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José E. Rodríguez Rojas

Un gobierno en bancarrota

José E. Rodríguez Rojas

El gobierno de Maduro es incapaz de cumplir con los compromisos derivados de la deuda externa, declarando por la vía de los hechos, la cesación de pagos (default), aislándose de los mercados financieros internacionales. Ante esta situación, el diputado José Guerra plantea que un eventual gobierno de la oposición debe retornar a los mercados internacionales, proponiendo un programa de refinanciamiento de la deuda. Este programa debe incluir, como tarea previa, la implementación de un programa económico orientado a impulsar el crecimiento y controlar la inflación. Ambas iniciativas deberían dirigirse a la generación de recursos que permitan incentivar las importaciones, a fin de aliviar la crisis humanitaria que padecemos.

Un grupo de pasajeros de la línea aérea CONVIASA quedaron varados en el aeropuerto de Maiquetía durante varios días, sin que la línea aérea les informara sobre las razones del retraso. Entre los pasajeros figuraban un grupo de médicos que planeaban asistir a un congreso de medicina en Argentina. La paralización de los vuelos internacionales de CONVIASA , se debió a la suspensión de la póliza de seguros de varios aviones por deudas pendientes y al retiro de una de las aeronaves que rentaba a la empresa española Wamos, la cual procedió a confiscar el avión, por la imposibilidad de cobrar la deuda por el alquiler de la aeronave.

La situación de CONVIASA, una empresa pública, es parte de la bancarrota que sufre el gobierno de Maduro, la cual se refleja en la imposibilidad de cumplir con los compromisos adquiridos con los acreedores internacionales. El gobierno está actuando en la práctica como si hubiera declarado una cesación de pagos de la deuda externa (default). Reflejo de ello es que los bonos de Venezuela en el mercado de valores de Nueva York se están cotizando a precio de default, según fuentes financieras citadas por el programa CNN Dinero. En otras palabras el mercado está actuando como si el gobierno hubiera declarado el default.

El gobierno ha intentado paliar esta situación tratando de obtener préstamos de las instituciones financieras internacionales, colocando como garantía el oro de las reservas y otros activos que posee. Esta opción fue discutida en una edición reciente del programa CNN Dinero, donde se entrevistó a Alejandro Arreaza, un economista de la compañía de servicios financieros Barclays. En dicho programa se puso en cuestión la capacidad de pago del gobierno de Venezuela y las alternativas que tiene. El entrevistador del programa Xabier Serbiá expuso que el gobierno venezolano posee diversos activos que lo colocan en condiciones de pagar sus compromisos de deuda en el futuro inmediato. Entre esos activos mencionó el oro de las reservas internacionales, bonos de PDVSA, recursos en el Fondo Chino y dinero en cuentas de PDVSA en el exterior. Arreaza respondió que la mayoría de esos recursos no son líquidos o sea requieren ser transformados en efectivo para poder ser utilizados en los pagos de la deuda. El gobierno venezolano ha intentado realizar esta operación, pero en la medida que se ha colocado en una situación de ilegitimidad al violar la constitución nacional, las puertas de los mercados financieros internacionales se le han cerrado, ya que los entes financieros no están dispuestos a involucrarse en una operación con el gobierno en tales condiciones.

En la situación descrita el gobierno que suceda al régimen bolivariano heredará, parafraseando a Luis Herrera Campins, un país hipotecado, aunque en esta ocasión los compromisos derivados de la hipoteca serán imposible de pagar. Ello ha generado un debate sobre la deuda externa que ha implicado varios aspectos: el precario estado de PDVSA, la legalidad y legitimidad de la deuda, la capacidad de pago del gobierno, el elevado costo social de la estrategia de pago de la deuda por parte del régimen de Maduro, las políticas requeridas para impulsar la generación de divisas en áreas diferentes a las petroleras y la conveniencia de renegociar y refinanciar la deuda en un eventual gobierno de la oposición (Ver : Rodríguez Rojas, José E. Deuda externa y crisis humanitaria, Dígalo Ahí, n° 1, mayo 3, 2017 ).

En este contexto el diputado José Guerra ha venido insistiendo en que, a los precios del petróleo vigentes, la deuda es impagable. Así lo expresó en una entrevista realizada en una edición reciente del programa CNN Dinero. Según el diputado, ante esta situación el gobierno de Maduro ha optado por pagar la deuda utilizando las divisas requeridas para importar alimentos y medicinas, lo cual implica una solución que ha conllevado un costo social muy elevado. A juicio del economista es necesario encontrar una solución al pago de la deuda que involucre un menor costo social. Ante la situación actual, donde el gobierno se ha aislado de los mercados financieros declarando por la vía de los hechos un cesación de pagos, Guerra ha planteado que un gobierno de la oposición debe retornar a los mercados financieros internacionales solicitándole a los acreedores una renegociación de la deuda y un programa de refinanciamiento de la misma, ya que la deuda en las condiciones actuales no se puede pagar. La renegociación debe implicar la consecución de nuevos recursos para incrementar las importaciones y aliviar la crisis humanitaria.

El programa de refinanciamiento mencionado debe incluir, como tarea previa, la implementación de un programa económico que se oriente a impulsar el crecimiento. Este programa debe implicar un desmantelamiento de las políticas de controles y la liberalización del tipo de cambio y de los precios de los productos de consumo diario. Adicionalmente a ello es necesario una reforma fiscal y dotar a al Banco Central de instrumentos que le permitan el control de la inflación. Las políticas de controles limitan la generación de divisas en las actividades diferentes al petróleo, su eliminación permitiría incentivar las exportaciones no petroleras y compensar la alicaída oferta de moneda extranjera que provee PDVSA. La liberalización del tipo de cambio es una idea compartida por otros economistas como Francisco Rodríguez de la firma Torino Capital y asesor de UNASUR, quien ha señalado que la eliminación del control de cambio y el logro de un tipo de cambio más próximo al del mercado, estimularía un ingreso de divisas por exportaciones no petroleras del orden de los 8 mil millones de dólares.

El otro aspecto abordado por economistas entrevistados por Victor Salmeron, en la página de Prodavinci, es la necesidad de involucrar a los organismos multilaterales como el Banco Mundial y el FMI en la búsqueda de una solución al problema de la deuda venezolana. Estos organismos son claves en la obtención de nuevos préstamos que ayuden a incrementar las importaciones y aliviar la crisis humanitaria. Este es un tema polémico dada la resistencia del régimen chavista a vincularse a estos organismos.

Profesor UCV

Deuda externa y crisis humanitaria

José E. Rodríguez Rojas

La casi totalidad de las divisas que ingresan a Venezuela son aportadas por las exportaciones de petróleo. El descalabro de PDVSA ha disminuido el ingreso de divisas y limitado la capacidad de pago de la nación. La deuda externa, a los precios del petróleo vigentes, es impagable. El gobierno ha optado por pagar la deuda recurriendo a las divisas requeridas para la importación de alimentos y medicinas, lo que ha generado una crisis humanitaria sin precedentes. La superación de la crisis humanitaria pasa por encontrar una solución al pago de la deuda, sin afectar las divisas requeridas para las importaciones esenciales. Debido a ello, el tema se ha convertido en uno de los elementos claves de la discusión reciente sobre una política económica alternativa, a la implementada por régimen.

El régimen chavista ha profundizado la dependencia del petróleo. Según Prodavinci, en un trabajo sobre la deuda titulado “Entre la iliquidez y la insolvencia”, alrededor del 96% de los ingresos por exportación de Venezuela provienen del petróleo. Las exportaciones por concepto de petróleo han venido descendiendo debido a la sostenida caída de la producción de PDVSA. Este declive en la producción es un reflejo del descalabro de la empresa, debido a que no se han realizado las inversiones necesarias para el mantenimiento y expansión de su capacidad productiva. A los precios actuales del petróleo, la empresa carece del flujo de caja (flujo de efectivo) necesario para realizar tales inversiones y la producción continuará declinando, reduciendo la disponibilidad de divisas para pagar los compromisos de deuda de la empresa y de la nación (Ver: Rodríguez R., José E. La agonía de PDVSA, Digalo Ahí Digital, n° 11, abril 29, 2017 ).

Otra herencia que el régimen chavista le dejará a un futuro gobierno, será la pesada carga de la deuda externa. Parte de esta deuda ha sido contraída en condiciones poco transparentes, durante el ciclo de elevados precios del petróleo. Los bonos emitidos han sido concedidos a amiguetes del gobierno que se han beneficiado de los elevados intereses que se han pagado por los mismos. El crecimiento de la deuda ha elevado ésta a montos superlativos, dificultando su manejo. La deuda de los gobiernos latinoamericano se ubica en promedio en un 37, 6% del PIB, según la CEPAL, incluyendo tanto la interna como la externa. La deuda venezolana es equivalente a un 97% del PIB, según estimaciones recientes de la firma Torino Capital, una cifra estrambótica que revela las irregularidades que subyacen detrás de la misma. La gran mayoría de esa deuda es externa.

En la medida que la crisis humanitaria pasa por encontrar una solución viable al pago de la deuda externa, este último tema se ha posicionado como uno de los elementos claves en la discusión reciente sobre política económica. Ello se ha traducido en la realización de foros, entrevistas y artículos, en las páginas web de diversa orientación política, como las de Prodavinci y Aporrea. En la página de Prodavinci, en el contexto del trabajo mencionado sobre la deuda, Victor Salmerón entrevistó a varios economistas a fin de escuchar sus opiniones. También el tema ha sido abordado en varias ediciones recientes del programa CNN Dinero, donde se ha entrevistado a economistas especializados en el área, a fin de poner en cuestión la capacidad de pago de Venezuela y las alternativas que se pueden manejar.

En el marco de esta discusión el diputado José Guerra ha venido insistiendo en que, a los precios del petróleo vigentes, la deuda es impagable. Así lo expresó en una entrevista realizada en una edición reciente del programa CNN Dinero. Según el diputado, ante esta situación el gobierno de Maduro ha optado por pagar la deuda utilizando las divisas requeridas para importar alimentos y medicinas, lo cual implica una solución que ha conllevado un costo social muy elevado. A juicio del economista es necesario encontrar una alternativa al pago de la deuda, que involucre un menor costo social. El diputado ha planteado, que una vez que la oposición llegue al gobierno, debe solicitar un refinanciamiento de la deuda.

Uno de los temas más neurálgicos, expuestos por los economistas entrevistados por Victor Salmerón en la página de Prodavinci, se relaciona con la necesidad de revisar las políticas económicas de controles que limitan la generación de divisas en las actividades diferentes al petróleo, lo cual permitiría compensar la alicaída oferta de moneda extranjera que provee PDVSA. Otro de los temas abordados se vincula con la necesidad de involucrar a los organismos multilaterales, como el Banco Mundial y el FMI, en la búsqueda de una solución al problema de la deuda venezolana. Este es un tema polémico dada la resistencia del régimen chavista a vincularse con estos organismos.

En la página de Aporrea Carlos Carcione, plantea el tema de la legitimidad de la deuda externa y de las opacas condiciones en las cuales la misma fue contraída y sugiere la necesidad de auditar la legitimidad y legalidad de la misma.

En síntesis el debate sobre la deuda externa ha implicado varios aspectos: el precario estado de PDVSA, la legalidad y legitimidad de la deuda, la capacidad de pago del gobierno, el elevado costo social de la estrategia de pago de la deuda por parte del régimen de Maduro, las políticas requeridas para impulsar la generación de divisas en áreas diferentes a las petroleras y la conveniencia de renegociar y refinanciar la misma en un eventual gobierno de la oposición.

Profesor UCV

La agonía de PDVSA

José E. Rodríguez Rojas

En la nueva situación del mercado petrolero, dominada por la sobreoferta, la OPEP ha perdido su capacidad de controlar los precios. La sobreproducción ha sido generada por una revolución tecnológica que ha impulsado la oferta de petróleo. Como parte de esta revolución el sistema de producción fracking ha cambiado las reglas de juego de la industria. En este contexto, el régimen bolivariano sumergió a PDVSA en un estado de postración, como consecuencia del cual la producción ha venido disminuyendo. En el entorno actual del mercado, dominado por bajos precios, la empresa es inviable y su producción continuará declinando, en una lenta agonía, a menos que se implementen reformas para adaptarla a la nueva situación del mercado.

En el pasado mes de marzo de este año CNN Dinero dedicó otro programa al tema petrolero. En esta oportunidad, entrevistaron al experto petrolero Evanán Romero, quien se desempeño como viceministro de energía y minas en el segundo gobierno de Rafael Caldera. El tema planteado por el entrevistador Xavier Serbiá, fue el relacionado con el comportamiento de los precios del petróleo y la incapacidad de los productores de la OPEP de generar una recuperación significativa de los mismos. El acuerdo de la OPEP impulsó los precios hasta un pico en enero, cuando rondaron los 60 dólares el barril, pero a partir de allí los precios comenzaron a bajar hasta ubicarse en alrededor de 50 dólares y la tendencia del mercado continuaba a la baja. El fracaso de la OPEP en controlar los precios, ha llevado al banco de inversión Goldman Sachs a concluir que ya la OPEP no es una organización “hacedora de precios sino una gran administradora de recursos petroleros”.

Ante estos planteamientos, el experto entrevistado señaló que el fracaso de la OPEP era normal en un mercado dominado por la sobreoferta de petróleo. Los avances tecnológicos, que han impulsado la oferta de petróleo, han cambiado las reglas del juego del negocio. Un elemento clave de esta revolución tecnológica es el sistema de fracturación hidráulica conocido como fracking, el cual ha contribuido a impulsar la producción de crudo de los Estados Unidos y convertido a este país en el primer productor de crudo del mundo. Según Romero, Arabia Saudita trató, en el año 2014, de cambiar esta situación y eliminar la producción basada en el fracking, a tal fin inundaron el mercado y bajaron los precios hasta llegar a los 26 dólares. Sin embargo, fracasaron en su propósito y lo que lograron fue presionar a los productores de fracking a incrementar su eficiencia y productividad. 60% de los pequeños productores basados en este sistema sobrevivieron. Las grandes empresas estatales de producción de crudo, como la de Arabia Saudita, fracasaron y debieron renunciar a su intento de eliminar el fracking, ya que su situación fiscal había sido afectada y era insostenible. Este evento fue un hito que reveló hasta qué punto los productores OPEP perdieron el control del mercado.

A continuación el entrevistador del programa señaló, que el sistema fracking también había sido afectado por los bajos precios, pues se vieron obligados a endeudarse. Si los precios bajan de 45 dólares los productores enfrentarán problemas de financiamiento, ya que los bancos cerrarían el grifo.

Ante esta posibilidad, Romero respondió que esto es correcto, la situación de ahora en adelante será de precios bajos y las perspectivas que se avizoran es que ahora van a entrar al fracking las grandes compañías transnacionales, que tienen recursos propios y no tienen que recurrir a los bancos. En consecuencia los pequeños productores serán desplazados. Esta es la prioridad de estas grandes compañías, que ya no están entrando en la explotación petrolera en el golfo, Siberia o Alaska. Estima que el precio no va a pasar de 65 a 70 dólares.

Al final de la entrevista, el experto petrolero señaló que esta nueva situación pone en un predicamento a las grandes empresas estatales productoras de petróleo. A su juicio estos dinosaurios corren el riesgo de desaparecer. Con estos niveles de precios no hay forma en que los estados puedan mantener estos parapetos ineficientes, burocráticos y dominados por la corrupción. Ellos van a desaparecer. Los que no incluyeron las reformas, caso PDVSA de Venezuela, van a desaparecer. Pemex de México está acelerando las mismas.

La aseveración de Romero sobre PDVSA es confirmada por varias fuentes. Por un lado el estado de postración de PDVSA ha sido reconocido por instituciones como el IESA. El jefe del Centro de Energía y Ambiente del IESA Francisco Monaldi y Diego Guerrero del mismo centro, han resaltado el declive de la producción de la estatal y los factores que han incidido en ello, destacando el descuido en cuanto a atender las necesidades de inversión y mantenimiento de la empresa. El régimen bolivariano cifró sus esperanzas en que la OPEP lograría un incremento sustantivo en los precios del petróleo y orientó los recursos para mantenimiento e inversión a otros fines, raspando la olla sin contemplación alguna. El incremento de la burocracia y la dispersión de la empresa en diversos propósitos diferentes al de una empresa petrolera, ha incrementado su ineficiencia. Adicionalmente a ello, el flujo de caja (flujo de efectivo) de la empresa se ha reducido, ya que una buena parte de la producción se destina a pagar los compromisos con China y otra parte a apoyar los compromisos del Pacto de San José y el apoyo a Cuba. El precario flujo de caja limita la posibilidad de que la empresa pueda afrontar los gastos de mantenimiento y la inversión necesaria para impulsar la producción y recuperarse.

Analistas de firmas financieras informaron recientemente, en la página de Bloomberg especializada en noticias de negocios y mercados, que PDVSA necesita un precio mínimo de 100 dólares para tener un flujo de caja que le permita realizar las inversiones requeridas para impulsar la producción y comenzar un proceso de recuperación. A los bajos precios, que se prevén dominarán el mercado, la empresa no es viable y su producción continuará declinando tal como lo afirma el experto entrevistado por CNN.

En síntesis, el chavismo ha llevado a la compañía petrolera a un estado de postración que pone en duda su sostenibilidad, en la nueva situación de bajos precios que dominarán el mercado petrolero de ahora en adelante. En consecuencia la agonía de PDVSA se prolongará en el tiempo, a menos que se emprendan reformas para adaptarla a las nuevas características del mercado.

Profesor UCV

El fracaso de la política petrolera

José E. Rodríguez Rojas

El mercado del petróleo tiende a ser excedentario, debido a ello predominarán los precios bajos. En este contexto, las grandes compañías estatales como las de Rusia y Arabia Saudita se adaptan a este entorno, combinando una estrategia de mejorar los precios con otra dirigida a lograr elevados niveles de producción, que les permitan mantener su posicionamiento en el mercado. La política del gobierno de Venezuela se ha centrado exclusivamente en mejorar los precios y ha dejado de lado la inversión en la industria, lo cual ha ocasionado un declive de la producción que impide una estrategia de posicionamiento en el mercado. En consecuencia, su ingreso tiende a disminuir y su participación en el mercado es cada vez menos relevante.

En el reciente mes de enero, el presentador del programa CNN Dinero Xabier Serbià, entrevistó al experto petrolero Jorge Piñón quien se desempeña como jefe del Centro de Energía y Ambiente de la Universidad de Texas en Austin. La entrevista se concentró en el informe recientemente publicado por British Petroleum (BP) sobre la situación del mercado petrolero. Piñón señaló que el informe, a pesar de ser emitido por una empresa, es reconocido por su objetividad por parte de la industria y los sectores académicos.

Según el informe de BP, los productores de petróleo deben acostumbrarse a que habrá precios bajos del petróleo en forma prolongada. BP argumenta que la principal causa por lo cual eso sucederá, es que habrá un exceso de petróleo en el mercado. Se mencionan 3 razones que provocan esto: 1) Hay más reservas, 2) La tecnología permite encontrar petróleo donde hace poco no se podía encontrar o no se podía sacar, 3) Hay menos demanda debido a que el consumo está orientándose cada vez más a energías alternativas y por una mayor eficiencia en el uso de la energía.

Añadió Jorge Piñón, que el consumo de petróleo en el sector eléctrico va a desparecer en los próximos 10 a 15 años, el petróleo se está reemplazando con el gas, el carbón y las energías renovables. 80 % del petróleo que se consume globalmente es para el sector del transporte. La mayor eficiencia del transporte y el ahorro de los consumidores va a mantener en un nivel menor el consumo de petróleo. El consumo de combustibles líquidos: gasolina, diesel y combustibles para aviones, no va a crecer al nivel que se esperaba según BP.

Como consecuencia de un mercado dominado por el exceso de oferta, el acuerdo de la OPEP tuvo un impacto limitado en el mercado. Los precios llegaron a un pico el 17 de enero de este año. Uno de los precios utilizados en la industria, el WTI, llegó a 58 dólares el barril y en marzo disminuyó a 48. El otro marcador de precio, el Brent llegó a rozar los 60 dólares y en marzo bajó a 50 por barril, en consecuencia la tendencia es a la baja. La Agencia Internacional de Energía dice que los inventarios siguen creciendo por lo cual los precios siguen bajos.

Según Piñón, las grandes compañías estatales se están ajustando a este escenario de bajos precios, el ajuste lo vimos a finales de año pasado cuando países como Arabia Saudita querían proteger su participación en el mercado indio y chino, que son los mercados de mayor crecimiento. El objetivo de estas compañías en este momento, no es solo el precio, sino la participación en el mercado para poder mantener su nivel de producción elevado en el futuro. En el mes de noviembre, Rusia fue por primera vez el principal suministrador de petróleo a China. Ello quiere decir que Arabia Saudita tendrá que luchar por mantener su participación en el mercado de India y China.

Venezuela, a diferencia de Arabia Saudita y Rusia, ha centrado su estrategia solo en la elevación de los precios y no en el posicionamiento del mercado. Esto último no es posible debido a la declinación de la producción de PDVSA. Disminución de la producción que se genera porque el gobierno ha descuidado a la industria y no ha hecho las inversiones y el mantenimiento necesario, confiado en que los precios se elevarán y de ese modo los ingresos de PDVSA se recuperarán. Lo anterior se deriva de lo planteado por Diego Guerrero del IESA en un artículo denominado “La vertiginosa caída de la producción petrolera venezolana”, en el cual plantea que “la política petrolera venezolana se ha concentrado en coordinar infructuosamente con los principales actores del mundo para recuperar el precio del petróleo. No obstante en lo interno la industria parece desatendida, pues no se dan pasos definitivos para estabilizar y aumentar la producción”.

Como consecuencia de la declinación de la producción, la presencia de Venezuela en el mercado petrolero es cada vez menos relevante. Hace pocos años se ubicaba entre los primeros diez productores de petróleo del mundo. Las últimas cifras publicadas, ubican a nuestro país en el puesto número 13. En los mercados de mayor crecimiento, como el de China, la participación no es relevante.

Guerrero, Diego. La vertiginosa caída de la producción petrolera venezolana”. Disponible en: iesa.edu.ve. Consultado el: 10 -4-2017.

Profesor UCV

La ONU y el desarrollo humano de Venezuela

José E. Rodríguez Rojas

En fecha reciente, un funcionario de las Naciones Unidas (ONU) entregó al presidente Maduro un certificado en el cual reconocían los logros del país en materia de desarrollo humano, que permitían ubicarlo en el puesto 71 del ranking de Desarrollo Humano de la ONU, el cual surge de una clasificación en función del Índice de Desarrollo Humano (IDH). Venezuela aparece en este ranking por encima de otros países de América Latina como Colombia, Brasil, México y Perú.

El índice de Desarrollo Humano (IDH) se basa en una peculiar definición del desarrollo humano, el cual se concibe como el proceso de incrementar las posibilidades de elección de una persona. Esto se refiere no solo a las posibilidades de elección que permita un mayor ingreso, sino a las posibilidades de elección razonables de las personas para desarrollar su potencial y llevar una vida creativa de acuerdo a sus necesidades e intereses. El ranking de los países según el IDH, se divide en un primer grupo con un IDH muy alto entre 1 y 0.800, un segundo grupo de países con un desarrollo humano alto entre 0.800 y 0.699, finalmente se ubican los países con IDH medio y bajo que poseen un IDH inferior a 0.700.

El IDH es elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el cual todos los años elabora un informe sobre los aspectos que integran su visión del desarrollo humano: salud, educación, situación laboral, situación de las mujeres. De estos el IDH privilegia tres: años de escolaridad, longevidad y nivel de vida. Elementos como la libertad política, derechos humanos básicos como el derecho a la vida y a la libertad de expresión, no son considerados como parte de esta visión del desarrollo humano. En consecuencia, el índice desde su definición es cuestionable, pues una dictadura como la cubana donde se imparte una educación ideológica que no prepara a las personas para ser productivas, o analíticas, sino para ser miembros de un comité de propaganda y leer proclamas de alabanzas al líder máximo de la revolución, es ubicada con un nivel educativo elevado. La precaria calidad de la educación no cuenta. Tampoco influye el hecho de que el pueblo cubano viva bajo un régimen permanente de carencias, racionamiento, cortes de luz eléctrica, por lo que Cuba aparece con un IDH superior a varios países latinoamericanos que poseen un nivel de vida superior al de la isla del Caribe

Otro problema con el IDH es que la información que toma la ONU en cuenta como base para su cálculo es la provista por los propios gobiernos. En el caso de los gobiernos dictatoriales o autoritarios se trata de cifras manipuladas por los organismos gubernamentales, sin ser contrastadas con fuentes no alineadas con los intereses del régimen. Como consecuencia de este procedimiento poco transparente, países como Irán son ubicados en el puesto 69 del ranking de la ONU con un IDH de 0.766 y Cuba en el lugar número 67, con un IDH de 0.769 superior al de Venezuela y varias naciones latinoamericanas, lo cual los ubica en el segundo grupo de países con un desarrollo humano elevado. Tanto en Cuba como en Irán, quien se atreva a cuestionar las cifras gubernamentales es acusado de algo similar a traición a la patria y encarcelado. No hay libertad de expresión y tampoco una prensa independiente que permita una discusión abierta de las bondades o limitaciones de las estadísticas gubernamentales y de la metodología utilizada para elaborarlos.

En el ranking de la ONU en base al IDH, Venezuela aparece con un índice elevado de 0,762 que la ubica por encima de varios países latinoamericanos. El elevado IDH, que el PNUD le asigna a Venezuela, revela que la ONU le confiere veracidad a la propaganda gubernamental que habla de avances sin precedentes en el plano educativo y de una política social que ha logrado disminuir los niveles de pobreza moderando el impacto de la inflación sobre los sectores de más bajos ingresos. Sin embargo, a pesar de la existencia de un gobierno con vocación autoritaria, existen fuentes alternativas generadoras de información confiable que permiten poner en evidencia el fraude gubernamental y la alcahuetería del PNUD. Nos centraremos en estos dos aspectos del IDH dejando a un lado el tema de la crisis humanitaria, a fin de no extendernos más allá de lo conveniente.

En relación a la educación, organizaciones como Provea describen en su último informe anual del 2016 el estancamiento de la matricula de educación primaria en la última década, señalando que el gobierno no logró su objetivo de universalización de la educación primaria, adicionalmente acotan que los elevados niveles de pobreza en el país ponen en riesgo la prosecución escolar y los nuevos ingresos. En cuanto a la educación universitaria, el gobierno se vanagloria de haber incrementado sustantivamente la matrícula universitaria, pero los que laboramos en ese medio sabemos que ello se ha hecho expandiendo la matricula en universidades de cuestionable calidad como la Bolivariana. En las universidades de mayor calidad como las autónomas, los niveles de deserción se han elevado a cifras que oscilan entre 60 y 40% debido a la mala formación de la educación media. El deterioro de las universidades se ha acentuado en los últimos años por la deserción profesoral, debido a la reducida capacidad de compra de los salarios que reciben los docentes y la política de cerco presupuestario que ha impuesto el ejecutivo.

El otro fraude gubernamental es el que tiene que ver con la disminución de la pobreza. El IDH aborda este aspecto a través de la temática relacionada con el nivel de vida, el cual depende del ingreso y la capacidad de compra, que resulta determinada por los precios. La elevada inflación, que ya ronda la hiperinflación, ha agudizado el deterioro de la capacidad de compra, lo cual se refleja en el incremento de los niveles de pobreza. Este fenómeno es subestimado por los organismos gubernamentales, como el Instituto Nacional de Estadística (INE), que la estiman en 32, 5% para el año 2014 y 33,05% para el 2015. Los organismos de la ONU como la CEPAL dan dicha cifra como cierta y es la que publican en el Anuario Estadístico de América Latina 2016 donde presentan una cifra de pobreza de 32,1% para Venezuela. Investigaciones desarrolladas por las Universidades Nacionales dan cifras muy superiores, que la ubican en 73% para el 2015 y 82% para el año 2016.

En síntesis, con una educación en profundo deterioro y con más del 80% de su población en situación de pobreza, con un grueso número de sus familias buscando comida en los trastos de basura, solo los malabarismos de los organismos gubernamentales venezolanos y la complicidad del PNUD pueden generar un IDH para Venezuela superior al de otras naciones latinoamericanas, hacia las cuales han emigrado cientos de miles de venezolanos huyendo del desastre creado por la revolución bolivariana.

Profesor UCV

¿Constituye la militarización del régimen un retorno a la dictadura de Pérez Jiménez?

José E. Rodríguez Rojas

En una de sus más recientes obras el caricaturista EDO de El Nacional, plasma la imagen del General Marcos Pérez Jiménez con un comentario en el cual se lee: “Aquí hace falta un Pérez Jiménez”, decían, y esos votos trajeron estos lodos. En los tiempos que corren, con un régimen fuertemente militarizado, algunos, como el caricaturista EDO, tienden a asimilar el mismo con un retorno al gobierno dictatorial del ex gobernante tachirense. A nuestro juicio esto es confundir la gimnasia con la magnesia, ya que la orientación política de ambos regímenes es diametralmente opuesta, así como las políticas económicas que impulsaron y la situación económica que ambos fomentaron.

En primer lugar Marcos Pérez Jiménez (MPJ) era anticomunista y un aliado declarado de los Estados Unidos, apoyándolo incluso en las aventuras que “el imperio” realizó, en ese momento, derrocando regímenes sospechosos de ser comunistas. Este fue el caso de la intervención de Estados unidos en Guatemala derrocando al gobierno del coronel Jacobo Arbenz, elegido democráticamente, el cual fue acusado de tendencias comunistas. La logística de la invasión fue coordinada por Pedro Estrada, jefe de la policía política venezolana, con el apoyo de las dictaduras de Trujillo y Somoza, logrando al final el derrocamiento de Arbenz y la imposición de una Junta militar.

En segundo lugar el tachirense fue un decidido aliado de la iniciativa privada, apoyando al sector privado a través de la política de sustitución de importaciones, que buscaba fomentar la industrialización del país, siguiendo las recomendaciones de la CEPAL, tal como lo hacían otros gobiernos latinoamericanos en esa época. Apoyó también las inversiones extrajeras, en particular las que realizaron las multinacionales en el área petrolera. Todo este esfuerzo fue reconocido por FEDACAMARAS y las compañías extranjeras que fueron beneficiarias de tal política.

El gobierno siguió las tesis de los intelectuales positivistas del régimen de Juan Vicente Gómez, uno de cuyos representantes más conspicuos fue Laureano Vallenilla Lanz. Su hijo Laureano Vallenilla Planchart fue integrante del gabinete de MPJ y ejerció una influencia decisiva en los planes de fomento a la inmigración del régimen. La tesis de los positivistas, y en particular de Alberto Adriani, era la de estimular la inmigración europea blanca a fin de disminuir el peso de la sangre negra en nuestro mestizaje. A juicio de Adriani el elevado peso de la negritud en nuestros genes era uno de las limitantes a nuestro desarrollo.

En consecuencia el gobierno incentivó la inmigración blanca europea, en particular la italiana. Cientos de miles de europeos llegaron a nuestras costas, huyendo de las penurias en sus países de origen. Esta inmigración estuvo orientada fundamentalmente a la industria de la construcción, que era una de las actividades más importantes impulsadas por el régimen para dinamizar la economía. La inmigración, en particular la italiana, se concentró en algunas zonas, como Maracay y sus alrededores, cambiando el paisaje humano de nuestra región, en particular de las clases medias. El gobierno incentivó el crecimiento económico utilizando los abundantes recursos petroleros que ingresaban al país, ya que el petróleo se había convertido en una pieza clave de la expansión económica del mundo occidental más desarrollado. En consecuencia se vivió un periodo de prosperidad, lo cual fue uno de los factores que atrajo a los cientos de miles de europeos que arribaron a nuestras costas. No fue desdeñable el bajo índice de inseguridad personal que existía en todo el territorio nacional, a lo cual contribuyó, probablemente, el carácter fuertemente represivo del gobierno.

En este contexto de apoyo a la iniciativa privada y fomento a la inmigración, el gobierno contribuyó a sentar las bases de una clase media empresarial en el campo venezolano, que produjera las materias primas y alimentos necesarios para las ciudades y el sector agroindustrial en expansión. Esta clase media se consolidó posteriormente con el proceso de reforma agraria que se inició en la década de 1960. Un programa clave en este proceso fue el programa de colonización de Turen, en el estado Portuguesa, el cual fue inicialmente concebido por Alberto Adriani en su condición de primer ministro de agricultura del país, durante el gobierno de López Contreras, en la década de 1930. En este programa, el gobierno de Pérez Jiménez buscaba utilizar las tierras de frontera agrícola a fin de crear una prospera clase media empresarial, que sirviera de barrera a la expansión del comunismo en el campo venezolano, como lo expresó el ex dictador en una de sus obras. De este modo Pérez Jiménez se oponía a la modernización de la agricultura en base al reparto de tierras a campesinos pobres.

Mientras el régimen de MPJ fue explícitamente anticomunista, el de Chávez- Maduro ha sido declaradamente pro comunista en su versión cubana. Mientras Pérez Jiménez apoyó la iniciativa privada el régimen chavista, en su orientación cubanófila, ha implementado políticas que se han orientado a hostigar al sector privado, entre las que destaca la Ley de Tierras, la cual persiguió la destrucción de la clase media empresarial del campo venezolano, que auspició el gobierno de MPJ en su momento. Estas políticas han generado una crisis de desabastecimiento y racionamiento, similar a la que se ha impuesto en Cuba desde inicios de los años 60 del siglo pasado.

Por otro lado, mientras el régimen de Pérez Jiménez estimuló la llegada al país de una ola masiva de inmigrantes de origen europeo, el régimen chavista ha estimulado una diáspora de venezolanos que se han desplazado al exterior, en una cuantía que algunos estiman en más de dos millones de personas. Los venezolanos que emigran lo hacen huyendo de la situación de inseguridad y penurias de todo orden que ha creado el régimen cubanófilo de Chávez-Maduro.

El gobierno de Pérez Jiménez fue un decidido aliado de los Estados Unidos, en contraste el régimen de Chávez- Maduro ha enrarecido nuestra relación con la potencia norteamericana, lo que ha provocado que nos colocaran en la lista de potenciales enemigos de ésta, al lado de países árabes terroristas, lo cual ha afectado nuestra condición de proveedor seguro de petróleo a los Estados Unidos, uno de los principales clientes de nuestras exportaciones y proveedor de materias primas y alimentos. Ello ha obligado a la potencia del norte a diseñar una política de autosuficiencia energética, como lo expresó el ex presidente Obama, “para no depender de nuestros enemigos”, grupo en el cual hemos sido ubicados en forma destacada.

En términos gruesos las políticas de MPJ fueron continuadas por el gobierno democrático de Rómulo Betancourt, quien mantuvo la política de industrialización a través de la sustitución de importaciones, el apoyo a la iniciativa privada y a la expansión de la clase media empresarial en el campo venezolano, así como una política de alianzas con los Estados Unidos, confirmando la posición de Venezuela como proveedor confiable de petróleo. Betancourt también mantuvo el sesgo anticomunista del gobierno de Pérez, planteando el aislamiento internacional del régimen de Fidel Castro y enfrentando el alzamiento armado de los grupos de ultraizquierda financiados por el sátrapa caribeño.

El régimen Chavista no guarda ninguna relación ni con el gobierno de Pérez Jiménez, ni con los gobiernos democráticos posteriores, en cuanto a las políticas económicas emprendidas y los resultados obtenidos. Meter en un mismo saco al régimen de Pérez Jiménez y al chavista, no nos permite considerar debidamente que además de un gobierno con un alto componente militar, el de Chávez-Maduro ha sido un régimen de izquierda, que ha buscado copiar las estrambóticas ideas del régimen de los Castro e implementarlas en Venezuela, con resultados similares a los que se han observado en Cuba y en los otros países socialistas que las llevaron a cabo.

Nota: la información sobre el gobierno de Pérez Jiménez fue tomada fundamentalmente de: Sierra, Manuel Felipe. 2010. Marcos Pérez Jiménez. Biblioteca Biográfica Venezolana, n° 112, C.A. Editora El Nacional.

Profesor UCV

Aquí se enseña a explotar la tierra, no al hombre

José E. Rodríguez Rojas

El título de este artículo aparecía inscrito en la entrada del edificio central de la Facultad de Agronomía de la UCV, cuando acudimos allí a formalizar nuestra inscripción en la sección de Control de Estudios, que se ubicaba en la misma construcción. Esta frase originalmente formaba parte de un mural elaborado por Diego Rivera, el cual se encontraba ubicado a la entrada de la Escuela Nacional de Agricultura (ENA) de México, que forma actualmente parte de la Universidad de Chapingo.

La frase citada, no tiene sentido en los mentideros profesionales en que me desenvuelvo. En las bases fundacionales de la economía hay un consenso según el cual, todos los factores que intervienen en el proceso de producción aportan valor y en contraprestación reciben una remuneración. La tierra contribuye a la generación de riqueza y por ello recibe una renta. El trabajador contribuye y en consecuencia recibe un salario. Por último, el empresario aporta valor y recibe un beneficio. La economía desde sus inicios se deslindó de este concepto de explotación, el cual es de origen marxista.

Para Marx, el único factor que crea valor es el trabajo. En consecuencia, el beneficio que obtiene el empresario equivale a una fracción del valor, generado por el obrero, que el capitalista se apropia. Surge así la figura de la explotación del trabajador por los dueños del capital, sobre la cual se funda la riqueza generada en las sociedades capitalistas. En el mundo del absurdo creado por Marx, los grandes empresarios innovadores que crearon las bases tecnológicas de la sociedad moderna, son vulgares parásitos explotadores. En esta categoría entrarían innovadores como Benjamin Franklin, Henry Ford y más recientemente Steve Job fundador de Apple y Bill Gates el creador de Microsoft.

Sin embargo, para Diego Rivera, la frase en cuestión está preñada de significado, ya que el famoso pintor era un fanático comunista, como lo eran buena parte de los muralistas y artistas mexicanos, los cuales, en los tiempos de ocio que le permitía su actividad artística, se dedicaban a militar en las brigadas de propaganda del Partido Comunista (PC) mexicano, que con el pasar del tiempo se convertirían en bandas armadas al servicio del déspota que dirigiera el régimen soviético. En ese momento los PCs, desperdigados alrededor del mundo, eran agencias de propagandas del régimen policiaco soviético, dirigido por Lenin, que luego derivaría en el régimen de terror encabezado por el pistolero georgiano Josepth Stalin, quien utilizaría estas organizaciones no solo para recabar información sobre sus enemigos, sino que también apelaría a ellas para liquidarlos físicamente. Los creadores y artistas mexicanos, que formaban parte de la periferia del PC mexicano, se convertirían en los perros de presa que Stalin utilizaría para esta labor. En honor a la verdad, Rivera se resistió a convertirse en uno de estos canes, por lo cual fue expulsado del PC mexicano.

A la entrada de la ENA mexicana, Rivera pinta varios murales en los cuales se observan bellas y exuberantes mujeres como imagen de la fecunda madre tierra, la cual está en el centro de una lucha entre una alianza revolucionara compuesta por obreros y campesinos, que el artista pinta en el fresco que encabeza la frase citada, donde se observa a un campesino estrechando la mano de un obrero. En otros frescos anexos se presenta a la alianza contra revolucionaria dominante representados por una alianza del capitalismo, el militarismo y el clero donde ubica a los propietarios de la tierra. El mural refleja un agrarismo primitivo, donde la tierra aparece disociada de la actividad financiera y empresarial, en contraposición a la realidad de la agricultura moderna, donde todos estos elementos aparecen integrados bajo la dirección del agricultor. Como expresión de su fanatismo, el pintor mexicano además de presentar a los personajes señalados, inserta en uno de los frescos las imágenes de la hoz y el martillo, así como una estrella roja, todos símbolos de la revolución rusa.

En consecuencia, la frase que nos recibe en la entrada del edificio central de la Facultad de Agronomía de la UCV, a inicios de la década de 1960, era originalmente parte de un “pasticho” formado por imágenes propias del agrarismo mexicano y la lucha por la tierra, que fue un elemento fundamental de la Revolución Mexicana, mezclado con la simbología característica del PC ruso, que en ese momento representaba los intereses del régimen policiaco soviético.

Si bien no fue explícito en muchos profesores, este “pasticho” agrarista estaba en el trasfondo de la enseñanza que recibíamos, donde el dinero y la actividad empresarial se veían como algo con connotaciones negativas, contrapuestos a la explotación de la tierra. En la medida, que los gobiernos de AD y COPEI implementaron la Reforma Agraria, esa formación académica no tuvo mayores inconvenientes, pues como fue evidente en los congresos de la disciplina de Administración de Empresas Agrícolas de ese momento, los agrónomos egresados de las universidades públicas deberían estar al servicio del campesinado y no de los empresarios privados. Se consolidaba así una visión de la formación de los agrónomos como servidores públicos, al servicio de las prioridades establecidas por el Estado Venezolano.

Mientras tanto, en la acera de enfrente, los médicos veterinarios eran formados con una mentalidad más abierta hacia la actividad privada, los negocios y el dinero. Por un lado, uno de los campos profesionales de los veterinarios era la clínica, que abarcaba un amplio espectro que incluía mascotas, costosos caballos de carreras o de paso, ganadería especializada y otro tipo de animales. Buena parte de esta actividad era privada y se remuneraba con el vil y odiado billete que nuestros estimados vecinos apreciaban con fervor. Por otro lado los veterinarios presionaron por diseñar instrumentos legales que establecieron restricciones en la realización de algunas actividades las cuales quedaron resguardadas como un campo exclusivo de su profesión. Desde su ingreso a la Facultad, el estudiante observaba como algo natural el ejercicio privado de la misma, pues los profesores que les impartían clases se desempeñaban en este tipo de actividades, que comenzaron a convertirse en referentes profesionales para los iniciados.

Una vez que la cultura del “pasticho” izquierdista, presente en los murales de Rivera, se entroniza en la Facultad de Agronomía de la UCV, la vida administrativa y académica de esta queda progresivamente en manos de grupos de izquierda, los cuales en un inicio constituían un grupo muy heterogéneo donde predominaban los sectores más tolerantes de tendencia democrática, cuya visión de la agricultura aceptaba la convivencia de las formas de producción campesinas, desarrolladas por la Reforma Agraria y las unidades de producción empresariales, tal como aparece en la propia Ley de Reforma Agraria de inicios de la década de 1960.

Progresivamente, la hegemonía de la izquierda recayó en sectores primitivos e intolerantes que profesaban un abierto rechazo a la actividad empresarial y a la tecnología moderna, llegando al extremo de plantear como su paradigma tecnológico el conuco, una especie de agricultura de subsistencia. Se retomó de nuevo a la visión agrarista primitiva de Rivera donde la tierra aparece disociada de la actividad empresarial y es objeto de un conflicto entre los sectores campesinos y los agricultores empresariales. Cuando surge el chavismo como fenómeno político y Chávez llega al poder, estos grupos rápidamente se movilizan para abrevar en esta corriente y se unen en forma entusiasta a la cacería de brujas contra los empresarios agrícolas que emprendió Chávez y su camarilla. En esta actividad destacó la Ley de Tierras, la cual ayudaron a justificar, contribuyendo a su aprobación e implementación, buscando así la liquidación de la clase media empresarial del campo venezolano. En la medida que estos sectores medios son los que generan la casi totalidad de la producción agrícola interna, este acoso derivó a la larga en un colapso de la producción que contribuyó a la crisis de abastecimiento que hoy padecemos.

Profesor UCV

Populismo e inflación

José E. Rodríguez Rojas

El peronismo dio inicio a un ciclo de gobiernos populistas en América Latina, los cuales incentivaron la inflación como un problema crónico. El chavismo se identifica en diversas formas con el peronismo, una de ellas es la utilización del Banco Central como la caja chica del gobierno, de este modo ha destruido la credibilidad del ente financiero transformándolo en una especie de gestoría que se dedica a tramitar las solicitudes del ejecutivo. El nombramiento de un cavernícola como Ricardo Sanguino, al frente del Banco Central de Venezuela, confirma lo degradado del cargo y la ruta que llevó al desastre económico del año pasado.

En un artículo previo analizamos la figura de Eva Perón como un personaje emblemático de la mezcla de reconcomio y poder en la política latinoamericana. Fue un personaje central del movimiento peronista en sus inicios y contribuyó a imprimirle a este sus rasgos distintivos. El peronismo surgió como un movimiento populista de naturaleza antidemocrática. La corrupción fue otra de sus lacras y Eva fue una muestra de ello, pues al fallecer poseía una inmensa fortuna. Contribuyó a destruir la credibilidad de una institución clave en la economía argentina, el banco central, presionándolo para que imprimiera dinero a fin de financiar sus obsesiones. Para muchos analistas el peronismo fue un factor clave en el declive de la economía argentina en las primeras décadas del siglo pasado. (ver: Rodríguez Rojas, José. 2017. Un nuevo reto para el chavismo. Digalo Ahí , n° 3, 8 de febrero)

El peronismo inició el ciclo de regímenes populistas en América Latina, los cuales implementaron políticas que tendían a impulsar la inflación como un problema crónico. En la medida que estas políticas se mantenían en el tiempo y se intensificaban, dio lugar a episodios de hiperinflación en Argentina, Brasil, Bolivia y otros países. Estas políticas impulsaron la inflación en diversas formas. En primer lugar, los gobernantes populistas presionaban al banco central a fin de que imprimiera dinero para financiar el gasto gubernamental, aumentos de salarios y las extravagancias de los líderes gubernamentales, como fue el caso de Eva Perón repartiendo dinero a diestra y siniestra en los barrios de Buenos Aires. Una vez que este dinero llega a manos de los consumidores incrementa su capacidad de compra presionando al alza los precios.

En segundo lugar los gobernantes populistas movidos por el reconcomio, como Eva Perón y su marido, canalizan su resquemor hacia los empresarios hostigándolos con políticas de control de precios, expropiaciones y otras acciones similares, lo cual provoca una contracción de la producción. Al final cuando los consumidores acuden al mercado con su capacidad de compra renovada, deben competir por menos productos, agudizándose aun más el alza de precios. Un tercer factor que impulsa la inflación son las modificaciones en el tipo de cambio, es decir en la relación entre la moneda nacional y una divisa como el dólar. Los gobiernos populistas implantan políticas de control de cambio que a la larga derivan en un mercado negro de divisas. Acá entran en juego las expectativas, en la medida que los ciudadanos al percibir un futuro oscuro y lleno de incertidumbres compran dólares, para abandonar el país o para ahorrar y protegerse. El dólar inicia así una danza imparable convirtiéndose en uno de los detonantes de la subida de precios. ya que los empresarios toman en consideración el tipo de cambio de este mercado para fijar los precios de los productos que generan y venden. En la medida que las políticas populistas se mantiene en el tiempo y se intensifican, la mesa está servida para una inflación desbordada y sus acompañantes: la escasez, la especulación y el mercado negro.

Si bien la inflación es impulsada por varios factores, en estas líneas queremos enfatizar el que tiene que ver con el exceso de dinero circulando en la economía. La solución reside en concederle al banco central (BC) una mayor autonomía y colocarlo en manos de expertos, para que lleve a cabo su labor: controlar el volumen de dinero en la economía ajustándolo a lo estrictamente necesario para el funcionamiento de la misma, haciendo caso omiso de las presiones del ejecutivo para imprimir dinero en función de su conveniencia. Los bancos centrales tienen diversos instrumentos a la mano para ello.

La conveniencia de concederle autonomía al BC lo ha entendido incluso la izquierda radical latinoamericana, como Lula Da Silva, quien durante su gobierno puso el BC brasileño en manos de un experto en finanzas, quien laboraba previamente en un banco de inversión en Estados Unidos. Evo Morales colocó en el Ministerio de Economía a un funcionario del BC boliviano, el cual apoyó la gestión de este instituto financiero que se ha caracterizado por su espíritu conservador en el manejo del dinero y la inflación.

Muchos analistas equiparan al chavismo con el peronismo en sus años iniciales, en la medida que ambos son movimientos populistas que surgieron en torno a un caudillo carismático de origen militar. La corrupción es otra de las lacras que los unifica; “con Perón aunque sea ladrón” gritaban los simpatizantes peronistas en las marchas de apoyo a su candidato. La utilización del BC como caja chica del ejecutivo es otro de los aspectos que los identifica. Debemos recordar el episodio en el cual el difunto comandante, en tono amenazante, pidió al Banco Central de Venezuela (BCV) dos millardos para el ejecutivo, los cuales fueron concedidos sin demora por los atemorizados directores del ente financiero.

El gobierno bolivariano ha vaciado de contenido la presidencia del BCV, transformándola en una especie de gestoría, cuya actividad fundamental es la de tramitar las solicitudes del ejecutivo. Siempre ha existido un personaje gris dispuesto a colocarse al frente de la degradada posición. El último fue Nelson Merentes un licenciado en matemáticas sin ninguna experticia en el área de finanzas. Esto ha contribuido a crear una caótica situación económica que ha sido analizada en una de sus ediciones recientes por la influyente revista The Economist, la cual pone de relieve una contracción económica del 18,6% en el 2016, que es mayor que la de Grecia en su peor momento; adicionalmente a ello se produjo una inflación del 800%. Ambas informaciones filtradas por el BCV a la agencia de noticias Reuters, según la mencionada revista.

Después de destacar la crítica situación económica la revista analizó el cambio en la presidencia del instituto financiero, señalando “que el cambio en la presidencia del BCV no augura mejores políticas”. Al resaltar la carencia de experticia en el tema del nuevo presidente del BCV, señala que éste es un “docente universitario marxista, que se ha desempeñado durante un largo periodo como un leal parlamentario del PSUV”. Confirmando su condición de gestor del cargo apunta que “tendrá menos influencia que Ramón Lobo, el nuevo Zar de la economía”, a quien describen como “un hombre con escasa experiencia en puestos gerenciales de alto nivel”.

Como lo hemos destacado el banco central es una institución clave para el logro de los equilibrios económicos fundamentales en una economía, en particular los que tienen que ver con la masa de dinero circulante, la cual tiene un efecto determinante en los precios y la inflación. El nombramiento de un cavernícola como Ricardo Sanguino al frente del BCV es una continuación de las decisiones de política económica que llevaron al desastre económico del año pasado, caracterizado por una contracción económica y una inflación jamás vista en la historia reciente de Venezuela. Ello augura un escenario donde probablemente se concreten las previsiones del Fondo Monetario Internacional, las cuales apuntan al inicio de un proceso de hiperinflación en el año en curso.

Profesor UCV

Un nuevo reto para el chavismo

José E. Rodríguez Rojas

La imagen de Eva Perón, que transmite el musical de Madona, está lejos de corresponderse con la realidad de una persona llena de resentimientos, degradada y corrompida. La idea que transmite el musical es de una personalidad trágica, precursora del feminismo y defensora de los pobres y desamparados. El chavismo tiene el reto en la actualidad de realizar una metamorfosis similar a la que hizo Madona y presentar una imagen fabulada de Chávez, escondiendo las lacras del personaje real.

Eva Perón inició su carrera como cabaretera en sitios de mala muerte. Intentó proseguir una carrera artística pero sus limitaciones personales la convirtieron en una actriz mediocre, por lo cual vio sus aspiraciones truncadas. Culpó de este fracaso, no a sus carencias personales, sino a los artistas de su entorno a los cuales juró perseguir y destruir si la vida le daba la oportunidad de hacerlo. En su deambular por los cabarets de mala muerte, en los cuales le tocó trabajar, conoció al capitán Juan Domingo Perón que se prendó de ella y la convirtió en su amante.

Perón con el tiempo llegaría a la Casa Rosada de Argentina, a la cual llevaría a Evita como su consorte convirtiéndola en primera dama y dándole la oportunidad de cumplir sus deseos y la promesa hecha a sí misma. Se dedicó a perseguir a los artistas a los cuales responsabilizaba por su fracaso y obligó a muchos a huir del país. Eva Perón no solo persiguió a sus colegas, sino que también contribuyó a construir el tinglado represivo del régimen peronista, del cual ella era parte fundamental.

Otra de las obsesiones de Eva Perón fueron los pobres argentinos a los cuales trató de socorrer con los medios a su alcance. En esta labor solía ordenar al Banco Central de Argentina que imprimiera pesos a granel, a fin de repartirlos entre los habitantes de los barrios pobres. Esta actividad, que se convirtió en rutinaria, al igual que acciones similares de su marido, destruyó la credibilidad de la institución financiera e incentivó una fuerte inflación, con efectos traumáticos sobre los sectores que Eva quería socorrer.

Eva Perón fue una mujer de salud frágil, incluso desde sus tiempos de cabaretera, cuando las penalidades y restricciones que vivió agudizaron su condición. Falleció en el poder y su funeral fue todo un acontecimiento. Al fallecer poseía 1200 plaquetas de oro y plata, una esmeralda de 48 quilates, 100 relojes de oro, otras piedras preciosas, acciones e inmuebles, todo ello valorado en decenas de millones de dólares. Ello confirma el dicho que el que parte y reparte le toca la mejor parte, además de la enorme corrupción existente en el peronismo. Una cabaretera que llegó al gobierno con una mano atrás y otra delante termino multimillonaria.

La mujer de Perón se convertiría en una leyenda, gracias a la propaganda del movimiento peronista y a la imagen que algunos artistas transmitieron, ya que Eva Perón no sería recordada como la mujer que persiguió y destruyó la vida de muchos colegas de ella, ni por su contribución al declive de la economía argentina, sino como una de las primeras feministas de sus país y por su activo papel como abnegada defensora de los pobres y desamparados. Esto la llevó a ser merecedora de un musical protagonizado por Madona. La duplicidad del personaje de Evita nos hace rememorar la novela de Oscar Wilde ”El retrato de Dorian Gray”, en la cual el personaje central llega a un pacto con el diablo gracias al cual su retrato, escondido en un desván, refleja las huellas del envejecimiento y las fechorías cometidas, mientras el personaje real que se desplaza a la luz del sol permanece eternamente joven y sin macula. Con el musical de Madona sucede algo similar, el personaje real con el cual convivimos en la actualidad es el de ficción creado por Madona, mientras el otro, que se corresponde con la Eva resentida y corrupta fue tirado al desván de la historia y allí permanece, mientras nosotros imploramos con Madona “no llores por mí Argentina”.

Un dilema similar enfrenta el chavismo en la actualidad, producto de una serie televisiva sobre Chávez que está próxima a transmitirse. Con un guion elaborado por Moisés Naím se produjo la obra “El comandante”, en la cual Naim aspira a presentar al difunto con sus cualidades, pero también con sus máculas. El actor que representa el papel de Chávez, interpretó previamente al narcotraficante Pablo Escobar. Esta es una de las razones por las cuales los dirigentes chavistas temen que se presente al difunto como un capo mafioso, la cual fue una de sus facetas. Ello le ha parecido inaceptable a Nicolás Maduro quien ha expresado que no se acepta hablar mal de Chávez, dando inició a una campaña en la administración pública con afiches y otras menudencias, donde se prohíbe hablar mal del difunto. Adicionalmente a ello, ha ordenado a los escritores y creadores tarifados del régimen, como Luis Brito García y Román Chalbaud, producir una serie de TV donde se nos presente un Chávez de ficción, una versión fabulada del personaje, un humilde llanerito que no mataba ni una mosca, en lugar del pillo de siete suelas que en realidad fue.

El gobierno con ayuda de sus tarifados está tratando de hacer algo similar a lo que hizo Madona con Evita, pero tiene al tiempo en su contra. Son muchos los lustros que han pasado desde la muerte de Evita, lo cual permite que la desmemoria y la biología, hagan su labor y que la mayoría de los afectados por el régimen peronista, ya fallecidos, no alcen su voz de crítica y protesta ante la metamorfosis del personaje que hizo Madona. En cambio, en el caso de Chávez los afectados por sus decisiones y acciones, como la elección de Maduro y la mafia de militares corruptos que organizó, estamos todavía vivos, lo que hace poco probable que la creación de un personaje de ficción sea creíble. Es probable que con el tiempo esto cambie y que el retrato de Chávez con un rictus de maldad en su cara, agobiado por la verruga y la obesidad, sea escondido en el cuartel de la montaña y a las generaciones venideras se le pueda presentar en forma creíble la imagen del inocente llanerito, defensor de los pobres y desamparados que no se robó un centavo.

Profesor UCV

Nota: la información sobre Eva Perón se tomó de una biografía del personaje elaborada por el historiador Enrique Krauze, publicada en su obra “Redentores”.

Un nuevo reto para el chavismo

José E. Rodríguez Rojas

La imagen de Eva Perón, que transmite el musical de Madona, está lejos de corresponderse con la realidad de una persona llena de resentimientos, degradada y corrompida. La idea que transmite el musical es de una personalidad trágica, precursora del feminismo y defensora de los pobres y desamparados. El chavismo tiene el reto en la actualidad de realizar una metamorfosis similar a la que hizo Madona y presentar una imagen fabulada de Chávez, escondiendo las lacras del personaje real.

Eva Perón inició su carrera como cabaretera en sitios de mala muerte. Intentó proseguir una carrera artística pero sus limitaciones personales la convirtieron en una actriz mediocre, por lo cual vio sus aspiraciones truncadas. Culpó de este fracaso, no a sus carencias personales, sino a los artistas de su entorno a los cuales juró perseguir y destruir si la vida le daba la oportunidad de hacerlo. En su deambular por los cabarets de mala muerte, en los cuales le tocó trabajar, conoció al capitán Juan Domingo Perón que se prendó de ella y la convirtió en su amante.

Perón con el tiempo llegaría a la Casa Rosada de Argentina, a la cual llevaría a Evita como su consorte convirtiéndola en primera dama y dándole la oportunidad de cumplir sus deseos y la promesa hecha a sí misma. Se dedicó a perseguir a los artistas a los cuales responsabilizaba por su fracaso y obligó a muchos a huir del país. Eva Perón no solo persiguió a sus colegas, sino que también contribuyó a construir el tinglado represivo del régimen peronista, del cual ella era parte fundamental.

Otra de las obsesiones de Eva Perón fueron los pobres argentinos a los cuales trató de socorrer con los medios a su alcance. En esta labor solía ordenar al Banco Central de Argentina que imprimiera pesos a granel, a fin de repartirlos entre los habitantes de los barrios pobres. Esta actividad, que se convirtió en rutinaria, al igual que acciones similares de su marido, destruyó la credibilidad de la institución financiera e incentivó una fuerte inflación, con efectos traumáticos sobre los sectores que Eva quería socorrer.

Eva Perón fue una mujer de salud frágil, incluso desde sus tiempos de cabaretera, cuando las penalidades y restricciones que vivió agudizaron su condición. Falleció en el poder y su funeral fue todo un acontecimiento. Al fallecer poseía 1200 plaquetas de oro y plata, una esmeralda de 48 quilates, 100 relojes de oro, otras piedras preciosas, acciones e inmuebles, todo ello valorado en decenas de millones de dólares. Ello confirma el dicho que el que parte y reparte le toca la mejor parte, además de la enorme corrupción existente en el peronismo. Una cabaretera que llegó al gobierno con una mano atrás y otra delante termino multimillonaria.

La mujer de Perón se convertiría en una leyenda, gracias a la propaganda del movimiento peronista y a la imagen que algunos artistas transmitieron, ya que Eva Perón no sería recordada como la mujer que persiguió y destruyó la vida de muchos colegas de ella, ni por su contribución al declive de la economía argentina, sino como una de las primeras feministas de sus país y por su activo papel como abnegada defensora de los pobres y desamparados. Esto la llevó a ser merecedora de un musical protagonizado por Madona. La duplicidad del personaje de Evita nos hace rememorar la novela de Oscar Wilde ”El retrato de Dorian Gray”, en la cual el personaje central llega a un pacto con el diablo gracias al cual su retrato, escondido en un desván, refleja las huellas del envejecimiento y las fechorías cometidas, mientras el personaje real que se desplaza a la luz del sol permanece eternamente joven y sin macula. Con el musical de Madona sucede algo similar, el personaje real con el cual convivimos en la actualidad es el de ficción creado por Madona, mientras el otro, que se corresponde con la Eva resentida y corrupta fue tirado al desván de la historia y allí permanece, mientras nosotros imploramos con Madona “no llores por mí Argentina”.

Un dilema similar enfrenta el chavismo en la actualidad, producto de una serie televisiva sobre Chávez que está próxima a transmitirse. Con un guion elaborado por Moisés Naím se produjo la obra “El comandante”, en la cual Naim aspira a presentar al difunto con sus cualidades, pero también con sus máculas. El actor que representa el papel de Chávez, interpretó previamente al narcotraficante Pablo Escobar. Esta es una de las razones por las cuales los dirigentes chavistas temen que se presente al difunto como un capo mafioso, la cual fue una de sus facetas. Ello le ha parecido inaceptable a Nicolás Maduro quien ha expresado que no se acepta hablar mal de Chávez, dando inició a una campaña en la administración pública con afiches y otras menudencias, donde se prohíbe hablar mal del difunto. Adicionalmente a ello, ha ordenado a los escritores y creadores tarifados del régimen, como Luis Brito García y Román Chalbaud, producir una serie de TV donde se nos presente un Chávez de ficción, una versión fabulada del personaje, un humilde llanerito que no mataba ni una mosca, en lugar del pillo de siete suelas que en realidad fue.

El gobierno con ayuda de sus tarifados está tratando de hacer algo similar a lo que hizo Madona con Evita, pero tiene al tiempo en su contra. Son muchos los lustros que han pasado desde la muerte de Evita, lo cual permite que la desmemoria y la biología, hagan su labor y que la mayoría de los afectados por el régimen peronista, ya fallecidos, no alcen su voz de crítica y protesta ante la metamorfosis del personaje que hizo Madona. En cambio, en el caso de Chávez los afectados por sus decisiones y acciones, como la elección de Maduro y la mafia de militares corruptos que organizó, estamos todavía vivos, lo que hace poco probable que la creación de un personaje de ficción sea creíble. Es probable que con el tiempo esto cambie y que el retrato de Chávez con un rictus de maldad en su cara, agobiado por la verruga y la obesidad, sea escondido en el cuartel de la montaña y a las generaciones venideras se le pueda presentar en forma creíble la imagen del inocente llanerito, defensor de los pobres y desamparados que no se robó un centavo.

Profesor UCV

Nota: la información sobre Eva Perón se tomó de una biografía del personaje elaborada por el historiador Enrique Krauze, publicada en su obra “Redentores”.