Su abstención, por favor
Por favor, su abstención en el venidero proceso electoral podría causarle un gran daño no sólo a Venezuela, que ya bastante ha tenido en estos 26 últimos años, desde febrero de 1992, sino a un sistema electoral que, si bien ha sido manipulado por quienes están al frente de este país en el lapso citado, podría ser tomado de mojiganga por estos o aquellos que en el futuro piensen en comicios democráticos a la hora de escoger gobiernos serios o sacar regímenes nefastos, como el actual.
Jamás estuvimos de acuerdo con la elección de hugo chávez e hicimos saber su inconveniencia en los medios de la época desde el mismo 4 de febrero. No tenemos, a Dios gracias, el pecado original de ser seducidos por un orate bocón que ofrecía villas y castillos a los electores, aunque veladamente simpatizaba con la toma del poder por la fuerza y nunca creyó en elecciones, lo que fue su primera bandera de lucha.
Sin embargo, entendimos a quienes en el momento se dejaron llevar por el felón que satanizó a la Venezuela Libre y Democrática y ofreció luchar contra los males y los vicios, que los había, prometió descabezar la corrupción en todos sus niveles y adecentar la administración de justicia, pero que potenció las vagabunderías y acabó con la gallinita de los huevos de oro, Pdvsa, sembrando de hambre y de miseria la patria de Bolívar.
Eso lo entendemos y cualquiera lo entendió; incluso, gente aparentemente seria se le guindó de las botas e hizo fiesta en la víspera y en el día de la llegada de la peor dictadura que ha padecido este pobre país pobre en toda su historia colonial y republicana. Muchos de ellos salieron espantados temprano advirtiendo lo que venía que, por supuesto, les tomaron la palabra y cogieron las de Villadiego, también cantando la desgracia que se avecinaba.
Insistimos, eso se puede entender; pero no entendemos cómo es posible que haya gente todavía pensando en votar por nicolás maduro, un tipo que ha sido gobierno desde el comienzo de la tiranía, fue presidente de la asamblea nacional, canciller del régimen y, para más tragedia, vicepresidente y presidente la exrepública que se encuentra hoy sumida en la peor crisis humanitaria del hemisferio, cuidado si del planeta, y repotenció todas las calamidades que le delegó el granuja ausente.
Que haya gente pensando en votar por la pandilla socialista también podría ser entendido porque hay una caterva de bandidos comprometidos con sus negocios de todo tipo y una serie de pobladores que sueñan con la esperanza inútil de las dádivas y prebendas que pudieran matarles el hambre; sin embargo, no podemos entender, tampoco, a gente que dice que no irá a votar y llama a la abstención; gente que no le da ni siquiera un chancecito a la posibilidad de salir de esta pesadilla por la vía electoral del domingo 20 de mayo.
No se trata de Henrí Falcón, no; se trata de nosotros mismos, de Venezuela, que debemos luchar, luchar y seguir luchando todos los días, y esa lucha incluye votar, el más importante de los actos democráticos de la nación. Y una nación que desesperadamente grita a la comunidad internacional que venga a ayudarnos, ¿no es capaz de hacer su aporte en esta lucha aunque sea con su Voto? ¿Sin reparar en que su abstención, ¡por favor! podría ser determinante en el hundimiento de esta Venezuela a la deriva donde están en juego, también, los consejos legislativos?