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Opinión

Con voz propia

Hace 65 años un régimen dictatorial que presidía el acreditado civil ¡venezolano! Germán Suárez Flamerich: abogado, diplomático, docente universitario, llevado al cargo después del magnicidio del teniente coronel Carlos Delgado Chalbaud el 13 de noviembre de 1950, jefaturaba la Junta Militar, que conformaba con sus colegas Marcos Pérez Jiménez (MPJ) y Luis Felipe Llovera Páez. La Oposición liderada por Jóvito Villalba, de Unión Republicana Democrática (URD), promovió la sexta Asamblea Nacional Constituyente (ANC) con la consigna “Unidad Nacional”. En el proceso participaban además Copei y el oficialista Frente Electoral Independiente (FEI). Ausentes los inhabilitados Acción Democrática y Partido Comunista.

Cuando MPJ se enteró que los resultados no le favorecían, ordenó al Consejo Electoral que los alteraran. La dignidad privaba en la mayoría y renunciaron 11 de los 15 miembros, comenzando con el Presidente Vicente Grisanti. Fue reemplazado por Ricardo Mendoza y radio encadenada difundió boletín que ubicada al oficialismo en delantera.

En realidad URD, obtuvo 1.198.000 votos; seguido del FEI con 403.000 y COPEI, 306.000. Los sufragantes sumaban 2.116.136 y la fraudulenta ANC proclamaría a MPJ Presidente por 5 años.

El Ministro del Interior, Laureano Vallenilla Lanz anunció que fueron “invitados a abandonar temporalmente el país” Villalba y sus compañeros Luis Hernández Solís, Ramón Tenorio Sifontes, Humberto Bártoli, Víctor Rafalli, Raúl Díaz Legórburu y Jesús Alfonso Medina. Fueron embarcados en avión de Línea Aeropostal a Panamá. Suárez Flamerich en compañía de su esposa, despachado a Italia “a descansar varios meses”.

En junio de 1957 se creó Junta Patriótica conformada por Fabricio Ojeda, URD; Guillermo García Ponce, PCV; Silvestre Ortiz Bucarán, AD; y Enrique Aristeguieta Gramcko, Copei, único sobreviviente y en plena lucha.

Ahora en Revolución castrocomunista, imperante trilogía militar que conforman los camaradas G/J Vladimir (no el Lenin), Padrino López, Ministro de Defensa; M/G Antonio José Benavides Torres, comandante General de Guardia Nacional y M/G Néstor Reverol, ministro de Interior, Justicia y Paz, impulsan acciones del civil de dudosa nacionalidad Nicolás Maduro, quien en profesión se proclama chofer de bus. Es legado del comandante Hugo Chávez.

Ante creciente desprestigio la narco dictadura militar, sigue pasos de tiranía perezjimenista y convoca a ANC “ilegítima, inconstitucional y fraudulenta”. Opera con abierta complicidad del inmoral organismo electoral que preside la Tibisay Lucena, del Defensor del Pueblo y el aval del Tribunal Subalterno de Justicia presidido por un doble homicida y del cual forman parte otros 7 magistrados sancionados desde EEUU.

De la mafia se demarcó la Fiscal General, Luisa Ortega Díaz, quien además de acusar la ruptura del hilo constitucional, manifestó su rechazo a la ANC.

En este junio de resistencia a la criminal arremetida militarista régimen, con sobresalientes desmanes de la Guardia Nacional (GN) que en combinación con “paramalitares”, llevan hasta los asaltos personales, se da trágico balance. De 30 protestas diarias, pasan de 70 los asesinatos en su mayoría jóvenes; de 2 mil heridos. Y unos 500 presos a juzgar en tribunales militares.

Objetivo del narco régimen: suspender elecciones de gobernadores y alcaldes, disolver Asamblea Nacional y perdurarse en el mando.

Las esbozadas avanzadas invocan resistencia de sociedad civil para impedir a “troche y moche” la ANC, que con trampas tratan de imponer. ¡No pasarán!

Al MARGEN. Olvidamos desayuno con arepa o pan, porque no hay; yuca o plátano en almuerzo y cena, por alto precio. Con la narcotiranía, aumenta busca de comida en basura (Nelly Rangel)

jordanalberto18@yahoo.com.

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Desgraciadamente los nuevos gobernantes no llegaron con cultura democrática. De una vez anunciaron que no pensaban entregar el poder hasta no haber alcanzado los propósitos de un proyecto revolucionario nunca bien definido.

Uno de los principios más importantes del sistema democrático es el de la alternabilidad. La democracia supone que el pueblo, es decir, la suma de todos los ciudadanos, elige al gobierno. Si el gobierno lo hace bien y los ciudadanos están contentos, ese gobierno puede ser reelecto. El principio de alternabilidad permite que los electores con sus votos cambien al gobierno y elijan a un nuevo equipo para que dirijan la vida del país.

En Venezuela no existió mucha tradición de alternabilidad pacífica y civilizada hasta que llegamos al período democrático que se inició en 1958.

En 1964 por primera vez en la historia un presidente elegido en votaciones universales, directas y secretas, Rómulo Betancourt, le entregó el poder a su sucesor elegido también democráticamente. Cualquiera podría decir que esa alternabilidad era relativamente fácil porque se trataba del enroque de poder entre líderes de un mismo partido.

En 1968 un candidato postulado por la oposición al gobierno de Raúl Leoni ganó las elecciones por una mínima diferencia, Rafael Caldera y el gobierno del doctor Leoni y su partido respetando el principio de alternabilidad, acataron el veredicto popular y entregaron el poder pacífica y civilizadamente.

Los venezolanos le tomamos el gusto a ese principio y se repitió entre los dos partidos mayoritarios en el 74 y en el 78 y en el 83. Era una alternabilidad que se producía entre dos partidos de indiscutible compromiso democrático y respetuosos del orden constitucional. En 1998 gana las elecciones un oficial retirado de la Fuerza Armada que venía de liderar un intento de golpe contra la Constitución el 4 de febrero de 1992.

El gobierno democrático del presidente Rafael Caldera reconoció, como tenía que hacerlo, el triunfo de Hugo Chávez, y entregó el poder pacífica y civilizadamente.

Desgraciadamente los nuevos gobernantes no llegaron con cultura democrática. De una vez anunciaron que no pensaban entregar el poder hasta no haber alcanzado los propósitos de un proyecto revolucionario nunca bien definido.

Se trata simplemente de una ambición de poder y de perpetuarse en el gobierno por encima de la voluntad popular.

La última maniobra para ese propósito de perpetuarse en el poder contra la opinión de la mayoría de la población es la convocatoria, inconstitucional, de una pretendida Asamblea Constituyente que evidentemente fracasará como fracasó la maniobra de la dictadura de Pérez Jiménez con el plebiscito en 1957.

Seguiremos conversando.

@EFernandezVE

http://www.ifedec.com/category/articulos/eduardo-fernandez/

http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/eduardo-fernandez-alt...

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​José E. Rodríguez Rojas

En una operación de reciente data el Banco Central de Venezuela vendió bonos de PDVSA a Goldman Sachs, un banco de inversión del “Imperio”, a precios de gallina flaca, operación en la cual el banco estadounidense realizó pingues beneficios. Los bonos en cuestión habían sido negociados por PDVSA al Banco Central de Venezuela (BCV) en el año 2014 y se vencían en el año 2022, por lo cual estaban en manos del instituto financiero como un activo de la República.

Los bonos de PDVSA cuando se transan en el mercado no se venden al 100% de su valor, sino con un descuento que depende del riesgo de impago de la empresa. Estos bonos son atractivos por los elevados intereses que pagan, cerca de 30%, cuando otros países latinoamericanos pagan menos de 9%. Su atractivo proviene también de las elevadas reservas petroleras que PDVSA posee. Sin embargo, los problemas de flujo de caja (flujo de efectivo) de la empresa venezolana hacen de estos títulos una inversión de elevado riesgo, por lo cual tiene un fuerte descuento cuando se negocian en el mercado.

La venta a Goldman Sachs fue reportada y analizada por noticieros y publicaciones especializadas en el área económica, las cuales señalaron que los bonos tenían un valor de 2,8 mil millones de dólares y habían sido vendidos por 865 millones de dólares, lo cual equivale a un 31% de su valor. En este contexto, CNN Dinero entrevistó al Director ejecutivo de la consultora Ecoanalítica Alejandro Grisanti, preguntándole si era cierto que los bonos de PDVSA 2022 habían sido vendidos muy baratos. Grisanti respondió afirmativamente señalando que bonos de PDVSA similares a los transados en la negociación estaban siendo ofertados en el mercado con un 55% de descuento aproximadamente. En otras palabras, un inversionista poseedor de esos bonos podía obtener entre 44 y 45 centavos por cada dólar invertido en los bonos. En contraste, el PDVSA2022 objeto de la negociación fue vendido con un descuento de casi 70% obteniendo el BCV 31 centavos de dólar por cada dólar invertido en los títulos señalados. En consecuencia, comparado con los precios del mercado, el banco de inversión estadounidense obtuvo un descuento adicional del 30%. En cifras absolutas el descuento equivale a cerca de 364 millones de dólares que el Banco Central de Venezuela regaló al banco estadounidense. En ese sentido, uno de los aspectos que no se entiende es como un gobierno que acusa al “Imperio” de alentar una guerra económica en su contra, le regala a un banco de inversión del “Imperio” una millonada como la señalada.

La segunda pregunta que el presentador de CNN Dinero le planteó a Grisanti es por qué el gobierno negoció el PDVSA2022 por debajo de los precios del mercado. La respuesta de Grisanti es que se trata de un gobierno que está buscando financiamiento desesperadamente, que está enfrentando una crisis de gobernabilidad muy fuerte, fuertemente cuestionado por la población. La operación es reflejo de un gobierno muy débil, que se encuentra en una calle ciega de la cual no sabe cómo salir y al final lo que está es raspando la olla, endeudando al país. Como consecuencia de la negociación se transformó un activo en manos del BCV en una deuda, incrementándose la proporción de la deuda de PDVSA en manos foráneas. Venezuela está recibiendo 865 millones de dólares, unas migajas, frente a los 3640 millones de dólares que tendrá que pagar en los próximos cinco años. Por cada dólar obtenido, PDVSA va a tener que pagar 4,2 dólares, es decir, está cuadruplicando los pagos que tiene que hacer en los próximos cinco años.

La negociación generó una fuerte respuesta por parte de la Asamblea Nacional (AN), cuyo presidente Julio Borges dirigió una comunicación al CEO (gerente ejecutivo) de Goldman Sachs, señalándole que con la operación se estaba financiando a una dictadura que viola los derechos humanos. Además, señaló que la AN está discutiendo si en un futuro un gobierno democrático reconocerá la operación como legitima. Henrique Capriles, el excandidato presidencial de la oposición, se expresó en los mimos términos que Borges.

Goldman Sachs, en una comunicación dirigida a CNN Dinero expresó que “habían hecho la inversión porque creemos que la situación en el país debe mejorar con el tiempo, reconocemos que la situación es compleja y que Venezuela está en crisis. Estamos de acuerdo que la vida allí tiene que mejorar e hicimos la inversión porque creemos que así será”. Con todo lo criticable que puede ser la decisión del banco estadounidense, su comunicación es un mensaje de optimismo.

La operación develó las contradicciones de un gobierno que maneja un discurso socialista, anti capitalista y anti imperialista, el cual usa como una guayabera, se lo quita y se lo pone de acuerdo con las circunstancias. En el marco de estas contradicciones no tiene reparos, en su desesperación por conseguir recursos, de regalarle una millonada de dólares a un banco estadounidense e hipotecar al país, mientras la población padece penurias de toda naturaleza por la carencia de divisas para importar alimentos y medicinas.

Profesor UCV

Josenri2@gmail.com.

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En las últimas horas, los principales líderes de la Unidad democrática han evaluado la intención de Maduro de meter a Venezuela en la calle ciega de la guerra y la anarquía. El acuerdo alcanzado es Unidad y más Unidad, descentralizar y ampliar la protesta en todos los rincones del país, promover un amplio movimiento de unidad nacional, con la Asamblea, los gremios, la academia, los trabajadores, los estudiantes y la Fiscal General de la República al frente, en defensa de la Constitución. También debemos enviar un mensaje a la Fuerza Armada Nacional – no para que tome el poder – sino para que actúe como lo que debe ser: garante del Estado de Derecho.

La falsa constituyente que quiere imponer Maduro es inviable en lo jurídico y en lo político. El cambio urgente que reclama el país es indetenible. Los venezolanos no queremos una nueva Constitución. Lo que exigimos es la realización inmediata de elecciones libres con un renovado CNE, la apertura del canal humanitario, la liberación de los presos políticos y manifestantes detenidos, el cese de la persecución política y de la mordaza contra la libertad de expresión, así como el retorno de los exiliados, la anulación de las ilegales inhabilitaciones y el respeto a la Asamblea Nacional, es decir, el restablecimiento del orden constitucional.

Es urgente evitar un mayor derramamiento de sangre. La ambición desmedida con la que Maduro pretende usurpar la soberanía popular – que no es transferible y menos a un presidente devaluado y deslegitimado – ya ha costado casi 70 muertos, más de 3.000 detenidos y 355 civiles llevados irregularmente ante tribunales militares, todo ello violando masivamente los derechos humanos de los venezolanos.

Las gravísimas consecuencias del saqueo que ha sufrido el país, colocan como prioridad la lucha contra la dictadura del hambre, la tiranía de la carencia de medicinas y tratamientos y de la terrible inseguridad personal, en resumen, del colapso que hoy sacude a la nación.

Ahora con más fuerza, sumando a los chavistas que están del lado de la Constitución, la protesta debe continuar hasta lograr una salida pacífica que nos aleje de la violencia y que permita construir entre todos la mejor Venezuela.

06 de junio de 2017

www.carlostablante.com

@TablanteOficial

carlostablanteoficial@gmail.com

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Francisco Russo Betancourt

Nuestro comentario de la semana está referido a la constitución, ayer jueves y formalmente, del Frente por la Defensa de la Constitución y la Democracia en el Estado Aragua, en un acto celebrado en la Cámara de Comercio, abarrotada con la presencia de distintos sectores, grupos, gremios y sindicatos de la sociedad aragüeña y representantes de los partidos políticos que hacen vida en la Mesa de la Unidad Democrática. Le corresponde coordinarlo, a Luis Carlos Solórzano, un activista de la sociedad civil.

El Frente no es una instancia de partidos, pero tampoco es una instancia anti-partidos, es la confluencia de todos en esta hora difícil de la República, que por encima de legítimos intereses individuales y partidistas, se concitan para defender la constitucionalidad y el ejercicio de la libertad y la democracia, es decir, el pacto social entre los venezolanos, el Estado y el gobierno.

La iniciativa que parte de la Asamblea Nacional, surge del reconocimiento en que la defensa de la Constitución y la Democracia tiene que ser ejercida por todos los venezolanos, porque de lo contrario corremos el riesgo de la perpetuidad del actual gobierno y la incorporación de objetivos políticos que son contrario s al republicanismo venezolano. Pero más allá de eso, de aceptarse una Constituyente en los términos formulados por el señor Maduro, no habrá elecciones ni representación alternativa para la gobernabilidad de la Nación; las Gobernaciones y Alcaldías serán meras figuras decorativas, el derecho al voto y elegir y ser elegidos libremente, será un saludo a la bandera, porque seremos gobernados desde el Estado Comunal, que es un híbrido en el cual, en principio, convive el Estado, monopolizador de la violencia legítima y las Comunas, entendida ésta como una forma de autodestrucción progresiva de los fundamentos del Estado. De modo, que si bien el gobierno propone en su desespero, una Constituyente con fraude a la Constitución y ante un escenario que le es ciertamente adverso, porque la mayoría del pueblo la rechaza, -que no se detiene ante las inmensas protestas populares y la muerte de más de setenta jóvenes que en la calle han salido a defender su futuro, que el país sufre una gravísima crisis económica y social-, en el fondo lo que subyace es el propósito de control de la gente y la instauración de un gobierno donde el ciudadano pierde todos sus derechos, pero igualmente, busca el resguardo de los intereses personales de las figuras más emblemáticas del gobierno, acusados y acosados de una brutal corrupción y el saqueo del patrimonio de la República.

Lo que está en juego es la República, su gobernabilidad, es salvar el país y el rescate de la democracia, por ello no hay tiempo para los cálculos políticos, los intereses individuales ni la comodidad personal. Esta iniciativa, repetimos, que parte del liderazgo de la Asamblea Nacional tiene que ser bienvenida, pues, de lo que se trata es nada más y nada menos que la defensa del Pacto Social contenido en nuestra Constitución, que es el pacto de vida de todos los venezolanos; por ello, el Frente tiene que estar abierto a toda la sociedad civil porque el compromiso es de todos.

Los voceros más calificados del gobierno han manifestado sin rubor alguno, con grosero descaro, que la Constituyente convocada es para aniquilar a la derecha, tambien han dicho que es para acabar con la Asamblea Nacional y para siquitrillar al adversario político, a quien ven como enemigos. Estamos ante una locura colectiva de quienes ejercen el gobierno y ese no puede ser el propósito constitucional de una Constituyente. La convocatoria de una ANC y la redacción del pacto que suscribe la sociedad para convivir política y socialmente, que es la Carta Magna, tiene que celebrarse en un clima de paz y tolerancia, del reconocimiento de los derechos a los demás y no bajo amenazas a los ciudadanos y en un estado de convulsión social.

De modo, que el objetivo del Frente para la Defensa de la Constitución y la Democracia, está fundado en la unidad de todos los venezolanos, con los colores de nuestro tricolor, para defender el republicanismo y nuestro modo de vida democrática. El pueblo debe ejercer sus derechos y el llamado es a rechazar este nuevo garrotazo que nos quiere asestar Maduro y sus siete paniaguados.

La convocatoria, entonces, es para todos y el compromiso es de todos.

Maracay, junio 9 de 2017

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El Presidente Trump ha ido cumpliendo sus promesas. A nadie puede sorprenderle, entonces, que la semana pasada haya anunciado que Estados Unidos se retira del Acuerdo de París, firmado por 195 naciones, alegando que es “desventajoso e injusto” para su país. Así, pone en peligro las metas acordadas para la reducción de gases y traba la transición hacia un perfil energético basado en energías renovables, dejando en claro que el desarrollo económico norteamericano seguirá basándose en los combustibles fósiles. En resumen: América First y el Planeta que se joda.

Tratándose, como se trata, de un asunto que depende esencialmente de lo cooperación global, cabe preguntarse, entonces, que efecto podría tener su “patriotismo económico” sobre la posición de otros países. ¿Habrá un efecto negativo en cadena? Y en particular, ¿qué hará China, primera en el ranking mundial de la contaminación, en plan, hoy en día, de jugar a ser la primera potencia universal?

Apenas enterado, el Presidente Maduro criticó a su colega norteamericano. Decisión lamentable, afirmó. Es irresponsable salirse de un pacto global, añadió. Y sin que mediara algún paréntesis aclaratorio, no tuvo el menor empacho en estampar poco después, su firma en el contrato que autoriza a una empresa surafricana a participar en la explotación del Arco Minero. Nuevamente hizo caso omiso, así pues, de las críticas que desde distintos círculos, tanto políticos como académicos, y a partir de posiciones políticas disímiles, incluyendo de manera muy importante a las provenientes de ciertos sectores chavistas, se le han hecho a esta iniciativa por razones ecológicas, económicas, étnicas y legales. Y pasando por alto, también, el hecho de que hace un tiempo se haya introducido ante el TSJ un recurso solicitando la nulidad del Decreto que fundamenta semejante desatino contra el ambiente.

Dicho sea de paso, y para no quedarse atrás en materia de ligerezas, antier, durante la celebración del Día del Ambiente, el Ministro de Ecosocialismo y Aguas declaró a propósito de la Asamblea Nacional Constituyente, que se plantearán para la nueva Carta Magna “elementos claves” como “la necesidad de estar preparados para enfrentar esta realidad del cambio climático”.

En suma, todo lo anterior muestra que en materia de discursos y propuestas, para el gobierno la realidad es, apenas, un detalle menor, respecto al cual no es preciso guardar ninguna relación de concordancia. Vale, pues, hablar de la diversificación productiva y apelar al rentismo minero como tabla de salvación, ahora que el petróleo nos falla. Hablar de soberanía y achicarse ante las exigencias de las empresas multinacionales. Hablar del respeto a las comunidades indígenas e invadir sus territorios mediante una salvaje actividad de extracción. Hablar de transparencia y guardar bajo candado los contratos suscritos con las empresas. Hablar de que Venezuela está en la intención de salvar al planeta del capitalismo depredador y quedar raspado en cualquier examen a la que se la someta desde la perspectiva del cambio climático. O, por último, pontificar sobre el socialismo ecológico “basado en una relación diferente entre seres humanos y naturaleza, garantizando el bienestar de las generaciones presentes y futuras”, y a la vez apostar al Arco Minero, de la misma manera como seguramente lo haría Donald Trump si fuera venezolano.

En fin, dicen los que saben que estos son los tiempos de la posverdad.

El Nacional, 7 de junio de 2017

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Después de la II Guerra Mundial el británico Liddell Hart, conocido por sus artículos sobre estrategia militar, entrevistó a los principales generales alemanes prisioneros que fueron juzgados por un tribunal internacional establecido en Nuremberg. Hart publicó en 1948 esas entrevistas en su libro “Los generales alemanes hablan”, el cual logró cierto impacto en su época, aunque hoy día algunos lo cuestionan.

Sobre la sumisión de los generales a Hitler, Hart sostiene que es justo que sean criticados por mantenerse ajenos a los excesos de los nazis y por su falta de valor para protestar, con algunas excepciones. Sin embargo, añade que "el valor moral para protestar no es una característica común en ningún ejército". También, que era difícil que los generales decidieran derrocar a Hitler, porque temían que sus tropas no los apoyaran, dado el efecto hipnótico que ejercía el Fuhrer y, como estaban en guerra, que fuesen considerados traidores a la patria. Además, la SS mantenía una estrecha vigilancia sobre los generales de la Wehrmacht.

A pesar de lo citado, hubo varias conspiraciones y atentados contra la vida del genocida, en los cuales mariscales, almirantes, generales y coroneles estuvieron comprometidos o no delataron a los complotados. Por lo general, los oficiales del ejército tuvieron un trato humano con los prisioneros y con la población civil, en contraste con los miembros de la Gestapo y de la SS. Algunos estudiosos del tema especulan que se exageraron estas diferencias de comportamiento para poder reconstruir el ejército alemán de la postguerra, considerando el peligro soviético. El hecho es que varios generales de la Wehrmacht fueron sentenciados a muerte por crímenes de guerra.

¿Qué dirá la historia de nuestros generales? En estos dos meses no ha habido una guerra en contra de un enemigo externo, sino una represión desproporcionada por parte de fuerzas oficialistas armadas en contra de civiles desarmados. El saldo, según el Foro Penal, es de 49 personas asesinadas, para un total de 69 muertes por diferentes causas, unos tres mil heridos e igual número de detenidos. Los represores son guardias nacionales y policías, que se han convertido en la SS de Maduro; también paramilitares rojos que imitan a los camisas pardas nazis, desde luego guardando las debidas distancias ya que en nuestro caso, afortunadamente, no se ha llegado ni remotamente a los excesos de la época de Hitler.

Los generales de nuestra Wehrmacht, es decir del ejército venezolano, solo excepcionalmente han participado en la represión. Se han limitado a dejar hacer. Es decir, están pecando por omisión y ello los hace cómplices necesarios para que se produzcan las violaciones a los derechos humanos. Al igual que en la Alemania nazi, algunos han conspirado o protestado y han sufrido las consecuencias, como el general Vivas, pero la gran mayoría ha otorgado tácitamente permiso para asesinar.

Ante la historia no podrán alegar que enfrentaban a un enemigo externo, que Maduro contaba con apoyo popular, que la Asamblea Nacional respaldaba al régimen, que la Fiscal General no había advertido de la violación a la Constitución, ni que los gobiernos democráticos del mundo no condenaron las violaciones a los derechos humanos. No podrán negar que el CNE rechazó realizar un referendo revocatorio presidencial y elecciones regionales que hubiesen evitado la crisis, ni esgrimir que estaban ciegos cuando el régimen designó ilegalmente a los magistrados del TSJ.

¿Acaso podrán defenderse sosteniendo que la "revolución" estaba enrumbando a Venezuela por la vía del progreso y que abundaba la comida, las medicinas y los repuestos, que los jóvenes no emigraban porque había seguridad y oportunidades de trabajo? ¿Acaso alguien les creerá si alegan que aquí no hay una gran corrupción y que el narcotráfico ha penetrado en las esferas gubernamentales?

Solo solicitamos a nuestros generales que por el bien del país, de la institución armada y por su propio interés, presionen para que cese la represión, se aborte la Constituyente y el régimen acepte dialogar para establecer un gobierno de transición que conduzca al país a elecciones generales. Nuestros generales deben hablar antes y no después como los germanos. Si no lo hacen algún historiador los entrevistará cuando cese la barbarie y no tendrán excusas. Tengan presente al profeta Isaías "¿Qué harán el día en que se arreglen las cuentas? ¿ A dónde huirán y quién los ayudará?

Como (había) en botica: La represión ordenada por Maduro no debe dar pie para olvidarnos de que nuestra resistencia es no violenta. Rechazamos actos vandálicos y exigimos castigo para los asesinos y agresores. Cedice presentó un excelente trabajo sobre la recuperación de nuestra industria petrolera, por el cual felicitamos al ingeniero Diego González. Tal y como afirman Pedro Piñate y Fedeagro, por culpa del gobierno los productores perdieron otro ciclo de siembra ¡No a la prostituyente! ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

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