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Antonio Di Giampaolo

Crónicas de cuarentena

Antonio Di Giampaolo

LAS DUDAS RAZONABLE SOBRE CHINA (31)

Un cúmulo de dudas razonables se ha levantado contra China en torno al caso de la pandemia. La primera de ellas está relacionada con el abordaje inicial del nuevo coronavirus detectado originalmente en la ciudad de Wuhan cuando el gobierno chino censuró a médicos y periodistas independientes que dieron la alerta sobre las muertes sospechosas. La dirigencia del gigante asiático ofreció finalmente un homenaje póstumo al doctor Li Wenliang considerado un mártir de la COVID-19.

Otra de las inquietudes surgió a raíz que el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China Zhao Lijian sugirió que soldados norteamericanos que participaron en los juegos militares en la ciudad de Wuhan celebrados a finales octubre del año pasado podrían haber introducido el virus en su nación. Sin quererlo esa preocupante declaración, propia de la guerra de micrófonos, le abrió la puerta a la intriga sobre la posibilidad que el nuevo coronavirus podía haber sido creado “in vitro” y al mismo tiempo echaba por tierra la tesis oficial en torno a que había aparecido en el mercado de animales silvestres de Wuhan. Un elementó adicional es la determinación del enigmático paciente “0” que se remonta a noviembre cuando surgieron los primeros casos de una “extraña neumonía”.

Algunos piensan que la búsqueda de un chivo expiatorio provocó la acusación de Donald Trump contra la Organización Mundial de la Salud responsabilizándola de encubrir la conducta de China ante lo que finalmente terminó cambiando de enfermedad a epidemia y, finalmente se transformó en pandemia. La estocada la dio Taiwán, que mantiene una disputa histórica con China, al revelar el contenido de un e-mail enviado a la OMS alertando a finales de diciembre pasado sobre una atípica neumonía, caracterizada por la transmisión entre humanos, en el país asiático.

Las críticas también se han dejado oir de parte Enmanuel Macron en Francia y Boris Johnson desde Inglaterra alegando que no “hay que ser ingenuos sobre el surgimiento de la pandemia” y que “China tiene mucho que explicar sobre COVID-19”. La respuesta del Partido Comunista Chino no se hizo esperar y provino la comisión de académicos y científicos de la organización roja que denunció la existencia de “numerosas voces críticas que politizan la pandemia de coronavirus”

Por si fuera poco la OMS en su reporte diario, signado con el número 88, del pasado 17 de abril acogió una modificación de las cifras oficiales de China que implica un incremento del total de registros de casos y una variación sustancial de las personas fallecidas. La modificación incluye una observación que explica que las autoridades chinas reportaron que tras una revisión exhaustiva de los datos de COVID-19 con casos duplicados y perdidos se ajustó la data de Wuhan con 325 registros adicionales y el aumento de 1290 fallecidos. Como bien se dice en criollo “no aclaren que oscurece”.

¡Amanecerá y veremos!

LA DIÁSPORA DE LA PANDEMIA (30)

La Plataforma de Coordinación para Migrantes y Refugiados Interagencial en un esfuerzo conjunto de la Agencia de la ONU para los Refugiados y la Organización Internacional para las Migraciones da cuenta de la existencia cinco millones de venezolanos que conforman la diáspora por el mundo. La cifra constituye una porción de la colectividad venezolana, para nada despreciable, que en distintas oleadas traspasó las fronteras del país natal por aire, agua y tierra a lo largo de los últimos años, motivada por las penurias económicas, carencias sociales y a la conflictividad política.

Aproximadamente, la mitad de los connacionales, según el reporte de las agencias de la ONU, de principios de abril, unos dos millones y medio de venezolanos cuentan con estatus de estadía regular y sus respectivos trámites de residencia. Hay poco menos de cien mil que tienen una condición de asilo reconocido y casi novecientos mil tienen trámites en curso como refugiados en diversos países. Otro millón y medio de compatriotas se encuentran en situación de ilegalidad mayoritariamente en varios países latinoamericanos.

El tema es particularmente sensible para la administración de Nicolás Maduro que ha desestimado la magnitud del problema, aunque hace dos años implementó el programa “Vuelta a la Patria” que facilitó el retorno, hasta febrero pasado, de unos diecisiete mil quinientos ciudadanos que denunciaron haber sido víctimas de la xenofobia y el rechazo generalizado. De nuevo según cifras oficiales, ahora en el marco de la pandemia otros seis mil ciudadanos han regresado al país y son recibidos en los pasos fronterizos para la evaluación médica y, en medio de dificultades logísticas, sometidos a cuarentena.

En medio de las complicaciones hay distintas razones que explican el retorno a la patria, entre las cuales destacan: la disminución de oportunidades de empleo, el cierre de actividades económicas, la imposibilidad de seguir subsistiendo en el extranjero, la prolongada suspensión de actividades escolares y la necesidad de volver al terruño para reencontrarse con los suyos. El número de los que retornan al país crecerá en la medida en que lo permitan las restricciones y limitaciones de movilidad entre las naciones. El balance del flujo migratorio todavía está por verse.

¡Amanecerá y veremos!

LOS PRESOS EN LA PANDEMIA (29)

El altísimo riesgo de contagio del nuevo coronavirus ha provocado que la inmensa mayoría de la gente esté recluida en sus viviendas, en el marco de la cuarentena, algunos por precaución, varios por convicción y otros por imposición.

La vertiginosa propagación de la COVID-19 contrasta con el ritmo enlentecido del reloj a medida que avanza el segundero. El confinamiento residencial supone restricciones al libre albedrío. Tras los barrotes de una celda el tiempo transcurre igualmente con una lentitud espasmosa. Así como no todos los que se encuentran en sus casas están contagiados tampoco todas las personas que están en las cárceles y centros de detención son peligrosos delincuentes.

Hay naciones en las que ha sido suspendida la visita de familiares y abogados en las cárceles y las actividades de los sistemas de administración de justicia están paralizadas. En diferentes centros penitenciarios se han registrado, motines, revueltas y protestas. Diversos países han adoptado, en casos particulares, medidas humanitarias que incluyen variantes de indultos, libertad condicional y arresto domiciliario con el objeto de reducir la población carcelaria en virtud del riesgo que representa la pandemia.

No son políticas de liberaciones masivas y generalmente aplican para los casos de delitos menores y para los reos que han cumplido más dos terceras partes de las penas impuestas. Recientemente en nuestro país fue acordada la liberación de cerca de trescientos reos de las cárceles de Yare y El Rodeo.

El Papa Francisco oró recientemente por los presos que padecen del hacinamiento en las cárceles lo cual constituye un peligro que podría derivar en una grave calamidad por los contagios. Para la mayoría de los presos y también para sus custodios las recomendaciones de la OMS en materia de prevención, protección e higiene personal resultan imposibles de cumplir a cabalidad.

En Venezuela defensores de derechos humanos y dirigentes políticos han abogado por la libertad de personas cuya detención ha sido arbitraria y su presidio injusto, por lo que la coyuntura de la pandemia podría constituir una razón más para su liberación. Hay incluso detenidos con boletas de excarcelación cuyas órdenes de liberación no han sido ejecutadas.

La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU señaló angustiada que “ahora más que nunca los gobiernos deberían poner el libertad a todos los reclusos detenidos sin motivos jurídicos suficientes, entre otros los presos políticos y otros internos que fueron encarcelados simplemente por expresar ideas críticas y disentir”.

¡Amanecerá y veremos!

LA MARCA DE LA VACUNA (28)

La Organización Mundial de la Salud anunció recientemente, como una buena nueva en el combate contra el nuevo coronavirus, que hay en marcha unos sesenta estudios de vacunas que llevan a cabo diversos equipos científicos, centros académicos universitarios, corporaciones farmacéuticas y laboratorios de biotecnología en diferentes países del mundo. En torno a la vacuna, en particular por parte de las grandes potencias, ha surgido una suerte de guerra antiviral.

Ante la multiplicidad de iniciativas la noticia en si misma genera una gran preocupación pues el gigantesco esfuerzo podría derivar en una inmensa dispersión de recursos y una evidente falta de coordinación a lo largo de la carrera contrarreloj para contener la pandemia. En virtud de la emergencia sanitaria, en por lo menos dos de los proyectos de investigación, uno en Estados Unidos y otro en China, adoptaron la estrategia de iniciar los ensayos clínicos en personas voluntarias, adelantándose a las pruebas biológicas en animales, con la esperanza de obtener evaluaciones concluyentes, cuando menos, antes de finales de año.

En marzo se conoció un estudio preliminar, de científicos del Instituto de Tecnología de Nueva York, que vincula la aplicación de programas universales de administración de la vacuna BCG con los bajos índices de morbilidad y mortalidad de la pandemia, en contraposición con tasas más elevadas de la expansión del nuevo coronavirus en las naciones en las cuales no se aplica la vacunación masiva contra bacilo de la tuberculosis. Unos 155 países en todo el mundo practican políticas de vacunación universal de la BCG, y el resto, por no ser zonas endémicas y hasta por motivos económicos, disponen de planes parciales o los han suspendido, entre varios de los que casualmente tienen altos registros de contagiados y fallecidos.

La información resultó alentadora en nuestras latitudes, sobre todo para quienes llevamos en la espalda o en el brazo la típica marca en la piel provocada por la centenaria vacuna de la BCG. El entusiasmo duró poco pues la OMS señaló la inexistencia de estudios conclusivos que permitieran afirmar que la administración de la vacuna de la tuberculosis pudiera contener el avance de la Covid-19, pues hay otras variables asociadas a las políticas sanitarias, la vigilancia epidemiológica, la adopción de medidas preventivas y la capacidad resolutiva de los sistemas de salud que influyen en el curso de pandemia. Amanecerá y veremos!

@ADIGIAMPAOLO

#CronicasDeCuarentena (28)

Crónicas de cuarentena

Antonio Di Giampaolo

VOLVER AL FUTURO DE LA PANDEMIA (27)

El multimillonario Bill Gates en su mansión de Seattle y Rosaura Rodríguez, una risueña buhonera de la redoma de Petare, aunque parezca paradójico y salvando las distancias, comparten una angustia similar frente a la pandemia. Cierto que sus preocupaciones son distintas porque como alguien dijo, a propósito de estos tiempos, “si bien todos enfrentamos la misma tormenta no es verdad que navegamos juntos en el mismo barco”.

El fundador de Microsoft pronosticó 2015 durante una conferencia de “Tecnología, Entretenimiento y Diseño” que el mayor riesgo de una catástrofe mundial no sería una guerra con misiles nucleares sino un terrible contagio por microorganismos. Más recientemente el magnate y filántropo anunció la donación de cien millones de dólares de su fundación destinados a un fondo especial para desarrollar antivirales y terapias anticuerpos frente a la pandemia.

Entre tanto, mascarilla en boca, la afable buhonera atiende su puesto en Petare, lidia diariamente para llevar el sustento a la casa y batalla con las limitaciones de transporte, la falta de gas y la escasez de agua. Atareada con los quehaceres del hogar, en su humilde vivienda, sigue con atención las informaciones sobre el nuevo coronavirus que ha desatado una emergencia sanitaria global. Sus pequeños ya no van a la escuela desde que suspendieron las clases y su pareja, cuando empezó la cuarentena, dejó de ir al trabajo en restaurante en el que laboraba como mesonero.

Como si se tratara un episodio de la saga “volver al futuro” mucho de lo que hoy le pasa a Rosaura, y a miles de millones de personas en todo el mundo, fue abordado en octubre del año pasado en Nueva York, un mes antes que el nuevo coronavirus irrumpiera en la metrópolis asiática de Wuhan, durante una actividad denominada “Evento 201” y en el cual se desarrolló un ejercicio de simulación de escenarios y estrategias ante la eventualidad de una catástrofe global motivada por una pandemia. El encuentro fue auspiciado por El Centro Jhons Hopkins para la Seguridad de la Salud, el Foro Económico Mundial y la Fundación Bill y Melinda Gates. En la mente de muchos puede caber una duda: ¿Casualidad o causalidad?

¡Amanecerá y veremos!

LAS MATEMÁTICAS DE LA COVID-19 (26)

Últimamente se ha vuelto común ver a las autoridades mostrar tablas, gráficos y estadísticas sobre el curso de la pandemia desatada por el nuevo coronavirus. Los expertos evalúan datos, índices y porcentajes para analizar la marcha de las ejecutorias y políticas públicas a objeto de ponderar la respuesta ante la enfermedad y predecir escenarios de impacto.

Se habla de aplanamiento de la curva cuando los números expresados en un gráfico muestran un comportamiento lineal. Se valora el impacto de las cifras, que siempre son angustiantes, en comparación al tamaño de la población para determinar si el nivel de infectados, fallecidos o recuperados es alto, medio o bajo en proporción a la cantidad de habitantes de la localidad, región o país que es objeto de análisis.

Los modelos matemáticos desarrollados para analizar la pandemia se alimentan de los datos que las autoridades suministran y en torno a ellos puede haber deficiencias, inexactitudes o imprecisiones u omisiones que responden a criterios políticos, limitaciones de recursos, aplicación de métodos y estrategias, y a las características de los sistemas sanitarios de los que disponen. Todo ello incide en la confiabilidad de la evaluación que pueda hacerse y en la adecuada o errada decisión que se implemente.

Un país podría sostener que registra pocos casos por el hecho que no efectúa las pruebas suficientes o porque acusa a otras causas distintos fallecimientos. Resulta evidente que en China, por ejemplo, se encubrió lo que ocurría en Wuhan hasta que las personas se desvanecían en las calles y los infectados morían en la puerta de los hospitales. Algo similar aconteció en nuestras latitudes cuando la emergencia sanitaria rebasó la capacidad de respuesta en Ecuador.

Bien se podría aplicar, a propósito de la pandemia, la frase del prócer estadounidense Abraham Lincoln en el sentido de que “no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo”. El uso de datos y cifras puede emplearse con la aviesa intención de tergiversar la realidad. Es muy importante que más allá de mirar las tablas y los gráficos evaluemos las cifras y los índices que componen los logaritmos. Para otorgar credibilidad a lo que se sostiene se recurre a la frase del prominente filósofo y matemático griego Pitágoras quien sostuvo que “Dios habla a través de los números” entonces es oportuno que prestemos atención y escuchemos.

¡Amanecerá y veremos!

LA VIGILANCIA SOBRE LA PANDEMIA (25)

En medio de la pandemia con frecuencia ponemos atención a los números crecientes de contagios y de fallecimientos, y a las informaciones sobre los centros asistenciales abarrotados o a las terribles imágenes de personas fallecidas en las calles y los entierros en fosas comunes. Pero todo lo que hoy nos conmueve tiene su origen en jornadas y semanas anteriores a lo largo de las cuales quizás no se ejecutaron adecuadamente las medidas preventivas o los mecanismos de supervisión y control no pudieron implementarse satisfactoriamente en el curso del brote de la enfermedad.

Un aspecto de la vigilancia epidemiológica se basa en poder efectuar la mayor cantidad de pruebas de diagnóstico y valorar la relación de esa cifra con la proporción numérica por millón de habitantes. Es así como Estados unidos ha realizado dos millones setecientas mil de pruebas lo cual representa ocho mil exámenes por millón de habitantes, mientras que la República de San Marino, enclavada en el norte de Italia, ha efectuado solo menos de mil pruebas pero ello supone veinticinco mil exámenes por millón de habitantes. El caso más eficiente parece ser Islandia, al sur del círculo polar ártico, que ha logrado realizar treinta y cinco mil diagnósticos lo cual representa ciento un mil test por millón de habitantes. Las estadísticas se ofrecen en base a reportes oficiales de los organismos gubernamentales.

Venezuela fue uno de los países de América Latina y el Caribe que asumió inicialmente la imposición de la cuarentena total, en lugar de un plan gradual o parcial adoptado por otros, cuyo cumplimiento ha resultado severo, más que por la actuación de las autoridades policiales y militares, debido al drástico racionamiento de combustible que ha influido notablemente en la movilidad de la gente. Lamentablemente la inexistencia de combustible está impactando también la producción y distribución de bienes, y el cumplimiento o el desarrollo de actividades esenciales.

Según las cifras oficiales en Venezuela se han practicado ciento ochenta mil pruebas lo que supone un índice en el orden de seis mil trescientos diagnósticos por millón de habitantes. Es la proporción más alta de toda Sudamérica. La información no discrimina si se trata de las pruebas rápidas, en sangre, que la OMS ha señalado recientemente como poco confiables o si son los test PCR sobre hisopados de secreciones nasales, cuyo único laboratorio autorizado en el país es el Instituto Nacional de Higiene. La vigilancia constante en torno al curso de la pandemia es la herramienta de los epidemiólogos para procurar la menor incidencia de daños directos o colaterales sobre la colectividad.

¡Amanecerá y veremos!

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Crónicas de cuarentena

Antonio Di Giampaolo

UN VIRUS RÁPIDO Y FURIOSO (24

El nuevo coronavirus que ha desatado la pandemia COVID-19 tiene características particulares de trazabilidad, morbilidad y mortalidad. La agresividad de su propagación exponencial, la virulencia con la cual ataca a ciertos grupos etarios, en particular con preexistencia de otras enfermedades de base, y la inexistencia de un tratamiento único y eficaz ha dificultado la contención de la pandemia.

Miles de millones de personas están sometidas a cuarentena, confinamiento residencial, aislamiento social o restricciones de movilidad en todo el mundo. Según el reporte de la Organización Mundial de la Salud más de un millón seiscientas mil personas están contagiadas, cerca de cuatrocientas mil han logrado recuperarse, y unas cien mil han fallecido a consecuencia del COVID-19. El nuevo coronavirus está presente en al menos 185 países y una treintena de territorios y áreas en el globo terráqueo en los cinco continentes.

Inmensas naciones, pequeñas islas, principados y ciudades estados reportan casos de la enfermedad. La excepción la constituyen unos pocos países que no registran oficialmente contagios, entre los que figuran la enigmática Cora del Norte en Asia, el reino africano de Lesoto, los islotes de Samoa en Oceanía, además de Turkmenistán, también en Asia que llegó a prohibir el uso de las palabras asociadas a la pandemia como estrategia para que allí reine la felicidad y sigan teniendo “cero casos”.

La Covid-19 se ha hecho presente lo mismo en frías áreas montañosas que en extensas zonas desérticas. En América, por ejemplo, se registran casos a lo largo de la geografía va desde Alaska hasta la Patagonia. Parafraseando el título de una película el nuevo coronavirus ha resultado “rápido y furioso” y, desgraciadamente el capítulo de la pandemia está en pleno desarrollo. Sobre la marcha una veintena de tratamientos están siendo sometidos a evaluación y docena de multinacionales y centros de investigación han emprendido una carrera contra reloj para dar, cuanto antes, con la ansiada vacuna.

¡Amanecerá y veremos.

El VIACRUCIS DE LA PANDEMIA (23)

A lo largo y ancho de todo el mundo la gente experimenta de diversas maneras el desarrollo de la pandemia. Miles de millones de personas están sometidas a cuarentena. La inmensa mayoría de los contagiados, aun resultando positivos a las pruebas rápidas y a los diagnósticos de hisopado para COVID-19 son asintomáticos a la infección. Otra cantidad de gente acusa complicaciones de tos, fiebre, dolor de garganta, fatiga o debilidad, entre otros síntomas, y son confinados a aislamiento en albergues o recluidos en centros de salud y evaluados bajo régimen de observación.

La OMS reporta, afortunadamente, que más de trescientas mil personas se han recuperado de la COVID-19. Una cantidad de pacientes, muchísimo menor es transferido a unidades de cuidados intensivos y lucha para salvar sus vidas en medio de severas complicaciones pulmonares. Unos cien mil infectados en todo el mundo han sucumbido al nuevo coronavirus. Entre ellas hay personas que desgraciadamente han muerto en sus casas, y hasta en plena vía pública, sin asistencia sanitaria de ningún tipo.

Detrás de cada caso hay toda una conmovedora vivencia personal. Gente que padece la angustia de haber transmitido la enfermedad a sus padres o a sus hijos. Parejas que lamentan no haber sido lo suficientemente cuidadosos con las medidas preventivas. Personas que lloran la pérdida de un familiar o un amigo, en soledad, debido a las restricciones sanitarias. La pandemia ha impactado la cotidianidad del ser humano.

El Covid-19 no distingue edad, raza, religión, ideología o condición social pero para las comunidades más empobrecidas o para los millones de desplazados y refugiados de las zonas de combate o conflicto la expansión del nuevo coronavirus añade carga adicional a la pesada cruz de sus padecimientos. La escasez de alimentos, la carencia de medicamentos, o el acceso precario a servicios públicos vitales y fundamentales constituyen un problema existencial más allá de la emergencia desatada. El viacrucis de la pandemia es un drama de carácter global y la humanidad está en vilo ante el calvario de la enfermedad.

¡Amanecerá y veremos!

LOS CONFLICTOS Y LA PANDEMIA (22)

En 1918 se estima que la “Gripe Española”, la primera pandemia del siglo pasado, mató más gente que la sumatoria de las víctimas de la Primera Guerra Mundial. A propósito de la emergencia sanitaria global que estremece a la humanidad, desde La Organización de Naciones Unidas, su Secretario General, Antonio Guterres clamó por un alto al fuego mundial tras mostrar su preocupación por las repercusiones que la propagación del virus tendrá sobre la población más vulnerable en las zonas en conflicto.

La angustia del titular de la ONU, responde a que las medidas y recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud para enfrentar la pandemia resultan imposibles de cumplir en el terreno de los enfrentamientos armados por que la población inerme ha visto destruidas la infraestructura de servicios y en razón que las precarias condiciones de vida dificultan la subsistencia de la gente.

Regiones y territorios de Siria, libia, Iraq, Palestina, Yemen, Afganistán, Ucrania, Maynmar, Filipinas, República Centroafricana, Sudán, Camerún, Sudan del Sur y Colombia, entre otros, constituyen teatros de operaciones en los cuales se hace indispensable facilitar la asistencia humanitaria a la población víctima de los conflictos en pleno desarrollo. El máximo representante del organismo internacional expresó que “solo deberíamos tener una lucha hoy en nuestro mundo y es la batalla contra el COVID-19”.

Yemen, de los países que registran conflictos, es el único que no ha admitido oficialmente la presencia del nuevo coronavirus en su territorio. En algunas localidades, las hostilidades han cesado aunque en otras continúan los enfrentamientos y combates. En Gaza reina la tensa calma. En Afganistán han cedido los ataques. En Colombia el ELN anunció un alto al fuego hasta finales del mes de abril en el marco de la declaratoria de la pandemia.

En Venezuela la pandemia nos sorprende en medio del conflicto institucional, la confrontación política y la crisis social.. Diversas personalidades coinciden en la necesidad impostergable de facilitar la ayuda humanitaria y la puesta en práctica de un plan urgente para enfrentar la emergencia. Una solución de esa naturaleza requeriría de un proceso de reconocimiento mutuo entre las partes. Un asunto nada fácil, por ahora, pues pareciera que cada cual estima que está en la mejor posición para sacar partida de la situación. Por cierto se trata de una apuesta muy arriesgada. De uno y otro lado hay gente aguarda por un milagro.

¡Amanecerá y veremos!

LA CRUZ DE LA PANDEMIA (21)

Cuando el mundo se aproxima inexorablemente a la fatídica cifra de cien mil fallecidos, y más de millón quinientos mil contagiados, China celebra el primer día sin nuevos casos registrados desde la declaración oficial de la pandemia. Li Wenliang, el médico chino que alertó en diciembre pasado sobre el registro de extraños casos infecciosos en la ciudad de Wuhan falleció en enero víctima de la enfermedad que detectó. El galeno que fue censurado y perseguido por las autoridades es considerado un mártir de la pandemia.

Lamentablemente no se trató de un caso aislado pues otros catorce médicos y enfermeros perdieron la vida a lo largo del combate contra la enfermedad en la cual unos tres mil trabajadores del sistema de salud del gigante asiático también se infectaron. El personal de los servicios asistenciales en todo el mundo está en la primera línea de batalla contra la pandemia. Se encuentran sometidos a extenuantes horas de trabajo junto a pacientes con síntomas leves o críticos y resulta evidente que están expuestos a un gran riesgo.

Recientemente una noticia de otra naturaleza conmovió al mundo. En hecho propio de las historias de las tragedias griegas una joven médico italiana, Lorena Quaranta fue asesinada por su novio, el enfermero Antonio De Pace quien, tras el crimen intentó suicidarse, alegó absurdamente ante las autoridades que la chica lo había contagiado de COVID-19. Tras la autopsia y la confesión las pruebas en ambos resultaron negativas.

En Italia, por ejemplo. unos once mil trabajadores del sistema de salud se han contagiado. En España se han registrado denuncias del personal sanitario que se siente desprotegido ante el avance del nuevo coronavirus y la escasez de equipos de bioseguridad para atender a los pacientes. En Egipto tres médicos, doce enfermeras y dos empleados del Hospital Oncológico de El Cairo contrajeron la enfermedad.

En Venezuela la procesión va por dentro pues a pesar de los alentadores informes gubernamentales es público y notorio el rosario de problemas en materia de infraestructura, dotación de agua, suministro de energía eléctrica y carencias de materiales, insumos y equipos que registran los centros asistenciales. Desde el inicio de la cuarentena un dirigente sindical del sector salud fue confinado en arresto domiciliario, un enfermero fue brutalmente detenido y una bioanalista ha sido sometida a juicio. Como en otras latitudes, aquí quienes laboran en el sistema sanitario llevan una pesada cruz a cuestas. Amanecerá y veremos!

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Crónicas de cuarentena

Antonio Di Giampaolo

Los animales y la pandemia (20)

La ciudad de Nueva York es hoy en día el foco más activo de la enfermedad COVID-19 que ha alcanzado unas cuatro mil personas fallecidas. Pero otra noticia cautiva la atención de expertos, en particular de médicos y veterinarios, y es la confirmación que una tigresa malaya del zoológico del Bronx resultó positiva a las pruebas del nuevo coronavirus. El asunto es particularmente preocupante porque podría tener incidencias sobre la llamada trazabilidad de la pandemia.

Las autoridades han indicado que la felina posiblemente fue infectada por un cuidador del zoológico que siendo asintomático dio positivo en los test. Hasta ahora, salvo otros casos de un gato doméstico en Bélgica, además de un pastor alemán y una pomerania en Hong Kong no había informes de trasmisión de la enfermedad Covid-19 en animales. Los análisis indican que se trata de hechos aislados.

La Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales ha señalado que no hay indicios que las mascotas, como los gatos y los perros, sean transmisores del COVID -19. Por su parte La Asociación Mundial de Protección Animal recomendó medidas indispensables de higiene y protección para evitar que las personas contagiadas puedan infectar a los animales.

Ante la posibilidad de transmisión zoonótica, como ha ocurrido con la gripe aviar y la influenza porcina la Organización Mundial de la Salud, a propósito de la detección del nuevo coronavirus identificado en la ciudad china de Wuhan, elaboró un reporte conocido como “recomendaciones para reducir el riesgo de patógenos emergentes desde animales a humanos en mercados de animales vivos”.

Los veterinarios del zoológico del Bronx han informado que la tigresa y otros felinos evolucionan bien lo cual es sin duda un buen síntoma. La información sobre la salud de “Nadia”, así se llama la tigresa, no es la única que acapara la atención de la gente, pues en las redes sociales otro felino es noticia, se trata del nacimiento de un tigrito de bengala, al que los cuidadores del Bio Zoo de Veracruz en México han bautizado con el nombre de “COVID” . Ojalá sigamos teniendo buenas nuevas en relación a la pandemia y al riesgo de zoonosis.

¡Amanecerá y veremos!

Los remedios contra la pandemia (19)

No existe cura conocida contra el nuevo coronavirus. “En la actualidad -han dicho voceros de la OMS- se aplican diversos medicamentos para acortar la enfermedad, mejorar algunas complicaciones y evitar que los casos leves se agraven”.

La efectividad de unos u otros tratamientos depende de diversos factores como el avance de la enfermedad en cada organismo infectado, el grupo etario del paciente y los recursos clínicos de los que se dispongan para atender a los contagiados. Por ahora -para decirlo con el dramatismo del caso- el mundo entero es un gran laboratorio en el cual los “conejillos de india” somos todos nosotros.

Es así como en diversos países los tratamientos incluyen la Clroroquina, empleado en los casos de malaria, el fármaco Rendesivir originalmente diseñado contra el ebola, los bloquedores de virus Lopanavir y Retonavir, recomendados en los casos de VIH, la droga antiviral Interferon Alfa-2B, una técnica de administración de anticuerpos a través de plasma sanguíneo de personas recuradas a pacientes críticos, y más recientemente, aunque resulte paradójico, la Ivermecetina, un compuesto antiparasitario figuran entre la veintena de otros ensayos y estudios terapéuticos.

La OMS en su plan de acción contra pandemias en 2005 advertía que ante una situación de emergencia global, si bien no es factible detener la propagación de un virus pandémico es factible reducir al mínimo sus consecuencias mediante una preparación previa para afrontar el desafío en virtud que: “rápidamente podrían sobresaturarse los sistemas de atención de salud, agotarse las economías y perturbase el orden social” –lastimosamente habría que decir que cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia.

Hay una discusión política y académica, alejada del ámbito de la ciencia médica y de los fríos laboratorios, y tiene que ver con el funcionamiento de los tipos de gobierno, las políticas públicas y los sistemas sanitarios con los que cuentan. Gobiernos centralizados versus sistemas de autonomías regionales, ejecución de medidas coercitivas de cuarentena forzada u orientación colectiva para la toma de conciencia comunitaria y régimen de salud pública universal o sistema de financiamiento privado de atención particular.

A pesar de la advertencia de la OMS, hoy por hoy, la falta de coordinación de estrategias globales entre los líderes mundiales, la diversidad de medidas adoptadas por diferentes niveles de gobierno en distintos países, regiones y localidades, la paralización de los procesos de producción de bienes, las precarias condiciones sanitarias, los ineficientes sistemas de atención primaria o la débil capacidad resolutiva de los sistemas de salud pueden terminar incidiendo en que los remedios resulten peor que la enfermedad.

¡Amanecerá y veremos!

La religión en tiempos de pandemia (18)

Feligreses de las grandes religiones monoteístas elevan sus oraciones, en todo el mundo, para que la humanidad supere la emergencia global producto del avance vertiginoso del nuevo coronavirus. Independientemente la creencia espiritual de cada quien todos anhelamos que se implementen políticas públicas acertadas y estrategias sanitarias efectivas para contener la pandemia mientras se encuentra la cura al mal que nos agobia.

Para los católicos la cuarentena tiene lugar en medio de la cuaresma. El Papa Francisco, ante la desolada Plaza de la Basílica de San Pedro, impartió la bendición “Urbi et Orbi” y ofreció un conmovedor mensaje en el que imploró: “Señor no nos dejes a merced de la tormenta”. En Jerusalén, la ciudad sagrada de Israel, El Muro de Los Lamentos ha sido desinfectado en la víspera de la pascua judía. En la antesala de la celebración del Ramadán las ciudades santas musulmanas de la Meca y Medina, en Arabia Saudita están sometidas a toque de queda y la visita a los santuarios islamitas ha sido restringida

El culto en pagodas budistas y templos hindúes ha sido limitado igual que en iglesias, sinagogas y mezquitas. No falta quien asegure que lo que ocurre en estos tiempos es un castigo de Dios por los pecados cometidos. Algunos, por fortuna los menos, creen que estamos asistiendo al fin del mundo. No es primera vez la gente se refugia en su fe y sus creencias para enfrentar catástrofes, pestes y epidemias a lo largo de la historia.

Clérigos, rabinos, predicadores, ministros, monjes, pastores y practicantes de diversas sectas y manifestaciones espirituales menos extendidas, y hasta brujos con inusuales rituales, han debido adaptar y transformar prácticas y tradiciones a prédicas a través de videoconferencias, cadenas de oración virtual, sermones teledirigidos y chats espirituales en internet, en el marco de la contingencia sanitaria.

La historia venezolana da cuenta, en tiempos de la dictadura gomecista y en ocasión de otra pandemia, de la valiente posición del venerable doctor José Gregorio Hernández, el entrañable médico de los pobres, quien durante la llamada ”La Peste Española” alertó que más peligrosa que la gripe misma, era la situación de miseria y las precarias condiciones de alimentación, higiene y salubridad de la población más vulnerable.

“La fe mueve montañas” reza el dicho popular inspirado en un versículo bíblico para ilustrar que nada resulta imposible cuando ponemos nuestra confianza en Dios. Hoy fieles y creyentes de diversas confesiones y rituales centran sus oraciones en el triunfo de la humanidad sobre la pandemia. Incluso los más escépticos, y hasta los ateos, cifran su esperanza en que la ciencia y el ingenio humano encuentren la anhelada cura ante la terrible emergencia. Quizás una dosis adecuada entre ambas expectativas contribuya a la solución del problema.

¡Amanecerá y Veremos!

La tecnología en la pandemia (17)

El empleo de tecnologías de punta en la batalla contra el coronavirus ha puesto en práctica el uso de recursos y distintas herramientas del ingenio humano en un esfuerzo colectivo para enfrentar la pandemia. Es así como el desarrollo de aplicaciones con geolocalización, la videovigilancia con reconocimiento facial, la utilización de la robótica en labores específicas o en empleo de la llamada big data y la inteligencia artificial son la muestra de esa lucha diaria en distintas latitudes del mundo.

Al inicio de la pandemia, en la ciudad de Wuhan, y luego en otras metrópolis asiáticas, utilizaron drones para rociar desinfectantes, y en los mega hospitales que China construyó vertiginosamente emplearon robots para apoyar al personal de salud en las tareas de atención de pacientes contagiados por el nuevo coronavirus cuyos signos vitales eran controlados en tiempo real con termómetros 5G y brazaletes digitales. Corea del Sur recurrió a una app para monitorear a los pacientes aislados y alertar a las personas sanas sobre las áreas o zonas de riesgo.

La tecnología de las cadenas de blokchaim permitió la decodificación del genoma del virus y científicos y laboratorios farmacéuticos trabajan, contra reloj, para dar con la anhelada vacuna. Desde Estados Unidos las gigantes de las redes sociales implementaron mecanismos para contener información falsa o errónea. Así por ejemplo fue suprimida la temeraria recomendación de Nicolás Maduro Moros sobre un remedio casero contra el coronavirus en virtud que no forma parte de los protocolos de atención que instruye la OMS ante la pandemia.

En Brescia en el norte de Italia las impresoras 3-D son utilizadas para fabricar las válvulas de plástico de las boquillas de los respiradores artificiales requeridas en las unidades de cuidados intensivos de los hospitales. Una iniciativa similar se desarrolla en un esfuerzo colaborativo de voluntarios en Sevilla, al sur de España, quienes fabrican, con las modernas impresoras, pantallas de acetato para las máscaras faciales que requiere el personal de salud en los centros asistenciales.

En Venezuela el gobierno anunció la habilitación de una encuesta a través de la plataforma digital “Patria” que ha sido respondida, según la información oficial, por más de quince millones de ciudadanos y ha permitido identificar a cerca de mil personas que han sido visitadas y evaluadas en la contingencia sanitaria. Todavía es pronto para considerar cual herramienta es la más efectiva o si la combinación de recursos mejorará las perspectivas de triunfo ante la pandemia.

¡Amanecerá y veremos!

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Crónicas de cuarentena

Antonio Di Giampaolo

Economía, especulación y pandemia (13)

Una de las secuelas de la expansión del nuevo coronavirus sobre la economía mundial ha sido la reducción y hasta la paralización de millares industrias y comercios. Entre las disposiciones regulatorias, en el marco de la pandemia, figura la suspensión de actividades clasificadas como no esenciales. Los principales mercados bursátiles del mundo han registrado caídas estrepitosas. El precio del petróleo, en medio de la guerra comercial de las potencias mundiales acusó una perdida acentuada por la reducción de la actividad económica.

En esta primera etapa de la pandemia el mundo enfrenta problemas en el curso de la economía más por el lado de la oferta que por el aumento de la demanda. En determinados rubros tales como equipos e implementos médicos, material descartable, medicamentos, artículos de limpieza e higiene personal, agua embotellada y alimentos enlatados, entre otros, se está registrando una peligrosa combinación que alienta la especulación. Le economía doméstica sufre los embates. La gente acusa el golpe en sus menguados ingresos. El impacto es todavía más demoledor entre los que han perdido sus puestos de trabajo por efecto colateral de la pandemia.

El turismo y el sector servicio en general ha resultado particularmente afectados. Quienes laboran en la economía informal son quizás los más agobiados. Gigantes del comercio electrónico como AMAZON, E-BAY o ALIBABÁ reducen costos de transferencia y cargos de envió a sus clientes. Establecimientos y negocios se están apoyando en plataformas digitales para abrir canales alternativos a su comercialización regular. Profesionales de la medicina practican consultas vía web y abogados y administradores ofrecen asesorías por internet.

En el comercio tradicional hay precios que aumentan artificialmente. Hay productos que desaparecen vertiginosamente de los anaqueles. La escasez es un signo distintivo de estos tiempos, incluso hasta en latitudes en donde la variedad y abundancia era un asunto cotidiano. Para tener una idea de la gravedad del asunto hasta la administración de Donald Trump dictó un decreto que intenta contener la especulación de precios y el acaparamiento de bienes esenciales. Por estas calles, el valor de una mascarilla se quintuplicó, ya no hay alcohol disponible en los estantes y el limón subió escandalosamente de precio. Para muchos, a propósito de la pandemia, el guarapo de la noche resulta más amargo.

¡Amanecerá y veremos!

Aprendizaje en época de pandemia (14)

Cientos de millones de niños y jóvenes en todo el mundo están alejados de las aulas de clase por efecto de la suspensión de actividades académicas en el marco de la estrategia general aplicada para la contención de la pandemia provocada por el coronavirus Covid-19. Paulatinamente gobiernos nacionales y administraciones regionales y municipales de diversas latitudes del planeta han adoptado medidas para abordar lo que pudiera ser una prolongada suspensión de actividades escolares.

Con las particularidades del caso, en cada país, se han ido desarrollando iniciativas para evitar que la suspensión de actividades educativas suponga la paralización general del proceso de formación del estudiantado. En diversas instituciones se han implementado chats y círculos de estudio virtual. Clases a distancia, cursos y tutoriales por internet han ido surgiendo como alternativa para no detener el proceso enseñanza-aprendizaje, por completo, y para la totalidad de los estudiantes en la diversidad de niveles y modalidades existentes.

En Venezuela el programa “Cada Familia una Escuela” implementado por el Ministerio de Educación a través de la televisión oficial apunta en la dirección de brindar contenidos básicos sobre temas generales en áreas como historia, geografía, ciencias naturales, matemática y lenguaje. La masificación del empleo de las computadoras “canaimitas” no ha podido ser aprovechado por las deficiencias en la calidad del servicio de internet.

Una gran lección que estamos comprendiendo es que el aprendizaje no es un asunto exclusivo del recinto escolar tradicional y que en la formación que es un proceso continuo, es imperativo aprender de la pandemia misma. Un niño sabe hoy qué es una cuarentena. Una joven recibe clases por skype, en un aula virtual, sobre los efectos desbastadores de la llamada Peste Bubónica, durante la edad media, o la Gripe Española, al final de la Primera Guerra Mundial, y las inevitables comparaciones con la pandemia actual. Académicos y científicos de varias partes del mundo comparten información privilegiada sobre el genoma del nuevo coronavirus, su vertiginosa expansión y la posible cura para la humanidad, lo cual en sí mismo constituye un fenomenal proceso de aprendizaje, además de una carrera contra el tiempo.

¡Amanecerá y veremos!

El curso del nuevo coronavirus (15)

La Organización Mundial de la Salud difunde en su portal web un reporte diario, alimentado con la información oficial que cada uno de su países miembros suministra, sobre el curso de la expansión del coronavirus Covid-19. A la fecha son más de 70 informes con tablas, gráficos, estadísticas y mapas que dan cuenta del registro de la enfermedad detectada a finales de diciembre en la ciudad de Wuhan, y que en enero fue atribuida a un nuevo coronavirus. Entonces apenas cuatro países habían reportado contagios y fallecimientos, a saber: China como epicentro de la emergencia además de Tailandia, Corea del Sur y Japón, con muy pocos casos.

En febrero los reportes diarios de la OMS dan cuenta de una epidemia que empieza a expandirse más allá del continente asiático y en marzo se produce la declaratoria de pandemia cuyo foco central se ubica Europa. El monitoreo mundial con los datos oficiales permite evaluar, entre otros indicadores, la tasa de mortalidad, la cantidad de personas infectadas y el número de pacientes recuperados.

Con la entrada del mes de abril la pandemia registra un nuevo foco, ahora en el continente americano y los indicadores permiten inferir que la incidencia de casos, con el virulento comportamiento exponencial del Covid-19 en Estados Unidos de América, el número de contagiados será superior a los casos reportados hasta ahora por China, Italia, España, Alemania, Francia, Reino Unido e Irán juntos. La inmensa población de la India y los habitantes de los países del Continente Africano están a la expectativa, ante el irremediable avance de la pandemia.

El reporte de la OMS indica que el coronavirus está presente con contagios locales o internacionales en 202 países y territorios en los cinco continentes, a excepción de los gélidos polos del globo terráqueo. Cuando escribimos estas líneas ya hay un millón de contagiados en todo el mundo y unas cincuenta mil personas han fallecido. Los números de la pandemia siguen su curso. Detrás de cada dato, en cada rincón de la geografía mundial, hay una historia y una tragedia. Resulta dramático decirlo y vivirlo.

¡Amanecerá y Veremos!

Liderazgo en tiempos de pandemia (16)

El auge o la caída de líderes mundiales en el tiempo por venir dependerán en gran medida de sus iniciativas y ejecutorias frente a la emergencia y la percepción que la gente tenga de su actuación ante la pandemia. La colectividad somete al escrutinio público el liderazgo, las acciones y omisiones de gobernantes, dirigentes políticos y autoridades sanitarias

En China la dirigencia del partido comunista censuró a médicos y periodista que alertaron sobre los primeros casos en Wuhan, aunque finalmente. A un costo de miles de vidas, admitieron la situación La estrategia del Presidente Chino Xi Jinping se centra ahora en brindar asistencia internacional ante la pandemia, lo cual no exime de responsabilidades al gigante asiático en torno al manejo inicial de la crisis.

El primer ministro Boris Johnson en Inglaterra terminó siendo víctima, en carne propia, del nuevo coronavirus tras retrasar las medidas de distanciamiento social y cuarentena instando exclusivamente a los grupos etarios de mayor riesgo su aislamiento. El Presidente Donal Trump preocupado por los embates del Covid-19 sobre su economía señaló que “el remedio no debe ser peor que la enfermedad” para después presagiar que morirán cien mil norteamericanos a consecuencia de la pandemia.

“No entren en pánico”-advirtiò el Presidente de Bielorrusia Alexander Lukashenko- quien recomendó disfrutar sesiones de sauna y beber vodka como método preventivo. Otro que se lo ha tomado a la ligera es el Presidente mexicano, Andrés López Obrador, quien recientemente alentaba a sus paisanos a seguir con su vida cotidiana. El Presidente de Brasil Jair Bolsonaro ha señalado que los medios de comunicación han provocado una histeria colectiva cuando se trata de “una pequeña gripe o resfriado”

En Hungría el Primer Ministro Viktor Orbán fue habilitado con poderes especiales para abordar la emergencia y decretó cinco años de cárcel para castigar la difusión de noticias falsas sobre la pandemia. El Presidente ruso Wladimir Putin, adoptó una severa norma que prevé hasta 7 años de cárcel para quienes incumplan la cuarentena. El Presidente de Filipinas Rodrigo Duterte, fue más lejos y autorizó a la fuerza pública a “disparar a matar a quienes violen la cuarentena”.

En Venezuela el Covid-19 no ha provocado una tregua en el conflicto institucional y la confrontación política. La administración de Nicolás Maduro decretó el Estado de Excepción, creo una comisión presidencial para el abordaje de la crisis, ha recibido asistencia de China, Cuba y Cuba e instaló el Consejo de Estado para promover la cooperación de los poderes públicos, mientras Juan Guiadó, llamó a conformar un Gobierno de Emergencia Nacional, designó una comisión de expertos de la Asamblea Nacional, exigió el ingreso de la ayuda humanitaria al país y pidió a la ciudadanía que se mantenga en casa aun a pesar de la precaria situación social y las penurias económicas que la población padece.

¡Amanecerá y veremos!

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Crónicas de cuarentena

Antonio Di Giampaolo

Escasez de combustible en la pandemia (11)

En medio de la pandemia que estremece al mundo los precios del petróleo han caído a valores de comienzos de siglo y a niveles ubicados por debajo de los costos de extracción. La guerra de comercial entre las potencias mundiales coincidió con la expansión exponencial del covid-19 deprimiendo a los mercados mundiales de crudo. En Venezuela país petrolero el problema, por estas calles, es también otro.

Durante los primeros días de entrada en vigencia la cuarentena, decretada en el marco del Estado de Alarma a propósito de la pandemia, empezó a notarse una marcada escasez en el suministro de gasolina en el país. La verdad sea dicha la restricción en la venta de combustible no figura entre las recomendaciones de la OMS para contener el avance del nuevo coronavirus.

Las interminables colas no se hicieron esperar y los inquietantes rumores no tardaron en propagarse. Así las cosas hay gente que pernocta en torno a las gasolineras, arriesgando no solo su seguridad sino también su salud en estos tiempos. Con el pasar de los días y se hizo pública una instrucción en la cual se asignaron algunas estaciones de servicio destinadas para abastecer a los sectores prioritarios y esenciales en el marco de la atención de la pandemia.

En las pocas estaciones de servicio habilitadas efectivos militares y funcionarios policiales, custodian y supervisan la distribución de gasolina, gas y gasoil. Hay gente que ha sufrido, en carne propia, los rigores de discrecionalidad con la que se ejecuta la medida. Pacientes de quimioterapia o diálisis, por ejemplo, tardan más en las colas, salvoconducto en mano, que lo que demoran sus tratamientos en los centros asistenciales. Productores agrícolas no pueden abastecer combustible para sus tractores o plantas eléctricas por la restricción de la venta en bidones y tambores. Hay imágenes del trasiego de gasolina en plena vía pública. La gasolina, con su precio irrisorio, se volvió un bien escaso.

Las autoridades nada dicen sobre la ausencia de combustible en la coyuntura de la pandemia. Algunos en las colas, con mascarilla en boca, culpan al gobierno por el deterioro de la industria petrolera y otros justifican la situación en virtud de las sanciones económicas y las medidas administrativas impuestas. Si bien hay gente que piensa que las restricciones a la venta de combustible opera a favor de la cuarentena, porque limita las posibilidades de movilidad de la población, otros creen que el remedio resultará peor que la enfermedad, ya que también influye notablemente en la paralización de actividades vitales en medio de la emergencia. Amanecerá y veremos!

Coronavirus y escasez de agua (12)

“Mi continente debe despertar”- clamó hace unos días, Tedros Adhanom Ghebreyesus, el etíope que dirige la Organización Mundial de la Salud, al alertar a los países africanos sobre la urgente necesidad de orientar a la población en torno a las normas sanitarias preventivas, acometer el despistaje de contagiados, emprender el aislamiento de pacientes e iniciar el distanciamiento social.

La OMS advirtió a los gobiernos de todo el mundo que deben proporcionar el acceso continuo y suficiente de agua, en particular a la población que viven en condiciones vulnerables. “Lavarse las manos con agua limpia y jabón es una de las cosas más baratas y efectivas que se puede hacer para protegerse contra el coronavirus- ha dicho Sanjay Wijesekera, director de programas de UNICEF, quien añadió, con el dramatismo del caso- “que para miles de millones de personas este paso básico está simplemente fuera de su alcance”

Desde el inicio de la declaratoria de pandemia hay administraciones, nacionales, regionales y municipales que han anunciado la moratoria en el cobro de facturas y empresas públicas y privadas han implementado la reconexión del servicio de agua a suscriptores deudores. En Venezuela fue ordenada la suspensión del cobro del servicio por espacio de seis meses pero el impacto de la medida, por si sola, no resulta eficiente, ya que millares de personas en distintas comunidades no cuentan con suministro de agua potable de manera regular.

Una de las medidas fundamentales de carácter preventivo, en materia de higiene personal, como lavarse las manos regularmente con agua y jabón resulta imposible de cumplir a cabalidad en centenares de barriadas populosas y apartados rincones de la geografía nacional. Más aún, es público, notorio y comunicacional, que en distintos centros asistenciales la disposición de agua y materiales de higiene y limpieza resulta deficitaria. El abastecimiento por camiones cisterna se cotiza en dólares. Los operativos públicos de suministro de agua son insuficientes ante la emergencia. Literalmente, nunca como ahora, el término acuñado al agua como líquido vital había adquirido tal realismo. Amanecerá y veremos!

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Antonio Di Giampaolo

Las noticias falsas en la pandemia (5)

Por estos días han circulado, a través de las redes sociales imágenes y notas falsas relacionados con la pandemia del coronavirus Covid-19. Las llamadas “fake news” bajo la apariencia de supuestas informaciones creadas con la finalidad de generar empatía, o rechazo, a través de los contenidos expuestos, terminan provocando una visión distorsionada de los hechos y de la realidad. Esos mensajes apuntan a las emociones más que a la racionalidad.

Las llamadas noticias falsas, para intentar decirlo en términos médicos, se apoyan en un cuadro clínico de “incontinencia digital” que muchos usuarios de las redes sociales padecen, usando las técnicas de la teoría del rumor, lo cual facilita la propagación vertiginosa de la “fake news”, casi con la misma velocidad que lo hace el virus mismo.

Es así como a muchos, por ejemplo, han reenviado la imagen con supuestas centurias de Nostradamus en las que aparentemente predice la pandemia. Muchos tal vez, dieron crédito a la falsa nota informativa de la supuesta cuarenta de un club de damas de compañía en España con los avergonzados clientes dentro. Otros quizás replicaron la inexistente declaración del político venezolano Claudio Fermín señalando que: “como el virus es de origen chino seguramente durará muy poco”.

Pero no hay duda que resultan preocupantes los contenidos basados en vídeos, audios y cadenas de supuestos médicos en inexistentes hospitales, referidas a ciertas medidas que erróneamente sugieren adoptar: tales como los baños de agua tibia, la ingesta de limón, el ejercicio de la contención de la respiración por 10 segundos o tomar sorbos de agua cada 15 minutos. Y la verdad es que ninguna de estas recomendaciones provoca daños excepto que se desatiendan las que efectivamente instruye la OMS para combatir la pandemia.

¡Amanecerá y veremos!

Estrategias ante la pandemia (6)

En las redes sociales se difunden teorías contrapuestas en torno a una eventual conspiración que explica la naturaleza de la pandemia a la luz del cristal geopolítico con que se mire, y también análisis en los cuales se evalúan estrategias, políticas públicas, tratamientos, recursos y el comportamiento social ante la expansión del coronavirus Covid-19.

Los primeros casos de infección relacionados con el mercado de Wuhan se conocieron a finales de diciembre pero no fue hasta un mes después, en el marco de la celebración del Año Nuevo Chino, que las autoridades dejaron de perseguir a integrantes de la comunidad médica que alertaba sobre el surgimiento inusuales enfermos en la localidad y de amedrentar a periodistas que reportaban sobre los desvanecimientos de ciudadanos en las calles, así como del fallecimientos de personas. Entonces se impuso la férrea cuarentana, los despistajes masivos, el control social, la disposición de medicamentos eficaces, la construcción vertiginosa de grandes hospitales y el empleo de la robótica para la atención de pacientes infectados.

Cuando el virus estaba en plena expansión algunos países asumieron una política basada en campañas educativas, exhortación a la ciudadanía con políticas restrictivas progresivas como el Reino Unido, aunque finalmente cambiaron la estrategia. En varias naciones de la Comunidad Europa, entre ellos Italia y España. se han dictado medidas de aislamiento social, que no siempre se cumplieron, bien por la poca disposición de la población a acatarlas o por la incapacidad de las autoridades para imponerlas. Corea del Sur ha recurrido al uso de aplicaciones telefónicas para monitorear a la población, practicar evaluaciones tempranas y controlar a los pacientes que presentan síntomas de la enfermedad. Israel ha empleado inteligencia artificial para establecer cercos epidemiológicos sectoriales y comunitarios en lugar de inmovilizar a toda la población. La implementación de medidas responde también al avance de la pandemia aunque países como México que suspendió las clases todavía no restringen las actividades comerciales y administrativas.

En Venezuela se adoptó, como política preventiva, la estrategia de la cuarentena con vigilancia de las autoridades militares y policiales para el control el cumplimiento de la medida. La idea es reducir drásticamente la movilidad social con la finalidad de minimizar las posibilidades de eventuales los contactos interpersonales que reduzcan los riesgos de propagación del virus. En nuestro país la pandemia nos alcanza en medio de las escasez de agua, interrupciones del servicio eléctrico y de una severa crisis de suministro de combustible que si bien tiene incidencia sobre la cuarentena, también amenaza con influir en la paralización de actividades esenciales en medio de la emergencia.

El éxito de la lucha contra la pandemia que causa estragos en la comunidad internacional parece apuntar a la adopción de prácticas sanitarias individuales y colectivas, medidas de restricción de la movilidad social, el uso de herramientas de la tecnología para la detección temprana de contagios en personas sintomáticas o asintomáticas, la ampliación de la capacidad resolutiva en servicios de cuidados intermedios o intensivos y la disponibilidad de tratamientos médicos mientras la comunidad científica y las potencias mundiales libran la batalla por la vacuna contra el virus que azota a la población. ¡Amanecerá y veremos!

Los secretos del COVID-19 (7)

Una serie de teorías conspirativas contrapuestas tratan de explicar el origen y las causas de la pandemia, por efecto del coronavirus Covid-19, según la óptica geopolítica de los diversos analistas proponentes de las diferentes tesis. Esas teorías en nada concuerdan con el análisis científico atribuido a la mutación del coronavirus que sitúa al mercado de animales silvestres de Wuhan como epicentro de la pandemia.

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China Zhao Lijian sugirió recientemente que soldados norteamericanos que participaron en los juegos militares en la ciudad de Wuhan celebrados a finales octubre del año pasado podrían haber introducido el virus en el gigante asiático. La respuesta airada del Presidente Norteamericano Donald Trump no se hizo esperar, y empezó a catalogar al COVID-19 como “Virus Chino”. El Director General de la OMS Tedros Adhanom Ghebreyesus zanjó por ahora el asunto señalando que “el virus no tenía fronteras”, e instó a medir las palabras para evitar estigmatizaciones contra alguna etnia o nacionalidad.

La verdad es que las tensiones políticas en el marco de llamada guerra comercial han alcanzado un clímax. Lo que todavía no toca techo es la pandemia que al momento de escribir estas líneas alcanza casi veinte mil personas muertas y cerca de cuatrocientos mil contagiadas en 175 países de los cinco continentes. En términos estadísticos, la incesante carrera por alcanzar el aplanamiento de la curva, no llega a su fin y por el contrario la Organización Mundial de la Salud muestra su preocupación por lo que calificó como “aceleración de la expansión” del Covid-19.

Hay signos distintivos en el virus que es objeto de angustia mundial. Se trata de un coronavirus que causa baja mortalidad en comparación con la exponencial y amplísima morbilidad que genera. La característica de trazabilidad permite establecer su propagación entre humanos, y ese comportamiento explica cuando los casos son de origen internacional, de allí la estrategia de aislamiento y las restricciones para la movilidad de la gente, por vía a aérea, marítima o terrestre, y en qué momento inicia su vertiginosa reproducción a nivel comunitario lo cual justifica las políticas de cuarentena y distanciamiento social.

¡Amanecerá y veremos!

Los casos endógenos de la pandemia (8)

El gobierno de Nicolás Maduro Moros, anunció que la cifra de contagiados por el nuevo coronavirus en el país asciende al centenar de personas. Ya no se hace énfasis en los llamados casos importados por la sencilla razón que resulta evidente que se ha iniciado la fase de transmisión local, lo que en términos criollos podríamos catalogar de “casos endógenos”.

En el anuncio de Delcy Rodríguez, al frente de la comisión presidencial contra la pandemia, se notifica que la OMS incluyó a Venezuela en el fondo especial de 2.000 millones de dólares dispuesto para apoyar a varias naciones para enfrentar la contingencia. Venezuela cuenta con ayuda humanitaria –aseguró- que proviene de China y de Rusia y del apoyo del gobierno cubano.

Por su parte Juan Guaidó Márquez, desde la presidencia interina, señala que está prevista una ayuda humanitaria, exigió la habilitación de puertos y aeropuertos, y comisionó al vicepresidencia de la Asamblea Nacional para coordinar su ingreso. La ayuda en el orden de 20 millones de dólares consistente en equipos de bioseguridad sería distribuida por organismos multilaterales.

La Comisión de Expertos de la Salud designada desde la Asamblea Nacional exhorto a la dotación de guantes y mascarillas en los centros asistenciales, así como productos de higiene y limpieza y a garantizar la dotación de agua y energía eléctrica en los hospitales del país. El infectólogo Julio Castro pronosticó que los casos de personas contagiadas podrían llegar hasta trescientas mil y que la contingencia podría prolongarse por espacio de hasta tres meses.

Todos los esfuerzos que se hagan, y que se materialicen, contribuirán a mitigar el impacto de la pandemia en la colectividad. La expansión del nuevo coronavirus nos alcanza sumidos, como sociedad, en una dramática situación social y en medio del conflicto político y la crisis institucional.

!Amanecerá y veremos!

El mundo no será igual después de la pandemia (9)

El mundo está en constante transformación. La pandemia mantiene prácticamente inmovilizada a la población y se anuncia una recesión mundial. A la fecha se contabilizan cerca de veinticinco mil fallecidos y la cantidad de contagiados sobrepasa medio millón de personas, de más de 175 países afectados en los 5 continentes. Entre las buenas noticias destacan las aguas cristalinas de los canales de Venecia, los cielos despejados de Hong Kong o la drástica reducción de las emisiones de dióxido de carbono en el ambiente.

Mientras surgen pronóstico de cómo será la vida en el corto y mediano plazo, varios gobiernos en diversas latitudes han anunciado diferentes medidas, tales como apoyo financiero a sectores vitales y estratégicos, suspensión temporal de obligaciones bancarias o tributarias, diferimiento en el pago de arrendamientos, entrega de tratamientos médicos, consignación de bolsas y cajas de alimentos, bonos de salud y alimentación, ayudas sociales y subsidios laborales para mitigar el impacto de las crisis en la gente y la economía de los países.

Hoy en día muchos sopesan el tiempo libre en contraposición a las apretadas y agitadas agendas en semanas anteriores. La cotidianidad de la vida nos ha cambiado y con ello la valoración del contacto interpersonal y el relacionamiento familiar. También el valor del tiempo y del esfuerzo personal se ha modificado entre quienes están en la primera línea de batalla contra la pandemia y en especial a muchos héroes anónimos entre los que se cuentan integrantes del personal de salud, funcionarios policiales, efectivos militares, miembros de las unidades de protección ciudadana y de la defensa civil y los abnegados bomberos entre muchas otras personas en el mundo.

La intensificación del teletrabajo cobra cada día más vigencia como una alternativa que se expandió en medio de la prolongada contingencia. El comercio electrónico y las opciones de ventas con consignación a domicilio se expenden incluso en lugares impensables y economías menos desarrolladas, como opción para mantener la operatividad de ciertas empresas. Los controles sanitarios en los desplazamientos entre naciones se tornarán más exigentes y regulares. La bioseguridad en actividades públicas y grandes concentraciones humanas será una exigencia logística y operacional.

Hay quienes piensan que la pandemia es el emblemático cisne negro de la globalización. A esta hora, en el momento crítico de sus vidas, algunos se aferran a un respirador artificial, otros reflexionan sobre la utilidad del dinero y la riqueza, y los más se ocupan en asegurar el sustento diario para sobrellevar el tiempo por venir. Es evidente que nada será igual de después de la pandemia.

¡Amanecerá y veremos!

La solidaridad en tiempos de la pandemia (10)

Estamos sorprendidos ante la pandemia que ha paralizado a la humanidad. Algunos se preguntan cómo un microorganismo ha puesto de rodillas al mundo en plena era de la globalización y otros se conmueven antes las muestras y los gestos de solidaridad, caridad y humildad, en medio de una sociedad cada vez más individualista. La respuesta es que la solución a al virus no radica en “sálvese quien pueda” sino en el esfuerzo colectivo, porque pareciera que no hay nada más democrático que ésta pandemia.

Centenares de costureras y millares de amas de casas han activado sus máquinas de coser y a través de redes colaborativas elaboran mascarillas, batas, gorros y uniformes que distribuyen entre el personal de salud que está en la primera línea de batalla en los centros asistenciales. Un voluntariado de vecinos organizados prepara y entrega alimentos y refrigerios a los funcionarios de seguridad en puntos de control donde las guardias extenuantes inciden en la menguada logística institucional. Hay quienes ayudan a niños y abuelitos, o a personas con limitaciones o enfermedades para que la cuarentena sea menos cruenta y angustiante de sobrellevar.

En nuestro caso en medio de las carencias de agua potable, de los frecuentes apagones, de la falta de gas doméstico, de la crisis en los centros asistenciales, de las limitaciones de transporte y las restricciones al suministro de combustible y de las penurias de la gente cuya capacidad de abastecimiento está muy disminuida por la carestía de la vida y la imposibilidad de ganarse el sustento diario, en el marco de la cuarentena, se requiere la confluencia de gestiones públicas e iniciativas privadas para atender la prolongada contingencia.

Hay conductas emblemáticas tales como cuantiosas donaciones de rutilantes estrellas, cotizados deportistas o afamados magnates, algunos de los cuales lastimosamente el virus también ha alcanzado. La solidaridad no se trata de dar lo que, en particular a cada quien le sobra, sino en el gesto de compartir lo que otros, efectiva y realmente, necesitan.

¡Amanecerá y veremos!

@ADIGIAMPAOLO

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CRÓNICAS DE CUARENTENA 5 y 6

Antonio Di Giampaolo

Las noticias falsas en la pandemia (5)

Por estos días han circulado, a través de las redes sociales imágenes y notas falsas relacionados con la pandemia del coronavirus Covid-19. Las llamadas “fake news” bajo la apariencia de supuestas informaciones creadas con la finalidad de generar empatía, o rechazo, a través de los contenidos expuestos, terminan provocando una visión distorsionada de los hechos y de la realidad. Esos mensajes apuntan a las emociones más que a la racionalidad.

Las llamadas noticias falsas, para intentar decirlo en términos médicos, se apoyan en un cuadro clínico de “incontinencia digital” que muchos usuarios de las redes sociales padecen, usando las técnicas de la teoría del rumor, lo cual facilita la propagación vertiginosa de la “fake news”, casi con la misma velocidad que lo hace el virus mismo.

Es así como a muchos, por ejemplo, han reenviado la imagen con supuestas centurias de Nostradamus en las que aparentemente predice la pandemia. Muchos tal vez, dieron crédito a la falsa nota informativa de la supuesta cuarenta de un club de damas de compañía en España con los avergonzados clientes dentro. Otros quizás replicaron la inexistente declaración del político venezolano Claudio Fermín señalando que: “como el virus es de origen chino seguramente durará muy poco”.

Pero no hay duda que resultan preocupantes los contenidos basados en vídeos, audios y cadenas de supuestos médicos en inexistentes hospitales, referidas a ciertas medidas que erróneamente sugieren adoptar: tales como los baños de agua tibia, la ingesta de limón, el ejercicio de la contención de la respiración por 10 segundos o tomar sorbos de agua cada 15 minutos. Y la verdad es que ninguna de estas recomendaciones provoca daños excepto que se desatiendan las que efectivamente instruye la OMS para combatir la pandemia.

¡Amanecerá y veremos!

Estrategias ante la pandemia (6)

En las redes sociales se difunden teorías contrapuestas en torno a una eventual conspiración que explica la naturaleza de la pandemia a la luz del cristal geopolítico con que se mire, y también análisis en los cuales se evalúan estrategias, políticas públicas, tratamientos, recursos y el comportamiento social ante la expansión del coronavirus Covid-19.

Los primeros casos de infección relacionados con el mercado de Wuhan se conocieron a finales de diciembre pero no fue hasta un mes después, en el marco de la celebración del Año Nuevo Chino, que las autoridades dejaron de perseguir a integrantes de la comunidad médica que alertaba sobre el surgimiento inusuales enfermos en la localidad y de amedrentar a periodistas que reportaban sobre los desvanecimientos de ciudadanos en las calles, así como del fallecimientos de personas. Entonces se impuso la férrea cuarentana, los despistajes masivos, el control social, la disposición de medicamentos eficaces, la construcción vertiginosa de grandes hospitales y el empleo de la robótica para la atención de pacientes infectados.

Cuando el virus estaba en plena expansión algunos países asumieron una política basada en campañas educativas, exhortación a la ciudadanía con políticas restrictivas progresivas como el Reino Unido, aunque finalmente cambiaron la estrategia. En varias naciones de la Comunidad Europa, entre ellos Italia y España. se han dictado medidas de aislamiento social, que no siempre se cumplieron, bien por la poca disposición de la población a acatarlas o por la incapacidad de las autoridades para imponerlas. Corea del Sur ha recurrido al uso de aplicaciones telefónicas para monitorear a la población, practicar evaluaciones tempranas y controlar a los pacientes que presentan síntomas de la enfermedad. Israel ha empleado inteligencia artificial para establecer cercos epidemiológicos sectoriales y comunitarios en lugar de inmovilizar a toda la población. La implementación de medidas responde también al avance de la pandemia aunque países como México que suspendió las clases todavía no restringen las actividades comerciales y administrativas.

En Venezuela se adoptó, como política preventiva, la estrategia de la cuarentena con vigilancia de las autoridades militares y policiales para el control el cumplimiento de la medida. La idea es reducir drásticamente la movilidad social con la finalidad de minimizar las posibilidades de eventuales los contactos interpersonales que reduzcan los riesgos de propagación del virus. En nuestro país la pandemia nos alcanza en medio de las escasez de agua, interrupciones del servicio eléctrico y de una severa crisis de suministro de combustible que si bien tiene incidencia sobre la cuarentena, también amenaza con influir en la paralización de actividades esenciales en medio de la emergencia.

El éxito de la lucha contra la pandemia que causa estragos en la comunidad internacional parece apuntar a la adopción de prácticas sanitarias individuales y colectivas, medidas de restricción de la movilidad social, el uso de herramientas de la tecnología para la detección temprana de contagios en personas sintomáticas o asintomáticas, la ampliación de la capacidad resolutiva en servicios de cuidados intermedios o intensivos y la disponibilidad de tratamientos médicos mientras la comunidad científica y las potencias mundiales libran la batalla por la vacuna contra el virus que azota a la población. ¡Amanecerá y veremos!

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Crónicas de cuarentena 3 y 4

Antonio Di Giampaolo

La aritmética de la pandemia (3)

Hace apenas unos día China celebraba que había finalmente logrado contener la expansión del nuevo coronavirus y el gobierno reportó que no había registrado ningún nuevo caso de pacientes infectados en la ciudad de Wuhan “zona 0” de la pandemia. Esa misma tarde Delcy Rodríguez, al frente de la comisión presidencial, anunciaba al país que no había registro de nuevos casos de pacientes afectados con el COVID-19, la noticia que sin duda fue motivo de alegría para muchos, se convirtió también en tema de suspicacia y discordia para otros.

Las dudas razonables podrían tener asidero en que el mismo gobierno que anunciaba que la pandemia en su territorio estaba cediendo fue el que amedrentó y persiguió al valiente galeno Li Wenliang quien alertara sobre el caso, en diciembre desde un hospital en que laboraba en Wuhan, y que terminó falleciendo víctima de la enfermedad que había detectado. Aquí, entre tanto, el gobierno que niega la existencia de presos políticos, ha desestimado las cifras de la diáspora de venezolanos por el mundo, ha escondido las cifras del BCV y suspendido los reportes del boletín epidemiológico del Ministerio del Poder Popular para la Salud asegura, en el tercer día de cuarentena, que afortunadamente no había casos nuevos que reportar.

La verdad es que la pandemia ha causado estragos en el globo terráqueo. A la fecha más de 150 países, en los cinco continentes del planeta, admiten casos graves, severos, moderados o leves. Van más de 11 mil muertos, millares de pacientes hospitalizados o confinados en sus hogares, y millones de personas sometidas a cuarentena. La cotidianidad de la vida está cambiando a un ritmo vertiginoso como el virus mismo. Hay actividades escolares y académicas suspendidas, negocios y establecimientos comerciales han cerrados sus puertas. Hay gente angustiada por sus puestos de trabajo. Las oficinas públicas no esenciales han cesado operaciones. La banca y las empresas aseguradoras registran pérdidas. Los mercados bursátiles se han deprimido y las firmas financieras acusan la recesión global.

Sorprendieron las imágenes de personas desvaneciéndose por las calles de Wuhan. Causó angustia el dramático video del actor italiano Luca Franzese junto a la hermana en su lecho de muerte de su casa de Nápoles. Conmovió la triste entrevista al joven paciente madrileño Luis Daniel recluido en una habitación de hospital en su batalla campal contra sus patologías agravadas por el coronavirus Covid-19. Las complejas estadísticas y las frías matemáticas, que en la práctica constituyen la aritmética de la pandemia, no logran mostrar en su justa dimensión la tragedia a la que asiste la comunidad internacional. ¡Amanecerá y veremos!

La polémica por la ayuda humanitaria (4)

En días pasados Nicolás Maduro Moros dirigió una carta al denostado Fondo Monetario Internacional solicitando asistencia financiera por el orden de cinco mil millones de dólares para hacer frente a la pandemia del coronavirus al tiempo que se anunciada el arribo de un contingente de médicos cubanos y materiales e insumos procedentes de China para enfrentar la contingencia sanitaria. Entretanto Juan Guaidó Márquez exige el ingreso de la ayuda humanitaria dispuesta para Venezuela por la comunidad internacional, crea un comité de expertos de las sociedades médicas y las universidades para monitorear la situación de la pandemia e instruye la adopción de medidas preventivas en las comunidades para enfrentar la emergencia.

A pesar de que en Venezuela, desde hace varios años se habla de la necesidad implementar un canal humanitario para la asistencia a las personas más vulnerables no fue sino hasta el año pasado que el gobierno admitió la necesidad requerir la ayuda humanitaria a través de la Cruz Roja Internacional. Representantes de Organizaciones no Gubernamentales, líderes sociales y dirigente políticos han argumentado que la colectividad, por si sola, no puede hacer frente a las carencias alimentarias, la escasez de medicamentos o las precarias condiciones asistenciales, y que las acciones gubernamentales son insuficientes, incorrectas o ineficaces para subsanar esos problemas.

El gobierno alega que la guerra económica es la responsable de la crisis que padece la sociedad venezolana. La verdad sea dicha, los reclamos de los pacientes con VIH en Mérida, las sempiternas colas para abastecer de combustible en San Cristóbal, el calvario que padecen los maracuchos con las interrupciones periódicas del servicio de energía eléctrica, los padecimientos de los habitantes de La Petare por la escases de agua, las penurias de la gente de San Félix con el gas doméstico o los reclamos por el precario transporte público en Cumaná, por citar unos pocos ejemplos no empezaron con la aplicación de las llamadas sanciones unilaterales. Las expropiaciones, la aplicación de medidas fiscales, monetarias y cambiarias que provocaron distorsiones económicas, la corrupción y el clientelismo político han sido caldo de cultivo para la situación que hoy vivimos, y que se ha agravado por efecto de las sanciones de carácter económico y de naturaleza política.

Así las cosas, ante la pandemia el tema de la ayuda humanitaria cobra una importancia vital. Más allá de la diatriba política hay algunas cosas en las cuales debe haber coincidencia. Es fundamental la implementación de campañas educativas a la población. Resulta indispensable la disponibilidad de materiales de bioseguridad para el personal de salud que está en la primera línea de batalla contra el virus. La dotación regular de agua y el suministro seguro de energía eléctrica en los centros asistenciales debe ser una prioridad. La existencia de kits de detección, medicamentos para los tratamientos y la habilitación de unidades de terapia intensiva en hospitales son indispensables. Se requiere una dosis de sentido común ante la emergencia.

¡Amanecerá y veremos!

@ADIGIAMPAOLO

#CronicasdeCuarentena

¿Cuál asamblea y qué TSJ aprobarán decreto de alarma?

Antonio Di Giampaolo

Crónicas de cuarentena

Han transcurrido varios días desde el anuncio presidencial sobre la declaratoria de Estado de Alarma a propósito de la pandemia desatada por el coronavirus Covid-19. A través de los medios de comunicación vimos a Nicolas Maduro Moros firmar el decreto, mientras explicaba la necesidad de adoptar medidas severas y urgentes, para contener la propagación del virus mediante la estrategia del distanciamiento social y la restricción de actividades públicas y privadas, además de recomendar a la población la adopción de medidas sanitarias emanadas de la Organización Mundial de la Salud.

A partir de entonces, en medio de la emergencia, varios Gobernadores y Alcaldes de diversas regiones y localidades han decretado y publicado regulaciones que afectan el libre tránsito y suspenden libertades que implican restricciones a normal desenvolvimiento de la vida ciudadana. Resulta pues evidente, notorio, público y comunicacional que han sido puestas en práctica normativas que afectan temporalmente garantías constitucionales. En términos formales y legales, para su efectiva validez, el decreto presidencial además de ser publicado en la Gaceta Oficial, debe contar con la aprobación de la Asamblea Nacional y considerado por el Tribunal Supremo de Justicia.

Según la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, el decreto de Estado De Excepción en la tipología de “Alarma” podrá restringir hasta por un lapso de treinta días y eventualmente una prórroga igual de las garantías constitucionales, salvo las referidas al derecho a la vida, el debido proceso, la prohibición de incomunicación y tortura, el derecho a la información. En medio de la circunstancia especial puede limitarse y restringirse el Derecho al Trabajo, a la Educación, la libertad económica y la propiedad privada, la libertad de reunión y asociación, el Derecho de Manifestación, la inviolabilidad del hogar y de las comunicaciones entre otros preceptos legales.

La Constitución establece que la declaratoria de Estado de Excepción no interrumpe el funcionamiento de los órganos del Poder Público. No podía prever el constituyente de 1999 que la confrontación política nos arrastraría a la anarquía, que en la práctica supone no solo las presidencias en pugna, sino la diversidad de organismos legislativos y judiciales. Aun en eventuales condiciones de regularidad institucional la pandemia afectaría la impostergable sesión de la Asamblea Nacional y también la operatividad de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia. Ante tales circunstancias, se impondría superar el conflicto político, lo cual luce insalvable, y emplear los recursos de la telemática para enfrentar la expansión de la crisis que se nos avecina.

¡Amanecerá y veremos!

@ADIGIAMPAOLO