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José E. Rodríguez Rojas

El milagro económico boliviano

José E. Rodríguez Rojas

Evo Morales, el ex dirigente cocalero boliviano, enfrentó en el año 2016 un referéndum que le permitiría ir, una vez más, a la reelección presidencial. A la hora de solicitar el apoyo de la población a sus aspiraciones de continuar en el poder, Morales no recurrió a promesas vacías, como la de de continuar la implantación del socialismo del siglo XXI o la fundación de las bases de un estado comunal. El dirigente pidió el voto en función de su obra de gobierno, como es lo tradicional en una democracia. Argumentó, en consecuencia, que durante su mandato la pobreza se había reducido sustantivamente pasando de 38% a 18% y la actividad productiva había dado un salto, lo cual se reflejaba en el incremento del Producto Interno Bruto, el cual se había cuadruplicado ascendiendo de 8.000 a 33.000 millones de dólares.

Durante su mandato, los ingresos provenientes de los impuestos a las multinacionales que producen y exportan gas se habían multiplicado, gracias al incremento de las exportaciones a Argentina y Brasil y al aumento de los impuestos a dichas multinacionales. Los ingresos fueron utilizados para fortalecer la infraestructura del país en carreteras, hospitales, escuelas. Esto se dio en un contexto en el cual se produjo un manejo prudente de la economía lo que se tradujo en tasas de inflación relativamente bajas. Jeffrey Weber un politólogo canadiense señaló que “las tasas de inflación han sido contenidas a niveles que mantendrían a Milton Friedman descansando en paz en su tumba” (Friedman fue el fundador del monetarismo, una corriente muy influyente sobre el origen de la inflación).

La habilidad y prudencia de Morales en el manejo de la economía ha sido reconocida por la prestigiosa revista The Economist, contrastándola con los despropósitos de otros dirigentes de izquierda de la región, haciendo referencia velada a los líderes venezolanos.

Diversas publicaciones internacionales hablan de un milagro económico en la pequeña nación latinoamericana y se interrogan sobre las razones del éxito del ex dirigente cocalero, reconociendo como ciertos sus logros.

Según el influyente diario estadounidense The Wall Street Journal, la respuesta se encuentra en la habilidad de Morales de conformar un equipo económico, a la cabeza del cual se encuentra Luis Alberto Arce, quien se ha desempeñado durante la gestión de Morales como Ministro de Economía. Arce es un funcionario surgido de las instituciones económicas bolivianas, formado en el Banco Central de este país, donde ascendió e hizo carrera, llegando a puestos gerenciales. Arce es un hombre de izquierda, como Morales, pero en el plano económico se ha caracterizado por ser pragmático y ajustado a las pautas del liberalismo clásico en materia monetaria para el control de la inflación, flagelo este que diezmó a la economía boliviana a principios de los años 80.

Morales en su gestión tuvo que superar la tentación de confiscar y expropiar empresas, tal como lo hicieron sus correligionarios venezolanos. Aconsejado por Arce, lejos de hostigar a la empresa privada la apoyó, en particular a las empresas de capital extranjero, lo cual ha favorecido la inversión extranjera en Bolivia e incentivado la presencia de compañías extrajeras de diversa índole como: Petrobras, Repsol, British Gas, Canadian Energy, Starbuck’s, Hard Rock Café, KFC, y TGI Fryday’s. .

Morales y su equipo han sido previsivos y han aprovechado el incremento en las exportaciones de gas a fin de aumentar las reservas internacionales, previendo un descenso en el precio de las exportaciones de ese país o del volumen de las mismas. Las reservas internacionales se han elevado hasta representar una cifra cercana a 50% del PIB, uno de los índices más elevados del mundo.

Como lo hemos mencionado, el éxito económico de Morales se ha sustentado en la conformación de un equipo económico competente y a su capacidad de interactuar con los miembros de mismo y escucharlos, haciendo caso omiso de las tentaciones populistas. En ese sentido ha seguido el ejemplo de Ignacio Lula Da Silva, alineándose con la concepción de política económica seguida por el gobernante brasileño y concebida por el intelectual y ex presidente Fernando Henrique Cardozo. En consecuencia los dirigentes bolivianos se han movido, en el plano económico, en la órbita de influencia de la izquierda brasileña y no en la de la izquierda bolivariana venezolana, aunque aparentemente han copiado su discurso.

A la luz de la experiencia boliviana es necesario destacar, en el caso de nuestro país, la incapacidad de Maduro y su entorno de conformar un equipo económico que permita alcanzar logros similares a los del ex dirigente cocalero boliviano. Lejos de ello, la incompetencia de su equipo económico es uno de los elementos que ha contribuido a agravar la crisis que enfrentamos los venezolanos desde hace varios años. Dicha incompetencia se reveló recientemente, en la desastrosa manera como se llevó a cabo la sustitución de los viejos billetes de 100 Bs. por los de nueva denominación,

El reto que enfrenta Bolivia en la actualidad es de naturaleza democrática, dada la decisión de Morales de aspirar a la reelección, a pesar de haber perdido el referéndum. Sin embargo, dada la positiva obra de su gobierno, el gobernante boliviano no está solo en sus aspiraciones pues un importante sector de la población lo apoya.

El reto democrático en Venezuela es mayor, dada la desastrosa obra del gobierno de Maduro que ha empobrecido a la sociedad venezolana y destruido la economía; a pesar de ello mantienen sus aspiraciones de eternizarse en el poder en contra de la voluntad de más del 80% de la población.

Profesor UCV

El discurso y la práctica económica de los países del ALBA

José E. Rodríguez Rojas

En un artículo previo resumimos los planteamientos del economista Francisco Rodríguez, quien labora para la firma de inversión estadounidense Torino Capital. Este profesional, cercano al gobierno chavista, dirigió la elaboración de un Plan Económico para Venezuela bajo el auspicio de Unasur, entre mayo y junio de este año (Ver: Rodríguez R., José E. “La influencia del partido político español Podemos en el gobierno de Maduro”. Dígalo Ahí, N° 8, diciembre 28, 2016)

En dicho plan Rodríguez plantea un conjunto de acciones para la instauración de un sistema de precios más acorde con una economía de mercado, acompañado de una unificación cambiaria, que permita a los empresarios el logro de rentabilidades que los estimulen a permanecer en la actividad productiva. Estas y otras medidas estarían orientadas a estimular el desarrollo de una economía de mercado menos intervenida y más funcional. Estas acciones estarían acompañadas de una política redistributiva, consistente en un programa de transferencias monetarias a los sectores de menores ingresos. Según Rodríguez este tipo de política económica es la que predomina en los países del ALBA, como Bolivia, Ecuador y Nicaragua.

Los planteamientos de Rodríguez son corroborados por el Banco Mundial, el cual señala que estos países han hecho un manejo prudente de la política macroeconómica, lo cual ha determinado el logro de niveles de inflación significativamente por debajo de los de Venezuela y elevados niveles de crecimiento económico. En el cuadro que presentamos a continuación, podemos observar que las cifras de inflación de los países allí incluidos se ubican alrededor del 4% anual y las tasas de crecimiento del PIB son relativamente elevadas, en particular en el caso de Bolivia y Nicaragua.

Inflación y crecimiento económico en los países del ALBA durante el año 2015.

Bolivia

Ecuador

Nicaragua

Inflación (%)

4,1

4,0

4,0

Crecimiento del PIB (%)

4,8

O,2

4,9

Fuente: Banco Mundial.

Baste citar, como un ejemplo, el caso de Bolivia que, según la revista The Economist, ha utilizado las exportaciones de gas para estimular su crecimiento económico, el cual se espera alcance en el 2017 una tasa del 3,9% de aumento del PIB, ello con una tasa de inflación de 4,6%. Al mismo tiempo, han aprovechado las mencionadas exportaciones para fortalecer sus reservas internacionales y prepararse así para una eventual caída en los pecios de exportación.

Llama la atención que los líderes de los países del ALBA como Morales, Correa y Ortega no vacilan en asistir a las reuniones en Cuba, donde declaran su apego a la revolución y su voluntad de luchar contra el capitalismo en todos los terrenos. De igual modo no perdían oportunidad para viajar a Venezuela, a recoger los cheques que dadivosamente el difunto comandante les entregaba, suscribiendo al mismo tiempo su lucha contra el neoliberalismo y el capitalismo. De regreso a sus países sufrían en pleno vuelo una metamorfosis, transformándose en gobernantes prudentes, que instrumentaron en sus países políticas monetarias, enmarcadas en el liberalismo más clásico, para fortuna de sus pueblos.

De regreso a sus países sufrían en pleno vuelo una metamorfosis, transformándose en gobernantes prudentes, que instrumentaron en sus países políticas monetarias, enmarcadas en el liberalismo más clásico, para fortuna de sus pueblos.

Mientras, en nuestro país, los desatinos de Chávez y sus seguidores, tratando de instrumentar una economía con controles draconianos al estilo soviético, nos han conducido a una inflación desbocada que este año se estima en 530% según la firma Econométrica. Con unas expectativas para el año entrante de 484% según la revista The Economist, acompañada de una contracción económica del -7% según la misma fuente. Al mismo tiempo que nuestras disponibilidades de divisas se han reducido dramáticamente, lo que aunado a una corrupción descomunal, nos ha sumido en una crisis humanitaria nunca vista.

Si bien a los países del ALBA los unifica un discurso antiliberal y anticapitalista, cuando examinamos de cerca las políticas económicas que instrumentan, nos percatamos que detrás del discurso hay dos concepciones de la política económica que fragmenta al grupo. La política económica de los países como Bolivia, Ecuador y Nicaragua se apartan del discurso general, implementando acciones orientadas al control de la inflación; muy similares a las llevadas a cabo en Brasil por Fernando Henrique Cardozo y Lula, que se encuadran con el liberalismo clásico y que han logrado exitosamente el control de las presiones inflacionarias, estimulando a su vez niveles relativamente elevados de crecimiento económico. Mientras, Venezuela se ha apartado de ese camino, enrumbándose hacia una economía de controles de toda naturaleza, que ha potenciado la inflación y provocado una contracción de la actividad económica que se prolonga en el tiempo.

Profesor UCV

La influencia del partido político español Podemos en el gobierno de Maduro

José E. Rodríguez Rojas

La influencia del partido español Podemos en el gobierno Chavista, generosamente recompensada con los petro y narcodolares del gobierno bolivariano, comenzó cuando Chávez era presidente y Monedero la figura más visible de este grupo político. En el periodo más reciente, la presencia de Alfredo Serrano Mancilla como influyente asesor del Gobierno, es la que ha prevalecido. Según el influyente diario The Wall Street Journal, Serrano aboga por un reforzamiento de los controles de precios. El asesor español aconseja fortalecer aún más los controles, como los que se han desarrollado sobre la fabricación y el suministro de alimentos. Se opone a la devaluación y a otras medidas similares, orientadas a desmontar los controles y estimular una economía de mercado. Para el asesor de Podemos, la guerra económica, que a su juicio enfrenta el gobierno de Maduro, es resultado de una burguesía importadora que incrementa los precios indiscriminadamente.

Señala The Wall Street Journal, que el ascenso de Serrano como asesor, se ha dado a expensas de otros asesores, los cuales han instado al gobierno a tomar medidas más convencionales para reducir los controles, liberalizar la economía y evolucionar hacia una economía de mercado más funcional. En este contexto la influencia de Serrano está generando conflictos al interior del gobierno de Maduro. Así se deduce de una entrevista reciente al economista Francisco Rodríguez, quien labora para la firma de inversiones estadunidense Torino Capital. Rodríguez es un profesional cercano al gobierno, lo cual se refleja en las declaraciones dadas al periódico Tal Cual recientemente. En ellas revela que coordinó el Plan Económico de Unasur para Venezuela, en mayo y junio. En dicho Plan se recomienda la restauración del sistema de precios relativos, lo cual incluye una unificación cambiaria bajo un esquema de libre flotación, y la transformación de la regulación, de tal manera que permita la fijación de precios consistentes con una rentabilidad apropiada a un tipo de cambio realista. El segundo punto del Plan incluye la normalización gradual de los precios de la gasolina, electricidad y otros bienes del Estado, orientado a reducir el déficit fiscal y disminuir las necesidades del gobierno de imprimir dinero, generando más inflación. El tercer punto consiste en ir a un sistema de subsidios directos, a través de las transferencias a las familias más necesitadas mediante una tarjeta electrónica. Luego, una política orientada a una renegociación de la deuda pública externa, que permita aligerar los pagos de vencimiento a corto plazo y recuperar el acceso a los mercados internacionales. En síntesis, se trata de recomendaciones al gobierno para que la economía evolucione hacia una economía de mercado menos intervenida y más funcional.

Rodríguez aclara que se trata de un plan estructural, en otras palabras no tiene sentido implementar algunas de la medidas recomendadas en forma aislada del conjunto. Es lo que ha hecho el gobierno de Maduro, el cual ha llevado a cabo algunas de las iniciativas, pero sin tomar en cuenta su relación con la propuesta global. Rodríguez pone como ejemplo de esto, que el gobierno ha tratado de impulsar el programa de la tarjeta de misiones socialistas, que tiene algunos de los elementos de diseño incluidos en el Plan de Unasur que ellos han recomendado. Sin embargo, señala Rodríguez, si este programa no se puede financiar en base a mayores ingresos, va a ser muy reducido en su cobertura e impacto o va a generar más inflación.

El Plan en cuestión, logró el respaldo de Miguel Pérez Abad antes de ser defenestrado del gobierno, sin embargo contó con la oposición de otros funcionarios del gobierno. Declara Rodríguez a continuación, que “Dentro del gobierno hay quien quiere una economía centralmente dirigida, como las del bloque soviético, pero eso va en dirección contraria a lo que nosotros planteamos, que era ir a una economía que reconociese el funcionamiento del sistema de precios de los mercados pero manteniendo un fuerte espacio para la intervención del Estado con políticas redistributivas, más parecido a Bolivia, Nicaragua, Ecuador”; pero ello ha enfrentado la oposición de otros asesores del gobierno que han torpedeado la implementación de sus recomendaciones. Cuando Rodríguez plantea que hay, en el gobernó de Maduro, quien quiere una economía centralmente planificada como la soviética y ha torpedeado su propuesta, no menciona a Serrano, pero lo retrata; ya que el asesor español fue determinante en el rechazo de la propuesta de Unasur por parte del gobierno, según The Wall Street journal.

En conclusión, en el gobierno de Maduro existen dos visiones de política económica en conflicto. Una, dominante en los países de la Alianza Bolivariana de Naciones (ALBA), orientada a estimular una economía de mercado menos intervenida, acompañada de políticas redistributivas; otra, donde predominan los controles de precios y de las principales variables macroeconómicas, aunado a un permanente hostigamiento a la empresa privada, a la cual se le acusa de impulsar una guerra económica. Esta última, defendida por los asesores de Podemos, como Alfredo Serrano, es la que ha predominado generando, una inflación desbocada y una crisis humanitaria nunca vista en el país.

Nota: los señalamientos de Francisco Rodríguez fueron tomados de: Tal Cual. 2016. “Francisco Rodríguez. Ha habido un ajuste ineficiente”. 23-12-2016.

Profesor UCV

Los sindicatos y la destrucción de la universidad

José E. Rodríguez Rojas

Los sindicatos han jugado un papel como factores de transformación en algunos países. Así fue el caso de Polonia, bajo el régimen comunista, en el cual el sindicato Solidaridad y el sindicalista Lech Walesa desempeñaron un rol determinante. También ha ocurrido en otros países como Brasil, donde un sindicalista, Ignacio Lula Da Silva, dirigió un gobierno que impulso programas sociales que sacaron a millones de personas de la pobreza, haciendo de Brasil un país menos desigual.

Sin embargo, en algunas sociedades industrializadas los sindicatos se han convertido en mafias que legitiman el sistema. Cuando el presidente John F. Kennedy se lanzó a la campaña presidencial, necesitaba el apoyo de los sindicatos para lograr su propósito. A tal fin recurrió a un miembro de su entorno, el cantante Frank Sinatra, a fin de que contactara a uno de los capos de la mafia de origen italiano, quien controlaba los sindicatos.

Otro ejemplo de los sindicatos como organizaciones mafiosas, es el caso de los sindicatos de la construcción venezolanos los cuales en su competencia por la adjudicación de obras públicas, llegan al extremo de recurrir a sicarios para asesinar a los sindicalistas de la competencia. Como consecuencia de ello, han sido asesinados más de 400 sindicalistas durante el régimen bolivariano.

A continuación, nos centraremos un caso en el cual las organizaciones sindicales venezolanas actúan como legitimadoras del sistema. Se trata de los sindicatos universitarios, los cuales en su lucha por una contratación colectiva, crean la ilusión que a través de este tipo de negociaciones se puede compensar los efectos de la inflación en la capacidad de compra. Las cifras que hemos estado presentando en anteriores artículos, evidencian que la contratación colectiva lo que ha hecho es prolongar en el tiempo el proceso de deterioro de la capacidad de compra de los trabajadores universitarios. La tendencia desde el año 2001 hasta Marzo del 2016, muestra que la proporción de la canasta básica (CB) que un profesor con categoría de agregado podía adquirir, descendió de 109% en el año 2001 a 14% en Marzo del 2016 (Ver: Rodríguez Rojas. 2016. La lucha gremial y el salario universitario. Dígalo Ahí, 31-05-2016).

En el periodo más reciente la tendencia señalada se mantiene, pues la proporción de la CB que un profesor agregado puede adquirir no supera el 20% (Ver Cuadro 1).

Cuadro 1. Evolución del salario de un profesor con categoría de agregado, como proporción de la canasta básica del CENDAS, entre marzo y septiembre del 2016.

Marzo del 2016

Mayo del 2016

Septiembre del 2016

Valor Canasta Básica CENDAS en Bs.

203.944

303.615

542.413

Ingreso Profesor (Bs)

28.000

61.120

106.680

Proporción(%) Ingreso/CB

14

20,1

19,66

Fuente: Prensa nacional; Cálculos propios.

Nota: el ingreso del profesor incluye el bono de alimentación

En consecuencia, el profesor activo debe buscar fuentes de ingreso fuera de la universidad que le permitan sufragar el 80% restante de la CB. Como resultado de ello, en las universidades se ha desarrollado un ausentismo crónico, que ha llevado también a la renuncia de cientos de profesores, quienes han emigrado a otras instituciones y latitudes en busca de una remuneración acorde con sus credenciales.

La institución universitaria se ha ido descapitalizando progresivamente y sus autoridades ven, en forma impotente, como recursos humanos de elevada calificación abandonan la institución, dejando cátedras y laboratorios al garete. Mientras tanto los sindicatos, en forma cómplice, han constituido una alianza con los sectores gubernamentales llegando a acuerdos que presentan como un triunfo de la clase trabajadora, cuando en realidad se trata de arreglos que han llevado a la universidad y a los profesores a la ruina.

Ante la inminencia de la discusión de la III Convención Colectiva entre los sindicatos y el gobierno, la Federación de Asociaciones de Profesores universitarios (FAPUV) lanza la equivocada idea de que la solución son las normas de homologación. Señalan que el problema es que dichas normas no se han aplicado adecuadamente, afirmando a continuación que fue la aplicación de dichas normas lo que condujo al mejoramiento de la capacidad de compra de los trabajadores universitarios en el año 2001.Esta afirmación de FAPUV está lejos de la realidad y revela la confusión en que está sumergida nuestra dirigencia gremial. Como lo hemos planteado en el artículo ya citado, la recuperación de la capacidad de compra de los trabajadores universitarios en el año 2001 se debió a una política económica orientada al control de la inflación. Esta política, enmarcada en la Agenda Venezuela, logró disminuir la inflación a 12 % en el año 2003. En este contexto las mejoras logradas mediante las negociaciones impulsadas por los sindicatos y las asociaciones de profesores, se tradujeron en incrementos en la capacidad de compra de los trabajadores universitarios.

Desafortunadamente los sindicatos universitarios han desechado la idea de presionar al gobierno para que instrumente una política anti inflacionaria, como la que se contempló en la Agenda Venezuela. En su lugar han optado por legitimar la situación actual, sentándose en una mesa de negociación que parte desde un inicio por aceptar la elevada inflación que padecemos y la política gubernamental que la impulsa, como un dato incuestionable. Al final la negociación conducirá a más de lo mismo: aumentos salariales que los devorará la inflación antes de que se concreten, deserción profesoral y descapitalización de las universidades.

Profesor UCV

Perspectivas económicas 2017

José E. Rodríguez Rojas

Durante estos meses finales del año, las cámaras y asociaciones empresariales suelen convocar reuniones con el propósito de escudriñar sobre lo que sucederá en el ámbito económico en el futuro inmediato. Igualmente el gobierno, las consultoras especializadas y algunos bancos de inversión extranjeros arrojan pronósticos sobre crecimiento económico, inflación, precio del petróleo, disponibilidad de divisas y desabastecimiento. Esto abre una polémica en la cual pretendemos incursionar haciendo al final un balance de ésta.

En el contexto indicado el ministro de Comercio Exterior Jesús Faría previamente indicó, en declaraciones recientes, que el año 2017 será de recuperación económica. “Esperamos crecer entre 1,5 y 2 puntos del Producto Interno Bruto (PIB)”. El PIB se define como el valor monetario del total de productos y servicios generados en un país en un año determinado. En consecuencia, el ministro lo que quiso decir es que el valor de lo producido en el país se incrementará entre 1,5 y 2%. Además Faría añadió que “El año que viene será el año de la recuperación y de la estabilización de indicadores importantes como la inflación, la especulación, con esos dos elementos el abastecimiento quedará resuelto de una manera progresiva”. Si bien en el caso del comportamiento del PIB fue preciso indicando cifras, no ocurrió lo mismo con la inflación. De todas maneras el ministro ha afirmado en diversas declaraciones que la inflación disminuirá así como la escasez.

El ministro Faría lo que hace es reproducir las estimaciones hechas por el economista venezolano Francisco Rodríguez, del banco de inversión estadounidense Torino Capital, quien proyectó el crecimiento económico para el año que viene en 1,9%. Esto, parece inferirse de la información de prensa, sería consecuencia de los nuevos ingresos aportados por las mejoras en el precio del petróleo. No queda claro, en esta recuperación, el rol que Rodríguez le atribuye a las políticas gubernamentales. Francisco Rodríguez es un economista cercano al gobierno, por lo que sus declaraciones, no están ajenas a un sesgo producto de estas vinculaciones.

Conindustria, organización integrante de Fedecamaras que agrupa a los industriales venezolanos, convocó su asamblea anual centrándose en el tema de las “Perspectivas económicas 2017”. El presidente de Conindustria señaló que la capacidad utilizada de la industria es del 35%, es decir que la capacidad ociosa del parque industrial supera los dos tercios. Se trata en consecuencia de un parque próximo a la parálisis total. Ello, según el presidente de la organización, es consecuencia de la escasez de divisas, la política de control de precios, y la inflación desbocada. Tradicionalmente en la asamblea anual se hace un sondeo entre los industriales participantes, en el cual se trata de averiguar cuáles son sus expectativas para el año próximo en cuanto a crecimiento económico, inflación y valor del dólar. Los resultados del sondeo arrojaron que los participantes esperan una contracción del PIB del orden del 4,4%, una inflación estimada en 1.215% y un valor del dólar Simadi de 1.620 Bs. A estas alturas podemos concluir que los industriales tienen una visión radicalmente diferente a la del ministro Faría y el economista Francisco Rodríguez. Lejos de ver una recuperación económica en el horizonte visualizan una contracción, menor a la de este año que superará el 10%, pero lejos de la recuperación económica estimada por el gobierno. Las presiones inflacionarias no disminuirán sino que entraremos en el terreno de la hiperinflación. Uno de los tipos de cambio controlados por el gobierno, el llamado dólar Simadi, se duplicará reflejo de la incapacidad del gobierno de estabilizar el mismo.

En el programa CNN Dinero se entrevisto hace pocas semanas al economista responsable de América Latina de la banca de inversión Barclays Capital. Interrogado sobre el canje de bonos que realizó PDVSA meses atrás, el economista respondió que la empresa no había logrado sus objetivos, por lo que el déficit de caja en dólares para el 2017 se ubicará en la elevada cifra de diez mil millones de dólares, a pesar de la mejora en los precios petroleros. En consecuencia, a fin de pagar sus obligaciones de deuda el año entrante, Venezuela tendría que echar mano de los dólares destinados a la importación de alimentos y medicinas. Ello restringiría las importaciones de estos productos y prolongaría la escasez de alimentos y medicinas que actualmente padecemos. Los representantes de la firma financiera japonesa Nomura coinciden con el economista de Barclays sobre las dificultades que tendrá Venezuela el próximo año para cumplir con sus pagos de deuda externa, sugiriendo, en un informe citado por la prensa local, que habrá más recortes de las importaciones lo que agravaría el desabastecimiento. En consecuencia la visión de estas firmas se distancia de la del ministro Faria, quien afirmó que el desabastecimiento comenzaría a resolverse de forma progresiva.

La revista inglesa especializada en temas económicos The Economist, acostumbra editar un número especial en Diciembre en el cual elabora pronósticos sobre el comportamiento económico de algunos países y sectores el año venidero. En la edición especial de este año, pronostica que en el 2017 Venezuela sufrirá una contracción que ubica en -7% del PIB y una inflación de 484,3 %; la cual es una cifra cercana a la de este año, que se ubicará en 530% según la firma venezolana Econométrica. Un representante de esta consultora señaló, en declaraciones recientes a la prensa, que en el mejor de los casos la inflación se ubicará en 285% en 2017, si el gobierno implementa medidas para paliar el fenómeno, pero si no lo hace se ubicará entre 500 a 600%.

Creemos que este último es el escenario más probable, por lo que concluimos que Econométrica y la revista The Economist coinciden en que la inflación el año venidero rondará niveles cercanos a los de este año, descartando la posibilidad de una hiperinflación (mayor al 1.000%) planteada por los industriales en su asamblea.

En síntesis, un balance de las fuentes consultada nos permite afirmar que las mismas no coinciden con los pronósticos del ministro Faría sobre una recuperación el año entrante. Tanto los miembros de Conindustria como la revista The Economist pronostican una contracción que oscilará entre 4,4% y 7%. En cuanto a las estimaciones de inflación nos decantamos por las de la firma Econométrica y la revista The Economist que la ubican en torno a 500%, lo cual se aleja de los pronósticos del ministro de una disminución de las presiones inflacionarias.

En cuanto al desabastecimiento, los pronósticos de las firmas financieras Barclays Capital y Nomura hablan de que la crisis se prolongará e incluso puede agravarse, lo que contradice lo afirmado por el representante del gobierno.

Profesor UCV

Fidel Castro: un pistolero devenido en revolucionario

José E. Rodríguez Rojas

En su época juvenil Fidel Castro fue un pistolero de poca monta, pero pistolero al fin se acostumbró a resolver sus diferencias personales a balazos. Carlos Alberto Montaner lo define en un artículo reciente como un “ganstercillo”. Sin embargo, antes de adentrarnos en la vida de pistolero y revolucionario del líder cubano, es necesario revisar la carrera de otro pistolero revolucionario que se convirtió en un icono, en una referencia para todos los que recorrieron ese camino: Joseph Stalin.

Stalin, durante los primeros años de la revolución rusa fue una figura gris, siempre ubicado en la trastienda del proceso. Su labor era la guerra sucia, lo que implicaba la realización de atentados para obtener recursos destinados a financiar la revolución, y asesinatos para liquidar a todos aquellos que los dirigentes bolcheviques consideraran un obstáculo para su ascenso al poder o para retenerlo, una vez que lo conquistaron. Un reflejo de la criminal actitud de los bolcheviques fue la ejecución del Zar, su esposa e hijos, con el fin de que no quedara un solo superviviente, el cual pudiera ser utilizado, por los seguidores de la monarquía, como un símbolo en su resistencia contra la revolución.

La tarea de Stalin de eliminar físicamente a los enemigos de los bolcheviques tenía un límite establecido por el líder de la revolución, Lenin. No se debía atentar contra los dirigentes de la izquierda rusa, incluso si disentían de la posición de los bolcheviques. Con estos había que discutir, dialogar y tratar de llegar a acuerdos. Sin embargo una vez desaparecido Lenin esta directriz fue tirada al basurero, iniciándose a partir de ese momento una nueva fase en la cual Stalin comenzó una paciente y sistemática labor de zapa, asesinando a todos aquellos que le impedían convertirse en la figura hegemónica del partido.

Así fue aniquilando uno por uno a los miembros del Comité Central del partido que disentían de él. En este ambiente los amigos de León Trotski veían con horror, como éste se enfrentaba abiertamente a los planteamientos de Stalin. Ellos le advirtieron que cesara en su empeño pues este forcejeo tendría una sola salida. Al final Trotski debó huir de Rusia e inició un largo peregrinaje por varios países tratando de establecer distancia con la policía secreta de Stalin.

Finalmente culminó su peregrinaje en México donde un sector de la izquierda mexicana que simpatizaba con sus ideas lo acogió, le dio apoyo y le permitió establecerse lejos de la ira del pistolero ruso. A pesar de la lejanía, el largo brazo de la policía secreta rusa lo alcanzó en su último destino. Un agente de nacionalidad catalana, entrenado por los rusos, se introdujo en su residencia y le abrió el cráneo con un piolet (un pico de escalar).

La carera de Stalin en la cual ascendió de pistolero al servicio de la revolución a figura hegemónica de ésta, ha sido recorrida por otros líderes socialistas probablemente influenciados por el éxito del pistolero ruso. Uno de éstos fue Fidel Castro, el cual en su juventud como universitario “vivió y participó en las luchas a tiros de los pistoleros habaneros. Fue un ganstercillo. Hirió a tiros a compañeros desprevenidos. Tal vez mató alguno” señala Carlos Montaner en un artículo reciente. Cuando decide entrar a la política continua bajo el mismo impulso participando en el asalto al Cuartel Moncada, el cual fracasa. Tiene la suerte de no morir en el atentado y no ser ejecutado por su aventura. Al final debe ir al exilio en México, donde con otros exiliados cubanos, organiza una invasión a Cuba que lo lleva a refugiarse en la Sierra Maestra, en la continuación de una gesta que lo conducirá al poder a finales de la década de los años 50.

Al igual que los bolcheviques Castro y sus aliados no dudan en instrumentar acciones criminales para consolidarse en el poder, asesinando o encarcelando a todos aquellos que se interponen en su camino. En esta línea se inscribieron los juicios fraudulentos de La Cabaña, donde fueron juzgados supuestos agentes de la dictadura y colaboradores de ésta. Al final sin contemplación y dilación alguna se les ejecutó, siguiendo las órdenes de otro sanguinario dirigente de la revolución: el “Che” Guevara. Según la directora del programa Archivo Cuba, María Werlau, los casos de fusilamientos y ejecución extrajudicial documentados para los primeros tres años y medio de mandato de Castro, exceden la cifra total de muertos de la dictadura militar de Pinochet. El programa citado solo reporta casos documentados sobre los cuales se han podido obtener datos fiables.

En un devenir previsible Castro decidió aliarse con la Unión Soviética e implementar en Cuba un régimen similar al establecido por Stalin. Esta decisión no fue compartida por otros dirigentes revolucionarios como Huber Matos quien manifestó abiertamente su discrepancia. Matos fue juzgado y declarado culpable de traición a la revolución, siendo condenado a 20 años por el delito de oponerse a la posición del líder máximo de la revolución. Al final la presión internacional posibilitó su liberación y posterior exilio a los Estados Unidos. Las mazmorras del régimen de Fidel se atiborraron de cubanos cuyo único delito fue similar al cometido por Matos. Otro de los lideres cubanos que se atravesó en el camino de Castro fue el General Ochoa quien había adquirido prestigio en las luchas de los cubanos en Etiopia y Angola. Ochoa fue acusado de tráfico de drogas y ejecutado. Una oleada de cubanos ha abandonado el país, entre ellos escritores, artistas, homosexuales huyendo de un destino similar al de Matos y Ochoa; se estima que un 20% de la población lo ha hecho.

La revolución rusa y la cubana encarnaron un ideal donde se impuso un liderazgo que utilizó el asesinato o el encarcelamiento de los adversarios políticos como un mecanismo de ascenso al poder y eternizarse en éste. Esta tradición ha divido a la izquierda latinoamericana, parte de la cual no ha asistido al sepelio del pistolero devenido en revolucionario, a fin de no retratarse con los seguidores de tal desaguisado. La izquierda democrática, la que renunció a usar las pistolas y se suscribió al régimen de alternabilidad en el poder, propio de las democracias, decidió no asistir. En esta ausencia destacó la presidenta Michelle Bachelet y los socialistas chilenos herederos de la larga tradición democrática chilena. Hubiera sido incompresible que quienes padecieron las arbitrariedades de la dictadura pinochetista, asistieran a las exequias de un dictador que dejo una secuela de muertos, desaparecidos, torturados y presos políticos, varias veces mayor que la que dejo Pinochet, según afirma la directora del citado programa, Archivo Cuba.

Sin embargo, si estuvieron presentes los grupos armados del PRI que posibilitaron, mediante el asesinato de cientos de disidentes, que este partido se eternizara en el poder durante varias décadas. Esto grupos gritaron “presente comandante” en la voz del presidente de México Enrique Peña Nieto. También estuvo la narcoguerrilla de las FARC representada por sus dirigentes y su nuevo aliado el presidente Juan Manuel Santos. No dejaron de asistir los pistoleros de Puente Llaguno y los “colectivos” armados venezolanos, quienes exclamaron “Hasta la victoria siempre comandante” en la voz de Nicolás Maduro.

Nota: La persecución a la que fue sometido Trotski por los esbirros de Stalin y los detalles de su posterior asesinato, son narrados en una novela del cubano Leonardo Padura titulada “El hombre que amaba a los perros”. La novela de Padura es excepcional, pues no solo narra en forma magistral los hechos, sino que se introduce en los probables conflictos y dilemas que surgieron en la mente del fundador del ejército rojo en su huida de la ira de Stalin La parte dedicada al asesinato del líder bolchevique, es una novela de suspenso que se alimenta de la experticia de Padura en la escritura de novelas policíacas.

Profesor UCV

La vida intima de Fidel Castro y otros dictadores

José E. Rodríguez Rojas

En un programa de la TV del sur del estado de la Florida se entrevistó hace varios años a un ex agente del servicio secreto cubano, quien realizó algunas confidencias sobre los excesos del ahora fallecido dictador Fidel Castro. Según el entrevistado las obligaciones de los funcionarios del servicio de protección del dictador cubano en las concentraciones públicas, no se limitaban solamente a las inherentes a la protección de su integridad personal. Adicionalmente a ello los miembros del cuerpo seguridad tenían la responsabilidad de localizar y obtener los favores o aquiescencias de jóvenes y no tan jóvenes cubanas que asistían al evento, a fin de satisfacer los apetitos carnales del comandante y líder de la revolución.

En una oportunidad, según el entrevistado citado, el comandante le puso la vista a la atractiva esposa de un científico cubano. A fin de eliminar obstáculos en el camino del sátrapa hacia el corazón y el resto de la humanidad de la dama, el científico de marras fue asignado a una misión cubana que tenía como propósito realizar estudios en el polo norte, lo que implicaba una larga estadía en la helada región. De esta manera al comandante le quedó el camino despejado para acompañar a la atribulada y solitaria señora en su temporal soledad, y convertirla en una de sus innumerables amantes. Con el paso del tiempo el cornudo científico regresó a la Habana y se enteró de los detalles del affair y en lugar de encolerizarse, se alegró del honor que se le había concedido, alentando a su esposa a continuar cediendo ante los embates amorosos del sátrapa. Demás está decir que fue ascendido a un cargo relevante en una de las instituciones científicas cubanas, siendo además condecorado con una de las medallas que concede el régimen a los cubanos que se distinguen por sus servicios a la revolución.

Los excesos sexuales de los dictadores han sido documentados por escritores y testigos de diverso pelaje. El más explicito en este terreno fue el doctor personal de Mao Tse Tung, Li Zhisui, quien escribió un libro sobre la vida intima del líder chino; en el cual se señala que disponía de un harem personal, tal como lo hacen los jeques árabes. Tenía una especial predilección por las jóvenes, varias de las cuales lo acompañaban en las giras en tren que hacía por el amplio territorio de la Republica Popular China. Mientras el líder chino estaba dedicado a saciar sus apetitos carnales con las damas de sus harem personal millones de ciudadanos chinos morían de hambre por la escasez de alimentos generada por las acciones acometidas en el marco de la revolución que Mao impulsaba. El caso de Mao Tse Tung es particularmente llamativo pues en el apogeo de su influencia impuso una vestimenta carente de adornos, que luego se haría popular entre sus seguidores a nivel mundial, la cual perseguía representar el ascetismo del líder chino como una de sus atributos más relevantes. Conocí hace varios años a uno de los líderes de una de las tantas corrientes maoístas a nivel local, que no solo asumió la vestimenta del líder chino sino que presumía de un autocontrol emocional que lo alejaba, según él, de la pasión y vehemencia que nos caracteriza a los locales. Toda una farsa similar a la del líder chino que la historia se encargaría de liquidar.

Retornando al ámbito latinoamericano uno de los casos que ha sido llevado a la ficción ha sido el del dictador dominicano “chapita” Trujillo. En su novela “La fiesta del chivo” Vargas Llosa describe los excesos sexuales del dictador dominicano. Al igual que en el caso cubano, una de las obligaciones de los miembros del servicio de protección personal de “chapita” era obtener los favores de jóvenes dominicanas a fin de complacer los requerimientos del dictador. Una vez que ello se lograba, todo el servicio de seguridad se dedicaba a organizar la logística del transporte del sátrapa a una de las mansiones dispuestas a lo largo de la geografía dominicana para facilitar los encuentros del dictador con la joven elegida. En la “Fiesta del chivo” se narra en detalle estas peripecias del dictador dominicano y como un grupo de conspiradores aprovecharon uno de estos desplazamientos para atentar con éxito contra la vida del anciano gobernante.

En el caso venezolano fueron muy divulgadas las aventuras sexuales del dictador Marcos Pérez Jiménez en la isla de La Orchila. A esta localidad, dotada de un puesto de la marina venezolana, los servicios de seguridad de la dictadura trasladaban a las afortunadas jóvenes, algunas de ellas renombradas “mises” ganadoras de concursos de belleza. En la estricta seguridad de la isla, custodiada por los miembros de la FAN venezolana, se desarrollaban las orgias de Pérez Jiménez y su entorno intimo. A estos festines no solo asistían desafortunadas damas que no tenían donde caerse muertas, sino que también eran invitadas damiselas de la alta sociedad caraqueñas, cuyas familias estaba deseosas de fortalecer sus conexiones con el dictador y su entorno. Las aventuras de Pérez Jiménez en La Orchila fueron caricaturizadas por más de un periódico de la época democrática que mostraban al dictador en calzoncillos persiguiendo en una motocicleta a una dama con escasa vestimenta, a lo largo de una de las playas de la isla.

El poder corrompe y el poder absoluto corrompe mucho más. La ausencia de libertades en los regímenes dictatoriales posibilita que los sátrapas de turno se sientan con el poder suficiente para disponer no solo de los bienes de los ciudadanos sino también de la vida de estos, llegando al extremo de inmiscuirse en su vida privada, acosando a hijas, esposas o a cualquier otro miembro de su familia no importando el estrato social al que pertenezcan. No hay libertad de prensa para denunciar sus desmanes, ni un sistema judicial independiente que proteja los derechos de los afectados.

Todas las dictadores recurren a la represión y a la propaganda para mantenerse en el poder, pero el extremo del cinismo se observa en los regímenes dictatoriales socialistas como el chino y el cubano donde la propaganda presenta a los dictadores como personajes con una vida ascética y abnegada dedicada a mejorar las condiciones de vida de sus pueblos, cuando en realidad se trata de tiranos comunes y corrientes que tienden a cometer los mismos abusos que los llevados a cabos por depravados como “chapita” Trujillo y Pérez Jiménez. Ahora con el fallecimiento de Fidel Castro veremos desfilar al lado de su féretro a las jóvenes prostituidas por el líder cubano y su equipo de seguridad. Después de ellas veremos a la desconsolada esposa del científico llorando a raudales siguiendo un guión escrito por su alcahuete esposo. A continuación el cornudo marido lucirá descompuesto por la incertidumbre que le genera la muerte de su protector. Personajes que son reflejo de una sociedad postrada ante los Castros y su camarilla, que ha perdido toda su dignidad después de más de cincuenta años de tiranía.

Profesor UCV

¿Existe una crisis humanitaria en Venezuela?

José E. Rodríguez Rojas

La Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, aseguró que Venezuela no atraviesa una crisis humanitaria. Las declaraciones de la funcionaria de la CEPAL se produjeron durante la XIII Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe.

La posición de la funcionaria de la CEPAL revela el peso de los gobiernos latinoamericanos que todavía apoyan al régimen de Maduro, así como los llamados países no alineados que también hacen causa común con este. Ello cobra relevancia dada las aspiraciones de la citada funcionaria, quien aspira a ser designada como Secretaria General de la ONU y necesita los votos de Maduro y sus aliados, en caso de que el gobierno mexicano decida postularla para el cargo citado. La burócrata en cuestión viene desde hace tiempo reptando a través de la intrincada madeja de organizaciones que hacen vida en la ONU. Como todos sabemos, cuando uno se dedica a esta nada fácil labor de trepar, debe hacerlo sobre otros y haciéndose de la vista gorda frente a algunos hechos escabrosos. Pero en este caso particular, indigna que la Sra. Bárcenas lo haga haciendo caso omiso del costo en vidas humanas de la crisis humanitaria venezolana.

La posición de la funcionaria de la CEPAL contrasta con la del actual Secretario General de la ONU el coreano Ban Ki-moon, quien ha reconocido en forma explícita la existencia de una crisis humanitaria en Venezuela. Igualmente el Fondo Monetario Internacional (FMI), varias ONGs y medios de prensa internacionales vienen alertando sobre esta situación. Medios como CNN, normalmente cuidadosos de no herir la sensibilidad del gobierno venezolano por las repercusiones que esto podría tener en la entrada de sus reporteros al país, han aceptado la existencia de una crisis humanitaria, dada la apabullante masa de evidencias arrojadas por medios como Wall Street Journal y ONGs como Human Rights Watch (HRW).

La ONG Human Rigths Watch (HRW) envió sus representantes a Venezuela, quienes elaboraron un minucioso informe sobre la crisis humanitaria del país, con la ayuda de médicos y otros miembros del personal sanitario de Venezuela. Señala el informe de HRW que “una encuesta independiente realizada por una red de más de 200 médicos en agosto de 2016 determinó que el 76 por ciento de los hospitales públicos no tienen los medicamentos básicos que, según aseveraron los médicos, deberían estar disponibles en cualquier hospital público en funcionamiento, incluidos muchos que figuran en la Lista de Medicamentos Esenciales de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esto supuso un incremento respecto del 55 por ciento de los hospitales que estaban en esa situación en el 2014, y del 67 por ciento en 2015”.

La carencia de medicamentos en los hospitales es un reflejo del desabastecimiento generalizado de medicinas en las farmacias. “En junio, el presidente de la Federación Farmacéutica de Venezuela calculó que el 85 por ciento de los medicamentos que deberían encontrase en farmacias privada no estaban disponibles o eran difíciles de conseguir, lo cual supone un aumento respecto al 2014, cuando los faltantes alcanzaban el 60 por ciento”.

La escasez de medicamentos afecta en particular a los pacientes con enfermedades crónicas quienes no pueden acceder a los fármacos que aliviarían sus dolencias. Por otro lado los médicos venezolanos informaron a HRW que la escasez impide la realización de procedimientos médicos como cirugías y limita los tratamientos a los pacientes en los hospitales públicos.

El gobierno no publica las estadísticas sobre salud lo que impide determinar la magnitud de la crisis. Sin embargo, HRW tuvo acceso a informes del Ministerio de Salud que revelan que la tasa de mortalidad materna se ha incrementado significativamente, ascendiendo a 130,7 muertes por cada 100.000 nacimientos, la cual era un 79% superior a la de 2009 que era de 73,1. Entre 2003 y 2008 la tasa osciló entre 49,9 y 64,8%.

Un segundo informe interno de Ministerio de Salud consultado por HRW indica que la tasa de mortalidad infantil de Venezuela, correspondiente a los primeros cinco meses del 2016, fue de 18,61 muertes por cada mil nacidos. Esta cifra es 21% más alta que la tasa de 15,4 informada por el gobierno a la ONU en 2015, y un 45% más alta que la tasa de 12,8 informada para el 2013. La tasa de mortalidad infantil fue de 11.6 en el 2011 y 11,8 en el 2012. La cifra más reciente de mortalidad infantil, 18,71 muertes por cada mil nacidos, es mayor que la tasa de mortalidad infantil de Siria, un país en guerra, que la UNICEF estima en 15,4 muertes (dato difundido por Wall Street Journal).

El informe de HRW también abordó la escasez de alimentos y sus representantes pudieron constatar las largas colas que debemos hacer los venezolanos periódicamente para abastecernos de los alimentos básicos. La escasez limita seriamente la ingesta alimentaria, en particular de los sectores de bajos ingresos.

Ante esta crítica situación, el gobierno venezolano se ha negado a reconocer la magnitud de la misma y ha bloqueado las iniciativas para obtener ayuda internacional. HRW contactó a cinco personas que trabajan para organizaciones de ayuda humanitaria que relataron los graves obstáculos que enfrentan para trabajar en Venezuela. La ONG pudo constatar el clima de intimidación que opera en el país contra todo aquel que se atreva a denunciar la gravedad de la crisis humanitaria, trátese de funcionarios de ONGs o personal que labora en la red sanitaria pública. Estos últimos, sufren despidos y llegan incluso a ser agredidos físicamente por denunciar la carencia de insumos en los hospitales o participar en protestas reclamando tales carencias, como ha sucedido en el Hospital Central de Maracay en varias oportunidades.

Ante esta situación, HRW ha sido particularmente activa exigiendo a la OEA la aplicación de la Carta Democrática para presionar al gobierno de Maduro a fin de que acepte la ayuda internacional. También ha recurrido al Papa Francisco con propósitos similares.

Si la trepadora mexicana logra su propósito de ser elegida como Secretaria General de la ONU, los venezolanos pasaremos un trago amargo viendo como el organismo procede a reconocer el denodado esfuerzo de Maduro y su gobierno, por mejorar las cifras de mortalidad materna e infantil, negando la existencia de una crisis humanitaria, desdiciendo al actual Secretario Ban KI-moon y las evidencias aportadas por ONGs y medios de prensa internacionales.

Profesor UCV

La revolución bolivariana: exportando indigencia

José E. Rodríguez Rojas

En un artículo previo nos hemos referido a los señalamientos del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre Venezuela. En estos, el FMI alerta sobre el colapso económico y la inflación desbordada que enfrenta el país debido a las erradas políticas gubernamentales. Igualmente, señala el deterioro de las condiciones sociales debido a la escasez de alimentos y medicinas, y a la caída del poder adquisitivo. Según el Fondo, si se mantienen las políticas gubernamentales se corren riesgos severos, incluyendo un mayor colapso de la actividad económica, acompañada de hiperinflación. En su último informe, predijo que la escasez de comida y medicinas puede convertirse en una crisis humanitaria, que podría generar una ola migratoria a los países vecinos (ver Dígalo Ahí, n° 1, noviembre, 2016).

La eventualidad que plantea el FMI ya es un hecho. El deterioro de las condiciones sociales se refleja en la pauperización de sectores de la clase media y el surgimiento de una nueva clase de indigentes. Se trata de grupos que buscan comida en la basura en las zonas de clase media. No son los típicos indigentes y su número va en aumento, señala la nutricionista Ingrid Candela en un reportaje de un diario local, quien también los advierte en otras partes de la ciudad. “En los últimos años no se veían tanto, pero cuando comenzó esta crisis los observas y no son los indigentes de siempre buscando en la basura. Son muchachos bien vestidos que salen de la universidad y pasan por el basurero” afirma Candela, investigadora del CENDES, quien labora en la línea de políticas alimentarias en grupos vulnerables, y ha desarrollado un estudio cualitativo sobre el tema. Asegura que se trata de un “fenómeno de indigencia no tradicional”. No tiene cifras aún porque dice que es bastante difícil cuantificarlos. “Pero los he visto en Las Tejerías, El Cementerio, Los Rosales y Santa Mónica. Salen porque no tienen como comprar la comida y ya ni siquiera la iglesia puede socorrerlos”.

El fenómeno ha atraído la atención de las autoridades de Chacao, el municipio más rico de Venezuela, donde se han observado este nuevo tipo de indigentes deambulando cerca de restaurantes, cervecerías, centros comerciales, panaderías. Pernoctan entre los árboles o debajo de un banco de concreto. El alcalde ordenó un registro de las personas en esta condición y encontraron que son 150 personas las que merodean a diario por el municipio con el propósito de buscar comida, cifra ésta que se suma a la de los indigentes tradicionales. “La única solución es institucional. Deben activarse políticas públicas de emergencia para quienes no tienen nada, y esperar que en el corto y mediano plazo el mercado de alimentos se normalice”, enfatizó Candela.

El deterioro social generado por el chavismo en el poder, no solo ha pauperizado a la clase media creando una nueva clase de indigentes sino que también está exportando miseria a los países vecinos. Desde hace varios años se ha generado una situación de deterioro que ha impulsado a una gran masa de venezolanos a abandonar el país, lo que ha formado una gigantesca diáspora que ha abarcado innumerables naciones. En sus inicios, esa migración estuvo constituida por empresarios y clase media profesional, pero en los últimos años esa situación ha cambiado. La migración hacia Colombia es un ejemplo de ello. El grueso de la migración venezolana a Colombia ha sido de empresarios y profesionales venezolanos lo cual ha beneficiado a la economía colombiana. Sin embargo, la ola migratoria más reciente ha incluido sectores de clase media en proceso de pauperización. El diario El Tiempo de Bogotá señaló en un reportaje sobre el tema, que los pertenecientes a esta última ola de migrantes ingresaron por algún recodo de la frontera sin un solo peso en el bolsillo, y vagan por la capital para terminar al final pidiendo limosnas. Uno de estos personajes al cual llaman José, un joven de unos 14 años de edad, subió a un bus del Transmilenio (buses para el transporte público de Bogotá); se paró a un lado de la baranda y comenzó a relatar su situación: “Que pena molestarlos, mi familia y yo recibimos asilo político, estamos muy agradecidos, pero la verdad es que llevamos casi tres meses y aun no nos llegan los permisos de trabajo”. El adolescente les narró a todos los pasajeros que la única forma de sobrevivir en una ciudad como Bogotá era subiéndose a los buses de servicio público a vender dulces o recibir la caridad de quien entendiera su situación. Según Daniel Pagés, presidente de la Asociación de Venezolanos en Colombia, esta situación de mendicidad es reciente. Sin embargo, los inmigrantes en esta situación son todavía una minoría. A pesar de la crisis actual, señala el reportaje, la gran mayoría de los inmigrantes han entrado a Colombia con la intención de trabajar o emprender algún proyecto.

Noticias provenientes de la frontera con Brasil informan de la presencia de indigentes venezolanos en Pacaraima, una pequeña ciudad ubicada a escasos kilómetros de la frontera de Venezuela con el gigante suramericano, los cuales se están convirtiendo en un problema para el gobierno del vecino país. La economía de la ciudad se alimenta de cientos de venezolanos que acuden a la misma a comprar productos que escasean en nuestro país. Sin embargo algunos paisanos nuestros que arriban a la ciudad no llevan sus morrales repletos de dinero, sino de sus necesidades y carencias.

La situación de venezolanos en situación de indigencia en Pacaraima ha llevado a las autoridades locales a considerar la declaración de una situación de emergencia. Funcionarios del sistema de salud brasileño viajaron a la ciudad para estudiar las condiciones de vida de los venezolanos. Protección Civil de Brasil realizó a finales de agosto, un informe en el cual señala que se trata de 147 familias, un total de 177 personas, entre ellos 62 niños y seis ancianos. La Folha, un periódico brasileño, fue a la ciudad y encontró que los venezolanos duermen en lugares públicos, bajo los árboles y patios. La comida la hacen sobre ladrillos, en las calles. Muchos trabajan como vendedores ambulantes o pidiendo limosnas. Algunos han cometido delitos. El número hasta ahora es pequeño pero puede incrementarse, ya que en los primeros ocho meses del año 2016 más de 600 venezolanos han solicitado quedarse en el estado como refugiados. A pesar de su reducido número, han colapsado los servicios de la cuidad. Un diputado de la asamblea legislativa señala que de cada diez solicitudes que recibe el hospital estatal de Pacaraima, ocho son de venezolanos. Señala que si no se toman medidas “esto se convertirá en un caos”.

La revolución bolivariana acabó con las exportaciones no petroleras como las de arroz, café, frutas y otros productos del sector agroalimentario, mermó sustantivamente la de productos siderúrgicos y las petroleras. Lo único que ha incentivado es la exportación de capital humano, y en los últimos tiempos, de miseria y todos los demonios asociados a la misma.

Profesor UCV

Lo peor de la crisis, ¿ya pasó?

José E. Rodríguez Rojas

El ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera Jesús Farías ha afirmado en varias oportunidades que los peor de la crisis ya pasó. Lo ha dicho en varias ocasiones, la primera fue el 19 de julio, cuando aseguró: “Lo peor de la crisis ya fue superado”. Dos meses más tarde, el 20 de septiembre, reiteró su declaración: “La situación más grave de la crisis ya pasó y vamos recuperando la senda del crecimiento”. La última fue el 20 de octubre, cuando en una declaración que dio en un programa de entrevistas del canal Venevisión, señaló: “La caída de la economía en nuestro país, como resultado de la debacle de los precios del petróleo, de la guerra económica y de la crisis de un modelo, ya pasó”.

La visión del ministro refleja la tesis del gobierno que la crisis que enfrentamos se debe a la caída en los precios del petróleo. Como estos se están recuperando, es lógico pensar que lo peor de la crisis ha pasado y que los nuevos ingresos petroleros ayudarán a la recuperación de la economía. Esta parte de la tesis gubernamental no es clara, ya que el futuro de los precios petroleros es incierto. Los expertos en el tema, consultados por la prensa especializada como “Cinco Días” (vinculado al diario El País), son escépticos sobre esta recuperación. Todo depende de lo que hagan los productores no asociados a la OPEP, en particular los Estados Unidos, cuya producción no convencional es rentable a los precios actuales. Por otro lado, dudan de la firmeza del compromiso de los miembros de la OPEP en cumplir los acuerdos anunciados, debido al conflicto entre países como Arabia Saudita e Irán. Algunos de los expertos consultados estiman que el petróleo se mantendrá en torno a los 45 dólares, otros opinan que se mantendrá en un rango de 40 a 55 dólares. Es decir, bien lejos de los 70 dólares que aspira el gobierno venezolano, según declaraciones de Nicolás Maduro.

Al margen de lo que pase con los precios del petróleo, la tesis del ministro Farías choca con las previsiones de los organismos especializados como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el cual sostiene que la crisis venezolana no tiene que ver con la caída de los precios del petróleo, sino con las políticas gubernamentales.

n abril del 2016, el FMI señaló que la capacidad productiva del país se ha ido desplomando como consecuencia de la escasez de insumos y de las políticas gubernamentales de controles y el deterioro del clima de negocios. Ciertamente, el descenso de los precios del petróleo contribuyó al provocar la caída en las importaciones y exportaciones. El descenso de la capacidad productiva se reflejó en una caída del Producto Interno Bruto, que mide la masa de bienes y servicios generados en un año, el cual se contrajo en un 6% en el año 2015 y se prevé una caída adicional de 6% en el año 2016. La inflación, estimulada por la impresión de dinero por parte del Banco Central, y a su vez por la escasez y la elevación del dólar en el mercado paralelo, alcanzará 700% en el año 2016 según prevé el FMI.

En informes recientes, el FMI alerta que el desplome económico se ha profundizado y se estima en dos dígitos (10%) debido a la caída de la producción de petróleo, ocasionada por el deterioro de PDVSA. También han influido los mismos factores señalados en el informe previo, relacionados con la escasez de insumos, las políticas de controles y las que lesionan los derechos de propiedad (expropiaciones). La inflación se ha acelerado y se plantea un riesgo real de hiperinflación. Las condiciones sociales se han deteriorado debido a la escasez de alimentos y medicinas, y a la caída del poder adquisitivo.

El Fondo insiste que el problema fundamental de Venezuela no son los bajos precios del petróleo sino las erradas políticas económicas. En su última referencia a Venezuela, el FMI señala que si dichas políticas se mantienen, el país enfrenta riesgos severos incluyendo un mayor colapso de la actividad económica, acompañado de hiperinflación.

Otras fuentes, confirman la aceleración de la inflación. El economista Orlando Ochoa, entrevistado en el programa CNN Dinero, señaló que la inflación de septiembre del 2015 a septiembre del 2016 fue de 700%, muy por encima de la cifra de 180% que dio el Banco Central de Venezuela para el año 2015.

El ministro Farías en sus declaraciones no da señal alguna que las políticas de controles, las que lesionan la propiedad y han provocado la escasez de insumos, así como el hostigamiento a empresas privadas como Polar, van a ser revertidas a fin de crear un clima de negocios favorables a la inversión privada. No hay indicios tampoco que se dará termino a la impresión de dinero que alimenta la inflación. Lejos de ello, sigue culpando a la “guerra económica” por los desatinos gubernamentales. Como el gobierno insiste en sus despropósitos, lo peor de la crisis está por venir.

Profesor UCV