócrata y republicana, ha comenzado con furia el combate político para ver quién se queda con la presidencia de Estados Unidos en noviembre. Es un torneo de insultos, mentiras, medias verdades, ataques en todos los frentes, búsqueda apremiante de más dinero para poder sacar avisos de descalificación del adversario. En los medios, sobre todo prensa y televisión, el debate electoral es el centro fundamental, casi absoluto y obsesivo, de la vida en Estados Unidos. Esta afirmación es válida solo para aquellos que se mantienen al tanto de la política, porque la mayoría de la gente, incluidos mis hijos, tiene muy poco tiempo para ocuparse de leer informaciones electorales. Trabajan como burros, se levantan a las 5 de la mañana para llegar temprano al trabajo evitando así el tráfico intenso de las rush hours, vuelven a su casa a las 6 de la tarde, muy cansados, hambrientos, y dispuestos a ver las series de moda o los juegos olímpicos.

Trump sigue metiendo la pata para desesperación de los republicanos: pleito de una semana con el musulmán cuyo hijo murió en Irak en 2004; declaraciones en las que se asoma su desconocimiento de la política exterior de Estados Unidos hasta el punto de que, al parecer, ignoraba que Rusia se había apoderado de la península de Crimea; petición a Rusia de que, mediante sus hackers, busque los miles de mails que Hillary ha ocultado, gracias al uso de un servidor particular durante su permanencia como secretaria de estado; burla contra el senador Kaine, candidato a la vicepresidencia por el partido demócrata, diciendo que fue un flojo gobernador de New Jersey cuando en realidad fue gobernador de Virginia; aviso a los defensores de la segunda enmienda de la constitución, por la que se permite el uso de armas por particulares, de que Hillary nombraría jueces que irían contra esa enmienda y sugerencia velada de que esa enmienda les permitiría atacar a la Clinton llegado ese momento.

Para remendar estos errores e imprudencias, Trump y sus consejeros han tomado la posición de negar que él ha dicho eso, que fue mal interpretado por los medios que son deshonestos. Pero muchos miembros importantes del partido republicano se están cansando de tanto desvarío y han salido en cantidades apreciables a retirarle su apoyo a Trump. Alrededor de 50 de ellos, altos exfuncionarios de política exterior en los gobiernos republicanos desde Nixon para acá, ya han dicho que no votarán por Trump porque no tiene las condiciones personales necesarias en un presidente como juicio claro, conocimiento suficiente, serenidad ante decisiones difíciles, capacidad de oir sugerencias. Dijeron que Trump sería el presidente más irresponsable de la historia. Lo mismo ha pasado con varios senadores y representantes republicanos.

En las encuestas recientes aparece Hillary liderando por 8 puntos, en algunos estados por más de 10 puntos, a pesar de que ella también ha tenido sus errores nuevos y no ha podido resolver satisfactoriamente algunos viejos: sus actuaciones como Secretaria de Estado en el asalto a Benghazi (Libia), donde murió el embajador de Estados Unidos, y su manejo sumamente descuidado de los mails en ese período.

Aparcando por un rato el tema de las elecciones norteamericanas, me gustaría tratar, aunque sea de pasada, el tema del Obama Care. Lo hago porque es uno de los supuestos éxitos de Obama, pero entre la inmensa mayoría de la gente que he consultado en Orlando y Tampa la opinión sobre el ObamaCare es negativa.

El ObamaCare conocido como Affordable Care Act fue una ley aprobada por Obama en marzo de 2010 y apoyada por el Tribunal Supremo de Justicia como constitucional en junio de 2012. Su objetivo es dar a un mayor número de norteamericanos acceso a un seguro de salud de calidad y asequible, y reducir el crecimiento de los costos del cuidado de la salud en Estados Unidos. Esto trata de lograrlo mediante una compleja trama de regulaciones, exenciones, e impuestos. En junio de 2015, el Tribunal Supremo con una votación de 6 a 3 volvió a salvar el ObamaCare apoyando una parte importante de él, pero eso no ha impedido que sea el núcleo del ataque de los republicanos contra Obama, con la promesa de cada aspirante republicano de eliminarlo de inmediato si llegan a la presidencia. Es importante tener en cuenta que el ObamaCare fue aprobado en el primer período de Obama cuando tenía la mayoría del congreso. Le dio prioridad a esa ley de salud por sobre la ley de inmigrantes, la que también era una de las promesas centrales de Obama durante su campaña. Lamentablemente, esa promesa no pudo ser llevada a cabo porque perdió la mayoría del congreso en su segundo período y no contó con el apoyo de los republicanos para aprobarla.

Es difícil encontrar datos confiables sobre el éxito o el fracaso del ObamaCare. Como es un proceso complejo, y además no ha sido aplicado de igual forma en los diversos estados que forman este país, es difícil llegar a conclusiones valederas. Ha habido logros como que 20 millones de habitantes que no tenían seguro médico ahora lo tienen y mucha más gente tiene acceso a la medicina preventiva. Pero por otro lado, los pertenecientes a la clase media se quejan porque esa ley ha significado para ellos el aumento del costo de los seguros de salud proporcionados por las empresas donde trabajan y también el aumento de los deducibles en esos seguros, lo que los ha llevado a que sus gastos anuales en la salud hayan subido apreciablemente. Uno de los aspectos más criticados es que, según esa ley, la persona que no tenga seguro de salud tiene que pagar una multa, que viene a ser un impuesto adicional, y al parecer es una multa grande de miles de dólares. Cuando el ObamaCare comenzó, las compañías de seguros le eliminaron a mucha gente sus pólizas anteriores porque no se ajustaban a la nueva ley. Esas compañías tenían la obligación de ofrecerles a esas personas una nueva póliza pero o no lo hicieron o las nuevas pólizas resultaban más costosas.

De acuerdo a las impresiones unánimes recogidas aquí, la clase media ha sido la perjudicada por el Obamacare porque han aumentado considerablemente sus costos de salud. El año pasado una niña de 9 años, miembro de una familia cercana, se cayó y se hirió fuertemente la quijada, la llevaron al hospital y al final tuvieron que pagar $1.200 en lugar de $250 que hubieran pagado con la póliza anterior, debido a que ahora las deducciones son mayores.

Por otro lado, parece que la clase pobre sí ha salido beneficiada porque ahora tiene acceso a mejor atención médica en los mejores hospitales. Le molesta a la gente de clase media que esa clase pobre, de mayoría negra, pague en esos hospitales muchísimo menos que ellos por el mismo servicio o no pague nada, y luego se vaya del hospital en un Mercedes Benz.

En resumen, que como en casi todas las políticas públicas de los estados, unos salen beneficiados, la mayoría de la clase pobre, y otros, la clase media, han salido perjudicados por el ObamaCare. Tengo una hipótesis personal sobre lo que ha sucedido con el ObamaCare, resumida de una manera muy directa y sin eufemismos: las compañías de seguro, que nunca pierden, se dijeron: ahora nos toca dar un seguro más barato a muchos millones, por lo tanto vamos a perder o dejar de ganar en muchos casos; eso se remedia aumentándole el seguro a las empresas y a la clase media en general que sí pueden pagar; así seguramente ganaremos más y no menos como temíamos.

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