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José E. Rodríguez Rojas

Sin financiamiento y cambio político no hay salida económica

José E. Rodríguez Rojas

Los ingresos del gobierno han caído y ha optado por imprimir dinero para financiar los mecanismos de control social potenciando la hiperinflación, lo cual ha incentivado la conflictividad social. La hiperinflación y la conflictividad pueden conducir a un gobierno de transición que posibilite el levantamiento de las sanciones y tramitar nuevo financiamiento ante la Asamblea Nacional. Sin financiamiento no es posible salir de la crisis económica.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) en su reporte más reciente sobre Venezuela prevé una inflación anualizada de 1.000.000,00% al año. La estimación del FMI para algunos puede parecer descabellada, pero es realista. La banca de inversión Barclays Capital estimaba 200.000%, pero la diferencia de pasar a 1.000.000,00% es un poco más de inflación mensual. Barclays Capital esperaba un 80% de inflación mensual, pero se ha incrementado a 150%, lo que hace factible que se pueda llegar a 1 millón o 2 millones anuales de inflación.

Algunos sectores del país albergan la esperanza de que el gobierno pueda entrar en razón y cambie su política económica a fin de revertir el proceso inflacionario. Esta perspectiva choca con las previsiones de Barclays Capital. Según esta banca de inversión los ingresos del gobierno han venido disminuyendo. El gobierno había puesto su esperanza en el incremento de los precios del petróleo para recuperar sus ingresos, pero la caída de la producción petrolera ha bloqueado esta posibilidad. La producción petrolera viene cayendo. Este año se ha contraído 40%, la caída de la producción más que compensa la subida reciente en los precios del petróleo, por lo cual los ingresos han caído. El gobierno tiene la esperanza de que la producción se recupere, pero las previsiones son que continuará cayendo, al igual que los ingresos del gobierno. En la medida que caiga la producción petrolera y los ingresos, la única salida del gobierno es continuar imprimiendo dinero. La semana pasada, en una sola semana, el Banco Central expandió la base monetaria (dinero circulando en la economía) en un 25%. Para tener una idea de lo desproporcionado de esta cifra, podemos mencionar que en el caso de Colombia el crecimiento de la base monetaria, durante todo un año, no llega a la mitad.

El gobierno ha apostado al control social, realizando aumentos de salario mínimo y llevando a cabo transferencias (subsidios como las bolsas CLAP y bonos) que de alguna manera garanticen la fidelidad de la población beneficiaria o los desestimule a protestar. Pero ello se convierte en una bola de nieve pues debe imprimir dinero para hacerlo, lo cual impulsa aun más la inflación. Estos mecanismos pierden efectividad pues no logran compensar los elevados incrementos en el costo de vida que genera la hiperinflación. El salario mínimo en términos reales (capacidad de compra) ha caído prácticamente a cero, apenas alcanza para comprar una lata de atún, si es que se consigue. El deterioro que genera la hiperinflación crea un ambiente que ha llevado a un incremento de la conflictividad social, la cual es previsible que crezca en los próximos meses.

El gobierno ha intentado llegar a un acuerdo con los empresarios a fin de realizar un control de precios consensuado con estos sectores. Estos acuerdos es poco probable que prosperen y tengan alguna posibilidad de éxito pues la salida a la crisis económica requiere financiamiento para atenuar la escasez de divisas y mejorar el abastecimiento, no solo de alimentos y medicinas, sino de insumos para restaurar el aparato productivo y el sistema de transporte de alimentos y de pasajeros.

El acceso a nuevo financiamiento es improbable que se dé, pues Venezuela está en default. Tiene sanciones que limitan el acceso a nuevo financiamiento. Los países amigos del gobierno como China y Rusia han estado esquivando la posibilidad de concederle más recursos. Sin financiamiento es imposible solucionar la crisis económica de Venezuela. El acceso a financiamiento requiere el levantamiento de las sanciones por la comunidad internacional, para lo cual es indispensable que el gobierno tramite el nuevo financiamiento a través de la Asamblea Nacional, controlada por la oposición. Esto, es muy poco probable que suceda, mientras Maduro esté en el poder. Es probable que la hiperinflación y la conflictividad social que ésta genera, contribuya a algún tipo de transición política que pueda abrir el camino al levantamiento de las sanciones. Sin ello no hay posibilidad de resolver la crisis económica.

Nota: este artículo se basa mayormente en una entrevista al economista Alejandro Arreaza de la banca de inversión Barclays Capital realizada en el programa CNN Dinero, el 24 de julio del presente año. En lo relacionado con la necesidad de un régimen transición política para acceder a financiamiento recoge también planteamientos del economista Alejandro Grisanti de la consultora venezolana Ecoanalitica, hechos en una entrevista reciente en el mismo programa.

Profesor UCV

La involución de la economía venezolana

José E. Rodríguez Rojas

El chavismo como gobierno ha tendido a recorrer una ruta similar al del peronismo argentino y la Cuba de los Castro. Ha conllevado una destrucción de las capacidades productiva del país, generando una involución que ha implicado un descenso de la importancia de la economía de Venezuela, que ha pasado de ser la cuarta economía de América Latina a ser la séptima. El caso de Venezuela es anómalo entre las economías de mediano y gran tamaño de la región que en las década recientes han tendido a crecer.

Que un proyecto político genere una involución en las capacidades productivas de un país no es una novedad en América Latina. Cuba era una economía prospera, antes de la llegada de los Castros al poder, e involucionó hasta convertirse en una economía parasitaria, cuya sobrevivencia solo es posible si otros países acuden en su ayuda a subsidiar el desastre nacional. Otra experiencia histórica, muy similar a la de Venezuela, fue la que sucedió con la llegada del peronismo al poder en Argentina. A inicios del siglo veinte el país austral rivalizaba en su nivel de vida con los europeos. Varios factores tanto internos como externos cambiarían esta situación. Uno de ellos fue la llegada de Perón, y la reconcomiada Evita, al poder; sus políticas sumergirían a la economía argentina en una combinación de estancamiento económico e inflación que inició el camino hacia el hundimiento del país austral en un caos de hiperinflación y pobreza.

En el contexto descrito el chavismo como gobierno ha tendido a recorrer una ruta similar al del peronismo argentino y la Cuba de los Castro. Ha conllevado una destrucción de las capacidades productiva del país, retrotrayéndonos a los niveles de producción de la década de 1950 (Ver: Rodríguez Rojas, José E. El chavismo: un proyecto destructivo. Dígalo Ahí, julio 2018). Esta involución ha implicado un descenso de la importancia de la economía de Venezuela en el contexto de América Latina.

Los organismos internacionales clasifican las economías de América Latina, por su tamaño, en un ranking donde el Producto Interno Bruto (PIB) es el indicador de referencia utilizado para dimensionar el tamaño. El PIB se define como el valor de la producción total de bienes y servicios que se generan en el territorio de un país. Los niveles de producción de un país tienen mucho que ver con la dimensión del territorio, por lo cual el ranking, para el año 2007, es encabezado por los países de mayor dimensión territorial como el gigante Brasil encabezando la lista, luego se ubica México y después Argentina. A continuación de los países de mayor dimensión territorial se ubicaba Venezuela en el cuarto lugar y detrás de Venezuela los países de mediano tamaño como Colombia, Chile, Perú y Ecuador (ver cuadro 1).

En la medida que el chavismo llegó al poder y se inició el proceso de destrucción de las capacidades productivas que lo ha caracterizado, esta situación comenzó a cambiar. Este proceso fue motivo de un artículo en el diario español El País donde se reportaba que Venezuela estaba disminuyendo su posición en el ranking de las economías latinoamericanas. En los años posteriores al 2007, reportaba el artículo de El País, otros países de América Latina, comenzaron a desplazar a Venezuela. Cuando examinamos las estadísticas observamos que, para el año 2015, Colombia ocupaba el cuarto lugar y Chile el quinto, desplazando a Venezuela, la cual fue relegada al sexto lugar (ver cuadro 2, anexo). Esto es consecuencia del crecimiento del PIB de las economías citadas y del retroceso de nuestro país. En los cuadros 1y 2 podemos observar que mientras Venezuela disminuyó su PIB entre el año 2007 y 2015, Colombia por ejemplo, lo aumentó de 203 a 378 mil millones de dólares, un incremento del 86%. Ello revela que el comportamiento de Venezuela es un caso anómalo entre las economías de mediano y gran tamaño de la región.

El mencionado artículo de El País señalaba, en el año 2016, que era previsible que la economía de Venezuela se siguiera contrayendo y que su descenso en el ranking de las economías latinoamericanas continuara. En efecto cuando observamos las estadísticas del año 2017 observamos que Perú se ubicaba en el sexto lugar relegando a Venezuela al séptimo puesto (ver cuadro 3, anexo).

Anexos

Cuadro 1. Países grandes y medianos de América Latina clasificados por el tamaño de su economía, año 2007.

País

PIB (miles de millones de dólares)

Ranking

Brasil

1268,46

1

México

1022,06

2

Argentina

262,33

3

Venezuela

228,07

4

Colombia

202,92

5

Chile

163,91

6

Perú

107,05

7

Fuente: CEPAL; cálculos propios.

Cuadro 2. Países grandes y medianos de América Latina clasificados por el tamaño de su economía, año 2015.

País

PIB (miles de millones de dólares)

Ranking

Brasil

2346

1

México

1291

2

Argentina

543,1

3

Colombia

377,9

4

Chile

258

5

Venezuela

206,3

6

Perú

202,6

7

Fuente: FMI; cálculos propios.

Cuadro 3. Países grandes y medianos de América Latina clasificados por el tamaño de su economía, año 2017.

País

PIB (miles de millones de dólares)

Ranking

Brasil

2055

1

México

1149,2

2

Argentina

637,7

3

Colombia

309,2

4

Chile

277

5

Perú

215,2

6

Venezuela

210,1

7

Fuente: FMI

Profesor UCV

josenri2@gmail.com

El chavismo: un proyecto destructivo

José E. Rodríguez Rojas

El chavismo como gobierno ha implicado la destrucción de las capacidades del país retrotrayéndonos, en términos productivos, a los niveles de mediados de la década de 1950.

El chavismo como gobierno ha conllevado a una sistemática destrucción de las capacidades productivas del país, tanto las públicas como las privadas. En primer lugar logró destruir la primera empresa pública del país: PDVSA. La compañía petrolera estatal figuraba como la principal multinacional de importancia en América Latina con inversiones en refinerías en Estados Unidos y Europa y una cadena de distribución de gasolina en los Estados Unidos. Producía 3,4 millones de barriles por día debido a las limitaciones que imponían las cuotas de la OPEP, pero su capacidad de producción era de 4 millones de b/d. Todo esto se vino abajo progresivamente después de que el prócer de Sabaneta despidiera en cadena de radio y TV a la gerencia profesional que dirigía la empresa. La producción comenzó a declinar y no ha parado hasta los momentos actuales cuando se ubica en un poco más de 1 millón de b/d. Según la opinión de diversos expertos petroleros la empresa es irrecuperable pues esta carcomida por la burocracia y la corrupción.

El chavismo también se ha caracterizado, a diferencia de otros gobiernos de izquierda como el de Evo Morales, Lula y Correa, por un sistemático hostigamiento a la iniciativa privada, que se ha traducido en la expropiación y confiscación de empresas productivas que cuando llegan a manos del Estado entran en un proceso de mengua, como ha ocurrido con Agroisleña, CANTV, Electricidad de Caracas, Lácteos Los Andes e innumerables empresas agroindustriales, agrícolas y ganaderas. El hostigamiento también ha implicado una política de control de precios que en un entorno inflacionario ha reducido la rentabilidad de las empresas, obligando a muchas a bajar la santa maría. También una política de control de cambio que ha agudizado las restricciones a la importación de insumos, indispensables para muchas de las empresas como las de derivados de trigo, aceites, avícolas, papel, embases, refacción de vehículos y pare usted de contar, que han dificultado la operatividad de las empresas.

En el caso de las empresas transnacionales el control de cambio ha impedido la repatriación a sus casas matrices de las ganancias que generan y dificulta la operatividad de las filiales en la medida que limitan la transferencia de recursos y tecnologías a éstas, dificultando la actualización tecnológica que normalmente ocurre en las empresas. También el chavismo ha impulsado una política económica que ha ido progresivamente incentivando la inflación y reduciendo el poder de compra de los venezolanos, disminuyendo a su vez el mercado natural de las compañías y afectando negativamente la dimensión de sus negocios. Una combinación de todos estos factores ha llevado a muchas empresas transnacionales a abandonar el país.

El caso más reciente fue el de la compañía Kellog’s, ubicada en el área de San Jacinto en Maracay, lo que implicó la pérdida de 400 puestos de trabajo. La salida de la Kellog’s es el caso más reciente, pero con anterioridad la lista de transnacionales que han abandonado el país es larga e incluye a líneas aéreas, laboratorios, empresas petroleras y agroalimentarias.

El colapso de las empresas publicas como PDVSA, el estado de mengua de las empresas expropiadas y confiscadas, la fuga de empresas transnacionales y el cierre de las privadas nacionales ha lesionado la generación de empleo y el tejido productivo del país de manera sensible. El deterioro del tejido productivo del país se refleja en la caída de la producción que viene desde hace varios años contrayéndose. Esta caída se puede medir a través del comportamiento del Producto Interno Bruto (PIB) que se define como el valor monetario de la masa total de bienes y servicios que se produce en un país. En los cuatro años previos al 2017 el PIB descendió 35% según José Manuel Puente, economista y profesor del IESA. Es la crisis más aguda que se haya vivido en América Latina en los últimos 40 años, según el mencionado profesor. Afirmó también que el PIB de Venezuela en el año 2017 es similar al que tenía Venezuela en el año 1955, por lo que el país retrocedió 60 años en términos productivos. Estas afirmaciones las hizo el economista en el foro Perspectivas 2018 llevado a cabo por el IESA en el mes de marzo y han sido difundidas por la prensa nacional.

La destrucción que ha ocasionado el chavismo en el tejido productivo del país nos ha hecho retroceder a los niveles de producción de la época de Pérez Jiménez; todo el esfuerzo que hizo el gobierno de Pérez Jiménez y lo que hicieron posteriormente los gobiernos de la democracia se ha ido a pique. Cuanto de esto se podrá recuperar es una tema de discusión, primero tenemos que salir de los herederos del prócer de sabaneta que continúan la meticulosa labor de destrucción de su mentor.

Profesor de la UCV

josenri2@gmail.com

Hiperinflación y control social

José E. Rodríguez Rojas

Con los recientes cambios en el gabinete el gobierno quiere dar la impresión de que está haciendo algo sobre la economía, cuando en realidad la economía no les interesa. Evidencia de ello es que los designados no dominan el tema económico. Lo que realmente les importa es el control social de una parte de la población. La hiperinflación es generada por la expansión del gasto público producto de los beneficios que se le conceden a un 25% del electorado, que es utilizado en los eventos electorales para prolongar la permanencia de Maduro en el poder y montar la fachada de una democracia. Un poco más de 30 millones de venezolanos debemos sufrir un proceso de empobrecimiento, generado por la hiperinflación, para financiar el gasto social de éste 25%.

En un programa de CNN Dinero reciente se abordó el tema de los cambios en el gabinete de Maduro y se preguntaba al economista invitado si los mismos contribuirían a aliviar la crisis económica que enfrenta el país o si se trataba de más de lo mismo, pues se trataba de los nombres de siempre pero en cargos diferentes.

El economista entrevistado fue Orlando Ochoa quien planteó: Maduro tiene un aparato de propaganda que insiste en el tema de la guerra económica. Estos cambios quieren dar la impresión de que están haciendo algo en lo económico, cuando en realidad el tema económico no les interesa, pues los designados no dominan el tema económico. Comenzando por El Aissami quien fue designado Vicepresidente para Asuntos Económicos. Mientras tanto la economía se deteriora, la inflación se acelera; si anualizamos la inflación mensual obtenemos una cifra que oscila entre 115 a 160.000%. No hay una política económica para frenar la inflación ¿Porqué sube la inflación? Al examinar los números observamos que hay una expansión fiscal y una expansión monetaria continua lo que presiona la inflación al alza ¿Porqué lo hacen? Maduro ha hecho un fuerte énfasis en el control social de una pequeña parte del electorado, que estimamos oscila entre 20 y 25% del mismo. Este 25% recibe beneficios que generan una expansión del gasto público y un déficit que es financiado monetariamente (con la impresión de dinero) por el Banco Central de Venezuela (BCV). Ese gasto fiscal (gubernamental), con la finalidad de control social, es lo que genera la inflación. Un poco más de 30 millones de venezolanos sufrimos un proceso de empobrecimiento, debido a la hiperinflación, para financiar el gasto social de un 25% de la población que es utilizada en los eventos electorales para prolongar la estadía de Maduro en el poder, lo que permite mantener la fachada de una democracia.

El presentador del programa Xabier Serbiá planteó que Maduro estaba tratando de ganar tiempo y le preguntó al entrevistado: ¿qué lectura le das a estos cambios?, ¿son parte de une estrategia para ganar tiempo?

Ochoa respondió: quieren dar la impresión de que están haciendo algo sobre la economía. Venezuela requiere un plan de estabilización para el control de la inflación, acceso a fuentes de financiamiento internacional, una protección de los activos petroleros. Las sanciones financieras y la acelerada caída de la producción petrolera hacen que esto se vea, en un periodo muy corto de tres meses, muy feo y doloroso para la población. Esto no es sostenible económicamente. El tiempo que pasa perjudica a la economía. El deterioro de la economía es el costo de mantenerse en el poder. En el lado político ganan tiempo tratando de legitimarse en el poder. Veremos en los próximos meses, en el balance, que resulta decisivo si lo económico o lo político.

En la línea de argumentación desarrollada por Ochoa observamos que la designación del presidente del BCV ha recaído en alguien que no tiene ni la formación ni la experticia en el área financiera y de banco central que requiere el cargo. Así lo ha afirmado el economista y diputado José Guerra, quien a su vez señaló que “es una falta de respeto a la profesión del economista, una falta de respeto al país y una burla a Venezuela”. Se desempeñará en el cargo como un gestor del instituto financiero cuya misión será acatar en forma expedita las solicitudes del ejecutivo para imprimir dinero y contribuir a financiar el gasto social de la pequeña parte del electorado que su jefe requiere para prolongarse en el poder, metiéndole fuego a la hiperinflación.

La designación del presidente del banco central es clave en una agenda para el control de la inflación, en cuyo caso se designan expertos al frente del mismo, cuya prioridad es el control de la masa de dinero requerida para el funcionamiento de la economía, evitando que la misma crezca a discreción de las necesidades de un gobierno populista. Esto es lo que han hecho países como Bolivia, bajo el gobierno de Evo Morales, y Lula durante su mandato al frente del gobierno de Brasil. Ambos compañeros de viaje del chavismo (Ver: Rodríguez R., José E. El milagro económico boliviano. Dígalo Ahí, 23 de enero del 2017)

Profesor UCV

josenri@gmail.com

La democracia liberal bajo acoso

José E. Rodríguez Rojas

El deterioro de la democracia en Venezuela es consecuencia de la debilidad de las instituciones liberales, base de la democracia liberal. Esto es parte de un proceso global que involucra a numerosos países del mundo en desarrollo donde las instituciones liberales están bajo acoso, pues los votantes eligen líderes autoritarios que las están debilitando. Al final la eliminación de las instituciones liberales está conduciendo a la muerte de la democracia en su sentido más básico, como ha ocurrido en nuestro país.

El deterioro de la democracia en Venezuela es consecuencia de la debilidad de las instituciones liberales (jueces independientes y prensa libre), las cuales fueron eliminadas o neutralizadas por un líder autoritario elegido por votación popular. Las instituciones liberales no tuvieron la suficiente fuerza para contener el poder y los abusos del déspota. El deterioro de la democracia en nuestro país es parte de un proceso global que viene dándose en el mundo en desarrollo y que involucra a naciones de la Unión Europea como Hungría, que también es miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), donde se codea con los países más ricos. También Turquía (miembro de la OCDE) está siendo afectada por la misma dinámica. La tesis expuesta es planteada por la revista The Economist en un artículo reciente donde presenta de forma magistral la diferencia entre democracia y democracia liberal, mostrando que esta última está siendo acosada por líderes autoritarios en muchos de los países en vías de desarrollo.

La última encuesta de Freedom House, un centro de análisis estratégico ubicado en Estados Unidos, se llamó “Democracia en crisis” y muestra que en el año 2017 los países que vieron deteriorar su democracia superan en número a los que mostraron mejoras. La Fundación Bertelsmann, otro centro similar que se focaliza en economías emergentes, encontró que la calidad de la democracia ha caído a su nivel más bajo en 12 años.

Los índices elaborados para medir la calidad de la democracia, lo que miden no es simplemente democracia sino democracia liberal, la cual se define como un gobierno electo en elecciones libres y transparentes, que también respeta los derechos individuales y de las minorías, el estado de derecho y las instituciones independientes.

Democracia y democracia liberal se pueden separar y las diferencias entre ambas son importantes. Los votantes (o sus representantes) pueden querer cosas que son democráticas pero que no son liberales, como por ejemplo restringir un discurso que no es de su agrado (las declaraciones que violan la Ley del Odio, en Venezuela) o perseguir a una minoría que no les gusta o a la cual culpan de sus desgracias (inmigrantes sirios en Turquía, satanizados por el primer ministro Victor Orton). Al mismo tiempo muchas de las instituciones liberales (jueces independientes y prensa libre) no son democráticas pues no son elegidas por voto popular y restringen el poder de los políticos elegidos por votación popular. En una democracia liberal el poder está disperso. Los políticos no solo deben responder a los votantes sino que también deben hacerlo ante la ley, y someterse a la supervisión de los periodistas y los grupos de presión.

El componente liberal de la democracia está bajo acoso en las democracias jóvenes de los países en vías de desarrollo, pues los votantes están eligiendo líderes que lo debilitan, creando lo que Victor Orton, primer ministro de Hungría, llama la “democracia no liberal”. Una vez que el autócrata de turno, como el señor Orton, destruye las instituciones liberales, considera conveniente legitimarse periódicamente mediante elecciones por lo cual el componente democrático sobrevive en lo que el señor Orton llama la “democracia no liberal”. Sin embargo una vez que las instituciones liberales fenecen, también lo hace la independencia de los organismos electorales, como en Venezuela, y el autócrata manipula a su antojo los resultados electorales para perpetuarse en el poder. En consecuencia, a la larga la desaparición de las instituciones liberales conduce a la muerte de la democracia en su sentido más básico.

Globalmente el apoyo político a la democracia se mantiene elevado, debido a ello los autócratas no admiten explícitamente que planean deshacerse de ella, por ello buscan revertirla en su esencia manteniendo una apariencia externa democrática, mediante elecciones periódicas, con lo cual buscan legitimarse ante la comunidad nacional e internacional apelando a subterfugios como los de una “democracia no liberal”.

Eventualmente cuando el sistema de contrapesos y chequeos institucionales es destruido el autócrata encuentra una vía expedita para neutralizar la democracia persiguiendo a la oposición, encarcelándola o inhabilitándola, como ha sucedido en Venezuela, donde la Asamblea Nacional elegida con los votos del pueblo es desconocida por el ejecutivo, eligiendo un parapeto paralelo en unas elecciones manipuladas y no reconocidas por la comunidad internacional.

El acoso a la democracia liberal es un fenómeno que se centra en los países en vías de desarrollo. En los países de democracias maduras ésta no corre peligro pues los sistemas institucionales de contrapesos al poder de los políticos electos se mantienen fuertes y la democracia liberal goza de buena salud, a pesar de las extravagancias de líderes potencialmente autocráticos como Trump.

Referencia: The Economist. In retreat. After decades of triumph democracy is losing gound. Junio 14, 2018.

Profesor UCV

josenri2@gmail.com

El retroceso democrático

José E. Rodríguez Rojas

Existe un deterioro de la democracia a nivel global. Este retroceso es reciente y se concentra en los países en desarrollo, debido a la debilidad de los mecanismos institucionales para el control de los hombres fuertes potencialmente autoritarios. El desmantelamiento de la democracia no es inevitable, pues países en desarrollo como la India han mantenido un régimen democrático por 70 años. En otros países la resistencia de la población ha desplazado del poder a hombres fuertes corruptos, a pesar de la censura. Lo más importante en la defensa de la democracia son las instituciones, como una prensa libre y jueces independientes, aunque el ejemplo de las democracias maduras controlando a hombres fuertes, potencialmente autoritarios, influye.

¿Está la democracia en problemas? Después de 30 años de la afirmación de Francis Fukuyama declarando el fin de la historia y el triunfo de la democracia liberal, esta pregunta todavía es pertinente. Algunas de las principales potencias tienen líderes autoritarios como Putin en Rusia y Xi Jimping en China que está dirigiendo a esta nación hacia el gobierno de un solo hombre. A lo largo del mundo en desarrollo los hombres fuertes tienden a prevalecer como es el caso de Erdogan en Turquía y Ortega en Nicaragua.

Los índices sobre la salud de las democracias muestran un alarmante deterioro desde la crisis financiera del 2007 al 2008. Uno de esos índices es publicado por la Unidad de Inteligencia Económica de la revista The Economist, y muestra que 89 países mostraron una regresión en sus niveles de democracia y solo 27 han mejorado. Algunas encuestas muestran que solo un tercio de los jóvenes estadunidenses piensan que es “esencial” vivir en democracia. Este año han proliferado libros sobre el fin de la democracia.

El pesimismo sobre la democracia debe ser puesto en contexto, pues el deterioro sucede después del relevante avance que se produjo en la segunda mitad del siglo XX. En el año 1941 solo había una docena de democracias en el mundo; en contraste para el año 2000 solo 8 países nunca habían experimentado un proceso electoral. Una amplia encuesta en 38 países muestra que normalmente 4 de 5 personas prefieren vivir en democracia.

No todas las amenazas al pluralismo son del mismo grado, pues en las democracias maduras como los Estados Unidos el sistema institucional de chequeos y contrapesos que la caracteriza, mantiene bajo control al más ambicioso de los presidentes autocráticos. En este sistema son claves jueces independientes y prensa libre (es conceptualmente de origen liberal y está pensado para proteger derechos fundamentales como los de libertad de expresión, así como los derechos de las minorías). En las democracias inmaduras, estas instituciones son débiles, de manera que los hombres fuertes pueden erosionar las mismas rápidamente. En consecuencia el preocupante deterioro reciente de la democracia está ocurriendo en jóvenes democracias del mundo en desarrollo.

Desde Venezuela hasta Hungría este retroceso en las jóvenes democracias presentan fuertes similitudes y muestra lecciones para el occidente. ¿Cómo ocurre el debilitamiento de una joven democracia? En términos gruesos se puede generalizar que el debilitamiento atraviesa varias etapas. En una primera fase, surge un generalizado y popular descontento en contra de los gobernantes liberales en el poder. En una segunda etapa, un potencial hombre fuerte identifica a algún enemigo imaginario (el “imperio” en el caso de Venezuela) al cual culpar por los problemas del país. En una tercera etapa, la cual ocurre una vez tomado el poder, el autócrata se deshace de la prensa libre, de un sistema judicial independiente y de otras instituciones que le estorban. Al final prevalece un régimen con apariencia democrática pero sin el sistema de contrapesos institucionales, pues el respeto a los derechos individuales y el gobierno de la ley son eliminados, así como la prensa libre.

El proceso de deterioro de la democracia no es inevitable, países como la India han tenido una vibrante democracia por 70 años. Botsuana la ha mantenido por más de 50. Otros han logrado deshacerse de los potenciales autócratas, como ha sucedido en Malasia, Sudáfrica y Armenia. Desde Malasia a Sudáfrica existen considerables similitudes en los procesos que al final han llevado al desplazamiento de hombres fuertes por revueltas populares, que se han llevado a cabo en contra de la enorme corrupción que han desarrollado.

Las similitudes señaladas tienden a generar algunas lecciones La principal y más importante es que las instituciones importan. Las democracias occidentales tienden a enfatizar la calidad de las elecciones. Sin embargo, jueces independientes y periodistas estridentes son la primera línea de defensa de la democracia. Las instituciones de ayuda internacional y las ONGs deben redoblar los esfuerzos para fortalecer el gobierno de la ley y una prensa libre, aunque los autócratas inevitablemente los acusen de trabajar para agentes foráneos. En segundo lugar hay que destacar que la reversión del proceso de deterioro de la democracia ha sido impulsado por hombres fuertes oportunistas, más que por cambios en la ideología de los votantes. Cuando los autócratas roban descaradamente ninguna censura puede evitar que ello se divulgue y en algunos casos desplazarlos del poder. En último lugar el ejemplo de las democracias maduras importa, como es el caso de los Estados Unidos, donde las poderosas instituciones de ese país ponen restricciones al deslenguado de Donald Trump.

Nota: este escrito es una síntesis del artículo How democracy dies. Lessons from the rise of strongmen in weak states. 16 de Junio, 2018, publicado por la revista The Economist.

Profesor UCV

josenri2@gmail.com

El régimen de Maduro celebra el nacimiento de Marx

José E. Rodríguez Rojas

El gobierno de Maduro ha llevado a cabo diversos actos para celebrar los 200 años del nacimiento de Carlos Marx. El pensamiento del filósofo alemán sirvió de base doctrinaria para el desarrollo de un modelo de sociedad “socialista” donde el Estado se sobredimensionaría, ahogando el desarrollo de la iniciativa individual y reprimiendo las libertades fundamentales. En este contexto el desarrollo del socialismo democrático ha implicado un distanciamiento de las ideas marxistas y una evolución hacia la socialdemocracia y las ideas liberales. En nuestro país, desafortunadamente, no hemos avanzado en esa ruptura sino que hemos involucionado hacia el modelo estalinista en su versión cubana. Sigue pendiente el reto de distanciarse de Marx y de la visión autoritaria que sus ideas propiciaron.

El gobierno de Maduro, al igual que muchos de los regímenes despóticos del mundo, celebraron el aniversario del nacimiento del Carlos Marx. En mayo de este año se cumplieron 200 años del nacimiento del filósofo alemán, cuyo pensamiento se convirtió en la base doctrinaria de los regímenes más autoritarios del planeta. El buque insignia de estos regímenes fue el que vio la luz impulsado por la revolución bolchevique rusa. Vladimir Lenin, el líder de dicho movimiento, tomó los planteamientos de Marx y los convirtió en la base doctrinaria de su partido, a tal nivel que de allí en adelante muchas generaciones de izquierda se formarían en lo que se llamó el marxismo leninismo. Se trataba de un modelo de sociedad donde el Estado se sobredimensionaría ahogando el desarrollo de la iniciativa individual, no solo en lo que se refiere a la iniciativa empresarial, sino también en lo atinente a la libertad de creación artística. La represión de las libertades políticas fundamentales fue otra de las caras de este modelo.

A la muerte de Lenin el liderazgo del régimen soviético caería en manos del pistolero georgiano Joseph Stalin, cuyas políticas generarían, en la década de 1930, una crisis humanitaria en la que perecerían millones de personas, como consecuencia de la hambruna y la represión. Stalin impulsó, como parte de la política exterior del régimen, la creación de partidos comunistas en todos los países del globo que se convertirían en instrumentos de propaganda del régimen, ocultando las atrocidades cometidas por el mismo y divulgando la existencia, en la Rusia de la época, de un paraíso de los trabajadores. Los partidos comunistas también actuaban como parte del aparato represivo del régimen, extendiendo las garras de éste en la persecución de sus enemigos externos, como ocurrió con el caso de León Trosky. En esta operación los intelectuales, en particular de los países en vías de desarrollo, jugaron un papel fundamental.

El heredero, en tierras americanas, de este engendro fue el régimen estalinista cubano, el cual ha mantenido secuestrada a la población de la isla sometiéndola a un régimen de carencias materiales y ausencia de libertades fundamentales. Los venezolanos hemos sentido en carne propia la exportación del modelo estalinista cubano a nuestra tierras, lo cual se ha reflejado en las políticas de hostigamiento a la iniciativa privada que han derivado en la quiebra de empresas y la fuga de capitales, lo que ha provocado una contracción de la actividad productiva y el surgimiento de un desabastecimiento crónico, en forma similar al que ha atenazado a la isla de los Castro durante décadas. También los Castro han exportado a nuestras tierras, expertos en control de información y técnicas de inteligencia y represión que se han posicionado lo largo de la administración pública y de las fuerzas armadas.

El socialismo democrático europeo emergió marcando distancia con el marxismo y con el modelo de sociedad que se desarrolló basado en esta doctrina. Un ejemplo de esta ruptura fue el que se dio en España en 1979, cuando Felipe González Secretario General del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) planteó, en una convención nacional de este partido, que era necesario deslastrarse del marxismo, como la base doctrinaria del partido, para poder crecer hacia las clases medias y el empresariado; en otras palabras para convertirse en un partido socialdemócrata y abandonar la estrecha parcela de la izquierda radical, que a su juicio le impedía convertirse en una opción de poder en España.

Los marxistas del partido entendieron que un enfrentamiento con Felipe González era una tarea suicida por el peso del liderazgo del Secretario General, no solo en el partido sino en España. De ese modo aceptaron la propuesta de González y decidieron convertirse en una corriente dentro de un partido democrático como parte del debate de ideas propio del mismo. Este sector continuó defendiendo el marxismo como una doctrina digna de estudio y los regímenes como el estalinista y el cubano como parte de una herencia política legitima. Esta fracción sobrevive en los tiempos actuales y uno de sus representantes más conspicuos es Rodríguez Zapatero cuyas simpatías por el régimen chavista y el cubano no arroja dudas.

El deslinde de Felipe González fue efectivo y después de esta decisión el PSOE llega al gobierno de España, abriéndose a las ideas liberales en política económica. González nombra como ministro de economía a Miguel Boyer, un profesional de ideas liberales, es decir defensor de las políticas orientadas a incentivar la iniciativa privada. Firme creyente, en este tipo de políticas para el abatimiento de la inflación, que en esa época era elevada. Boyer era amante del dinero y de la buena vida, lo que se reflejó en su matrimonio con Isabel Preysler, dama del jet set internacional, por lo que su nombre aparecía con más frecuencia en las páginas de la farándula que en las de las publicaciones de economía. Si bien el gobierno socialista impulsó políticas orientadas a estimular la iniciativa privada, también desarrolló una agenda social dirigida a garantizar una asistencia sanitaria accesible para la población trabajadora, un seguro de paro y pensiones de jubilación dignas. Felipe Gonzales se convirtió en un líder fundamental del socialismo democrático europeo y ha mantenido estrechos lazos con América Latina. A diferencia de Zapatero, ha sido un feroz crítico del régimen chavista y de la dictadura cubana.

Como lo hemos visto, el desarrollo del socialismo democrático europeo ha implicado un distanciamiento del marxismo y una evolución hacia la socialdemocracia y las ideas liberales. En nuestro país, desafortunadamente, no hemos avanzado en esa ruptura, sino que hemos involucionado hacia el modelo estalinista en su versión cubana. Sigue pendiente el reto de distanciarse de Marx y de la visión autoritaria que sus ideas propiciaron.

Profesor UCV

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Venezuela, un productor petrolero marginal

José E. Rodríguez Rojas

La política petrolera del régimen chavista ha destruido la capacidad productiva de la principal empresa pública venezolana, convirtiendo progresivamente a Venezuela en un actor marginal en el mercado petrolero, Si no hubiera mediado el proceso de destrucción acometido por el chavismo, estaríamos en medio de una recuperación económica similar a la de otros exportadores petroleros, sin las carencias que estamos enfrentando. Desandar el camino de destrucción impulsado por el chavismo llevará tiempo y recursos, por lo que Venezuela seguirá siendo por un periodo, difícil de precisar, un actor poco relevante del mercado petrolero.

Luis Giusti, ex presidente de PDVSA, declaró en una entrevista reciente en el diario español El País que: “si el gobierno de Nicolás Maduro se prolonga, Venezuela se irá convirtiendo cada vez más en un productor marginal”. Destaca Giusti la caída de la producción de PDVSA que, según sus estimaciones, está en 1,3 millones de barriles diarios. Destacó la situación de bancarrota de la empresa “con cinco de las seis refinerías que tiene en el territorio nacional paralizadas, la necesidad de comprar gasolina y derivados en el mercado internacional, el default de los bonos de la empresa”. A eso añade la inmensa corrupción que hay en PDVSA a todos los niveles. Según el ejecutivo petrolero el saqueo inmisericorde de la empresa cuenta ya en decenas de miles de millones de dólares.

La pérdida de importancia de PDVSA como exportador de petróleo se evidencia en su cada vez más irrelevante rol en el mercado de los Estados Unidos, el cual ha sido históricamente uno de los más importantes mercados para el petróleo venezolano. La situación ha llegado al extremo de que en el periodo reciente, Colombia ha desplazado a Venezuela como suplidor de crudo a los Estados Unidos. La Agencia de Energía estadounidense reportó recientemente que Colombia exportó en abril un volumen mayor de petróleo que Venezuela al mercado americano.

En entrevista reciente en el programa CNN Dinero, el experto petrolero de la Universidad de Texas Jorge Piñón, destacó el disminuido rol de las exportaciones venezolanas en el mercado americano. A finales de la década de 1990 Venezuela exportaba a los Estados Unidos 1,6 millones de barriles diarios, los cuales han declinado progresivamente durante el régimen chavista hasta llegar a los 400.000 b/d en el momento actual. La cuota de mercado que Venezuela ha ido cediendo, ha sido ocupada por otros exportadores como Canadá, que es en la actualidad el principal suplidor de crudo a Estados Unidos. La irrelevancia de nuestro país es tal, según Piñón, que si se diera la circunstancia de que Venezuela dejara de exportar los 400.000 b/d al mercado americano, ello no tendría impacto en los precios o tendría un impacto mínimo, pues, otros exportadores como Canadá asumirían la cuota de mercado venezolana sin mayor trauma.

Se podría argumentar que el mercado de los Estados Unidos es secundario para PDVSA, pues la empresa ha venido reorientando su producción hacia Asia. Si bien esto es cierto en general, habría que precisar que las ventas hechas a los Estados Unidos son pagadas en efectivo y son claves para el flujo de caja de PDVSA. El principal cliente de PDVSA en Asia es China, quien recibe petróleo venezolano en pago por préstamos y no le genera efectivo a la empresa. En otras palabras el petróleo exportado a China no contribuye con el flujo de caja de PDVSA.

Las carencias que enfrentamos en la actualidad son, en parte, consecuencia del retroceso de Venezuela en materia petrolera y de la pérdida de mercados que se ha producido. En esto fue clave la absurda decisión de Chávez de expulsar a la gerencia profesional de PDVSA en el 2002. No menos importante ha sido el proceso de deterioro que le siguió, consecuencia de la política de descuidar el mantenimiento y la inversión en la empresa. De no haber mediado la sostenida destrucción de la empresa acometida por Chávez y sus seguidores, estaríamos en los actuales momentos en medio de un proceso de recuperación económica como lo están otros países petroleros. Así se desprende de las declaraciones de Giusti, quien señaló que cuando llegó Chávez al poder la producción de PDEVSA estaba en 3,4 millones de barriles diarios. A los precios actuales del petróleo Venezuela estaría recibiendo 65.700 millones de dólares, según Giusti, seis veces más de lo que recibirá esta año por concepto de exportación de crudos y derivados, suficiente para cubrir las importaciones de alimentos, materias primas, medicinas y repuestos que actualmente requerimos y satisfacer los pagos pendientes de deuda.

Desandar el camino de destrucción acometido por el chavismo no será tarea fácil, así lo sostiene el ex presidente de PDVSA al señalar que “revertir producción declinante es siempre una tarea costosa y difícil”. Los procesos de apertura petrolera que algunos expertos aconsejan como la mejor vía de la recuperación tampoco es una tarea sencilla y no tiene efectos inmediatos en la producción como lo evidencia el caso de México. Un proyecto de reactivación económica basada en la recuperación petrolera requerirá tiempo y recursos que no tenemos. Es probable que Venezuela siga siendo, por un tiempo difícil de precisar, un actor poco relevante en el mercado petrolero.

Profesor UCV

josenri2@gmail.com O

La recuperación petrolera no nos beneficia.

José E. Rodríguez Rojas

El régimen de Maduro ha apoyado la política de recortes de producción de la OPEP, en la esperanza de que el incremento de los precios petroleros se traduzca en mayores ingresos, que ayuden a la economía venezolana a salir del bache en que cayó después del año 2014. A partir de mediados del año pasado, los recortes de la OPEP lograron que se iniciara una carrera alcista de los precios del crudo. Gracias a ello numerosos países exportadores de petróleo atraviesan por un periodo de recuperación económica. Sin embargo, este no es el caso de Venezuela ya que los ingresos petroleros sufrieron una abrupta caída debido al derrumbe de las exportaciones petroleras.

Estamos en un periodo de recuperación de las economías petroleras, motorizado por un incremento de los precios del llamado oro negro. Desde mediados del año 2017 se inició un periodo de recuperación de los precios, que en la etapa previa habían caído a niveles cercanos a los 40 dólares. El incremento de los precios ha continuado hasta el momento actual en que se ubican en niveles cercanos a los 80 dólares el barril.

Los grandes ganadores de la carrera ascendente de precios han sido los exportadores de petróleo. En un artículo reciente, en el portal de negocios Bloomberg, se evalúa el impacto del crecimiento de los precios en los países exportadores, señalando que el primer gran beneficiado ha sido Arabia Saudita; luego señala a Rusia. Ambos países han mantenido una política petrolera orientada a la elevación de los precios, por un lado, y al mantenimiento de elevados niveles de producción, por otro; que les ha permitido mantener sus cuotas de mercados en particular en las economías emergentes grandes consumidoras de petróleo, como China, donde Rusia y los sauditas compiten.

Otros exportadores tradicionales como Nigeria también han logrado beneficiarse, al igual que pequeños exportadores latinoamericanos en ascenso como Colombia. El incremento de los precios petroleros ha logrado en estos países aliviar la situación de los gobiernos que venían enfrentando problemas para cuadrar sus cuentas, debido a la caída de los precios de su principal producto de exportación. En ese sentido la carrera ascendente de precios les ha permitido reducir su déficit fiscal, posibilitándoles incrementar el gasto y aumentar la inversión, lo cual se ha traducido en una mejora en sus perspectivas de crecimiento económico.

Pero la recuperación petrolera se ha mostrado esquiva con algunos exportadores de petróleo como Venezuela. En el caso de nuestro país la producción petrolera ha venido en declive desde hace varios años. Dicho declive se ha acelerado en el periodo reciente y no ha podido ser compensado por la elevación de los precios. En el derrumbe de la producción y de las exportaciones ha incidido la política petrolera del régimen chavista, que ha fundamentado sus esperanzas de aumentar los ingresos petroleros en el incremento de los precios y ha descuidado atender las necesidades de mantenimiento e inversión de PDVSA, reorientando los recursos a otros fines. Otro elemento que ha contribuido es que han involucrado a la empresa en actividades distintas a las de una empresa petrolera, lo que ha aumentado su ineficiencia. También han dedicado buena parte de la producción al pago de préstamos a China y ayudas a Cuba, lo cual ha reducido el flujo de caja (efectivo) de la empresa, limitando las posibilidades de orientar éste a satisfacer las necesidades de mantenimiento de la misma (Rodríguez R., José E. 2017.)

El derrumbe de las exportaciones petroleras se ha acelerado en el periodo reciente por la renuncia de técnicos de PDVSA, debido a que su capacidad de compra se ha deteriorado como consecuencia de la hiperinflación. La empresa no ha tenido la capacidad de ofrecerles incentivos para retenerlos, por lo cual se han unido a la fuga de talentos que agobia al país desde hace varios años y que se ha acelerado en los tiempos recientes.

El derrumbe de las exportaciones petroleras es de tal magnitud, que el ingreso petrolero lejos de aumentar con el incremento de precios petroleros se ha reducido, contribuyendo a una drástica caída en las exportaciones totales en el año 2018. En el cuadro 1 podemos observar como las exportaciones totales de Venezuela se redujeron abruptamente después del 2014, debido a la caída en los precios del petróleo, llegando a representar, en el 2015, casi la mitad de las exportaciones del año previo. En el 2017 comenzaron a recuperarse, reflejando el incremento de los precios petroleros que se dio en ese año, pero en el 2018 se está produciendo una drástica caída, a pesar del aumento de los precios. El valor de las exportaciones del año 2018 no llega a representar ni la mitad de las generadas en el año previo.

Cuadro 1. Valor de las exportaciones totales de Venezuela, en millones de dólares (años 2014 al 2018)

Años

2014

2015

2016

2017

2018

Exportaciones

74.714

36.300

27.600

31.800

14.043

Índice (2014=100)

100

49

37

43

19

Fuente: Gutiérrez, A. 2018; cálculos propios. Nota: Las cifras del año 2018 surgen de una estimación del autor, lo cual incluye las cifras de exportación petrolera que estimamos en artículo previo (Ver: Rodríguez Rojas. 2018). Incluye también las exportaciones no petroleras, las cuales tomamos de las estimaciones hechas por la Asociación Venezolana de Exportadores para el año 2017 (El Nacional. 2017), más un incremento de 750 millones similar al que se dio entre el 2016 y el 2017.

Referencias:

El Nacional. 2017. Exportaciones no petroleras crecerán 33% este año. El Nacional, 10 de diciembre, 2017.

Rodríguez R., José E. 2018. El derrumbe de las exportaciones petroleras. Dígalo Ahí n° 7, mayo 22, 2018.

Rodríguez R., José E. 2017. La agonía de PDVSA. Dígalo Ahí, 29 de abril, 2017.

Profesor UCV

joserni2@gmail.com

El derrumbe de las exportaciones petroleras

José E. Rodríguez Rojas

El problema que enfrentamos en la actualidad no es la amenaza de un embargo petrolero por parte del gobierno de los Estados Unidos, sino el derrumbe de nuestras exportaciones que impiden a PDVSA cumplir con las demandas de sus clientes en el exterior. Unido a ello, la caída de las exportaciones implica un nivel de ingreso de divisas que es insuficiente para cubrir los requerimientos de divisas que se plantean este año, por concepto de importaciones y pago de deuda. Situación que puede agravarse si se concretan las amenazas de Cocono Philips.

Durante una conferencia, señala el economista José Toro Hardy, uno de los asistentes le preguntó: ¿Qué pasaría si Estados Unidos aplica sanciones a las compras de petróleo venezolano? Toro Hardy discrepó del asistente y planteó que lo pertinente era preguntarse: ¿Qué pasaría si Venezuela se queda sin suficiente petróleo para exportar a los Estados Unidos? La inquietud de Toro Hardy surge del desplome que viene sufriendo la producción petrolera venezolana.

Los señalamientos de Toro Hardy se hicieron en un artículo publicado en el diario El Nacional en febrero pasado, donde señaló que en 1998, cuando Chávez llegó a la presidencia, la producción de Venezuela era de 3.400 millones de barriles diarios. En el mes de diciembre pasado la producción había caído a 1.621.000 barriles diarios, de acuerdo a cifras de la OPEP. En este contexto, las exportaciones de petróleo venezolano a Estados Unidos eran de 1.800 millones de barriles diarios en el año 1998 y cayeron a 416.000 barriles. Es decir, se contrajeron en un 80%. Ante la caída de las exportaciones venezolanas, los Estados Unidos han tenido que buscar otros proveedores que han ido asumiendo la cuota de mercado de Venezuela.

Las exportaciones de Venezuela a Estados Unidos han venido disminuyendo, no por un embargo, sino por el colapso de la producción petrolera de PDVSA. En consecuencia, es de esperar según Toro Hardy, que en el año 2018 las exportaciones hacia los Estados Unidos sigan cayendo en forma dramática, por lo que lo pertinente es interrogarse, no sobre un hipotético embargo, sino sobre las limitaciones que hemos mostrado para cumplir con las demandas de clientes tradicionales de Venezuela como los Estados Unidos. La realidad es que, hasta el presente, los gringos han estado interesados en comprarnos petróleo, pero Venezuela no ha tenido suficiente petróleo para venderles.

Las previsiones de Toro Hardy para el año 2018 se han cumplido, pues nuestra producción petrolera ha continuado reduciéndose. Jorge Piñón, un experto petrolero de la Universidad de Texas, señaló que la producción de Venezuela se ubica actualmente entre 1.4 y 1.5 millones de b/d, o sea que se han reducido en unos 300 mil b/d aproximadamente, con respecto a diciembre pasado. Después de deducir la producción orientada al consumo interno, obtenemos las exportaciones, las cuales se ubican en 800 mil b/d según el experto señalado. Estos niveles de exportaciones no son suficientes para satisfacer la demanda de los clientes de PDVSA, como los Estados Unidos.

Los señalamientos de Jorge Piñón se dieron durante una entrevista que le hiciera el periodista Xavier Serbiá en una edición reciente de CNN Dinero. Serbiá señaló que las cifras de exportación dadas por Piñon no permiten al Estado Venezolano cuadrar sus cuentas. En otras palabras, el Estado venezolano no tiene las divisas suficientes para costear las importaciones que se requieren y los compromisos asociados al pago de la deuda. En el cuadro 1 podemos observar que los ingresos en divisas generados por las exportaciones petroleras no llegan a cubrir ni la tercera parte del monto de las divisas que se erogaron el año pasado en importaciones y pago de deuda. Hay un déficit de aproximadamente 22 mil millones de dólares.

Cuadro 1. Ingreso de divisas del año 2018 como proporción de los requerimientos de divisas para importaciones y pago de deuda.

Concepto

Millones de dólares

Valor de las exportaciones petroleras (1)

10.293

Requerimientos de divisas para importaciones y pago de deuda (2)

32.691

Déficit

-22.398

Proporción (1/2 x 100)

31,5%

Fuente: Cuadro 2. Nota: En el cálculo del valor de las exportaciones asumimos 60 dólares el barril y un nivel de exportaciones de 800.000 barriles diarios. A estos le deducimos 330.000 barriles diarios que exporta Venezuela hacia China para pagar préstamos. En la estimación de los requerimientos de divisas asumimos el valor de las importaciones más el pago de deuda realizados en el año 2017 (Ver cuadro 2)

La situación descrita puede ser peor pues la empresa Conoco Philips amenaza con embargar instalaciones y productos petroleros almacenados en Curazao y otras islas del Caribe, en compensación por 2.000 mil millones de dólares que le adeuda el gobierno por la expropiación de sus instalaciones en el año 2007. La citada empresa ha sido autorizada por un tribunal de Curazao a proceder a tomar posesión de los productos almacenados en tanques y buques. Adicionalmente a ello, el gobierno de los Estados Unidos ha cortado las ventas de nafta a PDVSA, la cual se utiliza para diluir el petróleo pesado venezolano en las refinerías, con el propósito de adaptarlo a los requerimientos de los clientes de PDVSA en el exterior. El efecto combinado de las acciones de Conoco Philips y los recortes en la venta de nafta, reducirían aun más los niveles de exportación de PDVSA. Dicha reducción pudiera alcanzar los 500.000 barriles diarios según Jorge Piñón, el experto petrolero mencionado.

Cuadro 2. Venezuela. Valor de las importaciones de bienes y servicios y de los pagos asociados a la deuda externa (intereses y capital), año 2017.

Concepto

Valor (millones de dólares)

Importaciones de bienes y servicios (1)

23.000

Pago de deuda externa (intereses y capital) (2)

9.691

Total egresos de divisas

32.691

Fuente: (1)Estimaciones aportadas por la empresa Torino Capital publicadas en: Gerente com. “Las importaciones siguen cuesta abajo en el 2017”. Disponible en: www.gerente.com; (2) Kapital. Consultoría económica y financiera. Disponible en: Kapitalconsultores.com

Nota: en el cuadro 1 la estimación de las exportaciones de Venezuela hacia China toma como referencia las cifras de exportación del año 2017. Según el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (con base en Washington) dichas exportaciones durante el año 2017 fueron de 330.000 barriles diarios las cuales no generan efectivo pues se envían en pago por préstamos (El Nacional. 2018. “China se adueña de crudo de Venezuela”. El Nacional, 6 de abril del 2018.

Profesor UCV

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