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Opinión

​José E. Rodríguez Rojas

En sus expectativas los actores económicos no ven al gobierno ajustándose el cinturón y reduciendo el déficit gubernamental, por el contrario lo ven asumiendo compromisos salariales que no puede pagar y emitiendo dinero para financiarse, lo cual aupará aun más la inflación y el crecimiento del dólar paralelo. En lugar de tomar medidas para aumentar su credibilidad el gobierno ha instrumentado una agenda represiva que generará un nuevo ciclo de escasez.

Las expectativas de los agentes económicos son uno de los factores determinantes de la dinámica de la economía. El término expectativa se relaciona con la posible o probable ruta que tomarán las principales variables económicas (dólar paralelo, inflación, consumo, políticas económicas) en el futuro. Los empresarios normalmente se asesoran con las firmas consultoras para conocer esa ruta, y tomando esta información como un insumo fundamental, elaboran una visión del futuro a partir de la cual toman sus decisiones. Esa visión del futuro son sus expectativas, las decisiones que los empresarios toman en base a la misma retroalimentan también el escenario probable que enfrentaremos en los días por venir.

El periodista y analista político Alonso Moleiro publicó un artículo en el diario español El País en el cual se refiere a las expectativas generadas a partir de las medidas económicas anunciadas por el presidente Nicola Maduro. Dichas medidas incluyeron el incremento del precio de la gasolina y la realización de un censo automotor para viabilizar el subsidio a la misma, así como un importante aumento del salario mínimo. Anunció una plan de reconversión monetaria y el anclaje de la nueva moneda, el bolívar soberano, a una referencia que denomino el petro. Se comprometió a reducir el déficit fiscal y detener la emisión de dinero.

Moleiro en su escrito señala que el recién nacido bolívar soberano nació con plomo en el ala pues perdió la mitad de su valor a escasos días de su alumbramiento. En el artículo se mencionan las declaraciones de Víctor Álvarez ex ministro de Hugo Chávez en el cual señala que la reacción del mercado a las medidas ha sido mala lo cual se revela en la presión alcista del dólar paralelo, la cual se mantiene, y en la presión al alza de los precios, los cuales el gobierno busca controlar con medidas represivas creando un clima de terror. Señala Álvarez que los acuerdos de precios no son tales y que “a ese nivel no se pueden cubrir ni costos y eso puede producir un recrudecimiento de la escasez y la inflación”. Se menciona en el artículo los señalamientos del economista Francisco Rodríguez, quien fuera cercano al gobierno de Maduro, el cual señala que el programa económico del presidente tiene serios problemas de credibilidad. El gobierno ha prometido disciplina fiscal para frenar la inflación pero pocos le creen. Los expertos consultados para el reportaje coinciden en que “hay pocas razones para que los actores económicos sean optimistas”.

El economista Alejandro Grisanti de la consultora Ecoanalítica señaló recientemente, en una entrevista en CNN Dinero, que de acuerdo a sus estimaciones el gobierno no logrará cubrir el elevado déficit fiscal que tiene, el cual se potenciará como consecuencia de los aumentos salariales y bonos anunciados. Él no ve al gobierno ajustándose el cinturón. En consecuencia deberá emitir dinero sin respaldo para cubrir el déficit remanente, lo que impulsará aun más la hiperinflación. También señala que los planes gubernamentales no lograrán estabilizar el dólar paralelo, por el contrario él estima que el dólar paralelo ascenderá hasta ubicarse entre los 12 y 15 millones de bolívares fuertes atizando aun más la espiral inflacionaria. Adicionalmente a ello el aumento salarial repercutirá negativamente en la viabilidad económica, en especial de las pequeñas empresas, obligando a muchas de ellas a bajar la santa maría lo cual se traducirá en mayor desempleo y contracción económica.

En líneas generales las firmas de consultoría económica coinciden en sus expectativas, no ven al gobierno ajustándose el cinturón, por el contrario lo ven asumiendo compromisos salariales que no está en condiciones de pagar e imprimiendo dinero para cubrir el déficit, lo cual incentivará la inflación y desestabilizará el tipo de cambio. El gobierno en lugar de dialogar con los empresarios y tratar de aumentar su credibilidad, ha decidido recurrir a la represión creando un clima de terror para imponer unos precios, que son inviables en el contexto de una hiperinflación aupada por la escasa credibilidad de la agenda gubernamental. El clima de terror generará un nuevo ciclo de escasez. En este contexto la espiral ascendente del dólar paralelo continuará. El programa económico del gobierno fracasará en su propósito de estabilizar el dólar paralelo y el valor de la nueva moneda, el bolívar soberano. Tarde o temprano se planteará la necesidad de una nueva reconversión monetaria ante la obsolescencia del bolívar soberano y su primo hermano el petro.

Profesor UCV

josenri2@gmail.com

 3 min


Benigno Alarcón

En nuestro último columna prometimos dedicar la presente a tratar de explicar cómo puede producirse una transición democrática y el anhelado cambio que desde hace ya tiempo la casi totalidad del país reclama y que hoy, más que un tema de preferencias políticas, es una condición de la que depende la viabilidad misma del Estado y la supervivencia de millones de venezolanos.

Hoy, el sector democrático del país se encuentra sumido en la más profunda confusión y parálisis. En lo personal, no puedo hacer responsable a ningún líder en particular, pero mientras no se tomen decisiones, todos, sin excepción –por acción u omisión– somos corresponsables de esta debacle. Tampoco es serio explicar la situación a partir de teorías conspirativas que solo logran dividir y debilitar más al sector democrático. Creo, hasta que alguien pruebe de manera fehaciente e irrefutable lo contrario, que líderes como Henry Ramos, Julio Borges, Leopoldo López, Henrique Capriles, Tomás Guanipa, Omar Barboza, Freddy Guevara, Antonio Ledezma, María Corina Machado y Andrés Velásquez, entre otros muchos, son de esta causa y no fichas del Gobierno.

También comprendo, porque he estudiado y enseñado sobre conflicto y negociación por más de veinte años, que las dificultades para alcanzar acuerdos en la oposición tienen más que ver con condiciones estructurales de la situación (dilema de prisionero), que con los actores. Se está ante una situación donde los costos potenciales para los actores son muy altos, como lo demuestran Leopoldo López o Juan Requesens, los más visibles hoy de entre cientos de héroes ­–conocidos o anónimos– que han perdido su libertad o la vida. Lo menos que podemos hacer es honrarlos con nuestro reconocimiento y respeto. Asimismo, los incentivos de liderar esta lucha hacen mucho más difícil la coordinación, porque aquel líder que logre sacar adelante la transición democrática del país ocupará un lugar especial en la historia de Venezuela.

En la medida en que el país renuncie a la convicción de que el cambio político está en nuestras manos y no en factores o actores externos, el régimen habrá logrado desmovilizar y afianzarse en el poder, mientras esperamos que algo pase o alguien haga la tarea que nos corresponde a los venezolanos, en un mundo donde más de la mitad de la humanidad se encuentra gobernada por regímenes autoritarios. Sin la conformación de una amplia coalición social y política nadie podrá llevar adelante la titánica tarea de generar un cambio político y transformar a Venezuela en un país normal.

Como afirmó Samuel Huntington (1980), la característica principal de las transiciones democráticas a partir de lo que llamó la tercera ola de democratización –iniciada con la Revolución de los Claveles, tras el golpe de estado en Portugal (1974)– es que han sido impulsadas por la movilización masiva de sus sociedades. En sentido contrario, la mayor parte de los procesos de transición que se han intentado de arriba hacia abajo han fracasado –circunscribiendo la dinámica a la interacción entre las élites políticas del gobierno y la oposición– porque es mucho más fácil para un régimen con vocación autoritaria perseguir, encarcelar, reprimir, ignorar o cooptar a unos pocos líderes que conforman una élite con intenciones reformistas, que a un pueblo que se moviliza masivamente para exigir y presionar por un cambio político.

Estos niveles de movilización masiva se consiguieron durante la consulta del 16 de julio de 2017, cuando alrededor de siete millones de personas tomaron las calles para dar apoyo a todo lo que la oposición planteó en aquellas tres preguntas a las que dedicamos nuestro anterior artículo. Lamentablemente, como se hizo obvio posteriormente, no se tuvo una ruta estratégica más allá de la consulta misma. Así, una de las mayores movilizaciones de protesta que se haya hecho contra el régimen, terminó siendo el debut y la despedida de una clara manifestación a favor del cambio, extendida por más de 120 días, pero que llegó al declive como consecuencia de su anarquización y violencia.

La desesperanza parece ser hoy el sentimiento dominante en una sociedad que, aunque mayoritariamente opuesta al actual orden, se encuentra desmovilizada y confundida. Sabemos, porque lo hemos evaluado y vivido en los últimos 19 años, que sí es posible levantar las expectativas y movilizar a la sociedad nuevamente, y es imprescindible para lograr el tan anhelado cambio político. Lo que no puede repetirse es movilizar sin estrategia y objetivos claramente definidos; la movilización no puede ser un fin en sí misma sino el medio para producir la transición democrática.

Pese al escepticismo que nos domina y que está más que justificado, sigo convencido de que una transición democrática, pacífica y sin derramamiento de sangre sigue siendo posible, independientemente de la demostrada falta de disposición del régimen a salidas negociadas y a su inclinación a usar toda su fuerza para mantenerse en el poder.

Recientemente, un importante experto en la situación política de África me comentó, durante su visita a Venezuela, que la diferencia de nuestro país con algunas dictaduras africanas radica en que los venezolanos aún no se han rendido. Construir las condiciones políticas para girar el tablero de juego a favor de los sectores democráticos sí es posible.

El éxito del sector democrático no depende de estrategias secretas ni de tácticas de guerra para las cuales no está preparado, ni suelen ser exitosas, como demuestra el fracaso de decenas de procesos que trataron de impulsar cambios por la fuerza, algunos con resultados desastrosos, como en Serbia. No existe ningún escenario que el régimen ya no conozca, es quien mejor ha estudiado esta teoría y comprende, mejor que los sectores democráticos, las dinámicas transicionales. A fin de cuentas, en ello se juega su propia existencia.

Hay que retomar una lucha asimétrica en la arena política para lograr la movilización social masiva, capaz de producir un cambio político que no pueda ser contenido por la fuerza. Una ruta estratégica debe considerar, al menos, cinco componentes básicos: presión interna, presión internacional, reducción de los costos de tolerancia, tener un plan para un gobierno que atienda la gobernabilidad durante la transición y prepararse para una elección presidencial.

Desarrollemos y razonemos brevemente cada uno de estos componentes.

  1. Presión interna. Ya dijimos que la mayor parte de las transiciones democráticas en el mundo se han producido por la movilización y presión social masivas, como lo identificó Huntington. Si quienes demandan cambio son mayoría, como el 80% de la población venezolana, pero están paralizados por miedo, por su sobrevivencia o por división en su liderazgo –los regímenes generan condiciones para todo ello–, el régimen no tiene necesidad de reprimir para sostenerse y su costo de represión es cero. Los movimientos sociales exitosos demandaron porcentajes pequeños, de entre el 3,5 y el 5% de esas poblaciones, como lo documentó el estudio de Erika Chenoweth y María Stephan (2009). Pero para alcanzar consistentemente esos niveles de participación la renuncia a la violencia de los movilizados es condición sine que non. La violencia genera la excusa para reprimir, desincentiva la participación ciudadana y deja el conflicto en manos de los más radicales, lo que escala la reacción de los cuerpos policiales, que vencen por estar mejor equipados. En sentido opuesto, con menor nivel de violencia hay mayor participación y el costo de reprimir es mayor para el gobierno. Así, crecen exponencialmente las probabilidades de producir un cambio; pero eso implica crear las condiciones para una acción colectiva coordinada y sostenible –como una gran orquesta– ello demanda organización, planificación y ejecución con una sola partitura y bajo una sola dirección o liderazgo.
  1. Presión internacional: La presión internacional ha tenido una gran importancia en buena parte de los procesos de transición política, aunque no suelen ser su variable causal. Es indudable que en el caso venezolano la comunidad internacional ha demostrado niveles de compromiso con la democracia como nunca antes, aunque ha sido también evidente que tales esfuerzos son insuficientes para producir un cambio. Ante la falta de resultados las demandas suelen ubicarse en un espectro que va desde el cese de las sanciones hasta la intervención armada. La presión internacional ejercida a través de sanciones, como es nuestro caso, sí genera una elevación de los costos para el régimen, pero tiene un efecto paradójico que perjudica un proceso de transición. Mientras por un lado tiene la virtud de elevar los costos para quienes son llamados a reprimir para mantener al gobierno en el poder, por el otro aumenta los costos que un potencial cambio tiene para quienes están en las listas de sancionados. Las esperanzas de una transición democrática en Venezuela no pueden endosarse a la comunidad internacional porque las decisiones de los países aliados no están en manos del sector que demanda cambio en Venezuela. Las actuaciones de los aliados internacionales de la democracia, al ser países democráticos, responden más a razones de política interna en cada país que a las preferencias o convicciones de sus propios mandatarios. Ante este escenario, la falta de resultados puede llevar a un desescalamiento de la presión internacional si no se reorientan los esfuerzos y se optimiza la coordinación entre actores democráticos nacionales e internacionales, de manera tal que existan expectativas creíbles para un cambio democrático. La comunidad internacional continuará apoyando los cambios democráticos, pero no invadirá Venezuela ni puede hacer la tarea que corresponde al liderazgo político y social del país. Para avanzar es esencial una estrecha coordinación entre la comunidad democrática internacional y un liderazgo nacional bien definido que tenga la responsabilidad de impulsar el proceso de transición.
  2. Reducir los costos de tolerancia: La mayor parte de los procesos de transición se han producido por una combinación de conflicto y negociación. El conflicto generado por la movilización social masiva y la negociación con actores clave del régimen, o esenciales para su sostenimiento. En estos procesos es fundamental que el liderazgo democrático sea capaz de generar una visión de país inclusiva, en la que aquellos que apoyaron o aún sostienen al régimen no vean el cambio como una situación terminal en la que se juegan la vida, porque ello les pondría en una posición de luchar o morir. En tal sentido, es esencial que el liderazgo democrático pueda posicionarse del lado de la tolerancia y la justicia, que es lo opuesto a la venganza; demostrar que se está abierto al diálogo constructivo con los sectores que estén dispuestos a cooperar para llevar al país a la normalidad, pero no a negociaciones maliciosas como las que se dieron en República Dominicana. Es necesario que el liderazgo democrático sea capaz de convencer a quienes hoy sostienen al régimen que su futuro está en manos de ese liderazgo y no en las de un régimen que se resiste a su inevitable colapso. Estos procesos de negociación, en ocasiones, se producen con los mismos actores gubernamentales (España, Sudáfrica, Brasil o Chile), y en otros casos se producen, ante la negativa del régimen, con quienes lo soportan (Perú, Polonia, Serbia, Ucrania, República Checa, Túnez o Egipto). Quienes están dispuestos a negociar solo lo harán si saben quién gobernará la transición, lo que obliga a definir quién gobernará ese lapso y prepararse para una negociación, aunque hoy no la creamos posible.
  3. Tener un plan de gobierno que atienda la gobernabilidad durante la transición: Este es uno de los componentes más complejos, imposible de abordar en pocas líneas, me limitare a algunas ideas puntuales. Existen numerosos esfuerzos, muy valiosos, de reconocidos expertos que han trabajado en planes de gobierno, pero pocas veces se tiene presente que gobernar en una transición no es lo mismo que hacerlo en democracia. Esta diferencia queda plasmada en casos como el de Egipto, donde se perdió el gobierno de transición en menos de un año; o el de Nicaragua, donde el proceso se revirtió en el mediano plazo como consecuencia de decisiones y medidas que no se implementaron durante el gobierno de transición. Un gobierno de transición debe concentrar todos sus esfuerzos en levantar de manera simultánea y balanceada tres pilares sobre los cuales se sostendrá la gobernabilidad. Primero, el pilar democrático, lo que incluye entre otros objetivos la reforma electoral, el fortalecimiento del sistema de partidos políticos y de la sociedad civil organizada. Segundo, el pilar de la capacidad estatal mediante reformas institucionales y burocráticas que busquen el fortalecimiento de las instituciones que darán sostén a la nueva democracia, así como su capacidad para canalizar y dar respuesta a las múltiples demandas que se generan desde el sistema político y social. Tercero, el estado de derecho, lo que implica tanto la reforma del marco constitucional y legal vigente, como del sistema judicial de administración de justicia.
  4. Prepararse para una elección presidencial: Dejamos para el cierre el componente que, sin lugar dudas, será el más controversial, o sea, la necesidad de preparase para una elección presidencial que es muy difícil predecir cuándo y bajo qué condiciones se producirá. Como hemos dicho en artículos anteriores, es falsa la idea de que “dictadura no sale por votos”, de hecho, como consecuencia de una elección han salido regímenes tan represivos como los de Pinochet en Chile, Milosevic en Serbia, o Yanukovich en Ucrania. En este sentido, es importante entender que el rol de lo electoral en una transición no siempre es el mismo. Han existido casos en los que lo electoral ha sido el detonador de las crisis, que terminaron en una transición política por un error de cálculo del régimen (Perú, Serbia, Ucrania, Polonia). En otras situaciones la elección no ha sido el detonador sino el resultado de una transición negociada, como sucedió en España tras la muerte de Franco; o en Sudáfrica con las negociaciones entre Mandela y de Klerk. En otros casos, los menos frecuentes, las elecciones se han constituido en el capítulo inicial de un proceso de transición, tras la ruptura o la salida del régimen anterior, por mecanismos distintos a los electorales (golpe de estado o colapso del régimen gobernante) como sucedió en los casos de Venezuela tras la caída de Pérez Jiménez y Portugal tras la Revolución de los Claveles. En respuesta a quienes alegan que el actual gobierno ha cerrado la vía electoral o jamás permitirá una elección, es importante recordar que ninguna autocracia o dictadura, como la de Venezuela, renuncia o celebra una elección voluntariamente para perder el poder, sino porque la presión supera su capacidad de represión o porque quienes ejercen la represión deciden no continuar asumiendo los costos de sostener al régimen y éste se ve obligado a renunciar o negociar la forma y consecuencias de su salida. Bien sea en el escenario de una salida electoral –producto de un error de cálculo del régimen–, de una transición electoral negociada o de una elección posterior a una ruptura, el sector democrático del país está obligado a definir un liderazgo unitario que tenga la capacidad de ganar una contienda electoral, sin las condiciones y garantías ideales, y tenga la legitimidad necesaria para desarrollar las tareas propias de una transición, durante un periodo que nunca podría ser menor a dos años. La no definición de tal liderazgo con suficiente anticipación coloca al sector democrático en una posición de gran vulnerabilidad que implicaría la pérdida de una importante oportunidad de cambio, como sucedió con el caso de la Primavera Árabe. En Egipto, en menos de un año, los Hermanos Musulmanes perdieron el gobierno de transición tras un golpe de estado ejecutado por el mismo ejército que estuvo bajo las ordenes de Mubarak y que luego lo desalojó del poder. Ese ejército resultó “legitimado” en un proceso electoral posterior que colocó a su comandante como nuevo jefe de un estado hoy mucho más represivo.

En Venezuela, la demanda por una nueva elección presidencial es una de las pocas banderas en torno a la cual se puede unificar y coordinar la presión nacional e internacional. En lo internacional, porque una parte importante de la comunidad democrática ha desconocido la validez de la elección presidencial del pasado mes de mayo y ha exigido, una y otra vez, la celebración de elecciones democráticas. En lo interno, porque una proporción mayor a dos tercios del país no reconoce tampoco la pasada elección presidencial, pero además está consciente de que la grave problemática del país no cambiará sin que antes haya un cambio de gobierno.

La ruta descrita demanda un factor común para su desarrollo exitoso, un liderazgo que asuma la dirección y vocería única del proceso, que debe desarrollarse bajo un plan debidamente concebido. Tal como sucede con una orquesta, se necesita un director y una partitura, sin tal liderazgo resulta prácticamente imposible lograr avances significativos en ninguno de los componentes descritos. Sin un liderazgo único, o unitario, es imposible lograr el nivel de coordinación para movilizar a la sociedad de manera masiva para generar los niveles necesarios de presión interna. Sin un liderazgo único, o unitario, no es posible coordinar esfuerzos con la comunidad internacional de manera eficiente. Sin un liderazgo que ejerza la dirección y vocería del cambio es imposible construir una visión coherente del país posible y tampoco es posible que los actores gubernamentales, o quienes les sostienen en el poder, encuentren una contraparte con quien negociar. Sin liderazgo unitario alrededor del que se generen expectativas creíbles de cambio, es imposible conformar con suficiente anticipación equipos que puedan preparase adecuadamente para gobernar en medio de las dificultades e inestabilidad propias de una transición política. Sin un liderazgo único, o unitario, es imposible estar preparados para ganar una elección y blindar a un nuevo gobierno con la legitimidad necesaria para consolidar una democracia, bien sea porque esta elección se produzca como resultado de la presión interna e internacional, de una negociación, o como consecuencia de una renuncia o ruptura del bloque de gobierno.

Lo expuesto nos obliga a una conclusión inevitable: la transición, como ha sucedido en la mayoría de los casos, exige la definición de su liderazgo y de una estrategia única que permita orquestar la presión interna e internacional, asumir la vocería que permita construir una visión de país y la interlocución con quienes estén dispuestos a negociar. Un liderazgo con un equipo y un plan de gobierno apropiados a los desafíos de un proceso de democratización, y alrededor del que se construya el consenso y apoyo necesarios para garantizar su éxito en una elección que lo envista de la legitimidad imprescindible para emprender los cambios urgentes que el país necesita, pero que no resultarán sencillos.

Tal liderazgo, para ser efectivo, demanda un importante nivel de consenso, por lo que difícilmente puede derivarse de un acuerdo entre élites partidistas. Tales liderazgos, normalmente, son legitimados desde las propias bases, bien sea mediante procesos formales, como una primaria, o ante la falta de reglas y procesos que permitan su elección, terminan por emerger y abrirse paso en medio de las dificultades y desafíos propios de un proceso de cambio político.

Las circunstancias y condiciones bajo las cuales se celebró la elección presidencial del pasado mes de mayo hacen imposible para la comunidad internacional democrática el reconocimiento de la presidencia de Maduro a partir de enero de 2019. Tal situación constituye una nueva ventana de oportunidad que solo es posible aprovechar, sí y solo sí, el país y la comunidad internacional se unifican en torno a un solo objetivo: elecciones democráticas para elegir al Presidente que liderará un gobierno de transición a partir de enero de 2019.

@benalarcon

 15 min


El término ineptocracia, acuñado por el académico francés Jean D´Ormesson, se refiere al gobierno en manos de los más ineptos. Similar al término kakistocracia de Michelangelo Bovero, profesor de la cátedra de filosofía política de la Universidad de Turín.

La ineptocracia que manda en Venezuela se pone en evidencia con el mayor éxodo migratorio que ha vivido Latinoamérica en toda su historia: el de los venezolanos. Calificado así por la ONU que, basada en cálculos muy conservadores, cifra en 2 millones trescientas mil personas las que han salido del país en los últimos años.

Hoy Venezuela está aplastada por la hiperinflación, el hambre, las colas para comprar artículos de primera necesidad, la falta de servicios básicos y el desbordamiento de la inseguridad, en resumen, la terrible situación que viven los venezolanos es producto, en gran parte, de la corrupción.

La ineptocracia madurista ofrece más de lo mismo: Demagogia, improvisación y una ambición desmedida por mantenerse en el poder como sea. En Venezuela, cuando los males son mayores, las respuestas son peores, propician el efecto viral en medio de la anarquía, terreno fértil para aumentar la corrupción.

La corrupción no es un delito sin sangre, ni tampoco prescribe. La corrupción es un delito en red, no es un delito solitario. Se expresa de diversas maneras: malversación de fondos, enriquecimiento ilícito, sobornos, conflictos de interés, tráfico de influencias. Cuando los ciudadanos no tienen alimentos, medicinas, luz ni agua por culpa de la corrupción, se están violando los derechos humanos de la población.

En el libro El Gran Saqueo propusimos a la Asamblea Nacional una Ley de Recuperación de Activos Producto de la Corrupción que ya fue sancionada en primera discusión. Actualmente se realiza la consulta pública para su aprobación definitiva en un trabajo que adelanta el diputado Freddy Superlano (VP).

Sería interesante que dicha comisión, actuando como una especie de Comisión de la Verdad, organizara un gran foro con expertos, ONGs, gremios y partidos políticos para determinar el monto super millonario de los recursos públicos robados a Venezuela.

En la investigación del libro El Gran Saqueo llegamos a la conclusión que el asalto sufrido por el país ronda los 300 mil millones de dólares. Algunos ex ministros del régimen incluso han admitido que la cifra podría ser mayor.

No hay un poder judicial idóneo. Más del 80% de los jueces son provisorias, las sentencias están tarifadas, la corrupción policial y de la fiscalía refuerza cada día más la impunidad. El partido militar que controla las finanzas públicas: la mayoría de los tesoreros y administradores son militares.

La casta cívico-militar que desgobierna el país y sus cómplices necesarios – los boliburgueses – han sustituido la democracia por una cleptocracia y una kakistocracia, creando un Estado delincuente, donde lo lícito y lo ilícito se mezclan para cocinar un estado corrupto y alcahuete, que persigue a los que piensan distinto, pero calla mientras se muestra cómplice de los corruptos responsables del saqueo que ha sufrido el país, que es la causa de la hiper-inflación, el hambre, las enfermedades, la inseguridad y la violencia que padecen hoy los venezolanos, obligándolos a buscar en otras naciones el bienestar y la esperanza que le fueron arrebatos por la dictadura de Maduro.

La Comisión de Contraloría actuando como Comisión de la Verdad tendría como objetivo principal adelantar una amplia investigación de organismos públicos como la Oficina Nacional del Tesoro, el ministerio de Finanzas, el BCV, SENIAT y Pdvsa, entre otros, para hacer el gran expediente del saqueo que ha sufrido Venezuela en los últimos años.

Con la cooperación internacional podremos seguir la huella del dinero mal habido en cualquier jurisdicción por la que haya pasado o en la que haya recalado.

La Ley de Recuperación de Activos Producto de la Corrupción que se discute en la AN, contempla los mecanismos necesarios para recuperar los capitales robados al pueblo venezolano a través de la cooperación policial, judicial y de los respectivos convenios internacionales (ONU, OEA, BM).

Twitter: @TablanteOficial

Facebook: Carlos Tablante

Web: www.carlostablante.com

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I.

El país está de mal humor, y con razón. Se encuentra irritado, displicente y, al mismo tiempo, necesitado de creer en un cambio. Su desilusión viene de la frustración por las oportunidades desperdiciadas a lo largo de dos décadas que comenzaron en medio de una gran esperanza para muchos venezolanos. Y, claro, también se muestra desganado por la falta de alternativas a la vista.

Ese mal humor tiene como causante a un Gobierno que arrió las banderas más nobles y traicionó la promesa de bregar por una sociedad mejor y más justa. Un Gobierno que se volvió impresentable en cuanto a honestidad política, que no ha dado pie con bola en asuntos cruciales y ha hecho que la existencia de cada quien discurra como tragedia en un país cada vez más violento, cada vez más anárquico e impredecible, cada vez más incómodo y enrevesado, cada vez menos grato y amable, en suma, un lugar de donde cada vez más gente se quiere ir.

Tiene que ver, así mismo, con un Gobierno, obcecado por mantener el poder y al que solo le alcanzan las ideas y los esfuerzos para encarar los embrollos de la presente coyuntura, dejando de lado la tarea de escrutar los signos de estos tiempos y descifrar los códigos propios del Siglo XXI, calibrando los desafíos que presenta.

II.

Este Gobierno del que hablo nos ha traído a una situación económica que se ha vuelto casi inmanejable, cuya expresión resumida viene dada por un proceso de hiperinflación que, por su gravedad y características, tiene muy pocos precedentes en el mundo. Después de haber esquivado la cuestión durante largo tiempo, hace poco decidió, por fin, hacerle frente. Para ello diseñó y anunció un Programa de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica, hechura del propio Presidente Maduro, absolutamente original, dijo en televisión, y que, según dio a entender, tiene hasta su toquecito de magia. Sin embargo, conforme a lo que señalan los expertos, tanto nacionales como internacionales e, incluso, algunos partidarios del oficialismo, la propuesta no resolverá los problemas, si no que los agravará. Algunos, ejerciendo su derecho a la suspicacia, creen que en realidad se trata más bien, y sobre todo, de un paquete político, de allí la exigencia del Carnet de la Patria, eje de diversos mecanismos ideados para rastrear a la población y presionarla desde el punto político, poniéndolo como condición para acceder a determinados bienes y servicios cuya distribución depende de alguna manera del Estado. En otras palabras, estamos, entonces, frente a un conjunto de medidas orientadas a más bien a reforzar aún más el autoritarismo oficial en medio de un entorno económico con tendencia a empeorar.

Difícil exagerar, entonces, la gravedad de un escenario como el que deriva de lo descrito en estas líneas. E igualmente, resulta muy cuesta arriba entender que, en medio de este cuadro, no haya una oposición unida en condiciones de elaborar un relato político común que dé cuenta del país que tenemos, que recoja la queja del ochenta por ciento de los ciudadanos y asome con claridad una opción, dibujando una sociedad no sólo deseable sino posible.

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Jesús Elorza G.

En el barrio, uno de los malandros viejos, estaba de lo más feliz al escuchar a su pana, el camarada Nicolás, anunciar que, en su plan para estimular el ahorro, se contempla vender a la población pequeños lingotes de oro de 1.5 y 2.5 gramos certificados por el Banco Central.

-Por fin, mi sueño dorado se va a cumplir. Desde 1978, soy un fiel fanático de la canción de salsa compuesta por Rubén Blades. Tanto así, que desde esa fecha me visto y camino como el personaje central de la canción “Pedro Navaja”. Sombrero de ala ancha, gabán y zapatillas forman parte inseparable de mi personalidad. Estoy tan identificado con esa figura, que en el barrio todos me llaman Pedro.

Sin embargo, algunos jodedores me chalequean, diciéndome que sin el diente de oro soy un ser incompleto. He hecho todo el esfuerzo posible por resolver este punto pero que va, no he podido coronar esta aspiración. Lo más cerca que estuve de resolver este punto, fue cuando uno de mis compinches consiguió empleo en el Banco Central, y le pedí que se embolsillara un lingote. Pero, como dice la canción “sorpresas te da la vida”…mi pana me informó que las bóvedas del banco !!!estaban vacías!!! Que gran parte del oro, se lo habían llevado para Cuba y China, y otro tolete lo depositaron en bancos de los paraísos fiscales.

-Bueno, pero ahora llegó la hora de comprarme mi lingotico revolucionario y mandarme a hacer mi prótesis dorada. Ya me voy a visitar al aguantador de la zona para resolver el punto.

-Hola Pedro, que me traes.

-Nada mi pana, hoy vine a comprar.

¿?....no entiendo. ¿Cómo así? Cambiaste de modus operandi o te volviste zanahoria.

-No vale, Yo sigo en el trabajo de expropiación revolucionaria a punta de pistola. Pero, como van a vender oro, quería comprarte lo necesario para cumplir mi sueño.

-Ok, ¿cuantos gramos o kilos necesitas?

-Déjame llamar al sacamuelas del barrio, para pedirle esa información.

-Hola mi doctor, como anda. Infórmeme cuanto oro necesito para que me fabrique un implante dental.

-Te digo que el oro es un mineral extraordinariamente dúctil y maleable, por lo que resulta fácil confeccionar prótesis dentales con él, que además tienen grandes propiedades químicas (no produce alergias), físicas y mecánicas. Los dientes de oro son muy duraderos y no se fracturan fácilmente: las coronas o fundas de oro aguantan muy bien el paso del tiempo.

-Déjate de chácharas conmigo. Dime cuanto necesito y punto.

-Bueno, creo que vas a necesitar unos 20 gramos (10 o 15 pa’l diente y el resto pa’ mi).

Ok, ¿Y en billetes cuanto es esa vaina?

-Ya te saco la cuenta, dijo el aguantador:

Si el lingote de 2.5 gr cuesta 6.300 BS, el gramo quedaría en 2.520 BS x 20 que tú necesitas, entonces estamos hablando de 50.400 BS más el 10% que te voy a cobrar por la venta, serian en total 55.440 BS. Si lo redondeamos estaríamos hablando de sesenta lucas soberanas (60.000 mil BS).

-Coño, eso es más de 33 salarios mínimos. O sea, que debo pasar treinta y tres meses sin comer para poder comprar 20 gramos de oro…..no me jodan, tendré que atracar a uno de los camaradas enchufaos para conseguir esa bola de billetes. Nicolás, me vaciló con ese anuncio. Creo que el coro de la canción se adapta a la situación “Maduro te da sorpresas / sorpresas te de Maduro”. Ese anuncio, solo favorecerá a los bolichicos del régimen, que con los dineros de la corrupción seguirán dándose la gran vida bañándose en oro. El resto de los ciudadanos, seguiremos pelando bola. Nicolás, vete a lavar ese paltó, con tu falsa política de ahorro.

El aguantador, viendo la depresión de su principal proveedor de mercancías robadas, se animó a decirle que pudiera pensar en otras posibilidades para cumplir su sueño dorado.

Por ejemplo, piensa, no en oro 18 quilates sino en oro cochano o en cualquier tipo de fantasía. También, puedes pensar en una salida extrema.

Dime cual.

Dejarte de cepillarte los dientes y con el tiempo iras viendo como tu sueño se va haciendo realidad. Tus piezas dentales se tornarán de un color amarillo y podrás decirles a tus compinches que son dientes de oro. Y cuando rías, no van a brillar como dice la canción, pero ten por seguro, que el olor nauseabundo de tu aliento sorprenderá a todos.

Con el paso del tiempo, la página de sucesos de los medios de comunicación, informaban de un asaltante que era conocido con el remoquete de Pedro “Halitosis” por el mal olor que salía de su boca cuando gritaba “Quieto que es un asalto.”

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Pablo Hernández Parra

1.- La estrategia de la distracción.

Desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. ”Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales[2]

No se requiere ser economista, tecnócrata, genio financiero, para después de leído u oído los lineamientos y “explicaciones” del Plan de Recuperación Económica (PRE) del gobierno de Maduro-Cabello, sacar la misma conclusión sobre el fin de todos los anteriores planes y promesas de este gobierno:

Retorica como disfraz[3] en función de consolidar el actual Estado criminal fallido en benéfico del capital financiero mundial y de la banda cívico-militar que lo dirige. Se busca darle “legalidad” y terminar de establecer la base económica del nuevo mercado de capitales y mercancía que se ha implantado en este novedoso paraíso fiscal llamado Venezuela[4], apropiándose por la vía del Petro de activos del Estado y expropiados por este y los que con seguridad surgirán de esta nueva campaña de pillaje disfrazada de fiscalización contra el sector privado[5]. En conclusión, la banda criminal, va intentar cobrar el último cheque en blanco, que Tibisay Lucena, el CNE y la base social que lo apoyan les firmaran el 20 de mayo pasado

Políticamente, el gobierno como buenos embaucadores a lo largo de 18 años ha aplicado una verdadera estafa piramidal [6] aplicando las estrategias de la manipulación de masas[7].

Desde la promulgación de la Constitución de 1999, el Plan Bolívar 2000, Plan Nacional de Seguridad Ciudadana[8]1999, las diversas misiones 2003, junto con leyes habilitantes, reformas judiciales, decretos de emergencia que se convierten en permanentes, no hay sector de la economía, política, derecho, militar, seguridad, laboral, social, servicios, donde este gobierno no haya elaborado y diseñado un nuevo plan, misión o ley para “resolver los problemas creados por el mismo gobierno”. Cada nueva proclama, funciona como los escándalos públicos, uno tapa al anterior y el nuevo fraude niega y olvida al anterior. Lo importante de las peroratas en conseguir el objetivo mediático, el engaño se mantiene, profundizando la dominación y el control social de la mayoría de la población, doblegando su capacidad de resistencia, objetivo final en toda guerra cuando se trata de aniquilar al enemigo, que en este caso nos es otro que la población trabajadora y asalariada del país.

En toda esta estrategia los lideres “esclarecidos”[9] de la oposición como María Corina, Leopoldo López, Ramos Allup o Julio Borges han sido valiosos aliados y cómplices en la consolidación[10] de este Estado criminal, teniendo la responsabilidad principal por lo menos desde el 2003 de conducir a la juventud y buena parte de las población trabajadora opositora al precipicio de las mesas de dialogo, las protestas permitidas y pactadas con el gobierno, las elecciones amparadas en un CNE fraudulento, política que ha concluido con el éxodo y emigración masiva de millones de venezolanos, centenares de asesinados, miles de presos, detenidos o sujetos a presentaciones judiciales y una inmensa población que no cree en el gobierno, pero menos en la oposición.

Hoy el gobierno sin una resistencia masiva desde el seno de la población en el interior de Venezuela impone con total libertad una política delictiva, abusiva y autoritaria en todos los órdenes y hacia todos los sectores sociales. Y precisamente en este momento la oposición en su papel de quinta columna en el seno de la población, apuesta por una intervención militar extranjera, descubriendo de esta manera su doble discurso y complicidad, atendiendo a la voz del mismo amo, no importa que ellos la reciban desde Washington, New York, Londres, Paris y el gobierno la reciban desde Moscú o Pekín. Total el capital no tiene frontera, solo intereses y hoy todos ellos están unidos en la construcción de un nuevo sistema colonial basado en una deuda eterna sobre países y pueblos del planeta, la apropiación de sus recursos naturales, suprimir las soberanías nacionales y sobre todo en la imperiosa necesidad de reducir la población mundial sobrantes para dicho capital.

Todo aquel habitante de este planeta con ingresos menores a los tres dólares diarios que no producen plusvalía, ni ganancias, generando solo “gastos sociales”, no cuentan, ni son parte del MERCADO MUNDIAL DE MERCANCIAS Y MENOS DE CAPITALES. En pocas palabras 4/5 partes de la humanidad, le sobran al capitalismo, mientras que a la humanidad le pesa cada vez más sostener y mantener un sistema donde la miseria y pobreza, nacen de la misma abundancia, como lo escribiera Fourier a comienzos del siglo XIX.

2.- Crear problemas y después ofrecer soluciones

. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos[11].

El gobierno de Maduro-Cabello con un aparato productivo en el suelo, una infraestructura vial, eléctrica, de salud, agua y transporte en ruinas y sobre todo sin capital, hoy promete en tres meses arrancar con la recuperación definitiva y en dos años estabilizar y hacer crecer una economía, y un país, destruida por ellos mismos.

A quienes pretenden engañar estos estafadores de oficio con este nuevo paquete chileno. Durante 15 años administraron un poco más de DOS BILLONES DE DÓLARES, en el periodo más largo de renta petrolera que gobierno alguno haya administrado desde 1925 y condujeron al país a la mayor crisis en su historia y tal vez única en su tipo en la historia moderna[12].

Dinero administrado por el gobierno de Chávez-Maduro-Cabello entre 1999-2015

La fuga de capital 1999-2012

Obsérvese que la mayor fuga de capital ocurre en pleno boom petrolero cuando el precio del petróleo subió a los 145$/b,

Venezuela: Fuga de capital[13]

Y bajo la sabia dirección del “comandante eterno” y sus cuatro Bankters Ali Rodríguez-Jorge Giordani-Nelson Merentes y Rafael Ramírez verdaderos zares de la economía ocurre no solo la mayor fuga de capital, sino las expropiaciones pactadas con las compañías mineras, la privatización de PDVSA vía empresas mixtas, el bolívar fuerte, las contrataciones con Odebrecht y Darwick, la estafa del Fondo Chino, los contratos de armas con Rusia, PUDREVAL, retorno y venta del oro de las reservas, quiebra de Minerven y pare de contar.

La fuga de capital ocurrida en ese periodo fue la mayor fuga ocurrida en América latina en el siglo XXI.[14] Aquí es donde radica la acumulación originaria de capital de la banda criminal gobernante, que hoy intenta legalizar comprando el país, con el dinero robado. Lo que a la burocracia cubana le costó 55 años, o a la rusa 40 años, estos pretenden repetir la “hazaña” en menos tiempo. Y precisamente el Plan de Recuperación Económica, es una de sus cartas. Por ello no es nada casual que el “Padrino” don Vito Cabello declarara “Estos 90 días son cruciales y de una gran prueba, de lo que ocurra en estos tres meses dependerá cómo amanezca Venezuela el 1 de enero.[15]

Y como ya característico en todo demagogo que se precie, ante cada situación, tiene la frase altisonante para mentir y engañar. Quien no recuerda al caudillo declarando:

Pero también, desde esa época, como parte del mismo proceso de fuga de capital, se inicia la crisis eléctrica[16

Son doce y no precisamente apóstoles, que rodearon y sirvieron al caudillo y sus delfines herederos. Y como vemos los Bankters favoritos del caudillo también tienen que ver con la crisis eléctrica. Y lo insólito hoy están en la “oposición” defendiendo el legado de Chávez y con pretensiones de representar una alternativa política ante la crisis. Sin embargo el más notorio de ellos es el tenebroso Dr. Fausto, el señor Ali rodríguez, ha estado presente en los grandes guisos. Y reúne en su haber, la liquidación del núcleo técnico de la industria petrolera, la privatización de PDVSA, las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, la crisis eléctrica y cierra su prontuario como presidente honorario de la liquidación final de PDVSA decretada en abril pasado.[17]

Las cuentas claras del Dr. Orlando Zamora

¿Cuál fue el uso conferido a fondos equivalentes a dos billones de dólares recibidos en bolívares y en moneda estadounidense en los últimos 16 años (1999-2015)?

(Todas las cifras de este estudio están denominadas en millones de USD)

PDVSA-exportaciones petroleras

884.049

Tributos directos e indirectos, dividendos PDVSA y utilidades BCV

772.332

Emisiones de Bonos; créditos diversos al Estado y a sus entes

251.767

BCV: emisiones inorgánicas de dinero

107.290

Total ingreso consolidado 16 años

2.015.438

El Dr. Zamora hace un balance sobre las fuentes del dinero ingresado al Estado venezolano en este periodo desde 1999-2015, estableciendo en el mismo que USD 884.049m, EQUIVALENTES AL 70,6% DE LA RENTA PETROLERA DE 98 AÑOS. Es decir 2,4 veces los ingresos anteriores a la era chavista, obtenidos en el período 1917-1998, valorados en USD 368.279m[18].

2.015.438 MM$, más de dos billones de dólares fue el total de ingresos obtenidos y administrados por el gobierno de Chávez-Maduro-Cabello junto con el cuarteto infernal integrado por Rafael Ramírez- Jorge Giordani- Nelson Merentes y Ali Rodríguez, personajes estos que como la Fiscal Luisa Ortega Díaz no pueden ser olvidados como funcionarios fundamentales en el establecimiento del actual Estado criminal impuesto en el país[19]. Zamora en su análisis le atribuyen a Ramírez la responsabilidad principal en este saqueo cuando analizando los egresos concluye:

PDVSA manejo más fondos que el propio Ministerio de Finanzas sin la debida disciplina presupuestaria exigida por la constitución erogó el 55% del total general. Es decir bolívares y dólares por USD 1.104.387 millones del total recibido por las finanzas públicas.

El propio Ramírez reconoció su responsabilidad en este desfalco cuando en entrevista en sus días de gloria con ese otro gánster llamado José Vicente Rangel confesaban

“…lo que estaba sucediendo antes es que veíamos cuántas divisas teníamos pero su utilización estaba sin una planificación (sic), no quiero decir ni siquiera adecuada, sino que no existía planificación”….por eso eliminamos CADIVI; en este mismo escenario yo denunciaba que buena parte, al menos un 30% de las divisas que se otorgaron por cadivi fueron desviadas de su objetivo original[20]

3.- Como se ha forjado esta nueva Boliburguesía emergente, núcleo principal de la pujante industria del crimen en Venezuela, verdadera base económica del actual Estado venezolano

A través de la principal forma que conoce el capital para lograr la acumulación: El Crimen y delito en todas sus variedades

A través de “inversiones” como CADIVI, SITME, FONDEN,DICOM, empresas mixtas en petróleo, gas, minería, expropiaciones pactadas de bancos y minas, el endeudamiento masivo, las ventas y empeño del oro, la hipoteca del petróleo a Rusia, China, La India, a compañías petroleras internacionales, la inmensa estafa llamada Fondo Rotativo del crédito de China[21], la fuga de capital vía ayuda internacional a otras burocracias de América latina, compras fraudulentas de alimentos, medicinas, maquinaria, pagando con petróleo y dólares falsas misiones y asesorías técnicas, exportación de petróleo y derivados para ser revendidos en el exterior a través de otros países, financiamiento de capitalistas en el exterior, el robo y saqueo puro y simple como los ocurridos en los casos de CVG, EDELCA, ODEBRECHT, DERWICK,ASSOCIATES (bolichicos), PDVSA, EMPRESAS BASICAS, CEMENTERA, MISION VIVIENDA, PLAN FERROCARRILERO,PUDREVAL, EXPRPIACIONES DE FABRICAS, EMPRESAS, FINCAS Y TIERRAS PRODUCTIVAS y claro está el narcotráfico bajo el control del tenebroso Cartel de los Soles[22]etc., etc. Todo ello en un plan perfectamente orquestado que ha conducido a la quiebra y destrucción de la columna vertebral del aparato productivo del país.

Precisamente legalizar este dinero, mediante la compra de activos en el país, es el fondo del Plan de Recuperación Económica. Este plan no es como muchos piensan un plan improvisado, sin análisis ni fundamento. Pedirle a una banda criminal que de argumentos o razones económicas o financieras de sus delitos es como pedirle a la banca que deje de estafar o a los ejércitos del capital que explique o razonen el por qué hacen las guerras de exterminio. Al Capone, le enseño a la delincuencia mundial la divisa que debe guiar sus incursiones:: Se logra más con una palabra y una pistola, que con una palabra solamente. En consecuencia señores analistas no se devanen los sesos buscando las razones por las cuales la banda criminal que gobierna el país, ha puesto en marcha un nuevo zarpazo. Precisamente el atentado permitido del 4 de agosto pasado y toda la campaña de represión y abusos desencadenada es parte de un plan perfectamente delineado.(CONTINUARA)

[1] Este artículo es continuación de los anteriores “Magnicidio fallido o atentado permitido” https://www.academia.edu/37260083/Magnicidio_fallido_o_atentado_permitido. “Ante el Viernes negro” https://www.academia.edu/37260089/Ante_el_viernes_negro. Y forma parte de la serie Venezuela Siglo XXI, publicada en https://independent.academia.edu/SOFIAESTEVES.

[3] Una sencilla explicación de cómo la retórica política encubre la asignación de la renta petrolera entre los sectores económicos dominantes tanto nacionales y extranjeros en la economía del país, se puede encontrar en el primer capítulo del libro La Miseria en Venezuela, de Michel Chossudovsky, 1976. https://www.scribd.com/doc/5036864/La-miseria-en-venezuela-Michel-Chossudovsky.

[4]se levantó el control de cambio, que es una medida para estabilizar la variable cambiaria, y ahora las operaciones se hacen libremente. Argumentó el economista que esta medida va a contribuir a que entren divisas y por ende baje la tasa cambiariahttp://www.eluniversal.com/economia/18793/jesus-farias-atacando-la-espec... http://www.el-nacional.com/noticias/economia/jesus-faria-ahora-todas-las-operaciones-cambiarias-hacen-libertad_249419.

[5] Una de las primeras medidas de esta nueva etapa fueron las expropiaciones de las supuestas propiedades de Osman Alexis Delgado Tabosky, supuesto financista del atentado permitido del 4 de agosto . http://talcualdigital.com/index.php/2018/08/16/allanan-clinica-propiedad-de-osman-delgado-tabosky-en-monagas/. pasado.http://www.noticierodigital.com/2018/08/incautan-propiedades-delgado-tabosky-detienen-nuevos-implicados-atentado-maduro/. Igualmente toda la “campaña de fiscalización para hacer respetar los precios acordados”, no es más que la máscara que prepara nuevas expropiaciones. No son casuales que la campaña se haya lanzado hacia las cadenas de franquicia de alimento y farmacia. Ya la cadena del Bicentenario fue vendida a la misma mafia del CLAP.,

[6] La estafa que hoy está en marcha por este gobierno es la modificación y superación de la vieja estafa de Carlos Ponzi, mediante la cual estafo millones de dólares en la década de los 20 del siglo pasado. Hoy con las modernas técnicas publicitarias y financieras diseñadas para facilitar el crimen, se expanden por todo el mundo. Hoy se llaman ESQUEMAS MULTINIVEL.

https://es.wikipedia.org/wiki/Esquema_Ponzi.

http://zundalglobal.com/esquema-ponzi-marketing-multinivel/.

https://www.eleconomista.com.mx/finanzaspersonales/Los-enormes-riesgos-de-los-esquemas-multinivel-y-piramidales-20160524-0179.html..

https://oscarpenaonline.com/2011/08/24/que-es-un-esquema-ponzi-piramide-fraude-multinivel/.

[9] Y los llamo esclarecidos, por cuanto están perfectamente conscientes de que su política y accionar consolida el Estado venezolano, que en definitiva son sus defensores y sostenedores.

[10] A la luz de los resultados de estos 19 años de militarismo con elecciones todos los años creer que entre la oposición “democrática” y el gobierno existen contradicciones, es pensar que entre AD y COPEI eran auténticos antagonistas y no socios y aliados no socios en el control y dominación social de su único enemigo: La población trabajadora, asalariada y de pequeños propietarios. Que nadie se llame engaño sobre la conciencia y el conocimiento que han tenido estos lideres “oposicionistas” sobre el papel que han jugado a lo largo de los últimos 15 años.

[12] Los gráficos tomados de un ensayo del Dr. Orlando Zamora publicado en http://rupturaorg.blogspot.com/2015/06/conozca-como-fracaso-el-modelo.html. El Dr. Zamora es autor del mejor análisis sobre el saqueo hecho por el gobierno de Chávez: “Concentración de poder: revés del Sueño protAGÓNICO”, ZAMORA, ORLANDO, 2013. En internet hay innumerables escritos del Dr. Zamora sobre este saqueo, que aun continua.

[14] Buena parte de ese dinero está depositado y en conocimiento del sistema financiero anglosajón, que de hecho es el principal beneficiario de esta fuga

[15] http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/slider/cabello-los-comerciantes-deben-ayudarnos-en-el-plan-de-recuperacion-economica/. Alguien dijo en algún momento: Cuando un político de izquierda o derecha promete acabar con la pobreza, se refiere a la de él, pero nunca a la del pueblo. Lamentablemente, ya lo decía Mark Twain mas fácil engañar a la gente que persuadirlo de que ha sido engañado

[16] En el cuadro del MEE el primer responsable no fue Argenis Rodríguez (PDVSA) sino Ángel Rodríguez un dirigente de Puerto la Cruz, cuya única experiencia en electricidad era robarse la luz de la casa donde habitaba.

[17] El único escalón que le falta, es la presidencia de la república, que le ha sido esquiva, era uno de los gallo tapao, de abril del 2002, con su ilustre amigo Quiroz Corradi y ahora sus viejos camaradas del PRV lo denuncia como un posible candidato en la posible “transición” venezolana VAYA CAMALEON

[18] http://rupturaorg.blogspot.com/2015/06/conozca-como-fracaso-el-modelo.html. El análisis de las cuentas del gobierno de Chávez-Maduro, que hace el Dr. Zamora y que invitamos a conocer y divulgar, es la mejor demostración de cómo un ejército nacional y una banda delictiva destruyeron un país en tan pocos años y hoy los mismos criminales pretende que ahora sin dinero, con un país en ruina lo van a recuperar

[19] En aporrea.org, Toby Valderrama, uno de los lugartenientes y concejero de Rafael Ramírez, anuncia el regreso del capo mayor de PDVSA, vendiéndolo como el salvador del legado de Chávez y de la patria. Vaya caradurismo

[20] Entrevista al vicepresidente para el Área Económica, Rafael Ramírez, en el programa José Vicente Hoy, transmitido por Televen el domingo 02 de febrero de 2014. https://www.youtube.com/watch?v=T3CP7Xjavgg&t=1477s. ,

[21] Esta estafa mediante el cual el país exporta los beneficios e importa las perdidas ha sido un negocio desarrollado desde la época de Luis Herrera con la internacionalización de PDVSA. A propósito de la propuesta venta de CITGO. De nuevo sobre la "internacionalización"

http://petroleovenezolano.blogspot.com/2014_09_12_archive.html,

La Internacionalización en EL PODER PETROLERO Y LA ECONOMÍA VENEZOLANA

CARLOS MENDOZA POTTELLÁ - 1995

http://petroleovenezolano.blogspot.com/2009/12/universidad-central-de-venezuela.html.

La Internacionalización de PDVSA: una costosa ilusión

https://www.academia.edu/7301239/La_Internacionalizacion_de_PDVSA_una_costosa_ilusion.

[22] De que los militares venezolanos trafican con droga, es conocido desde los años 80 del siglo pasado. Un buen resumen se puede leer en Los Barones de la Droga: La Historia del Narcotráfico en Venezuela , de Gustavo Enrique Azocar Alcalá Igualmente las declaraciones de Walid Makled. Vease también https://www.academia.edu/11645907/DROGA_Y_PETROLEO_EN_VENEZUELA_I. https://www.academia.edu/9389235/Venezuela_Mafias_judiciales_militares_y_drogas. http://chavezlosabe.blogspot.com/2010/12/walid-makled-rey-o-peon-en-el-ajedrez.html.

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Daniel Eskibel

Adelanto mi respuesta: no.

El liderazgo político no es creado por el marketing político. Aunque muchos quisieran que así fuere…

En realidad el liderazgo político es un fenómeno complejo que presenta muchas aristas diferentes que son dignas de estudio.

Algunos apuntes preliminares sobre el liderazgo político:

Los líderes son un “emergente” de su sociedad. Un producto de la misma. O sea que son portadores de algunas características propias de esa sociedad concreta en ese momento histórico y cultural concreto.

La nota esencial de un liderazgo es su capacidad para impulsar una sociedad en determinada dirección.

La dinámica, entonces, es bidireccional: la sociedad produce al líder para que encabece su marcha en cierta dirección, y el líder luego impulsa a esa misma sociedad que lo produjo. Hay algo casi contractual en la dinámica entre líder y sociedad. Un contrato que debe renovarse cada cierto tiempo, y que algunos lo logran y otros no. Por eso hay liderazgos de largo plazo, de esos que dejan honda huella en la sociedad, y también liderazgos de corto plazo que se agotan en una fugaz y rápida carrera.

Hay distintos tipos de líderes: carismáticos, racionales, negativos, etc. Siempre son conductores, pero se diferencian en cuanto a hacia dónde conducen y cuál es su estilo para conducir.

También hay distintos campos de ejercicio del liderazgo. Es así que tenemos líderes políticos, líderes empresariales, líderes deportivos, líderes religiosos, líderes culturales, líderes sociales…Todos ellos tienen características en común en cuanto a capacidad de conducción del grupo social hacia determinada meta, y se diferencian porque en cada área son necesarias distintas aptitudes para llevar adelante esa conducción.

El liderazgo en otros campos es muchas veces la plataforma para el liderazgo político. Un líder guerrillero como Mujica fue Presidente de Uruguay. Un líder religioso como Lugo Presidente de Paraguay. Un líder sindical como Lula Presidente de Brasil. Un líder empresarial como Piñera Presidente de Chile. Otro líder guerrillero como Ortega Presidente de Nicaragua.

El liderazgo en otros campos no siempre funciona como liderazgo político: un líder cultural como Vargas Llosa intentó sin éxito liderar políticamente al Perú.

Ser electo Presidente significa que alguien ha logrado liderar a su sociedad durante el breve período en el que ésta deliberaba sobre el rumbo a seguir los años siguientes. Es el líder de ese período de deliberación social sobre el futuro. Un período que suele ser breve, tal vez entre unos meses y un año. Es allí cuando alguien se instala con fuerza como líder. Y en su instalación juegan muchos factores: capacidad, carisma, equipo, marketing político (también), humor social, presencia o no de competidores serios…

Después de asumir como Presidente comienza una nueva carrera, vinculada con la anterior pero nueva. Ya no se trata de liderar a un país que está decidiendo hacia dónde va. Ahora se trata de liderar a ese país en la construcción efectiva de esa senda. En el día a día. En la práctica más que en la expectativa. Y en la respuesta a los nuevos problemas que surjan. Algunos están a la altura de la nueva tarea. Otros no lo están.

El carisma es importante para ganar elecciones pero no alcanza para gobernar. Eso de que “el pueblo nunca se equivoca” no pasa de ser una tontería demagógica. Claro que el pueblo se equivoca, al igual que cualquier individuo. Yo me equivoco, tú te equivocas, él también se equivoca…Somos simplemente humanos. Y cuando tomamos una decisión colectiva como pueblo, pues seguimos siendo humanos y a veces acertamos y a veces nos equivocamos. Lo individual no es infalible pero tampoco lo colectivo. Porque el ser humano no es infalible. Entonces a veces el electorado elige un Presidente que no tiene las capacidades necesarias para conducir un país. Aunque tenga su carisma y su encanto.

El ejemplo de los Estados Unidos es muy pertinente en cuanto a líderes. Es una sociedad que cultiva la idea del liderazgo en todas las áreas de la vida. Una cultura donde la figura del líder es omnipresente. Basta ver una serie americana de televisión o cualquier ejemplo cinematográfico o hasta la cultura de los comics. Siempre un líder valorado, un líder conduciendo y salvando. La sociedad norteamericana resalta siempre el papel del individuo que influye y que conduce (con infinito más destaque que la atención que le brinda a la sociedad que lo produce). Tanto resalta al líder que parece que fuera el propio líder quien poco menos que creara y modelara a la sociedad. Esta cultura explica la presencia de líderes políticos sólidos y de larga trayectoria.

Nada más lejos del marketing político, entonces, que el auténtico liderazgo político.

Maquiavelo&Freud

https://maquiaveloyfreud.com/liderazgo-marketing-politico/

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